Documento

64
1 Si deseas descargar libros de este u otro autor visita el Proyecto Espartaco en http://www.espartaco.cjb.net

Transcript of Documento

  • 1. Qu Hacer?Vladimir I. Lenin(c) Proyecto Espartaco 2000 2001Si deseas descargar libros de este u otro autor visita el Proyecto Espartaco en http://www.espartaco.cjb.net1

2. PROLOGO Enmienda para Qu hacer? Segn el plan inicial del autor, el presente folleto deba estar consagrado a El grupo de iniciadores, al que me he referido en el folleto Qu hacer?,desarrollar detalladamente las ideas expuestas en el artculo "Por dnde empezar?" Pg. 141, me pide que haga la siguiente enmienda al pasaje donde se expone su(Iskra, nm. 4, mayo de 1901). Ante todo, debemos disculparnos ante el lector por participacin en el intento de conciliar las organizaciones socialdemcratas en elhaber cumplido tardamente la promesa que hicimos en dicho artculo (y que repetimosextranjero:en respuesta a muchos requerimientos y cartas particulares). Una de las causas dedicha tardanza ha sido el haber intentado, en junio del pasado ao de 1901, unificar Slo uno de los tres miembros de este grupo se retir de la Unin a finestodas las organizaciones socialdemcratas en el extranjero. Era natural esperar los de 1900; los restantes no lo hicieron hasta 1901, cuando se hubieron convencido deresultados de esta tentativa, pues si hubiese tenido xito, habra sido tal vez necesario que era imposible conseguir que la Unin aceptar celebrar una conferencia con laexponer las concepciones de Iskra en materia de organizacin bajo un aspecto algo organizacin de Iskra en el extranjero y con la Organizacin Revolucionaria Sotsial-distinto; en todo caso, este xito habra prometido que se iba a poner muyDemokrat, a lo que se constrea la propuesta del grupo de iniciadores. Larpidamente fin a la existencia de dos corrientes en la socialdemocracia rusa. El lectoradministracin de la Unin rechaz al principio esta propuesta, achacando su negativasabe que la tentativa fracas y, como trataremos de demostrar, no pudo terminar dea participar en la conferencia a la incompetencia de los integrantes del grupo deotro modo despus del nuevo viraje de Rabcheie Dielo, en su nm. 10, hacia eliniciadores mediador y expresando su deseo de entablar relaciones directas con laeconomismo. Ha resultado absolutamente necesario emprender una lucha decidida organizacin de Iskra en el extranjero. Sin embargo, la administracin de la Unin nocontra esta direccin vaga y poco determinada, pero, por ello mismo, tanto ms firmetard en poner en conocimiento del grupo de iniciadores que, despus de aparecido ely capaz de resucitar en variadas formas. De acuerdo con esto, ha cambiado y se ha primer nmero de Iskra, en el cual se publicaba la nota sobre la escisin de la Unin,ampliado muy considerablemente el plan inicial del folleto. cambiaba de parecer y no quera ponerse en contacto con Iskra. Cmo explicardespus de eso la declaracin de un miembro de la administracin de la Unin de que Su tema principal debera haber abarcado tres problemas, planteados en ella negativa de sta a participar en la conferencia se deba exclusivamente a que estabaartculo "Por dnde empezar?", a saber: los problemas acerca del carcter y el descontenta de la composicin del grupo de iniciadores? Por cierto, tampoco secontenido principal de nuestra agitacin poltica, acerca de nuestras tareas de comprende que la administracin de la Unin aceptara participar en la Conferencia deorganizacin y acerca del plan de crear, simultneamente y por distintas partes, unajunio del ao pasado: la nota que apareci en el primer nmero de Iskra sigue enorganizacin combativa destinada a toda Rusia. Estos problemas interesan desde hace vigor, y la repudia de la Unin por Iskra cobr mayor realce en el primer volumen demucho tiempo al autor, quien ha tratado ya de plantearlos en Rabchaia Gasieta, con Zari y en el cuarto nmero de Iskra, que aparecieron antes de la Conferencia deocasin de una de las tentativas infructuosas de reanudar su publicacin (vase el cap. Junio.V). Mas el propsito inicial de circunscribirse, en este folleto, al examen de estos tresproblemas y exponer en lo posible nuestras ideas en forma positiva, sin recurrir o casi N. Leninsin recurrir a la polmica, ha resultado completamente irrealizable por dos razones Poruna parte, el economismo ha resultado ser ms vital de lo que suponamosIskra, nm. 19, del 1 de abril de 1902(empleamos el trmino economismo en su sentido amplio, como se explic en el nm.12 de Iskra (diciembre de 1901), en el artculo "Una conversacin con los defensoresdel economismo", que traz, por decirlo as, un esbozo del folleto que ofrecemos a laatencin del lector). No caba ya duda de que los distintos conceptos sobre el modo deresolver estos tres problemas se explican mucho ms por un antagonismo radical entrelas dos direcciones de la socialdemocracia rusa, que por divergencias de detalle. Porotra parte, la perplejidad de los economistas al ver que Iskra sostena de hechonuestras concepciones ha puesto de manifiesto con toda evidencia que a menudohablamos lenguajes literalmente distintos que, debido a ello, no podemos llegar aningn acuerdo sin comenzar ab ovo; que es necesario intentar una "explicacin"sistemtica en la forma ms popular posible, a base del mayor nmero posible deejemplos concretos, con todos los economistas, sobre todos los puntos cardinales denuestras discrepancias. Y he resuelto hacer esta tentativa de "explicacin" con plenaconciencia de que esto aumentara considerablemente las proporciones del folleto yretardara su aparicin; pero no he visto ninguna otra posibilidad de cumplir lapromesa hecha en el artculo "Por dnde empezar?" As que a las disculpas por latardanza tengo que aadir las excusas por los enormes defectos del folleto en lo que asu forma literaria se refiere: he tenido que trabajar con una precipitacin extrema y,por otra parte, muchos otros trabajos reclamaban mi atencin. 2 127 3. NOTAS DEL ANEXOEl examen de los tres problemas arriba indicados sigue constituyendo el tema principal del folleto. Pero he tenido que comenzar por dos problemas de carcter[1] Este Anexo fue suprimido por Lenin al ser reeditado Qu hacer? En 1907, ms general: por qu una consigna tan "inocente" y "natural" como la de "libertad deen la recopilacin Doce aos.crtica" es para nosotros una verdadera seal de batalla?; por qu no podemos llegar a un acuerdo ni siquiera en la cuestin fundamental del papel de la socialdemocracia en relacin al movimiento espontneo de masas? Luego, la exposicin de los conceptos [2] Este juicio sobre la escisin no slo se basaba en el conocimiento de las sobre el carcter y el contenido de la agitacin poltica se ha convertido en unapublicaciones, sino en datos recogidos en el extranjero por algunos miembros de explicacin de la diferencia entre la poltica tradeunionista y la socialdemcrata, y lanuestra organizacin que haban estado all. exposicin de los conceptos sobre las tareas de organizacin, en una explicacin de la diferencia entre los mtodos primitivos de trabajo, que satisfacen a los economistas, y[3] A saber: en la introduccin a las resoluciones de junio dijimos que la la organizacin de revolucionarios, que reputamos indispensable. Despus, insisto ensocialdemocracia rusa mantuvo siempre en conjunto la posicin de fidelidad a los el "plan" de un peridico poltico destinado a toda Rusia, tanto ms cuanto que eranprincipios del grupo Emancipacin del Trabajo y que el mrito de la Unin estaba sobre inconsistentes las objeciones hechas contra l, y porque, en el fondo, no se ha dadotodo en su actividad en el terreno de las publicaciones y de la organizacin. En otros una respuesta a la cuestin, planteada en "Por dnde empezar?", de cmo podramostrminos, dijimos que estbamos completamente dispuestos a olvidar el pasado y a emprender, por todas partes a la vez, la formacin de la organizacin quereconocer que la labor de nuestros camaradas de la Unin era til a la causa, anecesitamos. Por ltimo, en la parte final del folleto espero demostrar que hemoscondicin de que acabaran por completo con las vacilaciones, objeto de nuestra caza. hecho todo cuanto dependa de nosotros para prevenir una ruptura definitiva con losToda persona imparcial que lea las resoluciones de junio las comprender slo en esteeconomistas, ruptura que, sin embargo, ha resultado inevitable; que Rabcheie Dielosentido. Pero si ahora la Unin nos acusa solemnemente de faltar a la verdad (Dosha adquirido una significacin particular, si queris, "histrica", por haber reflejado, encongresos, Pg. 30) por estas palabras sobre sus mritos, despus de haber provocado la forma ms completa, con el mayor relieve, no el economismo consecuente, sino msella misma con su nuevo viraje hacia el economismo (en los artculos del nmero 10 bien la dispersin y las vacilaciones que han constituido, en la historia de lay en las enmiendas) la ruptura, esta acusacin, como es natural, no puede menos de socialdemocracia rusa, el rasgo distintivo de todo un perodo ; que, por esta razn,provocar una sonrisa.adquiere tambin importancia la polmica, demasiado detallada, a primera vista, con Rabcheie Dielo, pues no podemos avanzar sin liquidar definitivamente este perodo [4] En Vorwrts se inici una polmica a este respecto entre su redaccinactual, Kautsky y Zari. No dejaremos de dar a conocer esta polmica a los lectores Leninrusos.Febrero de 1902 [5] Si no contamos como restriccin de la autonoma las reuniones de lasredacciones, relacionadas con la formacin de un consejo supremo comn de lasorganizaciones unidas, cosa que R. Dielo acept tambin en junio. 