Dignidad Humanista

7/21/2019 Dignidad Humanista

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Discurso sobre la dignidad del hombre[Ensayo: Primera mitad]

Giovanni Pico della Mirandola

He leído en los antiguos escritos de los árabes, adres venerados, !ue "bdala el #arraceno,

interrogado acerca de cuál era a sus o$os el esectáculo más maravilloso en esta escena del mundo,había resondido !ue nada veía más esl%ndido !ue el hombre& 'on esta a(irmaci)n coincide a!uella(amosa de Hermes: *Gran milagro, oh "scleio, es el hombre*&

#in embargo, al meditar sobre el signi(icado de estas a(irmaciones, no me arecieron del todo ersuasivas las m+ltiles raones !ue son aducidas a ro)sito de la grandea humana: !ue el hombre,(amiliar de las criaturas sueriores y soberano de las in(eriores, es el vínculo entre ellas- !ue or laagudea de los sentidos, or el oder indagador de la ra)n y or la lu del intelecto, es int%rrete de lanaturalea- !ue, intermediario entre el tiemo y la eternidad es .como dicen los ersas/ c)ula, ytambi%n con nubio de todos los seres del mundo y, seg+n testimonio de David, oco in(erior a losángeles& 'osas grandes, sin duda, ero no tanto como ara !ue el hombre reivindi!ue el rivilegio de

una admiraci)n ilimitada& Por!ue, en e(ecto, 0no deberemos admirar más a los roios ángeles y a los beatísimos coros del cielo1

Pero, (inalmente, me arece haber comrendido or !u% es el hombre el más a(ortunado de todos losseres animados y digno, or lo tanto, de toda admiraci)n& 2 comrendí en !u% consiste la suerte !ue leha tocado en el orden universal, no s)lo envidiable ara las bestias, sino ara los astros y los esíritusultramundanos& 3'osa increíble y estuenda4 02 or !u% no, desde el momento !ue recisamente enra)n de ella el hombre es llamado y considerado $ustamente un gran milagro y un ser animadomaravilloso1

Pero escuchen, oh adres, cuál sea tal condici)n de grandea y resten, en su cortesía, oído benigno

a este discurso mío&2a el sumo Padre, Dios ar!uitecto, había construido con leyes de arcana sabiduría esta mansi)n

mundana !ue vemos, augustísimo temlo de la divinidad&

Había embellecido la regi)n suraceleste con inteligencia, avivado los et%reos globos con almaseternas, oblado con una turba de animales de toda esecie las artes viles y (ermentantes del mundoin(erior& Pero, consumada la obra, deseaba el artí(ice !ue hubiese alguien !ue comrendiera la ra)n deuna obra tan grande, amara su bellea y admirara la vastedad inmensa& Por ello, cumlido ya todo.como Mois%s y 5imeo lo testimonian/ ens) or +ltimo en roducir al hombre&

Entre los ar!uetios, sin embargo, no !uedaba ninguno sobre el cual modelar la nueva criatura, nininguno de los tesoros ara conceder en herencia al nuevo hi$o, ni sitio alguno en todo el mundo donderesidiese este contemlador del universo& 5odo estaba distribuido y lleno en los sumos, en los medios yen los ín(imos grados& Pero no hubiera sido digno de la otestad aterna el decaer ni aun casi e6hausta,en su +ltima creaci)n, ni de su sabiduría el ermanecer indecisa en una obra necesaria or (alta de royecto, ni de su ben%(ico amor !ue a!u%l !ue estaba destinado a elogiar la muni(icencia divina en losotros estuviese constre7ido a lamentarla en sí mismo&

Estableci) or lo tanto el )timo artí(ice !ue a!u%l a !uien no odía dotar de nada roio le (uese



com+n todo cuanto le había sido dado searadamente a los otros& 5om) or consiguiente al hombre!ue así (ue construido, obra de naturalea inde(inida y, habi%ndolo uesto en el centro del mundo, lehabl) de esta manera:

89h "dán, no te he dado ni un lugar determinado, ni un asecto roio, ni una rerrogativa eculiar con el (in de !ue oseas el lugar, el asecto y la rerrogativa !ue conscientemente eli$as y !ue

de acuerdo con tu intenci)n obtengas y conserves& a naturalea de(inida de los otros seres estáconstre7ida or las recisas leyes or mí rescritas& 5+, en cambio, no constre7ido or estrechealguna, te la determinarás seg+n el arbitrio a cuyo oder te he consignado& 5e he uesto en el centro delmundo ara !ue más c)modamente observes cuanto en %l e6iste& ;o te he hecho ni celeste ni terreno,ni mortal ni inmortal, con el (in de !ue t+, como árbitro y soberano artí(ice de ti mismo, te in(ormasesy lasmases en la obra !ue re(irieses& Podrás degenerar en los seres in(eriores !ue son las bestias, odrás regenerarte, seg+n tu ánimo, en las realidades sueriores !ue #on divinas&

39h suma libertad de Dios adre, oh suma y admirable suerte del hombre al cual le ha sidoconcedido el obtener lo !ue desee, ser lo !ue !uiera4

as bestias en el momento mismo en !ue nacen, sacan consigo del vientre materno, como diceucilio, todo lo !ue tendrán desu%s& os esíritus sueriores, desde un rinciio o oco desu%s,(ueron lo !ue serán eternamente& "l hombre, desde su nacimiento, el adre le con(iri) g%rmenes detoda esecie y g%rmenes de toda vida& 2 seg+n como cada hombre los haya cultivado, madurarán en %ly le darán sus (rutos& 2 si (ueran vegetales, será lanta- si sensibles, será bestia- si racionales, seelevará a animal celeste- si intelectuales, será ángel o hi$o de Dios, y, si no contento con la suerte deninguna criatura, se reliega en el centro de su unidad, trans(ormando en un esíritu a solas con Diosen la solitaria oscuridad del Padre, %l, !ue (ue colocado sobre todas las cosas, las sobreu$ará a todas&

0<ui%n no admirará a este camale)n nuestro1 9, más bien, 0!ui%n admirará más cual!uier otra cosa1 ;o se e!uivoca "scleio el "teniense, en ra)n del asecto cambiante y en ra)n de una naturalea

!ue se trans(orma hasta a sí misma, cuando dice !ue en los misterios el hombre era simboliado or Proteo& De a!uí las metamor(osis celebradas or los hebreos y or los itag)ricos& 5ambi%n la mássecreta teología hebraica, en e(ecto, trans(orma a Henoch ya en a!uel ángel de la divinidad, llamado*mala=hha8she=hinah*, ya, seg+n otros en otros esíritus divinos& 2 los itag)ricos trans(orman a losmalvados en bestias y, de dar (e a Em%docles, hasta en lantas& " imitaci)n de lo cual solía reetir Mahoma y con ra)n: *<uien se ale$a de la ley divina acaba or volverse una bestia*& ;o es, en e(ecto,la cortea lo !ue hace la lanta, sino su naturalea sorda e insensible- no es el cuero lo !ue hace la bestia de labor, sino el alma bruta y sensual- ni la (orma circular del cielo, sino la recta ra)n, ni lasearaci)n del cuero hace el ángel, sino la inteligencia esiritual&

Por ello, si ves a alguno entregado al vientre arrastrarse or el suelo como una seriente no es

hombre %se !ue ves, sino lanta& #i hay alguien esclavo de los sentidos, cegado como or 'aliso or vanos ese$ismos de la (antasía y cebado or sensuales halagos, no es un hombre lo !ue ves, sino una bestia& #i hay un (il)so(o !ue con recta ra)n discierne todas las cosas, ven%ralo: es animal celeste, noterreno& #i hay un uro con temlador ignorante del cuero, adentrado or comleto en las hondurasde la mente, %ste no es un animal terreno ni tamoco celeste: es un esíritu más augusto, revestido decarne humana&

0<ui%n, ues, no admirará al hombre1 " ese hombre !ue no erradamente en los sagrados te6tosmosaicos y cristianos es designado ya con el nombre de todo ser de carne, ya con el de toda criatura,



recisamente or!ue se (or$a, modela y trans(orma a sí mismo seg+n el asecto de todo ser y suingenio seg+n la naturalea de toda criatura&

