Ducrot - Objetividad Subjetividad

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Texto: "Objetividad o Subjetividad": mito del periodismo hegemnico Autor: Vctor Ego Ducrot [Periodista, escritor y profesor de la Facultad de Periodismo y Comunicacin Social de la UNLP. All dirige la Agencia Periodstica del Mercosur (APM)]La contradiccin Objetividad-Subjetividad estuvo presente desde siempre en el centro de la polmica terica sobre el hecho periodstico. Pero, justamente debido a su existencia como nico parmetro equvoco, es que esa polmica ha sido, hasta ahora, insuficiente, segmentada y carente de rigor metodolgico. Y decimos "hasta ahora" porque la propuesta de este artculo, y la del conjunto de textos que aparecen en esta edicin de Tram(p)as, es instalar un punto de quiebre en el debate, un antes y despus. En primer lugar debemos recordar que las "hasta ahora" llamadas teoras periodsticas no pasan de ser desarrollos eficaces y tiles pero insuficientes, de anlisis pertenecientes al campo de la semitica, de los estudios culturales y de las "teoras" descriptivas de prcticas y rutinas profesionales. Es decir, "hasta ahora", falt el intento de un marco terico propio del periodismo, pensado y explicado desde el propio campo de conocimiento. Ese vaco pretende ser cubierto, aunque sea provisoriamente - hasta que algn caso nos demuestre lo contrario- por este modelo terico que convinimos en denominar Intencionalidad Editorial. No vamos a detenernos aqu en todos los elementos centrales de nuestro modelo terico. Los mismos pueden encontrarse en el artculo "Coca Cola NO refresca mejor" e "Intencionalidad Editorial. Una sntesis introductoria. Hacia una mtodo propio para el anlisis del discurso periodstico" (1). S vamos a hacer hincapi en uno de los nudos principales del mismo, es decir en torno a la polmica Objetividad-Subjetividad, y en algunos indicios para la elaboracin de una perceptiva que sirva a la hora de descubrir cul es la Intencionalidad Editorial de determinado discurso periodstico. Tambin destacamos aqu, por su funcionalidad directa con el punto focal de este artculo, que todo proceso periodstico pertenece, ineludiblemente, a la dialctica de la lucha por el poder, ya sea para construirlo, conservarlo, desconstrurlo, o para modificar su naturaleza de clase. En este sentido, leer "Es delito tirarle piedras a la autoridad", texto de Azucena Racosta ,que se publica en esta misma edicin. Algunos antecedentes El marxismo plantea que las ciencias sociales son tales, porque cumplen con el requisito de la objetividad; sin embargo, no comparte la tesis de los llamados objetivistas, es decir de quienes asumen la objetividad de la ciencia social, de la misma forma como se asume en las ciencias naturales. En la primera de las tesis de Carlos Marx sobre Feuerbach se establece una crtica a aquellos materialistas que, creyendo ser cientficos excluyen en su inters de captar la realidad, a la actividad humana concreta, es decir, excluyen el elemento subjetivo. (2)

