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LA REPÚBLICA DEL ECUADOR, EN SU NOMBREYPORAUTORIDAD ~LA LEY

ESTA SALA ESPECIALIZADA DE LO PENA6DE LA CORTE NACIONAL DE JUSTICIA

JUEZ PONENTE: D JOHNNYAYLUARDO SALCEDO

CORTE NACIONAL DE JUSTICIA.- SALA ESPECIALIZADA DE LO PENAL,

PENAL MILITAR, PENAL POLICIAL Y TRÁNSITO.

Quito, 31 de julio deI 2013, a las 14h55.- VISTOS;

PRIMERO: COMPETENCIA.-

En el Suplemento del Registro Oficial No. 38, de 17 de julio de 2013 se publicó la

Ley Orgánica Reformatoria al Código Orgánico de la Función Judicial, cuyo

artículo 8 determinó que la Corte Nacional de Justicia se integre de seis salas

especializadas, entre estas, la de lo Penal, Penal Militar, Penal Policial y Tránsito,

sustituyendo al artículo 183 que otorgaba a la Sala Especializada de lo Penal,

Penal Militar, Penal Policial y Tránsito, cuya materia, que se establecía en el

artículo 187 suprimido, pasó a conocimiento de la Sala Especializada de lo Penal,

Penal Militar, Penal Policial y Tránsito de acuerdo al artículo 9 de la reforma.

Mediante Resolución No. 3, de 22 de julio de 2013, el Pleno de la Corte Nacional

de Justicia del Ecuador integró la Sala Especializada de lo Penal, Penal Militar,

Penal Policial y Tránsito; y decidió que los tribunales de casación y revisión que se

habían integrado con anterioridad a la expedicián de la referida Ley Reformatoria

al Código Orgánico de la Función Judicial, se mantendrán.

Por lo expuesto, radicada la competencia en la Sala de lo Penal, Penal Militar,

Penal Policial y Tránsito de la Corte Nacional de Justicia, avocamos conocimiento

de la causa, por sorteo realizado. El juez ponente, según las reglas del Código

Orgánico de la Función Judicial y del Código de Procedimiento Penal, es el Dr.

Johnny Ayluardo Salcedo; y el Tribunal está conformado además por la Dra.

Gladys Terán Sierra y Dr. Merck Benavides Benalcázar, Jueza y Juez Nacionales.

CORrE N~CIO5ÁL OEfl sria~ ESPEC!’Lii’i*-~ DE LO ?FflSAL

Los ciudadanos, Ángel Armando Chérrez Proaño, acusador particular, Manuel

Alberto Sánchez Paredes, Cesar Javier Moyano Carrasco y Julio Enrique Andrade

López, interponen recurso de casación de la sentencia dictada por la Primera Sala

de lo Penal, Colusorio y Tránsito de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha,

que acepta los recursos de apelación propuestos por Manuel Alberto Sánchez

Paredes y César Javier Moyano Carrasco, por lo que dicta a favor de cada uno de

ellos sentencia absolutoria y cancela todas las medidas cautelares que se

hubiesen dictado en su contra. Con respecto a Julio Enrique Andrade López,

confirma la sentencia dictada en su contra, esto es, se le impone la pena de seis

meses de prisión correccional, por considerarle autor del delito de homicidio

inintencional, tipificado y sancionado en el art. 459 del Código Penal, y en virtud de

las atenuantes previstas en los nUmerales 6 y 7 del artículo 29 del Código antes

mencionado, en concordancra con el articulo 73 ibídem, le impone la pena

modificada de un mes de prision correccional, ademas, al pago de la multa de

treinta dolares de los Estados Unidos de Norteamerica

SEGUNDO: VALIDEZ PROCESAL.- El recurso de casación ha sido

tramitado conforme las normas procesales de los artículos 352 y 354 del Código

de Procedimiento Penal vigente, asimismo, se ha aplicado lo que dispone el

artículo 76.3 y artículo 77 de la Constitución de la República del Ecuador, por lo

que se declara su validez.

TERCERO: ANTECEDENTES DE LA SENTENCIA IMPUGNADA.- El

presente proceso de homicidio inintencional, se inició por el parte policial el cual

indica, que el día 2 de mayo de 2009, a las 12h00, los señores cabos Luis Carrillo

y Jhon Flores, agentes de la Brigada de Homicidios de la Policía Judicial, han

realizado el levantamiento de los cadáveres de quienes en vida respondían a los

nombres de Marjorie Alexandra Chérrez González, de 22 años de edad, Evelyn

Geovanna Cherrez González, de 24 años de edad, Thamia Samantha Chiliquinga

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Chiriboga, de 19 años de edad, Miguel Santiago Mena Villamarín, de 29

edad, y Joselin Ángela Chérrez González, de 17 años de edad; diligencia ci

en el motel Kalipso, ubicado en las calles Las Avellanas y Eloy Alfaro de

ciudad de Quito, en las suites 5-05; dos cuerpos de sexo femenino habían sido

encontrados en la cama de la habitación; y los otros tres cuerpos restantes, dos de

sexo femenino y uno de sexo masculino en el baño de la suites; además en el

garaje de la habitación se había encontrado estacionado un vehículo marca Ford

Explorer, Color Azul, placas PTP-697.

En el lugar además, se han recogido una serie de evidencias, mismas que

se detallan en el parte policial, elaborado por el agente investigador Luis Carrillo.

El proceso ha sido resuelto por el Tribunal Octavo de Garantías Penales de

Pichincha, el 2 de septiembre de 2010, a las 15h00, que resolvió condenar a los

ciudadanos ecuatorianos Julio Enrique Andrade López, Manuel Alberto Sánchez

Paredes y César Javier Moyano Carrasco, a la pena de seis meses de prisión

correccional, para cada uno de los acusados, por considerarlos autores del delito

de homicidio inintencional, tipificado y sancionado en los artículos 459 y 460 en

concordancia con los artículos 12, 14 y 42 del Código Penal, aplicando a su favor

las circunstancias atenuantes puntualizadas en los numerales 6 y 7 del artículo 29,

en concordancia con el artículo 73 del Código Penal, para efecto de modificar la

pena que corresponde a la infracción consumada.

En mérito de las atenuantes probadas y presentadas en el juicio, la pena

impuesta se modifica por la definitiva de treinta días de prisión correccional para

cada uno de los acusados. De esta sentencia interponen recurso de apelación los

tres procesados, el cual ha sido resuelto por la Primera Sala de lo Penal, Colusorio

y Tránsito de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, que confirma en parte la

sentencia recurrida, esto es acepta los recursos de apelación propuestos por

Manuel Alberto Sánchez Paredes y César Javier Moyano Carrasco, por lo que

dicta a favor de cada uno de ellos sentencia absolutoria y cancela todas las

medidas cautelares que se hubiesen dictado en su contra. Con respecto a Julio

Enrique Andrade López, confirma la sentencia dictada en su contra, esto es, se le

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impone seis meses de prisión correccional por considerarle autor del delito de

homicidio inintencional, tipificado y sancionado en el artículo 459 del Código

Penal, y en virtud de las atenuantes previstas en los numerales 6 y 7 del artículo

29 del Código Penal, en concordancia con el artículo 73 ibídem, le impone la pena

modificada de un mes de prisión correccional, además, al pago de la multa de

treinta dólares de los Estados Unidos de Norteamérica. De esta sentencia los

ciudadanos Ángel Armando Chérrez Proaño, acusador particular, Manuel Alberto

Sánchez Paredes, Cesar Javier Moyano Carrasco y Julio Enrique Andrade López,

interponen recurso de casación. Concluido el trámite previsto para este tipo de

recursos la Sala, para resolver considera:

CUARTO; FUNDAMENTACIÓN DEL RECURSO DE CASACIÓN:

A) POR PARTE DEL ACUSADOR PARTICULAR ANGEL ARMANDO

CHERRES PROAÑO.

En el día y hora señalados para que tenga lugar la audiencia oral, pública y

contradictoria, el abogado del acusador particular manifestó que: la sentencia ha

sido impugnada en sede de casación, la misma que ha constituido una muestra

de arbitrariedad en la decisión judicial, que se ha presentado una total falta de

sindéresis de premisas y conclusiones, y además una aplicación equivocada de la

ley.

Que toda sentencia debe contener una valoración probatoria, la aplicación

de las normas pertinentes al caso, y el análisis dogmático doctrinal que permite

entender el proceso mental por el cual el juez aplicó las normas a ese caso

especifico; que la valoración probatoria, ha sido inadecuada, que la conclusión a

la que se ha llegado no tiene relación con las premisas, que la aplicación de las

normas son erradas, y que la aplicación doctrinaria ha sido inexistente.

Destaca, que en la sentencia de la Corte Provincial, en el punto seis del

considerando sexto, se ha hecho un análisis de responsabilidad en el que se

refirieron al doctor en química Jorge Isaac Galarza Gonzales, perito cai

que dentro de su declaración ha manifestado que el calefón se enconi

instalado, que no ha existido alarma ni chimeneas ni ductos de ventilación.

Que la conclusión a la que han llegado los Jueces Provinciales, es que el

señor Cesar Javier Moyano Carrasco, quien ha instalado el mencionado calefón,

no ha tenido ninguna responsabilidad; mientras que el perito ha dicho que el

calefón ha estado mal instalado.

Recalca, que no hay coherencia entre las premisas probatorias y la decisión

en la sentencia, que en el caso del ciudadano Cesar Javier Moyano Carrasco,

existió una indebida aplicación de la norma que ha permitido declarar inocente a

una persona pese a existir pruebas fehacientes de su responsabilidad, y que en el

caso del señor Julio Enrique Andrade López, ha existido una indebida aplicación

de la norma en relación a la aplicación de la pena.

Que el presente caso se trata de un delito culposo, y que se debería sentar

un precedente jurisprudencial del mismo, puesto que, hasta la actualidad la

concepción del delito culposo ha sido naturalista, y se lo ha definido como aquel

que se comete por negligencia, imprudencia o impericia, definición que ha sido

desechada por la dogmática por más de 50 años.

Que la dogmática penal, ha desarrollado la teoría del delito culposo, y la ha

derivado en la infracción al deber objetivo de cuidar; en el Ecuador, en cuanto a

jurisprudencia, se ha seguido una dinámica inversa a los países de mayor

desarrollo jurídico, por ejemplo en Alemania, España y Argentina, los cambios

normativos se producen luego de decisiones jurisprudenciales, que primero se

desarrolla la jurisprudencia y luego se da el cambio normativo, mientras que en el

Ecuador es lo contrario; que más allá de este caso en particular, el avance en la

jurisprudencia del delito culposo, apunta hacia un nuevo proyecto del Código

Integral Penal.

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-

— II

Que no existe ningún problema si el Tribunal decide utilizar la versión

naturalista del delito culposo, puesto que de la misma forma se puede demostrar

la negligencia, imprudencia e impericia con la que ha actuado el Sr. Cesar Javier

Moyano Carrasco; que la conducta es culposa, puesto que él ha instalado el

calefón en un lugar inadecuado y no ha dejado ductos de ventilación, hechos

manifestados por el perito calificado, que ha actuado dentro de la audiencia de

juzgamiento, que el Sr. Cesar Javier Moyano Carrasco, ha infringido su deber

objetivo de cuidado al ser este un experto en materia de instalación de calefones y

que debió asegurarse que la instalación tenga una ventilación adecuada, porque

de lo contrario la emisión de monóxido de carbono, gas, que es incoloro e inodoro,

en esas circunstancias es mortal, y que ha causado la muerte de cinco personas

Manifiesta, que es necesario remitirse a la relación de causalidad entre la

muerte y el hecho que la produjo, que las cinco víctimas han muerto por inhalación

de monóxido de carbono, producto de la errada instalación del calefón, así mismo

que quienes realizaron esa instalación no han dejado ductos de ventilación.

Que en la sentencia dictada por la Corte Provincial, no existe ningún

razonamiento Jurídico, lo que han hecho es una reproducción de pruebas y emitir

la resolución, y no se ha mencionado alguna de las razones por las cuales han

aplicado las normas al caso especifico. Alega que dentro de este proceso también

se debió contar con el dueño del motel, quien debió haberse asegurado que la

instalación de los calefones que contrataba para su local fuera la adecuada y que

no pudieran producir la lesión o muerte de personas.

Recalca, que la conclusión a la que llega la Primera Sala de lo Penal de la

Corte Provincial de Justicia de Pichincha, no tiene ninguna sindéresis con las

premisas planteadas en la sentencia; que en el caso particular se ha cumplido

con todos los elementos para que se establezca con certeza la existencia del

delito, que estos son: un acto típico, antijurídico y culpable; que en el presente

caso existió un acto que fue la instalación del calefón, que este acto es típico

puesto que se encuadra dentro del tipo penal del homicidio inintencional, porque

generó la muerte. Aduce que el tipo penal que debió aplicarse es el disl

el artículo 459 del Código Penal, que evidentemente no hubo la intención

del Sr. Cesar Javier Moyano Carrasco de matar a nadie, pero que sin embai

hubo una falta de previsión y precaución.

Reitera, que sin ningún razonamiento ni motivación la Primera Sala de la

Corte Provincial de Justicia, llega a la conclusión de que no se constituyó

responsabilidad alguna, sin aplicar ningún principio dogmático, contrario a lo que

el perito calificado declaró; que en el caso del Sr. Cesar Javier Moyano Carrasco

se aplique los artículos 459 y 460 del Código Penal, y que con respecto a la pena

también existió una mala aplicación de la norma, que constituyó una causal de

casación, que tanto la Constitución, como los Tratados Internacionales, y en

general el ordenamiento jurídico, establece la proporcionalidad entre el delito y la

pena; que la medida para determinar esa proporcionalidad es evidentemente el

bien jurídico protegido, que en el presente caso es la vida de cinco jóvenes.

Que el Sr. Cesar Javier Moyano Carrasco, quien ha instalado el calefón ha

sido absuelto, y que han condenado como autor del delito al bombero que

inspeccionó la instalación, que a pesar de haber infringido su deber, este no puede

ser considerado autor, puesto que este no generó el acto que causó la muerte.

Manifiesta que lo que exige la dogmática penal, para que se considere como

cumplido el delito culposo es la infracción del deber objetivo de cuidado y la

vulneración del bien jurídico protegido; que existió una indebida aplicación de la

norma en cuanto a los requisitos de inocencia, y en cuanto a la proporcionalidad

de la pena.

Solicita al Tribunal aplicar la pena más alta establecida en el tipo penal

debido a la gravedad del caso, el mismo que tenía una connotación económica,

que era el ahorro de costos, instalar una chimenea generaría costos adicionales, y

por esto se instaló el calefón con la confianza de que no pasaría nada. Solicita que

se condene a los señores Cesar Javier Moyano Carrasco y Julio Enrique Andrade

López, al primero como autor y al segundo como cómplice, a las penas más altas

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establecidas en el artículo 460 del Código Penal, por la magnitud del daño al bien

jurídico. También solicita al Tribunal que avance en lo dogmático y se defina a la

culpa como infracción al deber objetivo de cuidar, que se deje en claro la ubicación

dogmática de la culpa en sede de tipicidad, y que se clarifique que es materia de

casación la revisión de la valoración probatoria puesto que la parte sustancial de

una sentencia es la valoración probatoria.

Concluye solicitando al Tribunal que no solo se corrija lo injusto de la sentencia

impugnada, sino que también la Corte Nacional avance, brindando derecho y

corrigiendo los conceptos mencionados en su alegato.

B) POR PARTE DE LOS ACUSADOS CESAR JAVIER MOYANO

CARRASCO Y JULIO ENRIQUE ANDRADE LOPEZ

Quienes por intermedio del abogado defensor manifestaron lo siguiente

Que la Primera Sala de lo Penal de la Corte Provincial, no ha dictado una

sentencia primitiva, y que no se puede decir que el Sr Moyano Carrasco, haya

tenido responsabilidad, puesto que este no ha sido sentenciado, sino ratificado su

estado de inocencia por parte de la Primera Sala de la Corte Provincial de Justicia

de Pichincha, que el único sentenciado es el Sr. Andrade López, por lo que el

señor Cesar Javier Moyano Carrasco esta en calidad de inocente, el mismo que

como gerente de la enipresaAlcanostía. Ltda. éntre los meses de marzo y abril

de 2007, ha instalado los calefones en el motel, cumpliendo con las normas Inen

2260 y la 2124, que en aquella época ha sido la forma correcta de como se debía

proceder a la instalación, no existiendo el tipo penal especifico, consecuentemente

solo se basaba en una ley contra incendios.

Que el bombero, Sr. Julio Enrique Andrade López, en el año 2008,

únicamente debía revisar que se cumplan una serie de normas para evitar los

incendios, que el artículo 256 del Reglamento de Prevención de Incendios,

referente a este tipo de instalaciones, que para ese tiempo no ha existido una

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normativa que contemplara la instalación de calefones, que como re~

esos sucesos, en la nueva ley de defensa contra incendios consta esta

a partir del artículo 86 e inclusive especificaciones técnicas respeci

instalación de calefones.

Que en la declaración testimonial el Sr. Abraham Paredes, propietario del

Motel Calipso, ha manifestado que jamás ha realizado mantenimiento a los

calefones, y que el Tribunal Penal en esa época ha emitido una orden de

detención en su contra por perjurio en vista de las contradicciones que había

realizado en su declaración, puesto que él era el llamado a responder, y en él se

encontraba el deber objetivo de cuidado, mas no en el señor Moyano Carrasco,

quien si ha cumplido con las normas Inen, vigentes en esa época.

Señala, que el perito Sr. Galarza González, no ha estado debidamente

acreditado, quien ha hecho una diferenciación de dos tipos de calefones: uno de

carácter comercial que no necesitaba la chimenea de ventilación, solo el

cumplimiento de la norma Inen, y otro de carácter industrial que si necesita una

chimenea de ventilación.

Que la sentencia del Tribunal de Garantías Penales, ha hecho referencia

solo a la experiencia del Perito Galarza González, mas no a la normativa vigente;

que el Sr. Moyano Carrasco, no ha tenido responsabilidad alguna por un trabajo

que realizó dos años antes, y que los propios ingenieros del Municipio al rendir sus

declaraciones, prueba debidamente actuada, han manifestado que supera en 20

veces más el nivel de ventilación del calefón.

Añade, que existe otro aspecto que no se ha tomado en cuenta, y es el

peritaje que se ha realizado al vehículo, en el cual han ingresado las cinco

personas al motel, tratándose de un Ford Explorer que no se ha encontrado

matriculado desde el año 2007; que el perito Ingeniero Fernando Muñoz, ha

establecido que ese vehículo ha sido la fuente de emanación de monóxido de

carbono, en una cantidad de seis mil novecientas partes por millón del

mencionado compuesto químico, y que esa ha sido la causa principal del

fallecimiento de las cinco personas.

Que en las ventoleras del vehículo existía vómito, y que esta circunstancia

no ha sido tomada en cuenta para los exámenes toxicológicos, que las víctimas

cuando han llegado al motel ya se encontraban en un estado de enfermedad por

la emanación de monóxido de carbono del vehículo, y que el mencionado

automóvil tenía dañado el tubo de escape. Que el perito, luego de un estudio, ha

llegado a la conclusión de que la emanación de monóxido de carbono del vehículo

ha sido de carácter mortal, y la verdadera causa de la muerte de las cinco

personas.

Que al señor Abraham Paredes, nunca se le ha incluido dentro del proceso,

a pesar de que la Corte Provincial, ha señalado en la sentencia que se debe

investigar con respecto a la responsabilidad del mismo.

En lo que respecta, a Julio Enrique Andrade López, la defensa manifiesta: que no

se puede sancionar a una persona, sin que está haya inobservado una normativa

vigente, que en su condición de bombero e inspector, ha concurrido al motel a

realizar tres inspecciones, pero no solamente él sino con tres compañeros más, y

que ellos simplemente debían controlar respecto a la normativa vigente contra

incendios; que en el particular caso no se puede sentenciar al Sr. Julio Enrique

Andrade López, por cuanto no ha existido una normativa ni disposición legal que

le obligaba a cumplir con la inspección del calefón, que al haber ausencia de

normativa hay que remitirse al artículo 2 del Código Penal, que establece el

principio de legalidad en materia penal.

Por último, señala que los señores Julio Andrade López y Cesar Javier

Moyano Carrasco, no tienen ninguna responsabilidad en este suceso, que si bien

el derecho a la vida es importante no se debe olvidar la trascendencia del derecho

a la libertad y la presunción de inocencia, por lo que solicita al tribunal, se

ratifique el estado de inocencia de los recurrentes.

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C) POR PARTE DE LA FISCALIA GENERAL DEL ESTADO:

La delegada del Señor Fiscal General del Estado, Dra. Paulina Garcés

Cevallos, manifestó lo siguiente: Que en relación al Sr. Manuel Alberto Sánchez

Paredes, no ha fundamentado el recurso conforme lo preceptúa el artículo 349

del Código de Procedimiento Penal, y que lo manifestado por el abogado de los

procesados no se ha podido establecer con claridad cuáles son los argumentos

por los que la Sala de la Corte Provincial, aplicó indebidamente las normas de

derecho en el caso específico, y que por lo tanto la fundamentación del recurso es

ineficaz, que debió haberse tomado en cuenta la declaración del administrador del

motel quien ha manifestado que, una hora después de que han llegado las

victimas al motel, han realizado una llamada a la administración solicitando

botellas de agua, que al respecto deviene la pregunta ¿Cómo las víctimas

pudieron haber llegado al motel en un estado grave a punto de morir y después de

una hora realizar una llamada pidiendo botellas de agua?

Señala la representante de la Fiscalía, que en relación a la fundamentación

realizada por el abogado de los procesados, se la deseche por cuanto no ha

podido ser sustentada correctamente.

