Viste de Jean azul y camiseta negra. Encima de la camiseta lleva una chaqueta de manga corta gris, la cual luce muy holgada. Usa un viejo sombrero negro de ala corta, que hace juego con sus desgastadas y negras zapatillas. Acostumbra usar un reloj descompuesto que siempre marca las 4: 00 p.m.

Hombre de mustio aspecto: Es un hombre de unos treinta y tres años aproximados, con uno ochenta de estatura, quizás. Tal vez, un poco más. Es de piel mulata y el cabello que se asoma tímidamente del sombrero de ala corta que usa siempre, es negro. Es delgado en su complexión física. Da la impresión de ser muy endeble, como si le faltara la fuerza necesaria, como si no tuviera motivaciones para vivir. Pese a tan álgido aspecto, posee brazos bien gruesos, fortalecidos probablemente por alguna suerte de trabajo pesado. En resumen, parece estar cansado. La frente es ancha, sus ojos negros, redondos y apagados. Las cejas son bien pobladas y delineadas; la cara es lampiña, con facciones de pómulos un poco marcados, aunque dibuja con mucha frecuencia un aire contrariado, por ende, su mirada suele estar distraída.

Tiene alrededor de veinticinco años. Su estatura es de uno con ochenta. Está rebosante de energía. Es de piel trigueña, algo delgado, pero con músculos torneados. Tiene aspecto jovial y tranquilo; es de aquellos hombres que siempre cae bien a los demás. Su cabello es abundante y de color castaño oscuro. Lo lleva corto. Sus ojos contienen un brillo especial. Son de color café claro, muy vivos, tienen apariencia de ser soñadores y de decir siempre la verdad. El rostro es caucásico geométrico. Goza de una pulida nariz y unos labios finos. Es un hombre de gran corazón. Ayuda en cuanto puede a quienes puede.

El hombre Joven

Acostumbra sentarse con bastante frecuencia en la silla del parque.

Lleva puesto un Jean azul, camiseta verde en algunas ocasiones, en otras café. Y muy a menudo cuando sale, utiliza un negro y largo gabán que baja casi hasta los tobillos. Lleva puestos siempre unos tenis negros.

Vive sólo en una pequeña casa. Sólo posee allí un mueble y un cómodo sillón desde el cual mira la televisión.

Perro Bull Terrier blanco herido: Es blanco por completo, de pelo corto. En algunas partes debido al corto pelaje, se nota un poco el tono rosado de la piel que está por debajo de este. Su cabeza no es tan ovoidea como lo son normalmente los de su raza. Sus ojos son pardo oscuro. La cola es corta y las orejas grandes y puntiagudas.

Su cuerpo está anudado por músculos. Tiene una actitud pacifica, que tiende a ser juguetona. No obstante su energía está menguada. El tamaño es mediano y en la pata delantera derecha, presenta muchas heridas. Parecen ser mordidas producidas por alguna otra clase de criatura.

Perro Bull Terrier sin heridas: Las características físicas Son similares al anterior: Es blanco, su cabeza no es tan ovoidea, orejas largas y puntiagudas. Su cuerpo es musculoso. Tiene una actitud pacifica, aunque más seria, bien así, él tiende a ser juguetón.

El Tendero: Es un hombre de unos sesenta años de edad, aunque no los aparenta mucho. Es de escasa estatura. Sus ojos son negros y bonachones que agracian su rostro de piel trigueña. Usa un sombrero grande que oculta aún su negro cabello. Es barrigón y tiene un gesto cómico en el rostro.

Usa un delantal blanco sobre un chaleco amarillo ocre oscuro y una camisa amarilla cadmio y, un pantalón que baja sólo hasta las pantorrillas. Usa medias amarillas de tono muy claro y unos zapatos de tela café.

La Veterinaria: Es una mujer alta, de treinta años tal vez. Tiene el cabello largo, lacio y castaño medio oscuro. Su rostro es impasible y parece estar muy curtida por el sol. De su cara no se desprende gesto alguno. Dicen que parece un maniquí. Sus ojos son grandes y negros, además muy observadores.

Usa un largo delantal blanco, que más bien parece un vestido. Sus zapatos son de color café y no usa ninguna clase de medias para estos.

Mujer desconocida: Es una vieja mestiza y macilenta. Su rostro impresiona mucho y, aunque usa un vestido azul largo, este no tiene importancia, pues es su rostro lo que más importa. Tan arrugada es, que pareciera tener mil años.

El hombre de triste aspecto: Es un hombre de gran estatura. Uno noventa quizás. Tiene el rostro envuelto en misterios y acertijos de melancolía, de silencios y miradas huidizas, hacia el piso casi siempre. Tiene la piel canela, los ojos y boca son pequeños.

Lleva a menudo un vestido de pantalón y saco nuevos. Ambos azules. Sus zapatos son de color café y las medias, son blancas y están sucias.

Espacios:

Paleta: Los colores que vivifican a estos personajes y escenarios, están pensados para resaltar una tenue brecha entre el horizonte de las dualidades: la calidez y la frialdad, la tristeza y la alegría, lo clásico y lo contemporáneo, lo hórrido y lo dulce; lo débil y lo fuerte. De tal forma que las antes dichas dualidades generen un concepto del tiempo y el espacio que oscila entre el aquí y el allá el antes y el ahora, para así eslabonar sucesos ocurridos en la vida de los personajes con un presente que se instaura con la frialdad de la realidad que pretende ser escueta como nada. Los seres que habitan esa realidad , se asientan en ella por azares del destino queriendo salir de sus aposentos con desmesurada prontitud.

Objetos:

Regalo de Año Nuevo

Joan

Andrés

Guzmán

Regalo de Año Nuevo