E-boletín Psi. Vol.8, No.2, Mayo 2013

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Instituto de Psicología Paranormal E-BOLETÍN PSI. Vol.8, No.2, Mayo 2013 Indice: Desde el escritorio del editor... Investigación EVALUACIÓN DE LA PSICOMETRÍA MEDIANTE LECTURAS PSÍQUICAS EMPLEANDO FOTOGRAFÍAS DE ROSTROS por Alejandro Parra y Juan Carlos Argibay Ensayo I LA PERCEPCIÓN VERÍDICA EN LAS EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE por Janice Miner Holden Ensayo II LA MEDIUMNIDAD Y LOS SUEÑOS: SUGERENCIAS PARA FUTURAS INVESTIGACIONES por Carlos S. Alvarado Biografías JOSÉ MARÍA FEOLA, JINETE DEL CIELO Y DEL INFIERNO por Juan Gimeno Revista de libros Revisados por Jorge Villanueva Noticias Revistas recibidas Ver los títulos DESDE EL ESCRITORIO DEL EDITOR… Bienvenidos a nuestro segundo e- boletín Psi del año. En este número encontrará artículos de gran interés. Alejandro Parra y Juan Carlos Argibay examinan experimentalmente la "lectura psíquica", un método para describir la personalidad de su consultante mediante procedimientos supuestamente paranormales. En Alejandro Parra, Editor [email protected] Mayo 2013

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Psicología paranormal

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  • Instituto de Psicologa Paranormal

    E-BOLETN PSI. Vol.8, No.2, Mayo 2013

    Indice: Desde el escritorio del editor...

    InvestigacinEVALUACIN DE LA PSICOMETRA MEDIANTE LECTURAS PSQUICAS EMPLEANDO FOTOGRAFAS DE ROSTROS por Alejandro Parra y Juan Carlos Argibay

    Ensayo ILA PERCEPCIN VERDICA EN LAS EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE por Janice Miner Holden

    Ensayo IILA MEDIUMNIDAD Y LOS SUEOS: SUGERENCIAS PARA FUTURAS INVESTIGACIONES por Carlos S. Alvarado

    BiografasJOS MARA FEOLA, JINETE DEL CIELO Y DEL INFIERNO por Juan Gimeno

    Revista de librosRevisados por Jorge Villanueva

    Noticias

    Revistas recibidasVer los ttulos

    DESDE EL ESCRITORIO DEL EDITOR

    Bienvenidos a nuestro segundo e-boletn Psi del ao. En este nmero encontrar artculos de gran inters. Alejandro Parra y Juan CarlosArgibay examinan experimentalmentela "lectura psquica", un mtodo para describir la personalidad de su consultante mediante procedimientos supuestamente paranormales. En

    Alejandro Parra, [email protected]

    Mayo 2013

  • el contexto de talesprcticas, algunos psquicos incluso interactan con susconsultantes buscando una solucin prctica a su motivo de consulta, pero muylejos de que algunainformacin de naturaleza psi realmente ocurra. En este estudio, Parra y Argibay reagruparon a una muestra de creyentes en lo paranormal para determinar si individuos que dicen tener "control" de sus habilidades psquicas tendern a acertar significativamente en comparacin con un grupo de individuos que dicen no poseer tales habilidades. Mediante fotografas de adultos voluntariosse les pidi a los participantes escribir sus impresiones, sensaciones y emociones relacionadas con laobservacin de la fotografa-objetivo.

    Janice Miner Holden se preguntasi las experiencias cercanas a la muerte son alucinaciones de uncerebro agonizanteo percepciones "reales". Esta gran pregunta es el propsito de su artculo, a lo largo del cual la autora analiza crticamente si unaexperiencia cercana a la muerte es un episodio de proximidad a la muerte, donde unapersona sobrevive a un encuentro conla muerte, amenazando la integridad fsica del

  • individuo, o por el contrario, respondea la pregunta de si la conciencia funciona realmentecon independencia del cuerpo.

    Carlos Alvarado explora un rea de investigacin de lossueos que ha sidodescuidada: el estudio de los sueos de los mdiums. Algunas observaciones sobre el tema permiten generar ideas para futuras investigaciones, por ejemplo, la comparacin del contenido del sueo de los mdiums con un grupo control. Si esto es asi, cul es el contenido de los sueos de los mdiums?, en quese distinguen de quienes no son mdiums?, los mdiums tienen sueos ms extraos o exticos, o muestran procesos cognitivos primarios en sueos? Segn el autor, los mdiumspresentan mayoresndices de recuerdode los sueos, sueos vvidos, sueos lcido y experiencias premonitorias en sueos que son dignas de atencin.

    Juan Gimeno repasa la vida y obra del fsico y parapsiclogo argentino Jos Mara Feola (1926-2012), que vivi enLexington, Kentucky, y mantuvo un vivo inters por la parapsicologa durante toda su vida. Ocup el cargo de Presidente del Instituto Argentino de Parapsicologa,

  • y cre la California Society for Psychical Studies, entre otras. Gimeno analiza algunas de sus contrinuciones en el campo, investigaciones y publicaciones. Finalmente, Jorge Villanueva escribe reseas de libros, yvarias noticias de inters para el 2013 completan el presente ejemplar. Esperamos que disfruten este boletn.

    Hasta al prxima!

    -El Editor

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    Investigacin

    EVALUACIN DE LA PSICOMETRA MEDIANTE LECTURASPSQUICAS EMPLEANDO FOTOGRAFAS DE ROSTROS

    Alejandro Parra*y

    Juan Carlos Argibay**

    INTRODUCCIN

    Cuando un consultante interacta con el psquico y comenta sus afirmaciones, estos comentarios pueden retroalimentar las afirmacionesdel psquico proporcionando informacin adicional que debetenerse en cuenta al evaluar toda afirmacin posterior

    (Dickson & Kelly, 1985; Hyman, 1977). En consecuencia, tales estudios no son totalmente representativos de las condiciones bajolas cuales un psquico normalmente acta. Esto constituye un problema ya que, por regla general, en un experimento, estos comentarios quedan excludos.

    Para Schouten (1993) la principal fuente de inters de la parapsicologa es la sesin con el psquico. Segn Dutton (1988) "para muchas personas, la creencia en lo paranormal puede reforzarse a causa de una experiencia personal en las entrevistas con astrlogos, quiromantes, o personas que interpretan el aura o el tarot, o sesiones con mdiums espiritistas" (p. 326). Otros crticos a lo paranormal afirman que los consultantes quedan francamente impresionados por el contenido de las lecturas de los

    Alejandro [email protected]

    Juan Carlos [email protected]

  • psquicos y las interpretaciones que hacen los consultantes de tales lecturas (Hyman, 1989, p. 346; French, Fowler, McCarthy, & Peers, 1991). Blackmore (1983) seal que "las personas que consultan a astrlogos, quiromantes o tarotistas muchas veces afirman que la informacin que reciben ofrece una descripcin precisa y especfica de su personalidad" (p. 97).

    Una lectura psquica es un mtodo utilizado en un intento para describir la personalidad de su consultante, aconsejarle acerca de su motivo de consulta, o predecir su futuro. Un psquico puede actuar a veces como consejero, otras veces en una o varias areas especficas (matrimonio, salud, actividad laboral), usando varios tipos de instrumentos, como la interpretacin de naipes (por ej. tarot) u otras artes adivinatorias (runas, buzios, cristales, u otros objetos), y el empleo de un pndulo (radiestesia) (Hyman, 1977; Roe, 1991, 1994). En el caso de la psicometra (una fotografa, objeto "testigo", o slo el nombre y la fecha del nacimiento de unapersona), ver el aura, o practicando sanacin con imposicin de manos u otras tcnicas. Sin embargo, en muchos casos, los psquicos no utilizan ningn instrumento que mediatize sus declaraciones y emplean encuentros o lecturas "cara-a-cara" (Rogo, 1974)

    Aunque tales lecturas suelen ser un mtodo utilizado por muchos videntes, el empleo de algn "soporte", es casi siempre til, pero en general no debido a los caprichos de los psquicos, sino a causa de que su consultante requiere tales soportes, como un ritual necesario para reforzar su creencia en la eficacia del psquico y susrecursos o simplemente un artificio que mejora la calidad de sus declaraciones (Roe, 1996, 1998). En el contexto de tales prcticas,algunos psquicos incluso interactan con sus consultantes buscando una solucin prctica a su motivo de consulta, muy lejosde que alguna informacin de naturaleza realmente psi ocurra.

    Una tcnica utilizada por muchos pseudo-psquicos y pseudo-mdiums para determinar detalles acerca de otra persona y convencerlos de que l o ella sabe mucho ms acerca de un tema que lo que el consultante realmente cree es la "lectura en fro". Un pseudo-psquico entrenado en lectura en fro puede obtener rpidamente gran cantidad de informacin de un determinado tema analizando meticulosamente el lenguaje corporal de la persona (gestos, cambios en el tono de voz, suspiros, y otros indicios en la comunicacin no-verbal), el gnero, sus creencias religiosas y nivel de educacin. Por lo general emplea especulaciones o conjeturas con alta probabilidad de cumplirse sobre un determinado tema, selecciona rpidamente las seales desus consultantes en cuanto a si sus afirmaciones van en la direccin correcta o no, y, a continuacin, enfatiza y refuerza las conexiones que van surgiendo en el encuentro, mientras seleccionay descarta rpidamente aciertos y errores.

    Sin embargo, es sta la interpretacin unvoca que involucra slo a embaucadores? Claramente, muchos psquicos honestos tambinapelan a tales recursos, y ambos, psquicos y consultantes, puedensorprenderse e interpretar las lecturas del psquico como una evidencia genuina de actividad paranormal. Por ejemplo, en un estudio de Haraldsson (1985), el 83% de aquellos que haban asistido a una sesin de espiritismo, haba considerado "til" a la sesin de de alguna u otra forma. En una muestra de estudiantes, Palmer (1979) encontr que las afirmaciones de los psquicos tambin haban sido muy favorables; para el 67% la experiencia haba sido muy til, y el 22% relativamente til. Incluso, el 78% dijo haber seguido su consejo. Nadie dijo que la experiencia haba sido perjudicial o negativa. En otra muestra representativa de ciudadanos en Charlottesville, Virginia, en el mismo estudio, Palmer (1979), tambin indic que la experiencia de consultar a unpsquico haba sido muy til para un 15%, y muy til para un 30%.Sin embargo, el 52% manifest que la experiencia no haba sido de ninguna ayuda, y slo para el 3% haba sido perjudicial.

