Diseño en Sentido Restringido
-
Upload
gersiovich -
Category
Documents
-
view
29 -
download
0
description
Transcript of Diseño en Sentido Restringido
CURSO TALLER LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES - DPTO CIENCIAS SOCIALES, JURIDICAS Y
ECONÓMICAS - UNLAR
Sergio Alejandro Vergne Quiroga
1
EL DISEÑO EN SENTIDO RESTRINGIDO: las técnicas de la investigación
social y las operaciones de registro.
Diseños cualitativos y cuantitativos
Las técnicas de investigación son formas de intervención en la realidad a los fines
de producir información. En este sentido bajo el nombre de técnicas hacemos
referencia a la construcción de los dispositivos de obtención y análisis de la
información (procedimientos e instrumentos) a partir de los cuales el investigador
intervendrá en la realidad.
Reproducimos a continuación un cuadro realizado por Besse que da cuenta de los
rasgos constitutivos de los “tipos ideales” –en el sentido weberiano– de los diseños
cuantitativos y cualitativos. Al ser tipos “puros”, diremos que una técnica es
cuantitativa o cualitativa en la medida en que presente una concentración
mayoritaria de rasgos propios de uno de los tipos de diseño, sin la pretensión de
que se ajuste completamente a él.
Cuadro de rasgos según diseños de investigación en sentido
restringido
Diseños
Rasgos
Cuantitativo Cualitativo
Lógica de construcción Ex ante Ex post
Estructura del instrumento Rígida Flexible
Ingreso de la información Cerrado Abierto
Relación universo/muestra Determinada Indeterminada
Escolar y Besse sostienen que las técnicas “aspiran a poder ser usadas desde
distintas perspectivas teóricas. (…) se colocarían al final del proceso de abstracción
y supuestamente como tales no les cabe la consideración de verdaderas o falsas
sino de útiles o inútiles a los fines de la investigación” (Escolar y Besse, 2011: p.
CURSO TALLER LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES - DPTO CIENCIAS SOCIALES, JURIDICAS Y
ECONÓMICAS - UNLAR
Sergio Alejandro Vergne Quiroga
2
119). De esta forma, dichos autores resaltan el carácter “subordinado” de las
técnicas en relación a la teoría y a los procesos de formulación de los problemas de
investigación. Consideradas de este modo, las técnicas de investigación, ya sean de
recopilación de información o de procesamiento y análisis de discurso,
“constituyen instrumentos diseñados por el investigador para interrogar la
realidad en función de las categorías de análisis por él mismo diseñadas. En
este sentido, la construcción de una técnica siempre involucra una perspectiva
teórica. Por eso, sustentar la existencia de técnicas neutrales supondría una
operación –diríamos, imposible de desvinculación de su componente teórico;
componente presente, sin duda, tanto en el momento de su construcción
como en el de su puesta en práctica en la medida en que las técnicas
contienen ya una teoría del objeto. Las ilusiones acerca de la neutralidad de
ciertas técnicas –en especial, de las cuantitativas– se derrumban, entonces,
ante el reconocimiento del carácter perspectivo de la construcción de
conocimiento. Tampoco podemos sostener la existencia del dato en estado
puro e independiente de las técnicas que lo producen. Los datos construidos
al interior de un proceso de investigación se desprenden de la interrelación
entre teoría, método y técnicas. Por ello, no da lo mismo utilizar cualquier
técnica sino que ésta debe ser potable de constituirse en un instrumento por
medio del cual el investigador pueda articular las categorías que considera
relevantes para analizar el problema de investigación al que se encuentra
abocado. En este sentido, las técnicas deben evaluarse en función de su
utilidad o inutilidad con relación al problema de investigación” (Messina y
Varela, 2011: pp. 126-127).