126 3 4. CAPTULO I derrocamiento de la autocracia), ya aadiendo las palabras la lucha econmica es el medio aplicable con la mayor amplitud para incorporar a las masas a la lucha poltica activa. Es natural que, una vez introducidas estas enmiendas, todos los oradores deDOGMATISMO Y "LIBERTAD DE CRITICA" nuestra parte fueran renunciando uno tras otro a la palabra, pues vean la completa inutilidad de seguir negociando con gente que volva a girar hacia el economismo y a) Qu significa la "libertad de crtica"? se reservaba la libertad de vacilar.La "libertad de crtica" es, sin duda, la consigna actualmente ms en boga, laPrecisamente lo que la Unin ha tenido por condicin sine qua non para laque con ms frecuencia se emplea en las discusiones entre socialistas y demcratas desolidez del futuro acuerdo, o sea, el mantenimiento de la fisonoma de R. Dielo y de sutodos los pases. A primera vista, es difcil imaginarse algo ms extrao que esas autonoma, es lo que Iskra consideraba un obstculo para el acuerdo (Dos congresos,solemnes alusiones a la libertad de crtica hechas por una de las partes contendientes.Pg. 25). Esto es muy inexacto. Nunca hemos atentado contra la autonoma de R.Acaso en el seno de los partidos avanzados se han levantado voces en contra de la Dielo [5] . Efectivamente, hemos rechazado en forma categrica su fisonoma propia siley constitucional que, en la mayora de los pases europeos, garantiza la libertad de se entiende por tal la fisonoma propia en los problemas de principio de la teora y deciencia y de investigacin cientfica? "Aqu pasa algo!", se dir toda persona ajena a la la tctica: las resoluciones de junio contienen precisamente la negacin categrica decuestin, que haya odo la consigna en boga, repetida en todas las encrucijadas, peroesta fisonoma propia, porque, en la prctica, esta fisonoma propia ha significadoque no haya penetrado an en el fondo de las discrepancias. "Esta consigna es, por losiempre, lo repetimos, vacilaciones de toda clase y el apoyo que prestaban a lavisto, una de las locuciones convencionales que, como los apodos, son legalizados pordispersin imperante en nuestro ambiente, dispersin insoportable desde el punto deel uso y se convierten casi en nombres comunes". vista del partido. Con sus artculos del nmero 10 y con las enmiendas, R. Dielo ha manifestado claramente su deseo de mantener precisamente esta fisonoma propia, yEn efecto, para nadie es un secreto que, en el seno de la socialdemocracia semejante deseo ha conducido de manera natural e inevitable a la ruptura y a lainternacional (*) contempornea, se han formado dos tendencias, cuya lucha tan declaracin de guerra. Pero todos nosotros estbamos dispuestos a reconocer lapronto se reaviva y estalla en llamas, como se calma y adormece bajo las cenizas defisonoma propia de R. Dielo en el sentido de que debe concentrarse en determinadasimponentes "resoluciones de armisticio". En qu consiste la "nueva" tendencia quefunciones literarias. La distribucin acertada de estas funciones se impona por sasume una actitud "crtica" frente al marxismo "viejo, dogmtico", lo ha dicho misma: 1) revista cientfica, 2) peridico poltico y 3) recopilaciones y folletos deBernstein y lo ha mostrado Millerand con suficiente claridad.divulgacin. Slo la conformidad de R. Dielo con esta distribucin demostrara su sincero deseo de acabar de una vez para siempre con las aberraciones combatidas por La socialdemocracia debe transformarse, de partido de la revolucin social, las resoluciones de junio; slo esta distribucin eliminara toda posibilidad deen un partido democrtico de reformas sociales, Bernstein ha apoyado estarozamientos asegurara efectivamente la firmeza del acuerdo, sirviendo a la vez dereivindicacin poltica con toda una batera de "nuevos" argumentos y consideracionesbase par que nuestro movimiento crezca ms y alcance nuevos xitos.bastante armoniosamente concordados. Ha sido negada la posibilidad de fundamentarcientficamente el socialismo y de demostrar, desde el punto de vista de la concepcin Ahora ningn socialdemcrata ruso puede poner ya en duda que la rupturamaterialista de la historia, su necesidad e inevitabilidad; ha sido negado el hecho de ladefinitiva de la tendencia revolucionaria con la oportunista no ha sido originada pormiseria creciente, de la proletarizacin y de la exacerbacin de las contradicciones cuestiones de organizacin, sino precisamente por el deseo de los oportunistas decapitalistas; ha sido declarado inconsistente el concepto mismo del "objetivo final " yafianzar la fisonoma propia del oportunismo y de seguir ofuscando las mentes con lasrechazada en absoluto la idea de la dictadura del proletariado; ha sido negada ladisquisiciones de los Krichevski y los Martnov.oposicin de principios entre el liberalismo y el socialismo; ha sido negada la teora dela lucha de clases, pretendiendo que no es aplicable a una sociedad estrictamente Escrito entre el otoo de 1901democrtica, gobernada conforme a la voluntad de la mayora, etc.y febrero de 1902. As, pues, la exigencia de que la socialdemocracia revolucionaria diese unviraje decisivo hacia el socialreformismo burgus, iba acompaada de un viraje no publicado por primera vez enmenos decisivo hacia la crtica burguesa de todas las ideas fundamentales delmarxismo. Y como esta ltima crtica contra el marxismo se vena realizando ya desdemarzo de 1902 en folleto apartehaca mucho tiempo, desde la tribuna poltica, desde las ctedras universitarias, ennumerosos folletos y en una serie de tratados cientficos; como toda la nuevaen Stuttgart.generacin de las clases ilustradas, ha sido educada sistemticamente, durantedecenios, a base de esta crtica, no es de extraar que la "nueva" tendencia "crtica"en el seno de la socialdemocracia haya surgido de golpe, completamente acabada,como Minerva de la cabeza de Jpiter. Por su contenido, esta tendencia no ha tenidoque desarrollarse ni formarse; ha sido trasplantada directamente de la literaturaburguesa a la literatura socialista.4125 5. , de manera que las resoluciones de junio fueron firmadas por el propio b. Krichevski y Prosigamos. Por si la crtica terica de Bernstein y sus aspiraciones polticaspor otro miembro de la administracin de la Unin. estaban an poco claras para ciertas personas, los franceses se han cuidado de demostrar palmariamente lo que es el "nuevo mtodo". Francia ha justificado, una vezLos artculos publicados en el nmero 10 de R. Dielo (nuestros camaradas ms, su vieja reputacin de "pas en cuya historia las luchas de clases se han llevadovieron este nmero slo cuando hubieron llegado al congreso y unos das antescada vez a su trmino decisivo ms que en ningn otro sitio" (Engels, del prefacio parainaugurarse ste) demostraban claramente que del verano al otoo se haba producidola obra de Marx Der 18 Brumaire )[5]. En lugar de teorizar, los socialistas francesesotro viraje en la Unin: los economistas obtuvieron una vez ms la supremaca, y lapusieron directamente manos a la obra; las condiciones polticas de Francia, msredaccin, dctil a toda nueva corriente, volvi a defender a los ms declaradosdesarrolladas en el sentido democrtico, les han permitido pasar inmediatamente albernsteinianos, la libertad de crtica y la espontaneidad y a predicar por boca de"bernsteinianismo prctico", con todas sus consecuencias. Millerand ha dado unMartnov la teora de restringir la esfera de nuestra influencia poltica (con elejemplo brillante de este bernsteinianismo prctico: no en vano Bernstein y Vollmarpropsito aparente de complicar esta misma influencia). Una vez ms se hase han apresurado a defender y a ensalzar tan celosamente a Millerand! En efecto, si laconfirmado la certera observacin de Parvus de que es difcil cazar a un oportunista socialdemocracia es, en esencia, simplemente un partido de reformas, y debe tener elcon una simple frmula, porque le cuesta tan poco firmar cualquier frmula comovalor de reconocerlo con franqueza, un socialista no slo tiene derecho a entrar en unrenegar de ella, ya que el oportunismo consiste precisamente en la falta de principios ministerio burgus, sino que incluso debe siempre aspirar a ello. Si la democraciams o menos definidos y firmes. Hoy, los oportunistas rechazan toda tentativa de implica, en el fondo, la supresin de la dominacin de clases, por qu un ministrointroducir el oportunismo, rechazan toda restriccin, prometen solemnemente nosocialista no ha de encantar a todo el mundo burgus con discursos sobre laolvidar un instante el derrocamiento de la autocracia, hacer agitacin no slo en el colaboracin de las clases? Por qu no ha de seguir en el ministerio, aun despus deterreno de la lucha diaria del trabajo asalariado contra el capital, etc. Y maanaque los asesinatos de obreros por los gendarmes han puesto de manifiesto porcambian de tono y vuelven a las andadas so pretexto de defender la espontaneidad,centsima y milsima vez el verdadero carcter de la colaboracin democrtica de lasde la marcha progresiva de la lucha cotidiana y montona, de ensalzar lasclases? Por qu no ha de participar personalmente en la felicitacin al zar, al que losreivindicaciones que prometen resultados palpables, etc. Al continuar afirmando quesocialistas franceses no dan ahora otros nombres que los de hroe de la horca, delen los artculos del nmero 10 la Unin no ha visto ni ve ninguna abjuracin hertica knut y de la deportacin (knouteur, pendeur et dportateur)? Y a cambio de estede los principios generales del proyecto de la conferencia (Dos congresos, Pg. 26), la infinito envilecimiento y autoflagelacin del socialismo ante el mundo entero, de laUnin slo revela con ello que es incapaz por completo o que no quiere comprender el corrupcin de la conciencia socialista de las masas obreras la nica base que puedefondo de las discrepancias.asegurarnos el triunfo, a cambio de todo esto, unos rimbombantes proyectos de miserables reformas; tan miserables, que se haba logrado obtener ms de los Despus del nmero 10 de R. Diego nos quedaba por hacer una solagobiernos burgueses!tentativa: iniciar una discusin general para convencernos de si toda la Unin sesolidarizaba con estos artculos y con su redaccin. La Unin, est disgustada conTodo aquel que no cierre deliberadamente los ojos tiene que ver por fuerzanosotros, sobre todo, por este hecho y nos acusa de que intentamos sembrar laque la nueva tendencia "crtica", surgida en el seno del socialismo, no es sino unadiscordia en su seno, de que nos inmiscuimos en cosas ajenas, etc. Acusaciones a nueva variedad del oportunismo. Y si no juzgamos a los hombres por el brillo deltodas luces infundadas, porque, teniendo una redaccin compuesta por eleccin yuniforme que ellos mismos se han puesto, ni por el sobrenombre pomposo que a sdctil para girar al menor soplo del viento, y ramos nosotros quienes mismos se dan, sino por sus actos y por la clase de propaganda que llevan a ladeterminbamos esa direccin en las sesiones a puerta cerrada, a las que slo asistan prctica, veremos claramente que la "libertad de crtica" es la libertad de la tendencialos miembros de las organizaciones venidas para unificarse. Las enmiendas que se haoportunista en el seno de la socialdemocracia, la libertad de hacer de laintroducido en las resoluciones de junio en nombre de la Unin nos han quitado elsocialdemocracia un partido demcrata de reformas, la libertad de introducir en elltimo asomo de esperanza de llegar a un acuerdo. Las enmiendas son una prueba socialismo ideas burguesas y elementos burgueses.documental del nuevo viraje hacia el economismo y de la solidaridad de la mayorade la Unin con el nmero 10 de R. Dielo. Se borraba del nmero de manifestaciones La libertad es una gran palabra, pero bajo la bandera de la libertad dedel oportunismo el llamado economismo (debido ala supuesta vaguedad de estas industria se han hecho las guerras ms expoliadoras y bajo la bandera de la libertad depalabras, si bien de esta motivacin no se deduce sino la necesidad de definir con trabajo se ha despojado a los trabajadores. La misma falsedad intrnseca encierra elmayor exactitud la esencia de una aberracin muy extendida); tambin se borraba el empleo actual de la expresin "libertad de crtica". Personas realmente convencidas demillerandismo (si bien B. Krichevski lo defenda en R. Dielo, nm. 2-3, Pg. 83-84, yhaber impulsado la ciencia no reclamaran libertad para las nuevas concepciones alcon mayor franqueza an en Vorwrts [4] ). A pesar de que las resoluciones de juniolado de las antiguas, sino la sustitucin de estas ltimas por las primeras. En cambio,indicaban de manera terminante que la tarea de la socialdemocracia consista enlos gritos actuales de "Viva la libertad de crtica!" recuerdan demasiado la fbula deldirigir todas las manifestaciones de lucha del proletariado contra todas las formas detonel vaco.opresin poltica, econmica y social, exigiendo con ello que se introdujera mtodo yunidad en todas estas manifestaciones de lucha, la Unin aada palabras superfluasMarchamos