EDAD CRONOLÓGICA Y GRAN TRES PLATÓNICO

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Apreciado lector, disculpe usted el error que encontrará en las dos líneas finales de la introducción. No es como dice allí que el "Sol le da vueltas a la Tierra", sino al revés (como todo el mundo sabe). Por problemas con el formato pdf no pude corregir la falta. Agradezco de antemano su comprensión.Atentamente, el autor (Leyder Lasprilla).

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Leyder Lasprilla

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GRAN TRES PLATNICO Y EDAD CRONOLGICACuatro holones que no evolucionan necesariamente juntosvidas medidas por lecciones aprendidas y tareas completadas, no por aos. Brian Weiss cuando decimos que algo no es verdad, lo que demasiado a menudeo queremos decir es que no nos gusta.

Anthony de Mello

IntroduccinA travs de los tiempos, ha sido una vivencia comn y corriente que aquellos que tienen ms aos de vida, ipso facto, impongan sus juicios acerca de lo que es correcto, verdadero y bello, a aquellos que tienen menos edad cronolgica. Es decir, que el haber visto nacer el sol en el oriente y morir en el occidente muchas ms veces que otros los hace sentir que tienen la autoridad para descalificar a estos ltimos en el tema que se les antoje. Incluso, haciendo explcita esta idea, utilizan como argumentos a su favor, en momentos de desacuerdo, expresiones como: yo soy mayor que t, soy ms viejo que t, los aos que tengo no han venido en vano, t eres un nio delante de m, a tu edad solo se dicen estupideces, y an otras, todava ms peyorativas. Pues bien, aunque en ocasiones hay una correspondencia entre mayora de edad y dar en la diana, esto no significa que siempre tener ms edad implique tener la razn y, por

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ello, podamos obligar a los dems a seguir nuestras directrices. Es por esto que este escrito tiene como finalidad dejar claro de una vez por todas que la edad no es criterio ni de verdad, ni de belleza y tampoco de bondad, pues estas dimensiones ksmicas (Wilber, K., 1998) dependen de los niveles de consciencia en las lneas de desarrollo pertinentes (Wilber, K., 2003; Lasprilla, L., 2011) y no de cuntas veces el Sol le ha dado la vuelta a la Tierra desde que salimos del tero de nuestra madre.

1.Gran Tres PlatnicoEn la historia de la filosofa y de la epistemofilia1, la gnoseologa2, la esttica y la tica, tomadas en conjunto, se han conocido como el Gran Tres Platnico o los Tres Grandes de Platn (Wilber, 1996, 1998, 1999, 2000, 2003, 2004,), por el hecho de ser l el primer estudioso de estas ramas del saber y del conocimiento que las articul conjuntamente en sus escritos, aunque antes de l, por supuesto, ya se escriba sobre ellas, solo que de manera separada3 (Garca, 1935; Russell, 1973; Orozco, 1984; Schrdinger, 2002; Stewart, 2002). La primera trata sobre la verdad4 y la falsedad; sobre qu concuerda con la realidad y qu no concuerda con la misma cuando pensamos o hablamos acerca de cualquier tpico de ella. Tambin responde a la pregunta de cmo saber que lo que decimos concuerda o no concuerda con la realidad, lo que permite establecer los criterios necesarios para ello, pues sin criterio no se llega a ninguna parte (Lasprilla, E. 2009, 2010). As, cuando una persona dice algo sobre un referente real (sujeto, objeto o proceso) y no sabe si lo que dice da en el blanco, y mucho menos, por qu da o no da en el blanco, revela su analfabetismo gnoseolgico. Muy probablemente sea un individuo con pobre metacognicin (Lpez, 2001) y que habla por hablar; con una corteza orbitofrontal (Goleman, 2002), posiblemente, que regula de manera muy pobre sus deseos por los actos de habla. A individuos as les vendra muy bien obedecer estas palabras de Anthony de Mello: no hables si no es para decir algo que sea mejor que el silencio (1988, p.20). Acerca de la belleza5 y la fealdad, nos habla la segunda, indagando qu es lo que llamamos bello y qu denominamos feo; por qu decimos que un holn es bello y porVer mi artculo, Filosofa Y Epistemofilia: dos conceptos muy poco diferenciados en la actualidad. Publicado en esta misma pgina. 2 Aunque en la premodernidad era la lgica la que cumpla el papel de la gnoseologa hasta que Kant introdujo esta ltima en el pensamiento occidental (Garca, M., 1935). 3 Lo que no implica que Platn haya integrado coherentemente el Gran Tres, pues esto ha sido trabajo de la post-postmodernidad (con Ken Wilber a la cabeza). 4 Remito al lector a mi artculo: Aclaraciones semnticas Sobre el concepto de Verdad, publicado en esta misma pgina. 5 Es pertinente aclarar que belleza no es hermosura, pues la primera alude a la absorcin agradable que suspende nuestro juicio y eleva nuestra sensibilidad; la segunda, a las formas exteriores que nos atraen. Hermosura viene de hermoso, que a su vez deriv del latn formosus (bien formado), en tanto que belleza deriva de bello, que a su vez deriv del latn bellus, el cual se construy con base en el1

