Ecosistemas, - Teorema Ambiental€¦ · un costo muy alto para el medio ambiente. Wendy Coss y...
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www.teorema.com.mx Revista interactiva @revista_teorema TeoremaAmbiental $65.00 Ecosistemas, Bióxido de carbono: un gas con consecuencias perversas en los océanos La contaminación y sobreexplotación de nuestros mares Migraciones Vaquita marina, especie mexicana al borde de la extinción un panorama oscuro del planeta
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TeoremaAmbiental
$65.
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Ecosistemas,Bióxido de carbono:
un gas con consecuencias perversas en los océanos
La contaminación y sobreexplotación de
nuestros maresMigraciones Vaquita marina,
especie mexicana al borde de la extinción
un panorama oscuro del planeta
CONteniDO
Ecosistemas, un panoramaoscuro del planetaNo importa qué parte de la Tierra habitemos, to-dos los humanos, sin excepción, necesitamos de alimentos, agua fresca y aire puro para existir. La conservación de la naturaleza es la piedra angu-lar para nuestra propia supervivencia; es tiempo de cambiar la historia en la que el hombre ha trasgredido, durante décadas, el equilibrio de los ecosistemas debido a procesos industriales voraces.Nancy Herrera
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Pág. 5 editorialEl interés en temas ambientales desde pers-pectivas sustentables está aumentando en varios sectores que conforman la sociedad, sin embargo este hecho contrasta con los ex-cesivos niveles de consumo que actualmente prevalecen.Gran parte de los ecosistemas continúan sien-do explotados a un ritmo mayor de su capaci-dad natural de regeneración, y la mayoría de las naciones siguen priorizando la economía a un costo muy alto para el medio ambiente.Wendy Coss y León
Pág. 32 ecosistemasLa contaminación y sobreexplotaciónde nuestros maresCarlos Álvarez Flores
Pág. 14 legislación ambientalEl encuentro de los intereses de orden públicoLiv Espinosa Otero
Pág. 20 ecosistemasBióxido de carbono: un gas con consecuencias perversas en los océanosNorma Sánchez-Santillán yRubén Sánchez-Trejo
Pág. 38 sostenibilidadMigracionesDiana Pérez-Molero Bustamante
Pág. 42 sostenibilidadHuella de AguaNydia Suppen
Pág. 26
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El interés en temas am-bientales desde pers-pectivas sustentables
está aumentando en varios sectores que conforman la sociedad, sin embargo este hecho contrasta con los ex-cesivos niveles de consumo que actualmente prevalecen.
Gran parte de los ecosiste-mas continúan siendo explo-tados a un ritmo mayor de su capacidad natural de rege-neración, y la mayoría de las naciones siguen priorizando
la economía a un costo muy alto para el medio ambiente.Modelos industriales perniciosos talan árboles a una ve-
locidad mayor de lo que tardan en crecer, se emite más carbono a la atmósfera del que los bosques y océanos pue-den absorber y se extraen del mar más peces de los que el medio marino es capaz de reponer.
La densidad de las poblaciones de mamífe-ros, aves, reptiles y peces es el barómetro indicador del estado de salud de los hábitats. El más reciente informe del Fondo Mundial para la Naturaleza, Índice Planeta Vivo, advierte que entre 1970 y 2010 las variedades de vertebrados presentaron una disminución de 52 por ciento, es decir, en menos de dos genera-ciones humanas, estas especies han sido reducidas a la mitad.
Asimismo, los animales terres-tres también mermaron en un 39 por ciento, mientras que los de agua dulce presentan una baja promedio de 76 por ciento, esta situación se debe principalmente a la pérdida de sus hábitats, la contaminación y las especies invasoras.
En lo que respecta a los especímenes marinos, éstos han sido reducidos, en las últimas décadas, en un 39 por ciento. Entre los más afectados están los tiburones, las tor-tugas, las mantarrayas y aves marinas migratorias como el albatros viajero. Siendo el océano un ecosistema vital para la salud del planeta, en la actualidad se encuentra en emi-nente peligro.
El Quinto Informe Nacional de México ante el Convenio so-bre la Diversidad Biológica, revela que para 2011 el 28.7 por ciento del país había perdido sus ecosistemas naturales y el
restante 71.3 por ciento los mantenía con diferentes grados de preservación. Lo que equivale a una pérdida neta de 23.4 mi-llones de hectáreas de selvas, 12.9 millones de bosques, 5.8 millones de matorrales y cerca de 6.5 millones de pastizales.
Dada la importancia de la preservación de los diferentes hábitats y la gran biodiversidad que vive en ellos, incluimos en esta edición de Teorema Ambiental diferentes artículos que nos proporcionan un panorama general sobre el estado de salud de los ecosistemas, las principales problemáticas que enfrentan y alternativas para su conservación.
El artículo titulado “La contaminación y sobreexplota-ción de nuestros mares”, del ingeniero Carlos Álvarez Flo-res, presidente de México, Comunicación y Ambiente, AC, analiza los diferentes retos y desafíos en la gestión de los hábitats marinos.
Norma Sánchez-Santillán y Rubén Sánchez-Trejo, del de-partamento El Hombre y su Ambiente, UAM-Xochimilco, abor-dan el tema “Bióxido de carbono: un gas con consecuencias perversas en los océanos”, en donde explican a profundidad las graves consecuencias del CO
2 emitido a la atmósfera.Asimismo, contamos con la participación de la abogada
Liv Espinosa Otero, quien proporciona una pers-pectiva de la legislación internacional de pro-
tección al medio ambiente, a través de su texto “El encuentro de los intereses de
orden público”.En términos de sustentabilidad
la doctora Nydia Suppen, directo-ra general del Centro de Análisis de Ciclo de Vida y Diseño Susten-table (Cadis), nos ilustra con su artículo “Huella de agua”, que es actualmente una prioridad de en-
foque para empresas y gobiernos.Por su parte, Diana Pérez-Molero
Bustamante muestra en su texto “Mi-graciones” este fenómeno y sus conse-
cuencias en el crecimiento descontrolado de la ciudad de México y la amenaza a los eco-
sistemas de la periferia.Podemos afirmar que la economía, la seguridad alimen-
taria, el bienestar y la estabilidad social están invariable-mente ligados a la salud de los ecosistemas que sustentan la vida en el planeta. El destino de la humanidad depende de la conservación del medio ambiente a partir del desarro-llo sostenible. Es momento de actuar para un mejor futuro.
“La Tierra no es una herencia de nuestros padres,sino un préstamo de nuestros hijos”
Mahatma Gandhi
Wendy Coss y LeónDirectora General
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Editorial
noticias méxico
México, D.F.— Aproximadamente un 80 por ciento de la adquisición de mas-cotas, principalmente perros y gatos, obedece a patrones de impulso tempo-ral, es decir, por algún festejo o regalo sin que haya un conceso familiar, señaló Carlos Esquivel Lacroix, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la Universidad Nacional Au-tónoma de México (UNAM).
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Promueven concientización contra abandono de mascotas
Mayas impulsan cuidado de bosques
No son pocos los casos en que los animales de compañía “se adquieren con facilidad y con la misma facilidad se desechan”, por lo que es necesario sensibilizar a la sociedad en torno a una tenencia responsable. Parte importante de esta acción es el reconocimiento y respeto de éstos como seres vivos, dijo.
Según datos de la Secretaría de Sa-lud, tan sólo en la ciudad de México existen un millón 200 mil perros y ga-tos con propietario. Sin embargo, 10 por ciento de ellos se encuentran en las calles, es decir, 120 mil ejemplares, lo que tiene un impacto negativo en materia de contaminación ambiental y salud pública.
Un perro excreta en promedio 300 gramos y orina 500 mililitros por día, residuos que al secarse se esparcen en el ambiente. Además, son portadores de parásitos, bacterias y virus, por lo que representan un riesgo de transmi-sión de enfermedades.
(Con información de Agencia ID)
México, D.F.— La Red de Producto-res de Servicios Ambientales, AC, de Quintana Roo (Repseram) es una orga-nización de ejidos mayas dedicados a la silvicultura que habita un territorio de más de 250 mil hectáreas en los muni-cipios de José María Morelos y Felipe Carrillo Puerto en Quintana Roo.
La organización impulsa el aprove-chamiento sostenible de los bosques y lucha por conservar su patrimonio eco-lógico y cultural.
Para conocer más sobre sus pro-yectos visite la página: www.elpulmon-verde.org/
Primer campus sustentable en México
México, D.F.— La Universidad del Me-dio Ambiente (UMA) es la primera en América Latina conceptualizada total-mente en sustentabilidad. Su cons-trucción busca ser autosuficiente en agua y en energía, además de producir su propia comida bajo el concepto de bosque comestible.
El Campus UMA, ubicado en la co-munidad de Acatitlán, Estado de Méxi-co, se construyó con el propósito de una “arquitectura regenerativa” que busca mostrar cómo una intervención arquitec-tónica puede ser un vehículo de regene-ración para su comunidad y su cuenca.
Las tecnologías verdes que fueron utilizadas incluyen celdas fotovoltai-cas, paneles solares térmicos, tabiques de matchinblock, repellado con tierra, techos verdes, captación de agua plu-vial, tratamiento aeróbico y anaeróbico de aguas, ósmosis inversa, bombas de agua solares y técnicas de permacultura.
Los materiales fueron elegidos con-siderando su impacto ecológico me-diante un análisis de ciclo de vida. De acuerdo con Óscar Hagermann, arqui-tecto a cargo de la obra, “el objetivo del diseño arquitectónico es que la obra fuera una parte integral del ambiente, se fusionara con el entorno y permitie-ra una convivencia con el mismo”.
(Redacción Teorema Ambiental)
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Mercado de Trueque incentiva educación ambiental
México, D.F.— El segundo domingo de cada mes miles de habitantes de la ciudad de Mé-xico acuden al Mercado de Trueque para inter-cambiar residuos como vidrio, pet, latas de aluminio, tetrapack, papel, cartón, eléctricos y electrónicos por productos cultivados en las zonas agrícolas de la capital.
La Secretaría del Medio Ambiente promueve esta actividad de educación ambiental que ha generado una cultura de consumo responsable y manejo adecuado de residuos sólidos.
Asimismo, los productores de las zonas agrícolas de Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta se benefician del comercio justo al traer pro-ductos cultivados en estas zonas de la capital como nopales, chayotes, calabazas o rábanos, entre muchos otros.
(Redacción Teorema Ambiental)
noticias méxico
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Inauguran fábrica “cero agua”
Jalisco, México.— Con una inversión de más de 200 mi-llones de pesos, la compañía Nestlé México inauguró la primera fábrica “cero agua” del mundo, en donde disminui-rá en un 15 por ciento su consumo anual del vital líquido y reducirá el consumo de agua de su fábrica de Lagos de Moreno, Jalisco.
Esto equivale a dejar de utilizar 1.6 millones de litros dia-rios extraídos del sistema de aguas del municipio, ya que operará sin extraer el líquido del subsuelo y sólo consumirá el agua obtenida del proceso de producción de la leche en polvo Nido, que se manufactura en esta fábrica.
El líquido extraído de la leche fresca durante el proceso de evaporado se filtra y purifica, para obtener agua potable. Ésta se utiliza en los procesos de producción y después se trata nuevamente para el riego de jardines o limpieza, señaló Paul Bulcke, CEO de Nestlé, SA.
