Discurso Elder Oaks 20 Abr 2015 SPA Final

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Desafíos a la Libertad Religiosa Elder Dallin H. Oaks Discurso en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) 23 de abril de 2015 I. Queridos amigos y colegas. Es un honor haber sido presentado por Norberto Padilla. Como un distinguido funcionario de gobierno y miembro fundador del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales y del Consejo Argentino para la Libertad Religiosa, es un líder estimado en la causa de la libertad religiosa internacional, muy apreciado entre colegas de Estados Unidos. Aprecio especialmente su cortés presentación. Es un privilegio dirigirme a esta distinguida audiencia sobre un tema de inmensa importancia, que no se aprecia lo suficiente en las comunidades a las que pertenecemos. Como saben por la presentación, soy un líder de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, conocida por muchos como los Mormones. No tenemos un clero capacitado oficialmente. Nuestros líderes mundiales son llamados de ocupaciones muy diversas para dedicar el resto de sus vidas como ministros ordenados. Por lo tanto, no es inusual que yo, como abogado, jurista y ex juez, sea un líder mundial de mi Iglesia. Mi defensa de toda la vida a la libertad religiosa se basa en mis creencias religiosas. Seré más claro si les doy una breve explicación de dichas creencias que les ayudará a entender la posición desde la cual les hablo.

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LDS SUD Elder Oaks Libertad Religiosa

Transcript of Discurso Elder Oaks 20 Abr 2015 SPA Final

  • Desafos a la Libertad Religiosa Elder Dallin H. Oaks

    Discurso en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI)

    23 de abril de 2015

    I.

    Queridos amigos y colegas. Es un honor haber sido presentado por Norberto Padilla.

    Como un distinguido funcionario de gobierno y miembro fundador del Consejo Argentino

    para las Relaciones Internacionales y del Consejo Argentino para la Libertad Religiosa, es

    un lder estimado en la causa de la libertad religiosa internacional, muy apreciado entre

    colegas de Estados Unidos. Aprecio especialmente su corts presentacin.

    Es un privilegio dirigirme a esta distinguida audiencia sobre un tema de inmensa

    importancia, que no se aprecia lo suficiente en las comunidades a las que pertenecemos.

    Como saben por la presentacin, soy un lder de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de

    los ltimos Das, conocida por muchos como los Mormones. No tenemos un clero

    capacitado oficialmente. Nuestros lderes mundiales son llamados de ocupaciones muy

    diversas para dedicar el resto de sus vidas como ministros ordenados. Por lo tanto, no es

    inusual que yo, como abogado, jurista y ex juez, sea un lder mundial de mi Iglesia.

    Mi defensa de toda la vida a la libertad religiosa se basa en mis creencias religiosas. Ser

    ms claro si les doy una breve explicacin de dichas creencias que les ayudar a entender

    la posicin desde la cual les hablo.

  • 2

    Una de las particularidades de la doctrina de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los

    ltimos Das es nuestro conocimiento de que Dios contina llamando profetas para

    ensearnos y ayudarnos a aplicar Sus mandamientos a nuestras circunstancias actuales.

    Hablando a travs de un profeta hace casi 200 aos, Dios dijo que l inspir la Constitucin

    de los Estados Unidos para los derechos y la proteccin de toda carne (DyC 101:77). Por

    lo que nuestra creencia es que la constitucin vigente ms antigua del mundo contiene

    principios inspirados por los cielos en cuanto al ejercicio justo y estable del poder de

    gobierno en todas partes. Veo que los eruditos han observado la influencia de la

    Constitucin de los Estados Unidos en la Constitucin de Argentina, aunque existan

    diferencias importantes en contenido y aplicacin.1

    Los mormones no consideramos esta revelacin moderna como una aprobacin de los

    cielos a todas las leyes promulgadas bajo la Constitucin de los Estados Unidos, o a las

    acciones a veces inapropiadas del gobierno de los Estados Unidos o de sus lderes.

    Consideramos esa declaracin proftica como una aprobacin a los principios

    fundamentales de dicha Constitucin. Como principal entre los mismos se encuentra el

    principio fundacional y vital de que el gobierno no debe avalar o establecer una religin en

    particular, y que el gobierno debe garantizar el libre ejercicio de la religin para todos sus

    ciudadanos. Por lo tanto, reconocemos con gratitud que en una poca en que el 77 por

    ciento de los habitantes del mundo viven en pases con altas o muy altas restricciones a la

    libertad religiosa, el Hemisferio Occidental est a la vanguardia, junto con pases en Europa

    Occidental, de la proteccin efectiva de este preciado derecho.2

    II.

    1 See, e.g., Rett R. Ludwikowski, Latin American Hybrid Constitutionalism: The United States Presidentialism in the

    Civil Law Melting Pot, 21 Boston U. Intl L. J. 29 (2003). 2 Pew Research Center, Religious Hostilities Reach Six-Year High, available at

    http://www.pewforum.org/files/2014/01/RestrictionsV-fullreport.pdf.

