N° 12

año II diciembre de 2013

Donde todo es posible…por la arquitecta Luciana Machado

La Navidad es linda y emotiva en todo el mundo. Pero en Nueva York tiene algo especial: cientos de miles de habitantes de la ciudad le ponen garra y ganas al festejo. Quieren que sea lindo, alegre, y que el espíritu navideño se palpe en todos lados. Si me preguntaran cómo veo a Manhattan en Navidad, luego de vivir aquí más de una década, diría, sin dudarlo, que en Navidad Manhattan es la ciudad de los sueños posibles. Todos queremos ver el trineo de Noel surcando el cielo nocturno, creer en las promesas, volver a ser niños…

La Navidad es linda y emotiva en todo el mundo. Pero en Nueva York tiene algo especial: cientos de miles de habitantes de la ciudad le ponen garra y ganas al festejo. Quieren que sea lindo, alegre, y que el espíritu navideño se palpe en todos lados. Si me preguntaran cómo veo a Manhattan en Navidad, luego de vivir aquí más de una década, diría, sin dudarlo, que en Navidad Manhattan es la ciudad de los sueños posibles. Todos queremos ver el trineo de Noel surcando el cielo nocturno, creer en las promesas, volver a ser niños…

Donde todo es posible…por la arquitecta Luciana Machado

La Navidad es linda y emotiva en todo el mundo. Pero en Nueva York tiene algo especial: cientos de miles de habitantes de la ciudad le ponen garra y ganas al festejo. Quieren que sea lindo, alegre, y que el espíritu navideño se palpe en todos lados. Si me preguntaran cómo veo a Manhattan en Navidad, luego de vivir aquí más de una década, diría, sin dudarlo, que en Navidad Manhattan es la ciudad de los sueños posibles. Todos queremos ver el trineo de Noel surcando el cielo nocturno, creer en las promesas, volver a ser niños…

Donde todo es posible…por la arquitecta Luciana Machado

Por estos días, en muchas esquinas de Manhattan los coros de niños entonan villancicos, los vecinos engalanan sus puertas con motivos alusivos –algunos de dudoso buen gusto, pero siempre rutilantes, a giorno-, cada comercio hace un regalito a sus clientes, y las calles se llenan de cuánto elemento navideño se nos ocurra. Tómalo o déjalo, pero es así: la Navidad cambia la cara de la ciudad, transformándola, por un largo mes.

Todo comienza cuando termina Acción de Gracias. Luego del pavo y la tradicional fiesta familiar de agradecimiento, los festejos navideños largan en punta, imparables. El 4 de diciembre se enciendieron las luces del pino instalado en el Rockefeller Center. Un verdadero “encendido”, que convoca, para iluminar como es debido ese gigante, 5 millas de cable y 40.000 lámparas LED.Los preparativos para instalar los adornos y las luces comenzaron a mediados de noviembre. El árbol que vemos este año mide 23 m. de alto y 14m. de diámetro, fue cortado la mañana del 9 en Connecticut e instalado en la plaza central del Rockefeller Center el viernes 15, luego de un enorme operativo de traslado desde el vivero donde

creció hasta su destino urbano. Ese operativo demandó un carretón de traslado y custodias especiales para que el traslado no signifique una grave interrupción del tránsito en Manhattan. La tradición de que la ciudad cuente con un árbol gigante, convocante y emblemático en este lugar, centro social de Manhattan, comenzó en 1933. Desde entonces, cada año, el ejemplar es elegido por el jefe de jardinería del RC, quien sobrevuela en helicóptero por los estados de Nueva York, Connecticut, New Jersey, Vermont y hasta Ottawa, en Canadá, eligiendo desde el aire, por altura, porte y copa, el mejor árbol para que luzca como emblema navideño en Manhattan.

El abeto rojo, de 23 metros de altura que se esta instalando en el Rockefeller Center viene de Shelton, Connecticut - a 70 km de distancia., "La ceremonia de iluminación del árbol está programada para el 4 de diciembre. El árbol permanecerá en exhibición hasta el 07 de enero.

Por estos días, en muchas esquinas de Manhattan los coros de niños entonan villancicos, los vecinos engalanan sus puertas con motivos alusivos –algunos de dudoso buen gusto, pero siempre rutilantes, a giorno-, cada comercio hace un regalito a sus clientes, y las calles se llenan de cuánto elemento navideño se nos ocurra. Tómalo o déjalo, pero es así: la Navidad cambia la cara de la ciudad, transformándola, por un largo mes.