(Redacción Teorema Ambiental)
Zoológicos del DF lideran programas de reproducción
México, D.F.— Dos hembras de cóndor de Cali-fornia llegaron al Zoológico de Chapultepec para dar inicio a un programa de conservación y re-producción, ya que su especie se encuentra en peligro de extinción.
Las hembras provienen del Zoológico de San Diego, y en caso de que se logre una cría en los próximos dos años, será liberada en la Sierra de San Pedro Mártir, Baja California, informó la Se-cretaría del Medio Ambiente del Distrito Federal (Sedema).
La titular del Medio Ambiente de la capital, Tan-ya Müller García, detalló que este es un hecho sin precedentes, ya que el Zoológico de Chapultepec se posiciona hoy como el único —fuera de Esta-dos Unidos— en albergar esta especie en peligro de extinción, la cual se destaca por ser el ave de mayor talla de Norteamérica y una de las más grandes del mundo.
Los zoológicos de la ciudad de México son reconocidos internacionalmente por liderar dife-rentes programas de reproducción y conserva-ción de especies en peligro de extinción.
(Redacción Teorema Ambiental)
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Elaboran estudio histórico de ciclones
México, D.F.— Para evaluar la varia-bilidad natural de los ciclones y sa-ber si ésta sufrió cambios se requiere estudiar un periodo de tiempo consi-derable. Por ello, un grupo de investi-gadores encabezados por la doctora Graciela Binimelis de Raga, del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la Universidad Nacional Autónoma de México, realizaron un trabajo interdis-ciplinario que permitió reconstruir la entrada de ciclones a tierra, a partir de documentos históricos y revisión de periódicos anteriores a 1949, llegando incluso hasta mediados del siglo XVI.
En este trabajo, los investigadores revisaron periódicos de los archivos de la Biblioteca Nacional y la Hemeroteca Nacional, además visitaron reposito-rios locales en Acapulco, Chilpancin-go, Guadalajara, Colima, Mazatlán, Culiacán y La Paz, para consultar do-cumentos que permitieran detectar los impactos de ciclones en tierra. Algunos de estos documentos contienen soli-citudes de ayuda económica, que los gobiernos locales hicieron al gobierno central, para enfrentar los daños por lluvias, vientos y marejadas asociadas a los ciclones.
El estudio histórico de los ciclones tropicales en el Pacífico mexicano, permitió contar con una serie de da-tos de su entrada a tierra a lo largo de 161 años, periodo factible para eva-luar ciertos aspectos de la variabilidad natural de estos fenómenos meteoro-lógicos. En particular, se evaluó si los ciclones que ingresaron a tierra esta-ban relacionados con el fenómeno de El Niño, y lo que encontraron es que estos ciclones se correlacionan mejor con la llamada “Oscilación Decadal del Pacífico”, que a gran escala mo-difica la temperatura de la superficie
del mar y la circulación atmosférica de todo el Pacífico.
Producto de la primera fase de in-vestigación quedó conformada una base de datos, y se publicó el artículo
“Landfalling tropical cyclones on the Pacific coast of Mexico: 1850-2010” en la revista trimestral Atmósfera del CCA.
(Redacción Teorema Ambiental / UNAM)
mirador global
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Humo de incendios agrícolas se extiende por China
Nueva planta en Inglaterra contará con 27 mil módulos solares
Reino Unido dona 300 mdd a Colombia para medio ambiente
China.— El humo y la neblina resulta-do de incendios agrícolas cubren gran parte del este de China, según se ob-serva en una imagen capturada por el instrumento Moderate Resolution Ima-ging Spectroradiometer (Modis), que viaja a bordo del satélite Aqua.
China utiliza el método agrícola de “tala y quema” para librar sus campos de maleza. Los agricultores a menudo usan el fuego para devolver nutrientes a la tierra y para limpiar el terreno de hierbas y plantas no deseadas.
El humo emitido por cualquier tipo de fuego es una mezcla de partículas y sustancias químicas producidas por la combustión de materiales que con-tienen carbono y la humareda despide monóxido de carbono, dióxido de car-bono y hollín.
Por su parte, las autoridades han pe-dido a la población que tome precaucio-nes, en particular para evitar secuelas en enfermos cardiorespiratorios, ya que este tipo de neblina tiende a empeorar en el otoño e invierno, cuando las tram-pas de aire frío pesado mantienen los contaminantes cerca de la superficie.
(Con información de Wordpress)
Inglaterra.— Con una inversión total de más de siete millones de libras la multinacional OPDE, especializada en el desarrollo e inversión en parques fotovoltaicos, inició la construcción de una nueva planta solar de 6.9 MWp en la localidad de Hothfield, ubicada en el condado de Kent, al sur de Inglaterra.
Está previsto que la conexión a la
Colombia.— Con el objetivo de impul-sar proyectos de tipo agropecuario y medioambiental en Colombia, el Reino Unido decidió destinar recursos por 300 millones de dólares a este país.
Los recursos se consignarán para tres proyectos: el primero de ellos denomi-nado “Visión Amazonia”, el cual tendrá una partida de 130 millones de dólares y buscará reducir para 2020 la defores-tación neta a cero en esta región, señaló el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Aurelio Iragorri Valencia.
El segundo proyecto es el “Fon-do Biocarbono”, el cual promoverá la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero procedentes del uso del suelo, mediante estrategias de reducción de emisiones por deforesta-ción y degradación del bosque, y ac-ciones que incluyan agricultura soste-nible, planificación climática inteligente y políticas de uso sostenible del suelo.
El tercer proyecto, que ya se en-cuentra en marcha, se denomina “Fon-do Global Ambiental”, el cual apoya proyectos tendentes a la adaptación y mitigación del cambio climático. En Colombia, el proyecto de mayor inci-dencia es el de ganadería sostenible, que se ha implementado en 90 muni-cipios de 12 departamentos y se han invertido recursos por el orden de los 20 millones de dólares.
(Con información de Reuters)
red se realice en diciembre y la nueva planta contará con casi 27 mil módulos solares. Una vez conectada, dará ser-vicio a mil 850 hogares del Reino Uni-do, lo que evitará la emisión de 62 mil 300 toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera durante toda su vida útil.
(Redacción Teorema Ambiental)
>.11 tawww. .com.mx
Humus de lombriz para huertos urbanos
Iniciativa protege especies migratorias en Asia
España.— Fue elaborado un nuevo fertilizante ecológico para huertos urbanos a partir de humus (abono) de lombriz. Uno de los principales beneficios de este producto es que no genera contaminación ya que su formulación incluye el uso de materias primas que activan la carga microbiana del suelo y su carga conta-minante es nula.
Este fertilizante, que se comercializará en España próximamente bajo la de-nominación “Biziurban”, principalmente preserva la vida microbiana del suelo y evita la incorporación de sustancias químicas que contaminan los acuíferos subterráneos por riegos y lluvia.
El producto se presenta en diferentes formulaciones, tres sólidas y una líqui-da. El activador sólido enriquece y potencia el humus de lombriz, y el formulado líquido sustituye a los fertilizantes químicos y complementa al producto sólido, al tiempo que genera un mayor desarrollo y crecimiento de los cultivos.
(Con información de EP)
Quito, Ecuador.— En el marco de la Conven-ción sobre Especies Migratorias (CMS), en la 11ª reunión de la Conferencia de las Partes (COP), celebrada en Quito, Ecuador, se acor-dó una iniciativa para proteger la vida silves-tre de especies migratorias de mamíferos en Asia Central, informó la Wildlife Conservation Society (WCS).
“Asia Central alberga algunos de los últimos grandes pastizales templados que quedan en el mundo, vastas regiones desérticas natura-les, y algunas de las montañas más grandes del planeta. En este territorio suceden espec-táculos migratorios de mamíferos como las gacelas de Mongolia, el antílope saiga, gacela tibetana, antílope tibetano y ovejas argali gi-gantes”, mencionó Peter Zahler, director ad-junto de WCS.
Sin embargo, los enormes paisajes y la va-riada vida silvestre de Asia Central están bajo crecientes amenazas debido el aumento de los caminos y cercas que afectan a las especies. Asimismo, las poblaciones de antílopes saiga se desplomaron en un 95 por ciento en tan sólo 20 años, debido a diversas causas, entre ellas la caza furtiva.
(Con información de CMS)
mirador global
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Pide ONU ratificar convención de emisiones de mercurio
Supermercado ecológico en Alemania
Unen esfuerzos ocho países para preservar la Amazonia
Naciones Unidas.— Con el objetivo de proteger a las personas y el ambiente de las emisiones de mercurio y sus nega-tivos efectos, el relator especial de Na-ciones Unidas para Derechos Humanos
Alemania.— En Berlín se inauguró un supermercado bajo un concepto origi-nal llamado Unverpackt que se puede traducir como “Supermercado a em-balaje cero”, es una tienda basada en depósitos dispensadores donde las personas compran productos a granel que van desde frutas, verduras, legum-bres, cereales, líquidos, detergentes o champú, quesos, embutidos, semillas, entre otros productos.
Los compradores utilizan sus pro-pios envases reutilizables o en caso de que en el momento de la compra no dispusieran de ellos, los pueden adqui-rir en la misma tienda o utilizar bolsas de papel reciclable en su lugar.
Este comercio ofrece productos de primera calidad y sus fundadoras tratan de que éstos sean procedentes de pro-ductores locales en su gran mayoría. Además, el 80 por ciento de los produc-tos de la tienda es de origen orgánico.
Amazonia.— La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su siglas en inglés) dio a conocer que los recursos ecológicos de la Amazonia, que son cruciales para la seguridad alimentaria, la economía y la biodiversidad globa-les, serán preservados por un proyecto en el que participan Brasil, Bolivia, Co-lombia, Ecuador, Guyana, Perú, Suri-nam y Venezuela.
Financiado por la Unión Europea, el proyecto, llamado Visión Amazóni-ca, buscará fortalecer los sistemas de áreas protegidas de la región amazóni-ca pertenecientes a esos ocho países, con el fin de aumentar la resiliencia del ecosistema amazónico ante los efec-tos del cambio climático y mantener la provisión de bienes y servicios que be-nefician a la biodiversidad, las comuni-dades y las economías locales.
El proyecto será administrado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Am-biente (PNUMA), bajo la coordinación de la FAO y contará con un presupues-to de 5.2 millones de euros, equivalente a 6.3 millones de dólares.
(Con información de La Hora)
Se trata de una iniciativa que per-mite reducir la generación de residuos plásticos y aporta ventajas a la com-pra responsable, la promoción de los productores locales o de forma indi-recta, y la reducción de los gases de efecto invernadero.
(Con información de Udalsarea)
y Tóxicos, Baskut Tuncak, solicitó hoy a los estados ratificar la Convención de Minamata sobre el Mercurio.
Ya son 128 países los que han firmado la Convención, pero sólo siete la ratifica-ron, “a ese ritmo, el tratado no entrará en vigor hasta 2020”, advirtió Baskut en un pronunciamiento desde Ginebra.
El mecanismo es muy importante para reducir las emisiones de mercurio y sus compuestos a la atmósfera, en aras de evitar enfermedades y daños al medio ambiente. Para que entre en vigor se necesita la ratificación de 50 gobiernos, y de esta manera se impe-dirá que ese elemento químico siga afectando a los seres humanos, dijo.
(Con información de Agencia Prensa Latina)
contaminación
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La legislación internacional ha establecido un marco jurídico de protección al medio ambiente al recono-cer, mediante los foros establecidos para ello, que la
protección, conservación y remediación del medio ambiente es indispensable para la vida humana y cualquiera de sus actividades, entre ellas, la económica.
