ECUADOR2015 se configura como

el peor año para la libertad de expresión

En 2015, FUNDAMEDIOS

registró 279 agresiones contra

la libertad de expresión, de un

total de 1.310 desde 2008. Así,

2015 se convierte en el año más

violento para el ejercicio del

periodismo y la protesta social en Ecuador, pues, en

9 meses y medio se han superado

las agresiones registradas en

2014, que cerró con 254 casos.

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El mayor ataque en este año ha sido la sanción a medios de comunicación, por

la aplicación de una regresiva Ley de Comunicación

Además del clima hostil que se vive desde hace varios años —agresiones e insultos a periodistas, estigmatización del trabajo de los comunicadores desde las más altas esferas del poder— en el Ecuador cada vez se limita más el contenido noticiosoy de opinión en los medios independientes y hasta en Internet: los blogs y las redes sociales se han convertido en el nuevo blanco de la censura. Los procesos por aplicación de normativas contrarias a la libertad de expresión suman 71 casos, de los cuales 64 son sanciones y 7 son denuncias, convirtiendo a los medios privados en las principales víctimas.

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El Gobierno impone contenidos en los medios independientes. Recurre a réplicas obligatorias en forma de “cadenas” de radio y TV, o notas ti-tuladas y diagramadas que copan los espacios noticiosos y de opinión, to-mándose incluso las portadas de los principales medios impresos del país. La segunda mayor agresión se dio por el uso abusivo del poder estatal: 57 ca-sos. De ellos, 47 corresponden a abusos de “cadenas” y otras herramientas del Estado, en las que también se incluyen los pedidos de réplicas de funciona-rios estatales; 5 casos corresponden a concesión y/o cancelación arbitraria de frecuencias de radio y TV o espec-tro digital; 4, a uso abusivo de medios oficiales cuando genere consecuencias para el ejercicio de la libertad de expre-sión: se incluyen aquí las campañas or-questadas desde medios estatales para descalificar a ciudadanos, periodistas y demás personajes considerados de opo-

sición. El resto de las 57 agresiones de esta categoría incluyen cancelaciones arbitrarias de programas, abusos de or-ganismos de control, entre otros. La tercera principal agresión son los ataques verbales, con 40 casos, 26 de ellos, insultos o descalificaciones de au-toridades y figuras públicas; 8, amena-zas y 6, insultos de particulares, lo que da cuenta del clima hostil que viven los periodistas que cada sábado son tilda-dos de “corruptos” por parte del presi-dente Rafael Correa. Otra agresión que se ha incrementado es la vulneración de los derechos digita-les con 34 casos que incluyen el hackeo a sistemas informáticos de medios y or-ganizaciones sociales; ciberamenazas y acoso sistemático por redes y medios sociales; censura en Internet como el cierre y suspensión arbitraria de cuentas de redes sociales y abuso de normas de derechos de autor con el fin de silenciar, entre otras.

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Víctimas y agresores

Textos e investigación: FUNDAMEDIOS / Graficos: INFOGR.AM / Edición y difusión: AEDEP. Octubre 2015Más información en: www.fundamedios.org/publicaciones/informes/

El presidente Rafel Correa

rompe un ejemplar de

diario La Hora, en una de sus

agresivas “sabatinas”.

Los medios de comunicación y los periodistas y trabajadores de los medios han sido los principales agredidos con 157 y 57 ataques, respectivamente, mientras aumentan los ataques contra personajes públicos, con 18 casos; contra ciudadanos, con 16; contra cyberactivistas, con 13 y contra ONGs, con 12.El principal agresor en todos estos casos sigue siendo el Estado. Responsable del 50% del total de los ataques (141 casos), seguido por funcionarios públicos, responsables del 28% de ellos (78 casos). En menor número se han dado agresiones perpetradas por parte de desconocidos y de grupos violentos en el 14% y 10% respectivamente. Más allá de estas cifras, casos como el reciente despido del periodista Martin Pallares de diario El Comercio —por sus co-mentarios críticos al gobierno en su cuenta personal de Twitter—muestran el temor y la censura en las redacciones, además, revela la gravedad de la situación el hecho de que varios diarios hayan tenido que ceder portadas y páginas enteras para publicar réplicas impuestas por la Superintendencia de laInformación y Comunicación.Se prevé un empeoramiento de esta realidad en lo que resta de 2015.