Directorio - IntraMed, la Comunidad Médica en Internet · Dr. César Erosa González ... Dr. José...

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ioRevista Mexicana de

Odontología ClínicaAño 3 • Número V • 2009

Es una publicación mensual editada por Grupo Editorial y Comunicaciones Biomé­dicas, S.A. de C.V., auspiciada por el Labora­torio Siegfried Rhein.

PresidenteSr. Eduardo Aicardi FranssensConsejerosLic. Miguel ZagalC.P. Bernardo Rusakiewicz M.Dra. Diana Alva AlonsoEditor responsableDr. César Erosa González [email protected] de especialidadDr. Fernando Ángeles MedinaEdición y corrección de estiloLic. Ángeles Santiago MéndezDiseño y formaciónD.G. Miguel Emilio Martínez CárdenasJurídicoLic. Carlos Javier Huerta OchoaTraducción de resúmenesLic. Mónica Andrade García

El contenido editorial es responsabilidad de los autores y no necesariamente representa el pensamiento de los editores y/o del Labo­ratorio Siegfried Rhein.

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Impresa por: Litográfica Jamsa S.A. de C.V. Santa Anita #372 Col. Evolución, Cd. Neza­hualcóyotl, Edo. de México • Tiraje: 25,000 ejemplares más sobrantes.

Contenido

Presentación de un caso clínico: reemplazo de un diente único (premolar) en el sector izquierdo del maxilar superior (parte 1)

TEMAS SELECTOS DE FARMACOLOGÍA

Farmacocinética de la combinación amoxicilina/ácido clavulánico

Comparación de los efectos clínicos subgingivales del gel de minociclina hidroclorada vs. el raspado y alisado radicular en el tratamiento periodontal convencional

Mordida cruzada anterior en dentición temporal

Uso de normas de bioseguridad en el consultorio

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o CENTRO MÉDICO NACIONAL SIGLO XXI (clínica 1) Dr. Sebastián Cortés TorresHOSPITAL DE LA MUJER Dr. Javier Gutiérrez Tecua HOSPITAL GENERAL DE MÉXICO Dra. Carolina Torres GonzálezHOSPITAL GENERAL “DR. MANUEL GEA GONZÁLEZ” Dr. Manuel Yudovich BurakHOSPITAL INFANTIL DE MÉXICO Dr. Vicente Cuairán RuidiazHOSPITAL JUÁREZ DE MÉXICO Dr. Carlos Liceaga EscaleraHOSPITAL MÉDICA SUR Dr. Enrique Grajeda HOSPITAL MÉXICO Dr. Gustavo Pardo GarcíaHOSPITAL NACIONAL HOMEOPÁTICO Dra. Mónica Nezahualcóyotl AlmazánINSTITUTO NACIONAL DE CANCEROLOGÍA Dr. Vicente González Cardín INSTITUTO NACIONAL DE CARDIOLOGÍA Dr. Octavio Fiorentini TognolaINSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS MÉDICAS Y NUTRICIÓN Dr. Carlos Hernández HernándezINSTITUTO NACIONAL DE ENFERMEDADES RESPIRATORIAS Dra. Herminia González Cruz INSTITUTO NACIONAL DE PEDIATRÍA Dr. Eduardo de la Teja ÁngelesINSTITUTO NACIONAL DE PERINATOLOGÍA Dr. Manuel Suárez Aldecoa

INSTITUTO NACIONAL DE REHABILITACIÓN Dr. José Manuel Salas Martínez SANATORIO DURANGO Dr. José Luis Méndez LimónFACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA (UNAM) Dr. Ramiro Jesús SandovalFACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ZARAGOZA (UNAM) Mtro. Juan Francisco Sánchez RuizUNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA Dr. Ricardo Almady RevilakUNIVERSIDAD INTERCONTINENTAL Dr. José Luis Ureña Cirett UNIVERSIDAD JUSTO SIERRA Juan de Dios Carrillo Rocha UNIVERSIDAD LATINOAMERICANA Dr. Francisco Magaña MohenoUNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE MEXICO Dra. Cecilia González MalagónFACULTAD DE ODONTOLOGÍA DE LA UNAM Dra. Beatriz Aldape BarriosUNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA Dr. Fabián Ocampo AcostaUNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN Dr. Elías Romero de LeónCOLEGIO NACIONAL DE CIRUJANOS DENTISTAS (CNCD) Dr. Salvador del Toro Medrano (Presidente) Dr. Miguel Ángel Fernández Villavicencio Dr. Antonio Copin Tovar Dr. Octavio Crespo knoffer

Región Centro Dr. Alejandro Vázquez SandriaRegión Norte Dr. Jesús Subiría MorenoRegión Sur Dra. Beatriz Barceló Canto

ASOCIACIÓN DENTAL MEXICANA (ADM) Dr. Víctor Manuel Guerrero Reynosa Dr. Rubén Morán Sánchez Dr. Armando Hernández Ramírez Dr. José Luis Castellanos Suárez Dr. Constantino Ledezma Montes Dra. Laura Díaz Guzmán

COMITÉ DE ÉTICA ODONTOLÓGICA• ACADEMIA MEXICANA DE ENDODONCIA • ACADEMIA MEXICANA DE ODONTOLOGÍA RESTAURADORA • ACADEMIA MEXICANA DE ORTODONCIA• ACADEMIA MEXICANA DE PROSTODONCIA • CONSEJO NACIONAL DE ODONTOLOGÍA RESTAURADORA • COLEGIO MEXICANO DE ODONTOPEDIATRÍA

CONSEJEROS ESTATALES• ASOCIACIÓN DENTAL CAMPECHANA, A.C.• ASOCIACIÓN DENTAL DE BAJA CALIFORNIA, A.C.• ASOCIACIÓN DENTAL DE COLEGIOS DE CIRUJANOS

DENTISTAS DEL ESTADO DE CHIHUAHUA, A.C.• ASOCIACIÓN DENTAL DE DURANGO, A.C.• ASOCIACIÓN DENTAL DEL DISTRITO FEDERAL, A.C.

• ASOCIACIÓN DENTAL DEL ESTADO DE MÉXICO, A.C.• ASOCIACIÓN DENTAL DEL ESTADO DE PUEBLA, A.C.• ASOCIACIÓN DENTAL YUCATECA, A.C.• ASOCIACIÓN DENTAL ZACATECANA, A.C.• ASOCIACIÓN ODONTOLÓGICA DE NAYARIT, A.C.• ASOCIACIÓN ODONTOLÓGICA DE QUERÉTARO, A.C.• COLEGIO DE CIRUJANOS DENTISTAS DE AGUASCALIENTES, A.C.• COLEGIO DE CIRUJANOS DENTISTAS DE BAJA CALIFORNIA SUR, A.C.• COLEGIO DE CIRUJANOS DENTISTAS DE COAHUILA, A.C.• COLEGIO DE CIRUJANOS DENTISTAS DE MEXICALI, A.C.• COLEGIO DE CIRUJANOS DENTISTAS DE OAXACA, A.C.• COLEGIO DE CIRUJANOS DENTISTAS DE QUINTANA ROO, A.C.• COLEGIO DE CIRUJANOS DENTISTAS DE TABASCO, A.C.• COLEGIO DE CIRUJANOS DENTISTAS DE TUXTLA, A.C.• COLEGIO DE CIRUJANOS DENTISTAS DEL ESTADO DE COLIMA, A.C.• COLEGIO DE CIRUJANOS DENTISTAS DEL NORTE DEL

ESTADO DE GUERRERO, A.C.• COLEGIO DE CIRUJANOS DENTISTAS DEL PUERTO DE

VERACRUZ, A.C.• COLEGIO DE ODONTÓLOGOS DE MORELOS, A.C.• COLEGIO DE ODONTÓLOGOS DE NUEVO LEÓN, A.C.• COLEGIO DENTAL POTOSINO, A.C.• COLEGIO DENTAL TAMAULIPECO, A.C.• COLEGIO HIDALGUENSE DE CIRUJANOS DENTISTAS, A.C.• COLEGIO MICHOACANO DE CIRUJANOS DENTISTAS, A.C.• FEDERACIÓN DE COLEGIOS DE CIRUJANOSDENTISTAS DE

GUANAJUATO, A.C.• FEDERACIÓN DE ASOCIACIONES Y COLEGIOS DE CIRUJANOS

DENTISTAS DEL ESTADO DE SINALOA• SOCIEDAD ODONTOLÓGICA JALISCIENSE, A.C.

