Durkheim, Émile - La Enseñanza de La Moral en La Escuela Primaria

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LA ENSEÑANZA DE LA MORAL EN LA ESCUELA PRIMARIA Émile Durkheim Desde hace casi treinta años, perseguimos en Francia una empresa pedagó- gica que ciertamente es una de las más atrevidas de entre las que se intentaron hasta hoy. Hemos decidido enseñar a nuestros niños de las escuelas primarias la moral en términos puramente laicos. Soy de los que creen que la empresa era necesaria y posible. También soy de los convencidos de que una revolución como ésa no iba a estar exenta de dificultades. Ciertamente, era menos sencillo y mucho más difícil de lo que habían pensado los hombres de valor y de fe a quienes corresponde, por otra parte, el gran honor de haber tomado la iniciati- va. Esto nos explica cómo, a pesar del celo y ardor de los maestros, los resulta- dos obtenidos dejan aún que desear. Precisamente porque —bajo diferentes formas— esta cuestión es quizás una de las que han tenido un lugar más relevante en las preocupaciones de toda mi vida, por lo que he pensado que sería uno de los temas que más útil- mente pudiera ocuparme hoy con ustedes. Seguramente, el problema es dema- siado complejo, demasiado difícil, para que pueda esperar, en el espacio de una conferencia, tratarlo en toda su extensión. Para haceros comprender, para justi- ficar cómo haría falta el método que convendría seguir en la enseñanza de la moral laica, para haceros ver cómo este método debe aplicarse con todo detalle a las cosas particulares, me haría falta un año, e incluso más tiempo. Pero como me dirijo aquí a espíritus avisados, he pensado que no era imposible haceros al menos entrever, en el poco tiempo de que dispongo, el sentido en el 90/00 pp. 275-287

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Texto de Emile Durkheim sobre la enseñanza de la moral

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LA ENSEANZA DE LA MORALEN LA ESCUELA PRIMARIAmile DurkheimDesde hace casi treinta aos, perseguimos en Francia una empresa pedag-gica que ciertamente es una de las ms atrevidas de entre las que se intentaronhastahoy.Hemosdecididoensearanuestrosniosdelasescuelasprimariaslamoralentrminospuramentelaicos.Soydelosquecreenquelaempresaera necesaria y posible. Tambin soy de los convencidos de que una revolucincomo sa no iba a estar exenta de dificultades. Ciertamente, era menos sencilloymuchomsdifcildeloquehabanpensadoloshombresdevalorydefeaquienes corresponde, por otra parte, el gran honor de haber tomado la iniciati-va. Esto nos explica cmo, a pesar del celo y ardor de los maestros, los resulta-dos obtenidos dejan an que desear.Precisamenteporquebajodiferentesformasestacuestinesquizsunadelasquehantenidounlugarmsrelevanteenlaspreocupacionesdetoda mi vida, por lo que he pensado que sera uno de los temas que ms til-mente pudiera ocuparme hoy con ustedes. Seguramente, el problema es dema-siado complejo, demasiado difcil, para que pueda esperar, en el espacio de unaconferencia, tratarlo en toda su extensin. Para haceros comprender, para justi-ficarcmoharafaltaelmtodoqueconvendraseguirenlaenseanzadelamoral laica, para haceros ver cmo este mtodo debe aplicarse con todo detallealascosasparticulares,meharafaltaunao,einclusomstiempo.Perocomomedirijoaquaespritusavisados,hepensadoquenoeraimposiblehaceros al menos entrever, en el poco tiempo de que dispongo, el sentido en el90/00 pp. 275-287Ensear la moral en trminos laicosque debe ser orientada esta enseanza de la moral laica en la escuela primaria,que no era imposible, al menos, daros la impresin de la idea directriz en quedebe inspirarse. Eso es lo que voy a intentar hacer.He aqu cmo debe plantearse el problema: se trata de saber cmo es posi-ble ensear la moral sin tomar en prstamo ninguna clase de religin revelada,ni tampoco ninguna clase de teologa racional. No es que yo pretenda cuestio-nar el derecho a la existencia de estas teologas, sino que est claro que las doc-trinasmetafsicasnosonaccesiblesalosnios.Estamosantelaimposibilidadde servirnos de ellas en la escuela primaria. Dejmoslas, pues, de lado.Peroparaestarautorizadosdeprescindirdelasreligionesespreciso,evi-dentemente,quetengamosrazonesparacreerquepodemoshacerlotantoomejorqueellas.Esnecesarioquetengamosrazonesparacreerquepodemosprestar los servicios que ellas han rendido y, por consiguiente, nuestra primerapreocupacin debe ser buscar cules son los servicios que la religin ha presta-do, de modo que veamos si estamos en condiciones, y en qu forma, de satisfa-cer las mismas necesidades aunque de otra manera.En fin, podis entender que la alianza sellada antiguamente entre la moralylareliginnopuedesersloproductodelainterpretacindelhombre.Desde hace siglos, las ideas morales se han resguardado tras las ideas religiosasy, durante mucho tiempo, moral y religin se han confundido. Pues bien, unaafinidad tan estrecha entre estas dos especies de ideas, entre estas dos clases deconcepciones,debeevidentementecorresponderaalgoreal,debeevidente-mente fundarse, en alguna medida, en la naturaleza de las cosas.