h2 PF:R\:1V110 \:\JFR.\ 1' ANGL11.0

^n.ín liet-r,er, que titilizaha c^^las a hase rle criseína ^• cril, c•^ cl^•^^ir,

rrsi^renteti ri I,r humc•da^l, v• ^lue es mu^^ a p^r^^púsit^i para ^-uhrir

^rr^ndes luces en estaci^^n^•s, garrijes, etc. (fi^. ^.}) ; la ^^trr^ rl^ts^•

^e hacc ,i hust• de t^ihlas ^'la^'^idas v• i,nlix-acit^5 cle t'^^nlii, sistrnr.i ^s-

perinl pr^ra puentes ^• pasarelas ( fig. ^^i•

f'^>r tíltimo, rl trrr.er sistema c^^mpren^le las arnui^iuras ^•n pa-nal f^^rmando bcí\•ecl^is o cúpulas : las láminas se rr^sen en f^,rmr^^Ir recl c^^n las mall^s iguales y la figura de un r^^mlx> (fif,rs. ^fi ^• ^7).

l•^^nu, resumen de t^^du lo e^puesto, ^•em^is el s,rígantesru .^^^an-ce dado p^>r Iri tr^cnica de la construcci^ín de mad^^^ra v que hoy n^^

etiiste cl pr^^l^lf•ma de cubrir ^randes luces con armn^lur^is de est^•material, ^lue, lx^r otrl parte, resultan tan lif;r•ras cc^m<i ele^rirtt^^.^.

CAPÍTULO VII

E1 tablero contrachapado de madera y sus aplicacionesindustriales

•1^EORÍA DEL TABL^RO CONTRACHAYAI)O UI; NTAI)F.RA. I',is:ln-

do ah^>ra al estudi^^ d^^ las mr+nufactur^ts en^-^>ladrts, empezarem^^^s

pur ^le^^ír ^lue ciin la inven^^iún del t^ihler^r contrachapacl^ se l^^^r^^^

clar el printier pasu efi^^az para ^^unse^uir vencer _̂ anul,ir e( m^^^-i-

mient^^ o jiie^r^ cle la mndera.

Ti t,^hlero se fttnela en el hechu, ilu^• ti'ai hem^^s estu^liarlu, cle

r^ue el mc^v•imiento de la mricl^•rn, quc es nuiv'^^r ^^ ^nenur en el sen-fido perpendicul^ir a sus fihras, es casi nul^^ en la ^lirt•cci^ín cie ^^s-

tr^s; es ^]ecir, el principici c:s an^ilo^*^^ rtl quc cli^^ nacin^iento a l^^s

cercos dr, puertas y- y'ent^u^a^, yue lrr^r ^,nsamhlarse sus larf;ueros ^•

c•r^l^eceros por l^is testas apenas si ti^°nen jueño.Si superponemns un númer^i ímP^u- cle ^'I^^ipas con cl hilc> cru-

iri^lu a lri t^^^•nlr^il <i ^ilmri lati clns aclv'acente^, ^' :F ^^stas, las clos sí-

^uiente.5, ctc., ^' Ic^^r:dmos nirdiante un a^lutinante ha^^er un ^^^,n-

juntu h^^mc^^rneu, hahirmu^ c<^n^e^Yuicl<^ <l^ie lati fibras en sc•ntid^^

1^^nt;ituclinal srijeten t• ímpiclan el nu^v•imient^> de Ins fil^r^is en sen-

LA "I'Él'\ICA G?I EL L:3^IPLEO 1' :\I'LIt'.\t'IU:1ES UE LA \I:\ll^.R.\ b3

tid[>' transrersal, ^•, por cunsis,ruienle, yue ^e 1{a^-.{ [^htenido una ma-

nufactura rígicfa e indl^formahle en las d^{s [limensiones de sus r_a-

ras ;^ISf nacicí ^I lels aplicacic{nes inclusu^iales el tdble^o i^orttruclzapu-cln, [^uc ti[^ne, ^IClemás, la t^xtrtlurclinaria v'ent.Iju^ de yue sus ^lim[•n-

si^^nes ^'a no dependen, cr{mu [^n lus cJt•spiezus ^^urrientes, eJel tliá-

nietro clel árbul aserrado, sino de las clue tengan las m^íquinas cun

l^ls yue se t'onstruye ; las dinirnsiones cr^merci^+les de Ic'^ti t^ll^lerv^^ s^^n

