Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960)...

26
1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José Pastor, Buenos Aires, Arte y Técnica, 1947 (5-23) Introducción La guerra moderna ha localizado las mayores batallas en las grandes ciudades – Londres, Berlín, Moscú, Leningrado, Nápoles, Viena, Amberes, Varsovia, Rótterdam, etc.- y ello ha abierto los ojos de los pueblos en lo respecta al futuro de sus megalópolis. La bomba atómica desvanece toda duda acerca del peligro de destrucción aniquilante que pende como espada de Damocles sobre todas las ciudades del mundo. Sin embargo, y contra lo que pudiera creerse, la guerra moderna no señala el fin del Urbanismo y su reemplazo por una dispersión ruralizante; todo lo contrario, refuerza aún más la idea de continuar con nuestras actuales ciudades y de crear otras nuevas para descentralizar a éstas y recibir sus aumentos de población. La pavorosa potencia destructora de las armas atómicas promete ser de tal magnitud en un próximo futuro que toda esperanza de eludirla cae cada vez más de lleno y exclusivamente en el campo de la moral: todo se reduce a la buena voluntad de los hombres que, dueños del poder destructor, convengan en no emplearlo unos contra otros porque el día en que cualquiera de ellos decida hacerlo, de nada valdrán a la postre la dispersión rural ni las disparatadas ideas de ciudades subterráneas que suelen preconizarse como substitutos de la concentración urbana actual: podrá decirse tan solo que estos servirán para retardar el colapso de un beligerante, nunca para evitarlo, y es por ello que llegamos a formularnos la pregunta que invalida, con su respuesta, la idea de la dispersión ¿valdrá la pena renunciar a todas las ventajas que la concentración urbana ha brindado a la humanidad por el temor de una eventual destrucción que de todos modos puede lograrse igualmente si las fuerzas del mal lo quieren? Si para salvar nuestra civilización actual se propugna que desaparezcan las ciudades ante el temor de la guerra aérea atómica, se cae en el absurdo, precisamente, de liquidar esa civilización. No discutiremos ahora aquí si la actual civilización merece ser cambiada por otra: lo que queremos dejar bien sentado es que, de pretender salvarla, lo último que se nos debería ocurrir es suprimir la ciudad, molde materno de la cultura occidental. Otra cosa es remodelar nuestras ciudades haciéndolas menos congestivas, pero manteniendo la compacidad ideal que les permita seguir siendo ciudades a la vez que participar de las amenidades y salubridad del campo circundante. La descentralización, así se llama al movimiento descongestionante, es cosa por completo distinta de la dispersión; implica por de pronto, una integración urbano rural en lugar de una invasión urbana sobre el campo o de un avance de éste sobre la ciudad; las frases “ruralizar la urbe” o “urbanizar el campo” constituyen sendos absurdos cuyas consecuencias están a la vista de todos los países del mundo donde se los ha querido aplicar. La reintegración urbano-rural, en lugar de un desparramo de población, significa su reconcentración en sistemas urbanos coherentes, de modo que se reduzca al mínimo el número de hombres que carezcan de contacto directo con una expresión urbana, sea esta metrópolis regional, villa semi-rural, o aldea; dicho contacto directo se entiende en términos de cercanía física y de buenas comunicaciones que permitan a cualquier hombre o mujer hacerse presente sin dificultades como integrante activo del conglomerado urbano. Llegamos así a reconocer la necesidad de una reorganización o mejor dicho de una verdadera organización de la ciudad y del campo encarados como una sola instancia en su carácter de “hábitat” humano: desembocamos en el Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR

Transcript of Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960)...

Page 1: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

1

Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960)Profesor: Ana María Rigotti

Materiales de lectura 5

URBANISMO CON PLANEAMIENTOJosé Pastor, Buenos Aires, Arte y Técnica, 1947 (5-23)

IntroducciónLa guerra moderna ha localizado las mayores batallas en las grandes ciudades – Londres, Berlín, Moscú,Leningrado, Nápoles, Viena, Amberes, Varsovia, Rótterdam, etc.- y ello ha abierto los ojos de los pueblos en lo respecta al futuro de sus megalópolis. La bomba atómica desvanece toda duda acerca del peligro de destrucción aniquilante que pende como espada de Damocles sobre todas las ciudades del mundo.Sin embargo, y contra lo que pudiera creerse, la guerra moderna no señala el fin del Urbanismo y su reemplazo por una dispersión ruralizante; todo lo contrario, refuerza aún más la idea de continuar con nuestras actuales ciudades y de crear otras nuevas para descentralizar a éstas y recibir sus aumentos de población. La pavorosa potencia destructora de las armas atómicas promete ser de tal magnitud en un próximo futuro que toda esperanza de eludirla cae cada vez más de lleno y exclusivamente en el campo de la moral: todo se reduce a la buena voluntad de los hombres que, dueños del poder destructor, convengan en no emplearlo unos contra otros porque el día en que cualquiera de ellos decida hacerlo, de nada valdrán a la postre la dispersión rural ni las disparatadas ideas de ciudades subterráneas que suelen preconizarse como substitutos de la concentración urbana actual: podrá decirse tan solo que estos servirán para retardar el colapso de un beligerante, nunca para evitarlo, y es por ello que llegamos a formularnos la pregunta que invalida, con su respuesta, la idea de la dispersión ¿valdrá la pena renunciar a todas las ventajas que la concentración urbana ha brindado a la humanidad por el temor de una eventual destrucción que de todos modos puede lograrse igualmente si las fuerzas del mal lo quieren?Si para salvar nuestra civilización actual se propugna que desaparezcan las ciudades ante el temor de la guerra aérea atómica, se cae en el absurdo, precisamente, de liquidar esa civilización. No discutiremos ahora aquí si la actual civilización merece ser cambiada por otra: lo que queremos dejar bien sentado es que, de pretender salvarla, lo último que se nos debería ocurrir es suprimir la ciudad, molde materno de la cultura occidental.Otra cosa es remodelar nuestras ciudades haciéndolas menos congestivas, pero manteniendo la compacidad ideal que les permita seguir siendo ciudades a la vez que participar de las amenidades y salubridad del campo circundante. La descentralización, así se llama al movimiento descongestionante, es cosa por completo distinta de la dispersión; implica por de pronto, una integración urbano rural en lugar de una invasión urbana sobre el campo o de un avance de éste sobre la ciudad; las frases “ruralizar la urbe” o “urbanizar el campo” constituyen sendos absurdos cuyas consecuencias están a la vista de todos los países del mundo donde se los ha querido aplicar.La reintegración urbano-rural, en lugar de un desparramo de población, significa su reconcentración en sistemas urbanos coherentes, de modo que se reduzca al mínimo el número de hombres que carezcan de contacto directo con una expresión urbana, sea esta metrópolis regional, villa semi-rural, o aldea; dicho contacto directo se entiende en términos de cercanía física y de buenas comunicaciones que permitan a cualquier hombre o mujer hacersepresente sin dificultades como integrante activo del conglomerado urbano.Llegamos así a reconocer la necesidad de una reorganización o mejor dicho de una verdadera organización de la ciudad y del campo encarados como una sola instancia en su carácter de “hábitat” humano: desembocamos en el

Doctorado en ArquitecturaFAPyD - UNR

Page 2: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

2

planeamiento urbano y rural que por tradición se designa entre nosotros con el nombre de URBANISMO, estirándose su significación con expresiones etimológicamente antitéticas como “urbanismo rural”, cuando se lo quiere relacionar con la idea integral de planeamiento. Pero el URBANISMO URBANO, en razón de que su objeto – la ciudad- resume en sí la cultura toda de la humanidad occidental, no puede constreñirse simplemente a la materia urbana, -las casas, las calles, las instalaciones comunales- pues inevitablemente, por más que quiera aislárselo en una torre académica como algunos pretenden, arrastra consigo, en cada línea que trazan los urbanistas, trozos del alma cívica- inseparables de la materia. A la luz de la moderna concepción integral del universo resulta asombroso el comprobar cómo grandes ciudades depositarias de la cultura contemporánea fueron transformadas drásticamente por “urbanistas” cuya única preocupación consistió abstrusas elucubraciones geométricas y estéticas al margen de toda otra perspectiva que no fuera la del arquitecto-artista; y no menos notable resulta el hecho de que grandes pensadores sociales y políticos confiaron a arquitectos asociales la modelación urbana sin percatarse de las consecuencias que el nuevo medio circundante por ellos remodelado tendría sobre las masas ciudadanas. Felizmente, luego de la tremenda experiencia del urbanismo provocado por la revolución industrial, ningún sociólogo o dirigente político de mentalidad medianamente clara, piensa por separado en el planeamiento físico (urbano, rural, regional), y en el planeamiento social (económico, político) sino que los configura en una misma y sola unidad de visión espaciotemporal.

Paralelamente, cada día encuentran menos ecos “urbanísticos” que se escandalizan ante la idea del planeamiento urbano y rural como materialización plástica del planeamiento integral y que piden a voz en cuello que les dejen decorar ciudades al margen de todas las otras fases del planeamiento. Muy por el contrario, por ser la Arquitectura y su complemento técnico la ingeniería, quienes tienen a cargo suyo la modelación y remodelación del hábitat humano, tanto los arquitectos como los ingenieros en cuyas manos caiga la tremenda responsabilidad del planeamiento físico, se convierten en el eje motor y director de la magna obra constructiva del plan integral y esa tarea exige amplias mentalidades más que especializaciones, una concepción integral del mundo circundante más que profundos conocimientos en una sola perspectiva; esto significa por fuerza una cultura humanística, ecléctica, libre de todo dogma, y sobre todo, hondamente imbuida de sociología. En suma los menos indicados para la tarea del planeamiento urbano y rural (y en general para todo planeamiento) son los especialistas a secas, ni siquiera los “especialistas en planeamiento” expresión por demás incongruente pues los planeadores, mejor que “especialistas” deben ser “universalistas”.

El solo intento de imaginar el planeamiento de una ciudad o de una región urbano-rural abstrayéndolo de sus problemas geo-socio-económicos, de su cultura, de su folklore, lleva implícita la estrechez mental de muchos urbanistas, planólogos, planificadores, planeadores o como quieran llamarse. Estamos de acuerdo en que la sociedad no se desarrolla al conjuro exclusivo de leyes económicas, pero reputamos absurdo el extremo opuesto en que se colocan quienes, al desconocer dogmáticamente el trasfondo económico de la cultura occidental, propugnan vaguísimas y deletéreas consideraciones pseudo-humanísticas que recuerdan a los milenaristas y a su esperanza de corte utópico pasivo por un mundo mejor, caído de los cielos. Tanto en uno como en otro caso, no existe planeamiento sino decoración urbano-rural, éxtasis o simplemente laissez faire; anti- utopismo, si consideramos a la utopía en su dinámico valor sociológico, esto es, como el anhelo hacia un mundo futuro más perfecto que el presente, transformándolo en todo cuanto deba ser transformado, sin excluir, en última instancia, la completa substitución del estado actual de cosas por otro nuevo.

Si se lleva la proyección del planeamiento urbano-rural al plano sociológico, los “urbanistas” adversos al planeamiento integral se darán cuenta de cómo las fuerzas sociales, formando grupos y clases perfectamente definidos, gravitan poderosa y aún violentamente en la cuestión del remodelamiento del medio circundante humano, cuya máxima expresión es esa ciudad a la que ellos pretenden cambiar la faz sin escudriñarle el alma. De un lado verán a los utópicos –milenaristas, liberales humanistas, marxistas, conservadores, socialistas, comunistas, georgistas-, que anhelan la transformación total o parcial, súbita o evolutiva, de la estructura socioecológica presente; del otro, a los anti-utopistas –liberales del laissez faire, archi conservadores, deterministas, realistas- y, en una posición confusa de apariencia utópica si se los juzga a través de su propaganda a favor de la organización de un “nuevo orden” , pero en el fondo antiutopista en la práctica pues toda su acción se constriñe a mantener y aúna reforzar el status quo, se verá mover a los totalitarios, fascistas, nazis, neofascistas y ciertos grupos que se titulan

Page 3: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

3

“nacionalistas”. El exacto conocimiento sociológico –no meramente político en el sentido de política local - de esas fuerzas es condición primordial para el planeador, aún del planeador a cargo de la remodelación urbano rural, porque no podrá trabajar en el aislamiento de un gabinete inclinado sobre los tableros de dibujo, sordo a los ruidos de la calle. Deberá trabajar bajo la dirección de tal o cual grupo, porque la remodelación urbano -rural de una ciudad existente no es tarea privada que se encargue a un arquitecto por clientes particulares. Por eso, para cumplir cabalmente su papel de planeador deberá conocer perfectamente los distintos grupos que a lo largo de su actuación técnica van sucediéndose en el poder, a fin de dar a aquella una dirección firme, tanto en el espacio como en el tiempo, sorteando las vicisitudes que los cambios políticos van oponiendo al desarrollo de sus planes y haciendo uso eficaz de las ventajas de cada situación favorable. Con esto queda claramente definida la posición social del planeador, y la absoluta necesidad de que su mente se vea libre de todo dogmatismo, así como su acción exenta de todo oportunismo discrecional; se advierte también con gran claridad el peligro social que implica todo grupo planeador bajo la forma de poder en que sus manos se deposita y que puede ser empleado ya para el bien, ya para el mal de la sociedad. Llegamos, una vez más, a la convicción de que es inseparable de la realización del planeamiento técnico su preparación previa en el campo de lo moral; y el enfoque ético de la cuestión solo puede hacerse por hombres, que a la vez que planeadores, sean culturalmente aptos para discernir la encrucijada del mal y del bien, mientras están proyectando el plan.

Como el plan va a influir en la vida de la sociedad entera –considerada ésta no como un superorganismo a secas ni como una simple suma de individuos-, salta a la vista la importancia básica del conocimiento cabal de las distintas fuerzas sociales, con todas sus implicaciones en el terreno de la economía, de la política, de la tecnología de las ciencias y las artes, de la religión, del folklore y la tradición. No es tolerable oír más, de aquí en adelante, a un “urbanista” hablándonos de que no debemos mezclar el planeamiento o “Planificación” con el Urbanismo. Siendo la ciudad el foco de nuestra civilización, la máxima actividad transformadora del hábitat humano estará simbolizada por el Urbanismo, pero en función de la Planificación o del planeamiento. Urbanismo sin planeamiento es mero edilismo, decoración de ciudades, reedificación, o lo que se quiera, pero no planeamiento urbano en su cabal significación sociológica.

