Droga Absoluta/La Biblioteca de Marko

8/18/2019 Droga Absoluta/La Biblioteca de Marko

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Droga Absoluta

LA EXPERIENCIA TOTAL

Jorge Orrego Bravo

¿Cuál es la verdad de todo?


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1.-La Entrada a la Biblioteca

A diferencia de lo que suele ocurrir, voy a contarles la historia inmediatamente.

Un trotamundos llamado Marko Zantez, vuelve después de ocho años a Santalismania, ciudad dela que fue expulsado después de confusos incidentes.

A su regreso se encuentra, con que Ana un amor de su adolescencia tormentosa (filósofa), y Nic un

compañero de la secundaria (psiquiatra), ahora son pareja.

Marko y Nic eran orgullosos; cada uno se sentía el dueño de la verdad y se enfrascaban en densas

discusiones intelectuales. La rivalidad entre ellos llega a tal extremo que en una de sus discusiones

apuestan a Ana.

Si Marko la conquista, Nic se suicidaría. Si Marko no puede hacerlo, él debía morir.

Había un rincón en donde Ana y Nic se detenían cuando caía el manto de la noche. Eran un par de

metros muy oscuros. En ese lugar Nicle recitaba poemas y luego trataba de sobrepasarse. Ana

irremediablemente detenía los avances amorosos de Nic, quizás por pudor, quizás por vergüenza,

Santalismania era un lugar de tradicionales costumbres.

El día de la apuesta ocupando un oscuro subterfugio Marko seduce a Ana.

En vez de lo que tenía que pasar, es decir la muerte de Nic, Marko y Nic volvieron a ser amigos, y

junto a Ana, los tres formaron una secreta cofradía. Aunando conocimientos se dedicaron con

pasión, a un ambicioso juego.

Se pusieron en mente crear un ritual y la mezcla de una droga, capaz de develar lo que ellos

llamaban “La Experiencia Total”.

Pero las cosas no resultaron bien. Nic murió en los falderos de un cerro después de ingerir "Nabur"

una de las drogas tentativas en la que estaban trabajando, sin antes dejar en manos una carta para

Marko. La carta decía:

"Marko y Ana, no sigan jugando con fuego, de esto que hemos descubierto nadie más debe saber,

por favor quema esta carta."


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Marko en la intimidad de su hogar procedió a realizar lo encomendado por su amigo. Cuál fue su

sorpresa cuando sintió el fuerte olor a la droga que entraba por su nariz. Al mismo tiempo unas

letras aparecían en la carta. Decían:

"Esto es un viaje sin vuelta, Marko. Has probado el Nabur. Si quieres salvarte, busca la cura en la

biblioteca".

Marko corrió varias calles preso de delirios y alucinaciones varias, y llegó por fin a la

biblioteca.

Trataba con desesperación de buscar el antídoto, pero su torpeza hizo que un gran librero le

cayera encima. Todo se oscureció.

Ya el mundo no tenía ninguna característica de lo real. Fue en ese momento que se le presentó un

extraño personaje, que en un insólito lenguaje lo sentencia:

"Si no descubres y resuelves el enigma que se encuentra entre las historias que puedes atrapar

con tus manos, nunca saldrás de acá."

Las historias de este libro, son las que lee Marko atrapado en la biblioteca.

¡¿Es que acaso no puede encontrase un lugar desde el cual TODO lo que ocurre sea explicado

inmediatamente?!


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LA VIDA DE MARKO

En una fría noche otoñal, nació Marko Zantez. Un fórceps ayudo a lo que fue un parto

dificultoso.

Fue bautizado por su padre con el nombre de Marko, en honor a "Marko el Grande", gran

boxeador, y orgullo histórico de la ciudad donde vivían, Santalismania.

Su padre era un relojero de provincia llamado Federico Zantez. Sus comienzos como padre defamilia fueron drogados y borrachos, pero en familia.

Un día la madre de Marko, la morena y exótica Cósima de Zantez le dijo: El alcohol mata. El no

bebió más, mas no sabía que un día su propia mujer trataría de matarlo.

Este incidente fue la gota sobre el vaso que precipito el divorcio. Marko tenía cinco años. Cósima,

veinte años más joven que Federico, se volvió a casar y a petición de Federico, y sin mucharesistencia por parte de ella, que estaba empeñada en emprender una nueva vida con los

menores obstáculos posibles, acuerdan que Marko se quede a vivir con su padre.

Federico olvidó sus malos hábitos y queriendo reivindicarse, se empeñó en que Marko recibiera

la mejor estimulación posible.

Entre sus esfuerzos intentaba con algo de éxito que su pequeño tocara piano, e

infructuosamente, que aprendiera el oficio de relojería practicando en un gran reloj de pared.

Marko veía a su madre los fines de semana y cabe mencionar que en estos paseos de casa a casa,

se la pasó muchos años en eternas discusiones en las que mamá y papá se reprochaban

mutuamente las razones del fracaso matrimonial.


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Que tu madre aquí, decía él; que tu padre acá decía ella; ¡que si supieras la verdad! Decían ambos.

Finalmente cuando Marko exigía que se le dijera cual era esa verdad tan terrible, siempre venía de

ambas partes un "Eres muy niño para entenderlo...".

Cuando más grande se enteró de las razones escabrosas que precipitaron el fin de una relación

insostenible, se sintió defraudado, durante su vida se había imaginado cosas mucho peores.

Cuando Marko cumplió seis años y se hacía menester el que accediera a la educación formal,

Federico, con mucho esfuerzo, lo matriculó en la Escuela Cristiana, caro, prestigioso y único

colegio religioso para hombres de Santalismania.

Marko era un niño solitario, tímido, soñador, y muy temeroso de perder el cariño de su padre.

Desde muy pequeño sorprendía con sus incisivas preguntas y comentarios.

En los recreos, mientras los niños jugaban Marko se quedaba reflexionando en un rincón, las

inquietudes que lo atormentaban. ¿Los leones eran carnívoros en el paraíso?, Se preguntó una

vez.

Un león comiéndose a una jirafa, en el jardín del edén, le pareció un espectáculo

bastante lamentable.

Uno pensaría que en el paraíso son todos amigos. Sin embargo, Marko llego a la conclusión que los

afelpados felinos debían ser carnívoros en el paraíso, ya que, si los leones no lo eran y después de

que Adán masticara la fruta prohibida sí, significa que Dios castigó a los leones obligándolos a

conseguir el alimento con el sudor de sus peludas frentes, y

¿Qué culpa tienen los animales de los pecados del hombre?

Además, si los leones no eran carnívoros tampoco podían ser herbívoros:


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¿No son acaso las flores seres vivos también?

Y si no eran ni carnívoros ni herbívoros, entonces; ¿cómo vivían sin comida? Puede ser que Dioslos alimentara directamente, pero, entonces; ¿tenían estómago los leones?....

El muchacho reflexionaba.

Un día de otoño, mientras cursaba tercera de escuela, entró sigilosamente a la iglesia del colegio

por una puerta secreta con la cual se llegaba al altar. Creyó encontrarse solo. Preso de un impulso

irresistible tomó el cáliz, pero éste se le escapó de las manos. El golpe retumbó por toda la iglesia.

El pequeño Marko quedó paralizado por unos momentos. Al darse cuenta que al parecer nadie lo

había escuchado, procedió rápidamente a recoger las hostias algo sucias, que habían quedado

regadas por el piso. Mientras las guardaba, iba comiendo algunas. Sintió decepción; algo divino le

había sido prometido y eso se le disuelve en la boca.

Dejó todo tal como estaba y cuando se disponía a emprender la retirada se percató que uno de los

inspectores del colegio lo observaba escondido detrás de una columna.

Federico indignado con su expulsado hijo, decide castigarlo y como escarmiento lo matricula

en la academia militar, un terrible internado en las afueras de Santalismania. Desde ese día la

actitud de Marko comenzó a ser extraña y enigmática.

AMIGOS


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En la Academia militar, el lugar elegido para que el pequeño Marko exorcizara sus demonios,

empezaba una nueva vida.

El primer día de clases, con un uniforme impecable y su pelo engominado a lo Carlitos Gardel,

sentase al lado de un tipo que parecía pájaro recién caído del nido, curiosamente sus compañeros

y profesores parecían respetarlo, luego supo que ese niño se llamaba Nicanor y era el hijo del

hombre más rico de Santalismania.

Marko se encontraba sentado en su pupitre observando a aquel niño flacuchento preguntándose

por que la naturaleza era tan injusta con algunos, mientras se rascaba disimuladamente las bolas.

De pronto entró un profesor de rostro hirsuto como un oso, que en cuestión de segundos y luegode una breve y antipática presentación, comenzó una clase de matemáticas.

El matón del curso, un obeso inmenso sentado atrás de Marko, cada cierto tiempo le enterraba la

punta del lápiz a su nuevo compañero. Marko se daba vuelta y el gordo ponía una cínica cara de

inocente. La pizarra se llenaba de jeroglíficos. Empezó un calor insoportable. La voz del profesor

parecía una trompeta mojada y vieja. El gordo de atrás le volvía a enterrar el lápiz.

Llegó el recreo y saliendo de la sala, Marko le dio una tremenda golpiza al desagradable gordito.

Cada dos fines de semanas podían ir a sus casas. Marko fue privado de este privilegio por un mes,

sin embargo, desde el primer día se ganó el respeto de sus compañeros.

Marko y Nicanor, el flacuchento del pupitre de al lado, entablaron una bonita amistad. Durante

los recreos se enfrascaban en largas y densas conversaciones.

Nicanor era un estudiante aplicado y admiraba la personalidad audaz de su amigo. Marko también

admiraba a Nicanor, sobre todo que tuviera la inteligencia para admirarlo a él.


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A medida que se hacían cada vez más duros los ejercicios físicos, e intelectuales, a los que eran

sometidos los exigidos alumnos de la academia, Marko y Nicanor se transformaban en esa pareja

de amigos que sólo se da una vez.

