EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis...

347
1

Transcript of EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis...

Page 1: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

1

Page 2: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

2

Page 3: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

EDITORIAL ROSSETTI, [email protected]://editorialrossetti.weebly.com/Editado por Editorial Rossetti

Título Original: Silvery RiverTítulo de serie: Silvery River

© María F.R., 2013

Edición por: Emily GaiborDiseño de formato digital: José Luis CruzDiseño de portada por: Scarlett Eveenson.Garantía por crítico: Alexandra Ch. y Martha Lila Álvarez

Publicado por Editorial Rossetti.Todos los derechos reservados en SafeCreative.Código: 1305165114975

Está prohibida la distribución, reproducción, comunicación pública otransformación de la obra sin un permiso previo por escrito. Dirigirse aEditorial Rossetti (el portal de web editorialrossetti.weebly.com o vía [email protected]) si se necesita tomar un fragmento de lahistoria, o fotocopiar total o parcialmente.

3

Page 4: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

A todos aquellos que han hecho posible que esta historia exista.

4

Page 5: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

«La confianza es el sentimiento de poder creer a una persona,incluso cuando se sabe que él mentiría en nuestro lugar.»

HENRY LOUIS MENCKEN

5

Page 6: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Cuando piensas que estás en lo más alto, en la cima, y creesque puedes llegar a tocar el cielo con la punta de los dedos,siempre ocurre algo que te impulsa hacia abajo, a lo másprofundo. Todo cambia y sabes que no volverá a ser lo mismo,ni para ti ni para todas aquellas personas que te rodean. Tienesque escapar de lo que por un tiempo fue tu vida y empezar unanueva, donde debes crearte una personalidad totalmente distintay llevar otro nombre, como si volvieses a nacer, como si nadaimportase salvo tu propia seguridad, la que te impulsa a teneralgo de cordura y continuar hacia delante sin mirar atrás, sinhacer que tu existencia acabe tan pronto como llegaste almundo.

¿Qué será de aquella madre que me arropaba por la nochecuando sentía frío, pero estaba tan cansada que no podía nimoverme? ¿Volveré a ver a aquella amiga con la que compartíacada momento y segundo de mi vida? ¿Me recordará mihermano mayor cuando no esté? ¿Acaso pasarán por su cabezatodas aquellas travesuras que solíamos tener de pequeños ytodas las veces que se metía conmigo, cuando no soporte miausencia? ¿Qué les ocurrirá a mi familia, mis amigos, miscompañeros, la gente a la que quiero?

Me fui, sin poderles aportar ningún dato sobre el lugardonde me dirijo. Cada segundo que estaba en aquella ciudad, mivida corría más y más peligro. Creo que he hecho bien, me

6

Page 7: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

extrañarán y yo a ellos, pero es la única forma de mantenermecon vida, al menos por ahora.

Ahora recorro estas solitarias carreteras con mi viejo ydestartalado Volkswagen Sedan negro, al cual, presiento, lequedarán pocos viajes como éste. Le tengo un cariño especial,no porque ya no se fabriquen coches así, sino porque es lo únicoque se me ha permitido llevarme de mi anterior vida y lleva enmi familia desde que tengo memoria. Ahora sólo soy una chicallamada «Allison Rowland», que se muda a Silvery River, unpueblo perdido en la otra punta del país, donde no hay nadainteresante.

Al menos voy con la esperanza de que no me encontrarán.Pero a partir de ahora no podré hablar de nada de mi pasado,supongo que tendré que inventarme uno nuevo y no creo quehaya problema.

Me fijo en el paisaje, que poco a poco se va volviendo verde,lo que me indica que estoy llegando a mi destino. Es increíble,aun siendo verano, como todo esto que me rodea está tan biencuidado y con tan buena vegetación, pues supongo que lassequías que se producen en verano suelen hacer estragos enplantas, árboles y cualquier cosa que se cierne sobre ellas enépocas tan calurosas como la de ahora. Veo a lo lejos un carteldonde se puede leer con dificultad el nombre del pueblo:SILVERY RIVER, y poco a poco me voy acercando a él.

Observo mientras entro con mi Volkswagen por el pueblo.Las calles son estrechas y de un solo sentido para los coches,algo lógico, pues mientras voy pasando por ellas me doy cuentacómo tengo que ir, despacio para no darles a los peatones, que se

7

Page 8: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

pegan a las casas para no ser atropellados por una de misimprudencias ante tal pequeño espacio. Lo siento por todosellos, pero mis habilidades al volante son pésimas y empiezo apensar que ha sido mala idea haber venido con este coche tanviejo.

Las casas son todas parecidas, muy antiguas y de coloresmuy monótonos, seguro que es fácil no darse cuenta y perdersepor aquí. Debo comprarme un mapa en cuanto pueda.

La carretera, echa por piedras desiguales, hace que mi cochedé botes, lo que me falta para romperlo del todo. Empiezo a darvueltas y vueltas, y no encuentro un maldito hotel. ¿Dónde sesupone que pasaré la noche ahora? Creo que me tocará dormiren el viejo Sedan.

Conduzco un poco más hasta encontrarme con una plazamuy extensa donde hay varios coches aparcados. Decido dejar elmío aquí y probar suerte, buscando estancia en algún lugar. Doyuna vuelta y cuando casi llego al punto de partida por donde heentrado, encuentro una plaza libre. Decido aparcarlo ahí antes deque pueda llegar alguien más y me la quite. Apago el motor yquito la llave, cojo una pequeña libreta donde he apuntadoanteriormente dónde está situado el pueblo, que se encuentra enel otro asiento libre y me la guardo en el bolsillo de mi pantalón.

Al salir me doy cuenta de que todas las miradas se dirigenhacia mí. Soy una extraña, una recién llegada al pueblo y pareceser que todo el mundo se ha dado cuenta. ¡Maldita sea! Yo quequiero un poco de intimidad y poder pasar desapercibida… Lagente sigue mirándome y empiezo a mirarlos a ellos, pero encuanto poso mis ojos sobre cada una de estas personas, me dejan

8

Page 9: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

de mirar para no aparentar la curiosidad que se les nota a simplevista. Supongo que siendo tan pequeño como parece ser estepueblo, las noticias volarán de un lado a otro rápidamente y notendrán mucho que contar ya.

Echo un vistazo a los edificios que hay, parece que en uno deellos hay un tablón y decido mirarlo, así que empiezo a caminar.La gente me observa atenta por el rabillo del ojo, esperando queyo haga algo interesante, supongo que para tener algo que contarcuando entren en sus casas esa noche y se reúna toda la familiapara cenar.

Llego al tablón y sólo hay noticias, ventas de máquinas ydemás. Sigo buscando un poco, echo un vistazo rápido y medetengo en un papel que hay en la esquina inferior izquierda.Parece que debajo de él hay algo, pues se nota un bulto, como sihubiese otro. Quito el papel y no me equivoco, es otro folio. Medetengo y leo su título: «Busco persona para compartir piso».¡Bingo! Parece que he tenido suerte.

Termino de leer el papel y miro la dirección; no sé dóndeestá, tendré que preguntar a alguna de las personas que seencuentran en esta plaza. Giro mi cabeza hacia la derecha y meencuentro un hombre, parece ser un policía equipado con unaespecie de uniforme azul.

―Perdone ―le digo, dirigiéndome hacia él―. Heencontrado este papel y me gustaría saber dónde está esta calle.―Le enseño el papel que he cogido hace unos instantes deltablón y busca dónde se encuentra escrita la dirección.

9

Page 10: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Tiene que salir por donde ha venido y girar a la izquierdaen el primer cruce, luego sigue todo recto y cuando llegue alfinal del camino se encontrará con la calle.

―Gracias, esto… ―No tengo ni idea de cómo se llama.

―Soy el policía Gutiérrez. John Gutiérrez, señorita, paraservirle.

―Pues… Muchas gracias, señor Gutiérrez.

―Estoy aquí para…

―¡Gutiérrez! ¿Qué hace de cháchara? ¿No le dije queestuviese atento? Podría ocurrir cualquier cosa y tú mientras defiesta con esta joven ―emite la voz de un señor de unoscincuenta y pocos años, algo regordete y con bigote,dirigiéndose hacia nosotros.

―Como si fuese a pasar algo en este pueblucho de malamuerte.

―¿Qué ha dicho, Gutiérrez?

―¡Nada, señor! Que no estaba de cháchara, sólo estabaayudando a esta joven. No sabía cómo llegar a una calle.

El hombre me mira fijamente y luego a Gutiérrez, con unamirada como si mis problemas no le importasen y tuviesen cosasmás importantes de las que preocuparse.

10

Page 11: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Puesto que veo que ya han terminado, venga conmigo,Gutiérrez, debe ordenarme unos papeles ahora mismo.

Gutiérrez se queja en voz baja, pero sigue a el que parece sersu superior con la cabeza agachada y dando pasos largos ydesanimados. Menuda pareja cómica hacen, son como lostípicos policías donde uno manda y él otro lo sigue como superrito faldero. Es gracioso imaginárselos trabajando y viendocomo el señor ese riñe a Gutiérrez por cualquier tontería. Se meescapa una carcajada y una niña pequeña, con la que parece sersu madre, que están pasando en este mismo instante por mi ladome miran como si me hubiese vuelto loca y la madre se lleva ala niña corriendo. Debería controlar mis pensamientos.

No me preocupo más por las personas que hay a mialrededor observándome y camino hacia mi coche. Abro lapuerta y me siento en el asiento del piloto. Es hora de dirigirse ala dirección ahora que sé dónde se encuentra. Sigo lasindicaciones de Gutiérrez y en poco tiempo llego hacia la calle.Con suerte ésta se encuentra casi al final del pueblo y puedoaparcar tranquilamente, pues no hay muchos coches más. Unavez que consigo aparcar el coche sin tener ningún incidentedebido a mi mala conducción, suspiro y miro hacia la casaanunciada en el papel que he cogido hace unos minutos. Esperotener suerte y poder conseguir quedarme a vivir, no me importael tipo de persona que sea: limpia, sucia, rara o graciosa, con talde tener un sitio donde pasar la noche…

Me dispongo a salir de mi Sedan cuando de repente veo quela puerta de la casa donde buscan compañero de piso se abre. Deella sale un hombre alto, muy alto y con pasos rápidos. Llevaunos vaqueros y una cazadora oscura, y va un poco despistado.

11

Page 12: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Lo sigo con la mirada hasta que desaparece completamente demi vista. Así que ese es el supuesto dueño de la casa, mi ―consuerte― futuro compañero.

¡No! ¡Me acabo de dar cuenta de que no sé a dónde ha ido nicuándo volverá! ¡Maldición! Ahora tengo que esperar aquí hastaque le dé por regresar.

Pasan diez, veinte minutos… Hasta que pierdo la noción deltiempo y mi paciencia, y decido moverme. Salgo del coche y mesiento en el rebate que hay en la casa de al lado. ¿Cuánto sesupone que tarda una persona normal en volver a su casa? Estáanocheciendo, supongo que ya no tardará mucho. Me echo haciaatrás para descansar mi espalda contra la puerta y noto que nohay nada. Me caigo hacia atrás y siento las palabras de unhombre.

―¿Estás bien? No sabía que había nadie apoyado en lapuerta, por eso la abrí de golpe. Lo siento de verdad ―me diceeste hombre, ayudándome a incorporarme.

―Sí, tranquilo, sólo me senté aquí porque estoy esperando auna persona.

Me giro para mirarlo atentamente. Es unos centímetros másalto que yo, y creo que tiene casi mi misma edad. Su pelocastaño está bien peinado hacia un lado, y tiene unos ojosmarrones casi como el color del chocolate. Tiene un aspectosano y parece ser amigable. Ojalá que sea así y no un cotillacomo todos aquellos habitantes que me he encontrado en laplaza.

12

Page 13: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Nos quedamos los dos sin saber qué decir y mirándonos. Depronto me sonríe, una sonrisa sincera que me indica que es unapersona simpática y sin muchas pretensiones.

―¿No eres de por aquí verdad? Me llamo Martin.

―Soy Allison, acabo de mudarme… Bueno, mudarme…aún no tengo donde pasar la noche. Estaba esperando a quevolviese tu vecino.

―¿Mi vecino? ¿Te refieres al hombre que vive en la casa deal lado? ¿De qué lo conoces? ¿Eres su novia?

―¡Eh, eh! ¡Para! Si no me dejas hablar no puedocontestarte. No lo conozco, sólo he encontrado este papel dondepone que busca compañero, y no, no soy su novia.

―Es raro que esté buscando a alguien para compartir piso, ymenos… a una chica como compañera.

―¿A qué…?

No me da tiempo a preguntarle acerca de esto último cuandosiento a alguien pasar por mi lado. Es él. Martin me mira comodiciéndome: «Buena suerte», y se queda ahí callado también. Nosé qué hacer ni cómo empezar a hablar. Miro a Martin,pidiéndole ayuda y es él el que empieza a hablar.

―Grey, espera, por aquí hay una chica que tiene que hablarcontigo.

13

Page 14: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Lo siento, no tengo tiempo para locas que van detrás demí ―dice exasperado, sin darse la vuelta siquiera y abriendo lapuerta.

―¡Pero, Grey! Viene por lo del alquiler, por lo del anuncio―insiste Martin, enseñando el papel por lo alto e intentando queese hombre, llamado Grey, se pare. Lo consigue, Grey se para ynos mira, pero extrañado.

―¿Qué alquiler? Yo no he puesto ningún anuncio de esos,no quiero convivir con nadie.

―Sí, mira, me he encontrado esto en el tablón de anunciosde la plaza ―hago sonar mi voz para que note mi presencia.

Grey coge el papel y lo lee en tan sólo unos segundos, luegoempieza a reírse a carcajadas y lo tira al suelo.

―Este anuncio era del propietario anterior. Lo siento, peroyo no alquilo nada.

―¿Y dónde está ese propietario ahora? ―preguntoesperanzada, por si pudiese hablarlo con el propietario yconseguir una habitación para esta noche por lo menos.

―Muerto ―me contesta, sonriendo burlonamente y entra ala casa, pegando un portazo.

Me siento contra la pared y bajo mi mirada. ¿Qué hagoahora?

14

Page 15: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Oye, Allison, lo siento. Grey es así, no habla con nadie nimantiene relación alguna. Es como una máquina, y parece serque no tiene sentimientos. Te alojaría en mi casa, pero sólotengo una habitación y no es que sea muy grande ―intentaconsolarme Martin.

―No te preocupes, regresa a tu hogar.

Sin decir nada, Martin se sienta a mi lado y nos quedamosasí un buen rato, hasta que no nos damos cuenta y nos quedamosdormidos.

De repente siento un zarandeo, como si alguien intentasedespertarme. Abro mis ojos y miro hacia el lado. No es Martin,está profundamente dormido. Miro al otro lado y lo veo a él.

―Entra ―sólo me dice estas palabras y yo lo miroextrañada.

Antes de subir con él, zarandeo a Martin y aún mediodormido, me mira. Le señalo que subo arriba, y se despierta porcompleto, incorporándose. Luego sigo a Grey que me esperadentro, sujetando la puerta. Paso y la cierra. Me indica que subalas escaleras y se pone detrás de mí. Empiezo a subirlas y cadados escalones, miro disimuladamente atrás, para ver si todavíasigue ahí. Está subiendo conmigo. Al estar arriba del todo, meparo, ya que no sé exactamente que hacer a continuación yapenas veo nada en esta oscuridad. Él me adelanta y abre unahabitación.

15

Page 16: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Puedes dormir aquí esta noche. Mañana te buscas otracosa. ―Sus frases son cortas y claras.

―Gracias, de verdad.

Entro en la habitación que me señala y lo miro por últimavez. Sólo puedo distinguir su contorno. Cierra la puerta y sientocomo da unos pasos y se dirige, a la que supongo, es suhabitación. Busco con mis manos por la pared un interruptor, yal encontrarlo, lo acciono.

Ante mis ojos se descubre una habitación pequeña y conalgo de encanto, con una ventana que da a la calle por la que seve a mi Sedan. No quiero hacer mucho ruido, así que lo mejorque se me ocurre, es que me vaya a dormir enseguida. Buscomis cosas, pero me doy cuenta de que están todas en mi coche.No me queda otra opción que ir a por ellas. Abro la puerta de lahabitación, intentando no hacer mucho ruido y busco con mimirada en la oscuridad cual puede ser su habitación. De prontoveo una puerta al lado de la que da a mi habitación y decidoprobar suerte. Doy unos cuantos pasos y abro la puerta concuidado. Entro a la habitación y siento un ¡clic!

―No te muevas, quédate dónde estás ―me dice sentado enuna silla, encendiendo la lámpara que tiene al lado. En la otramano lleva una pistola apuntándome.

―¡Estás loco! ¿Es que quieres matar…?

Se sitúa detrás de mí y me tapa la boca antes de poder acabarla frase. Puedo observar cómo con la otra mano libre tiene lapistola. La coge y se la pone en la boca como signo para que

16

Page 17: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

entienda que me calle. Hago intentos para soltarme, pero nopuedo.

―Vas a despertar a todo el mundo con tus gritos. ―Su vozsuena ahora aterciopelada y con un toque de misterio, pero esono me detiene y le doy una patada con tan buena suerte (o mala,según como se mire), que acabo dándosela en sus partes. Looigo tirarse al suelo por unos momentos y me agacho para ver sise encuentra bien. Me he pasado. Pero sólo es una estrategia. Enese momento se levanta y yo, que intento protegerme pegándoleun puñetazo, me lo para, haciendo que nos quedemos los dosrespirando fuertemente.

―No eres tan mala. Pensé que las mujeres eráis más de queos rescataran y lo hiciesen todo por vosotras.

―Yo no soy como esas, sé defenderme.

De repente los dos sonreímos y me suelta.

―¿Qué haces aquí en mi habitación?

―Me olvidé las cosas en mi coche y no tengo nada. Queríaavisarte para que no pensaras que había entrado alguien arobarte y para tenerte informado.

―¡Ja! ¿Robarme a mí? No me conoces bien.

Durante unos minutos nos quedamos sin saber qué decir. Élsin mediar palabra, empieza a caminar y coge una cosa delperchero que tiene en la habitación. Es su albornoz.

17

Page 18: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Puedes pasar la noche con esto. Ahora la calle está aoscuras y no es recomendable que salgas sola.

―Te he pegado una patada en tus partes, ¿crees que no sédefenderme por mí misma?

Sonríe como antes lo hizo, con esa sonrisa burlona y llena dearrogancia que tanto me fastidia. ¿Se las da de listillo o es que esasí de irritante?

―Lo sé, en parte lo digo por los pobres hombres a los quepuedas atacar como a mí.

Voy a decir algo más, voy a replicarle, pero me tira elalbornoz y me hace una señal para que me marche de suhabitación.

18

Page 19: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Siento sobre mi cara algunos rayos de sol que me indicanque ya ha amanecido. Abro mis ojos y me asusto, pero prontome tranquilizo a mí misma. «Ya no estoy en casa», pienso paramí misma. Me incorporo y miro hacia la ventana. Se siente a lospájaros cantar tan despreocupados que siento una paz interiorque me lleva a tranquilizarme aún más.

Me levanto de la cama y busco el albornoz que me dejó ayerGrey, no sin antes recordar el pequeño altercado que tuvimospor la noche en su habitación. ¿Por qué diantres tiene unapistola? Me pongo la prenda encima de mi ropa y al instantesiento que un aroma me envuelve, como si llevase su olorimpregnado por todas partes. Es un olor especial, como sillevase su propia esencia, algo particular que es difícil deolvidar.

Decido que es hora de salir y ver qué aspecto tiene por lamañana. Me dirijo hacia la puerta y la abro con cuidado. Lo veoahí, sentado en un sillón y leyendo un periódico. Salgo de lahabitación donde he estado durmiendo, cerrando la puertacuidadosamente.

―Esto es increíble, no saben ni resolver un caso encondiciones. Son una panda de inútiles. ¿No se dan cuenta de laposición en la que estaba la víctima, ni de los síntomas clarosque aparentaba? ―Suspira exasperado.

19

Page 20: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Me quedo durante un rato anonadada, sin saber que decir.No sé de qué está hablando. Carraspeo un poco y baja elperiódico, mirándome. Hasta ahora no me había dado cuenta delcolor de sus ojos. Son de un azul aguamarina, tan intensos ybellos ―no como los míos, azules grisáceos―. Su pelo morenosigue despeinado, como si le fastidiase pasarse tan solo un peinepor sus cabellos, y su piel es clara, tan blanca que es raro quesea de este pueblo, donde la gente es tan morena ―un claroejemplo: Martin―.

―Ah, estabas ahí. Creí que la señorita seguía dormida ―medice en tono despectivo e intentando burlarse de mí.

―Pues sí, necesitaba recupérame del susto que me dio ayerun psicópata que intentó dispararme.

―Ese psicópata no intentaba dispararte, sólo que no hiciesescosas raras. Además la culpa la tienes tú.

―¿Yo? ¿Perdona? Te expliqué que me olvidé mis cosas enel coche, no iba a hacer cosas raras. Además, no eres mi tipo.Eres un borde y una persona extraña.

―Y ahí lo que todo el mundo saca en conclusión de mí:borde y extraño. Eres una gran detective, te aplaudo. ―Se poneen pie y me da un aplauso, sonriendo de nuevo con esas malditascomisuras que le salen.

―¿Te han dicho alguna vez que eres insoportable?

―Es una de mis cualidades ―me contesta, poniéndosedelante de mí y mirándome atentamente.

20

Page 21: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―No me pones nerviosa. Ahí va otra deducción: seguro quetienes a todas loquitas. El solitario y misterioso Grey.

―Jason Grey. Eres buena.

―Ya, lo sé, es una de mis cualidades ―le digo, repitiendo lamisma frase que me ha dedicado antes―. Por cierto, ¿de quehablabas antes? De un tal asesinato o algo me ha parecido oír.

Aparta su mirada escrutadora, lo que hace que ahora puedarespirar con tranquilidad sin sentir sus profundos ojos azulessobre mí, y empieza a hablar ensimismado, mirando un punto enla nada.

―Un caso de asesinato que se produjo hace dos días. Elinspector Elmest es pésimo en su trabajo y se ha equivocado consus deducciones.

―¿Acaso tú lo habrías hecho mejor?

―Atenta. ―Me pasa una fotografía y varios objetos metidosen una bolsa.

―Por favor, Jason, dime que no los has robado de la escenadel crimen.

Me sonríe burlonamente y prosigue su relato.

―Mira las uñas de la víctima en esta prueba, se veperfectamente cómo están todas desgastadas y tiene restos de loque parece ser hierro. Un dato que nos revela que estuvo

21

Page 22: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

encerrada en una habitación, intentó salir, pero no pudo. Elinspector Elmest dijo que la víctima no había estado encerradaen ningún lugar. Primer error. Ahora mira esta fotografía decómo la encontramos en la calle.

La mujer se encuentra tirada y tiene un aspecto algodemacrado, con puñaladas por todos lados, además de la roparota y desgastada.

―Elmest dijo que la habían apuñalado, pero se resistía aadmitir que su secuestrador la había tenido retenida. Pues bien,ocurrió lo que te estoy afirmando por mi parte. Sólo tienes quemirar su ropa y su cuerpo, y te darás cuenta que el secuestradorno la cuidó, puesto que no le dio de comer ni le dejó que seaseara. Si no hubiese estado secuestrada, y la hubiesen matado,como Elmest postuló, la chica estaría en mejores condiciones.En conclusión, el asesino sigue suelto y la maldita policía deeste pueblucho es incompetente. ―Terminado de explicar surelato, me mira con aire victorioso y triunfante.

No sé qué decir, este hombre será un auténtico arrogante, uninsoportable y un tipo raro, pero tengo que admitir que sudeducción me ha asombrado, y que creo que es correcta, pormuy poco que sepa yo de crímenes.

―¿Te…, te dedicas a la investigación privada? Ha sidoasombroso.

Mira hacia otro lado, nervioso, y carraspea.

―Esto… No, supongo que piensan como tú, que soy untipejo insoportable y me echan del caso porque los dejo a ellos

22

Page 23: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

como simples principiantes recién salidos de la academia. ―Alterminar de decir esto, sonríe de nuevo.

―Bueno, admito que eres insoportable, pero creo que tienesun gran talento.

―Gracias. Supongo que querrás desayunar. Creo que esmejor que te vistas y vengas conmigo. Esto…

―Allison, Allison Rowland. Vaya, me ibas a matar anoche yni siquiera sabías el nombre de tu víctima ―me mofo ahora deél.

―Yo no iba a…

Salgo corriendo, bajando las escaleras con pequeños saltos yabro la puerta, me dirijo a mi coche para coger mis cosas.Cuando las tengo en la mano, me doy media vuelta y miro por laventana: ahí está Grey, mirándome, para ver qué hago. Supongoque le fascina lo que hacen las personas normales y corrientescomo yo. Sigue mirándome, con sus ojos penetrantes.

―¡Allison! Veo que al final tuviste suerte y convenciste aGrey. ―Oigo una voz conocida.

Giro mi cabeza en dirección a donde oigo la voz y meencuentro a Martin sonriendo. La verdad, parece ser una personamuy agradable y despreocupada todo el tiempo.

―Sólo esta noche, pero no te preocupes, conseguiré que medeje quedarme más tiempo, creo que puedo convencerle. ―Leguiño un ojo.

23

Page 24: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Ah, vale, supongo que…

―¡Allison, deja de ligar con el primero que te encuentres ysube ya! ―Oigo a Grey gritándome desde la ventana.

―Lo siento, he de irme. Adiós, Martin.

Le dirijo una última sonrisa y subo de nuevo las escalerascorriendo. Me lo encuentro sentado, ya preparado e impacienteporque tardo demasiado.

―¿Acaso crees que vas a convencerme para que te quedesmás tiempo?

―¿Cómo...? Da igual, no me importa saber cómo lo hasoído.

Entro a mi habitación y abro mi maleta. Cojo un par decosas para ponerme y me dirijo a la ducha. En unos veinteminutos estoy preparada y totalmente aseada para dirigirme adonde sea que Grey me quiera llevar.

―¡Por fin! Ya creía que te había ocurrido algo y tendría queesconder tu cadáver.

Le miro, cansada de su humor tan negro y sin gracia, y leindico que nos podemos ir. Se levanta ágilmente y se dirigehacia la puerta. Una vez que estamos en la calle, caminamos unoal lado del otro, sin dirigirnos la palabra, como si fuésemos dosextraños que sólo se dirigen al mismo lugar. La verdad loprefiero así, es más cómodo y ninguno de los dos nos tenemos

24

Page 25: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

que preocupar por mantener una absurda conversación contemas típicos como el tiempo, los deportes u otras cosas.

Cuando llevamos caminados unos diez minutos, se detieneen frente de un bar con un letrero: BAR DESTRAGE, y me indicaque pase primero. Lo hago.

El bar por dentro es pequeño y tiene una decoración ya algopasada y anticuada, hay poca gente ―supongo que a esta horade la mañana ya nadie va a venir a desayunar― y en las paredesme encuentro muchas fotografías de paisajes de diferentes partesdel mundo. París, Londres e incluso una del pueblo de SilveryRiver. Nos sentamos en una mesa en un rincón, alejada de lasdos o tres personas que hay en el bar sentadas tomándose algo, yse acerca una chica.

―¡Jason! Hace mucho que no te pasabas por el Destrage.¿Qué quieres pedir? ―La chica sólo lo mira a él. Es joven, tieneel pelo castaño recogido en una cola y los ojos también oscuros,no es muy alta, pero si muy delgada. A mí ni siquiera me mira,parece estar colada por Grey, es algo que se nota a simple vista.

―No vengo por mí, sírvele a la señorita. ―Hace un gestocon la cabeza, señalándome a mí.

―Ah, hola. ―Me mira a mí, algo… ¿Celosa? Y conenvidia―. ¿Qué tienes pensado tomar?

―Quiero un café y… esto, ¿tenéis gofres?

―Sí, ahora mismo te lo traigo. ―Ahora mira a Grey,embobada―. ¿Seguro que no quieres nada, J*?

25

Page 26: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

________________* Pronunciación: “Yei”.

―No me llames así, Chloe, te lo he dicho miles de veces.Vete y trae lo que te ha pedido ―dice tan seco que quieroprotestarle y hacerle que pida perdón por su tono.

La chica se va algo molesta.

Una vez que la perdemos de vista, me mira a mí. Puedosentir sus ojos azules intensos sobre mí.

―Gofres… Vaya apetito por la mañana.

Le correspondo echándole una mirada asesina. Acto seguido,Chloe la camarera, trae las cosas que le he pedido. Tiene todouna pinta deliciosa. Tomo un sorbo del café.

―Está bien, cambiemos de tema. ¿De qué te estásescondiendo para haber venido a este pueblo?

¡No! Espurreo todo el café que he tomado con tan malasuerte que cae en su cara. Creo que no debería haber hecho eso.¿Cómo ha llegado hasta ese punto si apenas me conoce? Selimpia con una servilleta la cara y me mira alegre.

―¡He acertado! Ahora bien: ¿eres una asesina o quizás unadetective privada? No, no creo que seas tan inteligente, notendrás tanto cerebro. Déjame pensar… puede que te esténpersiguiendo y por eso hayas venido aquí.

26

Page 27: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Antes te he espurreado el café sin querer, pero ahora tengounas ganas enormes de tirártelo por encima y no me voy acortar. No todos somos cómo tú, tan inteligentes y sinsentimientos. ―Dicho esto, me pongo de pie y me dispongo amarcharme del bar. Si quiere insultarme, que se corte un poco,pues él es un bicho raro y tiene más cosas de las que guardarseque yo. Miro hacia atrás durante un segundo y lo veo ahí, concara de satisfacción y riéndose a carcajadas. No lo aguanto.

Me giro de nuevo y salgo del bar, intentando volver a la casade Grey para estar sola y tranquilizarme un poco. Una vez queestoy llegando, y veo la casa a lo lejos, me doy cuenta de que notengo llaves. ¡Genial! Ahora tendré que esperar al insoportablede Grey. Pero extrañada, me doy cuenta de que la puerta estáabierta y es algo curioso, ya que nosotros la cerramos despuésde salir, estoy segura. Me detengo un momento enfrente de éstay la observo. ¡Ha sido forzada! Corro escaleras arriba paracomprobar si se trata de un robo. Llego al salón, a primerahabitación que me encuentro nada más subir, y noto algo líquidosobre mis pies que hace que por poco me resbale. Miro haciaabajo y veo que es algo rojo, es sangre. ¿Qué hace esto…? Mirohacia el frente y me encuentro un cuerpo tirado detrás del sofá.Me acerco un poco y veo que se trata de un hombre. Con unamano le doy la vuelta con cuidado y veo su cara. ¡Es Evan! ¡Lohan matado! No estoy segura aquí. ¿Es que me han encontradoya, tan rápido? ¡No puede ser!

Empiezo a ponerme nerviosa y noto como me falta larespiración. «¿Por qué, por qué?», empiezo a repetirme a mímisma. No aguanto más y me voy dirección a la puerta, cuandome choco con una persona. Es Grey.

27

Page 28: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Qué pasa? ¿A dónde vas tan apresurada?

No soy capaz de articular palabra, ver el cuerpo de Evan ahítirado e inerte, sin vida, me ha pillado por sorpresa. Puedo ser lasiguiente, no tengo protección alguna. Elevo mi brazo y leindico la dirección del cuerpo. Se dirige al sofá y ve el cuerpo.Ni una sola reacción en su cara, no veo nada. No estásorprendido o asustado por encontrarse un cadáver en su propiacasa.

―Allison, ¿conocías a este chico? ―me preguntaseriamente―. Dime la verdad, por favor.

―No, no lo conozco para nada.

―Te he pedido que no me mientas. Sí, no me mires así, sime dices eso, y acto seguido agachas la mirada, me dice másque tus propias palabras. Además tu reacción, te has quedado sinpalabras. Si no lo conocieses, sólo te habrías llevado un susto yte has quedado sin habla. ¿Allison?

―No me analices en estos momentos, tienes un cuerpo en tucasa. No importa si lo conozco o no, haz algo. Yo voy a llamar ala policía.

―Déjame antes examinar el cuerpo. Luego llama si quieres.

Se va a su habitación y vuelve con unos guantes, se los poney se agacha. Se queda observándolo durante unos minutos yluego desabrocha la chaqueta de Evan. Coge un papel que tieneescondido en un bolsillo interior y lo abre, lo mira y me loentrega. Yo hago lo mismo y lo abro, sin entender apenas lo que

28

Page 29: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

pone. Tiene muchas letras juntas sin sentido, supongo que nocarece de importancia.

―¿Es que no te das cuenta? El cifrado César. Mira las letrasque pone en el papel.

Las miro de nuevo, ahora fijándome atentamente.

MABI UWKOM. LWKM G KCIZBW. LMBZIA LMSKITXIUIZPW.

―Vale, y suponiendo que tenga que ver con el cifrado César,¿cómo averiguamos su significado? Porque por lo que hecomprobado, sustituyendo sin contar letras, no sale nada quemerezca la pena tener en cuenta.

―Allison, te dejas algo atrás. Fíjate en los detalles delcuerpo. ¿Acaso no ves lo que yo? Tiene dos puñaladas en laparte trasera, sólo dos. Si tomamos esto como referencia ysustituimos a través del cifrado César, contando de dos letrashacia atrás, por lo de las puñaladas en la parte trasera, nos sale elmensaje siguiente: «Esta noche. Doce y cuarto. Detrás delcampanario.»

―Tienes razón. ¿Pero por qué pondría alguien una nota así?

―Como antes, no te das cuenta. No ha sido un asesinatocasual, si te has llegado a percatar. Este cuerpo no ha llegadoaquí por arte de magia. Ha sido todo un juego, muy planeado yelaborado, según mi opinión, pero poco para mi mente. Alguienquiere encontrarse con alguno de nosotros dos, y según tú, comono conoces a esta persona… ―Para un momento, mirándome,

29

Page 30: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

intentando ver mi rostro para ver si puede hacerme caer en latrampa y que confiese. Continúa hablando―: …tendré que iryo, para ver lo que ocurre.

―¡No! ―salto de repente―. Deja que se ocupe de esto lapolicía.

―No voy a dejar que esos se encarguen de mi caso.

―¿Ahora es tu caso? ¿Y desde cuando eres detective? Losiento, pero no, se ocupará la policía ―digo, dirigiéndome haciael teléfono.

―Ni se te ocurra ―me dice, cogiéndolo antes que yo y entredientes, muy cabreado. Sus pupilas se dilatan tanto que pareceser otra persona totalmente distinta.

Le cojo el teléfono y llamo a la policía, informo de loocurrido, sin mencionar la nota, y en pocos minutos los tenemosaquí. Con gracia, puedo observar cómo Gutiérrez y su jefe sonlos encargados de llevar el caso, y cómo Grey suspira irritadocada vez que el inspector o Gutiérrez dicen algo que está mal.Les cuento al inspector, que como ya se me ha informado sellama Elmest, cómo nos hemos encontrado la cosas y queestábamos haciendo hasta llegar aquí.

―Así que eso es todo ―acabo diciendo―. Bueno, nosencontramos…

―¡Que todo estaba bien, no han robado ni echamos nada enfalta de la casa! ―me corta Grey, intentando que no le cuente alinspector Elmest lo de la nota. Le lanzo una mirada y el me

30

Page 31: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

responde, mirándome aún más fijamente y haciendo unaadvertencia. El inspector se da cuenta y empieza a hablar.

―Veo, Grey, que sigues tan raro como de costumbre. Si pormí fuese, te encerraba en la cárcel denominándote el autor deeste crimen, pero como siempre creo que tienes algo que cuentaa tu favor y con lo que tienes razón ―dice Elmest a Grey, conasco.

―Y lo tengo, pero hasta mañana no puedo darte ningunanoticia. Tendrás que esperar a que yo averigüe todo lorelacionado con este caso y te aviso que no será poco, pues tequedarás con las ganas de encerrarme como siempre queresuelvo los casos.

Noto como Elmest se va poniendo cada vez de más malhumor por lo que actúo como intermediadora para evitarproblemas mayores.

―Inspector Elmest, ¿es que acaso Grey ya os ha ayudado enmás casos?

Elmest me gruñe.

―Lo que mi superior quiere decir es que sí, siempre losresuelve él. Tiene una mente prodigiosa, y la verdad le hemospedido miles de veces que se una a nuestro cuerpo, pero lorechaza siempre.

―Gutiérrez, vámonos ―dice tajante el inspector―. Y tú,Grey, más te vale que mañana me traigas toda la informaciónposible de todo esto o te acordarás de mí.

31

Page 32: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Después de zanjar el tema, se marchan, cerrando Elmest lapuerta con mucha fuerza, cabreado por no tener nada a su favorpara poder resolver el caso. Grey sonríe con aire victorioso.

―¡Tú! ¿A qué viene lo de ocultar pruebas a la policía?

No me responde, se va a su habitación, coge una chaqueta ysus guantes y se lo pone todo, como si quisiese escondersedentro de estas prendas. Sale de la casa, y yo lo observo,esperando la respuesta. Unos minutos después, viene conMartin, que parece algo extrañado y me observa aliviado de verque no se quedará a solas con Grey.

―He de irme, tengo que investigar por mi cuenta. Martin, tepido que cuides a Allison y no la dejes salir de casa, sobre todovigílala. Si hay algún problema, tienes mi número apuntado allado del teléfono. Sólo llámame y estaré aquí enseguida.

―De acuerdo ―contesta Martin.

―¿Adónde vas? Si te diriges al lugar que se cita en la nota,faltan todavía más de diez horas ―intento averiguar algo más.

―Tengo cosas que hacer. Volveré mañana por la mañana.No me molestéis si no es necesario, odio que me llaméis sólopor tonterías. ―Dicho esto, se marcha sin mirarnos a ningunode los dos y nos quedamos Martin y yo a solas. El silencio quese forma a continuación es algo incómodo y no sabemos quéhacer para romperlo.

32

Page 33: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Así que un asesinato aquí? He visto a la policía llevarseel cuerpo.

―Sí, Martin, un asesinato. Oye, no hace falta que hagascaso a Grey, puedes irte a tu casa si quieres.

―Lo siento, pero Grey me ha pagado en cuanto ha llegado ami casa y me dijo que le siguiera, que se trataba de un asuntoque te involucraba. Luego me ha conducido hasta aquí y ya meha explicado lo que ha ocurrido. No voy a dejarte sola.

Suspiro. Ahora no podré salir y perseguir a Grey para verqué es lo que se trae entre manos y si va a ir al lugar en el quesupuestamente se me cita a mí. Será mejor que planee algo paraescaparme de la atención de Martin, ya que estoy viendo que nome va a dejar tranquila en todo el tiempo en que esté aquí.

33

Page 34: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Jaque mate. Otra vez. ―Me echo hacia atrás en el sillón yresoplo aburrida.

―¡Vaya! Eres buena… Muy buena o es que yo no sé jugar―me dice Martin, casi sin aliento.

―Eres demasiado malo. De verdad puedes marcharte,Martin, no va a pasarme nada malo, Grey exagera demasiado.

La habitación vuelve a quedarse muda de nuevo. No sécuánto tiempo podré aguantar aquí encerrada entre estas cuatroparedes. Necesito librarme de Martin de una vez por todas o mevolveré loca. Una excusa, necesito una buena excusa paramantenerlo despistado y poder escaparme de aquí.

Martin se levanta del sofá y da vueltas por la habitaciónmientras yo le sigo con la mirada. Se detiene ante unas pocasfotografías esparcidas por una mesa y plastificadas, las únicasque hay por toda la casa, y las mira. En ellas no aparece Grey,sólo fotos de casos que supongo habrá resuelto tiempo atrás. Veocómo Martin se echa hacia atrás al ver alguna de las imágenes ysonrío. Iluso, no está acostumbrado a ver muertos, aunque claro,yo no soy la más indicada para jactarme de ello.

Es un buen chico, algo tímido, pero se nota que tiene unbuen corazón, me pregunto si tendrá novia. ¿Qué estoydiciendo? ¡Si a mí no me interesa! Debo salir de aquí o

34

Page 35: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

terminarán por encerrarme en un psiquiátrico o peor… acabarcomo Grey. Esto me hace sonreír de nuevo, ahora pensando enéste último. ¿Por qué se ha empeñado en ir él sí sabeperfectamente que le he mentido y la nota va dirigida a mí? Algose trae entre manos y espero que sólo sea por callar al inspectorElmest, que se lo tiene muy creído.

―¿Me escuchas?

Miro hacia Martin. Me acaba de hablar y me observaesperando una respuesta. Supongo que he estado demasiadoabsorta en mis pensamientos como para haberle escuchado.

―Perdona, estaba pensando. ¿Qué decías?

―Nada, sólo quería saber algo sobre… esto, sobre ti.―Ahora se sonroja un poco. ¿Qué demonios le pasa a estechico?

―¿Sobre qué? ―Me mantengo a la defensiva por sipregunta algo que no pueda responder con alguna mentira.

―No sé. ¿De dónde vienes? ¿Qué haces aquí? ¿Tienesfamilia o algo?

―Vengo de la otra punta del país, necesitaba alejarme de lagran ciudad, ya me entiendes ―digo, sonriéndole e intentandoque mis palabras suenen sinceras.

―Vaya… te alejas de la ciudad y precisamente te asientasaquí.

35

Page 36: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿A qué te refieres?

―No me malinterpretes, pero Grey… No es que sea lapersona ideal para compartir casa, ni siquiera es… ya sabes, unapersona normal. Sólo destaca en una cosa: los crímenes, pareceque son todo su mundo.

―Pero él no es detective ni nada de eso, no está en la policíaaunque ellos se lo hayan pedido muchas veces. ―Paro unmomento y miro hacia otro lado. Trato de explicar mi recienteinterés―. Me lo contó Gutiérrez, cuando estuvo aquí la policíapara llevarse el cadáver.

―Grey es muy orgulloso, resuelve los crímenes, pero pasade la policía, siempre va por su cuenta lo que le ha traído variosproblemas ya ―comienza a darme una sencilla explicación, quele agradezco profundamente―. Por Chloe me enteré que esbiólogo, químico y tiene conocimientos de literatura e historia.

―¿Y qué hace un hombre con tal currículum en un pueblocomo este? ―pregunto, asombrada ante tal historial. He deadmitir que se le ve un hombre inteligente, pero de eso a tenerdos carreras y tantos conocimientos… Me quito el sombreroante él―. Si no fuese tan arrogante y estresante a veces, sería elhombre perfecto, vaya que sí ―digo en voz baja.

Martin me mira algo molesto, creo que me ha oído y derepente veo sus puños cerrarse como si le diese rabia lo queacabo de decir. Desde luego no entiendo lo que pasa con estechico, parece que odia a Grey.

36

Page 37: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Me levanto del sillón y me dirijo hacia el que es mi cuartoprovisional, ya que por lo visto hoy de nuevo me quedo a dormiren esta casa. Me acerco a la ventana y miro por ella, el cielo estádespejado sin ninguna nube y hay un par de niñosdespreocupados jugando por la acera. Paso las horas muertashasta que va anocheciendo y siento que alguien llama a lapuerta. Se abre.

―¿Allison? ¿Quieres que cocine algo para cenar?

―Sí, está bien, Martin. Te lo agradezco. La cocina está…

―Sí, sé dónde está. No tienes por qué agradecerme nada.―Me sonríe y se va, cerrando la puerta suavemente

Oigo cómo se dirige a la cocina y pone la televisión que hayallí. Eso me da una idea: si está entretenido durante unos veinteminutos, eso me dará para poder escaparme. Sonrío ante miocurrencia. Salgo de la habitación con sigilo, intentando nohacer el menor ruido para que no me descubra, me acerco alteléfono fijo que hay en el salón y cojo el número que dejóapuntado Grey para que a Martin no se le ocurra llamar yavisarle de que me he escapado. Miro hacia la cocina: está deespaldas, entretenido, cocinando. Es mi oportunidad. Voyrápidamente hacia la puerta escaleras abajo, pero al intentarabrir la puerta, me doy cuenta de que está cerrada con llave.¡Maldición! Ha sido más listo que yo y se me ha anticipado, hacerrado la puerta y se ha llevado la llave cuando salió de aquí.¿Qué hago ahora?

Subo de nuevo y trato de pensar. Seguro que tiene una llavepor ahí, escondida en algún lugar. Veo que la puerta de su

37

Page 38: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

cuarto. Está medio abierta y me decido a entrar. Está todoordenadísimo, todo colocado y tan sumamente perfecto, que elmás mínimo cambio se notaría y sobresaldría tanto que daría elcanto. ¿Quién hubiese dicho que es un hombre tan pulcro?

Me doy prisa y miro a mi alrededor, intentando encontraralgo. Me acerco a su escritorio y abro los cajones, probandosuerte por si tuviese alguna llave por algún lado, pero noencuentro nada en absoluto. Debe de haber alguna escondida enalgún lugar. Vamos Allison, tienes que meterte en la piel deGrey, piensa como él. No hay nada que sobresalga ni nadaespecial. ¿Dónde puede estar? Veo una estantería alta y muygrande testada de libros a más no poder. «Tiene conocimientosde literatura e historia.» ¡Claro! ¿Cómo no se me había ocurridoantes? Me acerco a la estantería y fijo mí vista ante lainmensidad de libros que hay. Seguro que la ha escondido aquí,sólo me falta encontrar el libro correcto.

Estoy unos minutos ojeando rápidamente las portadas de loslibros, mirando los nombres para encontrar alguno que llame miatención. Encuentro dos, uno llamado La llave del abismo y otroLas siete llaves. Abro el último y no hay nada. Cojo el primeroque he visto y lo abro. Enfadada compruebo que ha recortado lashojas hasta crear un agujero con la forma de la llave de repuestopara guardarla, pero una vez más ha sido más listo que yo y se laha llevado, seguro que ha sido cuando entró a su cuarto.

