Economía verde: el asalto final a los bienes comunes

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    Economa verdeEl asalto final a los bienes comunes

    Compendio especial:BIODIVERSIDADSUSTENTO Y CULTURAS

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    ALIANZA

    BIODIVERSIDAD Contenido

    El tras ondo de la economa verde | GRAIN-WRM-ATALC 3

    La doble cara de la destruccin de los bosques tropicales en Latinoamrica yel Caribe: las revelaciones de la economa verde en AcreElder Andrade de Paula 13

    La privatizacin de la Mata Atlntica: impactos de proyectos de REDD yreservas naturales sobre mujeres y hombres en comunidades tradicionalesWinfridus Overbeek 30

    REDD en Amrica Latina 45 Mxico: Cmo va el en REDD o en Chiapas? | Gustavo Castro Soto 45

    El Salvador: Mercantilizando nuestro ltimo bosquesSilvia Quroa 52

    REDD en Costa Rica: un paso ms en la mercantilizacin de los bosquesIsaac Rojas, Mariana Porras, Henry Picado 57

    REDD en Colombia | Diego Rodrguez Panqueva 65

    REDD en Argentina | Eduardo Snchez 69

    REDD no Brasil y el Carbono alsifcadoLucia Ortiz y Clarissa Trois Abreu 76

    Proyecto REDD en Madre de Dios, Per | Sebastin Valdomir 81

    La economa verde y los mosquitos transgnicosElizabeth Bravo 89

    La agricultura en la economa verde, el uturo que queremos?Soledad Vogliano 94

    Agricultura climticamente inteligente: qu hay detrs?Maureen Santos 101

    Las corporaciones asaltan la naturaleza y a los pueblos (nuevamente)Grupo ETC 105

    Por la unidad y la movilizacin de los pueblos en de ensa de la viday los bienes comunes, la justicia social y ambiental, contra lamercantilizacin de la naturaleza y la economa verdeGrupo de Articulacin Internacional de la Cumbrede los Pueblos por Justicia Social y Ambiental 112

    Las otos de este libro ueron tomadas por Prometeo Lucero, Jernimo Palomares y Antonio Herrera.otos que muestran la erosin de los bosques por incendios y de orestacin. Tambin quisimos mostrar p

    de la cubierta vegetal ambicionada hoy en da por las grandes corporaciones. Fueron tomadas en inmediaciones del Distrito Federal y el poblado de Huitzilac en el estado de Morelos, en Mxico. Las po

    otos de otros autores tienen su crdito en el sitio correspondiente.Las ilustraciones de bosques y selvas son dibujos de Atziri Carranza (ya publicados previamente

    Biodiversidad 61, y muestras del intenso y lcido diseo grfco de varias comunidades nahuas de Tlaxcy Puebla en Mxico, recogidos en la serieGeometras de la imaginacin , Conaculta, Sedeco, Instituto deArtesanas e Industrias Populares del Estado de Puebla e Instituto Tlaxcalteco de la Cultura, 2009.

    sta es una publicacin especial de la Alianza Biodiversidad con El Movimiento Mundial por los BosTropicales (WRM) y Amigos de la Tierra Amrica Latina y El Caribe (ATALC).

    Agradecemos el apoyo de la Fundacin Siemenpuu

    Este compendio es una publicacinespecial deBiodiversidad, sustento y

    culturas con el Movimiento Mundial porlos Bosques Tropicales y Amigos de la

    Tierra Amrica Latina y el Caribe

    Biodiversidad, sustento y culturas es una pu-blicacin trimestral de in ormacin y debatesobre la diversidad biolgica y cultural parael sustento de las comunidades y culturas lo-cales. El uso y conservacin de la biodiversi-dad, el impacto de las nuevas biotecnologas,patentes y polticas pblicas son parte denuestra cobertura. Incluye experiencias ypropuestas en Amrica Latina, y busca ser unvnculo entre quienes trabajan por la gestinpopular de la biodiversidad, la diversidadcultural y el autogobierno, especialmente lascomunidades locales: mujeres y hombres in-dgenas y a roamericanos, campesinos, pes-cadores y pequeos productores.

    Organizaciones coeditoras

    Accin [email protected] Accin por la [email protected] de la Semillade la Va Campesina [email protected] Centro [email protected]

    [email protected] Grupo [email protected] Grupo [email protected] de Coordinacin en [email protected] Uruguay [email protected]

    [email protected]

    Comit EditorialCarlos Vicente, ArgentinaMa. Eugenia Jeria, ArgentinaMaria Jos Guazzelli, BrasilGermn Vlez, ColombiaSilvia Rodrguez Cervantes, Costa RicaHenry Picado, Costa RicaCamila Montecinos, ChileFrancisca Rodrguez, ChileElizabeth Bravo, EcuadorMa. Fernanda Vallejo, EcuadorSilvia Ribeiro, MxicoVernica Villa, MxicoDavid Cardozo, ParaguayNorma Gimnez, ParaguayMartin Drago, UruguayAdministracinLuca [email protected] Vera [email protected] [email protected] Diseo y formacinDaniel [email protected]

    Depsito Legal nm. 340.492/07Edicin amparada en el decreto 218/996(Comisin del Papel)issn : 07977-888X

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    Economa verdeEl asalto final a los bienes comunes

    Esta publicacin es una colaboracin de la Alianza Biodiversidad con el Movimiento Mundialpor los Bosques Tropicales (WRM) y Amigos de la Tierra Amrica Latina y El Caribe (ATALC)

    ALIANZABIODIVERSIDAD

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    Pro undizacin de la crisis climtica y ambientalcomo camino a mejores negocios

    El tras ondo dela economa verde

    GRAIN-WRM-ATALC

    Vivimos tiempos di ciles. La humanidad y el planeta estamos sumergidos enuna trama de diversas crisis que parecen agravarse o enraizarse cada vez ms. Lacrisis climtica se suma a una crisis ambiental ms general, y ambas se agravanproducto de la crisis econmica. Al mismo tiempo, quienes detentan poder paradeterminar posibles cauces de accin nacional e internacional parecen incapacesde identi car soluciones reales. Las negociaciones internacionales giran en tor-no a alsas promesas de solucin, en medio de un ambiente de complacencia yautoengao que nos recuerda el traje del emperador: tenemos rente a nosotrosla evidencia desnuda que las crisis son graves en extremo, pero slo escuchamosaplausos para un manto de soluciones que no son tales.

    A di erencia de lo que ocurra una dcada atrs, ya nadie puede esgrimir au-sencia de evidencia o de conocimiento acerca de la crisis climtica y de la crisisambiental. Fueron miles y miles de organizaciones, activistas y cient cos que sededicaron a invertir todo tipo de es uerzos para hacer conciencia en la sociedady entre las autoridades. La evidencia cient ca y prctica es tan abrumadora,que los intentos por ignorarlas se baten en retirada. Por momentos, cuesta hoyrecordar que no mucho atrs ramos un mundo en que casi todos los gobiernos yempresarios se negaban a reconocer la crisis climtica o, en trminos ms genera-les, la crisis ambiental. Mientras el calentamiento y el deterioro seguan y seguan,

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    los gobiernos hacan poco o nada y las empresas queran que se hiciera menosan. Sin embargo, la conciencia acerca del problema pareci abrirse camino de apoco. Hoy, los llamados a cuidar el planeta surgen de todos los rincones. Desdelas bombillas de bajo consumo en cada hogar hasta grandes edi cios corporativosque no contaminan un pice, nos rodean los ejemplos sobre cmo todos y cadauno debemos hacernos responsables por las crisis y ayudar a solucionarlas.

    Nuestra apreciacin es que el calentamiento global posiblemente resultar ser unade esas uerzas tectnicas que como la globalizacin o el envejecimiento de l

    poblaciones cambia gradual pero poderosamente el paisaje econmico en el queoperan nuestros clientes...

    Dr John Llewellyn, Senior Economic Policy Advisor, Lehman Brothers1

    El crecimiento de la poblacin y el desarrollo econmico estn ejerciendo crecientemente diversas presiones sobre el medio ambiente global. El cambio climtico e

    la mayor de tales presiones..In orme de Goldman Sachs de 21 de mayo de 20092

    Ser que nalmente logramos concientizar a pueblos, gobiernos y empresa

    rios? En parte claro que s y en parte claro que no. La in ormacin que hemossocializado y la experiencia cotidiana han logrado que sectores extremadamenteamplios sepan hoy que los sistemas climticos y ecolgicos han sido pro undagravemente alterados. Por lo mismo, slo una agenda ideolgica de corte dogmtico extremo permite negar en la actualidad que en rentamos una crisis climticy ambiental de proporciones incalculables. Todo indica, sin embargo, que gobier-nos y empresarios no decidieron reconocer lo obvio porque por n vieron la luz,sino porque nalmente lograron idear o entrever ormas de hacer mucho dinerocon las crisis que a ectan la sobrevivencia del planeta. Todos los grandes actorede las nanzas globales3, as como un nmero creciente de ondos de inversinen cambio climtico4 tanto pblicos como privados con el apoyo del BancoMundial, elFMIy los bancos regionales de desarrollo, han elaborado documentos

    donde resaltan una y otra vez las grandes oportunidades de negocios que se hancreado con las alteraciones del clima y los ecosistemas. A ellos se les suma la labor de cheerleaders que ejercen, ms y ms, los gobiernos y los organismos deNaciones Unidas, especialmente elPNUMA, pero tambinFAO y UNCTAD.

    Creemos que hay disponibles excelentes rentabilidades por las inversiones que shagan en empresas que se bene ciarn de los es uerzos por mitigar y adaptarse a

    cambio climtico. En rentar el cambio climtico probablemente ser el mayor temade inversin a nivel global en los prximos 20 aos y ms

    Robin Stoakley, Director de Schroders Climate Change Fund.5

    Invierta en el uturo con productos sustentables del Deutsche Bank. Cuandoexaminamos la economa global, se hace visible la amplitud de las oportunidades

    de negocios en el sector del cambio climtico. Rpidamente las empresas y losinversionistas se estn dando cuenta que el cambio climtico no es meramente unasunto social, poltico o moral, sino tambin un asunto econmico y de negocios.

    Deutschebank6

    Creo con pasin que si re ormulamos los argumentos a avor de actuar sobrel cambio climtico, alejndonos del lenguaje de las amenazas y castigos, yutilizando trminos positivos, en trminos de obtencin de lucro, podemos

    tener un mucho mayor impacto.David Cameron, Primer Ministro del Reino Unido7

    1 http://www.lehman.com/press/pd _2007/

    TheBusinessO ClimateChange.pd2 Goldman Sachs. Change is coming:A ramework or climate change ade ning issue o the 21st century. http://www.goldmansachs.com/our-thinking/environment-and-energy/change-is-coming.html

    3 Los diez mayores entes nancieros anivel global Bank o America, BarclaysCapital, BNP Paribas, Citigroup, CreditSuisse, Deutsche Bank, Goldman Sachs,JPMorgan Chase, Morgan Stanley,Nomura Securities, UBS, Wells FargoSecurities han publicado documentossobre las potencialidades de la economaverde en sus sitios web.