Que le llama la atención el hecho de que no se haya considerado como

parte procesal al señor Abraham Isaías Paredes Paredes, propietario del motel,

pese a que la Corte Provincial así lo dispuso; y que por lo tanto se organice una

nueva investigación, pero que este hecho no se tome en cuenta como un error

de derecho ni como parte de este recurso de casación.

Respecto a lo señalado por la acusación particular, manifiesta que coincide

con ello, que si bien la sentencia recurrida es extensa, la Primera Sala de la Corte

Provincial de Pichincha, ha hecho una enumeración probatoria de carácter técnico,

y que es inconcebible que dentro de un motel un vehículo apagado pueda emitir

algún tipo de combustión. Alega que la Sala de lo Penal de la Corte Provincial, no

—73-6 ~

(Uo—

ha hecho ningún tipo de fundamentación sobre cuáles han sido los elementos que

permitieron que se revoque una sentencia de condena y declare una ratificación

de inocencia, sin existir fundamento ni establecer cuáles son las normas ni una

valoración probatoria, en este caso particular, existiendo condena luego

simplemente absuelve al Sr. Moyano Carrasco.

Que la sentencia impugnada, no está debidamente motivada; que existe un

error de derecho sobre la calificación de la pena del Sr. Andrade López, quien ha

sido sancionado como autor en concordancia con el artículo 459 de Código Penal

y para quien se solicita la calificación de cómplice.

REPLICA: El abogado defensor del acusador particular, alega lo siguiente:

Que se aduce por parte de la defensa, que no es admisible el testimonio del perito

independiente llamado por el Tribunal Penal, en razón de que no se encontraba

acreditado, que se confunde el concepto de acreditación con el de registro,

contradiciendo lo dispuesto en el artículo innumerado agregado al 133 del Código

de Procedimiento Penal, que define a los peritos, y que el mismo ha sido llamado

como perito independiente y según la sana critica de los jueces del Tribunal Penal,

ha sido aceptado su testimonio. Solicita no se impugne el testimonio del capitán de

policía Cristian Esteban Rengifo Dávila, miembro de criminalística, jefe del

Departamento Accidental, quien ha llevado el caso, que el policía ha establecido

que el calefón se ha encontrado mal instalado, que es verdad que no se ha dado

mantenimiento pero que el verdadero problema, ha sido un defecto de instalación

que no dependía del mantenimiento, puesto que nunca se ha colocado un ducto

de evacuación de gases, y que esa ha sido la real causa de la concentración de

monóxido de carbono y la muerte de las cinco personas.

Indica, que en torno al caso en particular, se ha planteado una hipótesis

sin fundamento, en cuanto a que la muerte ha sido causada por la emanación de

monóxido de carbono del automóvil; que según la declaración del cabo de policía

José Luis Buendía, ante el Tribunal de Garantías Penales, que no ha sido tomada

en cuenta en la sentencia emitida por la Corte Provincial, en donde se ha

manifestado que el carro se encontraba apagado, cerrado, que las II

encontraban en poder de una de las víctimas, y que sólo se pretende

hipótesis paralela a la obvía.

Contradice lo señalado por la defensa, que ha alegado la ausencia de norma

en esa época, que el deber objetivo de cuidado se refiere a la prolijidad que cada

persona debe tener en cuanto a su profesión, arte u oficio; que no se debe

restringir esta definición con la infracción a la norma, que lo que se contraviene en

el caso especifico es el deber objetivo de cuidado que el instalador del calefón

debió haber observado, dejando ductos de ventilación para evitar la acumulación

de monóxido de carbono y que no se produzca la muerte de personas. Concluye

señalando la responsabilidad del dueño del motel y solicitando su presencia en el

proceso.

QUINTO: ANÁLISIS DE LA SALA.

CONCEPCIÓN DEL RECURSO DE CASACIÓN.-

A) El recurso de casación es el remedio extraordinario que concede la ley

contra las ejecutorías o sentencias firmes de los Tribunales de apelación, para

enmendar el abuso, exceso o agravio por ellas inferido, cuando han sido dictadas

contra la ley o doctrina legal, o con infracción de los trámites o formas más

sustanciales del juicio.1

8) Jiménez Asenjo, en su obra: Derecho Procesal Penal, al referirse a la casación

manifiesta: “que se puede, por tanto, adelantar que el recurso de casación es un

derecho jurisdiccional o medio de impugnación, singula? o extraordinario, que tiene

como fin ratificar o anular, con el carácter de definitivas las resoluciones

impugnables en vía ordinaria que no se ajustan exactamente a la ley y han

producido injusticia material o indefensión de los justiciables”.2

4 ~1

c-~cc

1cfr. Zavala Baquerizo Jorge. Tratado de Derecho Penal, EDINO, Guayaquil, 2007, Tomo X.2cfr. Enrique Jiménez Aaenjo. Derecho Procesal Penal, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1949, Vol. II

C) La casación es un medio de impugnación, extraordinario, que se establece en

caso de que el recurrente postule la revisión de errores jurídicos instaurados en

una sentencia, los mismos que pueden ser errores in procedendo o in iudicando,

en relación a la violación de la ley en la sentencia que puede ser contraviniendo su

texto, su mala aplicación o errónea interpretación, por ser un recurso vertical y

extraordinario que revisa la sentencia dictada por el juzgador de instancia, debe

desvanecer cualquier tipo de error que se haya suscitado al momento de aplicar el

ordenamiento jurídico por el juzgador, a un caso concreto, ya que los hechos

probados en la sentencia se entienden que son ciertos, a menos que se

comprueben errores en la aplicación de la sana crítica, considerados por la

doctrina como error incogitando

D) La casacion penal, en los delitos de accion publica, se puede interponer en

contra de la sentencia que ha dictado el tribunal juzgador, cuando se haya

detectado una violacion de la ley, este mandato legal esta recogido en el articulo

349 del Codigo de Procedimiento Penal, que establece “el recurso de casacion

sera procedente para ante la Corte Nacional de Justicia, cuando en la sentencia

se hubiere violado la ley; por~l6~ú~ no Id córresponde a este Tribunal analizar

otras piezas procesales que no sea la sentencia.

E) La sentencia no es simplemente~ un documento suscrito por el juez sino el

resultado de una genesis que tiene lugar en dos planos diversos el objetivo, que

es propiamente el proceso ~considerado en sentido jurídico, integrado por las

varias etapas que la ley contempla, y el subjetivo, que corresponde a la operación

mental efectuada por el fallador, en cuyo fondo lógico hay un silogismo que tiene

como premisa mayor la norma general y abstracta de la ley, por premisa menor los

hechos controvertidos y por conclusión la parte resolutiva del fallo, que se

constituye en mandato concreto, obligatorio para quienes fueron partes dentro del

proceso.

CK~F~TE ~.Ç1O’~ çI. nr. JUST~CI .;

E LO EL’.

SEXTO: DE LA FUNDAMENTACIÓN DEL RECURS

VULNERACIONES LEGALES INVOCADOS POR LOS RECURREN

El casacionista y acusador particular, Ángel Armando Cherrez Proaño, en

fundamentación del recurso de casación, ha mencionado que:

~ “Toda sentencia debe contener una valoración probatoria”.

Con respecto a la prueba, esta se desarrolla en la audiencia de juicio en el

Tribunal de instancia ante quien se debe probar los actos que son considerados

delitos; el Juzgador valora la prueba tomando en consideración los principios de

concentración, inmediación y contradicción que se pone en práctica en esta etapa

procesal que es controlada por el Tribunal de Garantías Penales, siendo el único

ente jurisdiccional, en los delitos de acción pública competente para valorar la

prueba conforme a los medios probatorios presentados por los sujetos

procesales, dejando como materia para la casación el análisis de la correcta

aplicación del ordenamiento jurídico, consecuentemente no se puede volver a

valorar la prueba por expresa prohibición contemplada en el artículo 349, inciso

final del Código de Procedimiento Penal, además el recurrente no ha mencionado

en cual de las causales del artículo 349 ibídem se ha vulnerado las disposiciones

referidas a las prueba.

> “El recurrente en su fundamentación ha manifestado que la aplicación de

la doctrina y de las normas, son erradas e inexistentes. Que no hay

coherencia entre las premisas probatorias y la decisión en la sentencia, que

en el caso del Sr. Cesar Javier Moyano Carrasco, ha existido una indebida

aplicación de la norma que ha permitido declarar inocente a una persona,

pese a existir pruebas fehacientes de su responsabilidad, y que en el caso

del señor Julio Enrique Andrade López, ha existido una indebida aplicación

de la norma en relación a la aplicación de la pena”

El acusador particular, Ángel Armando Cherrez Proaño, no ha justificado

jurídicamente qué norma legal, se ha violentado en el fallo impugnado. El principio

de limitación impide al Tribunal de Casación conocer un recurso extraordinario, el

que en concordancia con el principio de taxatividad, de trascendencia y de

presunción de acierto, constitucionalidad y legalidad de la sentencia, inhabilitan la

impugnación cuando no se han observado aquellos presupuestos.

En la legislación ecuatoriana, además se debe determinar cuál es la regla

inaplicada o mal aplicada, pues no cabe un vicio por interpretación errónea en la

violación indirecta; igualmente, se debe establecer cuál es la norma que exige tal o

cual regla de valoración, el vicio concreto, el artículo de la alegación, el medio de

prueba excluido o indebidamente admitido, la foja del proceso de la instancia

donde este se encuentra, la relacion causa efecto y como debia aplicarse segun el

criterio del casacionista ‘una indebida aplicacion supone haber aplicado una

norma que no corresponde con los antecedentes del caso, interpretar significa

buscar el alcance del contenido de la Ley, confrontandole con el caso concreto,

es determinar la ratio de la norma de conformidad con su ambito de proteccion

De lo que se trata es encontrar el alcance y el sentido de la ley y cual es su

racionalidad o lo que se busca regular en la misma~a

Sin fundamentación, sin razonar las infracciones denunciadas no existe

recurso de casación. La fundamentación del recurso debe hacerse en forma clara

y precisa, sin incurrir en imputaciones vagas, vinculando el contenido de las

normas que se pretenden infringidas, con los hechos y circunstancias a que se

refiere la violación, esto es, que la infracción debe ser demostrada sin que a tal

efecto baste señalar que la sentencia infringió tal o cual precepto legal, es

necesario que se demuestre cómo, cuándo y en qué sentido se incurrió en la

infracción. Sin dejar de mencionar que el Tribunal de Casación tiene la facultad

legal de casar una sentencia si advierte que en ella se ha violado la ley.

~ “El recurrente, también, ha expresado en su fundamentación que se puede

demostrar la negligencia, imprudencia e impericia con la que ha actuado el

Sr. Cesar Javier Moyano Carrasco; que la conducta es culposa, puesto que

Peña Alfonso. Exégesis del Nuevo Código de Procedimiento Penal, Pag. 876

~LÇZ’D~ O

él ha instalado el calefón en un lugar inadecuado y no ha dejado

ventilación, hechos manifestados por el perito calificado,

dentro de la audiencia de juzgamiento”.

Al respecto es necesario tener en cuenta que los informes pericial

realizados en otros procesos, y que a criterio del recurrente, el Tribunal

sentenciador no los ha considerado, pretendiendo que este Tribunal de la Sala

vuelva a analizar la carga probatoria, que fue motivo de análisis exhaustivo por

parte de Tribunal de instancia, a quien le correspondió valorar en base a las

reglas de la sana crítica las pruebas de cargo y de descargo presentadas en la

audiencia de juzgamiento por parte de los sujetos procesales, como dispone el

artículo 86 del Código Adjetivo Penal, razón por la cual esta Sala Especializada de

lo Penal, no tiene facultad jurídica para referirse al análisis de la prueba en el

recurso de casación.

> Por último, se ha indicado en la fundamentación del recurso, “que se ha

condenado como autor del delito al bombero que inspeccionó la instalación,

que a pesar de haber infringido su deber, este no puede ser considerado

autor, puesto que él no generó el acto que causó la muerte”.

Dentro de este contexto, debemos empezar realizando un análisis de la

causalidad, haciendo referencia directa al iuspuniendi del Estado y su relación de

carácter profundo con la motivación.

En el Derecho Penal, hemos de encontrar que el Estado es el ente que

posee la potestad para sancionar conductas lesivas a los derechos subjetivos

materiales de sus súbditos —es decir, la población- o la integridad de los mismos,

siendo esta última una variante y máxime de la expresión de los derechos

humanos, a los cuales, este mismo ente, se ve obligado a proteger, siendo, él

mismo, garante y ejecutor de dichas garantías. En la base de la potestad que

tiene el Estado para sancionar las conductas lesivas, se encuentra la motivación,

la misma que de acuerdo al marco constitucional del año 2008, se torna en un

requisito de fondo; y, en base a esta misma característica sumamente especial, la

~-c&, ¿‘, /Q ~

fe—y

rE

justicia ordinaria o judicial, debe considerar las tipologías particulares que presenta

respecto del Derecho Penal, puesto que se constituye en un requisito/elemento de

control respecto de las actuaciones del Estado.

En consideración a ese potestas, tantas veces ya aludido, encontramos, por

otro lado la causalidad, que opera en la gran mayoría de casos penales. Plantea

en principio, el nexo causal, que no es otra cosa que la razón por la que el agente

activo del delito, se lo plantea, toma las conductas conducentes a su realización, y

lo finaliza de acuerdo a su plan, siendo este conjunto de conductas y condiciones,

los elementos sine qua non, para la conformación de dicha conducta delictiva. Y

es justamente, esta teoria de la relacion existente entre el nexo causal y el agente

activo, lo que determina la gravedad de la pena a ser impuesta En otras palabras,

la teoría de la causalidad presta atención a las causas iniciales que conllevaron a

un sujeto “x”, a adoptar ciertas conductas para la comision de un delito,

independientemente de que dichas conductas hayan permitido la concrecion del

objetivo ulterior, hechos, que han sido discutidos y profundamente criticados por la

teoria del finalismo, particularmente por Welzel

Retomando el tema de la causalidad, esta plantea la importancia de dicho

nexo causal, para poder determínar —objetivamente- la responsabilidad del sujeto

activo. Y establece dos posibilidades:

A) LA EQUIVALENCIA DE CAUSAS.

Basada principalmente en lo manifestado por el procesalista austriaco Julius

Glassier y por M. Von Buri, antiguo miembro del Tribunal Imperial, e indican que

en un proceso delictual, las condiciones o causas indirectas que conllevan a la

comisión de un delito, implican una responsabilidad equivalente en cada una de

los seres humanos que dotaron al sujeto activo del delito, de las posibilidades

adecuadas para cometer dicho ilícito. Sin embargo, en esta teoría, se encuentra

una gran problemática que constituye la antijuricidad típica, que básicamente

consiste en que la conducta adoptada, no constituye una conducta antijurídica, a

C OE rL-. LE LE J( S11C~Çs*E.,r9prC~E,zÁ!,~nE ~ TE

pesar de estar tipificada; en otras palabras, la acción u omisión se encuentn

excusadas o b. justificadas. La gran excepción que deduce Santiago Mir Pui~

explica de la siguiente manera: “Para restringir los resultados de la teoría de 1

equivalencia de las condiciones, hay dos posibilidades: o bien rechazar el

concepto de causa de la teoría de la condición y mantener otra concepción más

restringida de la causalidad, o bien aceptar el concepto de causa de la teoría de la

condición pero considerando insuficiente la relación de causalidad para permitir la

imputación objetiva del resultado.4”

B) LA FÓRMULA DE LA CONDICIÓN ADECUADA A LAS LEYES.-

Plantea la imposibilidad del órgano juzgador para tomar en cuenta

condiciones —o en su defecto acciones- que no tengan decisión profunda en el

trayecto causal, es decir, acciones que no sean adecuadas para determinar el

resultado obtenido. Al respecto el autor ya citado indica: 7...] aquellas condiciones

que, [...] apareciesen como adecuadas para producir el resultado. No lo serán

cuando apareciese como muy improbable que produjesen el resultado y no

pudiese con tarse con su causación. Lo previsible debe ser el concreto resultado,

con sus circunstancias esenciales.” En ese caso, y de acuerdo a lo que plantea

Muñoz Conde, la importancia de la adecuación de las condiciones es justamente

la naturaleza del delito; en tal sentido, al tratarse de un delito de resultado,

estaríamos frente a la trascendencia propuesta por las condiciones/acciones

tomadas por el agente activo del ilícito. Sin embargo, cabe destacar que en dicha

teoría no podría considerarse de lleno el delito de resultado por omisión, ya que se

trata de un delito impropio, en vista de que en el proceso lógico del juzgador, de

eliminarse la omisión que condujo al resultado, este no se produciría de la misma

manera en la que se produjo.

‘Y “—

~ c~ 4p

MIR Puig, Santiago; Derecho Penal, Octava Edición, Editorial Reppertor, 2010; Barcelona. Pg. 246;

QOflT~ N:Cl~~I ji LiC!~AL~ Espr.CiALi/r~ fl~.O ~3 PCN

Dentro de esta misma corriente, y en consideración al caso que nos ocupa,

se vuelve estrictamente necesario considerar la importancia de la causa eficiente,

reduciendo la causalidad a la eficacia que haya tenido la condición en cuestión

para determinar el resultado, en consecuencia, la omisión cometida, hubiera

causado el mismo resultado, de haber sido considerada, siguiendo una línea

específicamente causal-naturalista.

Por otro lado, es menester tomar en cuenta la limitación que impone esta

“teoría de la condición adecuada”, que, a decir de Santiago Mir Puig; “[...] exige

una comparación de las diversas condiciones y conduce a elegir estableciendo

una jerarquía segun el grado de su influencia causal [ 1 Analíza cada condícion

en sí misma y con independencia de su peso comparativo en el conjunto de

factores en juego. 5”

Por las consideraciones supra indicadas, en la especie, se ha tomado la linea

de la causa eficiente en consideracion de que se encuentra adecuada a nuestra

legislacion, en este sentido se obse?va que el proceso logico volitivo del organo

jurisdiccional inferior, ha realizado una indebida aplicacion de los principios de

valoración de la prueba contenidos en los artículos 85 y 86 del Código de

Procedimiento Penal, que ha conducido a una errónea interpretación e indebida

aplicacion del articulo 459 deI Codigo Penal, tanto mas cuanto que, para el

tiempo en que se suscitaron los hechos, no existia una normativa que contemplara

la obligación jurídiba que conmine al ‘borñbero Julio Enrique Andrade López a la

revisión de las instalaciones de calefones, sino que únicamente se refería a la

contingencia de incendios, ergo imposibilitando la configuración de un delito

impropio.

SEPTIMO: RESOLUCIÓN.-

Por lo expuesto, este Tribunal de la Sala Especializada de lo Penal de laCorte Nacional de Justicia, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DELPUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA

Cfi-. MR Puig, Santiago, Función. Pg. 64s.; Gimbernat, Delitos Cualificados. Pgs. 103, 151, ss.

rçnrrr~ESPECF IZ~DA DE jO

CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPUBLICA, de conformidadartículo 358 del Código de Procedimiento Penal, por unanimidad, resirecurso de casación interpuesto por el procesado Manuel Alberto SániParedes, declara el abandono; en cuanto al recurso de casación interpuestoel acusador particular y procurador común, Ángel Armando Cherrez Proaño,lo declara improcedente por falta de fundamentación; en lo que respecta al recursointerpuesto por el procesado César Javier Moyano Carrasco, se rechaza elrecurso interpuesto por improcedente; y, en lo referente al procesado JulioEnrique Andrade López, se acepta el recurso de casación interpuesto por lo quese reforma parcialmente la sentencia recurrida, ratificando su estado de inocenciay se cancela todas las medidas cautelares que se hubiesen dictado en su contra.Por lo demás, se confirma la sentencia impugnada y se dispone oficiar a laFiscalía General del Estado, a fin de que se investigue la participación o no delciudad~o Abraham Isaías Paredes Paredes, quien fungió como GerenteGene/-al y Representante Legal de la compañía Mokalipso S.A, al tiempo deocurrfdo los hechos./ ept$~ la acción de personal que antecede, actúe en lapresente causa la Villarroel Villegas, Secretaria Relatora ( e ).-

Nol

Certifico:

cf‘~ mn,S U

Dra. Glad~Js—jJerán Sierra

JUEZA NACIONAL

VOTO CONCURRENTE

— Oc? -

k

Dra. Marta Villarroel Villegas

J U E;

Dr.

JUEZ NACIONAL

ilcazar

SECRETARIA RELATORA ( e)

4JUEZA NACIONAL

JUSTICIA Dra. Gladys Terán Sierra

9~4~~h

VOTO CONCURRENTE

CORTE NACIONAL DE JUSTICIA.- SALA ESPECIALIZADA DE LOPENAL MILITAR, PENAL POLICIAL Y TRÁNSITO.- Quito, 31 de2013, las 14h55

Concurro con mi voto, a la aprobación de la sentencia que resuelve el recurso

de casación, signado con el No. 01 84-2011, que ha sido propuesto por: Ángel

Armando Chérrez Proaño (acusador particular); Manuel Alberto Sánchez

Paredes, César Javier Moyano Carrasco y Julio Enrique Andrade López

(procesados), en contra de la sentencia emitida el 22 de noviembre de 2010, a

las 11h26, por la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial

de Pichincha; la cual, de un lado, acepta los recursos de apelación propuestos

Manuel Alberto Sánchez Paredes y César Javier Moyano Carrasco, dictando a

su favor sentencia absolutoria; y, de otro lado, respecto de Julio Enrique

Andrade López, confirma la sentencia dictada en su contra por el Tribunal

Octavo de Garantías Penales de Pichincha, de 2 de septiembre de 2010, a las

15h00, que impuso la pena de seis meses de prisión correccional, poH~

considerarle autor del delito de homicidjo inintencional, tipificado y sancionado

en el art. 459 deI Código Penal, y que en virtud de las atenuantes previstas en

los numerales 6 y 7 del art. 29, en concordancia con el art. 73 ibídem, impuso

la pena modificada de un mes de prisión, y el pago de la multa de treinta

dólares de los Estados Unidos de Norteamérica.