Vuelvo a dejar los libros tal y como se encontraban para queno se dé cuenta de que he estado husmeando por su habitación yecho un último vistazo a ésta. Tiene una caja al lado delescritorio, me dirijo a ella y la abro. Está llena de herramientas,

38

Page 39: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

algunas nuevas sin ningún uso y en su envoltorio original. Unapequeña idea me llega a la mente. ¿Y si…?

Cojo el destornillador y alguna herramienta más y salgo concuidado de la habitación. Compruebo una vez más que Martinestá ocupado en la cocina y bajo, intentando no hacer ruido.Llego a la puerta y compruebo satisfecha que mis sospechas noeran en vano. Puedo quitar el picaporte y la cerradura y asípoder salir, pero he de darme prisa si no quiero ser descubierta.Me pongo a ello y, con dificultad, consigo quitar cada una de laspartes de la cerradura, dejándolas a un lado de la entrada parapoder colocarlas de nuevo cuando regrese. Unas vueltas más yconseguiré desbloquear la puerta y salir, una, dos y… ¡Sí! Dejotodo lo que tengo en las manos en el suelo de la entrada y salgocorriendo hacia fuera. ¡Bendita libertad!

Ahora el siguiente paso es averiguar dónde está elcampanario. Son las once y veinte, tan sólo me queda unoscincuenta y cinco minutos. Supongo que no debo ir a lacomisaría, ya que el inspector Elmest preguntaría por Grey osospecharía si le pregunto, y sería capaz de seguirme o demandar a Gutiérrez tras mí. No, mejor será buscar otros mediospor los cuales enterarme de donde se encuentra ese lugar, el dela cita. Supongo que no me queda otro remedio y he de ir al barDestrage para preguntarle a Chloe. Con suerte tengo buenamemoria y puedo acordarme del camino que he de seguir.

En poco más de diez minutos me presento delante del bar yveo cómo todavía sigue abierto. Supongo que ahora sólo habráhombres borrachos, bebiendo y comentando cómo les fue el día.

39

Page 40: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Entro y busco a Chloe. Allí está, detrás de la barra,limpiándola y haciendo como que escucha a un hombre que lehabla entusiasmado sobre algún tema que seguro, carece deimportancia. Me acerco hasta ellos.

―Buenas noches, Chloe, me llamo Allison. No sé si merecordarás, esta mañana estuve aquí con Grey.

Chloe me mira molesta y con aires de superioridad mientrassigue limpiando la barra, ahora de una forma más fuerte.

―Ah, sí, tú… ―dice sin gana alguna―. ¿Qué quieres?

―Verás, Grey me ha mandado recoger un paquete dequímicos al lado del campanario, y es muy importante para él.Como suele dedicarse a la química y… ―Me doy cuenta que miexcusa va careciendo de sentido mientras la digo en voz alta.

―¿Y qué? ¿Eso qué me importa a mí? ¿Acaso tengo que iryo a por él?

―No, es que acaba de marcharse y no sé muy bien dónde seencuentra el campanario. Le harías un gran favor a Grey si vieseque le traigo su paquete, recuerda que es importante. Lo necesitapara su trabajo y yo le hablaría muy bien de ti para que te tengamás en cuenta a partir de ahora. ―Espero que esta mentira hayahecho que caiga en la trampa.

―Bueno, si es por J, te lo diré. Mira, te traeré un mapapequeño para indicarte el camino que debes tomar. ―Se vahacia una habitación que hay tras la barra y entra en ella.

40

Page 41: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Suspiro aliviada, por fin sé a dónde ir. Sale y vuelve a dondeestoy yo. Mientras me va diciendo cómo llegar, me lo escribe enel mapa, señalizándome las calles que debo recorrer. Cuandotermina, le doy las gracias, miro mi reloj y veo que han pasadootros diez minutos más. Treinta y cinco minutos, como no me déprisa, no sabré quien me ha citado.

Salgo corriendo en busca del campanario, cruzo calles que ami parecer son todas iguales y miro el mapa cada dos por tres.El lugar está demasiado lejos y creo que me he perdido. Genial,lo que me faltaba. Miro el nombre de la calle y compruebo queno estoy muy lejos, he de llegar a tiempo. Cuando sólo faltanunos veinte minutos para las doce y cuarto, llego a mi destino.

Es un edificio muy antiguo, más que el resto de todo lo quehe podido ver hasta ahora en el pueblo y tiene una torre muy altaque supongo que será el campanario.

Voy hasta la parte trasera con cautela y no hay nadie.Supongo que puedo esconderme en algún lugar y ver quién seacerca. Miro a mi alrededor y encuentro un callejón en el quepuedo esconderme tras las cajas que ha dejado alguien y quepertenecen a la tienda que se encuentran en el callejón, lo que sépor el logo que hay en ellas. Me acomodo, intentando mover lascajas de forma que no se me vea desde lejos y yo pueda verperfectamente, y cuando está todo hecho, me dispongo aquedarme en mi escondite mientras espero a que el tiempo paselo suficientemente rápido para descubrir a la persona que haasesinado a Evan y con la que va a encontrarse Grey. Yhablando de él, ¿se presentará? Espero al menos que no leocurra nada por mi culpa.

41

Page 42: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Escucho unos pasos. Miro hacia la izquierda y creo percibirla silueta de una persona, pero no estoy segura, hay muchaoscuridad y sólo hay un par de farolas encendidas alumbrando elcampanario. También parece ser que hay otra persona que viene,pero por la derecha, por el lugar por donde yo he llegado. Seacercan las dos siluetas y veo sus rostros a través de la distanciay con la poca luz que hay. Uno de ellos es Grey, lo reconozcopor su forma de andar, y por lo alto y delgado que es. El otro…me suena muchísimo, pero no puedo ver con claridad quién es.Necesito acercarme algo más. Con suerte, al ser de noche, lasvoces se oyen mucho más, pero he de tener cuidado puesto quealgún error mío también se escucharía.

―¿Dónde está Allison? ―pregunta una voz muy conocidapara mí. ¿Quién puede ser?

―¿Para qué te interesa saber dónde está? ―contesta Greyfríamente y manteniendo una postura erguida como si quisiesellevar la conversación a su terreno y allí, poder controlarla.

―¡Oh vamos! No me vengas con estupideces. ¡Dime dóndeestá! ―¡Esa voz! ¡Está aquí!

―No. Antes quiero saber cuál es tu nombre, mera rutinapara comprobar ciertas cosas.

―¿Por qué tendría que decírtelo? ¿Dónde está Allison?―vuelve a repetir esa voz tan conocida y familiar.

Ahora Grey ríe como si le hubiesen contado un chiste.

―Tranquilo, tengo a tu hermana bien protegida.

42

Page 43: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Cómo…?

―Fácil. A parte de una clara evidencia física que puedoobservar a simple vista, la forma de hablar y caminar sonidénticos, aunque ella es algo más segura, y también por suextraño acento como el que tiene Allison, lo que me lleva apensar que son del mismo lugar de procedencia.

―Excelente deducción, ¿cómo…?

No le deja terminar.

―Pero claro, ha cometido un error grave que me ha ayudadoa mí bastante: matar a una persona a la que Allison conoce.Hazme un favor y la próxima vez no mates a nadie conocidopara ella o pensará que quieren encontrarla para matarla a ellatambién.

―¿Y cómo te he ayudado?

―De nuevo, fácil. Es una señal de socorro, matar a unapersona de poca importancia para ella, alguien conocido, perosin ninguna relación importante para Allison y le deja unmensaje. Un mensaje que aunque de pocas palabras, denotaangustia por lo arrugado que está y por la fuerza con las queapuntó las letras al escribirlas.

Se hace un silencio sepulcral en el que mi hermano se quedamudo. Al fin ha encontrado a alguien tan inteligente como él quele pone en su sitio. Sonrío para mí. Por una vez Grey me caebien y me alegro de que no haya salido con alguna de sus

43

Page 44: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

rarezas y haya atacado a Argus. Admito que admiro la capacidaddeductiva de Grey.

Mi felicidad no dura mucho, pues noto que un pequeño picorse produce en mi interior y estornudo, tapándome con lasmanos, apresurada. Espero no haber hecho mucho ruido y meescondo aún más, ahora sin mirar siquiera a dónde están pormiedo a que me hayan descubierto, pero supongo que me habránoído. Oigo cómo se dan la vuelta, alertados por el ruido y cierroaún más los ojos. ¡Por favor, que no se acerquen! Pero no sirvede nada, siento como alguien se acerca lentamente, y con pasoscasi imperceptibles. A dos pasos de mí, retira las cajas y abromis ojos. Es Grey, que se queda con ojos extrañados y un rostroalgo perplejo al verme ahí. Supongo que se preguntará cómo hellegado hasta aquí.

―¿Cómo has salido de la casa? ―me pregunta, mirándomefijamente. De nuevo siento sus ojos azules penetrantesmirándome como otras veces.

Yo lo miro a él con una sonrisa de victoria al haber sido máslista que él en el sentido de haber podido llegar hasta aquí.

―Fácil, mi amigo. ―Ahora me río por lo bajo, ya que estoyimitando su modo de deducir―. En un despiste de Martin, entréen tu cuarto y averigüé dónde tenías la llave de repuesto, pero aldarme cuenta de que te la habías llevado, sólo tuve que cogerunas cuantas herramientas y abrir la cerradura, quitando primeroel picaporte y la parte superficial. Luego me dirigí al barDestrage, prometiéndole a Chloe que tú le harías algo más decaso y contándole una mentira sobre un paquete tuyo que debíarecoger, así que ella me contó cómo llegar hasta aquí ―termino

44

Page 45: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

mi explicación, casi copiada de la forma en la que él lo podríahaber hecho.

No dice ni una sola palabra, sólo sale un gesto de su cara:sus ojos azules aguamarina se abren ante la sorpresa, perointenta ocultarlo. Creo que no ha llegado a pensar que yo hayapodido llegar tan lejos. Se da la vuelta, mirando a Argus, mihermano, y luego me mira a mí. Yo voy hacia mi hermano y veosu sonrisa al verme que estoy completamente bien. Le abrazo,no puedo creer que esté aquí, pero eso también puede significaralgo malo, espero que no.

―¿Qué haces aquí? ―digo, todavía abrazada a él.

―He de hablar contigo, es un tema espinos ―me contesta,intentando no borrar su sonrisa de la cara, pero aun así puedover que sus ojos que son un poco más azules que los míos, sellenan de tristeza.

―Este no es un buen lugar para hablar, regresemos a casa―dice Grey, interrumpiendo nuestro pequeño momentofamiliar, en voz baja, pero perceptible para nosotros yescribiendo un mensaje por el móvil―. Le diré a Martin queestás conmigo, no quiero que le dé un ataque. Supongo quehabrá descubierto ya que no estás en casa.

De vuelta a la casa, voy al lado de mi hermano Argus,intentando que me cuente el porqué de su presencia en SilveryRiver, pero me pide que tenga paciencia, que me lo contará todoen un lugar más seguro, refiriéndose a la casa de Grey. Éste vaunos metros más por delante y ni siquiera intenta mantenerrelación alguna con nosotros, por lo que Argus me mira

45

Page 46: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

extrañado al ver cómo es. Yo alzo los hombros en señal de quees así, que no se le puede cambiar y seguimos caminando,mirándolo fijamente.

Una vez que llegamos a la casa, puedo ver cómo Grey segira bruscamente. En la puerta se encuentra Martin sentado,desesperado con las piezas de lo que es, bueno era, la cerradura.

―Se te ha olvidado mencionarme que te has cargado elpicaporte y el pomo ―me mira como si fuese algo de otromundo. Se gira de nuevo y pasa hacia dentro. Martin se levantay viene hacia mí.

―¡Allison! ¿Cómo se te ocurre marcharte así? ¿Creí que tehabía ocurrido algo malo? Yo… yo… ―No puede casi ni hablar,está nervioso y muy rojo.

―Lo siento, Martin, Te prometo que no quería que teasustases ni nada parecido, pero debía irme. ―Miro a mihermano que me mira con una cara de estar preguntándose quevivo con personas muy raras―. Tengo que irme. Te prometo queotro día te lo cuento todo y quedará todo explicado. Ahora ve adormir, Martin. ―Con estas palabras no acaba muy convencido,pero al menos lo tranquilizo algo y se va a su casa para quedescanse. Al pobre no deberíamos meterle estos sustos.

Una vez que entra a su casa, le indico a mi hermano que mesiga y subimos las escaleras hasta el salón, donde se encuentraGrey sentado con la cerradura en la mano y examinándola comosi no se lo pudiese creer.

46

Page 47: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Bien, ahora podéis seguir con vuestras cosas familiares―nos dice sin mirarnos y dando vueltas a la cerradura paraentretenerse.

Nos sentamos en el sofá y Argus empieza a hablar, aunquemirando de vez en cuando a Grey algo desconfiado:

―Allison, siento haber venido así tan de repente, pero setrata de papá. Han acabado con él…

―¿¡Qué!? ¿¡Cómo!? ¡No puede ser! ―Las lágrimas ahorase asoman por mi cara y noto como mi respiración me falta,igual que esta mañana cuando encontramos a Evan. ¡Maldito,Angelo! Trato de respirar, pero no puedo. Grey se acerca a mí,me aconseja que me relaje y pone su mano sobre mi espalda,intentando tranquilizarme.

―Allison, mírame. Eso es. No pasa nada, tú solo respira ytrata de tranquilizarte. ¿Podrías tener un poco más de tacto contu hermana?

¿Esas palabras han salido de Grey verdaderamente? Mequedo mirándolo extrañada.

―¡Argus! ¿Es que no ves que así no se dan las noticias? Ymás a tu hermana… ―suelta con fingida preocupación ymofándose de él.

―¿Qué quieres, que se lo oculte? ¡Es mi hermana, tienederecho a saberlo! ―le suelta furioso, casi culpándole a él.

47

Page 48: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¡Pero no ahora! No así de rápido. ―Grey se levanta ymira a Argus, este a su vez lo mira y se acercan cada vez más.Se nota cierta tensión que hace que empiece a preocuparme.

―¡Chicos! ―Ahora me levanto yo y me pongo entreellos―. Dejad de comportaros como niños pequeños.

Un móvil de pronto suena. Es el de Argus. Nos hace unaseñal para que le disculpemos y se va afuera para contestarlo. Yome siento en el sofá y, acto seguido, Grey me imita, sentándosemuy cerca de mí. No sabemos qué decir.

―En nuestro primer encuentro tal vez empezamos con malpie, cuando te contesté de aquella manera… y sólo quiero decirque me equivoqué. Estaba del todo equivocado contigo, losiento.

Grey se acaba de disculpar conmigo y acaba de admitir unerror. Desde luego algo debe pasar por su mente para que secomporte así.

―¿De qué estas huyendo, Allison? ―empieza a decir denuevo.

―Viene a por mí, ha matado a mi padre y ahora viene a pormí y a por mi hermano. ―Empiezo a llorar de nuevo―. No meapellido Rowland, tuve que inventármelo al venir aquí. Nopuedo hacer nada y se está cargando a mi familia.

Siento un abrazo suyo, supongo que para tranquilizarme.Pero es raro, no sé por qué se está comportando de ese modo.Me envuelve su olor.

48

Page 49: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Te prometo que estarás bien, no te van a hacer daño.¿Cómo se llama? ―me pregunta al oído.

―Angelo.

―Está bien, Allison, cuéntamelo ahora todo, he de saber queestá ocurriendo aquí con todo detalle.

49

Page 50: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Realmente no sé cómo explicarle todo lo ocurrido. Noquiero recordar nada de mi pasado y menos ahora. Cierro losojos y me dejo llevar por el ritmo de sus latidos que puedosentir, ya que tengo mi cabeza justo en su pecho y siento surespiración tranquila y acompasada, que hace que pueda pensarcon tranquilidad.

Puede parecer una tontería, pero me siento segura entre susbrazos y un extraño pensamiento parpadea en mi mente,diciéndome que no me aleje. Resoplo, intentando que laslágrimas retrocedan y vuelvan a su lugar de partida: mis ojos,pero no puedo dar marcha atrás.

Nos quedamos así durante un tiempo y no evito pensar en loraro que es que Grey esté así. Hace dos días que lo conozco y haroto todos mis esquemas, me ha dejado sin argumentos para susactos. Siento como mi hermano Argus sube las escaleras y sequeda en la puerta parado; creo que no se ha esperado estaescena. Grey me aparta un poco y nos incorporamoslevantándonos. Argus se acerca hacia nosotros y me mira a mí.

―Creo que es tarde para tratar sobre estos temas, quizásdebería venir mañana por la mañana y hablarlo con mástranquilidad.

50

Page 51: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¡Oh! Ahora el gran Argus se da cuenta de su error y tratade enmendarse. Patético ―le dice Grey con malicia, intentandocabrearle.

―Al menos los reconozco. No tengo ese defecto, por suerte.He oído tu fama por este pueblo y he de decir que no me alegramucho que mi hermana Allison se esté quedando aquí ―lecontesta Argus, sin faltarle el respeto.

―¿Así que te dejas guiar por lo que la gente cuenta? Argus,me decepcionas… Pero claro, ¿qué esperar del hombre que hacometido un crimen simplón y sin gracia?

―¿Y qué esperar de un hombre narcisista, que cree tenersiempre la razón y que según lo que dicen, no tiene sentimientoalguno? ―Argus deja sin palabras a Grey, tan sólo hablandosinceramente y muy tranquilo, sin maldad alguna―. Un hombrepulcro, misterioso y que piensa que voy a dejar a mi hermanabajo su custodia, porque es capaz de desenmascarar a unpersonaje. Este caso no es tuyo, Grey.

No puede articular palabra, es como si Argus hubieseadivinado todo lo que pasase por su cabeza, y eso le asustase y ala vez le cabrease.

―Y no vamos a preguntarle a mi hermana sobre lo queopina al respecto, tú no tienes nada que ver. Gracias por haberlacuidado, pero ahora me encargo yo.

―¿Cómo… haces… eso? ―dice Grey con voz algoquebrada y apretando los puños.

51

Page 52: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Mi hermano se pasa las manos por su pelo oscuro rizado ysonríe con esa sonrisa suya tan característica que denominafelicidad y alegría.

―Grey, no eres el único que posee una gran inteligencia. Sidejases por un momento de pensar cómo engañar a la policíamañana contándole una mentira y no delatándome, te daríascuenta.

―¿Qué? ¡Deja de meterte en mi mente! ―grita ahora Grey,con los ojos llameantes y pegando un puñetazo en la pared, justoal lado donde se encuentra Argus―. ¡Para!

―Uno a cero, Grey.

Ese puñetazo me ha estremecido y abro los ojos, que hecerrado tras el golpe. Estoy segura de que se ha hecho daño.Miro a mi hermano, que se dispone a marcharse con la intenciónde que yo le siga y le hablo:

―Lo siento, Argus, pero yo me quedo aquí. Estásequivocado con respecto a Grey. Él puede ayudarnos con todoesto que nos está pasando.

Mi hermano me mira como si me hubiese vuelto loca. Laverdad es que ni yo misma me entiendo.

―¡Por favor! ¡Dale una oportunidad! Te prometo que nospuede ayudar. ―Le miro con la típica cara con la que solíamirarle cuando éramos niños y quería conseguir algo, intentandoque esta vez también funcione. Se resiste un poco e intenta noceder, pero acaba resoplando y con una mano me señala que

52

Page 53: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

haga lo que quiera. Suelto un «¡Sí!» por lo bajo y empiezo acelebrarlo, pero comienza a hablarme:

―Le doy una semana, sólo una. Si después de ese tiempo noconsigue averiguar algo o hacer que volvamos a nuestra vidanormal… Nos marcharemos de aquí y pediremos ayuda a«arriba» ―dice, terminando la frase con un tono de voz algopeculiar, tal vez por haberlos mencionado a ellos, supongo quenunca nos acostumbraremos a esto.

Como son altas hora de la noche, decide irse a un hotel en elque, según él, ha alquilado una habitación para poder estar máscerca de mí por si surge algún problema. Me despido de él,abrazándole y prometiéndole ir avisándole sobre cualquier cosaque surja, así que no me queda más remedio que ir a visitarlecasi todos los días. Una vez que se marcha, Grey cierra condelicadeza la puerta y sin ni siquiera mirarme, se dirige a suhabitación.

―¡Grey! ―intento llamarle para que se gire y vuelva.

―Vete a dormir ―responde en un tono agresivo. Luego secorta un poco y dice más suave, pero todavía serio―: Mañanahablamos.

No puedo con él, pasa de un extremo al otro en cuestión desegundos. Ojalá pudiese meterme en su cabeza y saber quéronda en ella. Creí que había conseguido despertarle un poco dehumanidad, pero parece que no.

En resumen, me dirijo yo también hacia mi habitación eintento conciliar el sueño, aunque con dificultad lo consigo,

53

Page 54: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

pues no dejo de darle vueltas una y otra vez a todo lo ocurrido.No puedo pasar por alto que Angelo ya ha matado a alguien demi familia y que ahora puede ir a por mí. Tengo la solución atodo su enigma…

Me levanto muy tarde debido a todo el movimiento quetuvimos la noche anterior y noto que aún estoy cansada,supongo que no he dormido más de 4 horas seguidas y esto mepasa factura.

Me visto con unos vaqueros cortos, una camiseta básica ymis converses, y salgo. Cuando lo hago, veo a Grey dandovueltas como loco sobre la habitación.

―¿Qué estás haciendo? ―es todo lo que soy capaz de decir.

Se para al lado del televisor y alza sus brazos hacia arriba.

―¡Al fin! He ido a hablar con Elmest. ―Ahora se ríe,recordando algo que supongo que ha sido gracioso, o al menospara él―. Está todo solucionado, no he culpado a tu hermano.Me las he arreglado para que crea que ha sido una especie deaccidente. Le he dicho que la víctima era un ladrón y se lo hancreído. De nada.

―¿Grey? Esto… ―digo, tragándome la saliva, intentandotranquilizarme a mí misma―. Cada día me sorprendes más, deverdad.

54

Page 55: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―De nada. ―Ahora se sienta sobre el regazo del sofá ycoge el periódico que se encuentra sobre la mesa. Le echa unvistazo rápido, y mientras lo hace, empieza a hablarme denuevo―. Tienes algo que contarme, si no me equivoco, así queempieza a hablar y no me aburras contándome tu vida entera.―Pasa una hoja y sigue mirando el periódico.

―Está bien, te lo resumo, hombre de pocas palabras. ―Lemiro y veo que afirma con un gruñido mientras sigue leyendo―.Mi padre es… era juez. Llevó uno de los casos más importantesdel país de corrupción y uno de los imputados escapó y logróaveriguar todo sobre nuestra familia: dónde vivíamos, quehacíamos a cada hora y dónde nos encontrábamos en cualquiermomento del día.

―¡Anda, un psicópata! Creo que me llevaría bien con él―dice con ironía, sin mirarme.

―Temiendo por mi vida, me escapé, pues quería hacer a mipadre sufrir y…

―…lo mejor es matar a las personas a las que alguienquiere, es una venganza ―me interrumpe de nuevo.

―Sí, sabelotodo. El caso es que este hombre, llamadoAngelo Diserra, va detrás de mí.

―¡Espera! ―dice, apartando el periódico rápidamente ylevantándose. Viene hacia mí y pone sus brazos en mishombros―. ¿Acabas de decir Angelo Diserra?

―Sí, ¿qué pasa?

55

Page 56: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Nada. ―Carraspea un poco. Sé que miente, se ha puestotenso y después de mirar hacia un lado, vuelve la vista haciamí―. Pero ahora estás libre de peligro, ¿no? Ya ha matado a tupadre.

―No. Está buscando algo. ―Saco desde el interior de micamiseta un colgante que llevo puesto y le enseño una pequeñacajita plana―. Esto. Sin ella no pueden llevar a cabo su plan.

Se acerca más a mí.

―¿Para qué sirve esa caja? ―me pregunta. Ahora siento surespiración dándome en la cara.

―Mi padre la confiscó, es la única que tenían. Dentro hayuna tarjeta electrónica, la única que tenía Angelo y que sirvepara provocar el caos por todo el país. ―La abro y veo cómoGrey intenta cogerla con sus manos, la cierro antes de que lacoja y la guardo donde estaba―. Supongo que van detrás de mípor ese motivo.

―¿Lo sabe Argus?

Niego con la cabeza. Estamos muy cerca, demasiado.Debido a su altura, debo mirar constantemente hacia arriba y micuello se está cansando. Observo su piel clara y da la sensaciónde ser muy suave. No sé qué hacer a continuación y él aún tienesus manos sobre mis hombros. Suena el timbre. Ninguno de losdos hace nada al respecto.

56

Page 57: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Allison… ¡Perdón, no quería interrumpir! ―Es la voz deMartin.

Grey se gira y lo ve. Creo que Martin ha malinterpretadoesta escena.

―Ya está aquí Romeo ―dice Grey en voz baja para él, peroconsigo captarlo. Lo miro extrañada, ¿Qué quiere decir? Se alejacada vez más de mí y vuelve a su periódico, esta vez sentándoseen el sofá.

―No ha pasado nada, Martin. ¿Cómo has entrado?

―La puerta estaba abierta.

―¡Oh! Ese fui yo. Estaba pensando sobre una nuevadisolución en la que estoy trabajando e iba abstraído ―contestaGrey sin inmutarse.

―Bueno, ¿y qué haces por aquí? ―le pregunto a Martin,mirándolo con dulzura. Me cae muy bien y es agradable tenerlopor aquí revoloteando con su simpatía habitual

Ahora se sonroja.

―Voy con una amiga a comer a las afueras de Silvery Rivery me preguntaba si querías venir con nosotros. ―Se sonroja.

¿Así que por eso se sonroja ahora? Parece que esa amigasuya es muy especial. Me quedo mirando a Grey y él en esemomento me mira.

57

Page 58: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Teníamos que ir a… ya sabes, lo que me pidió ayer mihermano ―digo, refiriéndome a investigar todo lo que podamossobre Angelo y sus tramas.

―Ve, yo me encargo ―contesta Grey. Me dispongo areplicarle, pero me mira con una cara de no soportar que tengaque acompañarle a investigar y decido que es mejor dejarle ir asus anchas.

―De acuerdo. ―Miro ahora a Martin y le hablo a él―:Pongámonos en marcha entonces.

Martin baja las escaleras él primero y cuando voy a seguirle,Grey me llama.

―Allison, toma. ―Me extiende un móvil táctil negro―. Asíestaremos en contacto. Te he grabado mi número. Llámame,pero sólo para cosas importantes.

Lo cojo de sus manos y me lo guardo en el bolsillo.

―Gracias. Llámame si averiguas algo por favor.

Grey sólo hace un gruñido y sigue en sus cosas.

―Grey, por favor ―insisto.

―Está bien. ―Suspira―. Ahora vete.

Bajo las escaleras y me reúno con Martin y otra chica quehay a su lado. La chica está colocando unas cosas en su coche,supongo que es el de ella. No la veo muy bien.

58

Page 59: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Estoy lista ―le digo, guiñándole un ojo a Martin.

―Perfecto. ¿Agatha, podemos irnos ya?

La chica llamada Agatha se separa del coche, cerrando elmaletero y se gira. Es guapísima. Tiene un precioso pelo rojoondulado que le llega casi al final de la espalda y unos ojos deun marrón claro, de un tono albaricoque, que junto a su fina ypequeña nariz y unos labios delgados y rosados, le dan un rostrobello. Lo que me faltaba: una chica espectacular que me baje laautoestima.

―Podemos irnos ―dice feliz, mirándonos. Para colmo,tiene una voz con un tono claro y fino, que indica que provienede una familia distinguida y con clase―. ¿Martin, vienes delanteconmigo?

―Creo que voy en los asientos de atrás con Allison.

―De acuerdo. Por cierto, encantada ―me dice Agatha.

―Igualmente. ―Intento que no descubra mi cara deasombrada ante tal belleza. Parece una supermodelo.

El viaje es corto y en unos veinte minutos nos presentamos ala afueras de Silvery River, en un pequeño bosque muy verdosocon una zona donde hay pequeñas mesas de piedra con unossillones del mismo material, y donde colocamos la comida queMartin y Agatha han traído.

59

Page 60: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

La velada es tranquila y pasamos el tiempo hablando,jugando a las cartas y para mí, descubriendo algo más sobreMartin y Agatha. Al parecer esta última es una amiga queconoció Martin hace unos meses, pero no son pareja ni nadaparecido. Algo raro que estoy notando durante el tiempo queestamos pasando juntos es que Martin no aparta la vista de mí,cosa que me resulta extraña, teniendo una chica de tal calibrejunto a nosotros. De todos modos supongo que sonimaginaciones mías y que me mira cómo puede mirar a Agatha.

―Chicos, tengo que alejarme un momento, me estánllamando ―nos dice Agatha levantándose y llevándose el móvila la oreja―. Es importante.

―Está bien, pero no te alejes mucho. Está anocheciendo ynos vamos ya ―le contesta Martin―. Nosotros iremosrecogiendo las cosas, ¿verdad, Allison?

―Sí, no tardes mucho. ―Empiezo a recoger.

Pasados unos diez minutos, todo está recogido y limpio, yAgatha no viene, por lo que nos empezamos a preocupar. Martinempieza a llamarla por el móvil. Al ver que no contesta, sedecide a ir a buscarla.

―¡Espera! Si quieres voy yo, tú quédate aquí por si vuelve.

Me pongo en marcha antes de que me obligue a quedarmeaquí esperando y me adentro un poco más en la dirección en laque fue Agatha, rezando para no perderme. Hay un caminoseñalizado, supongo que será para los senderistas y gente queviene a dar paseos por aquí. Lo sigo y llego hasta el interior del

60

Page 61: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

bosque, donde se encuentra el final del camino señalizado porun gran círculo. Supongo que si no está aquí, habrá vuelto adonde se encuentra Martin, pero debería haberme cruzado conella, es el único camino que hay.

Siento de repente unos arbustos moverse detrás de mí y megiro. No hay nada, seguro que ha sido algún animal, espero.Vuelven a moverse, pero esta vez en la otra dirección. ¿Qué estáocurriendo aquí? Corro hacia donde provienen los ruidos y veoque no hay nada. ¿Me lo estaré imaginando?

Siento una respiración entrecortada detrás de mí, pero antesde que pueda decir nada o girarme, algo me coge y me tapa laboca. Me cuesta respirar y veo como me arrastra hacia elcírculo. Intento girarme con todas mis fuerzas para ver quién meestá haciendo esto, pero es imposible, es más fuerte que yo ysupongo que por su fuerza, es un hombre. Tengo que escaparme,pero noto cómo me voy quedando sin fuerzas, la respiración mefalta cada vez más y no puedo contra él.

Me tira al suelo y siento un dolor en el cuerpo, el golpe hasido brutal. Puedo ver su cara. Es un hombre, pero no veo nadamás, porque cojo mi móvil con la mano, y con la mirada intentoencontrar el número de Grey antes de que este hombre se décuenta y me lo quite. Lo veo y le doy a la tecla de llamada. Elmóvil empieza a sonar y escucho la voz de Grey:

―Dime, Allison.

No puedo contestar porque el hombre, que ahora noto cómolleva una máscara, se da cuenta y arroja el móvil lejos de dóndenos encontramos, acto seguido me mira. Sus ojos verdes se

61

Page 62: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

clavan en los míos y puedo ver la maldad personificada. Sindecir nada, se acerca a mí y con una piedra me da un golpe en lacabeza. Siento cómo sangro y no puedo hacer nada al respecto.

―¿Allison? ―oigo a lo lejos la voz de Grey por el teléfono.

Giro mi cabeza en dirección al teléfono y el hombre que meha golpeado se dirige hacia él. Ya no puedo hacer nada, nopuedo levantarme. Lo coge, lo mira durante unos instantesoyendo la voz de Grey llamándome y cuelga. Luego lo tira alsuelo y lo pisa. Lo último que veo antes de cerrar mis ojos esque se acerca a mí y después de mirarme, saca algo de subolsillo y lo pone en el mío, es un papel… Se aleja lentamente,y sin que yo pueda hacer nada, siento mis ojos cerrarse y elespesor de la sangre corriendo por mi cabeza por la brecha.

62

Page 63: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Creo que en algún punto sentí unas voces llamándome, perono estoy segura. ¿Estoy en un sueño? No sé dónde me encuentroy lo veo todo vaporoso, como si de nubes se tratase. ¿Dónde meencuentro? Es todo tan agradable y tan dulce. Siento que mellaman de nuevo. Conozco esa voz. Ahora muchos gritosinvaden mi cabeza.

―¡Es por tu culpa! ¡No debí haberte dejado que se quedaracontigo!

―Se fue con Martin, yo no pude hacer nada ahí. No puedocontrolarla en cada momento.

―Lo siento, Grey, y lo siento, Argus, pero no sabíamos loque le había pasado. Cuando nos la encontramos estaba allí sola,no había nadie más.

Gruño un poco, debido a que ese tono tan alto me producedolor de cabeza. Todos se callan. Empiezo a abrir mis ojos yobservo que me encuentro en una habitación totalmente blanca,supongo que es un hospital. Miro hacia abajo y veo que estoyvestida con una ropa rara clara. Hay tres personas en lahabitación: Grey, que está sentado y se levanta al ver que me hedespertado; Argus, que está a mi lado; y Martin, que está frentea la cama mirándome angustiado.

63

Page 64: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Qué ha pasado? ―hablo, pero me empieza a doler lacabeza de nuevo. Llevo mis manos hacia ella.

―¡Allison! ―Siento un tono de tranquilidad en la voz deArgus―. Este chico, Martin, te ha encontrado junto a la chicacon la que ibais, tirada con un golpe en la cabeza e inconscienteen el suelo.

Empiezo a recordar algo, aunque mi cabeza no me dejademasiado porque empieza a darme pequeñas punzadas y emitoun leve sonido en forma de dolor.

―Tienes una conmoción, a parte han tenido que dartepuntos para cerrar la herida de la cabeza ―me dice en voz bajaArgus, para que no me duela la cabeza de nuevo―. ¿Qué te hapasado?

―Estaba buscando a… Agatha, y de repente algo… meatacó. ―Me cuesta hablar sin que la cabeza me dé vueltas ysienta de nuevo el dolor.

Los tres están pendientes de mí. Martin, el pobre está tanemocionado que sale de la habitación con algunas lágrimas en lacara. Mi hermano mira a Grey con odio, supongo que no lehabrá hecho mucha gracia que al primer día que me confía aalguien, me ocurra esto. De repente recuerdo algo más: el papelque me pusieron en el bolsillo de mi pantalón. Tengo quecontárselo a Grey.

―Argus, tengo sed, por favor, tráeme algo.

64

Page 65: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿No es mejor que llame a una enfermera? ―me diceextrañado y queriendo quedarse a mi lado.

―Por favor… ―Siento otra vez el dolor.

―Está bien, no te preocupes. Te traeré una botella de agua,tú descansa. ―Me besa en la frente y antes de salir, mira a Greyen señal de advertencia.

No dice nada, mira su teléfono y luego por la ventana. Unossegundos más tarde, se decide a hablar.

―¿Fue Angelo? ―pregunta directamente.

―No lo sé, tenía una máscara y me puso una nota… en elbolsillo. Cógela y dime qué pone.

Se acerca tranquilo donde se encuentra mi ropa y después deexaminarla, coge la nota. Se queda durante un rato mirándola yse sienta en la cama, a mi lado.

―¿Qué pone? ―susurro.

―Nitrógeno, Oxígeno, Teluro, Azufre, Aluminio, Vanadio,Argón, Arsénico. Todo esto forma la frase: «No te salvarás.»

―¿Cómo has llegado a esa conclusión?

―Soy químico, pequeña Allison. Nitrógeno es N, oxígeno Oy así con todas. Son las iniciales de cada elemento. Pero no sé,¿qué sentido tiene dejarte esto? No dice nada más.

65

Page 66: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Los elementos no tienen un orden? Creo recordar quetodos ellos estaban colocados en un lugar, con un número, puedehaber algo ahí.

―¡Eso es! ¡Oh! ―grita de una forma que puedo deducir queha averiguado algo gracias a mi aportación. Me quejo por midolor de cabeza―. Lo siento, tu cabeza. ¿Y si tuvieses razón? Sitomamos como referencia su posición nos quedaría: 7, 8, 52, 16,13, 23,18 y 33. ¿Pero acaso tienen algo que ver?

Grey, que está de pie, se abstrae tanto que parece que estásolo y empieza a hablar en voz baja, apuntando cosas en el aire.Creo que se debe haber olvidado de mi presencia en la sala. Mihermano entra sin llamar y trae consigo una botella de agua.Mira extrañado a Grey, que no se da cuenta de que acaba deentrar y se acerca a mí.

―¿Qué le pasa a ese bicho raro? ―me dice, dándome labotella.

―Argus, por favor ―le digo yo, después de beber un gransorbo de agua.

―Está bien. Por cierto, el que te atacó… ¿fue Angelo?

―No lo sé, no lo vi. No sé si era un hombre o un animal―miento en esta última parte. ¿Por qué los dos piensan que esAngelo? Hay millones de personas, pero claro, supongo que lascircunstancias hacen sospechar de él. Pero aun así, no creo quehaya averiguado ya dónde estamos.

66

Page 67: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Pasadas unas horas, y después de un reconocimiento porparte del médico, tengo noticias de Martin. Por lo visto se hamarchado debido a que no se encontraba bien, el pobre no puedecon estas cosas.

Grey y Argus salen de la habitación dónde me encuentro.Ojalá pudiese oír lo que dicen. No sé si se han ido o siguen ahíhablando, pero supongo que están tratando el tema de loocurrido hoy. Siento sus voces tornarse más altas. La curiosidades más fuerte que mi dolor, y hago lo imposible por levantarmey colocarme justo detrás de la puerta para oírlos. Con pasoslentos, me dirijo hacia allí y pongo mi oído en la puerta.

―¡No! Estoy seguro de que ha sido Angelo. Lo siento, Grey,pero no voy a dejar que mi hermana corra más peligros. Nosvamos de aquí.

―¿Vas a estar toda tu vida huyendo de ciudades porque noeres capaz de enfrentarte a esto? Me diste una semana de plazo―contesta Grey con la voz helada.

―Sí, pero eso fue antes de saber lo que podía ocurrirle a mihermana.

―Una sola semana, Argus, me diste sólo una semana―repite ahora Grey con un tono suplicante―. Si no losoluciono, me limitaré a veros marchar y cumplir con mipalabra.

―Está bien, pero te juro que vuelve a ocurrirle algo más yya sí que no me esperaré ni tendré tanta paciencia.

67

Page 68: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―De acuerdo.

Siento unos pasos marcharse. Es Argus, que vuelve a suhotel. Las visitas por las noches no están permitidas en estehospital, por lo que nos ha informado la enfermera antes, y yaestá anocheciendo. Me aparto de la puerta y Grey la abre.

―¿Es qué vas a cogerle el gusto a eso de espiar? ―me dice,burlándose de mí.

―No me queda más remedio.

―Vamos, te ayudo a volver a la cama. Por lo visto mañanate dan el alta.

Me coge del brazo y me lleva a mi cama. Me ayuda aarroparme, aun pese a mis insistencias por decirle que estoybien, y se sienta junto a mí.

―Ya que has oído la conversación, sabrás que tenemos unasemana. Bueno, ya seis días. ―No me mira.

―¿Qué vamos a hacer?

Sin responder siquiera, me coge con cuidado la cabeza ypone su frente junto a la mía.

―Tienes que recordar con detalle cómo era ese hombre.Olvídate de todo y recuerda sólo eso ―pronuncia, cerrando losojos.

68

Page 69: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Me cuesta concentrarme teniéndolo tan cerca, pero hago loque él y cierro mis ojos. Empiezo a ver algo.

―Era un hombre, tenía una fuerza aplastante e iba vestidocon ropas oscuras y una máscara.

―Bien… ¿Cómo era la máscara, Allison? Recuerda un pocomás.

―Blanca, era totalmente blanca y lisa y… tenía formaovalada. Pude ver sus ojos, eran verdes. Pero de la máscara no vinada más.

―Eso me vale. ―Ahora abre los ojos y me sonríe―. Hemosavanzado bastante. Con suerte y si ese hombre ha cometido elerror de comprar la máscara en una única tienda que hay deobjetos de ese estilo en este pueblo, podremos averiguar algomás. ―Me suelta la cabeza con más cuidado aún y se levanta―.Creo que debería marcharme. Mañana visitaré la tienda.

Se dirige hacia la puerta y al abrirla, lo llamo:

―¡Grey!

Se gira y me mira, preguntándose qué quiero ahora.

―Quiero ir contigo mañana. Has dicho que mañana me danel alta y quiero ir contigo a investigar. Además, me has dichoque no puedo separarme de ti.

―Por supuesto. Ahora tranquilízate y vete a dormir o mevoy a enfadar.

69

Page 70: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Le hago caso, no quiero que me ataque con algunas de sustípicas frases malintencionadas. Con suerte, es tal el cansancioque tengo que me quedo dormida enseguida.

Nos quedan solo 6 días para tener algo con lo que averiguarcómo parar a Angelo. Me despiertan temprano y después de queel doctor haya venido para ver si me encontraba en condicionesde irme, al ver que tenía mejor aspecto y sólo tenía un leve dolorde cabeza, me da el alta.

Grey y Argus se encuentran ayudándome. Por suerte se lashan ingeniado para no dar mi apellido verdadero, pues esosupondría un peligro para Argus y para mí, ya que nos podríanencontrar.

Una vez fuera del hospital, nos dirigimos a la casa de Grey.Vamos en taxi porque no quieren que me ocurra nada. Argus sequeda durante un rato y luego vuelve a su hotel. Según él quieredescubrir cosas por su lado. Grey y yo nos preparamos y salimosde la casa para ir en busca de la tienda que dice Grey, paradescubrir algo más de la máscara. Cómo está lejos, le ofrezco iren mi coche, pero él se niega a que yo conduzca.

―Entre lo viejo que está el coche y tú que acabas de salirdel hospital… No quiero morir tan joven ―admite, quitándomelas llaves de mi Sedán―. Prefiero conducir yo.

―¿Cuántos años tiene? ―le pregunto una vez ya queestamos en el coche.

70

Page 71: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―27 ―me responde, intentando poner el coche en marcha.

―¿Has cogido alguna vez un coche como este? ―Lo miro yveo que no me contesta―. Grey… ¿Has conducido alguna vez?

―No tengo ni siquiera carnet. ―Se ríe.

Empiezo a asustarme y quiero salir del coche, pero en esemomento arranca y empieza a conducir de una forma algotemeraria. Me agarro al asiento, temerosa de perder mi vida poruna imprudencia suya.

―¡Venga ya! No me digas que esto no es adrenalina pura.―Empieza a reírse más aún.

―¡Grey, para! ¿Es que quieres matarme de un ataque alcorazón? ¡Para!

No me hace caso y sigue conduciendo hasta que llegamos auna calle y decide aparcar. Salgo corriendo del coche, y me alejode él. Me mira divertido, como si yo fuese un animalillo quehuye de su presa. Cierra las puertas con llave y se mete lasmanos en los bolsillos.

―¡No ha estado tan mal! ―me grita―. Aunque podía haberaparcado algo mejor. Mira el coche y yo también. Está aparcadoy sobresaliendo, ocupa lo que podría ser dos plazas para doscoches. Acércate, tenemos que entrar a la tienda. ¡Vamos!

Aún con el miedo en el cuerpo, voy hacia dónde se dirige ély juntos entramos a la tienda. Se nota que hace poco que la

71

Page 72: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

abrieron y hay todo tipo de objetos extraños que no había vistoen mi vida.

Nada más entrar, choco contra un caza sueños que estácolgado del techo, algo bajo y sobre todo para Grey, que sólo lefaltan unos cuantos dedos para sobrepasarlo con su altura.

En una pared hay diferentes caretas. Me quedo mirándolas ynoto con desilusión cómo ninguna de ellas es como la que yo hevisto que llevaba el hombre que me atacó. Grey me mira atentopara ver si reconozco la máscara, pero no hay suerte. Se da lavuelta y toca con sus manos un colgante que hay con un dibujode un elefante indio. Me acerco a él, poniéndome detrás de suespalda y lo miro también.

―¿Puedo ayudaros en algo?

Los dos nos giramos y observamos que una chica de lamisma estatura que yo y con aires hippies, nos observa. Lleva elpelo lacio y muy largo, de un tono castaño y los ojos negros. Nodestaca mucho, pero tiene una personalidad muy tranquila porcomo habla. Enciende un incienso y pone una cajita de música afuncionar dándole cuerda.

―Venimos buscando algo. ―Grey me mira a mí para quehable.

―Es una máscara ovalada y blanca. Nos dijeron que aquíhabía.

―Es un pena, ayer mismo por la tarde vendimos la última.

72

Page 73: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Grey y yo nos miramos. Así que alguien compró la máscaraayer mismo, puede que tenga que ver con todo esto.

―¿Recuerda de qué color tenía los ojos? ―le preguntaahora Grey, impaciente.

―¿La persona que compró la máscara? Que pregunta másrara… Pues no sé, creo que eran verdes.

―¿Era hombre o mujer?

―Era un hombre.

Grey me mira. Tenemos algo.

―¿A qué hora más o menos vino a comprarlo? ―lepregunto yo ahora, todo puede cuadrar.

―Pues creo que fue a las 8. ¿Quieren que les enseñe unafoto por si quieren pedir alguna máscara cómo esa?

―Sí, nos ayudaría mucho ―dice Grey, impacientándosemás.

