Doc3 - Cristianos Ortodoxos Occidentales

5/11/2018 Doc3 - Cristianos Ortodoxos Occidentales - slidepdf.com

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Material de Apoyo Académico - 1

Seminario Teológico San Juan Crisóstomo – ISAFEOCRI- P.J.E. 0613 Mininterio. Col

CRISTIANOS ORTODOXOS

OCCIDENTALES

Para usos internos y didácticos solamente

ADAPTACIÓN PEDAGÓGICA: The Rt. Rev. Jairo González Montoya.

¿Quiénes son?

Tanto los cristianos orientales y occidentales, a menudo lo primero que escuchan de la ortodoxia

occidental, son a menudo preguntas cuestionables tales como "¿Quiénes son estas personas?" O

"¿Por qué no he oído hablar de ellos antes?" Estas preguntas son razonables y pueden ser

respondidas fácilmente.

¿Que son cristianos ortodoxos occidentales?

En primer lugar, son simplemente, ellos son los que los cristianos de Occidente que han

descubierto la verdad de la ortodoxia y que han abrazado la fe ortodoxa y en la actualidad el culto

y la práctica de su fe ortodoxa según la antigua y venerable tradición de Occidente - tradiciones

cuyos orígenes se remontan al tiempo que Cuando la Iglesia Occidental sigue siendo plenamente

ortodoxa. Muchos de los occidentales que han abrazado la ortodoxia que sólo han conocido en

sus formas orientales, sobre todo porque estas han sido las formas predominantemente visibles de

la ortodoxia en Occidente.

Especialmente en América, con sus múltiples iglesias ortodoxa oriental surgido de tierras

extranjeras, la búsqueda de la ortodoxia occidental se ha convertido casi inevitablemente a una

Iglesia cuya expresión es de la ortodoxia oriental y bizantina. Durante miles de cristianos

occidentales que buscan refugio en la verdadera Iglesia de Cristo, estas Iglesias orientales han

proporcionado un hogar. Estos cristianos han dado la bienvenida y abrazamos la litúrgicos,

culturales, y (a menudo) formas lingüísticas de la cristiandad bizantina, y de ellos poco más

necesidad que decir aquí, salvo observar el fervor de su fe y compromiso, y su deseo de compartir

el tesoro espiritual De la ortodoxia con sus colegas occidentales.

Algunos otros cristianos occidentales, en la búsqueda de un hogar de Cristo santa Iglesia

ortodoxa, han viajado por una ruta diferente. Estos cristianos, convencidos de la plenitud de la

verdad de la fe ortodoxa, han sido alentados por los ortodoxos hierarchs los que se acercaron, a

conservar y utilizar la occidental litúrgica, cultural, lingüística y del patrimonio que se han





utilizado para, pero purificado de todo elemento incompatible Con la fe ortodoxa. Estos

cristianos, totalmente ortodoxa en su fe, pero a raíz de una tradición occidental la observancia

bendecida por la Iglesia Ortodoxa, puede ser llamado correctamente occidentales cristianosortodoxos. Deben ser llamados, en primer lugar, a fin de distinguirlos de los ortodoxos

verbalmente en el Oeste que siguen este de las celebraciones, y segundo (y más importante), a fin

de distinguirlos de los que parecen, superficialmente, la mayoría se asemejan a: católicos

romanos, anglicanos , Old católicos, y los demás occidentales que no sean miembros de la Iglesia

Ortodoxa.

A partir de mediados del siglo XIX, algunos cristianos occidentales, de detección del deterioro

de la cristiandad occidental - 1054, pero cuyas ramas y frutas han tenido siglos Que se marchitan

y visiblemente deteriorándose - comenzó a buscar su hogar en la Iglesia Ortodoxa, la Iglesia que

el Espíritu Santo ha conservado en la fidelidad y la gracia en el Este.

Al abordar la Ortodoxia, estos cristianos occidentales (la mayoría de ellos anglicanos y católicos

Old separadas de Roma) se reunió sabios y santos obispos ortodoxos, cuya visión de la venerable

y válidos patrimonio litúrgico de Occidente no se había atenuado o distorsionadas por siglos de

separación. En particular, el hierarchs del Santo Sínodo de Rusia en 1870 aprobó en principio el

regreso de los cristianos occidentales a la ortodoxia con la retención y el uso de la venerable

tradición litúrgica y espiritual de Occidente, en la medida en que estos no estaban en conflicto

con la ortodoxia. Este reconocimiento de la ortodoxia occidental no era otra flor para algunas

generaciones, pero la semilla ha sido sembrada y bendita. En la primera década del siglo XX, a

iniciativa del futuro santo patriarca y Tikhon, entonces arzobispo de América, el Sínodo de Rusia

aprobó de nuevo la ortodoxia occidental-rito anglicano en su expresión.