  • 3

    Si bien estoy familiarizado con el tema de la libertad religiosa y su libre ejercicio bajo las

    leyes y la cultura en Estados Unidos, no estoy muy al tanto de estos temas en Argentina u

    otros pases de Amrica Latina. Por lo que, si bien compartimos valores e inquietudes

    comunes sobre la preservacin de la libertad religiosa, mi presentacin no har

    recomendaciones especficas en cuanto a la aplicacin de estos principios en las

    circunstancias de su pas y su cultura.

    Comienzo con una breve referencia a la libertad religiosa segn se establece en la

    Constitucin de Estados Unidos. Como muchos han notado, la constitucin trata la

    libertad religiosa como un pilar de la democracia de Estados Unidos.3 Esto incluye la

    disposicin de que no se requiere una religin especfica para un cargo pblico (Art. VI), y

    que el gobierno no promulgar ninguna ley que establezca una religin especfica o que

    prohba el libre ejercicio de la religin (Primera Enmienda).

    Las colonias norteamericanas britnicas fueron pobladas originalmente por personas que,

    en su mayora, llegaron para practicar sus creencias religiosas sin persecucin, y sus

    sucesores intencionalmente ubicaron la libertad religiosa en primer lugar en la Declaracin

    de Derechos de su nacin. La garanta de la libertad religiosa tambin se refleja en las

    constituciones de los 50 estados, as como en las constituciones de la mayora de las

    dems naciones.

    El libre ejercicio de la religin obviamente incluye tanto (1) el derecho de elegir las

    creencias y afiliaciones religiosas y (2) el derecho de ejercer o practicar dichas creencias

    sin interferencia del gobierno. Sin embargo, en una nacin con ciudadanos de muchas

    creencias religiosas diferentes, el derecho de cada uno de actuar segn sus creencias

    religiosas debe ser constreido por el deber que el gobierno tiene de promover intereses

    3 Final Report of the Advisory Committee on Religious Freedom Abroad to the Secretary of State and to the President

    of the United States at 6 (May 17, 1999).

  • 4

    imperiosos como la salud y la seguridad de todos. De otro modo, por ejemplo, el gobierno

    no podra proteger la integridad o las propiedades de sus ciudadanos de vecinos cuyos

    principios religiosos incluyeran prcticas que sean una amenaza para la salud o seguridad

    personal de los dems. Los legisladores y jueces han luchado con esta tensin por muchos

    aos, por lo que en Estados Unidos tenemos bastante experiencia en elaborar los ajustes

    necesarios.

    Fuera de Estados Unidos, la idea de que el libre ejercicio de la religin debe proteger las

    acciones as como las creencias (la libertad de conciencia) fue tratado de modo

    convincente en la Declaracin sobre la Libertad Religiosa del Concilio Vaticano II

    (Dignitatis Humanae,1965). Ese grandioso documento declara de modo convincente que

    los individuos no practican su religin como un acto solitario, sino en conjunto con otros.

    Una disposicin similar se establece en el Artculo 18 de la Declaracin Universal de los

    Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Por lo tanto, se debe aplicar el derecho al libre

    ejercicio de la religin cuando los creyentes religiosos actan como una comunidad. Como

    lo explic un respetado erudito, La vitalidad de la fe radica en su carcter comunal, en la

    hermandad del individuo con otros cuya visin apoya, enriquece y refina la propia,

    incluyendo el derecho de realizar los esfuerzos educativos, culturales, benficos y

    sociales que deseen.4

    III.

    Con todo ello como antecedente, llego al primer punto principal: las enseanzas religiosas

    y las acciones que la religin motiva en los creyentes son valiosas para la sociedad y

    merecen proteccin especial de la ley. Por supuesto que esto rechaza los supuestos de

    algunos secularistas de que la religin es mayormente un asunto de la historia que tiene

    4 Matthew J. Franck (The Witherspoon Institute), Individual, Community, and State: How to Think about Religious

    Freedom, Imprimis at 6 (Hillsdale Publication, Sept. 2012).

  • 5

    poco significado en los tiempos modernos. Lejos de ser reliquias del pasado, los principios

    religiosos y los creyentes religiosos son una fuerza vital presente y futura en todas partes.

    La atencin actual de los medios hacia la religin se enfoca en las atrocidades de algunos

    extremistas supuestamente actuando en nombre del Islam en unas pocas partes del

    mundo. Mientras tales autores intentan justificar sus actos con motivos religiosos, yo los

    veo como excesos en la periferia de cualquier cosa que se considere religin. Muchos

    lderes musulmanes tambin condenaron sus actos.5 Tales atrocidades y sus autores no

    merecen la proteccin de la libertad religiosa que yo defiendo. Es ms, los crticos

    acadmicos que condenan a la religin como fuente de grandes atrocidades a lo largo de la

    historia deben afrontar el hecho de que las matanzas en masa del ltimo siglo no se

    hicieron en nombre de la religin. Las matanzas del Holocausto, las purgas estalinistas, los

    campos de la muerte de los Jemeres Rojos y las limpiezas tnicas en frica Central fueron

    motivadas principalmente por diferencias tnicas, polticas o tribales, mas no por

    rivalidades religiosas.6

    En un discurso durante una celebracin del Fondo Becket para la Libertad Religiosa en

    Nueva York hace dos aos, habl sobre el valor de la religin y sus practicantes. Cito esos

    comentarios aqu con la esperanza de que tengan relevancia en su pas as como en el mo.