La mujer se va dentro a buscar la foto.

―Tú me llamaste ayer a las 9. Puede que sea la mismapersona. Sólo falta que compruebes si era la misma máscara yestaremos un poco más cerca.

La chica vuelve con lo que parece ser un catálogo yabriéndolo por una página, nos muestra la foto de la máscara.

73

Page 74: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

¡Era esa! Miro a Grey nerviosa y él capta mi mirada. Era lamisma persona.

―¡Es esta! ¡Fue la que vi, Grey!

―Entonces ya tenemos algo, Allison ―afirma Grey, máspara él que para mí―. Lo siento, señorita, pero debemos irnos.Buenos días.

―¡Espere! ¿Ha dicho Allison? ―La dependienta me mira amí, curiosa.

―Sí, ¿ocurre algo? ―pregunta Grey, ignorando que lapregunta iba para mí.

La chica saca un sobre pequeño de debajo del mostrador yme lo entrega a mí.

―El hombre que vino ayer aquí me dijo que le entregaraesto a una tal Allison, que vendría hoy a recogerlo.

Grey me quita el sobre de las manos y lo abre. Durante unosminutos intento que me lo dé, pero al ser más alto lo levanta yno llego a cogerlo. Lo lee y se queda estupefacto. Al terminar,me lo pasa a mí y yo leo lo que parece ser una carta:

«¡Muy mal, nuestra querida Allison!

Fue una mala idea que tu hermano te siguiese hasta SilveryRiver, ¿no crees? Ahora estamos un poco más cerca de ti. Nonos equivocaremos si afirmamos que has descubierto el mensajeque había en la nota que te dejamos ¿verdad? «No te salvarás».

74

Page 75: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Nos gustan los retos inteligentes, así que aquí va uno: Dirígete ala plaza y entra por la entrada principal, ¿qué hay allí de interés?Normalmente nada, pero los números te ayudarán. Acaso, ¿nohabrás tirado la nota, verdad?

Nos vemos muy pronto, A.L.»

Bajo la carta y me quedo durante unos instantes pensando.¿Quién es ese tal A.L? ¿Será por casualidad el segundo apellidode Angelo? Siento que un escalofrío me recorre todo el cuerpo alimaginármelo.

―¿Conoce a ese hombre? ―le pregunto a la chica.

―No, lo siento. Me dio esa carta, más del dinero que valía lamáscara, y se fue sin decir nada más.

Salimos de la tienda sin decirnos nada el uno al otro. ¿Quiénestá detrás de todo esto? Puede que A.L. sólo sea paradespistarnos, pero no creo que sea así de estúpido. Nosmontamos en el coche y una vez allí, me doy cuenta de queGrey no arranca. Lo miro y está ensimismado mirando el papelde ayer.

―Los números ―murmura―. Tenemos que ir a la plaza.

Aún ensimismado y dentro de su mundo, arranca el coche,aunque esta vez con más delicadeza, y lo pone rumbo a la plaza.¿Qué habrá allí?

75

Page 76: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Conduce sin decir nada, absorto en lo que ha leído en lacarta. No le molesto, sé que está pensando por su cuenta y que lemolesta que lo bajen, por decirlo de alguna manera, de su nubede pensamientos. Antes de que lleguemos, para el coche en lamitad de la carretera y golpea el volante cabreado. Parecealterado y sus ojos brillan con un aire misterioso. No hago nadapara tranquilizarlo, no me da tiempo pues se baja del coche y,ante mi asombro, se acerca a mí lado y abre la puerta, parecealgo malhumorado.

―Necesito pensar. Hay demasiado idiota conduciendo.

Podría haberle contestado con alguna broma, refiriéndome aque él podría ser uno de esos idiotas, pero prefiero callarme.Pienso que es mejor dejarlo ir a su aire, sin que nadie lo molesteo puede que lo siguiente que haga sea saltar del coche; con Greytodo es posible.

Como no sé muy bien dónde está la plaza, él me conducecon gestos y gruñidos en forma de sí o no, que al principio meha costado llegar a entender, pero que ahora cada vez losencuentro más familiares. Una vez que estamos en la plaza,aparco, quito la llave y lo miro. Ni siquiera se ha dado cuenta deque hemos llegado. Está absorto, fuera de sí. Por una vez megustaría meterme en su mente y saber qué pasa por su cabeza,qué es lo que tiene ahí para que se ausente del mundo y de todo

76

Page 77: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

lo que hay a su alrededor. Cierra los ojos y los abre, sin que yole diga nada, mira alrededor y luego a mí.

―¡Anda, hemos llegado! ―me dice, y noto por primera vezun tono de deseo por saber qué va a ocurrir a continuación.

―Hará un buen rato, pero estabas siendo tan tú que preferíesperar a que volvieses al mundo real con los humanos como yo.

―El mundo real me aburre, la gente es tan aburrida…―Bosteza, como gesto de desprecio―. Salgamos de estachatarra e investiguemos.

Toso en señal de molestia y le hecho una mirada asesina paraque se dé cuenta de que no debería hablar así de mi coche.

―¡Oh, vamos! El pobre está que se cae. ―Se dirige a mipuerta y la abre. Parece que se comporta con algo dedecencia―. Señorita. ―Me da la mano para que salga delcoche. Cambia tanto de carácter, que no sé lo próximo que va ahacer.

Nos adentramos entre la gente que nos mira extrañados, a mípor ser nueva, y a Grey supongo que por lo raro que es.Llegamos al centro de la plaza y no sabemos qué hacer acontinuación. Grey se pone a dar vueltas y empieza a llamar másla atención. De pronto se detiene.

―52… 52… 52… 52… ―repite, dando vueltas―. 52puntas… ―Se detiene y saca el papel. Me mira asombrado yempieza a reírse alegre. ¿Qué demonios le ocurre ahora?

77

Page 78: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Teluro, tiene el número 52. La carta nos dijo que nosdirigiésemos a la plaza y entrásemos por la entrada principal. Simiras a partir de ese punto, hacia arriba hay 52 puntas querodean la plaza. Tiene que haber algo en la última o en laprimera punta.

Me fijo en las puntas que se encuentran rodeando la plaza.Se encuentran en la cima de las azoteas y el ayuntamiento, yforman parte de la decoración. En efecto son 52, pero no creoque esto tenga nada que ver con la carta, supongo.

Nos dirigimos primero a donde se encuentra la primerapunta, pero no hay nada ni arriba del todo ni donde nosencontramos nosotros que despierte el interés de Grey. Luegovamos a la última, que se encuentra al otro lado de la entradaprincipal. y miramos hacia arriba: no hay nada. Bajamos la vistay nos encontramos con el tablón de anuncios. Éste, quenormalmente se encuentra llenos de miles y miles de papelescon noticias, anuncios y avisos, está totalmente diferente; en sulugar, hay un gran cartel. Parece ser que es de una fiesta deetiqueta que hay. ¿Qué pretende la persona que escribió la carta,que vayamos a esa fiesta? La fecha indica que se celebra hoy alas once de la noche. Lo miro a él, para ver qué dice.

―Sea quien sea, va a estar esta noche ahí y tenemos que ir―me dice, mirándome. Lo miro nerviosa porque no me gustanesas fiestas―. Lo que hay escrito en la carta es a propósito,quiere que nos presentemos en esa fiesta y no voy a rechazar talocasión para desenmascarar a esa persona.

Genial, ahora me toca ir a una fiesta donde todo el mundodel pueblo va a ir y seguramente empezarán a hablar de cotilleos

78

Page 79: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

y comprobar cuánto pueden presumir. Ojalá el autor de la cartanos hubiese dado otro destino.

―¿Estás seguro de que va a estar? No sabemos nada y novamos a presentarnos allí para luego hacer el ridículo ―intentoconvencerlo.

―Vamos a ir, así que tendremos que prepararnos.

―Pero no tengo nada que ponerme, solo tengo ropa normal―digo, intentando que cambie de opinión.

―Pues eso tiene fácil solución. Marchémonos.

No sé qué va a hacer ahora, ni siquiera sé que ha queridodecir con eso último. Temo lo peor, porque no sé qué esperar deél y me da miedo que esté tramando alguna cosa.

Cuando llegamos al coche, me indica con un gesto que lepase las llaves y yo rehúso, puesto que no quiero que le pille lapolicía sin carné. Se dirige hacia mí y me abre la puerta. Le mirocon los ojos como dos órbitas.

―Soy un caballero y los caballeros tienen que comportarsecomo tal. No me mires así y entra. ―Me empuja para que vayamás deprisa. Me cierra la puerta y se da la vuelta para sentarse alotro lado. Abre la puerta, se sienta, se acomoda totalmente ycierra. Se echa un poco hacia atrás y cierra los ojos. No creo quevaya a ponerse a dormir ahora―. Necesito dormir, soy unapersona aunque no lo creas. ―Parece que me ha leído la mente.

79

Page 80: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―No, si no te lo discuto, pero ¿qué has estado haciendodurante la noche?

―Leer.

Y tras esta corta respuesta por parte de él, enciendo el motory me dirijo hacia la casa. Es un viaje corto y, ya con alegría, voycomprobando cómo voy conociéndome las calles. Cuando llegoal lugar de partida, compruebo que sigue dormido. Me cuestacreer que haya estado toda la noche sin dormir, pero de él sepuede esperar todo. Voy a despertarlo, pero me invade unsentimiento. No sé lo que es ya que lo veo ahí sentado, dormido,y se me viene la imagen de un niño pequeño. Está tan lindoasí… Aquí viene otra vez de nuevo ese sentimiento… Es unamezcla de cariño hacia este elemento, por llamarlo de algúnmodo, y de intriga. Hay momentos en los que le cojo realmentecariño, como cuando me abrazó hace dos días, o cuando me hallamado pequeña, cosa que no había oído salir de su boca;bueno… digamos que no había oído salir de ahí nada amistoso ymucho menos cariñoso. Por otra parte, hay ocasiones en quequiero matarlo como todas las veces que me ha contestadosarcásticamente o cuando se cree tan perfecto.

Abre sus ojos y me mira extrañado, separándosesobresaltado de mí.

―¿Qué estás haciendo? ―dice intrigado, con la voz roncadebido al pequeño descanso que se ha echado.

―Nada, sólo iba a despertarte.

80

Page 81: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Me mira incrédulo y sale del coche dando tumbos, supongoque ahora que se ha despertado y sólo ha dormido unos diezminutos, está más cansado. Esta vez ni me abre la puerta y sedetiene enfrente de la casa. Lo están llamando por el teléfono.Se gira y viene hacia mí.

―Es para ti ―me dice en un tono poco amigable.

El teléfono sigue sonando. Miro la pantalla, es Argus.

―Ese tono, Grey. Es mi hermano.

Me gruñe y hace caso omiso de lo que pretendía que fuesemi amenaza, gira y va adentro, a la casa.

―¡Hermanito! ―le digo, alegre de oírle.

―Allison, ¿cómo estás?

―Bien, ¿y tú?

―Bien. Sólo llamaba para decirte que voy a pasarme porallí. Estoy de camino.

―Tendrías que haberme avisado con más tiempo. ―Oigouna excusa suya―. Bueno… Te espero aquí en casa, adiós. Tequiero.

Suspiro. Creo que tendré que estar en estado de vigilia hoyde nuevo. Las pocas veces que Grey y Argus se han encontrado,nunca han terminado muy bien. Subo las escaleras y buscodónde ha podido meterse Grey. ¡Ah, ahí está! Se encuentra en el

81

Page 82: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

sofá, sentado, ha puesto la tele y la mira, pero sin hacerle muchocaso, parece estar pensando en algo.

―Mi hermano va a venir.

―Genial ―dice irónicamente. Suena el timbre―. Menosmal que me lo dices con tiempo. ―Se queda ahí plantado,mirando el televisor, por lo que supongo que me toca ir a abrir amí. Bajo las escaleras corriendo y abro la puerta. ¿Es que acasome ha llamado cuando estaba a la vuelta de la esquina?

―¡Hola! ―Le abrazo.

―Hola, Allison ―dice tan feliz como siempre. Ahoracambia su rostro―. ¿Habéis averiguado algo?

―Ahora te cuento.

Le indico que suba las escaleras y voy detrás de él. Entramosen el salón y Argus observa a Grey, que en cambio esta vez estámirando el televisor, prestándole atención. Se saludan con unintercambio de miradas y le hago ademán a Argus para que sesiente en el sillón, dado que no tengo otra alternativa me sientoal lado de Grey en el sofá.

―Bien, ¿qué lleváis hasta ahora? ―pregunta mi hermano,mirando a Grey, pero este ni se inmuta.

―Poca cosa, sólo nos encontramos… ¡Ah! ―Siento ungolpe sobre mi pie. Es Grey que me ha dado con el suyo. Argusnos mira extrañado.

82

Page 83: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Vamos esta noche a la fiesta que hay ―anuncia Grey.¿Por qué lo ha mencionado? Le doy un pisotón yo a él. Nosmiramos.

―Esto… Chicos, ¿qué os pasa? Estáis muy raros los dos.Por cierto, yo también quiero ir a lo de la fiesta, he oído por ellugar donde me hospedo que va a estar muy bien.

Ninguno de los dos sabemos qué decirle. Yo por una parteno quiero que vaya y me vea hacer el ridículo, y Grey estámolesto porque no quiere que descubra nada de lo de la carta.

―También podría venir Martin, ¿no te parece buena idea,Allison? A parte, ahí podremos hablar de este tematranquilamente, es un lugar magnífico ―me dice mi hermano.

Grey se ríe y no entiendo por qué. Además, no pinta nadaallí.

―Sí, coincido con tu hermano ―se burla Grey. Vuelve areírse, pero esta vez a carcajadas. ¿Qué me estoy perdiendo?

―Pues no se hable más, si queréis nos vemos esta noche. Yoaviso a Martin, según tengo entendido es vuestro vecino y viveal lado. ―Me mira a mí de una forma extraña. Desde luego mehe perdido una conversación o algo porque por una vez pareceque Grey y Argus se entienden a la perfección y no sé el porqué. Le suena el teléfono―. ¿Sí? De acuerdo, estaré allíenseguida. ―Cuelga―. Tengo que irme, parece ser que hay unproblema con mi habitación. Nos vemos luego.

83

Page 84: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Nos despedimos, baja y abre la puerta. Siento como la cierray se va hacia la casa de Martin.

―Bueno, nosotros tendremos que prepararnos.

―Tú tendrás que prepararte, yo no pienso ir. No tengo nadaque ponerme y paso de esas fiestas.

―Eh, eh. ―Se acerca a mí y me coge de la cintura paraacercarme hacia él―. Te dije que tenía fácil solución. Sólotienes que esperar aquí, tú vete duchando, yo vuelvo enseguida.

―¿Adónde vas? ―pregunto con la respiración entrecortaday sintiendo su respiración cerca de mí. Se aleja tan rápido comose ha acercado antes y me suelta.

―¡Tú prepárate! ―repite sin siquiera mirarme. Salecorriendo y oigo un motor. ¡Es mi coche! ¡Por eso se haacercado tan de repente! ¡Me ha quitado las llaves! Salgocorriendo y miro por la ventana. Tarde… Ya se ha marchado conmi coche. ¡Maldito Grey!

Bueno, tendré que hacerle caso y prepararme. Me dirijo a micuarto y veo su albornoz. Todavía no se lo he devuelto. Puedeque me lo ponga después de ducharme, ya que él coge mi cochesin mi permiso.

Una media hora más tarde, después de haberme hecho unrecogido y terminar de prepararme, lo oigo acercarse.

84

Page 85: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Reconozco el motor de mi coche. Cruzo los brazos y espero enla entrada de su cuarto, con un semblante serio. Viene corriendo.

―¡Allison! ―No me ve―. ¿Dónde estás? ¡Ah, aquí!

―¿Te parece gracioso quitarme las llaves? No tienes carné.¡Pueden multarte o algo peor!

―Tú has vuelto a coger mi albornoz ―replica desafiante.

―¡Por qué tú has robado mi coche!

―No lo he robado, sólo lo he cogido prestado… ―Ríe,viendo cómo me pongo cada vez más roja debido al enfado quetengo en este momento.

Pienso gritarle y enfrentarme con él, pero saca lo que es unafunda donde se suelen guardar trajes y vestidos, y la abre delantede mí. Me quedo atónita durante unos segundos. ¿De dónde hasacado esa preciosidad? Es un vestido de verano, largo y blanco,asimétrico y de inspiración griega. ¿Cuánto se ha gastado estehombre?

―Grey… ―No soy capaz de articular nada más.

―He de admitir que Chloe me ha ayudado.Sorprendentemente sirve para algo más que para intentar ligarconmigo.

―¡Es precioso, de veras!

―Pues vamos, no tenemos mucho tiempo.

85

Page 86: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Nos ponemos manos a la obra. Él con una agilidad increíbley yo aún embobada con el vestido tan bello. Espero que Chloeno se haya enterado que el vestido es para mí, o me da laimpresión de que le voy a caer peor.

Un rato más tarde siento como Grey sale de su habitación yempieza a dar vueltas mientras dice en voz alta «Mujeres» yresopla, esperando a que yo salga. Le haré esperar, tan sólo paradivertirme durante un rato. Siento que toca en mi puerta con losnudillos de la mano.

―Me da igual si estás vestida o no, si tardas cinco minutosmás voy a abrir la puerta e ir a por ti.

―No eres capaz.

―¿Ah, no? ―Empieza a abrir la puerta y yo corro acerrarla.

―¡Está bien, ya salgo! Un momento. ―Siento que llaman altimbre―. Tú ve a abrir, seguro que son Martin y mi hermano.

86

Page 87: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Miro por última vez el espejo que se encuentra en la mesillapara comprobar mi rostro. Estoy casi irreconocible,definitivamente este no es mi estilo. Suelo ser muy clásica y noir tan elegante ni arreglada como hoy, esto es pasarme según miforma de verlo. Yo que siempre voy en zapatillas y vaqueros, sime viese mi familia o alguno de mis conocidos…

El vestido es precioso, pero demasiado, no creo que dé latalla con él y no estoy cómoda, me hacer recordar al sitiopretensioso y sin sentimientos al que voy, por no hablar de mirecogido, nunca había llevado tal cosa en la cabeza, pero quieroparecer elegante y no dar la nota en aquel lugar. Por último unvistazo rápido a mi calzado: unos tacones de vértigo que sólosuelen llevar las modelos y que nunca en mi vida he visto tan decerca. Temo que pueda caerme a lo largo de la noche.

Doy una vuelta sobre mí y me siento en la cama. No hace niuna semana que me he mudado aquí y todo, absolutamente todo,ha cambiado, no sé si para mal o para bien, pero no ha vuelto aser lo mismo; es cierto que me siento más segura, Grey me dijoque no me pasaría nada, pero al fin y al cabo no lo conozcotanto, puede no ser la persona que aparenta aunque realmentecreo que es un hombre de palabra.

Oigo unos pasos entrar a la casa y la voz de dos hombresllega hasta mis oídos. Estoy segura de que Argus y Martin hanllegado ya y están todos esperándome. Unos pasos ahora se

87

Page 88: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

acercan a la habitación donde me encuentro. Una mano toca conun incesante retintín que denota impaciencia sobre la puerta. Alfin y al cabo, voy a tener que salir de todos modos, no creo quepueda escaparme por la ventana y volver cuando la fiesta hayaacabado, pero supongo que, o me mataré al saltar por esta, oacabarán encontrándome de alguna forma u otra.

Me levanto y abro con decisión la puerta. En frente de mí meencuentro a Grey, que no hace ningún gesto hacia mi atuendo nia cómo voy, sólo se da la vuelta y suspira aliviado de que hayaterminado de una vez. Doy unos pocos pasos más con miedo acaerme, y la primera mirada que noto es la de Martin, que abrelos ojos atónitos ante mí. No dice nada, se queda mudo y pareceque un escalofrío le recorre el cuerpo hasta ponerse colorado, nole queda más remedio que llevarse la mano al cuello de lacamisa y estirarlo, como si le hubiese asombrado gratamente.

―Estás bellísima esta noche, Allison ―comenta Martin,intentando encontrar las palabras correctas para alagarme.

Le sonrío. Siempre tan servicial y tan abierto, es un chicopara el que tengo sólo buenas palabras, aunque tampoco es quelo conozca mucho. Mi hermano carraspea impresionado, nuncame ha visto tan, por decirlo de alguna manera, como una chicade verdad. Creo que no piensa que soy yo y eso me causa gracia,y a la vez ganas de mostrarle que todavía sigo siendo yo misma,bajo toda esta capa de ropa cara y maquillaje, al que sólo me heañadido un poco. Sonrío de nuevo para que me dé su opiniónacerca de mi vestimenta y consigo una exclamación por su partey una broma hacia mí:

88

Page 89: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¡Vaya, de verdad que no te reconozco! Coincido conMartin, pero ¿quién eres tú y qué has hecho con mi hermana?Una chica castaña, con ojos grisáceos y con muy mal talantecuando se cabrea.

―¡Argus! ¡Deja de meterte conmigo!

―Vaya, pues si no me lo dices, tendremos que ir a buscarla.Encantada de conocerle, señorita.

―Argus, ¿por qué tienes que ser siempre tan payaso? ¿Esque acaso sólo te gusta verme perder los estribos?

―Un poco ―me responde y yo me quejo―. Sabes que si nome meto contigo no soy feliz.

Nunca va a cambiar, pero es algo que me gusta de él, que nopierde su buen humor y su positividad por nada del mundo. Yome fijo en los tres, hasta ahora no lo había hecho. Van vestidoscon trajes muy elegantes y con corbatas de distintos colores paracada uno de los tres. Espero al menos que alguno de ellos sequede conmigo toda la noche, porque no aguantaré con estostacones. Grey sale primero y nos espera abajo, Argus sale acontinuación y Martin ―como un caballero― espera a que yobaje y es el primero en notar mis pasos de pato mareado quehacen que pierda el equilibrio cada dos por tres. Extiende subrazo en señal para que me agarre a él y yo me sonrojo un poco,no estoy acostumbrada a que me traten así, como una reina.

Al bajar puedo comprobar cómo un taxi nos espera a lapuerta de casa. Es un alivio para mí, al fin y al cabo en mi Sedaniremos muy apretujados y sería un peligro.

89

Page 90: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Argus abre su puerta y se sienta delante con el taxista.Nosotros tres vamos atrás, pero antes de que yo pueda abrir lapuerta, Martin se adelanta y me la abre, comportándose como unauténtico caballero. ¡Vaya, esta noche está siendo muy amable ycariñoso! Me cierra la puerta y entra por la otra. Una vez queestamos los cuatro en el mismo coche, este se pone en marcha ynuestro viaje se hace corto y ameno. Martin y Argus hancongeniado muy bien y parecen que se entienden a laperfección, algo que me alegra verdaderamente, y hace que alllegar no nos demos cuenta y tenga que avisarnos el taxista.Argus, antes que nadie, le paga y nos indica que bajemos.Nosotros acatamos sus órdenes y salimos.

Hecho un vistazo por primera vez a aquel lugar que parecehaber salido de un cuento de hadas y me quedo con la bocaabierta al ver tal decoración. Una alfombra color crema, queparece recién estrenada, indica el camino hacia la gran puertaque hay, y a los dos lados de la alfombra unas líneas echas decinta, que van siendo elevadas en el aire a través de columnascon flores en su extremos, animan un poco más el caminoprincipal.

No sé apenas qué decir, no tengo palabras y una vez quetengo a Martin a mi lado, me agarro a él y empezamos acaminar. Al llegar hasta lo que es la entrada, nos encontramoscon unas pequeñas y alargadas escaleras que suben hasta unagran puerta y una vez dentro, mi asombro llega a más.

Grandes lámparas que dotan de una antigüedad y un precioincalculable están colocadas encima de nosotros y alumbrantoda la gran sala, que más que una sala parece el interior del

90

Page 91: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

castillo; las mesas blancas y con más flores en su centro secolocan a izquierda y derecha, dejando un espacio en medioinmenso que supongo tendrá la tarea de pista de baile. Másadelante hay dos escaleras en forma de caracol, un poco másabiertas que dan al mismo lugar: un balcón en el interior desdeel cual puede verse toda la sala. Solo puedo ver hasta ahí,porque me encuentro en la parte de abajo, donde está todo elmundo y no he tenido ocasión de subir, pero a lo largo de lanoche quiero hacerlo.

¿De dónde han sacado todo esto? Parece de otra época,como si antiguos burgueses y reyes de la Edad Media hubiesencobrado vida esta noche. De mi voz sale un pequeño sonido deadmiración. Pensé que sería la típica fiesta con gente ocupada ymoderna, pero me he equivocado, en este pueblo todo se hace deuna manera especial, tan clásica y bella que acabas adaptándotey gustándote.

―¿Te…, te apetece bailar? Só…, sólo si quieres, claro―pide tímidamente Martin.

Le cojo de las manos y nos adentramos un poco más a dóndetodo el mundo se encuentra. Empezamos a bailar, lentos y yoposo mis manos sobre sus brazos. Por primera vez desde que hellegado a Silvery River lo miro fijamente a los ojos y quedoembobada. Esta noche sus ojos se vuelven totalmente de uncolor chocolate y la música acompaña a nuestro estado deánimo. No sabemos muy bien cómo bailar y esto hace que lepise los pies, pidiéndole perdón por esto y riéndonos.

Por una vez desde hace muchos meses me siento realmentefeliz y siento que puedo llevar una vida normal. Martin es un

91

Page 92: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

chico que transmite tranquilidad y con el que puedes estartranquilamente sin hablar, porque no hacen falta palabras.

El camarero pasa de vez en cuando por nuestro lado paraofrecernos tentempiés y bebidas, y la gente nos suele mirar ycomentar.

Una vez que para la música, para darles un pequeñodescanso a los músicos, busco con la vista a Grey y Argus, yaque desde que he llegado no sé dónde han podido meterse. Lehago una señal a Martin y nos ponemos a buscarlos.

Argus está hablando con unos hombres que parecen ser muyimportantes, los típicos negociadores y abogados a los que lessobra el dinero. Lo saludo y me suelto de Martin para ir alservicio. No tardo nada, y una vez que me lavo las manos y mehecho un poco de agua en la parte trasera de mi cuello pararefrescarme, salgo por la puerta intentando encontrar donde losdejé.

Sin esperarlo, me encuentro a Grey deambulando, buscandoalgo. No se da cuenta de que me acerco a él, y aprovechando laaltura que me dan mis tacones nuevos, le tapo los ojos, llegandopor atrás. Se sobresalta e intenta escaparse para poder ver.

―Deja de trabajar por una noche ―le digo, intentandollegar a sus oídos para hablarle directamente ahí.

―Tu hermano nos dio una semana y no más tiempo. ―Cogemis manos y se las quita de sus ojos, algo hastío.

92

Page 93: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―No creo que Angelo esté aquí ―admito, buscando por lasala.

―Puede que haya mandado a un secuaz.

Le miro sorprendida.

―Puede que haya infiltrados. Si estuviese él aquí seríademasiado riesgo. ―Sin decirme nada más, se dirige haciadonde se encuentran los otros dos y yo voy lentamente,esquivando a la gente que no se aparta, hasta que los separo conlas manos y me abro paso.

Una vez que llego allí, Grey se ha incorporado ya a laconversación. Hay un par de señoras mayores ataviadas conmuchas joyas y con unos peinados horrorosos, pero que según(creo) ellas piensan que son para darles elegancia y sus vestidos,son muy voluminosos y no muy de mi estilo. Me ven llegar yempiezan a hablarme. No son temas realmente muy amistososya que empiezan a criticar, señalándome a la gente que pasa,diciéndome barbaridades de todos ellos y llevándose las manos ala cabeza cada vez que se cuentan las unas a las otras un chismenuevo que ha surgido hace pocos días.

No me encuentro muy bien entre ellas, no son como yo y esose nota. Permanezco callada y muy sumisa esperando poralguien, alguien que pueda sacarme de aquí. El camarero secoloca entre nosotras y coloca la bandeja de modo que podamoscoger algo, pero yo me niego, se me ha quitado el apetito. Elcamarero, después de esperar a que todas cojan algo, se marchacon la bandeja casi vacía y las mujeres, que se han dado cuenta

93

Page 94: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

de mi estado de ánimo y de que no he cogido nada, empiezan ahablarme.

―Pobre chica… Come algo, ¿no ves que estás en los huesosy así no vas a atraer a ningún chico? Yo siempre he estadorellenita y eso les gusta a los hombres ―dice una de las señorascon un abrigo de pieles―. Sin embargo, tú serías la vergüenzade mi familia si fueses mi hija.

―Además, estás muy paliducha, necesitas sol y unas clasespara poder relacionarte con la gente. No has hablado casi nadaen toda la velada, si tuvieses marido, lo aburrirías ―añade lamujer que está a mi lado.

No aguanto más, he de salir de aquí. Esta gente es odiosa yempiezan a decir cada vez más barbaridades referidas a mí,comportándose como si yo no estuviese delante de todas ellas.Noto como mis ojos se llenan de lágrimas e intento pararlas,pero no puedo. Me giro y me dirijo hacia algún lugar, intentandoexcusar mi ausencia. Me topo con Martin, que está hablando conAgatha. Hacía tiempo que no la veía. Sus miradas se dan cuentade que estoy ahí y veo como Agatha me saluda con una gransonrisa. Está mejor que la última vez y más hermosa. ¿Cómopuede ser tan perfecta? Debería estar prohibido. Parece queArgus y Grey también han sido presentados a Agatha y quehablan algo con ella, pero no mucho.

Intento controlarme y que no se note que estoy a punto dederrumbarme e intento entablar una conversación con Agatha ylos demás, pero mi voz no deja de sonar algo ronca y con faltade sonido.

94

Page 95: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Dónde estabas aquel día? Fui a buscarte porque noaparecías. Recorrí todo el camino y no te encontré. No habíamás senderos. ―Mi voz vuelve a sonar ronca y con ganas dellorar. Malditas mujeres pretensiosas y sin vida social.

―Conozco un poco el bosque, por lo que me desvié delcamino. ―Me mira como tantas otras veces, pero esta vezdetecto algo nuevo en sus ojos. ¿Es acaso miedo? ¿Acaso estámintiendo?

No puedo contestarle nada. Siento la voz de aquellasmujeres hablando ahora un poco más alto. Siguen comentandotodo tipo de cosas sobre mí y cada vez son más crueles.

Me marcho del lugar donde me encuentro, intentando queninguno se dé cuenta de que no puedo más, pero me doy cuentacómo Grey, que está hablando con un hombre, me miraextrañado, y cómo Martin intenta ir tras de mí, pero se detienepor algún extraño motivo. Intento ir lo más rápido que puedohacia la salida, pero estos malditos zapatos no me dejan. Abrolas puertas que han estado cerradas con la llegada de la últimapersona que ha entrado y la cierro de nuevo.

Una vez fuera observo que hay un par de personas fumandoy hablando de negocios algo negros, debido a que cuando paso asu lado se callan y vuelven a hablar cuando decido hacerles casoomiso y seguir caminando hacia la parte trasera de este edificio.

Ante mi asombro, me encuentro una fuente enorme convarias fuentecitas pequeñas y una parte central por donde sale elagua. Tiene a su alrededor espacio suficiente para que la gentepueda sentarse, y eso hago.

95

Page 96: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Me echo un poco hacia delante, inclinándome, y tapo micara, intentando no notar cómo algunas lágrimas caen sobre mirostro. Puede sonar algo estúpido, pero no soporto las críticas dela gente, hacen mucho daño cuando se refieren a uno mismo.Las escuchas e intentas hacerle caso omiso, pero no puedes yterminas por caer en todo lo que dicen. ¿Por qué existen estetipo de personas? Nunca llegaré a entenderlo.

Sigo en esta postura un cierto tiempo, intentando que nadiese dé cuenta de mi ausencia allí dentro, aunque he de admitirque de seguro estarán muy ocupados como para que les importeyo.

En estos momentos desearía poder ser como Grey y decir lascosas sin el temor de herir a nadie por el efecto de mis palabras,ya que no le importa cómo les siente a los demás, o como Argus,que nunca pierde la esperanza e intenta alegrar a todos cuantosestén a su alrededor. Pero no, tengo que ser Allison, una chicaque con 21 años tiene que escapar de aquel lugar donde havivido toda su vida porque un maldito psicópata está buscandouna estúpida tarjeta que tengo escondida en una pequeña cajitaplana muy diminuta que forma parte de un insignificantecolgante y sin que mi hermano lo sepa. Todo porque mi padreuno de los más reconocidos jueces y no supo decir que no a talcaso.

Siento como la rabia se apodera de mí en un súbito momentoy no aguanto más; me quito el colgante que tengo escondido trasel cuello del vestido y lo tiro con toda mi fuerza contra el suelo,deseando que se rompa y que desaparezca, que se esfume y todoesto sea un sueño, haciendo que yo pueda volver a mi vida

96

Page 97: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

anterior. ¡No quiero estar aquí! ¿Por qué diantres todo me tieneque pasar a mí? De pronto me doy cuenta que no tiene sentido loque he hecho. Recojo el colgante y pienso el por qué me hepuesto así por unas malditas señoras, por lo que vuelvo ataparme la cara con mis manos, llorando aún más.

Unos pasos se mueven ahora hacia mí, como si hubiesenestado todo este tiempo observándome desde unos metros dedistancia. Supongo que no he estado sola y que quien quiera quesea me ha visto en este estado. Bueno, da igual, ya no meimporta lo que piense, espero que se marche y me deje en paz.

Una voz muy conocida para mí empieza a hablar,manteniendo las distancias:

―¿Me vas a contar qué te ocurre o voy a tener que hacermeyo una idea? ―Siempre igual, Grey ni se inmuta ante lossentimientos de los demás―. Tengo que volver dentro, tú dirás.

―Vete, a ti nunca te importa nada.

―Es por las mujeres que empezaron a decirte esas cosas,¿verdad? ―Se acerca un poco más y noto que me mira algodivertido―. La respuesta no es la huida.

―¡Oh, qué fácil es todo para el gran Grey! ¡Nunca sepreocupa por nada ni por nadie! Todo para él es un simple juego.Nada de sentimientos, nada de mostrarlos a otros. ―Me levantoy le señalo con el dedo―. ¡Tú! ―Ahora mirándolo fijamentecon tono sarcástico y cambio un poco mi voz―. ¿Cómo vas apreocuparte por nada? No eres ni siquiera persona.

97

Page 98: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Me doy la vuelta sin tan siquiera comprobar su rostro o loque he podido provocar con mis palabras. No tiene tiempo decontestar. Oímos cómo el coche de la policía se acerca a la partedelantera con la sirena puesta. Me giro y veo a Grey, que memira fijamente sin decir nada, sin expresión alguna, con lasmanos en los bolsillos y muy callado, más de lo que ha estadonunca. Se decide por darme la espalda y camina de una maneraextraña. ¿Acaso le he herido su orgullo? Lo sigo a duras penas,puesto que los malditos tacones están pasándome factura porestar toda la noche con ellos, pero lo sigo.

Una vez que nos encontramos en la parte delantera, observocómo hay un policía que no conozco esperando al lado de lapuerta del coche. Grey entra sin siquiera mirarlo en la sala y yohago lo mismo. Dentro todos están hablando unos con otros y senota en el aire nerviosismo y preocupación. No le pierdo la vistaa Grey e intento seguirle desde una distancia asequible, noquiero hablarme con él, estoy algo confusa todavía. Observocómo sube las escaleras y yo hago lo mismo. Al final del todo,después del balcón interior que da a una vista a la sala engeneral, hay una puerta que está abierta a la que me acerco ypuedo comprobar como allí se encuentran el inspector Elmest ysu ayudante Gutiérrez. Además, hay cuatro personas más dentrode la habitación. Me acerco, entrando y veo un cuerpo en elsuelo. ¡Hay una persona muerta!

―¡Oh, Dios mío! ―exclamo ante aquella imagen.

―¿Qué hace aquí? Señorita, márchese o le echaré yo mismo―dijo Elmest cabreado e imponiendo autoridad.

98

Page 99: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Elmest, no dé ni un sólo paso, está conmigo y no va aninguna parte ―replica Grey, mirando el cuerpo desde muchasperspectivas diferentes. Elmest no se detiene. Grey se pone enpie y lo mira fijamente―. Le he dicho que Allison no se muevede aquí, no tiente a la suerte.

Elmest refunfuña y dice algo por lo bajo como: «Esto es unavergüenza, yo soy el que tiene que llevar el caso, no sé quépintáis aquí», pero se calla, pues Grey lo mira de nuevoexasperado. Me sorprende que no quiera que me vaya, antes mepasé con lo que le dije. Después de unos minutos, para ser másexactos unos cuatro minutos, Grey da una palmada y se da lavuelta con aire triunfante.

―¡Ya lo tengo!

―¿Cómo vas a tenerlo ya? ―Elmest empieza a reírse.

―Pobre mente inferior ―se mofa Grey de Elmest―.Cállese y deje hablar al profesional. Atentos todos. En esta salahay cinco personas que fueron las que entraron aquí durante lasdoce y la una y media de la noche. Son exactamente las dosmenos veinte.

»Según la primera persona, que es este señor de aquí, entró alas doce y salió media hora después, es decir, a las doce y media.

»La segunda persona, este señor mayor, dijo que vio alprimer hombre salir y que él entró inmediatamente después ysalió un cuarto de hora más tarde, por lo que ya tenemos quehasta la una menos cuarto la víctima seguía viva y lo corroborael camarero que pasó por aquí y entró para ver si querían algo.

»Una tercera persona, que no sabemos quién es, subiósupongo cinco minutos después de la segunda, y dejó la

99

Page 100: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

habitación a la una en punto, puesto que la siguiente persona (elcamarero) subió por las escaleras, llevando lo que habíanpedido, pero sin llegar a entrar, puesto que llamó y vio que nocontestó nadie a las una y seis minutos. ¿Qué cómo lo sé? Yomismo vi al camarero subir a la una y cinco y he calculado queno se tarda más de dos minutos en subir las escaleras y pasar allado.

»El resto, este matrimonio que conoce a la víctima ya queson amigos, al ver que no bajaba el anfitrión de la fiesta,subieron preocupados a la una y diez y descubrieron el cuerpo;llamaron a la policía hasta que nos reunimos todos a la una ymedia.

»Puedo aportar con total tranquilidad que el anfitrión, que esla víctima, fue asesinado durante la una menos diez y la una enpunto, con un margen de cinco minutos a partir de menos cuartopara que el camarero no lo viese.

»El arma, este cinturón de seda bordada que se encuentradebajo de este mueble. ―Grey se agacha y saca en efecto uncinturón―. Que tiene como principal cualidad, que no deja quese impregne de huellas dactilares, el asesino ha sido inteligente.¿Qué cómo sé que ha sido un hombre y no una mujer? ¡PorDios! Miren bien el cuerpo imponente de la víctima: paramatarlo ahogándole con este cinturón por detrás, sí, lo pillaronde improvisto miren las marcas y coincidirán, tuvo que ser unapersona fuerte y un poco más alto que él, así que fue un hombrecon una gran fuerza. Ahora llévense el cuerpo, el asesino haescapado. Sabría que el camarero llegaría y que tarde otemprano, se darían cuenta del asesinato y ha sido intencionadocontra Allison.

―¿Cómo que contra Allison? ¿Qué tiene que ver ella entodo esto? ―preguntó atónito el inspector Elmest.

100

Page 101: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Dejó una carta, del mismo tipo que la anterior.

Todos me miran ahora a mí. Grey me la pasa y yo me pongoa leerla en voz alta, muy atenta a todas las palabras que dice.

«Querida Allison:

¿Así que ahora pides ayuda a alguien que cree que esdetective y que puede destapar todo esto? ¡Qué ilusa! Veo quefuisteis inteligentes y averiguasteis lo que quise decir en la cartaanterior, pero no os ha servido para impedir este asesinato.¿Cuál es el siguiente paso? Os lo encontraréis más cerca de loque pensáis. Por cierto, dile a ese detectivesco tuyo que tieneuna casa muy acogedora, ¡qué pena que no podamos hablar caraa cara!

A.L»

―¡Está en la casa! ―grito yo, sin poder creérmelo.

―Dudo que siga ahí. No me equivoqué al venir aquí, perono pude prever que habría un asesinato. La anterior carta nodecía nada más. ―Cierra los puños en señal de impotencia yaque se le ha escapado―. Debemos irnos.

―¡No! Yo necesito una explicación. ¿Así que hay másdetrás de esta chica llamada Allison? ¡Grey, ¿qué está pasandoaquí?! ―grita Elmest. Detesta que le hayamos ocultado todoesto y Grey me mira, girando la cabeza en señal de que nodebería haber leído la carta en voz alta.

101

Page 102: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Lo solucionaré. ―Es lo único que dice antes de marcharsede la habitación.

―¿Y cuándo? ¡Grey! ¡Quiero explicaciones! ―Elmest andahacia él.

Se gira y en tono frío y calculador, con la mirada fija en mí,empieza a hablar, dirigiéndose al inspector.

―Este es mi caso.

Sin decir más, cierra con un portazo y yo le sigo. Si vamos airnos a casa, necesito marcharme con él. Lo llamo, pero no mehace caso. ¿Acaso está enfadado conmigo por lo de antes?

Llegamos a donde Martin y Argus se encuentran. Estos estánmuy preocupados ya que no han podido averiguar dónde nosencontrábamos. Tanto Grey como yo, pasamos de explicarles loque ha ocurrido. Él está de un humor extraño y no hay quienconsiga hacerle hablar, y yo prefiero contarles a estos dos lascosas mañana por la mañana, con más tranquilidad.

Un taxi se encuentra en la puerta, esperándonos. Parece queya lo habían llamado antes. Nos subimos Argus, Martin y yo,nos damos cuenta de que Grey no está, abro la ventanilla y loveo dirigiéndose en dirección opuesta.

―¿No vienes con nosotros?

―Necesito tranquilidad, déjame ―dice todo esto en un tonomordaz y agresivo.

102

Page 103: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Me siento mal, creo que soy la culpable de todo esto, nohago más que recordar una y otra vez lo que le he dicho antes, allado de la fuente.

El viaje de vuelta es silencioso y ninguno de los tresdecimos nada. Una vez que llegamos a casa, nos bajamos yMartin nos da las buenas noches, subiendo a su casa. Argus hadecidido quedarse un rato más conmigo hasta que a Grey le dépor regresar. Una vez dentro, oigo de él algo que no habríaimaginado nunca:

―Ese tal Martin… Haría muy buena pareja contigo.

―¿Qué? No, no… Argus, te estás confundiendo.

―¿Por qué? Es agradable, un chico caballeroso y al que leimportas y te cuida. No te deja abandonada para irse por ahí enla noche.

―Argus… Déjalo por favor, yo no siento nada por Martin yél tampoco por mí, sólo somos buenos amigos.

―Pues yo no estaría tan seguro.

―¿Qué quieres decir con eso? ―Yo que voy a mihabitación, me doy la vuelta, mirándole extrañada.

―A Martin se le nota muchísimo.

Paso de seguir escuchando este tipo de cosas, abro la puertay la cierro en cuanto entro en la habitación. Cierro los ojos y medejo apoyar en ella.

103

Page 104: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Hola, estabas tardando en aparecer.

Abro mis ojos y lo veo ahí parado. ¿Qué hace él aquí?

104

Page 105: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Compruebo la ventana, pero está cerrada, tal y como la dejéla última vez que fui a cerrarla. Miro la puerta, sólo puede haberentrado por ahí, no hay ninguna otra entrada a esta habitación,pero ¿cómo demonios ha entrado? No sé si correr y alertar aArgus o hacer frente a esta situación antes de que ocurra algo delo que pueda arrepentirme.

Lo miro de nuevo a él. Está sonriéndome de un mododespreciable, supongo que para él no es más que un juego, algocon lo que divertirse y hacer que la gente le tome miedo. No hacambiado desde la última vez que nos vimos: lleva su lacio pelorubio echado hacia atrás engominado, sus ojos llenos de maldady picardía de un color verde muy claro me miran deseando quediga algo para empezar con todo esto. Mueve las aletas de lanariz de vez en cuando, esa nariz tan fina y puntiaguda que hacejuego con unos labios delgados y su rostro impecable, salvo poruna cicatriz en la mejilla izquierda. Arquea una ceja mientras sesienta en la cama, cruzando sus piernas.

―¿Es qué no me vas a decir nada? Esperaba una bienvenidamás alegre, algo como: «¡Angelo, que alegre sorpresa!» ―Selevanta y cambia de hablarme desde un tono aterciopelado hastauno lleno de rencor y rabia, sin llegar a gritarme―. ¡Eres unamaldita zorra! ¿Te crees…? ―Cambia su voz a un tono másdulce―. ¿Te crees que te podías escapar de mí?

105

Page 106: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Se acerca hasta a mí y siento su mano algo fríaacariciándome la mejilla. No me gusta su tacto, es áspero yquiero quitármelo de encima cuanto antes, así que me hechohacia atrás para zafarme de él. Se da cuenta de mi brusquedad ymi frialdad y pone los ojos en blanco.

―¡Oh, vamos, Allison! ¿Es que ya no te acuerdas de todoaquello?

―Intento olvidarlo. ―Lo miro con asco. Es la primera vezque hablo desde que he descubierto que se encuentra aquí, en mihabitación.

Vuelve a acercarse otro palmo más y vuelve a ponerme lamano en mi mejilla, pero yo no puedo ir hacia atrás ya que estála puerta y si Argus descubre que Angelo está aquí, podríaponerse todo peor.

―Me das asco. ―Cojo su mano con la mía y la tiro haciaabajo―. Déjame.

