Ecofeminismo y Ambientalismo Feminista

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183 ARGUMENTOS ˆ UAM-X ˆ MÉXICO Las primeras conexiones entre el femi- nismo y la ecología que dieron origen al ecofeminismo se encuentran en las utopías literarias de las feministas de la década de 1970. 1 El término “ecofemi- nismo” se refiere a una pluralidad de posiciones que han girado en torno a los movimientos de finales de la década de 1970 hasta principios de la de 1980: el movimiento feminista occidental (radi- cal, liberal y socialista) y el movimiento pacifista. Aunque el ecofeminismo surgió en distintos países casi al mismo tiempo –en Francia, Alemania, Estados Unidos, Italia, Japón, Venezuela, Australia y Finlandia–, 2 Estados Unidos fue el que dominó las primeras aportaciones a la corriente ecofeminista. 3 El ecofeminismo en Estados Unidos giraba en torno a dos corrientes: el femi- nismo radical/cultural/espiritual, que tendía a resaltar la afinidad “natural” de las mujeres con el mundo natural y el que se orientaba hacia perspectivas polí- ticas más sociales derivadas del socialismo y el marxismo. 4 Sin embargo, al ecofeminismo se le ha identificado principalmente con la corriente radical/cultural/espiritual. Esto ha ocasionado que se le critique de “esencialista”. 5 El intentar hacer una ECOFEMINISMO Y AMBIENTALISMO FEMINISTA ECOFEMINISMO Y AMBIENTALISMO FEMINISTA ECOFEMINISMO Y AMBIENTALISMO FEMINISTA ECOFEMINISMO Y AMBIENTALISMO FEMINISTA ECOFEMINISMO Y AMBIENTALISMO FEMINISTA Una reflexión crítica Érika Carcaño Valencia 1 Una primera voz fue la de Rachel Carson (1962), quien alertó al público e incitó a la gente a reaccionar en contra del abuso de los pesticidas químicos. Fue hasta 1974 que Françoise d’Eaubonne adoptó por primera vez el término de ecofeminismo. Lo hizo para representar el potencial que tenían las mujeres para encabezar una revolución ecológica que conllevara nuevas relaciones de género entre hombres y mujeres y una relación distinta entre los seres humanos y la naturaleza (Mellor, 2000). 2 Mary Mellor, “Nature, (Re) Production and Power. A Materialist Ecofeminist Perspective”, en Fred P. Gale y Michael M’Gonigle (eds.), 2000, p. 59. 3 En Estados Unidos las primeras propo- nentes del ecofeminismo se reunieron en el primer congreso ecofeminista en marzo de 1980 en Amherst, Massachusetts: “Mujeres y Vida en la Tierra”. Fue una respuesta a la crisis generada por el accidente ocurrido en la planta núcleo- eléctrica de Three Mile Island en 1979. En este evento se analizaron las relaciones entre ecología, salud, feminismo y militarización. María Mies y Shiva Vandana, “Del porqué escribimos este libro juntas”, en Verónica Vázquez García y Margarita Velázquez Gutiérrez (coords.), Miradas al futuro, PUEG/CRIM/CP, México, 1998, pp. 71-94. 4 Mery Mellor, op. cit., p. 64. 5 El ecofeminismo esencialista considera que las diferencias tienen sus raíces en la propia naturaleza diferencial de hombres y mujeres, lo

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CRÍTICA DE LIBROSCRÍTICA DE LIBROSCRÍTICA DE LIBROSCRÍTICA DE LIBROSCRÍTICA DE LIBROS

Las primeras conexiones entre el femi-nismo y la ecología que dieron origen alecofeminismo se encuentran en lasutopías literarias de las feministas de ladécada de 1970.1 El término “ecofemi-nismo” se refiere a una pluralidad deposiciones que han girado en torno a losmovimientos de finales de la década de1970 hasta principios de la de 1980: elmovimiento feminista occidental (radi-cal, liberal y socialista) y el movimientopacifista.