Sin embargo, son estas mismas actividades humanas las que a través del tiempo han demostrado estar siendo desa-rrolladas de manera irresponsable, excesiva y nociva para el normal desarrollo del ciclo natural de los ecosistemas, los cuales son la base primaria para la existencia del ser huma-no, pero que en este momento de nuestra historia, se están viendo gravemente dificultados para regenerarse, cuando es posible, debido a un consumo irracional de los suelos, el agua, los bosques, la flora y la fauna; así como una genera-ción exagerada de emisiones a la atmósfera al igual que de residuos sólidos, especiales y peligrosos.
Hoy, es una realidad que la atmósfera, los suelos y el agua están sufriendo las consecuencias de la contamina-ción; las especies animales se están viendo amenazadas y
disminuidas en el número de su población por la reducción de sus hábitats; y el cambio climático es actualmente un asunto de interés científico, político y social por los intensos y dramáticos efectos que ha provocado globalmente con extremos escenarios que han costado vidas y millonarias pérdidas materiales.
Ante este escenario, la comunidad internacional reconoció la indispensable necesidad de considerar con seriedad el uso y aprovechamiento de los recursos naturales de cada país con la finalidad de mejorar las prácticas de extracción, los procesos de producción y las modalidades de tratamiento de los desechos resultado de cualquier actividad emprendida.
Uno de los retos para aplicar los lineamientos legales para la conservación y protección del medio ambiente, consis-te en equilibrar esta reciente y reconocida necesidad con la ideología que ha regido nuestro tiempo respecto a la exigen-te generación de recursos económicos con el propósito de lograr una prosperidad financiera opulenta y ser considera-do un país, o una persona, de alto rendimiento productivo, lo que exige un ilimitado consumo de materia prima.
El encuentro de los
intereses de orden públicoLiv Espinosa Otero*
legislación ambiental
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Nos encontramos entonces ante un obligado cambio de paradigmas pues ya quedó demostrado que es insostenible continuar explotando los recursos naturales tal y como se ha venido haciendo, y como posible solución, surgió el concepto denominado “desarrollo sustentable”, el cual, poco a poco, se ha vuelto, una obligación.
El reconocimiento del medio ambiente como objeto tutelado por la legislación internacional y nacionalEn 1972, la Declaración de Estocolmo, estableció que “los recursos na-turales de la Tierra incluidos el aire, el agua, la tierra, la flora y la fauna… deben preservarse en beneficio de las generaciones presentes y futuras, mediante una cuidadosa planificación u ordenación, según convenga”.
Veinte años después, durante la Declaración de Río, se determinó que “…los estados tienen el derecho soberano de aprovechar sus pro-pios recursos según sus propias políticas ambientales y de desarrollo, y la responsabilidad de velar por que las actividades realizadas dentro de su jurisdicción o bajo su control no causen daños al medio ambiente…”
Para recibir el nuevo milenio, en el año 2002, se llevó a cabo la Cum-bre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible con la finalidad de proteger la salud humana y el medio ambiente aumentando “…rápidamente el acceso a los servicios básicos, como el suministro de agua potable, el saneamiento, una vivienda adecuada, la energía, la atención de la salud, la seguridad alimentaria y la protección de la biodiversidad”, dando esto como resultado “…la atención en la universalidad de la dignidad humana”.
legislación ambiental
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Por su parte, Río más Veinte, determinó que “…la erra-dicación de la pobreza, la modificación de las modalidades insostenibles y la promoción de modalidades sostenibles de producción y consumo, y la protección y ordenación de la ba-se de recursos naturales del desarrollo económico y social son objetivos generales y requisitos indispensables del desarrollo sostenible…” el cual es definido como “…un crecimiento sos-tenido, inclusivo y equitativo, creando mayores oportunida-des para todos, reduciendo las desigualdades, mejorando los niveles de vida básicos, fomentando el desarrollo social equi-tativo y la inclusión, y promoviendo una ordenación integrada y sostenible de los recursos naturales y los ecosistemas que preste apoyo, entre otras cosas, al desarrollo económico, so-cial y humano, y facilite al mismo tiempo la conservación, la regeneración, el restablecimiento y la resiliencia de los ecosis-temas frente a los problemas nuevos y emergentes”.
Se puede observar entonces la evolución de los concep-tos jurídicos ambientales en el tiempo; de haber comenzado en otorgar a cada país la libertad de gestionar sus propios recursos naturales según su mejor conveniencia, se avanza a establecer la responsabilidad de evitar daños ambientales, reconociendo de esta manera su existencia y, por lo tanto, la posibilidad de futuros daños ambientales, para finalizar (de conformidad con los instrumentos legales internaciona-les enlistados anteriormente) con la detallada descripción de las actividades a implementar con el objetivo de garantizar el derecho humano a la dignidad humana, compuesto, entre otros, por un medio ambiente sano.
Así las cosas, en México, el marco jurídico nacional le otorga al medio ambiente el estatus de derecho humano al
colocarlo en el artículo cuarto de la Constitución que a la le-tra dice: “… Toda persona tiene derecho a un medio ambien-te sano para su desarrollo y bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y deterioro ambiental ge-nerará responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por la ley…”
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Al respecto, se cuenta en el país con una amplia legislación en materia am-biental. Tomando en cuenta el sistema federal mexicano y su correspondiente repartición de competencias, existen leyes generales, leyes estatales y la normatividad municipal; destinadas a regular: (i) el cambio climático; (ii) la vi-da silvestre; (iii) los recursos forestales; (iv) el agua; (v) los residuos; (vi) el im-pacto ambiental; (vii) las emisiones a la atmósfera; (viii) las áreas naturales pro-tegidas; (ix) los ecosistemas costeros y marinos; y (x) la biodiversidad.
De esta manera, el medio ambiente queda tutelado por la legislación na-cional e internacional, lo que le permite encontrarse frente a frente con el mode-lo económico capitalista adoptado por México y también establecido en el artí-culo 25 constitucional: “Corresponde al Estado la rectoría del desarrollo nacio-nal para garantizar que éste sea integral y sustentable, que fortalezca la Sobera-nía de la Nación y su régimen democrá-tico y que, mediante la competitividad, el fomento del crecimiento económico y el empleo y una más justa distribución del ingreso y la riqueza, permita el pleno ejercicio de la libertad y la dignidad de
los individuos, grupos y clases sociales, cuya seguridad protege esta Constitu-ción. La competitividad se entenderá como el conjunto de condiciones nece-sarias para generar un mayor crecimien-to económico, promoviendo la inversión y la generación de empleo…”
Para sostener el avance se requiere del desarrollo sustentableLa insaciable voracidad del sistema capitalista en beneficio de algunos y en detrimento de muchos ha mostrado
su ineficiencia, su egoísmo y su ten-dencia destructiva. Lejos de conseguir el bienestar general de la población y la justa repartición de riqueza, la glo-balización de productos y servicios ha llevado al extremo la enorme desigual-dad económica entre regiones geográ-ficas, la devastación de ecosistemas y lo más importante, la creciente y per-manente pobreza de un gran número de seres humanos.
Ahora bien, cabe señalar que la mayor concentración de la riqueza en bienes naturales se localiza dentro del territorio de los países menos favore-cidos por el capitalismo y la industria que los devora, muy probablemente sea esta la razón por la cual la comu-nidad internacional está decidida a coadyuvar económica y tecnológica-mente a apoyar a estos países a con-servar su riqueza natural.
El desarrollo sustentable está com-puesto por tres variables y su objetivo es conseguir el equilibrio entre ellos, a saber: (i) económicamente viable; (ii) socialmente aceptable; y (iii) ambien-talmente soportable. Lo que significa, en primer lugar, definir con claridad los límites de cada una de estas variables permitiendo su flexibilidad y su adap-tación al caso que les ocupe, pues ca-da elemento natural tiene sus caracte-rísticas físicas y biológicas específicas así como cada grupo de individuos está sujeto a diferentes modalidades de vida.
legislación ambiental
La viabilidad económica depende principalmente de la capacidad del inversionista para cubrir los gastos de cons-trucción y de operación del proyecto pretendido, lo que co-rresponde a conocer con exactitud los costos del material necesario para construirlo, la adquisición del predio, los im-puestos que deberán pagarse, los salarios de los trabajado-res, el mantenimiento de la obra, entre otros.
La aceptación social se refiere a la apropiación del proyec-to por la comunidad quien es considerada como una parte integrante del mismo con la finalidad de llevarlo a cabo de manera pacífica. Esto se logra principalmente respetando los usos y costumbres de los habitantes así como manteniendo la calidad de vida, o en su caso, mejorándola, ya sea de manera directa o indirecta.
Por su parte, que un proyecto sea ambientalmente so-portable significa que va a ocupar los recursos naturales existentes en la zona donde se desarrolla sin exceder su ca-pacidad de carga; preferentemente, manteniendo su ciclo natural de regeneración e idealmente, conservándolos tal y como se encontraban en el momento de ocupación del sitio, e incluso, aumentando su reproducción.
Como se puede observar, el objetivo de armonización entre estos tres elementos requiere de un estricto análisis de cada una de las variables para poder ponderarlas dándole a cada una de ellas su justo valor, pues ninguna puede ser dismi-nuida así como tampoco puede gozar de preferencia alguna.
Los inversionistas están obligados a tomar en cuenta los elementos sociales y ambientales al momento de delinear sus proyectos, lo que en ocasiones significa aumentar el costo de éstos o aceptar modificaciones a los mismos, pues es una realidad que la tecnología ambiental tiene un precio considerable así como hoy en día existen restricciones lega-les que efectivamente prohíben cierto tipo de actividades en ecosistemas señalados.
En cuanto a los grupos sociales, igualmente, se requiere de ellos una participación activa de comunicación de nece-sidades y de denuncia de irregularidades, a efecto de que puedan ser tomadas en cuenta sus opiniones de una mane-ra organizada y eficiente.
Finalmente, el medio ambiente es el sector más vulnera-ble, ya que a diferencia de los inversionistas y de los grupos sociales, carece de voz y de acción directa para defender sus intereses ante un proyecto dado.
Esto hace que los ecosistemas que componen el medio ambiente de un cierto país requieren forzosamente de un representante el cual abogará por ellos en algún momento, quien además debe contar con la información suficiente rela-cionada con las investigaciones científicas de cada uno de los elementos del ecosistema en cuestión. Es decir, si la repre-sentación del medio ambiente es deficiente, la protección del medio ambiente también será deficiente; y existe así la posi-bilidad de una inequitativa ponderación de variables. Resulta entonces indispensable que el tutelar de los recursos natura-les esté realmente interesado en protegerlos y conservarlos.
En el caso de México, la protección y conservación del medio ambiente ha ido evolucionando con el paso del tiem-po de la misma manera en como lo ha hecho el derecho internacional en la materia, se cuenta con un amplio marco normativo mexicano en materia ambiental lo que refleja la voluntad del legislador de plasmar la importancia de los re-cursos naturales.
Igualmente, la Administración Pública Federal por medio de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales ha dado muestra de su interés por formar un acervo institucio-nal relacionado con la gestión, investigación y organización de los recursos naturales; modelo que se ha multiplicado en las entidades federativas tanto estatales como municipales.