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El principal defecto de todo el materialismo anterior, incluyendo el de Feuerbach, reside en que capta el objeto, la realidad del mundo sensible, slo bajo la forma de objeto o de intuicin, pero no en cuanto a actividad humana concreta, en cuanto prctica, es decir de manera subjetiva. Esto explica por qu el aspecto activo fue desarrollado por el idealismo, en oposicin al materialismo; pero solo de modo abstracto, puesto que el idealismo no conoce la actividad real y concreta como tal: Feuerbach quiere objetos concretos, realmente distintos de los objetos del pensamiento, pero no concibe la actividad humana en s como actividad objetiva. Por ello, en "Esencia del Cristianismo ", establece que la nica actividad verdaderamente humana es la terica. Frente al modelo sensual- empirista, basado en la teora del reflejo, en el cual la relacin sujeto - objeto - conocimiento se da en un proceso en el que el sujeto es un agente pasivo - receptivo, y tambin frente a su contraparte, el modelo extremadamente subjetivista - que en la trada sujeto-objeto-conocimiento establece el predominio es del sujeto, el marxismo postula el principio de la interaccin sujeto- objeto de manera dialctica y permanente. En realidad, el marxismo asume tambin la teora del reflejo pero otorgando al sujeto un papel activo y caracterizando al conocimiento como el resultado de un proceso de interaccin que se da slo en la prctica social, en la prxis. Esta concepcin de la relacin sujeto-objeto-conocimiento se complementa con la sexta tesis sobre Feuerbach (3), sobre todo en el sentido de que el hombre es en realidad el conjunto de sus relaciones sociales. Es decir, el hombre es un ser social, histrico, cultural, que vive inmerso en la sociedad, siendo slo as es posible concebir el papel de la prctica social, como componente esencial entre el sujeto y el objeto. En estas condiciones, y como riguroso requisito cientfico en las ciencias sociales, la objetividad aparece en trminos de un proceso subjetivo-objetivo, en el cual el sujeto cognoscente es el agente que orienta la actividad de aprehensin del conocimiento hacia los objetivos que le marca su propia subjetividad, la cual cumple un papel mediador en la articulacin sujeto - objeto- conocimiento. Entonces el conocimiento -en nuestro caso, el conocimiento volcado en y al proceso periodstico- equivale a una actividad, nunca a una actitud pasiva. Lo objetivo en el proceso del conocimiento para el marxismo no se reduce entonces a lo exterior al sujeto, sino a su propia esencia interior en una relacin que se da en la praxis social como una totalidad, de tal forma que lo objetivo es aquello que es vlido para todos y no slo para un individuo, por lo cual el conocimiento social tiene una validez universal. Con esa perspectiva del conocimiento cientfico de la realidad social, Marx introdujo en su anlisis la categora de totalidad. La categora de totalidad es una herramienta terica para la reconstruccin de una realidad social concreta. Su punto de partida es la respuesta materialista y dialctica de lo que es la realidad, y por ello debe considerarse a partir la unidad indisoluble entre lo ontolgico y lo ntico, es decir, entre la postura que asume la preeminencia de la existencia sobre la conciencia, pero a la vez considerando lo existente como expresin de esa preminencia. Dicho de manera ms explcita. Proponemos conocer la realidad a partir de las expresiones concretas del mundo social, de lo sencillo, de lo dado, pero en el marco de un proceso global en el cual se considera toda la riqueza y complejidad del mundo social, particularmente la unidad entre lo estructural y lo superestructural, y entre lo objetivo y lo subjetivo.

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**** Los acuerdo semnticos Elisa Dvalos recuerda que "en el corazn del proyecto moderno construido en negacin al perodo medieval- se encuentra el rescate de la racionalidad y el conocimiento de la realidad de manera objetiva a travs de un mtodo cientfico, con comprobacin experimental o validacin emprica, aplicable tanto a las ciencias naturales como a las sociales. Es a travs de esta forma de generacin del saber, que el mundo moderno ha creado los niveles cientficos y tecnolgicos de nuestra sociedad actual. No obstante, a inicios del siglo XXI el mundo parece complejizarse ante nuestros ojos y la realidad pareciera ms inasible para el hombre. El saber cientfico enfrenta nuevos retos y grandes incertidumbres, que han dado lugar a diversas respuestas por parte de la comunidad cientfica y acadmica, y de manera ms general, por parte de la sociedad". (4) Existen por ejemplo, dentro de la modernidad, posiciones que sin aceptar la postmodernidad, realizan exmenes crticos sobre el estado de la ciencia y sus problemas actuales. Existen tambin diversas vertientes postmodernas, que si bien dan cuenta de fallas del proyecto moderno, tambin plantean propuestas que resultan ms familiares en las artes y las letras que en el saber cientfico. La misma Dvalos seala que "el postmodernismo se desarrolla girando en torno a los siguientes aspectos epistemolgicos: se relativiza la capacidad del ser humano para poder conocer realmente la realidad; se cuestiona la existencia de la realidad como tal, capaz de ser descifrada, y se sustituye este planteamiento por una serie de verdades o realidades que existen fraccionadas dentro del variado mundo de las subjetividades individuales. En este sentido, la bsqueda de la verdad resulta, en las variantes postmodernas ms radicales, como algo absurdo". (5) La ciencia moderna naci negando la subjetividad. "El gran contraste de ello con el postmodernismo queda muy ntido a la luz de los cinco puntos que nos da Piaget para diferenciar el saber precientfico del nomottico (es decir, de las ciencias sociales que intentan establecer leyes). En sus palabras, tenemos: la sistematizacin objetiva mediante un distanciamiento del punto de vista propio; el descubrimiento de que los estados individuales o sociales son producto de una historia o un desarrollo; el aprender de las ciencias de la naturaleza (de la filosofa positivista, y de los modelos y tcnicas en influencia recprocas); el distinguir los problemas cientficos de los problemas filosficos o metafsicos; la eleccin de mtodos y de instrumentos de verificacin". (6) Piaget seala que la dificultad epistemolgica fundamental de las ciencias del hombre consiste en que ste es a la vez sujeto y objeto, y se ve agravada por el hecho de que este objeto, a su vez, es un sujeto consciente, dotado de palabra y de mltiples simbolismos, con lo que la objetividad y sus previas condiciones de descentracin se hacen tanto ms difciles y a menudo limitadas. (7) Para comprender las limitaciones de los postulados subjetivistas postmodernos y demostrar que la percepcin objetiva es posible puede ser de utilidad la siguiente cita de Immanuel Wallerstein: Si lo que entendemos por objetividad es la de los estudiosos perfectamente despegados que reproducen un mundo social exterior a ellos, entonces no creemos que tal fenmeno exista. Pero objetividad puede tener otro sentido (...). Los estudiosos intentan convencerse mutuamente de la validez de sus hallazgos e interpretaciones (...) en suma se presentan al juicio intersubjetivo (...) lo que no aceptamos es que se reduzca a la ciencia a una miscelnea de visiones privadas, todas igualmente vlidas (...) En resumen, el hecho de que el conocimiento sea una construccin social tambin significa que es socialmente posible tener un conocimiento ms vlido. (8)