Para comprender qué cosa implica la frase “Urbanismo con planeamiento” se hace urgente la elaboración de una perspectiva integral, panorámica, del mundo circundante para luego clasificarla categóricamente, al modo de los biólogos, en mundo perceptible y mundo efectórico; tenemos que conocer perfectamente qué son y en qué forma se nos dan ante nuestros sentidos y ante los instrumentos tecnológicos que los refuerzan, las porciones de la realidad cósmica que forman el mundo de nuestra percepción; y tenemos que saber a ciencia cierta cuales porciones de ese mundo perceptible pueden ser accesibles al efecto de nuestros cuerpos y de los auxiliares tecnológicos con que los ayudamos a actuar. El estudio de ambos mundos, inseparables y simultáneos, ha de hacerse con independencia de dogmas racionalistas o vitalistas que intenten mostrarnos sólo una cara del universo ocultándonos todos los demás. La cosmovisión que debemos perseguir es la de una comprensión del mundo circundante a través de todas las perspectivas posibles sin descartar una sola, integrándolas en una “gestalt” o unidad configurativa, tarea ésta de filósofos, pero que el planeador a cuyo cargo ha de estar la organización de ese mundo circundante necesita conocer desde todos los puntos de vista para que el suyo no se reduzca a una visión particular o parcial, impidiéndole aprovechar las áreas de visión comunes. Tanto el arquitecto y el ingeniero planeador como el político, el economista o el sociólogo planeador deben ensaya r continuamente sus visuales intercambiándose las posiciones de observación, sin pretender superponer su panorama al de los demás: solo cabría una distinción –muy importante por cierto- que reside en el hecho por el cual quienes van a tener mayor actividad material en el planeamiento son los arquitectos o ingenieros, desde que su acción es directa y visible sobre el mundo físico circundante; puede decirse que el planeamiento, si bien es preparado por economistas, sociólogos, políticos y educadores, se hace efectivo sobre el medio que nos rodea mediante la imaginación y la acción de arquitectos e ingenieros; aún cuando no sean los únicos modeladores físicos, lo positivo es que ellos asumen la dirección y coordinación conforme a plan de todas las otras actividades modeladoras a cargo de artistas, agrónomos, técnicos, artesanos: entre arquitectos e ingenieros la interacción debe ser estrechísima, de amplia comprensión mutua, para que el aspecto físico del planeamiento que cabe a sus funciones no se malogre por la estéril e incomprendida competencia. Pero resulta bien evidente que ni arquitectos ni ingenieros verán garantizados sus proyectos de planes contra la incomprensión de los

Page 4: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

4

otros planeadores encargados de juzgarlos y sostenerlos a menos que también éstos posean una visión de conjunto integral: interesa por lo mismo, a ambas disciplinas –Arquitectura e ingeniería- despejar de sus tareas todo misterio o esoterismo a fin de hacerlas accesibles en sus fundamentos y principios, a los dirigentes no técnicos: en otros términos, interesa la divulgación de los principios del planeamiento urbano y rural o, más panorámicamente, del planeamiento físico regional. Divulgación que debe alcanzar no sólo al “vulgo” sino también a las capas sociales mejor educadas e instruidas, entre las que se encuentran los especialistas en todas las disciplinas, a la sazón y en su mayor parte “barbarizadas”, según dice Ortega y Gasset, por el encasillamiento mental en una sola o pocas perspectivas parciales del mundo circundante.

Planeamiento a más de Urbanismo. Destruyendo el error El Urbanismo, hay que comprenderlo de una vez por todas antes que sea para nosotros demasiado tarde, no es la mera construcción edilicia, ni un plan de apertura o de ensanche de calles; tampoco un plan de cloacas, de aguas corrientes y pavimentos, o el catastro de una ciudad; no es el simple trazado caprichoso de un barrio de viviendas construidas sobre un terreno casi siempre mal elegido, ni la “sistematización” de una rivera o del cause de algún río, ni la “urbanización” o “urbanización” de un sector, ni la “zonificación” o “zonización” urbana, ni el planeo urbanístico de tal o cual ciudad. Debemos estar alerta ante esa terminología, igual que ante la charla confucionista de ocasionales “urbanistas” “urbanizadores”, “urbanólogos” y “amigos del urbanismo”, como ellos mismos se llaman. El Urbanismo no reside simplemente en esas obras edilicias, pues, pese a sus engañadores nombres, no son otra cosa que eso: meras obras sueltas, sean públicas o privadas; diremos todavía más, que el Urbanismo ni siquiera se concreta como pudiera creerse en el Plano Regulador de Extensión Urbana que reúne y coordina a todas esas obras edilicias: es todavía algo mucho más amplio que la simple extensión gráfica del conjunto de planos, vistas y modelos en miniatura, que se muestran al público en las exposiciones. El Urbanismo dista de ser solo la técnica de modelación de una nueva ciudad o de remodelación de una existente; esta técnica es su aspecto visible, en cuyo nombre se han cometido los grandes errores urbanísticos del pasado (en Buenos Aires, Rosario, Córdoba, los del presente), por no haberse estudiado al Urbanismo en su aspecto invisible: el de la realidad social que encierra una ciudad. La cirugía edilicia de Buenos Aires, que abrió a golpes de piqueta y a fuerza de millones de pesos las avenidas porteñas, que desde hace veinte y más años tiene a medio hacer numerosos ensanches de calles como Perú, San Juan, Independencia, Belgrano, Córdoba, etc., no tiene base social alguna y su efecto es tan anodino para los problemas de fondo de la ciudad como el de sus similares europeas y estadounidenses: ni siquiera ha tenido el valor de las vías de tránsito abiertas por Haussmann en Paris o los estupendos parkways neoyorquinos construidos en estos últimos años bajo la dirección de Robert Moses1 pues ambos responden a un plan de vial de conjunto y a un programa de ejecución a corto plazo; los “boulevards” porteños, y los rosarinos y cordobeses, en cambio, se han ido abriendo a paso de tortuga y con el más disparatado orden de ejecución.

Hemos hablado hasta aquí de ciudades y nos hemos olvidado un poco del campo; pero bástenos decir que cuando referimos la idea urbanística al mismo nos encontramos con idéntico desorden y confusión de ideas que culminan en el olvido del problema social. En el ámbito rural la división de tierras fiscales en las zonas de colonización agrícola, igual que la formación de pueblos en regiones como la Patagonia, Formosa y las provincias, ha fracasado por lo mismo, por faltarle una base social, única razón del éxodo hacia las ciudades litorales. Frente a este panorama de ideas confusas y acción desorganizada, se ve a las claras que, previo a todo, es necesario inculcar en la opinión pública el correcto concepto urbanístico, mistificado por quienes lo malinterpretan de buena o de mala fe. Hasta que esto no se logre, los urbanistas no podrán hacer nada útil. Pero este concepto tergiversado por los funcionarios y ciertos profesionales “urbanistas”, sufre todavía una mayor distorsión en su significado cuando desborda de los límites de la urbe, dentro de la cual se justifica el término. En

1 Robert Moses –Commisioner of Parks, funcionario bajo cuyo mandato se cumplió un vasto programa vial y recreativo del sistema de

parques propiedad del estado de Nueva York que ha hecho llegar las autovias al corazón de Manihattan y ha permitido en gran proporción la descentralización de viviendas de este barrio congestionado hacia zonas de Queens y Brooklyn, antes lejanas por falta de carreteras de tráfico ligero que las acercara a la “City”.

Page 5: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

5

efecto cuando comenzó a usarse la palabra Urbanismo- Urbanisme- Urbanesimo- Urbanism2, en castellano, francés, italiano e inglés para designar el método de rehabilitación edilicia, corrían los tiempos en que la actividad urbana centralizaba los afanes de cada país, en plena era industrial; el campo era entonces algo así como la trastienda de la ciudad y la idea de organizarlos simultánea y coordinadamente escapaba al alcance del pensamiento de los ediles de esa época, a pesar sin embargo, de que el máximo exponente de estos, el propio Haussmann, pareció entrever por un momento la proyección regional más que municipal de sus planes urbanos. El fracaso “urbanístico” de ese “Urbanismo”considerado al margen de la sociología y de la realidad geográfica hizo pensar que el hombre no viví tan solo en las ciudades y de las ciudades; fueron los ingleses los primeros en proclamar ante la opinión pública esta sencilla y perogrullesca observación, lanzando la idea de la “ciudad jardín” que si no dio la solución integral del problema, abrió al menos el horizonte rural al Urbanismo de “intramuros”. Se llegó así, a tener una imagen más exacta del ámbito territorial, en el que campo y ciudad no están vueltos de espaldas sino al contrario, formando un todo, amalgamándose, interponiéndose, complementándose; y se vio con onda preocupación la forma caótica en que se había ido produciendo la interpenetración de la costra urbana en el campo. De inmediato la palabra “Urbanismo”, aplicada al campo, resultó contradictoria y confusa y desde entonces siempre ha sido difícil explicar que el Urbanismo no solo es el planeamiento de las ciudades sino también del campo: y a fe nuestra que se pierde mucho en claridad cuando se intenta explicar una cosa nueva con palabras inadecuadas o peor aun, como en este caso, antagónicas en cuanto a significado, y que señalan sólo las partes y no el todo. De ahí que se haga necesario buscar otros términos que reflejen con propiedad el concepto general del clásico “Urbanismo”, nombre aplicable tan solo al ámbito urbano; esas palabras ya han sido consagradas en otros países y por su raíz latina común pueden, al abarcar los idiomas más extendidos en la civilización de occidente, constituirse en vocablos universales; dicha raíz es PLAN y significa no ya un simple plano dibujado, sino el conjunto armónico y coordinado de actividades humanas que en él se concreta gráficamente.

El planeamiento

La raíz PLAN aparece en el inglés bajo la forma del verbo to plan, que significa planear, y la acción de planear recibe el nombre de planning, que para nosotros equivaldría a planeamiento. Los anglosajones han dejado en desuso la antigua voz urbanism derivada del urbanisme francés para reemplazarla por City planning primero, por Town planning después, lo que en castellano equivaldría a planeamiento de la ciudad, y le han acoplado la expresión paralela de Country planning: planeamiento de la campaña. La voz town no designa la simple city o ciudad material sino además a toda agrupación humana que con ella forma el centro urbano, así como Country no señala tan solo el campo sino a todo el territorio que no es urbano: montañas, desiertos, lagos, ríos, praderas, bosques, costas e islas; y ambos, Town and Country, son considerados como una sola entidad geográfica.

En Suiza y en Alemania se ha empezado a usar con igual claridad de criterio y en reemplazo de Städtebau, y la voz landesplanung 3 cuya raíz sajona land significa país, y encierra el mismo doble significado de ciudad y campaña o de town and country. Vemos cómo la radical latina Plan se manifiesta, antes que en los idiomas romances, en inglés, en el alemán y aún en el ruso, en el sueco, en el noruego y hasta en el turco; no hay razón alguna, a nuestro entender, para que el castellano, el francés y el italiano rechacen la iniciativa de la terminología adecuada, paralela al PLANNING inglés y al PLANUNG alemán; por de pronto en castellano le correspondería PLANEAMIENTO 4.-Planeamiento Urbano y Planeamiento Rural, esto es, el Town and country planning de los ingleses o el Landes-planung de los alemanes.

Si se quiere conservar la palabra “Urbanismo” para designar al planeamiento Urbano, sólo sería lógico hacerlo a condición de emplear una palabra correlativa que designara al Planeamiento Rural, y esa palabra tendría que surgir no de un capricho de los urbanistas, sino de una fuente etimológica similar a la que dio a luz a la voz “Urbanismo”; hay que volver, pues, al latín, para encontrarnos con la palabra “rus”, “ruris” que se contrapone al “urbs-urbis”,

2 De urbs-urbis, que en latín significa ciudad. Urbanismo significa el fenómeno sociológico de la tendencia hacia la ciudad; de ahí que

prefiramos llamar “planeamiento urbano” y no Urbanismo a la técnica del trazado y rehabilitación de ciudades. 3 Städtebau-Stadt: ciudad-bau: construcción. En la Alemania hitlerista sin embargo se usó más de la expresión “raumordnung”:

ordenamiento del espacio, como sinónimo y sustituto de landes -planung. En Francia se está empleando la expresión equivalente “aménagement de l’espac e”.

4 Y no “planeación” o “planificación” o “planeo” como comúnmente se dice.

Page 6: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

6

significado: campaña, lo que no es urbano, con igual amplitud que la atribuida a la voz inglesa country; lo “rural” es lo más natural que se conserva, en tanto que lo “urbano” es lo más elaborado de un territorio; el adjetivo “rústico” derivado de “rus”, “ruris” se emplea para designar lo menos desnaturalizado, lo menos trabajado. Por ello no se nos ocurre otra cosa mejor –no sabemos que dirán de ello los etimólogos 5- que dar a “Planeamiento Rural” su sinónimo, derivado de “rus, ruris”; RURALISMO .

Urbanismo, Ruralismo y Planeamiento

URBANISMO y RURALISMO serían así las dos particularizaciones del PLANEAMIENTO, según el área geográfica en que este tenga lugar. Bien entendido que no son capítulos separados e independientes sino muy por el contrario, su unión es tan estrecha que, extremando la definición, el uno viene a ser parte constitutiva del otro, pues las manifestaciones urbanas no son sino trozos de campo diferenciado por virtud de la obra edificatoria del hombre. Es preciso fijar esta idea en las mentes para despojarlas del error encerrado en el “Urbanismo” del siglo XIX hasta principios del actual, y evitar el disparate de planear ciudades dentro del recinto artificial formado por los limites municipales, a despecho de la región rural circundante, de la cual una ciudad o un grupo de jurisdicciones urbanas aglomeradas es parte constitutiva. La clásica concepción del Urbanismo conduce en cambio a la idea de planeamiento en términos “municipales” en vez de “regionales”: si los límites políticos artificiales no tienen ningún significado para la teoría del planeamiento físico, y si en la práctica cuentan para algo, ello es en el sentido de obstaculizar la organización urbanístic a y ruralística de una región. El Planeamiento se desenvuelve mejor bajo las directivas de la Geografía Humana y la Geografía Física que bajo las de la Geografía política. No otros, sino los hechos derivados de la ocupación de la tierra por el hombre son sus verdaderos principios fundamentales.

