Dick, Philip K. - La Guerra Contra Los Fnuls

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LA GUERRA CONTRA LOS FNULSPhilip K. Dick

Maldita sea, los fnuls estn aqu otra vez, Mayor. Ocuparon Provo, en Utah dijo el Capitn Edgar Lightfoot de la CIA. Con un gemido, el mayor Hauk le indic a su secretaria que le trajera el informe sobre los fnuls de los archivos cerrados con llave. Qu forma asumieron esta vez? Pequeos agentes inmobiliarios dijo Lightfoot La ltima vez, reflexion el mayor Hauk, haban imitado empleados de estaciones de servicio. sa era la cuestin con los fnuls. Cuando uno tomaba una forma en particular los dems tambin lo hacan. Por supuesto, eso le facilitaba su localizacin a los agentes de la CIA. Pero haca que los fnuls parecieran absurdos, y Hauk no disfrutaba combatiendo un enemigo absurdo; era una condicin que tenda a difundirse por todas partes, incluso en su propia oficina. No crees que podamos llegar a un acuerdo? dijo Hauk, con una retrica a medias . Podemos soportar el sacrificio de Provo, Utah, si se contentaran con circunscribirse a ese lugar. Incluso podramos aadir algunas partes de Salt Lake City, las que estn pavimentadas con esos horribles y aejos ladrillos rojos. Los fnuls nunca cumplen con un compromiso, Mayor dijo Lightfoot. Su objetivo es la dominacin del Sistema Solar. Para siempre. Aqu est el informe sobre los fnuls, seor dijo la seorita Smith, asomndose por sobre el hombro del mayor Hauk. Con su mano libre sostena la parte superior de su blusa contra s misma en un gesto que indicaba tuberculosis avanzada o avanzada modestia. Los indicios indicaban que se trataba de esto ltimo. Seorita Smith se lament el mayor Hauk, los fnuls estn intentando dominar el Sistema Solar y me alcanza su expediente una mujer con un busto de ciento veinte centmetros. No es un poquito esquizofrnico? Para m, al menos. Con cuidado, apart sus ojos de la seorita Smith, recordando a su esposa y a los dos nios. Cbrase un poco ms de aqu en adelante le dijo. O pngase una faja. Quiero decir, por Dios, sea razonable, sea realista. S, Mayor dijo la seorita Smith. Pero le recuerdo que fui seleccionaba al azar entre el personal disponible de la CIA. Yo no ped ser su secretaria. Con el capitn Lightfoot a su lado, el mayor Hauk despleg los documentos que integraban el expediente sobre los fnuls. En el museo Smithsoniano haba un inmenso fnul, de casi un metro de altura, disecado y preservado en un cubculo que representaba su hbitat natural. Durante aos, los nios de las escuelas se asombraron ante este fnul, exhibido con una pistola que apuntaba a terrqueos inocentes. Cuando se presionaba un botn, los nios hacan que los terrqueos (no embalsamados, sino imitaciones) huyeran, tras lo cual el fnul los extingua con su deslumbrante arma de energa solar... y la presentacin retroceda a la escena original, lista para repetirse una y otra vez. El mayor Hauk haba visto la demostracin, y se haba sentido inquieto. A los fnuls, como haba declarado una y otra vez, no haba que tomarlos en broma. Pero haba algo en los fnuls que... oh, bien, el fnul era una forma de vida estpida. sa era la base de todo. No importaba que imitaba porque siempre conservaba su aspecto diminuto: un fnul pareca un obsequio promocional en la inauguracin de un supermercado, junto a los globos y las orqudeas prpuras. Sin duda, mascullaba el mayor Hauk, ste era un factor de supervivencia. Desarmaba a sus oponentes. Incluso el mismo nombre. No era posible

tomarlos en serio, aunque en este mismo momento estuvieran infestando Provo, Utah, bajo la forma de diminutos vendedores inmobiliarios. Hauk dio una instruccin: Capture un fnul con aspecto actual, Lightfoot, trigamelo y parlamentaremos. Esta vez siento que puedo llegar a capitular. Los estuve combatiendo durante veinte aos. Estoy muy cansado. Si se enfrenta cara a cara con uno de ellos advirti Lightfoot, podra imitarlo con xito y ese sera el fin. Tendremos que incinerarlos a ambos, solo para estar bien seguros. Sobriamente, Hauk dijo: Entonces establecer una situacin de contrasea con usted, Capitn. La palabra es masticar. La usar en una oracin... por ejemplo, Tengo que masticar ms