DPD 1.ª edición, 2

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8/5/2015 DPD 1.ª edición, 2.ª tirada http://lema.rae.es/dpd/srv/search?id=Tr5x8MFOuD6DVTlDBg 1/4 GÉNERO 2 . 1. Los sustantivos en español pueden ser masculinos o femeninos. Cuando el sustantivo designa seres animados, lo más habitual es que exista una forma específica para cada uno de los dos géneros gramaticales, en correspondencia con la distinción biológica de sexos, bien por el uso de desinencias o sufijos distintivos de género añadidos a una misma raíz, como ocurre en gato/gata, profesor/profesora, nene/nena, conde/condesa, zar/zarina; bien por el uso de palabras de distinta raíz según el sexo del referente (heteronimia), como ocurre en hombre/mujer, caballo/yegua, yerno/nuera; no obstante, son muchos los casos en que existe una forma única, válida para referirse a seres de uno u otro sexo: es el caso de los llamados «sustantivos comunes en cuanto al género» (a ) y de los llamados «sustantivos epicenos» (b ). Si el referente del sustantivo es inanimado, lo normal es que sea solo masculino (cuadro, césped, día) o solo femenino (mesa, pared, libido), aunque existe un grupo de sustantivos que poseen ambos géneros, los denominados tradicionalmente «sustantivos ambiguos en cuanto al género» (c ). a) Sustantivos comunes en cuanto al género. Son los que, designando seres animados, tienen una sola forma, la misma para los dos géneros gramaticales. En cada enunciado concreto, el género del sustantivo, que se corresponde con el sexo del referente, lo señalan los determinantes y adjetivos con variación genérica: el/la pianista; ese/esa psiquiatra; un buen/una buena profesional. Los sustantivos comunes se comportan, en este sentido, de forma análoga a los adjetivos de una sola terminación, como feliz, dócil, confortable, etc., que se aplican, sin cambiar de forma, a sustantivos tanto masculinos como femeninos: un padre/una madre feliz, un perro/una perra dócil, un sillón/una silla confortable. b) Sustantivos epicenos. Son los que, designando seres animados, tienen una forma única, a la que corresponde un solo género gramatical, para referirse, indistintamente, a individuos de uno u otro sexo. En este caso, el género gramatical es independiente del sexo del referente. Hay epicenos masculinos (personaje, vástago, tiburón, lince) y epicenos femeninos (persona, víctima, hormiga, perdiz). La concordancia debe establecerse siempre en función del género gramatical del sustantivo epiceno, y no en función del sexo del referente; así, debe decirse La víctima, un hombre joven, fue trasladada al hospital más cercano, y no La víctima, un hombre joven, fue trasladado al hospital más cercano. En el caso de los epicenos de animal, se añade la especificación macho o hembra cuando se desea hacer explícito el sexo del referente: «La orca macho permanece cerca de la rompiente [...], zarandeada por las aguas de color verdoso» (Bojorge Aventura [Arg. 1992]). c) Sustantivos ambiguos en cuanto al género. Son los que, designando normalmente seres inanimados, admiten su uso en uno u otro género, sin que ello implique cambios de significado: el/la armazón, el/la dracma, el/la mar, el/la vodka. Normalmente la elección de uno u otro género va asociada a diferencias de registro o de nivel de lengua, o tiene que ver con preferencias dialectales, sectoriales o personales. No deben confundirse los sustantivos ambiguos en cuanto al género con los casos en que el empleo de una misma palabra en masculino o en femenino implica cambios de significado: el cólera (‘enfermedad’) o la cólera (‘ira’); el editorial (‘artículo de fondo no firmado’) o la editorial (‘casa editora’). De entre los sustantivos ambiguos, tan solo ánade y cobaya designan seres animados. 2. USO DEL MASCULINO EN REFERENCIA A SERES DE AMBOS SEXOS 2.1. En los sustantivos que designan seres animados, el masculino gramatical no solo se emplea para referirse a los individuos de sexo masculino, sino también para designar la clase, esto es, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos: El hombre es el único animal racional; El gato es un buen animal de compañía. Consecuentemente, los nombres apelativos masculinos, cuando se emplean en plural, pueden incluir en su designación a seres de uno y otro sexo: Los hombres prehistóricos se

