Documentos de la vida de Claret

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“50 AÑOS EDUCANDO AL SERVICIO DEL EVANGELIO" INFANCIA Antonio tenía ya 4 hermanos cuando nació en 1807. Luego llegaron a ser 11 hermanos. Sus padres, Juan y Josefa, eran buenos cristianos y sencillos trabajadores en el pequeño telar que tenían en casa. En este ambiente religioso y de trabajo fueron educados sus hijos. Antonio apenas tenía 5 años ya pensaba en la eternidad. Nos lo cuenta él mismo: "Siempre...,siempre...,siempre... Me imaginaba unas distancias enormes. Cuando veía que no llegaba al final me asustaba. Pensaba: ¡Cuánto tendrán que sufrir las personas que no logren salvarse! Esto es lo que más me ha ayudado y motivado a entregar mi vida para que los hombres conozcan a Jesús y se salven" Sus padres buscaron que en la escuela recibiera una buena educación cristiana como la recibía en casa. Su asignatura preferida era el catecismo. Él mismo nos dice que lo aprendió tan bien que lo podía recitar de memoria de principio a fin sin equivocarse. Desde pequeño sintió una gran devoción a la virgen. Era tanta la confianza y la fe con que rezaba que estaba seguro de ser escuchado por la Virgen. La quería tanto que con frecuencia iba con su hermana Rosa a visitarla y a rezarla a la ermita de Fusimaña. Los últimos días Empezaba el año 1870 y poco a poco mi salud se empezó a resentir. El verano de Roma parecía que quería acabar con mis fuerzas. El P. José Xifré, Superior General de mi querida Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, llegó a Roma, con el fin de llevarme a Prades ( Francia). Aquel era un lugar que servía de residencia y refugio para los Misioneros expulsados de España. Ellos me esperaban con los brazos abiertos. Me trasladé entonces allí. Con el descanso y los cuidados cariñosos que tenían conmigo, pronto experimente una clara mejoría. Pocos días habían pasado cuando me comunicaron la noticia de que corría serio peligro de que me apresaran. Por tal motivo me refugié en la abadía de los Monjes Cistercienses en Fontfroide. Cuando me disponía a partir para el monasterio, me preguntaron qué me quería llevar. Tranquilamente les dije que con el hatillo me conformaba. Durante un par de meses pude vivir con sosiego y tranquilidad. Pero en los primeros días de Documento acerca de la vida de San Antonio María Claret y la familia claretiana Octubre tuve una gran desmejoría en mi salud. Mis días se estaban acabando. A los Misioneros del Corazón de María que estaban conmigo les expresé mi deseo de que sobre mi tumba grabasen este epitafio: " Amé la justicia, aborrecí la iniquidad, por eso muero en el destierro". Creo que estaba preparado y confiado para entregar mi vida en manos de Dios. Conclusión El día 24 de Octubre de 1870 Antonio María Claret, Misionero Hijo del Inmaculado Corazón de María, entregó definitivamente di vida al Señor. El día 25 de febrero de 1950 Pío XI lo declaró Beato y el 7 de Mayo de 1950 el Papa Pio XII lo declaró Santo. En intimidad con el Señor La vivencia de la presencia de Jesús en la Eucaristía, en la celebración de la Misa era tan profunda que no la sabía explicar. Sentía y siento su presencia tan viva y cercana que me resultaba violento separarme del Señor. La voz de Dios no muere Camino del destierro Llegó el verano de 1868. La situación en España se agrava. Se dió la orden de la familia Real se trasladara a Francia. Allí fuí con ellos. Yo jamás volvería a España. La Reina tampoco volvería como Reina. El 20 de Marzo de 1869 emprendí viaje a Roma, sin sospechar entonces el nuevo rumbo que había de tomar mi vida. Iba dispuesto a separarme de manera definitiva de la Reina. El viaje a Roma me sirvió de pretexto para materializar este alejamiento. En Roma me comunicaron que sería conveniente fijar mi residencia allí,

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Documentacion historica

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“50 AÑOS EDUCANDO AL SERVICIO DEL EVANGELIO"