Esta perspectiva discute, entonces, con aquellos enfoques que sostienen que el
dato preexiste en la realidad y que el investigador lo recoge de ella; es decir, con la
suposición de que el dato se ofrece a la recolección a partir de una técnica
cualquiera. Dicen Escolar y Besse en relación al problema de construcción de los
datos:
“el dato no puede reducirse unilateralmente a la construcción de la técnica,
ya que sería sostener una reducción de la realidad a los presupuestos teóricos
que subyacen al diseño de la misma. Pero tampoco podemos postular la
„independencia‟ de los datos respecto de los instrumentos diseñados para su
obtención” (Escolar y Besse, 2011: p. 123).
CURSO TALLER LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES - DPTO CIENCIAS SOCIALES,
JURIDICAS Y ECONÓMICAS - UNLAR
Sergio Alejandro Vergne Quiroga
3
Desde esta perspectiva, entonces, el dato resulta de la articulación entre
teoría, método y técnicas en el proceso de construcción del objeto y en el
marco de un proceso particular de investigación. Las técnicas, al igual que la
teoría y el método, se construyen al interior de cada proceso singular de
investigación, en función del problema de investigación y de los objetivos que
se ha propuesto alcanzar el investigador.
Las técnicas cuantitativas
1- La encuesta
Una de las técnicas cuantitativas más conocida e implementada es la encuesta.
Según García Ferrando:
“una encuesta es una investigación realizada sobre una muestra de sujetos
de un colectivo más amplio, que se lleva a cabo en el contexto de la
vida cotidiana, utilizando procedimientos estandarizados de interrogación,
con el fin de obtener mediciones cuantitativas de una gran variedad
de características objetivas y subjetivas de la población” (García Ferrando,
1996: p. 147).
Una de las características fundamentales de esta técnica –que es compartida por
el resto de las técnicas cuantitativas–, es su carácter cerrado a la
información: el instrumento mismo de recolección de información no
permite que ingrese información nueva o no contemplada de antemano por el
investigador. Esto se ve expresado en la forma misma que adquieren las
respuestas en los cuestionarios de las encuestas: se trata de preguntas con
opciones de respuestas precodificadas, por ello se dice que son preguntas
cerradas. El encuestado debe elegir de una serie preasignada de categorías, la
respuesta que más se aproxime a su opinión.
Existen dos tipos de preguntas cerradas: las de respuesta dicotómica y las de
respuesta de elección múltiple.
“Las preguntas de respuesta dicotómica se usan preferentemente
para clasificar a la población en torno a comportamientos, actitudes u
opiniones bien definidos y que admiten sólo alternativas a favor o en
contra, positivas o negativas. Por ejemplo: „¿piensa usted votar en las
próximas elecciones?‟ admite en principio sólo la respuesta afirmativa o
la negativa, aunque se podría incluir una tercera respuesta para los que
aun no se han decidido (…) En temas más complejos el número de
CURSO TALLER LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES - DPTO CIENCIAS SOCIALES,
JURIDICAS Y ECONÓMICAS - UNLAR
Sergio Alejandro Vergne Quiroga
4
alternativas de respuesta suele ser superior a dos, en cuyo caso tenemos
las preguntas de respuesta múltiple. En tales preguntas el entrevistado
ha de seleccionar una de las respuestas apuntadas, aunque en algunos
casos pueda elegir simultáneamente dos o más respuestas. Por ejemplo,
en la pregunta „¿Se interesa mucho, regular, poco o nada por la
política en general?, el entrevistado ha de elegir necesariamente una
sola respuesta. En cambio, en la pregunta „De los problemas que a
continuación le voy a enumerar: crisis energética, desigualdades
sociales, moralidad en las costumbres, paro [desempleo], seguridad
social, precios, relaciones de España con otros países, orden público
y seguridad ciudadana, terrorismo, autonomías, ¿cuál o cuáles de ellos
le parecen los más graves? (Nota se pueden dar hasta tres
respuestas)‟, el entrevistado puede elegir uno, dos o tres problemas
alternativos que se han presentado” (García Ferrando, 1996: p. 165).