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    http://lema.rae.es/dpd/srv/search?id=Tr5x8MFOuD6DVTlDBg 1/4

    GNERO2. 1. Los sustantivos en espaol pueden ser masculinos o femeninos. Cuando el sustantivodesigna seres animados, lo ms habitual es que exista una forma especfica para cada uno de los dosgneros gramaticales, en correspondencia con la distincin biolgica de sexos, bien por el uso dedesinencias o sufijos distintivos de gnero aadidos a una misma raz, como ocurre en gato/gata,profesor/profesora, nene/nena, conde/condesa, zar/zarina; bien por el uso de palabras de distinta razsegn el sexo del referente (heteronimia), como ocurre en hombre/mujer, caballo/yegua, yerno/nuera;no obstante, son muchos los casos en que existe una forma nica, vlida para referirse a seres de uno uotro sexo: es el caso de los llamados sustantivos comunes en cuanto al gnero ( a) y de losllamados sustantivos epicenos ( b). Si el referente del sustantivo es inanimado, lo normal es quesea solo masculino (cuadro, csped, da) o solo femenino (mesa, pared, libido), aunque existe un grupode sustantivos que poseen ambos gneros, los denominados tradicionalmente sustantivos ambiguos encuanto al gnero ( c).

    a) Sustantivos comunes en cuanto al gnero. Son los que, designando seres animados, tienen una solaforma, la misma para los dos gneros gramaticales. En cada enunciado concreto, el gnero delsustantivo, que se corresponde con el sexo del referente, lo sealan los determinantes y adjetivos convariacin genrica: el/la pianista; ese/esa psiquiatra; un buen/una buena profesional. Los sustantivoscomunes se comportan, en este sentido, de forma anloga a los adjetivos de una sola terminacin, comofeliz, dcil, confortable, etc., que se aplican, sin cambiar de forma, a sustantivos tanto masculinos comofemeninos: un padre/una madre feliz, un perro/una perra dcil, un silln/una silla confortable.

    b) Sustantivos epicenos. Son los que, designando seres animados, tienen una forma nica, a la quecorresponde un solo gnero gramatical, para referirse, indistintamente, a individuos de uno u otro sexo.En este caso, el gnero gramatical es independiente del sexo del referente. Hay epicenos masculinos(personaje, vstago, tiburn, lince) y epicenos femeninos (persona, vctima, hormiga, perdiz). Laconcordancia debe establecerse siempre en funcin del gnero gramatical del sustantivo epiceno, y noen funcin del sexo del referente; as, debe decirse La vctima, un hombre joven, fue trasladada alhospital ms cercano, y no La vctima, un hombre joven, fue trasladado al hospital ms cercano. En elcaso de los epicenos de animal, se aade la especificacin macho o hembra cuando se desea hacerexplcito el sexo del referente: La orca macho permanece cerca de la rompiente [...], zarandeada porlas aguas de color verdoso (Bojorge Aventura [Arg. 1992]).

    c) Sustantivos ambiguos en cuanto al gnero. Son los que, designando normalmente seresinanimados, admiten su uso en uno u otro gnero, sin que ello implique cambios de significado: el/laarmazn, el/la dracma, el/la mar, el/la vodka. Normalmente la eleccin de uno u otro gnero vaasociada a diferencias de registro o de nivel de lengua, o tiene que ver con preferencias dialectales,sectoriales o personales. No deben confundirse los sustantivos ambiguos en cuanto al gnero con loscasos en que el empleo de una misma palabra en masculino o en femenino implica cambios designificado: el clera (enfermedad) o la clera (ira); el editorial (artculo de fondo no firmado) o laeditorial (casa editora). De entre los sustantivos ambiguos, tan solo nade y cobaya designan seresanimados.