El Planeamiento se libra de esta suerte de toda rigidez urbanística, para adoptar caracteres de regionalismo, pues tiende a hacer de cada región una unidad humana y física; de cada conjunto de regiones, unidas por un vínculo común, un país homogéneo y del conjunto de países, un mundo ordenado en el que toda actividad humana tenga una razón de ser y una repercusión favorables del bienestar de la humanidad entera. ¿Ambicioso el programa? ¿Utópico? Ciertos hechos que ya comentaremos luego nos autorizan a pensar en su factibilidad. Hay que comenzar, por lo tanto, a destruir el concepto “urbanizante” del Urbanismo, y por sobre todas las cosas aligerarlo de la falacia de los planes de “urbanización”, “sistematización” y otros nombres no menos obscuros y misteriosos de que suelen plagarse los periódicos, las revistas, las salas de conferencias, las exposiciones y los discursos de los funcionarios.

Hay que instruir a la opinión pública para que no se engañe con “maquettes”, planos y diagramas presentados con bombos y platillos, y sepa distinguir cuando ellos constituyen la expresión concreta de un Planeamiento Urbano y Rural y cuando no son más que simples obras públicas o privadas, huérfanas de toda relación con un plan regional; un conjunto de edificios gubernativos, un centro cívico, un barrio de viviendas populares, una avenida monumental, un nuevo parque evocativo, un dique de embalse, un puente, o una red de caminos troncales, son meras obras aisladas si falta el planeamiento previo, por más que sus proyectistas y promotores las disfracen con el nombre de “urbanización”, “sistematización”, “Planificación” y quien sabe qué otras palabras extraídas a tirones del diccionario.

La responsabilidad de los Arquitectos La mayor parte de la responsabilidad por la actual estrechez de miras tanto en el Planeamiento urbano como en el rural proviene de los mismos arquitectos, a raíz de un falso concepto de la Arquitectura que les impidió orientar oportunamente sus mentalidades hacia una Arquitectura Social; ésta les habría hecho pensar en el todo urbano y rural, más allá del lote dentro del cual se les encarga proyectar una casa, y los hubiera movido a adoptar una posición clara frente a los funcionarios urbanistas. Fuerza es decirlo, la mayoría de los arquitectos en todos los países se ha vuelto en la misma salsa absurdamente académica de la école de beaux arts de París y todas sus ahijadas internacionales; viendo en la Arquitectura nada más que un arte decorativo, han sido incapaces de dar a sus ciudades, en el momento preciso, en que más lo necesitaban y que menos costo hubiera sido –el comienzo del

5 Ruralismo es una de las expresiones que acuñó Patrick Geddes a principios de siglo; Ortega y Gasset usa también el término “ruralismo”

en una de sus notas (“de Madrid a Asturias”), en el mismo sentido que Geddes.

Page 7: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

7

siglo- un esquema arquitectónico adecuado a las necesidades de la población y a las características locales; toda su preocupación por los problemas del Urbanismo se limitó a la copia recíproca de métodos edilicios, de “estilos” de las fachadas, de códigos de edificación, internacionalizando plásticamente a la mayor parte de las ciudades, llevándolas a la condición de conglomerados caóticos de ladrillos, asfalto y cemento, y legando a los urbanistas de hoy un verdadero presente griego de hechos consumados. Se dirá que los arquitectos no tienen la culpa, sino los funcionarios; ello es aceptable hasta ahí nomás, pues ni el mismo Haussmann en París pudo hallar arquitectos a la altura de sus ideas urbanísticas y cosa parecida le sucedió a Sarmiento o Rivadavia cuando buscaron la asesoría de quienes debían ser los verdaderos expertos en Urbanismo. Los funcionarios erraron en sus intentos urbanísticos, pero mucho menos por su capricho que por falta de asesoría arquitectónica. Los arquitectos, salvo en contadas ocasiones ignoraron, olímpicamente al Planeamiento y los pocos que lo reconocieron salvo excepciones no menos contadas, no se preocuparon de crear en la opinión pública una conciencia del Planeamiento, y se negaron en mezclar su acción profesional con la política de su país, y los políticos los desconocieron como factores sociales, considerándolos menos proyectistas de casas sueltas. Recién ahora se abren las puerta de la política al Planeamiento urbano y rural en los países señeros de nuestra civilización porque el arquitecto comienza a ser lo que en mala hora olvidó; Alemania y Rusia fueron las primeras naciones en incorporar esa actividad a sus programas dándole gran importancia oficial –demasiada- a su faz tecnocrática, y no tardó en seguir sus huellas la Italia fascista. En contraste, Holanda, Noruega, Suecia, Suiza, marcaron rumbos iniciales en la urbanización del Planeamiento territorial y en materia urbanística dieron los primeros ejemplos de aplicación práctica como actividad gubernativa perfectamente compatible con los procedimientos democráticos. Hoy la tremenda destrucción de los bombardeos aéreos y de la artillería ha promovido un movimiento de franca preocupación en los estadistas contemporáneos y ya en los planes de postguerra el Planeamiento territorial ocupa un puesto de vanguardia, recordándose el error cometido en la anterior postguerra, cuando todo el planeamiento se redujo a simples obras públicas en masa, en que los arquitectos se preocupaban tan solo del estilo de las fachadas, y los políticos del número de votos que significaban. La labor que los arquitectos ingleses, rusos y franceses, están desarrollando hoy en materia de plane amiento de los territorios de sus países tiende a hacer del plan regulador nacional un instrumento de gobierno positivo y no un simple programa de obras públicas; entre nosotros no falta inquietud en ciertos círculos arquitectónicos, ingenieriles y gubernativos pero la indecisión y la estrechez del viejo concepto “urbanístico” pesan con gravedad en las mentes, y muchas buenas intenciones se ahogan en el “maremagno” de las jurisdiscciones, las cartas orgánicas, los estatutos y reglamentos y sobre todo, en dos cosas: una, la falta de una legislación, y otra, la ignorancia que la opinión pública tiene de eso que oye designar con nombres raros y que nadie le explica con claridad. Así se oye hablar aún a profesionales, del flamante Código de edificación en Buenos Aires, de la sistematización de la Cañada de Córdoba, de la “urbanización” de Playa Bristol en Mar del Plata o del “Centro Cívico” en Bariloche como si se tratara de expresiones que demuestran el correcto desarrollo del Planeamiento en nuestro país, cuando muy lejos están de serlo, pues todas ellas no son más que esfuerzos sin coordinación – las simples obras aisladas de que hablamos antes- que producen un aparente y eventual beneficio a un sector reducido mientras comprometen el bienestar y el bolsillo de toda la población de las ciudades que se enorgullecen de ellas, ya porque acarrean nuevos inconvenientes, ya porque dejan sin solucionar los viejos. No se engañe la opinión pública: sin Plan Regulador del conjunto, esas mistificaciones pseudo urbanísticas, por impresionantes que sean las “maquettes” y dibujos en colores, salvo rarísimas excepciones, no son otra cosa que ataques al erario público y futuros hechos consumados que dificultarán y harán prohibitivo el verdadero planeamiento de la ciudad cuando llegue el momento de realizarlo; recuérdese el rascacielos del Ministerio de Obras Públicas en Buenos Aires, que ha quedado en medio de la avenida 9 de julio como un monumento al caos urbanístico y que constituye de por sí un formidable alegato en pro de un Plan Regulador que conjure de raíz el peligro de esos disparates.

¿Es que seguimos considerando a la ciudad entera como si fuera un gran edificio? ¿Seguiremos siendo arquitectos muy hábiles para resolver una casa entre medianeras pero absolutamente ineptos para resolver el problema del conjunto de todas esas casas que forman una ciudad? Muchos consideran a esta con el mismo criterio de esos estancieros hechos gobernadores que ven en su provincia y en su país, algo así como una gran estancia. Creen que resolver el problema del todo es lo mismo que resolver el de una de sus partes: absurdo mayúsculo como el de

Page 8: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

8

afirmar que toda la población del país tiene los mismos problemas, pero agrandados, que los de una de sus familias componentes. Esta es la consecuencia de tergiversar aquel concepto spenceriano de que la Sociedad es un superorganismo, suponiéndolo idéntico a un organismo individual .

EL PENSAMINETO DEL SIGLO XX EN ARQUITECTURA Y URBANISMO

Horacio Caminos, Nuestra Arquitectura Nº 208, noviembre 1946 En la Universidad de Tucumán se dictó un ciclo de conferencias bajo el tema: "El pensamiento en el siglo XX". Profesores de diversas materias lo abordaron desde su especialidad; filosofía, literatura, física, etc. La conferencia que transcribimos resumida form ó parte de ese ciclo. Como ha sido encarada esta conferencia Esta conferencia intenta responder a la pregunta que nos han formulado: ¿Cuál es el pensamiento en Arquitectura y Urbanismo en el siglo XX? Tal vez, un procedimiento para presentar el pensamiento en el siglo, sería salirse de éste y contemplarlo a la distancia para ver la trayectoria de sus modulaciones. De la categoría de actores, tendríamos que pasar a la de espectadores; y aun así, miraríamos las cosas con parcialidad al sentir que la lucha que se desarrolla es nuestra propia lucha y no dejaríamos de reconocemos en uno de los bandos. Quizá también, sin entrar a formular juicios, podríamos confeccionar con el mayor cuidado un catálogo resumido de las teorías y realizadores en la Arquitectura y Urbanismo de nuestra época. Pero ocurre que este procedimiento, sin duda más académico, pero frío y anecdótico, mostraría en forma descolorida y con un carácter un poco arqueológico lo que hoy es viviente, jadeante, palpitante. Por otra parte, no nos sentimos repetidores de lo que piensan otros, sino más bien críticos de lo que pensamos nosotros mismos, de todas nuestras limitaciones y defectos. Entendemos que el objeto de este ciclo de conferencias es suscitar una corriente de intercambio entre tas diversas disciplinas, desde las cuales se enfocan los problemas humanos. Con esa idea directriz hemos tratado de podar lo estrictamente técnico para exaltar, en cambio, lo que podría ser un denominador común y por tanto, que establezca y estimule esta corriente. Hemos descartado, pues, las posibilidades de enfocar el pensamiento del siglo, ya como observaciones, o ya haciendo una recopilación esquemática de sus manifestaciones. Hemos preferido, en cambio, correr el riesgo de presentarlo a través de lo que pensamos y hacemos como hombres del tiempo que vivimos. Nuestra era maquinista Si hemos de fijar un punto de partida a tos hechos y condiciones que caracterizan la vida y el pensamiento en lo que llamamos siglo XX, debemos partir precisamente del o de los factores determinantes de nuestra vida y de nuestro pensamiento. Y el factor es, en este caso, la utilización en gran escala de un instrumento -la máquina- que a su vez ha sido engendrada por el pensamiento. Con singular exactitud se denomina a nuestra época era maq uinista, o también era industrial o científica o técnica; términos enraizados al primero y que significan: era de la utilización decisiva de un instrumento llamado máquina, objeto inerte en si, pues no es más que un medio al que el hombre imprime una dinám ica. El uso del carbón como fuente de energía mecánica, la creación de la máquina a vapor con sus numerosas adaptaciones y la utilización del hierro como material preponderante, marcan los primeros pasos de la nueva edad o -como dicen otros autores- imprimen un ritmo vertiginoso al desarrollo de la nueva era que el tiempo venia incubando, Lo cierto es que, desde entonces, profundos cambios han tenido lugar en todos los órdenes de la vida. Formidables alteraciones que comprenden lo económico y lo social, el arte y la ciencia. En realidad, las manifestaciones vitales del hombre son una sola cosa y los campos y ramas en que las dividimos, y clasificamos son abstracciones puramente convencionales. Nada está reunido en casilleros. La sociedad, la economía, el arte y la ciencia, forman un todo completamente amalgamado. Los inmensos laboratorios de Estados Unidos, donde mil investigadores trabajan afanosamente con todos los medios imaginables a su disposición no hubieran sido posibles sin Ford o Rockefeller, y éstos, a su vez, no hubieran sido posibles sin la máquina. Esta guerra, que ha desplazado a millones de hombres con sus correspondientes implementos de abastecimiento y