Por esta ra)n el ersa Euanthes, allí donde e6one la teología caldea, escribe: *El hombre no tieneuna roia imagen nativa, sino muchas e6tra7as y adventicias*& De a!uí el dicho caldeo: *Enoshhushinnu$im ve=ammah tebhaoth baal ha$*, esto es, el hombre es animal de naturalea varia,

multi(orme y cambiante&

Pero 0a !u% destacar todo esto1 Para !ue comrendamos, desde el momento !ue hemos nacido en lacondici)n de ser lo !ue !ueramos, !ue nuestro deber es cuidar de todo esto: !ue no se diga de nosotros!ue, siendo en grado tan alto, no nos hemos dado cuenta de habernos vuelto seme$antes a los brutos y alas est+idas bestias de labor&

Me$or !ue se reita acerca de nosotros el dicho del ro(eta "sa(: >?stedes son dioses, hi$os todosdel "ltísimo@& De modo !ue, abusando de la indulgentísima liberalidad del Padre, no volvamos nocivaen ve de salubre esa libre elecci)n !ue Al nos ha concedido& Bnvada nuestro ánimo una sacra ambici)nde no saciarnos con las cosas mediocres, sino de anhelar las más altas, de es(oramos or alcanarlas

con todas nuestras energías, dado !ue, con !uererlo, odremos&

Desde7emos las cosas terrenas, desreciemos las astrales y, abandonando todo lo mundano,volemos a la sede ultra mundana, cerca del ináculo de Dios& "llí, como ense7an los sacros misterios,los #era(ines, los <uerubines y los 5ronos ocuan los rimeros uestos& 5ambi%n de %stos emulemos ladignidad y la gloria, incaaces ahora desistir e intolerantes de los segundos uestos& 'on !uererlo, noseremos in(eriores a ellos& Pero 0de !u% modo1 0')mo rocederemos1 9bservemos c)mo obran yc)mo viven su vida&

#i nosotros tambi%n la vivimos .y odemos hacerlo/, habremos igualado ya su suerte& "rde el#era(ín con el (uego del amor- (ulge el <uerubín con el eslendor de la inteligencia- está el trono en la

solide del discernimiento& Por lo tanto, si, aun!ue entregados a la vida activa, asumimos el cuidado delas cosas in(eriores con recto discernimiento, nos a(irmaremos con la solide estable de los 5ronos& #i,libres de la acci)n, nos absorbemos en el ocio de la contemlaci)n, meditando en la obra al Hacedor yen el Hacedor la obra, reslandeceremos rodeados de !uerubínica lu& #i ardemos s)lo or el amor delHacedor de ese (uego !ue todo lo consume, de inmediato nos in(lamaremos en asecto será(ico&

#obre el 5rono, vale decir, sobre el $usto $ue, está Dios, $ue de los siglos& Por encima del<uerubín, esto es, or encima del contemlante, vuela Dios !ue, como incubándolo, lo calienta& Elesíritu del #e7or, en e(ecto, *se mueve sobre las aguas*& Esas aguas, digo, !ue están sobre los cielos y!ue, como está escrito en Cob, alaban a Dios con himnos antelucanos& El será(ico, esto es, amante, estáen Dios y Dios está en %l: Dios y %l son uno solo&

Grande es la otestad de los 5ronos y la alcanaremos con el $uicio- suma es la sublimidad de los#era(ines y la alcanaremos con el amor&

Pero 0c)mo se uede $ugar o amar lo !ue no se conoce1 Mois%s am) al Dios !ue vio y romulg)al ueblo, como $ue, lo !ue rimero había visto en el monte& He a!uí or !u% está el <uerubín en elmedio, con *su lu !ue nos reara ara la llama será(ica* y, a la ve, nos ilumina el $uicio de los5ronos&



Este es el nudo de las rimeras mentes, el orden aládico !ue reside la (iloso(ía contemlativa:esto es lo !ue rimero debemos emular, buscar y comrender ara !ue así odamos ser arrebatados alos (astigios del amor y luego descender rudentes y rearados a los deberes de la acci)n& Pero sinuestra vida ha de ser modelada sobre la vida !uerubínica, el recio de tal oerar es %ste: tener claramente ante los o$os en !u% consiste tal vida, cuáles son sus acciones, cuáles sus obras& #i%ndonosesto inalcanable, somos carne y nos aetecen las cosas terrenas, aoy%monos en los antiguos Padres,

los cuales ueden o(recemos un seguro y coioso testimonio de tales cosas, ara ellos (amiliares yallegadas&