    2. USO DEL MASCULINO EN REFERENCIA A SERES DE AMBOS SEXOS

    2.1. En los sustantivos que designan seres animados, el masculino gramatical no solo se emplea parareferirse a los individuos de sexo masculino, sino tambin para designar la clase, esto es, a todos losindividuos de la especie, sin distincin de sexos: El hombre es el nico animal racional; El gato es unbuen animal de compaa. Consecuentemente, los nombres apelativos masculinos, cuando se empleanen plural, pueden incluir en su designacin a seres de uno y otro sexo: Los hombres prehistricos se

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    vestan con pieles de animales; En mi barrio hay muchos gatos (de la referencia no quedan excluidas nilas mujeres prehistricas ni las gatas). As, con la expresin los alumnos podemos referirnos a uncolectivo formado exclusivamente por alumnos varones, pero tambin a un colectivo mixto, formadopor chicos y chicas. A pesar de ello, en los ltimos tiempos, por razones de correccin poltica, que node correccin lingstica, se est extendiendo la costumbre de hacer explcita en estos casos la alusin aambos sexos: Decidi luchar ella, y ayudar a sus compaeros y compaeras (Exclsior [Mx.]5.9.96). Se olvida que en la lengua est prevista la posibilidad de referirse a colectivos mixtos a travsdel gnero gramatical masculino, posibilidad en la que no debe verse intencin discriminatoria alguna,sino la aplicacin de la ley lingstica de la economa expresiva; as pues, en el ejemplo citado pudo ydebi decirse, simplemente, ayudar a sus compaeros. Solo cuando la oposicin de sexos es un factorrelevante en el contexto, es necesaria la presencia explcita de ambos gneros: La proporcin dealumnos y alumnas en las aulas se ha ido invirtiendo progresivamente; En las actividades deportivasdebern participar por igual alumnos y alumnas. Por otra parte, el afn por evitar esa supuestadiscriminacin lingstica, unido al deseo de mitigar la pesadez en la expresin provocada por talesrepeticiones, ha suscitado la creacin de soluciones artificiosas que contravienen las normas de lagramtica: las y los ciudadanos.

    2.2. Para evitar las engorrosas repeticiones a que da lugar la reciente e innecesaria costumbre de hacersiempre explcita la alusin a los dos sexos (los nios y las nias, los ciudadanos y ciudadanas, etc.; 2.1), ha comenzado a usarse en carteles y circulares el smbolo de la arroba (@) como recurso grficopara integrar en una sola palabra las formas masculina y femenina del sustantivo, ya que este signoparece incluir en su trazo las vocales a y o: l@s ni@s. Debe tenerse en cuenta que la arroba no es unsigno lingstico y, por ello, su uso en estos casos es inadmisible desde el punto de vista normativo; aesto se aade la imposibilidad de aplicar esta frmula integradora en muchos casos sin dar lugar agraves inconsistencias, como ocurre en Da del ni@, donde la contraccin del solo es vlida para elmasculino nio.

    3. FORMACIN DEL FEMENINO EN PROFESIONES, CARGOS, TTULOS O ACTIVIDADES HUMANAS. Aunque en el modode marcar el gnero femenino en los sustantivos que designan profesiones, cargos, ttulos o actividadesinfluyen tanto cuestiones puramente formales la etimologa, la terminacin del masculino, etc.como condicionamientos de tipo histrico y sociocultural, en especial el hecho de que se trate o no deprofesiones o cargos desempeados tradicionalmente por mujeres, se pueden establecer las siguientesnormas, atendiendo nicamente a criterios morfolgicos:

    a) Aquellos cuya forma masculina acaba en -o forman normalmente el femenino sustituyendo estavocal por una -a: bombero/bombera, mdico/mdica, ministro/ministra, gineclogo/ginecloga. Hayexcepciones, como piloto, modelo o testigo, que funcionan como comunes: el/la piloto, el/la modelo,el/la testigo (no debe considerarse una excepcin el sustantivo reo, cuyo femenino etimolgico y anvigente en el uso es rea, aunque funcione asimismo como comn: la reo). Tambin funcionannormalmente como comunes los que proceden de acortamientos: el/la fisio, el/la otorrino. En algncaso, el femenino presenta la terminacin culta -isa (del lat. -issa), por provenir directamente delfemenino latino formado con este sufijo: dicono/diaconisa; y excepcionalmente hay voces que tienendos femeninos, uno en -a y otro con la terminacin -esa (variante castellana de -isa): diablo, fem. diablao diablesa; vampiro, fem. vampira o vampiresa.