    Sin embargo, no todos actan en forma deshonesta, una gran

  • mayora simplemente atribuye a estas lecturas un componente paranormal, o la consideran "intuicin". En general, por ejemplo, un tarotista bien entrenado puede lograr pericia en la lectura en frio a lo largo de los aos, y desempear el rol de psquico para su consultante. Por ejemplo, Palmer (1996) hizo un estudio con un psquico que hacia lecturas a ciegas a 60 voluntarios en grupos, mientras sostena una fotografa (oculta) de la persona objetivo. Dos meses despus, los voluntarios valoraban las declaraciones detodas las lecturas de su sesin que aplicaba a ellos, sin saber cul era la suya. Aunque otros resultados del primer estudio, que involucraban el estado de nimo del psquico durante la sesin y las puntuaciones del factor Apertura del cuestionario NEO-PI de losvoluntarios no fueron significativos, se concluy que los dos experimentos se haban reforzado mutuamente, como evidencia deque psi pudo haber estado presente en ambos. La replicacin del efecto de las sesiones sorprendi al autor porque interpret el experimento "cara-a-cara" como que el psquico mejoraba sus habilidades utilizando las seales sensoriales como resultado del feedback inmediato de los voluntarios a sus declaraciones.

    En una serie de estudios basado en el efecto del "objeto tocado" (Parra y Argibay, 2007a, 2007b, 2007c, 2008, 2009a, b), los resultados globalmente mostraron que el grupo de "psquicos" tenda a acertar ms en comparacin con un grupo "control" (no psquicos). En otro estudio, Parra y Argibay (2009a) emplearon dos condiciones de lectura psquica, una condicin "cara a cara" y otra condicin a ciegas o "remota", usando dos objetos por cada sujeto-objetivo (dando lecturas en ausencia del sujeto-objetivo). Los resultados mostraron que aquellos participantes que decan serpsquicos puntuaron ms alto que los no psquicos bajo la condicin "cara a cara", pero no bajo con la condicin "remota" (a distancia, sin interaccin).

    En el presente estudio, en lugar de emplear objetos o personas como estmulos, se emple fotografas de rostros de cuatro personas-objetivo. Planeamos seguir el diseo de la investigacin antes mencionada (Parra & Argibay, 2009b) utilizando un procedimiento basado en la prctica de la lectura psquica empleando objetos (psicometra) con un grupo de personas con experiencias psi, algunos de los cuales decan no tener control o dominio de tales habilidades y otros que decan tener control ("psquicos" o individuos con habilidad psi). Nuestro objetivo aqu es determinar si los "psquicos" podrn dar impresiones observando fotografas de cuatro personas. En consecuencia, nuestra prediccin es que los psquicos tendern a acertar significativamente en comparacin con un grupo de individuos que dicen no poseer tales habilidades.

    MTODO

    Participantes

    La muestra estaba compuesta por 156 participantes. La mayora de ellos indicaron haber tenido experiencias psi, o relacionadas conpsi, por ejemplo, diagnosticar a distancia (56%), tener impresiones psquicas en torno a eventos pasados en ciertos sitios (50%), impresiones psquicas en torno a objetos (34%), en relacin a personas que uno conoce por primera vez (69%), o impresiones psquicas al tocar o ver una fotografa (38%). El setenta y ocho por ciento de los participantes practicaba algn tipode meditacin u otras tcnicas de estados mentales de atencin interna. Utilizando el valor de la Mediana (Mn= 1,6) en la puntuacin del factor "Habilidades extrasensoriales" del Index Psi (ver Instrumentos), se divid a la muestra en dos grupos "Psquicos" (por encima de 1,6) y "no psquicos" (por debajo de 1,6).

    1. Grupo "Psquicos": La muestra estaba compuesta por 72 participantes de ambos sexos, 49 (68%) mujeres y 23

  • (32%) varones, media= 47,92 aos de edad (DT= 12,04).

    2. Grupo "No psquicos": La muestra estaba compuesta por 84 participantes de ambos sexos, 66 (79%) mujeres y 18 (21%) varones, media 47,20 aos de edad (DT= 12,38).

    Los participantes fueron convocados mediante una lista de correo electrnico y un anuncio en la web (www.alipsi.com.ar). El anuncioexplicaba brevemente el procedimiento del experimento y estimulaba a los participantes a ponerse en contacto con nosotros para una entrevista y ampliar la informacin.

    Instrumentos

    Index Psi (IHP) (Parra y Argibay, 2007a, 2007b, 2007c, 2008). Se emple un cuestionario autoadministrable de 17 preguntas. Las preguntas estn agrupadas en tres factores: (a) Creencia en psi, (b) Experiencias extrasensoriales (telepata, sueos psi, cognicin anmala, clarividencia, sentimientos y sensaciones anmalo/paranormales estando en lugares desconocidos o tocandocosas, y ver el aura), y (c) Habilidades extrasensoriales, que incluye los mismos temas que el factor "Experiencias", excepto "Sueos psi." En este estudio se emple el factor "Habilidades" cuyo rango de respuesta es 1= Nunca a 4= Frecuentemente, por ejemplo Ha podido o puede controlar su mente para captar psquicamente sensaciones fsicas o diagnosticar enfermedades a distancia empleando slo un objeto de una persona desconocida para usted?". Puntuacin alta del factor "Habilidades", indica mayor control o dominio de habilidades psi.

    Localizacin

    Los participantes se reunan durante dos horas en talleres gratuitos (no arancelados) organizados en el Instituto de PsicologaParanormal (IPP) en Buenos Aires. AP y JCA crearon un espacio social informal, respondiendo a todas las preguntas de los participantes del estudio antes de la prueba.

    Instrucciones

    Participantes. Se dijo que se llevara a cabo una prueba para evaluar "la capacidad de construir libremente, apelando a la imaginacin, a la creatividad, siendo lo ms espontneo posible, una descripcin imaginaria de aspectos de la personalidad, intereses, aficiones o aversiones, familiares o afectos cercanos, prcticas deportivas, actividad laboral, u otros aspectos de su vida cotidiana".

    Adems, se advirti que las cuatro personas estn actualmente con vida, haciendo nfasis en que la eleccin de stas fue totalmente accidental (no eran personas elegidas por alguna condicin especfica), que no eran personas conocidas pblicamente, y que incluso eran totalmente desconocidas para losexperimentadores.

    Tambin se les dijo a los participantes que durante el perodo de observacin de las fotografas, cada participante poda experimentar diversas representaciones mentales, predominantemente visuales o intuitivas vehiculizadas a travs de la imaginacin, aunque en la prctica era difcil determinar si tal informacin poda ser de naturaleza extrasensorial o imaginaria, a menos que el sujeto-objetivo evaluara la veridicabilidad de tal informacin.

  • Personas-objetivo (PO)

    Los cuatro participantes eran adultos, voluntarios: un varn (32 aos), y tres mujeres de (38, 33 y 62 aos de edad) (Media Edad=41,25 aos), bajo las iniciales NG, RK, RM, y MD, totalmente desconocidas para los participantes y los experimentadores, proporcionados por una colaboradora (RM) ausente en el momentode la sesin experimental en el Instituto.

    Procedimiento

    Antes del inicio de cada sesin, los participantes pasaron por un ejercicio de relajacin (en grupo), empleando una tcnica de entrenamiento autgeno progresiva (Jacobson, 1974), conducida por uno de los experimentadores (AP).

    Luego, el experimentador (AP) entreg las cuatro fotografas en orden contrabalanceado. Cada fotografa estaba en un sobre, de modo que el participante no vea las cuatro fotos al mismo tiempo,sino que poda elegir el sobre 1 a 4, asignando el orden de apertura del sobre al azar (primero 3, luego 1, etc.). Cada fotografa fue escaneada e impresa en papel fotogrfico, en blanco y negro (tamao 10x10cm.), de modo que cada participante nuncarecibi la fotografa original en color, sino copias impresas en blanco y negro.

    Cada participante tuvo contacto visual con la fotografa. Los experimentadores pidieron escribir en una hoja de papel sus impresiones, sensaciones, emociones o lo que sea que experimenten de la fotografa-objetivo. Despus de un periodo de silencio, a ojos cerrados o abiertos, el participante evocaba representaciones mentales de cada fotografa. Si senta que haba obtenido suficiente informacin sobre el PO, el experimentador recoga la hoja de papel con las declaraciones por escrito.

    Evaluacin de las Declaraciones

    Se les di instrucciones a los cuatro PO para que califiquen cuidadosamente cada reporte con las declaraciones de los participantes de acuerdo a lo que consideraban corresponda a sus propias caractersticas psicolgicas, personalidad, o cualquier otra.

    Los experimentadores les pidieron a los PO que calificaran cada declaracin con una puntuacin de 1 a 5, siendo 1= Ninguna coincidencia, 2= Poca coincidencia, 3= moderada coincidencia, 4= Buena coincidencia y 5= Alta coincidencia entre las declaraciones de los participantes y la evaluacin subjetiva de cada PO. Si el participante no formulaba ninguna declaracin, tambin reciba una calificacin 1.

    Consentimiento Informado

    Los participantes firmaron un consentimiento informado donde declara que la persona (1) tiene la capacidad intelectual de consentir, (2) ha sido informado de todo el procedimiento, (3) ha expresado su consentimiento libremente sin haber sido influido o cohercionado, y que (4) el consentimiento ha sido archivado en poder del participante y los experimentadores (Beahrs y Gutheil, 2001). Las declaraciones se mantuvieron confidenciales.

    RESULTADOS

    Para determinar diferencias entre psquicos y no-psquicos, se emple estadstica no-paramtrica (anlisis de U de Mann-Whitney). Se analiz cada PO por separado y el resultado total de los cuatro POs. La significacin se tom a una cola, cuando el

  • resultado coincida con lo que predeca la hiptesis (caso contario se tomo a dos colas). Se obtuvo un resultado significativo solamente en el caso de la RK, donde los psquicos tendieron a puntuar ms alto que los no-psquicos. (ver Tabla 1). Pero hay quetener en cuenta, que an en este caso, si hubiramos ajustado la significacin a la cantidad de pruebas realizadas (cuatro fotografas), la significacin hubiera sido p = .081, que si bien es una significacin marginal, incrementa la probabilidad de un error de tipo I.