    El fuerte sector privado de obras de beneficencia de nuestro pas fue originado y an es

    patrocinado principalmente por organizaciones y sentimientos religiosos. Esto

    incluye educacin, hospitales, asistencia a los pobres y muchas otras obras de

    beneficencia de gran valor para nuestro pas.

    5 E.g., Joe Parkinson, Muslim Leaders Condemn Attack, Warn on Anti-Islamic Sentiment in Europe, The Wall Street

    Journal (Jan. 7, 2015), available at http://www.wsj.com/articles/muslim-leaders-condemn-attack-warn-on-anti-islamic-sentiment-in-europe-1420654885. 6 Notably, some Nazi anti-Semitic propaganda highlighted religious differences and denigrated Jewish religious

    practices and beliefs to advance Nazi objectives. See generally Susan Bachrach & Steven Luckert, State of Deception: The Power of Nazi Propaganda (U.S. Holocaust Memorial Museum, 2009).

  • 6

    Muchos de los avances morales ms significativos en la sociedad occidental han sido

    motivados por principios religiosos y persuadidos a la adopcin oficial por la

    predicacin desde los plpitos de las iglesias. Algunos ejemplos incluyen la abolicin

    del trfico de esclavos en Inglaterra y la Proclamacin de Emancipacin en este pas.

    Lo mismo puede decirse tambin del movimiento por los Derechos Civiles del ltimo

    medio siglo. Lo que motiv e hizo prosperar a estos grandes avances no fueron la

    tica secular ni las personas que creen en el relativismo moral. Fueron impulsados

    principalmente por personas que tenan una clara visin religiosa de lo que estaba

    moralmente bien.

    Nuestra sociedad no se mantiene unida principalmente por la ley y su imposicin, sino, lo

    que es ms importante, por aquellos que voluntariamente obedecen lo que no puede

    ser impuesto y lo hacen debido a sus normas internalizadas de comportamiento recto

    o correcto. La creencia religiosa en lo que est bien y lo que est mal es una

    influencia vital para producir ese cumplimiento voluntario en un gran nmero de

    nuestros ciudadanos. El primer Presidente de los Estados Unidos, George

    Washington, habl de esta realidad en su discurso de despedida:

    De todas las disposiciones y hbitos que conducen a la prosperidad poltica, la religin y

    la moralidad son pilares indispensables, dijo. Tanto la razn como la

    experiencia nos impiden esperar que la moralidad nacional pueda prevalecer si

    se excluye el principio religioso.7

    Ms de 200 aos despus, en 1998, el Congreso aprob una ley que formalmente declara:

    La ley de libertad religiosa apuntala el origen y la existencia mismos de los Estados

    Unidos.8 Dicha ley formalmente asocia a nuestra nacin con la verdad expresada por

    Jonathan Sacks, ex Gran Rabino de las Congregaciones Hebreas Unidas del [British]

    Commonwealth:

    7 Washingtons Farewell Address, at 14 (Thomas Arkle Clark, ed., 1908).

    8 International Religious Freedom Act of 1998, 22 U.S.C. 6401(a).

  • 7

    [La religin] sigue siendo el ms poderoso creador de comunidades que el mundo ha

    conocido .... La religin es el mejor antdoto contra el individualismo de la era

    del consumismo. La idea de que la sociedad puede prescindir de ella va en

    contra de la historia....9

    Incluso la periodista britnica agnstica formada en Oxford, Melanie Phillips, admiti que

    no es necesario ser creyente religioso para entender que los valores centrales de la

    civilizacin occidental se basan en la religin, y para estar preocupado de que la

    erosin de la observancia religiosa por lo tanto socave estos valores y las ideas

    seculares que reflejan.10

    Hasta all la cita de mi discurso anterior.

    Como afirmaron el rabino y la periodista agnstica, junto con muchos eruditos de

    sociologa, economa y gobierno, sostengo que las enseanzas y la prctica libre de la

    religin son esenciales para una sociedad libre y prspera. En una ocasin similar a sta,

    en un discurso en una facultad de derecho de Estados Unidos, hice la siguiente

    declaracin: Sostengo que los valores religiosos y las realidades polticas se encuentran

    tan interrelacionadas en el origen y la perpetuacin de esta nacin que no podemos

    perder la influencia de la religin en nuestra vida pblica sin poner en serio peligro

    nuestras libertades.11

    La libertad religiosa no es algo que concierne nicamente a las personas religiosas. Los no

    creyentes tambin tienen un fuerte inters en la libertad religiosa, la cual es necesaria para

    9 Jonathan Sacks, The Moral Animal, The New York Times (Dec. 23, 2012) available at

    http://www.nytimes.com/2012/12/24/opinion/the-moral-animal. 10

    Melanie Phillips, The World Turned Upside Down: The Global Battle over God, Truth, and Power at xiii (1st Am. ed., Encounter Books, 2010); see generally Robert D. Putnam & David E. Campbell, American Grace (2010). 11Dallin H. Oaks, Preserving Religious Freedom, a lecture at Chapman Universitys School of Law, Orange, California (Feb. 4, 2011) available at http://www.mormonnewsroom.org/article/elder-oaks-religious-freedom-Chapman-University.