El temor de los odontólogos a tratar pacientes con VIH/SIDA se ha enfocado hacia los que presentan la enfermedad ya establecida; no obstante, los individuos aparentemente sanos con anticuerpos al VIH también son potencialmente capaces de infectar a otras personas. Debe enfatizarse que

hay varios factores que determinan la naturaleza y extensión de las medidas de control de la infección en la práctica odontológica. No hay manera de establecer si un ser humano tiene la infección por el VIH o por otros agentes como hepatitis B, Micobacterium tuberculosis o Treponema pallidum, entre otros. Por lo tanto, deben tomarse precauciones de rutina para todos los pacientes, así como todos los procedimientos con el fin de prevenir la transmisión de agentes infecciosos.

El mejoramiento e intensificación de las normas de asepsia-antisepsia protegen al odontólogo, al personal auxiliar y a los pacientes; brindan tranquilidad y seguridad a los pacientes ante las actuales perspectivas de contagio por medio del instrumental dental; e imprimen una imagen de seriedad y prestigio en el profesional. Cabe resaltar que la labor del odontólogo no es solamente asistencial; su aporte en la educación para la prevención y el control de las infecciones orales es muy importante, por lo que debe aplicar medidas educativas sobre higiene y procedimientos locales de desfocalización (lavados o irrigaciones, destartrajes, alisados radiculares, terapia pulpar, exodoncias y otros), todo lo cual debe apuntar hacia un alivio de la condición oral.

De una u otra manera, el odontólogo debe exponer sus conocimientos sobre SIDA y otras afecciones a sus pacientes, personal auxiliar y base comunitaria cuando le sea solicitado, mediante metodología y lenguaje apropiados para ser comprendido claramente. El VIH, a diferencia de otros agentes infecciosos, sólo se transmite de una persona a otra por contacto directo con sangre o secreciones infectadas (el contacto con sangre o sus derivados, semen, secreciones vaginales, líquido amniótico o líquido cefalorraquídeo).

El virus se encuentra en toda secreción y excreción humana. La saliva es una de ellas. Sin embargo, se necesita una fuerte concentración del virus en éstas para que sea posible la transmisión, condición que no se da en la salida, aunque sí en la sangre. El contacto de estos fluidos infectados con la piel sana sin herida alguna resulta inofensivo para muchos investigadores. Para que se produzca una infección es necesario el contacto directo con la piel herida o con mucosas. El contacto personal diario no es peligroso.

Algunos investigadores han estudiado el riesgo de infección entre dentistas y personal auxiliar, y han hallado una proporción muy baja de seroconversión. Los Centros para el Control de las Enferme-dades de Estados Unidos (USCDS) afirman que la posibilidad de infectarse con el VIH a través de un pinchazo es de 0.4% (cuatro de cada mil), a diferencia de la hepatitis B, cuyo porcentaje varía entre 30 y 60% (tres a seis de cada 10).

Dr. Eduardo Chauca Edwards

T he fear of the odontologists to treat patients with HVI/AIDS has been focused toward those that already have the illness established; nevertheless, the seemingly healthy individuals with antibodies to the HVI are also potentially able to infect other people. It should be emphasized

that there are several factors that determine the nature and extension of the control measures of the infection in the odontologic practice. There is not way to establish if a human being has the HVI infection or by other agents like hepatitis B, Micobacterium tuberculosis or Treponema pallidum, among others. Therefore, they should take routine cautions for all the patients as well as all the procedures in order to prevent the transmission of infectious agents.

The improvement and escalation of the asepsis-antisepsis norms protect the odontologists, the auxiliary personnel and the patients; they offer tranquility and security to the patients in front of the current infection perspectives by means of the dental instrumental; and they print a seriousness and prestige image in the professional. It is necessary to stand out that the work of the odontologist is not only assistance; their contribution in the oral infections prevention and control’s education is very important, so he should apply educational measures on hygiene and local procedures defocusing (washings or irrigations, scaling, radicular sleeks, pulpar therapy, exodontias and other), all which should point toward an oral condition relief.

In an or another way, the odontologist should expose his knowledge on AIDS and other affections to his patients, auxiliary personnel and community base when it is requested him by means of proper methodology and language to be clearly understood. The HVI, contrary to other infectious agents, is only transmitted from a person to another by direct contact with blood or infected secretions. It is worth to say, the contact with blood or its derived, semen, vaginal secretions, amniotic liquid or cerebrospinal fluid.

The virus is in all human secretion and excretion. The saliva is one of them. However, it is needed a strong concentration of the virus in these so that it is possible the transmission, condition that is not given in the saliva, although yes in the blood. The contact of these infected fluids with the healthy skin without any wound is inoffensive for many investigators. So that an infection takes place it is necessary the direct contact with the wounded skin or with mucous. The daily personal contact is not dangerous.

Some investigators have studied the infection risk between dentists and auxiliary personnel, and they have found a very low proportion of seroconversion. The United States Control of the Diseases Centers (USCDS) affirms that the possibility to be infected with the HVI through a puncture is of 0.4% (four of each thousand), contrary to the hepatitis B which percentage varies between 30 and 60% (three to six of each 10).

Dr. Eduardo Chauca Edwards

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Descripción del caso clínico

Se trata de un individuo de 50 años que acude a la consulta por presentar un resto radicular a nivel de la pieza 2.5, producto del fracaso de una corona metalocerámica por recidiva de caries. No mostraba particularidades sistémicas que impidieran o complicaran la cirugía o el pronóstico del implante. Se incorporó al paciente al programa de control de placa bacteriana y se realizó el tratamiento periodontal pertinente.

El espacio oclusal tanto en sentido mesio-distal como ápico-coronal era adecuado para la restauración pro-tésica a través de la instalación de un implante inmediato a la exodoncia y posteriormente se colocaría una corona cerámica pura cementada (sistema procera all ceram). La

Bibliografía

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10 Hager B,OdenA,Andersson L. ProceraAll CeramLaminates: a clinical report. J Prosthet Dent2001;85(3):231-232.

11 ImaiY,SuzukiS,FukushimaS.Enamelwearofmodifiedporcelains.Am J Dent2000,dec;13(6):315-323.

• Alexis E. Méndez Odontólogo. Buenos Aires, Argentina

disponibilidad ósea era suficiente en sentido vertical y en sentido vestíbulo-palatino.

Según el diagnóstico clínico y radio-gráfico realizado previamente, se indicó la colocación de un implante de 4 mm de diámetro por 13 mm de longitud en forma inmediata a la exodoncia. Como se trata de una zona de alto compromiso estético, se siguieron los protocolos quirúrgicos en tal sentido que consisten en sumer-gir el cuello del implante 2 a 3 mm por encima del límite amelocemen-tario de las piezas vecinas (si no tienen pérdida de inserción) en sen-tido vertical y 1 mm por dentro de la línea que une ambos dientes con-tiguos a nivel del cuello en sentido vestíbulo-palatino. Se tuvo especial cuidado en la conservación del hueso a nivel de los dientes vecinos para dar apoyo a la papila dental.

Presentación de un caso clínico: reemplazo de un diente

único (premolar) en el sector izquierdo del maxilar

superior (parte 1)Presentation of a clinical case:

Replace of a unique tooth (premolar) in the superior maxillary’s

left sector (part 1)

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The metal ceramic restorations represent a traditional option

for the big dental destruction or even lack of teeth treatment, they are able in general to replace the patient’s functional needs, and it is the indirect restoration more requested in most of the prosthesis laboratories. Nevertheless, it is commonly observed in the clinic that the aesthetic results to medium or long term can be committed by the dimness of the cervical margins caused by the metal corrosion and that the lack of light transmission for its structure can hinder the obtaining of the wanted naturalness. Being this way, the following article has as purpose to describe and to discuss based in the specialized literature the carried out restoring protocol using the procera all ceram system in the solution of a clinical case with aesthetic involvement (pigmentation) in the lateral inferior left incisive.

