Don José Manuel Giménez Henríquez - General y Caballero Legionario
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Don José Manuel Giménez Henríquez
General y Caballero Legionario
Nicolás Castilla Rojas
Legionario de Honor
Nicolás Castilla Rojas
Legionario de Honor
¡CIEN AÑOS DE ESPÍRITU LEGIONARIO!
A su hija Fabiola, para que su padre, nuestro querido General, siga protegiéndola desde el cielo.
Don José Manuel Giménez Henríquez
General y Caballero Legionario
Autor - Editor
Nicolás Castilla Rojas
Edición Digital
20/11/2014
Depósito Legal SE 2000-2014
Registro de la Propiedad Intelectual GR-499-14
Índice.-
- Prólogo.
- El General como persona.
- El General como militar.
- El General como caballero legionario.
- Epílogo.
- Galería fotográfica.
Prefacio.-
UN MILITAR ESPAÑOL: EL GENERAL GIMÉNEZ HENRÍQUEZ.
Al General, le conocí, a finales del año de 1960, cuando desempeñaba el
cargo de Mayor en el Tercio Duque de Alba II de La Legión, de guarnición en
la españolísima ciudad de Ceuta.
Le conocí, muy de cerca, en la VI Bandera, y no he podido encontrar otro
ejemplo tan vivo y escandalosamente conmovedor en el ejercicio del
patriotismo como el del General Giménez Henríquez. Era un caballero a la
antigua usanza, nunca le vi arrugado por el rencor ni por algo que no fuese
noble y verdadero.
Vivió con esas ganas de agradar que le caracterizaran. Recuerdo las clases
de ruso que le impartían, en la barra del Casinillo, los Tenientes rusos
Nicolás y Pablo Zotof, en presencia disimulada del barman Alfonso.
Cultivador de muchas virtudes, amante de su familia y del buen hacer, que
en el argot castrense se definiría como “un militar, un legionario de los pies
a la cabeza que nunca perdió el paso”, ése que tantas veces marcó con su
querida Legión Española.
Fue Subinspector de La Legión en su último destino (Leganés), allí le visité
en varias ocasiones, acompañado por su amigo el Coronel Apellániz, para
volver a presenciar el “Sábado Legionario” y recordar los tiempos vividos.
Sirvan estas líneas como anticipo a las que más ampliamente le dedicará el
autor, y como rendido homenaje de ADMIRACIÓN Y CARIÑO a este
“Legionario ejemplar y español sin igual”, el GENERAL GIMÉNEZ
HENRÍQUEZ.
Coronel Ramón Moya Ruiz
Presidente de la Hermandad Nacional de Antiguos Caballeros Legionarios.
Prólogo.-
Antes de nada, me dirijo a mis posibles lectores para resaltar que
con este cuaderno he querido rendir un tardío y merecido
homenaje a la figura del Excmo. Sr. Don José Manuel Giménez
Henríquez, quien supo ser un hombre fiel a sus ideales y todo un
ejemplo como caballero legionario.
El General Giménez Henríquez estuvo al mando de La Legión,
como Subinspector, durante una época de profundos cambios en
nuestra patria España, y en mi humilde opinión, sólo por el
malinterpretado hecho de celebrar un sábado legionario en el
Valle de los Caídos, en homenaje al que fuera Cofundador de La
Legión, Comandante de la I Bandera, y posteriormente, Jefe del
Estado Español General Franco; los responsables políticos y
militares del momento le impidieron ascender en su carrera y
provocaron que se ignorase en lo posible su impecable
trayectoria humana, militar y legionaria.
He tratado, orgullosamente, de hacer justa memoria con el
General Giménez Henríquez, del cual casi nada se había escrito,
a pesar de ser uno de los Oficiales de mayor permanencia en la
historia de La Legión y haberla servido en todos sus empleos,
desde Alférez a General, narrando sobre su persona y su labor
como caballero legionario.
1
Para ello, he contado con la cariñosa ayuda de su hija Fabiola,
quien conserva el archivo personal de su padre y se ha prestado
desinteresadamente a colaborar conmigo. También lo ha hecho
su sobrino José Manuel, antiguo Cabo caballero legionario, y su
nieto Juan Carlos, antiguo caballero legionario y fotógrafo, el
cual me ha ayudado a ilustrar esta obra.
Quiero manifestar que escribo sin ánimo de lucro, pues me debo
a La Legión como legionario de honor que fui nombrado hace ya
muchos años, gracias a ser propuesto por mi amigo, el entonces
Jefe de la BOEL, Tcol Sánchez-Gey Venegas, y lo he hecho con la
única intención de hacer proselitismo de este glorioso cuerpo de
nuestro ejército, en la persona de un buen legionario.
