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DISCURSO EN EL LANZAMIENTO DE LA CAMPAÑA “IGNACIANOS POR HAITÍ” 2012

Guayaquil, 1 de octubre de 2012

Buenos días con todos.

P. Fabricio Alaña SJ, Rector de la Unidad Educativa JavierMSc. Patricio Hinojosa Muñoz, Director de Bienestar EstudiantilMSc. María Auxiliadora Caballero de González, Directora AcadémicaDiác. Jorge Raúl Lasso SJ, Director del Departamento de PastoralCompañeras y Compañeros javerianosSeñoras y Señores

Han transcurrido un poco más de dos años y medio desde que aquel nefasto terremoto azotó la nación de nuestros queridos hermanos haitianos. No solo se perdieron miles de vidas y se registraron centenares de heridos, las esperanzas de todo un pueblo se derrumbaron y quedaron entre los escombros que aún son parte del día a día de quienes sufrieron esta catástrofe natural. El terremoto en Haití, es el peor desastre que organizaciones a nivel mundial hayan confrontado en términos de logística, debido al completo colapso del gobierno local y la infraestructura.

Frente a esta realidad, la Federación Latinoamericana y del Caribe de Colegios Jesuitas e Ignacianos en conjunto con una red de instituciones jesuitas crean la campaña solidaria “Ignacianos por Haití”, que invita a todos los ignacianos e ignacianas del mundo a trabajar juntos para mejorar la educación en Haití.

Esta campaña no solo implica una titánica recaudación de fondos económicos, conlleva mucho más. Esta campaña no solo nos da la oportunidad de conocer e involucrarnos con una realidad ajena a la nuestra, sino que nos da nuevamente la oportunidad de demostrar que el javeriano es solidario, pero ¿qué implicar el serlo? La Doctrina Social de la Iglesia entiende por solidaridad a: “La homogeneidad e igualdad de todos los hombres y de todos los pueblos, en todos los tiempos y espacios; hombres y pueblos, que constituyen una unidad total o familiar, que no admite en su nivel genérico diferencias sobrevenidas antinaturales, y que obliga moral y gravemente a todos y cada uno a la práctica de una cohesión social, firme y creadora de convivencia”. Enfocándonos en la espiritualidad ignaciana, el P. Pedro Arrupe S.J., en una de sus cartas, expresaba acertadamente que: "Debemos ser agentes de transformación en nuestra sociedad, trabajando activamente por cambiar las estructuras injustas". Solidaridad no es entregar lo que nos sobra de nuestros bienes materiales; es entregarnos por los demás, siendo capaces de reflejar amor en nuestras obras. Este sentimiento nace de lo más profundo y remoto de la naturaleza humana, está inmerso en nuestro ser. ¿Qué hemos hecho por los demás?, ¿Cómo participamos, como miembros de una sociedad, a construir mejores estructuras?

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Después de haber reflexionado acerca de este importante valor puedo decir que: ”La solidaridad es la expresión del amor hacia el prójimo, es tomar partido en sus vidas, demostrar que son importantes y sentirnos identificados en ellas”. Juan Pablo II, entre alocuciones, fue claro y certero cuando afirmaba que: “La entrega total y la felicidad permanente al amor, constituye la base de vuestro testimonio ante el mundo”, este sentimiento nos lleva al servicio por los demás.

Servir, no significa hacer lo que los otros no pueden, significa entregarse por una causa, enamorarse del ser humano y dar todo lo que esté a nuestro alcance. ¿Quién no ha sentido íntima satisfacción después de realizar una buena acción por el prójimo? De eso mismo trata la solidaridad, de plasmar en el hombre la satisfacción de sentirse realizado y la felicidad de transmitir alegría y calor humano. El decir “somos solidarios” implica poner nuestras capacidades al servicio y beneficio de los demás.

Quiero exhortar a todo Javeriano a ser un cristiano auténtico, firme y compasivo, comprometido a construir una mejor sociedad. “Quien no vive para servir, no sirve para vivir”. Hoy es cuando debemos trabajar proactivamente y demostrar que vale la pena apostar por un cambio, por un nuevo amanecer. Como Javerianos tenemos un deber con Dios y con nuestra sociedad. Seamos esa mano amiga para nuestros hermanos y juntos caminemos por una mejor educación en Haití.

Siendo hoy el lanzamiento de este segundo año de campaña, el Gobierno Estudiantil de la Unidad Educativa Javier, consciente de su rol inherente, se suma también a esta causa. Como ustedes record-arán, en agosto del presente año una de las actividades que realizó el Gobierno fue el Torneo de Fútbol Sala, cuyos fondos serían destinados como aporte a la campaña “Ignacianos por Haití”. Este evento tuvo éxito gracias a la gran acogida que ustedes nos brindaron. La recaudación alcanzada fue de mil dólares. A continuación haremos la entrega simbólica de los fondos recaudados.

Muchas gracias.

Sr. Daniel Acosta BowenPresidente del Gobierno Estudiantil