En consecuencia, el Estado mexicano sí está dispuesto a implementar las acciones legales y administrativas para proteger y conservar su medio ambiente tal y como lo ha demostrado con la elaboración y promulgación de la Ley General de Cambio Climático de donde se desprende la Es-trategia Nacional de Cambio Climático, instrumentos rele-vantes en la política ambiental en virtud de que es por medio y gracias a la consecución del desarrollo sustentable que se podrá mitigar el cambio climático.
La participación del Poder Judicial en materia ambiental queda entonces sujeta al caso preciso de una controversia mediante la cual se solicite la intervención de la autoridad competente para determinar si efectivamente se está lo-grando el equilibrio de las tres variables que componen el desarrollo sustentable; lo que significa confrontar, por lo me-nos, dos derechos humanos, teniendo así, el juzgador cali-ficado, la enorme responsabilidad de ajustar actividades de interés público que comprometen y afectan el bienestar de las generaciones presentes y futuras.
* Abogada, Lex Excellence Organik
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El bióxido de carbono (CO2) par-ticipa activamente en el ciclo del carbono, parte del cual se efec-
túa dentro de los océanos, donde se re-gistra, en la fase inicial, una acidificación del agua del mar; si bien dicho proceso ha transcurrido durante prácticamente toda la historia de la Tierra, en los últi-mos 200 años, alrededor de un 50 por ciento del CO2 emitido a la atmósfera, derivado de la quema de combustibles fósiles, ha sido absorbido por todos los océanos del planeta. Sin embargo tal cantidad de dicho gas trae graves
consecuencias, pues altera el delicado equilibrio del ciclo, el cual aún no ha sido posible reconocer en toda su magnitud, sobre todo en la fase oceánica. En es-te número abordaremos algunos de los argumentos esenciales del problema, para que usted como lector pueda tener más elementos para analizar el proble-ma y formarse una idea más sólida.
Impacto por actividades antropogénicasMayoritariamente los países indus-trializados han acelerado el cambio
climático al quemar grandes cantida-des de combustibles fósiles con toda su industria. Países como México y los ubicados en Centro y Sudamé-rica, todos en vías de desarrollo, se ven envueltos en un marcado atraso relacionado con las investigaciones vinculadas a temas ambientales, con-virtiéndolos además de víctimas, en victimarios que contribuyen al ace-leramiento de daños ambientales en escalas temporales y espaciales de las cuales ni siquiera se tiene con-ciencia real del impacto.
Bióxido de carbono: un gas con consecuencias perversas en los océanos
Norma Sánchez-Santillán y Rubén Sánchez-Trejo*
ecosistemas
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Tres ejemplos de lo anterior son los múltiples cambios en el uso del suelo para actividades agrícolas y ganade-ras, la edificación de asentamientos humanos y la construcción de presas cuya vida útil, hoy se sabe, es de 50 años; en estas últimas, el daño infligi-do no sólo ocurre en la cuenca donde se ubican las presas, sino también en las cuencas adyacentes por las que los caudales debieran fluir hasta el mar —en este punto— el impacto es aún mayor, pues altera la hidrodi-námica entre las aguas marinas y las epicontinentales (comúnmente mal llamadas aguas dulces), ya que al descender el volumen del caudal de los ríos o drenes que descargan al mar, se registra un predominio de las aguas marinas en las áreas de con-fluencia de ambas masas de agua, es decir, en la línea costera se localizan lagunas costeras, estuarios y ma-rismas, ecosistemas fundamentales
para el desarrollo de peces, crustá-ceos y moluscos.
Las emisiones de CO2 y sus medicionesSon múltiples las mediciones de CO2 que se efectúan en la atmósfera, prin-cipalmente en los países desarrollados que cuentan con una buena infraes-tructura académica, lo que no sucede con el mismo rigor en los países en desarrollo por la falta de presupuesto para equipos de medición y perso-nal calificado lo cual, eventualmente, conduce a errores en el cálculo pla-netario o global. Sin embargo, si lo anterior tiene muchas aristas aún por resolver, en el caso de las mediciones del CO2 que ingresa al océano el pro-blema se revela en una aterradora y escalofriante verdad: son muy pocas las estimaciones que se han realizado en los mares del mundo respecto a su papel como emisores o sumideros de
gases de efecto invernadero, particu-larmente del CO2. De manera aislada se efectúan algunas mediciones en el apartado de CO2 por transportes aé-reos y marítimos en la navegación in-ternacional. Más allá de eso, no existe más nada. Si acaso estudios aislados en las porciones costeras de algunos países.
La acidificación de los maresEn el ciclo natural del carbono, la con-centración de CO2 muestra un balance de flujos entre los océanos, la biosfe-ra terrestre y la atmósfera. El uso de combustibles fósiles y los cambios en el uso del suelo suponen un nuevo aporte de CO2 a la atmósfera; parte de éste permanece en la atmósfera (y es responsable del aumento de las con-centraciones atmosféricas), una por-ción de estas últimas, ha sido tomada por las plantas terrestres, mientras que otra es absorbida por los océanos.
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ecosistemas
Cuando el CO2 entra al océano, se disuelve y reacciona con el agua, es-tableciendo un equilibrio entre los si-guientes radicales: dióxido de carbono en disolución (CO2(aq)), ácido carbóni-co (H2CO3), bicarbonato (HCO3–) y car-bonato (CO32-). Parte de los radicales de carbonato (calcita y aragonita) es empleada por la fauna y la flora con estructuras calcáreas como corales, algas calcáreas, foraminíferos, equi-nodermos (estrellas de mar y erizos), crustáceos y moluscos, entre otros. Diversas investigaciones señalan que en dichos organismos está ocurrien-do una reducción en la calcificación cuando están expuestos a concentra-ciones elevadas de CO2, poniéndolos en riesgo.
En condiciones normales los radica-les de calcita y aragonita son estables en las aguas superficiales dado que el ión carbonato se encuentra en concen-traciones de sobresaturación. Sin em-bargo, a medida que el pH desciende, también lo hace la concentración de dicho ión y cuando el carbonato pasa a su forma insaturada, las estructuras hechas de carbonato cálcico son vul-nerables a la disolución.
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Además de los efectos sobre la calcificación, los organismos pueden sufrir otros efectos ad-versos en cuanto a su fisiología y reproducción, tal es el caso de la acidificación de los flui-dos corporales inducida por el CO2, denominada hipercapnia, o indirectamente por medio de impactos negativos en la dispo-sición de los recursos alimenti-cios, ya que al haber un daño en alguna de las poblaciones enlistadas, toda la red trófica se altera. En todo caso, tanto para la calcificación, como para los demás procesos, no existe un entendimiento en los organis-mos terrestres y mucho menos en los ecosistemas marinos.
La acidificación del océano es el nombre asignado al des-censo del pH de los océanos, causado del ingreso de CO2 de la atmósfera hacia el océa-no. Se estima que entre 1781 y 1994 el pH descendió de 8.179 a 8.104, es decir, se re-dujo -0.075. La absorción del CO2 por parte de los océanos posee un efecto regulador en los impactos producidos por el cambio climático en la vida terrestre. Ya que los primeros
actúan como sumideros de carbono; si los océanos no absorbieran, la concentración de CO2 en la atmósfera sería 55 por cien-to más alta respecto a la de los últimos 250 años. Antes de la Revolución Industrial, los océanos mantenían un relativo equilibrio con la atmósfera, absorbiendo aproxima-damente la misma cantidad de CO2 que era emitido (dos mil 150 millones de toneladas métricas). Sin embargo, al aumentar la con-centración de dicho gas, también aumenta la cantidad de CO2 que se incorpora a los océanos. Este proceso continuará mientras la concentración de CO2 en las aguas super-ficiales sea menor que la de la atmósfera.
El pH de la superficie del océano ha caído 0.1 unidades, lo que representa un aumento
del 30 por ciento en la acidez. A finales de este siglo, si las emisiones actuales continúan, el pH podría caer otras 0.3 unidades y significaría un aumento de la acidez de casi el 100 por ciento. Es importante señalar que los incremen-tos del pH deben considerarse con cuidado ya que al ser logarítmicos, pequeños cambios en las unidades implican cambios importantes en el pH. Por ejemplo, lo que parece una pequeña caída de 0.4 unidades de pH representa en realidad un aumento de más del doble (casi el 150%) de la aci-dez del océano. En los últimos 300 mi-llones de años, el pH del océano nunca ha caído más de 0.6 unidades por de-bajo del nivel registrado en 1750. Sin embargo, si durante los próximos dos siglos no disminuye el uso de com-bustibles, el pH del océano podría descender más de 0.7 unidades por debajo de dicho nivel.
La absorción del CO2 por parte de los océanos posee un efec-to regulador en los impactos producidos por el cambio cli-mático en la vida terrestre. Si los océanos no absorbieran, la concentración de CO2 en la atmósfera sería 55 por ciento más alta respecto a la de los últimos 250 años
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Algunas reflexiones finalesMéxico cuenta con nueve mil 903 kilómetros de línea litoral tanto en la vertiente del océano Pacífico como del Golfo y mar Caribe; 61.5 por ciento de su territorio es marino y 50 por ciento de los estados colindan al mar. Si realmente hu-biera un sentimiento patrio de nuestros mares por aquellos que nos gobiernan y que destinan los presupuestos para su crecimiento, el mapa de la investigación de México, sin duda sería otro, ya que actualmente está pobremente limi-tado a las fronteras continentales. Es cierto que el país des-pierta aceleradamente a esta problemática y se comienza a ver el mar como un ambiente dañado o como fuente de afectación. Existen algunas investigaciones por parte de universidades públicas nacionales vinculadas con universi-dades internacionales, donde se observa que de seguir así, podríamos sufrir un mal que algunos científicos llaman el Síndrome de Cassandra, el cual sirve para describir a per-sonas que creen ver el futuro, pero no creen o no tienen el poder para actuar y evitarlo, es decir, se tiene la capacidad de saber lo que pasa y hasta predecirlo, pero nada hace-mos por cambiarlo y nos preguntamos ¿la sociedad civil qué hace para presionar a sus gobernantes en este asunto? No es suficiente hacer investigaciones en las universidades públicas, hay que ponerlas en contexto dentro de una so-ciedad y un país, para resolver problemas inmediatos y a futuro, de lo contrario el daño a la naturaleza será irreversi-ble y su impacto en los seres humanos, también.
* Departamento El Hombre y su Ambiente. UAM-Xochimilco
ecosistemas
Corales muertos por acidificación de océanos
Corales en océano
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Todavía estamos a tiempo de actuar en favor de la con-servación de los ecosistemas pues el destino de la hu-manidad dependerá de un desarrollo sostenible. Los
seres humanos, sin excepción —la flora, la fauna y el planeta en su totalidad—, necesitamos de alimentos, agua fresca y aire puro para existir. Conservar y cuidar el medio ambiente es la piedra angular para nuestra propia supervivencia. Sin duda, llegó el momento de cambiar la historia que el hombre ha trasgredido, durante décadas, mediante voraces proce-sos industriales que únicamente sirven a sus intereses per-sonales y que cuentan con los únicos atributos aceptables para lo que califican de un “sano y conveniente desarrollo” económico y financiero para el país.
Muchos opinan que el panorama actual es tan desalenta-dor que puede ser difícil tener una actitud positiva hacia el futuro, sin embargo, la economía, la seguridad alimentaria, el bienestar y la estabilidad social están invariablemente liga-dos a la salud de los ecosistemas que sustentan la vida en
el planeta. El reconocimiento que la diversidad biológica no es un problema que necesita resolverse, sino que es esen-cial para lograr el desarrollo sostenible y constituye el funda-mento del bienestar humano, es primordial para comenzar un nuevo capítulo en la historia de la relación humano-na-turaleza, advirtió Braulio Ferreira de Souza Dias, secretario ejecutivo del Convenio sobre la Diversidad Biológica.