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Exteriorización del implante

y colocación del tapón de

cicatrización

En la etapa rehabilitadora, seis me-ses posteriores a la instalación de la fijación, tiempo de espera necesario para lograr la oseointegración de-seada, optamos por la colocación de un tapón de cicatrización RP de 3 mm de alto por 4 mm de plataforma. Se observó radiográ-ficamente que el mismo había sido posicionado correctamente. Este pilar de cicatrización permitirá ir modelando los tejidos blandos en forma gradual hasta alcanzar los contornos gingivales deseados (emergencia gingival).

Conformación del embudo

periimplantario y toma de

impresiones

Al cabo de 30 días se decidió retirar el pilar y continuar con la toma de impresiones para la confección de la corona definitiva. Para ello elegimos una transferencia para cubeta abier-ta y el análogo correspondiente al implante que habíamos instalado. Una vez elegidos los insumos pro-téticos necesarios, llevamos a cabo la transferencia en el lugar del im-plante, confirmamos radiográfica-mente su adaptación y con una cubeta perforada, estándar o indi-vidualizada para el paciente, y una silicona, procedimos a tomar la im-presión. Cuando se logró la polime-rización de la silicona, retiramos el tornillo pasante de la transferencia y, posteriormente, de la impresión. En la misma, posicionamos el análogo y continuamos con el vaciado. Se

obtuvo así el modelo definitivo para la elección del pilar a utilizar y la confección de la corona.

Confección del provisional

Debido a los tiempos de espera para la instalación de la corona definitiva y al compromiso estético que de-bíamos afrontar, una vez retirado el tapón de cicatrización y tomada la impresión, elaboramos en forma directa un provisorio utilizando un pilar UCLA calcinable, de 4 mm de diámetro con hexágono y tornillo Ti Hex y un diente de stock con características similares al pretendido y del color apropiado. Dicho pilar se ajustó al implante con el tornillo pa-sante y se cortó en el largo adecuado. Tapamos la entrada del tornillo con cera y ahuecamos el diente de stock abriendo la cara oclusal, de modo tal que coincidiera el eje del pilar y así poder ajustar el provisorio en boca.

Con una piedra asprizamos el calci-nable y lo pincelamos con monóme-ro. Al diente de stock lo rebasamos con acrílico del color apropiado, recortamos los excesos, pulimos correctamente y terminamos con pasta de alto brillo. En oclusal se obturó la chimenea con una torunda de algodón y gutapercha, de modo que, llegado el momento de retirar el provisorio, con sólo quitar el tapón y posteriormente el tornillo de fijación, fue suficiente. Ante el requerimiento estético de parte del paciente, optamos por eliminar la antigua amalgama de la pieza 2.4 y reemplazarla por una incrustación cerámica. Así mismo, el paciente, al ver el resultado estético conseguido con dicha restauración, solicitó que la prótesis fija fuera una corona sin metal, por lo que se le ofreció una cerámica pura de alta resistencia elaborada a través del sistema CAD-

CAM (procera all ceram).

Procedimiento en imágenes

Foto �. Imágenes pre y posoperatorias de la exodoncia del RR de la pieza 2.5

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Foto �. Ubicación del implante con respecto al cuello de los dientes vecinos

Foto �. Tapón de cicatrización de 3 mm de alto para un implante RP

Foto �. Control radiográfico

Foto �. Embudo periimplantario definitivo

Foto �. Elemento protésico para la realización del modelo

Foto 7. Colocación de la transferencia y control radiográfico de su adaptación abierta

Foto 8. Toma de impresión con cubeta

Foto 9. Vista de la impresión una vez retirada de la boca

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Foto �0. Posicionamiento del análogo

Foto ��. Modelo definitivo con Gingifast

Foto ��. Imagen en la que se observa la amal­gama preexistente en pieza 2.4

Foto ��. Pilar UCLA posicionado

Foto ��. Recorte del pilar UCLA calcinable instalado

Foto ��. Provisorio en la pieza 2.5

Foto ��. Modelo con la incrustación cerámica en la pieza 24

Foto �7. Incrustación cerámica instalada en la pieza 24

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La amoxicilina es absorbida adecuadamente

en el tracto gastrointestinal y presenta el nivel

máximo en suero entre los 60 a 90 minutos.

Aproximadamente 90% de la dosis oral

administrada se absorbe determinando un nivel

pico en suero, el cual es directamente proporcional

a la dosis suministrada. El ácido clavulánico también

es absorbido apropiadamente en el tracto gastro­

intestinal y muestra los niveles máximos en suero

entre los 40 a 120 minutos. Cuando ambas drogas

son utilizadas juntas, demuestran concentraciones

séricas eficaces y tienen una vida media dentro

del mismo rango reportado cuando cada una es

administrada por separado.

En un estudio realizado por Witkowsky en 1982, se

determinó que las cinéticas de la amoxicilina y el

clavulanato potásico son habitualmente las mis­

mas tras la administración de ambos compuestos

individuales o en combinación. La absorción de la

amoxicilina y del ácido clavulánico en los adultos

no es afectada por la ingestión simultánea de

alimentos, leche o antiácidos.

Los desórdenes gastrointestinales pueden alterar

la farmacocinética de ambas drogas, por ejem­

plo, en enfermedades celíacas; en los pacientes

que sufren de vagotomía se ha reportado una

disminución de la absorción de la amoxicilina. En

cuanto al metabolismo y excreción, la amoxicilina

es excretada a través de la orina; después de una

dosis oral, el porcentaje de excreción renal a las

seis horas es de 50­85% y para el ácido clavulánico

es de 20­60%.

Luego de la administración de amoxicilina/ácido

clavulánico, las concentraciones urinarias de

amoxicilina pueden ser 10 veces superiores a las

obtenidas al suministrar amoxicilina sola debido

al efecto protector del ácido clavulánico contra la

acción destructora de las betalactamasas.

Concentraciones tisulares

La amoxicilina y el ácido clavulánico actúan muy bien

dentro del fluido pleural y alcanzan los niveles máximos a

las cuatro y seis horas después de la administración oral,

que se corresponde con 46­91% de los niveles en suero.

En una investigación realizada por Croydon en 1983, se

concluye que la combinación de amoxicilina/ácido cla­

vulánico a razón de 500 mg de amoxicilina y 125 mg de

clavulanato potásico, penetra a concentraciones eficaces

en el líquido peritoneal, el líquido pleural y la bilis.

Un estudio a cargo de Kitzis (1981) en 11 pacientes que

presentaron úlceras isquémicas, infectadas, purulentas

y severas a nivel de las piernas y secundarias a vascu­

lopatías periféricas, demostró la eficacia en la penetra­

ción de amoxicilina y ácido clavulánico en la pus de las

úlceras. También se comprobó que el ácido clavulánico

protege a la amoxicilina contra su hidrólisis por las

betalactamasas. Todas estas investigaciones confirman

una farmacocinética favorable para la asociación amoxi­

cilina/ácido clavulánico con los siguientes resultados:

• Muestra una tasa de absorción elevada no in­

fluenciada por la presencia de alimentos.

• El ácido clavulánico en asociación con la amoxicilina

no modifica las cualidades de ésta con respecto a su

absorción y biodisponibilidad.

• La biodisponibilidad resultante es: amoxicilina 96%,

ácido clavulánico 70%.

• Existe una débil unión proteica: amoxicilina 17%,

ácido clavulánico 22%.

• Los parámetros farmacocinéticos de los dos

componentes de la asociación amoxicilina/ácido

clavulánico (instante de pico sérico, volumen de

distribución, biodisponibilidad, tasa de eliminación)

se comportan de manera similar.