Cuando los noveles estudiantes no estaban en alguna sana travesura, como inyectar ají en la

parte de la mochila donde el gordo guardaba su sándwich, se encontraban inventando

fantasiosos planes, los que iban desde diseñar un excéntrico parque de entretenciones al que

llamarían “El Tren de la Mente”, y en el que imaginaban, harían a sus pasajeros pasar desde el

miedo más profundo a la más extrema euforia, hasta fabular la existencia de escondidas y

revolucionaras teorías filosóficas conocidas sólo por sociedades secretas, y que harían mutar a

quienes las conociesen a dimensiones inimaginables.

También hablaban de mujeres, Marko a sus trece años atormentaba a Nicanor contándole susespectaculares experiencias sexuales como si fueran verdaderas.

Los fines de semana libres Marko los repartía en su casa tocando el piano, y leyendo los libros de

la gran biblioteca que el padre de Marko había heredado de su abuelo, un alemán medio nazi

arrancado de la segunda guerra mundial.

La biblioteca ocupaba todo el segundo piso y estaba compuesta por dos grandes habitaciones. En

una de ellas yacía un escritorio con cuatro sillas y el piano de Marko, herencia familiar.

La otra habitación, separada por una puerta de la primera, estaba compuesta por cinco inmensos

libreros de roble en los que se encontraba de todo; desde antiguas e ingenuas revistas eróticas de

los sesenta, hasta las más excelsas obras que el intelecto humano ha creado, incluyendo

manuscritos, libros bicentenarios, y también se encontraba el diario de vida mecanografiado y

en alemán del abuelo, que nadie había leído por no conocer el idioma.

Marko pasaba largo tiempo en la biblioteca mirando y leyendo los libros que ahí había, le

fascinaba la inmensidad de mundos al alcance de la mano. En una tarde, cuando tenía catorce

años y contemplaba la inmensidad del saber, súbitamente tuvo la percepción nítida que toda su

vida se la pasaría adquiriendo conocimiento.

Fue como si de pronto se hubiese visto viejo. Un viejo amargado.


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Un viejo amargado buscando lo imposible.

Visualizó lo que sería toda su vida, y no le gustó.

Imbuido en ese estado anímico comenzó a bajar las calificaciones, y se distanció de su amigo

Nicanor.

El mundo le parecía un soberano sin sentido, y los seres humanos unos primates domesticados.

La religión una tontería.

La pretensión de sabiduría una ilusión. La belleza, pura convención.

La gente, las sonrisas, las actitudes de los demás… tan predecibles.

Y, mientras miraba el techo de su pieza pensaba:

...“Soy como soy por el país en que nací, por mi familia y una puta educación. Por haber nacido en

este cuerpo. También el clima, la hora del día, lo que uno come, los colores me determinan”…

… “En último caso, aunque pudiera hacer todo lo que deseo, no soy libre de lo que deseo”. “Ni

siquiera soy libre de pensar lo que quiero: mientras más deseo no pensar en estas cosas, más lo

hago”…

No es de extrañar el ejercicio de los expertos en la mente humana de inventar enfermedades

mentales, ya que el trabajo de los terapeutas se parece mucho al de los dueños de pompasfúnebres; tienen más trabajo mientras más desgracias hay, tienen menos dinero si el potencial

cliente se cura.

Sin embargo, existe un mal poco común que aún no es cosificado en el negocio de la psicoterapia,

y a falta de un nombre técnico lo llamaré: “El síndrome de sumergirse en el mundo de los sueños”,

se entiende como una forma de escape de la realidad.

El paciente que padece este trastorno hace referencia que las emociones, sentimientos, e incluso

las percepciones que experimenta en los sueños, son más intensas y reales que las que nota

en estado de vigilia.

Por fuera, sólo se ve una persona mediocre, floja, y desinteresada lo justo para fingir una

normalidad que le permita seguir con su rutina.


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La persona come, trabaja, orina, para poder vivir en los sueños.

Quizás fue ese mal el que atrapó a Marko; Tenía horribles e intensas pesadillas. Generalmente

trataban sobre lugares embrujados, y espíritus malignos que lo perseguían.

A veces se daba cuenta que soñaba y, cuando con gran esfuerzo trataba de despertar, y

lograba hacerlo, generalmente se encontraba tan cansado que sus ojos se cerraban

nuevamente para caer en los mismos espectrales lugares.

SUEÑOS CATALÉPTICOS

En una de esas pesadillas de noche de invierno, se encontraba solo en una vieja casa. No tenía

cuerpo. Era una especie de aire o nube que recorría las habitaciones buscando un espacio por

donde colarse y salir. De pronto se le aproximó un espíritu traslucido, malvado, helado, asfixiante.

Era una sensación horrible, el inefable hálito de lo malo absoluto. Trato de arrancar, pero las

puertas y las ventanas ante su cuerpo informe no ofrecían resistencia, las grietas de las paredes,

los orificios de las cerraduras no dejaban pasar su cuerpo invisible, pero denso como el humo.

Se dio cuenta que era una pesadilla. Trato de despertar. Conocía la técnica. Debía respirar

profundamente, hiperoxigenarse, llenarse de energía y así abrir los ojos y escapar del sueño.

Respirar era la única acción voluntaria que se correspondía con el mundo en vigilia. Después de

gran esfuerzo logró abrir los ojos.

Estaba con la boca sobre la almohada, respirando apenas, sin poder moverse, cataléptico. Trató de

mirar a su alrededor cuando de pronto notó algo extraño, cierta densidad en el aire.

De pronto pequeños seres invisibles, lo empezaron a apretar contra la cama, y le hacían

cosquillas en la planta de los pies, lo que no es algo menor ya que pensándolo bien, la cosquilla es

la única tortura que te hace reír. Desesperado, su corazón comenzó a latir violentamente.


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Entró el padre de Marko y le dijo ¿¡Qué te pasa Marko háblame!? El padre lo tocó y grito: ¡Marko,

no! ¡Mi niño se ha muerto! Y de pronto, llegó su padre nuevamente a la habitación de Marko y le

dijo “debes levantarte e ir a la

academia”.

Marko, por la pesadez de su cuerpo, por la apatía que sentía, y porque rápidamente empezaba a

olvidar, se dio cuenta que esta vez sí estaba despierto de verdad. Con gran dificultad se levantó de

la cama, se vistió, tomó el autobús, partió al colegio y por un par de semanas fue el mediocre y

desconcentrado alumno de siempre...

Una fría noche de invierno, se acostó en posición fetal en el suelo cerca del piano. Estiró la mano yprendió una pequeña radio. La puso a bajo volumen. Al cerrar los ojos sintió como su cuerpo se

desvanecía, la música se alejaba y de pronto se encontraba en otro lugar de contornos imprecisos

totalmente consciente de que experimentaba la transición hacia un sueño. Apareció en una gran

casa recorriendo sus pasillos.

Entró a una pieza repleta de sofisticados y hermosos pianos. Marko se quedó maravillado

viendo como brillaban esos nacarados cuerpos de madera ¿Cómo sonarán? se preguntó, y casi

inmediatamente por sus oídos resbaló el hermoso sonido de un gran piano de cola, luego

comenzó a sonar otro piano y los dos juntos empezaron a ejecutar una composición compleja y

lúdica.

Marko sabía que soñaba, y por lo tanto la música que escuchaba era una proyección suya, o sea su

propio ser desparramado en lo que parecía ser un mundo exterior, deseó controlar el sueño y

escuchar una composición muy hermosa, más hermosa aún que la que estaba escuchando en ese

momento, pero terminado de pensar esto, todos los pianos empezaron a sonar desafinadamente,

para luego terminar en un ensordecedor ruido que subía y bajaba de volumen.

Salió rápidamente de esa habitación, camino por un pasillo luminoso con dos grandes libreros a

sus costados, al final del pasillo había una puerta y Marko entró.

Lo esperaba una mujer de unos cuarenta y cinco años, pelo algo cano, y un semblante queirradiaba ternura maternal. La mujer lo saludó. Marko miró su propio cuerpo.

Llevaba pantalones corto, una chaqueta azul, camisa corbata, era un colegial de pantalones cortos.

La habitación era una cocina, con sus muebles y una pequeña mesa preparada para desayunar.

Todo parecía sacado de una película de los años cincuenta.


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La mujer le dijo algo, Marko se sentó en la mesa y de pronto apareció una hermosa morena con

traje de criada. Tenía grandes pechos y una pequeña falda que mostraba hermosas piernas.

La habitación empezaba a transformarse en la pieza de un Motel. “María sírvele desayuno al niño

mientras yo voy a comprar” dijo una voz que se alejaba.

Marko estaba excitadísimo, se concentró y María se agachó exhibiendo sus protuberantes pechos.

Marko se concentró aún más y la mucama se le acercó y se subió encima de él con las piernas

envolviéndole, y cuando él quiere penetrarla, la mujer se transforma en un insecto gigante.

De pronto, y justo cuando el corazón de Marko parecía salirse de su pecho la escena cambia

bruscamente y aparece caminado por el pasillo con dos largos y grandes libreros a cada lado.

Inapetente, pero aún erecto, saca uno de los libros de uno de los dos libreros y bajo de él,

encuentra un mechón de su propio cabello, y se sorprende porque recuerda que en otra

oportunidad, en otro sueño, el mismo lo había guardado ahí.

De pronto toda esa imagen desaparece y se ve caminando por una calle con dos mujeres.

Ellas eran dos hermanas, el sabe que en el sueño una es su novia, y la otra, menor que la primera,

también estaba enamorada de él. Eran mujeres comunes y corrientes caminando por una calle,

pero él sabía que en esencia eran una reina y una princesa y que las conocía desde hace mucho

tiempo y que había toda una historia de relaciones entre ellos, era otra de sus vidas, una vida

paralela que en estado de vigilia olvidaba.

Se da claramente cuenta que hay dos mundos. El de Marko que duerme en un lugar llamado

Santalismania. Y el que pasea con estas dos mujeres.

Mundos que parecían hechos de cosas, cuerpos, personas, concreto, habitaciones, colores, pero

detrás de lo aparente lo que verdaderamente subyacía eran conciencias que tratan de dominarse

unas a otras, cada cosa cree íntimamente que es lo único que hay y para preservar su valía

necesita someter a las demás.


