Ecología en el mundo grecorromanoCarlos Álvaro Sáiz

La preocupación del medio ambiente no es un fenómeno reciente. Las civilizaciones clásicas se ocuparon de este problema, planteándose cuestiones similares a las actuales

Por otro lado, Platón en su Critias realizó un análisis bastante acertado sobre los cambios medioambientales producidos en el Ática a causa de la deforestación en la zona.

Otros filósofos interesados en la naturaleza fueron Aristóteles y su discípulo Teofrasto, que, a pesar de esta relación maestro-discípulo, tenían una visión opuesta de la naturaleza. Para Aristóteles, la naturaleza estaba creada para el ser humano; creía en una jerarquía en la que el ser humano tenia subordinados a todos los demás seres de la Creación para su utilidad ybeneficio.

Por el contrario, Teofrasto pensaba que la naturaleza no dependía del ser humano, aunque sí se relaciona con éste: un ser vivo no tenía que ser productivo para el ser humano, sino garantizar la continuidad de su propia especie.

Conocedores de la cultura griega fueron sus conquistadores, los romanos, que se vieron muy influidos por éstos en aspectos tales como la mitología, la filosofía o el arte, aunque adaptando estas influencias a su visión pragmática y utilitarista del mundo. ->

El estudio de la ecología en la Antigüedad Clásica, como el estudio de otros aspectos de las civilizaciones griega y romana, no sólo sirve para acumular conocimientos sobre esa época, sino que también es de gran utilidad para comprender que los intereses de un grupo humano en la Antigüedad no difieren mucho de los de otro en la actualidad; en parte porque somos herederos de su cultura, en parte por nuestra condición humana.

Esta empatía con otras civilizaciones y épocas nos enriquece y suprime ese sentimiento generalizado de superioridad respecto a culturas diferentes, tanto contemporáneas como pasadas.

Para abordar el asunto ecológico en la Antigüedad Clásica vamos a fijar nuestra atención en dos aspectos: las diferentes actitudes de griegos y romanos con respecto a la naturaleza y, por otro lado, la incidencia en el medio ambiente que provocaron estas culturas.

La actitud de griegos y romanos ante la naturaleza fue variable según el lugar y la época, conviviendo posturas a favor de un desarrollo natural sostenible y, por el contrario, otras que consideraban que la naturaleza estaba subordinada a los intereses del hombre.

La postura proteccionista del medio ambiente en la cultura griega se vió influida por creencias religiosas y más tarde por la filosofía, que en su periodo inicial cosmológico estaba centrada en comprender las leyes naturales. Más tarde, se enriqueció con la filosofía de Platón, Aristóteles y Teofrasto.

Al atribuir a los dioses los fenómenos de la naturaleza existía la creencia de que la naturaleza era la morada de los dioses, por lo que no se debía alterar el curso natural del entorno. Además, existían numerosos lugares sagrados, tales como manantiales y bosques, protegidos muy rigurosamente, en los que no se podía talar árboles o cazar animales.

Pero esta visión religiosa protectora del medio ambiente se veía modificada cuando entraba en conflicto con los intereses humanos político-económicos y, a medida que los centros urbanos crecían, se necesitaba más materias primas y se generaban más desperdicios, por lo que el impacto medioambiental iba siendo mayor.

Una corriente filosófica que se preocupó por el estudio de la naturaleza fué la de los pitagóricos y el orfismo, quienes creían en la armonía entre la naturaleza y el hombre, en la relación y origen común entre todos los seres vivos, absteniéndose de cazar y de consumir carne procedente de los sacrificios.IES Al

Los romanos creían que si dominaban el mundo conocido era gracias a que tenían una situación privilegiada geográfica, climática y medioambientalmente, puesto que pensaban que la naturaleza influye y determina la historia de los diferentes pueblos y según esto, el suyo estaba destinado a ser superior al resto.

Esta idea, junto con el pensamiento de que un individuo en un entorno rural tenía una moralidad superior a la de otro en un entorno urbano, conforma el determinismo ambiental romano.

Conociendo ya las concepciones acerca de la ecología de griegos y romanos, pasamos a ver los impactos negativos que se produjeron en la naturaleza a manos de estos pueblos.

El crecimiento de las ciudades en la Antigüedad tuvo unas consecuencias medioambientales tanto en el entorno urbano (masificación humana, polución medioambiental, contaminación acústica, generación de desperdicios...) como en toda el áreautilizada por el núcleo urbano para abastecerse (deforestación, sobreexplotación animal, explotación minera, aparición de zonas pantanosas insalubres...) que estudiaremos a continuación.

La importancia de la ciudad en el mundo grecorromano reside en que era el centro de importancia que extendía su dominio sobre su área de influencia, de la cual obtenía los productos necesarios para abastecerse y comerciaba con otras ciudades paraobtener los productos de los que carecía.