INFANCIA

Antonio tenía ya 4 hermanos cuando nació en 1807. Luego llegaron a ser 11 hermanos. Sus padres, Juan y Josefa, eran buenos cristianos y sencillos trabajadores en el pequeño telar que tenían en casa. En este ambiente religioso y de trabajo fueron educados sus hijos.Antonio apenas tenía 5 años ya pensaba en la eternidad. Nos lo cuenta él mismo: "Siempre...,siempre...,siempre... Me imaginaba unas distancias enormes. Cuando veía que no llegaba al final me asustaba. Pensaba: ¡Cuánto tendrán que sufrir las personas que no logren salvarse!Esto es lo que más me ha ayudado y motivado a entregar mi vida para que los hombres conozcan a Jesús y se salven"Sus padres buscaron que en la escuela recibiera una buena educación cristiana como la recibía en casa.Su asignatura preferida era el catecismo. Él mismo nos dice que lo aprendió tan bien que lo podía recitar de memoria de principio a fin sin equivocarse.Desde pequeño sintió una gran devoción a la virgen. Era tanta la confianza y la fe con que rezaba que estaba seguro de ser escuchado por la Virgen. La quería tanto que con frecuencia iba con su hermana Rosa a visitarla y a rezarla a la ermita de Fusimaña.

Los últimos díasEmpezaba el año 1870 y poco a poco mi salud se empezó  a resentir. El verano de Roma parecía que quería  acabar con mis fuerzas.El P. José Xifré, Superior General de mi querida Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, llegó a Roma, con el fin de llevarme a Prades ( Francia). Aquel era un lugar que servía de residencia y refugio para los Misioneros expulsados de España. Ellos me esperaban con los brazos abiertos. Me trasladé entonces allí. Con el descanso y los cuidados cariñosos que tenían conmigo, pronto experimente una clara mejoría.Pocos días habían pasado cuando me comunicaron la noticia de que corría serio peligro de que me apresaran. Por tal motivo me refugié en la abadía de los Monjes Cistercienses en Fontfroide. Cuando me disponía a partir para el monasterio, me preguntaron qué me quería llevar. Tranquilamente les dije que con el hatillo me conformaba.Durante un par de meses pude vivir con sosiego y tranquilidad. Pero en los primeros días de

Documento acerca de la vida de San Antonio María Claret y la familia

claretiana

Octubre tuve una gran desmejoría en mi salud. Mis días se estaban acabando. A los Misioneros del Corazón de María que estaban conmigo les expresé mi deseo de que sobre mi tumba grabasen este epitafio: " Amé la justicia, aborrecí la iniquidad, por eso muero en el destierro". Creo que estaba preparado y confiado para entregar mi vida en manos de Dios. Conclusión     El día 24 de Octubre de 1870 Antonio María Claret, Misionero Hijo del Inmaculado Corazón de María, entregó definitivamente di vida al Señor.El día 25 de febrero de 1950 Pío XI lo declaró Beato y el 7 de Mayo de 1950 el Papa Pio XII lo declaró Santo.

 En intimidad con el SeñorLa vivencia de la presencia  de Jesús en la Eucaristía, en la celebración de la Misa  era tan profunda que no la sabía explicar. Sentía y siento su presencia tan viva y cercana que me resultaba violento separarme del Señor. La voz de Dios no muereCamino del destierroLlegó el verano de 1868. La situación en España se agrava. Se dió la orden de la familia Real se trasladara a Francia. Allí fuí con ellos. Yo jamás volvería a España. La Reina tampoco volvería como Reina.El 20 de Marzo de 1869 emprendí viaje a Roma, sin sospechar entonces el nuevo rumbo que había de tomar mi vida. Iba dispuesto  a separarme  de manera definitiva de la Reina. El viaje a Roma me sirvió de pretexto para materializar este alejamiento.En Roma me comunicaron que sería conveniente fijar mi residencia allí, con el fin de colaborar con el Concilio Ecuménico Vaticano I. Yo me entregué en cuerpo y alma a los trabajos de revisar documentos, participar en grupos de estudio, discusiones, propuestas, etc.