Las encuestas permiten abordar una gran variedad de temas: grupos
y organizaciones, estructura social, población y familia, medio ambiente,
trabajo y economía, política y problemas y servicios sociales, entre otros. A
través de ellas se puede relevar información tanto referida a hechos fácticos
(del presente y del pasado) como a aspectos subjetivos de la población
encuestada, tales como opiniones, emociones, creencias, valores, expectativas,
etc. Según García Ferrando, además de estas características, dos son los
rasgos más sobresalientes de la encuesta: su capacidad para estructurar los
datos y su elevada eficiencia para obtener información. En este sentido,
“las encuestas bien estructuradas poseen una gran capacidad
para estandarizar los datos, lo que facilita su posterior análisis
estadístico (…) Esta capacidad de estandarizar la información de las
encuestas tiene un correlato económico muy interesante y es que permiten
obtener grandes cantidades de datos a un precio relativamente bajo en un
corto período de tiempo” (García Ferrando, 1996: p. 153).
Sin embargo, como señala dicho autor, estas dos grandes ventajas de la utilización
de la encuesta (obtener gran cantidad de información en un breve lapso de tiempo
y a un bajo costo) pueden convertirse los principales motivos para su mal uso:
“Al basarse en la teoría de las muestras, los datos de la encuesta
pueden acabar considerando a la sociedad como si de un simple
agregado de individuos se tratase, lo que dificulta, cuando no impide, el
CURSO TALLER LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES - DPTO CIENCIAS SOCIALES,
JURIDICAS Y ECONÓMICAS - UNLAR
Sergio Alejandro Vergne Quiroga
5
estudio de los fenómenos ricos, variados y siempre complejos de la
interacción social”
(García Ferrando, 1996:p. 153).
Las técnicas cualitativas
1- Observación
En un esfuerzo por conceptualizar qué entendemos por observación en el
contexto de la investigación social, Escolar y Besse sostienen que la observación
está en la base de las técnicas cualitativas y que, en este sentido, no se reduce
a una técnica en particular sino que debe ser entendida como “un recurso
cognitivo que se encuentra íntimamente vinculado a la posibilidad de
desplegar eficazmente las técnicas cualitativas” (Escolar y Besse, 1996: p. 14).
Dichos autores puntúan una serie de consideraciones para reflexionar en torno a
la observación como problema técnico-metodológico. En primer lugar,
distinguir el concepto de observación del de visión en tanto función fisiológica.
Esta distinción supone conceptualizar la observación
“como una función cognitiva compleja y, de esta manera, evitar
entenderla como mera puesta en marcha de „los sentidos‟, es decir,
como pasiva aprehensión de un mundo externo dado” (Escolar y Besse,
1996: p. 12).
En segundo lugar, sostienen que la observación en tanto recurso cognitivo no se
limita a una fase o momento del proceso de investigación sino que lo atraviesa:
“la observación puede ser metaforizada como una llave que
abre/cierra siempre provisoriamente el espacio de lo real: la exploración
nos marca la primera aproximación a los referentes empíricos, la
descripción posibilita la postulación de los presupuestos ontológicos y
su contrastación con los indicadores de la materialidad de los mismos y
la explicación el límite de la última aproximación, es decir, el grado más
profundo de compresión al que hemos podido arribar” (Escolar y Besse,
1996, p. 12).
En tercer lugar, los autores señalan que la observación involucra un
investigador entrenado en su capacidad de captación (mediante la escucha y la
CURSO TALLER LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES - DPTO CIENCIAS SOCIALES,
JURIDICAS Y ECONÓMICAS - UNLAR
Sergio Alejandro Vergne Quiroga
6
mirada) de la alteridad de lo estudiado en relación a sus propias pautas
socioculturales, es decir, preparado para encontrarse con situaciones y
personas que actúan con una racionalidad diferente a la suya. En este sentido,
“la mayoría de las dificultades en la observación proviene de que
el observador se resiste a considerar como racionales los comportamientos
que no coinciden con su propia cosmovisión, con su racionalidad (…)
Diríamos que observar es ver las razones que estructuran y explican
otros comportamientos” (Escolar y Besse, 1996: p. 13).
Finalmente, la observación en la investigación involucra el mantenimiento de una
distancia “que corresponde al extrañamiento epistemológico necesario para abordar
la realidad en cuestión” (Escolar y Besse, 1996: p. 13).