―¡Oh! ―Lleva su dedo hasta sus labios e imita a un cohetecayendo en picado, llevando su dedo hasta abajo―. Eseestúpido detective tuyo… ¡Ja! No te va a proteger siempre, tardeo temprano nosotros arderemos en el infierno, y si lo hacemos,tú arderás con nosotros.

No puede ser que quiera llevarme con él hasta el final de suplan. Mi huida no va a servir de nada si ha vuelto paraencontrarme y llevarme con él. Da una vuelta sobre sí mismocon los brazos en alto, como esperando una aclamación, saca su

106

Page 107: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

peine y se cepilla el pelo hacia atrás. Lo guarda y sonríe tanaltaneramente.

―No importa lo que corras, querida Allison, hay demoniosde los que no puedes escapar. ―Su voz vuelve a bajar en esemodo suyo tan irritante y me habla de nuevo―. No te mataré.Por ahora. Recuerda, tienes algo que me pertenece.

―Es mío, yo lo conseguí para ti y cometí un error, peroconseguí recuperarlo de tus manos antes de que ocurriese unadesgracia. Si en aquel momento hubiese sabido que eres un cruelmanipulador… créeme, no hubiese confiado en ti nunca.

―¡Pero lo hiciste! ―Pone un gesto teatrero y vuelve arelajarse―. Fuiste frágil y tonta.

―No te lo voy a dar ―insisto, refiriéndome a la tarjeta.

―Allison… ―dice pasivamente. Me da un grito―: ¡Damela tarjeta!

―No.

―Bien, entonces antes de eso… antes de dármelo, deja quedisfrute un poco más del juego. ―Da un puñetazo sobre lapuerta. Siento cómo mi hermano se levanta del sillón y dice algocomo: «¿Allison que haces?»―. ¡Como me gusta! ¡Toda lafamilia reunida!

―¿Qué quieres? ―Mi repugnancia ante tal ser aumentaconsiderablemente. Trato de pegarle una patada en sus partes,pero me detiene. Me hace girar en dirección a la puerta y me

107

Page 108: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

agarra con un brazo el cuello sin que yo pueda respirar―.Suél…, tame…

―¿Qué intentas con eso? ¿Acaso quieres que…? ―Imitacon la boca el sonido de dos disparos―. Ya sabes, ¿qué mecargue a tu querido hermanito como hice con tu padre?

―¿Qué… quieres de mí?

―Sencillo. Mata a Grey.

Ya no necesito que el brazo de Angelo me apriete en elcuello para sentir que me falta la respiración, su última frase meha dejado helada, me ha cortado la respiración y ha hecho queun escalofrío recorra mi cuerpo. ¿Qué pretende conseguirmatando a Grey? Lo miro por el rabillo de los ojos y veo que seestá divirtiendo con todo esto. Ojalá pudiese pegarle, ojalápudiese quitarle ese ego tan asqueroso que tiene. Mis ojos secruzan con los suyos y nota el miedo que se apodera de losmíos, y la interrogación de por qué quiere que acabe con Grey.

―Es demasiado inteligente, puede echar nuestros planes porla borda y mandarlo todo al garete. Hemos estado observándolo,resolviendo el asesinato y las pistas, y es demasiado bueno.

―¿Hemos? ―¡Hay más! ¿Cuántas personas más puedenestar aquí en Silvery River bajo las órdenes de Angelo?

―Sí. ―Me suelta y se lleva las manos a la cabeza,desesperado con aire cómico―. ¿De verdad creías que lo iba aponer todo tan fácil como para que me pillarais enseguida?Ilusa…

108

Page 109: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Los conozco?

―Lo harás. Ahora quiero que te quede claro: ese detectiveGrey; sí, el insocial ese interrumpe en nuestros planes, estáaveriguando demasiado. O lo matas o no nos quedará otraopción. ―Mira hacia la puerta―. Además, hay otra persona poraquí cerca que podría morir también.

―¿Martin?

―¡Oh! ¡Tu Romeo que trágico final se llevaría! ―Se llevalas manos a la boca y sonríe con maldad y nerviosismo―. ¿Lohas entendido?

Aparto la vista de él y miro al suelo con impotencia. Nopuedo negarme, pero ¿cómo traicionar a Grey? No puedo matara una persona y menos a él, pero si no lo hago Martin y Arguspodrían resultar heridos, bueno… morir, pueden morir. Vuelvomi vista hacia él y me mira aburrido, como si mis dudas éticas leresultasen de lo más patéticas.

―¿Y bien? Elige.

―Está… bien… ―Sin mirarlo siquiera acepto el pacto.

Se dirige hacia mí y me besa en los labios. Me entranarcadas, lo aparto y le pego en la cara un puñetazo. Él sólo selleva la mano a la cara y sonríe burlonamente. Es una victoriapara él. Abre la ventana y antes de salir por ella, y me mira porúltima vez.

109

Page 110: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Seguiremos enviando las absurdas cartas con esas pistasque os han llegado hasta ahora. Trata de no poner en alerta a esepaliducho o… ya sabes lo que haré yo o uno de mis ayudantes.―Saca del bolsillo de su pantalón una pistola de verdad yapunta hacia la puerta. Mis ojos se abren de par en par y vuelvea retirarla. Salta por la ventana y no veo dónde cae. No meinteresa saber cómo han entrado ni que hace para salir y noromperse ni tan solo un hueso, ahora sólo puedo pensar en todolo ocurrido. ¿Qué voy a hacer?

Me quito todo lo que llevaba puesto esta noche y me pongoel albornoz de Grey. Siento que me incomoda, no me lomerezco… Salgo de la habitación y me siento en el sofá. Nisiquiera me doy cuenta de que sigue Argus ahí, total no meimporta. Carraspea para hacerse notar. Giro mi cabeza hacia élsin ninguna gana y totalmente desanimada.

―¿Qué fue ese sonido de antes? ―pregunta preocupado.

―Los malditos tacones… No sé andar con ellos y metropecé.

Me mira extrañado. Sabe que hago muchas rarezas y enparte lo cree, pero por otra sospecha algo.

―Nunca has llevado tacones, es raro que no te cayeses en lafiesta. Oye, siento haberte sacado el tema de Martin antes, peropensé que tú… ya sabes, sentías lo mismo.

―Yo no siento nada por él. ―Mi voz suena monótona, casicomo la de Grey cuando está absorto en sus pensamientos.

110

Page 111: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Acaso no te atraerá…?

―Grey es sólo un… ―No es nada para mí, al fin y al cabo,voy a matarlo―. Una buena persona. Sí, eso.

Me mira preocupado. Sabe que le estoy ocultando algo, perole da miedo preguntar. No puede preguntarme nada más, hapasado ya una hora desde que llegamos y siento cómo la puertase abre y sube alguien las escaleras. Es él.

―Perfecto ―pronuncia Grey que acaba de entrar por lapuerta y ve a Argus. Su voz denota una falsa alegría―. ¡Québueno el tenerte aquí, Argus! ―intenta ocultar su pesar.

―Yo también me alegro de verte, Grey. ―Su voz cambia derepente, para recriminarle acerca de algo―. ¿Te pareceadecuado irte por ahí tan tarde y dejar sola a mi hermana?Recuerda que estás investigando para mí, y si le ocurre algo,será tu culpa.

―Al parecer ya la cuidas tú muy bien y… ―Me mira a mífijamente, pero sin prestarme atención―. No me necesita.

―¿Qué?

Grey suspira.

―Argus, ¿por qué no te vas y nos dejas en paz? Ya estoyaquí, me encargaré de cuidarla si es lo que quieres.

―No sé trata de eso, Grey, y si no me he marchado esporque a diferencia de ti, tengo una familia. Porque a diferencia

111

Page 112: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

de ti, tengo sentimientos. Y porque a diferencia de ti, soyhumano.

Argus acaba de decirle lo mismo que yo le dije con otraspalabras antes en la fiesta a Grey. Este pone la misma miradaque cuando yo le dije todo eso. Siento que una punzada merecorre todo el cuerpo y se me clava directamente. Una parte demí está segura de que le hiere que le digamos esas cosas.

―¿Qué piensas sobre mí, querido Argus? ―pregunta Grey,acercándose a él, lentamente y con un brillo en sus ojos―.Dímelo a la cara, de una vez.

―No me caes bien. ―Argus sigue sentado en el sillón sinmirarlo.

―A ver, repítelo, porque no me gustaría malinterpretarte ydar lugar a tensiones y estúpidas tiranteces. ―Grey está a sulado.

―No me caes bien ―vuelve a repetir Argus, poniéndose depie. Grey le saca dos cabezas, pero no se siente amenazado antesu altura.

Grey se acerca más hasta que casi no tiene espacio con él yde un golpe, sin que yo pueda detenerlo o hacer algo en cambio,levanta su brazo y le pega un puñetazo a Argus en la partederecha de su cara. Mi hermano cae al suelo sin podercontenerse y Grey se sacude el puño por el dolor, con la miradafija en mi hermano.

112

Page 113: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Sí, era eso. ―Sin dirigirme la palabra siquiera se da lavuelta y entra en su habitación. Se detiene y se gira a mihabitación. Empieza a oler y a acercarse a ella.

Yo, que he corrido hasta donde se encuentra Argus paraayudarle a levantarse y tenderse en el sofá, lo dejo echado y medirijo hasta Grey, para recriminarle el puñetazo que ha estadofuera de lugar. Me choco de pronto contra su espalda y empiezoa darle con las manos en ella para que se dé la vuelta, pero no lehago ningún daño. Se da la vuelta y me coge los dos brazos.Observo que me mira con sus ojos agua marina penetrantes y unsemblante serio, pero sin llegar a mirarme a los ojosdirectamente.

―Alguien ha estado aquí, conozco mi casa. ―Habla para élmismo.

Mi corazón se detiene y siento que no tengo respiración. nopuede ser que vaya a descubrir que Angelo se haya presentadoaquí con tan solo oler un aroma que yo ni percibo. Siguemirándome sin decirme nada. Intento soltarme, pero no puedo.Le miro, pero él no me mira a mí. ¿Por qué está así? Ahorarecuerdo todo lo que le dije antes, seguro que no me dirige lapalabra por todo aquello, pero ¿tan rencoroso puede llegar a ser?

―Aquí sólo hemos estado nosotros dos.

No me hace caso, me suelta bruscamente y se mete en suhabitación, dando un fuerte portazo. Siento un quejido. ¡Mihermano! Por un instante me había olvidado de él. Corro haciael sofá y lo miro. Tiene la mejilla inflamada y muy colorada.

113

Page 114: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Argus, ¿cómo me encontraste? No te dije que venía aSilvery River.

―¿A qué viene eso ahora? ¡Ese maldito me ha pegado unpuñetazo!

―¡Argus!

―Varios días antes de venir aquí, te noté rara. No te dejé deespiar, y cuando cogiste el coche te seguí con uno que medejaron para que nadie pudiese seguirme a mí.

―¿Mataste tú a Evan?

―Yo…

―Quiero la verdad. ―No lo miro mientras hablo, tengo lamirada perdida.

―Sí, pero no por mí mismo, contraté a alguien. Pero lo hicepara llamar tu atención como dijo él, quería comunicarmecontigo. Quería que supieses que papá había muerto, y si tellamaba… cabía la posibilidad de que las líneas estuviesenfiltradas o me estuviesen siguiendo a mí.

―Vete.

―¿A qué viene esto ahora? Allison, ¿qué está ocurriendo?―Argus se pone nervioso e intenta que le explique con totaldetalle todo lo que sé.

114

Page 115: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¡No puedo explicártelo ahora! ¡Vete, por favor! ―le gritopara que intente hacerme caso y se vaya a la habitación de suhostal a descansar.

Mi hermano se incorpora sobresaltado y no deja de mirarme,intenta averiguar que me pasa pero no hablo, no miro hacianingún lado, no hago nada… Sigo ensimismada en mí misma.En mi cabeza sigue la misma idea: Matar a Grey o dejar queAngelo mate a Argus y a Martin. Difícil elección. Mi hermanoes al fin y al cabo inocente, y Grey… hay algo que me impidehacerlo. Hasta que me aclare, decido no hablar más con Argus.No, no voy a tener dudas y dejarlo morir, sólo quieroasegurarme de hacer las cosas bien.

Me levanto yo también del salón y le indico con la mano quebaje, que se marche. No entiende qué pasa y yo tampoco quierohacérselo entender. Él sigue con su mejilla dolorida por elpuñetazo y yo estoy metida en una encrucijada y he de elegirbando, haga lo que haga va a acabar sufriendo alguien, aparte demí misma.

Argus se levanta y se va, no sin antes persistir ante su ideade que le cuente lo que me ocurre, pero no me dejo convencer ylo empujo hasta la puerta. Cuando se marcha de la casa, en vezde dirigirme a mi habitación, abro la de Grey sin tan siquierallamar.

Él está con sus disoluciones químicas en su escritorio y nohace ademán de molestarse porque haya entrado, simplementeme ignora. Veo su pistola, la tiene justo en el bolsillo delpantalón de su traje, aún no se ha cambiado. Un impulso me

115

Page 116: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

dicta que me levante se la quite y acabe cuanto antes, perosimplemente no tengo fuerzas para hacerlo, aún no.

Me siento en su cama y suelto un largo y profundo suspiro.Miro su espalda, que está recta. Me pregunto si habráaveriguado que Angelo ha estado aquí. Si así lo hace, todo sederrumbaría y descubriría el pacto que he hecho con Angelo.

Ni siquiera se molesta en echarme o hacerme un comentarioirónico para que me vaya de la habitación. No me atrevo aacercarme más, pero tampoco a irme. Tengo que decirle algo,advertirle o por lo menos que se dé cuenta que puede estar enpeligro, pero no puedo avisarle, o Martin y Argus morirán pormi culpa.

Maldigo con todo mí ser aquel día en que conocí a Angelo,ojalá no se hubiese cruzado por mi camino, ni hubiese empezadoa sentir todo eso por él… Todo habría resultado más sencillo,quizás yo no estaría donde estoy ahora. Me acuerdoperfectamente de todas las mentiras que dijo, sólo me manipulópara conseguir la tarjeta y poder crear así el caos por todo elpaís. Yo no le importaba, era sólo un eslabón más en su juegoperfecto en el que sólo ganaba él. Bueno, había sido másinteligente que él, pero sólo hasta ahora que, de nuevo, me haacabado encontrando.

―¿Quieres algo? ―El tono de su voz es cortante.

―Hablar contigo. Te has pasado pegándole a mi hermano,no tenías derecho.

―No me arrepiento, él también me cae mal.

116

Page 117: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿De verdad, Grey? Porque yo creo que sólo te sientesamenazado por un hombre de 23 años, más joven que tú y conuna inteligencia que puede sobrepasar la tuya.

―Deja de crearte historias en esa diminuta mente que tienes.

―¡Oh, vamos! ¿Por qué no admites de una vez que alguienpuede ser mejor que tú? ―digo gritándole y poniéndome depie―. Por cierto, me gusta hablar con las personas mirándolasdirectamente.

Se levanta por un fuerte impulso, tirando la silla que cae alsuelo estrepitosamente y con las disoluciones que chocan contrael escritorio donde se encuentra, haciendo que hagan sonidosgrotescos al contacto con el material de la mesa. Se girabruscamente y, sin ponerse ni siquiera a mi altura, mira haciaabajo, hacia mí y aprieta los puños con fuerza. Nuestras miradas,por vez primera, desde todo lo ocurrido en la fiesta, se cruzan ysiento un escalofrío que me deja helada y con miedo.

―Si no quieres estar aquí, vete con Argus. No me vale lapena seguir investigando para una consentida, tengo muchosmás casos por resolver ―replica sin subir la voz ni una solanota.

―¿Te molesta que te digan la verdad? ―Sonrío―. Puedestener todos los casos que quieras, puedes resolverlos todos yconvertirte en el detective más renombrado de todo el país, perote aseguro que nunca tendrás la simpatía de alguien o el amor ycariño que se siente al tener amigos verdaderos.

117

Page 118: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Para qué quiero los sentimientos? Sólo te hacen másdébil. Estoy bien solo, no necesito a nadie.

―¿Ni siquiera has llegado a sentir nada por nadie?

―Estar enamorado es el primer índice para perder el sentidode la orientación y caer en los más absurdos agujeros negros.Además si alguna vez me pasara, que lo dudo, llegaría acontrolarme.

―Algún día caerás, Jason Grey, y ese día ni tus másestúpidas disoluciones ni tus interesantes casos harán quepuedas dejar de pensar en esa persona: su aliento, su piel,incluso su respiración te pedirá más. Y déjame decirte quecuando la beses, entonces ya estarás perdido.

Estas últimas palabras provocan un efecto algo extraño en él.Se acerca lentamente a mí y sus pupilas se agrandan tanto queparece que van a ocupar incluso su iris, y su respiración empiezaa ser entrecortada. Ríe para burlarse de mí y pone sus manos enmi barbilla para inclinar mi cabeza hacia arriba para que puedamirarme directamente a los ojos.

―Comprobémoslo ahora.

No puedo articular palabra, no puedo hacer nada porque nosé qué pretende con esta última frase. Se acerca tanto queempiezo a sospechar que pueda llegar a besarme. Quedanescasos milímetros entre su rostro y el mío, y acerca sus labiostanto que casi puedo llegar a rozarlos con los míos. Voy aacercar mis labios, pero se aleja rápidamente, volviéndose pararecoger la silla que tiró y está ahora en el suelo. Cuando la

118

Page 119: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

incorpora, pone los botes vacíos de sus disoluciones en orden,pero sin llegar a limpiar el líquido desprendido de ellos.

―Te dije que podía controlarme, tú por el contrario te haspuesto muy nerviosa y tu pulso aumentaba mucho cada vez queme acercaba más y más. ¿Acaso pensabas que nos íbamos abesar? ―Ríe incesantemente.

―Te pegaría un tiro aquí mismo. ―Una impotencia seapodera de mí por completo.

―Por mí perfecto, acepto cualquier tipo de castigo, con queno haya una patada en la entrepierna de por medio como la queme pegaste la primera noche que estuviste aquí.

Me adelanto hacia él e intento con mis puños cerrados haceralgún daño golpeándole en la barriga, pero no provoco efectoalguno, sólo que se ría más de mí. Me coge de las muñecas y mehace parar.

―Si quieres que me valla con mi hermano como dijisteantes, lo haré ―digo con mi orgullo herido.

―Sé que esto no le haría mucha gracia a tu hermano si llegaa escucharlo y me cuesta decirlo… pero es la primera vez en lavida que encuentro la presencia de alguien agradable. ―Para unmomento para carraspear, aún con mis muñecas entre susmanos―. Además, todavía tenemos que resolver un caso. Ladama no va a ir a ninguna parte hasta que no esté a salvo.

Le miro extrañada. ¡Grey puede llegar a tener empatía poralguien! Además, puede que hasta yo le caiga bien. Esto me

119

Page 120: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

hace feliz por dentro y creo que ya no es tan arrogante ni tan fríocomo pensaba hasta ahora. Le sonrío, pero él sigue con susemblante serio, supongo que para él no significa nada del otromundo, pero para mí, me dice que hay esperanzas de que puedahaber un corazón detrás de toda esa máscara de astucia einteligencia que sólo sabe de química y crímenes. Está visto queme he equivocado con él, le he dicho cosas muy fuertes y hellegado a acusarle de ser un robot sin sentimientos, de que no espersona.

―Lo siento, siento todo lo que te dije hace unas horas.Puede que a veces no seas la persona más cordial, pero me pasédiciéndote que no eras persona. Pero… eso no te libra de lo quele has hecho a mi hermano, vas a pedirle perdón y…

―Vete. ―Se acabaron sus tres minutos de pura amabilidad.

―¡Lo vas a hacer!

―Vete.

―Grey…

―Sin tan siquiera darme una contestación, me coge por lacintura y me echa a la espalda, como si estuviese secuestrada.Intento librarme moviendo mis piernas y mis brazos en señal deprotesta, pero hace caso omiso.

―¡Qué me sueltes! Nada ni nadie te va a librar de pedirledisculpas a Argus. ―Pataleo más fuerte.

120

Page 121: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Como no te tranquilices voy a terminar por tirarte por laventana y es algo que llevo queriendo hacer desde hace muchotiempo contigo, por impertinente y maleducada.

―¿Yo maleducada? ¡Mira quién lo dice, precisamente doninsocial! Grey, en serio, ¡suéltame!

―Te dije que te estuvieses quieta, pero está bien, tú lo hasquerido.

Sin esperarlo siquiera, se da la vuelta y se dirige a laventana, echa todo mi peso hacia un lado suyo y dejando unamano libre comienza a abrirla. ¿No será capaz de tirarme?Empiezo a intentar zafarme de él, pero es imposible, tienedemasiada fuerza y no puedo con él. Una vez que la ventana estáabierta, empieza a sacar por ahí la mitad de mi cuerpo, haciendoque mi cabeza quede fuera para ver la altura a la que estoy y areírse como si todo para él es sólo una simple broma y yoempiezo a gritar y pedirle que me baje. Sin decir nada, me entrahacia dentro y me suelta en su cama. Acto seguido, se sienta ami lado y empieza a reírse cada vez más fuerte. Yo, que nopuedo soportar que me haya gastado tal broma, me levanto y medispongo delante de él empezando a gritarle como una histérica.

―¡Estabas a punto de tirarme por la ventana! ¡He estado apunto de morir! ¡Oh, Jason, de esta no te libras!

―Grey. Vuelve a decirme Jason y te tiro de verdad, no metientes ―advierte en tono recriminador, pero sin dejar de reír―.Además, ¿tú morir? Esto no está tan alto, y piensa, que si tetirase, Elmest me acusaría y Argus haría todo lo posible por

121

Page 122: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

meterme en la cárcel hasta que me pudriese. No les daría elplacer a esos dos.

―Grey, te olvidas que estás hablando de mi hermano. Ycomo mañana no le pidas perdón, seré yo esta vez la que te dejefuera de todo esto. Así que mañana iremos los tres al barDestrage y vosotros dos hablaréis como personas adultas.

―Eso ya lo veremos…

―Te quedarás sin caso, así que por una vez vamos a hacer loque yo diga.

Sin contestar siquiera, viendo que puedo ir en serio, selevanta y me empuja hasta que salgo de la habitación. No voy adejar que se salga con la suya, voy a hacer que pida perdón a mihermano mañana cueste lo que me cueste, y voy a conseguir quese trague su orgullo por una vez en la vida.

Miro el reloj que hay en el salón y compruebo que es muytarde, es mejor que me vaya a dormir. Al entrar en mihabitación, me vienen a la cabeza como una pequeña película delo que ha pasado aquí con Angelo y un pesar me cubretotalmente. He hecho lo que no debería, confraternizar más conGrey, mientras más tiempo pase con uno de ellos, másposibilidades tendrá el otro de sufrir una muerte segura por partede mí o de Angelo. ¿Pero cómo puedo pararlo todo? ¿Acaso hayalguna manera de que ninguno de ellos pueda acabar muerto?Una única idea se me viene a la cabeza: podría irme de aquí,escaparme lejos y huir de todo esto… pero, eso volvería allevarme a lo mismo y tarde o temprano él me encontraría de

122

Page 123: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

nuevo y tendría que escapar, así hasta que uno de los dosacabase con el otro o llegase a ceder y darle la tarjeta.

123

Page 124: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Sin esperármelo siquiera, siento golpes cerca de mí y abromis ojos rápidamente como si fuese a caer algo encima de mí.Me inclino hacia delante, asustada ante tal despertar, puesto quelos golpes se hacen cada vez más fuertes. Miro hacia miizquierda y me encuentro una parte del cuerpo de Grey, que estáagachado, buscando algo entre los cajones que hay en el armariode la habitación, tirándolo todo por el suelo sin cuidado alguno;de ahí que se oyesen ruidos tan extraños.

¿Qué diantres está haciendo aquí desorganizándolo todo?Me quedo estupefacta, esperando que se dé cuenta de que me hedespertado y que me de alguna explicación ante tal intromisión aaltas horas de la mañana, pues miro mi reloj y veo que tan sóloson las nueve y diez.

Para durante un instante, como si hubiese encontrado algo,pero gruñe algo descontento. Lo coge con sus manos y lo tira,con tal puntería que tiene que viene a parar hacia mí y tengo queesquivarlo echándome hacia un lado, con tan mala suerte queahora lo que choca contra el suelo no son los objetos que hayaestado tirando Grey, sino mi propio ser. El golpe es sonoro ycaigo ante algunas cosas que están esparcidas por aquí, cosa quehace que me queje y dé un sonoro gemido de dolor.

Grey, que hasta este momento ha estado absorto y sinpreocuparse por nada que no fuese ese maldito armario, se giraasombrado y sin comprender por qué estoy tirada en el suelo

124

Page 125: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

quejándome. Sus cejas casi se juntan ante la imagen que leprovoca verme ahí, recién levantada y tirada en el suelo. No diceabsolutamente nada, vuelve a sus andanzas. Supongo que ni tansiquiera se ha dado cuenta de que me caído por su culpa.

Me levanto con cuidado de no pisar nada, pero casi esmisión imposible ya que no sé por dónde poner un pie sinencontrarme algo nuevo. Vuelve a lanzar un nuevo objeto, estavez no puedo esquivarlo y cae sobre mí, tapándome la cara. Esun trapo viejo, creo.

―¿Podrías para por un momento? ―pido, quitándome eltrapo de la cara y arrojándolo a la cama―. Antes me he caído dela cama al esquivar un maldito objeto que has arrojado contra míy ahora esto: un maldito trapo que ha caído en mi cara.

―No te viene mal, así te despiertas. Alguien estuvo ayeraquí. Me percaté de ello por la noche.

Mi cuerpo se tensa. Es verdad que dijo que alguien habíaestado aquí, pero creía que ya se le había olvidado o que no lehabía dado mucha importancia. Es imposible que descubra queAngelo estuvo aquí, no hay ninguna prueba y no puededemostrarlo.

Siento cómo se queja. No encuentra nada y yo metranquilizo en mi interior, eso me da ventaja. Se levanta dedonde está, incorporándose ágilmente y empieza a dar vueltaspor la habitación. Sé que va a estar así durante un rato, así queresoplo alterada, salgo de la habitación y me voy al salón, mesiento en el sofá y cruzo los brazos. Acto seguido, sale él y memira extrañado, como si no comprendiera mi actitud.

125

Page 126: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―No pretenderás que me vista contigo delante.

―Bah. ―Me mira de arriba abajo, haciendo un gestodespectivo.

―No te soporto, de verdad, eres realmente desagradable.―Me voy de nuevo a la habitación, para una vez allí vestirme.

Un tiempo después de haberme preparado y terminado,salgo de la habitación y me encuentro a Grey en el sofá, leyendoalgo muy ensimismado. Me acerco hacia él por atrás y puedocomprobar que se trata de otra de las cartas que nos ha estadoenviando Angelo o alguno de sus secuaces. Es nueva y estaparece ser más larga de lo normal. Intento ver qué pone, peroGrey se levanta y la arruga entre su mano con un rápido gesto.Parece estar algo alterado, como si no le hubiese gustado sucontenido. Se gira, y yo me quedo mirándolo con gestoextrañado para que me diga que está pasando aquí. Se vuelve asentar y baja su cabeza, llevándose las manos hasta ella,revolviéndose su alborotado pelo negro entre sus largos ydelgados dedos.

―Está jugando con nosotros, este tipo es incomprensible.

―¿Puedo verla?

―¿De verdad crees que sacarías algo de ella? ―Mueve sucabeza en tono de desaprobación aún con sus dedos entre suscabellos―. Que ideas más arcaicas tienes tú y tu pobre mente.

―La leería, pero voy a pedirle ayuda a otra persona.

126

Page 127: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Se exalta, poniendo erguido su cuerpo y mirándometemeroso.

―Dime que no…

―Argus.

Oigo un quejido de desaprobación por su parte. Sé que estáen contra de que le contemos todo esto de las cartas a él, perocreo que puede ayudarnos. Así que sin pensarlo ni un instantemás, rodeo el sofá y me dirijo hacia Grey, extiendo mi mano ycon un gesto le pido que me dé la carta. Pero él se niega,echándose hacia atrás y guardándose la carta en su bolsillo. Va acoger el mando de la tele, pero yo soy más rápida y pongo mipie en la mesita baja donde se encuentra, que está delante denosotros, apretándolo con fuerza. Me mira amenazante.

―La carta. Y que sepas que le voy a contar a Argus todo. Apropósito, así podrás pedirle perdón.

―No te voy a dejar que te salgas con la tuya. No pienso ir―me dice enfadado.

Sus pupilas se dilatan, su semblante se ve algo oscurecido,como enrojecido debido al tono que está llegando a tener laconversación, y se enrabieta, cruzando sus brazos y piernas en elsofá, como si fuese un niño pequeño. En ocasiones tales como lade ahora, a veces parezco ser la más madura de los dos y eso esalgo extraño puesto que Grey desde que lo conozco hademostrado tener una destreza y un autocontrol ante temas muyespinosos y algo asombrosos, pero supongo que sigue teniendo

127

Page 128: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

un lado infantil, aunque no sea muy frecuente. Yo me río,porque le veo perder los estribos y de un gesto automático, cojoel móvil que me dejó él, el día que fui con Martin y Agatha acomer fuera y ocurrió todo aquello, y le escribo un mensaje aArgus, para que se encuentre con nosotros en el bar Destrage. Esuna suerte que me sepa su número de memoria, porque sinodebería haber buscado dónde se hospeda y hubiese tardado todala mañana. Me contesta rápido y algo indeciso por las palabrascon las que lo hace. Me guardo el móvil y miro a Grey con airetriunfante.

―Ese móvil era para una emergencia.

―Esto lo es. Ahora dame la carta.

Se levanta decidido a no darme la carta y se dirige haciaabajo, abriendo la puerta. Yo lo sigo. No sé si pretende irse ydejarme aquí sin la carta y no tener nada con lo que decirle aArgus lo que ocurre o si simplemente me indica que me marcheyo sola.

―Voy a ir contigo, pero eso no significa que vaya a pedirleperdón o que le vaya a dar la carta, sólo quiero estar presente ypuedes contárselo todo, pero te aseguro que es unaequivocación.

―Al menos he conseguido que entres en razón y vengas―digo más para mí misma que para él.

Salgo tras él y espero a que cierre la puerta con llave. Unavez que lo hace, nos disponemos los dos, uno al lado del otro,camino hacia el bar donde nos encontraremos con mi hermano.

128

Page 129: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

El camino se hace algo raro y no sacamos ninguno de los dostemas de conversación, pero estoy acostumbrada a que todo estosea así con él, simplemente se adentra en su cabeza y pasa delmundo exterior. No sé cómo no se tropieza con algo osimplemente se ha llevado un buen golpe ante taldespreocupación que lleva al caminar, ya que no hace caso anada, va pensando para él mismo, mostrando semejante omisióna todo lo demás.

¿Cómo podría acabar con él? Cada hora, minuto, que pasa eincluso segundo, estoy más segura que Angelo nos observa yque acabará con Argus y Martin más rápidamente si yo notermino con la vida de Grey, pero me cuesta. He aceptado y nome queda otra opción, pero tiene que haber algún modo de quenadie resulte herido. Miro por un momento el rostro tranquilo ysereno de Grey. No puedo hacerlo… Pero no tengo otra opción.Podría intentar matar a Angelo, pero no sé dónde se encuentra ypor lo que me dijo, hay más gente con él, por lo que si yoacabase con él, todos ellos irían tras nosotros y acabarían todo loque él tiene planeado.

―¿De verdad nunca has tenido ningún tipo de relación? Nosé, una novia al menos en una época de instituto ―trato de darleconversación, sacándole el tema del que hablamos la nochepasada.

―Ya te he dicho que paso de esas tonterías. No sirven paranada.

―¿Pero no te has sentido solo nunca? Sin nadie que sepreocupe por ti y que sientas que puedes confiar en esa persona.

129

Page 130: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Sólo confío en una persona.

Lo miro con total atención, deseando saber que dice acontinuación.

―Tú.

Me detengo, como si me hubiese quedado pegada al suelo,como si me hubiese convertido en una estatua y no pudiesemoverme. Mi corazón se desgarra, tanto que me provoca undolor casi físico. No puedo ni pensar en matarle, sería algodemasiado rastrero. Confía en mí, soy la única persona en la quelo hace. ¿Cómo se me ha podido pasar por tan sólo un instantematarlo? No puedo, no quiero.

―Tuve algo con Angelo, tengo esta tarjeta porque yo la robea los controles del gobierno. Yo la robé para él, pero conseguírecuperarla. Te mentí, no se la quité a Argus para protegerle a ély escaparme con ella…

Él, que había dado unos cuantos pasos más que yo, se paraen seco y durante unos segundos no puedo ver su rostro, está deespaldas a mí. Se decide a girar y me mira, como si no pudiesedar crédito a ello. Me mira como si me hubiese vuelto loca y yosólo afirmo con mi cabeza.

―Te juro, que yo no llegué a entrar en sus planes, sólo meutilizó para conseguir la tarjeta y así poder hacer lo que élquisiese con el país bajo sus pies.

―Entra, estamos ya casi en el Destrage.

130

Page 131: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Su voz es tajante y clara, tan directa que creo que está algodesquiciado ante tales palabras. Con algo de asombro en susojos, me hace pasar primera y luego entra él. Busco por todo elbar, y ahí está Argus, sentado en un rincón. Hay dos o trespersonas más sentadas en otros puntos, pero yo me dirijo haciami hermano, sin importar quiénes sean los demás, total, no losconozco.

Lo saludo con una sonrisa y él hace lo mismo, pero se leborra en cuanto ve que Grey viene conmigo. Me siento y Greyhace lo mismo. Ninguno de los dos se saluda y yo me sientoalgo incómoda.

Le cuento todo lo que hemos averiguado hasta ahora sinningún tipo de omisión y compruebo como en algunas parte sequeda totalmente asombrado ante los sucesos. Una vez quetermino, miro a Grey, esperando que me entregue la carta. Esteme mira con recelo, y por unos instantes se niega a hacerlo. Lelanzo una de mis miradas asesinas que tanto he llegado aperfeccionar con sus impertinentes ironías e intento quitarle lacarta, pero tras unos forcejeos por mi parte, consigo que me lade a regañadientes. Se la entrego a mi hermano, que al leerla mela pasa para que yo lo haga.

«Alisson:

El reloj corre y las promesas que hace la gente se olvidan yluego no se cumplen, nadie lo hace nunca. ¡Qué iluso aquel quepiense lo contrario! Pero yo sé que puedo fiarme de ti, aunquepasen los años. Por desgracia, no se dispone de todo el tiempodel mundo, ¿no es cierto? Todos somos mortales, tú, tu queridohermano Argus e incluso ese ser llamado Grey…

131

Page 132: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

La gente suele despreciar las cosas que tienen, inclusojuegan con los sentimientos de las personas a las que quiere,acabando así con la relación con los que los unía. No serás unade ellas, ¿verdad, Allison? ¿No dejarías morir a las personas quemás quieres?

Me llegaron noticias de que tuviste un pequeño accidente enun bosque. ¡Qué inoportuno y qué mala suerte tuviste! Puedeque no sea demasiado tarde para volver a él. Quizás teencuentres una grata sorpresa.

A.L.»

¿Cómo puede ser una persona tan rastrera? Bajo mis manoshasta que la carta casi no se ve a ojos de Argus y Grey, y laarrugo con toda la fuerza que contengo en mi interior. Si Grey,que dice realmente darse cuenta de que ayer estuvo alguien encasa, supiese que fue él, podría llegar a averiguar que tengo quematarlo. ¿Cómo ha podido llegar a tal bajeza Angelo? Meimplica demasiado y me complica mucho más las cosas, ahoracualquier paso que dé estará vigilado por unos incesantes ojos,ya sean de mi hermano o de Grey, y eso me hace que me resultemás difícil poder llevar a cabo algo si tengo que matarlo. Esehombre, que está ahora mismo sentado a mi lado con unsemblante serio y el cuerpo erguido, formando un ángulo rectocon la silla. Todo se complica cada vez más y más, siento comome va aprisionando y llegará un momento en que estaré tanvigilada, que sabrán por dónde me muevo y desconfiarán cadavez más de mí.

132

Page 133: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Está claro que la carta es una indirecta, lanzada como unagranada contra mi ser y que puede ser perjudicial ahora quetengo la confianza de Grey, y que no me puedo permitir ningúnfallo, pues sería como retroceder después de todo lo que hepasado para llegar hasta el punto en el que estamos.

Los miro a los dos, que están impacientes cada uno a sumodo, intentando averiguar qué pasa por mi cabeza. Grey, queestá a mi lado, posa su mano sobre la mía. Siento su tacto frío ysu piel tersa, pero no es una caricia ni tan siquiera un gesto deconsolación, sólo trata de parar el estropicio que le estoyhaciendo a la carta, antes de que acabe destruida entre mismanos. Lo miro y veo una señal en sus ojos de advertencia.«Ahora no podemos permitirnos perder pruebas tanimportantes», descifro en sus ojos con cierto toque de cautela.

Ninguno de los tres dice nada, estamos callados sin sabercómo retomar la conversación o tan siquiera, por dóndecontinuar la investigación. No es un silencio incómodo, ya queellos dos han optado por no mirarse siquiera y fijar su vista enmí, tan fijamente, que siento que sus ojos me acuchillanduramente, como si quisiesen sacarme toda la información sinimportar si yo sé algo que realmente importe o no.

Argus se decide por fin a hablar, haciendo gala de sueducación particular y mirándome sólo a mí.

―Está claro que esta carta es una advertencia para ti,Allison, pero no entiendo por qué. Parece como si te incitara aalgo, pero a la vez lo esconde a través de un discurso que nolleva a nada. Por favor, si estás en peligro, dime algo, o házmelosaber tan sólo. No quiero que te pase nada.

133

Page 134: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Argus… No sé de qué habla esta carta. Tenemos que ir albosque, sólo eso ―miento con dolor, al ver el rostro preocupadode mi hermano.

―Has sacado más que yo ―nos interrumpe Grey, con ciertotono mordaz, ante tal deducción de Argus―. He de añadir, quecreo que lo que puso en la carta anterior, era verdad. No le hicemucho caso, pero cada vez estoy más seguro que quien quieraque fuese, estuvo anoche en mi casa y se acercó al cuarto deAllison.

―Anoche no hubo nadie, no había nadie cuando yo entré enél ―miento de nuevo, conteniendo la respiración y tratando deparecer tranquila.

Mi voz empieza a temblar algo, pero bebo del café que hepedido hace un rato y trato de aclararla. Grey me mira y yo, entono de súplica, le pido con la mirada que no cuente nada acercade la tarjeta o de mi extraña y desconocida relación con Angeloa Argus; él no sabe nada y será mejor así. Podría meterme enserios problemas si descubre que yo, su hermana pequeña, hesido la artífice de todo lo que nos ha estado ocurriendo,añadiendo la muerte de nuestro padre.

Grey, sin que Argus se dé cuenta, asiente hacia mí con lacabeza con una pequeña inclinación y acto seguido se levantasin tan siquiera dirigirnos palabra alguna para salir a la calle. Lovemos salir, con su paso erguido y recto que lleva siempre y conun porte algo peculiar. Vuelvo mi vista y miro a Argus.

134

Page 135: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Cómo puedes aguantarlo? Toda esa arrogancia, esenarcicismo…

―Es buena persona… Aunque te cueste creerlo ―digo conun tono triste en mi voz.

Sin poder continuar la conversación con mi hermano, reciboun mensaje en el teléfono. Desbloqueo la pantalla y comprueboque se trata de Grey.

De: Jason Grey«Tenemos que hablar.»

No tengo ni idea de qué le pasará ahora por la cabeza, perodoy por seguro que no es nada bueno. Con un pequeñonerviosismo que noto en mis dedos al marcar las teclas táctilesdel móvil, dado que tiemblo, le contesto con una simple palabra:

Para: Jason Grey«¿Ahora?»

Su contestación no tarda en llegar y mi hermano, que nosoporta que cuando estoy en una conversación con él, estédistraída o con el móvil, carraspea un poco, para que le presteatención y sigamos hablando. Le miro en forma de disculpa,pero mis ojos vuelven rápidos y audaces al móvil, que acaba deavisarme de nuevo del mensaje que me ha enviado y todavía nohe abierto.

De: Jason Grey«Sí. A solas.»

135

Page 136: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Me disculpo con Argus, diciéndole que tengo que ver dóndese ha metido Grey, para poder hablar acerca de lo que haremos acontinuación con todo esto del caso y salgo sin que se me note laimpaciencia en mi rostro, lo más lento y normal que puedo. A lasalida, miro hacia la izquierda pero no está; giro mi cabeza haciala derecha y lo veo apoyado en la pared, con las manos haciaatrás y la cabeza echada hacia atrás también. Su semblante seriomira hacia el cielo, que hoy está despejado y sin nubes, casicomo el conjunto de días que llevo en este pueblo; acto seguido,me mira.

―Estás llevando esto demasiado lejos. Tarde o temprano vaa enterarse de todo lo que hiciste.

―No necesito tu consejo, no te preocupes por mí.

―Sólo te aviso. Allison, estás en peligro y cada vez seacerca más. Ayer, estoy seguro de que Angelo estuvo en casa, entu habitación.

―Lo sé, lo dijiste antes, te escuché.

―Esto es importante. ―Se incorpora de su postura inicial yse acerca a mí rápidamente. Hace un gesto que me recuerda aAngelo, pone su mano en mi mejilla y me mira, pero no comoél… sino con algo de preocupación―. Tú vida puede estar enjuego.

Ahora soy yo la que desde mi interior y sin que puedaverme, empieza a preocuparse. No es mi vida la que está enjuego, es la suya y todo depende de mí. Tiene delante a su futuraasesina, a la que puede quitarle la vida y está tan tranquilo, pero

136

Page 137: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

claro, él no sabe nada. No puede saberlo. Bajo mi vista duranteunos segundos. Sigue llevando su pistola guardada en una fundaque tiene, como la de los policías, en su cinturón. Vuelvo asubirla y lo veo. No dice nada, sólo me mira atentamente,esperando una decisión por mi parte.

―Entremos ―es lo único que puedo decir, apartándome desu mano y su tacto con algo de frialdad.

Me sigue, algo extrañado ante este cambio de humor. Dentrobusco a mi hermano, pero él está de pie, en la mesa de al lado,hablando con una chica rubia de pelo corto y lacio. Nosacercamos a ellos y Argus no se da ni cuenta de que estamosdetrás de él. La chica parece simpática, aunque de las que sabenlo que quieren en la vida, pero algo tímida; tiene los ojosverdosos y es de estatura media. Su sonrisa y sus facciones sonagradables a la vista, pero no resulta excesivamente guapa, estáen la media, según mi opinión. Nos mira y mi hermano se dacuenta poniéndose algo nervioso. No sabe qué palabras articulary parece ponerse algo rojo. Me pregunto si acaso esa chica… lehabrá gustado.

―Lo siento, no me di cuenta de que estabais aquí. Ospresento, ella es Rebecca. Rebecca, estos son mi hermanaAllison y… Grey.

Yo le doy dos besos y Grey le da la mano con amabilidad,intentando ―según mi opinión― parecer algo menos brusco delo habitual.

―Acabo de conocerla. Se le escapó su gato llamado Mrs.Trichites y vino a para a mi lado mientras os esperaba.

137

Page 138: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Grey y yo sonreímos para aguantar la risa. ¿Mrs. Trichites?¿Realmente eso es un nombre de gato? Nos miramos los dos enun tono cómplice y aguantamos un poco la risa. Argus devuelveel gato a su dueña y esta saca una tarjeta donde apunta algo, creoque es un número y se lo da a Argus, que se queda algoestupefacto y no se lo esperaba.

―Tengo que irme ahora. Será un placer hablar contigo denuevo, Argus, eres muy agradable. Tienes mi número, llámameen cuanto puedas. Allison, encantada de conocerte a ti y a tunovio.

―¡No! ¡No somos novios! ―decimos al unísono Grey y yo,algo descolocados ante tales palabras. Miro a Grey con el rabillodel ojo y este se siente algo incómodo ante la situación.

―Lo siento, creí que… Como os vi allí fuera tan juntos ycariñosos, y tú acariciándole a ella... Lo siento, tengo que irme.Adiós, Argus.

Argus se despide a duras pena de ella, con la vista en torno anosotros y con la cara descompuesta, como si no diese crédito alas palabras que ha dicho Rebecca. Yo me quedo muda. Estachica ha malinterpretado todo, no estábamos haciendo nada, tansólo Grey me puso la mano en la mejilla y sí, estábamos algomás cerca de lo normal, pero no significa nada. Grey está algoraro y no habla, supongo que la sorpresa ha podido con él. Mihermano mira a Grey con furia, creyendo que ha pasado algomás.

138

Page 139: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Qué estabas haciendo con mi hermana? Eres mayor paraella.

―Le llevo seis años, no es tanto.

Mi hermano empieza a malinterpretar todo lo que dice Grey.

―Parejas con más diferencia de edad se han visto―continúa.

―¡Allison! ―Argus me mira a mí, como si no diese crédito.

―¡Grey cállate! No estamos saliendo ni nada por loparecido ―aclaro yo.

Grey me coge de la cintura y me rodea por ella, haciendoque no pueda escaparme y dándome un beso en la mejilla. Oigouna risa ahogada por su parte. ¡Lo hace a propósito! Empieza atratarme con dulzura y yo cada vez me enfado más. No soportoque haga todo esto para que enloquezca más a mi hermano.

―¿Te crees que puedes venir, pegarme y al día siguienteseducir a mi hermana?

―Argus, no ha ocurrido nada. ¡No somos nada! ¡Ha sido unerror! ―Me suelto de Grey.

―Ni se te ocurra acercarte a ella. ¡Aléjate! ―Argus estácada vez más furioso como nunca antes lo había visto y mepongo delante de él.