Pese a estar de acuerdo con la decisión de fondo, adoptada por el

Tribunal de Casación, del que soy jueza integrante, esto es, declarar el

abandono del recurso de casación interpuesto por el procesado Manuel Alberto

Sánchez Paredes; e, improcedente el recurso de casación interpuesto por el

acusador particular y procurador común, Ángel Armando Cherres Proaño, pero

no falta de fundamentación como así se lo señala en el voto de mayoría; sino

simplemente, porque la fundamentación efectuada, jurídicamente no procede,

ya que la sentencia dictada por el ad quem, es acorde con los hechos y

derecho; y, declarar improcedente el recurso de casación interpuesto por el

1

procesado César Javier Moyano Carrasco; así como, aceptar el recurso de

casación del procesado Julio Enrique Andrade López, reformando parcialmente

la sentencia recurrida al dictar a su favor sentencia absolutoria, cancelando

todas las medidas cautelares que se hubiesen dictado en su contra; as! como,

por lo demás, confirmar la sentencia impugnada y disponer se oficie a la

Fiscalía General del Estado, a fin de que se insista en la investigación sobre la

participación o no del ciudadano Abraham Isaías Paredes Paredes, quien

fungió como Gerente General y Representante Legal de la compañía Mokalipso

S.A., al tiempo de ocurrido los hechos. Agrego este voto razonado, respecto de

algunos aspectos del fallo citado, que a continuación detallo.

En primer lugar, y en términos generales, bajo la consideración de que,

como bien lo señala Robert Alexy, un problema central de la práctica jurídica,

es precisamente el de la fundamentación de las decisiones jurídicas y, en

particular, de las decisiones judiciales; sobre todo porque, como señala este

autor: «De que sea posible una argumentación jurídica racional depende no

sólo el carácter científico de la jurisprudencia, sino también la legitimidad de las

decisiones judiciales’1 Es por ello que, en la sentencia que ahora se concurre,

se busca argumentar de manera mas profunda el obiter dieta que llevo tomar la

resolucion que queda indicada, para lo cual, se seguira un camino, que acorde

a la estructura misma de toda sentencia (parte expositiva, motiva y decisoria),

ahondará en cada uno de los puntos y subpuntos, incluso con refuerzos

doctrinarios, que permitirán despejar y dejar sentada de manera didáctica y

entendible el problema juridico en ciernes, traido via recurso de casacion, y el

porque del fallo

1. De los Antecedentes

1.1. De una nota aclaratoria

Partiendo de la premisa que, con una adecuada explicación y detalle de los

sucesos procesales, previos al dictar sentencia, se logra cumplir con el

1 ALEXY, Robert. Teoría de la argumentación jurídica. La teoría del discurso racional como teoría de la fundamentaciónjurídica. Traducción de Manuel Atienza e Isabel Espejo. Palestra Editores. Lima 2010. Pág. 25

2

principio de publicidad, establecido en el artículo 13 del Código Orgánico de

Función Judicial, y con el cual se busca “... consolidarla confianza públi

la administración de justicia 2. recordando que, los administrador’

justicia, a diferencia de otras autoridades públicas, no somos nombi

mediante un proceso electoral democrático, y por lo tanto, nuestra legitim~

depende en gran medida de las actuaciones jurisdiccionales, las cuale~

mediante el principio de publicidad, pueden llegar a ser analizadas por la

ciudadanía, por lo que es propicio el otorgar medios idóneos, para que se

pueda valorar el trabajo que diariamente es realizado por los órganos

jurisdiccionales del Estado; se vuelve necesario, que con el acápite de los

antecedentes, se permita al lector de la sentencia de casación (sujetos

procesales que no son precisamente los abogados, y a los abogados)

entenderla cabal y debidamente; ya que, como quedó indicado, por el principio

de publicidad, y sobre todo porque los fallos de la Corte Nacional se publican

en el Registro Oficial, el lector es el público en general, y es más, servirá

finalmente, como fuente de análisis, estudio y consulta, tanto a nivel nacional

como internacional; de allí que, el precisar detalladamente los antecedentes,

permitirá establecer un mecanismo adecuado para comprender el proceso, y

poder conocer las causas del porqué de su arribo a sede casacional; así

también, permitirá legitimar a las juezas y jueces por el cumplimiento de todas

las fases procesales, que por mandato legal, debe tener y/o superó el proceso

penal; brindando, finalmente, un cabal entendimiento del caso que se juzgó y

del que cuya resolución, se ha impugnado, aduciendo contener errores de

derecho.

Debemos recordar además, que nuestras sentencias forman parte de la

fuente formal del derecho conocida como jurisprudencia, esto es, “... el

conjunto de principios y doctrinas expresadas en las sentencias judiciales (...)

que orientarán el criterio de los abogados y estudiosos del derecho... “a; por

ello, es de vital importancia que se exprese aquel basamento procesal fáctico e

histórico al cual se va a aplicar el derecho, pues contrario sensu, poco

entenderá el lector sobre la aplicación del derecho, al caso concreto. No por

2 ROXIN, claus. Derecho Procesal Penal, Tomo II. Editores del Puerto. Buenos Aires, Argentina. Año 2008. Pág. 109.SALGADO PESANTES, Hernán. Introducción al Derecho, Un Esbozo de la Teoría General del Derecho, v&M

Gráficas. Quito, Ecuador. Año, 2010. Págs. 123,124.

—‘2

~

3

nada la doctrina considera como un elemento de vital importancia a la parte

expositiva de la sentencia, y previene que las partes expositiva y considerativade ésta, también pueden hacer vislumbrar vicios de congruencia en el fallo.

1.2. De los antecedentes del caso sub iudíce

El 2 de mayo de 2009, a las 12h00, los agentes de la Brigada de Homicidios

de la Policía Judicial, Cabo Luis Carrillo y Cabo Jhon Flores, han realizado el

levantamiento de los cadáveres de quienes en vida fueron MARJORIE

ALEXÁNDRA CHERREZ GONZÁLEZ de 22 años de edad, EVELYN

GEOVANNA CHERRREZ GONZALEZ de 24 años de edad, THAMIA

SAMANTHA CHILIQUINGA CHIRIBOGA de 19 años de edad, MIGUEL

SANTIAGO MENA VILLAMARIN de 29 años de edad y JOSELYN ANGELA

CHERREZ GONZALEZ de 17 años de edad; diligencia cumplida en la suit 5-5,

del motel Kalipso, ubicado en las calles las Avellanas y Eloy Alfaro de esta

ciudad de Quito; donde habían sido encontrados dos cuerpos de sexo

femenino en la cama de la habitación; y, los otros restantes tres cuerpos, dos

de sexo femenino y uno de sexo masculino, en el baño de la suite en el garaje

de la habitación se había encontrado un vehículo marca FORD EXPLORER de

placas PTP-697, en el lugar ademas se habian recogido una serie de

evidencias, las cuales se detallan en el parte policial elaborado por el agente

investigador Luis Carrillo. La teoría del caso que se ha manejado desde un

primer momento, por parte de los investigadores y por el profesional de la

medicina que estuvo presente, fue que la causa de la muerte se debió a

intoxicación por monóxido de carbono.

El 25 de agosto de 2009, la Fiscalía estableciendo que el posible hecho

punible era un delito culposo tipificado y sancionado en el art. 459 deI Código

Penal, ha dado inicio a la instrucción fiscal en contra de César Javier Moyano

Carrasco, Julio Enrique Andrade López y Manuel Alberto Sánchez Paredes;

misma que concluyó con dictamen acusatorio en contra de César Javier

Moyano Carrasco de quien se ha señalado era la persona que en

representación y titular de la empresa Alcanun Ingeniería, realizó el diseño e

instalación del sistema de gas de paso continuo para el motel Kalipso, por lo

4

que la Fiscalía le acusó en calidad de autor de la infracción penal tipificada y

sancionada en el art. 459 y 460 ibídem1 solicitando el correspondiente llam~

a juicio; respecto de Julio Enrique Andrade López, de quien se ha sei

realizó la inspección No. 6723 de fecha 3 de julio de 2008 a partir de la

otorgó el permiso de funcionamiento del cuerpo de bomberos No. 0011

Fiscalía igualmente ha emitido dictamen acusatorio, en calidad de aui

mismo delito, solicitando el respectivo auto de llamamiento a juicio; con relaciót

al procesado Manuel Alberto Sánchez Paredes, de quien se ha indicado fue

quien otorgó el permiso de funcionamiento, también la Fiscalía lo ha acusado

por el tipo penal del art. 459 del Código Penal previsto como homicidio

inintencional en calidad de autor.

El dictamen fiscal acusatorio, no es acogido por el Juez Décimo Tercero de

Garantías Penales de Pichincha, quien el 29 de marzo de 2010, mediante auto

señala:

.si bien es verdad se ha justificado la materialidad de la infracción, pero no se ha

justificado la responsabilidad de los procesados César Moyano, Julio Andrade y Manuel

Sánchez, o por lo menos existe una duda razonada de sus responsabilidades, habida

cuenta que los procesados no tienen el dominio del acto, tampoco tiene la calidad de

garantes, al no ser administradores y propietarios, por ende no eran las personas

obligadas a dar mantenimiento a las instalaciones y peor solicitar a las autoridades

respectivas las revisiones de las instalaciones y dar el mantenimiento respectivo (...sic...);

en tal virtud considerando que los elementos en los que la Fiscal ha sustentado la

presunción de participación de los imputados, no son suficientes, en estricta aplicación a lo

estatuido en el Art. 241 del Código de Procedimiento Penal, DICTO AUTO DE

SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL DEL PROCESO Y DE LOS PROCESADOS CESAR

XAVIER MOYANO CARRASCO, JULIO ENRIQUE ANDRADE LOPEz Y MANUEL

ALBERTO SANCHEZ PAREDES, declarando que por el momento, no se puede continuar

con la etapa del juicio...

Esta resolución es apelada por el acusador, procurador común, Ángel Armando

Cherres Proaño y el Agente Fiscal, ante la Primera Sala Especializada de lo

Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, quien acepta los recursos

propuestos y revoca el auto de sobreseimiento provisional del proceso y de los

procesados y en su lugar dicta auto de llamamiento a juicio en contra de César

C-4n~ ee

¿fr t»~~

5

Xavier Moyano Carraso, Julio Enrique Andrade López y Manuel Alberto

Sánchez Paredes, por considerarles presuntos autores y responsables del

delito tipificado y sancionado en el art. 459 y 460 del Código Penal.

Por sorteo, se radica la competencia en el Tribunal Octavo de Garantías

Penales de Pichincha, que el 2 de septiembre de 2010, dictó sentencia de

culpabilidad, condenando a Julio Enrique Andrade López, Manuel Alberto

Sánchez Paredes, y, César Javier Moyano Carrasco a la pena de seis meses

de prisión correccional, por considerarles autores del delito de homicidio

inintencional tipificado y sancionado en el art. 459 y 460, en concordancia conlos arts. 12, 14 y 42 del Código Penal; y, aplicando a su favor las circunstancias

atenuantes puntualizadas en los numerales 6 y 7 del art. 29, en concordanciacon el art. 73 del Código Penal, se modifica la pena impuesta por la definitiva

de treinta días de prisión correccional y al pago de la multa de treinta dólares

de los Estados Unidos de Norteamérica.

El Tribunal, basa su sentencia con fundamento a los siguientes medios

probatorios aportados por los sujetos procesales en la audiencia de juicio oral

- Testimonio de Angel Armando Cherrez Proaño quien ha manifestadoser el padre de las fallecidas Angela Majori Alexandra, Evelyn Giovanna

y Joselin Angela Chérrez González; que el viernes 1 de mayo ha estado

trabajando en la ciudad de Latacunga, que cuando llegó al día siguiente

por la mañana su esposa había estado preocupada porque sus hijas no

habían regresado; que a las once de la mañana le habían informado que

estaban fallecidas, que con un amigo ha llegado al motel Kalipso y ha

sentido el olor a gas, que ahí ha tomado procedimiento criminalística,

que han visto los cadáveres, que luego se ha dirigido a la Policía Judicial

para la orden de las autopsias, que en el anfiteatro le han confirmado

que era la muerte accidental por monóxido de carbono; que ha señalado

que existen registros del motel que ingresaron a las 20h30.

- Testimonio de Sara Elizabeth Chiriboga Palacios, que ha señalado que

Tania Chiliquinga Chiriboga era su hija, que el 30 de abril, Majori ha ido

a pedirle permiso para su hija, que el 1 de mayo, ha viajado al Carchi,

que ese día a las 20h00 su hija le ha llamado y pedido permiso porque

6

se iba a bailar, de allí no se ha conectado más, que el 2 de mayo, le h

llamado a su hermano para decirle que su hija ha fallecido, q

llegado a la morgue a las 23h00, que había conversado con su hii

20h00 del celular de Joselyn.

- Testimonio del Cabo Primero de Policía Luis Benito Carrillo Calv~

ha manifestado trabajar en la Unidad de Homicidios de la ~

Judicial, que el 2 de mayo ha estado de turno de levantamiento de

cadáveres, que la central de patrulla le dispuso trasladarse con el Cbo.

Jhon Flores al Motel Kalipso; que ha tomado contacto con el señor

Abraham Paredes, quien los ha llevado a la suit No. 5, que ha

constatado la presencia de cinco personas muertas, dos de sexo

femenino acostadas en la cama, y tres personas en el baño, dos

mujeres y un hombre, con la piel de color rosado y saliva espumosa en

la boca; que ha llamado a Criminalística para el levantamiento de los

cadáveres; que han hablado con el administrador, quien les ha señalado

que las personas ingresaron al motel el primero de mayo, a las 20h30 en

un vehículo y que a las 20h40, pidieron aguas, presumiendo que iban a

tomar con el licor que habían llevado; que han constatado la presencia

de unos calefones en la planta baja en donde estaba el vehículo; que el

personal de Criminalística ha solicitado al conserje prender los calefones

y han detectado un olor fuerte, que se ha llamado al Cuerpo de

Bomberos, quienes con un medidor han manifestado existir presencia de

monóxido de carbono en el lugar.

- Testimonio del Cabo Segundo de Policía Juan Carlos Guerrero Arévalo

que ha señalado trabajar en el Departamento de Criminalística de

Pichincha, que ha realizado el informe de inspección ocular, que el 2 de

mayo de 2009, a las 12h00, ha atendido un llamado de la central de

radio patrulla para concurrir al Motel Kalipso, que se ha trasladado a la

suit No. 5, que han procedido a abrir y ha estado un vehículo, color azul,

marca Ford Explorer, apagado, puesto las seguridades; que ha

ingresado al vehículo luego del levantamiento de los cadáveres, que en

el cadáver de sexo masculino en sus bolsillos ha encontrado las llaves,

que se han tomado fotografías y se han fijado evidencias de botellas de

agua, botellas de licores y de un calefón al costado derecho de la puerta

7

de ingreso al lugar1 que se ha llamado al cuerpo de bomberos para que

realicen las mediciones del ambiente, para establecer si había algún

tóxico; que el personal de medicina legal en sus reconocimientos han

presumido que una de las posibilidades de la muerte era la existencia de

monóxido de carbono; que ha señalado que no existía alarma ni ducto

de evacuación, que había una ventana que estaba cerrada, que el

calefón está instalado en la parte baja en el área de parqueadero, que el

área presenta una puerta de ingreso de vehículo, que en la puerta

existían unas rejas de ventilación, que en el calefón había conductos de

ingreso de gas y salida de agua.

- Testimonio del Doctor Franklin Gonzalo Villares Paredes, médico legista,

que ha señalado haber realizado la autopsia de Evelyn Giovanna

Chérrez González, que lo llamativo ha sido la coloración de las livideces,

de color rojo cereza, que tal coloración era por intoxicaciones por

monóxido de carbono o por hipotermia, que la causa de la muerte, ha

sido por edema agudo de pulmón; que para comprobar el tóxico ha

mandado un estudio al laboratorio, que se pensaba que era por una

exposición aguda de monóxido de carbono; que la emanación de

monóxido de carbono, se daba por cualquier combustión incompleta en

calefones, combustion de gasolina, motores de vehículos

- Testimonio del Doctor Frecidy German Herrera Almagro, médico legista,

quien ha señalado haber realizado la autopsia de los cuatro cadáveres,

que presentaban características comunes y fallecen por edema agudo

de pulmón, que lo que le ha llamado la atención, ha sido el color rosado

cereza que era común en las personas, por la producción de monóxido

de carbono, que puede provenir de quemar madera, combustibles de

petróleo, gasolina, tabaco, todo lo que contenga carbón se combustiona

y produce monóxido de carbono.

- Testimonio de Casilda Beatriz Vargas Paredes, bioquímica farmacéutica,

que ha señalado trabajar en el Instituto Nacional de Higienes lzquieta

Pérez, que ha realizado el análisis toxicológico en las muestras de

sangre remitidas por el Departamento Médico Legal de la Policía

Judicial, que en las muestras de las cinco personas se han realizado

análisis para determinar alcohol etílico, alcohol metílico,

8

carboximoglobina, drogas psicoactivas y cianuro; que en Joselyn

Chérres, el alcohol etílico ha dado positivo, en carboximoglobina h~

encontrado una concentración de 81.8%, que la concentración

mayor al 60% se produce por la absorción de monóxido de carbon

ha encontrado drogas psicoactivas ni presencia de cianuro; qw

Marjorie Cherres, los resultados han sido, en alcohol etílico 0.16 gra.

por litro, sobria, en carboximoglobina una concentración del 71%, dentro

del nivel letal; que en Evelyn Cherrez, el alcohol etílico ha estado en 0,95

gramos por litro, estado de euforia, en carboximoglobina una

concentración del 85,3% de nivel letal; que en Tania Chiliquinga ha

encontrado en alcohol etílico 2,02 gramos por litro, estado de estupor, en

carboximoglobina una concentración de 89,4%, letal; que en Miguel

Mena, ha encontrado, alcohol etílico 1,56 gramos por litro, mala

concentración de la memoria, en carboximoglobina una concentración de

84,6%; que de los cinco casos la presencia de carbono ha estado en la

concentración letal.

- Testimonio del Capitán de Policía Christian Esteban Rengifo Dávila, que

ha indicado ser miembro de Criminalística, Jefe del Departamento

Accidental, que las víctimas han tenido una coloración rojo carmín que

orienta a una intoxicación de monóxido de carbono, que ha llegado al

lugar de los hechos y ha observado un vehículo Ford, en la zona de

garaje donde se encuentra el calefón, en la segunda planta ha

observado dos víctimas en la cama y las otras tres en el baño; que ha

verificado que faltaba el conducto evacuador de los gases de

combustión, que el calefón está mal instalado, que el orificio comunica

con otro calefón, en otro garaje que podían ser dos fuentes de

generación; que si la fuente de gases no era el vehículo, era el calefón

mal instalado; que los lugares para ingresar el aire no están de acuerdo

con las normas nacionales e internacionales; que las normas INEN y

ordenanzas municipales guiaban a los técnicos en la investigación de

cómo hacer una instalación; que acorde lo que indicaba la técnica, no

había un sistema de evacuación real; que entre cinco personas se

consumía más el oxígeno; que si han ingresado a las 20H30, y se les ha

encontrado al medio día, había más tiempo para la intoxicaci6n mortal,

— fJ -

en /4

9

que se han encontrado 48 y 76 partes por millón de monóxido de

carbono, lo que implicaba que era el tiempo, no la cantidad; que se ha

visto un poco de dinámica en lo que ha pasado, que ha habido la

intención de ayudar de una persona a otra.- Testimonio del Doctor en química Jorge Isaac Galarza González, perito,

que ha señalado, que cuando han llegado al Motel Kalipso, sin recordar

cuantos días posteriores al hecho, estaban unas treinta personas con un

aparato medidor de carbono, que entre todo han hecho mediciones de

todos los lugares y han tratado de hacer una valoración similar a los

hechos, que han traído un carro, que han hecho mediciones, con el

vehículo prendido, que los datos que ha dado el aparato no se podían

manipular, que han sido: fuera del garaje O partes por millón, dentro del

garaje con la puerta abierta 19 partes por millón, dentro del garaje con la

puerta cerrada 40 partes por millón, dentro del garaje con el motor del

carro prendido 146 partes por millón, en el garaje con el calefón prendido

84 partes por millón, en el dormitorio 65 partes por millón, que al poner el

calefón en su posición máxima con el nivel alto, luego de media hora,

subió de 65 a 85 partes por millón; que no contaba con ducto de

ventilación, que los calefones contenían alarma de monóxido de

carbono, que está ubicado en lugar no apropiado.

- Testimonio de Jorge David Galarza Arizaga, que ha indicado trabajar

con su padre en la empresa de calefones, que realizó la medición de

monóxido en el motel Kalipso, que las partes por millón no son normales

en un establecimiento.

- Testimonio de la Ingeniera Ambiental Ilia Mercedes Alomia Herrera, que

ha manifestado, haber ido por disposición de la Intendencia de Policía al

Motel Kalipso, que no podía informar sobre la presencia de gases, no ha

realizado la inspección de la habitación donde han muerto los jóvenes,

que fue del estado del local para su reapertura, que ha hecho pruebas

de monóxido de las habitaciones asignadas, que midió a un metro del

calefón la cantidad de monóxido que se generaba después de cinco

minutos de prendido, que la mayor parte generaba menos de 5pp, que

por el tipo de instalación, se debía poner detectores de monóxido de

10

carbono, que la revisión de los calefones ha sido realizada por los

bomberos en el mes de mayo, a la semana siguiente a los hechos.