En tanto técnica particular de producción de información, la observación implica
el contacto directo del investigador con el fenómeno estudiado, es
decir, la observación de los sujetos sociales vinculados al fenómeno indagado en
sus propios contextos sociales. La utilización de esta técnica durante el trabajo
de campo abre un abanico de posibilidades para el investigador que va desde la
observación con participación plena (involucramiento completo en todas las
dimensiones de la vida y las actividades de los sujetos que forman parte del
fenómeno estudiado) hasta la observación sin participación (distanciamiento del
investigador de la participación y priorización de la observación).
Como señalan Escolar y Besse, la observación participante es probablemente
la técnica que mejor permite “comprender un medio vital para encontrar la
racionalidad de los que en él se mueven”. Sin embargo, ellos mismos señalan,
“ninguna participación debe hacer abandonar al observador su carácter de
tal. De manera que lo observado supere el nivel de una descripción-
inventario y apunte a la construcción de relaciones que serán trabajadas en
el conjunto del proceso de investigación” (Escolar y Besse, 1996: p. 13).
La observación participante ha sido una de las estrategias fundamentales
(y fundantes) de la antropología como disciplina social. El “estar ahí” constituye
una suerte de sello del trabajo de campo antropológico. Para Guber, la
observación participante
“consiste en dos actividades principales: observar sistemática
y controladamente todo aquello que acontece en torno del investigador,
CURSO TALLER LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES - DPTO CIENCIAS SOCIALES,
JURIDICAS Y ECONÓMICAS - UNLAR
Sergio Alejandro Vergne Quiroga
7
se tome parte o no de las actividades en cualquier grado que sea, y
participar, tomando parte en actividades que realizan los miembros de la
población en estudio o una parte de ella. Por un lado, hablamos de
„participar‟ en el sentido de desempeñarse como lo hacen los habitantes
locales, de aprender a realizar ciertas actividades y a comportarse como
uno más, aunque esto suene un poco ideal. La participación pone el
énfasis en el papel de la experiencia vivida
y elaborada por el investigador acerca de las situaciones en las que le
ha tocado intervenir; desde este ángulo parece que estuviera adentro
de la sociedad estudiada. En el polo contrario, la observación parece
ubicarlo fuera de la sociedad, pues su principal objetivo es obtener una
descripción externa
y un registro detallado de cuanto ve y escucha. Es como si estuviera
tomando nota a medida que se desarrolla una película, sin desempeñar
ningún papel en su argumento. Desde el ángulo de la observación, el
investigador está alerta permanentemente pues, aunque participe, lo hace
con el fin de observar y registrar los distintos momentos de la vida social”
(Guber, 2004, p. 172).
Según Taylor y Bogdan, la observación participante en el trabajo de
campo involucra tres tipos de actividades: lograr la comodidad y la
aceptación de los informantes, diseñar estrategias y tácticas de obtención de
información y registrar
la información en forma de notas de campo escritas. Retomaremos esta cuestión
del registro en nuestro último apartado.
2- Entrevista
Una de las técnicas más frecuentes en la investigación social es la entrevista.
Si bien existen distintos tipos de entrevistas, según un criterio general,
podemos distinguir las entrevistas estructuradas de las no estructuradas. En las
entrevistas abiertas o no estructuradas, el entrevistado se explaya sin
direccionamientos por parte del entrevistador, mientras que en las
estructuradas, éste plantea preguntas previamente formuladas y
preestablecidas en un cuestionario. La entrevista cualitativa se caracteriza
por la flexibilidad y la apertura a la información; es decir, se trata de una técnica
que habilita tanto la alteración del orden y de la cantidad de preguntas como la
incorporación “sobre la marcha” de nuevos interrogantes que no habían sido
CURSO TALLER LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES - DPTO CIENCIAS SOCIALES,
JURIDICAS Y ECONÓMICAS - UNLAR
Sergio Alejandro Vergne Quiroga
8
anticipados por el investigador. En este sentido, y a diferencia de la encuesta,
el investigador tiene un margen para la improvisación.