ADOLESCENCIA Y JUVENTUD

En el taller de su padre, en Sallent, había ya aprendido todo lo que era ese trabajo. Desde el principio le gustó mucho trabajar con su padre en los talleres.A los 18 años se marchó a Barcelona para aprender las nuevas técnicas de confección de telares.Sus buenas cualidades para el dibujo y su carácter práctico enseguida le ayudaron a triunfar. Se convirtió en lo que hoy llamamos un diseñador de modas. Y pronto le propuso dirigir una fábrica.Siendo muy joven aún, comenzó a triunfar y tener fama.Experiencias que dejan huella

El primero de estos acontecimientos ocurrió un buen día que fui a bañarme con los amigos a la playa de Barcelonesa.Estando en el agua, una ola gigante me arrastró mar adentro. Me sentí impotente ante la fuerza del mar. Experimenté la agonía. Creí que aquello era el fin. Los

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amigos, que estaban en la playa, me daban también por muerto.En aquella situación de ansiedad sentí la mano de la Virgen que me rescataba de las olas y me hacia llegar sano y salvo hasta la playa.Fue una experiencia muy dura. Yo, que me sentía joven y fuerte, vi en mi propia piel lo efímero en mi propia vida. Me di cuenta de cómo podía perderla en cualquier momento. También experimenté que lo único absoluto que permanece, es el amor que Dios nos tiene.

El segundo de estos acontecimientos se refiere al dinero.Como ganaba suficiente dinero para todos mis gastos, pude ahorrar alguna cantidad. Uno de mis amigos, que lo sabía, me pidió dinero prestado. Y ocurrió lo que tantas veces ocurre: desaparecieron el dinero y el amigo.En realidad, este amigo era muy aficionado al juego. Al contraer más deudas de las que podía pagar, no solo desapareció con el dinero prestado, sino que robó todos mis ahorros, y lo detuvieron cuando intentaba robar a otro amigo. Yo pasé una vergüenza tremenda. Me parecía que todos me señalaban como el amigo del ladrón.La traición me dejó bastante amargura. Sobre todo, me hizo caer en la cuenta de la poca seguridad que dan los bienes que atesoramos con tanto afán.En esta situación cobraron en mí un significado especial aquellas palabras del Evangelio: “atesorad tesoros en el cielo, donde los ladrones no pueden robarlos ni la polilla roerlos” (Lc. 12,33)Quizás para otros esto no tenga importancia, yo sentí nuevamente lo poco que son las cosas, si las comparamos con la inmensidad de Dios.

El tercer acontecimiento ocurrió en casa de un amigo.Fui a buscarle a su casa, pero en aquel momento no estaba. Me atendió su mujer, una señora joven y atractiva, quien me invitó a esperarle en la casa, porque estaba a punto de llegar.Después de estar un cierto tiempo esperando, comprendí las verdaderas razonas de aquella señora al invitarme a esperar: comenzó a insinuarme con palabras y acciones.Ante esta situación, salí huyendo de aquella casa y jamás volví a poner los pies allí.Con esto comprendí cómo el amor de los hombres puede ser traicionado. Dios, sin embargo, ama siempre y siempre es fiel.Como un pájaro enjaulado.En todos los años de mi vida, no he sufrido tanto como desde que estoy en la Corte. Soy como un pájaro enjaulado. En la oración de cada día le digo a Dios que quiero hacer siempre su voluntad. Ofrezco, por tanto, este sacrificio de verme en Madrid y, a la vez, le doy gracias porque no me deja acomodarme a la vida fácil y regalada

Otra forma de ser misionero.Esta nueva situación hizo que me planteara otra forma de vivir mi vocación misionera. Así que decidí cambiar mi modo de actuar.