detalladamente esta informacin. El fnul no lo advertir, correcto? S, Mayor el capitn Lightfoot suspir y dejo la oficina de la CIA de inmediato, apresurndose hacia la playa de helicpteros que estaba al otro lado de la calle, para iniciar su viaje a Provo, Utah. Tuvo un presentimiento desagradable. Cuando el helicptero aterriz al final del Can de Provo, cerca de los suburbios del poblado, se le acerc un hombre de poco ms de medio metro vestido con un traje gris de negocios y cargando un portafolios. Buenos das, seor dijo con voz aflautada el fnul. Le importara mirar algunos terrenos que tenemos disponibles, todos con vistas panormicas? Pueden subdividirse en... Entre en el helicptero dijo Lightfoot, apuntando al fnul con su revlver 45 del ejrcito. Escuche, amigo dijo el fnul, con tono alegre. Puedo darme cuenta de que realmente nunca ha tenido una idea clara sobre lo que significa el descenso de nuestra raza sobre su planeta. Por qu no entramos en la oficina un momento y nos sentamos? El fnul le indic un pequeo edificio cercano en el cual Lightfoot pudo ver un escritorio y sillas. Sobre la oficina haba un cartel: PJARO MADRUGADOR DESARROLLOS INMOBILIARIOS INCORPORADA Al que madruga, Dios lo ayuda declaro el fnul. Y el botn es todo para el que gana, capitn Lightfoot. Por las leyes de la naturaleza, si pudimos arreglarnos para infestar su planeta y nos lo apropiamos en forma exclusiva, es que tenemos a todas las fuerzas de la evolucin y la biologa de nuestro lado. El fnul irradiaba regocijo. Hay un Mayor de la CIA en Washington, D.C., que est interesado en usted dijo Lightfoot. El mayor Hauk nos ha derrotado dos veces admiti el fnul. Lo respetamos. Pero es una voz gritando en el desierto, al menos en este pas. Usted sabe perfectamente bien, Capitn, que el norteamericano promedio cuando ve esa exhibicin en el Museo Smithsoniano todo lo que hace es sonrer de un modo tolerante. No es consciente de la amenaza. A esa altura otros dos fnuls se haban aproximado, tambin con la forma de diminutos vendedores inmobiliarios con traje gris de negocios y llevando portafolios. Mira le dijo uno al otro. Charley captur a un terrqueo. No estuvo en desacuerdo su compaero, el terrqueo lo captur a l. Los tres, entren en el helicptero de la CIA orden Lightfoot, sacudiendo su revlver 45 ante ellos.

Usted est cometiendo un error dijo el primer fnul sacudiendo la cabeza. Pero es un hombre joven; madurar con el tiempo. Camino hacia el helicptero. Luego, todos a la vez, se dieron vuelta y gritaron: Muerte a los terrqueos! El portafolios del primer fnul cobr vida, una centella de pura energa solar gimi pasando cerca de la oreja derecha de Lightfoot. ste apoy una rodilla en tierra y apret el gatillo de la.45; el fnul que estaba en la puerta del helicptero cay hacia delante y se qued quieto con el portafolios a su lado. Los otros dos fnuls observaron mientras Lightfoot, con cautela, pateaba el portafolios para alejarlo. Joven dijo uno de los fnuls que quedaban, pero con reflejos rpidos. Viste la forma en que arrodill? Hay que tomar en serio a los terrqueos reconoci el otro. Tenemos una complicada batalla por delante. Mientras est aqu le dijo el primero de los fnuls a Lightfoot, por qu no instala un pequeo depsito en un excelente terreno baldo que tenemos disponible? Sera muy feliz si pudiera echarle una mirada. Con las conexiones de agua y electricidad disponibles a un muy pequeo costo adicional. Entren en el helicptero repiti Lightfoot, apuntndoles con su arma firmemente. En Berln, un Oberstleutnant de la SHD, la Sicherheitsdienst el servicio de seguridad de Alemania Occidental, aproximndose a su oficial comandante, lo salud al estilo romano, y le dijo: General, die fnulen sind wieder zuruck. Was sollen wir jetz tun? Los fnuls estn de regreso? dijo Hochflieger, horrorizado. Ya? Pero fue hace slo tres aos que descubrimos su red y los erradicamos. Ponindose en pie de un salto, el general Hochflieger march por su pequea oficina transitoria en el stano de la bundesrat Gebaude, con sus grandes manos tomadas detrs de la espalda. Y qu apariencia tienen esta vez? Asesores ministeriales de Finanzas Domsticas, como en la otra