en pequeo grupo unido por un camino escarpado y difcil,por dems, diciendo que la lucha econmica es un poderoso estmulo para elfuertemente cogidos de las manos. Estamos rodeados por todas partes de enemigos, ymovimiento de masas (estas palabras, de pro s, son indiscutibles, pero, existiendo untenemos que marchar casi siempre bajo su fuego. Nos hemos unido en virtud de unaeconomismo estrecho, no podan menos de llevar a interpretaciones falsas). Ms decisin libremente adoptada, precisamente para luchar contra los enemigos y no caer,an, se ha llegado hasta a restringir con descaro en las resoluciones de junio ladando un traspis, al pantano vecino, cuyos moradores nos reprochan desde unpoltica, ya eliminando las palabras ni por un instante (no olvidar el objetivo delprincipio el que nos hayamos separado en un grupo aparte y el que hayamos escogido 124 5 6. el camino de la lucha y no el de la conciliacin. Y de pronto algunos de entre nosotros principio, publicado por la Unin en el folleto Dos congresos y por la Liga en el folletocomienzan a gritar: "Vamos al pantano!" Y cuando se intenta avergonzarlos, replican: Documentos del Congreso de unificacin."Qu gente tan atrasada sois! Cmo no os avergonzis de negarnos la libertad deinvitaros a seguir un camino mejor!" Ah, s, seores, libres sois no slo de invitarnos, El contenido de este acuerdo (o, como suele llamrsele, resoluciones a lasino de ir adonde mejor os plazca, incluso al pantano; hasta consideramos que vuestro Conferencia de junio) adoptado con arreglo a los principios demuestra con claridadverdadero puesto est precisamente en l, y nos sentimos dispuestos a prestaros todameridiana que nosotros exigamos, como condicin indispensable para la unificacin,la colaboracin que est a nuestro alcance para trasladaros all a vosotros ! Pero en que se repudiara del modo ms decidido toda manifestacin de oportunismo ental caso soltad nuestras manos, no os agarris a nosotros, ni ensuciis la gran palabra general y de oportunismo ruso en particular. Rechazamos dice el primer prrafo-libertad, porque nosotros tambin somos "libres" para ir adonde nos parezca, libres todas las tentativas de introducir el oportunismo en la lucha de clase del proletariado,para luchar no slo contra el pantano, sino incluso contra los que se desvan hacia l! tentativas que se han manifestado en el llamado economismo, bernsteinianismo,millerandismo, etc.. La esfera de actividad de la socialdemocracia comprende la b) Los nuevos defensores de la libertad de crtica" lucha ideolgica contra todos los adversarios del marxismo revolucionario (4, c). Entodas las esferas de la labor de agitacin y de organizacin, la socialdemocracia noPrecisamente esta consigna ("libertad de crtica") es la que ha sidodebe olvidar ni un instante la tarea inmediata del proletariado ruso: derrocar a lasolemnemente propugnada estos ltimos tiempos por Rabcheie Dielo (nm. 10),autocracia (5, a); la agitacin, no slo en el terreno de la lucha diaria del trabajorgano de la "Unin de socialdemcratas rusos" en el extranjero, y lo ha sido no como asalariado contra el capital (5,b); no reconociendo la fase de la lucha puramenteun postulado terico, sino como una reivindicacin poltica, como respuesta a laeconmica y de la lucha por reivindicaciones polticas parciales (5, c); pregunta: "Es posible la unin de las organizaciones socialdemcratas que actan enconsideramos de importancia para el movimiento criticar las corrientes que erigen enel extranjero?" "Para una unin slida, es indispensable la libertad de crtica" (Pg.principio lo elemental y lo estrecho de las formas inferiores del movimiento (5, d).36).Incluso una persona completamente extraa, despus de leer ms o menosatentamente estas resoluciones, ha de ver pro su mismo enunciado que se dirigen De esta declaracin se desprenden dos conclusiones bien definidas: 1)contra quienes eran oportunistas y economistas y han olvidado, aunque slo sea unRabcheie Dielo asume la defensa de la tendencia oportunista en la socialdemocracia instante, la tarea de derribar la autocracia, contra quienes han aceptado la teora deinternacional en general; 2) Rabcheie Dielo exige la libertad del oportunismo en ellas fases, han erigido en principio la estrechez de miras, etc. Y quien reconozca ms oseno de la socialdemocracia rusa. Examinemos estas conclusiones.menos la polmica que el grupo Emancipacin del Trabajo, Zari e Iskra han tenidocon Rabcheie Dielo, no dudar un instante que estas resoluciones rechazan, puntopor punto, precisamente las aberraciones en que haba cado Rabcheie Dielo. Por eso,A Rabcheie Dielo le disgusta, "sobre todo", la "tendencia de Iskra y Sari acuando en el Congreso de unificacin uno de los miembros de la Unin declar quepronosticar la ruptura entre la Montaa y la Gironda en la socialdemocracialos artculos publicados en el nmero 10 de Rabchie Dielo no se deban al nuevointernacional"(**).viraje histrico de la Unin, sino al espritu demasiado abstracto* de lasresoluciones, uno de los oradores lo puso con toda razn en ridculo. Las resoluciones,"En general escribe B. Krichevski, redactor de Rabcheie Dielo, las contest, lejos de ser abstractas, son increblemente concretas: basta echarles unahabladuras sobre Montaa y Gironda en las filas de la socialdemocracia nos parecen ojeada para ver que se quera cazar a alguien.una analoga histrica superficial, extraa en la pluma de un marxista: la Montaa yGironda no representaban dos distintos temperamentos o corrientes intelectuales,Esta expresin motiv en el congreso un episodio caracterstico. Por unacomo puede parecerles a los historiadores-idelogos, sino distintas clases o capas: porparte, B. Krichevski se aferr a la palabra cazar, creyendo que era un lapsus delatoruna parte, la burguesa media, y, por otra, la pequea burguesa y el proletariado.de mala intencin por nuestra parte (tener una emboscada) y exclam en tonoPero en el movimiento socialista contemporneo no existen choques de intereses depattico: A quin se iba a cazar? S, en efecto, a quin?, pregunt irnicamenteclase; por entero, en todas [subrayado por B. Kr.] sus variedades, incluyendo a losPlejnov. Yo ayudar al camarada Plejnov en su perplejidad contest B. Krichevski-,ms declarados bernsteinianos, abraza la posicin de los intereses de clase delyo le explicar a quien se quera cazar era a la redaccin de R. Dielo. (Hilaridadproletariado, de su lucha de clases por la liberacin poltica y econmica" (Rabcheiegeneral) Pero no nos hemos dejado cazar! (Exclamaciones de la izquierda: PeorDielo, Pgs. 32-33).para vosotros!) Por otra parte, un miembro del grupo Borb (grupo de conciliadores),pronuncindose contra las enmiendas de la Unin a las resoluciones, y en su deseo de Afirmacin audaz! No ha odo B. Krichevski hablar del hecho, observado yadefender a nuestro orador, declar que, evidentemente, la expresin se quera cazarhace mucho tiempo, de que precisamente la amplia participacin de la capa de losse haba escapado sin querer en el calor de la polmica."acadmicos" en el movimiento socialista de los ltimos aos ha asegurado unadifusin tan rpida del bernsteinianismo? Pero, ante todo, en qu funda nuestro autorPro lo que a m se refiere creo que el orador que ha empleado la expresinsu juicio de que incluso "los ms declarados bernsteinianos" abrazan la posicin de lao se sentir del todo satisfecho de esta defensa. Yo creo que las palabras se queralucha de clase por la liberacin poltica y econmica del proletariado? Nadie lo sabe.cazar a alguien fueron dichas en broma, pero pensadas en serio: nosotros hemosEsta defensa decidida de los ms declarados bernsteinianos no se apoya en ningnacusado siempre a R. Dielo de falta de firmeza, de vacilaciones, razn por la cualargumento, en ninguna razn. El autor entiende, por lo visto, que con repetir cuantodebamos, naturalmente, tratar de cazarlo para hacer imposibles las vacilaciones en lodicen de s mismos los ms declarados bernsteinianos, huelgan las pruebas de susucesivo. No se poda hablar aqu de mala intencin porque se trataba de falta deafirmacin. Pero es posible figurarse algo ms "superficial" que este juicio acerca defirmeza en los principios. Y hemos sabido cazar a la Unin procediendo lealmente [3] 6123 7. Anexo [1] toda una tendencia, fundado en lo que dicen de s mismos sus propios representantes?Es posible imaginarse algo ms superficial que la "moraleja" que se desprende apropsito de los dos tipos o vas de desarrollo del Partido, distintos y hasta Intento de fusionar Iskra con Rabcheie Dielodiametralmente opuestos? (Rabcheie Dielo, Pgs. 34-35). Los socialdemcratasalemanes, se dice, reconocen una completa libertad de crtica; en cambio, losNos resta esbozar la tctica adoptada y consecuentemente aplicada por franceses, no, y precisamente su ejemplo demuestra todo el "mal de la intolerancia".Iskra en las relaciones orgnicas con Rabcheie Dielo. Esta tctica ha sido expuesta yapor completo en el nmero 1 de Iskra, en el artculo sobre La escisin de la Unin dePrecisamente el ejemplo de B. Krichevski contestaremos a estoSocialdemcratas Rusos en el Extranjero. Admitimos en seguida el punto de vista dedemuestra que a veces se llaman marxistas gentes que ven la historia literalmente "aque la verdadera Unin de Socialdemcratas Rusos en el Extranjero, reconocida por ello Ilovaiski"[7]. Para explicar la unidad del Partido Socialista alemn y elI Congreso de nuestro partido como su representante fuera del pas, se haba escindidofraccionamiento del francs, no hace falta en absoluto hurgar en las particularidadesen dos organizaciones; que segua pendiente el problema de la representacin delde la historia de este o el otro pas, comparar las condiciones del semiabsolutismopartido, puesto que lo haba resuelto slo con carcter provisional y convencional, enmilitar y el parlamentarismo republicano, analizar las consecuencias de la Comuna yel Congreso internacional celebrado en Pars, la eleccin de dos miembros procedentes las de la ley de excepcin contra los socialistas[***], comparar la situacin econmicade Rusia, uno por cada parte de la Unin escindida, para el Bur Socialista y el desarrollo econmico, recordar cmo "el crecimiento sin par de la socialdemocraciaInternacional permanente (96) hemos declarado que, en fondo, Rabcheie Dielo no alemana" fue acompaado de una lucha de energa sin igual en la historia deltena razn; en cuanto a los principios, nos colocamos resueltamente al lado del gruposocialismo, no slo contra las aberraciones tericas (Mhlberger, Dhring[****], losEmancipacin del Trabajo, pero nos negamos, al mismo tiempo, a entrar en detalles de"socialistas de ctedra"[8]), sino tambin contra las aberraciones tcticas (Lassalle),la escisin y sealamos los mritos de la Unin en el terreno de la labor puramente etc., etc. Todo esto es superfluo! Los franceses rien, porque son intolerantes; losprctica [2] .alemanes estn unidos, porque son buenos chicos.De modo que nos mantenamos, hasta cierto punto, a la expectativa: Y observad que, por medio de esta incomparable profundidad dehacamos una concesin al criterio imperante entre la mayora de los socialdemcratas pensamiento, se "recusa" un hecho que echa por tierra completamente la defensa derusos, los cuales sostenan que incluso los enemigos ms decididos del economismo los bernsteinianos. Slo a travs de