Aunque el ecofeminismo surgió endistintos países casi al mismo tiempo–en Francia, Alemania, Estados Unidos,Italia, Japón, Venezuela, Australia yFinlandia–,2 Estados Unidos fue el que

dominó las primeras aportaciones a lacorriente ecofeminista.3

El ecofeminismo en Estados Unidosgiraba en torno a dos corrientes: el femi-nismo radical/cultural/espiritual, quetendía a resaltar la afinidad “natural” delas mujeres con el mundo natural y elque se orientaba hacia perspectivas polí-ticas más sociales derivadas del socialismoy el marxismo.4

Sin embargo, al ecofeminismo se leha identificado principalmente con lacorriente radical/cultural/espiritual. Estoha ocasionado que se le critique de“esencialista”.5 El intentar hacer una

ECOFEMINISMO Y AMBIENTALISMO FEMINISTAECOFEMINISMO Y AMBIENTALISMO FEMINISTAECOFEMINISMO Y AMBIENTALISMO FEMINISTAECOFEMINISMO Y AMBIENTALISMO FEMINISTAECOFEMINISMO Y AMBIENTALISMO FEMINISTAUna reflexión crítica

Érika Carcaño Valencia

1 Una primera voz fue la de Rachel Carson(1962), quien alertó al público e incitó a la gentea reaccionar en contra del abuso de los pesticidasquímicos. Fue hasta 1974 que Françoised’Eaubonne adoptó por primera vez el términode ecofeminismo. Lo hizo para representar elpotencial que tenían las mujeres para encabezaruna revolución ecológica que conllevara nuevasrelaciones de género entre hombres y mujeres yuna relación distinta entre los seres humanos y lanaturaleza (Mellor, 2000).

2 Mary Mellor, “Nature, (Re) Production andPower. A Materialist Ecofeminist Perspective”,en Fred P. Gale y Michael M’Gonigle (eds.),2000, p. 59.

3 En Estados Unidos las primeras propo-nentes del ecofeminismo se reunieron en elprimer congreso ecofeminista en marzo de 1980en Amherst, Massachusetts: “Mujeres y Vida enla Tierra”. Fue una respuesta a la crisis generadapor el accidente ocurrido en la planta núcleo-eléctrica de Three Mile Island en 1979. En esteevento se analizaron las relaciones entre ecología,salud, feminismo y militarización. María Mies yShiva Vandana, “Del porqué escribimos este librojuntas”, en Verónica Vázquez García y MargaritaVelázquez Gutiérrez (coords.), Miradas al futuro,PUEG/CRIM/CP, México, 1998, pp. 71-94.

4 Mery Mellor, op. cit., p. 64.5 El ecofeminismo esencialista considera que

las diferencias tienen sus raíces en la propianaturaleza diferencial de hombres y mujeres, lo

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clasificación precisa de las diferentesposturas ecofeministas, así como de susprincipales autoras, resulta complejo yse podría caer en un reduccionismo. Porejemplo, Ariel Salleh una ecofeministasocialista ha sido criticada de acercarsedemasiado a los terrenos del esencia-lismo.6

Vandana Shiva, nacida en la India, hasido una de las voces más influyentes delecofeminismo en todo el mundo. Supensamiento se basa en la religión y lafilosofía hindúes que describen el“principio femenino” como la fuente devida y la base de un desarrollo susten-table. Asimismo, critica el modeloeconómico dominante, ya que propagalas técnicas de plantación de monocul-tivos tanto en los bosques como en laagricultura; considera que el sistemaeconómico indio tradicional preserva larelación mutua con la naturaleza a travésdel policultivo, cuyo objetivo es laproducción de subsistencia local coninsumos propios.7

Shiva critica la revolución verde pordesarrollar especies de semillas quedemandan mayores cantidades dequímicos, fertilizantes y pesticidas, asícomo mayores cantidades de agua. Esto,aunado a que los agricultores tienen quecomprar semillas nuevas cada año –yaque las comerciales producen semillas queson estériles–, desplaza la prácticatradicional de selección de semillas desus propias cosechas. La pérdida de diver-sidad y de especies y el control comercialde las semillas ha sido una de las princi-pales preocupaciones de esta autora. Ellaha extendido este análisis a todos lossectores del aparato productivo capi-talista, condenando sus sistemas tecno-lógicos y organización del trabajo.

Para la ecofeminista socialista8 ArielSalleh la vida de las mujeres está inter-

que sitúa a las mujeres más próximas a lanaturaleza y, por lo tanto, más proclives asolucionar los problemas medioambientales. Lacorriente radical/cultural/espiritual destaca lasconexiones históricas, biológicas y sociales entrela naturaleza y las mujeres, por lo cual consideraque el dominio del orden patriarcal es el causantede la explotación y opresión tanto de la mujercomo de la naturaleza.