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Las reflexiones y citas del apartado anterior (Algunos antecedentes) y lo visto hasta ahora en ste, convergen como elementos de fondo, desde los cuales nuestro modelo terico parte para desarrollar su concepto de Objetividad, en el marco aplicado hacia el proceso periodstico. Si embargo, tambin proponemos recurrir, para nuestro campo, al necesario acuerdo semntico, como se recurre en todas las disciplinas, si es que los sujetos pensantes y reflexivos sobre las mismas pretenden sistematizar y comunicar sus conocimientos. El acuerdo semntico propuesto para nuestro campo de estudio -el proceso periodstico analizado desde una metodologa propia, la del modelo terico que denominamos Intencionalidad Editorial- surgir y ser desarrollado en el ltimo apartado de este artculo. Veremos s aqu algunos ejemplos de ese tipo de acuerdos en otras disciplinas. Claudio Laks Eizirik propone un estudio del concepto de objetividad dentro del campo psicoanaltico, a partir de Sigmund Freud, destacando dos momentos evolutivos posteriores, y cuestiona su propuesta, procurando evidenciar que no toma en cuenta la complejidad y las varias e inevitables interacciones entre objetividad, subjetividad e intersubjetividad. Tambin discute la controversia sobre el concepto de neutralidad analtica, tomando una posicin a favor de su utilidad clnica, y sugiere que el estado mental del analista en el encuadre oscila entre momentos de mayor o menor objetividad y subjetividad, lo que le permite desempear su funcin recurriendo a cierta posible neutralidad. (9) En ese sentido, el autor citado recuerda que Freud construy su teora de la tcnica y elabor recomendaciones sobre la prctica analtica dentro del paradigma cultural y cientfico de su poca, y as estableci una forma de practicar el psicoanlisis en la que se reconoca claramente el sujeto y el objeto de un procedimiento teraputico que pretenda estar fundamentado en una ciencia natural. El analista es el sujeto que observa e interpreta al objeto aquello que percibe, infiere o construye acerca de ese mismo objeto de la observacin. Por lo tanto, el ideal a ser alcanzado sera el de la objetividad. Sin embargo, la prctica analtica fue incluyendo, a lo largo de su recorrido, la mente del analista y reconociendo su participacin en el proceso analtico. En ese nuevo modelo el analista no solamente observa e interpreta lo que percibe en el paciente, sino que incluye los datos provenientes de su observacin respecto de si mismo, de sus reacciones emocionales y de la posible conexin entre estas y lo que existe en el mundo interno del paciente. Por lo tanto, el ideal a ser alcanzado sera la observacin de la subjetividad del paciente y analista. Un tercer movimiento sobrepasa el anterior paso y rompe con la visin de las dos subjetividades en contacto, proponiendo que existe una interrelacin continua entre contenido y continente, constituyndose as un campo dinmico, creacin especifica de aquella dupla y cuyas fantasas inconscientes deben ser identificadas por el trabajo en colaboracin de ambas. Cualquier pretensin de algn tipo de objetividad es abandonada. Por lo tanto, el ideal a ser alcanzado es el reconocimiento y la bsqueda de los significados emergentes de la situacin intersubjetiva de ese par analtico, nico en su especificidad. Este punto de vista es congruente con las caractersticas de la posmodernidad, que habra sustituido las proposiciones de la modernidad que nutrieron la construccin del edificio terico y tcnico de Freud. Dejemos el psicoanlisis y pasemos al campo de la historia. Se trata de una ciencia que "tiene su vez tiene dos intereses que cuentan con calidad y direccin diferentes: objetividad y subjetividad (...).Ya que la historia es considerada como ciencia, se espera que tenga cierto grado de objetividad. Es por ello que al hablar de objetividad de la historia se pretende que los sucesos de la sociedad humana cuenten con ella. Como la historia es resultado del trabajo con el pasado por las sociedades tradicionales, un historiador tiene que seguir ciertas