    TABLA 1: COMPARACIN ENTRE PSQUICOS Y NOPSQUICOS

    Grupos

    POs

    Nopsquicos

    Media(SD)

    PsquicosMedia(SD)

    U deMann-Whitney

    z Sig.

    NG 3,31(1,01)3,04

    (1,14) 2638,500 1,42 ,155

    RK 1,79(1,01)2,11

    (1,09) 2488,000 2,03 ,021

    RM 2,33(1,19)2,15

    (1,15) 2761,000 0,97 ,331

    MD 2,85(1,59)

    2,78(1,49) 2959,000 0,23 ,812

    Total 2,56(0,71)

    2,52(0.78) 2876,500 0,52 ,598

    DISCUSIN

    El objetivo de este estudio era determinar si un grupo de individuos que dice tener habilidades psi (grupo "psquicos") aciertan significativamente en comparacin con un grupo sin tales experiencias (grupo "no psquicos"). La puntuacin total no ofreci satisfactoriamene soporte a nuestra hiptesis de que el grupo de individuos que indicaron habilidades psi tenderan a puntuar ms alto que un grupo "control", sin habilidades psi (excepto slo en una imagen objetivo, p= .021). En consecuencia, no cumple nuestra prediccin de que los psquicos acertaron significativamente en comparacin con un grupo de individuos que dicen no poseer tales habilidades.

    Una posible interpretacin es que la falta de interaccin con el PO posiblemente influye en el fracaso del experimento psi, mediatizado tan slo por una fotografa estmulo. Si psi interviene, ste requiere un soporte cognitivo adicional para vehiculizarse paralo cual la interaccin con el PO podra facilitar este soporte y aumentar el nmero de aciertos; un problema que hace indistinguible si psi opera o no, o en qu grado.

    Otra posible interpretacin es que los participantes fueron, globalmente, poco descriptivos, o pobres en detalles o demasiado ambiguos para que los PO pudieran hacer un juicio acerca de sus propias declaraciones. En igual sentido, siguiendo esta interpretacin, tambin los PO pudieron haber evaluado incorrectamente, subestimado o sobrevaluado las afirmaciones de los participantes. Los PO ignoraban quienes fueron calificados como psquicos o no psquicos, esto se hizo post hoc, y la

  • evaluacin de sus afirmaciones se hicieron a ciegas: los PO no saban a quienes estaban evaluando.

    Una tercer interpretacin posible, lejos de una posible causa paranormal o psi, es que los sujetos claramente fracasaron en la prueba de describir correctamente a los PO, esto es, una falta de coincidencia entre las declaraciones de los participantes y las puntuaciones de los PO, sencillamene porque psi no ocurri.

    Finalmente, aunque se hizo incapi que -en principio- ningn factor paranormal estaba necesariamente involucrado, las instrucciones del estudio estaban dirigidas a dar libertad para "crear" o "inventar" un perfil de personalidad, y/o describir al PO a partir de la fotografa estmulo. Pero ni la imaginacin (ni la creatividad) fue evaluada como un factor, en trminos de distinguira "creativos" de "no creativos" para esta tarea entre los participantes, o correlacionar las puntuaciones de creatividad y aciertos psi, o que diferencia potencial subyace entre psquicos y no psquicos en creatividad.

    Por supuesto, muchas otras posibles interpretaciones pueden surgir para mejorar el diseo experimental. Esperamos que este estudio sea el puntapi inicial que permitan llevar a cabo otros estudios similares en esta misma direccin.

    AGRADECIMIENTOS

    Los autores desean agradecer a la colaboracin de los participantes quienes actuaron como personas-objetivos, NG, RK, RM, y MD.

    Referencias

    Beahrs, J. O. y Gutheil, T. G. (2001). Informed consent for psychotherapy. American Journal of Psychiatry, 158, 4-10.

    Blackmore, S. J. (1983). Divination with Tarot cards: An empirical study. Journal of the Society for Psychical Research, 52, 97-101.

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    Hyman, Ray (1989). The Elusive Quarry: A scientific appraisal of psychical research. Buffalo, NY: Prometheus Books.

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    Parra, A. & Argibay, J.C. (2007a). Comparing a free-response psychometry testwith a free-response visual imagery test for a non-psychic sample. Journal of the Society for Psychical Research, 71, 91-99.

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    Parra, A. & Argibay, J.C. (2008). Reading faces: An experimental exploration ofpsychometry using photographs and names. Australian Journal of Parapsychology, 8, 47-57.

  • Parra, A. & Argibay, J.C. (2009a). An experimental study with ordinary people for testing "sacred" objects through psi detection. Journal of the Society for Psychical Research, 73.1 (894), 41-49.

    Parra, A. & Argibay, J.C. (2009b). "Face-to-face" psychic vs. "remote" psychic readings: Comparing psychics/non-psychic groups mediatized by "token-object" effect. Australian Journal of Parapsychology, 9, 57-69.

    Roe, C. A. (1991). Cold reading strategies. Proceedings of Presented Papers: The 34th Annual Parapsychological Association Convention (pp. 470-480).

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    Roe, C. A. (1996). Clients' influence in the selection of elements of a psychic reading. Journal of Parapsychology, 60, 43-70.

    Roe, C. A. (1998). Belief in the paranormal and attendance at psychic readings. Journal of the American Society for Psychical Research, 90, 25-51.

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    Richet, C. R. (1922). Trait de metapsychique. Paris: Alcan.

    Rogo, D. S. (1974). Psychometry: Getting psychic impressions from objects. Psychic, 5(4), 19-22.

    * Doctor en psicologa graduado en UCES. Es profesor en psiclogia en la Universidad Abierta Interamericana (UAI) y psicoterapeuta en la prctica privada. Fue editor de la Revista Argentina de Psicologa Paranormal. Actualmente es presidente de la Instituto de Psicologa Paranormal, Asoc.Civil y coordinador de la Agencia Latinoamericana de Informacion Psi (www.alipsi.com.ar). Es autor de Fenmenos paranormales: Una introduccin a los eventos sorprendentes (Kier, 2003), Sueos: Como interpretar sus mensajes (Kier, 2006), y El Mundo de los Sueos (Kier, 2009). Ha ganado becas para participar en simposios y congresos de parapsicologa en los Estados Unidos y varios pases de Europa.

    ** Psiclogo de orientacin clnica cognitivo-conductual graduado por la Facultad de Psicologa de Universidad de Buenos Aires. Actualmente es doctorando en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales. Es docente en Metodologa de la Investigacin y Estadstica aplicada a la psicologa en la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires. Sus areas de inters es el estudio cientfico de la personalidad, ideas obsesivas, depresin, conductas de temor, y la conducta sexual, y el desarrollo y adaptacin de instrumentos psicomtricos. Fue miembro del Instituto Argentino de Parapsicologa y actualmente es miembro del Instituto de Psicologa Paranormal de Buenos Aires, Asoc. Civil.

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    Ensayo I

  • LA PERCEPCIN VERDICA EN LAS EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE *

    Janice Miner Holden **

    Las experiencias cercanas a la muerte (ECM) son alucinaciones de un cerebro moribundo, o son percepciones reales? Ms all de quela mayora de las personas que pasaron por una ECM afirma que la experiencia es tan o ms real que la experiencia fsica (Fenwick y Fenwick, 1995, p.26; Miner Holden, 1988, p.106, Moody, 1975, 78-77; Sabom, 1982, p. 16), y ms all de la teora y la argumentacin lgica, qu tenemos hasta el momento como evidencia emprica basada en la observacin directa y la investigacin? El propsito de este artculo es revisar crticamente la literatura y responder a estas preguntas.

    Un episodio de proximidad a la muerte es una situacin fsica en la que una persona sobrevive a un encuentro con la muerte, real o percibida como cercana; generalmente durante una crisis aguda que amenaza o daa gravemente la integridad fsica del individuo. Por el contrario, una experiencia cercana a la muerte es la experiencia subjetiva de una persona cuya conciencia funciona con independencia de su cuerpo fsico durante un episodio de cuasi-muerte. Como se explica en otro artculo publicado aqu (http://www.alipsi.com.ar/e-boletin/boletin_psi_5-1_Enero_09.htm#tit01slo uno de cada cinco o seis personas que tuvieron episodios de proximidad a la muerte recuerdan haber tenido una ECM.

    Para este caso, las ECMs estn conceptualizadas bajo dos aspectos: material y transmaterial. En el aspecto material, una persona con ECM percibe el fenmeno en el mundo fsico y "material", a veces cercanos o "dentro" de su propio cuerpo fsico, pero otras veces sin el cuerpo, o incluso estando lejos de ste. En el aspecto transrnaterial, una persona con ECM percibe en una dimensin trascendente, ms all del mundo fsico. Emplear aqu la palabra "aspecto" en lugar de "fase" porque sta ltimo implica algo secuencial, en tanto que las personas con ECM logran describir su percepcin del mundo antes, durante y despus de su percepcin de una dimensin transmaterial (o varias de ellas). Un ejemplo clsico de combinacin entre lo material y lo transmaterial, es aquel en el que una persona pudo ver su propia ciruga de espalda desde arriba, donde tambin vi a dos ngeles, cada uno acompaando a un cirujano que iluminaba sus brazos hasta las manos con su luz, lo que significaba el xito de la intervencin quirrgica. Adems, los lectores familiarizados con el trmino experiencia "fuera del cuerpo" (EFC) -aquella experiencia en las que "la gente siente que su yo, o centro de conciencia, est localizado fuera del cuerpo fsico" (Alvarado, 2000, p.183), saben que el trmino "ECM material" se puede usar en remplazo de "ECM no material". En este punto, estoy de acuerdo con Sabom (1982) cuando dice: "Incluso en el aspecto transrnaterial de las ECMs, estas personas pueden sentir que sus conciencias estn funcionando sin el recurso de su cuerpo fsico; toda la experiencia probablemente sea mejor comprendida como una EFC "extendida". De modo que voy a conceptualizar las experiencias fuera del cuerpo como experiencias "extendidas" durante las cuales estas personas perciben los dominios materiales y transmateriales.

    La percepcin verdica de una experiencia cercana a la muerte (ECM) se refiere a cualquierpercepcin visual o auditiva que una persona dice haber experimentado durante su propia ECM, y que

    posteriormente corrobora porque se corresponde con una realidad material.