Page 9: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

9

destrucción a las más escondidas latitudes, no hubiera sido posible sin la máquina. Esa población que se aglomera en las ciudades informes y áridas arrastrando una existencia miserable y mezquina, no hubiera sido posible sin la industria, y ésta, a su vez no hubiera sido posible sin la máquina. Carlos Marx no hubiera escrito "El Capital" si no hubiera existido, la máquina. Y René Clair o Sergio Einsestein no nos deleitarían con un arte nuevo si no hubiera existido el cinematógrafo. Interrelación Y en fin, sin la utilización de la máquina no tendría quizá nuestro siglo una característica que lo distingue de las edades anteriores y es el hecho de que nunca, como hoy, los hombres que pueblan la corteza terrestre han estado más relacionados entre si. Interrelación que crece en proporción vertiginosa día a día. La técnica maquinista ha creado y sigue creando mil medios de interrelación: ferrocarril, automóvil, aeroplano, linotipo telégrafo, teléfono, radiotelefonía, televisión. Se nos mete el mundo en la intimidad por la radio, y mientras almorzamos asistimos, imperturbables, sin perder el apetito, al espectáculo de los "acontecimientos más remotos”, distantes y dispares: miles de seres, como los que estamos aquí, perecen al ser bombardeada una ciudad. Toscanini nos llega desde New York; Varela acaba de marcar un gol para Boca Juniors. La tierra se ha contratado a limites insospechados, increíbles. En Arquitectura, por ejemplo, ya pierden su razón de ser los materiales regionales. La chapa de zinc es al techado de los ranchos pobres de la provincia de Buenos Aires. Lo autóctono ya no está dado tanto por los materiales privativos de una zona cuanto por sus características geográficas de clima y paisaje y por la modalidad de sus habitantes. Por eso también, al hablar de Arquitectura, lo hacemos en términos universales, pues sería regresivo limitarla con fronteras. Hoy no nos podemos referir a la Escuela Inglesa o a la Francesa o a la Norteamericana. Decimos, simplemente, Arquitectura. Dos sellos fuertemente característicos lleva pues impreso nuestro siglo: maquinismo o interrelación, y que como es natural, marcan también al arte de la época con un cuño propio. Un concepto de Arquitectura Después de estas aclaraciones preliminares, que como es obvio forman también parte del pensamiento en el siglo, entremos más particularmente en nuestro tema. Claro está que para poder dar una semblanza del pensamiento en Arquitectura debemos tener el concepto de lo que ella es. Como no pretendemos convencer a nadie de que efectivamente sabemos qué es Arquitectura, señalaremos los puntos de vista que definen nuestro concepto particular. El conocimiento de la Arquitectura supone una conciencia del momento histórico. Esto es: no se puede negar la influencia decisiva de los saltos prodigiosos de la ciencia, el maquinismo, la revolución industrial y, el desarrollo fabuloso ya expuesto de los medios de interrelación, factores todos que hacen inservibles los viejos moldes de nuestra civilización y por lo tanto no se 'puede ignorar el hecho de que atravesemos una época de liquidación, revaloración, búsqueda, transición. Afirman los pensadores que una civilización sucumbe cuando se le cierra su imaginación y voluntad y no sabe crear nuevas formas de vida para enfrentar los problemas crecientes a que esa misma civilización los ha llevado. Tener conciencia del momento histórico es precisamente entender eso. Ya no podemos negar la bomba atómica o el avión cohete. Se trata casualmente de comprender que, están incorporados a nuestro destino. Sentido dinámico El otro punto de vista es lo que denominamos el "sentido dinámico". Concepto que es resultado de nuestros esfuerzos para comprender qué es Arquitectura y qué es Urbanismo. Esto nos hace comprender, por sobre otras consideraciones, por qué un templo griego y una catedral gótica son Arquitectura, pese a todas sus diferencias de forma y fondo. Es que la idea acerca de las cosas va cambiando con las edades. Los griegos concebían la Arquitectura sobre principios esencialmente básicos; escultóricos si sé quiere. En la Edad Media la Arquitectura reposa sobre bases esencialmente estáticas. Hay variación de tiempo, de comarcas, de voluntad, de expresión, lo cual ha dado como resultado la variación de conceptos. Claro está que para poder trabajar nos debemos aferrar a algo fijo. Sentar conceptos, premisas, pero debemos tener

Page 10: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

10

presente que esas premisas, en las que tan fuertemente nos apoyamos hoy, no son definitivas y mucho menos pretender que lo sean. La idea que tuvieron los griegos de Arquitectura, era distinta a la que tuvieron en la Edad Media, y éstas son distintas a las de hoy y, como es obvio, a las que habrá mañana. Esto es lo que intentamos expresar como dinámico. Ahora bien, este cambiar constante de concepto no es arbitrario; sigue una línea de conducta, esa línea es la Arquitectura: templo, arco de triunfo, puente, logia, obelisco, hangar, pirámide, plaza, vivienda. La paradoja del siglo XX Un horizonte muy amplío, de infinitas posibilidades, está abierto a la Arquitectura del siglo. La ciencia y la técnica desarrolladas enormemente en todos los campos han encontrado en éste nuevos materiales de construcción: hierro, hormigón armado, vidrio, plásticos, etc., etc.; desarrollando su cálculo -otra conquista propia del siglo- y mostrando sus posibilidades de utilización y nuevas posibilidades plásticas nunca sidas. Novisimas técnicas es han incorporarlo a la Arquitectura o han nacido de ella: electricidad, aire acondicionado, ascensores, obras sanitarias. Ellas van desde el invento del inodoro de mediados del siglo pasado hasta los más recientes, como el clima artificial y la iluminación. El desarrollo de la industria ha creado nuevos sistemas de edificación: la prefabricación: la prefabricación, que permite la construcción en serie por procesos puramente industriales, como se hace con los automóviles o cualquier otro producto. En resumen: todo parece haberse unido en nuestra época para brindarle al hombre un habitáculo, un medio ambiente grandioso o por lo menos adecuado; ¿pero qué sucede en cambio? Con infinitos más recursos que en otras épocas no hemos hecho nada que pueda comparárseles, si bien es cierto que nuestra tarea es más difícil que la de aquéllas, por esa misma circunstancia de poseer más medios. Salvo algunas obras aisladas como los puentes colgantes o las autopistas de Alemania y Estados Unidos, nada poseemos que pueda ponerse al lado de Santa Sofía, Notre Dame de París, un acueducto romano o las pirámides de Egipto. En las grandes ciudades la mayor parte de sus habitantes viven en "slums" o conventillos en las más misérrimas condiciones de habitabilidad y los más afortunados gozan del inodoro o de un cómodo departamento o de su casita individual, pero no pueden sustraerse tampoco a otros mil inconvenientes. A los problemas naturales de calor, frío, etc., se han sumado los problemas artificiales, muchísimo más graves, que ha traído el mismo proceso incontrolado y sin directivas del progreso. Individuos en colectividad Ante tales problemas colectivos, la gente busca individualmente remedios desesperados y huye hacia las afueras y la urbe crece desbordando su perímetro e inundando los alrededores. Cada cual se apodera de los miserables lotecitos en que va siendo despedazada la ciudad, operación que se conoce con el nombre de progreso edilicio, y ahí levantan según sus recursos o un miserable rancherío o un insultante e inmundo chalet californiano moderno con agua caliente y bañadera empotrada. Como fácilmente se advierte, todos estos esfuerzos orientados en tal forma, son puramente negativos y contribuyen en cambio, a aumentar el caos. La Arquitectura tiene, en primer lugar, un contenido esencialmente humano. Está al servicio del hombre, pero no del hombre individuo en el sentido burgués de la palabra, sino de éste concebido como unidad de la colectividad. Por eso no es Arquitectura la casa hecha para el "cliente", ya sea ésta una vivienda o un edificio cualquiera; ya se enrede ésta en la telaraña de los estilos o en el formalismo que llaman "moderno". La Arquitectura no puede hacerse sobre problemas tan mezquinos, ni ella es expresión de complejos o gustos particulares. Ella tiende a crearle al hombre un habitáculo apropiado, por eso no es factible sin contemplar el mejoramiento del medio. En consecuencia, el concepto de Arquitectura contiene implícito el de Urbanismo. "Arquitectura en todo; Urbanismo, en todo" ha dicho Le Corbusier y los problemas de Urbanismo son de carácter colectivo. Si el hombre, desde las edades más remotas, ha hecho de la vida una relación con sus semejantes el medio debe ser organizado en función de eso, precisamente. Para que el hombre pueda gozar de la Arquitectura es necesario que sepa actuar colectivamente. No nos extenderemos en este proceso de descomposición del medio que todos presenciamos y que abarca no sólo las ciudades sino también la campaña. Se han escrito extensos y documentados libros al respecto pues constituye la

Page 11: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

11

preocupación dominante de los arquitectos y urbanistas de nuestro tiempo; proceso que a mayor abundamiento nadie puede ignorar pues nos lo muestra constantemente la vida diaria, aunque el hombre, animal de costumbres, frecuentemente no advierta nada o al menos su atavismo le haga suponer que los males son un patrimonio heredado, ajenos a su voluntad y a los cuales esté fatalmente subordinado. Resaltaremos únicamente la tremenda paradoja: Nuestra civilización, disponiendo de los más formidables recursos técnicos y científicos y de los más elaborados procedimientos industriales, no ha podido crear todavía un ambiente armonioso y grato donde pueda desarrollar su vida. La técnica parece haber sobrepasado otras conquistas del hombre sin las cuales no es posible aprovecharlas. Con más recursos que ninguna otra época y salvo manifestaciones aisladas, la Arquitectura de hoy está taponada. Tratemos de abordar esta situación contradictoria que es en último análisis el problema de la Arquitectura de estos tiempos. Arte y Arquitectura como expresión colectiva El Arte es el medio más elevado que el hombre tiene o ha tenido para expresarse. En el Arte se sublimiza la cultura de un pueblo, de una época. Arte es sinónimo de cultura. El Arte es una expresión colectiva y por lo tanto reconoce un fondo popular. El Arte y la Arquitectura como tal, no ha sido propiedad exclusiva de algunos elegidos. A lo sumo, el artista no ha hecho más que captar, expresar y exaltar el sentir de los que lo rodeaban. El artista no ha hecho más que transformar en pintura, en música o en su contorno viviente. En resumen: el Arte ha sido una expresión colectiva, ya en los casos que fuese producto del trabajo de un grupo; ya en los casos que fuese el producto del trabajo de un individuo. Divorcio entre pueblo y artistas Estas afirmaciones surgen de la consideración del arte en otras edades, pero cuando escarbamos la nuestra y sin necesidad de ir muy hondo, todos los hechos nos prueban lo contrario. Un abismo, una divergencia absoluta existe entre las manifestaciones de la generalidad de las gente y el sentir de los artistas. Es más, ambos concretan hoy términos opuestos, uno es la negación del otro. La generalidad no comprende o se ríe estúpidamente de la obra de los artistas, pero en la mayoría de los casos le resulta indiferente. Es sintomático que para encontrar alguna manifestación de valor en la arquitectura popular debamos remontarnos a las construcciones antiguas o escudriñar en rincones apartados, primitivos casi, que se han conservado a cubierto de lo que llamamos progreso. Los artistas también parecen ignorar el otro bando o cuando abordan problemas comunes a todo el mundo no son escuchados. Tal el caso de Le Corbusier o Picasso. En nuestro propio país, si nos proponemos buscar valores que signifiquen alguna enseñanza, no podemos recurrir por cierto a los chalecitos de Mar del Plata; sino a algún primitivo rancho, a los galpones y estaciones rurales de ferrocarril o a las habitaciones de chapas de cinc del barrio de la Boca o de la isla Maciel, arquitectura que la generalidad menosprecia o no advierte. En lo que se refiere al arte y a la Arquitectura este divorcio entre dos sectores perfectamente diferenciados no es más que un matiz de lo que caracteriza nuestra época y que los pensadores llaman el divorcio entre la masa y la elite. ¿Podemos darle alguna explicación? ¿Es acaso una nueva tendencia nunca sida del arte? ¿ no han sabido encontrar la riqueza de lo popular, o no quieren acercarse a sus problemas o no saben traducirlos? O es que esta fuente se encuentra totalmente seca, las masas se han convertido en rebaños que nada dan de sí, idiotizadas? En lo que a las obras de participación directa de las masas como la arquitectura, podemos afirmar que no puede existir obra de jerarquía sin el aporte creador de todos los que intervienen en ella, desde los que la conciben al más humilde obrero. Esta conjunción admirable hizo posible los monumentos góticos. Libertad dentro de la unidad. Construcciones que se levantaban durante siglos con armonía y variedad. Armonía dada por la unidad de pensamiento y creencias, variedad dada por el esfuerzo creador del más oscuro aprendiz que aportaba el máximo esfuerzo de un dedicación y capacidad. En nuestra época esto no sucede. Otros problemas imperiosos acosan al hombre. El esfuerzo de creación está

Page 12: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

12

limitado al que concibe la obra en el plano. De allí para bajo –constructor, contratistas, albañiles- ignoran en absoluto lo que hacen y no lo hacen por la obra en sí sino para ganarse el sustento. Este divorcio entre pueblo y artista da un salto desfavorable. El arte pierde su contenido humano. Desvaríos desesperados entorno a problemas técnicos-plásticos o intentos vanos de hacer reaccionar a la masa, como los de Le Corbusier. Si el arte es una manifestación superior del espíritu, ¿debe bajar para ir a la masa? No, se trata de elevar la masa, de que todos participen en el esfuerzo. El individuo que coloca automáticamente una tuerca en la larga cadena de producción no trabaja para sí ni para la comunidad, solo contribuye a acrecentar la prosperidad de la Ford Motor Co. u otra compañía. Arte y Arquitectura serán posibles cuando el hombre pueda liberarse, no de la máquina, sino de otros hombres. Esto requiere reformas profundas. Mucho más profundas que las que sugería un sacerdote en Tucumán al inaugurar una asilo. “los asilos para pobres del futuro deberán poseer todas las comodidades y recursos que brinda la técnica: habitaciones individuales con baño privado, agua caliente, aire acondicionado, etc.” Tales ideas no pueden tomarse en serio. La humanitaria preocupación debe ser una lucha para cambiar las condiciones del medio y evitar que existan pobres… El pensamiento del siglo ¿Cuál es el pensamiento del siglo XX en Arquitectura y Urbanismo? No existe unidad de pensamiento y los que hay se pueden dividir en dos tendencias antagónicas:

a) la que aglomera a la generalidad de la gente, incluso a los especialistas, y que comprende una gama que va del chalet Mar del Plata al rascacielos de Maniatan pasando por los edificios de renta

b) La que agrupa a unos pocos en una escala que lógicamente comprende más estudios teóricos que realizaciones y cuyos puntos extremos podrían ser la vivienda del guardahilos de la estación del Ferrocarril y las especulaciones de Le Corbusier en la Ville Radieuse

Si la Arquitectura es la expresión de un estado social, qué reflejan estas tendencias. Los rascacielos, la culminación de las ideas capitalistas en materia de edificación, monumentos de un sistema. Las maduras especulaciones de Le Corbusier, están dirigidas y simbolizan un estado social que todavía no ha llegado. Sus creadores a pesar que las han concebido para hombres de hoy y para satisfacer necesidades eternas, reconocen que para que sean posibles es imprescindible un cambio de estructura social. Ambas tendencias sintetizan el siglo XX. Una se aferra al pasado, la otra señala el presente con sus infinitas posibilidades Hacia una Arquitectura Ya sea que los pueblos reclamen un cambio en la estructura social o que prefieran continuar con la que tienen, es obvio suponer que en cada caso se inclinarán por las expresiones afines. Aplicando este razonamiento deducimos que como la masa está en el primer grupo de opinión, como prefieren la arquitectura conservadora, desean entonces conservar su condición actual. Pero escuchando los acontecimientos del mundo se oye in crescendo el clamor de reformas sociales. ¿Cómo es posible entonces que las masas no se identifiquen con la Arquitectura que persigue lo mismo que ella? Cualquier sociólogo nos explicaría que gran parte de esta masa tiene aún espíritu burgués, aunque se vuelva contra la burguesía y el capitalismo. La mentalidad del individuo es burguesa y de su voluntad y esfuerzo depende que pase por un proceso lento o rápido, de masa amorfa a la condición de pueblo soberano. Favorece esta circunstancia que el capitalismo fomenta por el mantenimiento de estos ideales materialistas que en el campo de la Arquitectura está representado por el sueño de la casa propia. Tomemos una revista, un diario, o cualquier otra vía que nos ponga en comunicación con nuestros semejantes. La radio, la prensa, el cine, las editoriales son entidades capitalistas que defienden sus intereses, como es natural, aunque digan expresar la voluntad popular y se adjudiquen gratuitamente la exclusividad de ser el espejo donde se reflejan las inquietudes de la población. No es de extrañar que todo esté contaminado. Hasta los propios centros de estudios están sujetos por los mismos piolines que mueven al empleado de tienda y no han podido sustraerse de estas influencias regresivas. Mientras tanto, no obstante estos estupefacientes, los impulsos vitales de las necesidades humanas han levantado presión. En los trigales y en los viñedos, en la cantera y en la fábrica, en el campo y la ciudad, la vida se mueve

Page 13: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

13

instintivamente hacia esferas que bien van conociendo como visionarios los auténticos técnicos e investigadores. Y a pesar de que existen fuerzas que se oponen al acercamiento entre ellos y la masa, es de suponer que tarde o temprano esta conjunción va a producirse. Entonces la técnica dejará de crear más problemas al hombre para solucionárselos verdaderamente. El medio recuperará su contenido humano y el individuo actuará con sentido colectivo. El trabajo no será producción sino creación. Nuestra civilización dejará de ser una lucha contra la Naturaleza y se entrará en armonía con ella. Ya no existirán artistas de obras huérfanas, extrañas al mundo. Y es posible que llegue a culminar otro estado cultural más con su arte correspondiente. Y entonces los Arquitectos no tendremos que dar conferencias sobre Arquitectura y Urbanismo porque lo estaremos haciendo.

