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MANUAL DEL DISCÍPULO RENOVAR

2006 Samuel Durán C. “Conquistando la verdadera libertad en Cristo”

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RENOVAR Conquistando la verdadera libertad en Cristo

“…para ser renovados en la actitud de nuestra mente; y ponernos

el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad.”

Efesios 4:23,24 NVI

Por:

Pr. Samuel Durán Cabrera [email protected]



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PRESENTACION

Este recurso fue hecho pensando en ti. RENOVAR es una

herramienta que te puede ayudar a tener una experiencia

de verdadera libertad en Cristo Jesús.

Anhelamos en nuestro corazón que durante el tiempo que

estarás expuesto a la verdad de la Palabra de Dios, le

permitas al Espíritu Santo tratar con esas áreas que

probablemente estaban “adormecidas” o incluso

escondidas en tu corazón.

Te animamos sinceramente que le permitas al Señor Jesús

llegar a lo profundo de tu corazón y te muestre el perfecto

plan y diseño que El preparó para ti.

Nos emociona la certeza de saber que estas enseñanzas no

han llegado a tus manos por casualidad, sino que obedece

al anhelo que Dios tiene de bendecirte muy especialmente,

deseamos sinceramente que el perfecto amor de tu Padre

celestial sea revelado a tu vida a través de Jesucristo.

Tus hermanos y amigos,

Samuel y Bárbara Durán Pastores



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RENOVANDO NUESTRA MENTE

ENFRENTANDO LA NECESIDAD DEL ALMA

NUEVO CORAZÓN

OBEDIENCIA

VICTORIA SOBRE EL PECADO

ANDAR EN EL ESPÍRITU

ROMPIENDO LAZOS QUE ATAN

INDICE DE TEMAS P A G I N A No:

1. Renovando nuestra Mente 5

2. Enfrentando la necesidad del Alma 9

3. Rompiendo lazos que atan 13

4. Un Nuevo Corazón 21

5. Victoria sobre el pecado 27

6. Andar en el Espíritu 37

7. Obediencia 44

Instrucciones para guías de grupos 51



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Tema 1

RENOVANDO NUESTRA MENTE

"No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la

renovación de su mente. Así podrán comprobar cual es la voluntad de Dios,

buena, agradable y perfecta"

Romanos 12: 2 (NVI)

1. LA IMAGEN DE DIOS EN NOSOTROS

".. Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo."

1 Tesalonisenses 5:23

Dios ha formado al hombre a su imagen y semejanza.

“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.”

Génesis 1:27

A. Somos espíritu.

En el principio había comunicación personal entre

un Dios espíritu y un hombre espiritual.

A raíz de la desobediencia vino la caída y el

pecado los separó de la presencia de Dios.

Cristo Jesús, el postrer Adán nos devolvió la

naturaleza del ser espiritual con el cual podemos

tener comunión con Dios. ( Rom.8:14-17)



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El espíritu es la parte eterna en nosotros, continuará

aun mas allá del término de la vida de nuestro

cuerpo.

Nace de nuevo cuando venimos a Cristo por la obra

del E.S. (Jn.3:3-6)

El espíritu representa los elementos más altos en el

hombre. A través de éste comprendemos verdades

espirituales.

El espíritu trata con la conducta correcta o

incorrecta.

B. Tenemos Alma.

El alma en la Escritura se menciona como corazón,

entrañas, hombre interior, mente, voluntad, etc.

La palabra en A.T. para alma nefesh significa

"aquello que respira".

Corresponde a la palabra griega en el N.T psuché

que es alma ó vida.

El alma se puede analizar en tres partes:

- Nuestra MENTE: cómo pensamos

- Nuestras EMOCIONES: cómo sentimos

- Nuestra VOLUNTAD: cómo escogemos ó

decidimos

C. Vivimos en un Cuerpo

Génesis 2:7 nos dice que Dios formó el cuerpo del

hombre del polvo de la tierra. El cuerpo es la

materia física, y en si no tiene pecado.

El cuerpo no es perfecto, ya que caemos enfermos,

débiles y cansados.

El cuerpo está sujeto a la muerte y destinado a morir

(Heb.9:27)



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El cuerpo “hospeda” a nuestro espíritu y alma

durante nuestra vida terrenal.

Nuestro cuerpo es templo y morada del Espíritu

Santo. 1Cor.3:16, aunque es mortal, debe ser

presentado a Dios como instrumentos de justicia.

(Rom.6:12,13)

EL SER ESPIRITUAL

Cuerpo Percepción 5 Sentidos El alma recibe información

Alma de dos fuentes o sentidos: Cuerpo y Espíritu

Voluntad Emociones Decisiones " Porque el deseo de la carne

Sentimientos Espíritu es contra el Espíritu, y el

Espíritu contra la carne, y éstos se oponen entre si,

Mente para que no hagáis lo que Pensamientos quisiereis ..”

Recuerdos Gálatas 5:17

La carne no se refiere al cuerpo físico, sino a la naturaleza pecaminosa que es despertada por medio de nuestros sentidos que están en el cuerpo. (Santiago 1:14)

2. ¿PORQUE ES TAN IMPORTANTE QUE NUESTRA MENTE SEA

RENOVADA?

A. Ha sido influida por el esquema de éste mundo.

B. Satanás manipula la filosofía de éste siglo, proyecta un

concepto equivocado de Dios, del hombre y del

Mundo. El es el padre de toda mentira.

C. Cuando logra suplantar la imagen de Dios en el

hombre, le es muy fácil manipularlo.

D. Una mente no renovada actúa bajo el Temor, que es lo

contrario de la Fe.



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La persona con temor es muy fácil de manipular.

Todos los rumores penetran en ella.

Siempre teme ser abandonada.

Hace cualquier cosa para ser reconocida

Nunca tiene paz.

3. EL SER ALINEADO Y EQUILIBRADO

El Espíritu como gobierno de todas las áreas de nuestro ser: CUERPO MENTE VOLUNTAD

ESPIRITU

EMOCIONES

A. Los pequeños círculos que coinciden dentro del alma

ilustran la interdependencia de las tres partes. Nuestros

sentimientos (emociones)

B. pueden influenciar la manera como pesamos (mente),

y las decisiones (voluntad) que hacemos.

C. De la misma forma, las decisiones que tomamos

influencian la manera como pensamos y sentimos.

D. Mas la voluntad de Dios es que nuestra vida esté en

perfecto equilibrio siendo controlada por el espíritu,

quien tiene comunión con Su Espíritu. (Rom.8: 12-17)

E. La única fuente confiable para renovar nuestra mente,

los patrones de conducta y esquemas del pasado, es la

Palabra de Dios. (Romanos 12:2)

F. Necesitamos el poder restaurador de la Palabra de

Dios, que contiene amor y verdad para hacernos libres

de toda atadura.



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Medita en estas palabras del salmista David y oremos a Dios.

“Señor, tú me examinas, tú me conoces. Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; aun a la distancia me lees el pensamiento. Mis trajines y descansos los conoces; todos mis caminos te son familiares. “

Salmo 139:1-3 NVI

“Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno.” Salmo 139:23,24 NVI



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Tema 2


“El restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su

nombre.”

Salmo 23:3 LBLA

1. LA NECESIDAD DEL ALMA

A. Nuestra alma es el “ser interior”, donde están los

pensamientos, las emociones y la voluntad. Es donde

está afianzada nuestra identidad y valor personal. A la

vez, es donde se alojan todas las memorias, las heridas

del pasado y la percepción de la vida

B. El espíritu nace de nuevo y el cuerpo recibe sanidad,

pero el alma necesita ser restaurada.

C. Nuestra alma necesita la protección espiritual para que

pueda ser restaurada.

“Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,” 1 Pedro 2:11

2. LOS PADRES COMO “AGENTES” DE DIOS.

A. Dios siempre ha tenido un plan de bendición para

cada persona. La Biblia nos dice que el hombre fue

creado a imagen y semejanza de Dios.



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“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla …” Génesis 1:27,28

B. Pero a causa del pecado y la separación de Dios,

también el enemigo de nuestra alma tiene un plan

para herir y destruir a las personas por medio del

rechazo, el abandono y la indiferencia.

“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Juan 10:10

C. El plan maligno consiste en obstaculizar, afectar o

destruir la bendición que tu debías recibir a través de

las personas que Dios destinó para ser sus “agentes” de

bendición: TUS PADRES.

D. Dios quiso que los Padres fueran un

instrumento poderoso en sus manos

para impartir a toda persona

Identidad y Destino.

“Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa. Como flechas en las manos del guerrero son los hijos de la juventud. Dichosos los que llenan su aljaba con esta clase de flechas…” Salmos 127: 3-5 NVI

3. LA FALTA DE BENDICION Y ACEPTACION.

A. A causa del pecado y la ceguera espiritual, nuestra

cultura ha caminado lejos de estos principios. Por no

tomar en cuenta a Dios en nuestras vidas, el

entendimiento se oscurece y el corazón se llena de

soberbia.

“Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.” Romanos 1:21



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B. Ninguno de nuestros padres decidió conscientemente

lastimarnos o herirnos, pero muchos de ellos se

encontraron incapacitados de poder demostrar

adecuadamente el amor, la aceptación y la bendición

que Dios quiso que recibiéramos.

C. Un padre ha sido destinado para desatar Identidad y

Destino en el corazón de sus hijos, de tal manera que

nunca sientan inseguridad y rechazo.

D. Cuando hay deficiencias en esta impartición de

bendición, quedan marcas y heridas en el corazón de

los hijos que pueden durar toda una vida sin ser

sanadas.

4. ¿QUE PASA CUANDO SOMOS HERIDOS?

A. La Biblia dice que el honrar a nuestros padres trae

consecuencias de bendición para toda la vida. El no

hacerlo también trae consecuencias.

“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.” Efesios 6:1-3

B. Existen ciclos de deshonor, los cuales el

enemigo usa para mantenernos

atados, heridos y privados de las

bendiciones de Dios.

C. De alguna manera, ese resentimiento

y falta de bendición especialmente

de nuestro padre terrenal, nos ha

afectado para poder relacionarnos

con nuestro Padre Celestial.

D. Tu corazón no logra aceptar su naturaleza paternal

porque te sientes herido y lastimado por la figura de tu

padre terrenal.

E. Necesitamos venir con humildad delante de El y

reconocer que hemos estado lejos de su paternidad.



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Enfrentando la necesidad del alma CLINICA PARA GRUPOS

Considera por un momento y pide al Espíritu Santo que te muestre de que formas fuiste herido y cerraste tu corazón a la paternidad de Dios. Escribe tus respuestas personales a continuación: 1. ¿Sientes que tu falta de paz interior se relaciona con el trato de tu(s)

padre(s)? _____________________________________________________ ______________________________________________________________

2. ¿Sientes que la forma en que percibes tu valor se relaciona con el trato que

tu(s) padre(s) o tutores te dieron ___________________________________

3. Si es así, ¿cómo te miras a ti mismo(a)? _____________________________ ______________________________________________________________

______________________________________________________________ 4. ¿Sientes incapacidad de relacionarte con Dios como un Padre amoroso?

______________________________________________________________ 5. En tu caminar con Dios, ¿Has experimentado la idea de que Dios te rechaza

o que no eres suficientemente amado y bueno para estar en su presencia? ______________________________________________________________

______________________________________________________________ 6. Si te relacionas con alguno de estos puntos, ¿Estás dispuesto a compartirlo

con tu facilitador para ir a Dios tu Padre Celestial en oración? El siguiente es un modelo de oración:

“Padre celestial, reconozco que he sido herido y que a causa de la falta de bendición de mi(s) padre(s) terrenal, no he podido desarrollar una correcta relación contigo. Te pido que escudriñes mi corazón y veas todo lo que me impide tener confianza en ti. Te pido que sanes mi corazón y me des entendimiento para renunciar a toda atadura que haya en mí. En el Nombre de Jesucristo tu Hijo, amén.”



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Tema 3

ROMPIENDO LOS LAZOS QUE ATAN

"Honra a tu padre y a tu madre, como el Señor tu Dios te lo ha ordenado, para que

disfrutes de una larga vida y te vaya bien en la tierra que te da el Señor tu Dios.”

Deuteronomio 5:16 NVI

INTRODUCCION

Mientras el Espíritu Santo nos ha estado mostrando algunas

áreas de nuestra alma, nuestro corazón ha sido conmovido a

enfrentar situaciones que nos hacen sentir vulnerables. Por

naturaleza esto no nos agrada, preferimos ignorarlo y tratar

de cubrirlo para no sentirnos expuestos ante nadie. La falta

de perdón produce ataduras en el alma, estas ataduras dan

lugar a raíces de amargura en nuestro corazón. Muchas

veces los padres, sin querer hacerlo, han lastimado el corazón

de los hijos, o bien, en una edad temprana, somos lastimados

por alguien que debía protegernos.

1. CICLOS DE JUICIO Y DESHONOR

PASO 1: Somos heridos.

a. Es inevitable que seamos heridos o lastimados en

alguna manera por alguno de nuestros padres o

ambos.



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b. Estas son algunas de las formas en que constantemente

los hijos son lastimados por los padres sin estar

conscientes de los alcances de ese daño:

Descuido, no prestar atención suficiente.

Maltrato físico o verbal.

Compararles con otros hermanos o niños.

Exigirles más de lo que pueden dar. Metas irreales y

actitudes perfeccionistas.

Exponerlos a responsabilidades de adultos a edad

muy temprana.

Castigos inconsistentes. A veces algo es muy malo, y

a veces no.

Gritarles y culparles por algo que no es su

responsabilidad.

No protegerlos del abuso de los demás. Pretender

que se les pasará porque son niños y deben callarse

para no hacer enojar a los mayores.

PASO 2: Deshonramos a nuestros padres

a. A causa del dolor, la decepción y el resentimiento,

somos motivados a reprobar a nuestros padres y no

tenerles en alta estima

b. Cuando hacemos esto, estamos deshonrando a

aquellos que debemos valorar y honrar para que haya

bendición en nuestras vidas.

“Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.” Deuteronomio 5:16

c. La herida o resentimiento, produce amargura y

deshonra a nuestros padres y no nos damos cuenta

que tanto afectan nuestra vida.

Honramos a nuestros padres cuando:

Le damos peso e importancia a sus palabras y

consejos.



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Les tenemos en gran estima y posición sobre

nosotros.

Cuidamos de sus necesidades para suplirlas.

Les perdonamos y cubrimos todas sus faltas.

Les demostramos nuestro afecto y respeto sobre

todos los demás.

Deshonramos a nuestros padres cuando:

No les damos importancia a sus consejos.

No les damos una posición de respeto y admiración.

Descuidar sus necesidades y nos olvidamos de ellos.

Guardamos rencor y resentimiento por sus faltas.

Los ignoramos y pretendemos “anularlos” en nuestro

corazón.

PASO 3: Levantamos juicio

a. Levantar un juicio es llegar a una conclusión terminante

sobre algo o alguien.

b. Cuando consciente o inconscientemente hemos

determinado algo en nuestro corazón acerca de

nuestros padres, todas nuestras relaciones con los

demás se ven inevitablemente afectadas.

c. Ejemplos de juicios:

Como yo no le importo a mi padre (madre), a mi

tampoco me importa.

Quizá no valgo nada para él o ella, si tuviera valor

no me habría tratado así.

No se puede confiar en los hombres, todos son

iguales!

Los hombres no sirven para nada, solo para hacer

sufrir a las mujeres, o viceversa.

Voy a demostrarle a mi padre (madre) que tan

equivocado (a) está.

d. Juzgamos cuando asignamos motivos o etiquetamos la

acción de alguien.

La Biblia dice en Mateo 7: 1,2

“No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.”



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En 1 Corintios 4:5 nos advierte:

“Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.”

PASO 4: Nuestra percepción se distorsiona

a. Cuando hemos hecho un juicio, inevitablemente

maldecimos a nuestros padres. Maldecir es lo contrario

de dar honor.

b. Así que al transferir un juicio hacia nuestros padres, les

quitamos peso y honra.

La Biblia dice en Proverbios 20:20

“Al que maldice a su padre o a su madre, Se le apagará su lámpara en oscuridad tenebrosa.”

c. Cuando juzgamos a nuestros padres, en realidad los

maldecimos, y las consecuencias de esto es que

andamos en oscuridad espiritual y cegados en nuestro

entendimiento.

d. Inevitablemente también tendremos una percepción

equivocada acerca de:

Dios

Nosotros mismos

Esposo o Esposa

Personas que nos rodean

Especialmente aquellos que están

en posiciones de autoridad.

e. Muchos buscamos aprobación de los demás

inconscientemente, por el hecho de que no recibimos

motivación y aceptación de nuestros padres o alguien

más que debió hacerlo.

f. Un juicio es una distorsión de la verdad, la mentira

asentada mediante esa herida funciona como unos

“anteojos” que distorsionan nuestra percepción.



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2. EL AMOR RESTAURADOR DEL PADRE CELESTIAL

A. Necesitamos recibir sanidad y restauración en nuestra

alma. Cuando somos heridos a causa del rechazo y la

falta de bendición, tenemos un vacío que ninguna

persona en este mundo podrá llenar.