    4Vase, por ejemplo, http://www.schroders.com/static les/Schroders/Market Strategy And News/PR/PressReleases/Climate-change-launch-May2007.pd n

    5 http://www.schroders.com/static les/Schroders/Market Strategy And News/PR/Press Releases/Climate-change-launch-May2007.pd n

    6 http://www.db.com/italia/en/content/1357.html

    7 http://www.guardian.co.uk/commentis ree/2010/nov/28/david-cameron-climate-change-cancun

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    A esta nueva posible rea de negocios se le ha denominado economa verde.De abarcar casi exclusivamente las actividades relacionadas con la generacin deenerga a partir de uentes distintas al petrleo, el concepto hoy se usa de manerams amplia para incluir: la comercializacin de todos los bienes que nos entregala Naturaleza (desde el agua, la biodiversidad y la tierra, hasta el aire, la bellezaescnica, la recarga de los ros y lagos y cuanto proceso natural para el cual seinvente una orma de venderlo8) y todas las actividades econmicas que surgende iniciativas para supuestamente mitigar el cambio climtico y el deterioro am-biental, para adaptarse a ellos o para responder a sus e ectos, especialmente lose ectos nocivos. Agencias como el Programa de Naciones Unidas para el MedioAmbiente (PNUMA), y muchos gobiernos, utilizan en sus documentos una de ni-cin que incluye consideraciones de sustentabilidad, combate a la pobreza, equi-dad e inclusin. Pero tales de niciones se derrumban al mirar ejemplos concretosde implementacin (como los que se discuten en este libro) y en especial al leerdocumentos destinados a inversionistas del mundo entero. A n de cuentas sonlos inversionistas los que estn dando orma real a la economa verde.

    Las ci ras son an vagas. Los estudios y documentos corporativos y guberna-mentales aseguran una y otra vez que existen grandes oportunidades para acumu-lar riquezas (en el orden de los billones de dlares), pero no explican sus clculos

    sobre el uturo ni dan ci ras generales ms precisas. En el mejor de los casos,discuten los casos existentes que actualmente se consideran exitosos. Aun as,las posibilidades de hacer ganancias parecieran ser maysculas. Morgan Stanley,que ha sido de las pocas entidades que ha dado ci ras concretas, indic en 2007que nada ms en el sector de las energas limpias habra ingresos del orden debillones de dlares para el ao 20309. Actualmente, slo el mercado de carbonomueve globalmente cerca de 180 mil millones de dlares al ao10. El mercadototal de bienes y servicios bajos en carbono (que incluye slo parte de losservicios de adaptacin) superara en la actualidad los 5 y medio billones de d-lares anuales (ms del 7% del producto interno bruto global) y est creciendo demanera acelerada11. Esta ci ra queda pequea rente a lo que signi ca privatizarla naturaleza en su conjunto. La ci ra dada muy al principio por uno de los pro-

    motores pioneros de la economa verde es que si todo lo que entrega la naturalezauese convertido en mercanca, el negocio que se creara es equivalente a unas dosveces el producto bruto mundial en su clculo ms conservador12,13.

    Sin embargo, no importa cun brillante se calcule, se vea o se pinte el uturode las inversiones verdes, la economa verde sigue siendo hasta el momento unaapuesta especulativa. Nadie sabe exactamente cunta riqueza se podr acumular,quin la acumular, cmo ser posible acumularla, ni exactamente en qu campo.Es este carcter especulativo lo que permite entender muchas de las caracters-ticas actuales de los emprendimientos verdes y especialmente de lo que estocurriendo con las negociaciones internacionales en torno al cambio climtico ymedio ambiente. Lo que vemos hoy es cmo los grandes capitales buscan crearcondiciones para mover todas las piezas necesarias, no importa cun signi cati-vas, para as e ectivamente garantizar que la economa verde se convierta en unmeganegocio. Para ello se necesitan manos libres y cualquier obligacin o com-promiso vinculante puede ser una molestia. De all se entiende la aparente para-doja de que justo en el momento en que parecemos estar todos de acuerdo no slosobre la existencia del problema, sino adems acerca de su gravedad y urgencia,se derrumban (casi podramos decir por consenso gubernamental-empresarial)los pocos e insu cientes compromisos para hacer algo al respecto.

    La economa de la destruccin. Cules son las apuestas que hacen hoy las gran-des corporaciones con el aplauso de la mayora de los gobiernos rente a ese

    uturo incierto, pero prometedor?

    8 De acuerdo al in ormeTEEB, La Economade los Ecosistemas y la Biodiversisdad (in orme comisionado por elG8, el grupoque rene a los ocho pases con laseconomas ms grandes del mundo yque ser la base de sus posiciones enRo+20 ), uno de los mayores desa osque se en renta hoy es que Todos losdas la naturaleza nos da muchas cosasy de mucho valor, pero la naturalezaesquiva los mercados, queda al margen

    en la jacin de precios y se escapade las tasaciones. http://ec.europa.eu/environment/nature/biodiversity/economics/

    9 Clean Energy: SustainableOpportunities. Octubre 25, 2007. http://www.morganstanley.com/views/perspectives/print/0 bc1272-41a0-11de-a1b3-c771e 8db296.html

    10 Point Carbon. Volume o carbontraded in 2011 grew 19%, buckingdownturn. 11 Jan 2012 http://www.pointcarbon.com/aboutus/pressroom/pressreleases/1.1714530

    11 Llow carbon environmental goods andservices. Report or 2009/2010.Reportcommisioned by the Department oBusiness, Innovation and Skills. Julio2011. http://www.bis.gov.uk/assets/biscore/business-sectors/docs/l/11-992x-low-carbon-and-environmental-goods-and-services-2009-10

    12 Robert Constanza et al. The value o theworlds ecosystem services and naturalcapital. Nature, vol. 387, 15 mayo, 1997.

    13 El producto bruto global se estima hoyentre 60 y 70 billones de dlares. Ver, porejemplo, datos entregados por BancoMundial en http://data.worldbank.org/indicator/NY.GDP.MKTP.CD/countries

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    La primera, por supuesto, es que no se pueden destruir los negocios actualessi es posible sacarles algo ms de jugo y si no surgen otros an ms jugosos. Potanto, si los negocios actuales necesitan quemar petrleo, destruir el medio am-biente o continuar emitiendo gases con e ecto de invernadero a partir de cualquie

    uente, no paremos la destruccin, slo dmosle, o pretendamos darle, un caucecontrolable. Y si contrarrestar el dao o medicar sus e ectos es buen negocio, poqu no destruir un poquito ms para que haya ms que reparar y medicar? En-tramos as a la era de la destruccin programada, la hermana bruta de la obsoles-cencia programada. Por ello, no es sorprendente que las propuestas de economaverde estn tan ntimamente ligadas a las alsas soluciones a las crisis climticaambiental. Como tampoco lo es la absurda discusin de si debemos tener comometa que el planeta de caliente 2, 3 o 4C.

    La lgica de la destruccin es parte de la lgica ms amplia de la escasezproceso bsico de la economa capitalista, que consiste en convertir los bienes nocontrolados por el mercado en bienes escasos, para as tornarlos en mercanca.Todo ello bajo el clculo que mientras ms escaso sea un bien, ms estaremos dispuestos a pagar por l. Y cuando el despojo es total, ya no hablamos de la disposi-cin a pagar, sino de la obligacin de hacerlo. Si todo el que necesitase un pedazode tierra para cultivar o vivir tuviese acceso a ella, nadie necesitara comprar o

    arrendar tierra. La tierra se ha convertido en mercanca cuando pueblos enteroshan sido expulsados de ella, ya sea por el cercamiento, las encomiendas y haciendas, los acaparamientos actuales, etctera. Si todos nosotros pudisemos producirnuestro propio alimento, nadie pagara por l. Si todos tuvisemos acceso al aguanadie se vera obligado a pagar por ella. El cobro se hace posible al concentrarsegente en la ciudad, al deteriorarse y disminuir las uentes de agua, al contaminarlo hacerla parecer contaminada (para, por ejemplo, vender agua embotellada), o

    al construir represas por doquier.La destruccin programada es slo una orma

    de producir escasez. No es algo nuevo y va mu-cho ms all de la economa verde. Para poderlucrar de la mano de obra asalariada, el capita-

    lismo debi destruir los medios de vida que brin-daban sistemas sociales distintos a l en el mun-do entero, y lo hizo jugando la carta de las pro-mesas de la modernidad, pero tambin con lasbalas de las guerras imperiales. Para convertir lassemillas en gran negocio, se impuls la destruc-cin de los sistemas tradicionales de custodia,mejoramiento, goce, intercambio y produccinde las semillas, eliminando as la capacidad demillones de hombres y mujeres del campo paraproducir su semilla. Esa destruccin se sigue im-pulsando hasta ahora; no hay otra orma de en-tender, por ejemplo, por qu algo tan absurdocomo la prohibicin de vender e intercambiarsemillas locales se haya impuesto en Europa y sebusque imponer en el mundo entero como partede leyes de propiedad intelectual.

    Pero los ecosistemas y el clima an se inter-conectan con todos, y todos an pareciramostener acceso a ellos. De qu manera se hacenescasos para as convertirlos en uente de ne-gocios? En primer trmino, siguiendo la cono-cida va de la privatizacin. El men es diverso:

    No es conspiracin, es sentido de la oportunidad

    La experiencia histrica nos dice que gobiernos y sectores sociales

    poderosos pocas veces han plani cado o previsto su uturo concerteza. A menudo, los avatares mundanos los han tomado tan desorpresa como al resto de los mortales. Pero lo que hace distintosa los grandes hombres de la economa capitalista, es su capacidadinnegable e inigualable para aprovechar el instante cuando ste seve prometedor, y expurgar los peligros cuando ellos acechan. Huboalgn cnclave empresarial que decidi 50 aos atrs el desarrollode la ingeniera gentica? Ni remotamente. Ella surgi de cient -cos que posiblemente poco saban de economa y de poltica. Perouna vez que su potencial econmico y de control se ue desplegan-do, las grandes corporaciones se han apoderado de ella hasta con-trolarla y subordinarla a niveles pocas veces vistos. Alguien previel carcter aparentemente subversivo de internet? Ciertamente nolos estrategas militares que la impulsaron. Pero una vez que el pe-ligro se hizo visible, las autoridades civiles y militares, en per ectoconcierto con el lobby empresarial, impulsan su represin a extre-mos que pocos aos atrs slo podamos ver en pelculas de cien-cia ccin.