- Testimonio del Ingeniero en sistemas Fermin Antonio Vallejo S

que ha indicado ser el cajero del Motel Kalipso, que el 1 de

2009, ha recibido a los ocupantes, que han llegado a las

reportar cuantas personas ingresaban, que una vez que han

una hora después, han pedido cuatro aguas, que se han dem~

pasarlas unos diez minutos, que han escuchado el audio del equipo

sonido y no han tenido más contacto; que ha trabajado hasta las 9h00,

del día siguiente, que ha realizado llamadas telefónicas para indicar que

se les ha cumplido el plazo de doce horas, que ha dejado la novedad

cuando ha salido de su turno, que no han contestado.

Testimonio de Abraham Isaías Paredes, que ha señalado que el Motel

Kalipso era de su propiedad y de otros dos socios, su hijos, que el 2 de

mayo, ha llegado al motel en recorrido rutinario, que el cajero le ha

informado que en la suite 5, habían ingresado en la noche, que al

cumplirse las doce horas han llamado y no han contestado, que ha

insistido y no le han contestado, que ha dispuesto que quiten la energía

eléctrica, que ha vuelto volvió a llamar, que se ha acercado a la ventana

de servicio, que ha visto a dos chicas en la cama, que no veía que

respiraban, que allí ha pedido que llamen a la policía quienes han

llegado a los quince minutos y han tomado procedimiento; que laboraba

desde el 2008; que cuando ha estado en construcción han hecho tres

cotizaciones para la instalación de calefones, que ha contratado con

Alcano cuyo representante ha sido el Ing. Moyano, que los lugares de

los calefones han sido en consenso, entre el lng. Moyano, el residente

de obra y su persona; que obtuvo los permisos del Municipio de

habitabilidad, el permiso ambiental, que no recuerda la fecha de la

licencia de funcionamiento, que todos los documentos estaban al día,

que turismo no emitió el permiso por falla administrativa, que si le ha

visitado el Cuerpo de Bomberos, que le hicieron observaciones pero no

recuerda cuales, que desde que recibió los calefones una limpieza se

hizo a los seis meses, que no recuerda cuantas limpiezas se hicieron,

que la empresa de calefones le había dicho que cuando empiece a

4c c~c~ /0

11

funcionar no se olvide de la limpieza, no recuerda si le otorgaron

garantía, que el ingeniero Moyano había dado una charla al personal, del

funcionamiento de los calefones, indicando que no metan la mano y que

llamen al ingeniero, que muy pocas ocasiones pasó, que se llamaba la

ingeniero e inmediatamente mandaba la técnico.

- Testimonio de José Roberto Madero Pazmiño, quien ha manifestado que

a mayo de 2008, ha trabajado en el Cuerpo de Bomberos, que ha ido a

la inspección, que la función ha sido inspeccionar los sistemas de

prevención contra incendios, que en la primera inspección no ha

cumplido, que no revisan el sistema de GLP, que el sistema lo revisa el

departamento técnico cuando se instala, que cuando hacen la

inspección verifican los riesgos, quemadores, duchas, calefones, que no

era su obligación verificar los calefones, que vio que había calefones,

que había indicado que previo a otorgar el permiso se ponga un rótulo

de seguridad, que en la reinspección no se ha cumplido los requisitos y

nuevamente ha indicado que no se otorgue el permiso.

- Testimonio de Luis Fabián Heredia Vera, bombero, quien ha señalado

que si asistió a la medición de gases de oxígeno y de monóxido de

carbono, en el Motel Kalipso el día de los hechos, a pedido de

Criminalistica, que ha tomado cuatro muestras con intervalos de tiempo,

que en la primera medición fueron lopp, en la habitación 528 y en el

garaje fue 516, dentro de la habitación funcionando el calefón la primera

muestra de 528pp, la segunda muestra de 516pp, que no creen que

sean mortales; que luego de la ventilación de 10 minutos, bajó a 0,22 pp

y luego bajó a 0,12 pp, que existía ventilación en el lugar, que en la

puerta, en el garaje existía ventilación inferior, de unos orificios continuos

de unos 0,5 a 0,1 centímetros de diámetro; que en las gradas, también

ha existido ventilación, hay tres orificios de 15X15, en la parte superior

existe ventilación en el techo y en duchas; que el día 4 de mayo de

2009, a las 9h30 retornó a tomar una nueva muestra para sacar una

media de la medición, que la muestra más cercana al calefón fue de

500pp, que a medida que uno se va alejando se disipa, que ya

promediando es de 300pp; que de su experiencia ha señalado, que en

los incendios el rango de monóxido es superior, de los calefones las

12

C?4 ¿~~C4 4mediciones nunca han pasado de 700pp, que todo dependía de las

corrientes de aire para la ventilación, que esto hacía que el gas

permanezca o se ventile.

- Testimonio de Sonia Azucena Villamarin Mena, que ha señalado q ~fJ’ ~hijo Miguel Santiago Mena Vlllamarín, el 1 de mayo de 2009, ~ha ~ ‘~)llamado a las 18h00, que luego le ha llamado a las 20h00 para d ci~e~sPEc~uzAoÁ~aLopENÁl, /que estaba recibiendo un carro de cemento, que cuando ha llegad

las 21h00 a su casa él no estaba, que le ha marcado a su celular a las

21h30 y que no le ha contestado, que al siguiente dra a las 11h00 ha

recibido la fatal noticia.

- Testimonio del acusado Julio Enrique Andrade López, quien ha

manifestado, que con el señor Roberto Madero, el 13 de junio de 2008,

ha acudido al Motel Kalipso, por pedido del señor Paredes, a fin de

revisar las recomendaciones del primer informe, que han recorrido las

instalaciones y no se han cumplido las observaciones, por lo que han

dejado otro informe para otra visita; que el 3 de julio del 2008 ha habido

otro pedido del propietario del Motel para otra visita, que ha ido solo, que

ha hecho el recorrido y ha constatado que las recomendaciones del 13

de junio había cumplido, que dejó el papel aprobando pero debía

presentar previo, un plan de emergencia para el permiso, que en su

competencia no está verificar el plan de contingencia, que hay personas

superiores que lo aprueban, que lo que se revisaba para otorgar un

permiso de funcionamiento, eran equipos contra incendios, extintores,

lámparas, señalización, normas INEN 439, que habla de la rotulación en

las vías de evacuación, 440 que habla de la coloración de las tuberías,

que no conoce las normas 424 y 2260, que no se estipulan en su

reglamento, que solo revisan el sistema contra incendios.

- Testimonio del acusado Manuel Alberto Sánchez Paredes, quien ha

manifestado que en octubre de 2008, se ha hecho cargo de la Jefatura

de Prevención de Incendios, que tratará de demostrar que no existía

responsabilidad, en lo que se les imputa; que en la parte administrativa,

el usuario solicita inspección, compra la solicitud, dejan a la secretaria,

ingresaba e inmediatamente pasaba al supervisor de inspectores, se

distribuye el trabajo y el coordinador de inspectores se hacía cargo, que

13

una vez que se hacía la inspección, el inspector le pasaba al

coordinador, este al jefe de coordinadores, que luego él revisaba el

contenido y sumillaba, que los informes iban a la Comandancia

Operativa, que uno de los digitadores ingresaba, asegurándose que se

cumplían con los requerimientos, que de ahí pasaba a otra señorita que

emitía el permiso, en el que ponía un cliché son su firma.

- Testimonio del acusado César Javier Moyano Carrasco, quien ha

señalado que ha sido injustamente involucrado en este proceso por

criterios antojadizos, que se enteró del caso días después, por la prensa,

que él cumplió con los parámetros de un contrato y de experiencias, que

las normas son nacionales e internacionales, que el 15 de noviembre de

2006, ha firmado un contrato con el licenciado Abraham Paredes para la

instalación de gas centralizado, que cuando ha sido contratado otorgó

las mejores garantías técnicas; que el perito, que ha realizado la pericia

ha sido su competencia; que el 22 de agosto de 2007, han obtenido el

permiso de idoneidad de gas centralizado del cuerpo de bomberos de

Quito; que el 24 de agosto han hecho la entrega formal al señor

Paredes, que el sistema ha quedado operativo, que han hecho las

pruebas pertinentes con los dueños del Motel, que se ha realizado una

capacitacion a los empleados, se ha firmado los papeles por las dos

partes, que ahí se ha terminado la relación contractual, dejando en claro

que el mantenimiento era obligación del señor Paredes, representante

legal del Motel Kalipso; que los hechos han ocurrido luego de dos años

de haber sido instalados los equipos, que han dado garantía del equipo,

más no del mantenimiento, limpieza y recalibramiento, que han cumplido

con todas las normativas.

- Testimonios de Edgar Muñoz Herrera y Edwin Javier Cárdenas Ramos

que han realizado el peritaje al vehículo.

- Testimonio de Daniel Neptalí Vizuete Valverde, Presidente del

Subcomité Técnico de Norma, que ha indicado que si visitó el Motel

Kalipso, verificando la ubicación del calefón y las ventilaciones en la

puerta, que la norma decía que debe haber ventilación, que en la puerta,

de acuerdo al número de agujeros, han sido cuatro grupos, de 21

agujeros; que la puerta no era hermética, que la ubicación del calefón ha

14

‘~W’2

estado en el parqueadero, que era superior a lo mínimo establecido, que

no tenía ducto porque es un establecimiento comercial, que

entradas superior e inferior para que haya el intercambio de oxi

que el mantenimiento de gas era cada dos años, que se recom

hacer un mantenimiento una vez al año por el uso de artefactos.

La sentencia del Octavo Tribunal de Garantías Penales de Pichincha es

apelada por los sentenciados, ante la Primera Sala Especializada de lo Penal

de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, quien mediante sentencia de 22

de noviembre de 2010, a las 11h26, confirma en parte la sentencia recurrida,

esto es acepta los recursos de apelación propuestos por Manuel Alberto

Sánchez Paredes y César Javier Moyano Carrasco, considerando que del

universo probatorio se desprende que no han tenido ninguna responsabilidad,

razón por la cual se dicta a su favor sentencia absolutoria; con respecto a Julio

Enrique Andrade López, por considerar que la prueba actuada en el juicio ha

sido idónea y suficiente como para determinar su responsabilidad , confirma la

sentencia dictada en su contra.

De esta sentencia, Ángel Armando Cherrez, Proaño, acusador,

particular, y los procesados Manuel Alberto Sánchez Paredes, César Javier

Moyano Carrasco y Julio Enrique Andrade López, interponen recurso de

casación, que es el que ahora nos ocupa.

2. ARGUMENTOS Y FUNDAMENTACIÓN DEL RECURSO.

El 5 de julio de 2012, a las 10h10, ante este Tribunal de Casación, se llevó

a cabo la audiencia oral pública y contradictoria, de fundamentación del

recurso, acorde a lo previsto en el art. 352 del Código de Procedimiento Penal.

2.1. Del acusador particular Ángel Armando Cherrez Proaño.

Quien para fundamentar su recurso, por intermedio de su abogado

patrocinador, Dr. Ramiro José García Falconí, ha manifestado: que, la

sentencia impugnada ha constituido una muestra de arbitrariedad en la

15

decisión judicial, que presenta una falta de sindéresis de premisas y

conclusiones una aplicación equivocada de la ley; que la valoración probatoriaha sido inadecuada, que la conclusión a la que llegó no tiene relación con las

premisas, que la aplicación de las normas son erradas y, que la aplicación

doctrinaria ha sido inexistente.

Destaca, que en la sentencia recurrida, en el punto seis del considerando

sexto se hace un análisis de responsabilidad en el que se refieren al perito

Jorge Isaac Galarza González, quien en su declaración ha manifestado que el

calefón se encontró mal instalado, que no existió alarma, ni chimeneas, ni

ductos de ventilación; el recurrente, indica, que la conclusión a la que llegaron

los jueces provinciales es que César Javier Moyano Carrasco, quien instaló el

calefón, no tenía ninguna responsabilidad; recalca que no hay coherencia entre

las premisas probatorias y la decisión en la sentencia, que en este caso existió

una indebida aplicación de la norma que permitió considerar inocente a una

persona pese a existir pruebas fehacientes de su responsabilidad.

Señala, que en el caso de Julio Enrique Andrade López existió, una

indebida aplicación de la norma con relación a la aplicación de la pena.

Manifiesta que el presente caso se trató de un delito culposo; que se

debería sentar un precedente jurisprudencial del mismo, ya que hasta la

actualidad la concepción de este delito ha sido naturalista, cuya definición se

considera como aquel que se comete por negligencia, imprudencia o impericia,

concepción que ha sido desechada por la dogmática; señala, que la dogmática

penal, ha desarrollado la teoría del delito culposo y la ha derivado en el deber

objetivo de cuidado. Hace una crítica en cuanto a la generación de

jurisprudencia en el país, señalando que sucede a la inversa de lo que pasa enotros países de mayor desarrollo jurídico, en donde primero se hace la

jurisprudencia y luego se da el cambio normativo; solicita, que más allá del

caso concreto, se haga un avance en la jurisprudencia en el caso del delito

culposo.

16

Indica, no haber problema, si el Tribunal de Casación, decide utilizar la

versión naturalista del delito culposo, ya que de igual manera se pi

demostrar la negligencia, imprudencia e impericia con la que actuó

Javier Moya Carrasco, señalando que instaló el calefón en un lugar inad

y no dejó ductos de ventilación, hechos que han sido manifestados

perito; que César Moyano, infringió su deber objetivo de cuidado al si

experto en materia de instalación de calefones, debiendo asegurarse que la

instalación tenga ventilación adecuada, ya que la emisión de monóxido de

carbono en esas circunstancias es mortal, que en este caso particular causó la

muerte de cinco personas.

Manifiesta, que es necesario remitirse a la relación de causalidad entre la

muerte y el hecho que la produjo; que, las cinco víctimas, murieron por

inhalación de monóxido de carbono producto de la errada instalación del

calefón.

Remitiéndose nuevamente a la sentencia impugnada, alega, que sin

explicar el por qué, los jueces provinciales no han hecho ningún razonamiento,

que se ha hecho una mera reproducción de pruebas, que no existió mención

alguna de las razones por las cuales aplicaron las normas al caso específico.

Alega, que dentro del proceso se debió contar, también, con el dueño del

motel, quien debió haberse asegurado que la instalación de los calefones que

contrataba para su local fuera adecuada y no pudieran producir la lesión o

muerte de personas.

Recalca, que la conclusión a la que llegaron los jueces provinciales, no

tiene sindéresis con las premisa planteadas en la sentencia; que en el caso

particular se han cumplido con todos los elementos para que se establezca con

certeza la existencia del delito, acto típico, antijurídico y culpable; aduce que el

tipo penal que debió aplicarse es el dispuesto en el art. 459 del Código Penal,

que evidentemente no hubo la intención de César Moyano de matar a nadie,

pero que sin embargo si hubo una falta de previsión y precaución.

C-7~ c~ 4

17

Reitera, que la Sala Provincial, sin ningún razonamiento y motivación, sinaplicar ningún principio dogmático y, contrario a la declaración del perito, llega

a la conclusión de que no se constituyó responsabilidad alguna; solicita que en

el caso de César Moyano, se apliquen los arts. 459 y 460 del Código Penal;

que con respecto a la pena, también existió una mala aplicación de la norma,

que el ordenamiento jurídico establece la proporcionalidad entre el delito y la

pena, que la medida para determinarla es el bien jurídico protegido, que en

este caso es la vida de cinco jóvenes; que quien instaló el calefón, César

Moyano, es absuelto, y a quien inspeccionó la instalación, el bombero, se lo

condena como autor del delito, que no puede ser considerado autor, puesto

que no generó el acto que causó la muerte; que lo que exige la dogmática

penal para que se considere como cumplido el delito culposo, es la infracción

del deber objetivo de cuidado y la vulneración del bien jurídico protegido; por lo

que, existió una indebida aplicación de la norma, en cuanto a los requisitos de

inocencia y en cuanto a la proporcionalidad de la pena; solicita al Tribunal de

Casación, aplicar la pena más alta establecida, por la gravedad del caso que el

caso tiene una connotación económica, el ahorro de costos, que solicita se

condene a César Javier Moyano Carrasco como autor, y a Julio Enrique

Andrade Lopez como complice

Solicita al Tribunal de Casación, avanzar en lo dogmático y definir a la culpa

como infracción al deber objetivo de cuidado; que se deje claro la ubicación

dogmática de la culpa, en sede de tipicidad; que se clarifique, que es materia

de casación la revisión de la valoración probatoria; concluye, solicitando que el

Tribunal de Casación, no solo corrija lo injusto de la sentencia impugnada, si no

que la Corte Nacional de Justicia avance brindando derecho y corrigiendo los

conceptos mencionados.

2.2. De los procesados Manuel Alberto Sánchez Paredes, César

Javier Moyano Carrasco y, Julio Enrique Andrade López.

Cabe indicar, que éstos procesados, interpusieron el recurso de casación,

bajo el patrocinio de un mismo Abogado, el Dr. Rigoberto Ibarra; que al ser

convocados a la audiencia pública y contradictoria, comparece el referido

18

profesional del derecho, quien al fundamentar los recurso interpuestos, ha

manifestado: que la Primera Sala de la Corte Provincial de Justicia de

Pichincha, dictó una sentencia primitiva, que no se puede decir que Cé~

Moyano Carrasco, tenía responsabilidad ya que no ha sido sentenciado si

ratificado su estado de inocencia, que el único declarado culpable es el ser

Andrade López.

Hace referencia a César Moyano Carrasco, que como gerente de Alcanos

Cía. Ltda., instaló, entre los meses marzo, abril de 2007, los calefones en el

motel, previamente al cumplimiento de las normas INEN 2260 y 2124, que en

aquella época era la forma correcta, que no existía el tipo penal específico, que

consecuentemente solo se basaba en una ley contra incendios.

Señala, que el bombero Julio Enrique Andrade López, en el 2008, solo

debía revisar que se cumpla una serie de normas para evitar incendios, que el

art. 256 del Reglamento de Previsión de Incendios, era el único que menciona

este tipo de instalaciones, que no existía una normativa que contemplara la

instalación de calefones; que, como resultado de los sucesos, en la nueva Ley

de Defensa contra Incendios, consta esta normativa; que antes de los hechos,

no existía una normativa específica, que solo se regían por las normas INEN.

Hace referencia al propietario del motel, Abraham Paredes, quien en su

declaración ha manifestado que jamás realizó el mantenimiento a los

calefones, que el Tribunal Penal, en su momento, emitió una orden de

detención en su contra por perjurio, en vista de las contradicciones en su

declaración, que nunca se inició una acción penal en su contra, que él era el

llamado a responder por el deber objetivo de cuidado, más no César Moyano

Carrasco que si cumplió con las normas INEN; agrega, que a Abraham

Paredes nunca se le incluye dentro del proceso, pese a que la Corte Provincial

señaló en su sentencia que debe investigarse con respecto a la

responsabilidad del mismo..

Señala, que el perito Galarza González, no estaba debidamente acreditado,

que tenía interés en la causa, que el perito hizo una diferenciación de dos tipos

—fi9--~n c~cfl 4fr- oc_øLt,

19

de calefones, uno de comercial que no necesita chimenea de ventilación solo

el cumplimiento de la norma INEN, y otro industrial que si necesita chimenea

de ventilación, que comparecieron a rendir su declaración los realizadores de

las normas INEN, que los testigos tenían experiencia, que la sentencia del

Tribunal de Garantías Penales, hizo referencia sólo a la experiencia del señor

Galarza, más no a la normativa vigente; que, el señor Moyano Carrasco no

tuvo responsabilidad alguna por un trabajo que realizó dos años antes de este

lamentable suceso, que como prueba debidamente actuada, los ingenieros del

municipio rindieron su declaración en la que se manifestó que el calefón supera

en veinte veces más el nivel de ventilación; que otro aspecto que no se tomó

en cuenta es el peritaje que se realizó al vehículo con el cual ingresaron las

cinco personas al motel, que el perito Fernando Muñoz, estableció que ese

vehículo fue la fuente de emanación de monóxido de carbono, y que esa era la

fuente principal que causó el fallecimiento de las cinco personas, que en el

vehículo existía vomitado en ¡as ventoleras, que esta sustancia no fue tomada

en cuenta para los exámenes toxicológicos, que las víctimas cuando llegaron al

motel se encontraban en estado de enfermedad por la emanación de monóxido

de carbono del vehículo, que el vehículo tenía dañado el tubo de escape.

Respecto de Julio Enrique Andrade Lopez, indica que no se puede

sancionar a una persona por haber inobservado una normativa que no estuvo

vigente; que en su condición de bombero e inspector, acudió al motel, no

solamente él, sino tres compañeros más, a realizar tres inspecciones, que ellos

simplemente debían controlar la normativa contra incendios; que no se puede

sentenciarle por cuanto no existía normativa, ni disposición legal que le

obligaba a cumplir con la inspección del calefón; que al haber falta de

normativa, hay que remitirse al Código Penal, que establece el principio de

legalidad, que el señor Andrade López después de tres inspecciones emite el

informe que pasa por diez secciones para que sea aprobado; que se debe

tomar en cuenta, el art. 76 de la Constitución de la República que establece el

debido proceso, que se debe aplicar el principio pro hominem.

Señala, que los dos procesados no tienen ninguna responsabilidad, que si

bien el derecho a la vida es importante, no se debe olvidar el derecho a la

20

libertad y la presunción de inocencia; concluye solicitando que el Tribunal

Casación ratifique el estado de inocencia de César Javier Moyano Carra~

Julio Enrique Andrade López.

2.3. De la delegada por la Fiscalía General del Estado

En el marco de lo dispuesto en el art. 352, inciso segundo, del Código Penal

que señala que en las audiencias de los procesos de casación que tengan por

objeto la impugnación de sentencias expedidas en proceso de acción penal

pública, se debe contar con la intervención del Fiscal General del Estado, o su

delegado; ha comparecido a la audiencia pública y contradictoria, la Dra.