El interés en temas ambientales, sociales y económicos bajo perspectivas sustentables se está incrementando, pero este avance se ve disminuido por el aumento en nuestros niveles de consumo. La feroz demanda de productos y servi-cios ha alcanzado medidas tan altas que resulta improbable mantener los hábitats dentro de límites seguros. “A este rit-mo de consumo, necesitaríamos la capacidad regenerativa de 1.5 planetas Tierra para brindar los servicios ecológicos que usamos cada año”, advierte el informe Planeta Vivo, pu-blicado en septiembre de 2014 por el World Wildlife Fund for Nature (WWF).
Ecosistemas, un panorama oscuro del planeta
Nancy Herrera
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Asimismo, gran parte de los recursos naturales continúan siendo explotados a una constante mayor de su capacidad natural de regeneración y la mayoría de los gobiernos de las naciones siguen priorizando la economía a un costo muy alto para el medio ambiente. Un ejemplo de esto lo constituye las poblaciones de especies de vertebrados que presentaron una disminución de 52 por ciento entre 1970 y 2010, es de-cir, en menos de dos generaciones humanas, estas especies han sido reducidas a la mitad, según datos del Índice Planeta Vivo (IPV), que mide las tendencias de miles de poblaciones de especies.
La densidad de mamíferos, aves, reptiles y peces es el barómetro indicador del estado de salud de los hábitats. América Latina es una de las regiones más afectadas debido principalmente a la pérdida y degradación de ecosistemas por la deforestación con fines agrícolas, el desarrollo urbano y la producción de energía.
Según el IPV, las especies terrestres disminuyeron un 39 por ciento entre 1970 y 2010, mientras que los animales de agua dulce presentan una baja promedio de 76 por ciento por la pérdida y fragmentación de sus hábitats, la contami-nación y las especies invasoras, entre otros factores perni-ciosos.
Las variedades marinas también han disminuido en las úl-timas décadas alrededor de un 39 por ciento, principalmente en los trópicos y en el océano Antártico. Entre los especíme-nes más afectados están los tiburones, las tortugas y aves marinas migratorias como el albatros viajero.
Modelos industriales poco amigables con el planeta, pes-can más peces de los que los océanos pueden reponer, talan árboles a una velocidad mayor que el tiempo que requieren para crecer y se emite más carbono a la atmósfera del que los bosques y océanos pueden absorber.
Durante más de medio siglo hemos emitido gases conta-minantes provenientes de la quema de combustibles fósiles. “En 1961, el carbono representaba el 36 por ciento de nues-tra huella ecológica total y en 2010 alcanzó el 53 por ciento”, indican especialistas del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
Océanos: sanadores del planetaLas misiones Apolo de la Administración Nacional de la Ae-ronáutica y el Espacio (NASA) produjeron las primeras imá-genes de nuestro planeta hace casi 50 años, desde enton-ces la vastedad del océano llamó la atención y los científicos comenzaron a documentar a este ecosistema como parte esencial de nuestro planeta. Los mares cubren casi tres cuartas partes de la superficie de la Tierra y alcanzan los mil 300 millones de kilómetros cúbicos.
El océano se encarga de que los ecosistemas de la Tierra se mantengan sanos y productivos. Contribuye a la existen-cia de vida en el planeta y es el mayor ecosistema único del mundo. Diversos informes de las Naciones Unidas y estudios científicos han subrayado la interconexión entre el clima y los sistemas oceánicos, así como el papel fundamental que des-empeñan los mares a la hora de protegernos de los impactos del cambio climático.
En la actualidad, la capacidad del océano de proporcionar servicios ecosistémicos esenciales se encuentra en peligro, ya que cerca del 30 por ciento de las poblaciones de peces están definidas como sobreexplotadas, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
Es así como la explotación persistente afecta gravemente a la diversidad biológica marina, llevándola a límites de co-lapso y extinción local de varias especies. La utilización de métodos de pesca no selectivos resulta en grandes cantida-des de capturas incidentales de muchas variedades que no son el objetivo, se estima que esta situación está cerca del 40 por ciento del total de la captura mundial, lo que incluye más de 600 mil mamíferos marinos y 85 mil tortugas por año.
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Organizaciones ambientales alertan que muchas de las especies de pescado que consumimos podrían desaparecer en el futuro, debido a los volúmenes de captura actuales y el uso de técnicas de pesca no selectivas y destructivas que causan profundos daños.
La pesca en alta mar se caracteriza por la sobrecapacidad que “puede describirse como demasiados buques intentan-do pescar demasiados pocos peces”, apunta la Comisión Océano Mundial. Esta suficiencia excesiva de pesca se hace evidente con la flota mundial que es actualmente 2.5 veces mayor de lo necesario para sustraer de forma sostenible las reservas mundiales de pescado, lo que a su vez conlleva el agotamiento de fuentes de alimento de muchos de los pue-blos costeros más pobres del planeta.
En el pasado los mares estaban naturalmente prote-gidos por su propia inaccesibilidad, o por lo menos este principio prevalecía cuando se firmaron acuerdos sobre la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar o CNUDM), considerada como la Cons-titución para el océano. “En la actualidad no existe prác-ticamente ningún rincón del océano al que los buques pesqueros industriales no puedan acceder, la explotación marina de gas y petróleo se va expandiendo y adentrando a mayor profundidad cada año y la extracción minera de aguas profundas se está convirtiendo rápidamente en una realidad”, indica el Estudio del Declive a la Recuperación, un Plan de Recate para el Océano Mundial, de la Comisión Océano Mundial.
Aunado a esto, los ecosistemas marinos se ven afectados por el aumento en la absorción de dióxido de carbono, que asciende a una cuarta parte del que se libera a la atmós-fera, lo que está provocando la acidificación de sus aguas; además, el 90 por ciento del calor atrapado en el sistema planetario por las emisiones de gases de efecto invernadero se almacena en el océano.
Los impactos potenciales de las perforaciones subma-rinas para el medio ambiente, incluyen molestias para las poblaciones de peces y mamíferos marinos durante las prospecciones sísmicas, y la contaminación debido al es-cape de sustancias al realizar esta actividad. Los datos de la Comisión Océano Mundial señalan que entre el 33 y el 25 por ciento del petróleo consumido en el mundo proviene de zonas submarinas.
Por otra parte, millones de animales marinos, entre ellos las ballenas migratorias, los delfines, las tortugas, aves ma-rinas, focas, dugongos, tiburones y rayas, resultan heridos cada vez más o incluso muertos por la ingestión o atrapa-mientos ocasionados por desechos provenientes de tierra firme, evidencia el informe Las especies migratorias, los desechos marinos y su gestión, presentado en noviembre durante la Undécima Conferencia de las Partes, de la Con-vención sobre las Especies Migratorias de Animales Silves-tres (CMS) del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA, por sus siglas en inglés).
Ante esta situación, las malas prácticas de gestión de los residuos queda en evidencia, “la comunidad internacional debe responder al creciente problema de los desechos ma-rinos y tomar acciones decisivas para reducir la amenaza que suponen para muchas especies migratorias y para el equilibrio ecológico de los océanos en su conjunto”, decla-ró el secretario ejecutivo de la CMS, Bradnee Chambers.
A su vez, en diferentes informes los científicos recomien-dan evitar que los residuos lleguen al medio marino como uno de los modos más eficaces de afrontar este problema. Se estima que 192 especies, entre las que se encuentra el 45 por ciento de los mamíferos marinos, incluyendo al 58 por ciento de las focas, el 21 por ciento de las aves mari-nas y todas las tortugas marinas, se ven afectadas por el atrapamiento.
La ingestión de desechos es un riesgo inminente para las especies, el 26 por ciento de todos los mamíferos muere por su ingestión, el 38 por ciento de las aves marinas y el 86 por ciento de todas las especies de tortugas fallece. Un es-tómago lleno de plástico impide a las aves acumular la gra-sa necesaria para cruzar el mar o el desierto. La proporción de polluelos de albatros de Laysan que ingieren plástico es del 97 por ciento, refiere el informe de la CMS.
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Boyan Slat, fundador y CEO de The Ocean Cleanup, de-claró que “en las últimas décadas, la contaminación plás-tica de los océanos se ha convertido en una gran amenaza para la economía, el medio ambiente y la salud humana. Al igual que las especies migratorias, la contaminación por plásticos no conoce fronteras. Por ello, se necesita con ur-gencia la colaboración global para la adopción de solucio-nes tecnológicas y legislativas”.
En algunas poblaciones, hasta el 65 por ciento de los animales muestran signos de haber quedado atrapados en desechos marinos en el pasado. En los cachalotes, la ingestión produce el aplastamiento de los intestinos, con la consecuencia de muerte. Las ballenas dentadas suelen ingerir desechos mientras juegan o se alimentan. Se cono-cen casos de delfines mulares y cachalotes asfixiados tras ingerir redes de pesca. Por lo que se necesita incentivar el uso de materiales naturales, conseguir una mejor gestión de residuos y promover la sensibilización de los consumi-dores, entre otras alternativas de solución.
La brecha entre la articulación de leyes y su implementa-ción es grande, los jefes de Estado y de gobierno se compro-metieron en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible (CMDS) a crear redes representativas de Áreas Marinas Pro-
tegidas (AMP) para 2012, pero cuando se llegó a la Cumbre Río+20 celebrada en ese mismo año, quedó en evidencia el poco progreso hacia la consecución de dicho objetivo. En la actualidad las AMP cubren menos del 1 por ciento de alta mar.
Entre los objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas para el Océano se encuentra la importancia de ga-rantizar que todas las poblaciones de especies explotadas lo sean de manera sostenible, también proteger las zonas marinas vulnerables, reducir la pérdida de biodiversidad, acabar con la pesca ilegal y reducir los residuos plásticos que entran en el medio marino.
México megadiversoA lo largo y ancho del territorio nacional se distribuye más del 10 por ciento de la diversidad biológica del mundo, también es uno de los ocho principales centros de origen, domesticación y diversidad genética de plantas cultivadas.
Debido a la convergencia de condiciones ecológicas y la diversidad cultural que hay en el país, se generan procesos que han dado como resultado la creación de muchas razas de animales y cientos de variedades de plantas. Las comu-nidades indígenas y locales son quienes originan y mantie-nen este acervo.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), en 2010 alrede-dor del 10 por ciento de la población mexicana correspondía a algún grupo étnico y sus territorios abarcan aproximada-mente 14.3 por ciento del área nacional, lo que equivale a una superficie de 28 millones 33 mil 92 hectáreas (ha), por lo que la participación de las comunidades autóctonas y lo-cales en las acciones de conocimiento, uso y conservación de la diversidad biológica es fundamental para la preserva-ción de su cultura, así como de los recursos naturales.
Sin embargo, el Quinto Informe Nacional de México an-te el Convenio sobre la Diversidad Biológica, señala que el 28.7 por ciento del territorio había perdido sus ecosistemas naturales y el restante 71.3 por ciento los mantenía con dife-rentes grados de conservación para 2011. Lo que represen-ta una pérdida neta de 23.4 millones de ha de selvas, 12.9 millones de bosques, 5.8 millones de matorrales y cerca de 6.5 millones de pastizales.