B. Dios les dio a los padres la “llave de la bendición”, que

es la capacidad de otorgar seguridad e identidad a sus

hijos por medio del amor, la aceptación y la

protección.

C. En muchos casos, los padres perdieron esta llave o no

supieron cómo usarla. La buena noticia es que Dios

tiene la “llave maestra” que nos abre la puerta hacia la

bendición, amor y aceptación que el reservó para

cada uno de nosotros.

“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.” Isaías 53:4,5

3. PRINCIPIOS PARA RECIBIR SANIDAD

1er. PRINCIPIO:

Perdonar a nuestros padres y a todo aquél que nos ha herido.

a. El perdón rompe el poder del juicio y nos provee

libertad para ver con claridad. Perdonar es renunciar al

deseo de venganza o al deseo de que te paguen la

deuda.

b. El perdón es una decisión consciente de renunciar a

toda deuda que los demás tienen con nosotros.

c. El perdón también es ceder nuestros derechos.

d. Nos sentimos vulnerables e indefensos. Es como si de

repente bajamos la defensa y estamos expuestos a ser



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heridos de nuevo, pero es así como nuestro corazón

verdaderamente libera el perdón y renuncia a la

amargura.

Modelo de oración para liberar perdón a favor de alguien:

“Padre celestial, yo reconozco que he guardado resentimiento y rencor en contra de ___________________. Te pido que me perdones por hacerlo. No sabía que estaba trayendo juicio a mi vida e impidiendo tu bendición. Ahora yo decido perdonar a ____________________, Señor, dejo en tus manos toda amargura y resentimiento. Renuncio al derecho de venganza o de cobrar esa deuda, libero a _____________________ de toda deuda y lo suelto en tus manos para que le bendigas y prosperes su vida. En el Nombre de Jesucristo tu Hijo, Amén.”

2do. PRINCIPIO

Permitir que el amor restaurador del Padre celestial sane tu

corazón de toda herida.

a. Al perdonar y soltar todo resentimiento ante Dios, estás

preparado para recibir sanidad para tu corazón

“ … y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.” Juan 8:32,36

b. No solo es el dolor por la herida, sino la mentira del

diablo lo que realmente nos impide percibir

correctamente el plan de Dios para nosotros.

“El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.” Juan 8:44

c. Así que al recibir la verdad de lo que somos y el valor

que tenemos en Cristo, la mentira es destruida en

nuestro corazón y somos libres para vivir en completa

sumisión y obediencia al Señor Jesucristo.



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3er. PRINCIPIO

Acudir a aquellos que nos han herido y pedirles perdón por

guardar amargura y resentimiento contra ellos.

Cuando pidas perdón a alguien, toma en cuenta lo siguiente:

a. Se sincero (a) y humilde de corazón.

b. Mira a los ojos de la persona que pides su perdón.

c. No te justifiques por haber guardado rencor con

palabras como:

“Yo se que estaba equivocado (a), pero tú también

estabas equivocado (a) y me ofendiste.”

“Si acaso te ofendí ….. perdóname”

“Me dijeron que tenía que pedirte perdón”

d. El perdón vendrá con facilidad de la otra persona, si

tomas en cuenta lo siguiente:

Convencer a la persona que entiendes que estabas

equivocado.

Convencerle de que te duele haberle lastimado

Que harás todo lo posible por no hacerlo de nuevo.

4to. PRINCIPIO

Tomar la decisión de caminar libre de amargura y obediente

a Dios.

La Biblia dice en Hebreos 12:15

“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados.”

a. Con frecuencia el Espíritu Santo trae a nuestra mente

algo sobre el pasado con lo cual El quiere tratar con

nosotros.

e. Es posible que nos sintamos abrumados e incómodos

por tal recuerdo, especialmente si está relacionado

con algo o alguien de quien pensábamos ya estaba

todo resuelto.



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Rompiendo Lazos CLINICA PARA GRUPOS

Mientras el Espíritu Santo te ha mostrado algunas áreas donde existen esta clase de lazos en tu vida, te animo que puedas exponerle tu corazón para ser libre de estas ataduras. Debes recordar que no se trata de “escarbar” en el pasado para culpar a tus padres o alguien más, pero si el Espíritu Santo ha traído un recuerdo a tu mente o has experimentado un sentimiento que habías olvidado, Ve a Dios en oración y abre tu corazón para liberar perdón sobre ese recuerdo, mientras le permites al Señor Jesucristo que sane la herida asociada con ese recuerdo. Sé sincero y humilde para traerlo en este momento delante de Jesús. 1. ¿Cómo reconoces que fuiste herido por tu padre, madre o alguna otra persona

con influencia sobre ti?

Maltrato físico

Maltrato verbal

Abandono

Decepción

Engaño

Manipulación

Abuso

Comparaciones

Otros ________________________________________________________

2. ¿Cómo fue tu reacción a esta herida que recibiste? ______________________________________________________________ ______________________________________________________________ 3. Si reconoces que deshonraste a tus padres a causa de esta herida, ¿En que

forma lo hiciste? ______________________________________________________________

______________________________________________________________ 4. ¿Qué clase de juicio identificas en tu relación con tus padres? ______________________________________________________________ ______________________________________________________________ ______________________________________________________________ 5. ¿Cómo piensas que te ha afectado el poder de ese juicio en contra de tus

padres? ______________________________________________________________ ______________________________________________________________ 6. ¿Hay alguna otra persona en la que reconoces debes romper algún juicio

levantado en su contra? ______________________________________________________________

7. ¿Qué te ha mostrado Dios acera de esto? ¿Qué decisiones has tomado? ______________________________________________________________



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TEMA 4

NUEVO CORAZON

“Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón

de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne.”

Ezequiel 36:26 NVI

INTRODUCCION

El corazón en un sentido bíblico es la parte interna de la

persona. Se refiere al alma, porque es el asiento de las

emociones, la voluntad, afectos y pasiones. Es el centro del

ser de cada persona, allí reside su “control de mando”

personal.

Por lo tanto, es lo único que podemos entregar a Dios por

voluntad propia. Significa entregarle el control de nuestra

vida, por completo y sin reservas.

La Biblia dice en Hebreos 2:14,15 “Por tanto, ya que ellos (personas) son de carne y hueso, él también (Cristo) compartió esa naturaleza humana para anular, mediante la muerte, al que tiene el dominio de la muerte --es decir, al diablo--, y librar a todos los que por temor a la muerte estaban sometidos a esclavitud durante toda la vida.”

La naturaleza interior de toda persona es en realidad muy

frágil. No fuimos creados para vivir apartados del Creador,

fuimos destinados para vivir en absoluta dependencia y

relación con Dios, para que podamos “funcionar”

correctamente en la vida.

Muchos no entienden esto, toda su vida tratan de lograr

metas y alcanzar sueños que les hagan sentir éxito y

satisfacción, pero esto no llegará a menos que volvamos a

nuestro origen. Hay que comenzar donde todo empezó: en el

corazón de Dios.



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1. LAS DOS GRANDES PREGUNTAS QUE HAY EN NUESTRO

CORAZON.

A. Cuando no hay paz en nuestro interior, estamos a

merced del temor. ¿Qué clase de

temor? Temor a la muerte. ¿Qué clase

de muerte? La muerte espiritual,

consecuencia de estar separados de

Dios.

B. ¿Cuáles son nuestros temores mas

profundos? Si somos capaces de ver

muy dentro de nosotros,

inconscientemente nos hacemos básicamente estas

dos preguntas:

C. La primera pregunta es: ¿Quién soy?

Esto se trata de nuestra IDENTIDAD

Las interrogantes son:

¿Tengo algún valor en este mundo?,

¿Soy importante? ¿Soy valioso?

¿A alguien le importo de verdad?

D. La segunda pregunta que nos hacemos es:

¿A que vine a este mundo?

Esto se trata de nuestro DESTINO

Aquí las interrogantes serían:

¿Cuál es el verdadero propósito de la vida?

¿Serán satisfechas mis necesidades?

¿Serán cumplidas mis metas?

¿Voy a lograr en este mundo lo que se supone que

debo hacer?

2. ¿POR QUE NO PODEMOS DESARROLLAR UN SENTIDO DE

SEGURIDAD, IMPORTANCIA Y PROPOSITO EN LA VIDA?

A. Necesidades que enfrentamos en la vida

Necesidades físicas. (alimento, salud, fuerzas)

Necesidades emocionales. (aceptación, estímulo,

afecto, comunicación.)



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Necesidades intelectuales. (preparación,

conocimiento, capacidad.)