ocasin? No, seor dijo el Obersleutnant. Vinieron como inspectores laborales de la Volkswagen. Trajes marrones, anotadores, anteojos pequeos, de mediana edad. Irritables. Y, como antes, de unos sesenta centmetros de altura. Lo que detesto de los fnuls dijo Hochflieger es su salvaje uso de la ciencia al servicio de la destruccin, especialmente de sus tcnicas mdicas. Casi nos derrotan con esa infeccin viral suspendida en el pegamento del reverso de las multicolores estampillas conmemorativas. Un arma peligrosa agreg su subordinado, pero en ltima instancia demasiado fantstica para que tuviera xito. Esta vez probablemente cuenten con una fuerza de choque combinada con un horario absolutamente sincronizado. Selbsverstandlich agreg Hochflieger. Pero sin embargo pudimos reaccionar y combatirlos. Informa a la Terpol esa era la organizacin terrquea de contrainteligencia con sede en la Luna. Especficamente, dnde fueron detectados? Hasta ahora, solo en Schweinfurt. Tal vez deberamos destruir la zona de Schweinfurt Aparecern el algn otro lugar. Es verdad cavil Hochflieger. Lo que debemos hacer es llevar adelante la Operacin Hundefutter hasta su culminacin con xito. Hundefutter haba desarrollado para el gobierno de Alemania Occidental una subespecie de terrqueos de sesenta centmetros capaces de asumir una gran variedad de formas. Se usaron para penetrar en las redes de actividades fnul y destruirlas desde dentro. Hundefutter, financiado por la familia Krupp, estaba preparado para un momento

como se. Activar el Kommando Einsatzgruppe II dijo su subordinado. Como contra-fnuls pueden comenzar a caer inmediatamente detrs de las lneas fnuls cerca del rea de Schweinfurt. Hacia la noche la situacin debera de estar en nuestras manos. Gruss Gott rog Hochflieger, asintiendo. Bien, pongamos en marcha el kommando, y mantengamos los ojos bien abiertos para ver cmo van la cosas. Si fracasaba, comprenda, tendra que tomarse medidas ms desesperadas. La supervivencia de nuestra raza est en juego, se dijo Hochflieger. Los siguientes cuatro mil aos de historia podran ser determinados por un acto de valenta de un miembro de la SHD. Tal vez yo mismo. Continu caminando, meditando en eso. En Varsovia, el jefe local de la Agencia Protectora para Preservar el Proceso Democrtico Popular la NNBNDL ley varias veces el despacho codificado mientras permaneca sentado ante su escritorio bebiendo t y comiendo los restos de las rosquillas y el jamn polaco del desayuno. Esta vez imitaban a ajedrecistas, se dijo Serge Nicov. Y cada fnul haca uso de la apertura del pen de la reina, PD a P3D... una apertura frgil, reflexion, especialmente contra PR a P4R, incluso si llevaban las blancas. Pero... Segua siendo una situacin potencialmente peligrosa. En una hoja de papelera oficial escribi buscar entre los ajedrecistas que recurren a la apertura de pen de reina. Para el Equipo de Fortalecimiento de Renovacin de Bosques, decidi. Los fnuls eran pequeos, pero podan plantar rboles... tenemos que encontrarles algn uso. Semillas; podan plantar semillas de girasol para nuestro programa de renovacin de aceite vegetal en la tundra. Un ao de duro trabajo fsico, decidi, y lo pensaran dos veces antes de intentar invadir la Tierra otra vez. Por otro lado, podramos llegar a un acuerdo con ellos, ofrecerles una alternativa para fortalecer la actividad de renovacin de bosques. Podran ingresar al ejrcito como una brigada especial y ser utilizados en Chile, en las montaas escarpadas. Con solo sesenta centmetros de altura, se podran meter muchos en un nico submarino nuclear para transportarlos. Pero, se podra confiar en los fnuls? Lo que ms odiaba de los fnuls y haba llegado a conocerlos bien durante sus anteriores invasiones a la Tierra era su falsedad. La ltima vez haban tomado la forma fsica de una compaa de bailarines tnicos... y qu bailarines haban resultado ser. Masacraron a un pblico entero en Leningrado antes de que alguien pudiera intervenir: hombres, mujeres y nios muertos en el acto por armas de ingenioso diseo y slida aunque montona construccin que haban disimulado como instrumentos folclricos de cinco cuerdas. Nunca podra suceder otra vez; ahora todas las