Pronto me di cuenta que me ofrecía grandes ventajas. En los viajes oficiales de los Reyes en que debía cumplir el protocolo correspondiente procuraba liberarme cuantas antes y me dedicaba a predicar en cada población a la que llegábamos. En mis campañas misioneras siempre prediqué y anuncié la misericordia de Dios y denuncié las costumbres y modos de actuar de los hombres que se desvían de lo que Dios quiere de nosotrosSiempre he sido partidario de promover y alentar todos los medios para informar y formar a los cristianos, por eso editaba estampas, revistas, libros. He escrito muchos libros; promoví numerosas bibliotecas populares y parroquiales. Calumnias y atentadosTambién en Madrid he pasado días muy amargos y difíciles. HE SUFRIDO GRANDES PENAS POR LAS CALUMNIAS Y LAS PERSECUCIONES.  He sufrido también varios atentados contra mi vida que pretendían acabar conmigo. Todo esto, sin embargo, no me preocupaba demasiado. Sabía que el señor fue también perseguido. En medio de todo esto yo daba gracias a Dios y pedía su bendición para todos los que me calumniaban

Atentaron contra mi vida A muchos molestaba la proclamación del Evangelio y esto lo sufrí pronto en mi propia carne.Yo llegué a tener varios atentados. El más significativo lo padecí en Holguín el 1º de febrero de 1856. cuando regresaba a casa, un hombre se acercó. Cuando estuvo cerca, levantó el brazo, armado con una navaja de afeitar, y descargó el golpe con toda su fuerza. Me atravesó toda la mejilla y me hirió el brazo derecho. Durante este tiempo de convalecencia maduré la idea de fundar la Academia de San Miguel, una asociación  al servicio de la evangelización de la saciedad y de la Iglesia.

Cuando salí de Cuba.Así viví seis largos años.El 18 de marzo de 1857 recibí una Real Ordenanza que volvía a cambiar el rumbo de mi vida. La Reina Isabel II me elegía como su confesor. Tenía que residir en Madrid.De nuevo la voluntad de Dios, manifestada a través de este inesperado nombramiento, me volvía a desconcertar.

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Cuatro días después, dejaba Santiago camino de La Habana y el 12de abril dejaba definitivamente la isla de Cuba. En la Corte de Madrid.Yo no tengo genio de cortesano ni de palaciego. Por eso, al aceptar este nombramiento como la expresión de la voluntad de Dios, pedí encarecidamente a la reina tres cosas: no vivir en palacio, no tener que esperar antesala para las audiencias y, sobre todo, libertad para poder desarrollar tareas evangelizadoras y misioneras.

VOCACIÓN

Cuando llevaba tres años estudiando, trabajando, divirtiéndose, le ocurrieron algunos sucesos importantes, que acabarían dando un giro total a su vida.Nos lo cuenta él mismo: “Sucedió un día que, estando en Misa, aunque bastante distraído, pude escuchar las palabras del evangelio que me decían: “De qué le sirve a uno triunfar y ganar todo el mundo si se pierde a sí mismo?” Mt 16,26Dios me pedía tomar una gran decisión: Elegirle sólo a Él y anunciar a todos la alegría de vivir el Evangelio. Mis padres se llevaron un disgusto tremendo, pero viendo que era voluntad de Dios, me dejaron que yo decidiera".Decidió marchar al Seminario de Vic y hacerse sacerdote. Seis años después el obispo le ordenó de sacerdote.

Misionero apostólicoPero pronto descubrirá que la parroquia se le hace pequeña. Sus ansias misioneras le llevan a predicar en los pueblos cercanos. No le fue fácil.Cada día ve más claro que Dios le llama a ser misionero y llevar el evangelio a todo el mundo.Claret descubre su vocación misionera en el texto del apóstol San Lucas 4,14: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos”

El Señor me dio a conocer que no sólo tenía que predicar a los pecadores sino también a los sencillos de los campos y aldeas había de catequizar, predicar, etc., etc.,Años después al Papa le nombró "Misionero Apostólico" para que pudiera ir a predicar a todas las partes del mundo.Lleno de alegría se puso a predicar por toda Cataluña y después por toda España. Estuvo en Canarias, donde permaneció un año, recorriendo incansable todos sus pueblos, consolando a las gentes y predicando el evangelio.

Por todos los medios posiblesSe convirtió, también, en un gran escritor para poder llegar a todas las personas y puso en marcha la Librería Religiosa. Sus obras escritas: libros, hojas volantes, catecismos... suman 144.