Trataré de difundirlo ampliamente, de manera gratuita, en PDF a
través de Internet y en una autoedición limitada impresa a
beneficio de la Hermandad Nacional de Antiguos Caballeros
Legionarios (Madrid), donde podrá adquirir un ejemplar quien así
lo desee.
Por último, debo resaltar, que no soy escritor profesional y
tampoco lingüista, por lo que pido comprensión en este sentido a
los lectores, asegurándoles que el cuaderno está escrito con
admiración hacia el General y devoción a mi querida Legión
Española.
2
El General como persona.-
Don José Manuel Giménez Henríquez nace en Santa Cruz de la
Palma el día dos de agosto de 1916. Hijo de un Juez malagueño
y madre palmera, pasa su infancia y adolescencia en la ciudad de
Granada, donde su padre, del cual quedó huérfano a los trece
años, ejerció como Magistrado.
Se educa en una familia tradicional, sin grandes medios ni
tampoco carencias. Cursa estudios de Ingeniería, hasta que
descubre, algo tardío para la época, su vocación militar y decide
ingresar en el Ejército, de lo cual hablaré ampliamente en los
próximos capítulos.
Contrae matrimonio en la ciudad de Melilla con Doña Caridad
Rodríguez Lindo, el día uno de junio de 1944, hija de un militar
de la plaza, a la cual conoce siendo Capitán de Infantería
destinado en el Tercio Gran Capitán I de La Legión de guarnición
en Tauima (Protectorado de Marruecos). Fruto del matrimonio
nacerán dos hijas, Caridad y Fabiola. El nacimiento de su primera
hija, Caridad, a la cual apodaron Belele, va a marcar muy
profundamente la vida del General y la de toda su familia, ya que
nace con parálisis cerebral, enfermedad que la mantuvo hasta su
fallecimiento a los sesenta años en una situación de absoluta
dependencia, tanto física como psíquica.
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El General fue un hombre afectivo, entregado en cuerpo y alma a
su familia hasta el final de sus días. Implicándose, de forma muy
directa, en las muchas necesidades de su hija Belele, atendiendo
ejemplarmente sus obligaciones como marido y ejerciendo
plenamente de padre-abuelo con su hija Fabiola y sus nietos, con
los cuales convivirá al quedar viudo el día veinticinco de julio de
1980, a los sesentaitres años de edad.
El General llevó una vida sencilla. Era creyente, afable, nada
engreído, austero y honesto. Fue un hombre culto, metódico y
sin más afición que la de perfeccionar en todo lo referente a su
vida castrense.
Como anécdota, cabe destacar que su tesón le hizo aprender el
ruso a la perfección, aleccionado por Nikolay, un amigo ruso que
era Oficial en su amada Legión.
El General supo mantener los vínculos familiares a pesar de
distanciarle sus destinos en la milicia. Particularmente, mantuvo
una relación muy estrecha con su hermano Manolo, su cuñada
Conchita y sus sobrinos, siendo estos, una prolongación de su
hogar en Granada.
Yo solo conozco al General de haberlo visto en mi infancia,
cuando acudía a la Semana Santa de Antequera, mi ciudad natal,
donde mantenía buenas relaciones y estaba muy considerado; de
lo que me han contado quienes le conocieron personalmente, y
de lo que me han hablado su hija Fabiola y sus nietos.
4
Con estas premisas, y sin tratar de hacer falsos halagos, quiero
dar a conocer las circunstancias de una vida ejemplar, que le
llevó de forma permanente, a afrontar situaciones adversas y
demostrar una gran valía personal.
Don José Manuel Giménez Henríquez, falleció en su querida
Ceuta el día veinte de diciembre de 1991, a los setentaicinco
años de edad, entregado al Santísimo Cristo de la Buena Muerte,
protector de La Legión, al que profesaba manifiesta devoción.
Está enterrado en Granada junto a su esposa y su hija Caridad.
Su hija Fabiola tiene una espina clavada por no haber cumplido
un ferviente deseo de su padre, ser enterrado con la camisa
legionaria, pero me ha confesado que no se sintió en esos
momentos con fuerzas para amortajarle con ella.
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El General como militar.-
Don José Manuel Giménez Henríquez ingresa en la entonces
llamada Academia de Infantería, Caballería e Intendencia, sita en
el Cuartel de la Montaña en Madrid, el día ocho de febrero de
1936.