Taylor y Bogdan definen la entrevista de la siguiente manera:
“Cuando oyen la palabra entrevista, la mayor parte de las personas
piensan en un instrumento de investigación estructurado como las
encuestas de actitud o de opinión y los cuestionario. Estas entrevistas
son típicamente
„administradas‟ a un grupo grande de „sujetos‟ (Benney y Hughes,
1956). Puede que se le pida a los encuestados que ubiquen sus
sentimientos a lo largo de una escala, que seleccionen las respuestas
más apropiadas a un conjunto preseleccionado de preguntas, o incluso
que respondan a preguntas abiertas con sus propias palabras. Aunque
estos enfoques investigativos difieren en muchos aspectos, todos
adoptan una forma estandarizada: el investigador tiene preguntas y el
sujeto tiene respuestas (…) En completo contraste con la entrevista
estructurada, las entrevistas cualitativas son flexibles y dinámicas. Las
entrevistas cualitativas han sido descriptas como no directivas, no
estructuradas, no estandarizadas y abiertas. Utilizamos la expresión
„entrevista en profundidad‟ para referirnos a este método de
investigación cualitativo. Por entrevistas en profundidad
entenderemos reiterados encuentros cara a cara entre el investigador y
los informantes, encuentros éstos dirigidos hacia la comprensión de las
perspectivas que tienen los informantes respecto de sus vidas,
experiencias o situaciones, tal como las expresan con sus propias
palabras. Las entrevistas en profundidad siguen el modelo de una
conversación entre iguales, y no de un intercambio formal de preguntas y
respuestas. Lejos de asemejarse a un robot recolector de datos, el propio
investigador es el instrumento de la investigación; y no lo es un protocolo
o formulario de entrevista. El rol implica no sólo obtener respuestas,
sino también aprender qué preguntas hacer y cómo hacerlas”
(Taylor y Bogdan, 1984: p. 101)
Las entrevistas pueden realizarse en distintos momentos del proceso
de investigación y pueden tener, por ello, distintos fines. Por ejemplo, en el
comienzo del trabajo de campo, las entrevistas suelen tener una función
exploratoria y se caracterizan por ser muy poco estructuradas: el
investigador deja hablar al informante sin casi ninguna guía. En un
CURSO TALLER LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES - DPTO CIENCIAS SOCIALES,
JURIDICAS Y ECONÓMICAS - UNLAR
Sergio Alejandro Vergne Quiroga
9
momento más avanzado de la investigación, el investigador puede optar por
diseñar entrevistas con cuestionarios más estructurados, organizados y
direccionados hacia el problema de investigación a indagar. Estas entrevistas,
en general, resultan de la operacionalización de los conceptos a partir de los
cuales el investigador se propuso abordar el problema.
En relación a esta cuestión Guber señala que en la primera etapa del trabajo de
campo
“la entrevista antropológica sirve para descubrir las preguntas, esto es,
para construir los marcos de referencia de los actores a partir de la
verbalización asociada libremente. Desde estos marcos se extraerán,
en un segundo momento y tras una categorización diferida, las
preguntas y temas significativos para la focalización y profundización.