* * *Voyamostraroselcarcteresencialdelamoral,elqueladistinguedeloque no es, de todo lo que no es verdaderamente la actividad humana.Lo que caracteriza las cosas morales, lo que las distingue de las dems cosashumanas,eselvalorinconmensurablequelereconocemosrespectoaotrascosasquedeseanloshombres.Paraasegurarnosdeello,dejemosdeladolasteorasdelosfilsofos,dejemosdeladosuslibros.Estosfilsofos,parasercomprendidos, han intentado reducir sus sistemas a algunas frmulas simples,aalgunasreglasenlasquesusconcepcionesestabanmsomenosalteradasparavolverlasmsomenosinteligiblesalamasa.Dejemos,pues,deladolamoral de los libros, interroguemos la conciencia pblica tal como os habla, talcomo habla a vuestro alrededor.No cabe duda de que cualquier conciencia recta, hoy como ayer, en todoslos pases y en todos los tiempos, toda conciencia recta ha venido considerandoque los bienes morales no tienen ninguna medida comn con los otros bienesqueloshombresdeseanypersiguen.Podemosinclusoadmitirqueseponganenlosdosplatillosdeunabalanza,porunaparte,losinteresesindustrialesy,porotra,losinteresesdelahigiene.Podemosadmitirquesehagaunbalanceentrelosinteresesdelacienciaylosdelarte.Sepuedehacer,porejemplo,MILE DURKHEIM276Observar cules son los serviciosque la religin ha prestadobalanceentrelasventajasdeunareformasanitariayloquecuesta;sepuedeexaminarsilosinconvenienteshiginicosdeunaprcticaindustrialsoncom-pensados por sus ventajas econmicas. Admitimos muy bien que se pueda pre-guntar si el estado estacionario de la civilizacin, en tal pas, no es compensadopor tal progreso de las ciencias, o a la inversa.Peroloquenopodemosadmitir,sinsentirenseguidalevantarseunapro-testaennuestrointerior,esquelosprogresosdelainmoralidadpuedansercompensados por el progreso de la industria, o los progresos del arte, o los delas ciencias. No podemos concebir que el valor econmico, artstico, cientfico,de un lado, y de otro el valor moral puedan ser en la medida que sea con-cebidos como equivalentes. No podemos concebir que entre estos dos rdenesdevalorespuedahaberunamedidacomn,yesporquelamoralnuncaense-ar que la inmoralidad pueda ser dejada de lado, compensada por una ventajaindustrialocientfica.Lainmoralidaddeunasociedadnoesmenorporquecuente con muchos artistas, muchos sabios, o con muchas plantas industriales.Por pequeo que sea el sitio que la moral ocupe en el orden de las cosas huma-nas, nuestras conciencias deben hacerle lugar aparte.De dnde proviene, pues, ese lugar excepcional que le es asignado? Anali-cemos la vida moral del individuo. Toda la vida moral del hombre es goberna-da por un cierto nmero de reglas, de principios, de mximas, de acciones quenos indican o nos prescriben cmo hay que obrar en diferentes circunstancias.La moral es un sistema de reglas.Laexistenciadeestasreglas,deestasmximas,quedeterminanlaaccin,no tiene nada de particular en la vida moral. No hay profesin en que no hayareglas que observar. Toda clase de profesin tiene su tcnica, o sea, el cdigo deprincipiosquehaconsagradoeluso.Elalbailquetallasuspiedrastienesutcnica, como el mdico tiene la suya en la cabecera del enfermo, como el pro-fesorlasuyaenlaenseanza,comoelingenieroensufbrica.Todanuestravida fsica est dominada por la tcnica de la higiene y de la medicina. Hay unconjuntodereglasaobservarsiqueremosencontrarnosbien,osiqueremoscurarnos. Estas reglas se las preguntamos a los mdicos, mas no por ello existenmenos.Estasreglas,estasleyesdelatcnicaprofesional,delahigiene,tienenuncarcterpropio,uncarcterutilitario:nossometemosaellasporquenosencontramos bien, porque las pruebas a las que estas reglas se han sometido lashanconsagrado,porquelasexperienciaspasadasnosgarantizansuvalordeprincipio.Loshombressehanencontradobiensiguindolasdurantetantotiempoquehayrazonesparacreerquedeigualmodonosotrosmismosnosencontraremosmejor.Nossometemosaellas,dichoclaramente,porqueesperamosobtenerdeestasumisinresultadosventajosos.Siestamosconfor-mesconlasreglasdelahigieneesporqueeslamejormaneradeevitarlasenfermedades; ejecutamos las ordenanzas del mdico porque es la mejor mane-ra de curar la enfermedad. Nuestra conducta siempre est determinada en estoscasosporunmvil:resultadodesagradablealquenosexpondremossiviola-mos los principios; agradable si los seguimos. Son siempre consideraciones uti-LA ENSEANZA DE LA MORAL EN LA ESCUELA PRIMARIA277La morales un sistemade