Preguntemos al a)stol Pablo, vaso de elecci)n, !u% (ue lo !ue hicieron los e$%rcitos de los!uerubines cuando %l (ue arrebatado al tercer cielo& ;os resonderá como interreta Dionisio: !ue se uri(icaban, eran iluminados y se volvían (inalmente er(ectos&

5ambi%n nosotros, ues, emulando en la tierra de la vida !uerubínica, re(renando con la cienciamoral el ímetu de las asiones, disiando la oscuridad mental con la dial%ctica, uri(i!uemos el alma,limiándola de las manchas de la ignorancia y del vicio, ara !ue los a(ectos no se desencadenen ni lara)n delire&

En el alma entonces, así comuesta y uri(icada, di(undamos la lu de la (iloso(ía natural, llevándola(inalmente a la er(ecci)n con el conocimiento de las cosas divinas&

2 ara no restringimos a nuestros Padres, consultemos al atriarca Cacob, cuya imagen re(ulgeesculida en la sede de la gloria& El atriarca saientísimo nos ense7ará !ue mientras dormía en elmundo terreno, velaba en el reino de los cielos& ;os ense7ará mediante un símbolo .todo se resentabaasí a los atriarcas/ !ue hay escalas !ue del (ondo de la tierra llegan al sumo cielo, distinguidas en unaserie de muchos escalones: en la c+side: se sienta el #e7or, mientras los ángeles contemladoresalternativamente suben y ba$an& 2 si nuestro deber es hacer lo mismo imitando la vida de los ángeles,0!ui%n osará, regunto, tocar las escalas del #e7or o con los ies imuros o con las manos oco

limias1 "l imuro, seg+n los misterios, le está vedado tocar lo !ue es uro&Pero, 0!u% son estos ies y estas manos1 #in duda el ie del alma es esa arte vilísima con !ue se

aoya en la materia como en el suelo: y yo la entiendo como el instinto !ue alimenta y ceba, ábulo delíbido y maestro de sensual blandura& 02 or !u% llamaremos manos del alma a lo más irascible !ue,soldado de los aetitos or ellos combate y raa, ba$o el olvo y el sol, illa lo !ue el alma habrá degoar adormilándose en la sombra1 Para no ser e6ulsados de la escala como ro(anos e inmundos,estos ies y estas manos, esto es, toda la arte sensible en !ue tienen sede los halagos cororales !ue,como suele decirse, a(erran el alma or el cuello, lavemos con la (iloso(ía moral, como en aguacorriente&

Pero tamoco bastará esto ara volverse coma7ero de los ángeles !ue deambulan or la escala deCacob si rimero no hemos sido bien instruidos y habilitados ara movernos con orden, de escal)n enescal)n, sin salir nunca de la rama de la escala, sin estorbar su tránsito& 'uando hayamos conseguidoesto con el arte discursivo y raciocinante y ya animados or el esíritu !uer+bico, (iloso(ando seg+nlos escalones de la escala, esto es, de la naturalea, y escrutando todo desde el centro y endereandotodo al centro, ora descenderemos, desmembrando con (uera titánica lo uno en lo m+ltile, como9siris, ora nos elevaremos reuniendo con (uera aolínea lo m+ltile en lo uno como los miembros de9siris hasta !ue, osando or (in en el seno del Padre, !ue está en la c+side de la escala, nos



consumaremos en la (elicidad teol)gica&

2 reguntemos al $usto Cob, !ue antes de ser traído a la vida hio un acto con el Dios de la vida,!u% es lo !ue el sumo Dios re(iere sobre todo en esos millones de ángeles !ue están $unto a %l& *aPa*, resonderá seguramente, seg+n lo !ue se lee en su roio libro: *[Dios es] "!u%l !ue hace la aen lo alto de los cielos*& 2 uesto !ue el orden medio interreta los recetos del orden suerior ara

los in(eriores, las alabras del te)logo Cob nos sean interretadas or el (iloso(o Em%docles& Aste,como lo testimonian sus carmenes, simbolia con el odio y con el amor, esto es, con la guerra y con la a, las dos naturaleas de nuestra alma or las cuales somos levantados al cielo o reciitados a losin(iernos& 2 %l, arrebatado en esa lucha y discordia, a seme$ana de un loco, se duele de ser arrastradoal abismo, le$os de los dioses&