  • 8

    la paz y la estabilidad en nuestro mundo pluralista. La proteccin de la conciencia es un

    ingrediente vital para la estabilidad porque ayuda a las personas de una amplia gama de

    creencias a sentirse seguras de que sus asuntos y valores ms profundos son respetados y

    protegidos.

    La medida y la forma en que estas conclusiones sean de valor en Argentina es algo que

    deben determinar los argentinos.

    Otro indicador del valor de la religin en una sociedad libre es el significativo y creciente

    inters en la promocin de la libertad religiosa por parte de varias instituciones

    internacionales. Canad ha establecido una Oficina de Libertad Religiosa. La Unin

    Europea ha publicado pautas sobre la libertad religiosa.12 El Reino Unido tiene un grupo

    parlamentario formado por todos los partidos sobre la libertad religiosa en ese pas.

    Tambin existe un grupo de trabajo sobre libertad de creencia o religin en el parlamento

    europeo. De manera similar, se me ha informado que la Cmara de Diputados de Brasil

    recientemente ha organizado una coalicin parlamentaria para la libertad religiosa. Es

    interesante que quien dirige esta organizacin es Moroni Torgan, un legislador respetado

    que es Mormn.

    He hablado del valor de la libertad religiosa y el inters creciente en ella. Aquellos que

    estn interesados en cuanto a si es apropiado darle proteccin especial a la libertad

    religiosa encontrarn beneficioso el famoso intercambio de opiniones de dos eruditos

    notables de Estados Unidos. El profesor Brian Leiter es sumamente negativo en cuanto a

    la religin en su libro Por Qu Tolerar la Religin?, publicado por la imprenta de la

    Universidad de Princeton (2010). Le respondien mi opinin, de forma contundenteel

    12 In connection with the European Union getting more concerned about religious freedom, see Pasquale Annicchino,

    Is the European Union Going Deep on Democracy and Religious Freedom? The Review of Faith & International Affairs, at 33-39 (2014), available at http://papers.ssrn.com/so13/papers.cfm?abstract id=2465591..

  • 9

    profesor Michael W. McConnell en un artculo del Yale Law Journal titulado Por qu

    Proteger la Libertad Religiosa?13

    IV.

    Mis afirmaciones sobre el valor de la religin y las enseanzas religiosas, y el merecimiento

    de su proteccin legal especial, puede parecerle ingenuo y anticuado a algunas personas

    en Estados Unidos, y sospecho que tambin en Argentina. La ma es una nacin que ha

    avanzado fuertemente hacia el secularismo, y me han dicho que la de ustedes tambin.

    Con el secularismo viene una desconexin de la creencia en Dios y la consecuente realidad

    de un concepto absoluto de lo que est bien y lo que est mal. La fe en Dios y la idea de

    una rendicin de cuentas final ante l se reemplaza por el relativismo moral, que conduce

    a la prdida del respeto por la religin e incluso al enojo contra la religin y la culpa que se

    ve fluir de ello. Luego hablare ms al respecto, pero ahora paso al asunto del declive de la

    religin y la libertad religiosa.

    Segn algunos clculos, indica un artculo de The Economist, existen por lo menos 500

    [millones] de no creyentes declarados en el mundosuficientes para que el atesmo se

    convierta en la cuarta religin ms grande.14 Otros que no se consideran ateos rechazan

    la idea de un poder supernatural, pero afirman la existencia de alguna fuerza impersonal y

    el valor de la compasin, el amor y la justicia.15 En Estados Unidos vemos esto en la

    disminucin de menciones a la fe religiosa y las referencias hacia Dios en el discurso

    pblico. Solo hay que comparar la retrica actual con la mayora de los discursos de

    nuestros lderes polticos en los siglos XVIII y XIX y la primera parte del siglo XX. De manera

    similar, examinen lo que el Presidente Abraham Lincoln dijo en ocasiones clave en cuanto a

    Dios y las prcticas religiosas como la oracin y comparen esas referencias reverentes con

    13 Michael W. McConnell, Why Protect Religious Freedom, 123 Yale Law J. (2013).

    14 John Micklethwait, In Gods Name: A Special Report on Religion and Public Life, The Economist, at 10 (Nov. 3,

    2007). 15

    See, e.g., Lisa Miller, Sam Harris Believes in God, Newsweek at 42 (Oct. 25, 2010).