LA ENSEÑANZA DEL URBANISMO EN LAS UNIVERSIDADES ARGENTINAS. Enrico Tedeschi Memoria presentada en las jornadas de Urbanismo realizadas en Tafí del Valle, en noviembre de 1953, por iniciativa de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Tucumán. Reproducido en Nuestra Arquitectura, febrero 1954. El tema: enseñanza del Urbanismo, merece una atención particular. En primer lugar, porque de la calidad de los urbanistas depende la calidad del Urbanismo; y también, porque de la capacidad de los urbanistas para ponerse a tono con su tarea, dependen el éxito de la actividad urbanística y la estimación que del Urbanismo, de su importancia y utilidad, se tenga en la esfera de la opinión pública y del gobierno. Por último, tenemos que decir sinceramente que hoy la actividad urbanística en el país, pone de relieve la necesidad de formar urbanistas preparados so pena de ver fracasar el esfuerzo que el plan de gobierno plantea en lo político, para que los técnicos ayuden a hacerlo realidad. A mi parecer, los problemas que implica la enseñanza del Urbanismo pueden esquematizarse en los puntos siguientes:

a) Los límites de la disciplina urbanística no están claramente definidos. Es sintomático, a este propósito, el gran número de definiciones distintas que se dan del urbanismo. La definición clásica: arte de planear las ciudades, ha sido varias veces rechazada por incompleta y anticuada; hoy parecen gozar de mayor favor las definiciones del tipo: "organización del establecimiento humano sobre la tierra, para un mejor desarrollo de la vida humana". Un observador escéptico y algo malicioso pudiera hacer notar que la magnitud del título está en proporción inversa a la realidad de la función. En tiempos pasados, cuando se ignoraba hasta el mismo nombre de urbanista, Ippodamo o Rossellino creaba nuevas ciudades, Fontana trazaba una edad nueva en Roma, y los Wood transformaban una vieja aldea en una ciudad hermosa. En la práctica profesional actual, el urbanista puede marcar puntos en su favor cuando consigue planear un barrio, raras veces orgánico, o redactar un plan regulador de ciudad existente que no sea pasado rápidamente a los archivos. Mientras tanto, con inagotable actividad, los rematadores de diez varas siguen su gloriosa trayectoria de verdaderos constructores de las desdichadas ciudades argentinas. La dificultad de establecer límites, bien representados por las definiciones varias y contrastes de la materia, se refleja naturalmente en los estudios y en la enseñanza del Urbanismo. Cuanto más se acercan los límites de la disciplina urbanística con los del Planeamiento, tanto más terriblemente numerosas aparecen las materias de estudio inc luidas en su territorio ; y es notable que, en un artículo reciente, un urbanista de la talla de Mario Bianco haya propuesto sin vacilaciones la sustitución de "Urbanismo" por "Planeamiento" Si se acepta esto, cabe preguntar: ¿Qué es más importante, para los fines de un plan, la geografía humana a la estadística económica, la ecología o la legislación? ¿El examen geológico puede dar mayores elementos para el plan, que la historia de la fijación de los nombres en un territorio, y la sociografía más que la climatología? El estudio financiero de la realización de un plan, tiene mayor valor que la creación de un ambiente urbano o la valorización de un paisaje? Pueden ser infinitas las preguntas de este tipo, que demuestran la impresionante ampliación de panorama que se ofrece a la vista preocupada del urbanista cuando se pone en el papel de planificador. ¿Entonces, cómo puede enfocarse el problema de su preparación profesional? ¿Puede concebirse al urbanista como un

Page 14: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

14

especialista en cada una y todas las disciplinas que caben en la Planificación? Esta opinión extremada parece desecharse hasta por los que se manifiestan más convencidos de la identidad Urbanismo-Planificación. La opinión más arraigada es otra, y nos lleva a otro punto que interesa considerar. Puede ser formulado de la manera siguiente:

b) El Urbanismo (Planeamiento), es una actividad de carácter colectivo, en la que debe necesariamente participar un amplio equipo de especialistas.

"Nuestro éxito en Urbanismo depende en último análisis de la medida en que sabremos utilizar la experiencia y la habilidad de personas que pertenecen a diferentes profesiones y actividades", ha escrito W. A. Robson. En un cuadro que he publicado en otra oportunidad, la Asociación Polaca de Arquitectos ha indicado los especialistas que a su juicio, deben participar en la planificación, y el por ciento relativo. Hay no menos de doce categorías, y a los urbanistas se le reserva sólo un 20 por 100 del total, incluyéndolos entre los especialistas técnicos. Pues, este es el problema: si el urbanista trabaja en colaboración con un equipo, cuál es el papel que le corresponde, y por consiguiente ¿qué tipo de preparación? Si preguntamos al político, casi seguramente contestará que el urbanista es un especialista, tal como los demás, cuya función se limita a la "urbanización", es decir a los aspectos arquitectónicos del problema, mientras que la coordinación de las distintas actividades está justamente en las manos del político, que tiene la visión de conjunto debida a su conocimiento no especializado del problema. Por otra parte, es casi cierto que el urbanista reclamará para sí la función de coordinación y síntesis, a la que está acostumbrado en su actividad profesional y por su condición de artista creador. Hay diferencias muy grandes entre los dos planteos, y la experiencia no puede enseñar mucho, pues en la corta vida del Urbanismo como disciplina autónoma se han realizado tanto como la otra. Sin embargo, es cierto que la preparación del urbanista es profundamente diferente para una u otra tarea, y la enseñanza no puede quedarse en las dudas. Tam bién debe notarse, como consecuencia evidente, que la enseñanza del Urbanismo no se dirige a una sola categoría de personas, los arquitectos, como se supone generalmente. En una colaboración, es muy importante que cada uno de los colaboradores esté identificado con la tarea de conjunto, y tenga conocimiento de la función que su trabajo desarrolla en esa. De esta manera, la enseñanza del Urbanismo se extiende en muchas direcciones, y en cada una debe proceder con enfoque y método distinto. Otro punto que estimo importante considerar, y se conecta en parte con el anterior, es el siguiente:

c) El urbanista, para cumplir con el papel destacado de coordinación y síntesis que pretende, debe estar en condiciones de conducir "su trabajo hasta la conclusión, que no es solamente el estudio del plan, como al parecer se cree muchas veces, sino su realización.

El profesor Joseph Hudnut, entonces decano de la Escuela de Arquitectura de Harvard, ha tocado este tema en un artículo publicado en 1943, que es uno de los escritos sobre Urbanismo que pueden leerse con mayor provecho y deleite. Me limitaré a una breve cita: "Los medios que hacen real al Urbanismo, no son las ideas o la técnica, sino los hombres, las instituciones y las leyes. Entonces, hay que incluirlos entre la materia y procesos del Urbanismo, y se debe incluir la experiencia correspondiente en la educación de los urbanistas. Cualquier cosa sea el Urbanismo en teoría, en la práctica es un hecho político. En toda su historia, el Urbanismo coincidió con la práctica de gobierno, o por lo menos tuvo allí participación". Es en realidad muy peligroso olvidar que todo el conjunto de datos estadísticos, diagramas, investigaciones geográficas, climáticas, económicas, que forman la premisa necesaria para un plan no son el plan, y que el mismo plan no es una realidad urbanística hasta que no compruebe su capacidad de adecuarse a las situaciones que ofrece el momento político y social. Desde hace algún tiempo, está prevaleciendo una moda algo dañina entre los urbanistas: la de exhibir como plan todo el conjunto de estudios que han sido necesarios para prepa rarlo. Esta tarea los mantiene tan ocupados, que a veces se olvidan de sacar las conclusiones necesarias para que todos esos estudios se aprovechen en la acción práctica. Quizás el público se quede admirado frente a la sabiduría de los urbanistas; pero el resultado no parece muy satisfactorio. Así como pedimos al médico de curarnos, y no de exhibir la historia de los estudios realizados sobre la enfermedad que nos aflige, los urbanistas deberíamos mantener entre nosotros los estudios y las investigaciones que utilizamos como herramientas de trabajo, y dar al público soluciones. Y no existe solución

Page 15: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

15

urbanística que no se acompañe con acción política. Si se acepta esta verdad bastante obvia, nace un problema muy serio para la enseñanza: ¿cómo preparar a los urbanistas para la acción política?

d) Otro problema que se presenta en la formación del urbanista, radica en el hecho de que la doctrina urbanística contemporánea está basada sobre la experiencia europea.

Esto es, sobre situaciones diferentes de las que existen en Sud América. Los países europeos sufren por causa de la escasez de tierras, la elevada densidad de població n; el gran desarrollo industrial que produce consecuencias de importancia sobre la distribución de los habitantes, mientras que en Sud América nos enfrentamos con una situación de abundancia de tierra y escasez de pobladores, y con los problemas creados por el limitado desarrollo de las industrias. Bajo muchos puntos de vista, tampoco la experiencia norteamericana ofrece analogías reales; el alto índice de industrialización y el progreso de los transportes son elementos fundamentales en la vida de Estados Unidos, suficientes para falsear todo intento de asimilar las dos situaciones del norte y sur de América. Un documento reciente de las Naciones Unidas, preparado por un notable economista sud americano, comienza con las siguientes palabras: "La realidad está destruyendo en la América Latina aquel pretérito esquema de la división internacional del trabajo que, después de haber adquirido gran vigor en el siglo XIX, seguía prevaleciendo doctrinariamente hasta muy avanzado el presente. En ese esquema a la América Latina venía a corresponderle, como parte de la periferia del sistema económico mundial, el papel específico de producir alimentos y materias primas para los grandes centros industriales. No tenía allí cabida la industrialización de los países nuevos. Los hechos la están imponiendo, sin embargo. Dos guerras en el curso de una generación y una profunda crisis económica entre ellas, han demostrado sus posibilidades a los países de la América Latina, enseñándoles positivamente el camino de la actividad industrial". Esta situación, cuidadosamente examinada en el largo documento al que me refiero, es precisamente la que crea mayores problemas para el Planeamiento, y es una situación que no tiene antecedentes históricos a los cuales acudir. Los párrafos del Segundo Plan Quinquenal que tocan tales problemas, ponen de manifiesto la preocupación que de ellos se tiene en las esferas gubernamentales. Cuando se plantea: "a ) Disminuir las poblaciones de las grandes ciudades, y en particular ,del Gran Buenos Aires, mediante una firme política de descentralización industrial: b ) Aumentar la población agraria, arraigando al agricultor en la tierra que trabaja. c) Posibilitar el incremento de habitantes de los pequeños núcleos poblados'', se puede creer que estamos en la misma batalla que los planificadores europeos han emprendido como consecuencia de la revolución industrial (aunque el deseo de limitar el crecimiento de las ciudades es preocupación más antigua, si ya Enrique II intentó hacerlo, con finalidad puramente política). Pero no es cierto. El problema de Argentina es, en este caso, el de no perder su situación de privilegio como productora de alimentos y otros productos primarios, mientras que se realiza el costoso proceso de industrialización que le permitirá participar plenamente de las ventajas del progreso técnico mundial. Sin duda, algunos de los medios que se utilizan en los países europeos para la descongestión de las ciudades pueden ser útiles también en la Argentina: p. e. la descentralización industrial. Sin embargo, las industrias han actuado cómo un factor entre muchos, para el crecimiento del Gran Buenos Aires deben considerarse también otras medidas. Algunas son realizables con medios de gobierno: principalmente, la descentralización administrativa y la reforma del sistema nacional de comunicaciones, con la habilitación de nuevos puertos y la sustitución del esquema en abanico de ferrocarriles y carreteras con un sistema del tipo "columna vertebral" que abarque a todo el país. Pero hay otros f actores, cuya consideración merece mucho cuidado. No se debe olvidar que la despoblación del cam po no es tan sólo el resultado de las condiciones de vida menos favorables que ofrecen el trabajo agrícola y de la falta de atracciones en las pequeñas po blaciones. Existe un problema básico, y es que el progreso técnico de la agricultura disminuye la necesidad de mano de obra, y por consiguiente la población rural. El fenómeno ha sido estudiado, y se considera de tanta importancia, que un especialista en problemas demográficos, L. A. Thompson, lo coloca en primer lugar entre los factores que pueden influir sobre la probable distribución de la población norteamericana en el próximo futuro. Este hecho torna casi insoluble la tarea de los planificadores europeos en sus esfuerzos de limitar el crecimiento urbano; pero en nuestro país, la situación es muy distinta. La abundancia de tierras es un factor que puede solucionar el problema. El progreso técnico permitirá justamente afincar más población en el campo, ampliando los territorios y reduciendo los

Page 16: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

16

costos de cultivo. Si el mercado exterior se manifestara incapaz de absorber nuestro aumento de producción agrícola (lo que es en realidad una cuestión casi exclusivamente financiera, pues la falta de alimentos en el mundo no puede encontrar soluciones fáciles); no debe ser esto un motivo de preocupación, pues esta en el país el mercado potencial que se necesita, con una sana política de población. Poblar, sigue siendo la palabra de orden; significa también incrementar los pequeños núcleos, aumentar la densidad de población, por consiguiente facilitar la extensión y mejora de la red de comunicaciones, sin la que no es posible el progreso productivo y civil del país. Notamos, de esta manera, que medios diferentes y hasta opuestos pueden presentarse al planificador europeo y sud americano para conseguir los mismos resultados. En Europa, la disminución de población representa un objetivo quizás inalcanzable, pero que permitiría en la mayor parte de los países del viejo continente un efectivo aumento del nivel de vida de los habitantes; para América Latina, esta mejora puede obtenerse sobre todo con un aumento de población. Este ejemplo, aún tan someramente tratado, es útil para demostrar que no sólo en la economía, también en el Urbanismo, las doctrinas clásicas mal se ajustan a las situaciones latino- americanas. De aquí la necesidad de un reexamen que permita introducir en la enseñanza el conocimiento de los problemas específicos argentinos y el estudio de sus soluciones.

e) El último punto que me interesa poner en evidencia, toca un problema que es, a mi parecer, tan importante como los demás tratados.