139

Page 140: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Argus, escúchame. Grey y yo no somos nada. ¡Grey dejade engañarle!

Grey, que hasta ahora había intentado ponerse serio, empiezaa reírse en toda la cara de mi hermano que por fin entra en razóny comprende que todo ha sido una broma por parte de él, perotodavía está algo asqueado por lo que Rebecca ha visto.

Nos sentamos donde estábamos en un principio y Argus tratade tranquilizarme, pero no con buenos resultados ya que Greyno para de mofarse para provocarlo. Yo le doy un codazo paraque pare, pero él no lo hace.

―Argus, creo que es mejor que olvidemos lo de la semanaque le diste a Grey de plazo.

―Está bien, necesitamos más tiempo.

―Gracias ―le digo, sonriendo.

Su cabreo hacia mí desaparece.

―Deberíamos ir esta noche al bosque ―dice Grey tajante.Nos quedamos mirándolo de manera interrogante―. Nosaseguraremos de que nadie nos persiga y si lo hace, podremosdespistarlo en la oscuridad.

―¿Y dejar que le ocurra algo a Allison? No, gracias. Esdemasiado peligroso ―rebate Argus.

―Tranquilo, según tu Rebecca, ya tiene novio, así que podréprotegerla.

140

Page 141: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Le doy un codazo de nuevo. Se está pasando. Pero él nohace más que sonreír con malicia para provocar a mi hermano.

―¿Tu Rebecca? ―le pregunto a Grey.

―Allison, has notado también como yo que tu hermanoparece haberle tomado cierto «cariño» a esa chica que acaba deconocer.

―¿Es eso cierto? ―pregunto sorprendida a mi hermano,mirándole con ojos como platos.

Es la primera vez en mi vida que oigo que Argus puede tenerun interés romántico ya que antes, en el instituto, no solía sacarel tema y cuando se fue a hacer la carrera, a una edad mástemprana a la de los demás debido su inteligencia paraespecializarse en psicología jurídica, tampoco trajo ningunachica a casa. Le sonrío en señal de aprobación. Seríamaravilloso que por una vez tuviese una novia, ya que a estasalturas y como siga así, lo veo como Grey y no me agradamucho, quiero mucho a mí hermano como para que termine así.Argus se limita a carraspear un poco, pero no se detiene acontestarme con seguridad, aunque noto como este tema le poneun poco colorado.

Al finalizar toda la conversación, quedamos al final ―con laesperada aprobación de Argus a regañadientes― de ir por lanoche al bosque, para así poder comprobar qué nos espera allí.Por supuesto, no se me había olvidado lo que tiene pendienteGrey con Argus y, cuando estos se levantan de sus asientos, toso

141

Page 142: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

fingidamente para que el primero se dé la vuelta y de paso a sudisculpa.

―Creo que tienes que decirle algo a mi hermano.

―No. Nos vemos esta noche en mi casa, Argus.

―¡Grey! ―Le cojo del brazo e intento pararlo, pero no sedetiene―. ¡Está bien! Hazlo por mí, por favor.

―No te aproveches de tu situación, yo podría tirar más de lamanta que tú ―me dice muy alterado y deseando marcharse deeste lugar. Por último y mirándome cruelmente me dice―:Angelo.

Le suelto el brazo y veo que se marcha ágilmente y con pasorápido. Me ha dolido lo que me ha dicho. Estoy harta de estapelea que se llevan entre sí los dos, pero no puedo hacer nada sino lo solucionan entre ellos.

Me despido de Argus con un leve gesto y con unas palabraspara verlo luego más tarde por la noche y me dispongo a pasolento, sin tener prisa por si Grey me está esperando para ir haciacasa. Será mejor que ahora vaya a mi aire, sin toparme con él, ome enfadaré más y veo que llegaremos a malinterpretarpalabras.

142

Page 143: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

El largo espacio de tiempo que ha ido desde que llegamos ala casa hasta que la noche por fin se nos ha echado encima, hasido tedioso y muy esperado. No hemos sabido qué hacer paramatar el tiempo mientras hemos estado esperando a que la nochese diese paso entre el claro cielo azul que inunda con más fuerzahoy que nunca nuestra vista.

Ambos hemos estado evitándonos y tratando de dejar que lascosas recobren su cauce sin forzar demasiado, ya que nuestroscaracteres ―ambos muy fuertes― podrían chocar entre sí yllegar a mayores.

Grey ha estado toda la tarde sentado en un sitio fijo en elsofá, que parece haber sido escogido por él como algo suyo ydel que no puede sentarse nadie más, y ha estado leyendo unlibro que ha tenido encima de la mesa desde hace unos díashasta hoy, intentando no hacerme mucho caso.

Yo he estado la mayor parte del tiempo en mi habitación,para no molestarlo y para poder pensar tranquila acerca de todolo que está ocurriendo y lo que puede llegar a pasar en el bosqueesta noche, ya que no sabemos qué nos deparará allí.

Por fin, y tras una larga espera, la noche se deja caer del todoy recibimos a Argus, que llega puntual, algo serio debido a queno sabe como yo qué ocurrirá.

143

Page 144: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Sin que se digan nada ninguno de ellos dos, mi hermano yGrey, se ponen en marcha y vamos andando para no despertarsospecha alguna si fuésemos en coche, hasta el bosque.Tardamos nuestro tiempo, ya que nuestro destino está algolejano a pie y como ninguno de los dos trata de ser cordial con elotro, siento incomodidad y malestar al estar en medio, como sifuese una especie de mediadora entre países que tuviesenconflictos entre ellos y no pudiesen parar de atacarse el uno alotro.

En la calle, casi a las afueras de la ciudad, no hayprácticamente nadie, tan sólo un grupo de personas que parecenir a un bar cercano y una familia que vuelve a su casa tras un díafuera de ella o después de una cena familiar. Cómo echo demenos los momentos familiares… Pero ya no podrán volverse arepetir más, es algo que quedará como parte de los buenosrecuerdos, antes de que ese impresentable entrase en mi vida yla arruinase por completo. A veces pienso realmente que fui unaestúpida y no sé cómo pude tragarme todas esas palabras que medijo, está claro que estaba cegada por un amor que no era másque una farsa.

Sin darme cuenta y tras estar bajo tantos y tantos de mispensamientos, llegamos a la entrada del bosque. El ambienteaquí es algo frío y corre un aire fresco que hace querer echarsealgo por encima para no tener esa sensación de congelación ybrisa veraniega, que puede llegar a dar frío en las noches másheladas que suelen darse de vez en cuando en el mes de agostoen lugares con abundante vegetación y una alta concentración dehumedad.

144

Page 145: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Vamos a seguir el sendero y llegaremos hasta el final. Sivemos que no hay nada, regresaremos hasta el punto de partida―dice Grey con tono de autoridad―. No os separéis o podréisllegar a perderos por la oscuridad que llega a cernerse sobrenosotros a estas horas de la noche.

Sin objetar nada ninguno de los dos, mi hermano o yo,retomamos la marcha y encendemos las linternas que llevamospreparadas ya desde la tarde, para poder ver en la oscuridad y noperdernos. Vamos atentos, por si encontramos algo, pero no haysuerte, aunque todo cambia cuando llegamos al final delsendero, donde esa persona con máscara me atacó hace unosdías.

―Aquí fue donde el hombre enmascarado me atacó ―dijecon un aliento de aire.

No hay nada de extraño en este lugar que percatemos asimple vista.

Durante unos minutos más antes de marcharnos, seguimosobservando con atención, pero nada sobresale ni sobrepasa loque consideramos normal. A punto de abandonar, escuchamosun sonido de aprobación y júbilo, como si alguien hubiesellegado a descubrir algo. Ese alguien es Grey.

―¡Mira los árboles que os voy a señalar con la luz de lalinterna!

Le hacemos caso y descubrimos que en dos o tres árbolesque están cerca de nosotros hay unos números en grandes ypintados en rojo con un papel pegado en cada uno de ellos. Nos

145

Page 146: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

quedamos por un momento sin saber qué hacer, pero yo meacerco y cojo el más cercano, el que tiene el número uno pintadoen el tronco. Con curiosidad, compruebo cómo este papelcontiene un número escrito en él, para ser más exacta: el 44.Vuelvo a donde están los dos y les enseño, mostrándoles miignorancia ante tal dato.

―¿Por qué no seguimos los número de los árboles ycogemos todos los papeles? ―pregunta de repente Argus.

―Muy inteligente, Einstein ―replica irónicamente Grey,dando una palmada en tono despectivo―. Tendremos quesalirnos del sendero. Seguidme y no os perderéis.

Argus lo mira con odio y se coloca a mi lado. No soportaque lo trate así como si fuese inferior. Seguimos con cuidado ytratando de no perdernos siguiendo las pistas de los árboles connúmeros en rojo. Vamos muy concentrados, y Grey, que va encabeza, coge antes que nosotros los papeles y pasa por unmomento la vista ante ellos para ver qué pone, y acto seguido,guardarlos en su bolsillo. Llega a coger 16 papeles en total, 16árboles marcados con sus 16 respectivos números que acaban enla nada, en un lugar perdido en medio del bosque. Voy hastaGrey corriendo, que empieza a poner todos los papeles en elsuelo y a ordenarlos según el orden de cogida por su parte.

―Ilumina con tu linterna los papeles ―me ordena.

Le hago caso y se agacha repentino como si le hubieseatravesado un rayo. Su vista empieza rápida e incansable aintentar descifrar qué tienen que ver todos esos números con la

146

Page 147: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

carta. Tarda un buen rato en volver a dirigirme la palabra yempieza a desesperarse.

―45, 15, 31, 31, 15, 51, 11, 42, 15, 13, 34, 33, 32, 24, 22,34. Dieciséis números. Esto coincide con el componente azufre,la letra S del primer mensaje «No te salvarás» que ocupa elnúmero 16 en la tabla periódica. ¿Pero qué me estoy dejandoatrás? ¿Qué significan estos números en sí? ―No me habla amí, ha empezado a ensimismarse él mismo, dejando todo atráscomo si sólo estuviese él solo y a hacer sus hipótesis.

Me acerco un poco para mirar por encima sin poder aportarnada, ya que yo no tengo tal soltura ante problemas matemáticoso lo que resulte que sea este galimatías que se nos presenta antenosotros. ¡Espera un momento! ¿Cómo no había caído antes? Mipropia mente me ha dado la solución o algo que puede ayudar aresolver este enigma. Todo este tiempo he sabido algo que heomitido, que mi mente ha pasado por alto y que puedeayudarnos positivamente. Siento como una sensación agradableenvuelve todo mi cuerpo y por una vez tengo la sensación deque puedo ayudar en algo relacionado con el caso, en vez de serun estorbo, como siempre me he sentido ante las mentesbrillantes de Argus y Grey.

―¡Angelo es matemático! ¡Todo lo que hace es por puroamor a las matemáticas! Todo para él gira en torno a cifrados,sustituciones y problemas que para las personas corrientes ynormales como yo, no nos atraen para nada, pero para ti, Grey…

Me quedo paralizada durante unos segundos, tratando detranquilizarme a mí misma y controlar mis pensamientos ante talhallazgo. Ahora hemos avanzado un paso, vamos por delante de

147

Page 148: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

él, sabemos qué nos podemos esperar con todas sus cartas, perodesafortunadamente, no sabemos a dónde nos lleva o quépretende con todo esto.

Grey me mira de una manera extraña. Creo que quizás me heemocionado demasiado y tal vez él considere que se me ha idola cabeza y me he vuelto loca. Pero no, sus ojos brillan y selevanta exaltado, como si la nube que se le ha ido formando ensu cabeza y no le dejase pensar para poder resolver el enigma deahora hubiese desaparecido y yo hubiese sido la causa de todoello, algo que me sube levemente la moral y hace que le sonríatranquilamente.

―Así que no me equivocaba con ese tal Angelo… Pero nodeja de sorprenderme y de darme quebraderos de cabeza.

―¿A qué te refieres?

A mi mente llegan vagas imágenes de la expresión que pusoGrey el día en que le conté que Angelo me seguía y cómocambió tan rápido para no hacer que yo sospechase, pero ahora,en este mismo instante, me doy cuenta de que Grey sabe algo delo que yo todavía no estoy informada y que me está ocultando.

―Los cifrados y…

―No, sabes a lo que me refiero. El día en que te conté queestaba siendo perseguida por él… tú cambiaste tu rostro porunos instantes como si te hubieses percatado de algo y ahoraesto. ¿Acaso conocías a Angelo de antes? ―le digo totalmenteseria y tratando de intimidarlo con mis palabras, pero sinresultado alguno.

148

Page 149: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Un cifrado… Es un cifrado, ¿pero cuál? ―Se rehúsacontestar a mi pregunta haciendo como si no las oyese y seagacha nuevamente hacia el lugar donde ha colocado los papelesen orden hace tan solo unos minutos. Yo me impaciento, y conun gesto enfadado y ante mi poca paciencia que se ha agotadoante todos los sucesos que han ocurrido últimamente y que mehan conllevado a disponerme con Grey, me agacho también,pero para desordenar los papeles que tiene colocadosminuciosamente en el suelo y rajo alguno de ellos.

Su reacción no se hace esperar y, con algo de temor, observocómo me mira como si quisiese acabar conmigo aquí mismo,totalmente exasperado, pero quedándose inmóvil, lo que mesorprende. Creo que acabo de enojarle, mucho, o tal vez tantoque he alcanzado un nuevo límite y no debería haberlo hecho;quizás me haya pasado, pero no, este no es el lugar adecuado nila ocasión para que me oculte datos que pueden ser crucialespara mí o para mi hermano y que pueden hacer que nossalvemos si corremos peligro. Pero no reacciona. Trato depedirle perdón con un pequeño hilo de voz que sale tímido yrápido de mi boca, pero no responde. Está paralizado y, con unrápido vistazo hacia sus manos, observo cómo trata decontrolarse.

―Sólo he tratado de llevar el caso con la máxima diligenciaposible. Eres mi cliente y como tal, debo protegerte y velar paraque no te ocurra nada. ―Su voz suena clara y noto cómo tratade controlar su mal humor.

149

Page 150: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Grey, ¿lo conoces? ―Mi impaciencia y mis nerviosempiezan a hacerse notar, cosa que me perjudica gravemente, yaque no avanzo nada y no se digna a contestarme.

―Sí. ¿Estás ya contenta? Nunca me he cruzado con élpersonalmente, pero siempre me ha enviado casos en los que élha participado, mofándose ante tal inteligencia suya. ―Grey sepone cada vez más serio y por unos instantes no parece ni élmismo―. Creo que oyó hablar de cómo resolvía yo los casos yse interesó en mi método a través de los periódicos locales, peroél no vive aquí, según tengo entendido.

―¿Casos? ¿Angelo resuelve casos? ―Mi asombro ante lanoticia es tal que acabo un poco confusa.

―No, con casos en los que él ha participado. Me refiero aque él era el artífice de asesinatos y robos de los que se jactabaporque nunca llegaban a descubrirle, siendo él la cabecilla detodo, para más tarde enviármelos a mí en forma de cartas.―Para un momento para respirar levemente y prosiguehablándome―: Y ahora me hace participar en su propio juego,en el que nos vemos tú y yo arrastrados.

―No creo que haya sido todo tan calculado. Quizás ha sidoel azar ―trato de tranquilizarnos a ambos, o quizás sólo a mí,porque él parece muy sereno.

―Cómo Einstein dijo: «El azar no existe, Dios no juega alos dados». Detrás de todo esto se esconde algo mayor…Intencionado.

150

Page 151: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

No sé qué contestar o con qué rebatir lo que acaba dedecirme, quizás todo esto haya sido planeado desde meses antespor Angelo con mucho cuidado y con tal maestría que todoaquel que pudiese darse cuenta, diría que se trata de un casoformulado por un genio, pero claro, estamos ante una menteprodigiosa y perversa que no se detiene ante nada y muchomenos, ante lo que él considera de su incumbencia y que puedecontraerle muchos beneficios.

Durante esta pequeña conversación, no me he percatado enque mi hermano se encuentra detrás de nosotros y que ha estadooyéndolo todo, así que decido ver cuál es su reacción ante taldeducción. Al darme la vuelta compruebo que no está connosotros. No ha hablado durante un buen rato y esto deberíahabernos alertado, pero al estar Grey con nosotros, no se hamostrado en toda la noche muy propenso a hablar, cosa quehemos pasado por alto y hemos dado que ha estado todo esterato con nosotros. Empiezo a asustarme y miro hacia todos loslados, enfocando la linterna en cualquier claro posible paraaveriguar que ha ocurrido con mi hermano, pero no encuentroningún rastro de él.

―Grey… mi hermano no está ―anuncio con unapreocupación que va en aumento al no saber desde cuándo no seencuentra con nosotros.

Grey no hace mucho caso, pero levanta su vista y alcomprobar como yo, con algo menos de preocupación, que noestá presente, se levanta algo alarmado y me mira comoesperando una respuesta esclarecedora por mi parte. Yo encojomis hombros en señal de absoluta ignorancia debido a que sé lomismo que él de Argus.

151

Page 152: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¡Polibio! ―dice y sus ojos se inundan de la mayorfelicidad. Lo miro sin entender nada―. ¡El cifrado de Polibio!

―¿Mi hermano está perdido y tú sigues con ese malditorompecabezas? ―Me asqueo levemente y empiezo a notarpunzadas que hacen que me invada una oleada de impotencia.

―No es un rompecabezas, es el cifrado de Polibio. ―Sinesperar a una pregunta por mi parte, comienza a explicarme enqué consiste―: Las letras se disponen en un cuadrado 5x5donde la I y la J van en el mismo lugar. Cuando tenemos todaslas letras, se reemplaza por su coordenada, (queafortunadamente coinciden con la del bosque que si loobservamos desde arriba tiene una forma algo rectangular),escribiendo en primer lugar la fila y luego la columna.

Empiezo a mirarle sin entender nada.

―Por ejemplo ―continua―: el primer número (44),corresponde en el cifrado de Polibio con la letra T, el número 15,que es el siguiente que encontramos, coincide con la E, siseguimos descifrando por ese camino, obtenemos el mensaje:«Te llevaré conmigo». ―Hace una pausa en la que empieza acelebrarlo para sí mismo y comienza de nuevo a hablar―:¡Sigue sin resistírseme nada!

―¡Ese mensaje no nos lleva a nada! ―Mi cabreo empieza aobservase en mi voz, que va subiendo cada vez más y más detono―. ¡Vamos a buscar a mi hermano!

152

Page 153: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Yo creo que sí, esto es una advertencia. Quiere llevarteconsigo. ¿No te das cuenta de que cada vez está…?

No puede terminar la frase. Una ráfaga de viento de repentecomienza a batir todos los árboles que hay a nuestro alrededor yunos ruidos extraños comienzan a darse sólo en la zona dondenosotros nos encontramos. Pasos incesantes, como si se tratasende muchas personas juntas, empiezan a sonar y a hacerse notarque vienen hacia nosotros, aunque no parece haber rastro de esaspersonas. El miedo se apodera del que ―hasta ahora― ha sidoun bosque tranquilo y comienza a tener una pinta aterradora quehace que todo esto parezca ser obrado por la mano de algúnpersonaje terrorífico de una película de miedo.

Nos disponemos el uno al lado del otro, y comenzamos amanejar nuestras linternas hacia todos los lados posibles paracomprobar que nos encontramos una vez más solos, sin nadie anuestro alrededor. Los ruidos empiezan a hacerse más incesantesy mi linterna deja de iluminar, como si se hubiese puesto deacuerdo con todos los sucesos de esta noche. Trato de sacar laspilas y cambiarlas de lugar, pero compruebo con malestar que sehan agotado por completo. Mi desesperación es tal, que empiezoa angustiarme y recuerdo ―una vez más― que mi hermano seencuentra solo y perdido en este inmenso bosque.

―¡No te muevas de aquí! ―me grita Grey, ya que el ruidoes tal que aunque estemos uno al lado del otro, no podemosoírnos bien―. ¡Parece que todo esto proviene de aquel lugar!―Me señala con la mano un lugar oscuro que está enfrente denosotros y sin una contestación mía, comienza a andar conmucho cuidado hacia aquel lugar. Su pelo, que siempre llevaalgo despeinado, empieza a moverse con ímpetu debido al

153

Page 154: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

tiempo y tapa sus ojos de todo el forraje que se está moviendodebido al viento devastador. Trato de seguirle, pero cuandoestoy casi a su lado, me empuja hacia atrás con sus brazos enseñal de negación y me da su linterna.

―¡Tú la necesitas más que yo! ―grita de nuevo―. ¡No temuevas, Allison!

―¡No me voy a quedar aquí! ¡Grey! ¡Grey!

No me hace ningún caso. Ya ha decidido por los dos y esalgo que no me gusta. Ahora no podemos separarnos, nosabemos qué hay detrás de todo esto y puede ser peligroso.Deberíamos permanecer unidos para una mayor seguridad, perosu cabezonería le hace ir en busca del peligro.

Mis ojos aterrados y sin llegar a esperárselo, observan cómouna silueta se mueve hacia Grey desde el otro lado. No sé sillega a ser una ilusión mía o tal vez es real, pero a través de todolo que está ocurriendo, a través de esta lejanía, veo claramenteesos ojos verdes que iban tras la máscara de aquella persona queme atacó unos días atrás. Empiezo a sentir que el miedo megobierna y no puedo controlarme, tal que voy corriendo haciaGrey, que ya parece haberse perdido ante los árboles. Veo comola silueta cada vez más cerca y compruebo que no me heequivocado, esos ojos verdes y esa máscara totalmente blanca…¡Es la misma persona que me atacó a mí! Voy a empezar a gritarpara alertar a Grey, pero siento que algo me coge por atrás y mearrastra, tapándome la boca. Su olor es familiar para mí y a lavez me repugna; si no es él… ¿quién es la persona que porta lamáscara?

154

Page 155: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Cuando estamos lo suficientemente alejados de todo elruido, comienza a soltarme y sin yo esperarlo siquiera, me giracon brusquedad. Compruebo que no me he equivocado paranada. Antes creía que el enmascarado y Angelo podrían ser lamisma persona, pero ahora que lo tengo delante de mí observocómo mis ideas se caen por su propio pie.

Está mirándome como si todo para él, todo esto, fuese sóloun espectáculo que sólo le ha costado recrear por unos cientosde billetes. No debí de haberlo sugestionado cuando me dijo quetenía más gente a su alrededor que les servían como ayudantes,ahora compruebo cómo tiene razón.

―¿Por qué no lo has matado todavía? ―Empieza a poner untono de desesperación fingida y cambia su voz un poco―. ¿Nome digas que ahora te entran los remordimientos? ¡Oh, muytarde! ¡MUY TARDE!

―¡Lo conocías ya! ¿Por qué estás haciendo todo esto?¡Podrías haberlo matado hace mucho tiempo en vez de mandarletantas cartas engrandeciéndote!

―Mátalo o ya sabes… ―Su sonrisa empieza a iluminartodo su rostro―: ¡Bang!

―¿Y por qué no lo haces tú ahora? ¡Tienes la ocasiónperfecta!

―Mi paciencia contigo no es infinita, querida. O lo matas ome encargaré yo personalmente de acabar con la vida de…

155

Page 156: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¡Vale, está bien! ―intento calmarme a mí misma―. Eresun ser despreciable…

―Lo sé, pero te encanto ―dice sonriendo maliciosamente ycon mucho desprecio―. Es algo que no puedes omitir, querida.No tengo demasiado tiempo, ya te lo dije. Nos vemos muypronto.

Mi sangre hierve demasiado ante esas palabras cariñosas.Intento ir a por él, pero cuando lo hago, se escapa velozmente.Desde su mano cae algo que hace que todo se inunde de unvapor algo pesado para la atmósfera y que no deja ver nada.Siento cómo antes de irse se acerca hasta mi oído y me dirigeunas últimas palabras en la noche de hoy como despedida nodefinitiva:

―No será la última vez que nos veamos.

Nada, no puedo hacer nada más. Ese gas se mete entre misojos de una forma dolorosa, haciendo que vea menos de lo queya no podía casi ni observar y hacen que note que mis ojosempiezan a ponerse rojos y me comienzan a escocerdolorosamente. Trato de caminar, sin resultado alguno, ya queno sé a dónde ir. Me choco con casi todos los árboles que hay depor medio y trato de llamar a Grey, aunque sin resultadofavorable alguno.

―¡Grey! ¡Grey! ―grito desesperada. Ahora bajo la voz ydigo para mí misma―: Es inútil… ¡Maldita sea!

156

Page 157: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Golpeo lo que parece ser un árbol que hay a mi lado ycomienza a dolerme la mano fuertemente. No sabía que lostroncos fuesen tan duros o que yo quizás tuviese tan poca fuerza.

Desesperada y sin saber a dónde ir, me deslizo poco a pocohacia abajo contra el tronco de forma lenta. Una vez sentada enel suelo, me quedo ahí esperando que el viento se lleve todo elgas aunque tarde unas horas.

Recuerdo que tengo la linterna de Grey, me la ha dado antesde irse a descubrir qué es lo que ha incitado todo esto. Laenciendo y la pongo hacia mi izquierda, encendiéndola yapagándola como si de señales morse se tratasen, intentando quepor lo menos así, alguien viese las luces y se acercase para verqué las provoca.

157

Page 158: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

No funciona. Supongo que con esta niebla no se ve nada,pero al menos lo he intentado. Me pregunto qué es lo que andaráhaciendo Grey, espero que nada malo le haya ocurrido… Pero,¿qué digo? Mi cabeza últimamente me descoloca por completo,hace que confunda lo que son mis prioridades con lo que…¿siento? No, me estoy malentendiendo a mí misma.

Tal vez, todo esto no haya sido cosa del azar y tal vez Greytenga razón: «Detrás de todo esto se esconde algo mayor…Intencionado», recuerdo perfectamente sus palabras que se hanquedado grabadas en mi mente como si de fuego se tratase. SiAngelo conoce de antes a Grey y ha estado interesado en todoslos casos que ha resuelto… ¿cabe la posibilidad de que todo estohaya sido preparado por él? Suena demasiado retorcido hastapara él, pero si algo he aprendido desde que estoy aquí, es quehasta lo más mínimo puede contener algo de mayorincumbencia. Lo que me descoloca por completo, es que no seconocen en persona, algo que no comprendo. Entiendo el interéspor Angelo con algunas personas, pero normalmente esto hasido después de ver su potencial con alguna prueba o trasconocerlos y analizarlos con esa mente tan retorcida que tiene.

Si lo pienso bien, ambos son muy parecidos: fríos sinmostrar ningún sentimiento hacia toda persona que se les precie,calculadores, ccon una mente tan brillante que podrían conseguirtodo lo que se les propusiese, y misteriosos… Ambos lo son.Recuerdo que Angelo llevaba todos sus planes con mucha

158

Page 159: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

delicadeza y sumo cuidado para que ni yo ni nadie ajenoconsiguiese enterarse de lo que se tramaba; y Grey… Puedohacer una descripción completa de él, pero siempre hace algoque rompe todos los esquemas, y además, no sé nada sobre supasado o si tiene familia.

Dos hombres, totalmente idénticos pero con una diferencia:uno trabaja por amor al mal, a aspirar a ser el rey de todoaquello que pueda poseer, y el otro lo hace todo por amor propioy aunque nunca lo diga, por ayudar a la gente aunque tan sólosea un poco. ¡Qué paradoja tan interesante! Pero he de admitirque ambos se resumen en lo mismo: su alto ego.

―Vale, es grandioso el caso que me haces. ―Una voz queconozco demasiado bien y con un toque de enfado se dirigehacia mí.

No me atrevo a mirarlo, si hay algo a lo que no estoyacostumbrada es a aquellas personas que han conseguidosobrepasar mi mal genio sin miedo alguno y han conseguidodesautorizarme, y una de esas personas es sin duda Grey, al quele tengo cierto respeto ante su paciencia con una persona comoyo.

Cierro un momento los ojos, me tranquilizo y vuelvo aabrirlos, esta vez mirándolo a él directamente y llevándome unasorpresa algo indescriptible a través de las palabras que yopueda dar. Mi mirada no puede pararse a mirarlo a éldirectamente, sólo puedo ver con asombro cómo a su lado, en elsuelo, está atada la persona enmascarada que me atacó haceunos días. No sé cómo ha conseguido llegar hasta tal punto, peromi boca se abre de tal forma, por la sorpresa, que me duele.

159

Page 160: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

¿Cómo diantres ha conseguido apresarlo? Vuelvo mi vista haciaGrey y me quedo atónita: está muy tranquilo y muy serio, comosi todo esto se tratase de apresar a una caza, como si él fuese elcazador.

―Me da miedo preguntar.

―Ha sido divertido atraparlo. ―Lo mira con algo demaldad en sus ojos y una ancha sonrisa que aparece en su rostroy denota que se ha salido de nuevo con la suya. Tira de la cuerday la persona enmascarada se retuerce de dolor―. ¡Levanta! ―ledice al enmascarado sin piedad―. Nos vamos, Allison.

―¡Espera, espera, espera! ¿Te lo vas a llevar a casa? ―Mivoz no cabe en sí de asombro.

―No esperarás que lo suelte así como así. Además, voy adivertirme un poco.

―No sé por qué me sorprendo a estas alturas… ―digo envoz baja, pero Grey me escucha y se encoge de hombros comosi no entendiese.

―Por cierto, tu hermano está en la entrada del bosque. Nome preguntes cómo ha llegado hasta allí, ni yo lo sé. ―Me dicetodo esto sin ni siquiera mirarme, atento sólo a los pasos de su«presa».

Aliviada, recuerdo que antes de que todo esto ocurriesehemos estado buscando a Argus que ha desaparecido sin dejarrastro alguno. Me levanto de mi sitio junto al árbol y medispongo a su derecha, ya que en su izquierda está el

160

Page 161: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

enmascarado y no me apetece ver cómo lo trata Grey. Voyalumbrando con la linterna el camino y éste se hace largo, a laespera de poder reencontrarme con mi hermano mayor.

Una vez que transcurre un tiempo determinado, noto comovamos llegando a la entrada, cosa que hace que me anime unpoco, ya que veo una silueta conocida para mí. Cuando estamosa diez pasos de distancia, corro hacia Argus y voy a abrazarlosin que este me vea venir. Su sorpresa se hace notar, pero mesonríe algo aliviado también, aunque todo desaparece cuando vevenir a Grey detrás nuestro con esa pequeña sorpresa.

―¿Dónde has estado? Te perdimos de vista y fuimos abuscarte ―informo sin separarme todavía de Argus.

―Ibais tan ligeros que me distraje, así que decidí volver a lasalida ya que me había memorizado el camino y no estaba lejosde dónde nos encontrábamos ―explica en un tono dulce paratranquilizarme―. ¿Qué llevas ahí?

―No es de tu incumbencia ―responde Grey tajante.

―El hombre que me atacó ―le digo al oído a Argus, peroGrey me oye y empieza a mosquearse.

―¡Perfecto! Se acabó mi diversión. Gracias, Allison ―meagradece irónicamente.

―¡Grey, no le hables así a mi hermana! ―Argus empieza aponerse rojo.

161

Page 162: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Me he hartado, a partir de ahora decido pasar de estos dossiempre que se comporten del mismo modo. Me suelto de mihermano y camino en dirección a Silvery River, para que veanque no me importa lo que hacen. Parece que funciona y, sindirigirse el uno al otro la palabra, me siguen algo hastíos yhoscos.

Con suerte, a estas horas de la madrugada, no hay gente ypuedo respirar con alivio. Sería muy raro que alguien nos vieseahora mismo con una persona atada de los pies a la cabeza yllevada sin respeto alguno. Tampoco es que me importe muchola opinión de la gente, pero a estas alturas supongo que meconviene no llamar mucho la atención si voy a asesinar aalguien. Sí, lo sé, suena muy mal y todavía no estoy segura dequé voy a hacer.

Llego extasiada a la casa y compruebo cómo Grey no se hatomado muy bien lo de que mi hermano nos acompañe y sequede un rato, ya que según ha dicho él en el camino: «Quieroverle la cara a la persona que atacó a mi hermana y ver qué vas ahacer con él», así que no le queda más remedio a Grey yentramos con Argus en la casa.

Una vez aquí, y una vez más resalto la hora que es ya quecasi nos dará la mañana si continuamos despiertos un poco más,Grey deposita al enmascarado sin cuidado alguno sobre el suelo,gira una silla que hay en el salón y se sienta en ella con airemisterioso, ese que tanto le caracteriza y que de vez en cuandole hace ―y odio tener que admitirlo― demasiado atractivo,aunque ya sé que lo es, pues tiene a la mitad de las chicas locaspor sus huesos, pero recalco que a mí no, al menos por ahora, yespero que siga siendo así.

162

Page 163: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Bien, comprobemos quién se esconde tras esta máscara―comienza con un tono algo ansioso y de júbilo que pocasveces se lo he oído, debido a que todo lo que no sean casos, leaburre demasiado como para prestarle su atención.

Argus y yo estamos detrás de él, ansiosos tanto o más comoél por averiguar quién es esa persona. Le quita la máscara rápiday velozmente. Lo primero que puedo observar son sus ojosverdes que ya conozco de antes, algo más que los de Angelo yque están algo agotados por todo lo ocurrido en estas últimashoras. Es un hombre sin ningún tipo de atractivo, castaño y conuna perilla bien recortada. No es más alto que Argus, pero senota que tiene mucha fuerza, aunque no sé cómo Grey ha podidocon él. Su mirada, algo que me ha extrañado mucho, es temerosaen estos momentos, tal vez por el miedo de que le hagamos algo.

―¿Cuál es tu nombre y quién te envía? ―pregunta Grey sinperder un ápice de su tono mordaz y amenazante.

El hombre se queda callado.

―¡Dímelo! ―Se levanta de la silla y pega una patada quecasi le da.

―¡Me llamo Damon y me envía Angelo! ¡Por favor, no mehagas más daño! ―suplica con un hilo de voz y cerrando losojos, encogiendo su cuerpo entero.

―¿Cuál es tu cometido? ¿Por qué estabas esta noche en elbosque? ―habla con más fuerza aún Grey, para causar másmiedo.

163

Page 164: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¡No lo sé! ¡Veníamos por la carta que recibió la chica!¡Era su plan! ―grita Damon con desesperación.

―¿Quién escribe esas cartas? ―Grey empieza a ponersecada vez más misterioso (si es que es posible) y cada vez da másmiedo.

―Angelo no, te lo aseguro ―alega temeroso Damon.

―¡Dímelo! ―grita por primera vez Grey.

―¡No lo sé! Te lo juro… ―Empieza a llorar―. Te lo juro…Pero sí sé, que todos esas cartas, todos esos misterios… Nosirven para nada, os están despistando.

Ninguno de los presentes en la sala dice nada, toda lahabitación se ha quedado muda ante tal revelación. Hemosestado más de una semana siguiendo la pista de algo que resultafalso, según esta persona. Pero no tiene sentido, ya que segúntodas estas cartas, la solución nos conduciría a encontrarnos conesa persona, que supuestamente hemos creído era Angelo. ¿Quéestá ocurriendo aquí?

También es extraño que no sea Angelo, pero ahora querecuerdo, nunca dijo que fuese él el que las escribiese; cuandonos encontramos la primera vez, él sólo me dijo que seguiríanenviándolas. ¿Acaso está asociado con alguien más? No, meparece muy extraño que lleve sus planes junto a otra persona, noes típico de él y nunca le ha gustado compartir el poder.

164

Page 165: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Mi mente regresa veloz a la habitación, que sigue callada ycon un aire frío que hace que sintamos la incomodidad ante talhallazgo, y los ojos verdes de Damon mirándonos con algo másde seguridad ante tal salida, que nos ha hecho quedarnos sinargumentos.

Grey se recompone, pero se nota que está algo nervioso.Alguien por fin ha conseguido desbaratarle todo lo que tenía ensu interior y ha sido más inteligente que él, tanto que ha ido agran distancia suya. Noto cómo sus ojos azules agua marinaestán muy apagados, cosa que desde que estoy aquí nunca habíacomprobado, ya que siempre miran penetrantes y con ese brilloespecial que le caracterizan.

―¿A qué te refieres con eso? ―pregunta y aprietafuertemente sus puños, pegados contra su camisa, intentandoque no se le vea su ansiedad ante tal tema y tratando deesconderla.

―Sólo eran pequeños problemas que te han propuesto paradespistarte, para que dejases salir tu ego y te despistases―Damon habla ahora más decidido―. Eso nos daba mástiempo.

Grey, que está ahora algo más controlado, despega sus puñosy sin importar lo que tiene por delante, coge a Damon del cuelloy lo sube hasta su altura, mirándolo con cierto odio. Nunca lo hevisto así y me descubro algo temerosa y nerviosa por lo quepueda ocurrir. Empieza a sacudirlo y a tratarlo con másdescuido, tanto que Argus, que hasta ahora ha estado detrás demí, sin decir palabra y mirando perplejo todo lo que ha ocurrido,da unos pasos y va hacia ellos. Antes de que haga algo, le paro y

165

Page 166: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

cuando me mira, le hago un gesto negativo con la cabeza paraque se detenga y deje a Grey en paz. Grey se cansa de tener aDamon así, sólo amenazándolo con la mirada, así que lo tira alsuelo de nuevo, donde cae con un estrépito golpe. Saca supistola, que lleva guardada, y apunta a Damon.

Ahora sí que no, si mata a Damon puede ser que Angelo selo tome como una ofensa personal, aunque es raro que él mismose preocupe por alguna persona que no sea él, pero no puedo darnada por seguro. Antes de que mi hermano pueda detenerme, mecoloco detrás de Grey y, pillándolo totalmente desprevenido, lequito la pistola con algo de miedo. Éste se da la vuelta y memira enfadado, muy furioso. Nunca antes lo había visto así, estápeor que cuando le dije todo aquello en la fiesta hace un par dedías. Posiciono la pistola a mi espalda y doy unos pasos haciaatrás. Él me sigue lentamente, con pasos seguros y muydecididos sin entender el porqué de mis actos.

―A partir de ahora me proclamo «Tus relaciones públicas»―le digo.

Me sigue mirando con ese rostro lleno de furia.

―Quiero evitar que mates a nadie o que cometas una locura.

―La pistola ―sólo dice eso, pero me da miedo el tono en elque lo dice. Su voz se ha tornado algo violenta y muyprofunda―. ¡La pistola!

―Allison, no le hagas caso ―pide mi hermano, acercándosea nosotros.

166

Page 167: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¡Quédate ahí, Argus! ―le digo temerosa―. Grey, si lomatas no tendremos nada con lo que descubrir a Angelo, ¿es esolo que quieres? Tiene información valiosa. ―Trato que entre enrazón, o por lo menos que sea la persona cuerda de todos estosdías.

Argus sigue dando pasos e ignora mi advertencia, a lo queyo me separo aún más. Me dirijo hacia el baño y, una vez aquí,levanto la tapadera del váter. Mirando a Grey, le hago unaadvertencia.

―¡No te atreverías!

―De pequeña tiraba todo lo que podía de Argus, te lo puedeafirmar él mismo ―advierto algo divertida, recordando todas lastrastadas que le hacía yo cuando éramos tan sólo unos niños.

Argus sólo afirma con la cabeza, sin dejar de acercarse anosotros. Cada paso que da Grey, voy bajando mi brazo más aúny está más cerca de que a su pistola se la lleve el agua. Cree queno va a caber por ahí, pero se equivoca. Viendo que no puedehacer nada, se va para atrás, pero sigo sin bajar la guardia. Depronto, cambia su paso y se dirige hacia mi hermano. Yo medespisto y eso es un error, porque rápidamente se apodera de esoy corre para quitarme la pistola con un rápido movimiento.

―¡Ja! El amor familiar y la necesidad de protección de lafamilia nunca fallan ―dice Grey, dándose la vueltarápidamente―. Di tus últimas palabras.

Damon ve aterrorizado sus últimos segundos de vida, cómotodo acaba para él ahora. Cierra los ojos para no ver nada y la

167

Page 168: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

bala sale disparada de la pistola de Grey que acaba impactandoen la cabeza de Damon tan rápidamente que crea un estallidoalgo molesto. Segundos más tarde, se oye un golpe seco quecorresponde a la cabeza de Damon que cae fuertemente sobre elsuelo. Su cuerpo inerte se queda frío y sin vida en el suelo, ynosotros, mi hermano y yo, respiramos algo aliviados de queesto haya acabado, aunque no del todo.

―¡Estás loco! ―grita Argus―. Si hubieses esperado, si lehubieses interrogado podrías haberle sacado algo.

―Damon no sabía nada más.

Lo miramos, suponiendo que nos va a soltar otra de susconocidas deducciones.

―¿No veis que todo esto estaba preparado? Lo del bosque,me refiero. Si Angelo veía que las cosas se torcían de algúnmodo, y ese ha sido que apresemos a esta persona ―explica,mirando levemente el cuerpo inerte―, ¿creéis que dejaría ir conél a alguien que supiese demasiado como para que le traicionasea cambio de salvar su vida? No, sólo les da a cada uno de sussúbditos una información concreta. ―Se calla rápidamente,viendo como empezamos a pensar ante todo lo que nos ha dicho.

Debe tener razón, Angelo no se expondría de ese modo, noes algo que le caracterice, ni tampoco cometería ese error deprincipiante. Puede que Grey hubiese sacado todo lo que hapodido de Damon, pero eso no podremos saberlo nosotros, puesestá muerto ahora. Aunque me cuesta, hecho un vistazo alcuerpo yo también y lo veo ahí; parece una persona que

168

Page 169: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

solamente está durmiendo. Aunque claro, el disparo que tiene enla cabeza no indica precisamente eso.

Suena un teléfono de repente. Ninguno de los tres lo espera,ya que es casi por la mañana y no sabemos quién puede ser.Argus saca su teléfono y me mira diciéndome que no es el suyo.Yo hago el mismo gesto y compruebo que el teléfono que medio Grey, tampoco es. Lo miramos los dos expectantes y no seda cuenta hasta pasado unos segundos.

―¡Ah! ¿Pero es el mío? ―Lo saca sin ninguna prisa,tranquilamente y con el rostro sereno―. ¿Angelo?

¿Angelo ha llamado a Grey? ¿Realmente lo ha hecho? Meacercó a él y le pido que lo ponga en manos libres para saber loque dice. Estoy nerviosa y noto cómo mis pulsacionesrápidamente ascienden. No sé si ya estará al tanto del asesinatoo si por el contrario llama para ponerme en evidencia ya quetodavía no he cumplido con lo que me ha dicho.

―¿Cómo lo has averiguado Jason? ―Se oye una voz lejanaa través del teléfono―. Estaba en número oculto.

―¿Qué quieres? ―responde este sin tan siquiera replicarleque no le gusta que le llamen así.

―Bueno, conociéndote cómo lo hago, supongo que ya tehabrás cargado a uno de mis chicos, a Damon.

―Sí. También nos ha dicho que todo lo que has estadohaciendo ha sido para despistarme.

169

Page 170: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Pero cómo no lo has podido ver? Te creía másinteligente. ―Hace uno de sus típicos cambios de vozponiéndola más cómica―: ¡Me defraudas!

―¿Qué quieres?

―¡Oh, vamos! ¡No seas tan ignorante! ―dice Angelo convoz teatral―. Lo sabes ya. A ella.

―Y su partida de llevada será el día 7 de agosto, ¿meequivoco?

―¡Por eso me encantas! ¡Sí, sí, sí! Al menos has dado conalgo.

―No me subestimes, los dos primeros números queaparecían en la primera carta, que corresponden al nitrógeno y aloxígeno nos indican la fecha: 7/8. El 7 es el día y el 8 el mes. Yopuedo ganar en tu juego y hacerte caer.

―Eso ya lo veremos.

Después de estas últimas palabras por su parte, Angelo cortala llamada sin decir nada más. Todo esto me ha dejado mástranquila e intranquila a la vez. El por qué simplemente es queno ha dicho nada sobre mí, sólo que quiere llevarme con él, peropor otra parte… no sé qué pretende conseguir con todo esto. Sime quiere llevar, no entiendo para qué matar a Grey. Tal vezdeba entregarme y así acabar con todo esto. Últimamente me harondado mucho esta idea, aunque no se la haya dicho a nadie,pero supongo que no puedo desaparecer así como así, no es

170

Page 171: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

justo para nadie. Decido no pensar en todo esto o me deprimiréaún más a mí misma.

―Creo que yo debería irme, estamos todos muy cansados ynecesitamos dormir ―anuncia Argus, intentando que las cosasvuelvan a la normalidad.

―¿Te vas solo? ―pregunto preocupada.

―No te preocupes ―me dedica una de sus sonrisas, quehacen que me tranquilice siempre―. Ya ha amanecido y quierollegar a la habitación donde me hospedo enseguida, estoycansado. Por cierto, ya que veo que tienes móvil ―Mira a Grey,dado que ha deducido que este me ha dado uno― llámame encuanto necesites lo que sea. Te quiero.

―Está bien, te llamaré. Ten cuidado de todos modos―respondo seca; nunca me ha gustado mucho mostrar missentimientos ni ser muy cariñosa con la gente.

Después de que Argus baje las escaleras y, oir como semarcha, me echo en el sofá rápidamente tras todo este cúmulode cosas. Mi cabeza da vueltas, supongo que es por el cansancioy todas las horas sin dormir, pero no me preocupa.

Grey, sin decir palabra, se sienta a mi lado en su sitio y mirala televisión apagada. Supongo que esta es una de esas típicasescenas cómicas donde parecemos más unos personajespintorescos que unas personas normales.

No puedo evitarlo tan siquiera, el cansancio es tal que echomi cabeza apoyándome en el hombro de Grey y cierro mis ojos.