  • 10

    las versiones editadas de sus palabras que se citan en los libros de historia actuales.16 Es

    fcil creer que hay una conspiracin informal para eliminar las referencias hacia Dios y la

    influencia de la religin en la fundacin y la preservacin de los Estados Unidos.

    Sea cual sea el estado de la creencia en Dios o las referencias hacia l, la religin

    organizada se encuentra claramente en declive. Los eruditos han observado que el rol de

    la religin en los Estados Unidos ha estado declinando por cerca de medio siglo.17 Al

    menos un estudio sugiere que esta tendencia se aplica a la Argentina.18 Por ejemplo, el

    porcentaje de los adultos jvenes en Estados Unidos afiliados a alguna denominacin

    religiosa ahora es del 33 por ciento.19 Cerca de la mitad de la proporcin decreciente que

    no tiene ninguna afiliacin religiosala mayora gente joventienen una genuina

    antipata hacia la religin organizada.20 Los cientficos sociales destacados Robert Putnam

    de Harvard y David Campbell de Notre Dame han concluido que las perspectivas en

    cuanto a la observancia religiosa para las prximas dcadas han decrecido

    sustancialmente.21

    La garanta del libre ejercicio de la religin parece debilitarse a medida que la corriente del

    respeto pblico por la religin disminuye. La religin se encuentra claramente bajo asedio

    por las fuerzas de lo que es polticamente correcto que buscan reemplazarla por otras

    prioridades. Un escritor del Christian Science Monitor predice que el prximo siglo ser

    muy secular y religiosamente antagnico, con la intolerancia hacia el cristianismo

    16 See, e.g., Matthew S. Holland, Bonds of Affection: Civil Charity and the Making of America, at 252-53 n. 22 (Geo.

    Univ. Press, 2007). 17

    Putnam & Campbell, supra note 10, at 562. 18

    Pew Research Center Religiosity Data (Sept. 17, 2008) (fewer people surveyed in Argentina say religion is very important in my life than in the United States), available at http://www.pewglobal.org/2008/09/17/chapter-2-religiosity/. 19

    Putnam & Campbell, supra note 10 at 558-61. 20

    Id., at 556. 21

    Robert D. Putnam & David E. Campbell, The Tide of Public Opinion in Favor of Religion is Receding, Deseret News, at E1 (Nov. 20, 2010) (quoting L.A. Times syndicated art.).

  • 11

    llegando a niveles que muchos de nosotros no cremos que fuera posible durante

    nuestras vidas.22

    Existen otros indicios inquietantes de que la importancia de la libertad religiosa est

    decreciendo, al menos en Estados Unidos. En 1990, la Corte Suprema de los Estados

    Unidos dict su fallo ms importante en muchos aos sobre el libre ejercicio de la religin.

    El caso Smith c/ la Divisin de Empleo redujo significativamente la proteccin tradicional de

    la religin.23 Felizmente, un par de fallos de la Corte Suprema de los ltimos aos

    indicaron que el libre ejercicio de la religin sigue siendo vital en los Estados Unidos.24 A

    pesar de dicha realidad, algunos eruditos estadounidenses sostienen que el mensaje

    religioso es solo un mensaje ms en un mundo lleno de mensajes, y no algo a lo que haya

    que darle una proteccin nica o especial. Un autor, en un libro titulado Liberarse de la

    Religin, toma la postura extrema de que el discurso religioso debera tener an menos

    proteccin que el discurso no religioso.25 Como mencion antes, otro autor public un

    libro titulado Por Qu Tolerar la Religin?26

    Cuando el que en aquel entonces era Presidente de la Conferencia de los Obispos Catlicos

    de los Estados Unidos, el Cardenal Francis George, habl en la Universidad Brigham Young

    hace unos aos, se refiri a amenazas a la libertad religiosa en Estados Unidos que son

    nuevas en nuestra historia y nuestra tradicin.27 Dio dos ejemplos, uno en cuanto a

    amenazas a las excepciones de participar en abortos por motivos religiosos y otro en

    22 Michael Spencer, The Coming Evangelical Collapse, Christian Science Monitor, Mar. 10, 2009, available at

    http://www.csmonitor.com/Commentary/Opinion/2009/0301/p09s01-coop.html. 23

    Employment Division v. Smith, 494 U.S. 872 (1990) (holding that the Free Exercise Clause of the First Amendment did not protect practitioners of the Native American Church from legal penalties for using peyote, a hallucinogen, in the face of a neutral law prohibiting the use of peyote). 24

    Hosanna-Tabor Evangelical Lutheran Church and School v. Equal Employment Opportunity Commission, 565 U.S. ___, 132 S. Ct. 694 (2012); Burwell v. Hobby Lobby Stores, Inc., 573 U.S. ___, 134 S. Ct. 2751 (2014). 25

    Freedom from Religion, published by the Oxford University Press (2009). 26

    See supra text accompanying note 13. 27

    Cardinal Francis George, Catholics and Latter-day Saints: Partners in the Defense of Religious Freedom, Brigham Young Univ., (Feb. 23, 2010).