Me refiero a la necesidad urgente de introducir en los planes urbanísticos un pensamiento de arte que, si miramos la mayoría de los proyectos redac tados en el país, aparece ausente o relegado a ultimísimo término. No es este un llamado en favor de un Urbanismo formalista, cuyos efectos deletéreos pueden apreciarse en planos y realizaciones pasadas y presentes, desde Filarete hasta Le Corbusier, y que, recientemente aconsejó una extraña medida reglamentaria a los ediles de la ciudad de Salta. Es que todas las grandes realizaciones urbanísticas, en que se da forma a una concepción de vida significativa, a un sentimiento de la convivencia humana, se han traducido en expresiones de arte acabadas y singulares. Arte particularmente educador, pues consigue llegar a los hombres en todo momento de la vida diaria; rodeándolos en sus ciudades. Cuando recordamos a Priene, Pompeya, Venecia, Bram, Monta gnana, Segovia, Berna, Pienza, Cuzco, Bath y tantos otros clásicos ejemplos de obra urbanística, no es tan sólo porque esas ciudades ofrecen documentos inestimables de la cultura que los produjo, sino porque en ellas la cultura se expresa en arte, en dominio de los espacios, de los valores plásticos, del paisaje. Aquí se torna patente la identidad, o mejor continuidad, entre Arquitectura y Urbanismo, tantas veces afirmada. Una buena solución de las necesidades funcionales y constructivas no es suficiente para hacer de un edificio una obra de arquitectura; análogamente, un plan bien redactado en sus elementos prácticos no es Urbanismo si no alcanza la expresión de valores artísticos. En nuestro Urbanismo, se oponen a tal exigencia dos obstáculos muy resistentes. Uno se apoya en la tradición de la ciudad colonial fundada sobre la cuadrícula, sistema práctico que ya había dado buenos resultados en la colonización romana y medie val, pero demasiado uniforme y escueto para alcanzar un nivel de arte, que por otra parte no estaba en las intenciones de los fundadores. El sistema se encuentra tan naturalmente arraigado en la costumbre práctica y visual del público y de los arquitectos mismos, que resulta muy difícil para éstos concebir algo distinto, y para aquel aceptarlo. El otro obstáculo, muy serio, está en la división de la tierra en lotes formados sobre el sistema de la cuadrícula. Es consabido que la inercia de la propiedad inmobiliaria es la dificultad más grande con que choca el urbanista en su trabajo. Este segundo obstáculo es común al urbanismo en todo el mundo; pero el primero es particular de América. Aquí también, en la formación del urbanista, hace falta considerar esta situación para enfocar concretamente la enseñanza. CONCLUSIONES Los cinco puntos examinados pueden resumirse de la manera siguiente o Los límites de la disciplina urbanística no están claramente definidos, y por eso se la identifica generalmente con

el Planeamiento. Como tal abarca un gran número de conocimientos especializados que difícilmente pueden ser

Page 17: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

17

dominados por una sola persona. Esto es importante a los fines de la enseñanza y lleva a la consecuencia siguiente:

o El Urbanismo - Planeamiento es una actividad de carácter colectivo, en que participa un equipo numeroso de especialistas. Cabe, pues, preguntar para cuál debe prepararse el urbanista, si de especialista en colaboración con los otros, o más bien de coordinación y síntesis.

o Si se admite que es de coordinación y síntesis queda a su cargo la tarea de llevar el plan a la posibilidad de realización, lo que incluye una visión y acción política para la que debe el urbanista estar preparado.

o La doctrina urbanística contemporánea esta basada sobre las experiencias europeas, que no es integralmente aplicable a la realidad sud americana. Necesidad de una revisión e integración de la doctrina.

o Debe introducirse en los planes la consideración de valores artísticos, y preparar al urbanista para eso. Se le opone la tradición de la cuadrícula colonial, y la inercia de la propiedad inmobiliaria trazada sobre la misma cuadrícula.

Los problemas evidenciados tocan, a mi parecer, las raíces mismas de la enseñanza del Urbanismo y lógicamente también de la actividad urbanística, pues se concibe la enseñanza como algo vivo y real. Al igual que todos los problemas fundamentales de la enseñanza, estos se solucionan más con la buena orientación, la comprensión y el esfuerzo de los docentes, que con la creación de cátedras, institutos o con otros recursos de organización. Se trata de establecer una cultura urbanística activa y original, que se a aprovechar las experiencias sin imitarlas, que no busque el respaldo autoritario de la doctrina para asentarse satisfecha en la tranquilidad del dogma, sino que salga de los cercados para lograr su éxito en la crítica y la investigación directa. Esto es, sin duda, lo mas difícil de realizar; sin embargo, es el imperativo que se desprende de la situación actual. Recientemente, frente a un problema análogo de actual ización y vivificación de la enseñanza, una reunión de autorizados representantes de los estudios universitarios ha terminado por sugerir la creación de un instituto que, al final de la carrera, se dedique a dar vida a los conocimientos recogidos por el alumno en los años anteriores, y que, al parecer no se estimaba poder vitalizar directamente. Quizás haya contribuido a esta solución el clásico recuerdo de Pigmalión; desdichadamente, hazañas tan extraordinarias pertenecen a la mitolo gía. Sin embargo, si no las soluciones, una contribución efectiva puede plantearse en un campo prác tico de organización. Tomando en cuenta los cinco puntos pueden hacerse las siguientes sugestiones: 1) Es oportuno que se trate de formular en manera clara y simple, aunque no pueda ser definitiva, los límites que

se atribuyen en la actualidad a la disciplina urbanística. Esto debería ser tarea de las instituciones universitarias interesadas, y podría ser incluido en el temario del congreso de Urbanismo a realizarse en 1954.

2) Reconociendo que en el planeamiento intervienen numerosos especialistas y técnicos, debe hacerse el mayor esfuerzo posible para convencer a las escuelas que los preparan a fin de que dediquen su atención al urbanismo, por lo menos por la parte que a cada disciplina se refiere, y posiblemente con una información general sobre principios urbanísticos.

3) Reconocer la importancia de llevar la enseñanza del Urbanismo sobre un terreno concreto, que evite tanto el formalismo abstracto cuanto el tecnicismo abstracto, aclarando que las investigaciones para el plan no son el plan, y tampoco las fantasías neopolíticas y los virtuosismos gráficos. Debe plantearse la enseñanza del Urbanismo, como la capacidad de utilizar los datos obtenidos de los técnicos y profesionales especializados para llegar a una forma que tenga un sentido real, y exprese una manera de vida definida y realizable dentro de la sociedad para la cuál el urbanista trabaja.

4) Fomentar los estudios tendientes a precisar los lineamientos de un urbanismo latinoamericano, por medio de congresos nacionales e internacionales, concursos, becas que estimulen y apoyen los estudiosos de la materia, facilitando los contactos y las colaboraciones entre especialistas de las distintas ramas.

5) Preparar al urbanista a la consideración de los f actores estéticos del plan, por medio de una enseñanza de carácter histórico-crítico, y del estudio de los valores del paisaje. Debe por lo tanto evitarse de presentar las ciudades del pasado como ejemplos de una tipología abstracta basadas sobre formas planimétricas utilizadas para una clasificación convenir.

PLANIFICACIÓN SOCIAL Y FÍSICA

Page 18: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

18

Conferencia de THOMAS SHARP en el VIII Congreso Panamericano de Arquitectos, 1952 Considero como un gran honor el que se me pidiera participar en este gran Congreso, aunque viniendo de otro continente mi participación es, en gran parte, la de un observador y un admirador. Quisiera asimismo, en este momento, expresar mi agradecimiento profundo y sincero a aquellos que han hecho posible mi asistencia, pero considero todavía un honor mayor el que se me haya pedido, aunque realmente con un aviso muy corto, el hablar sobre uno de los temas que este Congreso está abordando. Al mismo tiempo me dirijo a ustedes con modestia y con reserva. Esto no es porque no tenga las convicciones muy definidas y sinceras sobre la materia, pero es más bien porque las convicciones que me he formado han surgido naturalmente de la familiaridad con un medio ambiente muy diferente de cualquiera de los que encuentro en este gran continente y de las tradiciones y condiciones de vida que son muy distintas de las de aquí. Me doy bien cuenta que mis ideas que se han formado bajo condiciones inglesas pueden muy bien no ser vá lidas en lo más mínimo en cualquiera de vuestros veintiún países y lo que yo quisiera, por encima de todo, es evitar cualquier sugestión de que las cosas están mejor ordenadas en aquella parte del mundo donde yo vivo que en la de ustedes. Creo que hasta cierto grado todos hacemos surgir condiciones de vida; construimos la clase de poblaciones y pueblos, y desarrollamos la clase de campo que necesitamos en las circunstancias de nuestro clima local, nuestra ec onomía nacional y una serie com pleta de otros factores. Aunque espero que en ningún sentido resulte yo un nacionalista de miras estrechas ya sea en la perspectiva general o en los puntos de vista especializados sobre la Arquitectura y la Planificación, mi creencia es que podamos establecer solamente unos cuantos principios básicos de planificación y edificación que pueden tener una validez internacional definida. Más allá de estos principios básicos debe darse a los múltiples detalles de la Planificación y de la edificación inevitablemente en mi opinión, una expresión regional y quizá hasta local. Los principios básicos de la Planificación continental fueron presentados en forma estimulante por usted, señor presidente, en su discurso inaugural, y por el presidente del VII Congreso en su contestación a él. Por tanto no intentaré tratar para nada esos asuntos. Ya que, se me ha pedido hablar de la Planificación social hablaré, brevemente, de la estructura dentro de la que la Planificación y la ejecución de nuestros planes se realizan bajo las condiciones con las que yo estoy familiarizado. Supongo que ustedes piensan que siendo yo europeo es natural que tenga dudas acerca de que pueda intentarse en detalle, una planificación social y física sobre una base continental. Confieso que tengo muchas dudas en cuanto a mi parte del mundo cuando menos. Reconozco que la situación puede ser muy diferente aquí en América ya que seguramente tienen ustedes menos barreras de las que nosotros tendríamos que salvar en Europa; tienen también menos confusión de idiomas y muchas menos diferencias en tradiciones y en formas de vida. Pero en cuanto se refiere a la Planificación social mis dudas se aplican a la actividad que como técnicos podamos desarrollar en una escala mucho menor que la continental. Dudo muchísimo que como técnicos podamos intentar establecer la necesidad de exigir cambios sociales. Por supuesto que en la familiaridad de las condiciones sociales que encontramos en nuestro trabajo no podemos evitar y definir nuestros ideales en la esfera social. Pero desde mi punto de vista al hacer esto esperamos obrar como ciudadanos partic ipando, bajo nuestra responsabilidad individual, en el campo político. Así de cualquier manera es la forma en la cual vemos este aspecto en nuestro país. Cualquier incidente para presionar como grupo de técnicos en el campo de la política daría origen a sospechas, y al fin de cuentas seguramente haría más daño que bien. Y esto sería así, aún en el caso de que la presión se aplicara sin un interés personal especifico y más aún si se viera en ello el interés muy real, profesional y financiero que los arquitectos tienen en una planificación amplía y de detalle. Con nosotros una acción semejante seguramente que lesionaría la causa que llevamos en el corazón. También dañaría a nuestra profesión como grupo, pues seguramente nos pondría a los unos contra los otros en los diferentes grados, de acuerdo con las diferenc ias de nuestras opiniones políticas. Como ya lo he dicho no dudo esto puede ser diferente con ustedes, yo hablo solamente de la situación que prevalece entre nosotros en Europa occidental. Actuando como individuos políticos podemos, por supuesto, llamar la atención del gobierno y de los electores y hacer los cambios en las condiciones sociales que creamos necesarias. Pero nuestra principal, y quizá realmente nuestra única función profesional como técnicos sea la de aconsejar sobre la obligación práctica de las decisiones sobre asuntos sociales, tomadas por el gobierno a nombre del pueblo que representa, poniendo estas decisiones a