Por su parte, el Inventario Nacional de Humedales refiere que el 5 por ciento de la superficie del país corresponde a estos ecosistemas. Se han identificado seis mil 331 hu-medales que abarcan 10.03 millones de ha que enfrentan múltiples factores de presión y deterioro, principalmente debido al cambio de uso de suelo y la alteración de la diná-mica costera por el desarrollo de actividades humanas y el incremento de asentamientos.
Hasta 2010, en México había una extensión estimada de 764 mil 486 ha de manglares, lo que lo convierte en el cuar-to país a escala mundial con mayor extensión de estos eco-sistemas, pero la contaminación y la sobreexplotación son las actividades que más impacto tienen sobre ellos.
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De acuerdo con datos de la Secretaría de Medio Ambien-te y Recursos Naturales (Semarnat), entre 1976 y 2000 se registró una pérdida de 31 mil 656 kilómetros cuadrados de vegetación natural costera, lo que equivale al 9.3 por ciento de la vegetación natural de estas regiones.
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Dada la pérdida de ecosistemas que afectan directamente a los animales que los habitan, actualmente existen diferen-tes especies mexicanas incluidas en los distintos apéndices de la Convención Internacional sobre el Comercio de Espe-cies de Flora y Fauna (CITES), por lo que de las mil 842 varie-dades enlistadas 137 están en peligro de extinción.
Entre estas especies se encuentran el jabirú (Jabiru myc-teria), el halcón peregrino (Falco peregrinus), el loro de ca-beza amarilla (Amazona oratrix), el jaguar (Panthera onca), la tortuga carey (Eretmochelys imbricata), la tortuga verde (Chelonia mydas), el pez sierra peine (Pristis pectinata) y di-ferentes especies de plantas.
Retos ambientalesCerca del 80 por ciento de las descargas de centros urba-nos y 85 por ciento de las descargas industriales se vierten directamente en los cuerpos de agua sin tratamiento previo, lo que sumado a la contaminación por derivados de la agri-cultura y acuicultura ha ocasionado que 73 por ciento de ríos y lagos del país presenten cierto grado de contaminación, refiere la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Por su parte, la Semarnat estimó que la generación diaria de residuos sólidos urbanos (RSU) se encuentra en aproxima-damente 103 mil toneladas en el ámbito nacional, de las que 61 por ciento termina en rellenos sanitarios y sitios controla-dos, 16 por ciento se dispone en tiraderos a cielo abierto y del 12 por ciento restante se ignora su sitio de disposición final.
Grupo taxonómico Probablemente extintas En peligro de extinción
Amenazadas Sujetas a protección especial
Total
Algas y briofitas 0 0 2 6 8
Hongos 0 10 28 8 46
Pteridofitas 0 6 8 16 30
Gimnospermas y angiospermas
6 177 330 436 949
Invertebrados 0 20 12 17 49
Peces 13 81 80 30 204
Anfibios 0 7 44 143 194
Reptiles 0 27 142 274 443
Aves 19 95 126 152 392
Mamíferos 11 52 124 104 291
Total 49 475 896 1 186 2 606 Fuente: Conabio con base en Semarnat 2010
Para el caso de los residuos peligrosos la secretaría ha re-gistrado conforme a los datos del Sistema Informático de Si-tios Contaminados (Sisco) 582 áreas en el país, de las cuales 55 por ciento tuvo su origen en zonas de disposición de resi-duos, 13 por ciento en actividades mineras, 11 por ciento en industriales y 3.4 por ciento por extracción de petróleo y sus derivados. Hasta la fecha, 1.5 por ciento de los sitios ha sido remediado (nueve sitios), 3.4 por ciento está en proceso de remediación (20) y el 95 por ciento no se ha atendido (558).
Ante esta situación la Semarnat reconoce: “El crecimiento del país ha estado lejos de ser ambientalmente sustentable; esto lo demuestra la relación entre su crecimiento económi-co y algunas variables relacionadas con las presiones sobre el ambiente y sus recursos naturales. Paralelamente al au-mento del Producto Interno Bruto (PIB), se han incrementado las emisiones de bióxido de carbono (CO2) —el principal gas responsable del efecto invernadero—, la generación de resi-duos sólidos y la descarga de aguas residuales, a la vez que la cubierta remanente de bosques y selvas se ha reducido.”
Uno de los retos más importantes es detener la pérdida y la degradación de la superficie remanente de los ecosistemas naturales del país, además de restaurar los ya degradados.
De manera general, los especialistas argumentan que la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad es responsabilidad de todos, por lo tanto se tiene que generar estrategias de sensibilización y comunicación a los distintos sectores sociales, tanto a la población urbana como a la rural.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) advierte de que los costos por agotamiento y degradación ambiental representaron 6.3 por ciento del PIB a precios de mercado en 2012.
Cambio en esquemas de vidaPara disminuir la pérdida de diversidad biológica se requiere un cambio de comportamiento tanto de la gente como de las organizaciones y los gobiernos; detrás de las presiones que se ejercen sobre la diversidad biológica hay una demanda no sostenible de recursos naturales generada por nuestros patrones actuales de producción y consumo.
El cuidado de los ecosistemas por medio del desarrollo sostenible está determinado por la conciencia sobre la im-portancia de la diversidad biológica en todas las esferas que conforman la sociedad.
Tenemos el potencial para encontrar y adoptar soluciones que salvaguarden el futuro de este nuestro único planeta. El aprovechamiento de sistemas innovadores de gestión pes-quera, tales como la cogestión comunitaria, que ofrecen a las comunidades locales un mayor interés en la salud duradera de las poblaciones de peces, combinados con la eliminación gradual de los subsidios que contribuyen al exceso de capa-cidad de pesca, representa una alternativa sustentable.
Reducir las tasas de deforestación, a escala mundial, arroja un beneficio anual estimado en 183 mil millones de dólares en forma de servicios de los ecosistemas, señaló Achim Steiner,
director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Los gobiernos del mundo reiteraron su compromiso con un porvenir económico, social y ambientalmente sostenible para nuestro planeta en la conferencia de Río+20. Años más tarde, en Japón, la comunidad internacional adoptó el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020, el cual refiere las 20 Metas de Aichi para la Diversidad Biológica, es-to representa una esperanza de hacer realidad, en un futuro, un mundo sin pérdida de diversidad biológica ni degradación de los ecosistemas.
Es nuestro deber garantizar a las próximas generaciones un futuro próspero y en armonía con la naturaleza. “Debe-mos aprovechar esta oportunidad para cerrar este capítulo destructivo en nuestra historia y construir un futuro en el cual las personas vivan y prosperen en armonía con la naturale-za”, puntualizó Marco Lambertini, director general de WWF Internacional, en su último informe.
Fuentes: Convenio sobre la Diversidad Biológica, Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales, Inventario Nacional de Humedales, Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), World Wildlife Fund for Nature
(WWF), Estrategia Nacional de Atención a la Biodiversidad Marina y Costera
de México (ENABCM), Comisión Océano Mundial, Programa de las Nacio-
nes Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Comisión Nacional del Agua
(Conagua), Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO), entre otras.
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energía
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Con siete mil 300 millones de seres humanos, más de cuatro millones de barcos de pesca, más de 33 mil barcos mercantes que realizan un comercio mundial
que utiliza más de 500 millones de contenedores, nuestros mares y océanos del mundo están siendo sometidos a una enorme presión.
En 1950, la extracción de productos del mar (peces, ma-riscos, crustáceos, moluscos y mamíferos) era de aproxima-damente 20 millones de toneladas anuales, al día de hoy, pudiéramos estar extrayendo más de 130 millones de tone-ladas anuales. Según los expertos, si seguimos sobreexplo-tando nuestros mares y océanos a este ritmo, estaríamos en peligro de extinguir para el año 2050 la mayoría de las espe-cies que hoy comemos. Sabemos que tres cuartas partes de ellos están siendo sometidos a la sobreexplotación. No he-mos entendido que debemos dar tiempo a que las diferentes especies marinas puedan reproducirse. En la caza masiva del atún, debemos saber que cada kilo de atún necesita de diez kilos de otras especies para alimentarse. Y que si se-
La contaminación y sobreexplotación de
nuestros maresCarlos Álvarez Flores*
guimos explotando indiscriminadamente la anchoveta, como alimento principal (harina) para las grandes granjas acuíco-las, estamos destinados a la extinción de esta especie.
Hemos sofisticado las embarcaciones durante más de 12 mil años. Al principio las embarcaciones pesqueras eran con velas, remos y solamente de madera. Hoy tenemos barcos atuneros, arrastreros, palangueros, boniteros poliva-lentes, volanderos y de bajura. Seguimos usando madera para construirlos, pero ahora construimos embarcaciones de acero, de fibra de vidrio y seguramente algunas embar-caciones de pesca deportiva y yates de placer deben estar utilizando policarbonato. Hoy sabemos que existen infinidad de tipos de barcos, como bajel, balandra, barca, bergantín, bombarda, bote, carabela, carraca, chambequín, clíper, co-ca, corbeta, falúa, faluche, filibote, flauta, fragata, fusta, ga-leaza, galeoncete, galeota, galera, goleta, jabeque, lancha, lancha cañonera, lugre, místico, nao, navío, navío de línea, patache, pailebote, paquebote, paquete, pinaza, pingue, po-lacra, queche, saetia, sumaca, urca, yate y zabra.
ecosistemas
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Existen tres grandes tipos de pesca: de bajura, de altura y de gran altura, de acuerdo con la distancia de la costa a los caladeros o muelles y de cómo se realiza la pesca. La pes-ca de bajura se realiza entre la costa y unas 60 millas, con barcos de 20 hasta 100 toneladas de carga y con poca tri-pulación, ya que sus recorridos y la pesca misma se realizan en corto tiempo. La de altura, se practica a mayor distancia, más tiempo y mayor tripulación. Y la de gran altura puede realizarse en todos los océanos del mundo, puede durar de seis a ocho meses, con grandes embarcaciones, con gran-des tripulaciones que pescan, procesan y congelan, y has-ta envasan sus productos marinos. Y estas embarcaciones cuentan con equipos de navegación sofisticados que detec-tan los movimientos de los bancos de pesca, con radares y telecomunicaciones modernas.
Las técnicas más comunes son la pesca de arrastre, que literalmente consiste en arar el fondo del océano extrayendo todo lo que encuentra a su paso
ecosistemas
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Las técnicas más comunes son la pesca de arrastre, que literalmente consiste en arar el fondo del océano extrayendo todo lo que encuentra a su paso. Con enormes redes de has-ta tres mil metros, destruyen los ecosistemas marinos com-pletos. La mayor parte de estas capturas carecen de valor comercial, por lo que son devueltas al mar ya sin vida. Son los llamados descartes, un sacrificio desproporcionado para conseguir la mayor cantidad de la especie marina buscada. Los caladeros tradicionales, cercanos a la costa, se han ido despoblando de vida y los grandes buques comerciales ne-cesitan ir cada vez más lejos y arañar cada vez a más pro-fundidad para encontrar peces. El problema es que allí por donde pasan los arrastreros, no vuelve a surgir la vida. Des-aparece el hábitat y con él las especies, que migran del lugar.