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qu no lo es. Aunque no podemos dejar por fuera el hecho de que tambin nos habla de la hermosura, cuyo opuesto, desafortunadamente no he podido encontrar en la lengua desafortunadamente, ntrar espaola. As, cuando un individuo ve belleza donde hay fealdad o ve hermosura donde no la hay, podemos estar seguros de que su percepcin no es la ms adecuada y que sus niveles de consciencia son preconvencionales (Wilber, 1991; Osho, 2007). Adems, si es , expresa esto en presencia de seres cuya sensibilidad esttica es superior y, por ello mismo, descalifican la belleza donde este la ve, podemos estar seguros de que ni siquiera es consciente de su inferioridad esttica. Y, abordando los temas de la bondad, la maldad, los deberes y los valores tenemos a la valores, tercera, la tica. Esta nos dice cundo algo es un valor y cundo algo es un deber; cundo algo es bueno y cundo malo; por qu algo es un valor o es un deber en alguien cundo, or y por qu decir de algo que es bueno o malo, permitiendo darle fundamento y r regulacin a las relaciones interpersonales. No sobra decir que cuando un sujeto ve todo en trminos de deberes olvidndose de los valores, revela psicorrigidez (con una es rigidez neurosis obsesivo-compulsiva de base probablemente); y que, quien ve bondad donde compulsiva base, ; hay maldad, tiene sus afectos supremamente perturbados. Ahora bien, los Tres Grandes han aparecido en diferentes formas a lo largo de la historia ra del pensamiento occidental (Wilber, 1996, 1998, 2000, 2003, 2006 en Kant, se ental 2006): manifiestan a travs de sus tres crticas (la Crtica de la Razn Pura, la Crtica de la Razn Prctica y la Crtica del Juicio); en Popper, los vemos en sus tres mundos Juicio); (Mundo I o mundo objetivo, Mundo II o mundo subjetivo y Mundo III o mundo bjetivo, cultural); en Habermas, a travs de sus pruebas de validez (verdad proposicional, (verdad justeza normativa y veracidad subjetiva); y, en Wilber, con sus tres realidades ( subjetiva); (Yo, Nosotros, Ello) ampliadas en sus cuatro cuadrantes ( ) (Yo, Nosotros, Ello, Ellos Ellos). Para mejor entendimiento de lo dicho hasta ahora, veamos los cuatro cuadrantes y el Gran Tres esquematizados: :

Yo

ElloEsttica (Belleza)

tica (Bondad)

Nosotros

Ellos

Gnoseologa (verdad)

indoeuropeo dwenelo (bonito), por ello la hermosura nos gusta, pero la belleza la amamos (Lasprilla, pero E., 2009, p. 224).

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Con esto, queda claro que hablar sobre la verdad, la bondad y la belleza no es nada fcil; los que han escrito sobre estas han trabajado duro para ello, siguiendo las tres vertientes de todo discurso vlido (paradigma, vivencia y falsacin comunal). Esta es la razn por la que cuando alguien lo intenta debe tener la formacin pertinente para hacerlo (que no, la edad para hacerlo); de lo contrario dir las insensateces que los que nos interesamos por el estudio serio de estas cosas normalmente escuchamos. Siendo esto as, digo que quien falla gnoseolgicamente, ticamente, estticamente o en alguna de estos procederes por separado, es un necio. Luego, la necedad es el error inconsciente en todo el Gran Tres o en cualquiera de sus miembros. As, quien habla sin criterios y sin metacognicin es un necio; quien habla de lo feo como si fuese bello es un necio; y, quien habla de lo malo como si fuese bueno, tambin lo es. A estos sujetos es mejor dejarlos en su ignorancia, pues quien busca sacarlos de ah ser vctima de las peores injusticias6, ya que, como dijo Gurdjieff: no hay nada ms amargo que la verdad para aquel que no se quiere transformar (citado por Lasprilla, E. 2007).