B. Cuando alguna de estas áreas no es resuelta, nos

sentimos inseguros y rechazados, enfrentando el temor

a no ser valiosos e importantes.

C. Vivimos presas del temor a la muerte (Heb.2:14,15) y

tratamos de escapar de este lazo mediante nuestros

limitados esfuerzos.

D. Queremos “demostrar” a otros que si podemos y que si

somos especiales y valiosos, porque en realidad no nos

sentimos así.

E. Cristo vino a darnos verdadera libertad de estos

traumas. Vino a darnos un CORAZON NUEVO, lleno de

su amor y aceptación. No existe ninguna persona en el

mundo capaz de darnos tal amor incondicional capaz

de sanarnos completamente.

La Biblia dice en 1 Juan 4:18,19

“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. Le amamos a él, porque él nos amó primero.”

F. ¿Puedes tu confiar en el perfecto amor de Dios para

suplir todas tus necesidades?

G. Debemos reconocer que muchas veces no hemos

conocido este “perfecto amor” porque hemos

buscado en otras fuentes, que pueden ser las personas,

las posesiones, las metas, etc. y no hemos logrado

saciar nuestra sed.

La Biblia dice en Jeremías 2:13:

“Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.”



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También nos dice en Isaías 55:1-3

“A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.”

Jesús nos dice en Mateo 11:28-30

"Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana." (NVI)

3. ¿COMO DEBEMOS “VENIR” ANTE EL SEÑOR?

A. Debemos venir con humildad y sinceridad.

“Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.” Sal. 51:17b

B. Debemos reconocer que necesitamos que Dios

renueve nuestro corazón.

“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.” Salmo 51:10

C. Debemos arrepentirnos por buscar nuestro valor y

nuestra identidad en otras fuentes, como son las

personas, las posesiones, los logros, etc.

"No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.” Mateo 6:19-21 NVI

D. Debemos reconocer y arrepentirnos por tratar de salvar

nuestra vida por nosotros mismos, buscando el éxito y

excluyendo a Dios.



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“Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” Mateo 16:25,26

E. Permitir que el amor de Dios quite el temor de tu

corazón y restaure tu verdadera Identidad y Valor.

Pero ahora, así dice el Señor, el que te creó, el que te formó, "No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío. Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas.” Isaías 43:1,2



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Un Nuevo Corazón CLINICA PARA GRUPOS

A medida que el Espíritu Santo te ha mostrado como por la necesidad de llenar el vacío de valor y aceptación que hay en tu corazón, has perseguido y anhelado cosas o has esperado que alguna persona te haga sentir valioso y especial, permítele que te lleve a la fuente de amor, valor y aceptación: El Señor Jesucristo. 1. ¿Identificas alguna área en tu vida donde has perseguido o anhelado una

satisfacción por el hecho de no sentirte con valor? _____________________ ¿En qué forma?_________________________________________________ ______________________________________________________________

2. ¿Qué es lo que alguna persona dice o hace que te hace sentir sin valor?

______________________________________________________________ ______________________________________________________________

3. ¿Hay algo que puedas recordar sobre la forma en que te trataron o palabras

que te repitieron, y que te hicieron sentir sin valor? _____________________________________________________________

______________________________________________________________

4. ¿Qué clase de temor enfrentas más continuamente? ______________________________________________________________ ______________________________________________________________

5. ¿En la forma de mirar a Dios como un Padre que cuida de tus necesidades,

¿con que clase de sentimiento te identificas más?

Siento que Dios no se interesa por mis necesidades.

Siento que Dios espera ver mi buen comportamiento para ayudarme.

Sé que Dios me ama, pero está decepcionado conmigo.

Cuando trato de orar a Dios como Padre, me siento “bloqueado” e incómodo.

Creo que Dios estará satisfecho conmigo si me mantengo activo en la iglesia o ayudando a alguien más.

Me siento en “deuda” con Dios y quisiera pagarle, pero no sé cómo.

No me identifico con lo anterior, me siento en paz absoluta con Dios.

______________________________________________________________ ______________________________________________________________ ______________________________________________________________ ______________________________________________________________



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TEMA 5


“Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa.

Porque ésta desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu desea lo que es

contrario a ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer

lo que quieren.”

Gálatas 5:16,17 NVI

INTRODUCCION

La Biblia nos enseña que interiormente se desarrolla una

batalla entre el Espíritu y la naturaleza pecaminosa del

hombre. Lo que la Biblia llama “la carne” o la naturaleza

pecaminosa que está en nosotros, es la parte interior nuestra

que no “nació de nuevo” cuando creímos en Jesucristo

como Señor y Salvador de nuestras vidas. Ese remanente de

pecado está asentado en nuestro interior y se rebela a hacer

la voluntad de Dios.

No existe forma de librarnos de esta naturaleza. Solo

debemos “someterla” a la obediencia del Espíritu de Dios que

habita en nosotros. La Biblia nos ilustra por el apóstol Pablo

acerca de ésta lucha.

“No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco. Ahora bien, si hago lo que no quiero, estoy de acuerdo en que la ley es buena; pero, en ese caso, ya no soy yo quien lo lleva a cabo sino el pecado que habita en mí. Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa, nada bueno habita. Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo. De hecho, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero.” Romanos 7:15-19 NVI



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1. LA BATALLA EN NUESTRO INTERIOR

A. Todos nosotros luchamos con esa parte que no se

quiere someter a Dios, e inexplicablemente terminamos

haciendo lo que no deseamos hacer.

B. Ahora bien ¿Quién es este “Yo” que no quiere hacerlo

y, quién es el “Yo” que termina dominando y haciendo

lo que no es correcto?

C. Imaginemos nuestro ser interior como una habitación

de tres partes:

“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.” Gálatas 5:16,17

D. Cuando el alma está capturada por la carne

(naturaleza pecaminosa) está en verdad dominada

por la “corriente de éste mundo”, bajo el control del

enemigo.

“… en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.” Efesios 2:2,3

LA CARNE

Naturaleza

Pecaminosa

EL ALMA

Voluntad

Pensamientos

Emociones

EL ESPIRITU

La Nueva

Criatura

En Cristo



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E. La batalla que se libera dentro de nosotros consiste en

un dominio de dos fuerzas. Es una lucha entre dos

naturalezas que tratan de controlar nuestra voluntad.

F. Gálatas 5:16 nos enseña este principio: “Si viven

controlados por el Espíritu, entonces no podrán ser

controlados por la carne (naturaleza pecaminosa)”.

G. Esto significa que cuando nos dedicamos a “ocupar” la

habitación del Espíritu, la puerta de la carne

permanece cerrada. No es necesario que nos pasemos

la vida tratando de mantener cerrada o “atrancada”

la puerta de la carne para poder vivir en el Espíritu.

2. ¿COMO PUEDO FORTALECER MI ESPIRITU?

A. Cultivar una RELACION personal con Jesucristo, orar

diariamente y meditar en su Palabra, es la UNICA forma

de vivir en el Espíritu

“Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí.”

Juan 15:4 NVI

B. Permanecer significa depender en un lugar y forma

señalado y específico: Cristo

C. Debemos reconocer que no es posible combatir contra

los deseos de la carne en nuestras fuerzas humanas.

Gálatas 5:17 dice que ambos, la carne y el Espíritu

desean gobernar nuestra voluntad.

D. Si yo permanezco en relación con Jesús, por

consecuencia, la puerta que accede a la carne no

será una lucha “cuerpo a cuerpo” como casi siempre

queremos enfrentar nuestra inclinación al pecado.

E. Si yo permanezco “ocupado” en mantener a raya el

pecado en mi vida, si estoy tan afanado en que esa

puerta no se abra, algún día terminaré cediendo y mi



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debilitada naturaleza espiritual no podrá hacer frente a

ningún impulso de la carne.

F. Necesito fortalecer mi espíritu por medio de la

comunión con Jesucristo. Esta relación es diaria y

personal. No está basada en lo que hago o dejo de

hacer, sino en el hecho de que soy hijo de Dios y valgo

la vida de Jesucristo, quien está de mi lado para

ayudarme en mis necesidades y debilidades.

Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado. Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos.” Hebreos 4:15-16 NVI

3. IDENTIFICANDO LA MENTIRA

A. Desde el principio de la vida del hombre, Dios le dio

libre albedrío. La libertad absoluta de decidir y

obedecer con conciencia propia. Nada hay que

pueda alterar esta naturaleza. Es la misma imagen de

Dios en nosotros, tenemos libertad para escoger,

podemos obedecer o desobedecer.

“Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.” Génesis 2:9

“Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.” Génesis 2:15-17

B. Pero entonces vino Satanás y sembró duda en el

corazón de Eva y ésta tomó el fruto del árbol prohibido,

lo dio a su esposo Adán. Leer Génesis 3:1-10

C. Satanás no incitó a Eva a pecar, sino a desobedecer a

Dios. Su forma de seducirla no fue por cierto una

rebelión abierta en contra de Dios, sino fue mucho más



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sutil: “¿Con que Dios ha dicho?”, “Oh, no es para

tanto!”

D. La Biblia dice en el

versículo 6 que ella

vio que el árbol

era “bueno” para

comer y

“codiciable”.

Entonces tomó el

fruto y lo comió.

E. El problema con el pecado es que pensamos que es

algo feo y detestable. Pero es todo lo contrario, el

pecado es muy atractivo y deseable a los ojos.

F. Cuando los ojos de ambos “fueron abiertos” (Vs.7) ellos

se dieron cuenta de los alcances de la desobediencia.

La Biblia nos enseña acerca de las inevitables

consecuencias que el pecado acarrea a nosotros:

Destrucción y muerte. (Romanos 6:23).

Todo aquel que ha pecado, experimenta la misma

inclinación que Adán y Eva en el huerto del Edén:

Se escondieron de Dios.

El pecado nos hace huir de Dios. Es una reacción

natural a causa de nuestra débil naturaleza.

Sentimos que Dios estará tan molesto y

decepcionado de nosotros que nos rechazará y nos

castigará inmediatamente.

G. Pero entonces, ¿Por qué no corremos en busca del

perdón de Padre Celestial que nos ama tanto?

Básicamente por una sencilla razón: Tenemos miedo.

Miedo de no ser aceptados, perdonados y amados.

H. Esa mentira es asentada en lo profundo de nuestro ser.

Esa clase de reacción obedece a una semilla de

engaño que no es de acuerdo a la naturaleza de amor

de nuestro Padre Celestial.

I. Es una mentira plantada por el diablo para distorsionar

la verdadera imagen de Dios y hacernos vivir llenos de



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temor. Muchas veces, después de tantos intentos por

cambiar y ser mejores, terminamos creyendo estas

mentiras:

Que no somos valiosos ni especiales.

Que Dios no se interesa por nuestras necesidades.

Que no podremos librarnos de las cadenas de

pecado.

Que debemos fingir ante los demás para no ser

rechazados y heridos.

Que solo nosotros tenemos esta clase de lucha.

Que los demás son hipócritas y no se interesan por

nosotros.

4. ROMPIENDO LAS ATADURAS DE PECADO

A. Arrepiéntete del pecado, y muere a tu carne.

Por la manifestación externa

del pecado.

Orgullo.

Rebelión.

Incredulidad y desconfianza

hacia Dios.

B. Identifícate con Cristo, no con la carne.

“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” Gálatas 2:20

Cuando separamos nuestra identidad en Cristo del

pecado en nuestra carne, somos libres de tener la

actitud correcta que Dios espera hacia el pecado.

Puedo odiar al pecado sin odiarme a mi mismo, y

entonces ser libre para correr a mi Padre Celestial, y

permitirle amarme y liberarme.

C. Recibe el temor de Dios y el odio por el pecado.

“El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco.” Proverbios 28:13

¿Cómo nos podemos deshacer de algo que no

odiamos? Aquí en este pasaje, el temor de Dios se

define como el odiar el mal.



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“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,” Efesios 4:22

Para “despojarme” del viejo hombre, es decir la

naturaleza inclinada hacia el pecado, debo

aborrecer el mal y amar la justicia de Dios.

Muchas veces nosotros no odiamos nuestro pecado.

En lo profundo, secretamente, lo disfrutamos. Nunca

seremos libres de las ataduras de la carne hasta que

odiemos ese pecado con el odio de Dios.

D. Recibe el perfecto amor de Dios.

Permite a Dios que te comparta de su amor. Su

perfecto amor en lo que te hace libre del temor.

Permite a Jesucristo ser la fuente de tu paz y de tu

gozo.

“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.” 1 Juan 4:18



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Victoria sobre el pecado CLINICA PARA GRUPOS

El apóstol Pablo declaró inspirado por el Espíritu Santo lo siguiente:

“Más bien, hemos renunciado a todo lo vergonzoso que se hace a escondidas; no actuamos con engaño ni torcemos la palabra de Dios. Al contrario, mediante la clara exposición de la verdad, nos recomendamos a toda conciencia humana en la presencia de Dios.”

2 Corintios 4:2 NVI Esto significa que en nuestro caminar con Dios, todos aquellas cosas ocultas y vergonzosas en las que participamos por no obedecer a la verdad de Cristo, debemos renunciar a ellas en un acto de voluntad y humildad delante de Dios. También la Biblia declara al respecto:

“El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios; Mas el que endurece su corazón caerá en el mal.” Proverbios 28:13,14

Muchas veces mantenemos ataduras de pecado en nuestras vidas porque no lo hemos confesado a Dios. Al recibir a Cristo como Salvador de nuestra vida, no le hemos permitido que sea también el “Señor” absoluto de todo nuestro ser. Cuando hay pecados ocultos y no confesados, impedimos que el poder sanador y restaurador de Jesucristo sea completo y podamos gozar de una verdadera libertad. En este momento, vamos a permitirle al Espíritu Santo de Dios que nos escudriñe y traiga a nuestra mente la claridad que necesitamos para darnos cuenta de aquellas áreas de nuestra vida que no hemos expuesto al Señor Jesucristo, y por consiguiente no hemos renunciado, permitiéndole traer perdón y sanidad para nuestro corazón.

1. Necesito arrepentirme por alguno de estos pecados no confesados:

Robo

Adulterio

Mentira

Orgullo

Chisme

Rebelión

Pleitos

Críticas

Rencor

Envidia

Pereza

Manipulación

Celos

Avaricia

Deslealtad

Abusar del débil e inocente

Homicidio

Drogas

Alcoholismo

Tabaquismo

Adulterio y fornicación

Prostitución

Abuso sexual

Pornografía

Intento de suicidio

Lujuria y Lascivia

Otros ____________

_________________

_________________



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Oración: “Señor Jesucristo, rindo hoy a ti todo pecado no confesado. Te pido perdón y me arrepiento de toda mi maldad, perdóname por tratar de ocultar y luchar por mi mismo con esta clase de pecados. Te pido que me limpies con tu sangre y borres toda clase de rebelión en mi vida. Yo renuncio a todo pecado que me ataba al pasado, acepto tu sangre preciosa que me limpia y me justifica delante de mi Padre Celestial. Por fe acepto tu justicia, tu gracia y tu amor. Te doy las gracias por amarme tanto que diste tu vida por mi en la cruz del Calvario, Amén.”

2. Observo que algunas de estas cosas se han manifestado en mi familia

como pecados y conductas generacionales. Herencia de nuestros padres y abuelos en forma de ciclos familiares de pecado:

PECADOS NOSOTROS PADRES ABUELOS BISABUELOS

Divorcios

Abortos

Adulterios

Infidelidad

Abuso Sexual

Alcoholismo

Drogadicción

Pleitos

Brujería

Abandono del hogar

Oración:

“Señor Jesucristo, Yo renuncio a toda atadura generacional que ha tenido influencia sobre mi. Por tu sangre preciosa, yo creo que soy libre de cualquier herencia de mis antepasados a causa de su pecado. Creo que todo lazo ha sido roto en la cruz del Calvario. Corto toda atadura de pecado con estos ciclos familiares y declaro en tu Nombre que Yo, Mi familia y mi descendencia esta libre para servirte y amarte con todo nuestro corazón. Amén.”



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3. Objetos y prácticas relacionadas con la idolatría y el ocultismo.

¿Algunos de los siguientes objetos y/o prácticas aún continúan contigo?:

Talismanes

Estampitas

Pirámides

Imágenes

Ídolos

Amuletos

Consultar el Horóscopo

Veladoras

Libros de ocultismo

Libros de religiones falsas

Rosarios

Cuadros con signos extraños

Joyas relacionadas con idolatría u ocultismo.

Ropa relacionada con idolatría u ocultismo.

Animales disecados.

Tradiciones paganas (día de muertos, etc.)

Asistir a Carnavales, peregrinaciones o fiestas populares.

Otros: _______________

_______________

_______________

_______________

Oración:

“Señor Jesucristo, te pido perdón por conservar estos objetos y estas prácticas asociadas con la idolatría, brujería u ocultismo. Te pido que me limpies con tu sangre preciosa de toda contaminación e influencia espiritual que haya en mi a causa de todo esto. Renuncio a todo afecto e interés por cualquiera de estas cosas, (nombrar y renunciar específicamente algunas de ellas) y lo abandono ante tu cruz en obediencia y amor a ti. Amén.”