    Janice Miner Holden

  • La percepcin verdica de una ECM se refiere a cualquier percepcin visual, auditiva, cinestsica, olfativa, etc. que una persona dice haber experimentado durante su propia ECM, y que posteriormente corrobora porque se corresponde con una realidad material. Un ejemplo de su naturaleza "material" es aquella en donde una persona dijo que mientras su cuerpo estaba inconsciente, vi a su padrastro, de quien ella siempre supo que gustaba de comer alimentos saludables, comprar una barra de chocolate de una mquina expendedora con la intencin comerla a escondidas. Cuando ella recuper la conciencia, le cont a su madre lo que haba visto, y su madre confirm la exactitud de la percepcin de su hija. Un ejemplo de dominio transmaterial es el caso de alguien que, tras recobrar la conciencia, dijo haber viajado en su ECM a un mundo transmaterial donde se encontr con un familiar fallecido que presuma que an viva, y poco despus, recibir la noticia de que aquella persona haba muerto poco antes de su episodio de ECM. Muchos autores han empleado el trmino "percepcin verdica" para describir o dar a entender que el conocimiento adquirido -el comer a escondidas del padrastro, la muerte de ese pariente- no pudo haber sido percibido por medio de los sentidos normales o deducido por inferencia lgica. Sin embargo, el trminoaqu se usar para referirnos a toda aquella percepcin ECM corroborada que sea resultado de procesos normales sensoriales y/o lgicos.

    Por razones que se discutirn ms adelante, los investigadores de las ECM han mostrado vivo inters en lo que yo llamo percepcin verdica aparentemente no fsica (PVnF o PV). En estas percepciones, la personas que pasaron por una ECM tienen percepciones verdicas que, considerando las posiciones y/o condiciones de sus cuerpos fsicos durante los episodios de muerte cercana, alparecer, no pudieron haber sabido el resultado de procesos sensoriales normales o inferencia lgica ni, en consecuencia, estar mediatizados por el cerebro antes, durante o despus de tales episodios. Por lo tanto, la PV sugiere la capacidad de la conciencia de funcionar independientemente del cuerpo fsico. Como ilustran estos ejemplos, la PV se puede producir durante los aspectos material y/o el transmaterial, pero tambin parecen presentarse con mucha ms frecuencia en el aspecto material.

    Hay numerosas descripciones anecdticas de PV que aparecen en la literatura de experiencias cercanas a la muerte, y los investigadores han tratado de estudiar el fenmeno en condiciones cientficamente controladas. Antes de profundizar en estos temas, presentar a continuacin un anlisis de la importancia de la investigacin de las PV.

    LA IMPORTANCIA DE LA PERCEPCIN VERDICA

    Por qu debera importarnos si existe la PV? Para responder esta pregunta y continuar la discusin, debemos hacer una distincin entre la muerte reversible y muerte irreversible. La muerte reversible se refiere a condiciones extremas, como un paro cardiorrespiratorio prolongado en el cual una persona, sea espontneamente, o como resultado de los esfuerzos de otras personas, resucita y sobrevive. La muerte irreversible se refiere a la condicin en la que el proceso de muerte ha avanzado tanto que es imposible la resucitacin. En el estudio de la PV, esta distincin es importante porque desde un punto de vista puramente cientfico, la conciencia de una persona durante la muerte reversible puede o no indicar la naturaleza de la conciencia durante la muerte irreversible. La conciencia que se asocia con un cuerpo que no ha perdido an la posibilidad de vivir puede ser la misma conciencia que se asocia con un cuerpo que ha perdido ese potencial. Con esta distincin en mente, hay varias posibles respuestas a la cuestin de la importancia de la PV. La primera es que si existe la PV, entonces:

    las personas con ECM podran tener no slo una realidad subjetiva, sino tambin objetiva de sus experiencias;

  • la percepcin de la conciencia, el pensamiento, la memoria, y as sucesivamente, podran funcionar con independencia de la muerte y, tal vez, del cuerpo fsico;

    la conciencia podra considerarse como potencialmente capaz de continuar despus de la muerte fsica irreversible, y

    finalmente, podemos dar crdito a los aspectos no materiales de las ECM, por ejemplo el mensaje de la mayora de las personas que han tenido ECM respecto al sentido y propsito de la existencia humana.

    En cuanto al primer punto, aunque las personas con ECM suelen estar firmemente convencidas de la realidad objetiva de sus experiencias a pesar de que otras no les crean, la causa del estrs pos-experiencia quiz sea la incredulidad misma de sus mdicos, enfermeras, familiares, y otros (Greyson y Harris, 1987). Por lo tanto, la consideracin de la realidad aparentemente objetiva de sus ECMs probablemente promuevan el bienestar de las personas que pasaron por una ECM.

    En cuanto al segundo punto, los resultados defienden la hiptesis de que, al menos respecto a resucitar el cerebro, la conciencia puede funcionar independientemente de ste. Tales resultados contradicen las hiptesis ms basales de la ciencia occidental: que el cerebro produce la experiencia consciente, y por tanto, la conciencia es totalmente dependiente de la funcin del cerebro (Kelly et al., 2007; Tart, 1975). La evidencia que contradiga esta suposicin tendra el potencial de revolucionar la comprensin de la condicin humana, con implicaciones que son tan difciles de imaginar como si los creadores de la Internet pudieran haber previsto el revolucionario impacto de su invento en el mundo.

    Una de las consecuencias del segundo punto es el tercero: Si la conciencia puede funcionar con independencia del cuerpo muerto, tal vez siga funcionando ms all de la muerte. Sin embargo, muchos autores afirman que, desde un punto de vista puramente cientfico, la ECM por si solas nunca puede probar la supervivencia de la conciencia despus de la muerte. La razn es un conflicto -al menos hasta ahora- entre el requisito cientfico por el cual los investigadores estudian directamente el tema y el fracaso metodolgico de los investigadores por encontrar personas irreversiblemente muertas de forma que participen en sus estudios. Aunque la PV no puede ser una prueba de supervivencia de la conciencia despus de la muerte, sin duda, investigaciones con resultados positivos podrn reducir la diferencia en la fe de la supervivencia como tal.

    Desde 1975, la ECM fue una fuente de produccin de literatura como autobiografas de individuos quetuvieron ECM y que relatan sus beneficios espirituales y existenciales.

    En cuanto al cuarto punto, los resultados positivos de la investigacin ECM tambin podran dar credibilidad a lo que la mayora de las personas con ECM afirman categricamente haber aprendido sobre el aspecto transmaterial de sus experiencias: que no hay objetivo ms sublime para la existencia humana que el amor y la bsqueda de conocimiento. Sin embargo, las personas con mentalidad ms cientfica podrn poner en duda la credibilidad de tal mensaje, ya que casi todos los fenmenos que percibimos en los aspectos no materiales y trascendentes de estas experiencias no pueden ser cientficamente confirmados. Por lo tanto, un posible -y hasta probable- resultado positivo de la investigacin PV podra ser la creencia en la necesidad de transmitir un mensaje y, en consecuencia, comprometerse ms profundamente en labores humanitarias. Por lo tanto, los resultados positivos de la PV tienen el potencial de beneficiar a las personas que han pasado por tales experiencias, a la humanidad y a la existencia mundana en general. A continuacin presentar un anlisis de las categoras de PV y sus procedimientos de investigacin.

    TIPOS DE AVP Y MTODOS DE INVESTIGACIN AVP

    Hay dos fuentes de datos empricos para la PV en la literatura que investiga las experiencias cercanas a la muerte. Una es la anecdtica, en el que una persona con ECM relata PVs y que cierta del episodio revela que el caso es genuino y razonablemente confiable. Otra es el estudio de campo que involucra el control de un objetivo perceptual en circunstancias en

  • percepciones. El problema con estos datos es que la informacin es insuficiente para confirmar o negar la veracidad de tales percepciones, o la dificultad para descartar explicaciones alternativas "materiales", o posibles sesgos de memoria inconscientes y el error humano entre testigos y/o investigadores. Por el contrario, los estudios de campo, si se disean bien, pueden reducir significativamente los problemas del dato anecdtico, pero no pueden revelar, por ejemplo, la variedad de condiciones en las que las PVs podran aparecer.

    Una vez ms, en trminos de valor emprico, la amplitud y la profundidad son importantes. Sin embargo, el potencial para reunir datos definitivos sobre la supuesta precisin y no fisicalidad de las PVs se basan ms en la metodologa del estudio de campo (Holden, 1988, 1990; Holden y Joesten; Parnia 2006). No hay justificacin alguna que impida invertir los recursos necesarios para el estudio de tales ancdotas, Esto indica que este tipo de inversin esuna promesa razonable de "xito" para capturar percepcin verdicas no fsicas. A la luz de estas consideraciones, en la siguiente seccin se analizarn algunos relatos de PVs e investigaciones sobre ECM.

    RESMEN DE RELATOS DE PERCEPCIONES VERDICAS Y SU INVESTIGACIN

    Ancdotas

    Los primeros indicios de PV vienen bajo la forma de ancdotas. En el libro que desat el estudio de las experiencias cercanas a la muerte, Raymond Moody incluy una seccin titulada "Corroboracin", donde comienza diciendo: "La pregunta obvia que surge es si cualquier evidencia de realidad de las experiencias cercanas a la muerte pueden ser adquiridas de forma independiente a las descripciones de las propias experiencias" (Moody, 1975, pp. 92-93). Entonces Moody public cuatro casos en que las personas le presentaron pruebas. Un paciente le relat a su mdico "todo lo que haba ocurrido desde el comienzo del paro respiratorio hasta que recuper la conciencia, a lo que el mdico qued shockeado, sin saber cmo responder; preguntando una y otra vez respecto al tiempo que estuvo inconsciente" (Moody, 1975, p.94). En otro caso, cuando un paciente haba recuperado la conciencia despus de un accidente, le cont a su padre detalles de su rescate, y el color de la ropa de su rescatista, que su padre confirm con exactitud de detalles, "incluso -dijo el joven- mi cuerpo estaba fsicamente fuera de este tiempo, y no haba forma en que pudiera haber visto o escuchado estas cosassin estar fuera de mi cuerpo" (Moody, 1975, p.94). Moody tambin relata que en otros casos, haba recogido testimonios de testigos independientes que coincidan con la escena, aunque no d ejemplos, y discute brevemente los desafos logsticos y filosficos de tales experiencias.