En el siglo XX, más tarde, en una mayor escala, los cristianos occidentales en el abordaje de la

ortodoxia se han encontrado los felices herederos de esta bendición y han cosechado sus frutos.

En la actualidad hay comunidades occidentales de los cristianos ortodoxos en el Patriarcado de

Moscú, la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero, la Iglesia de Antioquía, y varias otras

jurisdicciones.

En 1937 en Francia, un grupo de católicos Old regresó a la ortodoxia, para conservar su uso

litúrgico occidental y las costumbres, en primer lugar bajo la jurisdicción de Rusia (el Patriarcado

de Moscú y la Iglesia Rusa en el Extranjero), y luego bajo el Patriarcado rumano, como la Iglesia

Ortodoxa de Francia . Estos Occidental utilizar un rito ortodoxo sobre la base de los modelos de

más edad Gallican, probado y aprobado por su obispo en el momento, ahora San Juan

Maximovitch.

En la Semana Santa de 1961, sobre la autoridad de Alejandro III, Patriarca de Antioquía,

Arzobispo Anthony Bashir recibió Padre Alexander Turner y su antigua parroquia católica en la





Antiochian Iglesia Ortodoxa, que les autorizan a conservar sus usos y rito occidental. Tras el

reposo de Turner Padre, el Padre Paul Schneirla fue designado para supervisar el Rito Occidental

Vicariato Antiochian dentro de la Iglesia. En la actualidad hay una serie de parroquias en virtudde esta autoridad en todos los Estados Unidos. Algunos de estos utilizan una liturgia basada en la

original de 1549 Anglicana Libro de la Oración Común, mientras que otros utilizan el rito de la

Misa que celebró en la Iglesia Católica Romana. Este rito de la Misa es familiar a todos los

católicos romanos hasta su Concilio Vaticano II descartado que el rito y sustituida por la versión

revisada del Novus Ordo liturgia utilizan en la actualidad en casi todas las parroquias católicas.

En marzo de 1962, la parte occidental de rito monástico benedictino de la congregación de

Nuestra Señora del Monte Real, fundada en 1910, fue recibida en la Iglesia Ortodoxa Rusa en

Nueva York por el Obispo Dositheus Ivanchenko, Exarch América del Patriarcado de Moscú. Su

sucesor, el Arzobispo John Wendland, confirmada y bendecida esta congregación monástica

ortodoxa occidental y sus usos y costumbres. Desde hace algunos años los monjes del Monte

Real con personal occidental rito capilla en la Catedral de San Nicolás en Manhattan. En una

ocasión, el Abad de Monte Real, Don Agustín Whitfield, se reunió San Juan Maximovitch y que

se le algunas de las dificultades encontradas en el fomento de una misión de la occidental-rito

ortodoxo. San Juan, con gran vehemencia, lo alentó: "Nunca, nunca, nunca deje que nadie le

diga que, a fin de ser ortodoxa, debe ser también del Este. El Oeste fue totalmente ortodoxa

durante mil años, y su venerable liturgia es mucho mayor que cualquiera de sus herejías ".

Todas estas comunidades occidentales ortodoxos celebran su liturgia (la Misa) en la lenguavernácula - Inglés en los Estados Unidos y Australia, el francés en la Iglesia Ortodoxa de Francia

-, pero utilizar libremente latín, la lengua litúrgica tradicional de Occidente, en sus ritos. Todos

ellos utilizan también el tradicional canto gregoriano (occidental y otros cantos, como el

Ambrosiano y mozárabe), así como la música litúrgica adecuada de otros períodos y lugares.

¿Por qué estas personas han convertido occidental ortodoxa? ¿Qué es lo que encuentran en su

Iglesia que no se puede encontrar en la Católica Romana, Anglicana, Católica o Viejo Iglesias de

Occidente? Sencillamente, que han encontrado a la Iglesia de Cristo - Su una, santa, católica y

apostólica Iglesia - y han querido ser parte de esto, a sabiendas de que Cristo llama a todos los

hombres en una verdadera Su Iglesia Ortodoxa. Han descubierto que sus antiguas iglesias

occidentales han abandonado, en diversos grados y en diferentes etapas, la verdadera fe cristiana

y se extraviaron de la verdad de Cristo. Incluso una vez que el aparentemente monolítico iglesia

católica romana ha comenzado a mostrar visiblemente la desintegración interna que se inició

cuando se rompió la unidad de los ortodoxos en 1054. Otras iglesias occidentales, al ser

dependientes de la iglesia romana, parece estar sufriendo la misma desintegración.