171

Page 172: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

No hace nada para evitar este contacto conmigo, sigue tantranquilo sin apartar la vista del televisor.

―Vendrá a por ti. ¿No crees que es hora de contarle todo esoa Argus? ―me pregunta con una voz suave, refiriéndose a lo deAngelo y la tarjeta.

―No, no quiero preocuparle ―respondo casi en unsusurro―. Por cierto, ¿qué vas a hacer con el cadáver?

―Desaparecerá, ya me las apañaré.

Esbozo una sonrisa ante tal comentario que ha dicho con talsarcasmo. Nota mi sonrisa y enseguida empezamos a reírnos losdos.

―No somos normales ―le digo―. Míranos: un hombre fríoy calculador que no mantiene contacto con el mundo exterior yuna chica que estuvo saliendo con un manipulador que se quierehacer con el control del país. ¿Qué pensaría la gente si supiesetodo esto?

Contesta con un leve gruñido. Supongo que su contestaciónadecuada es que le da igual lo que los demás piensen. No sécómo puede ser tan despreocupado y pasar tanto de la opiniónde los demás. Abro un poco mis ojos y veo su mano cerca de lamía, descansando tranquila. Levanto mi mano un poco yempiezo con un dedo a recorrer la palma de su manotranquilamente y esperando que no me diga nada. Con un pocode suerte, está demasiado cansado por todo lo ocurrido.

172

Page 173: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Angelo no te llevará. ―Noto su mirada ahora sobre mí,pero yo sigo ensimismada en su mano.

―Lo sé, gracias.

―Gra…

―¿Qué? ―Lo miro ahora extrañada, comprobando cómosus ojos tienen unas ojeras muy notorias y dentro de ellos estánrojos del cansancio.

―Gracias ―oigo que dice, con un susurro apenas de voz,casi imperceptible.

―¿Por qué?

―Por todo, supongo.

Nunca le había oído ser tan amable, y mucho menos dar lasgracias. Este hombre, con tal ego, nunca se ha inclinado paradisculparse hacia nadie y me asombra que sea a mí. Le sonríocomo señal de que todo va bien.

Sigo dando vueltas con mi dedo sobre la palma de su mano,haciendo pequeñas caricias que hacen que nos acerquemos unpoco más. Voy a mirarlo de nuevo y observo que se ha dormido.La misma imagen que se me vino hace poco cuando se enfadócomo un niño pequeño vuelve ahora. Parece una persona normalasí dormido. Lo es, pero normalmente no lo demuestra. Suele ircon esa imagen suya de que nada le importa y que puederesguardarse de todos los sentimientos, pero sé ―viéndolo así―

173

Page 174: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

que este hombre de hielo tiene que tener sus sentimientosescondidos en algún lado y que algún día los sacará.

Observo su rostro. Su pelo despeinado moreno y su pielsuave y tan clara que parece estar enfermo, o al menos esa es lasensación que da a primera vista. Recuerdo la primera vez quelo vi, con ese aire suyo de superioridad y la primera noche,cuando lo consideré un tipo raro y le pegué la patada en suspartes ya que él estaba apuntándome con una pistola. Ahora noes que sea la persona más alegre del mundo, pero me equivoquéal juzgarle tan rápidamente.

Dejo por un momento mi mano quieta y me separo algo deél. Lo observo por completo de nuevo una vez más y sonrío,aunque no sé por qué. Me acerco levemente hacia él y oigo surespiración lenta y acompasada que me tranquiliza, siempretiene ese efecto él sobre mí: me siento segura a su lado. Meacerco otro poco más y siento el tacto de su piel sobre mis labiosalgo fría, le doy un pequeño e insignificante beso en la mejilla yme aparto enseguida, con mucho cuidado.

―Lo siento, por traicionarte.

Me echo en el cabezal del sofá, y de lado, me quedomirándolo dormir hasta que el sueño se apodera de mí y misojos se van cerrando poco a poco, agotados y extasiados.

174

Page 175: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

No sé durante cuánto tiempo he estado dormida. Es tal elcansancio del que se ha apoderado mi cuerpo que me hacía faltadormir largo y tendido hasta sentirme completamentedescansada.

El timbre de la casa a lo lejos me despierta de mi sueño. Notengo las fuerzas suficientes para levantarme y opto por seguircon los ojos cerrados, tratando de recuperarme algo más tras estanoche tan larga que hemos vivido. Tiendo mis manos haciadelante y noto como no hay nada. Abro mis ojos rápidamente,como si algo me hubiese dado una descarga eléctrica ycompruebo que Grey no se encuentra aquí. Supongo que sehabrá despertado hará un buen rato.

Siento el timbre de nuevo. No tengo las fuerzas necesariaspara levantarme. Además, estoy tan bien aquí que me da pereza.

Siento a Grey salir de la habitación y, antes de abrir la puertao tan siquiera dirigirse a ella, me mira y siento un suspiro por suparte.

―Luego no querrás que me meta contigo ―dice en tonodivertido al verme en esta extraña situación.

―Yo no soy como tú. ―Trato de elevar mi voz, pero elcansancio me puede―. Necesito dormir para ser una personanormal.

175

Page 176: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Yo soy una persona normal ―me recrimina sin entendernada.

―¡Sí, claro! ―Trato de contener la risa, aun con los ojoscerrados. Vuelve a sonar el timbre―. La puerta.

No sabe qué decir a esto, pero no hace falta que contestenada más. Es un hombre de pocas palabras, a excepción decuando hace sus deducciones, donde se explaya tanto que esextraño que sea él mismo el que habla.

Siento que pulsan el timbre con más fuerza aún y muchasveces seguidas. Grey baja y abre la puerta. Siento sollozos de loque es… una mujer, creo. Se oye la voz grave de Grey, hablandocon tranquilidad, y unos gritos de una voz que me suena de algo.Abro mis ojos, algo intrigada, y agudizo aún más el oído. Pormás que quiera, no consigo entender qué ocurre ahí abajo. Mesiento en la necesidad de incorporarme y mirar a través del sofápara ver quién es la persona que sube junto a Grey, pero antes dehacerlo me acuerdo del «amigo» que tenemos tirado en el suelode esta habitación. Asustada, me levanto de una vez del sofá ymiro con cierta tranquilidad cómo el cuerpo de Damon no seencuentra donde antes ha caído hará unas horas. Supongo queGrey se ha encargado de que desaparezca sin levantar sospechaalguna. Creo que es mejor que no le pregunte por el paradero delcuerpo, no me apetece saber qué ha acabado haciendo con él.

Una vez ya comprobado que el cuerpo está fuera de peligroante la visita, me dirijo hacia las escaleras, y ante mi asombrocompruebo que se trata de Agatha, la pelirroja escultural y concuerpo de modelo que más que una persona parece una diosa del

176

Page 177: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

antiguo Olimpo hecha a unas medidas exactas para hacer creer achicas como yo que somos prácticamente inferiores a ella. Peroesta vez su rostro no es tan precioso y puro como las otras, estáalgo cansado y tiene muchas ojeras. Las lágrimas corren por subello rostro como si tuviesen miedo de ser encontradas y llevaun vestido algo andrajoso y lleno de polvo por la parte de abajoy atrás. No parece ella misma, parece como si algo terrible lehubiese ocurrido.

Grey la hace pasar y yo me levanto del sofá, dejándole todoel espacio que quiera a ella para que se acomode y puedatranquilizarse, ya que es incapaz de articular palabra. Mepregunto qué le habrá pasado a esta chica para que venga conestas pintas y tan nerviosa.

Una vez que se sienta, mira extasiada hacia todos los ladoscon los ojos algo más agrandados que de costumbre, ante elmiedo y con las manos temblándole debido a un nerviosismoalgo más que obvio y notorio.

Me levanto y me dirijo hacia la cocina, dejándolos a ellosdos ahí sin dirigirse la palabra con un silencio algo extraño.Busco y encuentro con suerte los ingredientes para preparar unatila, y en cinco minutos la tengo lista. La sirvo en un vaso queencuentro en uno de las estanterías que se encuentran en la partesuperior en una de las paredes y la llevo con cuidado a Agatha.Una vez que se la doy, me mira con agradecimiento y pena, y sela bebe tranquilamente.

Todavía no ha dicho ni una sola palabra, no ha articuladonada. Me siento en el regazo del sillón, detrás de Grey, ya queAgatha se ha acomodado en el sofá y Grey está en su sitio.

177

Page 178: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Qué le ha ocurrido? ¿Puede contárnoslo ahora que estámás tranquila? ―pregunta Grey, serio y esperando que Agathavaya a lo obvio directamente y no se demore.

―¡Oh, he pasado tanto miedo! ―Acaba la frase con muchotrabajo, con esa voz tan dulce y perfecta que tiene, saliendo máslágrimas de su rostro marcado por el dolor―. ¡No sabía a dóndeir!

―Vaya al grano ―dice tajante, delante de mí y con muypoca paciencia.

―¡Grey! Trátala con un poco más de respeto ―exijo paraque se corte un poco.

―¿Qué? ―pregunta, girándose hacia mí con cara de pocosamigos.

―Relaciones públicas, recuerda.

Se resigna a emitir tan sólo un gruñido y se gira de nuevohacia delante para mirarla a ella.

―Está bien, cuéntenoslo todo. Pero le aviso, tengo pocapaciencia y no estoy para soportar tonterías de nadie y menos deusted.

―Gracias, seré breve ―replica, con un hilo de voz algotímida. Le da un último sorbo a la tila y aclarándose la voz,comienza su relato―: Verán, esta mañana me dirigía a visitar aMartin para hacerle una vista ya que hacía tiempo que no lo veía

178

Page 179: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

y pues también somos grandes amigos. En el camino sentí variasveces como si alguien me estuviese siguiendo, cosa que mepareció extraña, pero a la que no le hice el más menor de loscasos hasta que en una de mis vistas hacia atrás comprobé cómouna silueta se escondía tras un coche al ver que yo me girabanerviosa. Esto me asustó un poco y empecé a aligerar. Cuandome quise dar cuenta, y en uno de mis vistas atrás, el hombre yaestaba detrás de mí a escasos pasos y me cogió, escondiéndomeen un callejón. Quería hacerme daño, pero con suerte logréescaparme a tiempo, aunque me caí y me hice daño comopueden comprobar por mi ropa algo andrajosa y mi aspectodesaliñado y muy demacrado.

―¿Y qué tiene eso de especial? Parece ser un caso deintento de violación ―dice aburrido Grey, echándose haciaatrás.

―Perdónale, es un poco borde con la gente ―le digo,dándole un codazo a este―. ¿Sabes cómo era el hombre ese?¿Podrías darnos una descripción?

―Por supuesto. Era de estatura media, con el pelo rubioengominado hacia atrás, sin ningún tipo de vello en la cara y losojos… creo que eran de un color claro…

―¿Verdes? ―pregunte intrigante y con ansias.

―¡Sí! Se comportaba de una manera extraña, su vozcambiaba de tono con las pocas palabras que me dijo. ¡Oh, hepasado tanto miedo!

179

Page 180: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Un acto reflejo sale de mí sin que yo lo quiera y aprieto elbrazo de Grey con fuerza con algo de miedo en ese apretón. ¡EsAngelo! No cabe duda de que es él, esa descripción y su formade hablar, es él. Me pregunto por qué habrá intentado algo conAgatha, aunque supongo que la ha visto tan elegante y esbeltaque no ha podido resistirse.

Una oleada de ira me invade, ya que cada vez estáimplicando a más gente y no me gusta que se tornen de estaforma las cosas. Pero compruebo cómo desaparece poco a pocodebido a que mi gesto ha sido respondido con una simple miradaque me ha lanzado Grey que me dice perfectamente que no mepreocupe, que no me pasará nada. Le contesto con otra miradade preocupación y nos centramos en lo que se nos viene ahora.

―No creo que ese hombre se sobrepase más con usted―llega a la conclusión Grey, tras unos minutos de demora.

―Hay más… ―Sus ojos se envuelven con un líquidotransparente. Está a punto de llorar de nuevo―. Me dijo que sile decía algo a usted sobre esto, me mataría. Siento haber venidoasí, pero me asusté tanto que no sabía qué hacer y no sabía adónde ir.

―No le va a matar. Sé de quién estamos hablando, conozcoa esa persona, pero no personalmente ―es lo único a lo que sedigna a contestar este―. Pero creo que debería tener cuidado.

―¿Le importa que pase la tarde aquí, señor Grey?―pregunta Agatha con un tono dulce y algo más alegre ahora,algo que me mosquea―. Luego por la noche llamaré a un taxi.

180

Page 181: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Por mí está bien. Quédese, así no correrá más peligro porhoy.

¿Qué diantre está pasando aquí? Lo primero es que noentiendo por qué se tratan de una forma tan educada y civilizadaestos dos; sé que no se conocen, pero es raro por parte de Grey.Además, lo segundo y último es que no entiendo es cómo la dejaquedarse aquí, no le gusta estar rodeado de gente y tampoco lehace mucha gracia que se queden en su casa. Me ha costado amí en su día. Los miro, algo mosqueada ya que no me hacemucha gracia, pero supongo que si forma parte de algorelacionado con Angelo, tendré que aguantarme.

Me retiro con la taza de tila ya vacía hacia la cocina,dejándola en el fregadero para más tarde ―cuando se acumulenmás platos― poder así lavarla. Respiro para tranquilizarme yvuelvo con una falsa sonrisa. Desde el primer momento no esque me haya caído excesivamente bien esa tal Agatha con pintade poder conseguir todo lo que quiere tan sólo usando susencantos. Una vez en la sala, compruebo con desagrado cómoGrey se levanta desde su posición y se dirige a su cuarto paraestar solo durante el resto del día y que nadie le moleste,dejándome así con la dichosa pelirroja.

―¿Adónde vas? No la irás a dejar sola, ¿verdad? Es tucliente a partir de ahora ―le digo, intentando controlar mi tonode voz.

―Tú eres mi relaciones públicas, ¿me equivoco?

Me deja totalmente anonadada y con la palabra en la boca.Es verdad que le he dicho que soy su relaciones públicas, pero

181

Page 182: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

no me gusta que se haya tomado esto a su conveniencia y lo usepara así librarse de pasar la tarde con ella. ¡Que no hubieseaceptado que se quedase aquí con nosotros!

Voy hasta su habitación, que ha cerrado con un sonoroportazo y lo veo que está preparando algo con unos animalesmuertos. «Biólogo tenía que ser», pienso. Con la puerta cerraday los brazos cruzados, hago notar mi inconformismo ante talsituación.

Se sienta en su silla y comienza, con una pinza, a coger lascosas del interior de un animal, cosa muy desagradable para míy que me hace querer vomitar. Como la única forma de que parees que le quite todo con lo que está ensimismado, hago eso y lecojo la pinza, cosa que hace que me mire, aguantando sus ganasde querer matarme en este preciso momento.

―¡Tú has aceptado que se quede esta tarde y tú teencargarás de ella!

―¡Dame la pinza!

―Vete fuera y sigue con eso allí con ella ―le digo,poniendo mi autoridad por delante de su niñería.

Suspira, ya que sabe que no voy a ceder a su palabra. Selevanta y da unos pequeños pasos con esas largas piernas,colocándose en un instante delante de la puerta, cruzando susbrazos y dejándose caer en ella. Me sonríe, como si me quisiesedecir algo con esa sonrisa torcida suya que tiene y que lo hacetan asquerosamente atractivo, y empieza a silbar una melodíaalgo irritante que me hace querer salir. Trato de acercarme hacia

182

Page 183: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

la salida, pero no me deja. Suspiro exasperada y trato de que medeje salir, pero es imposible.

―No me apartaré de aquí hasta que no me la des.

―¿Por qué eres tan infantil? ¿Qué te cuesta salir allí y seguircon lo que estás haciendo? ―Suerte que hoy mi paciencia duraalgo más con este ser, por llamarlo de algún modo.

―Si no me la das, tú tampoco saldrás de aquí. ―Esboza aúnmás esa sonrisa perfecta suya y prosigue hablando―. Y supongoque no te hará gracia estar toda la tarde encerrada en la mismahabitación con un supuesto narcisista y egocéntrico, como tú mellamas.

―Llamaré a mi hermano entonces y le haré que venga aquí.

Esto parece que le ha molestado sumamente, cosa que me daventaja y se aparta de la puerta. Si hay algo que no soporta estener que estar en el mismo espacio ―aunque sea en otrahabitación― con Argus.

Cojo sus animales muertos con algo de asco y cuidado deque no caigan a mí y los llevo hasta la mesa delante de dondeAgatha se encuentra, que mira como yo con algo de asco losanimales y empieza a dar arcadas.

Grey sale malhumorado y se sienta en el sofá. Carraspeamirándome y yo divertida le doy la pinza para que prosiga ahí su«trabajo» o lo que quiera que sea. Por una vez controlo yo lasituación y admito que me ha gustado esto de llevar la palabrafinal, sobre todo con él.

183

Page 184: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¡Qué asco! ―grita Agatha, tapándose la nariz y haciendomás arcadas.

―Mujeres… ―dice él, sin mirarnos y ensimismado con sutarea.

Me siento en el sillón y pongo la tele para que la estancia deAgatha sea algo más amena y se sienta tranquila y no tanincómoda. Cambio de canal todo el rato hasta que encuentro unprograma de concursos que puede llegar a entretenerme aunquesea tan solo una media hora.

La tarde se nos va echando encima y todo ocurre sin ningúntipo de accidente. Grey sigue con sus bichos y Agatha pareceque se ha interesado algo y de vez en cuando le hace algunaspreguntas a lo que él responde con unos gruñidos o unos secossíes o noes, dependiendo de su pregunta.

En un momento determinado siento que debo ir al baño ydisculpándome, me ausento durante unos minutos para dar pasoa mis necesidades. No tardo nada, pero parece ser que Agatha yaempieza a comportarse más como me he esperado de ella desdeque la conozco: una buscona.

Al volver me la encuentro muy junta a Grey y empieza ajugar con su pelo a lo que este responde alejándose un poco deella. Me siento como si no hubiese visto nada y sigo mirando eltelevisor, pero mirándolos de poco en poco para ver qué hace acontinuación con él. Empieza a mirarle de forma rara, como si ledesease y comienza de nuevo a removerle el pelo hasta que llegaa su cuello con sus dedos y sigue masajeándolo. Grey se queda

184

Page 185: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

sin saber qué hacer y empieza a sentirse más incómodo. Memira a mí, echándome la culpa de todo. Yo simplemente no séqué hacer. Parece que Agatha se ha olvidado de mi presencia.

―¿Qué hace un chico tan apuesto e inteligente como tú enun sitio como este? ―Su voz se ha vuelto más seductora ysuave, mientras sigue recorriendo el cuello de Grey poco a pococon sus dedos.

―Para, por favor ―pide, tratando de ser amable con la pocasuavidad que le queda en su voz.

―¿Te molesta que sea cariñosa contigo?

Grey se levanta del sofá rápidamente y se excusa como yohe hecho antes, diciendo que tiene que ir al baño. Ella le siguesin tener en cuenta esto último y yo volteo mi cabeza siguiendotodo lo que pasa. Lo coge de la mano, esa con la piel tan clara yperfecta, y la aprieta con fuerza. Él intenta zafarse, pero le esimposible. Ella es más rápida que él y se inclina un poco,tratando de llegar a las comisuras de sus labios, pero Grey seecha hacia atrás algo molesto y más incómodo aún ante talsituación.

―Srta. Agatha, le dije antes que parase, no quiero tener queecharle ―advierte ahora, algo más molesto.

Ella no hace caso a sus advertencias y con una sonrisa en suslabios, se acerca más y pilla a Grey de improviso, haciendo quesus labios se junten ambos en un pequeño beso que hace que melevante del sillón con total rapidez y me quede aquí plantada sinsaber qué hacer, sólo cerrando los puños.

185

Page 186: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Grey, que al principio se ha querido zafar, ahora se une albeso, pero Agatha lo rechaza, dejándolo totalmente atónito trasunos segundos en los que se separa de él y veo como vuelve sufalsa sonrisa.

―Volveré mañana, mi querido detective. ―Se le escuchareír levemente con esa voz aterciopelada―. Espero que no lehaya molestado mi beso de despedida.

Le hace un guiño y sale a toda prisa de la casa. No digopalabra alguna, me he quedado muda ante tal escena que nopensaría que llegara a pasar nunca. Grey besando a una chica,después de todo lo que ha dicho sobre el amor.

Lo observo a él, aun con mis puños cerrados y veo cómo seha quedado helado sin saber qué hacer. Un escalofrío le recorretodo el cuerpo y vuelve en sí. Se ha quedado totalmente mudo ytraspuesto ante lo que ha ocurrido. No se lo ha esperado y ahorano parece ni ser él mismo. Está muy callado y se queda duranteun tiempo ahí de pie.

―¿Estás…, estás bien? ―pregunto ansiosa de saber qué leocurre.

―¿Por qué no iba a estarlo? No me pasa nada, sigo siendo elmismo, si lo dices por mi reacción, sólo que no me esperaba estebeso. ―Cierra nuestra conversación con esta frase. Sin recogersiquiera sus cosas de la mesa, se va directo a su habitación unavez más en el día de hoy y me deja sola con mis pensamientos.

186

Page 187: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Puede que no le pase nada y que sólo haya sido un beso,pero esa forma de actuar de Agatha lo ha trastocado y le hapillado de sorpresa, diga lo que diga y me molesta admitirlo,pero ha hecho que algo en él por un momento haya salido fuerade sí, aunque no sepa todavía el qué.

Noto que todavía estoy con los puños cerrados y los aflojoun poco hasta que vuelvo a la normalidad. Yo sí que no entiendomi reacción ante tal situación. Creo que como me cae malAgatha, no soporto que haga estas cosas con la gente que tenga ami alrededor, y en este caso ese ha sido Grey. Supongo que seráeso lo que me pasa.

De todas formas, me he quedado con una sensación algo raradentro de mí por lo que necesito volver a la realidad y me decidoir a ver a Martin, que siempre me aporta esa sensación de alegríay con el que seguro puedo hablar con él para distraerme un pocotras todo lo que ha ocurrido.

Miro la habitación de Grey. Será mejor que por hoy no lediga nada más, que se encierre en sí mismo, como siempre hacey que se evada de todo será bueno para él.

Camino unos pasos, y casi al bajar las escaleras, echo unúltimo vistazo y trato de tranquilizarme a mí misma. No sé quéme pasa a mí en estos momentos.

Una vez en la calle, agradezco que Martin viva al lado por loque así no tengo que quedarme más pensando y comiéndome lacabeza, algo que me salva de mis pensamientos atronadores.Llamo con cierto nerviosismo y oigo cómo una persona baja

187

Page 188: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

corriendo las escaleras. Abre la puerta, mirando antes quién es ycuando me ve, sonríe abiertamente.

―¡Allison! ―saluda con alegría―. Ya te creía borrada delmapa, me alegro de verte de nuevo.

Le devuelvo la sonrisa, ahora algo más tranquila, pero nodura nada. Mi cabeza gira inconscientemente hacia su ventana,la de Grey, y observo que está ahí arriba, mirando por ella. Nome mira a mí, pero al hacerlo yo a él, este me observa fijamentey no soporto más esos ojos azules intensos que se clavan en míaun a pesar de la distancia que nos separa, así que entro a la casade Martin y entablo conversación con él.

Parece que mi visita lo ha alegrado mucho y es algo que mellena de ilusión. Por primera vez veo su casa, decorada de unaforma modesta y agradable que hace que me encuentre al primermomento muy cómoda.

Me siento en su sofá y empezamos a hablar un poco de todo,sin llegar a entrar en detalles mayores. Siento cómo el tiempo sepasa rápidamente y a la vez no quiero que eso ocurra, no sé elextraño fin, pero no quiero que pase tan rápido. Me encuentrobien aquí.

―Bueno, siendo sinceros, ¿qué te trae por aquí? Pensé queestarías todos los días detrás de ese detective como si fueses unperrito faldero.

―¡Oye! ―Esas palabras por su parte me molestan―. ¿Nopuedo visitar a mi amigo Martin, al que tanto quiero?

188

Page 189: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Le hago sonrojar. No sé cómo ni por qué, pero siempre quehemos estado juntos, se pone nervioso, se sonroja oprincipalmente no sabe que decir y se bloquea, y es algo que nosé por qué le ocurre. ¿Será quizás cierto eso que dijo mihermano de que yo le gusto? No puede ser, no me conoce bien ysi lo hiciese, me odiaría por todo lo que he hecho. Lo dejo comoalgo imposible, eso de que yo le guste.

―Lo siento, yo me alegro de que estés aquí, en serio. Megusta que estés conmigo ―dice más como si se refiriese al temade Grey que estar con él en plan físicamente.

―¿Por qué a todos os cae tan mal? ―pregunto decidida ysin tratar de ocultar más mi interés por saber qué es lo queocurre con todos los hombres que conozco y están en contra deGrey.

―¿Y por qué a ti te cae tan bien? ―Noto que está algomolesto ante mis palabras.

―No lo sé, a veces me hace querer matarlo… ―Sonrío,recordando todas las groserías y comportamientos que ha tenidoconmigo―. Pero entonces recuerdo que no puedo vivir sin él.―No he pensado lo que he querido decir.

Martin malinterpreta mis palabras y cree que lo digo en otrosentido. Su cara se oscurece, quizás debido a la impotencia y dauna patada a la mesa. No entiendo el porqué de su enfado. Lomejor es aclararlo todo o voy a liarlo aún más si me quedocallada y dejo que piense lo que él crea y se monte en su propiacabeza.

189

Page 190: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¡No he querido decir eso en plan sentimental! Es que seestá comportando muy bien conmigo, me está protegiendo.

―¡¿Protegiendo de qué?!

Por primera vez en mi vida veo a Martin cabreado. Esapersona que desde que la conozco siempre ha tenido una sonrisapara mí, ahora sólo tiene malas caras y, por lo que ve, muchoque decir ante mis palabras. ¿Cómo he podido empeorar tanto lasituación? Debo quedarme callada en futuras ocasiones,definitivamente.

―No puedo contártelo…

―Yo también puedo protegerte, sólo tienes que contarme loqué te ocurre, te lo prometo.

De pronto recuerdo lo que Angelo me ha dicho ya un par deveces: si Grey no muere, Argus y él, que está delante de mí, loharán. No puedo permitir que eso ocurra. Le tengo un cariñoespecial a Martin y no puedo exponerle a ningún peligro, muchomenos contarle todo esto.

―Yo…

190

Page 191: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Y bien?

Su cara vuelve a mirarme con la misma dureza que lo hahecho estos últimos minutos. Quizás ya ha perdido toda laconfianza que ha tenido en mí desde que nos conocimos, tal vezse dé cuenta de que es un asunto demasiado escabroso yaltamente peligroso como para tener que participar en él.

No puedo aguantar su mirada, con esos ojos marrones queme miran incesantes tratando que confíe en él y le cuente todoesto que me estoy callando. No pienso que sea mala ideacontárselo, pero al hacerlo él contará con ventaja respecto a losotros dos y no pienso darle a uno más información que al restopara así poder salvarse, aunque contarle la verdad con una parteescondida puede que sirva.

―Necesito saber que puedo confiar en ti, necesitoconstatarlo y ver que puedo contártelo sin arrepentirme mástarde.

Suspira exasperado y se da la vuelta, sentándose en el sofá yllevándose las manos a la cabeza. Mira hacia el suelo y por unosminutos no dice palabra alguna, tan sólo se queda mirando alsuelo como si se le hubiese perdido algo ahí. Levanta la cabezay sus ojos de la tonalidad de un chocolate oscuro me miran.Observo cómo esboza ante mí una sonrisa, esa que tanto megusta de él, y que me dice que intentará que yo me gane su

191

Page 192: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

confianza cueste lo que cueste. Me alegro de la decisión que hatomado, quizás si paso más tiempo con él y trato de conocerlemás, pueda ayudarme a llevar a cabo un plan que está tomandoforma en mi cabeza desde que he venido a hablar con él.

―Te prometo que pasaré más tiempo contigo, pero he deirme ahora. Es de noche y tengo que volver. Nos vemos mañana.

―¡Espera! ―Su voz, algo nerviosa, me hace pararme y lomiro interrogante, tratando de averiguar qué es lo que quiereahora―. Gracias, por darme la oportunidad.

Le sonrío. Es una persona maravillosa por dentro, quizás sillego a confiar en él puede que me sirva para lo que tengoplaneado, pero es muy pronto todavía, aunque pensándolo bientan solo me quedan unos días, según la llamada de Angelo, y sies cierto que viene a por mí, he de darme prisa o no podré hacernada para impedir que se salga con la suya.

Una leve despedida en forma de otra sonrisa nos separa aMartin y a mí tras la puerta de su casa, tras una nueva promesade que haré el intento de confiar en él y de visitarlo mañana.Giro mi cuerpo hacia la casa de Grey y con paso lento y algointrigada, pues no sé muy bien cómo voy a encontrármelo, llegohasta donde se encuentra el timbre, ya que no llevo llave alguna,y llamo incesantemente porque sé que como no lo haga de estaforma, puedo tirarme toda la noche fuera porque no se molestaráen abrir la puerta, sea quien sea.

Tengo suerte y, tras casi fundir el timbre a base de misllamadas, oigo sus pisadas bajar sin prisa alguna por lasescaleras y abrir sin comprobar antes quién es la persona que

192

Page 193: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

está tras él. Sin tan siquiera mirarme, me hace pasar con ungesto y cierra la puerta. Sube sin decir palabra alguna y yo mequedo un poco traspuesta. ¿No seguirá raro todavía por lo delbeso? No creo que sea eso, supongo. Subo yo también y lobusco con la mirada. Ahí está, en la cocina, mirando en elfrigorífico, absorto en sus pensamientos como siempre que estásolo y no tiene otra cosa que hacer.

―¿Vas a cenar? ―pregunto, sin mucho interés, pasando mimano sobre el título de un libro que hay colocado en una mesitaen el salón.

―No tengo apetito. ―Deja de buscar en el frigorífico y memira a mí―. Pensé que quizás tú tendrías hambre.

―No, la verdad he comido algo ya en casa de Martin ―lemiento.

―Así que no me he equivocado. ―Sigue mirándome yempieza a poner una de sus caras de arrogancia cuando aciertaalgo o deduce que está en lo correcto.

Pasa por mi lado sin tan siquiera rozarme y se sienta en susitio como si fuese un niño pequeño, cruzando las piernas en elsillón. Se toca un mechón de su pelo despeinado y se echa haciaatrás con aire de victoria y mirándome de manera extraña. Noentiendo esta forma suya de actuar, no sé qué está pasando porsu cabeza para que ahora se comporte así y no lo soporto. Podríadejar su vanidad atrás por unos días.

―¿Qué? ―empiezo a mosquearme.

193

Page 194: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―No, nada, al final resultará verdad todo lo que dice tuhermano ―empieza a hacerse el interesante.

―¿Mi hermano? ―Sigo sin saber a qué se refiere.

―Te dejo que lo pienses por ti sola, así le das trabajo a tumente.

―¡Deja de meterte conmigo!

―Nunca.

Siempre que hablamos, o estoy de buenas con él, terminapor hacer una de las suyas y acabar por cabrearme. Está vistoque no puedo tratar de llevarme bien con él; bueno, yo nitampoco ninguna persona que esté medianamente cuerda en estemundo porque antes se pegaría un tiro. Aunque no sé cómo nolo hecho yo a estas alturas, quizás es que soy muy blanda y le hecogido algo de cariño. ¿Cariño? ¡No, no, no! A estas alturas nopuedo dejar llevarme por mis emociones, si no todo acabará porvolverse en mi contra y de una forma que no me gustará, conmuchas muertes…

Se levanta, haciéndose el arrogante y con aires desuperioridad, pasando otra vez por mi lado. Coge el libro queestá en la mesita, lo agarra con fuerza, y se dirige hacia sucuarto, cerrando la puerta con aire triunfante. Corro hacia esta ytoco con los nudillos para que salga. La abre tan sólo un poco,pero lo suficiente como para que asome su cabeza y pueda ver ala perfección sus ojos azules intensos. Me mira algo divertido yaguantándose las ganas de mofarse de nuevo de mí.

194

Page 195: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Ir con ese aire de misterio no te va a hacer más irresistible.―¿Por qué diantres estoy diciendo esto ahora?―. Deja dehacerte el interesante cuando sabes algo que los demás no.

―Yo no me hago el misterioso ni el interesante ―me diceconfuso y volviendo a poner ese aire de que sólo él entiende porqué es así.

―Sí que lo haces. Ahora mismo, por ejemplo.

―Si quiero ser irresistible, no tengo por qué hacer mucho.

―¿A qué te refieres?

―Tu reacción cuando me besó Agatha: no sabía que teentrarían tantos celos.

―¡¿Yo celosa?! ¡Oh, vamos, no todo gira en torno a ti! ¡Nome atraes para nada!

―Yo no he dicho eso, que conste que ha salido de ti.

Noto cómo me pongo cada vez más colorada y empiezo asentir sudores fríos por todo el cuerpo. Odio que me enredetanto para hacerme desvariar y decir lo primero que se me pasapor la cabeza. Noto cómo empieza a reírse de mí. Ha conseguidolo que ha querido desde un principio: ponerme en ridículo y queme sonroje tal que no pueda gesticular palabra alguna.

Sin decir nada más, cierra deprisa la puerta, no sin antesdedicarme un guiño con algo de picardía. Me quedo sin saber

195

Page 196: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

qué hacer. Gruño ante mi impotencia y el que me haya hechocaer con tan poca cosa.

―¡Estúpido! ―grito, aunque no lo suficiente como para queme oiga, pero algo me dice que sí lo ha hecho, ya que escuchouna risa ahogada desde dentro de la habitación.

Decido no estar más aquí he irme a mi habitación adescansar, pues el día anterior no dormí nada por lo del bosque ytodo lo relacionado con Damon y necesito tratar detranquilizarme.

Entro en mi habitación y veo su albornoz tal y como lo hedejado la última vez que lo he cogido. Siento una oleada de ira ydecido que quizás sea la hora de devolvérselo, no quiero quecrea aún más que siento algo por él, aunque así lo único queconsiga es que se forme ideas equivocadas y que tan sólo se lodé de vuelta por todo lo ocurrido ahora, cosa que provocaría másmofa por su parte. Bueno, me lo quedaré por el momento, hastaque se olvide del tema, aunque si Agatha ―como ha dicho estatarde― vuelve mañana, de poco va a servir.

Me pongo una vieja camiseta y un pantalón de chándal quesuelo coger todas las noches para dormir, y me echo en la cama,extasiada, pensando en el siete de agosto. Faltan tan sólo unosdías, y sé que me va a llevar, aunque no creo que Grey lopermita, pues eso es como una derrota para él y herirle en suorgullo de detective. Con un poco de suerte, puede que lodespiste y pueda llevar a cabo el plan… Cada vez está máspotente en mi mente esta idea, le he estado dando vueltas desdehoy y puede que funcione si al fin le cuento todo a Martin ya

196

Page 197: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

que se ha ofrecido a ayudarme pase lo que pase, aunque no sepaen lo que se está metiendo.

Con estos pensamientos, siento cómo mis ojos se vancerrando poco a poco y el techo, al que he estado mirandofijamente en la oscuridad mientras pienso, se va volviendo cadavez más oscuro hasta que siento mis ojos caer con pesar debidoal cansancio…

Me despierto molesta por los rayos de luz que caen sobre micara y hacen que no pueda seguir durmiendo. Si hay algo queme molesta es tener que despertarme por las mañanas. Loaboliría, prohibiría tener que levantarse de la cama si no haynecesidad de hacer algo en todo el día.

Sin abrir los ojos, me tapo con la sábana y me doy la vueltapara poder seguir durmiendo un poco más, total, Grey no meechará en falta y tampoco creo que tenga nada planeado parahoy. Pero mi tranquilidad no dura mucho. Oigo cómo se acerca ami habitación, como si hubiese adivinado que he estadopensando en él y abre la puerta, decidido y sin cortarse un pocopor si estoy todavía dormida. Siento su respiración en lahabitación y sin esperármelo siquiera, me quita la manta de unmanotazo y yo tan sólo gruño, no tengo fuerzas para replicarle.

―¡Déjame vivir! ¡Te lo suplico! ―Me tapo la cara con laalmohada.

―¿No eras mi relaciones públicas? Pues levántate, tenemosun caso.

197

Page 198: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Tu relaciones públicas tiene un horario de ocho a tres.Además, no trabaja los fines de semana ―replico, volviéndomea dormir.

―Está bien, pero quizás te interesará saber quién es el nuevocliente: tu hermano.

―¿Qué? ―Tiro la almohada hacia un lado y me incorporoasustada―. ¿Qué le ha ocurrido?

―A él nada, es a Rebecca, la chica que conoció el otro día.Por lo visto Angelo ha actuado de nuevo: se la ha llevado.

Angelo se está pasando. Últimamente está atacando a todo elmundo que se encuentra a mi alrededor, pero ¿por qué? ¿Acasoserá porque está tan impaciente porque me cargue a Grey queme está mandando avisos? Pero ¿por qué a través de ataques apersonas?

Saco a Grey de la habitación con unas palabras mías que leindican que estaré lista en menos de media hora, el tiempo quetardará Argus en venir aquí. Corriendo y con mucha prisa, mepreparo en el menor tiempo posible, sin poder quitarme aRebecca de la cabeza.

Una vez lista, me percato de que Argus está ya aquí,impaciente y con un pie dando pequeños toques sobre el sueloque denotan su preocupación. Aunque no lo quiera admitir, esachica es muy especial para él; lo mejor será que podamosencontrarla, esperando que no le haya pasado nada malo… Ojaláno sea así, ojalá todo quede en un susto.

198

Page 199: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Qué ha ocurrido? ―le pregunto, cogiéndole de un brazocon cariño y con preocupación.

―Angelo. ―Mira a Grey con dureza―. Al parecer la hasecuestrado. Me ha enviado un mensaje a mi teléfono móvil. Heido hasta la casa de Rebecca y allí no había nadie. ―Empieza aponerse más nervioso―. ¿Por qué ha implicado a una personaque no tiene nada que ver con todo esto?

―Mientras nos haga daño a nosotros dos, todo lo que hagacontará como un punto a su favor ―le digo, y trato detranquilizarlo.

―Vamos a encontrarla ―le dice Grey, sin utilizar el tono devoz que suele tener, reservado en las contadas ocasiones en lasque nos hemos tenido que reunir con mi hermano.

―Eso espero. ―No es algo que Argus diga en tono deesperanza, lo dice más como una amenaza hacia Grey.

Éste lo mira con seriedad, tratando de no contestar con unade sus frases malintencionadas que, últimamente, han caídotodas sobre mí.

Tras darnos unos escasos detalles sobre lo que sabe ―y digoescasos porque realmente no sabe qué ha ocurrido―, nosdirigimos a la casa donde vive Rebecca.

Según Argus y tras enseñarnos el mensaje de Angelo por suteléfono, podemos comprobar cómo este le dice claramente quela tiene bajo su poder y que ha ido hasta su casa para llevársela

199

Page 200: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

consigo. Me da asco, es un ruin rastrero que no se contenta conconseguir a lo que puede llegar, quiere más y siempre va a serasí. Está bien, si quiere jugar así y decide usar esta estrategia, yoharé lo mismo. Me convertiré en un «él», alguien que puedadejarle atónito con pasos que ni siquiera espere. Quierevenganza por haberme llevado conmigo su querida tarjeta, yoharé lo mismo.

Nos asombramos al ver que la casa de Rebecca está máscerca de lo que nosotros hemos creído, tan sólo está a unascalles más arriba de dónde nosotros vivimos; bueno, donde yodescaradamente me he acoplado por toda la cara ―en casa deGrey―.

Observamos que la puerta está algo forzada, por lo queAngelo ha entrado de una manera tradicional y muy corriente.¡Vaya, que poco habitual para alguien como él! Entramos en lacasa, que muestra ser como el resto de las que hay en el pueblo:con un piso de una sola planta que se encuentra tras subir unasinterminables escaleras.

Cuando llegamos arriba, la casa está totalmentedesordenada. Todas las cosas están tiradas por el suelo y latelevisión encendida. Todo parece haber sido colocado apropósito para crear una escena donde el caos y el desordenreinen, de tal forma, que es imposible saber algo acerca delsecuestro. Los dos miran por si se ha llevado algo más, a partede la chica, pero no, él no es así, sólo ha venido a por lo que élha considerado su objetivo principal hoy.

Cuando empiezan a observar las otras habitaciones,comprueban que todo está en su debido orden, tal y como se

200

Page 201: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

supone que Rebecca lo tiene, aunque claro, eso nosotros nopodemos saberlo con claridad. Pero como siempre, Grey tienealgo que objetar sobre eso. Según él, se puede observar si algoestá en su sitio, si al quitarlo queda polvo en el lugar dondeanteriormente ha estado colocado. Me molesta admitirlo, peroparece ser que tiene razón.

Me llega un mensaje al móvil. Siento cómo vibra en mibolsillo del pantalón y me asusto ante ello. No espero a nadieque me envíe un mensaje y Grey no creo que sea, sólo me haenviado en una ocasión un par de mensajes. Saco el móvil y mirespiración se corta. Es él, Angelo ha averiguado mi númerotambién y me ha enviado un mensaje.

De: Desconocido«Creo que tengo a la persona equivocada. Te quiero a ti,

pero tú no eres ella. ¿Quieres que tu hermano recupere a suqueridísima amiga? Reúnete conmigo.

Angelo.»

No tengo un número al que enviárselo, me lo ha mandadocomo oculto y no puedo responderle. ¿Cómo se supone que hede contestarle y preguntarle sobre el sitio en el que tengo quereunirme con él? Quizás esta sea mi sentencia, tal vez no deberíair, pero debo dejar que Rebecca se escape de sus garras.

Me llega de nuevo un mensaje:

De: Desconocido«¡Qué idiota he sido! ¡Si no te he dicho el lugar! Vamos

a encontrarnos en un lugar con un ambiente familiar… ¿Qué tal

201

Page 202: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

el bar Destrage? Sí, creo que es buena idea. Te veo allí a solas. Svienes con alguien, esta chica lo pagará caro.

Angelo.»

Tras acabar de leer el mensaje, me llega otro. Este contienetan sólo dos palabras.

De: Desconocido«Ahora.

Angelo.»

Siento como si un reloj se hubiese puesto en marcha, ymarcase el tiempo que me queda hasta poder llegar dondeRebecca se encuentra y así poder salvarla.

Con mucho sigilo, y tratando de no hacer que se percaten demi marcha, salgo a cuclillas de la casa. Una vez en la calle y sinmirar atrás por miedo a que me hayan visto, corro en direcciónal bar Destrage. Por una vez, siento que puedo ayudar y, porprimera vez, puedo poner en marcha el plan que tanto he estadomaquinando desde el día anterior.

Paso por calles que se me hacen interminables y esquivogente que se molestan cada vez que me choco con alguno deellos. Veo pasar el tiempo interminablemente hasta mi llegada albar. Una vez que estoy más cerca, no me tranquilizo, trato decontrolar mis pulsaciones que a pesar de la carrera, deben estarpor las nubes. Una vez que me tranquilizo, entro serenándomepor la puerta y lo veo sentado, como una persona normal. Tomoaire y lo suelto decidida: es la hora de la verdad.

202

Page 203: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Me dirijo hacia él, pero desde sus espaldas, algo que me dael suficiente tiempo para pillarlo desprevenido, pero veo que nosirve nada, algo me dice que ha notado ya mi presencia.

―¡Por fin! Pensé que no ibas a venir nunca. Me empezaba aaburrir ―dice esta última frase cambiando su voz. ―No semolesta en darse la vuelta, sigue tomando su café como siestuviese hablando con una persona que está sentada delante deél.

Doy unos pasos más y me coloco justo detrás de esa silla,mirándole atentamente. Doy un par de golpes con mis dedos enla silla, que denota mi nerviosismo. Rebecca no se encuentracon él, cosa que ya me he supuesto desde antes de venir. Memira con unos ojos que denotan locura y diversión. ¿Te estásdivirtiendo? No creo que lo hagas por mucho más tiempo,espera y verás.

―¡Pero vamos, siéntate! ¡Vamos! ―me dice impaciente. Lehago caso y tomo asiento―. Me hubiese gustado que estuvieseGrey aquí. ¡Oh, sí, Eso sería fabuloso!

―¿Dónde está Rebecca? ―corto sus palabras con mi tonoseco.

Me mira con expresión de asombro fingido y toma otrosorbo del café, tranquilamente.

―Se te está pegando su mal humor. Según he oído es unapersona fría y calculadora. ―Eleva sus brazos un poco para dar

203

Page 204: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

mayor énfasis a sus siguientes frase―. ¡Me gusta! Es tan…como yo.

―¿Que dónde está Rebecca? ―vuelvo a repetir, con mipaciencia agotándose por momentos.

―No… ―Da un fuerte golpe en la mesa, haciendo que elresto de clientes que hay en el bar se giren por un momento ynos miren preocupados y con interés―. ¡¿NO VES QUE HAYMÁS COSAS…?!, ¿más cosas de las que se pueden hablar?

―He venido aquí por una sola razón.

―Sí… ―Ríe, ríe de una forma que me molesta. Con unarisa por lo bajo y que irrita mis oídos―. Pero tú tampoco hascumplido con tu parte del trato. Me prometiste que matarías aGrey.

―Si tienes tantas ganas de conocerlo, ¿por qué deberíamatarlo?

Se queda callado durante un momento. Le interesa mi temade conversación y por donde tornan las cosas.

―Disfruta de él. Es más, ¿por qué no te lo ofrezco enbandeja? Me uno a ti, planeamos algo para acabar con él, perocon la diferencia de que tú lo matas.