Iwy de 2 x r mr^tros, peri{ [-[nnu ezisten desenr^{llacl[^ras cle ^},^nu

^ICC?RA ^-i

1'unutr d^^ madei•a i•on^trufdu cun cunrctures (_;ós2a Sniitt,^lur I^er^nit^•n r u.°:+nihl:u^ Uirza.v ^le n^adcra cun f;raud^^a

ln[ Ir[IS t^ntre punt[i's ^' prc^nsas ^if;antes^^as, [^ue m^IS a^l^lan(e ^-ere-

mus, nu [•tii^tr r.vón rll^tlna [^uc' ini^^icla aume•nl<lr ^lirllrls climcn-

,i[^n['s.

IIISTURIA DE ESTA MAtiUFACCI'^RA. ^lu^derna es la hisf^^-

ricl de esta manu[.IC.tur^l en la fc{rma inclutitríal clue {u^^• pre-

senta, ^^a clue su clesarrullll [•amill^I pr^íctic,[1nE.nte cun el si^,lc1

.ICtual, pero nu puecle decirse lo nyisnu^ resl^^ectl^ ^I su cun-

cepci<^n, ya que descle la má^ remu(a ^lnti^iieclacl ^e ^ienel^ n^^-

ticias de que lus artesanus cle la ^nader^l ^le las primeras ci^"iliz^l-

ciones ^^un[ICían l^ls propieclades funcl.{ni^^ntales cle ^^stl' mntrrial v"

I.1 maner,l cle c<^rrc^^^ir, ['n ^^^Irt^^, sus clefectus ; en t•ste tientitl[^ se

FERN.\NDO NAJER:\ Y ANGULO

tienen pruebas de yue los eóanistas egipcios, treinta v cinco siglos

antes de Jesucristo, utilizahan profusamentt^ el chapeatlo cle madr-

rt, en los trrtbajos cle maryuetería, para realzar la helleza tlr a<lué-

Na y ocultar las juntas ; y posteriormente, !us b^tl^ilonios, los rtsi-

FIQURA 45

Torres da madera, de 10^0 metru^5 de alwra, de lae^ta,ciGn dr rad+o dr ^Iii}^nacker (Aleiuania). F.I ren-dimlent^ en ant*^na cm^ tc,^rres ^le mad•er.I es mhs detres vcces que el corristrondiente a law torres me-

tál icas.

rios, los griegos _^- los ron^anos, ta ►nbi^n se sabe entplectbrinel chapeado en los tY^ucbles. 97ás recientemente, en ei siglo st t t,ap^trece, al des^rroll,trse la industri^t, juntv al aspecta artísti-

co, e) concepto et:onúmico, <il tener yue en^plear n^aderas de gr^in

ralor, de ias que stilo se podía apmvechar una pequeñz paete, ^nra

LA TtCN[C.4 EN EI. EiíPLEO Y APLICAC101ES DE L.4 \t.4DIiK:4 í4j

ubtener piezas en las que real•r.ase l.) hellez^t cle sus nutllas y fibras,l^) que únicamente se lo^ró cun chnpas delgadas que, a su ^•ez, ofre-cían la ventaja de prest<irse fácilmrnte al cun•ado.

Pero no obstante este progresu, la ^-erdadera aplicación del con-

trachapado no ile^ó a plasmar en la forma actual, es decir, cons-

titu^•endo una m^nufactura específira de la madera con caractere^

v aplicaciones propias, hasta yue los nc)rteamericanos perfecciona-

ran, hacia el añc^ i87o, las colas a la caseína resistentes ai agua. En

F,urop^I aparecen los primeros tahieros contrachapadc^s con la pa-

tente yue Vitkousl:i sc,licit<í en I,<]ndres el añcl r884, aunque la

FIGURA 4ó

Yufmtr de un solo tramo, c+on vi,^a surxrrior armado-i d^ madera, sobre el ri^, W,iese(Basile2i) ; longitu^l, a:: mPtri^s; anchuru, 2,d0 metrua.