    b) Los que acaban en -a funcionan en su inmensa mayora como comunes: el/la atleta, el/la cineasta,el/la gua, el/la logopeda, el/la terapeuta, el/la pediatra. En algunos casos, por razones etimolgicas, elfemenino presenta la terminacin culta -isa: profetisa, papisa. En el caso de poeta, existen ambasposibilidades: la poeta/poetisa. Tambin tiene dos femeninos la voz guarda, aunque con maticessignificativos diversos ( guarda): la guarda/guardesa. Son asimismo comunes en cuanto al gnero

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    los sustantivos formados con el sufijo -ista: el/la ascensorista, el/la electricista, el/la taxista. Esexcepcional el caso de modista, que a partir del masculino normal el modista ha generado el masculinoregresivo modisto.

    c) Los que acaban en -e tienden a funcionar como comunes, en consonancia con los adjetivos con estamisma terminacin, que suelen tener una nica forma (afable, alegre, pobre, inmune, etc.): el/laamanuense, el/la cicerone, el/la conserje, el/la orfebre, el/la pinche. Algunos tienen formas femeninasespecficas a travs de los sufijos -esa, -isa o -ina: alcalde/alcaldesa, conde/condesa, duque/duquesa,hroe/herona, sacerdote/sacerdotisa (aunque sacerdote tambin se usa como comn: la sacerdote). Enunos pocos casos se han generado femeninos en -a, como en jefe/jefa, sastre/sastra, cacique/cacica.

    Dentro de este grupo estn tambin los sustantivos terminados en -ante o -ente, procedentes en granparte de participios de presente latinos, y que funcionan en su gran mayora como comunes, enconsonancia con la forma nica de los adjetivos con estas mismas terminaciones (complaciente,inteligente, pedante, etc.): el/la agente, el/la conferenciante, el/la dibujante, el/la estudiante. Noobstante, en algunos casos se han generalizado en el uso femeninos en -a, como clienta, dependienta opresidenta. A veces se usan ambas formas, con matices significativos diversos: la gobernante (mujerque dirige un pas) o la gobernanta (en una casa, un hotel o una institucin, mujer que tiene a su cargoel personal de servicio).

    d) Los pocos que terminan en -i o en -u funcionan tambin como comunes: el/la maniqu, el/lasaltimbanqui, el/la gur.

    e) En cuanto a los terminados en -y, el femenino de rey es reina, mientras que los que tomanmodernamente esta terminacin funcionan como comunes: el/la yquey.

    f) Los que acaban en -or forman el femenino aadiendo una -a: compositor/compositora,escritor/escritora, profesor/profesora, gobernador/gobernadora. En algunos casos, el femeninopresenta la terminacin culta -triz (del lat. -trix, -tricis), por provenir directamente de femeninos latinosformados con este sufijo: actor/actriz, emperador/emperatriz.

    g) Los que acaban en -ar o -er, as como los pocos que acaban en -ir o -ur, funcionan hoy normalmentecomo comunes, aunque en algunos casos existen tambin femeninos en -esa o en -a: el/la auxiliar, el/lamilitar, el/la escolar (pero el juglar/la juglaresa), el/la lder (raro lideresa), el/la chofer o el/la chfer(raro choferesa), el/la ujier, el/la sumiller, el/la bachiller (raro hoy bachillera), el/la mercader (raro hoymercadera), el/la faquir, el/la augur.

    h) Los agudos acabados en -n y en -s forman normalmente el femenino aadiendo una -a:guardin/guardiana, bailarn/bailarina, anfitrin/anfitriona, guards/guardesa, marqus/marquesa,dios/ diosa. Se exceptan barn e histrin, cuyos femeninos se forman a travs de los sufijos -esa e -isa,respectivamente: baronesa, histrionisa. Tambin se apartan de esta regla la palabra rehn, que funcionacomo epiceno masculino (el rehn) o como comn (el/la rehn), y la voz edecn, que es comn encuanto al gnero (el/la edecn; edecn). Por su parte, las palabras llanas con esta terminacinfuncionan como comunes: el/la barman.

    i) Los que acaban en -l o -z tienden a funcionar como comunes: el/la cnsul, el/la corresponsal, el/latimonel, el/la capataz, el/la juez, el/la portavoz, en consonancia con los adjetivos terminados en estasmismas consonantes, que tienen, salvo poqusimas excepciones, una nica forma, vlida tanto para elmasculino como para el femenino: dcil, brutal, soez, feliz (no existen las formas femeninas *dcila,*brutala, *soeza, *feliza). No obstante, algunos de estos sustantivos han desarrollado con cierto xito unfemenino en -a, como es el caso de juez/jueza, aprendiz/aprendiza, concejal/concejala o bedel/bedela.