Este tipo de política de ciudades dominadoras que ejercían su influencia sobre un área tiene una significación ecológica: Una ciudad de gran tamaño como Atenas, Alejandría o Roma, que rondaban el millón de habitantes, no podía autoabastecerse porque los recursos naturales que podía producir eran inferiores a los que consumían, ya fuera madera, piedra, agua potable, ganado, cereales, carbón... Por tanto, necesitaba de otras ciudades que la surtieran y por medio de la dominación de su área de influencia lograban abastecerse. Gran cantidad de conflictos entre centros urbanos se debían a la voluntad de expandirse para abastecerse de más materias primas o ampliar las rutas comerciales.

Ahora nos centraremos en la problemática ecológica producida en una ciudad. Los problemas que incidían de mayor maneraen el medio ambiente eran la masificación humana, la polución del medio ambiente o la contaminación acústica. Intentaban sercombatidos con zonas verdes en las que los ciudadanos pudieran relajarse y descansar y sirvieran de pulmón ambiental para éstas ya que la incidencia negativa en los ecosistemas no era ignorada por los grecorromanos aunque, como ocurre en la actualidad, se soslayaba en algunos casos porque confrontaba con los intereses políticos sociales y económicos.

Deforestación

La madera era una materia prima vital en el mundo antiguo tanto para generar calor (fundición de minerales, leña), para la construcción (vigas, columnas, infraestructuras), para transportes (embarcaciones, carruajes), para material bélico (escudos, lanzas), para aperos de labranza, etc. Por lo tanto, la deforestación era el principal impacto que recibía la naturaleza en los alrededores de las urbes.

Otro factor que favorece la deforestación, aparte de la tala de árboles, es la quema de zonas forestales, ya sea producida por causas naturales como originada por los agricultores para ampliar su zona de cultivo o en campañas de guerra como forma deestrategia militar.Los problemas medioambientales más significativosfueron:Zonas pantanosas

Una de las consecuencias de la deforestación de un terreno es la falta de absorción del agua procedente de las lluvias o el deshielo, por lo que en zonas llanas pueden llegar a crearse zonas pantanosas de agua estancada en donde proliferan los mosquitos transmisores de enfermedades como la malaria o el paludismo, además de crear zonas de agua inutilizable.

Sobreexplotación de la fauna

La relación con los animales en el mundo antiguo fue variable y contradictoria. Muchas autoridades redactaban medidas proteccionistas para no acabar con algunas especies; reyes y aristócratas cazaban en sitios dedicados a esta actividad y existió incluso un zoológico en Alejandría que contaba con serpientes de pitón, chimpancés, búfalos indios y africanos, jirafas, rinocerontes, multitud de aves exóticas e incluso hasta un oso polar.

Pero en la Antigüedad, la riqueza faunística en el área mediterránea era mucho mayor que en la actualidad. La caza intensiva y la tala indiscriminada, que acababa con grandes zonas boscosas, provocaron la desaparición de estos animales (leones, leopardos, hienas) de esta zona o la migración a las zonas montañosas menos habitadas de otros (linces, zorros, chacales...).La caza de elefantes también fue muy esquilmadora en el actual Magreb, principalmente por su preciado marfil. Otros datos sobre sacrificios o venationes de animales son los que se realizaban de forma lúdica en juegos y espectáculos: en unos juegos ofrecidos por Pompeyo fueron abatidos veinte elefantes y seiscientos leones; Augusto ofreció veintiséis venationes en las quemataron tres mil quinientas fieras, y en la inauguración del Coliseo de Roma fueron aniquilados nueve mil animales. Trajano celebró la conquista de Dacia con juegos donde se exterminaron once mil animales salvajes y esto no era costumbre exclusiva de la ciudad de Roma, sino que estaba extendida por las ciudades provincianas. Además, las fieras eran transportadasdesde lugares muy lejanos y era común que gran cantidad muriera por el camino.

Explotación minera

La actividad minera en la antigüedad grecorromana tuvo especial incidencia en la zona cantábrica y el sureste de la Península Ibérica. A la actividad minera debemos sumarle la deforestación de los terrenos aledaños ya que para la construcción de las galerías y la maquinaria se necesitaba gran cantidad de madera. Como se puede comprobar en las Médulas, la mineríallevada a cabo por los romanos era muy agresiva con el medio ambiente ya que por medio de la fuerza del agua arrasaba cerros y montañas para así llegar al interior donde se encontraban los minerales como el oro. Con esta cita de Plinio se recoge la brusquedad con la que se derribaban los montes para extraer el oro "...quebranto el monte cae por sí mismo, con tan grande estruendo y viento que no puede ser concebido por la mente humana...