• Hay una excelente difusión en los tejidos y líquidos

orgánicos.

Acta Odontológica Venezolana vol. 40, núm. 3/2009

Farmacociné­tica de la combinación amoxicilina/ácido clavulánico

María SaglimbeniCatedrática de la Universidad Central de Venezuela

Esmeralda Salazar de PlazaProfesora asociada de la cátedra de farmacología y terapéutica y coordinadora de investigación

de la Universidad Central de Venezuela

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Resumen

Los traumatismos dentoalveolares son eventos que generan grandes cambios en las estructuras anatómi-cas y originan, en su mayoría, defectos del tejido blando y óseo que provocan la modificación del mismo. Se realiza un estudio clínico en el que se utilizan diversos bioma-teriales para la preservación de los rebordes alveolares de manera que

Referencias bibliográficas

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9 McColl E, et al. Supportive periodontal therapyusingmechanical instrumentation or 2%mino-cyclinegel:a12monthrandomized,controlled,single masked pilot study. Journal of Clinical Periodontology2006;33:141-150.

• Carolina Castillo CamachoResidente del posgrado de periodoncia de la Facultad de Odontología,

Universidad Autónoma de Tamaulipas• Karina Juliette Castillo Bautista

Periodoncista dedicada a la práctica privada • Aída Angélica Zamora López

Periodoncista y profesora invitada al posgrado de periodoncia de la Facultad de Odontología, Universidad Autónoma de Tamaulipas

• Héctor Téllez JiménezPeriodoncista adscrito al posgrado de periodoncia de la Facultad de Odontología,

Universidad Autónoma de Tamaulipas • Fermín Guerrero Del Ángel

Cirujano maxilofacial y coordinador del posgrado de periodoncia de la Facultad de Odontología, Universidad Autónoma de Tamaulipas

se obtengan tejidos neoformados de inmejorable calidad para su con-siguiente rehabilitación protésica e implantológica.1-4

Introducción

El control de la placa subgingival resulta de vital importancia en el tratamiento de las enfermedades periodontales.5, 6 El papel del mane-jo antibiótico mediante liberación

Comparación de los efectos clínicos subgingivales del gel de minociclina hidroclorada vs. el raspado y alisado radicular en

el tratamiento periodontal convencional

Comparison of the sub-gingivals clinical effects of the hydrochloride minocycline gel vs. the radicular scrape and sleek in the conventional periodontal treatment

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The dentoalveolar traumatisms are events that generate big changes in

the anatomical structures and originate, in their majority, defects of the soft and bony tissue that cause their modification. A clinical study is carried out in which diverse biomaterials are used to preserve the alveolar edges in such a way that the newly formed tissues of unbeatable quality are obtained for their consequent prosthetic and implantology rehabilitation.

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subgingival sostenida requiere un estudio a profundidad. El objetivo es evaluar la efectividad clínica de la aplicación de minociclina en gel en la terapia periodontal.7-9

Materiales y mé­todos

Se llevó a cabo un ensayo clínico ciego simple en 30 pacientes (con un rango de 27 a 66 años, sistémi-camente sanos), con diagnóstico de periodontitis de moderada a severa para comparar los efectos de la apli-cación subgingival de minociclina en gel con los del raspado subgin-gival, y 15 personas a las que se les realizó exclusivamente raspado y ali-sado radicular, con el mismo rango de edad, diagnóstico periodontal y sanas. Se empleó un diseño de forma que cada individuo recibiera los tratamientos simultáneamente (Fotos 1 y 2).

Foto �. Confirmación de la presencia de bolsa periodontal al sondeo

Foto �. Curetaje periodontal con raspado y alisado radicular

Por otro lado, se trataron cuadran-tes seleccionados aleatoriamente y se efectuó el sondeo periodontal correspondiente con una combina-ción de raspado/alisado radicular y aplicación de minociclina en gel, previa anestesia del área; se proce-dió con hemostasia, seguida de la administración de minociclina en gel, la cual se colocó en el fondo del surco, se aisló por tres minutos y se retiró el excedente suavemente. Posteriormente se dieron instruc-ciones posoperatorias al paciente y se programó una segunda valoración de los índices periodontales a los 21 días.

Resultados

Los resultados obtenidos en la te-rapia periodontal combinada con la aplicación de gel de minociclina fueron estadísticamente significati-vos y se registró una reducción de 39% de índice de placa dentobac-teriana. En el índice de sangrado gingival hubo una disminución de 66%, que estadísticamente fue significativa, y se observó un mar-cado descenso de la profundidad al sondeo periodontal de los órganos dentarios tratados.

Foto �. Minociclina hidroclorada en gel dispuesta en jeringas y puntas listas para su aplicación

Foto �. Minociclina hidroclorada en consistencia de gel para su fácil manipulación

Foto �. Colocación de la minocicli­na hidroclorada en gel dentro del surco gingival y bolsa periodontal presente

Conclusiones

Los índices clínicos periodontales se redujeron significativamente a los 21 días después de la adminis-tración local de minociclina en gel, misma que demostró ser un fármaco efectivo en la terapia periodontal (Fase I). El manejo clínico del gel de minociclina es sencillo y no provoca malestar al paciente ni lesión local. El empleo de la minociclina en gel no originó reacciones adversas locales ni sistémicas. Los pacientes involucrados en el estudio no refi-rieron datos de hipersensibilidad posterior a la aplicación del gel de minociclina, que es un fármaco de uso local coadyuvante en el pos-operatorio inmediato.

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El tratamiento temprano de anoma-lías de orden ortodóncico, con y sin componentes esqueléticos, ha sido por largo tiempo objeto de contro-versia. Las propuestas de interven-ción, de muchos tipos, tienen en común el objetivo de interceptar o corregir maloclusiones en dentición temporal o mixta temprana, o por lo menos disminuir la complejidad y la duración de eventuales trata-mientos en una edad más avanzada. Sin embargo, la evidencia de la eficacia de estas medidas tempranas es tan escasa como los estudios que brindan información útil en cuanto a la incidencia de estos cuadros en dentición temporal y mixta. El pre-sente trabajo discute un caso clínico relacionado con esta problemática.

Revisión de la literatura

En la literatura universal hay cierto consenso para indicar la terapéutica temprana en casos de mordida cru-zada anterior y lateral, en maloclu-siones de clase III y posiblemente en distooclusiones extremas y mordida abierta. También existe evidencia en

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• Fernando Escobar MuñozProfesor titular de odontopediatría adscrito al Departamento de Pediatría Bucal de la

Facultad de Odontología, Universidad de Concepción, Chile• Andrea Werner Oviedo

Profesora asociada de odontopediatría adscrita al Departamento de Pediatría Bucal de la Facultad de Odontología, Universidad de Concepción, Chile

cuanto a la influencia positiva para el normal desarrollo craneofacial y de la dentición, criterio que se ha planteado como fundamentación para estos tratamientos desde hace mucho tiempo.

La prevalencia de estas maloclu-siones es relativamente imprecisa, con grandes variaciones entre las diversas publicaciones; en el caso de mordida cruzada anterior, Ferguson la estima presente en 3% de los niños, lo cual coincide con la cifra hallada en Concepción, Chile, en una muestra de 234 infantes entre tres y seis años de edad.

Según Moyers, estas maloclusiones deben ser tratadas con la finalidad de eliminar los obstáculos para el desarrollo facial y de la oclusión y para mantener o restaurar la fun-ción normal. Efectivamente, hay notables cambios en la trayectoria mandibular que podrían ser agentes negativos para el desarrollo; de esa manera el tratamiento temprano de la mordida cruzada anterior puede evitar el movimiento ante-

Mordida cruzada anterior en dentición temporalAnterior crossed bite in

temporary teething

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The orthodontic anomalies early treatment, with and without

skeletal components, has been for long time object of controversy. The intervention proposals, of many kinds, have in common the objective of to intercept or to correct malocclusions in early temporary or mixed teething, or at least to diminish the complexity and the duration of eventual treatments in an advanced age. However, the evidence of the effectiveness of these early measures is as scarce as the studies that offer useful information as for the incidence of these frames in temporary and mixed teething. The present work discusses a clinical case within that problem.