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En el mundo de vigilia, en el mundo en que se llamaba Marko y vivía en Santatalismania, el era un

esclavo, un ser sin poder y totalmente sometido a la conciencia de otros: Su padre, los profesores,

sus miedos; pero en los sueños podía acceder a algo de poder, ese mundo era el consuelo de una

conciencia oprimida, un repliegue donde podía ser libre, sin embargo, también era un mundo

totalmente real, en el que podía ser dominado.

Los caminantes pasan por un pequeño puente donde hay un hombre trabajando al cual le duele la

espalda, Marko deja pasar a las dos mujeres y casi casualmente toca la espalda del trabajador y

este empieza a agradecerle a Marko que ya no tiene más dolor.

Siguen caminado por las calles de esa onírica ciudad

hasta que recibe el mensaje que debe partir, y volver a su cama en Santatalismania.

Marko pide un momento más para despedirse, pero siente que su cuerpo se desvanece y observa

la ciudad desde los aires mientras se aleja, para despertar llorando en su cama

desconsoladamente.

En esa misma mañana ocupando gran retórica convenció a su padre para que lo cambiase de

colegio.

Como era mitad de año escolar en sólo una institución lo aceptaron.

ANFETAMINAS ESPECIALES

Entró a estudiar a un colegio experimental con una especial preocupación por lo artístico.


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El primer día de clase despertó atrasado, se puso su uniforme, acomodó correctamente su

corbata, con un poco de gomina arregló ese mechón de pelo rebelde que caía sobre su frente, y

partió. Sin embargo, cuando entró a la sala de clases no había nadie.

Esperó mucho rato hasta que entró un hippie de pelo muy largo. Eres el primer compañero que

conozco. Dijo Marko. No, dijo el tipo, soy el profesor de Matemáticas.

De a poco empezaron a llegar sus compañeros; unos con aire de intelectuales, otros hippies, unas

mujeres fumando y un par de homosexuales. Ese colegio parecía ser una oda a la tolerancia.

Salieron a recreo y un tipo al que le decían Chacón le pidió a Marko que lo acompañara, lo iba a

invitar a conocer algo.

Llegaron a una sala en la que no había

Nada, y la poca pintura que le quedaba en sus paredes estaba toda cazcarrienta.

Había una tapa en el suelo, Chacón la abrió y se introdujo como una rata por el pequeño agujero,pidiéndole a Marko que hiciera lo mismo, a lo que Marko accedió.

Llegaron a un sótano oscuro, pero de a poco Marko se dio cuenta que siluetas humanas se

empezaban a dibujar en la oscuridad.

Quieres probar algo, le dijo Chacón a Marko, mostrándole tres pastillas rojas. Son anfetaminas

especiales, remarcó. Te dejaran un tiempo en el paraíso.

Esas pastillas no hacen nada son muy suaves, dijo una voz anónima desde la oscuridad refutando

la efectividad del relleno de esas cápsulas.


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Dame una, no más, dijo Marko, luego veremos. Y con el contenido de una caja de vino que le

facilitó uno de los moradores del subterráneo, las tragó.

A los minutos sintió su cuerpo liviano y cómodo como una pluma. Una profunda emoción le

hinchaba el pecho. Un profundo amor por todo lo que lo rodeaba.

Se sentía más inteligente y claro que nunca. Muchas ideas se paseaban simultáneamente por su

cabeza en armónica polifonía. Nunca había sido tan feliz.

Quería sonreír pero su boca estaba llena de una saliva espesa que hacía que sus labios se pegaran

a sus dientes. Toma masca este chicle para que cuando bajemos no se note que estás tan loco.

Masca lento y con la boca cerrada, te advierto que cuando el consumo se realiza en dosis altas

y por períodos prolongados casi inevitablemente termina produciéndose una psicosis paranoide.

En raras ocasiones se precipita por una sola dosis alta o por reiteración de dosis moderadas.

La psicosis inducida por la droga podría empezar con una vaga y no desagradable curiosidad, un

deseo de mirar más allá de las superficie de las cosas.

Se caracteriza por delirio persecutorio y sentimientos de omnipotencia; repentinamente surgen

ideas relativamente delirantes o poco realistas, en estado de plena claridad de conciencia.

La experiencia indica que ésta es reversible cuando fue motivada por una intoxicación aguda: los

síntomas remiten una vez que el organismo esté libre de la droga - usualmente en algunos días,

raramente más de una semana.

Pero muchas veces es permanente en casos de abuso crónico con altas dosis: la anfetamina

especial podría gatillar una auténtica esquizofrenia en aquellas personas que son vulnerables al

desorden.


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Si te gustan estas pastillas nunca subas la dosis, si tienes la tentación de hacerlo descansa de ellas

por un tiempo, así no caerás en una escalada viciosa, le advirtió Chacón a Marko.

El subterráneo se transformó en un paraíso hasta que se escuchó:

“Muchachos se acabó el recreo y dejen de fumar”, ¡Mierda!, dijo Marko, no te preocupes ese

tipo es buena tela, dijo el Chacón con un tímido resquicio de aire por la marihuana alojada en sus

pulmones y respondió al profesor,

“Aquí no hay nadie”.

“Es la clase de música”... dijo el profesor como quien le ofrece la galleta a un perro.

Bajemos esto es bueno, dijo Chacón a Marko y de un salto salió del subterráneo, luego salió Marko

y le dijo al inspector, “A donde hay que ir, no sé ya que soy nuevo aquí, el inspector le dijo:

“Sígueme, me gusta la gente energética”.

Llegaron a una sala en la que había un teclado, una computadora y algunos instrumentos rítmicos.Luego entró Chacón y sus otros compañeros y tomaron los instrumentos étnicos y empezaron a

crear un desenfrenado ritmo.

Marko empezó a jugar con los teclados, de pronto descubrió el sonido sampleado de un corazón

latiendo, el sonido de un reloj, unos ruidos industriales y empezó a juguetear con ellos sobre la

base que tocaban sus compañeros, y luego comenzó a cantar simulando cantos aborígenes.

El profesor le dijo que tenía talento y que había un lugar en donde podía tocar, dándole la

dirección.

Marko estaba muy ansioso así que decidió no esperar y escapar del colegio para ir a audicionar en

ese mismo instante, aprovechando que se encontraba inspirado.


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En el momento en que se daba una amable discusión entre un compañero con el profesor acerca

de la adulteración de una nota en el libro de clases: en donde aparecía un seis coma cinco, el

profesor decía recordar claramente haber puesto un dos, estaban todos distraídos por la pequeña

trifulca.

Cuando Marko se dio cuenta que ellos estaban a punto de llegar a un advenimiento y negociar la

nota, se dirigió a la puerta de la sala y salió por ella sin que el profesor se diera cuenta.

Marko corrió por el pasillo hasta llegar al portón de entrada al colegio, trató de abrir la puerta

pero estaba cerrada con llave. Trató de pasar la reja por encima, pero en ese momento fue

sorprendido por el inspector.

¡Qué haces! Preguntó el inspector. “Que hace usted”, dijo Marko y continuó: ¡Cómo se les ocurre

dejar la reja con llave, quiere que termine atravesado como un anticucho!...

¿Podría decirle al profesor que mi apoderado me vino a buscar, por favor?...”

El inspector confundido abrió la reja y lo dejó ir. Marko tomó la dirección del lugar dado por el

profesor y caminando llegó, tocó el timbre, y por el citófono dijo, “soy el nuevo músico queustedes necesitan”.

Marko empezó a tocar sus composiciones en piano en ese lugar llamado “Bebo, luego existo”, él

cual era

frecuentado por poetas, músicos, y escritores. Algunas veces agarraba sus teclados e

improvisaba melodías.

Otras veces sobre la música, improvisaba simpáticas historias.

Nunca se sabía si hablaba en broma o en serio. Cuando estaba algo borracho le gustaba insultar a

la gente, pero casi siempre remataba sus improvisaciones con algo divertido que distendía la

situación.


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En poco tiempo se empezó a congregar en torno a Marko un grupo de bohemios admiradores

fascinados por los momentos poblados de extraños acordes y enigmáticos climas sonoros que

lograba Marko con su piano.

Era diplomáticamente insolente. Le gustaba jugar con historias y paradojas. Se sentía más claro

de espíritu y eso se transmitía en su actitud. Una velada con él podía llegar a transformarse en

un estimulante viaje por el reino de la imaginación.

En esos años pasa por una época de maníaca productividad.

Le da por dejar constancia en sus cuadernos de notas de todos sus actos y estudios, de sus lecturas

y diversiones, de los acontecimientos diarios en el colegio, en el club, como si se viera

obligado a registrarlo todo a fin de que nada se perdiese, porque todo podía tener un valor

incalculable.

Lo poseyó unas irrefrenables ganas de conocer que lo hacía pasar noches enteras leyendo en su

biblioteca, también escribiendo una historia que parecía nunca terminar y como si esto no fuera

poco, componiendo en el piano las nuevas obras que iba tocando en el club.

Todo ayudado por las “anfetaminas especiales” que le había mostrado su compañero Chacón.

Un camino fácil, rápido y directo a la creatividad, inteligencia, belleza, euforia y valentía, en eso se

transformaron las pastillitas mágicas para Marko.

Sin embargo, muchas veces empezaba algo, una creación, una lectura, una idea y antes determinarla, se le aparecía en la cabeza una idea para él mejor, o un libro que debía leer donde se

encontraban profundizadas las ideas que estaba pensando, y luego olvidaba lo que estaba

haciendo y empezaba con otra cosa, y antes de terminar esa cosa, con otra.


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Por momentos lo desesperaba no poder terminar lo que empezaba, no poder transformar en

algo tangible y completo todas ideas que en su cabeza se peleaban por tomar el primer lugar.

Se imaginaba famoso, considerado un genio, practicaba ante un espejo las respuestas a las

entrevistas que daría, las defensas de sus ideas cuando alguien osara criticarlo, se imaginaba

aprisionado por la fama, atacado por la envidia, pensaba en todas las personas importantes que

habían sido asesinados, perseguidos, anulados por haber tenido las ideas más avanzadas de su

época.