    Con el cambio climtico ocurri algo similar. Nadie lo plani c,nadie lo previ, nadie lo quiso. Pero ya que est aqu, las oportuni-dades de hacer negocios no sern desaprovechadas.

    Si todo el que necesitaseun pedazo de tierra para

    cultivar o vivir tuvieseacceso a ella, nadie

    necesitara comprar oarrendar tierra. La tierrase ha convertido enmercanca cuando

    pueblos enteros han sidoexpulsados de ella, ya sea

    por el cercamiento, lasencomiendas y haciendas,

    los acaparamientosactuales.

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    acaparamiento de tierras, privatiza-cin del agua, privatizacin de parquesnacionales, privatizacin del mar (bajoel pseudnimo de concesiones), priva-tizacin del subsuelo (para la minera,el agua y el petrleo), patentamientode genes y seres vivos, creacin de sis-temas de pago por elementos como elaire y la lluvia, etctera. Cada uno deestos procesos signi ca que pueblosy comunidades cuyos medios de vidadependen de los ecosistemas a ectadosno tendrn acceso a elementos unda-mentales para la alimentacin, la vi-vienda y la pervivencia de sus ormasde convivencia, agricultura, creacincultural, goce esttico, etctera.

    En segundo trmino, por qu noexplorar, como ya decamos, la va de

    un poco ms de deterioro? Si los bos-ques se hicieran an ms escasos o r-giles, no estaramos ms dispuestosa pagar caro por que se mantenganlos que an existan o por un progra-ma de remediacin que los restaure?Si el deterioro climtico y ambientales tal que el alimento se hace escaso,las grandes corporaciones del agrone-gocio no multiplicarn sus ganancias,como tan bien lo demostr la crisis del2008? Pensemos en un planeta don-

    de los paisajes hayan sido devastadosampliamente, y sabremos que los par-ques nacionales y zonas de reserva se-rn un negocio redondo, no slo porlas unciones ecolgicas que puedandesempear, sino por su vinculacinal turismo o simplemente el acceso ala belleza. Si an no nos cobran porrespirar, es porque an hay aire respi-rable su ciente para poder respirar sinpedirle permiso a nadie. Pero pinseseen una situacin de escasez de aire respirable, y no es di cil imaginarnos haciendocola para comprar contenedores de aire puro.

    Imaginmonos entonces un mundo donde las condiciones climticas sean unaamenaza permanente y de inmediato podremos visualizar una industria forecien-te comercializando condiciones arti ciales para en rentar los e ectos del clima,desde medicamentos contra nuevas en ermedades y espacios en zonas altas contralas inundaciones, hasta re ugios contra tormentas, sistemas de estabilizacin detemperaturas, promotores de lluvias, etctera. Y no hablamos aqu slo de condi-ciones domsticas o locales, sino de espacios tan amplios como los que proponecubrir la geoingeniera. Detrs de cada una de las absurdas propuestas ingiene-riles para controlar el clima o en riar el planeta, encontraremos una empresabuscando convertirse en realidad o expandirse.

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    Sin embargo, aunque la salud humana puede su rir por el cambio climtico, lasempresas mdicas pueden mejorar su situacin nanciera como resultado de un

    aumento de la demanda por sus productosDr John Llewellyn Lehman Brothers14

    Las amenazas sicas, como mayores sequas, tormentas ms recuentes y mintensas y una tendencia general a inviernos ms clidos y veranos ms calurosos

    disparar los ingresos de los abastecedores de agua y de las compaas de seguroscuyas primas subirn.

    Climate Change Corp. Climate News or Business15

    Acaparando lo que quede. La destruccin por su-puesto, ha de tener un lmite. En algn lugar, en

    algn nivel o condicin que an no conoce-mos habr un lmite en que el mal unciona-

    miento del clima o del conjunto de los ecosis-temas dejar de ser buen negocio y pasar aser un problema ineludible incluso para los

    dueos del gran capital y el uncionamien-to de los negocios. Por ello se necesitanestrategias complementarias.

    Una primera va, que posiblementese proyecte entre las ms importantes a

    uturo, es la de controlar, apoderarse yacaparar sicamente espacios de reserva

    donde, supuestamente, la naturaleza o al-guna parte de ella seguir uncionando de

    manera adecuada, o en su de ecto apoderarselos espacios que contengan los recursos claves

    que permitan paliar los e ectos de la crisis y ga-

    nar mucho dinero vendiendo tales paliativos. stees el segundo papel que cumple la privatizacin. staes la lgica, por ejemplo, del acaparamiento de tierras.

    En la medida que la agricultura se vaya haciendo ms di cil,ser cada vez mejor negocio poseer o controlar tierras cultivables en

    el corto o largo plazo. Razones y lgicas similares yacen detrs de la carrera pornuevas concesiones pesqueras en aguas ms ras, de la ebre de privatizacin parques nacionales y reservas naturales, o de la compra de vastas extensiones detierras bajo vegetacin natural, ya sea en zonas de selva tropical, o en el extremosur de Amrica del Sur.

    El control sico de grandes extensiones cumple en esta lgica de expansin dlos negocios otro papel importante: impedir que especialmente las poblacionesrurales sigan ejerciendo la vocacin de evadir los mecanismos de la dependenciaOchenta y cinco por ciento de las amilias campesinas e indgenas del mundacceden a menos de dos hectreas de tierra16 y, sin embargo, an se las arreglanpara no desaparecer, para mantener en su mayora la in ormalidad y las ormade evasin de los mercados. A pesar de todos los cercos legales, tcnicos, polticoy propagandsticos que se le tienden a la agricultura campesina e indgena, lasrelaciones con el mercado avanzan de manera irregular y las resistencias surgen resurgen en distintas circunstancias. La leccin aprendida por las grandes empresas y entes nancieros pareciera ser que mientras les queden recursos propios, lopueblos del campo pueden siempre rein ectarse con el virus de la autonoma. Lrespuesta, una vez ms es: despojo total.

    14 http://www.lehman.com/press/pd _2007/TheBusinessO ClimateChange.pd

    15 http://www.climatechangecorp.com/content.asp?ContentID=4852

    16 Oksana Nagayets. Small arms: currentstatus and key trends Prepared orthe Future o Small Farms ResearchWorkshop, Wye College, June 2629,2005. www.smallholdercoalition.org/

    les/Small- arms-current-status-and-key-trends.pd

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    Ya sea como blindaje rente al deterioro ambiental, ya sea como orma dedesarmar los mecanismos de evasin y resistencia, ya sea simplemente como grannegocio, el control sico de los espacios ha pasado a identi carse como estrat-gico por parte de los capitales. Por lo mismo ir ineludiblemente aparejado conprocesos de expulsin de amilias, comunidades y pueblos desde sus poblados,tierras y territorios, procesos que ya estamos presenciando de manera creciente.Si la expulsin y toma de posesin se har de manera tranquila o exigir medi-das de guerra abierta depender en gran medida de la existencia de gobiernos quecooperen con los inversionistas y repriman a las posibles hordas.

    Un poquito de azcar para acilitar las cosas. Desde el punto de vista delos negocios, la guerra o el descontento pueden ser ineludibles, pero tambinaltamente inconvenientes. Por lo tanto, antes de aplicar el garrote, es con-veniente mostrar la zanahoria. Para los territorios indgenas y campesinos,que an cubren una super cie importante y contienen en ellos muchos de losbienes naturales mejor conservados, la zanahoria pre erida por el momentoes la de la venta de servicios ambientales y sus derivados, especialmenteREDD y REDD Plus. Como ya lo han dicho innumerables organizaciones sociales, laestrategiaREDD /servicios ambientales es un mecanismo que, por un lado, per-

    mite a muchas de las empresas ms contaminantes y destructivas del planetaseguir contaminando y obtener ganancias de esa destruccin y, por otro lado,crea condiciones para la expropiacin paulatina de espacios y territorios anen manos campesinas y de pueblos indgenas. En una primera ase, lo que seexpropia es la capacidad de amilias, comunidades y pueblos a determinar li-bremente las ormas de manejo, goce y proteccin de sus espacios y sus bienescomunes. Con la excusa de hacer tratos serios, se imponen por contrato opor simple orden de las autoridades planes de manejo determinados exter-namente, que limitan las uentes de alimentacin y sobrevivencia, alteran lossistemas de convivencia, destruyen o debilitan las organizaciones y traen acambio ingresos monetarios exiguos que no solucionan problemas de ondo eincluso exacerban las tensiones creadas. Los ejemplos que van tornndose co-

    nocidos muestran comunidades que se endeudan, dispersan o quiebran, lo quea menudo se traduce en abandono, migracin, divisin de tierras comunales,aceptacin de contratos de arriendo a largo plazo, y nalmente venta de tierraso la entrega de ellas porque se les oblig a utilizarlas como prenda hipotecaria.La zanahoria muchas veces no logra impedir el descontento, pero a menudopermite que ste surja slo una vez que las comunidades involucradas ya noestn en condiciones de reaccionar o resistir.

    Manos libres para algunos, grilletes para el resto. La lgica de la escasez y ladestruccin mejora las posibilidades de los negocios, pero no aporta claridada los clculos sobre el uturo. Por el contrario, los hace ms inciertos. Qu sepuede destruir y cunto sin causar una debacle que a ecte tambin los negocios?Hasta dnde es posible asegurar que los su rimientos que sin duda traer la crisisclimtica no lleven a descontentos sociales que alteren todo? Qu ocurre si losprocesos de expulsin y exclusin provocan explosiones sociales? La incertidum-bre econmica, la incertidumbre sica, la incertidumbre biolgica y la incerti-dumbre social no slo se suman, sino que se exacerban unas a otras.

    Qu se hace rente a la incertidumbre? Lo que no se nos dice pero est en eltras ondo es que los capitales buscan hoy crear una dualidad legal: libertad totalpara los capitales, restricciones cada vez mayores para los pueblos. Como deciresto sera muy mal visto, desde las entidades empresariales, nancieras y guber-namentales se nos habla de libertad, modernizacin, disciplina, transparencia,responsabilidad social empresarial, autorregulacin, apertura de oportunidades,

    17 Adapting to climate change: Business asUsual? In orme publicado por la alcaldade Londres. http://www.london.gov.uk/lccp/publications/docs/business-as-usual.pd

    Globalmente, es posibleque el cambio climticolleve al descontento poltico y posiblementeincluso a la guerra. El agua se convertir en unrecurso cada vez msescaso en algunas partesdel mundo, mientras enotras los niveles ms altosdel mar pueden causar

    migraciones masivas que provoquen tensionesinternacionales.London Climate ChangePartnership: Finance Sub-Group. 2006.17

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    combatir la piratera, omentar la inversin, crear un entorno seguro, pero enconcreto se negocian cambios en legislaciones, reglas, normas, estatutos, criterioy estndares que obstruyan lo ms posible que los pueblos, las comunidades, lasorganizaciones y los individuos ejerzan derechos undamentales, puedan mantener algn grado de independencia rente al capital y persigan la obtencin de lajusticia, mientras abren el mayor espacio de maniobra para las corporaciones18.