    En realidad, estos casos vienen apareciendo en las ltimas dcadas, incluso antes de la obra de Moody. La primera que encontr fue la de un mdico llamado A.S. Wiltse (1889). La descripcin de su propia experiencia en 1880 ocurri durante un cuadro de fiebre tifoidea. Despus de permanecer en evidente paro cardaco y respiratorio, que estima fue de media hora, revivi de forma espontnea y posteriormente se recuper. En 1892, Frederic W.H. Myers investig el caso de Wiltse, y consigui el informe clnico del mdico, sus familiares y un amigo en la escena del lecho de su presunta muerte. El mdico a cargo, S.H. Raynes, dijo que por todos los signos, incluyendo la insercin de una aguja en varios puntos del cuerpo de Wiltse, el paciente estaba muerto. Wiltse perdi el conocimiento y luego la recuper presenciando como su "espritu" sala de su cuerpo (Myers, 1892, p. 181). Durante esta ECM, vio, entre otras cosas, a dos mujeres llorando junto a su cama: Sarah, su hermana, mientras su hermano todava estaba consciente: "Pens que poda sentir mi mano, y cre que l poda

    ver mi cara, por lo que no me permit llorar. No fue sino hasta que estuvimos seguros de que todos sus sentidos corporales haban cesado que entonces me permit llorar, por lo que su singularmente bien recordado tren de pensamiento acerca de su alma, y la observancia de su esposa y de su hermana llorando, tienen que haber ocurrido mientras estaba aparentemente inconsciente, y despus que el mdico le haba declarado muerto" (Myers, 1892, p.192).

    Curiosamente, esa misma hermana mostr circunspeccin y el evidente pensamiento crtico cuando lleg a la siguiente conclusin: "Me parece que el valor psicolgico de este fenmeno radica en la probable actividad de la mente durante la aparente inconsciencia, y no una conjetura que puede ser puramente azarosa, sobre las relaciones de la vida y la muerte en la que podra basarse, aunque hay que respetar la opinin de los que piensan como aquellos montaeses sencillos, de que el Dr. Wiltse realmente muri y volvi a la vida (Myers, 1892, p. 193).

    Las ancdotas de PVs continuaron apareciendo en la literatura del prximo siglo. Una de stas, citada con frecuencia, es la de Kimberly Clark, una trabajadora social que encontr un zapato en una repisa de la ventana del hospital tal como lo haba visto durante el aspecto material de su experiencia (Clark, 1984).

    Uno de los relatos ms recientes es de los ms citados por su valor probatorio. La siguiente descripcin proviene del libro Light and Death [Luz y Muerte] del cardilogo Dr. Michael Sabom (1998), con entrevistas a los actores clave y la recreacin de los acontecimientos tal como se presentan en el documental de la British Broadcasting Corporation, The Day I Died: The Mind, the Brain, and Near Death Experiences [El Da que Mor: La mente, el cerebro, y las experiencias cercanas a la muerte] (Broome, 2002).

    En 1991, en Atlanta, Georgia, se le diagnostic a la artista Pam Reynolds la dilatacin de una arteria cerebral a punto de estallar. Al principio, se crey que ese aneurisma era inoperable, pero el neurocirujano Robert SpetzIer practic una intervencin quirrgica conocida como "paro cardaco hipotnico" (Sabom, 1998, p.37), que pareca ser la nica esperanza de supervivencia de Reynolds. La ciruga requera que su temperatura corporal baje a 15oC, deterner el latido del corazn y la respiracin, disminuir sus ondas cerebrales, y extraer la sangre de su cabeza" (Sabom, 1998, p.37). Bajo esta condicin permanecera por el tiempo que le tome el cirujano reparar el aneurisma.

    Aqui se relatan los principales acontecimientos relacionados con la PV, documentado en el informe quirrgico de SperzIer ese da de agosto de 1991 (ver Sabom, 1998):

    Durante varios aos, el cardilogo MichaelSabom y Sarah Kreutziger entrevistaron acada paciente para tener el relato en que

    haban estado inconscientes y fsicamenteprximos a la muerte.

    El filsofo britnico F.W. H. Myersinvestig el caso de Dr. Wiltse. Myers

    concluy diciendo, por qu no hacer decada lecho de muerte, el punto de partida

    de un largo experimento?

  • . Reynolds fue llevada a la sala de operaciones, quien todava consciente, se le administr pentotal intravenoso. Despus habl de "una prdida de la nocin del tiempo", taparon sus ojos con cinta, y se aplic anestesia general. Se emplearon varios monitores de control, un electroencefalograma (EEG), electrodos pegados a la cabeza para controlar su actividad cerebral, y se colocaron en sus odos dos pequeos auriculares que emitan un sonido a 95dB que se grabaran en el monitor provenientes de su tronco cerebral, la parte baja de su cerebro responsable de las funciones corporales bsicas. Tambin emplearon un procedimiento quirrgico.

    Spetzler perfor el cuero cabelludo con un bistur, dejando al descubierto el hueso del crneo; activ la sierra para quitar su parte superior; cort la membrana externa que recubre la masa cerebral, e insert un diminuto microscopio quirrgico en el cerebro, pasndolo hasta el sitio del aneurisma, y descubri que el aneurisma era tan grande que, en efecto, tuvo que proceder al procedimiento de paro cardaco hipotrmico. Mientras tanto, una cirujana perfor en la ingle derecha de Reynolds y se prepar para extraer la arteria femoral para un bypass cardiopulmonar porque los vasos sanguneos eran muy pequeos.

    El equipo comenz el proceso de enfriamiento de la sangre y el cuerpo para el bypass cardiopulmonar.

    La temperatura corporal de Reynolds alcanz los 23oC.

    Se indujo un paro cardaco. El EEG del funcionamiento cortical de su cerebro fue plano. El EEG de "la funcin del tronco cerebral se fue debilitando asi como los sonidos de los auriculares produjeron picos cada vez ms bajos en el monitor del EGG" (Sabom, 1998, p.43).

    La temperatura lleg a los 15oC grados. "Los clics de los auriculares no mostraron ninguna respuesta" (Sabom, 1998, pag. 43). Entonces "la mesa de operaciones estaba inclinada hacia arriba, la mquina para el bypass cardiopulmonar se apag, y se empez a drenar sangre del cuerpo de Pam como aceite de un coche" (Sabom, 1998, pag.43). Se elimin toda posibilidad de que hubiera metabolismo para que el cerebro funcione.Spetzler repar el aneurisma. Entonces todos los procedimientos quirrgicos para alterar el cuerpo se invirtieron y, con ello, la temperatura del cuerpo y la actividad cerebral de

    12:00 (al medioda). El monitor del ritmo cardaco de Reynolds comenz a mostrar "actividad descontrolada de fibrilacin ventricular" (Sabom, 1998, p.45-46) Despus de dos descargas elctrica del desfibrilador, su corazn comenz a latir con normalidad.

    La temperatura corporal alcanz los 32oC. Se retiraron los equipos de monitoreo. Los asistentes a Spetzler dieron por concludo el procedimiento de intervencin quirrgica.

    El equipo consider estable el estado de Reynolds, y se la deriv a sala intermedia para su recuperacin.

    Durante aquel tiempo, Reynolds tuvo una experiencia vvida y detallada. Despus de haber perdido la conciencia con pentatol, repentinamente recuper la conciencia a causa del penetrante sonido de la sierra craneal. Dijo dijo que la sierra emita un zumbido y que le sacaron la parte superior de su cabeza. Se apoy en un lugar cerca del hombro Spetzier. Describi un estado de conciencia superior que nunca antes haba experimentado, que su "visin" haba mejorado enormemente y que vio todo con claridad y detalle, la sierra sea, la sala de operaciones, y el personal quirrgico. Vicosas que no esperaba ver o que contradecan sus expectativas, como la forma de la sierra, las hojas de la sierra en un tomacorriente, una especie de llave inglesa, y la forma en que le afeitaron la cabeza (Sabom, 1998, p.41). Estaba preocupada por ver que alguien llevaba a cabo un procedimiento en la zona inginal cuando supuestamente era una ciruga cerebral (Broome, 2002). Desde all, escuch una voz femenina que deca que los vasos eran demasiado pequeos del lado derecho, y una voz masculina dicindole que pruebe del otro lado.

    En otro momento, durante el aspecto transmaterial, se encontr con sus seres queridos fallecidos. Sin embargo, en algn momento ms tarde, regres cerca de su cuerpo, acompaada de su to fallecido, pero viendo la terrible condicin de su cuerpo, lo cual la asust y no quiso volver a entrar. Vio que el cuerpo "salt" una vez, y a continuacin, un segundo "salto" (Broome, 2002), record asu to fallecido dndole un empujn de regreso en su cuerpo. Describi el reingreso como "como zambullirse en una piscina de agua helada... Me doli!" (Sabom, 1998, p. 46).

    La percepcin verdica en la ECM de Reynolds se han debatido mucho, tanto en libros como en Internet. Sin embargo, debido a que su caso es muy reconocido, la fecha, y los detalles objetivamente corroborados, muestran de manera muy convincente la "realidad" de las ECM y todo lo que implica esta realidad.

    Anlisis como el que hicieron Kenneth Ring y Evelyn Elsaesser Valarino en 1998, demuestran que los relatos de PVs "se encuentran bastante dispersos en libros y artculos sobre ECM" (Ring y Valarino, 1998, p.59). Keith Augustine (2006), un crtico delas PVs, se centr en lo que calific como anecdticas las experiencias extracorporales "alucinatorias", en las cuales la corroboracin revelaba uno o ms errores de percepcin. Para remediar tal "dispersin" de relatos y analizar su precisin global enlugar de destacar slo las relacionadas con el error, he coleccionado relatos que encontr en tres fuentes diferentes: libros publicados antes de 1975, cuando las ECM no eran tan conocidas, en revistas acadmicas y libros publicados entre 1975 y principios de 2006 en donde el/los autor(es) describen algn estudio sistemtico de las ECM, y estudios de casos nico publicados en revistas cientficas o en libros durante las ltimas tres dcadas. He excludo aqu los relatos despus de 1975 de libros de divulgacin popular, libros autobiogrficos y libros que no llevaron a cabo ningn estudio sistemtico de las ECM, as como estudios de casos nico publicados por fuera de las revistas cientficas. Muchos investigadores, por lo general estn de acuerdo con la afirmacin de Celia Green (1968) de que la percepcin no fsica ms exacta es la que ocurre en asociacin con episodios de proximidad a la muerte ms que en otras circunstancias de experiencias extracorpreas espontneas o inducidas. Por esta razn, he incluido slo aquellas experiencias asociadas a episodios de proximidad a la muerte. Encontr un total de 107 casos en 39 publicaciones de 37 autores, o grupos de autores diferentes (ver Tabla 9.1).