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etapas para la construir su objetividad: observacin histrica, crtica, anlisis histrico. (10) "Marc Bloc hablaba de observacin como la forma ms viable para acercarse al pasado. Simiand por su parte pensaba que el observar era tener conocimiento del pasado por las huellas que haban dejado plasmadas en documentos y no a observar literalmente, ya que una reproduccin de suceso o sucesos por medio de documentos es una forma de hacer objetividad. Es as como los acontecimientos del pasado se vuelven hechos histricos. La ciencia al irse construyendo crea hechos cientficos. La objetividad es una actividad metdica conocida como crtica. La objetividad resulta de revivir hechos para formar la inteligencia histrica, sin tratar de explicar, se debe reconocer para comprender. Analizando y sintetizando se explica, es por ello, que el que pretende ser objetivo intenta recomponer y reconstruir acontecimientos retrospectivamente hasta encontrar las relaciones entre fenmenos que le ayuden a comprender los vnculos dejando as el simple anlisis. Kant hablaba de un esfuerzo integral cada vez ms complejo pero no inmediato esto es porque a nivel mediato se puede ordenar para reconstruir (...). La historia por ultimo es resultado de una eleccin por parte de quien la construye en un esfuerzo por hacer una ciencia de la sociedad humana. La historia no es solo menester de los historiadores. Los filsofos por su parte manifiestan la necesidad de que la historia de los historiadores sea recuperada por ellos y al tener dos maneras diferentes de hacerla se pueda distinguir la subjetividad. Entonces, la reflexin filosfica tiene como misin separar la buena de la mala objetividad, reflexionando en el objeto de la historia: el ser humano". (11) **** El periodismo es Objetivo y Parcial En su "Diccionario general de periodismo", Jos Martnez de Souza sostiene que las cualidades de una agencia de noticias son "urgencia, Objetividad y servicio completo" y define a la Objetividad como una "cualidad de la informacin realmente imposible de conseguir, refleja los hechos tal cual son, sin aditamentos de opiniones personales". (12) En "Las agencias de noticias en Amrica Latina", Hernando Salazar Palacio afirma que "(...) si una agencia latinoamericana no busca la Imparcialidad en sus informaciones le ser imposible extender sus servicios y lograr la consolidacin de su credibilidad (...) el profesionalismo no puede ponerse en tela de juicio". (13) El manual de estilo de la agencia francesa France Press (AFP) proclama "sea usted Objetivo. No opine. No juzgue. Proporcione informacin." En los medios y las escuelas de periodismo estadounidenses y britnicas se reclama "just the facts" u "only facts". Un corresponsal de la agencia estadounidense Associated Press (AP) en Washington escribi "mi trabajo es comunicar hechos, las instrucciones que me dan no me permiten hacer comentario alguno sobre lo hechos que comunico. Mis despachos son enviados a peridicos de las ms distintas orientaciones polticas. Me limitan a lo que se consideran noticias vlidas. La Objetividad estimula una honrada bsqueda de la verdad de los hechos, impone restricciones a dueos y directores". En el libro "Etica para periodistas", de Mara Teresa Herrn (TM Editores, Bogot 1995) se afirma que "la discusin sobre Objetividad, bien puede volverse un circunloquio tan estril como tratar de definir el sexo de los ngeles, por tener como punto de referencia conceptos absolutos. Es obvio que nadie puede ser absolutamente Objetivo (...). La mejor forma de subsanar este problema pasa por la buena fe en la bsqueda de los hechos materiales de informacin noticiosa. La buena fe es un valor moral (...). Esa exigencia moral hacia la Objetividad en