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    j) Los terminados en consonantes distintas de las sealadas en los prrafos anteriores funcionan comocomunes: el/la chef, el/la mdium, el/la pvot. Se excepta la voz abad, cuyo femenino es abadesa. Esespecial el caso de husped, pues aunque hoy se prefiere su uso como comn (el/la husped), sufemenino tradicional es huspeda.

    k) Independientemente de su terminacin, funcionan como comunes los nombres que designan gradosde la escala militar: el/la cabo, el/la brigada, el/la teniente, el/la brigadier, el/la capitn, el/la coronel,el/la alfrez; los sustantivos que designan por el instrumento al msico que lo toca: el/la batera, el/lacorneta, el/la contrabajo; y los sustantivos compuestos que designan persona: el/la mandams, el/lasobrecargo, un/una cazatalentos, un/una sabelotodo, un/una correveidile.

    l) Cuando el nombre de una profesin o cargo est formado por un sustantivo y un adjetivo, amboselementos deben ir en masculino o femenino dependiendo del sexo del referente; por tanto, debe decirsela primera ministra, una intrprete jurada, una detective privada, etc., y no la primera ministro, unaintrprete jurado, una detective privado, etc.: Me llamo Patricia Delamo y soy detective privada(Beccaria Luna [Esp. 2001]).

    4. GNERO DE LOS NOMBRES DE PASES Y CIUDADES. En la asignacin de gnero a los nombres propios depases y ciudades influye sobre todo la terminacin, aunque son muy frecuentes las vacilaciones. Engeneral puede decirse que los nombres de pases que terminan en -a tona concuerdan en femenino conlos determinantes y adjetivos que los acompaan: Sern los protagonistas de la Colombia del prximosiglo (Tiempo [Col.] 2.1.90); Hizo que la vieja Espaa pensara sobre sus colonias (SalvadorEcuador [Ec. 1994]); mientras que los que terminan en -a tnica o en otra vocal, as como losterminados en consonante, suelen concordar en masculino: Para que [...] construyan juntos el Panamdel futuro (Siglo [Pan.] 15.5.97); El Mxico de hoy ya no es el Mxico de hace tres aos (Proceso[Mx.] 19.1.97); La participacin de Rusia en el Iraq que resultar de la guerra depender de siadopta una postura constructiva en la ONU (Razn [Esp.] 9.4.03). En lo que respecta a lasciudades, las que terminan en -a suelen concordar en femenino: Hallado un tercer foro imperial en laCrdoba romana (Vanguardia [Esp.] 10.3.94); mientras que las que terminan en otra vocal o enconsonante suelen concordar en masculino, aunque en todos los casos casi siempre es posible laconcordancia en femenino, por influjo del gnero del sustantivo ciudad: Puso como ejemplo deconvivencia cultural y religiosa el Toledo medieval (Vanguardia [Esp.] 16.10.95); Ya vuela [...] sobrela Toledo misteriosa (Reyes Letras [Mx. 1946]); El Buenos Aires catico de frenticos muecos concuerda (Sbato Hroes [Arg. 1961]); Misteriosa Buenos Aires (Mujica Buenos Aires [Arg. 1985]tt.). Con el cuantificador todo antepuesto, la alternancia de gnero se da con todos los nombres deciudades, independientemente de su terminacin: Lo sabas t? Bueno, Javier, lo sabe todoBarcelona (Mendoza Verdad [Esp. 1975]); Por toda Barcelona corre un rumor de llanto y depromesa (Semprn Autobiografa [Esp. 1977]). La expresin masculina el todo + nombre de ciudadse ha lexicalizado en pases como Mxico y Espaa con el sentido de lite social de una ciudad: Supequeo bar es el lugar donde se rene el todo Barcelona (Domingo Sabor [Esp. 1992]).

    5. Sobre el gnero de abreviaturas, acortamientos, siglas y acrnimos, ABREVIATURA, 4;ACORTAMIENTO, 2; SIGLA, 4; ACRNIMO, 4.

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