Luego volvía a recordar todas las revoluciones que podía crear en música, en la literatura, en la

estética, en la filosofía.

De tanto pensar se angustiaba he iba a tomar un trago de alcohol que robaba del estante de su

padre.

Con un grupo pequeñito de admiradores del club en que tocaba, formó una cofradía que se reunía

en su casa los viernes.

En esas reuniones se daba la posibilidad de que jóvenes bohemios y desadaptados, pudieran, -después de beber en una antigua botella un preparado de alcohol y estimulantes en la que hacían

llamar la ceremonia del aire denso -, conversar misceláneamente de casi todos los temas que les

interesaban en esa época: sexo, esoterismo, filosofía, experiencias con drogas, en fin, cada uno

de los integrante se manejaba mejor en ciertos

temas y cuando le tocaba la palabra, debía exponer un tema específico y luego coordinar un

pequeño debate.

Por lo menos eso era en teoría, pero la teoría y la práctica se parecen en la teoría pero no en lapráctica, de hecho esas reuniones eran lo más alejado a algo estructurado o normado. Tomaban

rumbos impredecibles.


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Afortunadamente cuando las cosas se ponían demasiado desordenadas, generalmente Marko

tomaba las riendas de la situación transformando muchas veces la confusión en algo excitante y

creativo.

Uno de los integrantes de estas reuniones llamado Guindo Rodríguez era un ex interno

psiquiátrico que con orgullo decía haber colapsado después de escribir un libro y quedar

atrapado recorriendo con su imaginación el lugar de su novela.

Otro de los integrantes llamado Francisco Durazno era un fanático el día nueve de noviembre

de mil novecientos cincuenta y dos, coleccionaba revistas, diarios, grabaciones radiales de la

época, tenía la idea de que en vez de estudiar la historia completa, era mucho más productivo

estudiar los sucesos que ocurrieron en un solo día y analizar las distintas interpretaciones que se

hicieron de éste.

Aniceto Trigal y Pedro Lija, eran los restantes miembros, un par de morenos extranjeros de familia

pudientes que habían llegado a Santatalismania para matricularse el año entrante en una moderna

academia científica que se iba establecer en la ciudad.

En esas reuniones se conversaba, se mostraban obras personales. Marko se transformó en el líder

natural. Lo llamaban el capitán.

Marko inventó la que haría llamar la ceremonia del aire denso, en donde en una antigua botella,

se paseaba un potente licor con psicotrópicos de mano en mano, luego de una oración que decía

algo así como:

"OH bestia cerebral líbranos del mal de las palabras,

Entre un sí y un no existen infinitos matices que no tienen nombre,

Entre un sí y un do existen infinitas notas que no tienen nombre,

¡Cuál es el límite entre el azul y el celeste!

OH bestia cerebral líbranos del mar de las palabras"


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A Marko le encantaba hablar de sus supuestos conocimientos acerca de lo extraño, insólito,

misterioso y lo hacía de un modo a veces aterrador. Gracias a sus historias y relatos, Francisco

Durazno empezó a tener pesadillas y alucinaciones.

Los demás miembros del grupo se molestaron con Marko. Encontraban que estaba abusando

de un don, que mal ocupado podía llegar a ser muy peligroso. Incluso Francisco llego a fraguar

un plan para hacerle lo mismo “al malvado del Marko”.

Por esos tiempos Santatalismania era una ciudad bastante particular, por un lado tradicional y

religiosa, pero por otro, llena de los mismos adelantos tecnológicos que eran la maravilla de las

ciudades de los países más desarrollados.

Por un lado su clase dominante blanca y de apariencia europea, por otro, la clase dominada

indígena y segregada.

En el medio, un caleidoscopio vario-pinto en el que se encontraba Marko, con un abuelo alemán y

un tatarabuelo indígena.

Una de las cosas curiosas que sucedían en Santatalismania fue la instalación, sin publicidad, sinartículos de prensa, sin gran ceremonia inaugural, de una modernísima academia de estudios

científicos financiada con fondos extranjeros, que buscaba gente inteligente y creativa para que

fueran sus alumnos.

La inversión era millonaria, y las enseñanzas iban desde filosofía, hasta robótica. Nadie sabía muy

bien por qué la academia se había instalado en Santatalismania, una típica gran ciudad tercer

mundista, unos decían que era para evadir impuestos, otros más fantasiosos decían que en una

ciudad tercer mundista como Santatalismania era difícil fiscalizar experimentos reñidos con la

ética, como experimentos síquicos, genéticos, o relacionados con armamentismo.

Marko quería pensar que en países menos desarrollados aún quedan mentes creativas, no

sumergidas en el sin sentido y la abulia existencial. Por último, a decir de Francisco Durazno, nadie

sabe donde el imperialismo invierte sus platas.


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Marko, recién salido del colegio, escuchó casualmente la existencia de este proyecto académico a

través de Aniceto Trigal y Pedro Lija, postuló y fue aceptado junto con una decena de alumnos

más, entre ellos los mismos Aniceto Trigal y Pedro Lija.

La sede de la academia quedaba en el subterráneo de un pequeño edificio antiguo en el centro de

la ciudad. Los estudios de primer año de esa “nueva y experimental disciplina académica” estaban

compuestos por cuatro asignaturas.

Historia de la historia de la Filosofía, Robótica y realidad virtual, Teoría del tiempo y Física

moderna, Ingeniería Neuroconductual.

En el taller de robótica Marko parecía recordar en vez de aprender.

Muy pronto inventó un programa con el cual comandaba uno de los básicos robots

experimentales, y con este robaba drogas que se ocupaban en experimentos en el laboratorio de

ciencias de la conducta.

Empezó a ocupar estos psicotrópicos en las reuniones que efectuaba en su casa, y estas tomaron

una intensidad y una impredecibilidad inusitadas...

EL MAESTRO ISRAEL

La cátedra que más le impresionaba llamábase Historia de la Historia de La Filosofía, y la impartía

un singular personaje al que el alumnado y profesores llamaban respetuosamente, el maestro

Israel. Era un hombre de unos sesenta años, pelo casi cano. Semblante alegre y pícaro.


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Su clase era la más entretenida de todas. Se basaba en mostrar una postura filosófica de una

forma sugestivamente convincente, para luego mostrar la otra cara de la moneda con la misma

convicción. Poseía una capacidad de oratoria increíble.

En su primera clase reveló que la civilización occidental era un complot que entre sus muchas

argucias, había fabulado la idea de que la tierra era el centro del universo, luego que giraba

alrededor del sol, para concluir que el sol es un ínfimo astro en la cola de la vía láctea.

En esa lógica los hombres no conocen nada, ya que todo el universo conocido no es más que un

punto pintado en la pizarra, pero ni siquiera es eso, ya que es la mitad de ese punto, y la mitad

de ese punto... Ese

complot estaba fraguado para escondernos la verdad: que los hombres lo pueden llegar a conocer

todo.

A Israel le encantaba encender debates con sus alumnos y con otros profesores. Si alguien lo

contradecía, ponía cara de que lo estaban apabullando, y luego aparecía una sonrisa casi malévola

en su rostro y contra argumentaba demoliendo a sus contrincantes.

Esa era la técnica de Israel: afirmar algo y negarlo, y afirmar algo que a su vez también es

negado. Una alegoría, y un canto y una descripción fiel del mundo, eso intentaban ser sus clases.

En un universo en que todo aparece nada más que para ser superado de inmediato, una filosofía

que pretendiera expresarlo debía ser forzosamente una filosofía de la negación, así decía

Israel.

Más que los conocimientos del Maestro Israel, muchos pensaban que su poder se debía a la

cadencia con la que hablaba, poseía un sutil e indescriptible sonsonete sin baches ni vacilaciones.

Una frase se ligaba a con la otra de manera perfecta, y uno tenía la sensación de no tropezarse con

nada.


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Todo fluía y no importaba perderse un trozo de contenido, porque la forma lo envolvía.

Bajo su erudición filosófica se escondían intenciones bastante mundanas, lo cual quedó en

evidencia cuando una sus alumnas lo denunció, porque a pesar de sus esfuerzos, Israel no le había

puesto buenas notas, la alumna exigió una investigación, aduciendo que sospechaba de

conducta impropia al docente.

En el sumario que se le hizo, la alumna reveló haber tenido relaciones sexuales con Israel, y

tampoco ayudó el que uno de sus alumnos declarara haber escuchado decir a Israel, que para lo

único que le servía su sabiduría, era para seducir tiernas damiselas, rematando con: “¡y pensar

que cuando más joven los libros me servían para tomarlos fuertemente y que no se me vieran

tiritar la manos cuando se me acercaba una mujer!”

Desafortunadamente en un pueblo pequeño, este hecho no podía pasar desapercibido, así que

Israel fue encarcelado.

En la cárcel de Talismania Israel realizó talleres de filosofía para los presos, una demostración

al mundo que la vocación docente era más fuerte que su libido.

En uno de esos talleres estaba relatando las peculiaridades del átomo - en qué consiste tocar algo

- dijo, y continuó; - yo me afirmo en la mesa y la superficie del dedo es de una vaguedadtremenda, el dedo está formado por átomos y en ellos hay unos núcleos de átomos rodeados de

electrones.

“Entre el núcleo y los electrones hay una distancia más o menos así”, Israel dibujo un punto en la

pizarra, “ese es el núcleo” dijo, luego caminó por la derruida habitación de la cárcel que servía de

aula, hasta llegar al fondo de ella, tocó a uno de los presos en el hombro, y con la tiza le dibujó un

punto en su uniformada cotona y dijo - y a esa distancia esta un electrón -.