    La ausencia de reglas para las corporaciones es importante, en primer lugar,

    para seguir acumulando ganancias. Tambin lo es para minimizar los costos yriesgos del capital rente a las crisis climtica y ambiental, especialmente lo quhan dado en llamar riesgos legales y regulatorios, as como los riesgos delitigacin. Los primeros se re eren centralmente a nuevas exigencias que loobliguen a adoptar tecnologas o procesos ms caros que los actualmente en usoy lo segundo a la posibilidad de en rentar demandas judiciales que los obliguen pagos millonarios o a hacer los cambios de tecnologa antes mencionados.

    Pero en el mediano y largo plazo, la ausencia de reglas (o al menos el granmargen de maniobra que les proporcionan los tratados de libre comercio y otrostratados internacionales, as como modi caciones constitucionales y jurdicas diversas) es posiblemente ms importante porque entrega plena libertad de accinpara explorar, tomar posicin y tomar posesin de un campo que se despliegahasta el momento incierto y desconocido. Cuando el campo de juego an no estclaro, lo que los grandes capitales estn pidiendo, y muchos gobiernos corren aconcederles, es un cheque en blanco que les permita experimentar, especular aquy all hasta tener una idea ms precisa de dnde est realmente la riqueza extra-ble, para posteriormente tomar posesin si los negocios uncionan. Los grandecapitales necesitan, al menos por el momento, un todo vale, unlaisser aireplanetario y extremo, y para ello cuentan con la cooperacin de la mayor partede los gobiernos y organismos internacionales.

    Pap Estado entra en escena . Pero incluso aplicando las diversas estrategias,el uturo sigue lleno de incertidumbres. Cul ser la mejor orma de adquirir

    18 Slo como ejemplo, el Grupo BancoMundial (con ormado por el BancoMundial, la Corporacin FinancieraInternacional y la Agencia Multilateralpara las Garantas a la Inversin MIGAen ingls) desarrollan unrea de trabajo denominado climaempresarial destinado a acilitar elestablecimeinto y uncionamiento

    corporativo en el mundo entero. Hanpublicado un manual llamado Cmore ormar los permisos empresariales(How to re orm business licenses)y lo describen como un manual parallevar a cabo re ormas legales estiloguillotina. Entre el tipo de permisoscuyas exigencias hay que guillotinarse encuentran los permisos mineros.https://www.wbginvestmentclimate.org/advisory-services/ . En una segundapublicacin, las mismas entidadesin orman que entre 2008 y 2011 slosus programas lograron impulsaren el mundo entero 641 re ormas de

    eliminacin de requisitos legalesinnecesarios o injusti cadospara la actividad empresarial. https://www.wbginvestmentclimate.org/uploads/2011%20FIAS%20AR_FINAL.pd . Luego, a slo algunas pginas dedistancia, el Banco Mundial justi cala instalacin de nuevas leyes depropiedad intelectual que impida quelos agricultores guarden semillas dela variedad protegida, compartan lasemilla con sus vecinos o lleven a caboventas in ormales de semilla. http://siteresources.worldbank.org/INTARD/Resources/IPR_ESW.pd

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    control? Qu tal si resulta demasiado cara? Qu pasa si se eligen los espaciosequivocados? Y si la inversin necesaria es demasiado alta? O las ganancias sedemoran en llegar? Y si la poblacin se vuelve en contra y se pierde la inversin?

    Las preguntas son demasiadas para invertir de manera segura. Por lo mismo,la inversin privada en los nuevos mecanismos de mercado (por ejemplo,REDD)ha sido hasta el momento mayoritariamente cauta y muchas veces marginal. Loque han hecho las entidades privadas de inversin ha sido principalmente utilizardineros ajenos para experimentar.Aqu entran en escena las asociaciones pblico-privadas. En ellas se busca lacomplementacin per ecta: los Estados corrern el riesgo y las empresas correrna recoger las ganancias. Como ya hemos visto en varios otros procesos de con-centracin de la riqueza, los Estados sern los llamados a invertir mientras hayaque correr riesgos grandes, sean necesarios procesos importantes de investigaciny desarrollo, o los costos y las necesidades de inversin base sean demasiado al-tas. Las empresas privadas sern las que ejecutarn el trabajo que las inversionesestatales pagarn, y lo cobrarn a tasas convenientes para ellos. Son cientos losproyectos de investigacin, construccin de in raestructura, creacin de sistemasde seguros, creacin de sistemas de control de los consumidores, etctera, que yaestn en marcha con dineros estatales. Y si algn estado no tiene dinero, el Banco

    Mundial y otras agencias estn disponibles para asegurar el endeudamiento19

    .La presencia del Estado, sin embargo, no es de larga duracin. Una vez que lascondiciones se hacen ms claras y propicias, el traspaso al sector privado de lasbuenas oportunidades de negocios se lleva a cabo. Si tales oportunidades se pre-sentan poco prometedoras, sern los Estados los encargados de pagar los costos.

    Acceso a nuevas uentes de nanciamiento: bajo los acuerdos internacionales so-bre cambio climtico, habr mayor nanciamiento pblico para los es uerzos deadaptacin en comunidades vulnerables en pases en desarrollo, y los gobiernosbuscarn a socios del sector empresarial que puedan entregar los necesarios bie-

    nes y servicios. Una respuesta e ectiva al cambio climtico no slo requiere nan-ciamiento para el desarrollo de tecnologas bajas en carbono, sino tambin puede

    resultar en nanciamiento para investigacin y desarrollo de productos y serviciosrelacionados con necesidades de adaptacin undamentales. Las empresas localesy globales que acten de manera temprana para desarrollar capacidades expertasrelacionadas con la adaptacin al cambio climtico y las soluciones de la econo-

    ma verde, tendrn una ventaja competitiva para aprovechar las oportunidades deser contratados por socios gubernamentales

    Adapting or a Green Economy: Companies, Communitiesand Climate Change. A Caring or Climate Report21

    Otra uente de dinero ajeno para hacer inversiones en bene cio propio es elde los ondos de pensin. Las entidades nancieras y los mecanismos de inver-sin toman el dinero de las pensiones y los invierten con ganancias aseguradaspara ellos a travs de los cobros de administracin. Si las inversiones provocanganancias, las entidades de inversin ganan; si las inversiones allan, pierden lostrabajadores. ste es un mecanismo que ya est siendo utilizado de manera signi-

    cativa en el acaparamiento de tierras, pero es tambin el que utiliza el que hastaahora es considerado el ms exitoso ondo de inversiones en empresas verdes22.

    Recuperando el verde esperanza. En rentamos tiempos di ciles. Las agresionesde la economa verde ya dejaron de ser amenazas tericas y van tomando uncarcter trgico, especialmente para muchas comunidades rurales. Lo que vemosms y ms son ormas de presin, desin ormacin o abierto engao, chantajee intimidacin utilizadas con el n de impedir que las amilias y comunidades

    19Vase, por ejemplo, el sitio web delBanco Mundial. Al buscar prstamos

    asociados a cambio climtico, http://www.worldbank.org/projects/search?lang=en&searchTerm=climate%20change, ms del 80% de los ltimos 200prstamos aprobados se han hecho aentidades estatales de distinto nivel.Vase tambin una lista de diversos

    ondos http://www.climate undsupdate.org/global-trends/global- nance-architecture

    20 http://www.google.com/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=4&ved=0CIcBEBYwAw&url=http%3A%2F%2Fwww.unep.org%2Fpd %2FTEEB_D1_Summary.pd &ei=C_mqT6zkEtTlggeZ94WJCA&usg=AFQjCNFvPqcGhjA4_OOMHdwtnEYqSgH1NA&sig2=qJxJXHzVCyPT4bLThhSFUw

    21 In orme redactado por el PactoMundial y el Programa de MedioAmbiente de Nacionaes Unidas, Ox amy World Resources Institute. www.unglobalcompact.org/docs/issues_doc/Environment/climate/C4C_Report_Adapting_ or_Green_Economy.pd

    22Vease como ejemplo http://www.altenergystocks.com/archives/2010/11/alternative_energy_and_climate_change_mutual_ unds_part_ii.html yhttp://www.iigcc.org/

    Otra limitante es que losbene cios esperados, auncuando seancomercializables (como enel caso de abastecimientode agua o de tratamientode basuras), pueden tomartiempo paramaterializarse. Junto conlos altos costos, esto puede desincentivar lainversin privada, lo queimplica que el papel de los gobiernos y de los ondos pblicos es crucial TEEB The Economics o Ecosystems and Biodiversity

    or National and InternationalPolicy Makers 2009.20

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    involucradas tengan la oportunidad de in ormarse adecuadamente, refexionarindividual o colectivamente, hacer uso de mecanismos colectivos de deliberacin

    decisin y movilizacin, o puedan revertir la rma de contratos dainos y abusivos. Frente a esto, las tareas urgentes son muchas, pero una y otra vez se repite lanecesidad de ortalecer la capacidad para ver ms all de la propaganda, la desin

    ormacin y las mentiras, para recuperar los mecanismos de refexin y decisicolectiva que permitan resistir y desmontar las agresiones.

    En rentamos tiempos di ciles. Pero somos parte de un nmero creciente dpersonas, organizaciones, comunidades y pueblos que vamos tomando concien-cia que lo que el mercado explot y destruy no puede ser reparado por unaexpansin del mercado. Somos parte de una mayora que tiene en sus manosla experiencia y la disposicin para ortalecer o poner en marcha las solucionereales, desde ormas de vida digna que no dependen del consumo ni las gananciadesen renadas, hasta sistemas locales de agricultura y alimentacin en base a l

    soberana de los pueblos y la permanencia de los pueblos indgenas y campesinoen los espacios rurales. Son muchas las ormas de organizacin y movilizacique hoy se proponen y desarrollan para hacer realidad lo anterior y para hacercomprender a las autoridades que la movilizacin no cesar hasta lograr la imple-mentacin de soluciones reales.