Todo comienza cuando termina Acción de Gracias. Luego del pavo y la tradicional fiesta familiar de agradecimiento, los festejos navideños largan en punta, imparables. El 4 de diciembre se enciendieron las luces del pino instalado en el Rockefeller Center. Un verdadero “encendido”, que convoca, para iluminar como es debido ese gigante, 5 millas de cable y 40.000 lámparas LED.Los preparativos para instalar los adornos y las luces comenzaron a mediados de noviembre. El árbol que vemos este año mide 23 m. de alto y 14m. de diámetro, fue cortado la mañana del 9 en Connecticut e instalado en la plaza central del Rockefeller Center el viernes 15, luego de un enorme operativo de traslado desde el vivero donde

creció hasta su destino urbano. Ese operativo demandó un carretón de traslado y custodias especiales para que el traslado no signifique una grave interrupción del tránsito en Manhattan. La tradición de que la ciudad cuente con un árbol gigante, convocante y emblemático en este lugar, centro social de Manhattan, comenzó en 1933. Desde entonces, cada año, el ejemplar es elegido por el jefe de jardinería del RC, quien sobrevuela en helicóptero por los estados de Nueva York, Connecticut, New Jersey, Vermont y hasta Ottawa, en Canadá, eligiendo desde el aire, por altura, porte y copa, el mejor árbol para que luzca como emblema navideño en Manhattan.

El abeto rojo, de 23 metros de altura que se esta instalando en el Rockefeller Center viene de Shelton, Connecticut - a 70 km de distancia., "La ceremonia de iluminación del árbol está programada para el 4 de diciembre. El árbol permanecerá en exhibición hasta el 07 de enero.

Los festejos de las fiestas en New York comienzan con el desfile de Macy´s del Día de Acción de Gracias el cuarto jueves de Noviembre (este año el 28 de noviembre) fiesta organizada por Macy's con desfile desde Central Park West por Broadway, hasta la calle 34, donde se encuentra Macy's, el encendido del Arbol de Navidad del Rockefeller Center, el primer miercoles luego del desfile, este año el 4 de diciembre y el 31 de diciembre la espera de un nuevo año en el Times Square.

Los festejos de las fiestas en New York comienzan con el desfile de Macy´s del Día de Acción de Gracias el cuarto jueves de Noviembre (este año el 28 de noviembre) fiesta organizada por Macy's con desfile desde Central Park West por Broadway, hasta la calle 34, donde se encuentra Macy's, el encendido del Arbol de Navidad del Rockefeller Center, el primer miercoles luego del desfile, este año el 4 de diciembre y el 31 de diciembre la espera de un nuevo año en el Times Square.

Pero, hablando de árboles, no sólo el del RC se adorna y luce en Manhattan. Independientemente de los más modestos en tamaño y adornos que vemos en cientos de calles, jardines, comercios y shoppings, están otros, capaces de disputarle la atención al mencionado. El que brilla en el gran atrio del Lincoln Center es magnífico. Enorme y muy iluminado, con su presencia cambia totalmente la fisonomía de esa gran plaza seca, donde en verano se puede asistir, cómodamente sentado, a eventos culturales de primera línea totalmente gratis. El árbol armado en el City Hall es imposible de no verlo durante casi cualquier recorrido que hagamos por la ciudad: ya desde la puerta, el mítico complejo artístico nos comparte su espíritu navideño. Mi preferido, sin embargo, no es ninguno de esos dos. Mi corazón elige el del Bryant Park, cercano al RC pero lleno de la mística del parque que aloja también el edificio de la biblioteca de la ciudad. Su presencia, rodeado del verde del parque, es simplemente muy especial.Las películas suelen mostrar las imágenes navideñas de Manhattan con la pista de hielo del RC plena de gente patinando bajo las luces del pino iluminado. Lo mismo, disfrutar del árbol, patinar en la pista de hielo, además de tomar los más exquisitos cocteles o chocolate caliente en la confitería, puede hacerse en el Bryant, con algo más de intimidad y sabor localista. Lo recomiendo… Terminando con los árboles navideños, no podemos olvidar los de los comercios más grandes. Macy´s y Saks Fifth Avenue se llevan las palmas. ¡Y el de la Grand Central Station, no dejen de visitarlo!

Lincoln Center Macy's Herald Square

Radio City 6th Avenida

Grand Central Station vidrieras Wall street

Pero, hablando de árboles, no sólo el del RC se adorna y luce en Manhattan. Independientemente de los más modestos en tamaño y adornos que vemos en cientos de calles, jardines, comercios y shoppings, están otros, capaces de disputarle la atención al mencionado. El que brilla en el gran atrio del Lincoln Center es magnífico. Enorme y muy iluminado, con su presencia cambia totalmente la fisonomía de esa gran plaza seca, donde en verano se puede asistir, cómodamente sentado, a eventos culturales de primera línea totalmente gratis. El árbol armado en el City Hall es imposible de no verlo durante casi cualquier recorrido que hagamos por la ciudad: ya desde la puerta, el mítico complejo artístico nos comparte su espíritu navideño. Mi preferido, sin embargo, no es ninguno de esos dos. Mi corazón elige el del Bryant Park, cercano al RC pero lleno de la mística del parque que aloja también el edificio de la biblioteca de la ciudad. Su presencia, rodeado del verde del parque, es simplemente muy especial.Las películas suelen mostrar las imágenes navideñas de Manhattan con la pista de hielo del RC plena de gente patinando bajo las luces del pino iluminado. Lo mismo, disfrutar del árbol, patinar en la pista de hielo, además de tomar los más exquisitos cocteles o chocolate caliente en la confitería, puede hacerse en el Bryant, con algo más de intimidad y sabor localista. Lo recomiendo… Terminando con los árboles navideños, no podemos olvidar los de los comercios más grandes. Macy´s y Saks Fifth Avenue se llevan las palmas. ¡Y el de la Grand Central Station, no dejen de visitarlo!