#in duda, oh Padres, m+ltile es la discordia en nosotros- tenemos graves luchas internas eores!ue las guerras civiles& #i !ueremos huir de ellas, si !ueremos obtener esa a !ue nos lleva a lo altoentre los elegidos del #e7or, s)lo la (iloso(ía moral odrá tran!uiliarlas y comonerlas& #i, sobre todo,nuestro hombre establece tregua con sus enemigos y (rena los descomuestos tumultos de la bestiamulti(orme y el ímetu, el (uror y el asalto del le)n& Entonces, si más solícitos de nuestro bien,

deseamos la seguridad de una a eretua, %sta vendrá y colmará abundantemente nuestros votos:muertas la una y la otra bestia, como víctimas inmoladas, !uedará sancionado entre la carne y elesíritu un acto inviolable de a santísima& a dial%ctica calmará los des)rdenes de la ra)ntumultuosamente morti(icada entre las ugnas de las alabras y los silogismos caciosos& a (iloso(íanatural tran!uiliará los con(lictos de la oini)n y las disensiones !ue traba$an, dividen y laceran dediversos modos el alma in!uieta& Pero los tran!uiliará de modo de hacernos recordar !ue lanaturalea, como ha dicho Heráclito, es engendrada or la guerra y or eso llamada or Homero>contienda@&

Por eso no uede damos verdadera !uietud y a estable, don y rivilegio, en cambio, de su se7ora, lasantísima teología& Asta nos mostrará la vía hacia la a y nos servirá de guía, y la a viendo de le$os

!ue nos aro6imamos, *engan a mí*, gritará, *ustedes !ue están cansados, vengan y los restaurar%,vengan a mí y les dar% la a !ue el mundo y la naturalea no uede darles*&

5an suavemente llamados, tan benignamente invitados, con alados ies como terrenos Mercurios,volando hacia el abrao de la beatísima madre, la ansiada a goaremos- a santísima, indisolubleuni)n, amistad unánime or la cual todos los seres animados no s)lo coinciden en esa Mente +nica !ueestá or encima de toda mente, sino !ue de un modo ine(able se (unden en uno s)lo& Esta es la amistad!ue los itag)ricos llaman el (in de toda la (iloso(ía, %sta la a !ue Dios act+a en sus cielos y !ue losángeles !ue descendieron a la tierra anunciaron a los hombres de buena voluntad ara !ue tambi%n loshombres, ascendiendo al cielo, or ella se volviesen ángeles&

Esta a auguremos a los amigos, auguremos a nuestro siglo, ausiciemos en toda casa en !ueentremos, invo!u%mosla ara nuestra alma ara !ue vuelva así morada de Dios, ara !ue, e6ulsada laimurea con moral y con la dial%ctica se adorne con toda la (iloso(ía como con áulico ornamento,corone el (ront)n de las uertas con la diadema de la teología, de modo !ue así descienda sobre ella eley de la gloria y, viniendo con el Padre, onga mansi)n con ella& 2 si el alma se ha hecho digna de talhu%sed, ya !ue la bondad de Al es inmensa, revestida de oro como de veste nucial y de la m+ltilevariedad de las ciencias, acogerá el magní(ico hu%sed no ya como hu%sed, sino como esoso, con talde no ser de Al searada, deseará aartarse de su gente y, olvidada de la 'asa de su adre y hasta de símisma, ansiará morir ara vivir en el esoso a cuya vista es reciosa la muerte de los santos& Muerte he



dicho, si muerte uede llamarse esa lenitud de vida cuya meditaci)n de los sabios di$eron !ue era elestudio de la (iloso(ía&

2 tambi%n invocamos a Mois%s, en oco in(erior a esa rebosante lenitud de sacrosanta e ine(ableinteligencia con cuyo n%ctar los ángeles se embriagan& 9iremos al $ue venerando dictarnos así leyes, anosotros !ue habitamos en la desierta soledad del cuero: >"!u%llos !ue, a+n imuros, necesiten de la