Cabe resaltar, que perteneció a una Promoción un tanto anómala
y reducida, dado que la Enseñanza Militar durante la II República
estuvo reglada de forma distinta a lo que venía siendo habitual.
Ello hace que en su Hoja de Servicios, de forma correlativa y
durante sus primeros años de carrera, aparezcan los empleos de
Alumno de Infantería (08/02/1936), Alférez Alumno de Infantería
(11/09/1936), Teniente Provisional de Infantería (09/02/1939),
Capitán Provisional de Infantería (15/02/1941) y Teniente
Profesional de Infantería-Capitán de Complemento (22/07/1941);
pasando a regularizar su situación al ser nombrado Capitán de
Infantería por antigüedad con fecha 26 de septiembre del año de
1941.
A partir de aquí, recibió los nombramientos de: Comandante de
Infantería por antigüedad (07/03/1946), Teniente Coronel de
Infantería por antigüedad (30/10/1958), Coronel de Infantería
por antigüedad (08/01/1968), y por último, General de Brigada
de Infantería con fecha 19 de agosto del año de 1974.
6
El General Giménez Henríquez puede decirse que ejerció su
carrera Militar, casi en su totalidad, en La Legión, a la que amaba
profundamente.
Si bien, durante cortos periodos de tiempo, y por no existir
vacante en el empleo, estuvo en otros destinos que paso a
detallar: Regimiento de Infantería Lepanto 5, Academia de
Infantería, Batallón de Cazadores Navarra 1, Gobierno Militar de
Melilla, Jefatura de Infantería Divisionaria-101 División, Grupo de
Fuerzas Regulares Indígenas del Rif 8, Regimiento de Infantería
Álava 22, Gobernador Militar de Jaén, Jefatura Superior de
Personal y Capitanía General de la II Región Militar.
El General participó en la guerra civil española, por lo que obtuvo
unos abonos en su tiempo de servicio de 2 años, 7 meses y 23
días; fue herido en combate y condecorado con dos Medallas de
Campaña, dos Cruces Rojas del Mérito Militar y una Cruz de
Guerra.
En sus notas de concepto se le reconoce valor acreditado, mucho
Espíritu Militar, excelentes dotes de mando, carácter enérgico y
conducta buena; en la actividad profesional se distingue en
Táctica y Administración.
En las ampliaciones a estas notas, se le conceptúa como Jefe
muy correcto, entusiasta, y celoso en el cumplimiento de sus
obligaciones.
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Asistió a Cursos de Explosivos y aptitud para Jefe. Ejerció el
Profesorado en la Milicia y posee el Idioma Ruso.
Su tiempo de permanencia en el Ejército ha sido de 55 años, 10
meses y 12 días, contando los periodos de Abonos por Campaña
y los de situación en Reserva Activa y Segunda Reserva.
El General, además de las mencionadas con anterioridad, estaba
en posesión de las siguientes condecoraciones:
- Una Cruz del Mérito Militar de primera clase con
distintivo blanco pensionada.
- Una Cruz de la Real y Militar Orden de San
Hermenegildo.
- Una Placa de la Real y Militar Orden de San
Hermenegildo.
- Una Cruz del Mérito Militar de primera clase con
distintivo blanco.
- Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San
Hermenegildo.
- Gran Cruz de la Orden de Cisneros.
Por último, cabe señalar, que el General, sólo en contadas
ocasiones, lucía sus Condecoraciones, llegando al extremo de ni
tan siquiera llevar en la camisa legionaria, su Emblema de
permanencia, al cual se adicionaron un total de seis barras
doradas y una roja.
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El General como caballero legionario.-
Don José Manuel Giménez Henríquez inicia su andadura en La
Legión a petición propia, como Alférez Alumno en la X Bandera
Millán-Astray del Primer Tercio, el día 12 de diciembre de 1936, a
la cual es destinado previa presentación al entonces General
Inspector de La Legión, Excmo. Sr. Don Juan Yagüe Blanco, en
Talavera de la Reina.
A partir de este momento, el General, estará vinculado a La
Legión en todos sus empleos:
- En el Primer Tercio, como Alférez Alumno de
Infantería, Teniente Provisional de Infantería, Capitán
Provisional de Infantería y Capitán de Infantería, desde
diciembre de 1936 hasta diciembre del año de 1943.
- En el Tercio Gran Capitán I de La Legión, I Bandera
Comandante Franco, como Capitán y Comandante de
Infantería, desde diciembre de 1943 hasta marzo de
1946; y posteriormente, desde junio de 1953 hasta
octubre del año de 1958.