Esto quiere decir que si el investigador necesita partir de una
temática determinada (controlada categorialmente), quizás convenga
tomarla como provisoria abriéndola progresivamente a otros temas
de interés propuestos por el informante. Cuando, a pesar de haber
temas predeterminados en la conversación de campo, aparecen otras
cuestiones introducidas por el informante, el investigador evitará
interpretarlas como elusiones, desvíos, y, sobre todo, pérdidas de
tiempo. Si bien las inquietudes y preocupaciones del informante, sean o
no circunstanciales, pueden llegar al investigador como deseos de
apartarse del tema central (y aunque esto puede efectivamente ser así),
es más probable que el investigador no alcance a comprender qué
significa esa supuesta digresión; como extranjero que es desconoce
qué le está comunicando el informante, en vez de un desvío bien puede
estar asistiendo a la expresión del mismo problema que le interesa
indagar pero en otros términos, los del actor” (Guber, 2004: p. 220)
La posibilidad de emergencia de nuevas preguntas en la situación de
entrevista supone un entrevistador atento al discurso del entrevistado, es decir,
que pueda no sólo “escuchar” –y no sólo “oír”– los dichos del entrevistado sino
que sea capaz también de escucharse a sí mismo. Esta reflexividad permite el
desplazamiento del investigador desde una posición (teórica-política) de saber
hacia otra de “no saber”, y lo dispondría al planteo de nuevas preguntas y
problemas (Besse, 2000). Podemos suponer que si el entrevistador es capaz de
ejercer estas dos escuchas, el entrevistado también lo es. Por eso, lo deseable
–aunque no siempre suceda de esta forma– sería que la situación de
CURSO TALLER LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES - DPTO CIENCIAS SOCIALES,
JURIDICAS Y ECONÓMICAS - UNLAR
Sergio Alejandro Vergne Quiroga
10
entrevista habilitase la producción de estas cuatro escuchas; es decir, que la
relación establecida entre entrevistador y entrevistado se traduzca en un
proceso reflexivo que habilite, en ambas direcciones, la emergencia de lo no
conjeturado. Desde esta perspectiva de análisis, la entrevista
“se manifiesta en primer lugar como dispositivo en tanto constituye
una máquina „para hacer ver y para hacer hablar‟ que configura
objetos y posiciones de sujeto inexistentes por fuera de ella. Para
Deleuze en todo dispositivo es necesario discernir la historia (lo que ya no
somos) y lo actual (lo que estamos siendo). Pensar la entrevista como
dispositivo implica, entonces, contemplar en ella la posibilidad de
emergencia de nuevos sentidos antes no conjeturados. Se trata de que la
entrevista genere “algo más” que una interacción entre dos individuos. Esta
postura rompe con la concepción de la entrevista como mero
enfrentamiento de dos cuerpos, en el cual los sujetos preexisten y están
por fuera de él. El encuentro que propicia la situación de entrevista pone
así de manifiesto la importancia de la co-constitución del sujeto de
investigación en la misma interacción, pues lo que importa es aquello
novedoso que adviene en la tensión del intercambio” (Messina y
Varela, 2011: p. 135).
3- Historia de vida
La historia de vida consiste en dar cuenta de las experiencias vividas por personas
u organizaciones ya sea a lo largo de su vida o focalizando en una
etapa determinada. Puede ser utilizada para reconstruir no sólo el sentido de la
acción en los términos de los propios actores sino también datos fácticos difíciles
de obtener de otro modo. Según Taylor y Bogdan,
“en la historia de vida, el investigador trata de aprehender las
experiencias destacadas de la vida de una persona y las definiciones
que esa persona aplica a tales experiencias. La historia de vida presenta
la visión de su vida que tiene la persona, en sus propias palabras, en
gran medida como una autobiografía común (…) Lo que diferencia la
historia de vida de las autobiografías populares es el hecho de
que el investigador solicita activamente el relato de las experiencias y
los modos de ver de la persona, y construye la historia de vida como
producto final” (Taylor y Bogdan, 1984: p.
102)
CURSO TALLER LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES - DPTO CIENCIAS SOCIALES,
JURIDICAS Y ECONÓMICAS - UNLAR
Sergio Alejandro Vergne Quiroga
11
Según Saltalamacchia et al., la historia de vida, en un sentido amplio,
constituye una técnica que permite, “consultando diferentes tipos de documentos
personales, reconstruir el acontecer completo o parcial de la vida de un
ser humano”: autobiografías, cartas, diarios, etc. Sin embargo, en un sentido
más restringido, refiere al “informe o testimonio oral que en forma espontánea
ofrece sobre su vida un determinado sujeto” (Saltalamacchia et al., 1984: p.
326). Entendida en este último sentido, se trata de una técnica que requiere
una serie de encuentros entre el investigador y el entrevistado a partir de los
cuales se va tejiendo el informe escrito que constituirá el producto final de la
investigación. Para Salatalamacchia et al., el ciclo debe incluir al menos tres
entrevistas, alternadas con el análisis de las mismas por parte del investigador.