Paulina Garcés Cevallos, quien señala: que deja en claro que con relación a

Manuel Alberto Sánchez Paredes, no hubo pronunciamiento alguno ni

fundamentación del recurso propuesto, por parte de su Abogado, Dr. Rigoberto

Ibarra, por lo que se debe declarar el abandono.

Indica, que el art. 349 del Código de Procedimiento Penal, es taxativo, que

de lo manifestado por el Abogado de los procesados, no se pudo establecer

con claridad cuáles son los argumentos por los que la Sala de la Corte

Provincial, aplicó indebidamente las normas de derecho, que la

fundamentación del recurso es ineficaz.

Señala, que debió haberse tomado en cuenta la declaración del

administrador del motel, quien ha manifestado que pasada una ahora de que

llegaron las víctimas al motel, realizaron una llamada a la administración

pidiendo botellas de agua; se pregunta: ¿cómo las víctimas pudieron llegar al

motel en un estado grave, a punto de morir, y luego de una hora llamar a pedir

botellas de agua?

Con relación a la fundamentación realizada por el abogado de los

procesados, sohcita que se deseche, por cuanto no ha podido ser sustentada

correctamente; señala, llamarle la atención el hecho de que no haya sido parte

procesal el propietario del motel, a pesar de que la Corte Provincial, si dispuso

que en el caso de Abraham Isaías Paredes Paredes se organice una

tS? -

CtALy4~? /4.

21

investigación, que este es un hecho que no puede tomarse en cuenta por elTribunal de Casación como un error de derecho, ni como parte de este recurso.

Señala, que coincide con lo manifestado por la acusación particular, que sibien ¡a sentencia recurrida es extensa hace una enumeración probatoria de

carácter técnico, que es inconcebible que dentro de un motel, un vehículo

apagado, pueda emitir algún tipo de combustión; alega que la Sala de ¡a Corte

Provincial, no hace ningún tipo de fundamentación sobre cuáles fueron ¡os

elementos que permitieron que se revoque una sentencia de condena y declare

una ratificación de inocencia; que no existe fundamento de cuáles fueron las

causas por las cuales el juzgador, existiendo condena, luego simplemente

absuelve al señor Moyano Carrasco sin ningún sustento que permita establecer

cuáles son las normas, ni una valoración probatoria, que hay falta de

motivación en ¡a sentencia.

Indica, que hay un error de derecho sobre ¡a calificación de la pena de

Andrade López, que fuera sancionado como autor, solicita la calificación de

cómplice.

3.- Del recurso de casación

El recurso de casación, previsto en nuestro ordenamiento jurídico en el

Libro IV, Título IV, Capítulo IV, arts. 349-358 del Código de Procedimiento

Penal, es una institucion establecida con el fin de garantizar ¡a correccion

sustancial y la legalidad formal del juicio previo exigido por la Constitución para

asegurar el respeto a ¡os derechos individuales y a las garantías de igualdad

ante la ley, inviolabilidad de la defensa, debido proceso, entre otras garantías

constitucionales; así como, y en tratándose de materia penal, el mantenimiento

del orden jurídico penal por una más uniforme aplicación de ¡a ley sustantiva.

El tratadista Claus Roxin, señala: “La casación es un recurso limitado. Permite

únicamente el control in ¡ure. Esto significa que la situación de hecho fijada en la

sentencia es tomada como ya establecida y solo se investiga si el tribunal inferior ha

22

incurrido en una lesión al derecho material o formal. As1 la

contraposición a la apelación, ha sido designada como segunda primera instan~

Gladis de Midón, señala que la casación, que viene del vocabl

cassare, derivado de cassus (vano, nulo), significa anular, abrogar, derog~

En doctrina, algunos juristas como Clariá Olmedo, nos refiere que se trata

de una apelación devolutiva, limitada en su fundamentación a motivos de

derecho; estos motivos pueden ser tanto de juicio como de actividad: in

iudicando como in procedendo. Cabe indicarse, que cuando la ley se refiere a

“inobservancia” y “errónea aplicación” contempla, en apariencia, casos

diversos; uno y otro, sin embargo, quedan comprendidos en el concepto de

violación de la ley sustantiva. El doble aspecto en que se la quiere considerar,

es un pleonasmo tradicional.6

La doctrina clásica, se basa fundamentalmente en la afirmación que dice:

que mediante el recurso de casación, sólo se puede intentar una revalorización

jurídica del material fáctico establecido en la sentencia; a diferencia del recurso

de apelación; es por ello, que en stricto sensu, la casación no constituye una

nueva instancia sobre los hechos, cual recurso de apelación, donde el tribunal

ad quem está facultado legalmente para practicar un reexamen ex novo de

todo el material probatorio. Al tribunal de casación le corresponde el control de

la aplicación de la ley sustantiva por los tribunales de instancia.

Por eso, se ha podido declarar, con razón, que el tribunal de casación no es

un tribunal de segundo grado con potestad para examinar “ex novo” la causa y

corregir todos los errores de hecho y de derecho que pueda cometer el juez de

ROXIN, Claus, Luis. Derecho procesal penal. Traducción de Gabriela Córdova y Daniel Pastor. Buenos Aires.Editores del Puerto. 2000. Pág. 466

DE MIDÓN, Gladis. La casación, control del ‘uicio de hecho. Buenos Aires. Rubinzal-Culzione Editores. 2001, pág.301° La doble enunciación deja de aparecer como repetitiva o redundante, tan pronto como se advierte que la referenciano debe hacerse a la ley en su totalidad, sino a sus disposiciones en particular, pues así resulta clara la distinción entrela simple no aplicación de una disposición (inobservancia) y la aplicación errónea de una disposición sustituyéndola aotra o la incorrecta interpretación de la ley aplicada (errónea aplicación). En el primer caso, el interesado sólo aduceque el juez a que debió aplicar una disposición que no aplica. En el segundo, aduce que el juez a quo aplicó mal unadisposición, siendo que debia aplicar otra o que aplicó mal la disposición.

Dentro de la terminología del código, inobservancia significa desconocimiento, desobediencia o falta de aplicación dela norma juridica. No se trata de un error en el modo de aplicarla, sino de una omisión de cumplirla. Errónea aplicaciónes la inadecuación o falta de correspondencia de la norma aplicada con el caso concreto, es decir, una norma esobservada o cumplida, pero no es la que debia aplicarse, oes aplicada con una mala interpretación de su mandato. Endefinitiva, la errónea aplicación implicaría siempre una inobservancia, y viceversa.

— CO—

)r-rn~ 4

23

sentencia, sino que es un “supremo guardián” del derecho sustantivo y

procesal, tanto para evitar la inobservancia o errónea aplicación de la ley

sustantiva, como la inobservancia de las normas procesales.

El recurso de casación, debe respetar los hechos de la causa fijados por el

tribunal de juicio, ateniéndose a ellos, dado que el recurso sólo procede sobre

la base de la situación de hecho establecida por la sentencia.

El punto más arduo, el problema central, y más difícil de la casación, es el

de la distinción entre hecho y derecho; sin embargo la diferenciación no debe

ser establecida con un criterio teleológico, fundado en la finalidad de uniformar

la jurisprudencia que se atribuye a la casación. Finalmente, la procedencia del

recurso de casación, está dada por el conjunto de requisitos necesarios para

que pueda el Tribunal de Casación, pronunciarse sobre el fondo de la

impugnación, y su examen debe limitarse a la procedencia o improcedencia dela casación.

4.- DeI análisis de este Tribunal de Casación

Partiendo de la premisa de que la suscrita, en aquellos casos en los queha actuado como jueza ponente, ha intentado dedicar este punto, presente en

la mayoría de las sentencias de casación, a encontrar la relación de esta

institución con otras figuras jurídicas relevantes, para el caso concreto; en el

sub ¡udice, tales figuras jurídicas, y atendiendo de un lado la solicitud de los

recurrentes, que también es el acusador particular, abordando los problemas

jurídicos planteados en esta sede de casación; y de otro lado, cumpliendo el rol

mismo de este Tribunal de Casación, se abordarán temas como: el delito

culposo y el deber objetivo de cuidado, todo ello en el mareo de la dogmática

penal y de las teorías causalista y finalista.

Para abordar los temas planteados y resolver el caso traído a sede

casacional, se lo hará a partir de cinco planteamientos a saber: 1) El tipo de

delito de homicidio inintencional, su concepción, acorde a nuestro

ordenamiento jurídico; u) Abstracción del caso sub ¡udice desde la óptica de la

24

teoría causalista; iii) Abstracción del caso sub ¡udice desde la óptica

teoría finalista; iv) El deber objetivo de cuidado; y, y) La dogmática

4.1. Acerca del homicidio inintencional, su concepción acoi

ordenamiento jurídico ecuatoriano, como un delito culposo.

En el caso que nos ocupa, el delito por el cual se ha sentenciado al

recurrente, Julio Enrique Andrade López, es el hecho antijurídico del “homicidio

inintencional”, tipificado en el Código Penal ecuatoriano, dentro del Libro II, De

los Delitos en particular; Título VI, De los Delitos contra las Personas; Capítulo 1

De los Delitos contra la Vida; arts. 459 y 460 que señalan: “Es reo de homicidio

inintencional el que ha causado el mal por falta de previsión o de precaución,

pero sin intención de atentar contra otro.”; “El que inintencionalmente hubiere

causado la muerte de otra persona, si el acto no estuviere más severamente

reprimido, será penado con prisión de tres meses a dos años y multa de ocho a

treinta y un dólares de los Estados Unidos de Norteamérica. “.

Es por este tipo delictual, en el cual, el bien jurídico protegido es la vida;

que, en primer lugar, el Tribunal Octavo de Garantías Penales de Pichincha,

luego de la prueba obrada en el juicio penal, dictó sentencia de culpabilidad en

contra de Julio Enrique Andrade López, Manuel Alberto Sánchez Paredes y

César Javier Moyano Carrasco, por considerarles autores de tal delito; y, en

segundo lugar, la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial

de Pichincha, al resolver en apelación el caso, consideró que de la prueba se

ha desprendido que Manuel Alberto Sánchez Paredes y César Javier Moyano

Carrasco no han tenido ninguna responsabilidad, por lo cual dictó sentencia

absolutoria; y, con respecto a Julio Enrique Paredes López, por considerar que

la prueba ha sido suficiente para determinar su responsabilidad, confirmó su

sentencia condenatoria.

Como quedó indicado, el homicidio constituye una conducta antijurídica

que consiste en atentar contra el bien jurídico de la vida de una persona física o

fl’Jeo~4 ~,

25

natural7. En el caso del homicidio inintencional el cual es un delito “culposo” ~

se produce por falta de “previsión” o “precaución” y sin la “intención” de

causarlo9.

Al delito culposo se lo ha de entender como el acto que produce unresultado descrito y sancionado en la ley penal, a causa de no haber previsto

ese resultado siendo previsible, o se previó confiando en que no se produciría,

en virtud de no observar un deber de cuidado que debía y podía percibir según

las circunstancias y condiciones personales.

Estaremos entonces, frente a un delito culposo, cuando se realiza unaconducta que produjo un resultado que ya la ley penal establece y sanciona, y

que por lo general es un resultado dañoso; por otra parte, ese resultado puede

ser conocido o desconocido por el ciudadano, pero que la ley nos impone el

deber de conocerlo o por lo menos de imaginar sus alcances, para luego

Descartando aquellas muertes que habiendo sido provocadas no son susceptibles jurídicamente de sanción penal porreputarse justificables en el caso de la legítima defensa.

Respecto del delito de homicidio, en general, en las disposiciones legales del Código Penal ecuatoriano encontramosinicialmente una directriz importante en cuanto se refiere a la presunción de “dolo’ en el homicidio, las heridas, golpes olesiones; así, nuestra legislación prevé que estos actos se reputan voluntarios, es decir con clara intención de provocardaños, permitiendo la posibilidad de que se pruebe lo contrario, es decir estamos frente a una presunción legal: ocuando sea evidente la ausencia del propósito o el fin para el cometimiento del acto, tomando en cuenta algunosdetalles como la localización de las heridas,

El “homicidio simple”, es aquel que se comete con la “intención” de causar la muerte, pero sin la concurrencia decircunstancias agravantes como por ejemplo que el acto delictivo se haya ejecutado con afán de lucro, es decir porprecio o por promesa remuneratoria o por medio de ensañamiento; se trata de un homicidio “doloso”, pues existe elánimo de producir la muerte en la víctima y su sanción puede ser de reclusión mayor de 8 a 12 años.

El “homicidio calificado o agravado” es el asesinato propiamente dicho, y para que se verifique deben concurrircualquiera de las circunstancias detalladas en el articulo 450 del Código Penal, entre éstas por ejemplo se encuentra laalevosía, es decir la ocultación moral del agente que esconde su ánimo hostil simulando amistad o disimulando suenemistad para dar muerte segura a la víctima,

El homicidio es “preterintencional” cuando existe la intención de causar daño ,pero no la muerte, sea mediante golpes oheridas: en el caso del homicidio producido por suministro de sustancias, el culpable será sancionado aunque nohubiere la intención de causar la muerte; pero se presumirá la existencia de dicha intención cuando la persona que lassuministre sea un médico; la figura de la preterintencionalidad entonces puede considerarse como una circunstanciaatenuante de la responsabilidad penal o criminal, pues ya hemos dicho que esta se configura cuando se causa un malsuperior al querido o planeado.

El término “culposo” generalmente se utiliza en materia de siniestros y seguros vehiculares, aunque también seutilizan acepciones como delitos imprudenciales o no intencionales

Hay que recalcar que hay distintas variaciones del homicidio en atención a la relación existente entre el homicida y suvíctima y esto varia según las legislaciones punitivas de los distintos paises, por ejemplo es el caso del parricidio, queconsiste en la muerte ocasionada a los ascendientes, descendientes, cónyuges o hermanos; el infanticidio, que esmuerte del hijo recién nacido provocada por su madre para ocultar la deshonra; el uxoricidio, que consiste en elhomicidio de la esposa causado por el marido o el magnicidio que es la muerte provocada al primer mandatario de unestado.

Por ejemplo se verifica en ciertas infracciones de tránsito, donde por lo general el incidente se produce porque elconductor que se encuentra bajo el efecto del alcohol o de algún tóxico provoca la muerte de un transeúnte a causa deun atropellamiento, también puede ocurrir como resultado de la negligencia médica.

26

entonces poder preverlo y evitar que se produzca; sin embargo, aquel

ciudadano que no prevea ese resultado, o si lo previó y confió en que no

produciría, y debido a esa confianza o falta de previsión, dejó de tomar

siquiera tomó las medidas necesarias para evitar ese daño, será sujeto

acción penal del Estado.

En el caso que nos ocupa, el bien protegido, era la vida de los cinco

jóvenes —sujetos pasivos del delito-, quienes fallecieron a causa de la

inhalación de monóxido de carbono; de allí que, para subsumirlo en el delito

culposo de homicidio, corresponde y/o correspondía, hacer el juicio de la

culpabilidad (al que nos referiremos en el punto siguiente) a fin de llegar a

determinar, si en el actuar de los sujetos activos, César Moyano Carrasco

(quien hiciera la instalación de los calefones), Julio Andrade López (bombero

que hiciera la inspección contra incendios y sistemas de seguridad); y, Manuel

Sánchez (bombero que suscribiera el permiso de funcionamiento), sus

actuaciones fueron o no negligentes para producir el hecho fatal de la muerte.

La ley punitiva incrimina hechos en los que la finalidad del sujeto se

dirige a la realización del tipo objetivo (dolo); sin embargo, junto a ellos existe

otra categoría de actos, como los del homicidio inintencional, en los que la

finalidad del autor no está dirigida a realizar el tipo penal que igualmente se

ejecuta en función de la conducción de un accionar negligente; estos son los,

también, llamados delitos imprudentes.

Precisando sobre los conceptos de imprudencia, negligencia e

impericia; se puede señalar que: la “imprudencia”; es un concepto que no

puede definirse sino en relación con la prudencia, la cual, acorde al Diccionario

de la Real Academia de la Lengua es el discernimiento, el buen juicio, la

cautela, la circunspección, la precaución; per se, prudente es entonces quien

actúa con tales cualidades o virtudes; e imprudente, quien carece de ellas y

actúa con desprecio por las consecuencias que se puedan derivar de su

conducta; la “negligencia”, de su parte, implica el descuido, la omisión de los

actos debidos, la desatención, la pereza psíquica; se trata de la no realización

de los actos a que se está obligado o de su realización desatenta, haciéndolo

‘-6?-

‘7

27

por ello reprochable tal comportamiento- y, la “impericia’ es un concepto que

se vincula al ejercicio de una profesión, arte o industria que exigen

determinados conocimientos y habilidades y por ello suponen la sujeción delas reglas que impone la ciencia o práctica y experiencia, considerándose

R~rito quien se sujeta a tales reglas y es por ello sabio, experto, práctico yhábil; e imperito, quien no las observa; algunos autores la colocan bajo el

concepto de temeridad profesional. Conceptos todos éstos que para el caso

traído a sede casacional, es menester considerar, a fin de esclarecer si el

actuar de César Moyano Carrasco al haber hecho la instalación de los

calefones en el Motel Kalipso, dos años atrás de los hechos fatales; Julio

Andrade López al haber realizado la inspección contra incendios y sistemas de

seguridad y haber emitidos ciertas observaciones; y, Manuel Sánchez al haber

suscrito el permiso de funcionamiento del Motel Kalipso, conforme a lo que se

ha probado en el proceso y consta fijado en él, han encuadrado o no su actuar

en actos imprudentes, negligentes y/o imperitos.

En cuanto a la imputación de un hecho a una persona, a título deflculpafliO, en nuestro ordenamiento jurídico se da tal como lo señala el art. 14

inciso 5 del Código Penal que en su parte pertinente señala: «La infracción es

culposa cuando el acontecimiento, pudiendo ser previsto pero no querido por

el agente, se verifica por causa de negligencia, imprudencia, impericia o

inobservancia de la Ley, reglamento u órdenes.”

De allí que, para el caso que nos ocupa, cabe hacer el juicio de

culpabilidad de los acusados, para determinar si en ellos estaba o no el deber

objetivo de cuidado y si su actuar fue negligente o no, por impericia o por

inobservancia de norma y en este caso de cuál norma; sobre lo cual se

abordará en el siguiente punto.

A manera de corolario, en esta parte, se puede señalar que el delito

culposo, de conformidad con nuestra legislación penal, exige los siguientes

elementos: a) “Un comportamiento voluntario”; lo cual es exigencia

fundamental para que se configure un delito culposo; la acción del sujeto debe

ID La culpa en su esencia, consiste en la voluntaria inobservancia de aquellas normas de conducta que imponen alhombre que vive en sociedad la obligación de obrar con prudencia y diligencia o con el cuidado debido, a fin de evitardeterminados resultados de daño o de peligro para los intereses juridicamente protegidos.

28

ser voluntaria, esto es, que debe poner de manifiesto tal comportamiento a la

intervención del ser humano como tal; este es un elemento común a todo~

delitos, dolosos o culposos, y es la mínima exigencia para que un hecho

importancia penal; b) “La involuntariedad del resultado”; para que se coi

el delito culposo se requiere que el hecho producido, o el resultado;

involuntario, diferenciándose en este aspecto con el delito doloso en el

existe el primer elemento y además hay la voluntad del agente para que se

produzca el resultado; c) “Relación de causalidad entre el hecho no querido y

el comportamiento voluntario del sujeto”; si bien en el delito culposo el hecho

no es querido, este debe ser consecuencia de la acción u omisión voluntaria

del sujeto; d) “Que el hecho no querido se verifique por negligencia,

imprudencia, impericia o inobservancia de la Ley, reglamentos u órdenes”; se

requiere que el hecho que se produce sea la consecuencia de un

comportamiento imprudente, negligente, imperito o que materialice la

trasgresión de normas expresas legales, reglamentarias o emanadas de los

particulares.

El no observar el cuidado objetivamente debido, constituye el núcleo

central del tipo de lo injusto del delito imprudente; y, es precisamente lo que,

en el caso que nos ocupa debe despejarse.

Para finalizar este punto, se debe señalar que los componentes de

los tipos culposos son el concepto de cuidado objetivo, -que es un concepto

objetivo y normativo- y el deber subjetivo de cuidado, que es el componente

que atiende a la capacidad individual, conocimiento, previsibilidad y experiencia

del sujeto; al respecto, el penalista argentino-español Enrique Bacigalupo

señala, que en los delitos por negligencia debe existir lo que denomina

“conexión de antUuricidacf’ que se refiere a la necesidad de que el resultado

producido debe estar estrechamente ligado a la acción realizada sin el debido

cuidado o la debida diligencia; es necesario precisar que en estos delitos “el

resultado —al igual que en los delitos dolosos de comisión-, debe ser imputable

objetivamente a la acción que ha infringido el deber de cuidado. El peligro

29

creado por esa acción es la que debe haberse concretado en el resultado y no

otro””.

Temas, todos éstos, que se abordarán en el siguiente punto, en el cualse hará una aproximación a las diferentes teorías penales y sus concepciones

respecto a la culpabilidad, en aplicación al caso sub ¡udice; todo lo cual

redundará en el correcto entendimiento y claridad del fallo de este Tribunal de

Casación.

4.2. Acerca de la teoría causalista y la abstracción al caso sub ¡udice

Haciendo un breve recorrido por las principales corrientes depensamiento que fundamentan la denominada “teoría del delito” desde el

punto de vista de la dogmática penal, históricamente se pueden hablar de dos

corrientes: la “teoría causal/sta” y la “teoría finalista”.

Para la teoría causalista (explicación “causal” del delito), la acción es un

movimiento voluntario, que produce un resultado el cual es tomado por el tipo

penal, sin tener en cuenta la finalidad de tal conducta.