NOTA: Te recomendamos que tan pronto como sea posible te deshagas de cualquiera de estos objetos y/o prácticas paganas. Destrúyelos, no los regales o guardes en otro lugar, simplemente puedes quemarlos o tirarlos en la basura.



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TEMA 6

ANDAR EN EL ESPIRITU

“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que

no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del

Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

Romanos 8:1,2

INTRODUCCIÓN

Como hemos visto anteriormente, vivir en el Espíritu es

precisamente la perfecta voluntad de Dios. Significa vivir de

acuerdo al plan de Dios, siendo guiados en dependencia

absoluta. Esto nos trae verdadera libertad y paz a nuestro

interior, a la vez que se desata todo el potencial en el que

Dios quiere que vivamos. Jesús dijo:

“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Juan 10:10

¿Te has preguntado alguna vez, que clase de “abundancia”

es la que Dios preparó para ti? ¿Qué clase de “vida

abundante” es la que Cristo conquistó para nosotros en la

cruz del calvario?

La palabra “abundancia” se tradujo del original griego

“perissos”, que significa algo rebosante, excesivo y mas allá

de toda medida. Algo que es abundante en cantidad y

superior en calidad.

“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.”

1 Corintios 2:9,10



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1. LIBRES DE LA CONDENACION

A. Como ya mencionamos antes, hay algo en nuestro

interior que invariablemente siempre buscará la

aprobación. Es la necesidad de sentirnos aceptados,

amados y adecuados en la vida.

Consecuentemente, buscamos siempre sentirnos

“apropiados” en todo lo que hacemos. Necesitamos

saber que lo que somos y hacemos es correcto.

Fuimos “diseñados” así interiormente para que

podamos depender de Dios. Si esta aprobación no

la buscamos en Dios, la buscaremos en alguien o

“algo” más.

Nadie puede vivir sanamente sin aceptación y

aprobación. Son como el combustible de nuestra

alma.

B. Esa nueva criatura que somos al nacer de nuevo por la

fe en Jesucristo, es la que tiene conciencia de lo divino

y anhela cumplir la perfecta voluntad de Dios.

C. La Palabra de Dios nos asegura que “ninguna

condenación” hay para los que están en Cristo Jesús,

aquellos que por vivir una nueva naturaleza, no andan

siguiendo las cosas de la carne, sino las cosas del

Espíritu.

¿Qué significa la palabra condenación? El término

griego “katakrima” significa aquí una sentencia

adversa, el veredicto de un juicio en nuestra contra.

Entonces, si vivimos de acuerdo a las cosas de la

carne, ese sentido de condenación vendrá a

nosotros como una sentencia adversa que nos

separa de la comunión con Dios.

Y por el contrario, si nos ocupamos de vivir en el

Espíritu, obtenemos completa libertad para agradar

a Dios.

D. Fuimos creados para agradarlo a El, no a nosotros

mismos, sino a El. Cuando buscamos siempre obtener



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satisfacción de nuestros propios deseos, en realidad lo

que cosechamos es más insatisfacción y por

consecuencia, no sentimos la aprobación de Dios, por

no vivir de acuerdo a su voluntad. Esto nos acarrea una

ansiedad y falta de paz que muchas veces no

comprendemos.

E. El hombre puede pasar toda la vida tratando de llenar

el vacío de su interior, pero nunca obtendrá una

verdadera satisfacción hasta que Cristo llene con su

amor, su perdón y su aceptación ese corazón.

“Y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió por ellos y fue resucitado.”

2 Corintios 5:15 NVI

Aquí hay una verdad muy clara y

libertadora para todos nosotros. Cristo

Jesús no murió para resolver “nuestros

problemas”.

Murió para librarnos de un solo y gran problema: el

pecado que nos separa de Dios.

No existe forma de vivir la vida en abundancia

tratando de agradarnos a nosotros mismos. Cristo

Jesús no derramó su sangre para poder hacernos

“felices” y que hiciéramos todo lo que nos viniera en

gana sin enfrentar las consecuencias.

El murió para trasladarnos a su reino y que vivamos

de acuerdo a su plan perfecto. Murió para librarnos

de nuestra vida egoísta y carente de propósito

eterno.

F. Solo la vida en el Espíritu; la vida en Cristo puede

librarnos de la miopía espiritual, y ver más allá de

nuestras circunstancias, hacia toda la abundancia que

el preparó para nosotros.

“Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención, el perdón de pecados.

Colosenses 1:13,14 NVI



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2. ¿COMO PODEMOS “ANDAR” EN EL ESPÍRITU?

“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!” Romanos 8:14,15

A. Aquí está otra poderosa verdad. Una clave para

permanecer en el Espíritu. Como mencionamos

anteriormente, es muy difícil o virtualmente imposible

andar en el Espíritu, tratando de “mantener cerrada” la

puerta de la carne.

B. Si nuestro enfoque está en evitar hacer “cosas malas”

para andar en el Espíritu, tarde o temprano cedemos

ante la tentación.

C. Entonces, no se trata de mantener “a raya” el pecado

en nuestras propias fuerzas, sino debemos poner toda

atención y esfuerzo en cultivar nuestra relación

personal con Jesucristo.

Veamos algunos principios importantes:

1er. PRINCIPIO:

Cultivar una relación personal con Jesucristo nos libra del

“temor” a fallarle a Dios.

¿Cuántas veces pensamos que la vida cristiana se

trata de no fallarle a Dios? Somos presa del temor

pensando que se puede “desmoronar” nuestra

comunión con Dios de un momento a otro.

Nos sentimos tan débiles ante el

pecado y consideramos que la

tentación es una fuerza tan

irresistible que llegamos a

concebir a Dios como un juez

implacable que nos vigila y nos

castigará en cualquier momento.

La buena noticia es que Dios está de nuestro lado,

¡Aleluya! Uno de los nombres más hermosos de

Jesús es Emmanuel: “Dios con nosotros”.



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Cristo es nuestra justicia, es Dios de nuestro lado. El

es la seguridad de que pase lo que pase, mientras le

busquemos, El estará con nosotros.

“Mis queridos hijos, les escribo estas cosas para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos ante el Padre a un intercesor, a Jesucristo, el Justo. Él es el sacrificio por el perdón de nuestros pecados, y no sólo por los nuestros sino por los de todo el mundo.” 1 Juan 2: 1,2 NVI

Recuerda, el espíritu o actitud de esclavitud dice:

“soy débil, puedo fallar y Dios me castigará”, “No

merezco, no soy digno de estar en su presencia.”

Pero cuando nos ocupamos de pasar tiempo con

Jesús en oración y meditando en su Palabra,

estamos en el camino correcto para ser “guiados”

por el Espíritu de Dios

2do. PRINCIPIO:

Cultivar una relación personal con Jesucristo nos hace recibir

el Espíritu de adopción.

“Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: "¡Abba! ¡Padre!" Romanos 8:15 NVI

a. La vida en el Espíritu se basa en una relación con la

paternidad de Dios. Es verdad que para muchos de

nosotros no resulta natural relacionarnos con Dios

como un Padre. La razón de esto es que la imagen

del padre terrenal está distorsionada.

b. Dios no es como un padre terrenal, El es mucho más

amoroso, justo y misericordioso que los padres que

tuvimos o que somos.

c. La palabra “Abba” es un término arameo que

significa “padre”. Era la forma íntima, familiar y

cariñosa en que Jesús hablaba con su Padre.

d. Esta es la herencia que El nos dejó; una puerta

abierta para entrar con confianza a la presencia de



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Dios el Padre, lleno de misericordia y amor para

nosotros.

e. Ser hijo es gozar de una posición mucho mayor que

ser siervo. No hemos recibido una naturaleza de

esclavos para servir motivados por el temor, hemos

recibido la naturaleza de hijos que nos hace

“lanzarnos” a sus brazos con la confianza que somos

amados y aceptados.

“Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido.” 1 Juan 5:14,15 NVI

3er. PRINCIPIO:

Cultivar una relación con Jesucristo nos permite ser dirigidos

por el Espíritu Santo a una vida santa y con propósito.

“Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios.” Romanos 8:26,27

El Espíritu Santo es un regalo maravilloso para cada uno de

nosotros. El fue enviado para perfeccionar en nosotros el plan

de Dios. Veamos lo que Jesús nos dijo acerca del Espíritu

Santo.

a. Fue enviado para “consolar” a los hijos de Dios.

“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.” Juan 14:16,17

b. Fue enviado para “enseñar” y “recordar” acerca de los

mandamientos de Jesús.