Treinta años después de su muerte, los ejemplares editados de sus obras eran 11 millones.

Hoy comienza una gran obraClaret se da cuenta de que solo no puede llegar a tantos lugares donde le piden ir a predicar la palabra de Dios. Por eso funda en 1849 en Vich la CONGREGACIÓN DE MISIONEROS "HIJOS DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA" (CLARETIANOS), para llevar el evangelio a todo el mundo: Pobres, ricos, ignorantes, niños, ancianos... Y, al frente de esta obra misionera, el CORAZÓN DE MARÍA, Madre y Maestra de toda evangelización.

Yo me digo a mi mismoSan Antonio María Claret nos dice “Un Hijo del Inmaculado Corazón de María es un hombre que arde en caridad y que abrasa por donde pasa. Que desea eficazmente y procura por todos los medios encender a todos los hombres en el fuego del divino amor. Nada le arredra; se goza en las privaciones; aborda los trabajos; abraza los sacrificios; se complace en las calumnias; se alegra en los tormentos y dolores que sufre y se gloría en la cruz de Jesucristo. No piensa sino cómo seguirá e imitará a Cristo en orar, en trabajar, en sufrir, en procurar siempre y únicamente la mayor gloria de Dios y la salvación de los hombres.

MISIÓN

Mi trabajo misionero:Tuve que adoptar una actitud sincera y decidida ante los problemas más urgentes que se me presentaron. Ante el racismo, que tenía marginados a negros y mulatos, di la cara y defendí la libertad de cada cual para contraer matrimonio. Ante la esclavitud, mantuve firme mi postura sobre la dignidad de cada hombre. Ante los encarcelados, insistí que debían

tener una educación adecuada. Ante los enfermos, se procuró atender los

hospitales en los pueblos grandes.

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Ante la falta de trabajo, puse en marcha la granja-escuela de capacitación profesional

 La fuerza misionera de la comunidad Esta intensa actividad misionera tenía un secreto. Los once sacerdotes y los seglares que me acompañaron desde España decidimos vivir en comunidad. Juntos rezábamos, nos repartíamos las tareas domésticas y también las pastorales. Vivíamos una vida familiar sencilla, entrañable y fraterna. Y todos siempre contentos y alegres. Más de una vez me pregunté cómo podría reinar tanta paz, tanta alegría, tan buena armonía entre nosotros.

LA FAMILIA CLARETIANA

Formamos la Familia Claretiana un grupo de congregaciones e institucionesque tenemos a San Antonio María Claretcomo Fundador o compartimos su espíritu y juntos continuamos la misión para la que el Espíritu Santo le suscitó en la Iglesia.

"Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María"

(Misioneros Claretianos), fundados por San Antonio María Claret en Vic (España), en 1849. (www.claret.org )

"Religiosas de María Inmaculada Misioneras Claretianas", fundadas por San Antonio María Claret y la Madre María Antonia París en Cuba, en 1855. (www.claretianasrmi.org)

Instituto Secular "Filiación Cordimariana" fundado por San Antonio María Claret en 1847, organizado en Plasencia (Cáceres, España) a partir de 1943, y aprobado como Instituto secular de derecho pontificio el 1973.

"Movimiento de Seglares Claretianos", inspirados en un proyecto de San Antonio María Claret, en 1846, aprobado por el Pontificio Consejo para

los Laicos el 1988. (www.seglaresclaretianos.claret.org)

"Misioneras de María Inmaculada", fundadas en 1909 por el Rvmo. P. Armengol Coll CMF, vicario apostólico de Guinea Ecuatorial, y la Madre Imelda Makole.

"Misioneras Cordimarianas", fundadas en México en 1921, por el P. Julián Collell CMF y la M. Carmen Serrano.

"Misioneras de la Institución Claretiana", fundadas en Vic en 1951 por el P. Luis Pujol CMF y la M. Mª Dolores Solá.

"Misioneras de San Antonio Mª Claret", fundadas en 1958 en Londrina (Paraná - Brasil) por el Rvmo. P. Geraldo Fernandes CMF, arzobispo de esa ciudad, y la M. Leonia Mílito. (www.missionariesamclaret.it)