naciones democrticas estaban alertas; se haban conformado grupos juveniles especiales para vigilar. Pero algo nuevo como estos engaosos jugadores de ajedrez tambin poda tener xito, especialmente en los pequeos poblados de las repblicas orientales, donde los ajedrecistas eran recibidos con entusiasmo. De un compartimiento oculto de su escritorio, Serge Nicov extrajo el telfono especial sin dial, tom el receptculo y dijo en la bocina: Los fnuls estn de regreso, en una zona al norte del Cucaso. Lo mejor ser conseguir tantos tanques como sea posible y alinearlos para interceptar su avance cuando intenten extenderse. Primero hay que contenerlos y luego atacar directamente sus centros, dividindolos una y otra vez en partes hasta que estn dispersos y se pueda tratar con ellos en pequeos grupos. S, oficial poltico Nicov. Serge Nicov cort la comunicacin y volvi a comer los, ahora fros, restos del

desayuno. Mientras el capitn Lightfoot piloteaba el helicptero de regreso a Washington, D.C., uno de los fnuls capturados dijo: Por qu, no importa que imitemos, ustedes los terrqueos siempre nos descubren? Aparecimos en su planeta como empleados de estaciones de servicio, inspectores laborales de Volkswagen, campeones de ajedrez, cantantes folclricos con instrumentos nativos, oficiales menores del gobierno y ahora vendedores inmobiliarios... Es por el tamao dijo Lightfoot. Ese concepto no significa nada para nosotros. Es que solo tienen sesenta centmetros de altura! Los dos fnuls conferenciaron, y entonces el otro fnul explic pacientemente: Pero el tamao es relativo. Tenemos absolutamente todas las cualidades de los terrqueos metidas en nuestros cuerpos provisorios, y de acuerdo a una lgica obvia... Mire dijo Lightfoot, prese junto a m. El fnul, con su traje gris de negocios, cargando con su portafolios, se levant con cautela y se par junto a l. Solo llegan hasta un poco por encima de mis rodillas seal Lightfoot. Yo mido un metro con ochenta centmetros de altura. Ustedes miden solo un tercio de eso. Entre un grupo de terrqueos ustedes sobresalen como un huevo en un frasco de conservas kosher. Es eso lo que dicen? pregunt el fnul. Ser mejor que lo anote. Del bolsillo de su saco extrajo una pequea lapicera a bolilla no ms grande que un fsforo. Huevo en una conserva. Encantador. Espero que cuando hayamos exterminado a su civilizacin, algunas de sus costumbres tnicas se conserven en nuestros museos. Yo tambin as lo espero dijo Lightfoot, encendiendo un cigarrillo. Me pregunto si hay alguna forma para que nos podamos hacer ms altos dijo el otro fnul, reflexionando. Es un secreto racial preservado por su pueblo? Notando el cigarrillo encendido que colgaba entre los labios de Lightfoot, el fnul dijo: Es de esa manera cmo alcanzan una altura antinatural? Encendiendo esa vara de fibras vegetales comprimidas y resecas e inhalando el humo? S dijo Lightfoot, extendindole el cigarrillo al fnul de sesenta centmetros de altura . se es nuestro secreto. Uno crece si fuma cigarrillos. Tenemos a toda nuestra progenie, especialmente a nuestros adolescentes, fumando. Sobre todo los jvenes. Voy a intentarlo le dijo el fnul a su compaero. Ponindose el cigarrillo entre los labios, inhal profundamente. Lightfoot parpade. Porque el fnul tena ahora un metro con veinte centmetros de altura; su compaero lo imit instantneamente; los fnuls eran ahora el doble de altos que antes. Increblemente fumar el cigarrillo haba aumentado la altura de los fnuls en sesenta centmetros. Gracias le dijo a Lightfoot, el vendedor inmobiliario ahora con ms de un metro, con una voz mucho ms profunda. Hemos dado un paso gigantesco, no es cierto? Devulvame mi cigarrillo dijo Lightfoot nerviosamente. En su oficina en el edificio de la CIA, el mayor Julius Hauk presion un botn de su escritorio, y la seorita Smith, siempre alerta, abri la puerta y entr en la habitacin, con el anotador en la mano. Seorita Smith dijo el mayor Hauk, el capitn Lightfoot est lejos. Ahora puedo decrselo. Esta vez los fnuls van a ganar. Como oficial a cargo de combatirlos, estoy por dar la lucha por perdida y bajar al refugio a prueba de bombas para situaciones desesperadas como sta.