    En rentamos tiempos di ciles, sin lugar a dudas. Pero si comprendemos, igual que muchos pueblos del campo, que nuestra labor es emprender una batallasin echa lmite por cuidar y recuperar la salud de todo el planeta, el tiempo esta avor nuestro.

    Si comprendemos, al igual que muchos pueblos del campo, quenuestra labor esemprender una batallasin echa lmite porcuidar y recuperar lasalud de todo el planeta,el tiempo est a avornuestro.

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    La doble cara de la destruccinde los bosques tropicales enLatinoamrica y el Caribe:

    las revelaciones de la economaverde en Acre

    Elder Andrade de Paula1

    Introduccin. En la vspera de otra con erencia mundial sobre la problemticaambiental, Ro +20 (que hace n asis en la crisis climtica), nos encontramoscon grandiosos es uerzos del centro de poder mundial para promover un debatesin debates. La desgastada receta del desarrollo sustentable, ahora recicladacon el nombre economa verde, se plantea como nica alternativa para salvaral planeta.

    Los monopolios de los medios de comunicacin traducen el debate al sentidocomn como una disputa entre quienes plantean alternativas viables (desa-rrollo sostenible) y los crticos de siempre que no tienen qu proponer y selimitan a acusar al capitalismo y a las multinacionales como responsables detodo. En nuestra opinin, una de las posibilidades de escapar a este tipo de dua-lismo maniquesta que orienta la ormacin de ese sentido comn es investigarlo que se ha sealado como alternativa en el mbito de la economa verde.

    1 Elder Andrade Paula es Posdoctoren Sociologa del Desarrollo de laUniversidad Nacional Autnoma deMxico,UNAM, pro esor e investigadorde la Universidad Federal de Acre(Amazonia, Brasil). CoordenaoNcleo de Pesquisa: Estado Sociedadee Desenvolvimento na AmazniaOcidental y acta en las luchas deresistencia por tierra/ territorio en laAmazonia desde los tiempos de ChicoMendes, ms precisamente desde1984. El presente artculo es el resultadode una investigacin encomendada porel Movimiento Mundial por los Bosques(WRM).

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    Al examinar los datos que demuestran la continuidad de la destruccin de losbosques, queremos darle n asis a la investigacin y al anlisis de las solucionede lo que est uncionando segn los cnones del desarrollo sustentable, comoes el caso del Manejo Forestal Sustentable-MFS2. De esta orma, tomamos comore erencia el caso del estado de Acre, ubicado en la Amazonia brasilea, que epresentado al mundo como modelo de economa verde3.

    1. El estado de los bosques tropicales en Latinoamrica y el Caribe: causasdirectas e indirectas de la de orestacin. En los ltimos cuarenta aos se hanintensi cado las denuncias contra el avance de la destruccin de los bosques tropicales en el mundo. Las imgenes eventualmente divulgadas de vastas reas devastadas causan conmociones temporales, pero la marcha destructiva contina.Las causas directas ms aparentes explotacin maderera, expansin del agro-negocio y la conversin de bosques primarios en nuevas reas de produccin, lograndes proyectos de in raestructura como carreteras, hidroelctricas, mineraextraccin de petrleo, urbanizacin, adems de los incendios orestales derivados en su mayor parte de las causas citadas son bastante conocidas e inclusivebanalizadas. Por ello, intentaremos situar el problema de la destruccin visible ensu dimensin ms general.

    Nos dedicaremos ms exhaustivamente al anlisis de los procesos de destruccin de los bosques tropicales que se ocultan bajo los velos de la economa verde. La combinacin de la explotacin maderera a travs del MFS y la pro un-dizacin de la mercantilizacin y la nancierizacin de la naturaleza a travs delos Pagos por Servicios Ambientales-PSA4, est corroyendo de modo acelerado,y como si uera una nueva especie de termitas verdes, a los bosques.

    En 2011, la Organizacin de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Ali-mentacin-FAO, present el in orme Situacin de los bosques del mundo-2011,que muestra que en las dos ltimas dcadas, tanto Latinoamrica y el Caribecomo rica ueron los que su rieron mayor reduccin de sus bosques, totalizado una ci ra de 162 millones 100 mil hectreas. En porcentajes, rica perdialrededor de 10% de su cubierta orestal y Latinoamrica y Caribe, el 9%.

    Por otro lado, Europa tuvo un incremento del 1.57% y Amrica del Nortepermaneci con su cubierta orestal prcticamente estable. En las otras macroregiones hubo poca oscilacin, segn ilustra el Cuadro 1. Como balance nal,entre 1990 y 2010, el mundo perdi 135 millones 500 mil hectreas de bosques.Debe advertirse, sin embargo, que en el citado cuadro, la totalidad de las reascubiertas por bosques actualmente, incluyen a los monocultivos de rboles, comolos de eucalipto, acacia, caucho y pino destinados a la produccin de madera,celulosa, caucho y aceites. Segn laFAO (2011;19), los bosques plantados ocu-pan aproximadamente 7% del rea total de bosques del mundo y las zonas demonocultivo continan expandindose y causando de orestacin5.

    Los datos de la explotacin de madera ueron congruentes con esa oscilacinen la cubierta orestal en las macro-regiones. Entre 1990 y 2010, rica tuvun incremento del 87.4% y Latinoamrica y el Caribe, del 40%, mientras queEuropa, Amrica del Norte, Asia y el Pac co, tuvieron respectivamente una reduccin del 25%, 40% y 10% en el volumen total de madera extrada (FAO,2011: 7.12,17.21, 28). La reduccin del volumen de madera extrada en Europase atribuye en este in orme de laFAOa los e ectos de la recesin iniciada en 2008.

    Sin embargo, la devastacin de los bosques en Latinoamrica y el Caribe, yen rica, est directamente enlazada a un consumo de madera tropical de altovalor en los pases del Norte y en algunos centros urbanos de los pases del Surpor parte de sus lites ms adineradas. Adems, el incremento de la demanda porotros productos de consumo masivo, como la carne, tambin implica un aumentode la de orestacin.

    2 Mientras laFAO, de ne alMFScomo elmanejo y conservacin de la base delos recursos naturales y la orientacintecnolgica, que proporcionen larealizacin y la satis accin continuade las necesidades humanas para laactual y para las uturas generaciones(http//://www. ao.org/docrep/006/ad399s/AD399s08.htm), la OIMT lo caracteriza como el procesode gestin permanente de reas

    orestales para alcanzar uno o ms

    objetivos claramente especi cadosde manejo, buscando la produccinde un fujo continuo de productos yde servicios orestales deseables, sinla indebida reduccin de sus valoresintrnsecos y utura productividad, sine ectos indeseables sobre los medios

    sico y social (International TimberOrganization-ITTO. Guidelines or thesustainable management o naturaltropical orests. Yokihama:ITTO, 1990.ITTO TechnicalSeires, v.5).

    3 As lo de ni Mauro Armelin(Coordinador del Programa Amazonia-WWF/Brasil) en entrevista concedida a

    la emisora de radio del gobierno de AcreAldeia FM 96,9 el da 31/03/2012 a las20:30h. De acuerdo con Mauro Armelin ,el WWFpresentar en la Ro+20 a Acrecomo ejemplo de economa verde a serseguido en el mundo.

    4 WRM, boletn nm, 175, ebrero de 2012http://www.wrm.org.uy

    5 El monocultivo de palma a ricana paranes industriales, no incluido en la

    categora de bosques plantados perocon las mismas caractersticas, esten plena expansin y es una de lasprincipales causas de de orestacin enIndonesia y Malasia.

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    Cuadro 2: Superfcie mundial de bosques tropicales por regin

    Regin (nmero depases)

    Super cie orestaltotal (millonesde ha)

    % de bosques enpases productores dela OIMT

    Bosqueprimario(millones de ha)

    % de bosquesprimarios en pasesproductores de la OIMT

    rica Tropical (26) 440 61 102 98Miembros OIMT (10) 270 100Otros pases (16) 170 2Asia Tropical y elPac co (16) 317 89 108 97

    Miembros OIMT (10) 282 104Otros pases (6) 35 3Latinoamrica Tropical yel Caribe (23) 907 96 678 96

    Miembros OIMT (13) 868 647Otros pases (10) 38 30TOTAL MUNDIAL (65) 1 664 85 887 96Total productores OIMT (33) 1 421 851Total pases no miembros (32) 3 35

    Adems de la ubicacin de pases productores y pases consumidores de maderas tropicales, buscada por los autores de este documento de laOIMT, nos interesallamar la atencin sobre aspectos de orden geopoltico. Es decir, queda claro el hecho de que las zonas productoras estn uera no slo de los principales centros deconsumo de la madera, pero en estos pases consumidores se concentran tambinlos centros de poder nanciero, poltico y militar a nivel mundial, que buscanmantener y aumentar el control sobre los recursos naturales en el planeta paraasegurar su modo de produccin y su consumo excesivo que bene cia slo a unaminora de la humanidad.

    En otras palabras, queremos decir que las oscilaciones en el volumen de pro-duccin maderera por macro-regiones no estn condicionadas slo por las crisiseconmicas como sugiere el in orme de laFAO (2011). Estn tambin y, sobre-todo, condicionadas por razones de orden estratgico ligadas a la geopoltica decontrol de los bienes naturales existentes en el planeta. En los bosques existenenormes reservas de minerales, agua, petrleo y otros productos considerados de

    Fuente: OIMT, Actualidad Forestal Vol.18 N.3 /2011 (p. 03). Observacin: la regionalizacin adoptada por laOIMTdi ere dela utilizada por laFAO. En el caso de Latinoamrica y el Caribe, laOIMTincluye a Mxico y laFAOlo excluye, localizndolocomo integrante de Amrica del Norte. Por esta razn, los datos de los cuantitat ivos de bosques tropicales existentes enLatinoamrica y el Caribe di eren en los dos cuadros aqu presentados.

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    alto valor. Este control sobre los recursos naturales en el mundo, an ejercidopor el poder imperial liderado por Estados Unidos, viene siendo cada vez ms dis-putado, principalmente al emerger el llamadoBRIC(Brasil, Rusia, India y China)como gran potencia planetaria.