2.Edad cronolgica y edad evolutivaEl nmero de minutos, horas, das, semanas, meses o aos que un organismo tenga de haber emergido como unidad biolgica diferenciada alude a lo que se denomina en psicologa evolutiva edad cronolgica. Recibi esta denominacin a partir del nombre del dios que en la mitologa griega regulaba el tiempo en el cosmos: el dios . Esta edad solo indica presencia fsica de un ser en este mundo, nada ms. Generalmente se mide en aos -sin desconocer las dems unidades de tiempo-, y como la unidad base de tiempo es el segundo, que se ha medido con base en la radiacin atmica espontnea7 del tomo de cesio en estado fundamental, los aos de vida lo nico que nos van diciendo es el nmero de perodos de radiacin emitido por este tomo, en su estado fundamental, que podemos hacer corresponder con nuestra estada en el plano fsico. Obviamente, la edad cronolgica se acompaa de maduracin biolgica y envejecimiento, pero resulta imposible decir para todo el mundo de manera precisa cundo se van a dar determinados cambios, pues hay personas que comienzan a cambiar primero que otras8. Tambin, en nuestra sociedad, est vinculada al ingreso en el preescolar, la primaria, el bachillerato y a la obtencin de la cdula de ciudadana, entreRecordemos a msticos como Pitgoras (quemado vivo con sus discpulos), Jess de Nazaret (azotado y crucificado), a Hipatia de Alejandra (asesinada a piedrazos), Giordano Bruno (quemado vivo), entre otros, o intelectuales como Scrates (obligado a tomar la cicuta), Galileo Galilei (obligado a renunciar a sus descubrimientos y encarcelado), Miguel Servet (quemado vivo por rdenes de Jean Calvin), Ryke Geerd Hamer (perseguido por las autoridades alemanas y encarcelado dos veces), etc. 7 Un segundo, desde 1967, equivale a 9.192.631.770 perodos de radiacin emitida en la transicin entre los dos niveles hiperfinos del estado fundamental del tomo de cesio 133, a nivel del mar (con campo magntico cero) (Wikipedia, 2011). 8 Veamos el caso de la menstruacin en la mujer. Hay unas que tienen la menarquia entre los once y los doce aos de edad, otras entre los trece y los catorce. Esto determina que las primeras vivan el mundo del deseo sexual primero que las otras, as tengan menor edad.6