Lamento escuchar eso, seor dijo la seorita Smith, con sus largas pestaas aleteando. Disfrut mucho trabajando con usted. Yo tambin explic Hauk. Todos los terrqueos seremos exterminados; nuestro combate es a lo ancho y a lo largo de todo el planeta. Abriendo un cajn de su escritorio extrajo una botella sin abrir del escocs Bullock & Lade que le haban regalado para un cumpleaos. Primero voy a terminar este escocs B & L le inform a la seorita Smith. Quiere acompaarme? No, gracias, seor dijo la seorita Smith. Me temo que no bebo, al menos durante las horas del da. El mayor Hauk bebi durante un momento de un vaso de papel, luego prob un poco ms de la botella solo para estar seguro de que era escocs hasta el fondo. Por fin apoy la botella y dijo: Es difcil de creer que unas criaturas no ms grandes que gatos domsticos nos puedan poner de espaldas contra la pared le hizo una corts inclinacin de cabeza a la seorita Smith. Me marcho al refugio subterrneo de concreto a prueba de bombas, donde espero sobrevivir al colapso general de la vida tal y como la conocemos. Me parece muy bien por usted, mayor Hauk dijo la seorita Smith, un poco incmoda. Pero, usted... usted va a dejarme aqu para que me capturen los fnuls? Quiero decir... Sus prominentes y puntiagudos pechos palpitaban al unsono bajo su blusa. Parece un poco mezquino. No tiene nada que temer de los fnuls, seorita Smith dijo el mayor Hauk. Despus de todo, tienen poco ms de medio metro de altura... Hizo un gesto. Incluso una joven neurtica podra, sin mucho esfuerzo... Ri. De verdad. Pero es una sensacin terrible dijo la seorita Smith ser abandonada frente a lo que sabemos que es un enemigo antinatural de otro planeta. Si usted lo dice dijo pensativamente el mayor Hauk, tal vez quebrante una serie de rgidas normas de la CIA y le permita bajar al escudo conmigo. Dejando de lado el anotador y la lapicera y lanzndose sobre l, la seorita Smith se exalt. Oh, Mayor, cmo puedo agradecrselo! Solo salgamos de aqu dijo el mayor Hauk, abandonando en su apuro la botella de escocs B&L, siendo la situacin que era. La seorita Smith se colg de l mientras el Mayor haca su inestable recorrido por el corredor hasta el ascensor. Maldito sea ese escocs murmur l. Seorita Smith, Vivian, fue sabia al no tocarlo. Dada la reaccin crtico-talmica que todos experimentamos ante el peligro de los fnuls, el escocs no es el blsamo benfico que suele ser. Aqu dijo su secretaria, deslizndose bajo su brazo para ayudarlo a que se mantuviera en pie mientras esperaban el ascensor. Intente mantenerse en pie, Mayor. No tardaremos mucho. sa es la cuestin estuvo de acuerdo el mayor Hauk. Vivian, querida. Por fin lleg el ascensor. Era del tipo semiautomtico. Usted es en verdad muy amable conmigo dijo la seorita Smith mientras el Mayor presionaba el botn apropiado y el ascensor comenzaba a descender. Bien, puedo prolongar su vida estuvo de acuerdo el mayor Hauk. Por supuesto que tan lejos de la superficie... la temperatura promedio es mucho mayor que la de la superficie terrestre. Como en el pozo de una mina, estaremos a cientos de metros del exterior. Pero al menos estaremos vivos dijo la seorita Smith. El mayor Hauk se quit el saco y la corbata.