la experiencia histrica se puede resolverpodan trabajar codo con codo con la Unin, porque sta haba declarado ms de unadefinitivamente y sin vuelta de hoja el problema de si abrazan la posicin de lucha devez que estaba de acuerdo en principio con el grupo Emancipacin del Trabajo y queclase del proletariado. Por tanto, la mxima importancia en este sentido correspondeno pretenda, segn afirmaba, tener una posicin independiente en los problemas precisamente al ejemplo de Francia, por ser ste el nico pas donde los bernsteinianoscardinales de la teora y de la tctica. El acierto de la posicin que habamos adoptadohan intentado actuar independientemente, con la aprobacin calurosa de sus colegaslo corrobora indirectamente el hecho de que, casi en el momento de aparecer el primer alemanes (y, en parte, de los oportunistas rusos: vase R. D., nm. 2-3, Pgs. 83-84).nmero de Iskra (diciembre de 1900), se separaron de la Unin tres miembros,La alusin a la "intransigencia" de los franceses adems de su significacinformando el llamado grupo de iniciadores, los cuales se dirigieron: 1) a la seccin de la "histrica" en sentido "nosdrievano" no es ms que una tentativa de disimular conorganizacin de Iskra en el extranjero; 2) a la Organizacin Revolucionaria Sotsial-palabras fieras hechos sumamente desagradables.Demokrat, y 3) a la Unin, proponiendo sus mediacin para entablar negociacionesconciliadoras. Las dos primeras organizaciones aceptaron en seguida, la tercera sePero, en cuanto a los alemanes, tampoco estamos, en modo alguno,neg. Por cierto, cuando en el Congreso de unificacin, celebrado el ao pasado, unodispuestos a regalrselos a B. Krichevski y a los dems numerosos defensores de lade los oradores expuso los hechos citados, un miembro de la administracin de la"libertad de crtica". Si se tolera todava en las filas del Partido alemn "a los msUnin declar que su negativa se deba exclusivamente a que la Unin estaba declarados bernsteinianos",es por cuanto acatan la resolucin de Hannver[9], quedescontenta de la composicin del grupo de iniciadores. Estimando que es mi deber desech resueltamente las "enmiendas" de Bernstein, as como la de Lbeck[10], queinsertar esta explicacin, no puedo, sin embargo, dejar de observar por mi parte quecontiene (a pesar de toda su diplomacia) una advertencia directa a Bernstein. Seno la considero satisfactoria: como la Unin estaba al tanto de la conformidad de las puede discutir, desde el punto de vista de los intereses del Partido alemn, en qudos organizaciones para entablar negociaciones, poda dirigirse a ellas por conducto de medida era oportuna esa diplomacia o si vale ms, en este caso, un mal ajuste que unotro mediador o directamente.buen pleito; se puede disentir, en una palabra, en la apreciacin de la conveniencia deuno u otro procedimiento de repudiar el bernsteinianismo, pero no se puede dejar deEn la primavera de 1901, tanto Zari (nm. 1, abril) como Iskra (nm. 4,ver el hecho de que el Partido alemn ha repudiado dos veces el bernsteinianismo. Pormayo) entablaron una polmica directa contra Rabcheie Dielo. Iskra atac, sobretanto, creer que el ejemplo de los alemanes confirma la tesis de que "los ms detodo, el Viraje histrico de Rabcheie Dielo, que en su hoja de abril, esto es, despus clarados bernsteinianos abrazan la posicin de la lucha de clase del proletariado por sude los acontecimientos de primavera, dio ya muestras de poca firmeza respecto alliberacin poltica y econmica", significa no comprender absolutamente nada de loapasionamiento por el terrorismo y por los llamamientos sanguinarios. A pesar deque sucede ante los ojos de todos nosotros[******].esta polmica, la Unin contest que estaba dispuesta a reanudar las negociaciones deconciliacin por intermedio de un nuevo grupo de conciliadores. La conferencia Hay ms an. Rab. Dielo presenta a la socialdemocracia rusa, como hemospreliminar de representantes de las tres organizaciones citadas se celebr ene l mes de visto, la reivindicacin de "libertad de crtica" y defiende el bernsteinianismo. Por lojunio y elabor un proyecto de pacto basado en un detalladsimo acuerdo en visto, ha debido persuadirse de que se ha agraviado injustamente a nuestros "crticos"1227 8. y bernsteinianos. A cules, precisamente? Quin, dnde y cundo? En qu,NOTAS DE LA CONCLUSINprecisamente, consisti la injusticia? R. Dielo guarda silencio sobre este punto, nomenciona ni una sola vez a ningn crtico o bernsteiniano ruso! Nos resta slo hacer [1] Podra contestar tambin con un refrn alemn: Den Sack schlgt man,una de las dos hiptesis posibles. O bien la parte injustamente agraviada no es otra den Esel meint man, lo cual quiere decir: quien a uno castiga, a ciento hostiga. Noque el mismo R. Dielo (lo confirma el hecho de que en ambos artculos de su nm. 10slo Rab. Dielo, sino la gran masa de los militantes dedicados al trabajo prctico y dese trata nicamente de agravios inferidos por Sari e Iskra a R. Dielo ). En este caso,los tericos sentan entusiasmo por la crtica de moda, se armaban un lo con lacmo explicar el hecho tan extrao de que R. Dielo, que siempre ha negado tan espontaneidad, se desviaban de la concepcin socialdemcrata de nuestras tareasobstinadamente toda solidaridad con el bernsteinianismo, no haya podido defenderse a poltica y orgnicas hacia la concepcin tradeunionista.s mismo, sin intervenir en favor de los "ms declarados bernsteinianos" y de lalibertad de crtica? O bien han sido injustamente agraviadas unas terceras personas.Cules pueden ser entonces los motivos para no mencionarlos? Vemos, pues, que R. Dielo contina el juego del escondite, en que se haentretenido (como lo pondremos de manifiesto ms adelante) desde el momentomismo de su aparicin. Adems, observad esta primera aplicacin prctica de la tandecantada "libertad de crtica". De hecho, esta libertad se redujo en el acto no slo a lafalta de toda crtica, sino a la falta de todo juicio independiente en general. Ese mismoR. Dielo, que guarda silencio sobre el bernsteinianismo ruso, como si fuera unaenfermedad secreta (segn la feliz expresin de Starovier[12]), propone para lacuracin de esta enfermedad copiar lisa y llanamente la ltima receta alemana contrala variedad alemana de la enfermedad! En vez de libertad de crtica, imitacin servil. .. o, peor an, simiesca! El idntico contenido social y poltico del oportunismointernacional contemporneo, se manifiesta en unas u otras variedades, segn laspeculiaridades nacionales. En un pas, un grupo de oportunistas ha actuado desde hacemucho tiempo bajo una bandera especial; en otro, los oportunistas han desdeado lateora, siguiendo en la prctica la poltica de los radicales socialistas; en un tercero,algunos miembros del partido revolucionario se han evadido al campo del oportunismoy tratan de alcanzar sus objetivos, no por medio de una lucha abierta en favor de losprincipios y de la nueva tctica, sino valindose de una corrupcin gradual,imperceptible y, si se puede usar esta expresin, impune de su partido; en un cuartopas, esos mismos trnsfugas emplean idnticos procedimientos en las tinieblas de laesclavitud poltica, relacionando en forma completamente original la actividad "legal"con la "ilegal", etc. Pero ponerse a hablar de la libertad de crtica y delbernsteinianismo como de una condicin para unir a los socialdemcratas rusos, sinanalizar en qu precisamente se ha manifestado y qu frutos particulares ha dado elbernsteinianismo ruso, es lo mismo que hablar por hablar. Intentemos, pues, nosotros mismos decir, aunque sea en pocas palabras, loque no ha querido decir (o acaso ni siquiera ha sabido comprender) R. Dielo.c) La crtica en RusiaLa particularidad fundamental de Rusia, en el aspecto que estamosexaminando, consiste en que ya el comienzo mismo del movimiento obreroespontneo, por una parte, y el viraje de la opinin pblica avanzada hacia elmarxismo, por otra, se han distinguido por la unin de elementos notoriamenteheterogneos, bajo una bandera comn y para luchar contra un adversario comn (lasconcepciones polticas y sociales anticuadas). Nos referimos a la luna de miel del"marxismo legal". En general, fue un fenmeno extraordinariamente original, en cuyaposibilidad nadie hubiera podido creer siquiera en la dcada del 80 o a principios de ladcada siguiente del siglo pasado. En un pas autocrtico, con una prensacompletamente sojuzgada, en una poca de terrible reaccin poltica, en que eran8 121 9. nivel del tradeunionismo tanto por los brentanistas de la literatura legal como por los perseguidos los ms mnimos brotes de descontento poltico y de protesta, se abre deseguidistas de la ilegal. El programa del Credo comienza a llevarse a la prctica, sobrepronto camino en la literatura visada por la censura la teora del marxismotodo, cuando los mtodos primitivos de trabajo de los socialdemcratas, reavivan lasrevolucionario, expuesta en lenguaje espico, pero comprensible para todos lostendencias revolucionarias no socialdemcratas. "interesados". El gobierno se haba acostumbrado a considerar peligrosa nicamente lateora de "La Voluntad del Pueblo" (de la revolucionaria), sin que notara, como sueleY si el lector me reprocha que me haya explayado con exceso desuceder, su evolucin interna, regocijndose ante toda crtica dirigida contra ella.pormenores en un peridico como Rabcheie Dielo, le contestar: R. Dielo ha adquirido Antes de que el gobierno se diera cuenta, antes de que el pesado ejrcito de censoresuna importancia histrica por haber reflejado con el mayor relieve el espritu de y gendarmes tuviera tiempo de dar con el nuevo enemigo y caer sobre l, pas muchoeste tercer perodo [1] . No era el consecuente R. M., sino precisamente los Krichevski tiempo (mucho para nosotros, los rusos). Y, mientras tanto, apareca un libro marxistay Martnov, que cambian de direccin como las veletas a los cuatro vientos, quienes tras otro; empezaron a publicarse revistas y peridicos marxistas; todo el mundo,podan expresar de verdad la dispersin, las vacilaciones y la disposicin a hacercomo por contagio, se haca marxista; a los marxistas se les halagaba, se lesconcesiones a la crtica, al economismo y al terrorismo. Lo que caracteriza a estelisonjeaba; los editores estaban entusiasmados por la extraordinaria rapidez con queperodo no es el desprecio olmpico de algn admirador de lo absoluto por la laborse vendan los libros marxistas. Se sobreentiende que entre los marxistasprctica, sino precisamente la unin de un practicismo mezquino con la ms completa principiantes, rodeados de esa humareda de xito, ha habido ms de un "escritordespreocupacin por la teora. Ms que negar abiertamente las grandes palabras, loenvanecido"[13]. . .que hacan los hroes de este perodo era envilecerlas:. El socialismo cientfico dej deser una teora revolucionaria integral, convirtindose en una mezcolanza a la que se Hoy puede hablarse de ese perodo con calma, como del pasado. No es unaadan libremente lquidos procedentes de cualquier manual alemn nuevo; lasecreto para nadie que el florecimiento efmero del marxismo sobre la superficie deconsigna de lucha de clases no impulsaba a una actividad cada vez ms amplia, cadanuestra literatura tuvo su origen en la alianza de elementos extremistas con elementosvez ms enrgica, sino que serva de amortiguador, ya que la lucha econmica estsumamente