“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.” Juan 14:26



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“Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir.” Juan 16:13

c. El Espíritu Santo nos da “testimonio” de Cristo. El nos

revela a Cristo y lo glorifica para que veamos su belleza

y poder.

“Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.” Juan 15:26

“Él me glorificará porque tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes.” Juan 16:14

d. El Espíritu Santo es quien “convence” acerca del error

por el pecado y la injusticia.

“Pero les digo la verdad: Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes. Y cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio.” Juan 16:7,8 NVI

e. El Espíritu Santo es quien nos da “poder” para ser

testigos de Cristo.

“Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.”

“… pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” Hechos 1: 5, 8

Esta promesa nos fue dada por Jesús justo antes de ascender

a los cielos. Fueron sus últimas palabras aquí en la tierra. ¿No

te parece que quiso reservar lo mejor para el final?



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TEMA 7

OBEDIENCIA

“Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.”

Deuteronomio 30:14

INTRODUCCION

En el reino de Dios la obediencia no es una “opción” para

considerar, es cuestión de vida o muerte. Nosotros no

decidimos qué camino tomar, y entonces Dios irá “detrás” de

nosotros cuidándonos de los peligros y ayudándonos con los

obstáculos.

Esta idea de un Dios “arregla-problemas” es un concepto

distorsionado del carácter y la naturaleza del Señor. El quiere

lo mejor para nosotros, ha preparado de antemano todas la

bendiciones que nosotros podemos disfrutar, si andamos en

sus caminos y conforme a su propósito.

En el libro de Deuteronomio 30: 15-16, encontramos que Dios

le da al pueblo de Israel una severa y crucial advertencia:

“Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.”

Dios le dice a su pueblo: (paráfrasis nuestra)

“Aquí está la Vida y la Muerte delante de ustedes. La vida es que guarden mis mandamientos y anden en mis caminos. La muerte es que sigan en los suyos y hagan lo que bien les parezca. Pero yo anhelo bendecirlos y darles esta tierra como posesión absoluta.”



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Más adelante el Señor continúa la exhortación:

“A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia; amando a Jehová tu Dios, atendiendo a su voz, y siguiéndole a él; porque él es vida para ti, y prolongación de tus días…” Deuteronomio 30:19,20ª

Esta es una advertencia muy poderosa:

“¡Por favor, escoge la vida… para que vivas tú y tu descendencia..!”

Desde el punto de vista del cielo, obedecer es escoger la

vida y las bendiciones de Dios; desobedecer es dar la

espalda a Dios y abrir la puerta a toda clase de maldiciones y

destrucción que Dios nunca quiso que nos alcanzaran.

1. BENDICION vs. MALDICION

A. La palabra hebrea “berakah”, la cual se tradujo como

“Bendición”, significa: Prosperidad, habilidad otorgada

para prosperar.

B. Por el contrario, el término “qelalah” lo cual es

“Maldición”, denota: Denigración, envilecimiento y

devastación.

C. En la forma de concebir a Dios, la mayoría de nosotros

hemos sido programados así: “Dios castiga a las

personas malas”. Pero lo cierto es que son las

consecuencias las que nos alcanzan cuando elegimos

hacer lo malo.

D. Las bendiciones no son algo “deliberado” de Dios solo

para algunos, sino es la consecuencia de vivir

conforme a su voluntad. La bendición o prosperidad

en la vida es el fruto de la obediencia y la

consecuencia de ajustarnos a los principios de Dios.

E. La maldición es la consecuencia inevitable de darle la

espalda a Dios y no ajustarse a su Palabra. Somos

nosotros mismos los que podemos abrir puertas de

denigración, envilecimiento y devastación si decidimos

andar en nuestros propios caminos.



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Dios dice en Isaías 55: 7-9

“Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”

F. El plan de Dios es bendecirnos, habilitarnos para

prosperar en la vida en todos los sentidos. La única

manera de lograrlo es por medio de la obediencia a su

Palabra.

G. El mayor obstáculo que enfrentamos

para heredar las bendiciones del Señor,

no es el diablo, sino nuestros propios

“caminos”. Es en realidad nuestra

voluntad humana y patrones de

pensamiento que se “aferran” al timón

de nuestra vida y no quieren ceder el

control.

H. Existen “fortalezas” en nuestra mente, que son patrones

de pensamiento y conducta los cuales hemos

aprendido del mundo. Estas fortalezas debemos

doblegar ante el Señor Jesucristo en obediencia y

sumisión.

“Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo.” 2 Corintios 10:4,5 NVI

I. Debemos reconocer que cada uno de nosotros hemos

formado “argumentos” o razonamientos humanos que

se han asentado en nuestra conciencia como si fueran

una fortaleza de defensa.

J. Estos argumentos no permiten el paso a ninguna otra

idea, impidiendo así el entendimiento de la verdad de

Dios.



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K. Así que necesitamos humillarnos ante el Señor

Jesucristo, especialmente en nuestros razonamientos y

formas de pensar, para que su Palabra pueda renovar

nuestra mente y aprender obediencia y sometimiento.

2. COMO FUNCIONA LA PALABRA DE DIOS EN NOSOTROS

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” 2 Timoteo 3:16,17

A. La Palabra de Dios nos enseña (gr. “didaskalia”)

El primer contacto que tenemos con la Palabra de

Dios es al nivel de Instrucción o Enseñanza.

Debemos ser “expuestos” constantemente a la

verdad de Dios y asimilar en nuestra mente la mayor

cantidad de “información divina”.

Este proceso de asimilación se basa en la repetición

y constancia en que nosotros recibimos la Palabra.

Es nuestro alimento diario. Nuestra mente

únicamente retiene lo que recibe constante y

generosamente.

“La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría …” Colosenses 3:16ª

B. La Palabra de Dios nos redarguye (gr. “elegchos”)

El segundo nivel de influencia de la Palabra es la

acción de Redarguir ó “amonestar”, “censurar” y

“dar convicción” sobre algo. La Palabra nos

“convence” de nuestra verdadera condición.

Nos amonesta y censura respecto a lo que decimos,

pensamos, sentimos y decidimos.

“Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos,* y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.” Hebreos 4:12 NVI



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C. La Palabra de Dios nos corrige. (“epanortho sis”)

El tercer nivel de influencia entonces es la

corrección. Es interesante saber que en el original

griego ésta es una palabra compuesta: “epi” algo

que toma lugar de nuevo, y “anorthoo” que

significa enderezar o rectificar.

Así que ambos términos nos dicen: “enderezar o

rectificar de nuevo”.

Si le permitimos al Espíritu Santo que nos revele

nuestra verdadera condición y estamos dispuestos

también a ser “rectificados” y “enderezados”, este

hermoso milagro traerá grandes bendiciones a

nuestra vida.

“No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.” Romanos 12:2 NVI

D. La Palabra de Dios nos instruye. (gr. “paideia”)

El término aquí denota: Instrucción y entrenamiento

disciplinario.

Finalmente, el nivel de influencia al que debemos

llegar es ser “instruidos” y formados en la disciplina

del Señor, conforme a su Palabra.

Esto significa que Dios necesita ejercitarnos para que

estemos “enteramente preparados para todo

buena obra.”

No es agradable a la carne pensar en términos de

disciplina, sobre todo si se entiende que la idea

mostrada aquí tiene que ver con el entrenamiento

militar al que es sometido un soldado. “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.” Hebreos 11,12-13



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3. LA CRUZ, EL INSTRUMENTO DE NUESTRA OBEDIENCIA.

“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.” Mateo 16:24,25

A. La cruz era un instrumento de tortura, al parecer de

origen persa, que los romanos usaban para infligir la

pena de muerte; el condenado mismo tenía que llevar

a cuestas su cruz o, más bien, la viga transversal de ella,

hasta el lugar de la ejecución.

B. Por medio de esta imagen Jesús prepara a sus

discípulos para enfrentarse a la muerte y hasta para

considerarse ya muertos respecto de sí mismos y del

mundo.

C. Al considerar lo que Cristo nos ofrece, entendemos que

la abundancia de sus bendiciones no consiste solo en

“tomarlas” y disfrutar de ellas, sino primero hay que

“dejar” atrás los deseos egoístas que nos impulsan en la

vida

a. La cruz representa aquí el acto voluntario de renunciar

a esa vida egoísta y estar dispuesto a “morir” a esas

motivaciones carnales.

b. La cruz es símbolo de muerte a la vieja naturaleza, que

es motivada por el egoísmo.

c. La obediencia es un acto voluntario en el que

“rendimos” a Cristo nuestros deseos personales, para

aceptar los suyos. Es la decisión consciente de tomar

su vida y perder la nuestra.