Los cristianos ortodoxos, tanto de Oriente y Occidente, no están sorprendidos por este nuevo





alejamiento de la novela occidental, en valores nominales y extraño revisiones de la fe cristiana y

las buenas costumbres. Entiendo que los cristianos ortodoxos, además de la unidad sacramental

de la fe de la Iglesia Ortodoxa, no hay verdadera unidad espiritual o la integración es posible.Los cristianos ortodoxos se duele en el dolor de sus hermanos y hermanas occidentales, que

deben sufrir la desintegración y el caos causado por sus denominaciones "cierto abandono de la

cristiandad - lloraba y simpática y sobered. Para los cristianos ortodoxos saben que es sólo por la

gracia de Dios que les ha puesto en el refugio de Dios y la verdad inmutable Iglesia Ortodoxa y

se les ha dado el don precioso de la fe verdadera.

Cristianos ortodoxos espero y deseo y largo para el retorno de los separados de sus hermanos y

hermanas occidental a la remanso de Cristo la verdadera Iglesia Ortodoxa. Cristianos

occidentales deben saber que, a pesar de la angustia y el caos y la confusión dentro de susdenominaciones, de la santa Iglesia de Cristo está vivo y bien y vigilante en el mantenimiento de

la fe verdadera una vez entregada a los santos. En la ortodoxia occidental, con sus formas, ritos,

tradiciones y tan familiar a los cristianos occidentales, la Iglesia Ortodoxa de Cristo, acogiendo

con beneplácito su prodigio occidental hijos e hijas, puede darles un sentido de verdad el regreso

a casa a su casa del Padre.





EnglishWho Are They?

Both eastern and western Christians, on first hearing of Western Orthodoxy, often ask such

questions as “Who are these people?” or “Why haven’t I heard of them before?” These are

reasonable questions and can be answered readily and succinctly.

First, who are Western Orthodox Christians? Simply, they are those Christians of the West who

have discovered the truth of Orthodoxy and who have embraced the Orthodox faith and now

worship and practice their Orthodox faith according to the venerable and ancient traditions of the

West – traditions whose roots go back to that time when the Western Church was still fully

Orthodox. Many westerners who have embraced Orthodoxy have known it only in its eastern

forms, primarily because these have been the predominantly visible forms of Orthodoxy in the

West.

Particularly in America, with its manifold Eastern Orthodox Churches sprung from foreign lands,

a westerner seeking Orthodoxy almost inevitably has turned to a Church whose expression of

Orthodoxy is eastern and Byzantine. For thousands of western Christians seeking refuge in

Christ’s true Church, these eastern Churches have provided a home. These Christians have

welcomed and embraced the liturgical, cultural, and (often) linguistic forms of Byzantine

Christianity, and of them little further need be said here, except to note the fervor of their faith

and commitment, and their eagerness to share the spiritual treasure of Orthodoxy with their

fellow westerners.

Some other western Christians, seeking a home in Christ’s holy Orthodox Church, have traveled

by a different route. These Christians, convinced of the fullness of truth of the Orthodox faith,

have been encouraged by those Orthodox hierarchs whom they approached, to retain and use the

western liturgical, cultural, and linguistic heritage they have been used to, but purified of any

elements inconsistent with the Orthodox faith. These Christians, fully Orthodox in their faith, but

following a traditional western observance blessed by the Orthodox Church, may properly be

called Western Orthodox Christians. They should be so called, first, to distinguish them verbally

from those Orthodox in the West who follow eastern observances; and second (and far more

importantly), to distinguish them from those they seem, superficially, most to resemble: Roman

Catholics, Anglicans, Old Catholics, and those other westerners who are not members of the

Orthodox Church.

Beginning in the middle of the nineteenth century, some western Christians, sensing the

deterioration of western Christianity -–whose roots within the true Church of Christ had been

severed at the time of the Great Schism in 1054, but whose branches and fruit have taken





centuries to wither and visibly deteriorate – began to seek their home in the Orthodox Church, the

Church which the Holy Spirit had preserved in fidelity and grace in the East.

In approaching Orthodoxy, these western Christians (most of them Anglicans and Old Catholics

separated from Rome) met wise and holy Orthodox bishops whose vision of the venerable and

valid liturgical heritage of the West had not been dimmed or distorted by centuries of separation.

Most notably, the hierarchs of the Holy Russian Synod in 1870 approved in principle the return

of western Christians to Orthodoxy with retention and use of the venerable liturgical and spiritual

traditions of the West, insofar as these were not in conflict with Orthodoxy. This recognition of

Western Orthodoxy was not to flower for another few generations, but the seed had been planted

and blessed. In the first decade of the twentieth century, upon the initiative of the future patriarch

and saint Tikhon, then archbishop of America, the Russian Synod again approved western-rite

Orthodoxy in its Anglican expression.