moderados. En el fondo, estos ltimos eran demcratas burgueses, y estantimamente ligada a la lucha poltica; la idea del partido no exhortaba a crear una conclusin (confirmada con evidencia por el desarrollo "crtico" posterior de esta gente)organizacin combativa de revolucionarios, sino que justificaba una especie dese impona a ciertas personas ya en la poca en que la "alianza" estaba an intacta.burocracia revolucionaria y el juego infantil a formas democrticas. Pero, en este caso, no corresponder la mayor responsabilidad por laIgnoramos cundo acabar el tercer perodo y empezar el cuarto (en todo"confusin" subsiguiente precisamente a los socialdemcratas revolucionarios, quecaso anunciado ya por muchos sntomas). Del campo de la historia pasamos aqu alpactaron esa alianza con los futuros "crticos"? Esta pregunta, seguida de unaterreno de lo presente y, en parte, de lo futuro. Pero creemos con firmeza que el respuesta afirmativa, se oye a veces en boca de gentes que enfocan el problema encuarto perodo ha de conducir al afianzamiento del marxismo militante, que la forma demasiado rectilnea. Pero esa gente carece en absoluto de razn. Puede tenersocialdemocracia rusa saldr fortalecida y arreciada de la crisis, que la retaguardia miedo a alianzas temporales, aunque sea con gente insegura, nicamente el que tengaoportunista ser relevada por un verdadero destacamento de vanguardia de la clase poca confianza en s mismo, y ningn partido poltico podra existir sin esas alianzas.ms revolucionaria. Ahora bien, la unin con los marxistas legales fue una especie de primera alianzaverdaderamente poltica, concertada por la socialdemocracia rusa. Gracias a estaA guisa de exhortacin a este relevo, y resumiendo lo que acabamos de alianza, se ha logrado el triunfo, asombrosamente rpido, sobre el populismo, asexponer, podemos dar esta escueta respuesta a la pregunta: qu hacer?: como la enorme difusin de las ideas del marxismo (si bien en forma vulgarizada).Adems, la alianza no fue pactada sin "condicin" alguna, ni mucho menos. Pruebas alAcabar con el tercer perodo. canto: la antologa marxista Materiales sobre el desarrollo econmico de Rusia [14],quemada por la censura en 1895. Si se puede comparar con una alianza poltica elacuerdo literario con los marxistas legales, se puede comparar ese libro con unacuerdo poltico. La ruptura no fue provocada, desde luego, por el hecho de que los "aliados"resultaron ser unos demcratas burgueses. Por el contrario, los representantes de estaltima tendencia son aliados naturales y deseables de la socialdemocracia, siempreque se trate de objetivos democrticos suyos, objetivos que la situacin actual deRusia pone en primer plano. Pero es condicin indispensable para esta alianza que lossocialistas tengan plena posibilidad de revelar a la clase obrera el antagonismo hostilentre sus intereses y los de la burguesa. Mas el bernsteinianismo y la tendencia"crtica", hacia la cual evolucion totalmente la mayora de los marxistas legales,haban eliminado esta posibilidad y corrompan la conciencia socialista envileciendo elmarxismo, predicando la teora de la atenuacin de las contradicciones sociales,proclamando que es absurda la idea de la revolucin social y de la dictadura delproletariado, reduciendo el movimiento obrero y la lucha de clases a untradeunionismo estrecho y a la lucha "realista" por pequeas y graduales reformas. Era1209 10. exactamente lo mismo que si la democracia burguesa negara el derecho del socialismo CONCLUSINa la independencia, y, por tanto, su derecho a la existencia; en la prctica, esosignificaba tender a convertir el incipiente movimiento obrero en un apndice de losLa historia de la socialdemocracia rusa se divide manifiestamente en tresliberales.perodos.Naturalmente, en estas condiciones, la ruptura se hizo necesaria. Pero laEl primer perodo comprende cerca de un decenio, de 1884 a 1894 poco msparticularidad "original" de Rusia se manifest en que esa ruptura slo significaba queo menos. Fue el perodo en que brotaron y se afianzaron la teora y el programa de lalos socialdemcratas se apartaban de la literatura "legal", ms accesible para todos ysocialdemocracia. El nmero de adeptos de la nueva tendencia en Rusia se podaampliamente difundida. Los "ex-marxistas" se hicieron fuertes en ella, colocndosecontar con los dedos de las manos. La socialdemocracia exista sin movimiento obrero"bajo el signo de la crtica" y obteniendo casi el monopolio para "denigrar" aly pasaba, como partido poltico por el proceso de desarrollo intrauterino.marxismo. Las consignas: "Contra la ortodoxia!" y "Viva la libertad de crtica!"(repetidas ahora por R. Dielo ) se pusieron en seguida muy en boga; y que ni siquierapudieron resistir a esa moda los censores ni los gendarmes, se ve por hechos como laEl segundo perodo abarca tres o cuatro aos, de 1894 a 1898. Laaparicin de tres ediciones rusas del libro del famoso (famoso a lo Erstrato) Bernsteinsocialdemocracia aparece como movimiento social, como impulso de las masaso la recomendacin de los libros de Bernstein, del seor Prokopvich y otros, por populares, como partido poltico. Fue el perodo de infancia y adolescencia. Con laSubtov* (Iskra, nm. 10). A los socialdemcratas les incumbe ahora una tarea de porrapidez de una epidemia, se propaga el apasionamiento general de los intelectualess difcil, e increblemente ms dificultada an debido a obstculos puramentepor la lucha contra el pupulismo y por la corriente de ir hacia los obreros, elexteriores: la tarea de combatir la nueva corriente. Y esta corriente no se ha limitado apasionamiento general de los obreros por las huelgas. El movimiento hace grandesal terreno de la literatura. El viraje hacia la "crtica" ha ido acompaado de un progresos. La mayora de los dirigentes eran hombres muy jvenes que estaban lejosmovimiento en sentido contrario: la propensin de los socialdemcratas prcticos porde haber alcanzado la edad de treinta y cinco aos, que el seor N. Mijailovski tenael "economismo".por algo as como frontera natural. Por su juventud, no estaban preparados par alalabor prctica y desaparecan de la escena con asombrosa rapidez. Pero la magnitud desu trabajo, en la mayora de los casos, era muy grande. Muchos de ellos comenzaron a Podra servir de tema para un artculo especial esta interesante cuestin:pensar de un modo revolucionario como adeptos del grupo Libertad del Pueblo. Casicmo ha surgido y se ha estrechado el lazo de unin e interdependencia entre la crticatodos rendan en sus mocedades pleitesa los hroes del terrorismo, y les cost mucholegal y el economismo ilegal. A nosotros nos basta consignar aqu la existenciatrabajo sustraerse a la impresin seductora de esta tradicin heroica; hubo que romperincuestionable de este lazo de unin. Precisamente por eso ha adquirido el famosocon personas que a toda costa queran seguir siendo fieles a Libertad del Pueblo y"Credo"* una celebridad tan merecida, por haber formulado francamente este lazo degozaban de gran respeto entre los jvenes socialdemcratas. la lucha obligaba aunin y haber revelado la tendencia poltica fundamental del "economismo": que losestudiar, a leer obras ilegales de todas las tendencias, a ocuparse intensamente de losobreros se encarguen de la lucha econmica (ms exacto sera decir: de la luchaproblemas del populismo legal. Formados en esta lucha, los socialdemcratas acudantradeunionista, pues esta ltima comprende tambin la poltica especficamenteal movimiento obrero sin olvidar un instante ni la teora del marxismo que lesobrera), y que la intelectualidad marxista se fusione con los liberales para la "lucha"alumbr con luz meridiana ni la tarea de derrocar a la autocracia. La formacin delpoltica. Resulta que el trabajo tradeunionista "en el pueblo" result ser la realizacinpartido, en la primavera de 1898, fue el acto de mayor relieve, y ltimo a la vez, dede la primera mitad, y la crtica legal, la realizacin de la segunda mitad de dichalos socialdemcratas de aquel perodo.tarea. Esta declaracin fue un arma tan excelente en contra del economismo, que, sino hubiese aparecido el "Credo", vala la pena haberlo inventado.El tercer perodo despunta, como acabamos de ver, en 1897 y viene asustituir definitivamente al segundo en 1898 (1898-). es el perodo de dispersin, de El "Credo" no fue inventado, pero s publicado sin el asentimiento y acasodisgregacin,, de vacilacin. Igual que mudan la voz los adolescentes, lahasta en contra de la voluntad de sus autores. Al menos, el que estas lneas escribe,socialdemocracia rusa de aquel perodo tambin la mud y empez a dar notas falsas,que particip en sacar a la luz del da el nuevo "programa"[*******] tuvo quepor una parte, en las obras de los seores Struve, Prokopvich, Bulgkov y Berdiiev,escuchar lamentaciones y reproches por el hecho de que el resumen de los puntos dey, por otra, en las de V. I.-n, R.M., B. Krichevski y Martnov. Pero iban cada uno porvista de los oradores hubiera sido difundido en copias, hubiera recibido el mote desu lado y retrocedan los dirigentes nada ms: el propio movimiento segua creciendo y"Credo" y hubiera sido publicado incluso en la prensa junto con la protesta! Referimoshaciendo progresos gigantescos. La lucha proletaria englobaba nuevos sectores deeste episodio, porque revela un rasgo muy curioso de nuestro economismo: el miedo aobreros y se propagaba por toda Rusia, contribuyendo a la vez indirectamente a avivarla publicidad. Precisamente ste es el rasgo caracterstico no slo de los autores delel espritu democrtico entre los estudiantes y entre los otros sectores de la poblacin."Credo", sino del economismo en general: lo han manifestado tanto R. Misl, el adeptoPero la conciencia de los dirigentes cedi ante la magnitud y el vigor del crecimientoms franco y ms honrado del economismo, como R. Dielo (al indignarse contra laespontneo. Entre los socialdemcratas predominaba ya otra clase de gente: lospublicacin de documentos "economistas" en el Vademcum)(********), as como elmilitantes formados casi exclusivamente en el espritu de la literatura marxista legal,Comit de Kiev, que hace cosa de dos aos no quiso autorizar la publicacin de sucosa tanto ms insuficiente cuanto ms alto era el nivel de conciencia que reclamaba"profession de foi"(*********) junto con la refutacin(**********) escrita en contrade ellos la espontaneidad de las masas. Los dirigentes no slo quedaban rezagadosde la misma, y muchos, muchos representantes del economismo.tanto en el sentido terico (libertad de crtica) como en el terreno prctico (mtodosprimitivos de trabajo), sino que intentaban defender su atraso recurriendo a todaclase de argumentos rimbombantes. El movimiento socialdemcrata era rebajado al 10 119 11. olvidar que el objetivo de la socialdemocracia consiste en transformar de raz las Este miedo a la crtica, que manifiestan los adeptos de la libertad de crtica,condiciones de vida de toda la humanidad, pro lo cual es imperdonable que unno puede explicarse tan slo por astucia (si bien de vez en cuando las cosas nosocialdemcrata se asuste por lo largo del trabajo. ocurren, indudablemente, sin astucia; no es ventajoso dejar descubiertos al empujedel adversario los brotes, dbiles an, de la nueva tendencia!). No, la mayora de los[17] Jenzaros: infantera regular en la Turqua de los sultanes, creada