En opinión de Daniel Pauly, biólogo francés experto en conservación oceanográfica y uno de los 50 científicos más influyentes del mundo según la revista Scientific American, “la pesca de arrastre es como un saqueo en un banco, don-de los ladrones destrozan todo y salen con el dinero. Lo que queda es un desierto, y en el desierto no crece nada”. “La pesca industrial está planteada como una guerra contra los peces”, sostiene Pauly, “ganar esta guerra significa la ani-quilación de la vida en el mar”.
La pesca de trampa simplemente utiliza trampas (cajas de metal o plástico) para capturar los peces. Y los barcos que la practican disponen de un vivero con agua de mar para traspor-tar su pesca. La pesca de cerco, se utiliza para la captura de especies de superficie (sardinas, arenques, etc). Se utiliza una enorme red sujeta por dos cables. El de la parte superior lleva flotadores y el del fondo lleva un lastre de plomo que le permite sumergirse. La pesca de almadraba, es el método tradicional en donde se utilizan redes fijas que atrapan a los peces (atún rojo).
Además de las embarcaciones pesqueras que se dedican precisamente a extraer de los océanos y mares del mun-do, los productos marinos, también existen muchas otras embarcaciones, que de acuerdo con la ingeniería naval, se distinguen en dos tipos: los barcos menores, que son los barcos con una eslora (largo) menor a 24 metros y con 50 o menos de volumen interno, y los barcos mayores, que son aquellos cuya eslora (largo) supera esas dos medidas. Por su método de propulsión se dividen en: propulsión humana (canoas, kayaks, faluchos y los antiguos trirremes); los de propulsión eólica (vela, los barcos a rotor) y los de propulsión mecánica (motores o turbinas) y los submarinos nucleares. Los barcos comerciales que atraviesan el globo terráqueo, se conocen como buques portacontenedores, buques de carga en general, buques de carga refrigerada, buques graneleros (de carga a granel), buques cisterna (tanques), buques petroleros, buques aljibe, buque de carga rodante (ro-ro), buques de carga de vehículos, buques metaneros o LNG (con transporte criogénico de gas), buques de abaste-cimiento, buques para dragado, buques rompehielo, buques de exploración sismográfica y buques de perforación.
Además de la gran presión que ejercemos por la sobreex-plotación al ecosistema marino, debemos considerar que las propelas de todas estas embarcaciones generan on-das sonoras que se trasmiten de forma inmediata y a gran distancia en el agua, lo que ocasiona graves afectaciones a las diferentes especies marinas. Eso sin contar la basura oceánica, que actualmente ha cobrado una relevancia ma-yor, debido a las miles de toneladas de envases plásticos (polietilenos de baja y alta densidad) que estamos arrojan-do indebidamente a nuestros mares y océanos. Esta basura oceánica proviene, entre otras fuentes, de las mismas pla-yas de todos los continentes, de los grandes cruceros que diariamente navegan las zonas turísticas del mar Caribe, del mar Mediterráneo, del mar del Norte y, por supuesto, de las islas asiáticas. Y también de los barcos mercantes. Además debemos recordar que en las playas y costas de nuestros continentes se encuentran asentados más de dos mil millo-nes de seres humanos, que con sus actividades de vivienda, y actividades de recreación (jet-ski) y buceo deportivo, ho-teles, restaurantes, discotecas y toda clase de desarrollos urbanos, estamos generando infinidad de residuos, no sola-mente sólidos urbanos (basura) sino que también debemos estar conscientes de que todas estas actividades turísticas de recreación y divertimento, generan sustancias químicas.
Además de la gran presión que ejercemos por la sobreexplotación al ecosistema marino, de-bemos considerar que las propelas de todas estas embarcaciones generan ondas sonoras
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Por ejemplo, ahora usamos ácido tricloroisocianúrico, para tratar las aguas de las albercas, que es una sustancia tóxi-ca, que ayuda a eliminar las bacterias. Cuando se cambia el agua de dichas albercas, estas aguas terminan siendo ver-tidas al mar. Tenemos decenas de sustancias químicas en las formulaciones de los bronceadores solares, de cremas humectantes, perfumes y los cosméticos de las mujeres. Además de las aguas residuales, sin tratar, que son verti-das a los mares y océanos, que llevan cantidades enormes de carga orgánica y de estas sustancias químicas que van alterando diariamente la calidad del agua de nuestros ma-res. Las plantas termoeléctricas que están en las costas, generan una gran contaminación química. Por una parte, las plantas que queman todavía diesel o combustóleo (como muchas de la Comisión Federal de Electricidad en nuestro país) generan emisiones tóxicas de óxido de azufre (SO3)
que al reaccionar con el hidrógeno que generan los gran-des volúmenes de vapor de los sistemas de enfriamiento de agua de estas grandes plantas, se convierte en una lluvia ácida (ácido sulfúrico) permanente que cae sobre nuestros mares y océanos. Y la contaminación de sus aguas residua-les, que contienen metales pesados que son producto de la degradación de los fluxes metálicos que contienen los gran-des intercambiadores de calor, de los enormes generadores de vapor, que cuando son limpiados con soluciones ácidas (ácido clorhídrico o muriático) para su mantenimiento, des-prenden grandes cantidades de metales pesados.
Las muertes masivas de grandes mamíferos, orcas, balle-nas, delfines que sin explicación alguna llegan a las playas de diferentes lugares del planeta, no deben ser vistos como misterios científicos ni leyendas mágicas. Simplemente son el resultado de tanta contaminación química que estamos vertiendo diariamente en nuestros mares y océanos.
Tenemos ejemplos en nuestro país de regiones como Ba-ja California Sur, en donde en los últimos tres años hemos tenido playas de esta región como cementerios de más de tres mil cadáveres de tortugas caguama. Específicamente en la playa San Lázaro, ubicada en el puerto Adolfo López Mateos en el golfo de Ulloa, que aunque presumen diferen-tes organizaciones no gubernamentales (ONG) que estas muertes pueden ser ocasionadas por pesca incidental, las autoridades federales (Profepa, Conamp y Sepesca) se em-peñan en deslindar la pesca de esta terrible mortandad, de esta especie en extinción.
Las muertes masivas de grandes mamí-feros, orcas, ballenas, delfines que sin explicación alguna llegan a las playas de diferentes lugares del planeta, no deben ser vistas como misterios científicos ni le-yendas mágicas
ecosistemas
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En el Perú, más de tres mil delfines aparecieron muertos en las playas del norte del país, afectados por las activida-des de exploración y explotación petrolera, durante el vera-no de 2014. Las compañías petroleras usan frecuencias de onda acústica que producirían la muerte de estos cetáceos y de otros como lobos marinos y ballenas en las playas del norte. Esta mortandad masiva se debería a la llamada “bur-buja marina”, una bolsa acústica que se forma al usar en la profundidad del mar equipos para buscar petróleo, gas y otros minerales. Según un informe de la Organización Cien-tífica para Conservación de Animales Acuáticos (ORCA), la revisión médica y los análisis de histopatología forenses rea-lizados a estos delfines revelaron que padecían de síndrome de descompresión aguda evidenciado por fracturas en los huesos perióticos y hemorragia en el oído medio, enfisema pulmonar diseminado, y burbujas de aire en órganos como el hígado, riñón y vasos sanguíneos.
Los delfines no presentaban lesiones externas de ningún tipo, por lo que se concluye que el impacto acústico sería la causa primaria de varamiento. Para el médico veterinario y director de ORCA, Carlos Yaipén-Llanos, los efectos pro-ducidos por estas “burbujas” no son visibles a simple vista o de inmediato, sino que generan efectos posteriores en los animales impactados. “Este hecho ha cobrado la vida de más de tres mil delfines y otros cetáceos. Además, no todos los animales que se encuentran en el espacio físico o al-
cance de una ‘burbuja marina’ son afectados. Sólo aquellos cuya frecuencia de comunicación/audición se encuentra en el rango acústico de la ‘burbuja’ van a sufrir el impacto de manera directa, produciéndoles pérdida de equilibrio, des-orientación, hemorragias internas, destrucción del oído in-terno, destrucción mandibular, descompresión respiratoria, burbujas de aire en órganos y sistema circulatorio, derrames cerebrales y, eventualmente, la muerte”, describe el experto.
En conclusión: estamos acabando con la gran biodiversi-dad que nos regala la naturaleza que tenemos en los mares y océanos del planeta. Esta fuente inmensa de productos marinos, como proveedora de alimento (excelente fuente de proteína animal) puede terminarse pronto. Es indispen-sable que reflexionemos en reconsiderar la forma de pesca intensiva que hoy realizamos. Debemos modificar nuestras conductas cuando estamos descansando o divirtiéndonos en las payas del mundo, para evitar vertir residuos sólidos y sustancias químicas al mar. Tenemos que replantear el bu-ceo deportivo y establecer un código de conducta nuevo, que permita regular el número de buzos que pueden visitar los lugares especiales para el buceo deportivo, debemos usar canoas y lanchas a remo, en lugar de usar embarcacio-nes con grandes motores ruidosos y combustibles y aceites fósiles, que finalmente terminan en el mar. Se debe sustituir la tecnología agresiva de “bolsas acústicas” para la explo-ración y explotación petrolera, por nuevas tecnologías de resonancia eléctrica o magnética.
No debemos esperar la catástrofe marina, cuando no po-damos obtener ningún producto del mar para alimentarnos. Estamos a tiempo.
* Presidente de México, Comunicación y Ambiente, AC
En el Perú, más de tres mil delfines apare-cieron muertos en las playas del norte del país, afectados por las actividades de ex-ploración y explotación petrolera, durante el verano de 2014
cambio climático
Es una realidad que las oportuni-dades en el campo están reduci-das a los pocos subsidios que a
éste se destinan; por esta razón todos conocemos el fenómeno de migración de la población del campo a la ciudad en la búsqueda de mejores condiciones sociales, económicas y de desarrollo en general. A este fenómeno le hemos dedicado múltiples estudios para cono-cer las repercusiones sobre las zonas urbanas; por ejemplo, el crecimiento descontrolado de la ciudad de México, entre otras urbes, el cual provoca que la mancha urbana se extienda constante-mente amenazando la integridad de los ecosistemas de la periferia. Como este caso existen varios en nuestro país evi-denciando que las políticas de desarro-
llo así como la planeación del territorio quedan rebasadas por el constante flujo de población y las demandas de abas-tecimiento y servicios que propicia este crecimiento. A su vez, el sector rural se ve cada vez más afectado puesto que además de los recursos insuficientes las migraciones dejan sin una población activa y productiva que coadyuve a la generación de alternativas que reacti-ven la economía local.
En este ir y venir de factores entre el campo y la ciudad se proponen pro-gramas que localmente permitan sub-sistir a ambas partes; por un lado, que la ciudad no desborde el caos hacia la periferia y las pocas áreas de conserva-ción que aún tenemos, y que el campo resuelva sus problemas localmente…
pero, ¿si en vez de separar uniéramos? Al final utópicamente como nación to-dos somos parte de estos problemas y de los efectos adversos; aunque apa-rentemente la situación del sector agra-rio nos sea indiferente en la urbe, si nos vemos afectados por el encarecimiento de los productos o bien el desabasteci-miento de éstos. Mientras mayor recur-so hídrico se proporciona a la ciudad, la infraestructura provista hacia el sector agrícola es menor, al final está claro que es primordial abastecer a la ciudad, y por ello pensamos que esta preferencia hacia los habitantes de la urbe garantizará la seguridad alimen-taria, hasta que un día caemos en la cuenta de que pagamos un costo alto por esta preferencia.
