Buenas tardes a todos los presentes, compañeros, público en general. Esta tarde

nos reunimos para hablar de la libertad y la identidad. Como mexicanos son temas

que nos conciernen, que nos ocupan, que es necesario replantearlos y forjar una

nueva forma de dirigir nuestros actos en pos de un mejor país.

Vivimos en un mundo donde desde tiempos remotos se ha luchado por alcanzar

la libertad, ¿pero qué ocurre, por qué después de tantos años no se ha logrado

ese objetivo? Para llegar a la libertad hemos luchado por quitarnos los yugos, por

sobrevivir a la verdad, por reconocernos como humanos e independientes pero

sobre todo con libre albedrio.

Es paradójico pensar que para conseguir libertad hemos tenido que pelear y

luchar por ella, porque la mayor de las ocasiones los humanos esclavizamos a los

mismos humanos. Nuestro pasado histórico nos lo demuestra Miguel Hidalgo

inicio la lucha de independencia de México pero no fue la solución para obtenerla,

aún estamos en búsqueda de esta libertad. ¿Cómo es posible que en pleno siglo

XXI haya quienes mueren por expresar su opinión? ¿Por qué en México los

periodistas no tienen la libertad de expresar sus ideas? Es triste reconocer que

permanecen mecanismos en nuestro país que pugnan por mantener nuestra

libertad limitada pero sobre todo condicionada a la conveniencia de unos cuantos.

Vivimos en un país, donde la libertad para los ciudadanos, es relativa, porque tal

vez simple y sencillamente hemos perdido la noción de que es libertad, de lo que

se ser libre. En México podemos opinar, pensar diferente, hacer lo que se nos

antoje, comprar lo que deseemos; nadie nos prohíbe eso, podemos educarnos y

educar a nuestros hijos como queramos, profesar la religión que más nos guste,

seguir el partido político que nos llame más la atención o nos convenga, entre

otras tantas libertades, ¿pero entonces por qué no nos sentimos libres?, alguno de

ustedes se siente completamente libre, acaso sabemos cuál es el significado de

libertad, conocemos las leyes que nuestra constitución no las otorga.

La real academia española nos indica que libertad es “Facultad natural que tiene

el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es

responsable de sus actos”. También menciona que es la “Condición de las

personas no obligadas por su estado al cumplimiento de ciertos deberes”. Nos

queda claro que las libertades básicas estas dictadas por los derechos humanos

como la de expresión, de consumo, de enseñanza, de pensamiento, etcétera.

Después de analizar la anterior definición pienso que tenemos una libertad

superficial, pues pienso que cada persona o la mayoría tenemos esas libertades,

básicamente las tomamos como parte de nuestros derechos fundamentales,

entonces concluyo que no hay una libertad absoluta, y se me ocurre buscar ese

porqué y entre las respuestas que encontré es que vivimos en una sociedad de

consumo, donde todo se centra más en el tener y no en ser, como dijo Ernesto

Guevara “Cuando mas brilla el mundo de las mercancías y de los valores en el

mercado, menos vale y menos importa el ser humano". Yo creo que vivir en base

al concepto mercantil de la globalización nos vuelve esclavos del sistema

económico, de modo que las personas trabajaban cientos de horas al año, se

convierten en máquinas, dependen de eso para obtener dinero y ser parte del

mundo de consumo en el que vivimos, creemos que nuestro valor se deprecia

cada vez que sale el nuevo iphone. En pocas palabras aquí aplica lo que nos dice

Eduardo Galeano “Dime cuanto consumes y te diré quién eres”. ¿De verdad eres

libre al vivir atado a un sistema que te exige y te manipula?

Esto sin duda pone de manifiesto que la libertad es un concepto con miles de

aristas, puedes hacer lo que quieras, pueden tener lo que se te antoje, pero no

eres libre de vivir si no eres parte de la sociedad del consumo y la obsolescencia.

Me viene a la mente una frase de el Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha:

“La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron

los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar:

por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida.” ¿Es

necesario dar la vida por la libertad? ¿Soy libre al imaginar un mundo más justo

para todos donde tu valor no este sustentado en tu cuenta bancaria? ¿Acaso mi

libertad es una simulación dirigida por quienes nos gobiernan? Se los dejo para su

reflexión compañeros.

Quiero cerrar mis discurso con esta frase de José Martí: “La libertad cuesta muy

cara, y es necesario: o resignarse a vivir sin ella, o decidirse a comprarla por su

precio”.