Dimensión Vocacional Del Carisma Salesiano 2

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La dimensión vocacional del carisma salesiano 1. Las transformaciones de la experiencia de Dios. No siempre la palabra religiosa remite a la experiencia de lo sagrado; hay jóvenes que no hablan de Dios, pero tienen una rica experiencia religiosa. Si queremos saber cómo es la experiencia juvenil de lo sagrado y partimos del término “Dios”, es probable que no entendamos nada. Tampoco es útil para este caso la palabra “religiosa”, porque indica un modo de organizar la experiencia de Dios. El camino es establecer una buena constelación, es decir, identificar con qué realidades está asociado, en el mundo juvenil, lo que nosotros solemos llamar “Dios”. En las formas tradicionales de comprender la idea de Dios está ligada la idea de totalidad, de orden, de claridad; pero en una época de transición, lo que menos se percibe son experiencias de totalidad, porque se vive en el fragmento. Es probable que la manera de tener experiencia de “el todo”, sea más por intensidad que por extensión. En nuestras propuestas pastorales se presenta un Dios de baja intensidad, mientras los jóvenes están viviendo muchas experiencias de alta intensidad. Una alternativa es ofrecer el todo de Dios en fragmentos: Jesús, judío del siglo I, crucificado y resucitado, presentado como impotente, pasible, limitado, pobre... muy distinto a las imágenes de triunfo y poder que muchas veces son las que predominan. La idea de fragmento debiera recibir una nueva dignidad, como lo es, por ejemplo, para los arqueólogos, que abordan la realidad con toda su intensidad en cada fragmento que encuentran. Lleva mucho tiempo reconstruir un escenario del pasado, cada elemento que se recupera es valioso en sí mismo y aporta un dato más. Para llegar a la experiencia religiosa juvenil, se utilizan también las narraciones; porque el lenguaje tiene muchas funciones, una de las cuales es la expresiva o poética. El tiempo que los jóvenes dedican a construir el grupo narrando sus propias historias personales propicia la unificación. Ese es otro elemento de religiosidad. En sí mismo, no sirve para nada narrar una experiencia; sin embargo crea una experiencia de unificación en el grupo, que no existía antes de la expresión. Para algunos la experiencia de Dios es relativamente fácil y para otros es difícil. En la cultura popular los milagros son cotidianos, siempre suceden, porque Él está siempre disponible.

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Teología Pastoral

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La dimensin vocacional del carisma salesiano

La dimensin vocacional del carisma salesiano

1. Las transformaciones de la experiencia de Dios.

No siempre la palabra religiosa remite a la experiencia de lo sagrado; hay jvenes que no hablan de Dios, pero tienen una rica experiencia religiosa. Si queremos saber cmo es la experiencia juvenil de lo sagrado y partimos del trmino Dios, es probable que no entendamos nada. Tampoco es til para este caso la palabra religiosa, porque indica un modo de organizar la experiencia de Dios. El camino es establecer una buena constelacin, es decir, identificar con qu realidades est asociado, en el mundo juvenil, lo que nosotros solemos llamar Dios.En las formas tradicionales de comprender la idea de Dios est ligada la idea de totalidad, de orden, de claridad; pero en una poca de transicin, lo que menos se percibe son experiencias de totalidad, porque se vive en el fragmento. Es probable que la manera de tener experiencia de el todo, sea ms por intensidad que por extensin. En nuestras propuestas pastorales se presenta un Dios de baja intensidad, mientras los jvenes estn viviendo muchas experiencias de alta intensidad.

Una alternativa es ofrecer el todo de Dios en fragmentos: Jess, judo del siglo I, crucificado y resucitado, presentado como impotente, pasible, limitado, pobre... muy distinto a las imgenes de triunfo y poder que muchas veces son las que predominan. La idea de fragmento debiera recibir una nueva dignidad, como lo es, por ejemplo, para los arquelogos, que abordan la realidad con toda su intensidad en cada fragmento que encuentran. Lleva mucho tiempo reconstruir un escenario del pasado, cada elemento que se recupera es valioso en s mismo y aporta un dato ms.

Para llegar a la experiencia religiosa juvenil, se utilizan tambin las narraciones; porque el lenguaje tiene muchas funciones, una de las cuales es la expresiva o potica. El tiempo que los jvenes dedican a construir el grupo narrando sus propias historias personales propicia la unificacin. Ese es otro elemento de religiosidad. En s mismo, no sirve para nada narrar una experiencia; sin embargo crea una experiencia de unificacin en el grupo, que no exista antes de la expresin.

Para algunos la experiencia de Dios es relativamente fcil y para otros es difcil. En la cultura popular los milagros son cotidianos, siempre suceden, porque l est siempre disponible. En cambio, donde el bienestar econmico es mayor, no se est tan seguro de la disponibilidad de Dios, y se recurre ms a las mediaciones. El mundo juvenil comparte la idea de que Dios puede actuar siempre. l es parte del escenario cotidiano y es percibido de este modo hasta en personas que no creen en Dios. Por lo tanto, no se debe partir del presupuesto de que los jvenes son ateos; hay muy poco agnosticismo juvenil.

Un rasgo comn de la religiosidad juvenil es el caminar buscando experiencias de sentido, aunque no permanezcan en ellas. Algunos las llaman pertenencias mltiples, como hacan nuestros pueblos originarios en Amrica Latina, que no rompan con sus creencias al pasar al cristianismo, sino que sumaban lo nuevo a lo que ya tenan. Muchos jvenes hoy no entendern la pastoral vocacional como un elemento de pertenencia, sino como un lugar para buscar. El desafo es ser capaces de construir comunidades de bsqueda de sentido, en donde las personas, encontrando lo que buscan, permanezcan. Hoy en da la Iglesia Catlica ha perdido el monopolio del sentido entre los adultos, y mucho ms entre los jvenes. El mundo juvenil creci con una multitud de ofertas, y podra ser que en algunos casos la Iglesia no sea ms que una estacin de paso. Hay jvenes que vuelven a las prcticas creyentes y hay otros que nunca las tuvieron.

En estas experiencias se distinguen algunas dimensiones: la comunitaria, que tiene que ver con un nosotros, con la pertenencia, y la tica, uniendo los valores ligados a lo religioso; la que constituye el patrimonio cultural, y la emocional, es decir, la identificacin.

Cualquier propuesta religiosa debiera mantener todas estas dimensiones, a travs de itinerarios presentados como canales de sentido; aunque se reconoce que lo primero que se activa del cristianismo es la dimensin emocional.

En general las combinaciones son mltiples y los ejes se combinan de a pares. Por ejemplo, hay personas que combinan lo emocional con lo comunitario. Se activa la intensificacin emocional de una experiencia y con el correr del tiempo pasan a formar parte de una comunidad. Sin embargo, no se preocupan por los valores ticos de la comunidad.

Otros, combinan lo cultural y lo comunitario. Se fascinan con el patrimonio cultural de una comunidad, viven la experiencia de pertenecer a un colectivo y luego pasan a quedarse en esa comunidad.

En otros, se da la combinacin del eje emocional con el tico. Por una experiencia de gran irritacin ante la injusticia adhieren, a la propuesta tica cristiana.

A partir de la experiencia se demuestra que hay momentos de la historia en los que la gente emigra de sus creencias. En el campo de lo religioso, es posible que se est dando una bsqueda de sentido, pero es probable que no haya lenguajes ni canales para expresarlo. Hervieu Lger, El Peregrino y el convertido. La religin en movimiento, Editorial Del Helnico., Mxico 2004