Preparmonos para un calor hmedo le dijo. Tal vez le convenga quitarse el abrigo. S dijo la seorita Smith, permitindole que de una forma muy corts de retirara el abrigo. El ascensor lleg al refugio. No haba nadie ante sus ojos, afortunadamente; todo el refugio era para ellos solos. Hay una ventilacin muy mala aqu abajo dijo la seorita Smith mientras el mayor Hauk encenda una mortecina luz amarilla. Oh, querido En la penumbra se llev algo por delante. Aqu es tan difcil ver. Otra vez se llev por delante algn objeto; esta vez casi se cae. No deberamos tener ms luz, Mayor? Qu? Y atraer a los fnuls? En la oscuridad, el mayor Hauk tante hasta que la localiz; la seorita Smith se haba cado sobre una de las muchas literas del refugio y estaba tanteando en busca de su zapato. Creo que se me rompi el tacn del zapato dijo la seorita Smith. Bien, al menos todava est con vida dijo el mayor Hauk. Ni ms ni menos. En la penumbra comenz a ayudarla a sacarse el otro zapato, ahora intil. Cunto tiempo estaremos aqu abajo? pregunt la seorita Smith. Mientras los fnuls estn a cargo de la situacin le inform el mayor Hauk. Sera mejor que se pusiera un traje a prueba de radiacin por si los salvajes extraterrestres intentan arrojar bombas H sobre la Casa Blanca. As que tomar su blusa y su chaqueta... tiene que haber trajes por algn lado. Usted es tan amable conmigo suspir la seorita Smith mientras le tenda la blusa y la chaqueta. No lo olvidar. Creo dijo el mayor Hauk que cambi de opinin y regresar arriba por el escocs; estaremos aqu abajo ms tiempo de lo que pensaba y necesitaremos algo as para que la soledad no arruine nuestros nervios. Qudese aqu. Comenz a tantear su camino hacia el ascensor. No tarde mucho dijo la seorita Smith con ansiedad detrs de l. Me siento terriblemente expuesta y desprotegida aqu abajo sola, y lo que es peor, parece que no puedo encontrar los trajes a prueba de radiacin de los que habl. Pronto estar de vuelta prometi el mayor Hauk. En la playa opuesta al edificio de la CIA, el capitn Lightfoot aterriz el helicptero con los dos fnuls capturados a bordo. Muvanse les orden, hundiendo la boca de su revlver 45 de servicio entre sus pequeas costillas. Es porque es ms grande que nosotros, Len le dijo uno de los fnuls al otro. Si tuviramos el mismo tamao no se atrevera a amenazarnos de esta manera. Pero ahora comprendemos, finalmente, la naturaleza de la superioridad de los terrqueos. S dijo el otro fnul. Tras veinte aos el misterio ha sido resuelto. Una altura de un metro con veinte centmetros todava da una apariencia sospechosa dijo el capitn Lightfoot, pero estaba meditando. Si podan crecer de los sesenta centmetros al metro con veinte en un instante, solo por fumar un cigarrillo, qu los detendra para no crecer sesenta centmetros ms? Entonces tendran un metro con ochenta centmetros y su apariencia sera exactamente como la nuestra. Y todo por mi culpa, se dijo miserablemente. El mayor Hauk me destruir, mi carrera al menos, si no mi persona. De cualquier modo, continuara como mejor pudiera; la famosa tradicin de la CIA lo exiga. Los voy a llevar directamente con el mayor Hauk le dijo a los dos fnuls. l sabr que hacer con ustedes.