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rior de acomodo de la mandíbula y eventual bruxismo en el sector frontal, lo cual puede producir desgastes importantes en el esmalte de los incisivos involucrados, en la búsqueda mediante adelantamiento mandibular de mayor contacto en máxima intercuspidación.

La clave para el tratamiento exitoso de una mordida cruzada anterior es la identificación del problema y su naturaleza, ya que puede ser el resultado de una displasia esquelé-tica, relación dentaria anormal, interferencias funcionales o una combinación de las tres.

Si se determina un patrón esquelé-tico normal, una oclusión en clase I o pseudoclase III, el tratamiento tiene posibilidades de ser exitoso, actitud que debe adoptarse tem-pranamente para evitar los efectos negativos ya descritos. El marco ético está dado por las limitaciones y las competencias del profesional responsable de proveer la mejor terapéutica para sus pacientes. El propósito de esta investigación es ejemplificar, mediante un caso clíni-co, una modalidad de tratamiento de mordida cruzada anterior y dis-cutir las implicaciones operativas y de supervisión del desarrollo.

Caso clínico

Felipe, un niño normal y sano de tres años 11 meses, hijo único de fa-milia bien constituida, es traído a la clínica por su madre, quien está preocupada por su forma de morder. La evaluación de su perfil por medios clínicos, según un pro-cedimiento de rutina, es compati-

ble con un patrón esquelético de neutroposición (Foto 1), el mismo tipo de relación que presentan sus padres. El paciente muestra den-tición temporal completa y sana, el examen de la oclusión revela una mordida cruzada anterior. La maloclusión compromete los cuatro incisivos maxilares y el canino iz-quierdo (Fotos 2a, 2b y 2c).

Foto �. Aspecto facial del paciente

Fotos �a, �b y �c. Vista de los arcos en oclusión frontal y laterales iz­quierda y derecha

Se solicita al niño relajar la muscula-tura facial y se presiona la mandíbu-la hasta obtener su posición más retruida. En esa situación casi se

alcanza el vis a vis; la forma del arco maxilar es ovoide, sin un aplanamiento del grupo anterior, lo cual hace pensar inicialmente en la posibilidad de una auténtica mesioposición. La cara vestibular de los incisivos centrales presenta una extensa faceta de desgaste en esmalte que compromete gran parte del tercio incisal (Foto 3).

Foto �. Posición de máxima retrusión mandibular. Los incisivos maxilares muestran facetas de desgaste ves­tibular

A 30 días de la primera consulta, se inserta un aparato maxilar remo-vible, con dos resortes digitales de Adams, cruzados, para protruir los cuatro incisivos maxilares y un asa anterior cuyo diseño permite aplicar una ligera presión hacia lingual de los cuatro incisivos mandibulares, con el fin de obtener un movimiento recíproco capaz de contribuir a la corrección de la mordida cruzada. Se agregan planos de mordida a nivel de molares para facilitar el movimiento dentario (Fotos 4 y 5). Después de siete días de colocado este dispositivo, Felipe no logra adaptarse a su uso y se decide reem-plazarlo por otro diseño menos invasivo a la semana siguiente.

Al final de ese mismo mes de inicio del tratamiento, se inserta un nuevo dispositivo, el cual contempla dos resortes helicoidales para propulsar

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los incisivos maxilares y planos de mordida a nivel molar. La reten-ción se obtiene con retenedores de Adams y abrazaderas simples en los caninos.

Fotos � y �. Vista frontal y oclusal del primer aparato utilizado. Asa anterior modificado para retruir los incisivos mandibulares. Resortes digitales de Adams para protruir incisivos maxilares. Obsérvese la protección de alambre para asegurar el punto de aplicación de las fuerzas

Esta vez el diseño resulta adecuado para el niño, quien manifiesta en-tusiasmo con el tratamiento y se adapta rápidamente a las funcio-nes de deglución, masticación y fonación, ejercidas sin problemas en las primeras 48 horas. Seis semanas más tarde se ha logrado descruzar los incisivos, aunque persiste una posición levemente cruzada del canino izquierdo (Foto 6). Se modi-fica el mismo dispositivo, al cual se agrega un resorte protegido de 0.5 mm de diámetro para vestibulizarlo; al mismo tiempo se agrega acrílico en el borde anterior del aparato para contener la nueva posición del grupo incisal (Fotos 7 y 8). Paralela-mente, se restauran con composite

los incisivos centrales desgastados (Fotos 9 y 10). En las próximas dos semanas se logra estabilizar la posición del canino maxilar iz-quierdo (Fotos 11 y 12).

Foto �. Segundo aparato. Obsérvese el plano de mordida a nivel molar; en el otro lado ha sido eliminado al haberse conseguido la corrección de la mordida cruzada

Foto 7. Corrección de mordida cru­zada de incisivos. Persiste posición poco estable del canino izquierdo

Foto 8. Modificación del aparato; se agregó resorte helicoidal protegido para vestibulizar el canino

Foto 9. Aparato en boca mostrando acción del resorte agregado para el canino

Fotos �0 y ��. Restauración de los in­cisivos maxilares con composite para devolver altura y grosor normales

Fotos ��, �� y ��. Vistas frontal y

laterales del caso terminado

Se observa normalidad en overbite y overjet (Fotos 13 y 14). Se retira el aparato, se da de alta al paciente y se le cita para control 16 meses más tarde. Después de verificar que no ha acudido espontáneamente, se

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detecta una relación anteroposterior normal de los incisivos; la dentición se encuentra en el primer periodo de recambio y una lesión cariosa proxi-mal ha sido tratada en fecha indeter-minada. Felipe exhibe un estado de higiene oral insatisfactorio.

Discusión

El uso de los aparatos removibles requiere de atención cuidadosa en el diseño y ejecución para asegurar la estabilidad, el control de la apli-cación de las fuerzas, la resistencia provista por el anclaje y el bienestar del paciente. Muchos de los fracasos en su utilización se deben a estos aspectos más que a errores en la fase de diagnóstico e indicación.

En el presente caso, el primer aparato cumplía con todos estos requisitos, pero excedió la capacidad de adapta-ción en el corto plazo dada la poca edad del infante. Es posible que en un periodo más largo se hubiera logrado la aceptación de uso, pero se consideró conveniente cambiar el diseño para no perder el interés y motivación del niño en su trata-miento. El segundo aparato permitió preservar ese importante aspecto: la cooperación del paciente.

Existe la posibilidad de ejecutar estos tratamientos con aparatos fijos mediante resortes soldados a arcos palatinos, por ejemplo, o mediante planos inclinados o coronas de acero cementadas al revés, como ilustran abundantemente Croll y Reisenberg.

La decisión de usar aparatos como los colocados en este paciente,

se basa en la menor complejidad en cuanto a ejecución y la menor agresividad que resulta al poner un dispositivo removible, por lo tanto, con la opción de retirarlo sin dificultades si se estima necesario. La situación es diferente si se opta por aparatos fijos, a los cuales se deben problemas de estética y comodidad al emplear planos inclinados y coronas de acero. Además, en estos casos la mordida permanece alterada durante todo el curso del tratamiento, ya que según quienes lo proponen, se continúan usando por cuatro a seis semanas una vez conseguida la corrección. El aparato utilizado en el presente caso fue retirado tan pronto se obtuvo el resultado esperado, dado que se había consolidado aún más la relación de overbite y overjet al momento de restaurar los incisivos, consiguiendo al mismo tiempo una mejor apreciación estética por el niño y sus padres.

Resumen y conclusiones

Se corrigió una mordida cruzada anterior en un paciente con den-tición temporal mediante el uso de aparatos removibles, procedimiento que fue completado con restaura-ción de los incisivos maxilares, que presentaban desgaste causado por la misma maloclusión. Después del tratamiento se espera:

1. Evitar el desgaste anormal y las fuerzas traumáticas sobre los dientes involucrados.

2. Evitar potenciales efectos ad-versos en el crecimiento man-dibular y porción anterior de la maxila, así como del desarrollo

de las articulaciones temporo-mandibulares.

