Ediciones Babylon: primeras páginas de De amor y otros relatos, de Nut

8/3/2019 Ediciones Babylon: primeras pginas de De amor y otros relatos, de Nut

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El compromiso de Ediciones Babylon con laspublicaciones electrnicas

Ediciones Babylon apuesta fervientemente por el libroelectrnico como formato de lectura. Lejos de concebirlocomo un complemento del tradicional de papel, lo conside-ra un poderoso vehculo de comunicacin y difusin. Para

ello, ofrece libros electrnicos optimizados tanto para iPadcomo para lectores electrnicos (ePub), as como el estndarPDF, sin proteccin DRM, puesto que, en nuestra opinin,la mejor manera de llegar al lector es por medio de libroselectrnicos de calidad, fciles de usar y a bajo coste, sin im-pedimentos adicionales.

Sin embargo, esto no tiene sentido si el comprador no se

involucra de forma recproca. El pirateo indiscriminado delibros electrnicos puede beneficiar inicialmente al usuarioque los descarga, puesto que obtiene un producto de formagratuita, pero la editorial, el equipo humano que hay detrsdel libro electrnico en cuestin, ha realizado un trabajo quese refleja, en el umbral mnimo posible, en su precio. Si nose apoya la apuesta de la editorial adquiriendo reglamentaria-mente los libros electrnicos, a la editorial le resultar invia-ble lanzar nuevos ttulos. Por tanto, el mayor perjudicado porla piratera de libros electrnicos, es el propio lector.

En Ediciones Babylon apostamos por ti. Si t tambinapuestas por nosotros, ten por seguro que nos seguiremosesforzando por traerte nuevos y mejores libros electrnicosmantenindonos firmes en nuestra poltica de precios redu-cidos y archivos no cifrados.

Gracias por tu confianza y apoyo. www.edicionesbabylon.es


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ADVERTENCIA

Este libro contiene algunas escenas sexualmente explcitas y lenguajeadulto que podra ser considerado ofensivo para algunos lectores y no esrecomendable para menores de edad.

El contenido de esta obra es ficcin. Aunque contenga referencias

a hechos histricos y lugares existentes, los nombres, personajes, ysituaciones son ficticios. Cualquier semejanza con personas reales, vivaso muertas, empresas existentes, eventos o locales, es coincidencia y frutode la imaginacin del autor.

2011, De amor y otros pecados, antologa de relatos

2011, Nut2011, Ilustracin de portada: Yasna Seplveda

Coleccin Anitya n1

Ediciones BabylonCalle Martnez Valls, 5646870 Ontinyent (Valencia-Espaa)

e-mail: [email protected]

http://www.edicionesbabylon.es/ ISBN: 978-84-938921-7-3

Todos los derechos reservados.No est permitida la reproduccin total o parcial de cualquier parte de

la obra, ni su transmisin de ninguna forma o medio, ya sea electrnico,mecnico, fotocopia u otro medio, sin el permiso de los titulares de losderechos.


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A Dorianne y Nisa, por el regalo de vuestra amistad


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ndice

1. Carta de amor................................................................

2. Querido to Neil

................................................................3. El protector................................................................

4. El silencio de las mquinas................................................................

5. Dormir................................................................6. Dos palabras antes de morir...............................................................

7. Placer de dioses................................................................

8. Puto San Valentn!................................................................ !


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Carta de amor

Hoy decid escribirte. Y te sorprenders, porque esta no es una carta cualquiera:es una carta de amor.

Imagino tu cara al leer las primeras lneas. Habrs arqueado una sola ceja; laizquierda, tal vez. Tendrs los labios fruncidos y estars a punto de encender uncigarrillo.

Conozco todos tus gestos y lo que significan. He tenido aos para aprender adescifrar cada una de esas expresiones. Las memoric, llegu a clasificarlas. Huboincluso una poca en que fui capaz de distinguir los sutiles cambios en tu mirada,

a predecir las palabras que saldran de tu boca.Lo s, no me crees capaz de tal habilidad. Quizs ese es el problema. Nunca me valoraste y yo te di ms valor del que merecas.

Existi un tiempo en el que cre que tenas razn, que yo solo era polvo entus botas. Fue en ese lapso que se produjo entre la felicidad y la aceptacin de larealidad.

S, a m tambin me parece que hablar de felicidad en nuestra vida en comnes casi un eufemismo, pero la hubo.

Hago memoria y regreso a Allande, a nuestras primeras vacaciones. Recuerdo

con esa claridad propia de un hecho insignificante una maana de aquellos das.Llova y el cielo estaba tan gris como un atardecer. Las gotas golpeaban el techoabuhardillado y resbalaban por el cristal empaado de la ventana. Habamos hechoel amor. Las sbanas olan a jabn y estaban tibias. Te abrazabas a mi espalda y mehablabas del mar. Era feliz, sin saber que la felicidad es una sensacin que dura tansolo un instante.

Y yo quise atrapar esos instantes cuando el mundo, mi mundo, se fue troncando,girando en la direccin errnea. Trat de asirme a ellos con la esperanza de que mesalvaran. Me levantaba recreando en la mente el da en que dormiste a la entrada del

mercado de flores para regalarme las primeras rosas recin cortadas. Desayunabaaorando tu boca manchada de mermelada y las tostadas de pan recin hecho quete empeabas en comprar y preparar para m. Trabajaba esperando verte apareceren la ventana del despacho dibujando torpes corazones con spray de nieve artificial.Regresaba a casa rezando por encontrar en ella al hombre de quien me enamor; elmismo que una tarde haba esquivado el trfico de la avenida, entre el estrpito defrenazos en seco y neumticos patinando sobre el asfalto, nicamente para decirlea una desconocida, bajo la lluvia de insultos de los agraviados conductores, que erala criatura ms hermosa que haban visto sus ojos.