en eleconomistas, con absoluta sinceridad, desaprueban (y, por la propia esencia delsiglo XIV. Era la fuerza policaca principal y se distingua por su crueldad excepcional. economismo, tienen que desaprobar) toda clase de controversias tericas, disensionesLos regimientos de jenzaros fueron disueltos en 1826. Lenin llamaba jenzaros a losfraccionalistas, amplias cuestiones polticas, proyectos de organizar a lospolicas zaristas.revolucionarios, etc. "Deberamos dejar todo esto en el extranjero!", me dijo un dauno de los economistas bastante consecuentes, expresando la siguiente idea, muy [18] *Ay! Se me ha escapado una vez ms la truculenta palabra agentesdifundida (y tambin puramente tradeunionista): lo que a nosotros nos incumbe es elque tanto hiere el democrtico odo de los Martnov! Me extraa que esta palabra no movimiento obrero, las organizaciones obreras que tenemos aqu, en nuestra localidad,haya molestado a los corifeos de la dcada del 70 y, en cambio, moleste a los y el resto no es ms que invencin de los doctrinarios, "sobreestimacin de laprimitivos de la del 90. Me gusta esta palabra, porque indica de un modo claro yideologa", como decan los autores de la carta publicada en el nm. 12 de Iskratajante la causa comn a la que todos los agentes subordinan sus pensamientos y sus haciendo coro al nm. 10 de R. Dielo.actos, y si hubiese que sustituir esta palabra por otra, yo slo elegira el trminocolaborados, si ste no tuviese cierto deje de literaturismo y de vaguedad. Porque Ahora cabe preguntar: en vista de estas particularidades de la "crtica" rusa ylo que necesitamos es una organizacin militar de agentes. A propsito sea dicho, los del bernsteinianismo ruso, en qu deba consistir la tarea de los que de hecho, y nonumerosos Martnov (sobre todo, en el extranjero), que gustan de ascenderseslo de palabra, queran ser adversarios del oportunismo? Primeramente, era necesariorecprocamente a generales, podran decir, en lugar de agente en asuntos de preocuparse de que se reanudara el trabajo terico, que apenas si se haba iniciado enpasaportes, comandante en jefe de la unidad especial destinada a proveer de la poca del marxismo legal y que ahora haba vuelto a recaer sobre los militantespasaportes a los revolucionarios, etc. ilegales: sin un trabajo de esta ndole, no era posible un incremento eficaz delmovimiento. En segundo lugar, era preciso emprender una lucha activa contra la"crtica" legal, que corrompa a fondo los espritus. Tercero, haba que combatir conenerga la dispersin y las vacilaciones en el movimiento prctico, denunciando yrefutando toda tentativa de subestimar, consciente o inconscientemente, nuestroprograma y nuestra tctica. Es sabido que R. Dielo no hizo ni lo primero, ni lo segundo, ni lo tercero;y ms adelante tendremos que aclarar detalladamente esta conocida verdad en susms diversos aspectos. Por ahora, slo queremos mostrar la flagrante contradiccin enque se halla la reivindicacin de "libertad de crtica" con las peculiaridades de nuestracrtica patria y del "economismo" ruso. En efecto, echen un vistazo al texto de laresolucin con que la Unin de Socialdemcratas Rusos en el Extranjero ha confirmadoel punto de vista de R. Dielo: "En beneficio del ulterior desarrollo ideolgico de la socialdemocraciaconsideramos absolutamente necesaria la libertad de criticar la teora socialdemcrata,en las publicaciones del partido, es el grado en que dicha crtica no est en pugna conel carcter clasista y revolucionario de esta teora" (Dos congresos, Pg. 10). Y se exponen los motivos: la resolucin "coincide en su primera partecon la resolucin del Congreso de Lbeck del partido acerca de Bernstein"... En susimplicidad, los "aliados" ni siquiera notan qu testimonium paupertais (certificado depobreza) se firman a s mismos con esta manera de copiar! ... "Pero..., en su segundaparte, restringe ms la libertad de crtica que el Congreso de Lbeck".De modo que la resolucin de la Unin est dirigida contra losbernsteinianos rusos? Porque, de otro modo sera un absurdo completo referirse aLbeck! Pero no es cierto que "restrinja la libertad de crtica de un modo estricto". Ensu resolucin de Hannover, los alemanes rechazaron punto por punto precisamente lasenmiendas que present Bernstein, y en la de Lbeck hicieron una advertenciapersonal a Bernstein, mencionando su nombre en el texto. En cambio, nuestros11811 12. imitados "libres" no hacen la menor alusin a una sola de las manifestaciones de lapresentar querella. Ya tienen tema para dos artculos de fondo en el nmero 12 de"crtica" y del "economismo" especialmente rusos; si se guarda silencio de esa forma,Rabcheie Dielola mera alusin al carcter clasista y revolucionario de la teora deja mucha mslibertad para falsas interpretaciones, sobre todo si la Unin se niega a calificar de [9] Al insertar en Rabcheie Dielo la primera frase de esta cita (nm. 10, Pg.oportunismo "el llamado economismo" (Dos congresos, Pg. 8,punto 1). Pero esto lo62), Martnov ha omitido precisamente la segunda frase, como subrayando as que nodecimos de pasada. Lo principal consiste en que la posicin de los oportunistas frente a quiere meterse en honduras o que es incapaz de comprender el fondo de la cuestin.los socialdemcratas revolucionarios es diametralmente opuesta en Alemania y enRusia. En Alemania, los socialdemcratas revolucionarios, como es sabido, estn a [10] Con una salvedad: siempre que simpatice con la orientacin de estefavor de mantener lo que existe: el viejo programa y la vieja tctica, que todo el peridico y considere til a la causa ser su colaborador, entendiendo por ello nomundo conoce y que han sido explicado en todos sus detalles a travs de la solamente la colaboracin literaria, sino toda la colaboracin revolucionaria en general.experiencia de muchos decenios. Los "crticos", en cambio, quieren introducirNota para Rabcheie Dielo: esta salvedad se sobrentiende para los revolucionariosmodificaciones; y como estos "crticos" representan una nfima minora, y susque aprecian el trabajo y no el juego a la democracia, que no hacen distincin entreaspiraciones revisionistas son muy tmidas, es fcil comprender los motivos por losser simpatizante y participar de la manera ms activa y real.cuales la mayora se limita a rechazar lisa y llanamente las "innovaciones". En Rusia,en cambio, son los crticos y los "economistas" quienes desean mantener lo que existe:[11] Lenin cita el artculo de D. Psarev Errores de un pensamiento en agraz.los "crticos" quieren que se siga considerndolos marxistas y que se les asegure la"libertad de crtica" que disfrutaban en todos los sentidos (pues, en el fondo, jamshan reconocido ningn vnculo de unin con el Partido[***********]; adems, no[12] Listok Rabchego Diela (La Hoja de Rabcheie Dielo): suplementohaba entre nosotros un rgano de partido reconocido por todos, que pudierano peridico de la revista Rabcheie Dielo; se edit en Ginebra desde junio de 1900"restringir" la libertad de crtica, aunque slo fuera por medio de un consejo); los hasta julio de 1901, apareciendo nicamente ocho nmeros.economistas quieren que los revolucionarios reconozcan la "plenitud de derechos delmovimiento en el presente" (R. D., nm. 10, Pg. 25), es decir, la "legitimidad" de la[13] Veche: asamblea popular en la antigua Rusia, para la que se convocaba alexistencia de lo que existe; que los "idelogos" no traten de "desviar" el movimientotoque de campana. (N. de la edit.)del camino "determinado por la accin recproca entre los elementos materiales y elmedio material" ("Carta" en el nm. 12 de Iskra ); que se considere como deseable[14] Lenin alude al siguiente pasaje de la obra de Carlos Marx El Dieciochosostener la lucha "que los obreros puedan sostener en las circunstancias presentes", y,Brumario de Luis Bonaparte: Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechoscomo posible, reconocieron la lucha "que libran en el momento presente" (Suplementoy personajes de la historia universal se producen, como si dijramos, dos veces. Peroespecial de R. Misl [19], Pg. 14). En cambio, a nosotros, los socialdemcratasse olvid de agregar; una vez como tragedia y otra vez como farsa.revolucionarios, nos disgusta ese culto de la espontaneidad, es decir, de lo que existe"en el momento presente"; reclamamos que se modifique la tctica que ha prevalecido[15] Dicho sea de paso, L. Nadiezhdin no dice casi nada de los problemas deestos ltimos aos, declaramos que, "antes de unificarse y para unificarse es necesarioteora en su revista de cuestiones tericas, si prescindimos del siguiente pasaje,empezar por deslindar los campos de un modo resuelto y definido" (del anuncio sobresumamente curioso desde el punto de vista de vsperas de la revolucin: Lala publicacin de Iskra). En una palabra, los alemanes se conforman con lo que existe, bernsteiniada en su conjunto pierde para nuestro momento su carcter agudo, como lorechazando las modificaciones; nosotros reclamamos que se modifique lo existente,mismo nos da que el seor Adamvich demuestre que el seor Struve debe presentarrechazando el culto de ello y la conformidad con ello. la dimisin o que, por el contrario, el seor Struve desmienta al seor Adamvich y no consienta en dimitir. Nos da absolutamente igual, porque ha sonado la hora decisiva Precisamente esta "pequea" diferencia es la que nuestros "libres" de la revolucin (Pg. 110). Sera difcil describir con mayor relieve lacopiadores de resoluciones alemanas no han notado! despreocupacin infinita de L. Nadiezhdin por la teora. Como hemos proclamado que estamos en vsperas de la revolucin, nos da absolutamente lo mismo que losd) Engels sobre la importancia de la lucha terica ortodoxos logren o no desalojar definitivamente de sus posiciones a los crticos!! Y nuestro sabio no se percata de que, precisamente durante la revolucin, nos harn"Dogmatismo", "doctrinarismo", "fosilizacin del Partido, castigo inevitable falta los resultados de la lucha terica contra los crticos para luchar resueltamentepor la opresin violenta del pensamiento", stos son los enemigos contra los cualescontra sus posiciones prcticas!arremeten caballerescamente en Rab. Dielo los campeones de la "libertad de crtica".Mucho nos place que se haya llevado al orden del da esta cuestin, y slo[16] Iskra, nm. 4: Por dnde empezar? Un trabajo largo no asusta a lospropondramos completarla con otra:revolucionarios culturalistas que no comparten el punto de vista de vsperas de la revolucin, escribe Nadiezhdin (Pg. 62). Con este motivo haremos la siguiente -- Y quines sern los jueces? observacin: si no sabemos elaborar una tctica poltica y un plan de organizacin orientados sin falta hacia una labor muy larga y que al mismo tiempo aseguren, por el propio proceso de este trabajo, la disposicin de nuestro partido a ocupar su puesto y Tenemos ante la vista dos anuncios de publicaciones literarias. Uno es el cumplir con su deber en cualquier circunstancia imprevista, pro ms que se precipiten"programa del rgano de prensa de la Unin de los socialdemcratas rusos, Rab. Dielo los acontecimientos, seremos simplemente unos deplorables aventureros polticos." (pruebas de imprenta del nm. 1 de R. D.). El otro es un "anuncio sobre la Slo Nadiezhdin, que ha empezado a llamarse socialdemcrata desde ayer, puede 12117 13. NOTAS DEL CAPITULO Vreanudacin de las publicaciones del grupo Emancipacin del Trabajo". Ambos datan de 1899, cuando la "crisis del marxismo" estaba desde haca ya mucho tiempo al orden [1] En la recopilacin En doce aos, Lenin suprimi el apartado a) del captulo del da. Pues bien, en vano buscaramos en la primera de dichas obras una alusin aquinto, insertando la siguiente nota: En la presente edicin se suprime el apartado a) este fenmeno y una exposicin definida de la actitud que el nuevo rgano piensaA quin ha ofendido el artculo Por dnde empezar?, pues contiene exclusivamente adoptar a este respecto. Ni este programa ni los suplementos al mismo, aprobados poruna polmica con Rabcheie Dielo y el Bund en torno a los intentos de Iskra de el III Congreso de la "Unin" en 1901 (Dos congresos, Pgs. 15-18), mencionan elmandar, etc. En este apartado se deca, entre otras cosas, que el propio Bund habatrabajo terico ni sus objetivos inmediatos en el presente. Durante todo este tiempo, lainvitado (en 1898-1899) a los miembros de Iskra a reanudar la publicacin del rgano redaccin de R. Dielo pas por alto las cuestiones tericas, a pesar de que apasionabancentral del partido y organizar un laboratorio literario. (N. de la Edit.) a todos los socialdemcratas del mundo entero.