3. Restaurar la forma y función normales, mejorando la postura labial y el aspecto facial del pa-ciente.

Foto ��. Oclusión del paciente al momento del alta

Foto ��. Control 16 meses más tarde:

favorable relación incisal

Es fundamental enfatizar la nece-sidad de un control periódico del tratamiento y el requisito del cumplimiento de las medidas de autocuidado, lo cual no ocurrió a cabalidad en este paciente, especial-mente cuando no hay un diag-nóstico exacto del eventual patrón de crecimiento facial, favorable en este caso, pero que pudo haber sido de otro modo. Por esta razón, siem-pre resulta necesario advertir sobre la posibilidad de una evolución desfavorable de la base esqueletal durante las fases de crecimiento prepuberal.

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22 CDC guidelines for infection control in dental health-care setting-2003.MMWR2003,vol.52,noRR-17.

23 DomínguezG, PicassoM, Ramos J.Bioseguridad en odontología. Lima.www.odontomarketing.com/numeros%20anteriores/art50mayo2002.htm

• Elsa La CorteOdontóloga adscrita a la Facultad de Odontología de la

Universidad Central de Venezuela

Uso de normas de bioseguridad en el consultorio

Use of bio-security norms in the clinicABS

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In dentistry, the control of infections must be practiced in thorough way,

for the oral cavity keeps one of the biggest concentrations of microbes of the body. It has been calculated that a drop of saliva may have up to 600.000 bacteria. All the professional working in the oral health dentists, dentistry students, hygienists, cleaning staff, and laboratory technicians, are exposed to the presence of these microorganisms; in the same way, the patient attending the dental office is also at this risk, and because of this it is necessary to perform all the procedures that can minimize such risk

Resumen

En la práctica odontológica se debe mantener de manera meticulosa el control de infecciones, ya que la cavidad bucal presenta una de las mayores concentraciones microbianas del organismo. Se ha calculado que una gota de saliva puede contener hasta 600 000 bacterias. Todos los profesionales de la salud bucal, incluidos los odontólogos, estudiantes de odontología, higienistas, personal de limpieza y técnicos de laboratorio, se encuentran expuestos ante la presencia de estos microorganismos. De la misma manera, este riesgo es igual para el individuo que asiste a la consulta dental, razón por la cual es necesario poner el material contaminado en un lugar específico del consultorio odontológico.

Objetivo. Evaluar el cumplimiento de normas de bioseguridad por el personal de limpieza que labora en las salas de los posgrados de la Facultad de Odontología de la Universidad Central de Venezuela.

Mé­todos. El nivel de esta investigación es descriptivo. Lo que se desea es mostrar la situación de las salas clínicas en cuanto a normas de bioseguridad y control de infecciones. Se incluyó al personal de limpieza, constituido por nueve individuos. Los datos recopilados en este trabajo fueron procesados mediante el paquete estadístico SPSS 10.0 en su versión en español para sistemas operativos Windows.

Resultados. En el total del personal de limpieza de las diferentes salas clínicas de los diversos posgrados de la Facultad de Odontología de la Universidad Central de Venezuela, 55% (5/9) fue del género masculino, 55.6% estuvo vacunado contra la hepatitis B, la mayoría –88.9%– (8/9) no usaba tapaboca; sólo 55.66% (5/9) utilizaba guantes (tipo industrial) para realizar la limpieza y manipular los desechos. Cien por ciento (9/9) llevaba a cabo la desinfección de los pisos y superficies, 77.8% (7/9)

ESTUDIO CLÍNICO

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desechaba adecuadamente el material contaminado, 88.9% (8/9) colocaba el material punzocortante en las bolsas de basura y 55.6% (5/9) limpiaba la escupidera apropiadamente.

Conclusiones. Es necesario que todo el equipo de salud que labora en el consultorio odontológico (odontólogos, higienistas de limpieza y técnicos) reciba entrenamiento sobre normas de bioseguridad y control de infecciones. El odontólogo debe realizar supervisiones periódicas para garantizar la aplicación de dichas normas y evitar de esta forma las infec-ciones cruzadas.

Palabras clave. Personal de limpieza, bioseguridad, control de infec-ciones.

Introducción

Los profesionales de la odontología y el personal que trabajan en el con-sultorio odontológico están expuestos a una gran variedad de microor-ganismos desde esporas, bacterias, hongos, virus y protozoarios que pueden encontrarse en la sangre y/o saliva de los pacientes. Cualquiera de estos microorganismos puede causar una enfermedad infectocontagiosa a través de pinchazos y/o salpicaduras producidas por el aerosol utilizado en la práctica dental y de una manera indirecta en el momento de lim-piar el instrumental o eliminar los desechos.

Por otro lado, los microorganismos más comunes son virus como el de la influenza, hepatitis B (VHB), hepatitis C (VHC)< hepatitis simple (tipo I y II) y el virus de la inmunodeficien-cia humana (VIH). Existen otros virus que pueden ser transmitidos en el consultorio odontológico, entre ellos están la rubeola, varicela zoster, Epstein-barr, citomegalovirus, papi-loma humano (VPH) y adenovirus.

También se deben mencionar las bacterias como estafilococos, estrepto-cocos y el Mycobacterium tuberculosis.El contagio puede establecerse por contacto directo con sangre, flui-dos orales u otras secreciones, o por contacto indirecto con instrumentos, equipos y superficies ambientales contaminadas. Sin embargo, para que exista una infección se requiere que tres condiciones estén presentes (cadena de la infección):

1) Un huésped susceptible.2) Un agente patógeno en número

suficiente para producir la enfer-medad.

3) Una puerta de entrada en el huésped.

A partir de 1978, gracias a la preocu-pación por la infección causada por el virus de la hepatitis B, la Asociación Dental Americana emitió las prime-ras directrices sobre el control de infecciones en la odontología, pero no fue sino hasta 1986 cuando el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Atlanta (CDC), en Estados Unidos de Norteamérica, da a

conocer su primera declaración sobre precauciones universales, las cuales fueron introducidas para minimizar la transmisión de los patógenos que viven en la sangre de individuos infectados a trabajadores de la salud. Actualmente, el CDC ha establecido el uso de barreras protectoras, manejo del instrumental e indicaciones para la desinfección y esterilización del instrumental.

Las precauciones universales o de bioseguridad son particularmente relevantes en los procedimientos odontológicos, pues éstos pueden involucrar sangre y/o saliva conta-minadas. Tales recomendaciones para el control de infecciones son de vital importancia para el odontólogo y el personal que trabaja en el con-sultorio odontológico. A partir de 1996, el CDC ha actualizado el pro-tocolo para el control de infecciones y ha incluido un número mayor de precauciones universales para la prevención de transmisiones de patógenos que viven en la sangre, expandiendo así los principios de bioseguridad a todos los fluidos corporales para minimizar el riesgo de infección cruzada entre pacientes y trabajadores de la salud.

Así mismo, las normas de bioseguri-dad surgieron con el fin de controlar y prevenir la transmisión de enferme-dades infectocontagiosas, las cuales cobraron mayor importancia con la aparición del VIH y que son todos aquellos principios, procedimientos y cuidados que se deben practicar al atender pacientes y/o manipular instrumental, equipos y espacios contaminados para evitar el riesgo de infección.

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La bioseguridad debe entenderse como una doctrina de comporta-mientos encaminada a promover actitudes y conductas que reduzcan el riesgo del trabajador de la salud de adquirir infecciones en el medio laboral. Los principios de la bio-seguridad se pueden resumir de la siguiente manera:

A) Universalidad: las medidas deben involucrar a todos los pacientes de todos los servicios, indepen-dientemente de si se conoce o no su serología. Todo el per-sonal que labora en el ambiente odontológico debe prevenir la exposición de la piel y de las membranas mucosas a elemen-

tos contaminados.B) Uso de barreras: es fundamen-

tal evitar la exposición directa a sangre y otros fluidos orgánicos potencialmente contaminados mediante la utilización de mate-riales adecuados que se interpon-gan al contacto de los mismos. El uso de estas barreras no descarta los accidentes laborales, pero sí disminuye el riesgo y las conse-cuencias de los mismos.