primera fábrica de tableros clue, al parecer, se estableció en Euro-

pa lo fué en lZeval (IZusia^, hoy "1'aallin (Cstonia), por la socic•-

clad inglesa l'e^2c^stu, Iad., razón pnr la yue se ha desi^nado, du-

rante much^) tiempo, a los tabl^eros con el nombre internaciclnal de

nradc^ra z•erlesta. Per<t éstos no adquirieron verdader<Y de5^trrollci

industrial hasta los primerns añus del siglo actual, merced a los

csfuerzos de Alemania ^- [Zu^ia, que sup^ieron ver, desde el pri-

Iner momento, el e^trac^rdinario ^^alur de esta manufactura ; est;t

rlara ^•ísi^n les permiticí Ilegar a la pa^ada guerra europea cun pc^-

tentes fahricas cíe tabberes, si bicn se diferencial>an la clase v c^afi-

cíad de la fabricacicín de cada uno de estos paises en la materirr

prima c,mpleada ; mientras los tablenls rtacts eran esclusirumentr

de ubedul, especie. de la yue lx^se^n estensos husclues, Alenulnia

lc,s constcuía principalmrnte de c^l;ru»e, esl>ecie trc^pic^^^t de .1^frir:t,

ti(^ FER\:1ND0 N:\JER:\ Y ANf,U1.0

clue acababa ^e descuUrirse y lanzarse al nterca^o nuiclerero eurc^pe^^

rle LI.Imuurl,Yo, que, al tlarse cuentn cle las condicic^nes óptim^ls yu^^t^tita madera reunía para el ^lesenrollo, recogiú v mon^polizcí slt cc^-

mercio v transformación.

Fiacrxw 41

1'as^atilc^ra de v:u^g^u:u'di;i de los 'La^padores n^,rtcanieríranos. Sólo íx madrra ^^erniiCecunsu^uir pn lioc[is hora^^ un^^ ^r,i^advrtt 4ui rt3cicttYc ^•omu Li•Ila.

La^, nrresi^lacie•s cl^• I^i na^riente a^^ia^•i^^n frt^nrrsu, clurante I^ipt^sada ^uerra europe^, en m^ideras li^eras 5^ resistentes ^t los agen-t,es atmosféricos, calor y humedad, hirieron desarrollar r^ípidamen-te en este país la fabricaci^n d^° tableros con colas .I la c<lseína.

Casi siniult^neaiaente ^iPrirc•cio en Fap^ui<< la priltter;l fál>ric^ide tatyleros, que se iitstal^S ^^^t Valencia, el año tqt^, e^tendién-

LA TL^C:VICA EN Fs, F.MPLEO Y.\YL1C.ICIOA45 DE 1..1 n+:^ur•.r.:^ ti^

^l^^se ^^st ►^ri^^rmente estck índustria, primer ► +, a 13.kr ►rl ►inrk, ^• dFS-

^^ur^s a! \clrtk^, en Guiplízcoa _^- ^'iz^a_^•a^, _^^ Iíltimamente, ^1 ^rin-

t^indEr.

IMPORTANCIA DEL OI^UME EN LA I'AI3RICACiÓti DEL TAI3LER0

co!vTRACHAPADO. Il^sta nllestrc ► 3^Io^^ilniento, en 19,,6, el £o pc^^r

Ftucran 4 C

I^ekttllN ^lcl eleganke 1'otactio ^lv !a h7ader^a, i^unti^uró en la Esp^^^iciGn de Yaris dF 19^37 ^^ que

fu^ i•r.n^lrufdo en Lre•ve eepacin ^le tirrnkio.

► oo de los tableros europeos, con eYCepción d^e las rusos, se construíanele ol:ulne, del klue se esplotah^kn ^knuallnente unas 35o.ocx ► tonelad^ks,d^ las que correspondían cerca cte yo.ooo a Guinea Iap^Ifiuln, ^^ el k-e5-to, ul Gahcín francCa. I_sta produrci ►ín, es ► ^eptu<inclr^ el ►vintiunlo espa-ki ►^Il, t^ue osc^ilal^,k rllreded^^r ^Ir I^is ^o.ocx^ tunela ►1as, se r^^p^irtíri ci ►^i

ss FE12VAtiI^ Nr^JERA Y ANGULO

^i^,*uientr^ mudo : AI^•inania adyuiría la ^nnyor parte, ttn^^s ^^o. ĉxx^

toneladas, constitu^•endo de hecho, por esta circunstancia, rl ^>ucr-tu cle^ 1 Iamburgo la boisa intc^rnai ionul del nkume ; 1^ rnncia im-

portaba alrededor de las 8o.ocx^ tuneladas, ^^ el resto, p+^r ptqueiiaspartidas, ^•arios paises.