    Al situar la destruccin de los bosques tropicales en esta perspectiva macro,no pretendemos eximir a los agentes locales que llevan a cabo la produccindestructiva. Son ellos, de nacionalidad brasilea o extranjera, los que gobiernanel agronegocio de la produccin de protenas, agroenerga, maderas y celulosa,sector petrolero, minera y metalurgia, energa, construccin civil y los mercados

    nancieros.Los conglomerados privados cuentan con el Estado como apoyo undamental

    que les garantiza in raestructura, nanciacin subsidiada, exoneraciones scales,control y represin de la uerza de trabajo en la realizacin de sus emprendi-mientos. Ese bloque de poder ormado por agentes privados y Estado, ampliy aceler en los ltimos aos su actua-cin en Amrica del Sur y rica. Laimplementacin de grandes proyectosa travs de la Integracin de In raes-tructura Regional Sudamericana-IIRSA8,

    consubstancia de orma ms ntida laampliacin potencial de la escala de laproduccin destructiva en los bosquestropicales y su uerte integracin conla dinmica de acumulacin capitalistamundial, como mero proveedor de ma-teria prima. Casos recientes que invo-lucran a empresas de construccin civilcon sede en Brasil y al Banco Nacionalde Desarrollo Econmico y Social-BN-DES, en confictos con pueblos indge-nas en Bolivia y Per, as como al con-

    glomerado minero Vale, en Colombia,ilustran claramente la exportacin dela produccin destructiva por partede las corporaciones con sede en el te-rritorio brasileo.

    Para mitigar los e ectos de esamarcha destructiva subyacente al pro-ceso de acumulacin incesante del ca-pital, las recomendaciones de laONU y su Programa para el medio ambien-te-PNUMA, en consonancia con laFAO y OIMT, sealan a la economa ver-de como la salvacin9, en el in ormeRumbo a una Economa Verde, publi-cado en 2011. Veremos en la seccinsiguiente, el ncleo de sus propuestasy cmo se traducen en termos prc-ticos en la denominada OrdenacinForestal Sustentable.

    2. La destruccin oculta, justifcadapor la economa verde: los Planesde Manejo Forestal Sustentable-

    8 Para obtener ms in ormacin alrespecto de la IIRSA, ver Cecea,Ana Esther (et al).Territorialidad de la dominacin: Integracin de laIn raestructura Regional Sudamericana( IIRSA ) www.geopolitica.ws

    9 WRM, Boletn No. 175, ebrero de 2012.http://www.wrm.org.uy

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    PMFS . En junio de 2011, laOIMT divulg un resumen de 4 pginas que sintetizalas 420 pginas del Estado de la ordenacin de los bosques tropicales 2011Serie Tcnica nm. 38. Bajo el sugerente titular Un estudio sobre los asediado

    bosques tropicales del mundo revela un aumento del 50%en las reas bajo ordenacin sustentable desde 2005,

    indica que la super cie de bosque tropical naturalbajo ordenacin sostenible de rica, Asia, el

    Pac co, Latinoamrica y el Caribe aumen-t de 36 millones a 53 millones de hect-

    reas, mientras que la super cie de bos-ques destinados a la produccin made-rera sujeta a por lo menos algn tipode plan de manejo10 consideradocomo paso crucial en la bsquedade la sustentabilidad aumentaproximadamente un tercio paraascender a un total de 131 millonesde hectreas (http://www.itto.int/,acceso en ebrero de 2012).

    Dado que la super cie estimadade bosques tropicales naturalespermanentes (denominados Zonas

    Forestales Permanentes-ZFP11) es deunos 761 millones de hectreas de

    las cuales 403 millones son de bosques deproduccin y 358 millones son de bosques de

    proteccin un 24% del total (183 millones dehectreas) estaran siendo explotadas bajo planes de

    manejo. Entre 2005 y 2010, a rman Sarre, Aet al (2011,4) la super cie de bosques tropicales bajo planes de manejo en los

    pases productores miembros de laOIMT registr un aumento de 69 millones de

    hectreas para ascender a 183 millones de hectreas. O sea, la suma de las reasexplotadas bajoPMFSregistradas dentro y uera de los territorios reglamentadosen la orma de Ordenacin Forestal Sustentable.

    El mismo resumen citado en el prra o anterior ue secundado por la contundente advertencia: Pero los nuevos datos obtenidos en los 33 pases que poseenla mayor parte de estos bosques sugieren que las uerzas en pro de su conservacin podran perder la batalla rente a aqullas que omentan su destruccin. Siembargo, el total de reas de bosques tropicales naturales explotados bajo el plande manejo orestal maderero en 2010 tuvo un ascenso vertiginoso y ya superanlos 135 millones 500 mil hectreas de bosques devastados en el mundo para elperiodo 1990-2010. Si se mantiene esta tendencia y la estabilizacin de la devastacin en los mismos niveles de 1990-2010, en 20 aos ms el total de los 625millones de hectreas de bosques tropicales naturales restantes (se considera lasubstraccin de 136 millones de hectreas que seran devastados en los prximos20 aos) se incorporarn a la explotacin a travs delPMFS.

    Sin embargo, para que la explotacin y la extraccin de los bienes naturalesen los bosques tropicales puedan continuar, es esencial la idea de la economaverde. O sea, para que la destruccin de ciertas reas de bosques sea compen-sada por la proteccin de otras reas manejadas de orma sustentable,se instituye la comercializacin de servicios ambientales. En ese sentido, leconoma verde no slo complementa la idea del manejo orestal susten-table: tambin pro undiza el proceso de mercantilizacin de los bosques yaumenta las posibilidades de que los agentes de destruccin obtengan mayores

    10 LosPMFSno estn condicionados alOFS, pueden ser implementados enreas regidas por otras ormas dereglamentacin.

    11 Zona Forestal Permanente es as de nida por laOIMT(2011, 20), Territoriode propiedad pblica o privadaasegurado por ley y mantenido bajouna cubierta orestal permanente.Incluye las t ierras para la produccinde madera y otros productos orestales,para la proteccin de suelos y recursoshdricos y para la conservacin de ladiversidad biolgica, como tambinlas reas destinadas a cumplir unacombinacin de estas unciones.

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    ganancias, una nueva oportunidad para superar la crisis econmico- nancierade 2008.

    Al encuadrar el problema en esta perspectiva, tenemos la sensacin de que laadvertencia destacada en el resumen de laOIMT contraponerle las uerzasen avor de la conservacin a las que omentan la destruccin parece undesatino. En realidad no lo es. Tiene un propsito bien de nido: convencer atodos y a todas de que podemos continuar destruyendo, pero que la destruccinpuede ser compensada con losPMFSy sus servicios ambientales; ellos sernla garanta de proteccin. A partir de este en oque maniquesta se logr unaenorme e cacia en la simpli cacin del problema de la construccin de un sentidocomn al respecto de las supuestas virtudes conservacionistas de losPMFS. Labatalla inicial se dio en torno a la legitimacin de losPMFS, y en los ltimos aosse ha intentado imponer la mercantilizacin total a travs de la adopcin de losPagos por Servicios Ambientales-PSAy su comercio, especialmente la captura decarbono mediante el mecanismoREDD.

    Es en este contexto que debemos situar el nuevo ciclo de explotacin de losbosques en particular y de los bienes naturales en general. Como apunt Schwarz(2008), a partir de ese momento, los bosques dejan de ser plani cados comomera extensin pautada de las actividades agropecuarias esencialmente en la

    produccin de materias primas, y pasan a ser interpretados como ecosistemasque precisan proteccin, que necesitan ser valorados, atribuyndoles incluso unprecio a los servicios ambientales que prestan.

    De esta orma, quedan en evidencia 4 aspectos que consideramos esenciales:la lgica productivista que preside a la produccin destructiva, lejos de cederlugar a las crticas ambientalistas y a las preocupaciones con la complejidadecosistmica, se apropi de orma utilitarista de las mismas con el objetivo depro undizar la mercantilizacin de los bienes naturales; la asimetra de poderentre los pases poseedores de bosques y los que detentan el poder mundial sematerializ en las polticas destinadas a instituir un marco regulatorio estandari-zado, principalmente en lo que se re ere a la explotacin ma-derera a travs de losPMFSy PSA; para legitimar la ex-

    pansin de losPMFSy PSA, se intensi c el uso de laautoridad cient ca para certi car la validez detales instrumentos como prcticas e caces deconservacin de los bosques; se atribuyensimultneamente al Estado y al mercadoroles centrales, correspondiendo al pri-mero la institucionalizacin de un nuevomarco jurdico regulatorio adaptado a lamercantilizacin total de los bosques y alsegundo, la orientacin de las activi-dades econmicas. Todo ello se concretcon el amplio respaldo de representantesde la sociedad civil internacional y nacio-nal, especialmente las grandesONG conser-vacionistas, entre las que se destacan elWWF (Fondo Mundial por la Naturaleza), laUICN (Unin Internacional para la Conservacin) y laTNC (The Nature Conservancy).

    Para materializar dicho conjunto de propuestas sedieron tres pasos undamentales: diseminacin de los Pla-nes de Manejo Forestal Sustentable-PMFScomo antdoto contrala devastacin; adopcin de la certi cacin orestal12 como medio de aliviarla conciencia de los consumidores y al mismo tiempo crear un mercado de lite

    12 La iniciativa de certi car, o sea,de rotular las maderas oriundasde PMFS, parti de grandes ONGsconservacionistas internacionales,especialmente del WWF. Como apuntaNiro Higushi (Revista Cincia Hoje vol37 n 218, pg 63- 65). El sello delForestStewardship Council (FSC) ue instituidoen 1993.

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    entre las lites que consumen productos de madera de alto valor, lasllamadas maderas nobles; incentivo a la creacin de unidades de con-servacin para uso sustentable de los recursos naturales.

    En el caso de Latinoamrica y el Caribe, la iniciativa de mayor en-vergadura ue la que se realiz en la Amazonia brasilea bajo la batutadel Banco Mundial a travs del Programa Piloto para la Proteccin delos Bosques Tropicales-PPG7. Iniciado inmediatamente despus de Ro92 y nalizado en 2009, dicho programa obtuvo xitos notables. Seconsidera que el estado de Acre es la unidad ederativa brasilea que mprogres en la adopcin de ese modelo de desarrollo sustentable.

    La arquitectura de ese reordenamiento territorial se caracteriza bsi-camente por la instauracin de un marco jurdico que instituye la crea-cin de unidades de conservacin, cuyo dominio ormal puede ser decarcter comunal, comunitario y/o gubernamental, pero subordinadas areglamentaciones de uso para asegurar la mercantilizacin de la natura-leza en pro de los capitales privados. Se otorgan concesiones orestalesen las unidades de conservacin de dominio gubernamental oPMFSenlas reas de dominio comunitario y comunal. Leyes espec cas, como laque se promulgaron en Bolivia (1996), Per (2000), Brasil (2006) y en

    otros pases latinoamericanos, garantizan la apropiacin privada de losbienes naturales. Ello explica por qu un 60% de la produccin de lospases miembros de laOIMT en Latinoamrica y el Caribe proviene delos bosques de dominio pblico y comunal. De esta orma revela ntidamente cmo la economa verde se ha apropiado de los bienes naturalestambin en los territorios conquistados por las luchas de resistencia demovimientos campesinos e indgenas en las dos ltimas dcadas. En esesentido tambin, el anlisis del caso del estado de Acre que tiene 45%de su territorio destinado a unidades de conservacin, principalmente

    como consecuencia de las con-quistas de las luchas campesinase indgenas nos o rece un buen

    parmetro para analizar esa apro-piacin de lo pblico por lo pri-vado cuando se trata de bosquestropicales.