En la primera, el investigador expondrá los objetivos de la investigación y
limitará al máximo sus intervenciones, dando paso a los recuerdos espontáneos
del entrevistado. Antes de tener un nuevo encuentro con el entrevistado, el
investigador analiza el material obtenido en la primer entrevista, busca posibles
incongruencias en la información brindada, aspectos pocos desarrollados,
etc. y prepara la guía para el segundo encuentro. En la segunda entrevista,
el investigador tendrá un papel más activo y se propondrá seguir los
siguientes pasos:
“1) exploración y elaboración conjunta de los problemas que se hubiesen
destacado de las críticas interna y externa del texto de la primera entrevista.
2) Se vuelve sobre las explicaciones concernientes al sentido de la
acción presentes e insinuadas en la primera entrevista. Se trata de
profundizar en la comprensión de éstos (…) 3) Se discuten con el
entrevistado diferentes interpretaciones alternativas sobre los hechos
narrados en él”.
Para preparar la tercera entrevista, el investigador “redactará un informe
preliminar en el que explicará su propia reconstrucción de los hechos” y lo
someterá a la crítica del entrevistado. La tercera entrevista tendrá por objetivos:
“1) devolver a los entrevistados el fruto de la investigación; 2)
estimular nuevas elaboraciones por parte de los entrevistados
[respecto del tema indagado] (…); 3) dar a los entrevistados los
elementos para que juzguen sobre la pertinencia o no de autorizar al
investigador la inclusión de sus nombres en el informe final de la
investigación” (Saltalamacchia et al., 1984: pp. 334-337).
CURSO TALLER LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES - DPTO CIENCIAS SOCIALES,
JURIDICAS Y ECONÓMICAS - UNLAR
Sergio Alejandro Vergne Quiroga
12
4 - Talleres
El taller se puede definir como un espacio de producción cooperativa en el que
la sistematización de conocimientos se construye a través de la
participación, la vivencia y la reflexión. El taller es entendido como un grupo
de personas que se reúnen con el propósito de reflexionar sobre la realidad y
operar sobre sus prácticas específicas. Constituye una experiencia social en la
medida que los participantes interactúan en torno de una tarea específica, que
los convoca y los involucra. Esta técnica ha demostrado ser útil para detectar
problemas y jerarquizar necesidades en forma participativa.
5- Grupos focales
Es una modalidad de entrevista cualitativa que consiste en entrevistar a
varias personas a la vez. El moderador de un grupo focal propicia una
discusión que estimula a los participantes a compartir sus percepciones e
ideas sobre un determinado asunto.
Sobre la población diana se hacen subgrupos que deben representar distintas
opiniones. Por tanto los subgrupos deberían tener distinta edad, genero, nivel de
instrucción, trabajo,... etc.
¿Número de participantes? : de 6 a 12.
¿Cuántos grupos? : Hasta que los distintos grupos no aporten nada nuevo.
¿Reclutamiento? : Utilizando la red informal (amigos, vecinos,...) o la red formal
(censo).
¿Incentivos? : Hacerles ver que la información que aportan es valiosa. Café, Coca-
cola, etc.
¿Duración? : 60-90 minutos máximos.
¿Preguntas? : Comenzar con preguntas abiertas. Las preguntas más importantes
cuando se observe un claro nivel de interés.
Inicio del Grupo Focal.
Los participantes se sientan en círculo, el monitor se presenta, indica que no es un
experto en el tema a tratar. Pide permiso para grabar o en vídeo para poder
analizar con detenimiento las distintas opiniones verbales y paraverbales.
Explica posteriormente el objetivo del estudio. Da una serie de normas:
- Todos deben opinar.
- No hablar más de una persona a la vez.
- Decir lo que se piensa, no lo que los demás quieren oír.
- No hay opiniones equivocadas.