[2] Iskra, nm. 8, respuesta del Comit Central de la Unin General Obrera Por el contrario, el otro anuncio seala ante todo que en estos ltimos aosHebrea de Rusia y de Polonia a nuestro artculo sobre el problema nacional.se observa menos inters por la teora, reclama con insistencia una "atencin vigilante para el aspecto terico del movimiento revolucionario del proletariado" y llama a "criticar implacablemente las tendencias bernsteinianas y otras tendencias [3] Enumeramos deliberadamente estos hechos en orden distinto de cmo antirrevolucionarias" en nuestro movimiento. Los nmeros aparecidos de Sari sealanocurrieron. [3] cmo se ha cumplido este programa. [4] En el verano de 1897, la Unin de Lucha por la Emancipacin de la ClaseVemos, pues, que las frases sonoras contra la fosilizacin del pensamiento,Obrera, de Petersburgo, propuso a Lenin (desterrado entonces en Siberia, en el pueblo etc. disimulan la despreocupacin y la impotencia en el desarrollo del pensamientode Shshenskoe) que participase en la creacin de una serie especial de libros para los terico. El ejemplo de los socialdemcratas rusos ilustra con particular evidencia unobreros. Lenin escribi los folletos mencionados en el texto, que fueron editados en fenmeno europeo general (consignado tambin hace ya mucho tiempo por losGinebra: Las tareas de los socialdemcratas rusos (1898) y La nueva ley de fbricas marxistas alemanes): la famosa libertad de crtica no implica la sustitucin de una(1899). teora por otra, sino la libertad de prescindir de toda teora coherente y meditada, significa eclecticismo y falta de principios. Quien conozca, por poco que sea, el estado [5] Dicho sea de paso, el autor de este folleto me pide que haga saber que, loefectivo de nuestro movimiento ver forzosamente que la amplia difusin delmismo que sus folletos anteriores, el presente fue enviado a la Unin, suponiendo quemarxismo ha ido acompaada de cierto rebajamiento del nivel terico. Mucha gente,el grupo Emancipacin del Trabajo redactara sus publicaciones (circunstancias muy poco preparada e incluso sin preparacin terica alguna, se ha adherido alespeciales no le permitan conocer entonces, es decir, en febrero de 1899, el cambio movimiento por su significacin prctica y sus xitos prcticos. Por este hecho, seoperado en la redaccin). Lo reeditar en breve la Liga. [5] puede juzgar qu falta de tacto manifiesta Rab. Dielo al lanzar con aire victorioso la sentencia de Marx:"cada paso de movimiento efectivo es ms importante que una [6] En 1899, por iniciativa del CC del Bund, se intent reanudar la publicacin docena de programas"[20]. Repetir estas palabras en una poca de dispersin tericade Rabchaya Gazeta. Lenin escribi para el nmero 3 de este peridico los artculos es exactamente lo mismo que gritar al paso de un entierro: "ojal tengis siemprecitados. algo que llevar!" Adems, estas palabras de Marx han sido tomadas de su carta sobre el programa de Gotha, en la que censura duramente el eclecticismo admitido en la[7] A iniciativa del Comit de Ekaterinoslav del POSDR, apoyado por el Bund yformulacin de los principios: ya que hace falta unirse -- escriba Marx a los dirigentesla Unin de Socialdemcratas Rusos en el Extranjero, a comienzos de 1900 se intentdel Partido --, pactad acuerdos para alcanzar los objetivos prcticos del movimientoconvocar el II Congreso del partido, restablecer el Comit Central y reanudar la pero no trafiquis con los principios, no hagis "concesiones" tericas. Este era elpublicacin del rgano central del partido, Rabchaya Gazeta. En febrero de 1900 sepensamiento de Marx, y he aqu que entre nosotros hay gentes que en su nombretraslad a Mosc I. Lalayants, miembro del Comit de Ekaterinoslav, para sostenertratan de aminorar la importancia de la teora!conversaciones con Lenin. Lalayant propuso al grupo de Iskra Lenin, Mrtov yPotrsov- que participase en el Congreso y se encargase de dirigir Rabchaya Gazeta.Sin teora revolucionaria, no puede haber tampoco movimientoLenin y el grupo Emancipacin del Trabajo consideraban prematura la convocatoria del revolucionario. Nunca se insistir lo bastante sobre esta idea en un tiempo en que a laCongreso; sin embargo, el grupo Emancipacin del Trabajo no pudo negarse a prdica en boga del oportunismo va unido un apasionamiento por las formas msparticipar en l, por lo que encarg a Lenin de representarle, envindole desde el estrechas de la actividad prctica. Y, para la socialdemocracia rusa, la importancia deextranjero la correspondiente credencial. Pero las detenciones en masa efectuadas porla teora es mayor an, debido a tres circunstancias que se olvidan con frecuencia, ala polica en abril y mayo de 1900 impidieron la celebracin del Congreso. A Smolensk, saber: primeramente, por el hecho de que nuestro Partido slo ha empezado adonde deba tener lugar, llegaron nicamente los representantes del Bund, de laformarse, slo ha empezado a elaborar su fisonoma, y dista mucho de haber ajustadoredaccin de Yuzhni Rabochi y de la Unin de Socialdemcratas Rusos en el Extranjero.sus cuentas con las otras tendencias del pensamiento revolucionario, que amenazan con desviar el movimiento del camino justo. Por el contrario, precisamente estos [8] *Camarada Krichevski! Camarada Martnov! Llamo la atencin de ustedes ltimos tiempos se han distinguido (como hace ya mucho lo predijo Axelrod a lossobre esta manifestacin escandalosa de absolutismo, de autoridad sin control, deeconomistas) por una reanimacin de las tendencias revolucionarias no-reglamentacin soberana, etc. Fjense: quiere poseer toda la cadena! Apresrense asocialdemcratas. En estas condiciones, un error, "sin importancia" a primera vista, puede causar los mas desastrosos efectos, y slo gente miope puede encontrar 11613 14. inoportunas o superfluas las discusiones fraccionales y la delimitacin rigurosa de losdepresin revolucionaria, hasta prepara la insurreccin armada de todo el pueblo,matices. De la consolidacin de tal o cual "matiz" puede depender el porvenir de lafijar fecha para su comienzo y llevarla a la prctica.socialdemocracia rusa por aos y aos.En efecto, figurmonos una redada completa, muy corriente entre nosotros,En segundo lugar, el movimiento socialdemcrata es, por su propiaen una o varias localidades. Al no haber en todas las organizaciones locales una labornaturaleza, internacional. Esto no slo significa que debemos combatir el chovinismo comn llevada en forma regular, estos descalabros van acompaados a menudo de lanacional. Esto significa tambin que el movimiento incipiente en un pas joven,interrupcin del trabajo por largos meses. En cambio, si todas tuvieran una labornicamente puede desarrollarse con xito a condicin de que haga suya la experiencia comn, bastaran, en el caso de la mayor redada, unas cuantas semanas de trabajo dede otros pases. Para ello, no basta conocer simplemente esta experiencia o copiar dos o tres personas enrgicas para poner en contacto con el organismo central comnsimplemente las ltimas resoluciones adoptadas; para ello es necesario saber asumira los nuevos crculos de la juventud que, como es sabido, incluso ahora brotan conuna actitud crtica frente a esta experiencia y comprobarla por s mismo. Todo aquel suma rapidez; y cuando la labor comn que sufre los descalabros est a la vista deque se imagine el gigantesco crecimiento y ramificacin del movimiento obrerotodo el mundo, los nuevos crculos pueden surgir y ponerse en contacto con dichocontemporneo comprender la reserva de fuerzas tericas y de experiencia poltica organismo central ms pronto an.(as como revolucionaria) que es necesaria para cumplir esta tarea.Por otra parte, imagnense una insurreccin popular. Ahora es probable queEn tercer lugar, tareas nacionales como las que tiene planteadas latodo el mundo est de acuerdo en que debemos pensar en ella y prepararnos parasocialdemocracia rusa no las ha tenido planteadas an ningn otro partido socialista ella. Pero cmo prepararnos? No se querr que el Comit Central, ste no lograradel mundo. Ms adelante, tendremos que hablar de los deberes polticos y deabsolutamente nada con designarlos, dadas las actuales condiciones rusas. Por elorganizacin que nos impone esta tarea de liberar a todo el pueblo del yugo de lacontrario, una red de agentes [18] que se forme por s misma en el trabajo deautocracia. Por el momento, no queremos ms que indicar que slo un partido dirigido organizacin y difusin de un peridico central no tendra que aguardar con los brazospor una teora de vanguardia puede cumplir la misin de combatiente de vanguardia. Y cruzados la consigna de la regular que le garantizase, en caso de insurreccin, laspara hacerse una idea siquiera sea un poco concreta de lo que esto significa, que el mayores probabilidades de xito. Esa misma labor es la que reforzara los lazos delector recuerde a los precursores de la socialdemocracia rusa, como Hertzen, Belinski, unin tanto con las ms grandes masas obreras como con todos los sectoresChernishevski y a la brillante plyade de revolucionarios de la dcada del 70; que descontentos de la autocracia, lo cual suma importancia para la insurreccin. En esapiense en la importancia universal que la literatura rusa va adquiriendo ahora; que. . . labor precisamente se formara la capacidad de enjuiciar con tino la situacin polticapero basta tambin con lo indicado! general y, por tanto, la capacidad de elegir el momento adecuado para la insurreccin. Esa misma labor es la que acostumbrara a todas las organizaciones locales a hacerseCitaremos las observaciones hechas por Engels en 1874 sobre la importancia unsono eco de los problemas, casos y sucesos polticos que agitan a toda Rusia,que la teora tiene en el movimiento socialdemcrata. Engels reconoce, no dos formas responder a estos sucesos con la mayor energa posible, de la manera ms uniformede la gran lucha de la socialdemocracia (la poltica y la econmica) -- como se estila y conveniente posible; y la insurreccin es, en el fondo, la respuesta ms enrgica,entre nosotros --, sino tres, colocando a su lado tambin la lucha terica. Susms