reglas.litariasquenosguan:eslanaturalezaintrnsecadelactoprescritoysuspro-bablesconsecuencias;eseldeseodeverproduciraesteactoresultadosagra-dables.Todoesdistintoenloqueconciernealasreglasdelamoral.Silasviola-mos,nosarriesgamosaserpuestosalmargen,encuarentena,enelndice.Yanohablarnconnosotrosdelamismamanera,nosenostratardelmismomodo, se nos mostrar menor estima, nos manifestarn incluso desprecio. Si laviolacin es muy fuerte, la sociedad misma nos golpear. He ah las consecuen-ciasdesagradablesdenuestraconducta.Perotambinesconstante,universal,que para que un acto sea moral, para que un acto sea considerado como moralporlaconcienciapblica,nobastaconqueestconformematerialmenteconla regla que lo prescribe, no basta con que haya cumplido lo que ha sido orde-nado. Es necesario que no haya miedo a las penas, ni deseos de recompensa. Laconciencia moral ha sido siempre unnime en este punto: el acto no era moralsilohicimosparaevitarlasconsecuenciaspenalesoparabuscaragradablesresultados.Heahalgomuyparticular.Paraqueunactoseamoral,hadehaber sido llevado a cabo de una cierta manera. Para que la regla sea obedecidacomo conviene que sea obedecida, nos hemos de someter a ella no para evitarpenasuobtenerrecompensas,sinosencillamenteporquelareglaloordena,yporrespetoaella,yporquenosaparececomorespetable.Enunapalabra,como dicta la conciencia pblica, hay que cumplir el deber porque es el deber,por respeto al deber.Ospreguntiscmoesposibleesto!Constatadsolamenteahoraquetodoel mundo habla as. No hablo aqu de los filsofos. Pero tambin comprendisque, para que as sea, tiene que haber en estas reglas un prestigio muy particu-lar,unaautoridadexcepcionalquehagadoblegarseaestavoluntadynosimpongaobediencia.S,estasreglasmoralestienenestaautoridad.Sabemosbien en qu tono de mandamiento habla el deber cuando habla. Tiene un tonoautoritario,tajante;noadmiteduda.Lasmsdelasveces,dudamoscuandonos preguntamos lo que hay que hacer en la vida para nuestra conducta utilita-ria.Perocuandosetratadeldeber,todoestclaro,todoesntido.Ordenadeunamaneraprecisa.Paratenerunaideadesusmodostenemosqueescuchar-nos.Escuchadesavozinteriorquetodosloshombresconocentanbien.Lamayor parte de los hombres no saben de dnde viene, pero todos la sienten enellos, y cuando se deja or lo hace con un acento tal que no podemos descono-cerla. Podemos permanecer sordos a esta voz, pero no podemos negarla. Tieneuncarcterimperativo,ordena,yestoesloquedalaseguridadconlaqueobramos cuando creemos al fin ver claro. De ah que hayan dicho ciertos fil-sofos que el deber no es sino un conjunto de consignas severas, imperativos, alos que hay que obedecer porque lo mandan. Si la moral no fuera nada ms, situvieraexigenciasdeestegnero,esprobablequeloshombresnopudieranpracticarla. Si la moral no fuera ms que estos mandamientos, nos preguntara-mos por qu los hombres iban a poder violarla.Paraquepensemoscumplireldeber,nobastaconquehableimperativa-MILE DURKHEIM278Estas reglas tienen un prestigio y una autoridad excepcionalmente;esnecesarioquelosactosqueordenapuedanconmovernos,emocio-narnos.Hacefaltaqueelactoreclamadononosseaextrao,quepodamosdesearlo,que,dealgnmodo,senosaparezcacomobuenoydignodeseramado. La moral se nos aparece como un sistema de principios imperiosos, porunlado.Perosinofuesemsqueesto,bienpudiramosnoestarconformes,podramoscederalacoercin,peronopodramosquererlaverdaderamente.Paraquererlaesprecisoquepodamosamarla.Estoesloquehacomprendidola opinin comn, cuando dice que en la moral hay dos ideas, la idea de debery la idea de bien.La idea de bien, qu quiere decir esto? Esto quiere decir que la moral no esslo un sistema de reglas, sino que el acto moral es bueno, que puede ser desea-do, que podemos amarlo. El filsofo Kant ha intentado, en cuanto que tena unaalta idea del deber, reconducir la idea de bien a la idea de deber. Pero esta reduc-cin es imposible. No se puede reducir la idea de bien a la idea de deber. La ideadebientienesubrillopropio,nosepuedevelarestebrilloanuestrosojossinquesuhorizonteseamsomenosensombrecido,esnecesarioquelamoralsenos aparezca como amable y como digna de ser amada, que hable a nuestro cora-zn y que podamos cumplirla, incluso en un momento de pasin.Pero nos vamos a encontrar con un segundo carcter como un aspecto delprimero.Deseamoslosactosmoralescomolosotrosbienes,perolosbienesmorales se distinguen de todos los dems; se puede amar los honores, se puedeamarlariqueza,lafortuna,lagloria;yparaobteneresosbienes,enciertomodonohaysinoqueseguirlapendientedenuestrosdeseos,quenosllevenellosmismos.Podemosguiarlosporlainteligencia,dirigirlosconreflexin,peronotenemosqueresistirlos,notenemosmsqueseguirlos.Porelcontra-rio, cuando llevamos a cabo los actos de la moral, hay un esfuerzo, una penali-dad,unsacrificio.Biensabisquelospormenoresdelavidadiariaestnhechosdesacrificioacadainstante.Entodomomentohacemossacrificios;incluso