- En el Tercio Duque de Alba II de La Legión, como
Teniente Coronel de Infantería al mando de la IV
Bandera Cristo de Lepanto, y como Tcol Mayor, desde
agosto de 1960 hasta enero del año de 1968.
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- En el Tercio Duque de Alba II de La Legión, como
Coronel Jefe, desde final de junio de 1968 a finales de
agosto del año de 1974.
- En la Subinspección de La Legión (Leganés), como
General Subinspector, desde final de agosto de 1974
hasta finales de agosto del año de 1978.
Es justo resaltar, que el General siempre dio por La Legión lo
mejor de sí, acorde con sus empleos en la misma. Era un militar
recto, pero cercano a sus legionarios y siempre dispuesto para
ayudar en la medida de sus posibilidades.
Lógicamente, donde más pudo hacer por La Legión, sus
legionarios e incluso las familias de estos, fue siendo Coronel
Jefe del II Tercio, y posteriormente como General Subinspector,
dado que gozaba de suficiente autoridad y margen de maniobra.
El General Giménez Henríquez, mantuvo siempre una actitud de
servicio constante y vigilia permanente con respecto a La Legión;
dedicándole su tiempo libre, como parte más de su familia.
Con ésta dedicación, cosechó muchos frutos y consiguió
importantes logros en beneficio del Cuerpo y de sus queridos
caballeros legionarios.
10
El General, con gran esfuerzo y mano izquierda, supo conseguir
fondos económicos para realizar obras muy necesarias en las
instalaciones de los acuartelamientos.
Aparte de las mejoras en dependencias, que afectarían a la
calidad de vida interna de los legionarios, fue el artífice de
novedosas infraestructuras y actividades, las cuales detallaré a
continuación, esperando no olvidar nada:
- El poblado legionario en el Barrio del Príncipe, que
supuso vencer dificultades y asumir costes.
- La piscina y pista de tenis para uso de la tropa en El
Serrallo.
- La instauración de vacaciones de verano para tropa en
la playa de Calamocarro.
- El Campo de Tiro.
- La Pista Americana.
- El Museo de La Legión. (En esto, cabe mencionar la directa
colaboración del Cabo Honorario de La Legión, Don José Utrera Molina.)
- La Peregrinación a Santiago de Compostela, en un
particular camino legionario.
En todo esto, y mucho más, intervino la certera mano del
General Don José Manuel Giménez Henríquez.
11
Epilogo.-
Quiero dar las gracias a todos los que de alguna manera me han
ayudado a profundizar sobre el conocimiento de tan ilustre
General, y a los que puedan ayudar a difundir esta obra.
Es mi intención, y si Dios quiere así lo haré, presentar este
cuaderno en mi anhelada Ceuta; una ciudad en la que no he
nacido, tampoco he vivido, pero que llevo en el corazón, entre
otras razones, por ser la cuna de mi querida Legión.
Para terminar con este homenaje al General Giménez Henríquez
(q.e.p.d.), y en la certeza de que así le gustaría a él, quiero tener
un emotivo recuerdo para todos aquellos sufridos hombres
anónimos que han formado parte de nuestra gloriosa Legión a lo
largo de su historia.
¡Viva La Legión de siempre y por siempre!
¡Viva España!
12
Galería Fotográfica.-
Cabo C.L. portando el Guión de la Subinspección de La Legión.
13
El General Giménez Henríquez haciendo su entrada con la comitiva de La Legión, en la Catedral
de Santiago de Compostela.
14
El General Giménez Henríquez abrazando al Patrón de España, El Apóstol Santiago, en la peregrinación que en su día hizo con La Legión.
15
El General Giménez Henríquez como Subinspector, en la procesión del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, protector de La Legión.
16
El General Giménez Henríquez, con la autoridad que preside el sábado legionario.
17
El General Giménez Henríquez con la autoridad, entre el público asistente al sábado legionario.
18
El General Giménez Henríquez saludando a su Plana Mayor, en la Subispección de La Legión.
19
El General Giménez Henríquez durante una alocución como Subispector de La Legión.
20
El General Giménez Henríquez en primer tiempo de saludo, ante el Monolito de la Posición A –
Garcia Aldave.
21
El Coronel Giménez Henríquez durante una alocución como Jefe del II Tercio, en la tribuna de la
Posición A – Garcia Aldave.
22
Santa Misa celebrada en el Monolito de la Posición A - García Aldave.
23
Las prendas y efectos militares más significativos del General Giménez Henríquez.
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