Abordando la definición y características de esta teoría, fundada porFrank Von Liszt, podemos indicar que, hace un análisis sistemático del

Derecho Penal y del delito, partiendo de una explicación naturalística de la

acción humana desde la cual se genera el delito; en donde la acción se

entendía como el impulso de la voluntad, generadora de un movimiento

corporal que supone la causa de un resultado.

Para esta teoría, el delito comprende, de una parte, una acción

ejecutada (acción en stricto sensu); y, de otra, como un resultado sobrevenido;

para que el delito pueda ser sancionado, precisa de la existencia de un nexo

causal o una relación de causalidad entre el acto humano y el resultado

producido.

Bacigalupo Enrique. Manual de Derecho PenaI~, Argentina. Pág. 216

30

Abstrayéndonos al caso que nos ocupa, y desde la perspectiva de esta

corriente corresponde analizar: de un lado la acción ejecutada por

procesados que huelga reiterar era: haber hecho la instalación de los cah

en el Motel Kalipso -César Moyano Carrasco-; realizar la inspección

incendios y sistemas de seguridad -Julio Andrade López-; y, haber sus

permiso de funcionamiento del Motel Kalipso -Manuel Sánchez-; acciones

en estricto sentido, iban de la mano con los roles y/o funciones que tales

personas cumplían; y, de otro, el resultado sobrevenido, en este caso, la

muerte de cinco personas por inhalación de monóxido de carbono.

Siguiendo esta línea, para que el delito pueda o haya tenido que ser

sancionado, se precisaba de la existencia de un nexo causal o una relación de

causalidad entre los actos humanos de César Moyano, Julio Andrade y Manuel

Sánchez con el resultado producido.

Von Liszt, se refería a que el resultado debe ser causado, provocado,

por un movimiento corporal, el movimiento corporal y el resultado deben estar

en relación de causa a efecto, una relación de causalidad; para este autor, la

acción humana debe ser voluntaria, pero tal voluntad se refiere únicamente al

movimiento corporal que produce un resultado material, dónde solo existe una

relación de causalidad entre ese movimiento y el resultado material; el

movimiento corporal voluntario resulta de un proceso causal ciego, en donde

no interesa el sentido del fin de la acción.12

Las características de esta teoría son: 1. Que se fundamenta en el

principio de la causalidad natural, en donde todo resultado es producto de una

causa (causa-nexo causal-efecto); 2. Que se fortalece con la teoría sobre el

tipo, dando origen al segundo elemento del delito: “la tipicidad”13; 3. Que define

12 De esta parte de la teoría causalista, es de donde nace la mayor crítica de Zaifaroni quien expresa que: ‘Ladiferencia entre nexo causal y nexo final está en que, en el causal, de una causa sale un efecto, éste a su vez es causade un nuevo efecto y as! sigue... hasta el infinito., - En el nexo final, por lo contrado, se pone un determinado fin quepuede hallarse muy adelante... La finalidad no se monta en la causalidad.., y con ello, afirma Welzel, en su clásicaexpresión que “en tanto que la causalidad es ciega, la finalidades vidente.”13 Esto es un valioso aporte del causalismo ala teoría general del delito, ya que la tipicidad se convierte en fundamentode la sistematización del hecho punible, y además en garantía de libertad, que sirve al juez como marco de referenciapreciso, para evitar la aplicación analógica y caprichosa del derecho penal.

-

9

31

la anti-juridicidad como lo contrario al derecho’4; 4. Que la “culpabilidad” es una

síntesis sobre la base de las relaciones naturalisticas; una relación psicológica

entre el sujeto y el acto; 5. Que el ‘dolo” y ‘la culpa” son especies de la

culpabilidad.’5

En forma muy esquemática podríamos decir que el causalismo manejaun nexo de relaciones de causa-efecto, para explicar el delito; así, el primer

elemento del delito: “la acción”, es una relación de causa-efecto, en la que

únicamente interesa la manifestación de la voluntad para la ejecución de los

movimientos corporales; no así la “finalidad de esa acción” que como proceso

subjetivo corresponde al estudio de la culpabilidad, la acción es ciega.

En el sistema causalista, los conceptos de acción, tipicidad, antuuricidad,

imputabilidad culpabilidad y punibilidad se manejan de la siguiente manera:

La Conducta Típica; el sistema causalista, como ya quedó mencionado,concibe a la acción de un modo naturalístico, como relación “causa” a “efecto”;

la acción es un proceso causal, un movimiento corporal que produce un cambio

en el mundo exterior, en donde no interesa analizar aspectos internos, sino

externos; se pone énfasis en el resultado, más que en la acción misma; debe

constatarse la causa, y el nexo entre esta y el resultado La accion debe ser

voluntaria, para diferenciarla de la acción de carácter físico-natural; sin

embargo, el estudio de esa voluntariedad se reduce a establecer que el

movimiento corporal, efectuado por la persona, fue voluntario, el estudio del fin

o sentido de la acción que se persigue con esa inervación muscular pertenece

a la culpabilidad.

El sistema causal fija más su atención al resultado que produce la

acción; la acción al señalarla el legislador en el tipo con verbo que la describa,

precisa cuál es la acción que es regulada por la ley; ahora bien, en ella queda

explícita la conducta necesaria para la consecución del fin, de ésta manera el

dolo va a quedar contenido como un elemento de la culpabilidad; por ejemplo,

No obstante Mayer recordando a Jiménez de Asúa establece que ‘La persona que comete un delito no hace locontrario a la ley, sino que, precisamente, su conducta se ajusta alo prescrito por la ley en el tipo.’ , -15 Más adelante se verá que para el finalismo estas especies, se encuentran contenidas en la tipicldad y no en laculpabilidad,

32

al señalar la ley, comete el delito de homicidio inintencional el que “ha causado

el mal por falta de previsión o de precaución, pero sin intención de atentai

otro”, así como, “el que inintencionalmente hubiere causado la muerte

persona”; aquí se exige que la acción inintencional, por falta de prevish

precaución, tenga la finalidad de matar o causar el mal; lo cual en el ci

iudice no encuadraría ya que el actuar de ninguno de los procesados,

nexo causal, ha arrojado el resultado fatal.

• Ausencia de Conducta; la ausencia de conducta en el sistema

causalista se presenta cuando alguno de los elementos de la conducta no se

integra, por ejemplo, que el movimiento corporal no sea voluntario, sino que el

sujeto sea un mero instrumento de la voluntad de otro sujeto, como sería el

caso de la fuerza física exterior irresistible, o bien que haya operado una fuerza

de la naturaleza sobre el sujeto, dando lugar a la fuerza mayor; o que el nexo

causal no exista, como es del caso en ciernes; es decir, que entre la conducta y

el resultado no se presentó la relación de causa a efecto.

• Tipo y Tipicidad; para esta teoría el tipo es un concepto integrado de

los elementos del delito, la descripción legal de una conducta como delictuosa;

este sistema lo considera integrada sólo por elementos objetivos, desprovistos

de valoración; de ahí que, en ocasiones es considerado como mera

descripción, en otros como indiciario de antijuridicidad, o bien como ratio

escendi de antijuridicidad.16

• Causas de Atipicidad; para el causalismo las causas de atipicidad se

presentan cuando falta alguno de los elementos objetivos del tipo.

• Antijuricidad e injusto; en el sistema causalista la tipicidad, la

antijuridicidad y la culpabilidad son los tres elementos que convierten una

acción en un delito; la culpabilidad -la responsabilidad personal por el hecho

-) ~2C, 4 7

C(,ç c~,

‘° En lo que respecta al “error del tipo’; las desviaciones irrelevantes del proceso causal en el desarrollo de la acción,dan lugar a los llamados errores accidentales, que no afectan a configuración de dolo; esto es, en los casos deaberratio ictus o aberratio in personam.En cuanto al ‘tipo de culpa”; con el propósito de extremar cuidados y atención para no lesionar bienes juridicos porimprudencia, impericia, falta de atención, etc., la ley se ha ocupado del delito culposo; en el sistema causalista la culpaestá referida al resultado, mostrando asi su postura naturalistica y positivista.

33

ant~urídico- presupone la antijuridicidad del hecho, del mismo modo que la

antijuridícidad a su vez, ha de estar concretada en tipos legales. La tipicidad, la

antijuridicidad y la culpabilidad están relacionadas lógicamente de tal modo quecada elemento posterior del delito presupone el anterior.

En un orden de prelación lógica, habiéndose ya examinado el tipo y la

tipicidad, corresponde ahora el estudio de los aspectos relevantes de la

antijuridicidad en el sistema causalista. Remitiéndonos a lo ya expuesto, se

puede decir que por antijuridicidad se entiende como la contradicción entre la

conducta desplegada por el agente y el ordenamiento jurídico, sin que tal

conducta esté amparada en alguna causa de justificación; por ello, la

antijuridicidad es un hecho de desvalor sobre una conducta típica.

El sistema causalista coloca a la antijuridicidad como aspecto objetivodel delito; respecto de la aparición de los elementos subjetivos del injusto, la

teoría causalista, sostiene una rígida división de colocar en el plano de la

antijuridicidad lo objetivo y a la culpabilidad lo subjetivo.

• Causas de Justificacton, La antijuridicidad se destruye, para la teoria

causalista, en el caso de que aparezcan las llamadas causas de justificacion, la

aparicion de estas causas de justificacion, se apoyan en el desvalor del

resultado, se dirigen al aspecto objetivo, a constatar si se presentó en el caso

concreto una real y objetiva situación de justificación.

• Culpabilidad; en la teoría causalista la culpabilidad es el aspecto

subjetivo del delito; en su fase inicial esta teoría se refería a la culpabilidad,

como la relación psicológica entre el sujeto y su conducta, relación que podía

ser a título de dolo o de culpa; más tarde, se desarrolló la teoría normativa de la

culpabilidad, que fundamenta el juicio de culpabilidad en el reproche al proceso

psicológico, y es el reproche una valoración normativa.

• Causas de Inculpabilidad; las causas de inculpabilidad en el sistema

causalista son aquellas que destruyen el dolo o la culpa, formas en que se

puede manifestar la culpabilidad, presentándose de esta manera los casos de

hecho invencible o insuperable, que dan lugar a los errores putativos.

34

4.3. Acerca de la teoría finalista culpabilidad y la abstracción al

¡udice

Continuando con la aproximación del caso traído a sede case

análisis, desde la perspectiva de las teorías penales, correspon

hacerlo desde la corriente finalista; al respecto podemos señalar que 1;

finalista del delito, entiende a la conducta como un hacer voluntario final, en

cuyo análisis deben considerarse los aspectos referidos a la manifestación

exterior de esa finalidad.

Esta teoría, fundada por Hans Welsel, es una teoría contradictoria al

causalismo, lo critica y lo acusa de errónea ya que desconoce las diferencias

positivas entre delitos culposos y dolosos; el pensamiento finalista de Welsel

arranca de la ética kantiana y de la filosofía de Hartman, en donde se señala

que el fin es a la voluntad como el valor al deber ser.

En cuanto al dolo y la culpa, en el finalismo, se puede decir que en la

acción dolosa de la finalidad, la meta y el fin a conseguir es factor configurado

del proceso de acción; en la acción culposa, como es el que ahora nos

incumbe, solo es un momento de referencia; en la acción dolosa todos los

actos van dirigidos a una meta, en la culposa no; sin embargo, cualquier acción

culposa, no dirigida hacia una meta, sino que sea causa ciega, adquiera más

que un rasgo natural, la circunstancia de ser evitable finalmente; vale decir, el

hecho de ser evitable, le concede el carácter de ser más que un hecho fortuito

una genuina acción.

Las características básicas del finalismo, trazadas por Welzel en su

Derecho Penal Alemán, son: 1. Que procura reestablecer la función ético-social

del derecho penal y la superación de las tendencias naturalistas-utilitarias del

mismo; 2. Que la acción es un acontecimiento finalista y no solamente causal17;

3. Que, en cuanto al ‘tipo” y “la tipicidad”, como lo señala Francisco Muñoz

~)6, 4p re,,

“la finalidad es evidente porque el actuar va dirigido conscientemente a la realización a través de la acción; se trata deuna acción humana sujeta a la voluntad del que decide, siguiendo un fin concebido con anterioridad, vale decir, no seactúa sujeto al principio de relación causa-efecto

35

Conde18, en ellos se encuentra la característica fundamental del finalismo; ‘?a

acción u omisión humanas subsumibles en el tipo no son simples procesos

causales (ciegos), sino procesos causales regidos por la voluntad”. 19; 4• Que en

cuanto a la “antijuriclicidad” el autor antes indicado, nos dice que es la

contradicción entre la acción realizada y las exigencias del ordenamiento

jurídico; 5. Que distingue entre “antijuridicidad” e “injusto”; antijuridicidad es una

reacción de contradicción entre los miembros de una relación; lo injusto, por el

contrario, es algo sustancial, la conducta antijurídica misma20; y, 6. Que la

“culpabilidad” es la integración que se realiza con los siguientes elementos

valorativos: imputabilidad (capacidad de conciencia) y capacidad de motivación

(cognocibilidad, posibilidad de conocimiento de la ilicitud de lo injusto), y

exigibilidad de la conducta, consecuente de la norma.

En forma muy esquemática, podríamos decir que, a diferencia de la

teoría causalista, que como quedó indicado maneja una explicación de

relaciones de causa efecto, para explicar el delito, en donde la acción como

primer elemento de éste, es una relación de causa efecto en la que únicamente

interesa la manifestación de la voluntad para la ejecución de los movimientos

corporales, no así la finalidad de tal acción que como proceso subjetivo

corresponde al estudio de la culpabilidad, el sistema finalista, rechaza esta

concepción, la considera reñida con la propia realidad y con lo preceptuado por

la ley, considera que no es posible separar la voluntad de ejecutar una acción,

de su finalidad, lo importante no es el resultado, si no la propia acción.

Los conceptos de acción, tipicidad, antijuricidad, imputabilidad,

culpabilidad y punibilidad, en el sistema finalista son abordados de la siguiente

manera:

~‘ ver Teoría del Delito’. España. 1981 de Muñoz conde‘° Es de esta manifestación que el finalismo da preponderancia a los elementos del tipo subjetivo, en donde ubican, enla tipicidad, precisamente al dolo y la culpa.En este mismo tenor Romero Tequextle citando a Márquez Piñero señala: ‘El finalismo traslada el dolo y la culpa a loselementos del tipo, arrebatándoselos a la culpabilidad, que es donde los ubica el causalismo’.También Zaifaroni ha considerado que: ‘dolo es la voluntad realizadora del tipo objetivo, guiada por el conocimiento delos elementos de éste en el caso concreto” y añade que el dolo es la finalidad que se individualiza en el tipo deatención a ella misma, a la finalidad.20 Los causalistas, acorde con las opiniones de Jiménez de Asúa solamente consideran los elementos objetivos eniaantijuridicidad, en tanto que el finalismo toma muy en cuenta a los subjetivos y pone énfasis en la voluntad de la accionfinalista, no en el mero resultado.

36

e La Conducta Típica; en el sistema finalista se rechaza el

concepto de una acción entendida como “proceso causal ciego” del que parti

el causalismo, y afirma que la acción, es actividad final; el derecho pi

ordena conductas, pero estas prohibiciones no están dirigidas a pi

causales “ciegos” sino a procesos causales dirigidos por la volur

hombre, es decir, con una finalidad.2’

Para el finalismo no hay duda de que la acción es ejercicio humano

voluntario de actividad final, y la acción no sólo es causal sino que está

orientada concientemente a un fin; el carácter causal no está dirigido a un fin,

es el resultado de relaciones causales, en cambio, la acción finalista dirige ese

carácter causal, de allí que se pueda decir que la acción finalista es vidente,

mientras que la acción causalista es ciega.

El finalismo, es la dirección de la acción; la acción al señalarla el

legislador en el tipo, con verbo que la describa, precisa cuál es la acción que es

regulada por la ley; ahora bien, en ella queda explícita la conducta necesaria

para la consecución del fin, de ésta manera el dolo en el sistema finalista va a

quedar contenido como elemento de la acción típica y no de la culpabilidad,

como en el sistema causalista.

Para el finalismo, el poder de la voluntad no se agota en el ejercicio de la

acción final, sino que comprende también la omisión de ella.22

21 Aquí es importante destacar que la teoria finalista señala que la determinación del legislador de las “accionesfinalistas” previstas en la ley no queda al arbitrio del creador de la ley, sino que éste debe respetar las estructurasmismas del ser, debe apoyarse en la esencia, en lo que ontológicamente es la acción; legislar contra esos principios esviolarlas y crear un sistema jurídico fuente de contradicciones entre la esencia de la acción y la creación legal-ontológica de la propia acción. El legislador no sólo está vinculado a las leyes de la naturaleza fisica, sino que tambiéntiene que respetar determinadas estructuras lógico-reales en el objeto de su regulación, pues, de lo contrario, suregulación resulta necesariamente falsa. Asi, la estructura ontológica de la acción, sobretodo, tiene existencia previa acualquier valoración y regulación. El legislador tampoco puede cambiar la estructura de la actividad final del hombre, nila función del dolo en ella, sino que, silos quiere someter a normas, tiene que vincular su regulación a aquellas, pues,de lo contrario malogra el objeto de la regulación.~ Respecto de la ‘omisión”; ya Franz Von Liszt, definia que la omisión consiste en no impedir voluntariamente elresultado, agregando que la manifestación de voluntad consistia en no haberse realizado y que fuera realizable; elmaestro español Jiménez de Asúa, nos enseña que debe distinguirse entre sí, la simple omisión, la omisión y lacomisión por omisión.La mayoria de los penalistas aceptan que la omisión puede ser simple o propia, o bien omisión impropia o comisión, talcomo señala Jiménez de Asúa, pero la discusión sobre su naturaleza, su asimilación a un concepto unitario con el de laacción, su dificultad de tipificarla en tipos cerrados, son temas de intensa discusión, trátese de penalistas causalistas ofinalistas.El sistema causalista circunscribe la omisión a relaciones causales, sigue siendo un proceso causal ciego, ya que lafinalidad del sujeto omitente, se examina a nivel de la culpabilidad, sea dolo o culpa.

fr

37

Para WeIzeI, la acción y la omisión, son dos subclases de la conductatípica, ambas a ser susceptibles de ser dirigidas por la voluntad final; al autor

de omisión no es castigado por haber causado el resultado típico, sino por no

haberlo evitado; la única pregunta legítima dentro del marco de posdelitos de

omisión, se refiere a si la ejecución de la acción omitida habría evitado el

resultado.

En la teoría finalista, los delitos de omisión, es confusa la conducta

finahsta del sujeto, mencionan que el sujeto al proponerse una conducta, debe

considerar la potencialidad de su acción, o de su omisión y es por ello, que al

perseguir un fin, la omisión de la conducta a la que estaba obligado a realizar

por su calidad de garante, y no efectuarla es lo que le es reprochable.

• Ausencia de Conducta; el sistema finalista considera que laausencia de conducta se presenta cuando el sujeto no plantea la realización de

un fin típico, no ha seleccionado los medios para lograrlo, no ha considerado

los efectos concomitantes, y el resultado se produce como efecto de un mero

proceso causal, como lo es el llamado caso fortuito, o la fuerza física exterior

irresistible.

• Tipo y Tipicidad; el finalismo plantea la tesis de que la acciónhumana es, un acontecer final, no solamente causal o ciego, sino que el

hombre al actuar, se propone fines, puede prever, dentro de ciertos límites, las

consecuencias de su actividad y dirigirla a la consecución de esos fines, su

acción es vidente; como consecuencia de este planteamiento, el finalismo,

ubica el dolo y la culpa en el tipo; el contenido de la voluntad está en la acción,

el dolo y la culpa se ubican en la conducta descrita en el tipo penal, aparecen

así los tipos de dolo y culpa, y como el juicio de antijuricidad incide sobre la

acción u omisión, se incluye en ellos el estudio de elementos, no sólo objetivos,

sino subjetivos.23

23 En torno al ‘dolo’, el finalismo concibe como objeto de dolo la realización del tipo, y al dolo como la voluntad deacción orientada a la realización del tipo de un delito, exige el conocimiento de las circunstancias de hecho.En lo que respecta al ‘error del tipo’; el finalismo los considera irrelevantes. que ocurren si el resultado ocasionado y elpropuestos son equivalentes; por ejemplo: será irrelevante que a ‘A” al proponerse matar a “B” disparé a éste y falle,pero mate a “O”, “A’ será castigado como responsable de homicidio doloso. -

En cuanto al “tipo de culpa”; como quedó indicado, con el propósito de extremar cuidados y atención para no lesionarbienes jurídicos por imprudencia, impericia, falta de atención, etc., la ley se ha ocupado del delito culposo; para el

38

• Causas de Atipicidad; para el finalismo las causas de atipicida

se presentan cuando falta alguno de los elementos objetivos del tipo, o

alguno de los elementos subjetivos del mismo, entre ellos principalmen

dolo y la culpa. En el sistema finalista, como ya ha quedado indicado, apai

la llamada teoría del error de tipo, vale decir, cuando se obra

desconocimiento o error sobre la existencia de los elementos objetivos del tipo

de injusto, excluyen el dolo; exclusión que se presenta si el error de tipo

(invencible o insuperable); si es vencible, tomando la previsión o cuidado que

es dable exigir, debió el sujeto superar su error, y al no hacerlo, queda

subsistente la culpa.

• Antijuricidad e injusto; quedó señalado ya que, tanto en el

sistema causalista, como en el sistema finalista, la tipicidad, la antijuridicidad y

la culpabilidad son los tres elementos que convierten una acción en un delito; la

culpabilidad -la responsabilidad personal por el hecho antijurídico- presupone

antijuridicidad del hecho, del mismo modo que la antijuridicidad, a su vez, ha de

estar concretada en tipos legales.

Remitiéndonos a lo ya expuesto, se puede decir que por antijuridicidad

se entiende como la contradicción entre la conducta desplegada por el agente y

el ordenamiento jurídico, sin que tal conducta esté amparada en alguna causa

de justificación; por ello, la antijuridicidad es un hecho de desvalor sobre una

conducta típica.