6 Mery Mellor, op. cit., p. 65.7 Rosi Braidotti, “Mujeres, medio ambiente

y desarrollo sustentable. Surgimiento del tema ydiversas aproximaciones”, en Verónica Vázquez

García y Margarita Velázquez Gutiérrez(coords.), Miradas al futuro, PUEG/CRIM/CP,México, 1998.

8 El ecofeminismo socialista considera que elorigen de las diferencias de relación que hombresy mujeres mantienen con el entorno está en lasfunciones socialmente asignadas a cada uno delos géneros: la reproducción social y el cuidadodel grupo familiar condicionan que sean lasmujeres las que tienen un contacto más directocon los recursos naturales (agua, suelos, bosques,etcétera); especialmente en sistemas económicosde subsistencia. Es importante resaltar que deese contacto más directo se deriva un conoci-miento diferente, cotidiano, basado en lo concretoy con mayor capacidad y sensibilidad parapercibir los problemas medioambientales quepuedan afectar a la vida cotidiana, la salud e

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conectada en una red de relaciones socialesque son parte de una realidad material,por lo que ella propone que un materia-lismo histórico ecofeminista explore laconexión entre las diferencias biológicasde hombres y mujeres y la construcciónsocial que gira en torno de ellas.

En la postura de Salleh, en mi opi-nión, es necesario agregar las relacionesde género que se construyen al interiorde las sociedades. En efecto, el mate-rialismo histórico explica la totalidad deldesarrollo de las sociedades humanascomo un complejo de procesos dialéc-ticos cuyo estímulo primordial es laacción del ser humano y del mundomaterial que lo rodea en el proceso social,pero es importante hacer hincapié en lanecesidad de analizar bajo esta posturasi estas fuerzas productivas materiales dela sociedad han entrado en contradiccióncon las relaciones de producción exis-tentes.

La postura de Shiva, así como la deSalleh, convergen al plantear que ladominación que se da en la sociedadpatriarcal se sustenta en las relacionessocioeconómicas de la sociedad indus-trial que ha llevado a la crisis ecológica.

En este sentido, las mujeres sonconsideradas como “cuidadoras innatasdel planeta y víctimas de la degradación

ambiental, ocurrida debido a un modelode desarrollo que atenta contra la natu-raleza y la población femenina. Estaúltima, por ende, es concebida comoagente de cambio y liberación, dada su“perspectiva de sobrevivencia” o “princi-pio de feminidad”, a partir de cuyaactuación será posible restaurar unarelación armoniosa entre ambiente ysociedad.9

Bina Agarwal sugiere un marcoalternativo el cual llama ambientalismofeminista. En este marco se entiende larelación de las mujeres y de los hombrescon la naturaleza enraizada en su realidadmaterial y en sus formas específicas deinteracción con el medio ambiente. Paraesta autora el razonamiento feministacon el que está construido el ecofemi-nismo resulta problemático ya que:

1) postula a la mujer como una categoríaunitaria y no diferencia a las mujeres segúnsu clase, raza, etnicidad, entre otros fac-tores; 2) ubica la dominación de las mujeresy de la naturaleza casi exclusivamente enel campo de la ideología, ignorando lasfuentes materiales de esta dominación; 3)aún en el campo de las creaciones ideoló-gicas, dice poco sobre las estructurassociales, económicas y políticas dentro delas cuales se producen y transforman estas

incluso la supervivencia del grupo familiar. Lasecofeministas socialistas proponen la construcciónde una sociedad basada en una nueva relaciónentre los géneros y una relación distinta con lanaturaleza.

9 Margarita Velázquez Gutiérrez, “Hacia laconstrucción de la sustentabilidad social:ambiente, relaciones de género y unidadesdomésticas”, en Tuñón Pablos Esperanza (coord.),Género y medio ambiente, Plaza y Valdés, México,2003, p. 88.

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creaciones; 4) el razonamiento feministano toma en cuenta la relación que vivenlas mujeres con la naturaleza en oposicióna la relación que puedan concebir los demáso ellas mismas; 5) se puede considerar quelas corrientes del ecofeminismo queatribuyen la conexión entre las mujeres yla naturaleza a lo biológico están adheridasa una forma de esencialismo. Esta formula-ción desaparece frente a la evidencia ampliade que los conceptos de naturaleza, cul-tura, género, etcétera, se han ido constru-yendo histórica y socialmente y varíanentre una cultura y otra, en el interior deuna misma cultura y de una época a otra.10