C) Medio de eliminación de mate-rial contaminado: comprende el conjunto de procedimientos mediante los cuales son deposi-tados y eliminados sin riesgo los materiales utilizados en la atención de los pacientes.

Hace nueve años se creó el Centro de Atención a Personas con VIH y otras Enfermedades Infectocontagiosas (CAPEI/UCV), centro multidisciplina-rio que forma parte de la Facultad de Odontología de la Universidad Cen-tral de Venezuela y brinda atención

odontológica integral y especializada a personas que presentan enfermedades infectocontagiosas. Este organismo forma recursos humanos en el área de padecimientos infectocontagiosos (estudiantes de pregrado, posgrado e higienistas dentales), en odonto-logía general, endodoncia, cirugía, medicina bucal, periodoncia, prótesis, odontología restauradora e infantil. Las medidas de bioseguridad y con-trol de infecciones se basan en los siguientes puntos:

1. Inmunización del personal.2. Barreras protectoras.3. Lavado y cuidado de las manos.4. Utilización racional del instru-

mental punzante.5. Desinfección y esterilización del

instrumental.6. Limpieza y desinfección de super-

ficies contaminadas.7. Eliminación de desechos y material

contaminado.

Inmunización del

personal de salud

La hepatitis B es considerada una de las infecciones de mayor riesgo para los profesionales de la salud. Por esta razón, el CDC les reco-mienda, incluidos los odontólogos y su personal auxiliar, que dado que están expuestos a sangre o flui-dos corporales contaminados con sangre, sean inmunizados contra el VHB. Se han establecido tres dosis: la segunda y la tercera a un mes y seis meses de la primera, respectiva-mente; sin embargo, para acelerar la inmunización se indica la segunda y la tercera al mes y dos meses de la primera, y una dosis adicional al año. La vacuna de la hepatitis B reduce

a más de 95% la posibilidad de una infección frente a una exposición ocupacional con el VHB.

Barreras protectoras

Las salpicaduras de productos biológi-cos contaminados de origen bucal suponen un riesgo de contagio cuan-do entran en contacto con la mucosa conjuntival, o bien, el tejido cutáneo que presente solución de continuidad o procesos inflamatorios que faci-liten la penetración de un posible agente microbiano a la dermis. El CDC y la ADA recomiendan emplear sistemáticamente diversas barreras biomecánicas como métodos de prevención. El uso de estas barreras se ha arraigado cada vez más en la con-ducta del odontólogo y de su personal auxiliar a través de diversas técnicas que comprenden la protección de los ojos, las manos, la boca y la nariz (utilización de guantes, tapaboca y máscara, entre otros).

Guantes. La principal vía de trans-misión en las infecciones cruzadas son las manos; en ese sentido, el empleo de los guantes es una de las barreras mecánicas más eficaces. El personal de limpieza de las salas clínicas debe limpiar y desinfectar el instrumental y las superficies. Los guantes pueden ser desinfectados y reusados.

Tapaboca. El tapaboca o mascarilla protege principalmente la mucosa nasal y bucal e impide la penetración en el aparato respiratorio o digestivo de los dentritus, aerosoles y salpica-duras que se producen durante la limpieza del consultorio dental. El tapaboca protege de las posibles inhalaciones de las microgotas de

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agua que están en el ambiente del consultorio producto de la formación de aerosoles al ponerse en contacto el agua con la saliva del paciente (la saliva es un medio contaminado) o por la inhalación de microgotas de sangre que se pueden generar en algunos procedimientos clínicos. El tapaboca también evita la inhalación de vapores de ciertas sustancias tóxi-cas, irritantes o alergenas que se hallan en el consultorio.

Protección ocular. Todo el equipo de salud odontológica debe utilizar protección ocular, ya que es la forma de prevenir traumas o infecciones a nivel ocular con salpicaduras, aero-soles o microgotas flotantes en el ambiente. Los ojos, por su limitada vascularidad y baja capacidad inmu-nitaria, son susceptibles de sufrir lesiones microscópicas. Los lentes protectores son insuficientes, pues no cubren por completo la cara del operador y personal auxiliar. Esto ha llevado a implantar un mecanismo de protección más seguro; se trata de la máscara, la cual debe sobrepasar por lo menos 8 cm por debajo del mentón y debe ser de plástico semirígido para impedir su deformación. La máscara tiene la ventaja de permitir el uso de los lentes correctores debajo de ésta. La utilización de la máscara no exime del empleo del tapaboca para la pro-tección de aerosoles contaminados. Este tipo de elementos debe cumplir con las siguientes características: proporcionar protección periférica, poderse desinfectar, no distorsionar la visión, ser ligeros y resistentes.

Gorro. Se recomienda que el odon-tólogo y su personal auxiliar usen gorro en el lugar de trabajo, ya que

existe clara evidencia de la contami-nación del cabello y el cuero cabellu-do con el aerosol o microgotas de saliva producidos durante la práctica dental. Además, evita la caída de algún cabello en la boca del pacien-te. El gorro puede ser de tela o de material desechable, sin embargo, en cualquiera de los casos debe ser eliminado después de terminadas las labores.

Bata. Su finalidad es evitar la con-taminación de la ropa normal durante la limpieza del consultorio. La bata ideal es aquella elaborada con material impermeable o de algodón poliéster, de manga larga, con puños elásticos, cuello redondeado y de corte alto, sin bolsillos, ni pliegues, ni dobleces que permitan la retención de material contaminado; debe abarcar hasta el tercio medio de la pierna. Las batas deben ser cambiadas diariamente o cuando se vea sucia o contaminada por fluidos, y no debe utilizarse fuera del ambiente de trabajo.

Calzado. Debe ser cómodo, cerra-do y de corte alto, no debe tener ninguna parte del pie expuesta al medio ambiente y debe ser de uso único, es decir, sólo para estar den-tro de las instalaciones de la labor odontológica.

Lavado de las manos

La piel intacta y saludable provee la mejor protección contra los micro-organismos. En la piel de los trabaja-dores de la salud se pueden encontrar microorganismos residentes y transi-torios. La flora residente o saprófita se halla en la capa superficial de la piel y tiene poca virulencia. En cambio,

la flora transitoria es aquella que se adquiere al entrar en contacto con pacientes con enfermedades infec-tocontagiosas. El lavado adecuado de las manos podrá remover o inhibir a ambas poblaciones de microorganis-mos, sin embargo, la flora transitoria es removida más fácilmente por los jabones, y la flora residente es mucho más lábil a los antisépticos.

El lavado de las manos es el procedi-miento más importante para reducir la cantidad de microorganismos presentes en la piel y uñas, por lo tanto, se ha convertido en el método de prevención por excelencia. Todos los trabajadores del equipo de salud odontológica deben lavarse las manos antes y después de realizar sus labores, antes y después de colocarse los guantes, después de tocar cualquier objeto inanimado susceptible a la contaminación con sangre, saliva o secreciones respiratorias provenientes de algún paciente.

La zona que se halla por debajo de las uñas puede albergar microorga-nismos y sangre residuales hasta por un periodo de cinco días cuando no se utilizan sistemáticamente los guantes, es por ello que durante el lavado de las manos se debe poner atención especial al área por debajo de las uñas y la cutícula. Para la higiene de las manos en procedimientos no invasivos es adecuado el uso de agua y jabón común, aunque se pueden emplear igualmente antimicrobianos (como hexaclorofeno al 3%), cloruro de benzalcónico o yodopovidina al 0.75%. En ambos casos es recomen-dable el lavado con agua fría, ya que ésta provoca el cierre de los poros de las manos. La presentación líquida

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de los jabones es la más segura, pues la presentación sólida o en barra puede favorecer el crecimiento bacteriano y las infecciones cruzadas.