Cabe recordar, que respecto de la aparición de los elementos subjetivos

del injusto, la teoría causalista sostenía una rígida división de colocar en el

plano de la antijuridicidad lo objetivo y a la culpabilidad lo subjetivo; lo cual fue

abandonado por el finalismo y otras modernas teorías del delito; la principal

innovación del finalismo no es tanto la forma de comprender la relación entre

tipicidad y antijuridicidad, sino la consideración de que el objeto sobre el que

recae el juicio de antijuridicidad, es decir, la conducta típica, está constituida

~J2~Je4Á ‘7

finalismo la culpa tiene que definirse a partir de la acción, no del resultado, como lo hace la doctrina causalista; lofundamental en el tipo es el desvalor de la acción, no la causación del resultado, es decir la divergencia entre la acciónejecutada y la que debió realizarse, en virtud del cuidado necesario.

39

por elementos objetivos y subjetivos, y entre éstos, como elemento subjetivo

general de todos los tipos dolosos, está el dolo.24

e Causas de Justificación; en la teoría finalista el fundamento dela exclusión se debe encontrar, no solo en el resultado objetivo, sino en el

resultado producto de una acción finalista de defensa, a bienes jurídicamente

protegidos.

e Culpabilidad; el sistema finalista considera que a la culpabilidad

le corresponde el papel más importante en la teoría del delito, el del juicio de

reproche por la realización de una conducta típica y antijurídica, cuando el

sujeto tuvo la capacidad de comprender el carácter ilícito de su conducta y la

capacidad de motivarse o determinarse de acuerdo a esa comprensión

(imputabilidad), además tuvo conciencia de la antijuridicidad de la conducta

realizada, y por último, que al sujeto le era exigible dicha conducta y que

pudiendo obrar de otro modo, no lo hace.

En cuanto a la “imputabilidad del sujeto”, cabe indicarse que es el primer

elemento de la culpabilidad en la teori a finalista; esto es, en el entendido de la

capacidad de poder actuar de otra manera, la imputabilidad es un elemento de

¡a culpabilidad, en el sistema finalista, el imputable si puede obrar dolosa o

culposamente, y su obrar puede ser injusto, pero no culpable, por estar

imposibilitado de poder actuar de otra manera.

En lo que tiene que ver con la “conciencia de antijuridicidad”; el segundo

elemento de la culpabilidad, en el sistema finalista, se encuentra en la

posibilidad del conocimiento la antijuridicidad de la conducta, conocimiento que

es potencial, es decir, no se requiere que el sujeto conozca la antijuridicidad de

su conducta1 sino que basta con que podrá haberla conocido, y en eso se basa

el reproche; para la culpabilidad, no es lo más importante si el sujeto conoció o

no la antijuridicidad de su acción, lo que importa es si podía conocerla o no.

24 WeIzel define a la antijuridicidad como la contradicción de la realización del tipo de una norma prohibitiva con elordenamiento jurídico en su conjunto. El injusto penal es la conducta antijurídica misma; la antijuridicidad es unpredicado; lo injusto, un sustantivo; de ahí que lo injusto es siempre referido al autor de la conducta, por tanto, siempreserá un injusto personal

40

4 fr

El sistema finalista distingue entre error de tipo y error de prohibición,

colocando en la primera categoría aquellos errores accidentales (irreleva 3pSAL D~’>\

o bien esenciales, invencibles, o insuperables referidos a los elementos e’p~%~ ‘~%y que anulan la tipicidad de la conducta; en la segunda categoria, en los~j%~’ ~-

errores de prohibición, la conducta puede ser típica, dolosa e injust ~

siendo invencible la posibilidad del conocimiento antijurídico de su con

resultaría inculpable esa conducta, o bien, si era vencible, puede dar lugar a

una culpabilidad culposa.25

En cuanto a la “exigibilidad de otra conducta”; para la teoría finalista el

tercer elemento de la culpabilidad, se refiere a la exigibilidad de un

comportamiento distinto al ejecutado por el sujeto, y que resulta típico y

antijurídico. El derecho exige comportamientos sujetos a patrones objetivos,

aplicables al caso individual, así como el derecho está en su papel de exigir,

dentro de parámetros normales que el sujeto se comporta de tal modo que no

viole la ley penal. El finalismo retomó el desarrollo de la no exigibilidad,

partiendo del supuesto que antes de considerarlo una fase negativa de la

culpabilidad, era preciso considerarlo en su aspecto positivo, de ahí que se

colocó a la exigibilidad de otra conducta como tercer elemento de la

culpabilidad, y a la no exigibilidad como su aspecto negativo, que de

presentarse destruiría a la culpabilidad.20

El cumplimiento de los mandatos normativos es un deber que se puede

exigir, en principio a todos los ciudadanos, el ordenamiento jurídico marca unos

niveles de exigencia, mínimos que pueden ser cumplidos por cualquier

persona; se habla en estos casos de una exigibilidad objetiva, normal o

general. Más allá de esta exigibilidad normal, el ordenamiento jurídico no puede

imponer el cumplimiento de sus mandatos; as!, por ejemplo, en el estado de

necesidad se exige como requisito que el resultado no tenga, por su oficio o

cargo, obligación de sacrificarse.

25 Por ejemplo: estariamos ante un error de Upo, si un sujeto creyendo ejecutar un delito de robo, se apodera de una

cosa que es de su propiedad, tal error destniye la tipicidad de su dolo, ya que el robo exige la apropiación de una cosaajena, estaríamos en presencia de un error de tipo, y por ende la conducta sería atipica; en cambio, si el mismo sujeto,creyendo fundadamente que el objeto es de su propiedad, pero siendo ajeno, su apoderamiento resultaria típico einjusto, pero por error de prohibición, por imposibilidad del conocimiento de la antijuridicidad de su acto, seriainculpable.24 Se admite generalmente como causas de inexigibilidad o de exculpación al estado de necesidad disculpante, elmiedo insuperable, y algunos agregan el encubrimiento entre parientes o personas ligadas por afecto o agradecimiento.

41

• Causas de Inculpabilidad; para el finalismo las causas deinculpabilidad son aquellas que destruyen cualquiera de los elementos que

integran la culpabilidad; así: en primer lugar aquellas causas que dan lugar a la

inimputabilidad; en segundo los casos de error de prohibición que destruyen la

conciencia de antijuridicidad; y, en tercer lugar las causas de inexigibilidad de

otra conducta.

Una vez que han quedado, abordadas las dos teorías penales

(causalista y finalista con aproximaciones al caso concreto); cabe indicar, que,

cualesquiera que sea la teoría o sistema que se aplique al caso sub ludice,

respecto de todos” los procesados, no se puede llegar a desvirtuar su

presunción de inocencia; más aún, si se considera que la autoría requiere de

elementos y los tratadistas explican que en todo autor deben concurrir siempre,

además de los elementos generales de la autoría, los elementos que

caracterizan el delito; en todo caso, en el tipo de delito que nos ocupa, es

fundamental encontrar elementos constitutivos de la conducta de los

procesados, esto es que hayan actuado por falta de prevision o de precaucion,

hecho que no se ha demostrado por cuanto en el caso de Cesar Moyano,

realizo los trabajos para los cuales fue contratado —15 de noviembre de 2006

para instalar calefones - en el Motel Kalipso, que funcionaron durante dos años

sin reportar novedad alguna; en cuanto a Julio Andrade —miembro del Cuerpo

de Bomberos- quien efectivamente realiza una inspección y elabora el informe

el 13 de junio de 2008 y 3 de julio de 2008-, debiendo precisar que tal

inspección de manera concreta, hacía referencia a temas contra incendios y

prevenciones, -esa era sus actividad- no la verificación sobre instalación de

calefones, misma que no se encontraba normada; en cuanto a Manuel

Sánchez —miembro del Cuerpo de Bomberos-, quien suscribe el permiso de

funcionamiento —octubre de 2008-, lo hace sobre la base del informe de la

inspección realizado por su compañero Julio Andrade; de allí que, de los

elementos, hechos fácticos y de convicción, fijados por los jueces de instancia

al hacer una adecuada valoración y un juicio de culpabilidad, no aparece que

los procesados Moyano, Andrade y Sánchez, hayan tenido la calidad de

42

garantes, para decir que a ellos les correspondía el deber objetivo de cuidado;

ya que incluso se debe considerar que ninguno de ellos eran administradores

propietarios del inmueble, donde se suscitaron los fatales hechos, para te

en principio la obligacion de solicitar a las autoridades pertinentes los perm ,seguridades y demás aspectos pertinentes que permitan al local funcion dES~C!~U7,~QAoE~OPEIIÁL, /

manera adecuada, respetando las normas, y sobre todo, el dar\~íkhi~~t./

mantenimiento necesario a las instalaciones para que brinden la seguridad’ ~i.L’>’

pertinente; más aún, bajo la consideración que al ser artefactos mecánicos, por

su uso y deterioro, merecen tal revisión y mantenimiento.

En ese contexto, la “responsabilidad” de Moyano, como juicio de

reproche, podría haberse presentado, si el hecho fatal se hubiera producido

inmediatamente de haber entrado en funcionamiento el motel, más no, como

en este caso, que los hechos se suscitan dos años después de haber entrado

en funcionamiento el Motel, y el calefón haber prestado un servicio continúo.

En igual sentido, tampoco se puede realizar tal reproche a Julio Andrade quien

realizó la inspección y emitió el informe favorable, en el que a su vez Sánchez

se basó para otorgar el permiso de funcionamiento; ya que, incluso, si se

considera el informe del perito Galarza, de que los calefones estarían mal

instalados, a pesar de que hace una distinción entre los del tipo comercial e

industrial, para el tema de la ventilación, lo lógico sería que todas las

habitaciones en las que estaban instalados los calefones hayan presentado

este problema y no solo una de ellas donde se dieron los hechos.

4.4. Acerca del deber objetivo de cuidado

Una vez que ha quedado esclarecido, en los puntos ut supra, el tipo de

delito del homicidio inintencional, las teorías penales causalista y finalista y su

abstracción al caso concreto; corresponde, despejar también el tema

específico del deber objetivo de cuidado, para así aportar a la cabal

comprensión del caso, traído a sede de casación, y sobre todo la decisión

tomada.

43

El deber de cuidado, es un deber objetivo, esto es, no debe

determinarse en relación con la capacidad de la persona, por el contrario seimpone la aplicación de un criterio normativo en su determinación; lo que se

trata, es de observar el cuidado necesario a efecto de evitar lesionar bienes

jurídicos; para lo cual se deben comprobar que no existan causas de

justificación, la capacidad del agente de poder motivarse conforme las

exigencias que imponen las normas y por último la ausencia de elementos

exculpatorios.

De allí que, para el caso que nos ocupa, se trata entonces de

determinar, por un lado, los límites del deber de cuidado y por otro la infraccióna ese deber, si se ha dado o no; y por parte de quién.

En la doctrina, al respecto del deber objetivo de cuidado, se ha abiertopaso al denominado “principio de confianza”, aplicado principalmente al tráfico

automotor, aunque no excluyente, de otras actividades; el principio de

confianza podría enunciarse como aquel según el cual resulta, conforme al

deber de cuidado, la conducta del que confía en que el otro se comportará

prudentemente mientras no existan motivos para pensar lo contrario;

evidentemente que si el peligro ya ha nacido producto de un comportamiento

descuidado ajeno, cae el principio de confianza. En el mismo sentido,

corresponde pronunciarse en el caso de que no se pueda confiar en que otro

realizara un hecho doloso; en otras palabras el principio enunciado tendrá

aplicación siempre que se pueda confiar en que quien comparte una tarea no

cometerá un ilícito doloso.27

Cabe indicar que, fuera de las singularidades señaladas, del principio

enunciado, no surge responsabilidad penal por la falta de cuidado de un

tercero, en función de que el derecho concede una autorización a los fines de

confiar en que los demás cumplirán sus deberes de cuidado, lo cual resulta

aplicable al caso sub ¡udice.

Al retomar aquello de la determinación del deber de cuidado, cabe

considerar, de acuerdo al tratadista Welzel y su teoría finalista, de quien se ha

27 Aqui funciona el principio que la doctrina científica denomina “prohibición de regreso” según el cual la actuación nodolosa en delitos dolosos queda impune.

44

-7/-fr/~ 4 ~,

o

profundizado, que cumple un papel significativo la adecuación social de la

conducta, entiendo que solo infringen el cuidado objetivamente debid~

aquellas acciones que resultando peligrosas, sobrepasan la medida d

normal, en el tráfico de lo socialmente adecuado.

Es así que, como quedó indicado, el no observar el cuid~

objetivamente debido constituye el núcleo central del tipo de lo injusto d~

delito imprudente; y, es precisamente lo que en el caso analizado se ha

despejado y se ha evidenciado, que en cuanto a los procesados Cesar

Moyano, Julia Andrade y Carlos Sánchez, no se ha podido atribuir ser los

garantes de tal cuidado objetivo.

Abstrayéndonos al tema sub ludice, la problemática podría

circunscribirse al siguiente planteamiento: si el delito imprudente se construye

esencialmente sobre la base de infraccionar un deber objetivo de cuidado,

¿cuál es la razón para considerar en lo injusto de la imprudencia que esta

infracción cause un resultado?

En el caso que nos ocupa, el fallecimiento de cinco personas por

inhalación de monóxido de carbono, proveniente de un calefón, vale decir un

homicidio inintencional, como así ha sido calificado por los jueces de instancia,

¿es o no deveniente del deber objetivo de cuidado? ¿cuál era ese deber? y

sobre todo ¿de quién era ese deber? Son consideraciones en las que se debe

analizar a fin de poder llevar u otorgar al resultado en la imprudencia o la

función de condición objetiva de punibilidad; interrogantes estas que ya han

quedado respondidas en los puntos anteriores.

El tratadista Welzel relegó el resultado a la única función de otorgarle

relevancia jurídico-penal a la infracción de la norma objetiva de cuidado, la

presencia o ausencia del resultado no aumentará ni disminuirá su gravedad,

por lo que, para el indicado autor, solo con el desvalor de la acción queda

fundamentado completamente lo injusto material de los delitos culposos, el

resultado producido lleva a cabo una función de selección relacionada con su

punibilidad; para Welzel el desvalor de acción no puede ser aumentado por la

producción del resultado ni ser disminuido por su ausencia.

45

Por su parte Zielinki llega más lejos, excluye el resultado de lo ilícito yafirma que el desvalor de acción, por si solo, agota el injusto tanto doloso

cqmo imprudente, relegando el resultado a un componente de azar; de

acuerdo a este criterio, excluye el resultado del ilícito.

Los partidarios de una concepción subjetivista del injusto, estiman quela imprudencia jurídicamente relevante resulta merecedora de castigo dejando

de lado el resultado; en otras palabras, haya tenido lugar o no el resultado, el

injusto del delito imprudente queda agotado en el desvalor de acción, por lo

que ante su sola presencia surge el merecimiento de pena como natural

consecuencia.

Es necesario advertir, y dado el caso que nos ocupa, que la función

indiciaria del resultado, en el delito culposo, resulta de mayor importancia que

en el delito doloso, funcionando como condición de punición; con lo que, no

debe relegarse el resultado a una condición de punibilidad situada fuera del

tipo; en este contexto, si el injusto material en el delito imprudente quedase

constituido solo con el desvalor de acción, no se entenderá el porqué de la

exigencia, en el sentido que la lesión del bien jurídico resulte una necesaria

consecuencia de la falta de observar el cuidado debido; ya que el desvalor de

acción por sí solo, no basta a los fines de determinar una sanción punitiva, tan

solo la afectación de un bien jurídico origina un conflicto jurídico que legitima la

intervención del Estado,

Ahora bien, es necesario advertir, que el contenido del injusto de la

infracción al deber objetivo de cuidado, no va a aumentar ni a disminuir, por la

producción o no-producción del resultado, la acción seguirá siendo

desvalorada aunque no produzca un resultado, empero esta afirmación por los

motivos antes expuestos no disminuye la importancia del resultado en el tipo

de injusto.

El tratadista Roxin, al respecto, propone el siguiente método: examínese

qué conducta no se le hubiera podido imputar al autor según los principios del

riesgo permitido, como infracción del deber; compárese con ella, la forma de

actuar del procesado y compruébese entonces si en la configuración de los

46

hechos a enjuiciar la conducta incorrecta del autor ha incrementado la

probabilidad de producir el resultado en comparación con el riesgo permitid

es así, habrá una lesión del deber que encajará en el tipo y correspoi

castigar por delito imprudente; en lugar, si no hay aumento del riesgo no

puede cargar el resultado al agente que en consecuencia debe ser absueli

Aplicando al caso que nos ocupa devendría: que quien instaló los

calefones, César Moyano; quién inspeccionó los sistemas de incendio, —no la

instalación de calefones que no se encontraba normada- Julio Andrade; quien

firmó el permiso de funcionamiento, Miguel Sánchez; ¿cuál era su deber

objetivo de cuidado?... en el caso de César Moyano, cumplir con su contrato y

entregar los calefones funcionando; en cuanto a Julio Andrade, hacer la

inspección que estribaba en temas de seguridad e incendios; y, respecto de

Miguel Sánchez, suscribir el permiso de funcionamiento sobre la base del

informe de inspección y el cumplimiento de las observaciones y los requisitos

vigentes a aquella época.

Por otro lado, versus considerar que un calefon mal o bien instalado

puede colapsar y causar la fuga de monoxido de carbon, que puede a su vez

causar la muerte de seres humanos, al comparar con la actuacion de los

procesados, la configuración de sus hechos, acciones; al haber enjuiciado la

conducta de aquellos como incorrecta, la interrogante a plantearse sería ¿tales

actuaciones han incrementado o no la probabilidad de producir el resultado en

comparación con el riesgo permitido? La respuesta se despeja, más aún, si se

considera que el referido calefón fue instalado y venía funcionando hace dos

años atrás, sin novedad de accidente alguno; por ende, como no hubo aumento

del riesgo, por parte de los tres acusados, no se les puede cargar el resultado a

tales agentes, en quienes no estaba ni correspondía el deber objetivo de

cuidado.

4.5. Acerca de la dogmática penal

Toda vez que, tanto en la sentencia a la que se concurre con el

presente voto, como en los argumentos expuestos por los recurrentes; y, sobre

todo dado el caso sub ¡udice, al estribar el nudo central en el tipo penal del

rcz~ y

47

homicido inintencional, en los delitos culposos, es menester que en el fallo del

Tribunal de Casación, se haga un ligero, pero comprensivo acercamiento a

aquella dogmática penal y las teorías, como ya fuera abordado, para de esta

manera tener un mayor entendimiento del tema, lo cual redundará en asimilar

de manera adecuada el análisis y decisión, en el caso, tanto en su contexto

general, como para el tema medular traído a sede de casación.

Como quedó indicado y haciendo un breve recorrido por las principales

corrientes de pensamiento que fundamentan la “teoría del delito” desde el

punto de vista de la dogmática penal, se ha señalado que históricamente han

existido dos corrientes: la “teoría causalista” y la “teoría finalista”, de las cuales

ya se trató en los puntos 4.2 y 4.3; ahora bien, de manera reciente emerge una

tercera teoría, la denominada “teoría funcionalista” la cual intenta constituir un

enlace entre finalistas y causalistas, destacando en esta línea el penalista

alemán Claus Roxin.

Como bien lo señala Ramón Emilio Núnez: “El debate acalorado que

generan estos temas viene dado por las novedosas aportaciones político-

criminales que buscan adaptar el poder coercitivo a las exigencias de un

Estado Democrático de Derecho, considerando al Derecho Penal como la

última ratio de la política crimina4 su razón última.”28

La dogmática penal hoy en día nos lleva a continuar reflexionando sobre

el objeto del Derecho Penal y, especialmente, el contenido que debe abarcar,

especificando las cuestiones que deben ser incluidas y las que deben quedar

fuera del análisis; dicha tarea, no sólo debe consistir en un análisis puramente

teórico, sino que la determinación del objeto de tal análisis de esta disciplina,

debe poner de manifiesto la intencionalidad en el manejo del poder punitivo por

parte del Estado.

Adentrándonos hacia dónde apunta la dogmática penal, se debe señalar

que el sistema mismo del hecho punible, sobrevive en medio de grandes

28 Director General de la Escuela Nacional del Ministerio Público de República Domicana, quien hace la presentaciónde la obra ‘Teoría del Delito y Práctica Penal. Reflexiones dogmáticas y mirada critica’ de Ricardo Nieves. Publicadopor la Secretaria Pro Tempore de la Red de Capacitación del Ministerio Público Iberoamericano, Ed. Centenario, SantoDomingo. 2010

48

estremecimientos, muchos de los cuales parten de su propio

imputación, así como de su cada vez más crítica definición.