la vida moral ordinaria, a ras de tierra, supone esfuerzos de este gnero.Sabemosbienqueunactomoraldemasiadofcildeejecutarnoesunactomoral. En alguna medida y del modo que sea, hacemos violencia a algo cuandoejecutamos un acto moral. S, seguimos nuestros deseos, pero tambin reprimi-mosotros,hacemosviolenciaanuestranaturaleza.Alobrarmoralmente,noselevamos por encima de nosotros, nos sentimos superiores. Si no nos violenta-mos,sidecaemosdenuevoalniveldelavidaordinaria,nopodremosobrarmoralmente.En el bien moral hay algo que nos sobrepasa. De cualquier modo que se lesconciba, los fines morales deben ser representados como trascendentes en rela-cinconlosotros.Queserepresentelamoralcomosistemadereglasqueordenan,ocomounidealquesedesea,tantoenuncasocomoenotro,lamoral nos aparece como vinculndonos a un mundo que no nos es extrao sinduda,aunmundoqueevidentementenosconcierne,peroaunmundoquenossobrepasainfinitamente.Sibien,cuandoloqueremos,tenemoselsenti-miento de que nos elevamos, que dominamos algo en nosotros. He ah lo queLA ENSEANZA DE LA MORAL EN LA ESCUELA PRIMARIA279hace que, en todo tiempo, las ideas morales han sido tratadas y expresadas bajoformasreligiosas.Esdifcilllevaracabounactomoral.Cuandoobramosmoralmente, nos arrancamos, en alguna medida, algo de nosotros mismos, vol-vemoslosojoshaciaalgoquenossobrepasa,quenosdomina.Heaqucmolasideasmoralescasinecesitabanestarenvueltasensmbolosreligiosos.Loshombrestienennecesidaddecomprendercuandoobran,cuandoluchanporalcanzaresteidealque,desdesiempre,hatenidoelmismocarcter,quetienetallugarenlavida.Quocurra,enciertosmomentos,paraqueestuvierandispuestos a olvidar sus intereses, a sacrificar incluso su vida? A qu se subor-dinaban para que este ideal no les apareciese como una vaga fantasmagora desuespritu?Dndeencontrarestarealidadalaqueellosseagarrabantandesesperadamente?* * *Lareliginenseaque,porencimadelmundoenquevivimosydelqueformamosparte,existeunpodermoraldeotrognero,quenosdomina,quenosessuperior,ydelquedependemos.Puestoquenosessuperiorenestepunto,tienetodoloquehacefaltaparaserellegisladordenuestraconducta,somossussbditos.Eselpoderdivino.Estamosensusmanos.Tienetodalaautoridad necesaria para promulgarnos la ley. Tiene la majestad, y la majestadque le reconocemos explica la majestad de la ley misma. La explicacin es muynatural. Pero, por otra parte, un dios no es solamente un legislador reverencia-do,unamoimperiosoquenosdardenesantelasquenosinclinamossincomprenderlas. Un dios es al mismo tiempo un poder seguro que nos ayuda yasiste. Dios nos ha hecho, dice la religin, de l procede nuestra existencia. Esnuestropadre,nuestroamigo,podemoscontarconl,siestamosconformesconsusrdenes.Tiene,pues,todoloquesenecesitaparagobernarnos,tienetodo lo que se necesita para ser amado.Y as, la ley moral se encuentra unida a la persona divina; y he ah por qulos primeros hombres han considerado la ley moral como la palabra misma deDios.Aconsecuenciadeestacondicin,lasreglastomabanprestadaunagranpotenciamoraldelaqueelhombredependa,poresodebasometerseconamor,debahacerviolenciaasunaturalezaalamaraDios.As,elactomoralexigido de l era de su inters, puesto que le era reclamado por un ser esencial-mente bueno, por un poder paternal. Y, de ese modo, incluso los nios podancomprender de dnde vena ese respeto que se les reclamaba para la ley moral.He ah lo que constituye la gran dificultad de la moral laica. Lo que es difi-cultosonoesencontrarrazonesmuylaicasparamostrarporqutalocualmodo de obrar es recomendable. Lo que es mucho ms difcil, mas no imposi-ble sin embargo, es en general hacer comprender al nio por qu hay deberes,porquhayquehacerseviolencia,desprendersedesmismoparacumplirlos.Esnecesarioquecomprendaquehay,porencimadel,algoanteloqueldebe inclinarse, reglas a las que debe obedecer porque ellas mandan, y hay queMILE DURKHEIM280Querer lsa reglas morales hace que nos elevemos. esa es la razn de que las ideasmorales hayan sido traadas y expresadas bajo formas religiosas. Necesitan estar envueltas ensmbolos religiososPor encima del mundo en que vivimos existe un poder moral de otro gnero que nosdomina y que nos es superiorvincularlasaunpodermoraldelqueellasemanan;yparaquelosactosrecla-madospuedanaparecercomobuenoshayqueconcebiraesepodercomobenefactor, como bueno.Si renunciamos a servirnos de una potencia divina, tenemos que encontrarotra que pueda jugar el mismo papel. Pues, s, hay una, una potencia de la queladivinidadnoesmsqueunaexpresinsimblica;s,hayunapotenciaqueestcercadenosotros,ennosotrosmismos.Estanmisteriosacomolaotra,peropodemosmostrarla,hacerlacomprender,hacerlaver,comopodemoshacer ver el mundo exterior. Esta potencia moral tan real como la potencia