Pens que eras un loco y que tu locura podra hacerme dao. No sabaentonces qu cerca me encontraba de la realidad. Pero dej que me divirtierantus excentricidades. Consent el cario infantil que me prodigabas y permit quete convirtieras en mi razn de existir. Y, un da, descubr que si la felicidad es unasensacin que dura solo un instante, el miedo puede perdurar toda una vida.

Muri el hombre y naci el monstruo. Aunque ahora que lo pienso, tal vezsiempre estuvo ah, agazapado tras la sonrisa amable, al otro lado de la mirada


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comprensiva, al acecho en cada gesto tierno.La primera vez, lo achaqu al trabajo.

Era lgico pensar que el cambio en la direccin del despacho de arquitectosestuviera haciendo mella en tu nimo, por qu no? Al fin y al cabo, eras humano.

Tenas que hacer frente a las nuevas expectativas, renovar los viejos proyectos parahacerlos innovadores, competitivos. Dejar claro que no parecas ser el mejor, sinoque lo eras.

Por ello, no quise darle importancia a aquella bofetada, ms sorprendente quedolorosa.

Lo recuerdas? Ani, nuestra nia, nuestro tesoro, lloraba en mis brazos por unos dientes que

no terminaban de emerger de la descarnada enca. T no queras escuchar misexcusas sobre lo difcil que era tener la cena preparada con un horario de oficina de

ocho a ocho y un beb. Y, de pronto, ese sonido que ya no pude olvidar, como unsilbido afilado cortando el aire. Y el chasquido contra la mejilla, ardiente, punzante.Dicen que si un animal salvaje prueba la carne humana, ya no desea sino

continuar devorando hombres. Creo que a ti te sucedi lo mismo.Saboreaste el placer de herir, de humillar. Gozaste sintindote un poco ms

fuerte. Creyndote un poco ms viril. Y, entonces, me valoraste como alguna vez antes, inconscientemente debiste hacerlo. Fui para ti una propiedad. Unobjeto oportuno con el que desahogar frustraciones inexistentes, ocasionalescontratiempos, miedos inmaduros.

Lo acept. Esa es mi parte de culpa, si es que alguna se me puede achacar. Yno por el miedo a los golpes, que lo tuve, ni por el temor a afrontar un futuro ensoledad, que existi. Acept que volvieras mi vida un infierno porque no era capazde comprender lo que me estaba sucediendo.

Termin por creer que habitaba dormida en una pesadilla y que al despertar la vida volvera a girar sobre su eje armnico. Por ello crea en tus palabras cuando,despus de cada paliza, me buscabas asumiendo el rol de marido arrepentido yamoroso y curabas las heridas con las mismas manos que antes habas descargadocontra pechos y cara. Me cobijabas entre los brazos que haban roto costillas. Me

hacas el amor atrapndome bajo el cuerpo que en otras ocasiones me violaba.Hasta cundo hubiera durado?S que de haber dependido de ti, nunca habra concluido, puesto que

nicamente yo tena el poder para poner punto y final. Y el final lleg cuando tuve que ver mi propio dolor en el cuerpo de Ani. Es amargo admitirlo, pero hoy me alegro de que aquella noche te atrevieras a

levantar la mano contra ella.Nunca sers capaz de imaginar el sentimiento de absoluto horror que me atrap

cuando entr en el dormitorio y la encontr acurrucada bajo la pequea cama.

Amoratada la piel de sus muecas, los labios hinchados, sangrantes, la miradahuidiza. La vi, como si se tratase de un espejo en el que me estuviera reflejando.Qu te haba hecho nuestra pequea? Qu te haba hecho yo?Hu para proteger a mi nia, ma, porque t la perdiste esa noche. Hu para

recuperar mi humanidad. Hu para no matarte.Imagino que a estas alturas te preguntas cmo me atrevo a definir esta carta

como una carta de amor.


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Vers, hoy, por primera vez desde que escap de nuestra casa y me refugi enel anonimato, despus de las denuncias que de nada sirvieron y de tus amenazas,que casi me alcanzan, de los intentos por encontrarme y mis incansables esfuerzospor alejarme, hoy he visto sonrer a Ani. Se le ha iluminado el rostro con su pequea

sonrisa, tranquila y tierna, que le robaste con tus golpes. Y he comprendido. Voy a proteger esa sonrisa y el alma que habita en ella; voy a proteger el cuerpoque la cobija. Porque, en verdad, la felicidad es solo un instante y el miedo puededurar toda una vida si se lo permites.

Esta es una carta de amor. Amor hacia mi hija, hacia m misma. Hacia aquellosque no escucharon tus mentiras y han cuidado de nosotras. Amor hacia la vida.

Estoy enamorada y ya no es de ti. Me he enamorado de vivir; y eso es comocuando una fiera salvaje prueba la carne humana.

Yo he probado la vida. Luchar por que nadie me la arrebate.

Esta es una carta de amor, s; y, tambin, una advertencia.


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Ediciones Babylon: primeras páginas de De amor y otros relatos, de Nut

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