    Luego analic cada relato para analizar varios factores. Clasificando estos relatos, encontr con 89 PV materiales, 14 PV transmateriales, y 4 mixtos, o sea, que incluyen percepciones de ambos aspectos. Las ancdotas en la categora material incluyeron una variedad de detalles corroborados de reanimaciones, salvatajes y otros eventos con ECM, junto a personas que facilitaron la recuperacin de objetos perdidos. Las ancdotas en la categora transmaterial consistieron principalmente en una persona con ECM que se encontraba con alguien durante la ECM pero que no saba en ese momento que estaba muerto; esto tambin rara vez inclua casos de adquisicin de otra informacin, como la localizacin de documentos ocultos o de curaciones espontneas.

    Analic tambin la fuerza probatoria de las PVs. En primer lugar, clasifiqu las ancdotas entre aquellas que se podan verificar nicamente por la persona que tuvo la ECM, las verificadas por fuentes externas segn la misma persona, o los verificados por fuentes externas segn el autor que cree que esta secuencia representa el valor probatorio del ms dbil al ms fuerte. Esta

    Kenneth Ring dice: "Aunque no hay unsolo ejemplo que pueda ser

    absolutamente concluyente por s mismo,el peso acumulado de estos relatos es

    suficiente para convencer a los msescpticos de que estas percepciones son

    algo ms que meras alucinaciones delpaciente."

  • ltima categora incluye fuentes tales como las declaraciones de los testigos, el personal mdico que atiende a la persona que experiment la ECM, y/o las historias clnicas. En segundo lugar, clasifiqu los relatos que aparentemente no tenan errores, los que contenan una mezcla de errores y datos precisos, y los que eran predominantemente o absolutamente errneos. Los resultados

    TABLA 1: ANLISIS DE LAS ANCDOTAS DEPERCEPCIONES VERDICAS APARENTEMENTE NO FSICAS

    Corroborado por

    Aspectos Materiales Solamente lapersona con ECMOtras personas

    cercanasFuentesobjetivas

    ConfiablesCon algunos erroresCompletamente errneos

    1300

    3820

    5541

    Corroborado por

    Aspectos Transmateriales Solamente lapersona con ECMOtras personas

    cercanasFuentesobjetivas

    ConfiablesCon algunos erroresCompletamente errneos

    310

    700

    601

    A favor de Augustine, slo encontr un caso con un error evidente que no se haba includo en su revisin. Sin embargo, los casos de PV superaban ampliamente en nmero a los que tenan percepciones errneas. En particular, mientras que el 8% del material y 11% de los casos transmateriales implicados estaban equivocados, el 38% de material y el 33% de los casos transmateriales satisfacan con exactitud la percepcin que los autores corroboraban a travs de procedimientos objetivos.

    Al examinar estos casos en su conjunto, me parece que la fuerza de la evidencia, incluso entre los casos de percepciones corroboradas precisa y objetivas, oscilaban entre algo dbil a muy fuerte. Muchos investigadores ECM han sealado que las ancdotas son a veces una fuente dudosa de la habilidad de la conciencia de funcionar independiente del cerebro. La mayora de los casos eran sin paro cardaco y, por lo tanto, con un cerebro probablemente todava funcional. De modo que es difcil descartar la posibilidad de que las personas con ECM -probablemente sin saberlo- construyan percepciones basadas en la informacin que recibieron mediante los canales fisiolgicos normales. Por ejemplo, podran construir imgenes visuales en base a algo que pudieron escuchar. Es difcil tambin descartar la posibilidad de que pudieran haber obtenido informacin, aunque sea inconscientemente, antes o despus de sus episodios ECM que luego "embellecieron" con sus recuerdos. De los 107 casos de esta revisin, slo 18 fueron entrevistados los dos primeros das despus de la ECM. Otro problema potencial es un fenmeno llamado "file drawer effect" (el efecto de espaol argentino, N. del T.), en el que las percepciones durante la ECM, en su mayora o totalmente inexactas, se clasifican como alucinaciones y se consideran irrelevantes en lugar de considerarse como una fuente vlida de informacin y dignas de ser publicadas.

    Incluso una gran cantidad de ancdotas que diferentes autores a lo largo de los ltimos aos han descrito en los ltimos 150 aos sugiere que estos relatos son reales. En este sentido, es correcto elanlisis de Ring y Valarino (1998) cuando dicen: "Aunque no hay un solo ejemplo que pueda ser absolutamente concluyente por s mismo, el peso acumulado de estos relatos es suficiente para convencer a los ms escpticos de que estas percepciones son algo ms que meras alucinaciones del paciente (p. 59). Al carecer de la capacidad para determinar la veracidad de esta afirmacin en cuanto a la mayora de los escpticos, su referencia a algunos escpticos que siguen sin estar definitivamente convencidos es exacta. Algunos de los escpticos que dicen no estar todava convencidos son Susan Blackmore (1993), Gerald Woerlee (2004) y Augustine (2006).

    El punto crucial en estos argumentos escpticos es que, en realidad, las PVs son percepciones del cuerpo fsico y construcciones de un cerebro fsico an funcional durante procesos de pensamiento antes y/o despus de la experiencia. Augustine (2006) clasifica a esta clase de argumentos como de "explicacin fisiolgica" (p. 21). Por ejemplo, en el caso de Pam Reynolds, el aspecto material de su experiencia se produjo antes que comience el bypass cardiopulmonar, de modo que no coincidi con su muerte clnica, sino que se produjo procedimiento comenzara, y que coincidi slo bajo el efecto de anestesia general. En consecuencia, sus percepciones se pueden atribuir a una "anestesia consciente", un fenmeno que se observa en aquellas personas que estn conscientes a pesar de la induccin anestsica. Dice que este fenmeno se produce en uno o dos pacientes en 1000 que se han sometido a anestesia general, lo que representa al menos unos 20.000 pacientes slo en Estados Unidos, y que aproximadamente la mitad pudieron escuchar y apenas una cuarta parte haber sentido dolor.

    Con una mezcla de este fenmeno, junto a la deduccin y la memoria, explica fisiolgicamente cada elemento verdico de su experiencia. En su opinin, oy naturalmente el sonido de la sierra sea y el intercambio entre el cirujano y el cardilogo, reconstruy en su "memoria" el patrn nico en el que se afeita la cabeza cuando la vi, o lo supo despus de la operacin. El caso de la llave inglesa de la sierra o el de las cuchillas era una deduccin lgica basada en su experiencia previa con tornos dentales. Y su descripcin de la sierra para huesos en s contena un error importante: que tena una "ranura en la parte superior donde la sierra encaja en el mango" (Sabom, 1998, p.187), mientras que la ranura en realidad se encuentra en el extremo opuesto desde donde la sierra encaja en el mango. Augustine lleg a la conclusin de que "la ECM era totalmente esperable" (Sabom, 1998, p.25) y que crea que el lapso de tres aos entre la ciruga y el momento de la primera entrevista de Saborn le dio mucho tiempo de ventaja como para consolidar en su memoria la informacin adquirida antes, durante y despus de la ciruga.

  • La percepcin verdica en la ECM de Reynolds se ha debatido mucho, sinembargo, debido a que su caso es muy reconocido, la fecha, y los detallesobjetivamente corroborados, demuestran la "realidad" de las ECM y todo lo

    que implica esta realidad.

    Yo pongo en duda las conclusiones de Augustine. Quiz lo ms notable es cmo Reynolds pudo haber escuchado la conversacin en el quirfano, dada su circunstancia. El estado de vigilia durante la anestesia a veces se atribuye a que el paciente est bajo anestesia, pero el cerebro de la Sra. Reynolds se est monitoreando de tres maneras diferentes lo cual demuestra que estaba profunda y absolutamente anestesiada. Una de esas maneras es monitorear el nivel ms bsal de su funcin cerebral estimulando su audicin con auriculares en sus odos. Augustine (2006) no dice que los auriculares moldearon los clics en los odos de Reynolds, emitidos a lo largo de todo el perodo de anestesia general en 90 dB a 100 a un promedio de 11 a 33 clics por segundo(Spetzler et al., 1988). Este sonido es un poco ms alto que el silbido de una tetera hirviendo a tan fuerte como una cortadora de csped o el ruido de lasvas de un tren cuando est pasando (Liga de Hipoacsicos, n.d). Yo invito al lector a imaginar auriculares completamente insertados en los conductos auditivos, emitiendo clics fuertes y rpidos, y a continuacin la posibilidad de escuchar con precisin una breve conversacin de una voz humana normal de 60 dB. Adems, si Reynolds estuvo escuchando por medios normales, es curioso que, como ha dicho Sabom (M. Sabom, Comunicacin personal, Mayo 1ro., 2006), ella nunca mencion siquiera or esos clics, estar ms o menos distrada, o tratar de escuchar a pesar de ello. Su propia percepcin auditiva se produjo a travs de procesos no fsicos.

    Aparte de los detalles de la experiencia de Reynolds, est el testimonio de alguien presente en la escena, presumiblemente alguien con habilidad de anlisis cientfico, como se deduce por su cargo como director del Instituto Neurolgico Barrow: Spetzler mismo. En una reciente entrevista, declar: "En esa etapa de la operacin, nadie puede observar ni escuchar en ese estado. Y me resulta inconcebible que sus sentidos normales, como el odo, permitanel hecho de que hubiera mdulos clickeando en cada odo, porque no haba ninguna manera de or [que pudieran oir] a travs de las vas auditivas normales. No tengo una explicacin para ello. No s cmo es posible que suceda, teniendo en cuenta el estado fisiolgico en el que estaba. Al mismo tiempo, he visto tantas cosas que no puedo explicar, que no quiero ser tan arrogante como para poder decir que no hay manera de que pueda suceder" (Broome, 2002).

    Volviendo al debate especfico sobre el caso de Reynolds, incluso el volumen de evidencia de la coleccin total de casos de PVs, el problema de depender de ancdotas para defender la evidencia o para contradecir la supuesta habilidad de la conciencia para funcionar independientemente del cerebro ahora est ms clara. Por su naturaleza, las ancdotas son afirmaciones de ocurrencias espontneas, es decir, que ocurren en condiciones no controladas. En ausencia de controles, los crticos pueden debatir casi indefinidamente sobre el origen de las percepciones no fisicas. Este debate contina (ver Ebbern, Mulligan y Beyerstein, 1996, para leer en profundidad este tema), y desde un punto de vista cientfico, ganar el debate no tendra ningn valor probatorio si no acompaan una corroboracin a travs de un anlisis sistemtico. Tales estudios son el foco de la siguiente seccin.