fsi-ca,peroquelosojosdelcuerponovenbien,eslasociedad,lasociedaddelaqueformamosparte.Y,enefecto,unasociedadesasusmiembrosloqueundios es a sus fieles. Un dios es un poder superior al hombre que le da rdenes,delquedepende.Puesbien,lasociedadtiene,conrelacinacadaunodenosotros, la misma superioridad; y esta superioridad no lo es sin embargo paranosotros si no tenemos el sentimiento. La sociedad, como la divinidad, sobre-pasainfinitamentealindividuo,tantoenelespaciocomoeneltiempo.Elindividuo,pues,esunpuntoenelinfinitosocial.Estperdidoenesainmen-sidad.Mas,porotraparte,sedicequelassociedadessonmortales.S,todaslassociedades son mortales, pero incluso los dioses a menudo han sido considera-dos como mortales. Pero si las sociedades son mortales, no es menos cierto quesuexistenciaesextremadamentemslargaqueladelindividuo.Lasgenera-ciones pasan, la sociedad permanece. Su vida propia no se cuenta por das, porsemanas, por aos; se cuenta por siglos. Por consiguiente, tambin en el tiem-po,sobrepasaalindividuo.Aspues,unpodermoral,olacolectividad,eselsistemaformadoportodaslasconcienciasindividualesenelpresente,enelpasado.Sobrepasa al individuoen el espacio,pero lesobrepasa tambindesdeel punto de vista de la riqueza moral. Por consiguiente, hay en las concienciasindividuales menos civilizacin, menos moralidad que en la totalidad, ningunode nosotros la absorbe en su totalidad. La ciencia, el arte, la religin, todas lascreencias,todaslasideasdelatcnicaeconmica,industrial,comercial,todoeso est en la sociedad; todo eso nos sobrepasa, nos desborda por todos lados.TodaslasreligioneshanpresentadoaDioscomoellegisladordelacon-ducta humana. Pero la historia es la que nos muestra la realidad, y esta realidadesqueelautnticopoderlegisladordeloshombres,elnico,eslasociedad.Cuando miramos la realidad, tambin vemos que la moral ha vivido la vida delassociedades.Cadasociedadhatenidosumoral,tienesumoral.Existilamoralgriega,lamoralromana.Lamoralevolucionaenelespaciodelmismomodoqueevolucionaeneltiempo.Antessedeca:lamoralgriega,lamoralromananoseparecenalanuestra,peroestoobedecasimplementeaqueelespritudelasgentesdeesetiemponoestabasuficientementeabierto:nopodanverdndeestabaalllaverdad.Puesbien,lahistorianonospermiteadmitir semejante tesis. Si los romanos tenan una moral distinta de la nuestrano era en absoluto a consecuencia de un error suyo, de su ceguera. No, es por-LA ENSEANZA DE LA MORAL EN LA ESCUELA PRIMARIA281La sociedad es la verdadera potencia moral. El poder moral, o la colectividad, es el sistemaformado por todas las conciencias individualesen el presente, en el pasado. que no podan tener otra. Dada la organizacin de la ciudad romana, la moralno poda ser otra que la que era. Los romanos no podan vivir con otra moral.Si, por casualidad, se hubiesen podido infiltrar nuestras ideas en el espritu delos romanos, la ciudad romana no hubiese vivido. El da en que las ideas mora-lescambiaron,elimperioromanosederrumb.Elpapeldelamoraleshacervivir a los hombres juntos, y no hacerlos morir. Porque, en un momento dado,noeranposiblessinosociedadesdeestegnero.Silasociedadromananohubieseexistido,hoyestaramosacomodadosaello.Peronuestracivilizacinviene de ah en gran parte. Si ese anillo de la cadena histrica hubiese faltado,eslahistoriamismalaquenohabrasidoloquehasido.Noesporunazar,por un capricho del hombre, por lo que la moral ha cambiado. No, es porquehabindose dado tal sociedad no puede haber ms que tal moral. Si me dais elmodocomoseentiendeelmatrimonio,lafamilia,enunasociedad,yopodrdecirosculeralamoraldeesasociedad,puestodoelloestntimamenteli-gado. Nuestramoralestligadaanuestraorganizacinsocial,comolamoralromanaestabaligadaalaorganizacindelaciudadromana,comolamoralgriegaeraunproductodelasociedadgriega.ReleedeladmirableysiemprejovenlibrodeFusteldeCoulanges:LaCiudadAntigua,yosconvenceris.Esla sociedad la que instituye la moral puesto que ella la ensea. Aun suponiendoincluso que se pueda demostrar la verdad moral fuera del tiempo y el espacio,paraquelaverdadmoralllegueaserunarealidad,harnfaltasociedadesqueseadueendeella,quelasancionenylahaganrealidad.Paralajusticiaquepedimos,sonmenesterlegisladoresquelahaganentrarenlasleyes.Lamoralnoescosadelibros;brotadelasmismasfuentesdelavidayllegaaserunfactorrealdelavidadeloshombres.Noexistesinoenlasociedadyporlasociedad.Heah,pues,unaspectodeladivinidadqueencontramosenlasociedad.Ese gran poder moral que posee la sociedad, vemos cmo nos da rdenes; todalalegislacinmoralnosvienedel.Undiosnoesslounamorespetado,unamotemido,estambinunapotenciasegura,benefactora.Puesbien!Lasociedad cumple tambin esta condicin. La sociedad, por un lado, nos domi-na,nossobrepasa,nosdardenes.Acadainstantenosincomoda,pidequehagamossacrificiosporella.Poreseladosenosaparececomoungranpoderdominador.Peroellanoestporenterofueradenosotros:tambinestennosotros.No