Vemos, por consiguient^^, que, 1 pesar de t^ner l^rancia y Ia-

paña el nionopolio de la producción del okume, su corrtercio qt^e-

PICiJRA 4^J

L'abc116u en con^struccibn con vlgas o-irmadus dr muderu dr :3U metrus il^^ luz _̂^ 1.U00metr^og cuadradoH de Fup^•rfl^^ie cubie•rt^^ : l^.cpus^iclf,n de Y,^rfs d^• 14:57,

clriha prácticamente ^lesplazad^t de estos dos p^úses ; I^ rancia c^>n_

ser^•aba una pequeña parte, para ir a parar, en su casi totalicl^^^l,a Alemania, que era la distrihui^lora de esta ^•aliotia mndera en lu.;rest^intes mercados europeos ; un caso análo^o presentaba rl ^^I:u-nte cspañol.

I^.I nkr^nte (.lukunaeu kluincunn Pierr.) ^es una espe^•ie fore:5ttil yuesblo existe en un1 pequeña extensicín africana (fi^s. ^R y 59;, ^lue

comprende la mayor parte del Gabón francés y unris dos tHr^•c:ras har-

LA TECNICA F.A EL EMPLEO Y APLICACIOVE3 DE GA ^1:1DF.RA 2^O

tes, aprotiimad.•tmente, de nucstra colunia de Guinca. ]'or esta ra-

zún, a partir del año t9t5, en el que se establecicí en Valencia

nucstra primera fábrica de t^bleros, esta imíx>rtante manufactw-a

tomú rápidamente carta de naturaleza en Ftipaña, y en t93o, de

las 30^ fábricas que veremos a a^ntinuación existían en e! tnun-

do, t^ eran españolas ; hoy sr. han elevado a zo.

F1GUR,\ 54

ta^.^.nte:a•:,. cimbr;^ d^^ m:^der:v M1^ra la a^n^4rucciGn de un puente sobre^1 rto Aar (Bernx). Luz, l^p me[ro^; ;rnchur;^, 1{ mrtros, y\olumen de

madera emnlv^adn, 1.40u metroe ^^Gbic^x.

Además del ol.ume, se t•mplean hoy ^arias especies forestales

er. la fabricacic^n de tahler(^s : ha}'a, álamo, abedul, alisn, pir,u dr°Orc.^ón, cedro, etc., en ch^rpas d^e descnrollt>, y- rtsi todas las ma-

cleras de ebanistería en chapas planas.

^'eamos ahora cuál es el estacl(1 mundial de la incíustria dcl ta-

lllero cn el año tg^o, según las tíltimas estadísticas pultlir^tdas en

ln^laterra y reco;idas en lr^ obra Pltirwood its prodiactiort, u.se a^tclpro^erties (A. Mora).

yo f^>ik v^ti ta iv.í) r:u.a y^ .anrcur.o

La industria del tablero en el mundo

^ h'^SLri- ^ - ^'

^f^ U S ti t' )1 UE^pnrtn- I^nport^r ^

Kf:^^luA}a IIF:I. ^Il'Nl^u r.aa^^.aa•

hlri^ida^

} ro^l urri^^u

tm-.^'utul

tm•,

Por ha-bitautecu kgs.

rión

Im..

^•ióu

t.m^+.

I^;nruptt ..... ...........\rnéri<:a del '.Vorte....:1.ia ......................

^46814

505.000250.I1ft0

4>i.0(N)

40Q1lUO'^33A(^146.000

0,761,8(10,14

Ií15.000t7.O00--

--

9ii.000:\tt>ira,lia ................. 1 i 11.OrN) 16 001) ],68 5.L't><):América clel $ur....... - - 14.U00 O,l`3 - 14.O11^\frit,ti 2 1.U1^ F.otX1 0,04 - 5.000

305 z'315.000 ^4l5.OpU 1?2.000 1?`l.Otw !I

IMPORTA\CIA INDUSTRIAI. DEL TABLERO. 1:1 tab!c^ro r'ontrn-

rh^ip<<du citnstituyó, rn !os tit:mp^,.5 d^e su aparicirín, una rc•vulu^•iún

incluslrial, pur su indeformahilidad, resistt°nt^itr ^^ rc^modidad de

^^m!^leo ; hn^- se extiend^' p^tr tudas p,trtes, ^• su <•oñsumo h;i de ir

aumetttanúo r^n progre^irín l,reométrica (fi^. 60) ; la aviacicín ha

c^,nsumi^lo ^' cunsutne grandes ^cantidade^ ; lus rstudi^}s de ^•r^It'.

r•stniidades fahulosas, y]xrr mornentus, lo qu^r al principio naciú

i^^>mo madera de ehanistería, se mete por lodas partes hrtsta yue-

rer desplazar a la madera ^^n l:i carpintería m^rs ordinaria.