Caminó hasta la puerta y le dijo al gendarme “permiso” y le dibujo un punto con la tiza en su

uniformado traje,- y la distancia entre el punto que le dibuje a ese mal chico y el que le dibuje a

este guardián de la ley, es la distancia que hay entre un electrón y otro. Volvió a su mesa y

dijo:


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- Ven, cuando alguien toca algo, lo que toca , la superficie de la mano, es una nube casi vacía; lo

que uno toca, o sea la mesa, es una nube prácticamente vacía: ya ven, nada toca a nadie, golpeó

la mesa con su puño y casi inmediatamente un fuerte ruido subterráneo y retumbante sacudió el

viejo edificio de la cárcel, y todos comenzaron a correr hacia el patio mientras Israel pedía calma,

comenzó un fuerte temblor, era nada menos que el gran terremoto de por esos años y la mitad

del techo de la habitación de la vieja cárcel se desplomó.

Cuando terminó el temblor y se desempolvó el ambiente, se divisó al maestro Israel bajo unos

escombros. Le salía sangre por los oídos, trató de hablar y un chorro de sangre con material

amorfo y viscoso salió por su boca.

Si nada toca a nadie, no sé qué mataría al maestro Israel.

Quizás fue bueno morir así, y no morir asesinado en manos de sus alumnos, por pedante.

Sin embargo, era difícil no irse después de sus clases sin una sensación de irrealidad.

LA PREGUNTA

Marko llegó a sentir una profunda admiración por Israel, al cual se sentía unido por un lazo de

hermandad espiritual.

No obstante, estaba muy intrigado por cuál sería el objetivo último de su forma de proceder, por

qué eso de negarlo todo y luego negar la negación. Un día a la salida de su cátedra de Historia de

la Filosofía, Marko interceptó a Israel en el pasillo y le preguntó:


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- Profesor. Estoy muy intrigado con la dirección que está tomando esta cátedra ¿cuál es el fin de

criticarlo todo y no proponer nada a cambio? ¿No será que existen en sus dichos aguas más

profundas de las que se ven a simple vista?

- Cuando estudiaba Física en la Universidad de Frorikorinstoninburgo - respondió lenta y

parsimoniosamente Israel-, con un grupo de amigos nos dedicamos a la locura de leer a los

filósofos herméticos, empezamos con Monom para terminar con Frederich Kantor y así llegar a

la conclusión de que en la integración del pensamiento de estos dos eruditos, ya se encuentra

todo.

- ¿Cómo todo?, ¿Y cosas como el budismo, el yoga, las experiencias espirituales, digamos, cosas

que habitan en un reino que no es el de las palabras, sino el espíritu?

Todo, todo está ahí querido amigo.- Terminó de decir eso, miró su reloj, pidió disculpas y se fue.

- Pero en qué cree usted profesor, le dijo Marko mientras

Israel se marchaba.

- Creo en el hambre, la pobreza, el dominio planetario de la racionalidad técnica y en el horror de

las dictaduras, dijo Israel mientras caminaba.

Esta respuesta Marko la encontró poco sutil, una excusa para salir del paso. Marko quedó

sumamente intrigado con lo dicho anteriormente por Israel ¿Qué significaba “TODO”?

“¡¿ Es que no reposa en el fondo de mí la llave del conocimiento total y en un relámpago de

pronto estar en un lugar privilegiado donde ver el conjunto de los hechos, el espacio y el tiemporevelados en la totalidad y significación última de sus aspectos?¡", Se dijo Marko en estado de

exaltación.

Esa misma tarde se metió a la biblioteca y después de


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algún momento de búsqueda encontró un libro de Monom, el primero de los filósofos que

le había nombrado Israel, De Lo Macro Sistemático A Lo Micro Punto, era su nombre.

Obra difícil en parte porque se dice que Monom la escribió a toda prisa, y no es claro si es que dice

o no lo que él filósofo quería plantear.

Estaba facturado en una sobria empastación. Su carátula, sin embargo, era bastante singular.

Mostraba a un hombre frente a un palacio, pero en la contratapa, se veía que el palacio era de

utilería y en el horizonte oscuro, hacia donde miraba ese hombre, unos ojos siniestros que lo

miraban a uno, en forma inquisidora.

Marko se sentó en el suelo, en un rincón de la biblioteca abrió el libro y comenzó a leer.

LAS AVENTURAS DEL ESPÍRITU, DE MONOM.

El libro “La Historia del Espíritu” cuenta la historia de Nasrudín, un filósofo e investigador de la

antigüedad. Este investigador se pone a estudiar una aparentemente inmoral, hermética y

clandestina organización de prostitución masculina llamada: “Amor para Mujeres Solitarias”.

Para investigarla ocupó una técnica, a la que actualmente se le podría llamar “endógena” o

“participante”.

Él debía introducirse en esa organización sin que nadie supiera que era un investigador. Debía

conocerla desde adentro. Debía realizar las cosas que ellos hacían.

Así, al poco andar descubrió que “Amor per Donas Solitaris” era una organización

fuertemente jerarquizada. Un gran porcentaje de sus ganancias iba a parar anónimamente a obras

de caridad. La lealtad entre sus miembros era el valor más valioso.


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El asunto es que a Nasrudín, le empezó a fascinar ser un miembro de esta organización.

Después de haber sido sometido una serie de ritos iniciáticos.

Después de haber aprendido técnicas de dominio de la mente sobre el cuerpo como, por ejemplo,

poder mantener una erección ante una mujer fea.

Después de sentirse parte constituyente de una solidaria y secreta comunidad.

Después de, incluso, ser nombrado mariscal de campo de la organización. Después de todo eso,

empezó a respetar y admirar, el ahora, noble oficio de prostituto para damas.

Los pobres, los enfermos, hasta los animales tienen organizaciones que se ocupan de ellos ¿No se

merecen las mujeres desfavorecidas que alguien les dé un poco de pasión?

Al poco andar ya a no sabía quién era más real, si Nasrudín el investigador, o Nasrudín “elsemental con cerebro”, que era el seudónimo o chapa que le habían dado sus compañeros, al

darse cuenta de las inclinaciones intelectuales, del que no sabían, era un infiltrado.

Nasrudín le contó muy sutilmente, de sus inquietudes intelectuales a una persona que lo estaba

ayudando con la investigación, y esta persona le hizo ver que no debía sacar conclusiones

generales con datos parciales, y de lo seductor y engañosas, y de los efectos hipnóticos que

pueden ejercer las sectas entre personas no muy fuertes de espíritu.

Y para ilustrar su idea le recuerda el famoso cuento de los ciegos y el elefante, en el que un

maharajá mandó reunir a todos los ciegos del pueblo, pidió que los pusieran ante un elefante y les

pidió que tratasen de identificar qué era.


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Unos dijeron, tras tocar la cabeza: "Un elefante se parece a un cacharro"; los que tocaron la oreja,

aseguraron: "Se parece a un cesto"; los que tocaron el colmillo: "Es como una reja de arado"; los

que palparon el cuerpo: "Es un granero." Y así, cada uno convencido de lo que declaraba,

comenzaron a disentir enfáticamente entre ellos.

La visión parcial entraña más desconocimiento que conocimiento. Aunque todos están

parcialmente correctos, dada la limitación de sus facultades, todos están errados dada la realidad

evidente.

Nasrudín salió de la Universidad y sentado en el suelo, pensó que si desconfío de mi experiencia

también debo desconfiar de mi desconfianza que, a fin de cuentas, no es más que otra

experiencia: no podemos cuestionar la conciencia porque es la única herramienta de la que

disponemos.

Intentar hacerlo, sería como pretender nadar sin mojarse; perfectamente podía haber una reja o

un cesto, pero más profundamente aún, y si se trata de concentrase en el todo también hay algo

de arbitrario en el separar al elefante del nicho ecológico, y el nicho ecológico de la naturaleza, y la

naturaleza del universo, o sea para conocer cualquier cosa, ¡Habría que conocerlo Todo!, entonces

¿Quién queda para conocerlo?

No imaginó que toda su vida no sería sino un gran círculo que partiría en esa afirmación y

terminaría en ella. Algo debió intuir cuando por varios segundos coexistieron en

él, los sentimientos de una suave frustración y el de una tensionante esperanza.

Nasrudín tenía un diario de investigación en el cual noche anoche, anotaba las cosas que le

iban sucediendo. Estaba preocupado porque estaba perdiendo objetividad en la investigación, y su

mente se llenaba de reflexiones que lo confundían aún más.

Una noche en su estudio de trabajo, mientras meditaba a propósito de los supuestos caminos que

conducen a la verdad, se preguntó: ¿Por qué la verdad de algo, debería alcanzarse a través de un

método? Ya que por ejemplo el termómetro ya altera con su propia temperatura la cosa que se

quiere medir.


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Uno podría pensar que la solución es conocer el instrumento con el cual uno conoce. Pero,

cuando conozco como conozco, y en el caso que semejante empresa pudiera llegar a realizarse,

dejo de conocer lo que conozco, para conocer como conozco... el objeto de estudio queda

nuevamente incognoscible.

¿No será el problema tratar de conocer la verdad de algo a través de un método, o tratando de

conocer el conocimiento?

Si no podemos discutir la existencia de objetos fuera de los límites de nuestra razón, tampoco

podemos postular la existencia de dichos objetos

Lo que voy a exponer, - se dijo Nasrudín -, es la experiencia del saber tal como se manifiesta a mi

sentido común. Sin aplicar un método. Sin analizar como conozco.

Buscó Nasrudín con su mirada algún objeto en la habitación al cual dirigir su observación. Se

fijó en el lápiz que tenía aprisionado entre sus dedos.

Empezó a escribir y reflexionar al mismo tiempo: Tengo aprisionado entre mis dedos este lápiz, es

de color negro, de metal, esta algo frío. Lo acercó a su nariz y luego escribió: aparentemente no

expele olor alguno.

Continuó; Lo aprieto y el lápiz es duro, resiste, opone resistencia. Puso la mano izquierda en su

barbilla, frunció el ceño y se preguntó:

¿Qué significa este lápiz?

¿Qué es este lápiz, aquí y ahora?,

¿Se puede nombrar el justo esto, justo aquí, justo ahora?


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Si se trata de precisamente ahora, cada ahora es un ahora distinto. El lápiz ahora y el mismo lápiz

ahora, son dos ahoras distintos.

