INSTRUCCIONESToma tiempo para presentarte ante Dios en sencillez y fe, confiando en su ayuda para entender la Palabra. No hay nada más importante para un discípulo de Cristo que aprender a alimentarse de la Palabra por sí mismos.Esto consiste en algo más que leer la Biblia todos los días (lo cual es muy bueno), pero lo medular es aprender a escuchar la voz de Dios en lo que Él nos esta comunicando en su carta de amor, redención y gloria La Santas Escrituras.

Pídele que te revele a Jesús en la lectura del día. Entonces:

a- Lea el pasaje de la Biblia detenidamente. Considere ¿Qué dice? ¿Quién habla y a quién? ¿Cuándo? ¿Dónde?. Es demasiado importante poner atención y observar bien el pasaje bíblico. Procura ver lo que el Señor te dice, y le dice al ser humano. (o a su pueblo).

b- Lea la reflexión del día.Vuelve a leer el pasaje contestando las preguntas.Cuando algo en el texto te llame la atención, haga una pausa. Habla con Dios acerca de eso.Permite que la Palabra penetre en el corazón. Luego continue con la lectura.Ahora tome unos minutos para orar. A la medida que descubres cómo es Jesús, la oración se volverá algo natural, y experimentarás lo extraordinario que es tener una relación con Dios.

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Devocional #4

Verso a memorizar: Gálatas 4:4-5

1. Medita en Lucas 2:21-40

2. Responde

a. ¿Por qué José y María trajeron al niño a Jerusalén?b. ¿Qué le había revelado el Espíritu Santo a Simeón?c. ¿A quién más había preparado el Espíritu Santo para ese día?d. ¿Qué hicieron ellos cuando vieron a Jesús?

Lucas nos describe todo el cumplimiento de la Ley que estos padres piadosos realizaron. El Mesías debía nacer y vivir bajo la Ley de Moisés (Gál. 4:4)

A los ocho días José y María llevaron a circuncidar al niño, conforme a los mandamientos dados por Dios en Levítico 12.

Asimismo, al nacer un varón, la madre debía quedarse en casa por cuarenta días; ese era el tiempo de su purificación.

Luego iba la familia al Templo, y según sus posibilidades económicas, traían una ofrenda a Dios para presentar al niño.

Imagina la escena: Una pareja pobre entró al Templo edificado para que habitara ahí la presencia de Dios - y Él nunca había estado más presente que en ese momento! El verbo hecho hombre entró en el Templo por primera vez, envuelto en una mantilla de bebé.

Lo levantaron ante su Padre y presentaron dos tórtolas, la ofrenda de purificación más pequeña que permitía la Ley.

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Cuando los padres judíos presentaban su hijo primogénito al Señor; estaban simbolizando el acto de entregarlo, diciendo: “Él es tuyo, te lo damos de nuevo a ti.” Inmediatamente después lo redimían, es decir, lo compraban para tenerlo consigo otra vez. Que increíble es que ellos estaban presentando su hijo al Dios del cielo, pero en realidad este Hijo iba a ser la verdadera ofrenda que el Padre entregaría por nuestro rescate.

Pero no pasaron desapercibidos. Había personas a quienes Dios había revelado que estaba cerca la venida del Redentor- Simeón y Ana la profetiza. Al ver al niño, llenos del Espíritu Santo, pronunciaron lo que él venía hacer. Entonces lo dieron a conocer a todos lo que esperaban la redención en Jerusalén.

¿Qué te habló Dios en la lectura de hoy?

Material elaborado por: Meditaciones en el evangelio de Lucas “Siguiendo a Jesús” Autores Pastores Enrique y Tita Bremer. USADO CON PERMISOwww.redpastoraljuvenil.orgGuía de Material de la ESCUELA EN ESPECIALIZACIÓN EN MINISTERIO JUVENIL, para el SEMINARIO TEOLÓGICO DE LAS ASAMBLEAS DE DIOS. Asambleas de Dios, San José, Costa Rica.