―No… Me quieres engañar. ¿Por qué querrías tú unirte amí?

204

Page 205: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Robé una vez por ti, lo haría de nuevo. ―Me pongo másseria y le doy a mi voz un tono más neutral, acercándome a él―.Además, he estado pensando. Yo también quiero el poder. Lo…deseo.

Se queda durante un momento callado, extasiado por mipalabrería. Da vueltas con su cabeza y piensa serio, llevándoselas manos juntas a la barbilla y cavilando aún más. Baja sucabeza. Ríe. Lo siento sonreír y de repente, erguirse. Afirma conla cabeza. Parece ser que lo he convencido. Bien. Separa susmanos y me da una de ellas. Me quedo un poco traspuesta, peroestiro la mía también y se la doy. Hacemos como una especia detrato: ahora todo está decidido.

―De todas formas, vendré a por ti ―anuncia como siestuviese en otro mundo y con una vocecilla―. Quiero hacer mientrada estelar el día 7, quiero que me consideren un Dios.

―Ya lo hacen, créeme ―se me ha ocurrido alabarle con unpar de mentiras pequeñas―. Grey está fascinado con tu formade llevar todo esto, no puede contigo ―enfatizo más estas tresúltimas palabras para darle a entender que es el Dios que élquiere ser.

―¡Sí! Lo estoy viendo. ―Su cara denota placer―. Soy suDios.

―Ahora la chica: déjala libre, pero no en este mismoinstante. Sospecharían de mí y de que me he aliado contigo.―Le sonrío burlonamente.

205

Page 206: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Oh… sí… ―Se vuelve aburrido. Prefiere más quehablemos de otros asuntos―. La soltaré; total, ya tengo lo quequiero.

En ese momento se acerca Chloe, que ha estado intentandoevitar acercarse a nuestra mesa. Supongo que no le caigo muybien. Cuando ve que me voy a levantar, se decide a hablarme ydecirme si quiero algo, así que le niego con la cabeza y un: «No,gracias, ya me marchaba.» Angelo simplemente se limita a darleun billete y decirle que se quede con el cambio. Chloe se marchacomo si no nos entendiese. ¡Pobre ilusa! Me levanto al fin, dejola silla arrimada a la mesa y opto por marcharme por el ladoderecho de Angelo, tratando de no despedirme de él.

―Te veo muy pronto.

Me rodeo y sonrío. Siento cómo él sonríe también. Meacerco hacia él y coloco mis brazos sobre él, de forma algocariñosa para que vea que no voy en falso.

―Más pronto de lo que te imaginas.

206

Page 207: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Me suelto de él con cuidado y dejando que piense que haganado, permitiéndole pensar que va a conseguir todo lo quequiere, aunque en verdad tan sólo sea una estratagema.

Salgo por la puerta del bar Destrage y ya siento una nuevavibración en el móvil. Esta vez no se trata de un mensaje, el tonoes más persistente y no deja de sonar. Tal vez sean alguno de losdos que he dejado en casa de Rebecca. Supongo que habrándescubierto que no me encuentro allí, como se supone que heestado todo este tiempo, con ellos.

Cojo el móvil con mis manos y compruebo que el que meestá llamando es Grey. Opto por pasar de contestarle ahora, nose me ocurre una argucia que contarle para que se la crea,aunque en persona será peor, podrá saber si miento con tan sólouna frase. De todos modos, me arriesgaré.

Atrás, en el bar Destrage, se ve a Angelo ya incorporándosepara abandonarlo y salir a la calle. Me apresuro y vuelvo por elcamino por donde he venido unos minutos antes.

Las calles están abarrotadas de personas mayores que van deun lado para otro dedicándose a la compra o tan sólo a darplacenteros paseos para mantener sus mentes despejadas. Losniños, algunos con bicicletas, pedalean con fuerza, metiéndoseen serios problemas debido a su imprudencia ante el manillar yhaciendo carreras contra sus amigos. Están tan tranquilos que en

207

Page 208: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

este mismo instante odio que sus vidas sean tan fáciles ysencillas. No tienen preocupaciones, salvo las de ir a trabajar o―en caso de los niños pequeños― disfrutar de las que son susvacaciones de verano. En cambio, yo estoy aquí, debatiéndomeentre dos partes de mí que se enfrentan por culpa de unasqueroso ser, que hace un tiempo atrás me comió por completola cabeza. Pero como hoy han tornado las cosas, muy prontopagará por todo lo que ha hecho. Lo único que espero es queMartin se ponga de mi parte y me ayude en todo esto, o no sabrécómo salir de esta. Puede que lo que le pida es demasiado, perotengo que intentarlo, o al menos, hacer que entienda misituación.

De nuevo una vibración que proviene de mi móvil, no sé porqué, pero termino cogiéndolo y mirando de nuevo quien es,aunque lo sepa a la perfección: Grey. Le cuelgo. Espero que seharte de llamarme una y otra vez, aunque lo malo es que le dépor buscarme o investigar por su cuenta dónde he estado, estohará que descubra lo de Angelo y mis oscuros planes. No… esoserá echarlo todo por la borda.

Aumento mis pasos, cada vez con más prisa y una sensaciónde intranquilidad que me invade por momentos. Ya estoy cercade la casa de Rebecca, al menos creo que no me he equivocadode lugar, ya que para situarme no me suelo orientar demasiadobien. Reconozco la fachada de la casa, aunque claro, aquí eneste pueblo son casi todas iguales, salvo por algunos pequeñosdetalles que hacen diferenciarlas una de otras. Me detengodelante de ella y trato de inventarme una buena excusa para queGrey y Argus no descubran dónde he estado realmente, ojalá nolo hagan.

208

Page 209: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

La puerta está cerrada, tal y como la dejé cuando salí parareunirme con él, así que no me queda otra opción que llamar altimbre y cargar con las miradas de dos personas que van ainterrogarme hasta que saquen lo máximo posible de mí.

La puerta se abre casi medio minuto después, siendo mihermano el que se encuentra al otro lado, sosteniendo elpicaporte y delante de Grey.

Argus me mira aliviado de que haya vuelto, esboza unasonrisa y trata de hacerme sentir tranquila y de hacerme saberque puedo confiar en él para decirle dónde me he metido.

Doy unos pasos hacia delante y la mirada que me encuentroahora me remuerde mis pensamientos. Grey está apoyado en labarandilla de la escalera, con expresión seria e indescriptible. Nosé qué se le estará pasando en este momento por su mente degenio y sabelotodo. Por unos instantes pienso que ya haaveriguado todo, pero eso es imposible hasta para él. Agacho lacabeza para no tener que soportar más su mirada que se meclava y me hace sentir incómoda. Sabe muy bien cómo intimidara las personas.

Paso sin dirigirle tan siquiera un mísero «hola», pero sientocómo sus ojos siguen clavándose en mí. Estoy deseando hablarley decirle que pare, que me molesta que haga eso. Opto porseguir callada y no decir algo que lo desbarate todo.

Cuando voy a subir las escaleras, siento una mano que mecoge del brazo y me hace quedarme aquí. Su tacto es frío ysuave, deduzco que es Grey, ya que también es el que más cercase encuentra de mí. Me ordena con un gesto de su brazo que me

209

Page 210: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

siente en el primer escalón y eso hago, sin tan siquiera mirarle.Argus se acerca a mí cada vez más y se coloca al lado de Grey;¡vaya, parece que ahora sí que se llevan bien! ¡Justo cuando yosoy el problema! Odio que se alíen contra mí.

―Desembucha ―suelta Grey, tratando de hacer coincidirnuestras miradas.

―Grey… Ya lo hemos hablado, con más tacto ―intervieneArgus, sin pizca de decirlo con maldad, tan sólo dándole aentender su postura.

¡Genial! Por lo visto no me he equivocado. Espero que porlo menos ahora no se hayan hecho los mejores amigos, nopodría ni llegar a imaginármelo.

―No tengo nada que decir, me he marchado porque estabaharta de estar aquí, además no creo que en la casa encontremosnada incriminatorio contra Angelo, eso sería demasiado fácil―digo, inventándome las cosas sobre la marcha.

―¿Estás segura? ―Grey sigue culminándome con sus ojos.

No aguanto que me desacredite de ese modo y que me pongabajo tanto malestar tan sólo con su mirada. Bajo mis ojos quehasta ahora he posado sobre mi hermano y miro hacia otro lado.Sostengo un mechón de mi pelo ondulado entre mis manos yempiezo a rizarlo entre mis dedos para tratar de tranquilizarme.

«El más mínimo error y todo se esfumará», pienso para mímisma. Rezo porque algo me salve, que quiten su atención de mídurante unos minutos para dejarme respirar tranquila.

210

Page 211: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Parece que alguien me ha escuchado: de pronto una puertase abre con el tintineo de unas llaves que encajan en laherradura. Es Rebecca. Los tres miramos hacia ella. ¿Por qué siestá secuestrada llega como si nada y abriendo la puerta de sucasa con las llaves? Incluso a mí, me parece algo extraño. Nosmira extrañada y sin entender qué hacemos en su casa, como sinos hubiésemos colado en ella como ladrones.

―¿Cómo habéis entrado en mi casa? ―pregunta atónita.

―La puerta estaba abierta, Angelo la forzó para secuestrartey nosotros la hemos arreglado ―explica Argus mirando a Grey.¿Por qué diantres no hay pelea entre ellos? ¿Por qué no se llevanmal como todo este tiempo?

―¿Que Angelo iba a secuestrarme?

Esta última pregunta de Rebecca nos deja sin fundamentoalguno. ¿Acaso ella no se acuerda de nada? Quizás le hayaadministrado algo y no recuerde que ha estado secuestrada.Aunque, tal vez, nunca lo haya estado. Pero no es posible, todala habitación principal está desordenada y la puerta… ¿Qué estáocurriendo aquí? Le dije a Angelo que la soltara, él me dijo quelo haría. No es posible que me haya engañado, no ha podidohacerlo.

―Espera, Rebecca, ¿dónde has estado toda la mañana―pregunta Grey, sin dejar de mirarme. Me está hartando, ¡queme deje tranquila!

―Trabajando ―responde sin entender absolutamente nada.

211

Page 212: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Eso no es posible, Angelo me envió un mensaje a mídiciendo que te tenía secuestrada. Además, el salón está tododesordenado y la puerta estaba forzada cuando llegamos ―mihermano repite lo que yo he estado pensando justo unos minutosantes.

―¿Quién es Angelo y qué le ha ocurrido al salón? ¿Hanentrado a robar? ―Rebecca empieza a ponerse más nerviosa ysube corriendo las escaleras para ver el lamentable estado en elque está el salón.

Argus la sigue con pasos lentos, pero con el rostro en señalde que no comprende nada de lo que está ocurriendo. Me quedoa solas con Grey. Mirando el suelo, como si se me hubieseperdido algo en él, me levanto y me dirijo hacia el salón yotambién. Unas palabras tras de mí, hacen que me detenga comohelada por una bocanada de aire y me deja sin palabra alguna.

―¿Has pensado alguna vez en traicionarme? ―Sube dosescalones, para ponerse a mi altura, pero no le hace falta muchodebido a que él ya es alto de por sí. Posa una mano sobre labaranda y con otra, coge mi rostro para que lo mire―. ¿Haspensado alguna vez en pasarte al bando de Angelo?

―¿Por qué me preguntas eso? ―Mi voz empieza a temblary trato de ocultar este pequeño detalle.

―Está claro que Rebecca no ha sido secuestrada, que todolo del salón ha sido puesto a propósito para crear una situaciónde desorden y confusión, y que lo de la puerta forzada ha sidopara despistarnos aún más ―dice analizándolo todo,

212

Page 213: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

averiguando que el secuestro es una farsa y sin dejar de soltar micara―. ¿Dónde has estado entonces?

―Ya te lo he dicho antes. ―Hago ademán de soltarme, perono puedo―. Me haces daño.

Me suelta rápidamente y baja un escalón, dejando espaciosuficiente entre nosotros para que yo pueda tranquilizarme.Subo un par de escalones más, pero no tarda en volver adirigirse hacia mí con otra de sus frases que hacen que pienseque está enterado de todo.

―Te dije que confiaba en ti, ¿he de arrepentirme ahora deello?

―No voy a traicionarte nunca, te lo prometo. ―Es lo únicoque se me ocurre decirle. Luego mantengo mi boca cerrada confuerza para no decir algo de lo que pueda sospechar más tarde.

Llaman de nuevo a la puerta. Grey ni se digna en ir a verquién es. Su mirada anda perdida, intentando descifrar qué pasapor mi cabeza, aunque sin resultado alguno. Me analiza una yotra vez, como si intentase averiguar el último eslabón que lefalta para que todo le encaje.

Antes de venir aquí, limpie todo tipo de pruebas que medelatasen por el haber estado con Angelo. He pasado por unafloristería y me he mezclado entre todas las flores para camuflarel olor de Angelo y he limpiado todo rastro de haber estado en elbar Destrage, lo que hace que le sea imposible analizarme. Estavez he sido más inteligente que él.

213

Page 214: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Vuelven a llamar a la puerta. Impaciente por salir de estasituación, bajo los escalones que me separan de Grey y, pasandopor su lado, me dirijo hacia el picaporte para abrir y ver quiénes.

―Bien… ―digo, sin un ápice de felicidad y dejando ver mimalestar.

―Hola ―me dice la pelirroja y entra sin prestarme másatención, dirigiendo sus ojos a Grey―. Mi querido detective.

―¿Agatha? ―es lo único que se limita a decir este, un poconervioso.

Agatha se dirige a él, como si tuviese más confianza queayer y le coge del brazo. Acto seguido se agarra a él, como sifuese sólo de su propiedad y le besa en la mejilla, después derevolotearle un poco el pelo. Le sonríe y él sólo se zafa de susmanos, intentando no ser demasiado borde con ella.

―Ya le dije ayer que…

―Ayer no me dijo nada, sólo intentó devolverme el beso.―Echa su abundante melena pelirroja hacia atrás de un golpe ynos mira a los dos: primero a él y luego a mí―. Espero nomolestar, pero he visto venir a Allison hacia aquí hace unosmomentos y me he decidido a entrar, suponiendo que usted―refiriéndose a Grey― estuviese aquí con ella ―termina deformular la frase y se pone más cariñosa con Grey.

Se queda mudo. Parece ser que cada vez que está la pelirrojacerca de él, lo pone más y más nervioso. No la soporto.

214

Page 215: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Creo que yo sobro aquí. ―Tras decir estas palabras, melimito a marcharme sin despedirme tan siquiera.

Noto como Grey intenta que me quede, pero paso de tenerque soportar a Agatha. Si me quedo tan sólo unos diez minutosmás con ella, puede que acabe terminando por matarla, aunqueno me parece mala idea del todo.

Al cruzar la puerta, me giro un poco y veo como Agathavuelve a atacar a Grey, con algunos gestos más salidos de tonohacia él. Pienso si de verdad Angelo la ha intentado violar o tansólo ha sido una mentira que ha dicho, para estar más cerca deGrey. Si ha sido esto último, mi desprecio hacia ella aumentaráconsiderablemente en cuanto sepa la verdad.

Me dispongo a caminar, dirigiéndome con paso rápido haciala casa de Martin. Esto último me ha hecho cabrearme. Deverdad que no la aguanto. Me pregunto si… ¿no será sólo que elhecho de que ella se junte tanto con él me cabree, es por quésiento algo? Menuda tontería. No, no y rotundamente no. Tratode borrar todos estos pensamientos de mi cabeza justo antes dellegar a la casa de Martin.

Toco con mis nudillos su puerta, tratando de no hacerdemasiado ruido. Escucha los porrazos y baja, lo siento. Sealegra de verme, al comprobar que estoy cumpliendo lapromesa que tenemos entre los dos. Me hace pasareducadamente y pasamos al salón, donde me ofrece algunabebida, pero yo niego con la cabeza. Todo esto tiene que serrápido y no debe levantar sospecha de nadie fuera de nosotrosdos.

215

Page 216: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Me alegro de verte hoy.

―Yo también, llevo un mal día.

―¿Puedo saber qué te ha ocurrido?

Sé que no se refiere a mi vida en general, pero le cuentotodo. Tengo demasiada prisa por buscar un hombro en el queapoyarme, alguien en quién confiar mis más oscuros secretos,así que sin que me lo pregunte, empiezo a contárselo desde unprincipio. Lo de Angelo, mi vida pasada y por qué estoy enSilvery River. Su reacción es muy diferente a la que yo me heimaginado durante muchos días: solamente asiente sin ningúntipo de emoción y cuando termino, al ver que estoy algo desechaen lágrimas, me abraza.

Es un consuelo encontrar a alguien que no me juzgue comoGrey por todo lo que sabe de Angelo. O por el contrario, por elmiedo a que Argus se enfade conmigo y no vuelva a dirigirme lapalabra, escondiéndole así muchas de las cosas que sé. ConMartin puedo fiarme, por eso le he contado todo desde elprincipio y le cuento en parte también, en qué consiste mi plan.

Al terminar no entiende muchas cosas de él, pero le pido quetenga paciencia.

―Necesito tu número de teléfono.

Coge mi móvil, que le he extendido en su mano y teclea sunúmero. Acto seguido, me lo devuelve, mirándome con ternura.

216

Page 217: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Gracias ―le digo―. He de irme mañana.

―¿Mañana es cuando Angelo viene a por ti? ¿Pero por quéno se lo dices a Grey?

―Grey sabe que él vendrá a por mí. Cree que me llevará, noque me dejaré llevar. Te lo he explicado antes el porqué de misilencio ante él, es por…

―Tu plan. ―No me deja terminar.

Yo sólo asiento.

Se hace un silencio sepulcral.

―¿Estás segura de que es esto lo que quieres?

―Sí. ―Respiro hondo―. Por cierto, necesito conseguircloroformo.

―¿Qué? ―Me mira extrañado. Esa parte tampoco se la hecontado―. Allison, no puedes comprar cloroformo a no ser quetengas un permiso. Aunque… ―Empieza a sonreír un poco―…puede que Grey que es químico, pueda conseguírtelo.

―No es buena idea… ―Es lo único que consigo articular.

―¡¿El cloroformo es para él?! ―me mira sorprendido yalgo anonadado, gritando esta única frase.

―Necesito despistarle.

217

Page 218: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Me acurruco en un rincón del sofá y me tapo la cara. Sé quelo que esto haciendo es traicionar a Grey, pero no me queda otraopción. Espero al menos que algún día pueda llegar aperdonarme.

Martin trata de consolarme, pero me aparto de él cuandosiento su tacto sobre mí. No quiero que nadie se compadezca demí ante esta acción, menos él.

―Yo no sé él, pero deja de negar lo obvio ―dicelevantándose, algo enfadado.

―No estoy negando nada.

―No, lo escondes. ―Se da la vuelta y me mira―. Lo quemás me cabrea, es que por él termines así. Si por un momento…pudieses ver lo que yo siento por ti…

Me incorporo con la cara roja y las lágrimas todavía por mirostro. No puedo creer lo que me acaba de decir. Al final hatenido razón mi hermano Argus, y Grey… que tanto se hametido conmigo con este tema.

Ahora lo entiendo. No sé ―la verdad― cómo he podidoestar tan ciega. Esos momentos en los que él se ponía tannervioso y no articulaba palabra o cuando le daba tantaimpotencia de ver cómo he estado detrás de Grey, todo el ratojunto a él.

Me levanto para intentar aclarar las cosas con Martin queestá a escasos metros de mí. Me sonríe, pero no es lo mismo, escomo una sonrisa de pena: sabe que nunca va a poder competir

218

Page 219: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

con él. Se acerca a mí y yo abro mis brazos para abrazarlo. Seadelanta un poco más y me corresponde. Así nos quedamosdurante un tiempo, estamos cómodos.

―¿Cómo eres capaz de tocar el corazón de una persona sinni siquiera rozar la piel de esta antes? ―pregunta, ocultando sucara en mis hombros, dado que somos prácticamente de lamisma altura.

No sé cómo contestarle a eso. Siempre me he tenido por unapersona que no ha sabido escoger entre lo bueno y lo malo, yahora me está ocurriendo exactamente lo mismo.

Me separo de él, intentando que se sienta cómodo y lesonrío, como tantas otras veces me ha hecho él a mí. Quizás estasea la última vez en mi vida que le vea, no puedo soportar lasensación de separarme de él, es de las típicas personas a las quele coges cariño en poco tiempo.

―¿Esto es nuestra despedida oficial?

―Si todo sale bien, sí ―contesto, intentando que laspalabras salgan de mí con naturalidad.

―Te voy a echar de menos…

―Ojalá no tuviese que hacer esto… Lo siento, lo sientomucho. Puedes retirarte si quieres, eres libre de marcharte, no teobligo a que hagas esto.

219

Page 220: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―No, no me has obligado, pero me siento en el deber dehacer algo. Sé que nunca vas a sentir lo que yo, pero te apreciodemasiado como para que todo esto termine mal para ti.

―¡Pero entonces lo harás para ti! ―le contesto,maldiciéndome por dentro de haberle hecho partícipe de todoeste plan mío.

Me acompaña ―como siempre que he estado como hoy ensu casa― a la puerta y siento que es la última vez que nosvamos a ver antes de que todo termine. Trato de tranquilizarme amí misma y contener las lágrimas. Si Grey me ve así, sospecharáalgo.

―Grey es químico ―me dice por último―, aprovecha ymira en su habitación, tal vez tenga cloroformo.

―Entraré en su cuarto cuando él no esté, puede que loencuentre.

―Te veo pronto… muy pronto para el acto final. ―Trata desonar tranquilo.

―En un par de días. ―Asiento―. Lo siento.

Me doy la vuelta sin tan siquiera tratar de mirarlo por últimavez.

Sentirse la persona más humillante y más rastrera es algoasqueroso y nada envidiable para alguien normal y que tenga unpoco de sentido común, pero es como yo me siento ahora. Séque las probabilidades de que todo salga bien para mí o para

220

Page 221: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Martin, que se ha comprometido a ayudarme ahora, son nulas.Mañana Grey creerá que soy una simple traidora, Arguscomprenderá que he estado todo este tiempo de parte deAngelo… Pero no me importa, quizás no los vea más, algo queme alegra interiormente tan sólo un poco.

¿Cómo se puede complicar tanto algo en tan poco tiempo?¿Cómo puedo haber llegado a este punto? Quizás sea buena ideadejar una nota de despedida, algo que les explique que no soytan mala persona, como les haré creer mañana… No, memantendré en mis ideas iniciales.

Estoy delante de su casa. Como siempre, no llevo llaves asíque tengo que llamar y esperar que esté en casa, o por elcontrario, quedarme aquí sentada esperando a que llegue. Pareceque ya ha vuelto de la investigación que no ha valido la pena encasa de Rebecca. Nada más abrirme, siento que todavía siguealgo asqueado ante la idea de no saber dónde me he metido porla mañana, mientras él ha estado con Argus.

Paso totalmente de esperar un buen trato por su parte y subolas escaleras, con pasos algo cansados y llego hasta el salón.

―Mañana… ―digo sin mirar un punto fijo, tan sólocerrando los ojos y pensando.

―No dejaremos que te lleve.

―¿«Dejaremos»? ¿Es qué hay alguien más metido en todoesto?

―Tu hermano.

221

Page 222: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―No sé cómo puedes estar tan seguro de que Angelo no sesaldrá con la suya.

Me giro sobre mis pies y por primera vez en todo el día lemiro directamente sin que este me obligue. Compruebo que mispalabras le dejan algo extasiado, tratando de asimilarlas yanalizarme de nuevo. Puede que ya se haya dado cuenta de todoy todos mis planes no sirvan para nada, no me importa enabsoluto. Sigo mirándole fijamente y por fin consigo unarespuesta a la altura de mis palabras.

―Porque esto ya es personal…

Suspiro en señal de desacuerdo y niego con mi cabeza. ¡Aveces es tan infantil!

Noto cómo empieza a cabrearse, pero sin que llegue amarcarse en su rostro y trata de ponerse cuerdo. Sabe que me hecerrado en banda y no puede averiguar nada. Lo odia, sabe quesus capacidades detectivescas no sirven para nada conmigo eneste estado; quizás haya encontrado la forma de escabullirme desus penetrantes ojos y su mente ágil que siempre van un pasopor delante de todo el mundo.

Lo veo salir de la habitación, sin coger nada siquiera. Baja,haciéndose el misterioso por las escaleras y siento la puertacerrarse. Se ha ido. Al fin he conseguido lo que quería, unmomento a solas para conseguir averiguar si posee cloroformo.

Corro hasta su habitación, abriéndola rápidamente ysintiendo como mi pulsación sube estrepitosamente por

222

Page 223: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

momentos. Registro todo sin desordenar nada, para no causarsospecha. Toda precaución es poca.

Coloco cada uno de los objetos en los cajones del modo enel que han estado inicialmente, después de haberlo cogido yo.Miro en estanterías, en repisas, pero no encuentro dónde tienelas disoluciones y todos esos malditos objetos de química suyos.¿Y si está…? Me agacho y poso mi cabeza en el suelo. ¡Ahí seencuentran! Tiene una caja muy abultada y vieja debajo de sucama. Estiro mi brazo y la saco con la mayor fuerza que puedo,dado que es muy pesada y cuesta mucho moverla.

Una vez en mis manos, la abro y veo muchísimos botespequeños con ciertas cantidades de líquidos que no conozco.Todos ellos tienen sus nombres etiquetados con pequeñaspegatinas blancas. Los saco uno por uno, intentando no hacercaer algún bote, ya que no sé qué puede ocurrir si los mezclouno con otros o simplemente entran en contacto con el suelo.

La caja se va vaciando hasta que, cuando sólo quedan unoscuatro o cinco botes, encuentro lo que yo quería. Martin no se haequivocado cuando me dijo hoy que posiblemente Grey tuviesecloroformo. Lo encuentro y lo pongo separado del resto.

Rápidamente, pongo los demás compuestos en la caja conrapidez y sin dejar que se me caigan. Cierro con la tapadera yvuelvo a colocarla debajo de la mesa. ¡Ya lo tengo! Me llevo elpequeño líquido encerrado en esas paredes de cristal cilíndricashacia mi pecho y lo aprieto conmigo.

Estoy un paso más cerca…

223

Page 224: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Me encuentro en el salón, sentada en el sofá y mirando latelevisión, aunque sin hacerle demasiado caso.

La noche ha caído sobre Silvery River y Grey sigue sinaparecer, suceso ya normal en él que no me preocupa lo másmínimo.

En el televisor sólo dan las noticias sobre los mismos temasde siempre: guerra, política y muertos… muertos por doquier.Es siempre lo mismo.

No he cenado ni tengo ganas, sólo puedo pensar en quemañana ya no estaré más aquí. He pensado en llevarme algo deropa conmigo, o quizás toda la maleta, pero no creo que mehaga falta, en cuanto pueda le saco lo que sea a Angelo. Sonrío.¡Está siendo tan fácil todo hasta ahora! Aunque no puedoproclamar mi victoria, no aún. Algo puede salir mal y yo conello acabar de una forma desastrosa. Vuelvo mi mirada altelevisor, tratando de mantener mi mente ocupada de todo esto,pero no puedo.

Siento llaves y una puerta que se abre a una cierta distanciasobre mí. Parece que ya ha llegado. Sigo como si nada, como sihubiese estado toda la tarde sin hacer nada fuera de lo normal yaburrida aquí dentro. Sus pasos decididos y lentos suben por lasescaleras, una vez que ha cerrado la puerta, y tras un momentoen el que puedo sentir la tensión en mi cuerpo, llega hasta la

224

Page 225: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

entrada del salón, donde se para como un acto ya pensadoanteriormente y se queda ahí. No me molesto tan siquiera endarme la vuelta y observarle.

Tras un tiempo ahí, empiezo a ponerme nerviosa. Quizás esesto lo que quiere, quizás quiera tan solo hacerme caer en una desus trampas para que lo suelte todo, pero no, no lo conseguirá.Puedo ir un paso por delante de él si es lo que quiere.

Noto cómo va en dirección a su habitación. Mi cuerpo setensa rápidamente. Antes de tocar, entrar en ella o hacer algo, sequeda parado. Es como si estuviese observando algo, y yo leobservo a él, a través del rabillo del ojo. Posa su mano sobre elpomo con cuidado y se lleva la mano a su bolsillo, donde ladeja.

―Sea lo que sea que hayas cogido, espero que lo hayasdejado todo ordenado.

―No te he cogido nada.

―Por supuesto ―me dice con ironía y en voz baja, con sutono tan grave y potente que se siente aun hablando a esevolumen.

Se da la vuelta y se acerca al lugar donde me encuentro yo,serio como si de ello dependiese su vida. Roza su mano con mipelo y la deja en el cabezal del sofá, al lado de mi rostro. Seinclina debido a su altura hacia mí. Levanto mi rostro para poderobservar qué es lo que está haciendo y me encuentro sus ojos aescasos centímetros de los míos. Puedo sentir el aire que respiraexpulsándolo por su nariz y llegando hasta mi cara.

225

Page 226: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Por qué me da la sensación de que ocultas algo?―pregunta tajante.

―Todas las personas ocultan algo… ―se me ocurrecontestarle―. Y tú, ¿qué ocultas?

―No me has respondido.

―Porque no hay nada que responder, no oculto nada.

Sus cejas oscuras se elevan y abre los ojos, agrandándose suspupilas mientras esboza una sonrisa. Todo esto parece causarleuna especie de gracia y yo no entiendo el porqué.

Se separa lentamente de mí, irguiendo su postura yvolviendo sobre sus pasos a su habitación. Parece ser que ni hacenado ni tiene intención de hacerlo, y no va a dormir, porquecoge un libro que está a mi lado y se lo lleva. Aseguro con totalconfianza que va a estar leyendo la noche entera.

Una vez fuera de mi campo de visión, y respirando yotranquila, decido irme a la cama también y esperar a mañana, elgran día.

Mañana. Parece tan cercano pero lejano a la vez… Tengouna extraña sensación, una punzada sobre mi espalda que meintranquiliza. No sé si será porque todo esto se irá al traste, queno salga nada bien y que no sirva de nada todo lo que he hechohasta ahora.

226

Page 227: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Me acerco un poco hasta la pared que toca con la de Grey,esa que le separa de su futura traidora. Que mal suena eso. Larozo con la palma de mi mano, como intentando poder ver através de ella, pero es inútil. La pared es opaca, no deja entrar nisalir luz alguna. ¿Qué estará haciendo ahora él que está al lado,a escasos metros de mí? Es obvio y algo dificultoso deaveriguarlo, puede estar haciendo de todo: desde leer el libroque ha cogido hace unos instantes, pasando por estar entretenidoen una de sus disoluciones a estar simplemente dormido. Esoúltimo es extraño, demasiado humano para él. Demasiadocorriente.

Retiro la mano de la pared con pesar. Matar a uno de los doses como… como romper en pedazos la mitad del otro: ¡son tanidénticos en la mayoría de los aspectos!

Vuelvo hacia mi cama, caminando hacia atrás y sin mirar porsi hay algún obstáculo. Una vez que me encuentro con esta, mesiento haciendo ruido. ¡Qué más da! Estoy como fuera de mí,sin sentir que sea yo misma. Echo mi cabeza hacia atrás,tratando de cerrar mis ojos con tranquilidad y dejando llevarmepor el sueño, placentero y que me alejará de la realidad aunquetan solo sea por unas horas…

Una vuelta, doy tan sólo una vuelta y abro mis ojosaudazmente.

El reloj marca las ocho de la mañana. Demasiado tempranoquizás, pero no puedo quedarme más aquí tirada en la cama,algo demasiado raro en mí.

227

Page 228: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Me incorporo y trato de poner mis ideas en orden. Unavibración, dos y hasta tres suenan desde el móvil colocado en lamesita, donde lo he dejado la noche pasada.

De: Desconocido«¡Comienza el gran juego!

Angelo»

Gracias por recordármelo, personaje sin remordimientos nisentimientos algunos por cualquier ser que exista en este mundo.

Me arreglo, y trato de ir lo más despacio que puedo, tratandode no exaltarme a mí misma, hecho casi imposible.

Una vez todo preparado, doy unos cuantos pasos haciadelante y respiro hondo antes de abrir la puerta, la que mellevará justo al infierno, donde bajaré y del que creo que nopodré subir más. Bueno, pensándolo bien, mi pasado no es queme llevara tampoco a ningún lugar seguro. Giro el pomo y salgoalgo tensa.

Grey no se encuentra en el salón. Respiro aliviada. Despuésde todo, puede que no necesite el cloroformo para nada, pero porsi acaso lo llevo encima.

Doy unos pasos por la habitación, esperando para ver quéhacer a continuación. Se supone que debo esperar órdenes deAngelo y no me ha dado ninguna. Tal vez lo mejor sea esperarlo,pero no por mucho tiempo, ya que Grey se despertará en brevesy me descubrirá.

228

Page 229: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Oigo unas pisadas, pero no puedo descubrir de dóndeprovienen. Se paran y de repente retornan de nuevo, están cadavez más cerca. Una mano se posa sobre mí rostro, tapándome laboca y la nariz, y como consecuencia no puedo casi respirar―aparte, claro está, del susto―. Siento cómo con la otra manocoge mi cuerpo incapacitándome para moverme. ¿Así queAngelo ha optado por la opción del secuestro? Qué extraño…

―¿Dónde vas tan temprano? ―Esa voz… Mi cuerpo seconvierte en hielo casi instantáneamente. Nunca podríaconfundir esa voz grave y llena de misterio: Grey. No puede serque ahora todo se desmorone, no ahora. Intento soltarme, perono sirve para nada―. Estás pensando en irte voluntariamentecon Angelo, ¿no es así?

No aguanto más, estoy casi sin respiración y opto por lasalida fácil y más dolorosa para él. Trato de echar mi piernahacia atrás con fuerza, pero el muy calculador ya ha previsto mimovimiento y no me dejará pegarle una patada en sus partes.Bajo la vista todo lo que puedo y observo su arma. Tengo quellegar a ella. Me agacho y con suerte lo distraigo. Es un buenoponente, pero no tanto como yo, podría dejarle hecho añicos.Suelto una de mis manos al ver que retuerzo su cuerpo almoverme de una forma dificultosa y cojo el arma. Viene haciamí y yo le golpeo en la barriga con mi codo, causando una caídaestrepitosa que hace que choque contra un mueble que haydetrás de él. Me levanto rápidamente y girándome hacia él, leapunto con el arma.

―Atrévete ―es todo lo que puede articular.

229

Page 230: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Quito el seguro y preparo la pistola. Me tiembla la mano,nunca he disparado a nadie. Comienzo a dudar ante mi opción.

―No te atreves… ―Ríe, de forma que me molestaprofundamente―. Cobarde.

Le pego con la pistola en la cara, dejando sobre su rostrosangre que brota de su boca. Quizás me haya pasado. Trata delevantarse, pero yo ―más rápida que él debido a que ha sufridouna buena tanda de golpes― cojo rápida el cloroformo y buscoun pañuelo. Voy hacia la cocina corriendo y siento que me pisalos talones, está demasiado cerca. Cojo un paño que hay sobre laencimera y siento cómo viene hacia mí; me agacho y al hacerlo,me descuido y vierto casi todo el líquido en el paño. Alincorporarme de nuevo, veo su rostro a escasos centímetros demí.

―Buenas noches, espero que sueñes bien ―le digo comodespedida.

Trata de quitarme lo que llevo, pero no puede, parece queestá algo agotado. Lo empujo hacia atrás, llevándome consigohacia el suelo. Caemos rodando por el suelo hasta llegar a laspatas de la mesa del salón. Una vez ahí, trata de inmovilizarme.Lo consigue durante unos momentos, pero me coloco encima deél y, en un simple movimiento, cubro su boca y nariz con elpaño lleno de cloroformo. Absorbe sin querer y, tras unossegundos, siento como sus fuerzas desfallecen y deja de oponerresistencia.

Respiro de forma entrecortada, agotada ante la fuerza de mioponente. No es que me hubiese esperado este enfrentamiento,

230

Page 231: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

pero no me hace mucha gracia tener que haberle pegado yterminado de esta forma.

Me levanto, ya que estoy encima de él y trato de no caermeo pisarle ante mi cansancio, he salido también algo lastimada.Miro la pistola que está en mi mano y me la guardo, tratandoque no se note para llevármela a dondequiera que Angelo meguíe ahora.

Siento de nuevo pasos, pero estos sí sé de donde provienen:la escalera. Hay alguien subiéndola. Parece ser que Angelo hallegado ya. Empuja la puerta un poco, haciéndola crujir y entraobservando la escena que hay aquí con una sonrisa.

―¿Por qué no me has dejado disfrutar a mí también?―pregunta, sonando decepcionado pero de una manera muyfalsa.

―Ya te lo dije, será todo tuyo cuando vayas a matarlo.

―Sí, lo sé… ―Mira a Grey tirado en el suelo y con el golpeen la cara del que sale sangre―. No sabía que te habías vueltotan bruta.

―Sólo tomé un par de clases de defensa personal y meapunté a algunos estilos de lucha ―explico, quitándomeimportancia.

―Ya veo. ¡Ja! ―Su cara vuelve a recuperar la sonrisa, esatan malvada y prepotente―. Vámonos antes de que alguien másvenga.

231

Page 232: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Creí que te gustaba el público, ser admirado por los demásy todas esas insignificancias.

―Ahora mismo sólo me interesa una sola cosa… ―Sumirada perdida se dirige un momento hacia Grey y acto seguidome mira a mí―. Pero bueno, ¡vamos!

Como si me fuesen a sentenciar a una larga condena bajo lasombra de la cárcel o peor aún, como si cavase mi propia tumba.Así es como me siento en estos momentos, bajando las escalerasde esta casa y acompañando al diablo simplificado en persona, aLucifer, aunque le falten un tridente y una capa larga roja paraacompañar su maldad. Este ruin villano me está llevando adónde él quiere y nada he hecho para impedirlo.

Observo la cerradura al bajar el último escalón: está forzadatal y como lo estaba la de la casa de Rebecca ayer.

Salimos a la calle y todo está despejado, no hay nadiesospechoso que nos pueda ver y delatarnos. Un coche oscurocon las ventanas tintadas de negro nos espera a escasos metrosde nosotros y mi última mirada se centra en la ventana deMartin, esperando para que todo salga bien y que no le ocurranada. Lo siento por Martin, lo siento tanto por él…

Un hombre que porta una especie de uniforme oscuro que esalgo parecido a un traje, sale del asiento del conductor y haceuna reverencia ante Angelo. Genial, ¿desde cuándo se haconseguido una plebe entera para él? Este hombre que es muycorpulento y al cual casi ni se le puede ver la cara, nos abre lapuerta; primero a mí y más tarde a Angelo. Una vez en el coche,rápidamente vuelve a su sitio y cuando está sentado, pulsa un

232

Page 233: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

botón, por el cuál empieza a subir una ventanilla que nos aísla aAngelo y a mí de este hombre.

―Cosas de seguridad ―me explica Angelo en tonoaburrido―. Ya sabes, no puedes fiarte ni de tus hombres.

―¿Y entonces por qué te fías de mí? ―digo riéndome.

―Yo no he dicho que me fíe de ti, así que quita esa malditarisa. ―Ahora él empieza a ser verdaderamente él, empieza acambiar su voz cada dos por tres y sus estados de ánimo tambiénlo hacen―. Tengo…. ―en un susurro dice―: ¡una prueba parati! ―Comienza a reír en carcajadas y yo me asusto. ¡Tonta! Creíque todo había salido a la perfección, pero veo que no. ¿Qué eslo que me tendrá preparado?

La conversación acaba aquí, no tengo ganas de dirigirle lapalabra en todo lo que queda de camino. Los cristales tintadosno permiten tan sólo que la gente no nos vea desde el exterior, sino que el muy canalla ha hecho que desde el interior no se vea.Compruebo cómo sólo esto pasa con los cristales de los asientosde atrás, donde nosotros dos nos encontramos. Ha sidointeligente, no ha querido que yo viese el camino por si me echopara atrás en algún momento de todo esto. Odio que haya idounos pasos por delante de mí. Por más que intento, no puedo verbien a través de la ventanilla que nos separa del conductor, puesesta está algo tintada también. ¡Agh! Lo odio, lo odio…

Veinticinco minutos después de nuestra salida a hurtadillas,llegamos a donde quiera que hayamos ido a parar. El coche separa lentamente y rehúso esperar a que el conductor baje paraque me abra la puerta y yo pueda salir. Trato de abrirla, pero el

233

Page 234: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

seguro está echado. Miro a Angelo y éste sólo se limita aencogerse de hombros y a hacer como si nada. Refunfuño desdemi asiento, cruzando los brazos y muy enfadada. Creo que voy aestar demasiado vigilada aquí, en este lugar donde me ha traídoy del cual todavía estoy esperando ver cómo es.

El conductor abre mi puerta y me deja salir rápidamente.Hace lo mismo con Angelo y se retira en el coche para aparcarloen algún lugar, supongo.

Mi primera impresión es de decepción, debido a que estamosen lo que parece ser una vieja fábrica abandonada. Es grande, sí,pero parece no haber sido usada durante muchísimos años.Algunas ventanas situadas en lo más alto del edificio están rotasy en una de las paredes exteriores se puede ver un grafiti que hasido algo borrado por una lluvia fuerte hará algún tiempo. Lafachada es totalmente blanca, pero con el paso del tiempo se haido tornando en un color oscuro debido a la falta de limpieza, yla puerta es grande y ancha, tal que cabría un camión por ella,pero creo que nosotros entraremos por la pequeña que estájustamente incrustada en la grande.

Me hace pasar por esta última puerta ―la pequeña― ycamina detrás de mí. El interior es algo sorprendente: es enormey engaña mucho con el exterior. Es extenso y tan, tan largo quepodría perderme en la fábrica. Supongo que el antiguo dueñotendría mucho dinero. Ahora Angelo se coloca a mi lado y conun gesto me indica que le acompañe. Le hago caso y caminamospor un largo pasillo, dejando atrás la gran entrada con cajas ymaquinarias detrás y una planta arriba que consta tan sólo deuna pequeña superficie desde la cual se puede ver lo que hayabajo y es fina y alargada.

234

Page 235: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Me encuentro con muchas puertas, pero no entramos enninguna de ellas. Caminamos durante mucho más rato y pasadoun gran tiempo en silencio, se para delante de una puerta y cogeuna llave de su bolsillo. La abre y me hace pasar con un gesto decortesía algo falsa y obligada.

Dentro tan sólo hay una sala con una mesa redonda en medioy dos sillas. Las paredes son blancas y hay un teléfono colocadoen la mesa que me he fijado al principio. No hay nada más.

Le miro sin saber qué hacer y él se sienta, haciéndomeademán con muy poca paciencia para que siga su ejemplo.Retiro un poco la silla y oigo como cruje al sentarme. Me acercoa la mesa y miro sus ojos verdes, esperando que me diga qué eslo que quiere. Sé que la prueba va a ser ahora, y está bien, estoypreparada y lo he visto venir desde un principio.

―Vale, voy a dejarme de jueguecitos. ―Da unos pequeñosgolpes en la mesa y prosigue―: Ha llegado tu primer granmomento: la prueba para que te ganes mi confianza del todo.

―Ah, sí… ―digo sin entusiasmo―. ¿En qué consiste?

―Muy sencillo. ¿Ves este móvil que hay aquí junto anosotros?

Asiento levemente.

―Pues tienes que llamar a Grey y decirle un par de cosas.

―Parece fácil.

235

Page 236: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―No cantes victoria todavía ―me advierte, riéndose conuna gran carcajada―. Te pondrás este pequeño auricular en eloído y yo te iré diciendo lo que tienes que decirle a él. Pondrásel teléfono en altavoz para que yo pueda oír que te dice,¿entendido?

―Todo claro.

―Pero como… ―empieza a hablar en voz más alta―,…como trates de comunicarle algo o darle alguna pista sobre todoesto, te juro que acabará mal.

―¿Cómo que mal? ¿Vas a ir a matarlo tú? ―cuestiono seriay sin que note la gracia que eso me hace.

―Tengo a más gente que me hace el trabajo sucio, como miquerida Agatha.

―¿Qué? ―Me levanto de golpe y tiro la silla hacia atrás―.¿Agatha?

―Vaya… parece que la conoces. ―Sonríeasquerosamente―. Quizás esto te suene más: ¿recuerdas lasiniciales de las cartas que te enviábamos?

Asiento.

―Recuerda que me apellido Diserra, Angelo Diserra.

236

Page 237: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Entonces… ―Empiezo a respirar fuerte, dándome cuentade todo―. ¿Quieres decir que Agatha…, Agatha tiene algo quever?

―Agatha Lagorge, para ser más exactos. ―Pone sus ojos enblanco y suspira―. Ahora siéntate y compórtate como unabuena chica, si no quieres que… ya sabes. ―Sonríe de nuevo.

Le hago caso.

Así que Agatha ha sido la que ha estado enviando todas esascartas y ahora encima, está engatusando a Grey, pero él no se dacuenta.

Angelo me da un pequeño pinganillo y me lo coloco en laoreja, mientras tanto él se coloca un diminuto micrófono. Selevanta y se coloca a cierta distancia mía para que Grey nopueda oírlo, a la vez que yo cojo el teléfono y marco el númeroque me aprendí hace un tiempo de memoria. Marco lentamentelos números y cuando tan sólo me falta uno, miro a Angelo queestá esperando aburrido para que ocurra toda la acción. Vuelvomi vista al teléfono y tras marcar lo único que me falta, le doy ala tecla de llamada. Empieza a sonar un pitido, luego dos ytres… hasta que coge el teléfono y descuelga:

―Número oculto el cual no puedo descifrar. Muyinteligente, Angelo ―dice tras el teléfono sin ápice de emoción.