In the later twentieth century, on a larger and wider scale, western Christians in approaching

Orthodoxy have found themselves the happy inheritors of this blessing and have harvested its

fruits. There are now communities of Western Orthodox Christians within the Moscow

Patriarchate, the Russian Orthodox Church Abroad, the Church of Antioch, and several other

jurisdictions.

In 1937 in France, a group of Old Catholics returned to Orthodoxy, retaining their western

liturgical use and customs, first under Russian jurisdiction (the Moscow Patriarchate and the

Russian Church Abroad), and then under the Rumanian Patriarchate, as the Orthodox Church of France. These Western Orthodox use a rite based on older Gallican models, tested and approved

by their Bishop at the time, now Saint John Maximovitch.

In Holy Week of 1961, on the authority of Alexander III, Patriarch of Antioch, Archbishop

Anthony Bashir received Father Alexander Turner and his Old Catholic parishes into the

Antiochian Orthodox Church, authorizing them to retain their western rite and usages. Upon the

repose of Father Turner, Father Paul Schneirla was appointed to oversee the Western Rite

Vicariate within the Antiochian Church. There are now a number of parishes under this authority

throughout the United States. Some of these use a Liturgy based upon the original 1549 Anglican

Book of Common Prayer, while others use the rite of the Mass as celebrated in the RomanCatholic Church. This rite of the Mass was familiar to all Roman Catholics until their second

Vatican Council discarded that rite and substituted for it the revised Novus Ordo liturgy now used

in almost all Roman Catholic parishes.

In March 1962, the western-rite Benedictine monastic congregation of Our Lady of Mount Royal,

founded in 1910, was received into the Russian Orthodox Church in New York by Bishop

Dositheus Ivanchenko, American Exarch of the Moscow Patriarchate. His successor, Archbishop

John Wendland, confirmed and blessed this Western Orthodox monastic congregation and its





uses and customs. For some years monks of Mount Royal staffed a western-rite chapel in Saint

Nicholas Cathedral in Manhattan. On one occasion the Abbot of Mount Royal, Dom Augustine

Whitfield, met Saint John Maximovitch and expressed to him some of the difficulties oneencountered in fostering the mission of western-rite Orthodoxy. Saint John, with great

vehemence, encouraged him: “Never, never, never let anyone tell you that, in order to be

Orthodox, you must also be Eastern. The West was fully Orthodox for a thousand years, and her

venerable Liturgy is far older than any of her heresies.”

All of these Western Orthodox communities celebrate their Liturgy (the Mass) in the vernacular –

English in the United States and Australia, French in the Orthodox Church of France – but freely

use Latin, the traditional liturgical language of the West, in their rites. All of them also use the

traditional Gregorian Chant (and other western chants, such as the Ambrosian and Mozarabic) as

well as suitable liturgical music of other periods and places.

Why have these people become Western Orthodox? What do they find in their Church that

cannot be found in the Roman Catholic, Anglican, or Old Catholic Churches of the West? Quite

simply, they have found the Church of Christ – His one, holy, catholic and apostolic Church –

and have wanted to be a part of it, knowing that Christ calls all men into His one true Orthodox

Church. They have discovered that their former western churches have abandoned, in varying

degrees and in different stages, the true Christian faith and have wandered from Christ’s truth.

Even the once seemingly monolithic Roman Catholic church has begun visibly to display that

inner disintegration it embarked upon when it broke from Orthodox unity in 1054. Other western

churches, being offshoots of the Roman church, appear to be suffering the same disintegration.

Orthodox Christians, both of East and West, are not surprised by this further falling away of the

western denominations into novel and bizarre revisions of Christian faith and morals. Orthodox

Christians understand that, apart from sacramental unity in the faith of the one Orthodox Church,

no true spiritual unity or integration is possible. Orthodox Christians are grieved at the pain of

their western brothers and sisters who must suffer the disintegration and chaos wrought by their

denominations’ abandonment of true Christianity – grieved and sympathetic and sobered. For

Orthodox Christians know that it is only by God’s grace that they have been called into the safe

haven of God’s true and unchanging Orthodox Church and have been given the precious gift of

the true faith.

Orthodox Christians hope and pray and long for the return of their separated western brothers and

sisters to the haven of Christ’s true Orthodox Church. Western Christians need to know that,

despite the chaos and distress and confusion within their denominations, Christ’s holy Church is

alive and well and vigilant in maintaining the true faith once delivered to the Saints. In Western

Orthodoxy, with its forms, rites, and traditions so familiar to western Christians, Christ’s

Orthodox Church, welcoming its prodigal western sons and daughters, can provide them with a

sense of truly coming home to their Father’s house.

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