Si se trata de analizar el eje del esto, “esto-ahora un lápiz” y “esto-ahora un lápiz” son también dos

momentos distintos.

¿Cómo puedo entonces reconocer la mismidad de estos dos, esto-aquí-ahora, y llamarla lápiz?:

- El esto-aquí- ahora, no tiene nombre. Serían necesarios infinitos nombres, uno por cada ahora,

uno por cada aquí.

En una comienzo sintió terror ante la idea de que nada tenga que ver con nada, ningún momento

con ningún otro momento, ninguna cosa con ninguna otra. Pero su reflexión cambió de dirección.

¿Cómo puedo entonces reconocer la mismidad? Se preguntó nuevamente para responderse:

Al parecer cuando me refiero a algo a través de las palabras, como por ejemplo, a este lápiz,

condenso

infinitos esto-aquí-ahora, en una unidad, dijo Nasrudín.

En consecuencia las cosas en sí, no tienen nombre, todo está pegado con todo y a través de las

palabras yo soy libre de ordenar al mundo como me dé la gana, y mirando a través de la

ventana se dijo:

¿por qué una mariposa que liba en una flor no puede ser una mariflor?

Tenemos habilidades para crear y renovar nuestros hábitos, para categorizar y re-categorizar los

elementos del mundo, dejémonos de someternos a la verdad y construyamos cada vez mejores

versiones que creen mejores mundos, pensó.


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Si uno es sutil, se da cuenta que la gran idea a la que llegó Nasrudín es que nada es aislable, toda

cosa aislada deja de existir.

Toda definición es un atentado para con la realidad, por belleza sólo se designaría lo que parece

completo, pero a su vez todo lo que nos rodea es parte de una cosa que a su vez es parte de otra

cosa.

En este mundo no hay nada totalmente bello; solo las apariencias son intermedias entre la belleza

y la fealdad.

Solo es bella la universalidad.

Solo lo completo es bello.

Sólo lo completo es verdadero.

La gloria y la desgracia de la verdad es que se corre, no como el intentar atrapar el horizonte, sino

como una pelota que al querer alcanzarla, se patea con la punta del pie, o sea por un breve

instante se puede tocar.

La tragedia de la verdad es que cada vez que uno discierne la totalidad, inmediatamente aparece

una nueva totalidad, en donde la primera adquiere su inscripción y sentido.

Sentado en la vereda estaba maravillado por el alto vuelo

filosófico al que se habían encumbrado sus reflexiones, pensaba ¿Cómo podría reconocer un

extraterrestre, que un hombre y una mujer tomados de la mano, son dos personas y no una?

Zenón era un amigo dentro de la organización.


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Se contaba una historia en que la novia de Zenón lo habría encontrado acostado con la mamá

de ella, y él salió tras la novia desnudo y con el condón de tripa de hiena vieja que le colgaba del

pene como un péndulo.

Dicen que logró convencer a su novia de que veía alucinaciones… Y a su mamá para que se

siguieran frecuentando.

Cuando Marko le contó de sus descubrimientos, Zenón le respondió, que eso “es como decir que

el futuro no llega, el pasado ya fue, y el presente ya pasó”. Para concluir tajantemente: “Eso está

dicho hace tiempo tarado”.

Zenón, que era astuto, notó que Nasrudín se encontraba demasiado exaltado y tenía esa mirada

reveladora de los que ocultan algo.-

¿No tienes un secreto el cual quieras contarme, Marko?.- ¿Por qué me preguntas?.

- Creo que entre los amigos no debemos tener secretos. -

Debo hablar con alguien de esto, prométeme que no me criticarás y no le contarás a nadie, dijo

Nasrudín -. ¡Hecho!, respondió Zenón.

Y así fue como Nasrudín tuvo la desafortunada ocurrencia de contarle a su compañero el hecho de

que era un “fisgonus investigadorum”, o sea un investigador infiltrado en la organización.

Zenón se puso más feroz que un dinoterio, y no pudiendo controlar su pasión, desafió a Nasrudín.

Zenón tiró una pistola al piso: “Cuando el reloj marque las doce quien agarra primero la pistola, le

dispara al otro”.


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Faltaban treinta segundos y mientras el tiempo pasaba aprovechaba de insultar a Nasrudín:

“Maldito traidor eres de los infelices que pierden de vivir buscando respuestas en las palabras

muerta de los libros, pero el que no ha arriesgado la vida no sabe lo que significa la libertad, ni la

verdad, ni nada”.

Nasrudín no sabía si Zenón hablaba en broma o en serio, y tuvo miedo. Terminado el tiempo y

justo cuando sonaban las campanas de la catedral, Zenón se tiró al suelo cogió el arma y en

segundos la tenía puesta en el cuello de Nasrudín

Zenón, no lo mata, pero lo acusa a los miembros de la secta.

Primero lo torturan y humillan de la manera más inhumana que se pueda uno imaginar: Primero lo

meten en un pequeño y lúgubre calabozo donde por largo tiempo el único contacto que tenia

con los hombres era un pequeño vaso de agua que le pasaba una mano anónima por debajo de la

puerta, una vez por semana.

Luego le empezaron a infligir dolor.

Sus compañeros experimentaban con él. ¿¡No habían sido ellos primero objeto de investigación!?

Ahora querían conocer cuánto resiste un hombre bajo las condiciones más precarias a las que se

les pueda someter. Zenón llevaba los registros.

Pudieron observar que Marko pasó por una serie de etapas existenciales las que lo llevarían a

transformarse en uno de los más grandes profetas que han existido jamás.

Primero se obstinó en su idea de que tenía la razón, que por mucho que lo sometieran, torturaran,

humillaran, en su interior había un núcleo irreducible que no podrían doblegar; “No importan las

cadenas, no importa el frío, no importan las humillaciones, en el fondo de mí sigo siendo libre”, se

dijo.


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Ante esa actitud sus captores aumentaron los procedimientos tortuosos.

El hambre y el dolor casi lo doblegan, pero la manera de conservar su integridad fue desvalorizar al

mundo: nada es real, no me duelen las cadenas, ni me importa el hambre, y así como un yogui de

la India, como un asceta cristiano, como profesor de escuela primaria, lograré dominar el dolor, se

dijo.

Finalmente, encerrado en la pequeña habitación fábula la idea de que todo lo que existe es una

manifestación del Espíritu Universal, un ser todopoderoso, libre, que es a la vez nosotros mismos y

el todo. “Yo soy un esclavo, pero el Espíritu es Libre. Yo soy insignificante, pero el Espíritu es

Todopoderoso”.

El famélico Nasrudín creó una técnica en la que mezclaba ejercicios respiratorios y masturbación,

con la cual creía conectarse con su Espíritu Universal. Los carceleros se reían del pobre loco,

situación que cambio cuando los amos del esclavo, se dieron cuentan que el famélico y sometido

Nasrudín podía expeler perfumes de sus manos, materializar joyas, y con sus débiles brazos

romper los barrotes de su calabozo.

En su cautiverio Nasrudín había diseñado y condensado bajo su bóveda craneana toda una

religión, cuyos principales conceptos se basaban en el amor, el culto a la sexualidad, y con la cual

daba razonables explicaciones acerca de la naturaleza de sus nuevos poderes.

Los captores lo liberan, y convencidos de la sabiduría y divinidad de aquel hombre que habían

tenido cruelmente prisionero, transforman a Nasrudín en su nuevo líder.

Así fue como en un pueblo perdido y en una época en que las culebras aún andaban con chaleco,

una pequeña muchedumbre de hombres incondicionales a su nuevo guía y maestro, armados con

un seductor discurso, y bajo los cierres su instrumento de combate, se propusieron cambiar elmundo pregonando su nueva verdad: el placer de la carne sin restricciones.

Recorrieron muchos pueblos y lugares; las mujeres se les entregaban como abejas a la mucha

cooperación monetaria. Pero, en el extremo de una vida llena de sexo, emociones fuertes, en el


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extremo de esa vida licenciosa, se dieron cuenta de su fatuidad, algo pasaba que una difusa

insatisfacción empezó a apoderarse de los hombres de la novel secta.

-¿Maestro por qué te veo tan apesadumbrado? - Le dijo Zenón a Nasrudín un día.

-“Mira Zenón, esto de andar fornicando y fornicando me ha hecho reflexionar: El placer del cuerpo

no es suficiente para conectarse con el Espíritu Universal, lo que necesitamos, como puedo

explicarlo... es que todos los seres humanos nos unamos en un único abrazo, coito divino, de

unión espiritual”.

Luego, un curioso y condensado razonamiento: si no se puede conocer la realidad en sí, tampoco

se puede postular que esa realidad incognoscible exista.

Un examen del movimiento de la conciencia muestra que no existe una realidad en cuanto tal,

esencial, ni por el lado del sujeto, ni por el lado del objeto, o más bien lo que llamamos realidad

"en sí" no son más que momentos de un despliegue en que sujeto (al que se llama vulgarmente sí

mismo, o ser para sí) y objeto (llamado vulgarmente realidad, medio, en sí, o noúmeno) se

configuran y producen mutuamente.

La totalidad humana no tiene lado de afuera por lo tanto se autodetermina, es libre, y queda de

manifiesto que cuando el Hombre, la Humanidad, hace la Historia, hace lo que es Real en Sí,

junto con hacerse a Sí Misma, se auto produce. Nasrudín llegó a la siguiente conclusión:

“Las estrellas, la luna, la materia, los lápices, las casas, los ladrillos, la ley de gravitación, todo lo

que aparentemente es independiente de los hombres, incluso lo que llamamos naturaleza, no es

más que producto humano no reconocido como propio. En consecuencia: “¡Nosotros somos

Dios!”. Terminado de decir esto Nasrudín se puso pálido y calló muerto.

La secta, dirigida ahora por Zenón, pasó de pregonar el sexo, a contar la buenaventura de la ley del

corazón, de los buenos sentimientos, la virtud, pero el curso del mundo, el mundo real, no estaba

para cruzadas tan idealistas y Zenón y sus secuaces, mueren vergonzosamente derrotados cuando

pretenden construir un estado en una pequeña ciudad.