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otras. Pero esto es secundario. Lo fundamental es lo que de manera primaria indica: cunto llevamos pisando este planeta. Por otra parte, la edad evolutiva no indica el nmero de meses o aos que llevamos fuera del tero materno, sino el grado de desarrollo consciencial que hayamos alcanzado en cada una de las lneas de desarrollo (Torrent, 2009). Es decir, la edad evolutiva clarifica cun desarrollado internamente est un individuo, independientemente de su edad cronolgica. Esta edad se puede medir con base en los estadios de desarrollo alcanzados por un individuo en su trasegar evolutivo. Est ntimamente ligada con el desarrollo del sistema nervioso, como claramente nos han mostrado la biologa y la neuropsicologa. Ella es una realidad del cuadrante Superior Izquierdo que tiene correlatos enceflicos en el cuadrante Superior Derecho (Wilber, 1996, 2000). As, a una persona con la estructura cognoscitiva de consciencia preoperacional le corresponde un desarrollo cerebral menos complejo que si estuviese en un estadio superior como el operacional formal, por dar solo un ejemplo. Ahora bien, como por estudios y experiencias cotidianas se han establecidos edades comunes de desarrollo, por lo menos durante los primeros 21 aos, esto ha dado la idea de que siempre hay una relacin directamente proporcional entre edad cronolgica y edad evolutiva. Pero la verdad es que esto no es as, pues si as fuese no encontraramos a un individuo como John Stuart Mill, que a los tres aos, adems de su lengua natal (el ingls), hablaba latn, a los 8 aos aprendi griego ; cuando tena diez, escribi su primer libro (Leahey, 2006) y lea a Platn y a Aristteles con facilidad en su idioma original; o a Mozart, que a los tres aos compuso y transcribi su primera obra musical e interpretaba el violn y el piano con una habilidad increble; o a Jess, que a los nueve aos ya dejaba impresionados a los reconocidos sabios de la poca por la sapiencia que mostraba; o a Osho, que se ilumin a la edad cronolgica de 21 aos. Estos individuos lograron competencias impresionantes a edades en las que la mayora de la gente est en actividades mucho ms bsicas y con intereses espantosamente superficiales. Y el hecho de que haya individuos as deja claro que el desarrollo consciencial (y, por lo tanto, de la sabidura y el conocimiento) no est obligatoriamente sujeto al surgimiento de las canas y las arrugas en uno. Cuando Osho (2004,2006, 2007, 2009, 2010) recalca que la edad mental de la mayora de los adultos no supera los 15 aos, est resaltando que la edad evolutiva no camina parejo con la edad cronolgica. Y si observamos las propuestas de Piaget (2006), que cierran la pirmide del crecimiento en el formal operacional, precisamente el nivel que se alcanza en la pubertad y en la adolescencia, vemos que la misma ciencia confirma las palabras de Osho y de todos los que, como yo, han percibido esta realidad. Para decirlo en trminos cientficos: la edad cronolgica no sirve para operacionalizar la edad evolutiva de manera exacta y muchas veces ni aproximada- o, no es un indicador del desarrollo alcanzado en el cuadrante Superior Izquierdo de la matriz OCON wilberiana.

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3.Edad evolutiva y los tres grandes de PlatnLa verdad, la bondad y la belleza, como los sabios orientales vienen diciendo hace milenios (Osho, 2007,2009, 2010; de Mello, 1982, 1988; Maharishi, 1997; Krishnamurti, 1973, 1980, 1997) y pensadores occidentales contemporneos tambin (Ouspensky, 1921; Lasprilla, E. 2007, 2009, 2010; Pniker, 1997; Wilber, 1979, 1981, 1987, 1991, 1996), en tanto que encarnadas en un individuo dependen de la edad evolutiva del mismo, no de su edad cronolgica. As, a mayor nivel de desarrollo interpersonal (Gardner, 2005) y moral (Lasprilla, E. 2009), mayor bondad y menos maldad; o, a mayor desarrollo en la lnea esttica (2003, 2006), ms agrado por lo realmente bello. Por ello, quien no trabaja activamente en su desarrollo interno con el incremento de su edad cronolgica va quedando rezagado internamente ante los dems as tenga 100 aos cumplidos y la distancia entre sus aos de vida y los niveles de desarrollo actualizados se har cada vez ms grande. Esto es lo que permite entender por qu hombres de ms de 40 aos aos siguen sintindose atrados por la pornografa (cual si fuesen adolescentes que estuviesen descubriendo la sexualidad); o que mujeres de 80 anos sigan teniendo un nivel kosmovisional mtico-religionario (que debieron haber dejado atrs en su adolescencia); o, todava peor, que individuos ad portas de la muerte estn todava peleando fortunas y posesiones materiales (en vez de ver cmo volver sobre s mismos para no tener una dismuerte). La edad cronolgica se incrementa siempre sin nuestro consentimiento, pero la edad evolutiva s que lo implica, sobre todo cuando lo que est en juego es el salto a las estructuras integrales o, todava ms, superintegrales- de desarrollo (Wilber, 2006). As, si usted no se dedica a la transformacin interna, los niveles ms altos de verdad, bondad y belleza, sern siempre inexistentes para usted y, por ello mismo, no estar en condiciones de descalificar a aquellos que, consciencialmente, se encuentren por encima de usted, NO IMPORTANDO CUNTOS AOS DE VIDA LES LLEVE. Una edad evolutiva postconvencional se comportar, sentir, pensar y hablar de una manera incomprensible para un sujeto con una evolucin convencional, as como este ser incomprensible para el que se encuentra en la preconvencionalidad -y que, obviamente, menos comprender al sujeto postconvencional-. Y el punto clave de la transformacin, que constituye el motor del incremento de la edad evolutiva, est en la vivencia comprendida. Por esto, si usted ha vivido ms cosas a su edad cronolgica que otro que tiene ms de la misma, en aquellas cosas donde usted ya comprendi puede indicarle los derroteros a seguir, por la sencilla razn de que ms cosas valiosas puede decirnos alguien que viene bajando de una montaa, si queremos subirla, que alguien que lleva 90 aos observndola sin nunca haberse atrevido a hacerlo. Es por ello, que cuando Fernando Savater dice, en su Poltica para Amador, que la edad es un criterio bastante objetivo de autoridad (2007, p. 36), revela que ignora la profunda relacin que hay entre autoridad y conocimiento/sabidura, ya que autoridad es la potestad que se