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realidad supone la obligacin Subjetiva de esforzarse en el estudio lo ms completo posible de todos los factores que concurren al hecho que se transmite." (14) En "Desinformacin: mtodos, aspectos y soluciones" (EUNSA, Universidad de Navarra, 1994), Gabriel Galdn Lpez distingue los siguientes aspectos de la desinformacin: la visin parcial y superficial de la realidad, la acumulacin trivializada de los hechos, la idolatra de la realidad, la omisin de lo esencial y la visin parcial." (15) El mismo autor recuerda que "ya Herclito deca que los hombres no son capaces de tomar junto lo que siempre est junto" y que "los cientficos sociales, entre ellos los historiadores, han descubierto que no existen hechos simples como pretende el periodismo Objetivo, sino formas simples de enfocar los hechos". En ese mismo sentido, afirma que "la neutralidad es imposible, el periodismo de la Objetividad nace en el marco del positivismo y, en general, de la modernidad como cultura dominante y configuradora de la sociedad". Por su parte, en el libro "La agencia de prensa en el sistema de los medios de comunicacin" (Organizacin Internacional de Periodistas, Praga, 1983), Slavaj Haskovec, vicedecano de la Facultad de Periodismo de la Universidad de Praga, reconoce lo siguiente: "Se dice que la limitacin de los hechos garantiza la Objetividad (...). Aunque se abstenga de formular opiniones personales, todo corresponsal est inevitablemente bajo la influencia de valores prevalecientes en el medio ambiente en el que ha crecido o se lo ha educado, de las instrucciones que le da su jefe de redaccin y de la poltica que sigue el editor (...). La idea de que hoy una actividad informativa ideal que no hace ms que registrar hechos en forma Imparcial, es insostenible (...) El periodismo objetivista impide el saber sobre la realidad, y, por tanto, el esfuerzo documental imprescindible para el logro de ese saber". (16) Las citas anteriores representan un claro ejemplo del confuso arco conceptual y de la carencia de reflexin epistemolgica que caracterizan al debate sobre el hecho periodstico en general. Esas confusiones y esas carencias indican por qu el periodismo aun no encontr su propio mtodo para analizar su propio discurso, quedando esclavo de los aportes provenientes de otro mbito del conocimiento como es el de la semiologa. La definicin de Objetividad que propone Martnez de Souza es decididamente paradjica y paralizante, negadora de s misma e incapaz de la menor sntesis. Por un lado remite al concepto de realidad "sin aditamentos de opiniones personales", excluyendo la interaccin dialctica entre los hechos y los sujetos histricos protagonistas, transmisores e intrpretes, para despus afirmar que se trata de una cualidad "imposible de conseguir", es decir desconoce la existencia de la Objetividad. Mientras Salazar Palacio entra de lleno en la oscuridad terica que intentaremos despejar, al confundir Objetividad con Imparcialidad, el manual de estilo de AFP nada aporta al debate sino que nos remite al discurso periodstico del poder, que por ser dominante, le otorga carcter universal a una concepcin que, como veremos ms adelante, es una concepcin de clase o de grupo. En otras palabras es un ejemplo claro del escenario al cual nos han conducido la carencia terica de nuestra actividad y la falta de una epistemologa propia. Los dichos del manual de estilo de la agencia francesa no pasan de representar una aplicacin automtica del "only facts" de la prensa anglosajona, sector dominante dentro del periodismo del bloque de poder, no slo porque expresa el mayor nivel de concentracin empresaria sino porque se expresa en ingls, la consecuente lengua dominante.