IIoy se puede asegurar que el arte de la madera sufriría un

rudu f,rolpe si dc^sapareciese el tahl^ero : ni el mueble de madera,

^^on su clasica e indiscutihle belleza ; ni la suntuosidad de las mo-c!^^rnrts deroraciones de interiori^s podrían subsistir (fig. 6}).

EMPLEO DEL TABLERO EN LOS ENCOGRADOS DE HORMIGÓN, Ett-

tre las últimas aplicaciones del tablero, dentro de la carpintería de

armar, están los encofrados de hormi^6n.

Sus ventajas con rclación al e.ncofrado actual de tablas y tablo-

nes son nurnerosas : no se raja ni se asti!la, es de c.olocación y c!a-

^^ado fáci! v de desencofrado rápido ^^ sin p^:rdidas ; además, como

los t.rbleros tienen un espesor uniforme v las caras son c:ompleta-mente lisas, dan superfic•ies de dcsencofrado perfectas, sin necesi-

dad de retotlues de nin^una clase, t^a que el hormigbn no puedt•

aclf^erirse ri la madera (figs. Eiz ^^ 63).

1;n ^rt^^ndes sul}erficir^s, como los tableroti scn dr ^ x r metros,

tienen dirz ^^ec^°s mt^nos junt^ts ^lue el encofrado corriente. I'or otrri

LA TÉCNICA EN EL E\IPLEO l' aPL1G4('iOYES AE 1..\ U.\UF.R.4

4:elr e f[lerdf l{Neenrlarrfva[ {. ess de Is e

mblad^ra^er led• I•i[[[{N df labl[ie d[ mi

afr,.

truoriCin de ^^at^• h:u^^{{r, el ahurr^^ hu^'idn dc '3.n^50 tunel.{d;i^ d^^ a{^r•r+^,

parte, se pueden hacer clesapslrecer lrls juntas l^e^;r<uic]u encima ^ll-

rs(as estrecllas b^incla^ ^Ic p^Ipi^l u^le tela.

AI lwner los triblrros en ul^ra, es n^:cesari^I tc•n^^r en cuent<I ^^u^•

la resistencia de éstos a la flesi{ín es muv distinta, se^iín ^lue I^{s

fibras de las caras exteriores sean p^ir^Ilelas {{ perpen^iculares a I{ls

apoyos ; en esre tíltimo ^aso, la retiistenci,i {^s m^í^ini,I.

1^ tuUti_a al

I,a armadat nurl^an{rril•t{»x l^usc^e la^^ conv-trucril+nes dr {nxrlYt"^ m^c^ ^í^^{ntFSC.a^ Qt4mw^du, I^ate h.{ugar, hun:vtruf{lu cun e^mi^•r-tures dc .{ceru ^istema du a^^illo, tien^• 7^^mrtr^^s d^^ luz, una lon^ituii dl^ 3inU me^t^ru^ ^^nna altura ^^n la claAVe 4e• 4^ lnl^tru.^^. f^] em-pl<•l^ d^ ]lw uon+.^cGn^rw ha 9x•rmitido econu-miu.u•, durantr el año^ 144'l, ^c•^{ín ^•1 in-f^^rn^{e dcl Comitlz 4e 1'ru^iurciúu d^• {7ucrrl3r lo^ l^;ste{dus 1'uidn^, ^nris ^1^• 4^uU.nOn tan^'-la^lxis de aoeru al I^ntlcr rccmUlRZar o^^n l•oe{5-Iruc•cion^^v llt• ma^9rra las quE• nnriualnu•ntes^c+ ha^•Pxn ruu dichn uiac^ria! mrt^ílic^o: en Ia