Page 19: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

19

efecto con toda la habilidad posible que poseamos con el objeto de crear un modo y ambiente para vivir, prudente, eficiente y si es posible bello. Además en mi opinión es peligroso para los técnicos en una democracia, actuar más allá de la opinión pública. Esto es, por supuesto, un asunto de graduación. No estoy sugiriendo ni por un momento que vayamos a la zaga mientras nuestros clientes, el pueblo, asimilan lentamente todas y cada una de nuestras ideas. Lo que quiero decir es que debemos tener mucho cuidado para no proyectar, planificar y hacer en tal forma que mientras creamos magnificar las tendencias, sean éstas contrarias a las preferencias de la gente. Para dar un ejemplo mencionaré la construcción de manzanas de edificios altos de departamentos. Algunos países tienen la tradición de vivir en departamentos. En otros, notablemente en el mío, la tradición es muy fuerte para vivir en casas aisladas familiares. En las partes centrales de las grandes ciudades, aún en Inglaterra, la construcción de manzanas de edificios altos de departamentos, ha resultado inevitable, pero atraídos por el magnifico efecto que se logra con esta solución muchos arquitectos están intentando obligar a gente que no está nada dispuesta a vivir en ellos. Pues bien, aún como técnicos en el amplio campo de la Planificación social y física, los arquitectos, no son más que miembros de un equipo de expertos. Esto usted mismo, señor presidente, hace notar admirablemente en su discurso inaugural. Nosotros los arquitectos no sabemos, y de hecho ninguna persona puede saber suficientemente acerca de las ramificaciones múltiples de las manifestaciones de la vida de hoy para que podamos nosotros mismos cargar solos con el total o aún con las principales responsabilidade s de la planificación a gran escala. Se puede mencionar una vez más, mí propio país, nosotros en Inglaterra hemos apelado al geógrafo, sociólogo, economista y al agricultor en la solución de los planos regionales y nacionales que ya existen no solamente como simples experiencias pías, sino como instrumentos de políticas que tienen fuerza local y gubernativa. La serio extraordinaria de mapas y planos trabajados bajo la dirección de Carlos Lazo muestran que aquí en México este trabajo se está haciendo por equipos semejantes. Esto muy bien puede estar pasando en otros países panamericanos. Casi debería yo decir que en la Gran Bretaña nuestro Plano Nacional no es serie fuertemente documentada de mapas dibujados, sino es más bien una política: un programa. Nuestro país se halla muy desarrollado y fuertemente poblado; en condiciones semejantes encontramos que el Plano Nacional impuesto por los departamentos del gobierno a las autoridades regionales, debe ser una política o programa amplio, pero definido cuya formulación y desarrollo en detalle quede, en primer lugar, a cargo de los cuerpos regionales. No solamente el Plano Nacional sino los planos regionales, que se requieren por la ley en Gran Bretaña, han sido preparados por la misma clase de equipos de especialización, con un pl anificador a la cabeza del equipo. En algunos casos se ha pensado que la cabeza del equipo pudiera muy bien ser cualquiera de los especialistas que tuvieran el don de la coordinación, pero esto no ha sucedido y, en verdad, estaría mal que sucediera, pues una sola coordinación no es bastante. La Planificación requiere habilidad en composición de una clase especial. Es diferente de la habilidad del arquitecto como técnico puro. Así pues, en Inglaterra la Planificación ha llegado a ser una profesión diferente; aunque estrechamente vinculada a la Arquitectura y en años recientes hemos desarrollado cursos diferentes de entrenamiento; de manera que ahora ya se dan cursos en varias universidades para obtener después de cinco años de estudios el titulo en la materia de Planificación urbana y rural. Esto por supuesto no quiere decir que el arquitecto, sin esta preparación adicional quede excluido de una participación, especialmente en el aspecto de la Planificación de ciudades que nosotros llamamos Composición Cívica, es decir, la preparación de planes para concepciones arquitectónicas a gran escala. La obra creadora especial del arquitecto está en la planificación de localización y en el proyecto y construcción de edificios. Es este un trabajo noble y ampliamente suficiente en sí. Una de las razones por las que al principio expresé cerca de que existieran muy pocos principios internacionales de la Planificación, es mi creencia de que uno de los principales fines de la Planificación es expresar lo que yo llamo genius loci o Identidad Espiritual. Será un mal guía para nosotros si alguna vez todas nuestras ciudades en todas partes del mundo, empiezan a ser iguales. Los edificios pueden parecerse cada vez más, ya que expresan necesidades sociales y técnicas constructivas similares e idénticas, pero los arreglos de edificios reunidos en un conjunto en nuestras poblaciones son capaces de una variedad casi infinita y nosotros como planificadores y arquitectos debemos, creo yo, hacer todo lo posible para encontrar el arreglo que exprese la individualidad del sitio, y que satisfaga las tradiciones y hábitos de vida desarrollados pero no estéticos de la gente del lugar. Tengo solamente unas palabras más, y en ellas quisiera expresar mi intensa envidia de las oportunidades que los

Page 20: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

20

planificadores y arquitectos de este continente tienen hoy en día. He visto algunas de estas oportunidades en la ciudad de México. Si no fuera porque las condiciones económicas no lo permiten, nosotros en Europa, sin duda alguna, tendríamos oportunidades semejantes en la reconstrucción de nuestras poblaciones destruidas por la guerra, pero las condiciones que existen: allá nos obligan a ir mucho más despacio y pueden muy bien pasar treinta o cuarenta años antes que nuestra obra de rehabilitación quede terminada. Aquí en la ciudad de México estoy maravillado con el volumen de obra que está realizándose. La ciudad con crecimiento y cambios me llena de admiración profunda, ante la energía, uti lidad, organización y la capacidad de composición que se ve por todas partes. En conclusión quisiera agradecer al Congreso por darme la oportunidad de decir estas cosas, así como de escuchar las ponencias, y aunque no soy un delegado oficial, sé que traigo de Inglaterra los saludos más cordiales de mis colegas los arquitectos y planificadores de mi país. Muchas gracias por escucharme tan pacientemente.

Vº CONGRESO PANAMERICANO DE ARQUITECTOS Revista de Arquitectura- Marzo 1940 T e m a I. - Los problemas actuales del crecimiento de las ciudades americanas. ¿Extensión superficial o intensificación en altura? ¿Cómo y por quién debe decidirse y planearse? ¿Conveniencia de legislar sobre el destino de las tierras que circundan la ciudad? El V° Congreso Panamericano de Arquitectos aprueba las siguientes conclusiones: 1) Es impostergable en todas las naciones americanas la creación de Institutos Oficiales Autónomos de Urbanismo

y Urbanística con la finalidad de llevar a cabo una acción coordinada de investigación, docencia y divulgación de los problemas urbanos y rurales, teniendo la visión conjunta del país, de región y de lugar, en unción del valor humano y de la economía y cultura general, a la vez que ser propulsores de las realizaciones urbanísticas. Estos Institutos serán la expresión más pura de una permanente búsqueda de certidumbres.

2) Paralelamente a la formación de estos Institutos se creará un organismo de Estado para realizar las proposiciones del anterior y para coordinar la vida colectiva en relación con la riqueza potencial del suelo, del grado de explotación y de distribución de la misma.

3) Recomendar la realización de Reuniones Nacionales de Urban ismo cuyos resultados constituirán materia informativa para una conferencia panamericana de Urbanismo. auspiciada por el Comité Permanente de los Congresos Panamericanos de Arquitectos y sus delegaciones nacionales a efectuarse entre el actual y el próximo Congreso Panamericano de Arquitectos.

4) Es indispensable para la comprensión de los problemas relacionados con la vida colectiva y para hacer posible la formación de la futura conciencia y cultura urbanística, propender a la divulgación de los conceptos de la geografía humana demás disciplinas científicas relacionadas con las agrupaciones humanas, desde la escuela Primaria hasta las Entidades de Estudios Superiores. Es así mismo necesario puntualizar la responsabilidad que corresponde en la organización de la vida colectiva a los técnicos y a los hombres de gobierno en el ejercicio de sus respectivas funciones.

En lo referente a las tres cuestiones concretas propuestas en el presente Tema, el Congreso expresa: a) Que la extensión superficial o intensificación en altura depende de circunstancias y factores que deben apreciarse en cada caso particular en relación directa con el proceso fundamental de la composición urbanística. Que como necesaria reacción a la caótica conformación de lo que se entiende por la ciudad actual, excesivamente plagada de edificios en altura en forma ilógica, debe estimularse una redistribución planificada de los centros, de trabajo y de la morada humana, en el territorio del país con criterio urbanístico, arquitectónico y paisajista. b) La solución de los problemas de crecimiento de las ciudades debe decidirse y planearse exclusivamente por los gobiernos estatales y municipales con el asesoramiento de los organismos especializados.

Page 21: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

21

c) Considérase imprescindible el establecimiento de una legislación sobre el destino de las tierras no urbanizadas de la ciudad o que afecten la zona de influencia de la misma. Mientras no se resuelva esta aspiración se estima urgente establecer una legislación de emergencia.

En caso de requerimientos privados perentorios se recomienda a los Municipios que no tengan planes de urbanización establecidos, la adopción de medidas tendientes a la expropiación de las tierras internas y externas de los conglomerados, o el arbitrio de medios para dirigir las operaciones de urbanización en unidades cívicas definidas urbanísticamente como ya se efectúa en algunos países de América. Y como recurso eficaz de financiación, propender a la utilización de la plusvalía, así como a la sustitución del régimen de venta por el de arrendamiento para conservar el patrimonio estatal o municipal en el país.

VI Congreso Panamericano de Arquitectos Revista de Arquitectura Nº 324, diciembre 1947 Características y funciones de las unidades vecinales en las ciudades de América Teniendo en cuenta, que es de fundamental importancia recuperar en la vida actual un sentimiento más humano de la convivencia armoniosa, de la comprensión cívica, de la cooperación basada en la responsabilidad individual, y que ese sentimiento es esencial para alcanzar un alto grado de Democracia y bienestar social, objetivo final del sistema republicano común a todos los países americanos; Que esta concepción humanista de la convivencia está siendo cada vez más amenazada por la urgencia y automatismo impuesto en la vida de las ciudades por el uso aún no integrado de las técnic as de la época maquinista; Que el dominio completo de tales técnicas, por asimilación y comprensión de las mismas, no constituye el fin de la cultura contemporánea, sino que debe estar al principio, para que estas técnicas puedan ser usadas como medio de alcanzar el nivel espiritual a que debe aspirar nuestra época. Que tal dominio y comprensión se hacen, si no imposibles para el hombre común, en la escala en que se desarrolla la vida en las grandes ciudades; Que en tales condiciones el hombre tiende a no sentir el valor de su importancia como individuo, y llega a desentenderse de sus responsabilidades cívicas, convirtiéndose en hombre masa espectador y no actor de las funciones colectivas, renunciando al legítimo derecho de aportar su propia individualidad a la estructuración de la sociedad a la cual pertenece y deja en manos de unos pocos elegidos el destino de su época y el suyo propio; Que de ello resulta un proceso que se reproduce a si mismo indefinidamente, ya que el desinterés del ciudadano en el funcionamiento de su ciudad y del abandono de toda esperanza de intervención en la modelación y superación del medio en que vive, deja descontroladas a las autoridades que toman sobre si tal responsabilidad, autoridades que por otra parte ven dificultadas sus tareas por la falta de contacto y difícil conocimiento de las colectividades que ellas representan; Que es indispensable que en los países Americanos se de la más seria consideración al estudio de una distinta estructuración de los centros habitados, y que se investigue en todo su alcance las posibilidades de la unidad vecinal como el área urbanizada para la vivienda, y sus complementos, cuyos límites, forma y dimensiones deberán regirse por los siguientes principios: a. Por su capacidad (número de familias o habitantes) deberá estar en condiciones de sostener una escuela

pública elemental o primaria, y por su extensión que el acceso de los escolares se haga dentro de un recorrido máximo de 800 a 1000 metros.

b. Por su ubicación deberá hallarse fácilmente accesible de los centros de trabajo, de administración, de enseñanza superior, etc., del núcleo del cual forman parte y además, relacionada con las demás unidades vecinales con las que podrá componer agrupaciones comunales de segundo grado y así sucesivamente hasta formar la ciudad.

c. Por su trazado poseerá la suficiente independencia de los tránsitos vehiculares rápidos o de atravesamiento de manera de conservar la tranquilidad y recogimiento aptos para la vida de sus integrantes.

d. Por sus características arquitectónicas y funcionales deberá constituir un lugar propicio para el desarrollo de la

Page 22: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

22

vida ciudadana en las actividades diarias próximas a la vivienda para lo cual estará dotada de todos los edificios, espacios libres y servicios públicos necesarios.

e. Finalmente deberá aspirarse a que dentro de estas condiciones la unidad vecinal, posea un régimen administrativo, con la intervención directa de sus habitantes en la vida cívica, en procura de un mejoramiento de la misma dentro de una democracia integral.

f. En estas Unidades Vecinales no se limitarán las viviendas por clases, permitiendo una convivencia amplia de las diversas clases sociales.

Por tanto recomienda a la Asamblea General para su aprobación: 1. Que todos los países e América deben formular para sus ciudades planos reguladores que establezcan las

Unidades Vecinales como elementos básicos para su estructuración. 2. Que esta evolución hacia un planeamiento en forma de Unidades Vecinales, se refiera no solamente a las áreas

nuevas por urbanizar sino que involucre, además, la transformación de las partes de las ciudades ya edificadas. 3. Que las nuevas Urbanizaciones deberán hacerse respondiendo no sólo a los intereses privados, sino,

primordialmente, en la forma y en el orden que quedara establecido por los planos básicos reguladores. 4. Que se fomente el intercambio permanente de investigación, resultados y experiencias sobre el tema tratado. 5. Que se propicie la formación de Organismos Nacionales y Panamericanos de Planificación y que se exhorte a

los Arquitectos para que intervengan más activamente en dichos problemas. 6. Que las juntas locales de planeamiento y sociedades o Colegios de Arquitectos procuren la formación de una

conciencia cívica por medio de conferencias, exposiciones, películas, etc., sobre temas de Urbanismo, a fin de despertar el interés de los habitantes de la localidad en el progreso de la misma.

Urbanismo Considerando: Que existen graves deficiencias en el nacimiento, crecimiento y desarrollo de la mayoría de los núcleos poblados de América, especialmente en relación con las necesidades del hombre y su proyección a futuro. Que estas diferencias significan ingentes dispendios estériles de energía, tiempo y dinero, que directa o indirectamente gravan la colectividad. Que la salud pública y la higiene están se riamente perturbadas por los problemas que esta desorganización crea, de manera que la habitación, la circulación, la producción y el descanso no pueden recibir soluciones justas y racionales. Que tanto la ciudad como la vivienda han de ser entendidas como un todo orgánico cuyo motivo es el hombre y que deben satisfacer las exigencias de l as diferentes normativas higiénico-biológico. Que el valor conceptual de Urbanismo involucra la organización de la mayoría de las funciones de la vida colectiva, sea esta urbana o rural. Que el Urbanismo no es una disciplina independiente, sino la expresión más amplia de la Arquitectura. Que dada la complejidad y magnitud de los problemas que presenta el desarrollo de las funciones de la vida colectiva, El Urbanismo debe considerarse como una disciplina imperativa de la época. Que los problemas del Urbanismo, siendo similares y consecuencia de los que se presentan con la creación de la vivienda, por su magnitud precisan en forma ostensible la colaboración de las diferentes p rofesiones y técnicas. Que corresponde al arquitecto y no a otros profesionales organizar y componer el conjunto de los diferentes elementos que entran en juego y coordinar las diversas técnicas, orientándolas hacia un fin común. COMO UNA MANERA DE CONTRIBUIR:

A organizar nuestras ciudades. A que las futuras ciudades llenen su función. A evitar dispendios estériles de energía, tiempo y dinero. A dar solución satisfactoria a los problemas de higiene y salubridad.