    ESTUDIOS SISTEMTICOS DE LAS PVS

  • Estudios o aspectos de los estudios sin objetivos perceptuales

    En 1975, Moody intent verificar la exactitud de las percepciones materiales de ECM comparando las declaraciones de los testigos con las historias clnicas de los hospitales. Sin dar detalles de su mtodo o un caso ilustrativo, afirm que pudo "confirmar" la exactitud de los testimonios de ECM (Moody 1975, p.148).

    Sabom (1982) public los resultados de un estudio de este tipo. Utiliz un procedimiento de muestreo prospectivo para realizar entrevistas retrospectivas. Durante un perodo de casi cinco aos, Sabom y su co-investigadora, Sarah Kreutziger, que es trabajadora social y quien, gracias a su cargo en la red hospitalaria, se acercaba a cada paciente para entrevistar a aquellos que llamaban su atencin por tener el relato de una ECM del paciente "en el que haba estado inconsciente y fsicamente prximo a la muerte" (Sabom 1982, p.7). Este enfoque permiti reunir una muestra ms representativa de la ECM mediante un procedimiento de muestreo puramente retrospectivo de personas que haban pasado por ECM, gracias a un anuncio y al "boca a boca". Sabom y Kreutziger encontraron a 71 personas, 32 de lss cuales haban tenido experiencias perceptuales materiales, o afirmaban haber "visto" partes de su propia reanimacin, en su mayor parte durante la reanimacin cardiopulmonar (CPR) de un paro cardiaco" (Sabom, 1982, 83).Excepto en un caso que entrevistaron 12 horas despus del evento, y otros dos que entrevistaron pasado un mes, entrevistaron a los 29 restantes entre uno y 58 aos despus.

    Sabom (1982) encontr que 26 de los 32 casos de ECM no pudieron describir el aspecto material de sus experiencias con suficiente detalle como para compararlos con las historias clnicas. Por lo tanto, aunque no dieron detalles especficos, no cometieron errores en sus relatos. Los seis restantes que tuvieron paro cardaco y recibieron RCP, se compar sus relatos de ECM con los historias clnicas y encontraron que satisfacan, practicamente en todos los detalles, datos que los pacientes nunca haban visto. Luego encontr 25 pacientes cardacos "veteranos" que tuvieron "antecedentes similares", pero que no haban tenido ECM. Cuando les pidi que describan un procedimiento de reanimacin cardiopulmonar, el 80% cometi graves errores en su descripcin. Sus hallazgos parecen apoyar la hiptesis de que la conciencia, de hecho, sigui funcionamiento independientemente de sus cuerpos.

    A pesar de los sorprendentes resultados de Sabom, los investigadores han criticado su metodologa. Para Blackmore (1985, p. 79-80) el problema es que slo cuatro de los 25 pacientes del grupo control haban experimentado exactamente lo que los experimentadores tenan: reanimacin de un paro cardaco (Sabom, 1982, p. 84). Sabom no di suficiente detalle como para que el lector pueda comprobar si cinco de su grupo de comparacin (20% de 25 casos) no cometa errores, pero existe la posibilidad de que los cuatro que sufrieron paro cardaco se encontraban entre los cinco, que algn otro mecanismo que no es una ECM pudo poner en funcionamiento la exactitud del recuerdo del proceso de RCP: "Un grupo [de comparacin] ms apropiado hubiera sido tener a todos [los participantes en la investigacin] recuperados de un ataque cardaco sin ECM (o al menos sin ECM)" (Miner

    Holden, 1988, p.52). Presumiblemente, Sabom tuvo acceso a muchos ms casos de no-ECM que a sus 71 casos de ECM reanimados. No se sabe por qu no opt por compararlo con un grupo controlms apropiado. El hecho de que no lo haya tenido, por desgracia, impidi evaluar el potencial de sus resultados a favor de la hiptesis de la supervivencia de una conciencia independiente.

    Curiosamente, en relacin con el efecto cajonear el estudio, futuros estudios (de carcter propectivo) deberan documentar los errores de supuestas PVs y, por lo tanto, ser menos propensos a ser vctimas de este efecto. De hecho, ninguno ha tenido una PV errnea, y un estudio prospectivo incluy explcitamente un caso de PV sin errores: el caso del hombre que dijo haber visto que una enfermera haba puesto su dentadura postiza cuando la enfermera se la retir de su boca durante el RCP (van Lommel et al., 2001, p. 204). Sin embargo, aunque no existen estudios prospectivos que hayan incluido hasta ahora una comparacin de PV a las historias clnicas de los hospitales, existe la posibilidad de que futuros investigadores puedan descartar como experiencias alucinatorias aaquellos casos que posiblemente deberan ser considerados PV errneas.

    Un estudio ms reciente tuvo el potencial de resolver estos puntos finos. Penny Sartori (2004) condujo un estudio prospectivo de cinco aos en el hospital de Gales. El primer ao, entrevist a cada paciente que sobrevivi en la unidad de terapia intensiva. Durante los otros cuatro aos, entrevist slo a pacientes que haban sobrevivido a un paro cardaco, que "estuvieron tan cerca de la muerte que no se esperaba que sobrevivieran [y que] tuvieron ECM" (Sartori, 2004, p.36). Tambin replic y ampli dos aspectos de la investigacin de Sabom.

    En primer lugar, Sartori (2004) public especficamente 12 casos de pacientes entre los "muchos" (Satton, 2004, p. 38) que tuvieron experiencias a las que clasific como alucinaciones debido a su similitud con las alucinaciones y como se describen por lo general a causa de sus diferencias respecto a las ECMs. Esas diferencias se detallan en la Tabla 2.

    TABLA 2: COMPARACION ENTRE ALUCINACIONES Y ECM EN SARTORI (2004)

    A partir de 1975, Moody verific laexactitud de las percepciones materiales

    de ECM comparando las declaraciones delos testigos con las historias clnicas de loshospitales. Sin dar detalles de su mtodo

    o un caso ilustrativo, Moody pudoconfirmar la exactitud de sus testimonios.

  • Caracterstica/Experiencia Alucinacin ECM

    Diferencias/

    Similitudes

    Nmero "Muchas"; 12documentadas 15

    Contenido Especificidad Organizacin

    No especficoAleatorio, sin patrn

    EspecficoPatronizado

    DiferenteDiferente

    Relacionado a actividadesdel entorno mientrasestaba consciente

    Relacionado No relacionado Diferente

    Sentido de realidad

    Paciente pens quela

    experiencia erairreal

    Paciente estabaconvencido que

    laexperiencia era

    real.

    Diferente

    Recuerdo del tiempotranscurrido Vividez de las imgenes Disminucin del recuerdo Completud del recuerdo

    Algo vvidoPocos recuerdosAlgun contenido omitido

    Todo vvidoTodo el recuerdo

    Todo elcontenido

    DiferenteDiferenteDiferente

    Las diferencias que Sartori (2004) encontr sugieren que las ECM no son alucinaciones tal como este ltimo fenmeno se suele entender. Sin embargo, este hallazgo por si slo no descarta la posibilidad de que las ECMs puedan constituir dos diferentes "clases" de alucinaciones cuyo contenido es igualmente irreal. Las ECM se experimentan no slo como claramente reales sino "hiperreales". Adems, no est claro en su investigacin cmo se eligieron los 12 casos de los "muchos" casos de alucinacin a la que ella se refiere. Los detalles de su protocolo de investigacin deben ser conocidos para determinar si algn sesgo de muestreo pudo haber estado involucrado.

    En segundo lugar, Sartori (Near Death Experiences: The Proof, 2006) compar a las personas que tuvieron ECM y que vieron sus cuerpos cuando eran reanimados con los casos de quienes tuvieron ECM pero "que no vieron sus propios cuerpos" (2006, p.3) y slo se puede especular sobre el proceso de reanimacin. Utilizo el trmino "se puede" porque este estudio se public en una revista popular, y el autor no incluy detalles del protocolo de investigacin de Sartori. Los autores dicen que Sartori encontr que los 11 pacientes que vieron sus cuerpos durante sus experiencias de proximidad a la muerte pudieron describir con precisin como el personal mdico los haba reanimado, mientras que Sartori lo cita diciendo: "Los que no vieron su propiocuerpo trataron de adivinar lo que les pas y siempre se equivocaban. Por lo general, describan escenarios de programas de televisin como ER, y muy ocasionalmente creian que haban sido "sometidos" a un desfibrilador, incluso cuando no haba ninguno" (2006, p.3). Basados en otras publicaciones, si su protocolo de investigacin resiste el escrutinio, entonces sus resultados tendrn el potencial para aclarar la distincin entre alucinaciones, meras adivinanzas, y aparente percepcin verdica.

    Esto nos recuerda una vez ms la investigacin de Sabom (1982), una de las ltimas crticas de su trabajo es digno de mencin:

    Gabbard y Twemlow (1984) criticaron adems que "slo seis de los 32 casos con suficiente detalle de ECM permitieron una validacin a posteriori. Las probabilidades involucradas en tales informes son difciles de imaginar, pero... solamene el azar podria explicar estos resultados" (Gabbard y Twemlow 1984, p.96-97). Precisamente porque las probabilidades son difciles de imaginar, que un estudio ms creble utilizara un estmulo [perceptual que] pueda ser manipulado, haciendo as los resultados susceptibles de anlisis estadstico (Miner Holden 1988, p. 52).

    El control del estmulo perceptual es el dominio de futuros estudios de PVs.