    3. Acre como laboratorio a cie-lo abierto: la economa verdetal como es. El estado de Acre(Mapas 1 y 2) est localizado enla Amazonia brasilea y poseeuna extensin territorial de 16millones 500 mil hectreas, conun 88% de su territorio cubiertopor bosques nativos, de los cualescerca de 50% se encuentran enreas naturales protegidas. Conuna poblacin de 732 mil 793habitantes, de los cuales 72.61%residen en reas urbanas, el esta-do de Acre es considerado uno de

    los ms empobrecidos de Brasil: 66.2% de los hogares ganan hasta un salariomnimo mensual y 2.9% se sitan en una ranja superior a 5 salarios mnimos(IBGE, Censo Demogr co de 2010). Segn Celentano & Santos & Verssimo

    Mapa 01: Localizacin del estado de AcreFuente: Gobierno de Acre (2011; 6)

    Mapa 02: Con guracin territorial de AcreFuente: Base de datos geogr cos del ZEE/AC, Fase II, 2006

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    (2010, 24), Acre present la mayor desigualdad de la regin Norte (ndice deGini= 0.61) y la segunda mayor de Brasil, atrs apenas del Distrito Federal.

    Las actividades productivas predominantes son la ganadera extensiva de cortey la explotacin maderera. La primera dcada del sigloXXI ue marcada por laexpansin de esas actividades y por una colosal reconcentracin de propiedad detierras de dominio privado. De acuerdo con Teixeira (2011), en 2010, 583 grandespropiedades con ms de mil hectreas correspondan a 6 millones 200 mil hect-reas, mientras que 23 mil 500 pequeas propiedades, de 50 a 100 hectreas, suma-ban solamente 1 milln 400 mil hectreas. En apenas siete aos, la gran propiedadtuvo un incremento de ms de 100% en su rea total (ver Cuadro 3).

    Cuadro 3: Inmuebles rurales registrados en el INCRA (Acre 2003 y 2010)2003 2010

    Categora Nm.Inmueblesrea/

    hectreas

    Nm.Inmuebles/Nm. Total

    rea/reatotal

    Nm.Inmuebles

    rea -hectreas

    Nm.Inmuebles/Nm. Total

    rea/reatotal

    grandeproductiva 63 322 666 14.2% 11.6% 72 523 285 12.3% 8.5%grandepropiedad 444 2 787 039 2.2% 67.1% 583 6 183 055 2.4% 78.9%medianapropiedad 321 243 583 1.6% 5.9% 429 317 937 1.8% 4.1%

    Mini undio 16 197 785 126 81.1% 18.9% 20 267 970 399 82.8% 12.4

    pequeapropiedad 3 013 339 073 15.1% 8.2% 3 194 368 920 13.1% 4.7%

    Total 19 975 4 155 180 24 473 7 840 810

    Fuente: Teixeira (2011; 9)

    El estado de Acre se hizo mundialmente conocido en 1988, despus del asesi-nato de Chico Mendes, el entonces presidente del Sindicato de los TrabajadoresRurales de Xapuri. En las luchas de resistencia contra la destruccin de sus me-dios de vida y los territorios orestales, el movimiento campesino liderado porChico Mendes se hizo amoso por mostrar que la conservacin de los bosques nopoda disociarse de los pueblos que habitaban en ellos13. La propuesta de las Re-

    En las luchas deresistencia contra ladestruccin de susmedios de vida y losterritorios orestales, el movimiento campesinoliderado por ChicoMendes se hizo amoso por mostrar que laconservacin de losbosques no podadisociarse de los pueblosque habitaban en ellos.

    13 Respecto a este tema, ver Paula & Silva,2008.

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    servas Extractivistas-RESEXtradujo de orma ms acabada esa interaccin entresociedad y naturaleza.

    Por ser la tierra de Chico Mendes, Acre despert el inters del ambienta-lismo internacional desde entonces y el estado ha sido divulgado mundialmentecomo el que ms avanz en la Amazonia en cuanto a la implementacin de unmodelo de desarrollo sustentable, que ahora es denominado por laONU comoeconoma verde. La nanciacin que el gobierno estatal recibe hace ms deuna dcada del Banco Mundial, elBIDy el BNDES, como tambin de las grandesONG conservacionistas internacionales, como elWWF, est dirigida a omentar esemodelo. El poder ejecutivo estatal est gobernado desde 1999 por una ampliacoalicin de uerzas, que involucra desde partidos considerados de izquierda hasta los de extrema derecha, y es liderada por el Partido de los Trabajadores. En talperiodo, se adoptaron diversas iniciativas para adaptar la legislacin estatal14 alos cnones de la economa verde.

    Una sntesis que explica claramente la materializacin de esas acciones degobierno de Acre, en el sentido de promover adaptaciones a la economa verde

    ue elaborada por Verocai & Ludewigs & Pereira:

    Los principales programas de accin ejecutados por el Gobierno de Acre [...] se

    desarrollan en el mbito de la Poltica de Desarrollo Sustentable y de la Poltica deValorizacin del Activo Ambiental Forestal, que se undamentan en la concepcindel bosque como un proveedor de productos y servicios y en los principios de mane-jo racional [] en conjunto con asociaciones civiles de cuo ambientalista, agenciainternacionales de cooperacin tcnica, entidades de investigacin y universidadesadems de empresas privadas [] el Programa de Valorizacin del Activo AmbientaForestal (PVAAF), ejecutado con recursos propios del Tesoro Estadual y apoyado porel BID (primera etapa delPDSA) y por el Banco Nacional de Desarrollo Econmicoy Social (BNDES), que contempla la regularizacin del pasivo ambiental orestal y lacerti cacin de unidades productivas sustentables, [] pago por servicios ambientales y aumento del valor de la cubierta orestal con la legalizacin de la propiedadincentivndose prcticas de manejo de uso mltiple, (Verocai & Ludewigs & Perei-

    ra, 2012; 21; 23).

    La sntesis muestra cmo se materializan en el estado de Acre las propuestade la economa verde. Se destaca especialmente en el caso de Acre el hechde haber realizado un Zoneamiento Ecolgico Econmico, con el objetivo de laordenacin sustentable del uso del territorio, la implementacin exitosa de losPMFS, en sus diversas modalidades: empresarial, comunitaria e individual. Los au-tores arriba citados en atizan el hecho de que, en 2010, se extrajeron 756 mil m3 de madera en rollo, en su mayora por empresas y grandes propietarios rurales.Eso equivale a un aumento del 150% en relacin a la cantidad de madera en rolosextrada anualmente (304 mil m3) en todo el estado de Acre en la dcada anterior(Paula, 2005, 85). Otro dato importante es que en ese periodo hubo reduccinde la explotacin maderera en toda la Amazonia brasilea. No menos relevantees el registro de la expansin de losPMFSen las unidades de conservacin (comolas Reservas Extractivistas, Proyectos de Asentamientos Agroextractivistas y Boques Pblicos estaduales), mostrando el avance de la apropiacin de los bienesnaturales de carcter pblico con el objetivo de la explotacin privada.

    En ese sentido, cabe mencionar la Ley Estatal 2.308/ 2010 que cre el SistemEstadual de Incentivos a Servicios AmbientalesSISA. Tal ley es considerada unade las ms avanzadas del mundo, en cuanto a implementar las bases legalesde la economa verde. Segn la Agencia de Noticias de Acre, la ley del SISApermite que Acre participe del mercado internacional de carbono y de otrosservicios ambientales, como el de la biodiversidad y el del agua y el artculo

    14 In ormaciones ms detalladas sobrelas medidas normativas puedenverse en Neves, Rodrigo (Org) (2010)Coletnea de normas ambientaisdo estado do Acre http://www.pge.ac.gov.br/site/arquivos/cartilhas/2010/coletaneanormasambientais2010.pd

    Las empresas quecontrolan esos territoriosorestales podrn obtener

    ganancias abulosas, tantolas madereras como el

    sector nancierovinculado al mercado de

    carbono y obviamente, laindustria que permanece

    contaminando gracias a lacompra del derecho a

    contaminar. Pierden los

    pueblos y las poblacionesque viven en los bosquesempobrecidos.

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    naliza a rmando que las polticas de reduccin dede orestacin son la gran propaganda del carbonoacreano. Y sitan otra vez a este estado amaznicoen posicin destacada en el mundo.15

    En suma, los parmetros undamentales de laeconoma verde estn implantados en tierrasacreanas. La importancia y el valor de Acre uedebidamente reconocido por el director asistentede la OIMT, Eduardo Mansour, durante la realiza-cin en Rio Branco, la capital del estado, en 2011,del Segundo Encuentro Internacional de Especia-listas en Manejo Forestal Sustentable, que en esaocasin estej tambin el Ao Internacional delos Bosques y el 25 aniversario de laOIMT. Deacuerdo con Mansour:

    Acre ue elegido para ser sede del evento, porqueaqu el trabajo que se realiza es, de hecho, una re e-rencia para todos nosotros. Acre logr imprimir un

    modelo de desarrollo sustentable que es un ejemplopara todos porque sigui modelos sensatos de res-peto por el bosque, por las poblaciones tradiciona-les16.

    Inmediatamente despus de esta declaracinse in orma que los participantes del evento ha-rn una visita al Bosque Estatal de Antimary,un verdadero laboratorio a cielo abierto dondela Fundacin de Tecnologa del Estado de Acre(FUNTAC) desarrolla diversas experiencias. EnAntimary, prosigue el artculo, viven 50 amilias que reciben el subsidio Bolsa

    Floresta por valor de R$ 880.90 [US$ 450], una ayuda para la conservacin delbosque a travs del manejo sustentable, segn el secretario de bosques, JooPaulo Mastrngelo.

    En nuestra opinin, el examen cuidadoso del laboratorio a cielo abierto de laeconoma verde que es el estado de Acre puede contribuir bastante a revelar ladestruccin oculta a la que estamos re rindonos. De una orma ms general, sehacen ms comprensibles los nexos entreMFS / PSAy por qu laOIMT, FAOy demsde ensores de esa poltica insisten tanto en su adopcin conjugada. Al empobre-cer el bosque (en el sentido que le atribuimos a este trmino, o sea, territoriosmarcados por relaciones indisociables entre la vida material y simblica, cons-truidas socialmente por los pueblos que tienen al bosque como su lugar para viviren el mundo) con la extraccin de madera, se busca, a travs delPSA, amenizarlas adversidades sociales a travs del pago de bonos como el mencionado enel caso de Antimary producidas y/o agravadas, mientras que las empresas quecontrolan esos territorios orestales podrn obtener ganancias abulosas, tantolas madereras como el sector nanciero vinculado al mercado de carbono yobviamente, la industria que permanece contaminando gracias a la compra delderecho a contaminar. Pierden los pueblos y las poblaciones que viven en losbosques empobrecidos.