est verdaderamente viva y es real sino en las conciencias particulares. Esten nosotros y fuera de nosotros. Es la mejor parte de nosotros mismos. Todo loque hay en nosotros de autnticamente humano nos viene de la sociedad, todolo que constituye nuestras conciencias de hombres nos viene de ella. El lengua-je es un producto de la sociedad, que, como la moral, expresa una de las fiso-nomas de la sociedad. Aprender palabras no es slo aprender sonidos, es tam-binaprenderideas.Undiccionariocontienetodaunamaneradepensar.Enuna lengua hay una mentalidad propia. Aprendiendo una lengua almacenamosMILE DURKHEIM282Est en nosotros y fuera de nosotros. Es la mejor parte de nosotrostodounsistemadeideasqueexpresanlarealidadytodounconjuntodemanerasdeverlascosas.Esaprendiendolalenguamaternacomoseformanuestro espritu. La lengua nos viene de la educacin social. Otra escuela en laquenosformamoseslaciencia.Aqurecibsunaculturacientfica.Sabiscmo se forma el espritu bajo la accin de la ciencia. Adems, incluso aquellosquenorecibendirectamenteestacultura,inclusoquienesestnprivadosdetodaculturacientfica,sebeneficiandeellasindudaninguna.Lacienciaela-bora[conocimientos]paratodos,ylosdescubrimientosdeunosololleganaser propiedad de todos. La geometra nos ha enseado a hacer [cosas], a operardeunciertomodo;lanocindecausanoshasidodadaporlaciencia;todaslas grandes nociones, todas las nociones esenciales que adquirimos cada da, lasadquirimos en la escuela de la ciencia. Retirad de nuestro espritu todo lo queadquirimos por el lenguaje, por la ciencia, qu quedar? Retirad igualmente loque viene de una vida afectiva, pensad en estos mltiples sentimientos doms-ticos,enaquellosmltiplessentimientosmoralesquetenemos.Siempreque-dar en nosotros el amor paternal, maternal, se dir. Error! Ha habido ciertassociedades en las que estos sentimientos no existan, en las que no haba senti-mientopaternal.Nossihayunsolosentimientoenelcorazndelhombreque no venga de la sociedad. Es la sociedad quien despierta estos sentimientossegneltiempo,segnloslugares,segnlascondiciones.Lossentimientosevolucionan incontestablemente.Veis cmo nuestro espritu es el producto de la accin social. Y no es sloduranteelprimerperododelavidacuandolasociedadsemeteennuestravidainterior,ocuandosomosadultos.Enrealidad,estaaccincontinacon-solidandoperpetuamentelaobraedificada.Sinolohiciera,siestaaccinnoprosiguiera,laobrasocialsederrumbara.Nuestraorganizacinunavezfor-mada tiene necesidad de sustentarse siempre. El ser moral que la sociedad creaennosotros,siellanovinierapermanentementearepararsusprdidascomolosalimentosvanarepararlasprdidasdenuestrocuerpo,sedebilitaraymorira. Obramos, aunque nos desgastemos. Pero no podemos desgastarnos sinantes haber recibido un aporte. Es necesario que el gasto de nuestro organismofsicoseaequilibradoparaestarenestadodesalud.Ylomismoocurreconnuestroorganismomoral.Losesfuerzosquehacemosporobrarbien,estosesfuerzosimplicandesgastes.Parasostenerestasfatigashay,acadainstante,elementosquenosllegan,quenosvienendefuera,sinquelosospechemos.Hayunaflujodefuerzasquenosreconfortanperpetuamente,sinquenosdemos cuenta. De modo que no podemos pasarnos sin la aprobacin de nues-tros semejantes, sin el asentimiento de la opinin pblica.Sin duda podemos resistir contra ella, pero no nos lleva a sitio alguno msqueaperderventajas.Estamosobligadosasacarnicamentedenosotroselesfuerzo para la nueva lucha. Cuando sentimos a nuestros contemporneos deacuerdo con nosotros, somos penetrados por sentimientos que sentimos prove-nirdeella.Nossentimosmsfuertes,pero,enrealidad,somosmsfuertes.Sonfuerzasreales,aunquenosemidaneneldinammetro.SomosrealmenteLA ENSEANZA DE LA MORAL EN LA ESCUELA PRIMARIA283Los sentimientos provienende la sociedad. ms fuertes. No tenemos necesidad de ser sostenidos, animados, es una accinpermanente, pero la sentimos sobre todo en las pocas crticas, cuando estamosparticularmenteabatidos,desanimados.Sinosmetemosenungrupoalqueestemosunidos,enseguidanossentimosrecuperados.Esenesasocasionescuando se siente la utilidad de la familia, la utilidad de las agrupaciones, de lasfiestas y de las ceremonias pblicas. Para qu sirven estas manifestaciones? Sir-venparamantenerlossentimientoscolectivosdelasociedad,reuniendoalasmasas,invitndolasarevivirestossentimientosexpresndolosencomn.Desdequelosindividuosestnreunidos,sabiscmoestossentimientossonexaltados. Los partidos polticos bien que se dan cuenta. Buscan todas las oca-siones de agrupar a los individuos para reconfortarlos, exaltar sus sentimientos.Nuestra voluntad se encuentra entonces acrecentada por el agrupamiento. Hayas,deesemodo,sinqueloveamosconclaridadvenirdeafuera,unaporteperpetuo de fuerza, que va a sostenernos