    ESTUDIOS PROSPECTIVOS QUE IMPLICAN OBJETIVOS PERCEPTUALES

    Consideraciones preliminares

    Antes de ocuparnos de una revisin de estudios de campo prospectivos, es importante aclarar por qu estamos haciendo citando estas investigaciones

  • como estudios de campo y no como experimentos. En los experimentos "clsicos" (Heppner, Kavlighan y Wampold 1999, p. 40), los investigadores controlan o alteran una variable, llamada variable independiente, y examinan el efecto de una variable sobre otra, la variable dependiente, un cambio en la variable dependiente presume que est causada por el control o cambio de esa independiente (Heppner, Kavlighan, y Wampold 1999, p. 41). La idea general de una investigacin prospectiva de PVs es presentar continuamente un estmulo perceptual controlado, cognoscible slo a una persona que tienela ECM, en un entorno en el que las ECMs es ms probable que ocurran. Aunque el investigador de campo tiene el poder de controlar o cambiar el estmulo perceptual, este control o cambio no hace que una persona lo perciba. La investigacin no ha permitido a los investigadores conocer una o varias de las "causas" de las ECMs o de las percepciones especficas durante tales experiencias: No es posible an predecir, incluso en el caso de un paro cardiaco o un paro respiratorio, quien tendr una ECM; o si una ECM incluir un aspecto material, entre los que las tienen, la ubicacin de la percepcin supuestamente consciente, y si esta "mente consciente" percibir, o incluso estar tratando voluntariamente de percibir cualquier caracterstica particulardel entorno material. La supuesta percepcin ECM es causada por factores que escapan al control del investigador. Por consiguiente, controlar o cambiar la naturaleza del estmulo perceptual no har que ste se perciba, aunque puede aumentar la probabilidad de que la ECM la perciba. De modo que la investigacin de PVs no implica experimentacin per se, sino ms bien, estudio de campo.

    A partir de Moody (1975), numerosos autores han sugerido -insistido, y hasta exigido- a los investigadores hacer estudios de PVs (Holden, 1988; Lundahly Gibson, 2000; Parma y Fenwick, 2002; Ring y Lawrence, 1993). Desde entonces, se han publicado varios protocolos de investigacin bsica: En aquellos lugares donde las ECM probablemente se produzcan, instalar algunos estmulos perceptivos y luego entrevistar a todo aquel que diga que sobrevivi a un episodio de proximidad a la muerte y describir los estmulos cercanos a esa persona para evaluar de este modo lo percibido. Algunos autores hicieron incluso algunas mejoras, por ejemplo, colocar el estmulo para que sea perceptible por una persona pero no por otras personas en esa misma rea, de hecho, para descartar la posibilidad de que un entrevistador u otros puedan, intencionalmente o no, transmitir el contenido de ese estmulo a la persona travs de medios normales o incluso paranormales, disearlo de modo que el estmulo no sea conocido ni siquiera para el equipo de investigacin. Sin embargo, ms all de estas directrices, los investigadores todava tenan varias preguntas. Afortunadamente, la investigacin responde al menos algunas de stas, a saber:

    En todos los estudios de este tipo, los investigadores plantearon problemas conlos visitantes y/o personal que miraba el objetivo y, por lo tanto, atentaban contra

    el protocolo de investigacin. La mayora de los investigadores tuvieron quetrabajar intensamente y a veces incluso con el personal del hospital para lograr

    su cooperacin, de no alterar ni leer a escondidas los objetivos.

  • Por ejemplo, bajo qu condiciones debe llevarse a cabo la investigacin de campo? Para responder a la pregunta de si la conciencia funciona independiente del cerebro, la investigacin debe apuntaral momento en que el cerebro no est funcionando. Esta condicin es ms fiable si se consigue durante un paro cardiaco. El ambiente en que el paro cardiaco se produce ms probablemente es en hospitales. Por lo tanto, los sitios exclusivos para la investigacin de las PVs son -hasta ahora- los hospitales, con mayor frecuencia en sus unidades de cuidados intensivos.

    Qu tipo de estmulo perceptual se debe usar? Las personas con ECM hablan de una percepcin a travs de dos modalidades sensoriales: el sonido y la visin. Los estmulos sonoros son difciles de aislar: Sera difcil emitir un sonido que slo sea escuchado por la "consciencia fuera del cuerpo" de una persona durante una experiencia ECM en la misma habitacin donde tambin est el cuerpo fsico de la persona que tiene tal experiencia.

    Y dnde se puede colocar el objetivo visual? La mayora de las ECMs implican una percepcin en proximidad al cuerpo fsico (Greyson, 2000). Incluso ms especficamente, en un estudio (Holden, 1989; Miner Holden, 1988) de 63 casos de ECM, aproximadamente el 70% manifest que la conciencia estaba situada por encima de su cuerpo fsico, la mayora cerca del techo. Estos resultados confirman lo que otros autores sugieren: Para aislar el estmulo, uno debe estar situado por encima del nivel de los ojos de cualquier persona en la habitacin, mirando hacia el techo, para ser potencialmente visible slo desde la perspectiva del techo.

    Y cul debera ser la naturaleza del estmulo? Aqu, la pregunta es un poco ms compleja. Qu puede verse como material, y en qu grado esta visin de la ECM se corresponder con la visin fsica? En algunos relatos, las personas con ECM han mencionado elementos visuales coloreados, reconocimiento de objetos, movimientos y la capacidad de leer los monitores y los equipos electrnicos. Pero era el "rojo" fsico percibido como "rojo" en las ECMs? Y qu pasa con otros aspectos de la percepcin "visual"?

    En el estudio de percepcin "visual" en ECM de Miner Holden (1988), alrededor del 75% dijo haber visto claramente y sin distorsin durante sus experiencias que el color que perciban en su ECM erasimilar al color percibido fsicamente, y que el campo de visin de la ECM era tan bueno o mejor que su campo de visin fsico. Alrededor del 60% dijo que tena, en su mayor parte o totalmente, recuerdos completos y precisos de lo que vieron durante sus experiencias y que probablemente podan leer durante sus experiencias. Algo menos alentador fue la atencin a los detalles extraos, es decir, detalles del entorno que no sean la actividad relacionada con sus cuerpos fsicos: los encuestados dijeron que estaran atentos a los detalles,. Otros dijeron que no se sentiran atrados por factores que llamen su atencin, como movimientos o cambios de brillo.

    Adems de estas preguntas, los encuestados dijeron cosas acerca de ser entrevistados por su ECM a posteriori. Los resultados mostraron que la investigacin hospitalaria estaba justificada; el objetivo debe ser visual, intensamente coloreado y luminoso; se debe poder leer un nmero extremadamente simple o combinaciones de letras; el objetivo visual debe colocarse lo ms lejos posible del percipiente por debajo del nivel del techo; ningn participante de la investigacin debe estar excludo en base a ninguna variable personal o socioeconmica; factores farmacolgicos y una experiencia no menor a 10 minutos de duracin que interfiera el recuerdo de la ECM; y no todos los participantes estar necesariamente dispuestos a participar en una entrevista inmediatamente despus de su ECM. A la luz de las investigaciones que se han llevado a cabo desde 1988, una de las conclusiones del estudio parece bastante ms proftica ya que "el proceso de acumular suficientes datos en la investigacin hospitalaria puede ser muy larga. De modo que se recomienda que este tipo de investigacin se lleve a cabo simultneamente en ms de un hospital" (Miner

    Sin embargo, ya se hizo una investigacin de este tipo. Ese estudio y otros cuatro posteriores son tema de inters. Todos los investigadores emplearon un diseo "totalmente ciego" en el que se pretenda que ninguna persona viva supiera el contenido exacto del objetivo visual hasta despus de la entrevista al participante. El control de esto ha mostrado ser un gran desafo. Tres estudios (Holden y Joesten, 1990; Parnia et al., 2001; Sartori, 2004) en el que usaron objetivos estticos, y otro (Lawrence, 1996, 1997) que emple un monitor con un objetivo dinmico, ambos mostrando el objetivo de forma continua estaban visibles, con algn esfuerzo, para el personal del hospital y otras personas en la habitacin. En todos los estudios de este tipo, los investigadores plantearon problemas con los visitantes y/o personal que miraba los objetivos y, por lo tanto, atentaban contra el protocolo de investigacin. La mayora de los investigadores tuvieron que trabajar intensamente y a veces incluso con el personal del hospital para lograr su cooperacin, de no alterar ni leer a escondidas los objetivos.

    El otro estudio (Greyson, Holden y Mounsey, 2006) tena una pantalla ms pequea y casi aleatoria antes de un procedimiento electrofisiolgico, en el que se induce una arritmia cardaca con propsitos de diagnstico y tratamiento de los trastornos del ritmo cardaco, una investigacin que ira paralela a la investigacin del estudio electrofisiolgico, subir a una escalera y encender el equipo que fue montado boca arriba con el monitor situado en el centro de la habitacin. El ordenador fue programado para seleccionar una serie de 60 animaciones (como en 11 horas, 36 minutos, y 29 segundos) cuando el investigador enciende el dispositivo. La computadora tarda 20 segundos en arrancar y mostrar la pantalla -un montn de tiempo hasta que el investigador sale del campo visual de la pantalla, luego se apaga automticamente en 90 minutos, y finalmente graba un cdigo que permite ms tarde identificar el objetivo que se haba mostrado. Estos investigadores no tuvieron ningn problema comprometido con la condicin a ciegas de esta investigacin.

    Incluso con un personal hospitalario bien informado, un objetivo visual que se muestra continuamente hace vulnerable al protocolo de investigacin. Si las condiciones de investigacin no se pueden mantener, cualquier resultado positivo puede atribuirse a fuentes fsicas de conocimiento, en lugar de una ECM. Sin embargo, usar objetivos visuales ms controlados es complejo y costoso de disear y utilizar. Estos factores son ms importantes para futuras investigaciones. Cmaras de vigilancia de filmacin continua escondidas en la habitacin para evitar un posible fraude es una

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    * Janice Miner Holden, Ed.D., LPC, LMFT, NCC, es profesora de Counseling de la Universidad del Norte de Texas en Denton, TX, donde se desempea como Presidente Interina del Departamento de Counseling y Educacin Superior. Durante ms de 20 aos, ha sido docente de las experiencias cercanas a la muerte, en conferencias, publicando tanto a nivel nacional como internacional. Ha sido miembro de la Junta Directiva de la International Association for Near-Death Studies y su presidente durante tres aos, y actualmente como editora del Journal of Near-Death Studies.

    ** Originalmente publicado bajo el titulo "Veridical Perception in Near-Death Experiences" en B. Greyson, B., J. Miner Holde, & D. James (2009). Handbook of Near Death Experiences: Thirty Years of InvestigationSanta Barbara, CA: ABC CLIO. Agracecemos a la autora permitirnos reproducir este captulo en nuestro e-boletin Psi. Las Tabla 9.1. de la versin original no ha sido reproducida por razones de espacio. Traducido del

    En Mitologa, y en el estudio del folklore y la religin, un embaucador es un dios, diosa, espritu, hombre, mujer o animal antropomrfico que juega malas pasadas o desobedece las reglas y el comportamiento conven