Page 23: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

23

A otorgar la posibilidad de que el hombre viva una vida normal. EL VI CONGRESO PANAMERICANO DE ARQUITECTOS DECLARA: Que siendo el Urbanismo la expresión más amplia de la Arquitectura, corresponde al arquitecto y no a otro profesional la solución integral de los problemas concernientes a la referida ciencia. EL VI CONGRESO PANAMERICANO DE ARQUITECTOS RECOMIENDA: 1. A la Facultades o Escuelas de Arquitectura de América intensificar en sus planes de enseñanza el estudio del

Urbanismo en forma que responda ampliamente a las consideraciones señaladas. 2. Complementar estos estudios con los medios que se requieran para satisfacer la investigación urbanística

relacionada con los problemas locales de cada país. 3. Propender a la creación de Institutos de estudios de Urbanismo vinculados a las Facultades o Escuelas de

Arquitectura, Institutos que analicen, planifiquen y den soluciones científicas a los problemas de su competencia; y

4. A las Universidades o Centros de Enseñanza Profesional de los países americanos, la creación de cursos destinados a las especializaciones que como el Urbanismo requieren una profundización de las disciplinas pertinentes.

VIII° Congreso Panamericano de Arquitectos Crónica por la arquitecto Odilia Edith Suarez, representante viajera de la Revista de Arquitectura, en México. Octubre 1952. México, D. F. En esta ciudad acaba de realizarse el VIIIº Congreso Panamericano de Arquitectos, indudablemente el de mayores proporciones entre todos los realizados hasta la fecha ya que ha congregado a más de mil arquitectos de todos los países americanos viéndose prestigiado al mismo tiempo por personalidades de gravitación internacional como son Walter Gropius, Frank Lloyd Wright, Thomas Sharp y Pierre Vago. Se ha desarrollado teniendo por escenario la nueva y discutida Ciudad Universitaria de México, realización extraordinaria donde se conjugan dos distintas tendencias arquitectónicas contemporáneas. Como las opiniones emitidas al respecto por el siempre radical Mr. Wright, han originado una candente polémica creemos interesante, aunque no compita estrictamente al tema de esta crónica, transcribir algunos de sus comentarios que han herido en cierta forma a varios de sus realizadores. Entre otras cosas dijo, refiriéndose a la Ciudad Universitaria: "Algunos de sus edificios, particularmente los frontones, el estadio y la biblioteca son buena arquitectura propia de su tiempo. Los otros pasarán pronto a la historia". "Si México despierta y se encuentra a sí mismo, con su maravillosa tradición artística y con sus grandiosos manantiales de belleza, puede ser líder del mundo en arte. Ahora está en peligro de copiar a otros países: a Estados Unidos y al señor Le Corbusier". Y valora así las dimensiones de ese peligro: "le Corbusier se ha quedado en las dos dimensiones y eso pertenece a la época en que la arquitectura fabricaba cajas. Ahora los verdaderos arquitectos construimos teniendo en cuenta las tres dimensiones a fin de realizar una arquitectura orgánica, la arquitectura del futuro. Pero Le Corbusier como mal pintor que es, sólo puede ver dos dimensiones. Su obra es un cliché que él repite constantemente. Es muy fácil para estudiantes. Hasta los niños pueden copiarlo. Pero para un arquitecto eso no es nada" "Los realizadores de la Ciudad Universitaria pueden decir a los jóvenes: Esto es lo máximo que hasta aquí hemos podido hacer. Ahora ustedes hagan mejor". Hasta aquí Wright. Sin comentarios dejamos que cada uno extraiga las conclusiones que estime convenientes de una opinión siempre valiosa. Podemos valorar y juzgar un Congreso desde dos puntos de vista según cual sea el objetivo que asignemos a una reunión de tal naturaleza. Primero, sea como un seminario de trabajo del cual, por medio de una discusión exhaustiva, ordenada y progresiva se llegue a un nuevo aporte de soluciones concretas o a enunciados doctrinarios que tiendan nuevos y originales caminos hacia el porvenir. Segundo: Sea como una visión conjunta que permita establecer las coordenadas en que se hallan ubicados los participantes y cuyo mejor resultado sea esbozar una acción común, aunar opiniones y renunciar oficialmente a ciertos principios normativos. Si juzgáramos el congreso que nos ocupa de acuerdo con el primer criterio, es evidente que poco o nada se ha

Page 24: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

24

hecho. Podríamos censurarlo en tres aspectos: a. Los temas elegidos: habitación popular, nosocomios y ciudades universitarias han sido demasiado vastos en

relación al tiempo de trabajo disponible y la falta de un estudio y ordenamiento previo que facilitara la comparación de criterio de los distintos países, originó un exceso de verbalismo e indefinición en la exposición de los temas.

b. Tomado en este sentido sería de desear que los representantes oficiales asumieran una figura menos protocolar y que el estudio y exposición de las ponencias estuviesen a cargo de verdaderos especialistas.

c. Cada país debería dedicar más tiempo a la preparación de un material honesto y medular como base para las discusiones.

Esta triple situación se ha reflejado en las conclusiones tomadas por el congreso que, aunque valiosas en otro sentido, ninguna se refiere específicamente a los temas tratados. Si tomamos en cambio como medida crítica el segundo de los criterios expuestos, el resultado ha sido ampliamente favorable, las reuniones se desarrollaron en un ambiente de cordial fraternización que ha permitido crear múltiples vínculos personales. Y aquí debemos expresar nuestro reconocimiento a la República de México por la magnífica hospitalidad que nos brindara en todo momento. Y un párrafo aparte merece los 8 kilómetros dedicados a exposic iones (en particular las de México y E. Unidos, de excelente factura). Para aquellos que, como nosotros, han realizado el maratónico esfuerzo de recorrerlos con atención, habrán podido recoger una fructífera visión panorámica de la actividad arquitectónica en toda América. Pero, si estamos de acuerdo en considerar la Arquitectura como la más completa expresión artística, integradora de la cultura de un pueblo, esta visión panorámica es un llamado de atención ante la invariable aplicación de un "cliché" moderno a la resolución de todos los problemas que, a menudo, está muy lejos de expresar la realidad social, cultural y tecnológica de los países de América. Si bien en la Argentina, de influencia cultural y racial predominantemente europea, este conflicto no asume mayores proporciones, él es mucho más agudo en el resto de los países latinoamericanos de fuertes tradiciones culturales indígenas y coloniales vivas y latentes. Por ellos, sin retorno a anacronismos y nuevos academismos fuera de lugar, queda en pie el problema de que cada país americano sin excepción, se reencuentre a sí mismo a la luz de los principios contemporáneos, por el camino de sus propios medios expresivos. Y por último. Si bien pudiera objetarse que nada nuevo se ha dicho en este congreso es importante qué por primera, vez en un Congreso Panamericano (desde aquel trascendente CIAM de 1933) se afirme en forma primordial la necesidad de encarar la planificación integral; física, humana, económica y política, previa a toda actividad constructiva. La conclusión es valiosa. ¿Resultados positivos? Ellos dependen de los gobiernos respectivos y de las personas que los representan, a quienes incumbe en primer término encarar la organización y aplicación de todo programa de planificación. LAS CONCLUSIONES DEL CONGRESO El VIII Congreso Panamericano de Arquitectos reunido en la ciudad de México en octubre de 1952 como conclusión de sus trabajos y deliberaciones, acuerda: I. - Planificación previa

Recomendar a los diferentes gobiernos que a toda actividad constructiva deben preceder programas basados en una Planificación integral (física, humana, económica, política, a escala internacional, nacional, regional urbana) de la producción, la distribución para el consumo social. Se considera en cada país la jerarquía de urgencia de las necesidades para realizar los programas. En consecuencia: a) Será objeto de los planes de Gobierno la coordinación de las actividades oficiales y privadas en os programas de habitación, educación y asistencia social. b) Se considerará, como derecho básico de todo hombre de la ciudad o del o el de recibir los beneficios de vivienda, educación y asistencia. Este principio será incluido en la Constitución y las Leyes de cada país, debiendo además consultarse las partidas necesarias en los presupuestos anuales, para hacerlo realidad.

II. - Organismo de Planificación

Page 25: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

25

1) La creación del Instituto Interamericano de Planificación con sede rotativa, que radicará en México y sucesivamente en las capitales donde se reúnan los siguientes Congresos Panamericanos de Arquitectos. 2) La creación de organismos oficiales o privados de planificación nacional, regional y urbana en todos los países de América para que colaboren en la confección y realización de programas de gobierno orientados al servicio social. 3) Para el mejor desarrollo de los congresos panamericanos de arquitectos, se recomienda al Instituto Interamericano de Planificación:

o Colaborar con su vigilancia en la continuidad científica y ordenada de los congresos de arquitectos de acuerdo con los términos propuestos por la convocatoria del VIII Congreso Panamericano de Arquitectos.

o Colaborar en el temario y reglamento de los Congresos Panamericanos de Arquitectos, nombrando los delegados oficiales con la mayor anticipación para llevar a los Congresos cuanto trabajo adelantado sea posible. A tal electo formarán parte del Instituto los delegados oficiales del Congreso siguiente así como los del anterior. En consecuencia, hasta la celebración del IX Congreso continuarán en sus funciones los delegados oficiales al VIII Congreso Panamericano de Arquitectos.

o Otorgar su representación a los organismos interamericanos o internacionales de la habitación, educación y asistencia. De acuerdo con esto encomienda al Centro Panamericano de Vivienda, con sede en Bogotá, la misión de actuar como organismo permanente y entidad realizadora en las conclusiones aprobadas en los Congresos de Arquitectos referentes a viviendas económicas e imponiéndole el compromiso de informar al siguiente Congreso del resultado de su gestión.

o Laborar por la fusión o coordinación de los diversos organismos existentes y procurando .la incorporación de elementos representativos de las diversas actividades de la vida moderna, para integrar una doctrina orgánica de la Planificación Americana.

o Formular las síntesis de las ponencias presentadas y la de las conclusiones finales del VIII Congreso. Panamericano de Arquitectos, así como las de los Congresos anteriores, a fin de coordinarlas en un todo orgánico para poder ser divulgadas y cumplidas. Lo mismo deberá hacerse para los congresos subsiguientes.

o Formular una nomenclatura común para la Planificación y la Arquitectura en toda América o Asesorar a los organismos de planificación nacional, regional y urbana y recomendarles:

? La planificación previa señalada en el punto I. ? La cuantificación de las necesidades de habitación educación y asistencia social y su relación con las

obras ya realizadas para determinar su situación de déficit o superávit. ? La búsqueda de doctrinas, sistemas constructivos y de financiamiento, para encontrar soluciones de

alcance social. ? Dar las informaciones estadísticas necesarias al Instituto Interamericano de Planificación.

III. - Servicio social 1) Que tanto en las actividades gubernamentales como en las privadas en los distintos países de América, la

Planificación y la Arquitectura tengan como común denominador el de inspirar sus obras en el servicio social. A tal efecto se recomienda a los organismos oficiales y privados:

2) Que se designen arquitectos idóneos en las delegaciones oficiales que concurran a los congresos o reuniones internacionales en que se traten problemas relacionados con la Planificación, urbanismo o construcción. Particularm ente se acuerda pedir el nombramiento de arquitectos especializados y con experiencia en vivienda económica, como miembros de las delegaciones oficiales que concurrirán a la tercera sesión extraordinaria del Consejo Interamericano Económico y Social que se realizará en Caracas en el próximo mes de febrero. En dicha sesión se ela borarán las bases de un programa de seguridad social que comprende un Plan Continental de la Vivienda, el que deberá ser aprobado por la décima Conferencia de Cancilleres a reunirse próximamente.

3) Que el arquitecto ocupe posiciones directivas en los estudios y programas de gobierno. 4) Que las universidades impartan una formación profesional con un alto sentido de responsabilidad social, para

que la labor y la obra de sus egresados impregnadas de sentido de fraternidad humana, se ubique en la tarea común, y para que, con la suma de todas las colaboraciones contribuya al mejoramiento de los pueblos y de los

Page 26: Doctorado en Arquitectura FAPyD - UNR · 1 Curso: Historia del Urbanismo en Argentina (1900-1960) Profesor: Ana María Rigotti Materiales de lectura 5 URBANISMO CON PLANEAMIENTO José

26

individuos y a la realización de la América y del mundo mejor que todos anhelamos.

IX Congreso Panamericano de Arquitectos Objetivos y considerandos l. El IX Congreso Panamericano de Arquitectos tendrá como principal objetivo el de continuar la labor de los Congresos anteriores, en el intercambio de ideas y conocimientos de las Realizaciones de todos y cada uno de los países participantes, especialmente aquellos que contribuyan a definir los puntos fundamentales de una "Doctrina de Planificación' que habrá de basarse en los Conocimientos Universales de las Ciencias y de las Artes, en la Afinidad Social y Geográfica de nuestro Continente y en el Medio Físico, Económico Social de cada una de las Naciones Americanas. 2. Disciplina que habrá de resultar del estudio de las necesidades de "El Hombre" y de las actividades que necesita desarrollar para alcanzar su propio desenvolvimiento, como individuo y como parte integrante de los Conglomerados Humanos. 3. Dado que, el Arquitecto como Coordinador y Compositor de los elementos que intervienen en la Planificación y realización de los Espacios necesarios al desarrollo de las actividades Humanas, que en sentido general se resumen en:

HABITAR TRABAJAR y su medio de correlación, o sea: CIRCULAR