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Es el propio corresponsal de AP ya citado quien se encarga de ilustrar lo afirmado en el prrafo anterior. Slo basta preguntarse quin es el encargado de otorgarle "validez" a las noticias y cul es el paradigma de esa "validez", tan marcado que impone restricciones a dueos y directores de medios de comunicacin. Por su parte, Mara Teresa Herrn introduce en el debate dosis equilibradas de escolstica, frivolidad y metafsica de bajas caloras: afirma que la categora definitoria del hecho periodstico, la Objetividad, no puede superar el marco del "circunloquio estril", compara nuestro debate con la discusin en torno al sexo angelical sin siquiera detenerse, aunque sea por simple sentido del humor, en las distinciones entre gnero, sexualidad y ertica en el mundo de los querubines, y por ltimo deja todo librado al mbito de la tica, campo de la especulacin que para esa autora se circunscribe al terreno de la moral, de la buena fe subjetiva. Por otra parte, Galdn Lpez se acerca al ncleo de la cuestin cuando afirma que la neutralidad del hecho periodstico es imposible pero su lectura del fenmeno se ve paralizada al no entender la disyuntiva Objetividad-Subjetividad como categora diferente a la que l que define como neutralidad. Haskovec se acerca an ms al punto medular del tema que nos ocupa cuando dice que todo corresponsal se encuentra inevitablemente bajo la influencia de valores prevalecientes en el medio en el que ha crecido, pero no alcanza la superacin dialctica que nos llevar al concepto de Intencionalidad Editorial, porque la polmica en torno a la objetividad sigue cubierta por un manto de confusin. Fue Jorge Ricardo Masetti, fundador y primer director de la Agencia Prensa Latina (PL) quien a principios de la dcada del 60 y en el marco de los originales aportes hechos por la Revolucin Cubana al periodismo de nuestra regin, comenz a acercarse al corazn de nuestro debate. En varias de sus intervenciones y escritos de la poca sostuvo que el periodista no puede ser imparcial, que siempre, lo quiera o no lo quiera, lo sepa o no lo sepa, el periodista toma partido, se identifica con una de los elementos de la ecuacin, social, econmica o poltica que caracterizan a determinado escenario informativo. Desde la Agencia Periodstica del Mercosur (APM), unidad acadmica y de desarrollo prctico de la Facultad de Periodismo y Comunicacin Social de la Universidad Nacional de La Plata, proponemos la siguiente perspectiva para el anlisis. Esta perspectiva tiene algunos antecedentes, es cierto, pero ninguno de ellos entro en la medula del problema, ninguno de ellos vio que el tema debe ser tratado desde dos ejes dialcticamente relacionados: Objetividad-Subjetividad y Parcialidad-Imparcialidad. As por ejemplo, Mattelart afirma: "Como escriban Marx y Engels, la principalsima libertad de prensa consiste en no ser un oficio. La misma lgica abstraccionista reviste el sistema cuando trtase de legitimar y regimentar la prctica social de los llamados profesionales de la noticia. La objetividad se convierte entonces en la regla de oro de la prctica periodstica, en su cdigo de deontologa profesional y n el equivalente al juramento de Hipcrates, que fund la tica medica y, por ende, dot al gremio de respetabilidad pblica" (17). Por su parte, Gomis sostiene: "En su seleccin de noticias los medios siguen principios de universalidad y neutralidad (...). Por principio de neutralidad entendemos que las noticias no se clasifican en buenas y malas, favorables y contrarias. El valor noticia es moralmente neutro". (18) Incluso el destacado periodista Riszard Kapuscinski afirma: "Estamos viviendo en un mundo muy contradictorio, de muchas desigualdades e injusticias y por lo tanto no se puede ser una persona con objetividad. Los que relatan sin ninguna actitud son los que trabajan con eso que se llama objetividad. Por el otro lado, estamos tratando de cambiar algo, de mejorar la situacin, de estar donde tenemos que estar. Queremos tratar de mostrar el mundo y de escribir sobre el mundo para que