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El error de Zenón y sus secuaces, fue imaginar que ellos iban a cambiar el mundo como si se

encontraran fuera de él, no tomando en cuenta de que los hombres somos atravesados,

constituidos, producidos, por las leyes que los mismos hombres, en su despliegue en la historia,

han fabulado, vivido y escrito.

Por eso que a veces nos impiden hacer lo que queremos, otras nos obligan a hacer lo que no

queremos y otras no hacemos lo que queremos, sin que aparentemente nadie nos lo impida (por

qué no me comí el ultimo canapé de la bandeja, o por qué me siento mal y no me atrevo a decir

“no” a ese vendedor persuasivo).

Otras, hacemos lo que no creemos, sin que nadie nos lo obligue (Sé que la supuesta belleza de las

rubias es un estereotipo de belleza colonialista y europeo, pero me gustan igual).

Otras no hacemos lo que queremos porque precisamente alguien nos lo obliga, y las habríamos

hecho encantados si no nos hubieran obligado, ya que no nos gusta que nos digan lo que debemos

hacer.

Y otras, solamente porque nos lo han prohibido, las queremos hacer, aunque antes eso ni nos

interesara. Nuestra libertad es fácilmente manipulable y está constituida por las leyes queimponen las costumbres, la justicia escrita por los hombres y las tensiones entre leyes y

costumbres que en indiferencia, en tolerancia y finalmente en lucha, se van determinado unas a

otras, y a la vez van constituyendo lo que somos más allá de nuestra conciencia.

Después de la muerte de Nasrudín, algunas personas toman sus enseñanzas y las reúnen en un

libro del cual se hicieron algunas copias manuscritas las cuales quedaron en manos de unos

autodenominados “Profetas de la Iglesia del Reino de La Libertad Prometida”.

Al cabo de unos años se crea una gran y clandestina religión que finalmente es aceptada como

la religión oficial del imperio.


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Había bastantes niveles de entendimiento de este Credo. Para la mayoría era una suma de ideas

que decían relación con amor al próximo, a no hacer a los demás lo que uno no quiera que le

hagan a uno, de la unidad fundamental de todos los hombres, pero en otro nivel se manejaban

conocimientos más herméticos, como la

existencia de hombres con súper poderes, cavernas subterráneas donde habita El Señor DelMundo, de Dios Trino presente en cada cosa y en el todo...

Con el tiempo se descompone la estructura jerárquica de esta Iglesia, y aparecen sectas satélites

que toman y acentúan distintos aspectos de la ya, gran Religión De Nasrudín.

Día a día se multiplicaban las subdivisiones en la doctrina de Nasrudín, y también las querellas

internas entre los que decían interpretar mejor las palabras del texto Sagrado.

Pero, cuando el imperio es invadido por los “Bárbaros” que eran unos miserables cerdos

mercantilistas que vivían en el lado incivilizado del mundo, cuyo único dios era el dinero y la usura,

y cuya piel los delataba como infra-humanos, la religión basada en el pensamiento de Nasrudín se

constituye nuevamente como poderosa y unificada, sus seguidores toman las armas y después de

una cruenta guerra, triunfan heroicamente sobre los bárbaros.

En medio de esta cruenta lucha inevitablemente se produjeron intercambios culturales, losBárbaros traspasaron algunos conocimientos bastante avanzados al supuesto pueblo civilizado.

Paralela y rápidamente, se empezó a popularizar la idea de que junto con el culto al espíritu, no

estaba demás la observación minuciosa y metódica de la naturaleza, no estaba demás la búsqueda

de los principios y leyes que rigen al mundo, no estaba demás el nombrar y describir el conjunto

de cosas observables y su articulación.

Se empezaron a curar enfermedades que antes eran mortales, se intuía que la tierra no era el

centro de todo, se inventaba la lámpara a carburo y si bien el pensamiento de Nasrudín ganaba

popularidad entre los que no se educaban en estos temas, la perdía entre “los

más cultos e ilustrados”.


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Los siervos y vasallos empiezan lentamente a desprenderse del yugo feudal transformándose

en artesanos, o en comerciantes.

Otros más audaces y provistos del cálculo racional necesario se aventuraron, Libro de Nasrudín

bajo un brazo, y bayoneta bajo el otro, a cruzar océanos y a conquistar otros mundos. A saquear

oro y riquezas y al mismo tiempo diseminar la idea del espíritu. El oro: fortuna y fama. Difundir “la

verdad del espíritu”: la posibilidad de redención.

Poco a poco la religión de Nasrudín empieza a ser remplazada por otros credos de más sencilla

asimilación, y bastó que se quemaran algunas bibliotecas para finalmente pasar casi al olvido.

Comienza el predominio de lo material y lo económico por sobre la dimensión espiritual. El cultodel héroe y del santo es reemplazado por el del burgués precavido, trabajador, calculador,

puritano, para quien "el tiempo es oro”, es decir, que la riqueza material es una bendición de Dios,

y el bienestar, la paz y el dinero representan la máxima felicidad.

Finalmente todo esto va a parar a un mundo materialista, sin valores, corrupto y canalla.

Un mundo de políticos vinculados con los que tienen el dinero, de organizaciones guerrillerasvinculadas con el narcotráfico, cuyos dirigentes nada tienen que ver con la imagen del burgués

clásico, finalmente paramilitares que matan por dinero al servicio de los corruptos y que tampoco

son equiparables al guerrero tradicional que empuñaba las armas por una idea trascendente

y sagrada.

Nasrudín en algún momento había anticipado a su manera, el reino animal del espíritu, lo que diré

en lenguaje actual: Los valores, las modas, las verdades, circulando bajo las leyes del dinero, de la

compra y venta, la oferta y la demanda.

Los objetos de consumo produciendo pertenencias; Las conciencias individuales integradas, a lo

joven, lo adulto, lo alternativo, lo intelectual, lo místico, lo in, lo negro, lo étnico, o sea integradas

a identidades colectivas configuradas alrededor de consumir algo.


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Y también los marginados: los muy pobres, los muy feos, los demasiados oscuros, los enfermos, los

torpes, seres a los cuales el mercado no les ha dado un lugar definido y simplemente van a vivir en

la nada o desaparecer.

En la época actual lo único que queda del pensamiento de Nasrudín, es una versión novelada en

una edición barata de libro de bolsillo, y gran parte de lo que se supone dice Nasrudín en este

librito, fue inventado para darle mayor fuerza dramática a la historia e intentar vender un poco

más, en el contexto de una alicaída industria editorial debilitada por la piratería, y el libro

electrónico.

En este panorama, un tipo en una ciudad cualquiera le cuenta a un amigo la poco conocida historia

de Nasrudín y deciden inventar un hermético filósofo de la antigüedad, un filósofo que dijera lo

que la gente quería escuchar, y todo envuelto en un aire de misterio y enigma.

Para eso juntan sus dos caras y con un computador las mezclan y fabrican digitalmente una

imagen antigua. Hacen un montaje en el que se encuentran un supuesto antiguo papiro.

Un día deciden revelar el fraude que se les empieza a escapar de las manos porque otros se

empiezan a adjudicar su autoría, y aparece un tipo diciendo que él era el genuino Nasrudín y

aquella persona tenía exactamente el mismo rostro de la foto trucada...

REFLEXIONES

Marko no siguió leyendo aunque aún le faltaban un par de páginas. Se sintió confundido con el

giro final de la historia, ¡como una historia que prometía podía terminar así, con una tontería sin

sentido!, ¡Cómo un mal final puede cambiar la valía de todo un texto...!


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Nuestro Marko hace un esfuerzo para explicarse lo más importante que el autor, quiso decir si

es que algo importante había;

Podría parecer que existía Nasrudín, el lápiz al cual anhelaba poder comprender su esencia.

Nasrudín su amigo y el desafío entre ambos. Los civilizados, los bárbaros y la guerra entre ambos.

Pero, no, y esto es lo más difícil de entender, lo que Monom quiere decir es que la acción produce

a Nasrudín y el lápiz, el desafío a Nasrudín y al amigo, la guerra a los civilizados y a los bárbaros.

Donde en apariencia hay dos, en realidad hay uno. Nasrudín aprisiona el lápiz con sus dedos.

No hay esencia ni en el lápiz, ni en Nasrudín. La acción de aprisionar produce a Marko y al

lápiz. La acción de escribir produce al filósofo y su obra. Lo verdadero son las relaciones. Lascosas son un producto de las relaciones.

Marko cerró el libro y quedó unos minutos con él entre las manos meditando.

En un nivel el libro parecía que la intención del autor era realizar la biografía no autorizada de

Dios. En otro, una historia de la conciencia humana, tanto en cuanto al modo en que se

desarrollan las mentes individuales, como respecto de la manera en que las culturas van creandoformas características de pensamiento, todo esto herméticamente encarnado en la historia de

Nasrudín y su religión (si no lo han notado es que os he mostrado un muy apretado resumen de lo

que leyó Marko).

Marko extenuado, durmió algunas horas y continuó con su lectura.

La biblioteca estaba construida de una forma singular, en un estante estaban todos los libros de

América, en otro los Nórdicos, en otro los Latinos. En el lugar donde se encontraban los libros

germánicos, Marko encontró una traducción al español, del segundo filósofo nombrado por el

maestro Israel, el filósofo Kantor. Era un libro de tamaño pequeño.


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Se sentó en el mismo rincón de la biblioteca en que la noche anterior había emprendido la tarea

de leer la obra de Monom, pero a las pocas páginas se dio cuenta que sería casi imposible

entender algo.

Tomo una lupa de su padre diseñada para escudriñar pequeños relojes, y para matar el tiempo la

paseó por sobre la tapa del libro y se dio cuenta con sorpresa que el título impreso en el libro

estaba formado por palabras construidas con pequeñas frases; “La Razón Sin Salida”.

Afinó el aumento y se dio cuenta con más sorpresa aún que esas frases estaban formadas por

pequeñas frases ininteligibles. Marko pensó que esto era una muy buena idea si uno tenía varios

títulos en mente y no sabía por cual decidirse.