    La destruccin resultante de la expansin delMFSen Acre puede ser explicadapor la conjugacin de actores tcnicos y polticos. Los primeros se relacionancon la alta de comprobacin cient ca sobre la regeneracin orestal17 en uni-dades explotadas bajo losPMFS, el comportamiento de los di erentes ecosistemas

    15 http://www.agencia.ac.gov.br/index.php?Itemid=26&id=14065&option=com_content&task=view, acceso en

    ebrero de 201216 http://www.portalamazonia.com.

    br/secao/noticias/acre/2011/08/23/acre-sedia-2%C2%BA-encontro-internacional-de-especialistas-em-manejo-forestal-sustentavel/, accesoen ebrero de 2012

    17 Como muestra el investigador PauloKageyama (2000).

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    rente al aparato de explotacin, que involucra la apertura de caminos y carrete-ras vecinales para la circulacin de mquinas y camiones pesados, los desvos dcorrientes de agua, la contaminacin de los suelos y ros con aceite quemado yotros residuos txicos, los ruidos de las mquinas y el ahuyentamiento de aves yanimales silvestres, etctera. Los segundos estn relacionados con la ausencia d

    scalizacin de losPMFSpor parte de los rganos gubernamentales, sea en virtudde su deliberada devalorizacin resultante de polticas neoliberales, sea por lapersistencia de la asociacin pblico-privado que caracteriza la ormacin deEstado nacional en Brasil. Esta complicidad entre grupos de capitales privadosy el Estado slo se hace visible cuando emergen confictos sociales que escapanal control poltico estatal, como los que ocurrieron en 2011 en las plantacionesde caucho So Bernardo y en el Bosque Estadual de Antimary. En ambos, laspoblaciones locales denunciaron la destruccin de los bosques y las presiones qusu rieron para dejar las reas donde vivan. Debido a las repercusiones en los medios de comunicacin, el Ministerio Pblico Estatal (MPE) ue obligada a actuar,recomendando la suspensin de la licencia para uno de losPMFS concedidos aLaminados Triun o.18

    Hechos de esa naturaleza ocurren en todo el estado de Acre y ya haban sidodenunciados por lderes sindicales no cooptados por el bloque de poder, espe-

    cialmente la presidente delSTRde Xapuri, Dercy Teles, y el lder de la oposicinsindical delSTRde Brasilia, Osmarino Amncio Rodrigues19.En cuanto a las polticas dePSA, sus e ectos perversos comienzan a ser sentidos

    en los territorios orestales, como bien ilustra la declaracin de Dercy Teles:

    Las polticas dePSAslo amordazan la vida de esas personas, que no tienen ni opor-tunidades ni voz. Estn sin voz porque rman un contrato que es, por lo menos, detreinta aos. Y dejan a disposicin el rea donde viven durante treinta aos paraque el gobierno y las multinacionales investiguen y hagan usu ructo de todo el conocimiento del rea por una miseria, que es insigni cante. Y lo que es an ms gravees que no pueden hacer nada en esa rea, no pueden pescar ms, no pueden sacarmadera para uso propio, no pueden cazar ms, no pueden hacer ms nada. Yo estu-

    ve siguiendo de cerca el desarrollo de esas polticas, incluso en Par, y hubo casos enque un habitante ue detenido por cortar un rbol para hacer una canoa para pescar.Entonces, en mi opinin, esas polticas no son otra cosa que el con namiento de esaspoblaciones dentro de su propio territorio, que hace que en el uturo desistan, por-que no tiene sentido vivir en el medio de un bosque sin poder aprovechar los bienesque o rece. La vida no tiene sentido. Y los subsidios que se dan, ni que ueran de umilln de reales. Pero nadie vive paralizado en un rincn si la vida pierde su sentidono? Uno se siente intil, no hay cmo vivir sin poder hacer las cosas que siemprese hicieron, uno creci pescando, cazando, andando, haciendo sus cultivos (Entre-vista concedida a Israel Pereira Dias de Souza en marzo de 2012, [en publicacin])

    Adems de aumentar los confictos sociales en los bosques de Acre, la adop-cin delPSAcomo crdito de carbono repercute tanto en el mantenimiento de lacontaminacin ambiental en los pases centrales, como en la intensi cacin deconfictos ms all de las ronteras sudamericanas, como muestra Michael Schmidlehner (2012):

    Con el apoyo legal delSISAen sus manos y con la ayuda delEDF, el gobierno deAcre logr, en 2010, rmar un acuerdo sobreREDD con los estados de Cali ornia(EUA) y Chiapas (Mxico). El memorando tiene como objetivo la comercializacinde crditos de carbono que seran emitidos por los gobiernos de Acre y Chiapas. Lasindustrias de Cali ornia que causan emisiones superiores a las normas legales de sEstado podran compensar parte de esas emisiones excesivas a travs de la compra

    18 http://www.ac24horas.com/2011/12/19/ministerio-publico-recomenda-suspensao-de-licenca-ambiental-para-o-plano-de-manejo-da-laminados-triun o

    19 Segn el lder sindical OsmarinoAmncio Rodrigues (contemporneo deChico Mendes) elgobierno implementala economa verde, pero el manejoest expulsando al cauchero de sulugar, quitndoles la dignidad a losextractivistas, los indios, perjudicandola biodiversidad. Es lo que estocurriendo en Santa Quitria, enAntimary. Uno va all, y ve que el pueblono se hizo rico, est recibiendo unsubsidio [bolsa amilia]. La economa seestanco y la pobreza continua(http://www.ac24horas.com/2011/10/08/4050).

    Esta complicidad entre grupos de capitales

    privados y el Estadoslo se hace visible

    cuando emergenconfictos sociales que

    escapan al control poltico estatal, comolos que ocurrieron en

    2011 en las plantaciones de caucho

    So Bernardo y en el Bosque Estadual deAntimary. En ambos, las

    poblaciones localesdenunciaron la

    destruccin de losbosques y las presiones

    que su rieron para dejarlas reas donde vivan.

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    de estos crditos. El mecanismo legal que debe viabilizar este tipo de compensacinen Cali ornia, el llamado Cap and Trade [limitar y comercializar], ue impugnadopor organizaciones de la sociedad civil cali orniana. A travs del Cap and Trade, lasindustrias podran, parcialmente, mantener sus excesivas emisiones y las comunida-des tendran que seguir su riendo los impactos, tales como tasas elevadas de cncery abortos espontneos. (CBE, 2011). En Chiapas, el acuerdo entre los tres gobiernosviene agravando los severos confictos territoriales en la selva Lacandona. Para que-dar Ready orREDD [listo para REDD], el gobierno de Chiapas debe comprobarque las reas a partir de las cuales los certi cados sern generados estn bajo pro-teccin ambiental, y las comunidades que viven en el rea que ue delimitada por elgobierno como parque ambiental ahora temen que se las expulse (Conant, 2011).

    Finalmente, adems de seguir destruyendo selectivamente los bosques con losPMFS, las ormas de devastacin total continan su curso en el estado de Acre.De acuerdo con Verocai & Ludewigs & Pereira (2012, 56), en los ltimos diezaos, el rea total talada en Acre aument en 730 mil hectreas, de las cuales62% ueron convertidas en el periodo de 2000 a 2005, superando as el pro-medio de las tres dcadas anteriores de unas 500 mil hectreas, y son anterioresa la implementacin de la economa verde. Es necesario resaltar que la gana-

    dera extensiva de corte, considerada una de las actividades ms destructivas dela Amazonia, tuvo un uerte incremento en Acre en esa ltima dcada, el rebaopas de 800 mil cabezas a 2 millones quinientas mil cabezas, o sea, se triplicen slo diez aos.

    Consideraciones fnales. Como anunciamos en la introduccinde este artculo, las crticas al modelo de desarrollo capi-talista identi cado con la economa verde requierenadems de incursiones de orden terico, un conjun-to de es uerzos destinados a la demostracin decmo el modelo unciona e ectivamente. Fueese tipo de ejercicio que pretendimos ha-

    cer con la expectativa de lanzar algu-nas luces capaces de iluminar lassombras que se ciernen sobrela acelerada destruccin delos bosques tropicalesen Latinoamrica y elCaribe en general, y enla Amazonia brasilea,en particular. Los de enso-res de la economa verdepodran cuestionar la plau-sibilidad de la generalizacinde la crtica al uncionamientoreal de la explotacin sustentablede los bosques a partir de la ocaliza-cin en el caso de Acre. En ese caso, po-dramos responder con la siguiente interro-gante: por qu motivo un caso que es usado comocerti cado de validez para la rplica de un modelo, cuando es interpelado enuna perspectiva crtica, deja de tener validez para nes de generalizacin?

    Esperamos haber mostrado con razonable nitidez, a partir de la ocalizacindel anlisis en un caso divulgado por los de ensores de la economa verde comomodelo a ser repetido en otras regiones, la trampa de la llamada explotacin

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    sustentable de los bosques. Vimos que las prcticas que rigen el proceso real deexplotacin maderera reiteran los undamentos de la produccin destructiva yexpoliadora. El incremento de la destruccin de los bosques a travs de losPMFS y el aumento del acaparamiento de tierras y de la expansin ganadera extensivade corte ponen de mani esto la trampa de la economa verde en Acre.

    En suma, buscamos en atizar el hecho de que los bosques estn amenazadoactualmente por la conjugacin de las ormas de destruccin convencionales mvisibles, pero que por la nueva lgica de la economa verde pueden ser com-pensadas por el Manejo Forestal Sustentable. Y an ms, que la comerciali-zacin de carbono y de otros servicios ambientales son una amenaza rontala la autonoma, la libertad y el control de los pueblos del bosque sobre susterritorios, adems de compensar equivocadamente por la contaminacin con-tinuada de pases industrializados en el Norte, como es el caso de Cali ornia y svinculacin con los estados de Acre (Brasil) y Chiapas (Mxico). A pesar de todotal como ocurri en el pasado, las poblaciones y los pueblos que tienen en losbosques su lugar en el mundo, reaccionan y pelean contra las viejas y nuevas

    ormas de destruccin y expoliacin.

    Las crticas al modelo dedesarrollo capitalist