Lincoln Center Macy's Herald Square

Radio City 6th Avenida

Grand Central Station vidrieras Wall street

Volviendo a las tiendas… Nueva York es la ciudad donde todo es posible. Si algo existe, aquí está. Y si ustedes no lo encuentran, lo piden y de algún lugar lo traerán. Es así… Como de la galera de un mago o el surtidor de los deseos cumplidos, ustedes sólo pidan, que alguien lo hará posible.Entrar a las grandes tiendas en estas fechas no es recomendable para ansiosos ni para antojadizos. Son tantas las cosas expuestas que resulta imposible mirar todo, probarse todo, preguntar los precios de todo. Lo mejor es ir a lo que uno busca, calzarse un buen par de anteojeras para no perder el rumbo y recordar que antes de las fiestas ya hemos tenido nuestra oportunidad de aprovechar la “gran barata comercial”. El viernes siguiente a Acción de Gracias, es el famoso “viernes negro”, donde los comercios realizan liquidaciones tan asombrosas que han provocado literalmente estampidas de gente que en su decisión de entrar a un local terminó aplastando a quienes se ubicaba en su camino pasándoles por encima al abrir las puertas del comercio. Es que desaforados hay en todo el mundo… Pero sin llegar a esos extremos todos, el que más o el que menos, aprovechamos algo del “viernes negro” y sus antológicas liquidaciones para paliar el costo de los regalitos para el árbol. Sigamos en la onda económica y cuidando nuestros dólares... Muchas de las cosas que podemos hacer por aquí en estos días son muy baratas y hasta gratuitas. Los días previos a Navidad y especialmente a Año Nuevo, una cita imperdible son los increíbles shows de luces láser en la Gran Estación Central, entre otros lugares. Con un eggnog latte –bebida tradicional para estas fechas- comprado en cualquiera de los cientos de Starbucks de la ciudad en mano, podemos caminar por la Quinta Av o por Park Av y comprar por unas monedas un cucurucho de castañas saladas calientes

Macy´s

Bloomingdale 5th avenue

Rockefeller Center

6th Avenida

vidrieras en Manhattan

vidrieras en Manhattan

las calles en Manhattan

Volviendo a las tiendas… Nueva York es la ciudad donde todo es posible. Si algo existe, aquí está. Y si ustedes no lo encuentran, lo piden y de algún lugar lo traerán. Es así… Como de la galera de un mago o el surtidor de los deseos cumplidos, ustedes sólo pidan, que alguien lo hará posible.Entrar a las grandes tiendas en estas fechas no es recomendable para ansiosos ni para antojadizos. Son tantas las cosas expuestas que resulta imposible mirar todo, probarse todo, preguntar los precios de todo. Lo mejor es ir a lo que uno busca, calzarse un buen par de anteojeras para no perder el rumbo y recordar que antes de las fiestas ya hemos tenido nuestra oportunidad de aprovechar la “gran barata comercial”. El viernes siguiente a Acción de Gracias, es el famoso “viernes negro”, donde los comercios realizan liquidaciones tan asombrosas que han provocado literalmente estampidas de gente que en su decisión de entrar a un local terminó aplastando a quienes se ubicaba en su camino pasándoles por encima al abrir las puertas del comercio. Es que desaforados hay en todo el mundo… Pero sin llegar a esos extremos todos, el que más o el que menos, aprovechamos algo del “viernes negro” y sus antológicas liquidaciones para paliar el costo de los regalitos para el árbol. Sigamos en la onda económica y cuidando nuestros dólares... Muchas de las cosas que podemos hacer por aquí en estos días son muy baratas y hasta gratuitas. Los días previos a Navidad y especialmente a Año Nuevo, una cita imperdible son los increíbles shows de luces láser en la Gran Estación Central, entre otros lugares. Con un eggnog latte –bebida tradicional para estas fechas- comprado en cualquiera de los cientos de Starbucks de la ciudad en mano, podemos caminar por la Quinta Av o por Park Av y comprar por unas monedas un cucurucho de castañas saladas calientes

Macy´s

Bloomingdale 5th avenue

Rockefeller Center

6th Avenida

vidrieras en Manhattan

vidrieras en Manhattan

las calles en Manhattan

Un Santa Claus en cada esquina nos atraerá con sus cachetes colorados por el frío mientras nos dedica un “Merry Christmas” con voz gruesa y dulzona.

Tal vez, quién les dice, justo en ese momento comenzarán a caer unos tímidos copos de nieve… Es que estamos en Manhattan, es Navidad y todo es posible!

Un Santa Claus en cada esquina nos atraerá con sus cachetes colorados por el frío mientras nos dedica un “Merry Christmas” con voz gruesa y dulzona.

Tal vez, quién les dice, justo en ese momento comenzarán a caer unos tímidos copos de nieve… Es que estamos en Manhattan, es Navidad y todo es posible!

año 2 - numero 12 - diciembre de 2013