CURSO TALLER LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES - DPTO CIENCIAS SOCIALES,
JURIDICAS Y ECONÓMICAS - UNLAR
Sergio Alejandro Vergne Quiroga
13
El monitor debe facilitar la dinámica del grupo (atención al hablador, el experto, el
mudo, el tímido, el distraído, la víctima,...)
Análisis del Grupo Focal.
Otra persona con la misma información, debería llegar a las mismas conclusiones.
A) Organizar los datos: Para la primera pregunta...
B) Darle forma: de aquí sale el abanico de opiniones.
C) Resumir: Sin cuantificar las respuestas. El objetivo que se busca es la amplitud
de opiniones.
D) Explicar: y sacar las conclusiones.
Cuidado al generalizar: "Los adolescentes piensan que..." sustituirlos por "en
nuestro grupo, los adolescentes piensan que...".
6 - Grupos motivacionales o entrevistas grupales
Esta técnica se origina en estudios de opinión pública y actualmente también se
aplica en estudios sobre pobreza. Consiste en la selección de informantes clave,
de ciertas características preseleccionadas, con los que se realiza una
reunión coordinada por un profesional que hace las veces de motivador e indaga
los temas a problematizar. También es necesario otro profesional que actúe
como apoyo o control.
Esta técnica resulta más útil para estudiar grupos sociales dispersos pero
con problemáticas comunes, como por ejemplo, jefes de hogares pobres o
beneficiarios de algún programa social con una localización geográfica dispersa.
7 - Priorización de problemas por distribución de unidades de valor
Es una técnica sencilla que se utiliza en discusiones grupales para
definir prioridades a partir de un listado de problemas previamente
identificados. Cada integrante del grupo distribuye 100 unidades de valor
entre los problemas considerados. Los resultados individuales se anotan en
una matriz “problemas- participantes”. Para cada problema se suman las
asignaciones individuales anotadas en la matriz. Se seleccionan los
problemas con un mayor número de unidades asignadas. Se obtiene un “árbol
de problemas”.
CURSO TALLER LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES - DPTO CIENCIAS SOCIALES,
JURIDICAS Y ECONÓMICAS - UNLAR
Sergio Alejandro Vergne Quiroga
14
Los instrumentos de registro
El registro es una herramienta fundamental en la observación participante. Siempre
es necesario hacer constar en nuestro cuaderno de campo la fecha y el lugar en el
que se desarrollan los acontecimientos que estamos describiendo. Sostienen Taylor
y Bodgan,
“Como método de investigación analítico, la observación participante
depende del registro de notas de campo completas, precisas y detalladas.
Se deben tomar notas después de cada observación y también después
de contactos más ocasionales con los informantes (…) Puesto que las
notas proporcionan datos que son la materia prima de la observación
participante, hay que esforzarse por redactar las más completas y amplias
notas de campo que sea posible (…) Las notas de campo deben incluir
descripciones de personas, acontecimientos y conversaciones, tanto
como las acciones, sentimientos, intuiciones o hipótesis de trabajo del
observador. La secuencia y duración de los acontecimientos y
conversaciones se registra con la mayor precisión posible. La estructura
del escenario se describe detalladamente. En resumen, las notas de
campo procuran registrar en el papel todo lo que se pueda recordar
sobre la observación. Una buena regla establece que si no está escrito,
no sucedió nunca” (Taylor y Bogdan, 1984: p. 75)
Las notas de campo permiten registrar un sinnúmero de informaciones de
diversa índole. Es necesario registrar incluso – sobre todo en las primeras etapas
de trabajo de campo - aquello que a primera vista nos parece obvio o carente de
significación.
¿Por qué es tan importante este esfuerzo por llevar día a día estas
notas detalladas? Sencillamente porque algunas de estas informaciones pueden
adquirir relevancia a posteriori, en las etapas siguientes del proceso de
investigación. Es decir, algunas situaciones, conversaciones y acontecimientos
pueden tomar en el futuro un significado que en el momento del registro
no podíamos preveer, constituyéndose por esta vía en un nuevo dato. Por
otro lado, el registro de las hipótesis e intuiciones del investigador ayuda a
reconstruir nuestro propio proceso de investigación, con sus marchas y
contramarchas.