uniforme y ms conveniente de todo el pueblo al gobierno. Esa misma labor es larecomendaciones al movimiento obrero alemn, ya robustecido prctica y que acostumbrara, por ltimo, a todas las organizaciones revolucionarias, en todos lospolticamente, son tan instructivas desde el punto de vista de los problemas y de lasconfines de Rusia, a mantener las relaciones ms constantes, y conspirativas a la vez,discusiones actuales, que confiamos en que el lector no lamentar que insertemos unque crearan la unidad efectiva del partido; sin estas relaciones es imposible discutirextenso extracto del prlogo escrito para el folleto Der Deutsche Bauernkrieg, obra quecolectivamente un plan de insurreccin ni adoptar las medidas preparatoriasdesde hace ya mucho tiempo es una rareza bibliogrfica:indispensables en vsperas de sta, medidas que deben guardarse en el secreto ms riguroso. "Los obreros alemanes tienen dos ventajas esenciales sobre los obreros delresto de Europa. La primera es la de que pertenecen al pueblo ms terico de Europa y En pocas palabras, el plan de un peridico poltico central para toda Rusia,que han conservado en s ese sentido terico, casi completamente perdido por las lejos de ser el fruto de un trabajo de gabinete de personas contaminadas declases llamadas cultas de Alemania. Sin la filosofa alemana, que le ha precedido, doctrinarismo y literaturismo (como les ha parecido a gentes que han meditado pocosobre todo sin la filosofa de Hegel, jams se habra creado el socialismo cientficoen l), es, por el contrario, el plan ms prctico de empezar a prepararse en el acto yalemn, el nico socialismo cientfico que ha existido. De haber carecido los obreros de por doquier par la insurreccin, sin olvidar al mismo tiempo ni por un instante la laborsentido terico, este socialismo cientfico nunca habra sido, en la medida que lo escorriente de cada da.hoy, carne de su carne y sangre de su sangre. Y lo inmenso de esta ventaja lodemuestra, por una parte, la indiferencia por toda teora, que es una de las causasprincipales de que el movimiento obrero ingls avance tan lentamente, a pesar de laexcelente organizacin de los diferentes oficios, y, por otra, lo demuestran eldesconcierto y la confusin sembrados por el proudhonismo, en su forma primitiva,entre los franceses y los belgas, y, en la forma caricaturesca que le ha dado Bakunin,entre los espaoles y los italianos.14 115 15. pginas impresas sobre cuestiones de teora [15] y tctica? No le parece que al La segunda ventaja consiste en que los alemanes han sido casi los ltimos enpunto de vista de vsperas de la revolucin le ira mejor publicar 132.000 octavillasincorporarse al movimiento obrero. As como el socialismo terico alemn jamscon un breve llamamiento: Por ellos!?olvidar que se sostiene sobre los hombros de Saint-Simn, Fourier y Owen -- trespensadores que, a pesar del carcter fantstico y de todo el utopismo de sus doctrinas,Precisamente correr menor riesgo de que lo pille desprevenido la revolucin pertenecen a las mentes ms grandes de todos los tiempos y se han anticipadoquien coloca en el ngulo principal de todo su programa, de toda su tctica, de toda su genialmente a una infinidad de verdades cuya exactitud estamos demostrando ahoralabor de organizacin la agitacin poltica entre todo el pueblo, como hace Iskra. Losde un modo cientfico --, as tambin el movimiento obrero prctico alemn nuncaque se dedican en toda Rusia a trenzar los hilos de la organizacin que arranque de undebe olvidar que se ha desarrollado sobre los hombros del movimiento ingls yperidico central para todo el pas, lejos de que los pillen desprevenidos los sucesos de francs, que ha tenido la posibilidad de sacar simplemente partido de su experienciala primavera, nos han ofrecido la posibilidad de pronosticarlos. Tampoco los han pilladocostosa, de evitar en el presente los errores que entonces no era posible evitar en ladesprevenidos las manifestaciones descritas en los nmeros 13 y 14 de Iskra; por el mayora de los casos. Dnde estaramos ahora, sin el precedente de las tradeunionescontrario, han tomado parte en ellas, con viva conciencia de que su deber era acudiringlesas y de la lucha poltica de los obreros franceses, sin ese impulso colosal que haen ayuda del ascenso espontneo de la multitud, contribuyendo al mismo tiempo, pordado particularmente la Comuna de Pars?medio de su peridico, a que todos los camaradas rusos conozcan estasmanifestaciones y utilicen su experiencia. Y si conservan la vida, tampoco dejarn queHay que hacer justicia a los obreros alemanes por haber aprovechado conlos pille desprevenidos la revolucin, que reclama de nosotros, ante todo y por encimarara inteligencia las ventajas de su situacin. Por primera vez desde que existe elde todo, que saquemos experiencia en la agitacin, sepamos apoyar (apoyar a lamovimiento obrero, la lucha se desarrolla en forma metdica en sus tres direccionesmanera socialdemcrata) toda protesta y acertemos a orientar el movimientoconcertadas, relacionadas entre s: terica, poltica y econmico-prctica (resistencia aespontneo, salvaguardndolo de los errores de los amigos y de las celadas de los los capitalistas). En este ataque concntrico, por decirlo as, reside precisamente laenemigos! fuerza y la invencibilidad del movimiento alemn.Hemos llegado, pues, a la ltima razn que nos obliga a hacer particular Esta situacin ventajosa, por una parte, y, por otra, las particularidadeshincapi en el plan de una organizacin formada en torno a un peridico central parainsulares del movimiento ingls y la represin violenta del francs hacen que lostoda Rusia, mediante la labor conjunta en este peridico comn. Slo una organizacin obreros alemanes se encuentren ahora a la cabeza de la lucha proletaria. No es posiblesemejante asegurara la flexibilidad indispensable a la organizacin socialdemcratapronosticar cunto tiempo les permitirn los acontecimientos ocupar este puesto decombativa, es decir, la capacidad de adaptarse en el acto a las condiciones de luchahonor. Pero, mientras lo sigan ocupando, es de esperar que cumplirn como es debidoms variadas y cambiantes con rapidez; saber, de un lado, rehuir las batallas en las obligaciones que les impone. Para esto, tendrn que redoblar sus esfuerzos encampo abierto contra un enemigo que tiene superioridad aplastante de fuerzas, cuandotodos los aspectos de la lucha y de la agitacin. Sobre todo los jefes debern instruirseconcentra stas en un punto, y para saber de otro lado, aprovechar la torpeza decada vez ms en todas las cuestiones tericas, desembarazarse cada vez ms de lamovimientos de este enemigo y lanzarse sobre l en el sitio y en el momento en queinfluencia de la fraseologa tradicional, propia de la vieja concepcin del mundo, ymenos espere ser atacado [16] . Sera un gravsimo error montar la organizacin deltener siempre presente que el socialismo, desde que se ha hecho ciencia, exige que separtido cifrando las esperanzas slo en las explosiones y luchas de las calles o slo enle trate como tal, es decir, que se le estudie. La conciencia as lograda y cada vez msla marcha progresiva de la lucha cotidiana y montona. Debemos desplegar siemprelcida debe ser difundida entre las masas obreras con celo cada vez mayor, y se debenuestra labor cotidiana dispuestos a todo, porque muchas veces es casi imposiblecimentar cada vez ms fuertemente la organizacin del Partido as como la de losprever por anticipado cmo alternarn los perodos de explosiones con los de calma y, sindicatos. . .aun cuando fuera posible preverlo, no se podra aprovechar la previsin parareconstruir la organizacin, porque en un pas autocrtico estos cambios se producen. . . Si los obreros alemanes siguen avanzando de este modo, no es quecon asombrosa rapidez, a veces como consecuencia de una incursin, nocturna de losmarcharn al frente del movimiento y no conviene tampoco en absoluto aljenzaros zaristas [17] . De la revolucin misma no debe uno forjarse la idea de quemovimiento que los obreros de una nacin cualquiera marchen al frente del mismo,sea un acto nico (como, por lo visto, se la imaginan los Nadiezhdin), sino de que es sino que ocuparn un puesto de honor en la primera lnea de combatientes y seuna sucesin rpida de explosiones ms o menos violentas, alternando con perodos dehallarn bien pertrechados para ello, si, de pronto, duras pruebas o grandescalma ms o menos profunda. Por tanto, el contenido fundamental de las actividadesacontecimientos reclaman de ellos mayor valor, mayor decisin y energa".[21]de la organizacin de nuestro partido, el centro de gravedad de estas actividades debeconsistir en una labor que es posible y necesaria tanto durante el perodo de la Estas palabras de Engels resultaron profticas. Algunos aos ms tarde, alexplosin ms violenta como durante el de la calma ms completa, a saber: en unadictarse la ley de excepcin contra los socialistas, los obreros alemanes se vieron delabor de agitacin poltica unificada en toda Rusia que arroje luz sobre todos losimproviso sometidos a duras pruebas. Y, en efecto, los obreros alemanes les hicieronaspectos de la vida y que dirija a las ms grandes masas. Y esta labor es inconcebiblefrente bien pertrechados y supieron salir victoriosos de esas pruebas.en la Rusia actual sin un peridico central para toda Rusia que aparezca muy amenudo. La organizacin que se forme por s misma en torno a este peridico, la Al proletariado ruso le estn reservadas pruebas inconmensurablemente msorganizacin de sus colaboradores (en la acepcin ms amplia del trmino, es decir, deduras an; tendr que luchar contra un monstruo, en comparacin con el cual la ley detodos los que trabajan en trono a l) estar precisamente dispuesta a todo, desdeexcepcin en un pas constitucional parece un verdadero pigmeo. La historia planteasalvar el honor, el prestigio y la continuidad del partido en los momentos de mayorhoy ante nosotros una tarea inmediata que es la ms revolucionaria de todas las11415 16. tareas inmediatas del proletariado de ningn otro pas. La realizacin de esta tarea, laSi Iskra escribe Nadiezhdin saliese de su esfera del literaturismo, verademolicin del ms poderoso baluarte, no ya de la reaccin europea, sino tambin que esto (hechos como la carta de un obrero en el nmero 7 de Iskra, etc.) son(podemos decirlo hoy) de la reaccin asitica, convertira al proletariado ruso en lasntomas demostrativos de que pronto, muy pronto, comenzar el asalto, y hablarvanguardia del proletariado revolucionario internacional. Y tenemos el derecho deahora (sic!) de una organizacin cuyos hilos arranquen de un peridico central paraesperar que obtendremos este ttulo de honor, que ya nuestros predecesores, lostoda Rusia es fomentar ideas y labor de gabinete. Fjense en esta confusinrevolucionarios de la dcada del 70, han merecido, siempre que sepamos inspirar ainimaginable: por una parte, terrorismo excitante y organizacin de los obrerosnuestro movimiento, mil veces ms vasto y profundo, la misma decisin abnegada y lamedios a la par con la idea de que es ms fcil reunirse en torno a algo msmisma energa. concreto, por ejemplo, de peridicos locales, y, por otra parte, hablar ahora de una organizacin para toda Rusia significa dar ideas de gabinete, es decir (empleando un lenguaje ms franco y sencillo), ahora ya es tarde! Y para fundar a vasta