Considera que el vínculo entre lasmujeres y el medio ambiente está deter-minado por una estructura que compren-de diversos aspectos, incluyendo género,clase (casta/raza), organización de laproducción, reproducción y distribuciónde ingreso. Al mismo tiempo, resalta quelos procesos de degradación ambiental yde apropiación de los recursos naturalespor unos cuantos tienen implicacionesespecíficas de clase, género y ubicacióngeográfica; “son las mujeres provenientesde áreas rurales y familias pobres las queresultan afectadas de manera más negativay las que han participado más activa-mente en los movimientos ecológicos. Porlo tanto, no se puede considerar a las‘mujeres’ como una categoría unitaria”.11

Agarwal sugiere que las feministasdeberían de cuestionar y transformar lasnociones respecto al género, además deluchar en contra de la actual divisiónsexual del trabajo; por su parte, lasambientalistas también deberían cuestio-nar y transformar las representaciones dela relación entre la naturaleza y la gente,además de los actuales métodos deapropiación de los recursos naturales parael beneficio de unos cuantos.12

En términos de acción, esta perspectivallamaría a luchar por los recursos y lossignificados. Implicaría lidiar con losgrupos dominantes que tienen la propie-dad, el poder y el privilegio de controlarlos recursos, y éstos u otros grupos quecontrolan lo que se piensa sobre ellos através de los medios de comunicación einstituciones educativas, religiosas ylegales. En el frente feminista habría lanecesidad de desafiar y transformar lasnociones sobre género y la división mismadel trabajo y de recursos entre los géneros.En el frente ambientalista habría lanecesidad de desafiar y transformar nosólo las nociones sobre la relación entre laspersonas y la naturaleza, sino también losmétodos mismos de la apropiación delos recursos de la naturaleza por unoscuantos. El ambientalismo feministasubraya la necesidad de enfrentar estasdimensiones desde ambos frentes.13

Finalmente, señala que el enfoquesugerido por el ambientalismo feminista

10 Bina Agarwal, “El debate sobre género ymedio ambiente: lecciones de la India”, enVázquez García y Velázquez Gutiérrez, 1998,p. 244.

11 Ibid., p. 249.

12 Rosi Braidotti, op. cit., p. 52.13 Bina Agarwal, op. cit., p. 250.

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requiere de cambios complejos e interre-lacionados en la composición de laproducción; en las tecnologías que seusan para la producción, los procesos apartir de los cuales se llega a decisionessobre los productos y las tecnologías, lossistemas de conocimiento sobre los cualesse basan las decisiones y la distribuciónde los productos y las tareas por clase ypor género.

C O N C L U S I Ó NC O N C L U S I Ó NC O N C L U S I Ó NC O N C L U S I Ó NC O N C L U S I Ó N

Abordar las cuestiones de género ymedio ambiente representa un retoteórico, que lleva a la necesidad deexaminar con detalle aspectos relacio-nados con la redistribución y el desa-rrollo. Éstos ya no pueden ser vistos bajola neutralidad de la ciencia, ya que comoproceso dinámico y complejo se requierede una pluralidad de perspectivas –noadmisibles dentro de la teoría neoclásica,ya que no hay lugar a la multidisciplina,y los problemas ambientales se reducena externalidades, fallas de mercado,definición de derecho de propiedad yvaloración de la naturaleza. El ecofemi-nismo, no obstante que se le ha criticadode esencialista –en el entendido que estascríticas han girado principalmente entorno a aquellas corrientes que atribuyenuna relación directa entre las mujeres yla naturaleza a lo biológico–, es unareferencia obligada para analizar pro-puestas que tienen que ver con la relaciónentre el medio ambiente y el género. La

contribución que hace Agarwal con supropuesta alternativa de ambientalismofeminista es importante en la medida enque toma en cuenta para su análisis lasdiferencias de sexo/género, así comoclase/casta/raza, organización de laproducción, reproducción y distribuciónde ingreso, ignoradas en algunas corrien-tes ecofeministas. Estas posturas conver-gen con la economía ecológica (EE) aldesarrollar nuevos paradigmas queintegran procesos económicos, ecológicosy culturales. Asimismo la EE da cabida alos planteamientos teóricos que integrana los diversos actores que participan enel proceso transformador de la sociedad.

B I B L I O G R A F Í AB I B L I O G R A F Í AB I B L I O G R A F Í AB I B L I O G R A F Í AB I B L I O G R A F Í A

Agarwal, Bina (1988), “El debate sobre géneroy medio ambiente: lecciones de la India”, enVázquez García y Velázquez Gutiérrez, pp.239-285.

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