D. Cuando nos aferramos a vivir

conforme a nuestra voluntad

terminamos perdiendo lo que tanto

anhelamos.

“ el que quiera salvar su vida la perderá, mas todo el que pierda su vida por causa de mi, éste la hallará.”



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E. ¿Cuál es el propósito? ¿Ganar o perder?, Cristo quiere

que “ganemos” en la vida. Su fórmula es

incomprensible para muchos: es necesario perder tu

vida para ganar la suya, la vida en abundancia y ricas

bendiciones que El quiere darnos.

“… y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, (mismos) sino para aquel que murió y resucitó por ellos.

2 Corintios 5:15

F. Así que, en los términos del Señor Jesucristo, la cruz

representa ganancia. Representa abandonar los

limitados y egoístas caminos nuestros para volvernos a

“sus” caminos, a su propósito y a su perfecta voluntad.

G. A los ojos del mundo esto representa pérdida, pero en

realidad es la mayor inversión que podemos hacer.

Con cuánta razón el apóstol Pablo expresó estas

palabras:

“Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo.” Filipenses 3: 8

Así también nosotros, probemos rendirle nuestra vida entera y

sin reservas al Señor Jesucristo. Vamos a disfrutar del gozo y la

plenitud que nos trae la obediencia a su perfecta voluntad.

Toma su cruz cada día ….. y síguele …!



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RENOVAR Conquistando la verdadera libertad en Cristo

“…para ser renovados en la actitud de nuestra mente; y ponernos el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en

verdadera justicia y santidad.” Efesios 4:23,24 NVI

INSTRUCCIONES PARA GUIAS DE GRUPO

Temas, Énfasis y Propósito



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TEMA 1

RENOVANDO NUESTRA MENTE.

Palabra: "No se amolden al mundo actual, sino sean

transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta"

Romanos 12: 2 (NVI)

Énfasis: La necesidad de renovar nuestra

forma de pensar y permitir una

restauración completa en nuestra

vida.

Propósito:

Entender como hemos sido formados y

cuál es nuestra naturaleza interior.

Darnos cuenta que nuestra mente ha

sido formada por patrones de

pensamiento y formas de entender

que necesitan ser rendidas al señorío

de Cristo por medio de la obediencia

a su Palabra.

Permitir que el Espíritu Santo nos

escudriñe y nos muestre en que formas

hemos impedido con nuestras

actitudes y formas de pensar, que Dios

nos transforme y nos restaure

completamente.



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TEMA 2


Palabra: “El restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre.”

Salmo 23:3 LBLA

Énfasis: Las consecuencias de la falta de

bendición paternal y lo que esto ha

afectado en como concebimos a

Dios.

Propósito:

Entender el poder de la paternidad

desde el punto de vista de Dios.

Darnos cuenta que Dios estableció a

los padres para impartir su bendición a

cada persona, y que la falta de ésta

produce ataduras en el alma.

Identificar, cómo un modelo

distorsionado de la paternidad, nos ha

estorbado para relacionarnos con

nuestro Padre Celestial de manera

correcta.

Clínica de grupo:

Orar juntos y permitir al Espíritu Santo

nos muestre de qué forma hemos

concebido la paternidad de Dios.

Identificar en qué áreas de nuestra

vida y nuestras relaciones nos hemos

visto limitados por la falta de

bendición, y qué clase de ataduras

nos impiden relacionarnos con Dios

como un Padre.



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TEMA 3

ROMPIENDO LOS LAZOS QUE ATAN

Palabra: "Honra a tu padre y a tu madre, como el

Señor tu Dios te lo ha ordenado, para que disfrutes de una larga vida y te vaya bien en la tierra que te da el Señor tu Dios.”

Deuteronomio 5:16 NVI

Énfasis: Identificar juicios y renunciar a ciclos

de deshonra a nuestros padres u otras

personas en autoridad, para ser libres

de amargura y lazos que atan el alma.

Propósito:

Enseñar sobre los ciclos de deshonor

con los cuales levantamos juicio en

contra de nuestros padres, y como

éstos producen ataduras que nos

impiden vivir con libertad.

Como podemos ser libres poniendo en

práctica los principios que nos traerán

sanidad y libertad de estos lazos de

juicio y deshonor.

Clínica de grupo:

Identificar con la ayuda del Espíritu

Santo, que clase de juicios hay en

nosotros. Como fuimos heridos y cuál

fue nuestra respuesta para tratar de

“protegernos”.

Arrepentirnos y cortar con el poder e

influencia de cualquier juicio y

deshonra hacia nuestros padres o

alguien más.



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TEMA 4

UN NUEVO CORAZON

Palabra: “Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne.” Ezequiel 36:26 NVI

Énfasis: La sanidad de nuestro corazón por la

verdad revelada de parte de Dios

acerca de nuestra Identidad y Destino.

Propósito:

Meditar en las “grandes preguntas”

que nos hacemos sobre Identidad y

Destino.

Entender porque luchamos tanto para

desarrollar un sentido propio de

seguridad, importancia y propósito en

la vida.

Reconocer como hemos buscado

satisfacción y seguridad en otras

fuentes y no en el perfecto amor de

Dios.

Clínica de grupo:

Venir delante de Dios el Padre con un

corazón humilde y sincero para recibir

su amor y aceptación.

Reconocer en que formas el enemigo

ha logrado apartarnos del perfecto

amor de Dios y nos ha proyectado

una imagen falsa de lo que somos en

Cristo.

Recibir de Dios una identidad correcta

como hijos amados y reconciliados en

Jesucristo.

Experimentar su perfecto amor, que

echa fuera todo temor de nuestro

corazón y lo hace nuevo.



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TEMA 5


Palabra: “Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa. Porque ésta desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu desea lo que es contrario a ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren.”

Gálatas 5:16,17 NVI

Énfasis: La realidad de una nueva vida en

Cristo, con la cual nos ha hecho libres

del poder del pecado.

Propósito:

Entender la batalla espiritual que se

libra dentro de nosotros y cómo

podemos fortalecer nuestra naturaleza

espiritual para vencer a la carne.

Identificar la mentira que el diablo

trata de sembrar en nosotros y romper

toda atadura que nos esclavizaba al

pecado, para vivir en completa

libertad como hijos de Dios.

Clínica de grupo:

Arrepentirnos y renunciar a todo

pecado no confesado delante de

Dios.

Identificar conductas y pecados

generacionales que hemos heredado

de nuestros padres, lo cuales debemos

rendir y renunciar a ellos aplicando el

poder de la Sangre de Cristo.

Identificar si hay algún objeto,

práctica o conducta que nos esté

atando al pasado y renunciar en

arrepentimiento genuino a todo

afecto personal que sintamos por

estas cosas.



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TEMA 6

ANDAR EN EL ESPIRITU

Palabra: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Romanos 8:1,2

Énfasis: La vida en abundancia solo podemos

experimentarla en una comunión

diaria y personal con Jesucristo. Andar

en el espíritu es andar en la perfecta

voluntad de Dios y es producto de una

relación íntima con Jesús.

Propósito:

Entender que cultivando una relación

personal con Jesús es la única forma

de combatir la condenación y sentido

de culpa por el pecado.

Aceptar su salvación y vivir como hijos

amados y aceptados en Dios, tiene

que ver con una revelación y

profunda convicción del amor de Dios

para con nosotros por medio del

Espíritu, y consecuencia de

permanecer en Cristo.

Clínica de grupo:

Rendir nuestra vida al señorío de Cristo

y ser llenos del poder del Espíritu Santo.

Arrepentirnos y humillarnos delante del

Señor por no oír su voz e impedir ser

guiados por su Espíritu. Renunciar a

nuestros propios caminos, buscar y

confiar en su perfecta voluntad.

Permitir al Espíritu Santo que nos revista

de la unción sobrenatural para ser

testigos de Cristo.



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TEMA 7

OBEDIENCIA

Palabra: “Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.”

Deuteronomio 30:14

Énfasis: Las bendiciones que tenemos en la

obediencia y las consecuencias de la

desobediencia. Consagrar nuestra

vida a Dios en obediencia.

Propósito:

Entender cómo opera la bendición y

la maldición en nuestras vidas.

Reconocer el poder de la Palabra de

Dios y como aplicarla para obtener las

bendiciones de Dios.

Entender el poder de la cruz y qué

relación tiene con nuestra vida diaria y

la obediencia a Dios.

Clínica de grupo:

Consagrar nuestra vida a Dios en total

obediencia.

Orar y rendirle conscientemente todas

la áreas de nuestro corazón para que

él sea Señor de todo y dueño absoluto

de nuestra vida.

“Sin rendición no hay bendición”

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