91

92 FER\ANllO NpJERA 1 ANGUI,o

Como orientacíón, diremc;s que en la pr^c!ica se cargan los ta-

bleros de ^ milímetros, con apoyos separados a^o centímetros, cnn

20o Icilos por metro cuadrado ; si los tableros son de ^ milímetros.la rt^isma carga permite una separaci^>n para !os apovos de .^o cen-

tímetros.Otra ventaja del encofrado con tableros es la de permitír rol•^-

car en la superficie medias cañas y cualquier dihujii que se quier:r

salga en la cara del hormi^ón (fig. 6.}). 1" por tíltimo, el lahlrro se

presta especialmente para el encofrado de superficies cur^^as y ala-

FIGIlRA ú^

Sala de ftestxs, de 50 meU•oe de lvz, en NiLrenberg (Alemarnla).

beadas, tan difíciles de conseguir con el sistema corriente. 1?n este

caso, es necesario hacer dos observaciones : la primera se refiere a

que el c•urvado de los tableros cíeherá hacerse de modo que las fihras

de sus caras exteriores sean par-dElas a las generatrices de las su-

perficies que se quieran obtener, y]a seí;unda, a que el diámetro de

curvatura ha de ser tanto rnayor r.uanto rnás grueso sea el table-

ro ; rrn tablercl cíe 3 mílímetros admite, como diámetro mínirno de

curvatura, el de 3fio milímetros, y si pasa a 5 miJímetros, el diá-

metro de curvatura no deber{i bajar de 60o milímetros.Csiste como modalidad el tahlero larninado, que se diferencia

LA TÍiCNIC:\ Eti EL Eb4P1,F,0 Y APLICACIOtiEti UE LA TSAUER.\

drl cuntraclla^^cld<, en yue el alntn está forma(3a de list(,nes de re-cortes de rstos u de listunes macizos encc^lados de mocln (lue ^ us

caras de junta sean perl^endictllares a las cara5 ecteriores ;(^, tant-

bíén indef(,rmable \• mrlcho más resistente.

},I, TABI,ERO CONTRACHAPAT^O COV COLAS DE RESI?^AS 5I^7Tr-

TiCAS. Recirntemente ha sufrido el tahlero una ^r(,funda transfrn'-

mación, tant(, en su resistencia com(, en 1-I térnica de su fahricación,

con la aparicic5n de las coltls de rFSinas sintética^ (°n f^rma de pe-

lículrt ; citaremos comc^ la n^as importante, pvr ser la que actual-

I'IGURA :73

^`unstweclGn de la ^^ubieMa dr madrra ŭc luti an^rnc,y Qr la rataolbn ií^• ^•u^^^•uhu^ue.

nt(^nte se ernplea en av•iación, los aviones musquit^, ingl(^ses a base

^le ella están hechos, la yue está fabricada a ba^ti^ de bakelita, de

la yue más a(lelante n(s ucup^Iremos. En Alemania se prepara el

tip(, I ►amad„ te,^,,^il^n, (lur tanthirn se en^plea ftmdamentaVmente

^^n aviación.

Se prepara en r(,Ilus de unos 1.(xxt n:etros de largo con un,i

anchura de a.IOO metrus ; el snport(^ es pa}^el finísim(>, c1e espe^ures

cumprendi(I^>s entre 7 centésimas v 1 décima de milímetro.}:; prensado se hace en caliente, ^• el encoladc, tiene una resis-

tencia estraordinaria ; permite c(,nstruir tnhleros de{^<rdísimos dc

espesor uniforme ;^ juntas de enc(,lantiento que pr^cticamente no

FtiRNA\UO :V.\Jt:R:^ Y ANfULO

se ven ; es corriente en esta clase de tableros el de tres chapas de

a^edul, que, con las dos juntas de encolamiento, tiene un espesur

total de 8^lécimas de milímetro.

I;I. TABLERO COIr'TRACHAPADO ONDULAU(^. Ile^^it•nlc^menle ba

apart•cido el tahlero ondul^do, al quc vamos a drelirar unas líneas,

ti^a que por su resistencia ofrece un amplio campo a la in^lustria dr

la construcción.