incesantemente y sin el cual no pode-mos pasar.As que comprended cmo la sociedad, a la vez que un poder legislador, estambin un poder asegurador, una fuente de fuerza, y por qu debemos amar-la;esdeelladedondenosvieneenpartenuestravida.Descenderamosalrangodelbruto,siretirsemosloqueellahahechopornosotros.Retiradellenguaje, no quedan ms que las sensaciones de la vida animal; ya no hay ideasgenerales.Todaslasformassuperioresdelaactividadhumanasondeorigensocial. La religin lo haba comprendido bien. Yo os digo aqu bajo una formalaica lo que os han enseado en las iglesias: Hay en el hombre una parte emi-nente que le sobrepasa, destello divino; es el alma, expresin simblica de unarealidad. Hay en nosotros algo, una parte eminente, excelente, que nos sobre-pasa, que est por encima del resto de nosotros. Esta parte es justamente lo quelasociedadhadesarrollado.Puesquseraelhombresinlasociedad?Sinohubiesesociedad,elhombrenoseraunserhumano.Nopodemossaber,enverdad,loqueseraelhombrefueradeunasociedad.Ahoraveiscmopode-mosquererlasociedadaunquenosdrdenes,puesquererlaesquerernos,negarla sera negarnos: nuestra suerte est ligada a la suya.Sinoestuvieseapremiadoporeltiempo,osmostraraelparalelismodelanocin de una sociedad por una parte y la nocin de la divinidad por otra. Undios es necesario a los fieles, pero el dios tiene necesidad de sus fieles, reclamaofrendas y sacrificios. El dios morira si no se aportaran sacrificios a sus altares.Las religiones de hoy son ms idealistas que las antiguas, pero este Dios que seadora hoy tiene necesidad, tambin l, de aquellos que le adoran, al igual quelosdiosesdeantao.Sieldioscristianonofueseadorado,noselerezase,noexistira.Sloviveporquelerezamos.Nosotrosleconferimosexistencia,ledamos existencia, igual que nosotros la obtenemos de l. Encontris el mismocrculo en la vida social. El individuo tiene necesidad de la sociedad. Pero porotro lado, est claro que la colectividad no sera nada sin los individuos. Tene-mosnecesidaddelasociedad,peroellatambintienenecesidaddenosotros.A veces, cuando se mostraba lo que hay de superior en el individuo, se deca: laMILE DURKHEIM284La sociedad es un poder legislador y asegrador. Una fuente de fuerzaSin sociedad el hombre no sera humano. sociedadnoexistefueradelaconcienciaindividual.Peroqupruebaesto?Nada en absoluto. Ah hay un crculo como lo hay en la vida. No hay sino unelemento de misterio que estamos habituados a sentir en torno a la divinidad,quenosvolvemosaencontrarprecisamenteenlasociedad.Quvemosdelasociedad? No percibimos sino unos pocos elementos: los que estn agrupados anuestroalrededor.Ysinembargo,enesteprecisoinstante,hayennuestroentornounamultiplicidaddeconfusosmurmullosquesubenynosllegandetodas partes, y que nos penetran. Todo esto es el eco de una vida comn enor-me,delaquenoconocemosmsqueunapequeaparte.Escuchad!Eselenormerumorsordo,confuso,deestagranmquinasocial!Peronolosenti-mos ms que de una manera misteriosa, pues esta potencia que se agita es vagaymisteriosa!Cadavezestoymsconvencidodequeelfondodeladivinidadno es otra cosa que el poder de la divinidad expresado con ayuda de smbolos.Se imagin que los antiguos dioses eran poderes fsicos. Esto no es sostenible;bien sabis que fuera de las grandes fuerzas fsicas hay otra que nos afecta msde cerca: es ese gran poder moral del que hemos hablado. Y el dios, los dioses,primero han sido conocidos como poderes morales. Hay toda clase de motivospara suponer que la potencia divina es la sociedad personificada, hipostasiada.Lasociedadpuedejugarelmismopapelenlavidamoralqueelquelasmitologas han asignado a los dioses de todos los tiempos. El papel de los dio-sessonlassociedadesquieneslorepresentan.Podemossustituiralpoderreli-gioso por el poder poltico, el poder social. Esta sustitucin es completamentelegtima.Nohacemsquevolveraponerlascosasensusitio.Reemplazaelsmbolo por la realidad que este smbolo expresaba pero que desnaturalizaba alexpresarlo. Aspues,resultaposiblelaenseanzadelamoral.Yanosetratadeunaenseanza puramente libresca. La enseanza consiste en hacer ver una realidad,hacerla tocar con el dedo. Ensear las ciencias es ensear algo real. Ensear lamoral es mostrar cmo la moral se relaciona con algo real. Con demasiada fre-cuencia se ha obligado a dejar estas ideas en el aire, no se ve con qu se relacio-nan.Enefecto,estarealidadexiste.Podishacerlaveralosnios.Hayahtodounmundoquesedejaignorardemasiadoyenelquehayquehacerlespenetrar.Leshacemosdescubrirelmundofsico,peronadalesdecimosdelmundosocial.Podemosservirnosdelahistoriaparamostrarleslasligadurasquenosunenalmundo.Estosvnculosdominannuestravida,peronosonligaduras materiales que se puedan tocar. No siempre se sienten, incluso se