Cuando alcanzaron la oficina del mayor Hauk, all no haba nadie. Esto es muy extrao dijo el capitn Lightfoot. El mayor Hauk se ha batido en una apresurada retirada dijo uno de los fnuls. Esa gran botella mbar no indica algo? Es una botella de escocs dijo Lightfoot, examinndola. Y no indica nada. De todos modos le removi la tapa, probar su contenido. Solo para estar seguro. Despus de probarlo descubri que lo observaban intensamente los dos fnuls. Esto es lo que los terrqueos consideramos bebida explic Lightfoot. A ustedes les caer mal. Posiblemente dijo uno de los fnul, pero mientras usted estaba bebiendo le sacamos su revlver 45 de servicio. Arriba las manos. Lightfoot, de mala gana, levant las manos. Denos esa botella dijo el fnul. Y djenos probarlo a nosotros; no nos negamos a nada. En realidad, la cultura terrquea est abierta ante nosotros. Beber los destruir dijo Lightfoot desesperadamente. Cmo hizo la vara de sustancia vegetal reseca? dijo el ms cercano de los fnuls con desprecio. l y su compaero vaciaron la botella mientras Lightfoot observaba. Con absoluta seguridad, los fnuls ahora medan un metro con ochenta centmetros. Y, estaba seguro, en todos los lugares del mundo los fnuls estaban alcanzando una altura semejante. Por ese motivo la invasin de los fnuls esta vez sera exitosa. Haba destruido a la Tierra. Salud dijo el primer fnul. Fondo blanco! dijo el otro. Suenen las campanas. Estudiaron a Lightfoot. Se ha reducido hasta nuestro tamao. No, Len aclar el otro. Nos hemos estirado hasta el suyo. Entonces por fin somos todos iguales dijo Len. Tuvimos xito. La defensa mgica de los terrqueos, su tamao antinatural, finalmente fue vencida. En ese momento dijo una voz: Arrojen el revlver 45. Y el mayor Hauk ingres caminando en la habitacin detrs de los fnuls completamente borrachos. Bien, tenemos mala suerte murmur el primero de los fnuls. Mira, Len, es el responsable de nuestras anteriores derrotas. Y es pequeo dijo Len. Pequeo, como nosotros. Ahora somos todos pequeos. Quiero decir, somos todos inmensos; maldita sea, es lo mismo. De cualquier modo somos todos iguales. Se tambale hacia el mayor Hauk. El mayor Hauk dispar. Y el fnul llamado Len cay. Estaba absoluta e innegablemente muerto. Quedaba solo uno de los fnuls capturados. Edgar, han crecido de tamao dijo el mayor Hauk, plido. Por qu? Es culpa ma admiti Lightfoot. La primera causa fue el cigarrillo, la segunda el escocs... su escocs, Mayor, el que le dio su esposa para su ltimo cumpleaos. Reconozco que al ser ahora del mismo tamao que nosotros se hace imposible distinguirlos... pero considere esto, seor. Qu pasara se crecieran una vez ms? Comprendo tu idea con claridad dijo el mayor Hauk, tras una pausa. Si midieran casi dos metros y medio, los fnuls seran tan llamativos como lo eran cuando... El fnul capturado hizo un intento por liberarse. El mayor Hauk dispar, hacia abajo, pero era demasiado tarde; el fnul ya estaba en el corredor y se diriga hacia el ascensor. Atrpelo! grit el mayor Hauk.

El fnul alcanz el ascensor y sin vacilar apret el botn; algn fnuliano conocimiento extraterrestre gui su mano. Se est escapando chill Lightfoot. Haba llegado el ascensor. Va a bajar al refugio a prueba de bombas vocifer el mayor Hauk con decepcin. Bien dijo severamente el Lightfoot. Podremos capturarlo sin mayores problemas. S, pero... El mayor Hauk comenz y luego se interrumpi. Est en lo correcto, Lihtfoot; debemos capturarlo. Si de algn modo llegara a la calle se asemejara a cualquier hombre con un traje gris de negocios cargando un portafolios. Cmo podemos hacer que vuelva a crecer? dijo Lightfoot mientras l y el mayor Hauk descendan por la escalera. Un cigarrillo lo comenz, luego el escocs... ambas cosas eran algo nuevo para los fnuls. Qu podra completar su crecimiento llevndolos a una llamativa altura de dos metros y medio? Mientras se lanzaba cada vez ms abajo se estrujaba el cerebro, hasta que por fin apareci ante ellos la entrada de concreto y acero del refugio. El fnul ya estaba en el interior. Es, eh, la seorita Smith a la que se escucha gritar admiti el mayor Hauk. Ella estaba, o ms bien en realidad, nosotros estabamos... bien, estbamos refugindonos de la invasin aqu abajo. Apoyando su peso contra la puerta, Lightfoot la abri hacia un lado. La seorita Smith los vio y corri hacia ellos, cojeando, y un segundo ms tarde colgaba de los dos hombres, ahora a salvo del fnul. Gracias a Dios dijo entrecortadamente. No me di cuenta de lo que era hasta que... se estremeci. Mayor dijo el capitn Lightfoot, creo que hemos dado con eso. Capitn, busque las ropas de la seorita Smith, yo me har cargo del fnul. Ya no habr problemas dijo con rapidez el mayor Hauk. El fnul, de dos metros y medio de altura, se acerc lentamente a ellos, con las manos levantadas. FIN Ttulo Original: The war with the fnools 1964 Traduccin: Luis Pestarini. Edicin digital: Gilberto Quintero. Revisado y Editado por Sadrac.