Esta modalídad del tablero contrachapado se d<^be a las in-

r^^^,^^^^,. .,+Snlx ^If^ r.sposirion^•s, d^^ :SR im•tr^^s ^l^• luz. en lire^lau.

vestigaciones del tantas ^•eces citad^^ l.ab^^r.ituriu I^urestal de \I,^-

rlison, que cree est^tn toda^^ía p^^r d^e,1•uhrir un ^ran n^ímer^^ dc

las aplicaciones de que es susceptihY^^ di^•ha manufactura encolada.

Lri may^or resistencíri de los tahleros ^mdul:icl^^s de ^ milíme-trns, f rahajando a fle^i^^n estática, permit^^ un ahurro dr^ neso d^l

,^,o pur ^<x> s^^hrr^ 1^^s tahler^^s c•urrientrs ; en los r^.tifuc rz^^s ^le t^^r-

^i6n, el rihorro es mucho ma^^or.

l:n l^ T:zposición de P^irís del nñc^ ^c^^^ se cunstruy^í, en ^•lI'rilacio de la Vladerr^, una pas^rela (fi};. ^i5) clc tablero ^^ndul,^clo

lx^ra una liiz dr ; metrc^s v^^ar^as de ^n<^ I<ilns nit^^r^^ ruadradu, ^^^^n

LA Tf:CN1CA E\ EL EMPLEO }' :^PL1C:1CIp\ES DE LA hL^DEH:\ 9i

un peso total de la estructura de .,;u I:ilos ; cun cargas superioresa la calculacl<F n(i se presentb clefurmaci('^n al^,runcF ni flecha apre-

ciable."1'anto para estructuras aer(>náuticas com(i para diversas claseti

(le cubiert^is, se consiciera de e^tra(Frdinaric ► interés esta nueva ma-

nuf.u•tura, que, pc>r c^tra parte, (^^ tan fácil de hreparar i^<^nul la de

tahl^eros curva^ios en un sol(^ sentido.

I'tccrtt,^ 55

\'iet.:^ pur deb:rjo ^la una Fk^"arela de ntade^ra cunstru(^1:^ e^n I:^ l^]x-T>nhicifin d^^^ 1'nrír;.

Para prepar^lr t<ihleros cun'ados se en^plean muldes de alumi-

nio fundido, entre lus que se cc^locan las cha^as yue han de furtnar

.ryuéllos, v el cc^njunto se mete en la prensa. 1?s de ^;ran iluport.in-

cia en est(^ls moldes que lrls carrls cóneava ^• c(rln-esa c(^rresp^n(lien-

tes sean concéniricas con radic^s cleterminados para cada ^ruesrr(ie encolado, yue, por ^>tr^: pclrte, no se deheran reh^iszu• al ejercerIn presiún, para e^^itar un encolado (iesi^u^ll.

al colocar la n^aclera en I(is mul(.íes, es necesariu tener muv en

cuenta que las ch^lpas ^-ruesas sF`^l^r ^^e pue(len cur^'ar en el sentid(1

96 FER^IANI^ NÁJERA 1' ANf,ULO

trans^^ersr^l a las fibras, mientras ^lue las delgad,is se curr•arán en

el mismo sentido de éstas.

FL TABLERO BLIhDAi)O. I'or iíltimo, citarcrnos a los fablcros

hliitdados, que no son más que tableros contrachapados refor^^dos

con chapas de metal y que, según la colocación de éstas, pucden ser

de dos clases : ron una o dos chap^a:^ metálicas interiores o con dos

e^teriores. I,as chal>t^s de m^etal que se emplet^n pueden ser de acero,

cobre, plomo ti' zinc.

F3CURA ^6

Yabellón con cubierta de mHdera en panal, ik^ru la ^^a19 de iniiquiu.^^ d^• un:^ vrrreríu.Luz, 29 meu•os.

La fabricación es e^trern.^darnente delicada, v^i que coi^to el

prens^ido hri cle hacerse en ^ali^nte, pruduce efec-tos upu^stos enlas chapas ^le meté^l ^• de m^idera ; mientris ést^t sr contrae, ^iyuél

se dilata, ^', por consiguiente, si el calentantiento se prolont;a ^le-

masiado, resulta un cncul^ido ^í^^fectuoso.

Las partes inás delicadas de estos tahleros s^^n lu^ bordes, clueeligen una protección especial.

Se ha tr^^tado de emhlear esta clase ^le tr^bleros con chapas deplomo para protección contra los rayos I^oentgen, pero por elefectr^s

cJe fabric<i^^ibn no se ha e^tcndido su uso.