  • 12

    cuanto al desarrollo de los derechos de los homosexuales y la peticin del matrimonio

    entre personas del mismos sexo. Tambin habl de posibles castigos por parte del

    gobierno a las Iglesias o lderes religiosos cuyas doctrinas los conduzcan a rechazar su

    participacin en programas patrocinados por el gobierno.

    El comentarista legal Hugh Hewitt describi otra de estas amenazas:

    Por tres dcadas las personas de fe han observado un esfuerzo sistemtico y muy efectivo

    en la justicia y los medios para alejarlos de la escena pblica y deslegitimar su

    participacin en la poltica mostrndolos casi como una amenaza.28

    Existen fuertes intereses seculares en Estados Unidos que desafan la forma en que las

    creencias y prcticas religiosas de las organizaciones de fe se oponen a sus objetivos

    seculares. Nos alarman las muchasy crecientescircunstancias en las que se busca

    hacer a un lado las acciones basadas en el libre ejercicio de la religin o subordinarlas a los

    derechos civiles reivindicados de grupos favorecidos por el oficialismo.

    Mientras buscamos preservar la libertad religiosa, debemos tambin ser sensibles a la

    relacin que tiene con la libertad de expresin. Esta relacin la vemos en los Estados

    Unidos, en donde las fuerzas que desean restringir la libertad religiosa tambin atacan los

    derechos de los lderes religiosos de expresarse libremente en el ejercicio de su ministerio

    religioso. Esto se evidencia en los esfuerzos actuales por reducir la definicin de expresin

    religiosa y de aumentar los llamados derechos civiles de dignidad, autonoma y

    autorrealizacin de las personas ofendidas por la predicacin religiosa. Esto es parte de

    un alarmante curso de eventos que apuntan hacia la restriccin de la libre expresin

    28 Hugh Hewitt, A Mormon in the White House?, at 242-43 (2007).

  • 13

    religiosa al forzarla a ceder ante los derechos de quienes se ofenden por dicha

    predicacin.

    Existen otros esfuerzos que buscan intimidar a las personas con puntos de vista religiosos

    para que no influencien ni creen las leyes de su estado o nacin. Los que defienden esto

    deberan responder esta pregunta: Cmo se habran defendido e impulsado hacia su

    aprobacin los grandes movimientos de justicia social en los Estados Unidos, como la

    abolicin de la esclavitud o la promocin de los derechos civiles, si a sus defensores

    religiosos se los hubiera echado de la escena pblica por la insistencia de que las religiones

    particulares o las opiniones morales no eran un fundamento racional para el discurso

    pblico?

    V.

    Qu es lo que ha generado el clima pblico y legal actual de crecientes amenazas a la

    libertad religiosa? En este, mi segundo punto principal, yo urjo que la debilitacin de las

    garantas del libre ejercicio de la religin no se atribuye a causas legales sino a cambios en

    la cultura. El decreciente valor que se le atribuyen a la libertad religiosa proviene del

    ascendiente relativismo moral y la creciente variedad de orientaciones intelectuales a las

    que me referir bajo ese amplio ttulo. Hoy en da un grupo cada vez ms grande e

    influyente niega o pone en duda la existencia de Dios e insiste en que todas las normas de

    comportamiento son hechas por el hombre, que deben aceptarse o rechazarse como cada

    uno elija porque no existe algo as como lo que est bien y lo que est mal. Vivimos en una

    sociedad cada vez ms sin Dios y ms amoral.

    La negacin de Dios y la minimizacin de Su rol en los asuntos humanos, que comenz en

    el Renacimiento, se ha generalizado hoy en da. Esta glorificacin del razonamiento

    humano ha tenido tanto efectos buenos como malos. El trabajo de la ciencia ha logrado

  • 14

    incontables mejoras en nuestras vidas, pero tambin ha contribuido al rechazo de la

    autoridad divina como el fundamento esencial de lo que est bien y lo que est mal por

    parte de quienes han sustituido a Dios por la ciencia. En contraste, muchas personas

    religiosas se preguntan por qu debe darse ms relevancia en las decisiones morales a los

    puntos de vista de cualquiera de los brillantes filsofos de tradicin liberal que a la

    voluntad de Dios.

    Por una cuestin de tiempo, no podemos intentar identificar los varios aspectos del

    relativismo moral o al punto en el que han penetrado la cultura o la conciencia de nuestras

    respectivas naciones y sus pueblos. Pero las siguientes son algunas observaciones

    generales de observadores respetados cuyas descripciones encuentro convincentes.