nie-gan.Hayqueabrirlosojosdelpensamientoqueharnvercmo,porelsolohechodequeloshombresvivenjuntos,estnsujetosaalgomsqueellosmismos.Nohayenseanzamsimportante.Heaqucmolasenseanzasquesedesprenden de la vida real pueden preparar ya la formacin de esta idea moral.Selepuedehacerver[alnio]quelesdiferentecuandoestengrupodecuandoestsolo.Selepuedehacervercmo,cuandoestdesanimado,recu-pera el nimo [en grupo], cmo cuando est solo no es como cuando est conLA ENSEANZA DE LA MORAL EN LA ESCUELA PRIMARIA285La potencia divina es la sociedad personificada. Reemplazar el smbolo porla realidad que expresaba. Desnaturalizarsus compaeros. Hay sobre todo una enseanza de la historia que debera ser-vir precisamente para hacer ver lo que es esta realidad social. Se puede mostrarlo que los hombres han sido antiguamente, cmo estaban unidos en una agru-pacin,cmocadageneracinhadeterminadoalageneracinsiguiente.Deestemodo,selehardescubrirtodoesemundo,nuevoparal,deunpasadoparaelquesussentidosnohansidoejercitados.Inclusolaenseanzadelasciencias es til a este punto de vista. Pues no creis que el hombre es el nicoen vivir en grupo. Todo el universo no es ms que una inmensa sociedad de laque cada cuerpo celeste es una porcin. El tomo atrae al tomo, la clula atraea la clula. Se ha dicho que el cuerpo humano no es ms que una asociacin declulas.Estaleydelosgruposdominaeluniversoentero.Heahideasmuysimples, que no tienen nada de complejo, que pueden ser presentadas bajo unaformaelemental.Todalaenseanzadeberaderivarsedeestasideas.Sinosepuede hacer, no hay nada que hacer en la enseanza de la moral.Para que la enseanza de la moral sea posible, hay que mantener intacta lanocin de sociedad. Hay que mantener que la sociedad es la condicin mismade la civilizacin y de la humanidad. Y puesto que la patria no es otra cosa quela sociedad ms altamente organizada que existe, entreveris que negar la patrianoesslosuprimirciertasideasrecibidas,esperjudicarlavidamoralensumisma fuente.Sin duda, hay quien cree que se puede oponer la patria a la humanidad. Esel resultado de un enorme error. El grupo altamente constituido, el ms eleva-doquehay,eslasociedadpoltica,osealapatria.Seguramenteconozcobienculessonlosnoblessentimientosqueestnenlabasedeestanegacindelapatria.Puestoquelamquinasocialesunapesadamquina,noevolucionasiempreagustodenuestrosdeseos.Lasociedad,talcuales,aparececomounobstculo para las almas ardientes, presas de ideal. Nada ms humano que que-rerapartarelobstculo.Yheahcmo,bajolainfluenciadesentimientosgenerosos, se llega a la conclusin de que la sociedad presente es una enemigaque hay que vencer y de la que hay que deshacerse a cualquier precio. No tra-tarderefrenarenvosotrosesosardoresgenerosossilosexperimentis.Creo,al contrario, que no hay ningn motivo para entibiarlos arbitrariamente, y porsiacasoesosardorespuedenteneralgodeexcesivo,yomeremitoalcontactoconlarealidadparaaportaros,aunquequizdemasiadotarde,lamoderacinnecesaria.Nosetratadeprotestarcontraestossentimientos,sinoqueloqueyo quiero haceros comprender es que estos sentimientos son demasiado violen-tos y que se vuelven contra ellos mismos.Pues, en suma, quin crea esas nuevas ideas? Es la sociedad. Se tienen queinteresar [los hombres] por ella para tenerlas. Es a ella a quien debemos la pocajusticiaquetenemos.Sloaellapodemospedirlajusticiamsaltaalaqueaspiramos.Siintentamosdestruirnuestrapatria,negarla,intentamosdestruirelinstrumentonecesarioparalastransformacionesquepodemosesperar.Estadestruccindelapatriaconquesesuea,nosiemprehasidounsueo.Sellev a cabo antao. Ha habido un momento en que todas las patrias han zozo-MILE DURKHEIM286brado.Todaslassociedadesquecomponanelimperioromanodestruidoporlas invasiones de los brbaros no han sucumbido. Pero qu result de esta sub-divisinhastaelinfinito?Uninmensoretrocesodelacivilizacin.LaEdadMedia no ha sido ms que un perodo de tinieblas. La destruccin de la patrianotendraotrosresultados.Nossiserposibleimpedirqueseproduzcanviolencias,ellasdesempearnquiz,enelfuturo,unpapelcomolohandesempeadoenelpasado,peromsfeo.Esposiblequeundauotrohayaotra Edad Media, pero es menester que sea menos larga, menos tenebrosa quela nuestra.Lasociedadpresentesabeamarlasociedaddeayerylademaana,comola sociedad de ayer y la de hoy llevan en sus flancos. Y si el alumbramiento esdoloroso, laborioso, es una razn para ayudarse en su trabajo y no revolvernoscontraella.Hayqueamarlaconsusmiserias,puescomoellasostienetodonuestrosermoralportodasnuestrasfibras,susmiseriassontambinnuestrasmiserias, sus sufrimientos tambin nuestros sufrimientos. Es imposible que nosdejemos llevar contra ella por un arrebato violento sin que con el mismo golpenos causemos heridas y nos desgarremos a nosotros mismos.(Traduccin: Antonio BOLVAR y Jos TABERNER GUASP.)LA ENSEANZA DE LA MORAL EN LA ESCUELA PRIMARIA287CRTICA DE LIBROS