Cuidado de las manos

Cuando la piel está irritada, sus propiedades como elemento de barre-ra natural se ven comprometidas, lo cual la hace más susceptible a la penetración de cuerpos extraños de cualquier índole. En consecuencia, los integrantes del equipo odontológico que presenten lesiones exudativas o cualquier tipo de dermatitis en las manos, no deben exponerse directa-mente a los fluidos del paciente. No obstante, cualquier corte o abrasión debe ser cubierto con algún adhesivo o similar antes de la colocación de los guantes.

Las cremas evanescentes para las manos, hidratantes, lubricantes o emolientes de la piel se recomiendan para aliviar la resequedad producida por el lavado de manos frecuente y evitar la dispersión de los microbios de la piel al medio ambiente. Una zona importante es la cutícula, la cual al recortarse o eliminarse totalmente se puede convertir en una puerta de entrada para hongos, virus y bacterias, por lo que es fundamental prepararla por lo menos 48 horas antes de acudir al lugar de trabajo con el fin de que el tejido epitelial se regenere.

Limpieza y desinfección

de superficies contaminadas

Las superficies del consultorio odon-tológico se contaminan fácilmente a través de salpicaduras generadas por el aerosol producido durante los trata-

mientos odontológicos. Dependiendo de la naturaleza de los patógenos y de las características del ambiente, como temperatura y humedad, estos agentes pueden sobrevivir en las superficies por periodos desde pocos minutos a varias semanas e, inclusive, meses.

El contacto con superficies contami-nadas puede contaminar directamente las manos. Algunos autores señalan que estas salpicaduras pueden afectar el área del antebrazo del operador, la región del cuello y del pecho del paciente, por lo que se recomienda la utilización de la alta succión en los procedimientos que involucren producción de aerosoles.

La eficiencia de la desinfección de- pende principalmente de establecer un protocolo para el uso del producto seleccionado y la aplicación de éste regular y correctamente. Las superfi-cies deben ser desinfectadas después del tratamiento de cada paciente y al final del trabajo diario. Para desinfec-tar las zonas contaminadas con sangre o fluidos corporales, se recomienda proceder con guantes industriales, colocando primero el papel y/u otro material absorbente y descontaminar luego con una solución desinfectante de nivel alto o intermedio.

Si la cantidad de sangre o material fuera mucha, se puede verter primero la solución de desinfectante de alto nivel, dejar actuar por 10 minutos y proceder luego al lavado. Para este tipo de contaminación no es conveniente el uso de alcohol, ya que se evapora rápidamente y coagula los residuos orgánicos sin penetrar en ellos. Se deben limpiar y desinfectar paredes, pisos, estantes y la unidad diariamente

con una solución de desinfectante de nivel intermedio. Se ha comprobado que existe acumulación de microbios en las líneas de agua de las unidades, especialmente en la noche y en los fines de semana. Por dicha razón, se aconseja que al comenzar el día se deje fluir el agua durante varios minutos en todas las posibles salidas (no sólo en la pieza de alta velocidad). La escupidera debe desinfectarse entre paciente y paciente con la misma solución desinfectante. Así mismo, se deben hacer funcionar los eyectores con esta solución una vez finalizada la consulta para descontaminar la parte interna de las cañerías.

Eliminación de desechos y

material contaminado

Resulta obligatorio denunciar y velar por la correcta eliminación de residuos, los cuales incluyen aquellos que contienen una elevada cantidad de gérmenes capaces de transmitir o generar enfermedades contagiosas que representen un riesgo sanitario o causar contaminación del aire o del agua. El material punzante desechable como agujas, cartuchos de anestesia, hojas de bisturí y otros, deben ser colocados en envases resistentes a perforaciones, de paredes rígidas, de boca angosta para evitar su fácil salida al exterior, de amplia capacidad, de material compatible con la incinera-ción y debe estar ubicado cerca del área de trabajo. Luego de llenadas las tres cuartas partes de la capacidad del envase, se obturará la boca del mismo y se eliminará.

Es conveniente descontaminar las gasas, algodones y otros elementos contaminados con sangre o saliva

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Consulte la Revista Mexicana de Odontología Clínica en: • www.intramed.net• www.latindex.unam.mx• www. imbiomed.com

Estimado odontólogo, agradecemos que nos haga saber sus dudas, comentarios y/o suge­rencias. Si desea recibir de manera electrónica esta publicación, envíe un mail a: [email protected][email protected]

que sean desechables, no punzantes o cortantes en una solución de hipo-clorito de sodio al 2% antes de ser puestos en bolsas resistentes, imper-meables y debidamente rotuladas. El instrumental desechable como conos y cepillos de profilaxis, eyectores de saliva, puntas de alta succión y protectores de jeringas de aire/agua deben emplearse en un solo paciente y ser eliminados, ya que no están diseñados para limpiarse, desinfec-tarse o esterilizarse.

La basura –como los guantes, tapa-boca, papeles absorbentes, cubiertas que pudieran estar contaminadas con fluidos corporales– debe mane-jarse cuidadosamente con guantes industriales y ser colocada en bolsas plásticas gruesas, impermeables y selladas para minimizar el contacto humano. De igual modo, antes de su eliminación, puede desinfectarse en un autoclave. Los desperdicios seme-jantes a la basura doméstica común pueden ponerse junto con la basura habitual de la consulta en bolsas de plástico cerradas y resistentes.

Mé­todo

El nivel de esta investigación es descriptivo porque lo que se desea es descubrir la situación de las clínicas en cuanto a lo que el personal que allí labora conoce acerca de las normas de bioseguridad y control de infec-ciones, y si éstas se aplican totalmente al realizar la limpieza de las salas.

Se incluyó al total de los trabajadores de limpieza de dichas salas (nueve personas). Los datos recopilados en este trabajo fueron procesados con el paquete estadístico SPSS 10.0 en su versión en español para sistemas operativos Windows y el programa de cálculo minitab.

Resultados

Del total del personal de limpieza de las salas clínicas de los diferentes posgrados de la Facultad de Odon-tología de la Universidad Central de Venezuela, se encontró que 55% (5/9) era masculino y 45% (4/9), femenino.

Preparación previa y uso de

barreras protectoras

Respecto a la vacuna de la hepatitis B, 55.6% (5/9) estaban vacunados, en tanto que 44.4% (4/9) no lo estaban. En cuanto a la variable de barreras, se observó que el tapaboca fue usado por 11.1% (1/9), y 88.9% (8/9) no lo hizo. El empleo de guantes para hacer la limpieza y manipulación de la basura fue el siguiente: 55.6% (5/9) utilizó algún tipo de guantes y 44.4% (4/9) llevó a cabo sus tareas sin guantes; el tipo de guantes elegido fue el industrial. Para la manipulación de la basura, 11.1% (1/9) empleó guantes y 44.4% (4/9) no prote-gió sus manos; el resto del personal (4/9) no realizó la manipulación de la basura.

Control de infecciones

Cien por ciento del personal de limpieza desinfecta las superficies y pisos con una solución desinfectante. En cuanto a la variable de desecho de material contaminado, 77.8% (7/9) lo elimina adecuadamente y 22.2% (2/9) no lo hace así. El material pun-zocortante utilizado es colocado en envases destinados para tal fin por 11.1% (1/9), mientras que 88.9% (8/9) lo desecha directamente en la basura. La limpieza de la escupidera es efectuada por 55.6% (5/9), pero 44.4% (4/9) no cumple con esta norma. Quienes la limpian lo hacen con solución desinfectante y con un cepillo especial para ello.

Conclusión

Es necesario que el equipo de salud que se desempeña en el consultorio odontológico (odontólogo, higienista, personal de limpieza y técnico) reciba entrenamiento sobre la aplicación de las normas de bioseguridad y control de infección, con lo cual se reducirá el riesgo de transmisión de infecciones durante los procedimientos odonto-lógicos. El cumplimiento de dichas normas debe ser supervisado perió-dicamente por el odontólogo para garantizar su ejecución y así evitar infecciones cruzadas.