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MigracionesDiana Pérez-Molero Bustamante*
sostenibilidad
El fenómeno de migración tiene un carácter mundial histórico; desde que inició esta división y se asimiló que el campo era el proveedor incondicional de los centros urbanos, por lo cual en una relación patrón trabajador deman-dante, se concluyó que se debía exigir una producción constante que permi-tiera garantizar la calidad de vida de los habitantes urbanos abandonando la seguridad del sector agrícola y los be-neficios ambientales que éste aporta, como el almacenamiento de carbono en los suelos, la mejora en la filtración del agua y la conservación de los pai-sajes rurales y la biodiversidad.
Sin embargo, así como las migra-ciones hacia la ciudad tienen un efecto adverso sobre el medio ambiente y el
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entorno físico, el sector agrario tam-bién contribuye significativamente. El abandono de este sector produce re-zago en técnicas ambientalmente más amigables y al seguir con su modelo tradicional, continúa generando una cantidad importante de gases de efec-to invernadero; libera grandes cantida-des de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso a través de la combustión de biomasa y desechos.
Como vemos, cada sector aporta con su problemática intrínseca efectos ad-versos sobre el medio ambiente, los cua-les se intensifican con las migraciones.
Actualmente la sustentabilidad jue-ga un papel importante en nuestra so-ciedad, ya que pretende minimizar los impactos ambientales en los distin-tos sectores; por ello, aunque se han realizado constantemente investiga-ciones y propuestas hacia la mejora ambiental, social y económica, no se ha podido generar una propuesta ho-lística que integre y no segregue a las partes contribuyentes.
Este intercambio de población ha traí-do también beneficios, los seres huma-nos aprendemos de acuerdo a nuestro entorno social y económico habilida-
des que nos permiten desarrollar cier-tas actividades; la ciudad primordial-mente proporciona un conocimiento teórico, debido a la diversidad y es-pecialidad de la oferta educativa, uno de los resultados perceptibles en es-te tema incluiría la tecnología limpia, ecoeficiente y sustentable.
Algunas de sus aplicaciones percep-tibles en el ámbito urbano es la genera-ción de huertos urbanos que promueven la autoproducción y autoconsumo de productos; la hidroponía que permite en un menor espacio implementar sis-temas de cultivo con técnicas distintas sin la utilización de tierra fértil ni las téc-nicas tradicionales agrícolas; y la im-plementación de muros y azoteas para generar áreas verdes que proporcionen un entorno más natural y que reduzcan el bióxido de carbono, quedando aún cortos los esfuerzos para en realidad minimizar dicho impacto. También ca-be resaltar en cuanto a residuos sólidos (que son una fuente importante de con-taminación de las grandes ciudades) la utilización de envases biodegradables provenientes de materia prima vegetal o animal capaces de descomponerse por medio de otros organismos vivos.
sostenibilidad
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Estas nuevas tendencias buscan la incorporación de patrones adquiridos durante un proceso de la historia hu-mana en el que el entorno natural juga-ba el papel principal de la vida y evo-lución humana hasta que se modificó este patrón hacia nuevas necesidades del hábitat. Las migraciones en este sentido permitieron el flujo de la infor-mación hasta llegar actualmente a la integración de ecotecnologías prove-nientes primordialmente del análisis de los comportamientos del sector agra-rio; sin embargo, esta relación hombre-campo-ciudad no es recíproca ya que uno sigue siendo el benefactor del otro, por esto es necesario replantear que si bien hemos adquirido el conocimiento para generar nuevas alternativas hacia la urbe, ésta tendrá que aportar nuevas
formas de producción agrícola a fin de minimizar y generar soluciones viables.
Una de estas formas ha sido la agri-cultura ecológica que pretende la eli-minación de fertilizantes o nutrientes que produzcan residuos tóxicos, así como el mejoramiento de las técnicas de cultivo y las tierras fértiles con pro-cesos biológicos naturales, la inclusión de la tecnología limpia también se ha dado en el ámbito rural, sin embargo el costo para su inclusión aún es elevado por lo que parece pertinente conside-rar la viabilidad económica y social de la tecnología y en su lugar priorizar la biotecnología que por medios natura-les y agentes ambientales podría pro-poner un mejoramiento en las técnicas agrícolas tradicionales.
Con este texto es evidente que no
se dará solución al problema analiza-do a partir de una variable determina-da llamada “migración” con la cual se pretendió resaltar la relación que existe en ambos sectores y su problemática, bajo la cual se escudan múltiples im-pactos a escala social, económica, cultural y ambiental, algunos ya adya-centes y otros ciertamente producidos por este fenómeno; asimismo, la inten-ción es generar un panorama global e identificar las alternativas reciente-mente aplicadas en ambos sectores y así contribuir para que cada lector reflexione, adapte y proponga nuevas y mejores técnicas para que esta rela-ción se vuelva recíproca en la era de la sustentabilidad.
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La sustentabilidad es una prioridad clave para em-presas y los gobiernos, y en este sentido el “nexo agua-energía” es muy importante, como lo comenta
el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon: “Necesitamos un enfoque sustentable para la gestión de los recursos de agua dulce y la energía”. Este nexo tam-bién se refleja en los crecientes esfuerzos corporativos pa-ra cuantificar e informar sobre la huella de carbono y agua, para las cuales la Organización Internacional de Normativi-dad (ISO, por sus siglas en inglés) ha desarrollado un mar-co estandarizado a escala internacional.
El camino para preparar la norma sobre la huella de agua, comenzó hace cinco años con el objetivo de llegar a un consenso mundial sobre la definición y criterios para su medición, así como garantizar la compatibilidad con las normas ISO existentes. El trabajo lo realizó un grupo de ex-pertos internacionales que conformaron el Comité Técnico de Gestión Ambiental de la ISO. Este grupo contó con una
Huella de AguaNydia Suppen*
sostenibilidad
amplia representación de la industria, el sector académi-co así como organizaciones de diferentes países. La ISO 14046-Huella de Agua-Principios, requisitos y directrices, se nutrió de comentarios constructivos y de un enfoque sólido para las diversas complejidades y cuestiones plan-teadas en el desarrollo de la terminología, metodología y requisitos normativos.
Un acuerdo de gran relevancia es que, la huella de agua es el resultado de una evaluación de impactos (no de volú-menes), en el ciclo de vida de productos, servicios y organi-zaciones; ya que para mejorar la gestión del agua a escala local, regional y mundial se debe tener conocimiento y clara compresión de los impactos relacionados con este elemento.
Una evaluación de la huella de agua es un análisis de las entradas, salidas y los impactos ambientales potenciales re-lacionados con el agua que se consume o se afecta por un producto, proceso u organización y se basa en un Análisis de Ciclo de Vida.
La norma de huella de agua, ISO 14046, proporciona:l Principios para orientar la planeación, evaluación y el informe
de una huella de agua con transparencia, coherencia y credibilidad.
l La terminología para los distintos tipos y clasificaciones del agua.
l Un marco sólido para la realización y presentación de infor-mes de huella de agua.Los impactos relacionados con el agua se asocian con
numerosos mecanismos ambientales y, por lo tanto, es po-sible obtener múltiples indicadores. La ISO 14046 permite flexibilidad para que las organizaciones evalúen los indica-dores más relevantes a sus necesidades y al mismo tiempo proporciona un marco científicamente coherente y fiable pa-ra informar sobre los resultados de la huella de agua.
Los resultados de la huella de agua, identificarán opor-tunidades para reducir el impacto sobre los recursos hí-dricos y cómo el recurso puede ser utilizado de una forma más eficiente. Los resultados están orientados a la mejora continua y a la planificación estratégica relacionada con el producto, proceso u organización. La ISO 14046 no tiene
como objetivo la comunicación o la evaluación comparati-va de la huella de agua, por ejemplo, en forma de etiquetas o declaración.
La ISO 14046 es un sólido estándar internacional que ayu-dará a las organizaciones a medir y gestionar los riesgos relacionados con el agua en cadenas de valor globales.
Los beneficios de una evaluación de huella de agua son:l Evaluar y prepararse para disminuir los riesgos por el consu-
mo de agua.l Identificar formas de reducir los impactos ambientales por el
consumo de agua.l Mejorar la eficiencia en productos, procesos y en diferentes
niveles de la organización.l Compartir el conocimiento y las mejores prácticas en la
industria y el gobierno.La norma ISO 14046 se verá complementada con el In-
forme Técnico ISO 14073, que proporcionará ejemplos de aplicación de la huella de agua.
* Directora general del
Centro de Análisis de Ciclo de Vida y Diseño Sustentable (Cadis)
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especies
La vaquita marina (Phocoena sinus), especie endémica del Alto Golfo de California, está al borde de la ex-
tinción después de que por décadas las pesquerías han ido en aumento en esta región.
La vaquita marina es una pequeña mar-sopa que por su carismática forma ha lla-mado la atención de la comunidad científica
Vaquita marina,especie mexicana al borde de la extinción
César Angulo*
y conservacionista alrededor del mundo. Por sus características, tristemente se la ha comparado con el delfín de río “baiji” de China, una especie declarada extinta hace menos de una década.
En cuanto al contexto local, la vaquita marina habita una de las regiones más productivas en materia de pesquerías, destacando por su cuantiosa captura de
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camarón silvestre y las pesquerías de tibu-rón, sardina y curvina.
Pero la riqueza del sector pesquero no se ha reflejado en los bolsillos de las co-munidades locales: los poblados Golfo de Santa Clara y Puerto Peñasco, en Sonora, y San Felipe, en Baja California, donde es patente el atraso social y en infraestructu-ra básica.
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Por ello, la reciente recomendación del Comité Internacional para la Conserva-ción de la Vaquita Marina (CIRVA), un gru-po plural de expertos y científicos, cimbró a las comunidades pesqueras, dado que su dictamen fue contundente: hay que cancelar todas las pesquerías en la región marina que sirve de hábitat a la vaquita.
El CIRVA reveló que la población de la vaquita podría estar rondando los
cien ejemplares o incluso menos, con lo que la especie podría pronto pasar de la categoría de “en peligro crítico de extinción” en la que actualmente se encuentra, a declarada como “extinta”.
Este hecho marcaría negativamen-te a escala internacional al gobierno mexicano por su incapacidad para salvar y preservar a una especie úni-ca que habita en sus mares, con lo
que en el ámbito de la administración federal se resiente esta presión.
Ya desde el año 2012, la Unión In-ternacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) sostuvo que en el planeta sobrevivían menos de 200 ejemplares de vaquita marina y su población experimentaba una rápida disminución debido a la captura inci-dental en las redes de pescadores.
Infografia: Semarnat
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De acuerdo con la UICN, salvar a la vaquita marina de la extinción puede ser tan simple como eliminar todas las redes que son usadas en su hábitat; sin embargo, hacer esto origi-naría una compleja problemática social y económica, pues la pesca con redes agalleras sostiene la economía local y es fuente de ingresos para miles de familias de pescadores de las comunidades pesqueras del Golfo de Santa Clara, Puerto Peñasco y San Felipe.
En las semanas recientes, en las comunidades pesque-ras del Alto Golfo de California se ha visto un descontento de las familias de pescadores que reclaman su derecho a sobrevivir de la actividad pesquera, ante un posible veto a las pesquerías.
Muy probablemente, dicen algunos conservacionistas que tienen participación en el CIRVA, estamos muy cerca de la desaparición de la vaquita marina, una de las especies mari-nas más carismáticas pero a la vez desconocidas.
* Periodista ambiental y
director del sitio bionero.org
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