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nuestros lectores u oyentes despierten su conciencia y tengan una actitud de cambio. Creo que hay una falsa interpretacin de la tradicin anglosajona de la objetividad". (19). Algunas de estas observaciones adolecen de falta de rigor metodolgico o son incompletas o apenas se acercan al centro del problema, pero ninguna da el salto cualitativo que proponemos desde el modelo terico que denominamos Intencionalidad Editorial, para avanzar en un mtodo propio en el anlisis del proceso periodstico. Coincidimos con Mattelart cuando dice: "La actividad y el producto comunicacional no escapan a la relacin social dominante. Ahora bien, para legitimar y asentar la forma mercantil de comunicacin, hacer de ella una actividad natural, una actividad que se desempea sinq ue los dominados o receptores puedan sospechar su carcter de instrumento de dominacin de una clase, el medio de comunicacin pasar por el proceso de fetichizacin por el cual transitan todo producto y actividad (...). Marx saca a luz el fetiche, detrs de concepto valor del trabajo, que es la forma aparencial, expresin real de una clase dada (...). La sociedad burguesa determina el valor del producto por el intercambio, pero no quiere reconocer lo que le da su valor: el trabajo gastado en su produccin". (20) La dicotoma Objetividad-Subjetividad (a) no slo es insuficiente sino que es errnea. La naturaleza del hecho periodstico surge de la relacin dialctica que existe entre (a) y la dicotoma entre Parcialidad e Imparcialidad (b). Consideramos que si la teora del valor revela al fetiche en trminos de procesos histricos en general, partiendo de ese principio, el desarrollo de esa doble dicotoma tiene a descubrir como se expresa ese fetiche en el marco de la actividad periodstica. Asimismo, esa resolucin dialctica encierra el principio de autonoma metodolgica necesario para llevar adelante el anlisis del discurso periodstico con herramientas propias, es decir pertenecientes al dominio de la teora y la prctica periodstica con independencia del marco terico propuesto por la semiologa (anlisis del discurso). Como se ve en el artculo "Periodismo y Propaganda", de Fernando M. Lpez, publicado en esta misma edicin, el discurso periodstico no tiene otra alternativa que ser Objetivo, en el sentido de referencia, es decir basado en hechos susceptibles de ser confirmados y constatados a travs de fuentes directas o indirectas, testimoniales o documentales. El "periodismo subjetivo" simplemente no es periodismo, pertenece a la propaganda en sentido amplio. As como la Objetividad es un componente del hecho periodstico, el mismo necesariamente ser Parcial, como lo es toda actividad humana desde el punto de vista cultural antropolgico, y entendida esa Parcialidad no como aceptacin de una parte en detrimento del todo sino como asuncin de una posicin propia del periodista y-o del medio ante el complejo y multifactico entramado de hechos sobre los que trabaja la prctica periodstica. En consecuencia sostenemos que el hecho periodstico debe ser necesariamente Objetivo y es necesariamente Parcial. Por qu entonces tanta polmica infructuosa y tanta falta de claridad? Porque el periodismo y la prctica periodstica forman parte de la puja por el poder, ya sea para construirlo o defenderlo, ya sea para modificarlo en su tipo o naturaleza. En esa dialctica se apoya el discurso periodstico del bloque de poder para incurrir entonces en un "error" deliberado -en un alejamiento del concepto de Objetividad respecto de su necesaria referencia a hechos comprobables-, al convertir su Parcialidad en Objetividad. Dicho deotro modo, al convertir su propia Parcialidad (discurso de clase o de grupo) en Objetividad (en discurso universal).

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Por qu ese ocultamiento conceptual deliberado? Porque la experiencia histrica del discurso como disciplinador social y herramienta de construccin y conservacin de poder demuestra que la efectividad del mismo depende de su convalidacin como discurso universal. A los efectos didcticos recurramos a dos ejemplos de la historia universal. Para que la humanidad no tuviera dudas acerca de la inmoralidad de la esclavitud fue necesario que ese principio dejara de ser una necesidad para la instalacin de un nuevo sistema econmico basado en una mayor productividad del trabajo humano y se convirtiera en una necesidad o valor de universalidad indiscutible. Para su triunfo e imposicin, los principios de libertad, igualdad y fraternidad debieron dejar de ser requerimientos de las burguesas europeas en ascenso durante los siglos XVII y XVIII para convertirse en valores tambin de carcter universal. La Parcialidad transformada en Objetividad del discurso del poder permite que el lenguaje encubra las necesidades histricas de ese mismo bloque, a tal punto que, por ejemplo, ningn dirigente poltico latinoamericano de nuestro tiempo se atrevera a reconocer en forma expresa un programa contrario a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad, a la vez que la mayora de ellos han desarrollado programas que condujeron a la pobreza extrema al 70 por ciento de la poblacin del subcontinente, segn lo reconocen mediaciones de Naciones Unidas (ONU). Para constatar lo que acabamos de afirmar y comprobar cmo la prensa del bloque de poder transforma su propia Parcialidad en Objetividad, sugerimos una lectura detenida de las coberturas periodsticas realizadas por los diarios estadounidenses The New York Times y Washington Post sobre la invasin Irak y los motivos esgrimidos por el presidente George Bush para llevar adelante esa iniciativa, y la efectuada durante el ao 2004 por el peridico argentino La Nacin sobre las negociaciones gubernamentales en torno a la deuda externa en cesacin de pagos que afecta a este pas. Todo ese material se encuentra en las versiones electrnicas de los mencionados medios de prensa. Los emisores del discurso de poder saben, con sentido estratgico, que si se derrumba la mitificacin que acabamos de desarticular -es decir, si reconocen que la Objetividad de la que hablan no es otra cosa que simple Parcialidad propia-, entonces ese discurso perdera eficacia como ordenador y disciplinador social. Por consiguiente, el desafo a la hora del anlisis del discurso periodstico desde un marco terico e instrumental propio consiste en develar cul es la Intencionalidad Editorial de ese discurso, entendiendo a esta ltima categora (Intencionalidad Editorial) como el conjunto de informaciones y de reflexiones, fundadas, constatables y confirmables, segn fuentes, que a su vez permiten descubrir qu discurso de clase o de grupo se esconde detrs del discurso con pretensiones de validez universal. Es decir cual es la Parcialidad transformada en Objetividad Debe notarse tambin que esta metodologa de trabajo apela a los recursos tcnicos y profesionales propios del periodismo, ya que el "descubrimiento" de la Intencionalidad Editorial exige de una investigacin periodstica. Tambin es necesario explicar que la Parcialidad puede y debe ser construida respetando la Objetividad en el sentido de remisin a los hechos segn fuentes, a partir de la conformacin de la agenda informativa, a partir del enfoque de los temas de esa agenda y a partir de los puntos de vista de la misma.