moral, habiten con el vulgo (uera del tabernáculo, ba$o el cielo descubierto como los sacerdotestesalios, hasta !ue est%n uri(icados& "!u%llos, en cambio, !ue ya comusieron sus costumbres,acogidos en el santuario, no to!uen todavía las cosas sagradas, sino, a trav%s de un noviciadodial%ctico, como celosos levitas resten servicio en los sagrados o(icios de la (iloso(ía& "dmitidos al (intambi%n ellos, contemlen, en el sacerdocio de la (iloso(ía, ya el multicolor, es decir, sid%reoornamento del alacio de Dios, ya el celeste candelabro de siete llamas, ya los elementos de iel, ara!ue, acogidos (inalmente en las ro(undidades del temlo or m%ritos de la sublimidad teol)gica,aartado todo velo de imágenes, de la gloria de la divinidad& Esto ciertamente nos ordena Mois%s y,ordenando así, nos aconse$a, nos incita y nos e6horta a rearamos or medio de la (iloso(ía, mientras odamos, el camino de la (utura gloria celeste&

Pero no s)lo los misterios mosaicos y los misterios cristianos, sino asimismo la teología de losantiguos nos muestra el valor y la dignidad de estas artes liberales de las cuales he venido a discutir&0<u% otra cosa !uieren signi(icar, en e(ecto, en los misterios de los griegos los grados habituales de losiniciados, admitidos a trav%s de una uri(icaci)n obtenida con la moral y la dial%ctica, artes !u%nosotros consideramos ya artes uri(icatorias1 02 esa iniciaci)n, !u% otra cosa uede ser sino lainterretaci)n de la más oculta naturalea mediante la (iloso(ía1

2 (inalmente, cuando estaban así rearados, sobrevenía la (amosa Eoteia, vale decir, lainsecci)n de las cosas divinas mediante la teología& 0<ui%n no desearía ser iniciado en talesmisterios1 0<ui%n, desechando toda cosa terrena y desreciando los bienes de la (ortuna, olvidado delcuero, no deseará, todavía eregrino en la tierra, llegar a comensal de los dioses y, rociado del n%ctar

de la eternidad, recibir, criatura mortal, el don de la inmortalidad1 0<ui%n no deseará estar asíinsirado or a!uella divina locura socrática, e6altada or Plat)n en el Fedro, ser arrebatado conráido vuelo a la Cerusal%n celeste, huyendo con el batir de las alas y de los ies de este mundo, reinomaligno1

39h sí, !ue nos arrebaten, oh adres, !ue nos arrebaten los socráticos (urores sacándonos (uera de lamente hasta el unto de onernos a nosotros y a nuestra mente en Dios4

2 ciertamente !ue or ellos seremos arrebatados si antes hemos cumlido todo cuanto está ennosotros- si con la moral, en e(ecto, han sido re(renados hasta sus $ustos límites los ímetus de las asiones, de modo !ue %stas se armonicen recírocamente con estable acuerdo: si la ra)n rocede

ordenadamente mediante la dial%ctica, nos embriagaremos, como e6citados or las Musas, con laarmonía celeste& Entonces aco, se7or de las Musas, mani(estándose a nosotros, vueltos (il)so(os, ensus misterios, esto es, en los signos visibles de la naturalea, los invisibles secretos de Dios, nosembriagará con la abundancia de la mansi)n divina en la cual, si somos del todo (ieles como Mois%s, lasobreviniente santísima teología nos animará con d+lice (uror&

#ublimados, en e(ecto, en su e6celsa atalaya, re(iriendo a la medida de lo eterno las cosas !ue son,!ue (ueron y !ue serán, y observando en ellas la original bellea, cual (ebeos vates, sus amadoresalados, hasta !ue, uestos (uera de nosotros en un indecible amor, oseídos or un estro y llenos de



la mirada- !ue luego debemos habituamos a soortar en la contemlaci)n de la naturalea de la lutodavía d%bil de la verdad, como rimer indicio del sol naciente- hasta !ue, or +ltimo, mediante la iedad teol)gica y el santísimo culto de Dios, odamos resistir vigorosamente, como águilas del cielo,el (ulgurante eslendor del sol a mediodía&

Estos son, acaso, los conocimientos matutinos, meridianos y vesertinos cantados rimero or

David y desu%s e6licados más amliamente or "gustín& Esta es la lu eslendente !ue in(lamadirecta a los #era(ines y !ue al ar ilumina a los <uerubines& Esta es la ra)n a !ue siemre tendía el adre "braham& Este es el lugar donde, seg+n la ense7ana de los cabalistas y los moros, no hay sitio ara los esíritus inmundos&

FB;

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