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tiene sobre un procedimiento derivada del saber/conocer y no la potestad derivada nmero de aos que usted tenga. En esta misma lnea, es muy frecuente encontrar gente que lleva a cabo procesos desde hace muchos aos y no ven que se la han pasado haciendo los mismos mal. Y, racionalizan9 esto, espetando a los dems sus aos de experiencia en el asunto10. Estos individuos ni siquiera entienden que la vivencia incomprendida estanca el desarrollo en cualquier dimensin de la consciencia y, apegndose a lo nico que tienen, sus aos de experiencia, autovalidan su error indefinidamente. Son precisamente estos los que ms utilizan su edad cronolgica para descalificar la autoridad que tiene el saber ajeno, porque no toleran las verdades que este encarna, sobre todo cuando quien las dice tiene menos edad cronolgica. Lo cual, en vez de despertar agradecimiento por la enseanza dada, genera en estos sujetos rechazo -con ataques ad hominem incluidos-, por su pobre condicin consciencial (Lasprilla, E. 2010). Sin embargo, estos mismos sujetos que, a diestra y siniestra, se andan vanagloriando de su edad cronolgica para infravalorar y oprimir a los dems, cuando tienen un desacuerdo con personas que les llevan ventaja cronolgica, se olvidan de lo que predican a sus menores y comienzan a discutir, llegando incluso a ofender y amedrentar a sus mayores valindose de la ventaja fsica que les llevan por ser ms jvenes. Es decir, cuando un mayor les habla, la edad no es criterio de verdad; pero si les habla un menor, ipso facto, la edad s que pasa a ser criterio de verdad. Qu estupidez!

ConclusinSi la verdad, la bondad y la belleza dependen de la consciencia y no de la cronologa, cuando alguien utiliza su edad como criterio de estas, revela una supina necedad que nada bueno le traer, pues esto es una espantosa deshonestidad con aquel que, con menos edad, ha podido ver lo que el mayor no. El desarrollo interno exige trabajo (y dolor); exige una actitud activa en la vida. La evolucin interna no tiene nada que ver con la rutina ni con la actitud pasiva de esperar que los aos pasen para luego hablar a los dems con el nico fundamento de la edad cronolgica. Quien as lo crea, me pregunto, qu clase de materia intracraneal tiene?, habr materia gris y materia blanca? Pienso que no. De esta forma, volviendo al punto de partida, la edad cronolgica no ha sido, tampoco es, ni ser un criterio vlido que d fundamento al Gran Tres. Por ello, cuando alguien racionalice ante usted, seor lector, sus acciones hablando de su edad cronolgica, mejor d media vuelta y retrese, pues de ah, muy probablemente, nada bueno saldr.La racionalizacin es el mecanismo de defensa patgeno del ego con el cual un individuo justifica, ante los dems y ante s mismo, sus errores, olvidando que lo que explica, no justifica. 10 Al respecto recuerdo una ancdota que escuch acerca de un profesor de ingls que pronunciaba la palabra inglesa hotel con acento en la o y cuando un colega le dijo que era con acento en la e, el primero respondi: Yo tengo 35 aos de estar hablando ingls y siempre lo he pronunciado as, a lo que el colega contest: Bueno, llevas 35 aos pronunciando mal esta palabra.9

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Leyder Lasprilla

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