    En su libro Tiempos Modernos, el autor britnico Paul Johnson escribe:

    A comienzos de la dcada de 1920, comenz a circular la creencia, por primera vez a nivel

    popular, de que ya no haban absolutos: de tiempo y espacio, del bien y el mal, de

    conocimiento y por sobre todo de valores.29

    De manera similar, en su libro La Desmoralizacin de la Sociedad, la Dra. Gertrude

    Himmelfarb describe cmo las virtudes asociadas con el bien y el mal se han degradado

    transformndose en valores relativos.30

    Yo creo que quienes han utilizado el razonamiento humano para reemplazar la influencia

    divina en sus vidas se han disminuido a si mismos y han desvalorizado a la civilizacin en el

    proceso. Concuerdo con los observadores que voy a citar que condenan las consecuencias

    29 Paul Johnson, Modern Times: The World from the Twenties to the Nineties, at 4 (rev. ed., 1991). Declaring that

    secular ideology came to replace religious belief, Johnson charges moral relativism with being one of the underlying evils that made possible the catastrophic failures and tragedies of the century. Id. at 48, 784. 30

    Gertrude Himmelfarb, The De-moralization of Society: From Victorian Virtues to Modern Values, at 9-12 (1st Vintage Books ed., 1996).

  • 15

    del relativismo moral y afirman la existencia de Dios como el Legislador Supremo y la

    fuente de verdad absoluta que distingue el bien del mal.

    El Rabino Harold Kushner habla en cuanto a las normas absolutas del bien y el mal

    entretejidas en el alma humana que Dios ha dado.31 Escribe:

    En mi opinin, existen dos posibilidades. O se afirma la existencia de Dios quien defiende

    la moralidad y nos la exige, quien cre una ley de veracidad en Su mundo al mismo

    tiempo que cre una ley de gravedad.... o se le da a cada uno el derecho de decidir lo

    que est bien y lo que est mal por su propio discernimiento, contrarrestando la voz

    de su conciencia con la voz de la tentacin y la necesidad. . . .32

    El Rabino Kushner tambin observa que una filosofa que rechaza la idea del bien y el mal

    absolutos conduce inevitablemente al adormecimiento de la conciencia.

    Sin Dios, sera un mundo en el que nadie se indignara por el delito o la crueldad, y nadie

    se sentira inspirado a ponerles fin.... [N]o inspirara nuestras vidas mayor objetivo

    que el egosmo.... No habra lugar ni razn para la ternura, la generosidad y la

    amabilidad.33

    El Dr. Timothy Keller, un pastor protestante de Nueva York al que se le han publicado

    muchas obras, pregunta:

    31 Harold Kushner, Who Needs God, at 78 (Fireside ed., 2002).

    32 Id., at 65-66.

    33 Id., at 208-09.

  • 16

    Qu ocurre si se elimina de la Biblia cualquier cosa que ofende la sensibilidad o se

    atraviesa con la voluntad de uno? Si uno selecciona lo que quiere creer y rechaza el

    resto, cmo podra tener un Dios que lo contradiga? No lo tendr!....

    Aunque se nos ha enseado que todos los valores morales son relativos a los individuos y

    culturas, no podemos vivir as. En la prctica, inevitablemente tratamos ciertos

    principios como normas absolutas a travs de las cuales juzgamos el comportamiento

    de los que no comparten nuestros valores.... Las personas que se ren de la afirmacin

    de que existe un orden moral trascendente no opinan que el genocidio racial sea

    poco prctico o contraproducente, sino que est mal....34

    Mi compaero en el apostolado, el Elder Neal A. Maxwell, pregunt:

    [C]mo puede establecer prioridades una sociedad si no existen normas bsicas? Acaso

    debemos hacer nuestros clculos utilizando solamente la aritmtica del apetito?35

    Y continu con la siguiente observacin prctica:

    Si se disminuye la creencia en Dios y se aumenta la cantidad de quienes desean jugar a ser

    Dios siendo los supervisores de la sociedad. Tales supervisores niegan la existencia

    de normas divinas, pero son sumamente estrictos para imponer sus propias normas a

    la sociedad.36

    El Elder Maxwell tambin observ que el poder de los gobiernos inevitablemente aumenta

    cuando las personas no creen en verdades absolutas y en un Dios que los har

    responsables a ellos y a sus lderes gubernamentales.37

    El aumento del relativismo moral debilita la libertad religiosa porque estimula la

    proliferacin de derechos que reclaman superioridad sobre la garanta constitucional del

    libre ejercicio de la religin.

    34 Timothy Keller, The Reason for God: Belief in an Age of Skepticism, at 114, 145-47 (2008).

    35 Neal A. Maxwell, The Prohibitive Costs of a Value-free Society, Ensign, at 52 (Oct. 1978).

    36 Id., at 53.

    37 Id., at 52-53.

  • 17

    VI.