La compleja labor hermenéutica de las categorías sistemáticas

teoría jurídica del delito, impone determinar y clarificar las ideas básica

marcan los criterios fundamentales del ejercicio dogmático; como

Rusconi, valorar cada postulada de la legislación penal ordena, en la

administración de justicia, encontrar esa identidad esencial entre el caso

previsto en la norma y el caso de la vida real.29

La dogmática penal se proyecta a seis puntos a saber 1. Ser un estudio

del derecho positivo, con en base a presupuestos claros y definidos; 2. Ser

soporte de tres tipos de investigaciones o procedimientos (investigación

exegética, investigación sistemática, e investigación crítica) como lo señala

Emiliano Borja Jimenez30; 3. Construir una proposición jurídica que determine

una expresión lingüística propia de un mundo fáctico de la vida social; 4. Cifrar

su contenido en una lógica del lenguaje, lógica de la materia regulada y lógica

del Derecho; 5. Posibilitar la comprensión y sistematización del Derecho

Positivo, permitir, como unica via, la explicacion del Derecho Penal en las

universidades y la mejor aplicacion en el campo jurisdiccional y, 6 Esclarecer

el papel de la aplicación de la justicia al caso concreto, individual, soportando el

peso gravitante de los principios axiológicos fundantes del Derecho Penal

Material, como son: los principios de legalidad, responsabilidad, culpabilidad,

necesariedad, igualdad, etc.31

Una vez que ha quedada esbozada en manera general la dogmática

penal; que se han hecho las debidas aproximaciones, al tratar respecto de las

teorías, causalismo y finalismo; y, que se han despejado los planteamientos de

los recurrentes, nos hemos adentrado también en una necesaria discusión que

apunta, en el orden teórico, al enfrentamiento de estas dos escuelas,

3° ver ‘Las Fronteras del Derecho Penal”. Argentina. 2003. de Maximiliano Rusconi3° ver ‘Tendencias Contemporáneas en la Teoría Jurídica del Deliro’. España y costa Rica. 2000 de Emiliano BorlaJiménez.31 Tomado del libro “Teoría dei Delito y Práctica Penal. Reflexiones dogmáticas y mirada crítica” de Ricardo Nieves.Publicado por la Secretaría Pro Tempore de la Red de capacitación del Ministerio Público Iberoamericano, Ed.Centenario! Santo Domingo. 2010, pág. 13

*modelo de

49

pretendiendo que la reflexión haya sentado las bases de una comprensión

superadora del positivismo tradicional e incidido en el esclarecimiento del casotraído a sede casacional con una óptica y dimensión emanada de la misma

ciencia penal.

Cabe dejar indicado que a partir de los años 1930, estas dos escuelasse han enfrentado en un duelo que, a decir de Gregorio Romero Tequextle32 ha

sido de mucho beneficio para la dogmática penalista en general; igual lo

considera Zaffaroni33 mostrándose como un ferviente opositor de la sistemática

causalista, y quien sin duda alguna, ha realizado quizá el mayor aporte a la

dogmática hispanoamericana de hoy, por medio de una valiosa postura crítica,

además de generar una perspectiva crítica de lo que actualmente ha tomado la

dogmática latinoamerica.34

Inspirada en que este voto concurrente, redunde en un noble y fructíferoejercicio intelectual, en procura de un verdadero y democrático enfoque del

derecho penal, se ha procedido a hacer la disquisición sintética y comparativa

de las dos escuelas, de cara a la teoría jurídica del delito, como base

fundamental de la comprensión y análisis de la dogmática punitiva actual, en

aplicación al caso que nos ocupa.

A manera de corolario, respeto de la dogmática y las teorías penales, se

puede dejar señalado que la teoría del delito debe ir de la mano con la ley,

debe de nutrirla, debe abrir puertas que permitan hacer válido el fin del

derecho, la protección de la convivencia del ser humano en la comunidad,

empleando para ello del principal medio que caracteriza al derecho penal, la

pena, la que deberá aplicarse a quien adecue su comportamiento exactamente

al tipo previsto en la ley, en forma antijurídica y culpable; la ley debe plasmar

los conceptos que permitan resolver de la mejor manera posible las causas

concretas que la delincuencia plantea a los tribunales, pero en búsqueda de las

32 ver de este autor, cuerpo del Delito o Elementos del Tipo. México. 1990~ ver de este autor, Tratado de Derecho Penal. Argentina, 1995~ Cabe indicar de esta autor por ejemplo que, de un lado ha aportado a tal visión, en su obra “Politica Criminallatinoamericana. Perspectiva_Disyuntiva. Argentina. 1982; así como de otro, ha contribuido con su vision en laelaboración del “Anteproyecto de código de Garantias Penales. La Constitucionalización del derecho penar. Ecuador2009, como base del Código Integral Penal que está en discusión en la Asamblea Nacional del Ecuador

50

sociedad.

5. ACERCA DE LOS ARGUMENTOS CENTRALES DE LOS RECURSOS

DE CASACIÓN INTERPUESTO Y SU ANÁLISIS

Una vez que han quedado abordadas la dogmática penal y las teorías

penales, sus concepciones y alcances, todo lo cual, para el caso que nos

ocupa resulta trascendental a fin de poder entender el contexto general del

caso traído a sede de casación; corresponde ahora, que el Tribunal haga un

análisis, en el referido marco, de los argumentos de los casacionistas para

determinar si los recursos planteados son o no procedentes o improcedentes,

fundamentados o no, todo ello, en el marco de nuestro ordenamiento juridico

que aun tiene marcados rasgos de la denominada teoria causalista, y en donde

la interpretacion penal no puede, ni debe tener un caracter extensivo mas aun,

a su vez, en el marco constitucional de un Estado de derechos y justicia como

el adoptado por el Ecuador a partir de la Constitución del 2008, y en donde los

jueces penales, somos jueces garantistas.

5.1. Acerca de los argumentos del recurso planteado por el acusador

particular Ángel Armando Cherrez Proaño.

Quien en rasgos generales y como quedó indicado en el punto 2.1., centra su

argumentación en: que la sentencia recurrida hace una aplicación equivocada

de la ley; que la valoración probatoria ha sido inadecuada, que la conclusión a

la que llegó no tiene relación con las premisas, que la aplicación de las normas

son erradas, que la aplicación doctrinaria ha sido inexistente; que en el caso

concreto de Cesar Moyano Carrasco, se le ha declarado inocente, pese a

existir pruebas de su responsabilidad; que para el caso de Julio Enrique

mejores definiciones que garanticen los derechos de los individuos y de la

fr’~ fr

La necesidad de perfeccionar las leyes

consecuencia que la política criminal, efectivamente,

convivencia social, y así lograr el valor y fin supremo del

penales tiene

garantice una

derecho, la justich

51

Andrade López ha existida una indebida aplicación de la norma en relación canla aplicación de la pena, pues se lo condena como autor del delito, que no

puede ser considerado como tal, puesto, que no generó el acto que causó la

muerte; y, que, en atención al delito culposo y al deber objetivo de cuidado, se

debería sancionar a Cesar Moyano Carrasco como culpable y a Julio Enrique

Andrade López como cómplice.

Si bien es cierto que este recurrente, en su argumentación, plantea que el

Tribunal de Casación, “avance” en lo dogmático, y trate sobre temas generales

del derecho penal, como los que han sido abordados en el punto ut supra; más

sin embargo, su fundamentación no es acertada, ya que, en primer lugar no

determina de manera explícita y puntual, en donde consta el yerro de los

juzgadores, qué norma no se ha aplicado o se ha aplicado erróneamente en la

sentencia recurrida; y, de otro lado, si bien plantea el desafío al Tribunal de

avanzar en lo dogmático, para lo cual, como quedó señalado se han abordado

las teorías penales, y aplicando cualquiera de éstas, al caso concreto, no se ha

logrado desvirtuar la presunción de inocencia de ninguno de los procesados:

por tal razón, con este fallo concurrente, la suscrita Jueza Nacional, sin

separarse del fondo de la resolución, lo declara improcedente, pero no “por

falta de fundamentación”; en tanto y en cuanto, luego del análisis de los

argumentos planteados, los cuales estriban en el supuesto “error” de la

sentencia ya sea en cuanto a la indebida aplicación de la pena y la valoración

de la prueba, mismo que como se ha evidenciado al desarrollar el punto

inmediato anterior y analizarlo con el caso en concreto; considera que, el

recurso de casación por parte de este recurrente deviene en improcedente.

Un acápite especial en cuanto a este recurrente, quien ha solicitado de

manera expresa que el Tribunal de Casación avance en lo dogmático, defina a

la culpa como infracción al deber objetivo de cuidado, que se deje en claro la

ubicación dogmática de la culpa en sede de tipicidad; cabe indicar,

profundizando aún más de lo abracado en el punto 4.2.3.4.5 que:

En el Derecho comparado se observan dos formas de previsión de los

delitos culposos en un cuerpo legal, a saber: 1. “Sistema del número abierto”;

52

J?44y c4,,~que incorpora a la parte general del Código Penal, una norma genérica en cuya

-~virtud, en principio, todos los tipos que se describen en la parte espéci&

pueden ser cometidos con dolo o culpa; la comisión culposa se encue~fa~Çs

abierta a cualquier delito; ejemplo de estos códigos tenemos en MéxicóÇ

España; y, 2. “Sistema del número cerrado”; en donde la conducta para s~

punible en la forma culposa requiere de una previsión legal específica; él ~‘

sistema carece de cláusulas generales, por lo que todo depende de previsiones

expresas de la parte especial; en ella los tipos están redactados siempre en la

modalidad dolosa y solo en algunos supuestos se prevé su realización culposa.

La comisión culposa esta “cerrada” a los casos expresamente previstos en la

parte especial del Código; ejemplo de este sistema es el Código Penal

Argentino.

Como quedó indicado, para el modelo clásico de la teoría del delito

(doctrina causalista) la infracción a un deber de cuidado es abordada dentro de

la teoría de la culpabilidad; para la doctrina contemporánea, es tomada en

cuenta al tratar la tipicidad del delito culposo.

En lo que respecta a “la adecuacion tipica” en los delitos culposos, esta

debe ser realizada considerando exclusivamente los elementos objetivos, lo

cual no significa que el comportamiento del autor no tenga elementos

subjetivos, pero los mismos son irrelevantes para la adecuación típica.

Quienes señalan que la previsibilidad es un elemento subjetivo en los

tipos culposos, como ocurre en el caso que nos ocupa, y en el argumento

concreto del casacionista acusador particular, no tienen en cuenta que lo que

se requiere para la subsunción es que el autor haya podido prever el resultado.

En lo que tiene que ver con los “elementos del tipo de comisión culposo”;

cabe indicar que se requiere de: a) la infracción a un deber objetivo de cuidado;

y b) la imputación objetiva del resultado.

En cuanto a esbozar un concepto sobre la infracción al deber de

cuidado, se puede señalar que, es cuando el autor realiza un comportamiento

que queda subsumido en un tipo de comisión y cuando su acción infringe un

53

deber de cuidado; todo lo cual, exige la determinación, en cada caso concreto,

Comparando la acción realizada, con la que exige el deber de cuidado en lasifuación analizada; por ejemplo: infringe el deber, el automovilista que causa

lesiones a un peatón, por haber circulado a velocidad exagerada; más no,

como en el caso sub ¡udice, en el que, como quedo indicado, ni Moyano que

fue contratado para instalar los calefones, y lo hizo, los entrego y funcionaron

durante dos años; ni Andrade que hizo la inspección (contra incendios y

normas de seguridad) y emitió el informe favorable; ni Sánchez que suscribió el

permiso de funcionamiento, se pude decir que sus acciones, han determinado

un comportamiento que se subsuma en una comisión que infrinja un deber de

cuidado.

Existen dos criterios, en torno a cuáles van a ser las circunstanciasespeciales del caso para determinar el debido cuidado: 1. “El criterio objetivo”;

al cual no le interesan las capacidades, las cualidades especiales del autor; se

le puede exigir a cualquier hombre medio, no tiene conocimiento especial; sin

embargo, si tienen en cuenta, para exigir el deber de cuidado el conocimiento

especial que pueda tener esa persona; y, 2. “El criterio subjetivo o individual”;

en el cual si interesan las capacidades especiales del autor; se le exige más al

hombre capacitado. Infringen el deber de cuidado aquellas personas que no

obraron con sus capacidades especiales o no agotaron sus capacidades

Un aspecto puntual, que corresponde referirnos al caso concreto, es eldel “delito culposo como tipo abierto” que, así se encuentra recogido en nuestro

Código Penal; en donde el legislador no ha descrito el comportamiento

prohibido en forma exhaustiva, por la imposibilidad de prever todas las

infracciones posibles al deber de cuidado; por ejemplo aquello ocurre con el art.

459 del homicidio inintencional, delito culposo, el cual es un tipo genérico que

requiere una complementación judicial en cada caso concreto. Son tipos

abiertos, porque el juez debe complementar la prohibición genérica descrita por

la ley.

El tipo culposo no individualiza la conducta por la finalidad sino porque

en la forma en que se obtiene esa finalidad se viola un deber de cuidado; vale

decir, teniendo presente que el tipo culposo prohíbe una conducta que es tan

54

final como cualquier otra, el elemento que debemos tener en cuenta en est~

forma de tipicidad es la violación de un deber de cuidado, que como

indicado en el caso sub ¡udice no se ha dado.35

Por último al hablar de la función del fin en el tipo culposo; cabe

que si no tenemos disponible cual era la finalidad de la conducta, no sabr

de qué conducta se trata y no podremos averiguar cuál era el deber de cuidado

que incumbía al agente, como ocurre en el casa sub ¡udice.

La violación del deber de cuidado, se trata de un componente normativo

del tipo objetivo culposo, que es reconocido como prioritario y decisivo,

debiendo tenerse presente que el deber de cuidado debe ser violado por una

conducta (porque no es admisible que haya procesos causales que violen

deberes de cuidado)36. Por otra parte, son incontables las conductas en que se

puede violar un deber de cuidado y que no se hallan reglamentadas; aquí las

remisiones a las pautas sociales son ineludibles, aunque esto no significa que

se recurra a fórmulas generales como la “persona normal”, ya que el deber de

cuidado debe determinarse conforme a la situación jurídica y social de cada

persona

Finalmente hay que indicar que las diferencias entre tipo doloso y tipo

culposo, estriban en que, en el tipo doloso la conducta se prohíbe porque está

prohibido el fin que se propone el autor, la selección mental de los medios y la

causalidad que se pone en funcionamiento para la obtención del fin prohibido;

en el tipo culposo el fin no cuenta, en sí mismo, porque la prohibición se funda

en que la selección mental de los medios viola un deber de cuidado y la cadena

causal termina en un resultado que de no haberse violado el deber de cuidado

no se hubiera producido.

~ cabe indicar que los tipos culposos como tipos abiertos, son los que deben ser completados por el juez, acudiendo auna disposición o norma de carácter general que se encuentra fuera del tipo; el tipo abierto, por sí mismo, resultainsuficiente para individualizar la conducta prohibida. Es lo que sucede con los tipos culposos: no es posibleindividualizar la conducta prohibida si no se acude a otra norma que nos indique ¿cuál es el cuidado a su cargo quetenia el sujeto activo? como lo ocurrido en el proceso en ciernes, en donde no se halla determinado, cuál era elcuidado a cargo que tenian ninguno de los procesados

~° Frecuentemente los deberes de cuidado se hallan establecidos en la ley, como sucede en las actividadesreglamentadas, tales como conducir vehículos motorizados, pero no siempre la infracción del reglamento es unaviolación del deber de cuidado; además debe tenerse presente que ninguna reglamentación agota todas las posiblesformas de violación al deber de cuidado y siempre se acude a alguna fórmula general, como por ejemplo que laconducción de vehículo deberá ser hecha con el máximo de atención y prudencia, donde estas disposiciones generalesno hacen más que remitir a pautas sociales de cuidado

—1’-

55

5.2. Acerca de los argumentos de los recurrentes, procesados, Manuel

Alberto Sánchez Paredes, César Javier Moyano Carrasco y, Julio Enrique

Andrade López

Reparando en el hecho de que todos los recurrentes indicados,

interpusieron el recurso de casación, bajo el patrocinio de un mismo Abogado,

que al ser convocados a la audiencia pública y contradictoria han comparecido

por intermedio de su patrocinador para fundamentar sus recursos; en primer

lugar, en el caso del señor Manuel Alberto Sánchez Paredes, no ha se ha

hecho ejercicio alguno de fundamentación, tan siquiera de mención a este

procesado, razón por la cual se declara abandonado su recurso.

• En cuanto al recurrente César Javier Moyano Carrasco, cuyo argumento

central se basa en que, la sentencia recurrida respecto de aquel ha ratificado

su estado de inocencia; el Tribunal de Casación lo declara improcedente, sobre

la base de las consideraciones jurídicas que quedan señaladas en el punto 4

de este fallo.

• En lo que respecta al recurrente Julio Enrique Andrade López, de quiense ha señalado y argumentado: que la sentencia recurrida es al único que lo

ha declarado culpable; que no se pudo sancionar a una persona sin que esta

haya inobservado una normativa vigente; que no se pudo haberlo sentenciado

por cuanto no existía normativa, ni disposición legal que le obligara a cumplir

con la inspección del calefón; que al haber falta de normativa había que

remitirse al Código Penal que establece el principio de legalidad; que se ha

debido tomar en cuenta el art. 76 de la Constitución de la República que

establece el debido proceso; que se debió haber aplicado el principio pro

hominem..

Con respecto a este recurrente, se debe señalar, que considerando que si bien

es cierto, el recurso de casación por definición es limitado, que como bien lo

señala el tratadista Orlando Rodríguez, tiene un carácter específico, que le

impide al Tribunal o Corte de Casación saltarse la barda que le impone el

censor mediante la proposición jurídica, por lo que no corrige ni adiciona

56

demandas, que se imita a verificar la correcta formulación de la proposición y

su desarrollo normativo; que solo aquellas demandas que se desarrollan poi

correcto sendero, tienen vocación para prosperar37; más sin embargo, exisi

denominada “casación oficiosa”, la cual como nos indica el autor indic~

“opera como una excepción al principio de limitación que regula el ejercicio

la casación ordinaria.”38

En este período, la casación oficiosa adquiere mayor protagonismo, porque si antes había

surgido tímidamente ante la existencia de errores de procedimiento, ahora tenía expreso

raigambre constitucional en el deber de la Sala de Casación Penal de la Corte de proteger

los derechos y garantías fundamentales. Por tanto esta corporación judicial debía no solo

resolver, sino avocar, tramitar y sentenciar de oficio, superando las limitaciones de la técnica

en la formulación de la proposición jurídica. Es la expresión de la función protectora y

garantista de los derechos y libertades fundamentales como del cometido constitucional de

la realización de la justicia material...

La casación oficiosa, en consecuencia, opera únicamente para la protección de los

derechos y garantías fundamentales del procesado... 39

En el caso concreto del recurrente Julio Enrique Andrade Lopez la

sentencia recurrida ha señalado

por considerar que la prueba actuada en el juicio ha sido idónea y suficiente para

establecer la existencia dei delito, así como para determinar su responsabilidad, puesto que,

este procesado no ha cumplido a cabalidad con sus obligaciones previas a la aprobación del

permiso de funcionamiento dei motel Karpso, ya que en dos ocasiones anteriores, por otros

inspectores que cumplían su misma función, ya fueron advertidos ciertas deficiencias que

impidieron el otorgamiento de la autorización de funcionamiento, la Sala confirma la

sentencia dictada en su contra, esto es, se le impone seis meses de prisión correccional por

considerarle autor dei delito de homicidio inintencional tipificado y sancionado en el artículo

459 dei Código Penal, y, en virtud de las atenuantes previstas en los numerales 6 y 7 dei

articulo 29 del código Penal, en concordancia con el artículo 73 ibídem, le impone la pena

modificada de un mes de prisión correccional, además, al pago de la multa de treinta

dólares de los Estados Unidos de Norteamérica.

r ver Rodríguez, Orlando, casación y Revisión Penal”. Edid. Temis. Bogotá. 2008, pág. 1383° Rodríguez, Orlando. Ob. cit. pág. 1383° Rodriguez, Orlando. Ob. cit. pág. 140

fc~ ~

57

El art. 358 del Código de Procedimiento Penal, en su parte final señala “. Sila sa/a observare que la sentencia ha violado la /ey, admitirá la casación,

aunque /a fundamentación del recurrente haya sido equivocada”.

Sobre la base de lo indicado y, respecto de este recurrente, a quien la Salade lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, es al único al que

en su sentencia, considera que la prueba actuada en el juicio es “idónea” tanto

para determinar la existencia del delito y, sobre todo, SU responsabilidad como

“autor” del delito de homicidio inintencional~ mediante este voto concurrente, y

sin necesidad de entrar a un ejercicio de valoración de prueba, sino del simple

análisis de la prueba aportada por los sujetos procesales y que es descrito en

la sentencia del ad quem, se tiene a bien señalar que se ha encontrado que el

juez ad quern, al hacer su valoración de la prueba, respecto de Julio Enrique

Andrade López, lo ha hecho de manera errada; ya que, son los mismos medios

de prueba que los jueces provinciales consideran idónea, la que, para los otros

casos, en cambio, les ha servido para establecer que no se ha determinado

responsabilidad y participación alguna ni de Cesar Moyano Carrasco, quieninstaló los calefones ni de Manuel Sánchez Paredes, quien suscribió el

permiso de funcionamiento; tal error judicial violenta las normas legales de los

arts. 79, 89, 91, 92, 94, 117, 252, 312 y Disposición General Segunda del

Código de Procedimiento Penal que tratan sobre la prueba y su valoración

(regla general, clases de pruebas, prueba material, reconocimiento, peritos,

clasificación de la prueba testimonial, existencia del delito y culpabilidad; y, la

condena, respectivamente); razón por la cual, el Tribunal de Casación, declara

procedente el recurso de casación interpuesto por Julio Enrique Andrade

López, acepta el mismo y reforma parcialmente la sentencia recurrida,

confirmando su estado de inocencia y dictando a su favor sentencia

absolutoria cancelando por ende todas las medidas cautelares que se

hubieren dictado en su contra.

Finalmente, dado que en el proceso sub ludice consta que, conrespecto al ciudadano Abraham lsaias Paredes Paredes, Gerente General y

Representante Legal de la Compañía Mokalipso S.A., propietario del motel

58

Ço kKalipso, donde se suscitaron los hechos, no se ha desarrollado investigación

pre procesal, y/o procesal penal alguna, se dispone oficiar a la Fiscalía Gi

del Estado a fin de que se investigue su participación.

Dra. Glad~s/Terá,h Sierra

VOTO COI~CURRENTE

JUEZA NACIONAL

Certifico:

Dra. Martha Villarroel Villegas

SECRETARIA RELATORA (e)

59