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Por ejemplo. En ocasin de los episodios represivos ocurridos en Buenos Aires a mediados del ao 2002, en los que dos militantes del movimiento de desocupados fueron asesinados por efectivos policiales, segn se comprob a travs de fuentes testimoniales y documentales, el diario Clarn, de esta ciudad, public en portada un ttulo con tipografa resaltada que deca: "la crisis provoc dos muertes". Clarn opt por su propia Parcialidad y la cubri de Objetividad (en sentido de transformacin del discurso de clase en discurso universal) al elegir las fuentes, los puntos de vista (la polica), al elegir el enfoque (esas muertes fueron consecuencia en un sentido vago de los hechos en los que desemboc la crisis social argentina y no de los disparos concretos efectuados por sujetos concretos). Otro ejemplo. Si comparamos el espacio y los tiempos de micrfono y de pantalla que los diarios, las radios y las emisoras de TV. pertenecientes al bloque de poder le dedican a las informaciones procedentes del sector empresario y financiero con el espacio que esos mismos medios le asignan a las informaciones procedentes de organizaciones campesinas, de trabajadores y desocupados, comprobaremos que la relacin es de 99,5 a favor del primer universo. Eso es eleccin de agenda como construccin de Parcialidad. Cuando esa Parcialidad se construye por fuera de los hechos y sus fuentes situacin en la que los medios del bloque de poder incurren con frecuencia- ya no estamos ante la construccin de una Parcialidad determinada, sino frente a una vulgar tergiversacin y falsedad informativa, punto que no forma parte del objeto especifico de este trabajo. A priori, y sin desconocer que el debate en torno a las definiciones aportadas en este texto podr enriquecer los contenidos de las mismas y la enumeracin de recomendaciones para llevar a la prctica esa bsqueda de la Intencionalidad Editorial, proponemos la siguiente preceptiva de trabajo. Para "descubrir" la Parcialidad con pretensiones o en acto de Objetividad (el discurso de clase o grupo transformado en discurso universal), es decir la Intencionalidad Editorial hay que investigar, entre otros, sobre los siguientes puntos:

Pertenencia corporativa del medio en cuestin. El entramado de su estructura societaria y de su ingeniera financiera. Relaciones del medio con el medio cultural, econmico, social y poltico, tanto local como internacional.

Antecedentes histricos del medio en cuestin, tanto desde el punto de vista de su propia conformacin como desde su posicionamiento ante hechos informativos de trascendencia. Por ejemplo, para entender la verdadera profundidad el discurso periodstico del diario La Nacin, de Buenos Aires, a favor del golpe de Estado de 1976 es necesario conocer, desde el contexto histrico, cules fueron las caractersticas de sus discursos periodsticos ante episodios similares, tanto en Argentina como en otros pases de la regin y cul el desarrollado en torno a las principales referencias polticas en cada uno de esos casos (por ejemplo la poltica de Estados Unidos).

Caractersticas de las fuentes contextualizado de las mismas.

utilizadas.

Comportamiento

histrico

y

Comportamiento histrico y contextualizado del autor concreto de la pieza o de las piezas periodsticas sometidas a anlisis. Slo nos resta expresar que, en definitiva, el contenido de este texto que surge la relacin dialctica entre teora y prctica en el marco de la actividad acadmica especializada en periodismo -, no tiene otra

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pretensin que estimular el debate y proveer de herramientas tericas, que aunque provisorias, son indispensables para analizar y construir un tipo de prctica de confrontacin ideolgica con las mitificaciones y las manipulaciones del discurso del poder hegemnico.-

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