Trató, Trató y volvió a tratar de entender lo que quería decir el libro, pero de la obra de Kantor no

entendió nada. Ocupaba muchas palabras desconocidas, su gramática y sintaxis eran muy

alambicada.

Lo único que creyó entender, era una velada crítica a Monom, aparentemente según Kantor, él

había construido su sistema filosófico sobre el concepto de “Ser”, por ser éste el más evidente de

todos. Para Kantor, al parecer, el concepto de ser es el más misterioso.

Marko se dijo que cuatro cabezas piensan más que una y mandó a sus cuatro amigos a estudiar a

Kantor.

SOBRE NAZISMO, BUDISMO, MAPUCHES…


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-Voy a empezar yo con lo que sé de Kantor, y luego seguirán los demás” - dijo Guindo en una

de las ceremonias del aire denso, y continuó:

Por lo que yo entiendo Kantor dice que pensar el “Ser” como fundamento, que es según él lo que

ha hecho toda la filosofía occidental, es sólo una manera de extender a toda la realidad el

modelo de la racionalidad científica, racionalidad que para dominar, tiene que reducir las cosas

y hasta al hombre mismo al nivel de presencias medibles.

¿Qué se entiende por “Ser”? En la forma en que esta estructurado nuestro lenguaje, nuestra

lógica, es él concepto más amplio de todos, desde el cual se derivan todos los demás, simplemente

lo que es, la mesa es blanca.

Para Kantor, sin embargo, Ser es el concepto más misterioso de todos. ¿Qué es el “es”?

Inmediatamente comienzan las dificultades. En efecto, si él “es” es, ¡él es una cosa!

Ser es un verbo indoeuropeo, que se refiere a una acción; pero ¿De qué acción se trata?; La de que

algo aparezca o se configure. Ser es, por tanto, algo a priori, esto es: condición de posibilidad de

que algo aparezca.

Para aclarar el significado del Ser es necesario aclarar previamente a qué preguntamos por el Ser.

¿Dónde se “lee”, dónde se “copia”, dónde se refleja el ser de una mesa? La respuesta es en las

personas.

Las personas son el lugar dónde se da la pregunta sobre el ser y, las personas no somos cosas, a las

personas la existencia nos desafía, los humano debemos a menudo tomar posición con respecto a

la existencia y, en razón de ello, nos vemos muchas veces compelidos a modificar el curso

espontáneo de los acontecimientos.


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Para Kantor la realidad es el hombre lanzado a una existencia incierta y sin sentido intrínseco,

sosteniéndose sobre la nada, y abocado a la muerte.

Existe para cada hombre, sin embargo, una posible salvación: aceptar la propia situación, dar un

enérgico sí a los hechos y autoafirmarse por la acción y por la lucha; ser fiel a los valores auto

impuestos, y vivir la felicidad derivada de la propia integridad.

Puede reconocerse una influencia de esta filosofía en la actitud de la juventud alemana en las filas

del nacionalsocialismo durante la última guerra mundial. Actitud desengañada, escéptica respecto

a valores universales, pero que, por un enérgico voluntarismo, afirma y deifica su propia

existencia colectiva -la raza y el Estado germánico, y se entrega desesperadamente a una lucha de

la que esperaba ver surgir su propio ser.

Para Kantor, la historia de la humanidad es la historia del asombro frente a lo significativo es

decir “El Maravilloso Misterio del Ser”, para luego olvidar la receta de cómo accedimos a él y

posteriormente recordarla nuevamente y volver a asombrarnos. Sin embargo, a veces estamos tan

inmersos en el mundo de las cosas, que no sólo dejamos de asombrarnos por el ser, sino que ni

siquiera nos asombramos de nuestra falta de pasmo. Disertó Guindo.

- En primer lugar, dijo Francisco Durazno, en los archivos históricos del nazismo se describen

con lujo de detalles el uso de vacunas en el cerebro de los niños durante el nazismo.

Por ejemplo, el caso de 1.200 sacerdotes católicos exterminados lentamente poniéndolos debajo

del agua, en que se describe que se envían más de 230 cerebros en agua para ser conservados en

el Instituto Kaiser Wilhem, y las operaciones a mellizos, niños pequeños, a veces de un año, a los

que se da muerte en forma lenta.

Uno nota que hay ahí algo inconmensurablemente cruel con seres humanos condenados a muerteno por un delito, si no por el hecho de ser judíos, o ser algo que para ellos era inferior. Con

respecto a Kantor este problema se proyecta como una sombra. Kantor jamás tuvo una palabra

para condenar este crimen.


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- Aniceto Trigal continuó: Más allá si Kantor era o no era Nazi, la más mínima cosa que se diga

sobre algo es ya categorizar, ver una mesa es ya transformarla en “cosa”, en concepto, unidad. El

propio lenguaje tiene su orden. La idea no se trata de pensar sino de Ser no tiene sentido, ¡como

si pensar y ser fueran cosas diferentes!, ¡Como si se pudiera ser sin pensar o pensar sin ser!...

A mí no me parece tan mala la tecnología, ni la filosofía, ni las posibilidades técnicas del

mundo actual.

Me imagino la posibilidad de crear tecnologías, no para cambiar al mundo externo, sino al sujeto

constructor de ese mundo. La tecnología se puede poner a disposición de los potenciales ocultos

de los hombres, del superhombre... Dijo Francisco Durazno en tono enigmático.

-Interesante tu reflexión - dijo Marko en tono cortante, - Pero no nos salgamos del tema, ¿Quién

sabe algo más de Kantor?”.

- Mira Marko, a Kantor no hay quien lo cite, pero las variaciones van desde los que lo tratan de

nazi, hasta quienes buscan reflotar movimientos ecológicos. El pensamiento de Kantor da para

todo. Hacia el final de su existencia Kantor siente emparentadas sus ideas con las del Budismo Zen,

ya que ambos ven la verdad como un hecho vivo, como experiencia incategorizable.

- ¿Que es el Budismo exactamente?

- El Budismo Zen es una mezcla única de filosofías e idiosincrasias de culturas diferentes. La

experiencia del Zen es de la iluminación mística, de satori, y esta experiencia, trasciende toda

categoría de pensamiento. Cualquier cosa que se diga del Zen, no es el Zen. Dijo Durazno.

- “¿Por que tratan a Kantor de Nazi?” Preguntó Marko.

- Entre los años mil novecientos treinta y tres y mil novecientos treinta y cuatro, Kantor fue

ideólogo del nazismo, creyó que el movimiento político nazi era capaz de asumir "una nueva


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experiencia fundamental del ser" y de oponerse a la experiencia del ser como dominio

tecnológico.

Kantor rechazaba el comunismo y la democracia, en nombre de una comunidad que mantiene una

relación esencial, directa con el ser; en nombre de un pueblo heroico.

Kantor fue miembro activo del nazismo y pagó las cuotas al partido hasta el final de la guerra.

Apoyó en su momento a Hitler y jamás se excusó por ello, ni se responsabilizó por los crímenes del

Holocausto.

- Por otra parte, dijo Durazno, cuando Kantor leyó los escritos de Budismo de D.T Susuki, dijo que

expresaban lo mismo que él había querido decir toda la vida.

-¿¡Alguien me puede decir qué tiene que ver el Nazismo con el Budismo!? Exclamó Marko.

- A todas las cosas se le pueden encontrar relaciones, dijo sintéticamente Durazno.

Marko quedó muy intrigado con la relación que podría haber entre Kantor con el Nazismo, y la delNazismo con el Budismo. Intuitivamente tomó el diario de vida mecanografiado del abuelo

Alemán, que estaba en la biblioteca, lo escaneó, y luego lo tradujo al castellano con un software

dedicado, y se tradujeron claramente algunas cosas.

El abuelo de Marko fue un alemán arrancado de la Alemania Nazi, y se especulaba había sido

partidario de Hitler.

El Padre de Marko hablaba poco de él, sólo decía que era un excéntrico, y que la mayoría de los

libros de la biblioteca habían sido suyos.

Alguno de los párrafos del Diario del abuelo claramente decían:


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... Ninguna expedición de la Ahnenerbe ha dado tanto que hablar como la que emprendieron,

antes del inicio de la guerra mundial, un grupo de cinco investigadores alemanes acompañados

por 20 voluntarios de las SS

…iban en busca de un contacto con el "Rey del Mundo", otros pretenden que indagaban sobre la

"puerta secreta que abría la ruta de Agartha"...

...Los que están en el poder están ocultos, piensa en Galileo, Einstein, en todos los que han sido

castigados por sus ideas, han sido castigados porque han sido visibles

... A mediados del siglo pasado, un grupo de pensadores y hombres crearon un sistema de

pensamiento muy superior, en donde se mezclaba, la razón, lo místico. Ellos, entre muchas cosas

decían, que la historia universal, tal como nosotros la entendemos ahora, del mono al hombre, de

Grecia a Roma, y de Roma a hoy, es el complot de ciertos hombres, los cuales manejan el poder

invisible, a los cuales les interesa que la realidad sea lo que nosotros creemos...

...En la época que llegué a Santalismania, las camisas pardas con swásticas se hicieron algo común.

Los nazis se disputaban ferozmente las calles con la izquierda. Su crecimiento iba en aumento e

incluso el gran caudillo llegó a considerar a Santalismania como cuartel general del movimiento dela gran raza en Latinoamérica convencido de que aquí existía la raza ario talismánica...

...Por qué negar la posibilidad de superhombres. Los mutantes podrían tener en su sangre

productos susceptibles de mejorar su equilibrio físico.

....Podrían llevar sedantes naturales que los libraran de la angustia y si fuera así, serían

irreconocibles para nosotros y a lo mejor alguien con la apariencia de un mendigo o un humildeprofesor...

....Un ser cuyo sistema nervioso sea una fortaleza capaz de resistir cualquier asalto de los

impulsos negativos…


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... bastaría con una debilidísima dosis de ciertos compuestos orgánicos todavía desconocidos para

ser personas totalmente distinta

Droga Absoluta/La Biblioteca de Marko

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