    Un estimado erudito y amigo de la libertad religiosa ha declarado el objetivo con el que

    deseo concluir. En el cierre de su notable artculo sobre diplomacia internacional y

    religin, el Profesor Thomas F. Farr defendi la libertad religiosa como medio para

    proteger la dignidad humana y reforzar la sociedad civil. Significa, concluy, la

    convivencia duradera y mutua entre religin y estado dentro de los lmites de la

    democracia liberal.38

    Para alcanzar este objetivo se necesita un esfuerzo que incluya una extensa cooperacin

    internacional, incluyendo la cooperacin de muchas organizaciones nacionales e

    internacionales como las mencionadas anteriormente. Los enormes desafos que enfrenta

    la libertad religiosa exceden lo que cualquier gobierno en particular pueda lograr. Como

    observa nuestro buen amigo Pasquale Annicchino, La clave para que este movimiento

    [para fortalecer la libertad religiosa] sea genuinamente eficaz y no meramente simblico

    es la colaboracin multilateral y multisectorial.39

    La participacin de las naciones y las organizaciones multinacionales en el apoyo a la

    libertad religiosa es necesaria y valiosa, pero no es suficiente. La preservacin de la

    libertad religiosa depende de la comprensin pblica de esta libertad vital y su apoyo a la

    misma. Depende del valor que el pblico en general le adjudica a las enseanzas de lo

    bueno y lo malo en iglesias, sinagogas y mezquitas. Se debe ayudar tanto a los creyentes

    como a los no creyentes que es la fe en Dioscomo sea que lo definamosque traduce

    las enseanzas religiosas en el comportamiento moral que beneficia a la nacin. A medida

    que ms y ms ciudadanos crean en Dios o al menos en la importancia de los valores

    morales absolutos que ensean los lderes religiosos, la importancia que tiene la libertad

    38 Thomas F. Farr, Diplomacy in an Age of Faith, Foreign Affairs at 124 (March/April 2008).

    39 Pasquale Annicchino, Is the European Union Going Deep on Democracy and Religious Freedom? The Review of

    Faith and International Affairs, at 33, 38 (2014).

  • 18

    religiosa recibir mayor comprensin y apoyo. Muchos se convencern de que los lderes

    religiosos, que predican sobre lo que est bien y lo que est mal, aportan una contribucin

    nica a la sociedad y por lo tanto merecen una proteccin legal especial.

    En los Estados Unidos estamos viendo esfuerzos importantes por fortalecer la libertad

    religiosa. Nos anima ver la creciente preocupacin y la enrgica defensa de muchos lderes

    religiosos influyentes. La Conferencia de los Obispos Catlicos de los Estados Unidos ha

    creado un Comit Ad Hoc para la Libertad Religiosa. Tambin contamos con las voces

    influyentes de los lderes evanglicos protestantes, como el Pastor Rick Warren, quien ha

    declarado que la libertad religiosa se convertir en el tema de derechos civiles de la

    prxima dcada.40 Todos estamos de acuerdo con el Cardenal Francis George, que dijo:

    En los prximos aos, las coaliciones religiosas formadas para defender los derechos de

    conciencia de los individuos y de las instituciones religiosas debern ser un baluarte

    contra la corriente de fuerzas que estn operando en nuestro gobierno y nuestra

    sociedad para reducir la religin a una realidad exclusivamente privada.41

    Los lderes y creyentes religiosos deben unirse para fortalecer nuestra libertad de ensear

    lo que tenemos en comn, as como para ensear y ejercer nuestras muy reales diferencias

    religiosas. Los lderes de las distintas creencias y filosofas deben andar codo a codo el

    mismo recorrido para asegurar la libertad de seguir caminos separados cuando sea

    necesario segn nuestras distintas creencias. La propuesta de que los lderes religiosos se

    unan de manera ms efectiva no requiere una examinacin de las diferencias doctrinales

    entre cristianos, judos y musulmanes, ni siquiera una identificacin de los muchos

    elementos que nuestras creencias tienen en comn.

    40 Rick Warren, Church founder: Religious liberty the next rights issue, Deseret News, at A6 (Dec. 3, 2012)

    41 Cardinal Francis George, Catholics and Latter-day Saints: Partners in the Defense of Religious Freedom, Brigham

    Young Univ. (Feb. 23, 2010) available at http://speeches.byu.edu/wp-content/uploads/speakers/pdf/George_Francis_02_2010.pdf.

  • 19

    Lo nico que se necesita para la unidad y una amplia coalicin que defienda y promueva la

    libertad religiosa es la creencia comn de que a los seres humanos se les dot de

    conciencia, la facultad crtica que gua nuestra comprensin de las normas de lo que est

    bien y lo que est mal en el comportamiento humano que creemos que fue establecido

    por un Ser Supremo. Todos los que acepten ese principio fundamental debe unirse de

    manera ms efectiva para preservar y fortalecer la libertad de defender y practicar

    nuestras creencias religiosas, cualesquiera sean stas.

    Al trabajar juntos para proteger la libertad religiosa, debemos ser ejemplos de civilidad.

    Debemos amar a todas las personas, ser buenos oyentes, y mostrar inters por las

    creencias sinceras de los dems. Debemos ser sabios al explicar y defender nuestras

    posturas y al ejercer nuestra influencia. Debemos buscar la comprensin y el apoyo de los

    no creyentes. Y tambin debemos conseguir las acciones oficiales de los gobiernos y los

    organismos multinacionales apropiados. Todo esto es necesario para preservar el bien que

    las organizaciones y los creyentes religiosos pueden lograr por toda la humanidad.

    Fin