―No soy Angelo ―repito las palabras que me va dictandoél―. Hola, Grey.

237

Page 238: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Allison. ―Se queda mudo durante un par de segundos yno sabe que decir―. ¿Estás siendo coaccionada?

―¿De verdad te sigues creyendo que soy tan buena como tepiensas? ―oigo a Angelo decir: «Me das asco», pero me niegopor un momento. Me mira desde la distancia que nos separa yme hace una señal con la mano que indica que le cortará elcuello―. Me das asco.

―No eres capaz de haberte ido a su bando, no aún…

―Escúchame, estúpido, dejad de buscarme tú y Argus, nome hacéis falta para nada, tan sólo me estorbáis.

―Dime dónde estás. ―Empieza a ponerse nervioso y subirsu tono de voz.

―¡A ti te lo voy a decir! ¡Qué gracioso eres! Ahora calla yescucha.

―¿Qué quiere Angelo? ―pregunta y noto su voz cada vezmás cabreada y, tras ella, mi hermano mayor preguntándole quéocurre.

―No es lo que quiera Angelo, es lo que yo quiero. ¿Te creesque él es el único que maneja aquí los hilos?

―Deja de decir estupideces, tú no eres así.

―¡Que te calles! Nos reuniremos dentro de tres días, a lasdoce de la noche. Te diré la dirección muy pronto.

238

Page 239: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Y si me niego a ir? Entonces, ¿qué ocurrirá?

―Moriré. ―Ni yo sé cómo he llegado a repetir esta palabrapor parte de Angelo, espero que no lo diga de verdad. Vuelve ahablar y yo repito sus palabras―. Me las arreglaré parainvolucrarte a ti, acabaré con tu vida tal y como la conoces. Te…destrozaré. Espero que ahora no seas tan valiente y obstinadocomo para quedarte tan tranquilo en tu casa.

―Tú no eres capaz de hacer eso. Vamos, Allison... Angelo teha obligado, admítelo. Te juro que si estás bajo coacción, harétodo lo posible para rescatarte, no me engañas con todo esto.

―Tú veras lo que haces. ―Angelo se dispone a despedir yala llamada, pero como sé que Grey no se traga en parte todo estoañado algo más por mi cuenta―. Tengo tu arma, ¿a qué esocambia las cosas? Tus huellas están ahí, yo puedo limpiar lasmías, pero si causo un asesinato aquí… Cargarás con todas lasconsecuencias. Sé cómo arreglármelas para que parezca quehayas sido tú y así acabar contigo.

―¿Cuándo? ¿Cuándo te has pasado al otro bando?―Empieza a ver que lo que yo le estoy diciendo puede que seaverdad y siento como comprueba que no tiene su pistola.

―Hace ya mucho tiempo, ni siquiera te diste cuenta―replico por mí misma, sin necesidad de que él me diga nadapor el pinganillo.

―Está bien. ¿Quieres acabar conmigo? De acuerdo, te lodejaré todo en la palma de tu mano para que no tengas que hacernada, pero no entiendo… me dijiste que nunca me traicionarías.

239

Page 240: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¡Oh, qué pena! Jason Grey hace caso por primera vez aotra persona y termina engañado. Te llamaré dentro de poco paraconcretarte el lugar.

No espero una despedida por parte de él ni a que meresponda, cuelgo rápidamente el teléfono y me quito elpinganillo tirándolo en la mesa.

Angelo, que ha estado observando todas las palabras que hedicho sin que él me dijese nada, se sienta y empieza a aplaudir.Parece que ahora confía más en mí, pero no canto victoria, noaún… Puede tener un as bajo la manga y engañarme. Llevo mismanos hacia mi pelo y me lo echo hacia atrás, tratando de pensaren todo lo ocurrido.

¿Irá Angelo en serio con eso de matarme? Espero al menosque Grey se haya creído por completo todo lo que le he dicho,no quiero que descubra por completo esta red de mentiras y pormi culpa, acabe más gente mal de la que ya puede hacerlo.

Así que dentro de tres días todo esto habrá terminado. Sólopuede haber uno que gane y yo estoy del lado del bando de losmalos, de los villanos y tiranos que son, porque no tienen otronombre, pero yo misma he provocado todo lo que estáocurriendo. Subo mi mirada hasta mi compañero de habitación ylo veo observándome atentamente, para ver que hago.

―¿Confías ya en mí?

―En gran parte, pero no del todo… Fue bueno eso del final,sí, muy bueno. ―Me mira con interés.

240

Page 241: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Te dije que estaba de tu lado y deberías haberme creído.

―Se siente ―dice en tono de burla y subiendo sus manos enseñal de despreocupación―. Pero cuando estás en la cima,quieren darte la patada por todos lados.

No podemos seguir hablando, se sienten golpes en la puertay Angelo hace pasar a quien quiera que sea con uninsignificante: «adelante». Hacia nosotros llega un hombre altoy delgado que me supera en altura. Sus cabellos son largos yrubios con una tonalidad oscura que le llegan por los hombros.Tiene los ojos marrones oscuros y una expresión de maldad conun semblante oscuro que denota que hace todo por el dinero y lafama. Va vestido como el conductor, con un uniforme negro y encuanto me ve a mí, pone mala cara.

―¡Eres idiota! ¡Al final te has tenido que traer a la malditaniñata!

―¡Shhh! ―susurra Angelo tranquilo y sin mirar a esehombre, posando su mirada en mí―. Esta niñata, como tú lallamas, nos va a ayudar mucho. ―Sonríe y mueve la cabeza deun lado a otro divertido, como si fuese un niño.

―¡Señor!

―¡Shhh! ―susurra de nuevo―. ¿Quieres que te corte lacabeza y te cuelgue en un salón como un maldito animal?

―¡Estás ciego! ¡Te traicionó una vez y ahora lo puedevolver a hacer!

241

Page 242: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Eso ya lo veremos… ―La mirada de Angelo se vuelveoscura y llena de maldad, se dirige a mí pero sin dejar de hablarcon ese hombre―. Altaír, la tengo entre la espada y la pared. YGrey… ¡oh!, comerá de mi mano simplemente.

―Grey ―repite Altaír, que es así como parece que sellama―. Esa maldita e insana obsesión tuya por ese hombre…¿He oído que quieres matarlo? ¿Qué vas a hacer cuando lohagas? Porque esa obsesión por él te ha llevado ya más de tresaños.

―Eso es mi problema. ―Angelo comienza a cabrearse yecha con una mirada a Altaír, que se va muy enfadado y con lamitad de sus palabras todavía clavadas en la boca, sin quepuedan salir.

Así que Angelo lleva obsesionado con Grey desde hace másde tres años, es algo interesante, ¿pero por qué? Recuerdo queGrey me contó que este le ha estado enviando muchas cartas contodos los casos en los que ha actuado robando o matando y queen todos ellos se había salvado milagrosamente. No entiendo, escomo una extraña atracción enfermiza. Pero Angelo no es gay―creo―, no creo que sólo se interese por él por ese detalle.

―Tienes algo que es mío, Allison.

―¿El qué? ―Cojo el arma que tengo bien guardada confuerza. No me puede quitar esto, no, es lo único que no quieroque me quite.

242

Page 243: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¡La maldita tarjeta! ―grita cabreándose y dando un fuertepisotón.

―Oh, eso… ―Mi instinto me lleva a buscármela entre micuello, escondida bajo la camiseta, pero no está.

¡No, no puede ser! Me pongo nerviosa y empiezo a buscarla,sin ocultar el lugar ante los ojos de Angelo que lo he tenidohasta hace poco en un colgante alrededor de mi cuello. ¿Y si…?Cuando Grey y yo nos quedamos dormidos en el salón y le dijeeso, «lo siento, por traicionarte». ¡Me lo quitó en ese momento,cuando yo estaba dormida! Es decir, que también me oyó decirleesa frase… Empiezo a respirar fuertemente y una sonrisa casiimperceptible sale de mi rostro. Este idiota me la ha quitadoantes que haga cualquiera tontería. «Gracias, Grey», pienso paramí misma. Miro a Angelo, que empieza a impacientarse y medoy cuenta que estoy metida en un gran lío, pero no me importa,al menos la tarjeta está en un lugar seguro y el cual no podráacceder tan fácilmente.

243

Page 244: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Mi paciencia se agota y nada bueno trae eso… ―dice,tratando de controlarse a sí mismo, llevándose el dedo índice yel corazón hacia su sien y dándose un pequeño masaje con losojos cerrados. Los vuelve a abrir y me mira de otra forma―. Mecargo a la gente y no tengo ningún tipo de remordimiento ―lodice riéndose como si pretendiese sonar como una simpleanécdota que le suele ocurrir mucho, pero no, estáamenazándome indirectamente. O le doy una respuesta, y esatiene que ser la que a él más le guste, o me temo que cumplirásus últimas palabras.

Miro hacia la puerta rápidamente y vuelvo mi vista hacia él.No está tan lejos, y si me escapo, podría salir. Pero no, a sabercuántos súbditos tiene bajo su merced. Borro rápidamente laidea de escaparme, ya que si estoy aquí, no voy a permitir quetodo esto se caiga por su propio peso. No voy a cometer unmaldito error que le de ventaja a él.

―¡Por favor! ―dice hartándose―. ¿No me dirás que la hasperdido o te la has olvidado? ―termina diciendo con ciertotoque de desprecio.

―La tengo y está guardada, a prueba de seres detestables―trato que pille la indirecta.

244

Page 245: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¡Yo no soy detestable! ¡Todo el mundo me quiere!

―Por tu dinero o… por tu poder, no serías nadie sin eso―le recrimino.

―Te olvidas de algo…

Se acerca y se coloca justo a mi lado izquierdo. Lleva susbrazos hacia atrás y posa la mano derecha sobre su izquierda,irguiéndose lo máximo posible y dándose a él mismo un aire desuperioridad. Me quedo un momento quieta sin tan siquierarespirar, él y Grey son tan parecidos que podrían ser la mismapersona… Acerca su rostro hacia mi oído y oigo como susurraunas palabras:

―Tengo esto… ―Señala su cabeza. Levanta su voz paragritar más fuerte que nunca―. ¡Y nada ni nadie podráarrebatármelo! Mientras siga vivo… Seré el dueño de todo loque me rodee y toque con mis manos.

―Todos los líderes caen… y tú con ellos. No eres perfecto.Todo lo que tienes hoy en día se te volverá en tu contra. Elmundo no es para tiranos.

Ríe y lo hace a carcajada limpia y pura. Parece simplementeque se ha escapado de un manicomio en el que, por supuesto, lavigilancia no es muy buena. Se echa hacia atrás y, como si sesintiese dueño incluso del suelo que pisa, camina con eleganciay tratando de hacerse notar con cada simple y maldito paso queda, por más ínfimo y sin importancia que le dé yo o cualquieraotra persona. Una vez que ha llegado a la puerta, levanta los

245

Page 246: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

brazos como si esperase que algo le cayese del cielo y se da lavuelta hacia mí.

―Yo caeré, sí. Pero recuerda: todos vais detrás de mí.―Gira de nuevo y al abrir la puerta me dirige una última frasecomo señal de despedida por hoy―. Alguien te acompañará a tuhabitación y mientras tanto quédate la tarjeta. Te la pediré mástarde.

Deja tras de sí la puerta abierta, como si esperase que se lacerrasen. Un hombre equipado al igual que todos los demás, mehace un gesto con la cabeza y hace que vaya tras él. Cierra lahabitación con llave cuando ve que he salido del todo y con muypoca paciencia, pero sin tan siquiera tocarme ni un pelo, meindica que le siga.

Caminamos durante cierto tiempo a través de lo que pareceser un laberinto terrible con pasillos interminables y puertas portodos lados. La verdad es que engaña bastante visto desde fuera,nunca hubiese jurado que aquí podría existir tal encrucijada. Nointento ni tan siquiera memorizar cada uno de los pasillos, novale para nada ya que tengo la sensación de que todos soniguales y no habrá manera de encontrar la salida, si por uncasual ocurriese cualquier cosa.

La habitación que me ha sido asignada es pequeña y cuentatan sólo con una cama y una mesa pequeña a su lado. Sólo tieneuna ventana y esta está incrustada en la puerta, cosa que no meda demasiada luz. Eso explica el porqué de la luz encendida encuanto el hombre que me acompaña, ha abierto la puerta. Mehace entrar en ella sin decir palabra alguna y, cuando traspaso la

246

Page 247: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

línea que separa esta habitación de los pasillos, cierra deprisa lapuerta, como si pensase que me voy a escapar.

Trato de aporrear la puerta y que me deje salir, grito y doypatadas, pero no sirve para nada. Me voy hacia la cama y mesiento en ella, tratando de calmarme y encontrar una solución.No puedo estar metida en esta frívola habitación durante todo eltiempo que a Angelo le apetezca mantenerme aislada. Terminarépor volverme loca, por perder mi juicio.

Con alegría siento cómo unas llaves se adentran en lacerradura y abren la puerta. Me pongo de pie para ver qué ocurreahora. Por esta entra el chico que antes he conocido, Altaír.Mueve su larga melena rubia como si quisiese que sus cabellosqueden simétricamente perfectos y, tras dar unos pasos, cierra lapuerta con llave para su mayor seguridad. Junta sus manos,formando una unión entre sus dedos haciendo que sus brazos seestiren y sus dedos crujan con un sonido que me molestabastante. Mueve su cuello girándolo hacia la derecha y laizquierda, provocando crujidos también, y sonríe levemente perocomo si me tuviese asco.

―Angelo se equivocó contigo, no se puede fiar de ti, ¡peroestá tan ciego! Yo le ayudaré a ver que eres una don nadie yluego me creerá, me ganaré su confianza y… ―Ríeperversamente―. Podré matarlo yo mismo y quedarme contodo.

―Eres patético. Angelo ya sabe que no puede fiarse de nadiede los que tiene bajo su mando, por eso me eligió a mí.

247

Page 248: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Cómo que te eligió a ti? ―grita enfadado, tratando deocultar algo parecido a… ¿los celos?

―Pues verás ―digo, tratando de encontrar las palabrasexactas―, ninguno de vosotros le sirve para nada, se cansarárápidamente de cada uno y os aniquilará. Le vi hacerle eso amucha gente. ¿Por qué crees que me fui? No quería ser lasiguiente ―miento en esto último que he dicho―. Conseguirá aGrey como tú dijiste. Y… ¿sabes quién será la personaencargada de quitarle la vida?

―¿Quién? ―pregunta gritando. Por lo que veo, no tienepaciencia alguna y está creyendo todo lo que digo.

―Yo. ―Sonrío para hacerle enfadar aún más―. Sólo soisunos títeres, ni siquiera os deja terminar con la vida de «suobsesión», a mí me tiene más aprecio.

No espera siquiera a que termine la frase, tras habergolpeado la puerta con furia, se dirige a mí rápidamente tratandode hacerme algún daño. Soy un poco más rápida que él y evitoel golpe que quería asestarme en el vientre. Golpea enfurecidopor haber fallado la primera vez la mesa y se da la vuelta,mirándome con odio. Corre de nuevo y me tiro al suelo, rodandoen él. No me da tiempo a ver su siguiente movimiento, por loque siento un golpe seco y directo hacia mi espalda que me dejaextasiada durante un momento. Trato de levantarme, pero eldolor me lo impide. Voy a coger la pistola, pero se da cuenta yme pisa la mano. Emito un pequeño dolor por el pisotón y,elevando mi pierna, le asesto un golpe que hace que se echehacia atrás. Me levanto demasiado tarde, cuando veo cómo supuño se dirige hacia mi ojo, causando que grite aún más fuerte y

248

Page 249: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

que caiga contra la pared, lo que provoca que me dé nuevamenteen la espalda y ahora sienta como si me hubiese roto algo. Nopuedo hacer nada. Respiro con dificultad, pues me falta el aire yme cuesta tomarlo sin sentir sequedad y que todo me abrasa alhacerlo.

―Buena suerte, te hará falta. Estos tres días voy a ser elinfierno personificado para tu deleite. ―Abre nuevamente lapuerta y sale sin tan siquiera ver si voy detrás suya, aunque esprácticamente imposible puesto que no puedo conmigo misma.

Me tiro cansada de rodillas y golpeo con una mano el suelo.Siento como si en mi espalda se estuviesen clavando miles decuchillos profundamente. Trato de controlar mis pulsaciones ytranquilizarme. Me voy hacia la cama, echándome sin causarmealgún dolor más. Recuerdo que llevo el móvil encima, lo saco demi bolsillo y lo enciendo buscando rápidamente el número deMartin. He de avisarle de todos los planes hasta ahora. Conmucho trabajo y tratando de no mover ni un solo músculo por eldolor, consigo dar llamada.

―¿Allison? ―Se oye una voz preocupada que preguntaintrigado.

―Soy yo ―digo susurrando, por miedo a que me oigan yporque tengo la sensación de que si levanto la voz, me dolerátodo.

―Grey ha estado aquí… se huele algo. He intentado hacercomo si no supiese nada, pero no para de hacerme cuestiones ytengo miedo. Si no llega a estar tu hermano aquí para pararlo,

249

Page 250: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

podría haberme amenazado para que le contase algo. Creo quesabe que yo estoy metido en todo esto.

―Aguanta un poco más… ―digo arrastrando las palabras ytratando de no hacer ningún movimiento por el dolor―. Sólotres días… El juego final será dentro de tres días.

―Eso es mucho tiempo…

Escucha mi voz suave y sumisa.

―¿Te ha ocurrido algo

―No ―miento―, no quiero que sepan que estoy hablandocontigo, tenemos que ser precavidos ante todo.

―De acuerdo ―dice no muy convencido―. ¿Dónde estás?Necesito saberlo, sino no podré hacer lo que me pediste.

―No lo sé, Angelo ha sido inteligente y me ha impedido verel camino donde estoy… Pronto llamaré a Grey, para la fechadel acto final. Entonces te llamaré a ti y te confirmaré el lugar.Tendré el teléfono apagado, para que no me pillen, así que nointentes llamarme.

―Está bien ―acepta y oigo su voz preocupada.

―Por cierto, borra esta llamada y quema la factura delmóvil, Grey no puede encontrar pruebas que te incriminen.

Espero a oír un leve «Vale, lo haré» por parte de Martin ycuelgo.

250

Page 251: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Miro la hora en la pantalla, es por la noche. Vuelvo a apagarel móvil que Grey me dio para las emergencias hace unassemanas y lo guardo en mi bolsillo de nuevo.

Me duele todo el cuerpo y no he comido nada durante el día,por lo que mis fuerzas flaquean y siento cómo me mareo. Tratode dormir, pero el dolor me hace quedarme despierta durante unpar de horas más, haciendo que escuche en el exterior, en esosprofundos pasillos voces y pisadas de gente que pasa por al ladode esta habitación. Tras uno de los insomnios más dolorosos demi vida entera, consigo conciliar el sueño.

Segundo día de mi estancia

Me queda tan sólo un día para que todo acabe o, encualquiera de los casos ―y no muy probable―, empezar unanueva vida alejada de todo esto.

Trato de incorporarme. No sé la hora que es, pero supongoque habrá amanecido o lo más seguro es que ya sea bien entradala tarde y yo me haya pasado casi un día entero dormida.

Mis músculos están entumecidos, lo que me dificultad ellevantarme la primera vez que lo intento. Respiro hondo y tomoimpulso una vez más, apoyándome en la pared que tengo a ladode la cama. Esta vez lo consigo, aunque siento cómo mi interiorpor completo se rasgase en varias partes, no puedo estar así mástiempo o haré que mis contusiones y mis huesos empeoren más.

Doy un paso y luego otro. Camino como si fuese un zombi,como si me costase la misma vida y anduviese perdida. Llego

251

Page 252: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

con mucha dificultad hacia la puerta y una vez allí, poso unamano a través de la ventana y no aguanto más, caigo hacia abajoarrastrándola por toda la puerta. Me cuesta muchísimo respirar,nunca me habían dado una paliza tan grande. Hasta ahora creíaque sería capaz de soportar todo, puesto que nunca me hanpegado de tal modo.

Veo a alguien asomarse por la ventana, una figura queconozco muy bien. Estoy casi delirando por la falta de cuidadosa mis heridas y creo que es él. ¿Cómo ha podido encontrar ellugar? La puerta se abre y tengo que echarme hacia atrás, estáaquí…

No es él, mi subconsciente me está volviendo loca, me estáengañando, es tan sólo Angelo acompañado de dos de susescoltas. Me ve tirada en el suelo y con una señal hace que susdos hombres salgan por la puerta y esperen fuera. Se agachapara estar a mi altura y con una mano coge mi rostro, esta vez escon dulzura. Miles de recuerdos vienen a mi cabeza: desde laprimera vez que le vi, a todas esas veces que me escapésolamente para estar con él… Esa mirada me trae demasiadosmalos recuerdos.

Me sonríe, como antes hacía, pero no puede evitar tener esamirada de loco.

―¿Cómo has acabado así? ―me pregunta divertido.

No respondo, si lo hiciese y delatase a Altaír, seguro que estese las apañaría para hacer como si él no hubiese tenido nada quever, entonces Angelo se mosquearía y no sé qué pasaríaconmigo.

252

Page 253: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Es qué te has quedado muda también? ―dice,empezando a hartarse―. ¡Dime quién te ha hecho esto!

―Altaír… ―admito, casi en un suspiro pues me cuestahablar sin que me duela todo.

―Vaya… ―es su única contestación. Su rostro empieza aenervarse, echa su pelo una vez más hacia atrás aunque ya estémás que repeinado y se levanta. Me tiende su mano y me ayudaa levantarme. No entiendo por qué ahora se comporta asíconmigo―. Recibirá un castigo por mi parte.

Me ayuda a salir de la sala sin decir nada más. Una vez queuno de sus hombres cierra la puerta, me deja en sus manos y elhombre me lleva sin dificultad alguna. Empezamos a recorrerlos interminables pasillos de nuevo y es un alivio que alguienme lleve, ya que no puedo ir yo sola caminando. Tras girar unascuantas veces, observo cómo me llevan hasta una salatotalmente nueva, que parece ser la cocina o comedor. Unsimple y sencillo gesto de Angelo los lleva a soltarme concuidado en la silla más cercana. Una mujer se acerca con unplato de comida y yo me quedo callada, observando a Angelocon duda y miedo.

―¡Oh, vamos! ¿No querrás que la estrella de mi grannúmero final muera de hambre? ―exclama en falso tono decompasión hacia mí―. Vosotros, buscadme a Altaír y traédmeloaquí.

Me da miedo. Esto último lo ha dicho con mucha maldad,pero a la vez tranquilidad en su voz. Lo conozco demasiado bien

253

Page 254: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

como para saber su siguiente paso: va a hacerle sufrir, de algunau otra manera, pero sufrir hasta que no pueda olvidarlo.

―¿Es que no vas a comer? ―Se sienta enfrente mío,dándole la vuelta a la silla y posando sus brazos en el cabezal deesta.

―No lo sé… ―digo en voz baja y bajando mi mirada haciael plato―. ¿Por qué haces esto?

―Mis actos no tienen justificación. Si hago esto es pordiversión solamente. Nunca sabes por donde voy a salir.―Sonríe de una forma sexy moviendo algo la cabeza. No…espera… ¿Sexy? No puede ser… otra vez no―. Igual que lasbalas, no sabes por dónde voy a salir.

―Entiendo.

―Soy un ser perfecto. ―Se lleva una mano alcuello―.Todos me quieren y me querrán.

―¿Y tú quieres a alguien? ―no aguanto más y le suelto estaindirecta―. A parte de tu obsesión por atrapar a Grey.

Me mira sorprendido y sin saber qué decir, tan sóloesbozando una sonrisa con sus dientes totalmente blancos yperfectamente alineados. Empuja el plato más hacia mí, para queempiece a comer.

―El querer es el sentimiento de los perdedores ―contestatajante―. Come.

254

Page 255: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Entonces… ¿Nunca llegaste a sentir nada por mí…?―empiezo a dar un bocado a la comida.

Va a contestar algo, pero no sé qué es, ya que llegan los doshombres con Altaír cogidos de los brazos y no permitiéndolemoverse a no ser que ellos quieran.

Angelo se levanta y se pone delante de él. Le da un puñetazoen la cara que hace que el rubio de pelo largo emita un sonido dedolor que hace que se me estremezcan todos los huesos y memire con rabia. Agacho de nuevo la cabeza, cerrandofuertemente los ojos. Siento cómo las puertas se abren de nuevocon un estrépito sonido y pasa alguien.

―Querido, ¿otra vez peleándote? ―pregunta la voz de lapelirroja, no podría confundirla nunca. Náuseas se apoderan demí―. ¿No puedes estarte quieto?

Me giro y abro los ojos, mirando a Agatha que está tanespectacular como siempre, con un vestido que deja ver suslargas piernas y con el pelo echado todo hacia un lado, dejandover sus rizos juntos y alborotados. Se acerca a Angelo y este a suvez sonríe. Cuando llega el uno al lado del otro, se besanapasionadamente. Siento un impulso de levantarme y pegarle aesa dichosa mujer perfecta en todos los sentidos.

Tras el beso, Angelo se da la vuelta hacia Altaír y parece queestá preparado para hacerle sufrir aún más. Vuelve a darle unpuñetazo y yo miro hacia otro lado rápidamente, girando lacabeza. Se me han quitado las ganas de comer y muevo el platolejos de mí.

255

Page 256: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Encargaos de él, no quiero que vuelva a pasarse conalgunos de mis invitados. ―Se refiere a mí―. No le dejéis conla idea de que pueda volver a hacer lo mismo, quitádsela de unbuen golpe.

Me levanto con mucho trabajo y apoyándome en la sillamiro cómo se llevan al rubio de pelo largo y Agatha se acerca aAngelo, cogiéndolo por la cintura.

―Angelo, déjalo…

Trato de que no se dé cuenta de que no quiero que le hagamás daño, aunque él me lo haya hecho a mí y me haya dejadocomo un simple trapo.

―Por favor ―añade Agatha.

―Es tarde. Además, que aprenda la lección ―contestaaburrido―. Agatha, ¿has estado con Grey?

―Sí. ―La pelirroja me mira por lo alto y continúahablando―: Está desquiciado, no sabe qué hacer y creo quepiensa que la niñata esa le ha traicionado de verdad.

―Bien. ―Angelo sonríe―. Es lo que quería.

―¿Y ella? ―Agatha me mira a mí con desconfianza―.¿Cómo se ha portado?

―Creo que no nos está engañando. Puede que de verdad sehaya unido a nuestro bando. ―Angelo también me mira―. Pero

256

Page 257: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

no come. ―Continúa observando mi plato. Se acerca a mí y mesiento―. ¿Es que quieres que te obligue a comértelo?

―Quiero a la pelirroja fuera de mi vista ―contesto con lamirada fija en la mesa y tratando de imponerme.

―Agatha, vete ―ordena Angelo.

―¡Pero...!

―¡Agatha! ―grita enfadado―. Ya la has oído.

Agatha sale, echándome una mirada en la que deja notar queme quiere matar. Mueve su larga cabellera rizada hacia el otrolado y, dando un portazo, se aleja de nosotros. Angelo se sientatal y como ha dejado la silla antes y me acerca el plato de nuevo.Me mira fijamente y me hace una señal con sus ojos para quecoma. Suspiro y cojo el tenedor de nuevo.

―No te empeñes, no te importo, sólo me quieres para matara Grey y luego todo se acabó. ―Levanto mis cejas y prosigo―:Por cierto, bonita forma de decir que no sientes nada por nadienunca.

―¿Te refieres a Agatha? Ella es sólo un desquite, para pasarel tiempo.

―Ya… al igual que yo en su tiempo. Lo que pasa es quesólo me querías por conveniencia, sabías que podrías sacar algode mí.

257

Page 258: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―No seas rencorosa ―resopla y habla como si le hiciesegracia―. En mis planes entraste porque sí… No puedesremediarlo.

Tiro el plato al suelo de un manotazo. Estoy harta de quejuegue así. Me recuerda demasiado a Grey y eso me causa unsentimiento extraño. Pero Angelo tiene algo que me atrae, comohace un año.

―Me hartas con tus jueguecitos de niña pequeña…¡Madura!

―Cuando tú seas una persona normal.

Ambos reímos. Esto nos recuerda totalmente a todo loocurrido el año pasado.

Angelo se levanta, se inclina hacia mí y sonríe tal y como losolía hacer tiempo atrás. Me besa sin yo esperarlo y esta vez lesigo el beso. Quizás me esté volviendo loca, pero una parte demí está por dejarlo todo atrás, por ponerme realmente de partede Angelo. Tras el beso, queda su frente contra la mía y al abrirlos ojos, me encuentro los suyos verdes con un brillo especial.Me sonríe de forma misteriosa, como si hubiese conseguido loque él ha querido durante todo este tiempo. Se retira lentamentede mí y saca algo de su bolsillo. Es el mismo teléfono con el quellamé ayer a Grey.

―Diviérteme un rato y llama al detective ese de pacotilla―dice, dándome el teléfono.

258

Page 259: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Por qué? ―pregunto totalmente despistada y sin saberqué hacer con el teléfono en mano.

―La hora y el lugar ―habla resignado y con aburrimiento.

―¿Por qué? Me tienes a mí ya, déjale a él…

―Me aburro, ¡necesito cargármelo!

―Si te aburres, dedícate a algo productivo, pero nocomiences la tercera guerra mundial, ¡por Dios!

―No es mi estilo… ―Se ríe y vuelve a besarme, pero estavez un beso más corto para que me quede con las ganas―. Hazlo que te digo, no me gustaría tener que asesinarte. ―Sonríe.

Marco el número y siento un escalofrío recorrer mi cuerpo.Es la señal de que lo he abandonado por completo, no sé quécara pondría si llegase a enterarse de que he vuelto a caer, deque siento algo de nuevo por el criminal más peligroso de todoel país. Esto me va a pasar factura, lo sé. Pero es a la vez tanseductivo, dan ganas de obtener más y más, y sé que la únicamanera de conseguirlo es cargándome poco a poco a Grey paraque él esté contento.

Me da un pinganillo como el día anterior y él se aleja paraque Grey no nos pille. Siento que contesta la llamada, ya sabeque soy yo. Supongo que Angelo habrá puesto de nuevo lallamada en oculto y Grey habrá averiguado de quién se trata. Mecuesta hablar, él lo hace primero con un simple «¿Sí?». Todo miestómago se revuelve y tardo unos segundos en aclarar mi voz ypoder contestar con normalidad.

259

Page 260: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Siento cómo la voz de Angelo comienza a hablar por elpinganillo. Trato de controlarme a mí misma y estar serenadadel todo. Miro hacia abajo, tratando de ocultar mi vergüenza y,acto seguido, dirijo una última mirada hacia él, tratando que nonote mi miedo.

Nota mis ojos observándole y me dedica una sonrisa, másbien de una persona no muy cuerda y muy sediento de venganzay poder. Sus labios me susurran una palabra, pero sin llegar asonar, tan sólo con el movimiento de estos. «Hazlo», y micuerpo se estremece por completo.

―Allison, supongo. ―Voz cortante y más fría que nunca.Me pregunto si realmente piensa que le he traicionado, a estasalturas hasta yo estoy en duda.

Aclaro mi garganta, sin dejar que note alguna pizca o índicede mi nerviosismo o algo que le haga descubrir que Angelo es elque está tras de mí, dictándome que decirle.

―No te equivocas, chico listo.

―¿Qué quieres? ―suelta tajante. Esta vez no hay ningúnintento de que recapacite, nada por su parte que haga que yo mereplantee en que bando estar, parece que se ha dado por rendido.

260

Page 261: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Segundo día. Sólo queda uno… ―Al decir estas últimaspalabras a través de mí, Angelo sonríe con un brillo en sus ojosque indican un deseo incontenible de que todo esto se produzcaya.

―Pues vaya, gracias por recordarme algo que ya sabía.¿Qué quieres? ―vuelve a repetir.

―Encima de que hago esto interesante… ―Eso suenademasiado a él, no se lo tragará―. ¿Qué tal si mañana nosencontramos a las doce de la noche?

―Define «nos encontramos». No quiero una panda deidiotas que me molesten.

―Tú, yo… y él. No habrá nadie más si tú lo pides.

―Me parece justo.

¿Ya está? Angelo me mira desesperado, esperaba más juegopor parte de Grey y este simplemente se ha mostrado de acuerdocon todo lo dicho. Estoy por colgar el teléfono, pero me hace ungesto para que todavía siga un poco más. Le hago caso y, al oírsus últimas palabras, las repito todas, exactamente como hansalido de sus labios.

―Mañana, a las doce, en la fábrica abandonada que seencuentra al sur de Silvery River.

―De acuerdo.

261

Page 262: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Será… nuestro encuentro final. ―Me cuesta como siestuviese en el mismísimo infierno decir esas cuatro palabras.¿Por qué siento esta sensación de que me quiebro por dentrocompletamente?

―Será… interesante.

Cuelga. Mi respiración vuelve a la normalidad, aunque estasensación no me deja en paz. Mi conciencia me dice que esto nova a salir bien, que estoy equivocada. Mi corazón se parte endos… Pero parece que vuelve a juntarse cuando Angelo seacerca hasta mí para felicitarme con un nuevo beso. Amargo, asíes como sabe. No sé si realmente estoy haciendo lo correcto.Grey es un ser sin sentimientos, frío y puede que en muchasocasiones no parezca humano… ¿pero realmente estoy dispuestaa todo esto por una persona que puede engañarme de nuevo?

―Te quiero.

Sonrío sin querer. Es la primera vez que lo oigo y suena tansincero… Todo se va por un momento, siento que no tengo deque preocuparme. Creo saber realmente con quien ir, de queparte estar. Estamos muy cerca el uno del otro y por una vez enmucho tiempo, me dejo manipular. ¡Qué más da! Cada vez estoymás segura que nunca lo olvidé, por mucho que haya tratado deocultarlo, siempre he querido a Angelo Diserra, sí… y siemprelo querré.

Se separa poco a poco de mí y rápidamente vuelve a sucarácter de asesino al que no le importa nadie. Altaír, ha entradoy por suerte no nos ha visto. Lleva toda la cara marcada concortes y moretones en el ojo derecho. No es nada agradable de

262

Page 263: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

ver y puedo notar cómo no ha sido la única parte de su cuerpoque ha salido lastimada: en los brazos tiene también y supongoque no se librará ninguna parte suya, piernas, espalda…

Ni siquiera se digna a dirigirme la mirada. Mira a Angelocon respeto y echando su vista abajo, avergonzado y tratando deno hacer notar su dolor por los golpes. Una vez que me doycuenta de esto, recuerdo que mi cuerpo también ha sidogolpeado por Altaír y sonrío, aunque me duele todavía, pero selo merece.

―¿Vienes a molestar? ―pregunta sin paciencia Angelo, lomira con crueldad y se ríe, percatándose de todo su dolor.

―Tiene que prepararlo todo… ―le habla Altaír ahora deusted. Es la primera vez que noto que se dirige a él con respeto,parece que lo que sea que la hayan hecho ha calado tanto en elrubio de pelo largo que ahora tiene miedo de que le ocurra algode nuevo.

Angelo resopla un poco y con una simple mirada hace queAltaír salga de la sala con temor y sin mirar hacia atrás. Él se vatambién sin despedirse de mí, ni tan siquiera dirigirme unasimple palabra o un gesto.

Ahora tengo libertad para hacer lo que quiera, tal vez puedarecorrer toda esta fábrica y descubrir recovecos y pruebas queme sirvan para un futuro cercano. No tarda mucho hasta queoigo sus pasos de vuelta, parándose en el marco de la puerta ydejando caer una mano sobre ella.

263

Page 264: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¡Cerrad todas las puertas que den al exterior y vigiladcada uno de sus pasos! ―grita señalándome con un dedo ydespués se vuelve a acercar a mí. Tengo miedo, no sé qué leocurre ahora. Una vez a mi lado, me mira intensamente. Sientosus ojos verdes con un aura que determina que sabe algo. Tragomi saliva y sigo mirándolo; ahora me tiembla todo el cuerpo―.¿Te crees que soy tonto? ―Ríe y saca de mi bolsillo elteléfono―. Te puse en una habitación con cámara oculta. Todoen este lugar está vigilado, no podrías burlarme ni con elcoeficiente intelectual de tu querido detective.

Intento seguir mirándole fijamente, pero es imposible.Cierro mis manos con resignación: me ha descubierto. Mirespiración aumenta poco a poco, quizás ahora me espera algomalo… No, no me espera, es seguro. Trato de alejarme de él,pero sigue acercándose a mí lentamente. Mis ojos no dejan demirarle mientras ando hacia atrás, no me importa chocarme conalgo, no quiero perderle de vista.

―A ver… Entretenme: ¿qué estabas haciendo llamando aalguien por este teléfono? ¡Oh, querida Allison! ¡No me digasque ibas a traicionarme!

―No… yo…, yo sólo… ―No se me ocurre nada.

―¿Tú qué? ¡Me aburres! ―grita monótono―. Como no tedecides a decirme la verdad, voy a tener que tomar medidas.―Chasquea los dedos y dos hombres altos y corpulentosaparecen por la puerta―. Lleváosla y encerradla. Aseguraos deque no salga hasta mañana, hasta que lo tengamos todopreparado.

264

Page 265: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Los dos hombres se acercan a mí y yo corro hasta que miespalda dolorida encuentra una pared y no puedo hacer nada.Mis manos se aferran a ella y la rasguño con mis uñas, siento ladureza de esta. Miro a ambos lados, mi izquierda y mi derecha,puedo escapar si me lo propongo. Los hombres están a escasoscentímetros de mí.

―Angelo… ―susurro―. Por favor... Para esto. Páralos.

Mi cuerpo hace que me caiga hacia abajo, mi cabeza secoloca junto con la pared y por un hueco puedo ver la sonrisa demaldad de Angelo. Los dos hombres no hacen nada por elmomento. Angelo sale de la sala y dando un portazo que indica aellos dos que pueden continuar.

Siento cómo estoy atrapada. Se acercan a mí y me cueloentre el espacio que deja uno de ellos con sus piernas abiertas.Soy rápida, pero no tanto por lo que me coge del pie. Trato desoltarme y en un intento, consigo lo que quiero, dejando mizapatilla atrás. Me incorporo y, antes de que puedan atraparmedel todo, salgo corriendo abriendo estrepitosamente la puertaque da lugar a esos pasillos interminables. La cierro dejando alos hombres a cierta distancia de mí. Veo a otro venir por unadirección contraria a la mía y me apresuro en escapar a algúnsitio seguro.

Mientras voy corriendo, trato de despistarlos, intento no irpor un pasillo sin salida y tengo suerte. Corro hasta que nopuedo más y me percato que la sala donde llamé por primera veza Grey está abierta. Corro un poco más y giro en un pasillo haciala derecha. Me meto en una habitación oscura y espero a quepasen. Una vez que siento sus pasos acelerados, salgo

265

Page 266: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

disimuladamente y vuelvo tras mis pasos, tratando que no se dencuenta. Entro en la habitación que he visto antes y me escondotras la puerta. Oigo cómo vuelven hacia atrás. Uno de ellos miraen la sala, pero sin mucho interés, y se va repentinamentecerrando la puerta. No se ha dado cuenta de que estoyescondida.

Dejo que mi respiración entrecortada por la carrera vuelva asu estado normal. Trato de tranquilizarme y mi vista se dirigecasi sin quererlo a la mesa que hay en medio. Ahí está elteléfono con el que lo llamé. Es un golpe de suerte, podréllamarle…

Me dirijo a ella y cojo el teléfono, de forma que casi se mecae de los nervios que tengo. Empiezo a marcar los númerosrápidamente, tanto como mis dedos que tiemblan me dejanhacerlo.

En la mitad me paro. ¿Cómo seguía el número? Con lapalma de mi mano abierta me golpeo en la frente. Estoy algofrustrada y necesito recordar. ¡Vamos, Allison! Repito variasveces toda la parte que me sé y siento como los hombres pasande nuevo por el pasillo. Marco los números de nuevo con mimente recordando vagamente y da llamada. Ojalá que contactecon él…

―¿Diga? ―He acertado. Suspiro aliviada―. ¿Quién es?

―No hay tiempo de saludos. Ya sabes quién soy, corropeligro… Necesito tu ayuda, por favor. Vamos a tener que hacerlo que planeamos mucho antes de lo previsto.

266

Page 267: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Cómo que corres peligro? ¡Por favor, dime qué estáocurriendo! Explícamelo.

―¡No hay tiempo! ―grito y me tapo la boca rápidamentetras mi fallo. Puede que me hayan oído. Me callo durante unossegundos y sigo oyendo su voz lejana repitiéndome «¿Qué estáocurriendo?». Un hombre pasa mirando por todas partes, perosin llegar a entrar a la habitación donde me encuentro―.Escucha… necesito que vengas ya… Estoy en una fábricaabandonada, según tengo entendido está al sur del pueblo...―susurro.

―Creo que sé dónde se encuentra, pero ¿y si me descubren?Entonces sí que no tendrás salida alguna.

―Por favor… ―le suplico, susurrando de nuevo―. Tenecesito, dijiste que me ayudarías… aun llegando a ocurrir…

―Mi muerte.

―Sí… ―Me quedo callada, sin saber qué decirle.

―Está bien. Voy de camino, pero tardaré media hora. Esoestá muy lejos y no voy a poder llegar antes.

―No me importa, seguiré escondida mientras tanto. Silogras entrar, estoy en una habitación pequeña, sabrás cuál esporque dejaré una zapatilla fuera en el pasillo. Los que mepersiguen creerán que se me ha caído, pues la otra la he perdidoal intentar escaparme de ellos así que no sospecharán nada.

267

Page 268: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―No sé cómo, pero lograré entrar. Estoy seguro de que nosveremos y te ayudaré a salir. Todo va a ir bien, te lo prometo.

―Gracias…

Esta es mi última palabra, me cuelga y la ansiedad seapodera de mí. ¿Qué ocurre si lo pillan entrando? O peor: ¿y silogra entrar y como es un intruso se lo cargan en el acto?Entonces no habrá nada que yo pueda hacer, tendré queentregarme.

Sin hacer ruido, apago la luz de la habitación y me quedo enun rincón sentada, agarrando entre mis brazos mis piernas ytratando que no me pillen.

Me quedo ahí por mucho tiempo, no sé exactamente cuántotranscurre, pero siento que mis piernas se quedan dormidas y nopuedo moverme, por el miedo a que me descubran. Siento unpar de veces pasar a estos hombres, descubren mi zapatillas yson tan necios que creen que me he ido en la dirección hacia laque indica la zapatilla, como yo predije, se han tragado que la heperdido y la dejan ahí.

Vuelve a pasar el tiempo y sigo sin poder moverme. Sillegan a entrar en la habitación, estaré indefensa, ya que mispiernas no responden…

Pienso que él es mi única salvación, está dispuesto a morirpor mi culpa, por mí. Siempre he lamentado haberle propuestoeste plan, pero ahora… ahora me siento una asesina, no puedodejar de maldecirme a mí misma por habérseme ocurrido que

268

Page 269: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

entre en todo esto. Hubiese sido más fácil si no se lo hubieracontado unos días atrás.

Noto cómo el cansancio puede conmigo. Mis ojos no meresponden, mi cuerpo está totalmente paralizado en la postura enla que me he quedado hace un tiempo atrás y no responde, tansólo mis manos y estas pierden movilidad, pero no puedoarriesgarme en lo más mínimo. ¿Por qué tarda tanto? Ojalá no lehaya pasado nada. No, no puedo ser tan negativa ahora.

Unos pasos se acercan rápidamente, me pregunto si será él.Se paran delante de la habitación donde me encuentro y mirespiración se corta. Trato de no moverme, aunque ya de por síno pueda. Abre la puerta lentamente y enciende la luz. Memolesta, he estado un determinado tiempo en la oscuridad yahora no veo casi nada.

―¡Aquí estás!

Es uno de los hombres que me ha estado persiguiendo antes.Se acerca a mí y saca su pistola, apuntándome. No puedo hacernada, mi cuerpo no responde, mis piernas están tan dormidasque no me queda otra opción que quedarme en el sitio y aceptarque me ha pillado antes de que él hubiese llegado.

Pone su pistola en mi frente, siento que está fría y sigoquieta casi sin respirar. Aprieta el gatillo y cierro mis ojos,demasiado tarde para poder salvarme.

Pienso que este es el fin, que no hay salida puesto que misposibilidades han caído al mismo tiempo que ha entrado en lasala, ya no puedo hacer nada más. Estoy acabada.

269

Page 270: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Una lágrima cae por mi rostro y trato de controlar y noponerme a llorar ahora, sería patético. Espero el disparo casiimpaciente, deseando que termine ya todo…

Pero no pasa nada y siento un golpe seco, algo cayendodelante de mí. No me atrevo a abrir los ojos, pero he de hacerlo.Una vez abiertos, mi asombro no cabe dentro de mí: el hombreestá tirado en el suelo y saliéndole sangre de la cabeza. Mirohacia arriba y veo a Martin respirando dificultosamente con lasilla a un lado. Así que le ha golpeado con ella. Lo aparta y seacerca a mí. Muevo dificultosamente mis brazos hacia él y nosabrazamos. Al final ha llegado a tiempo.

―Un minuto más tarde y no lo cuentas. ―Su voz, esa quetanto me gusta escuchar y que me hace sentir tan tranquila estáaquí de nuevo, conmigo. Le abrazo aún más fuerte, casi sin quepueda zafarse de mí y sólo siento su risa ahogada―. Supongoque debemos levantarnos, si descubren el cuerpo, sabrán que haspasado por aquí.

―No puedo… ―Me suelto de él y trato de mover mispiernas―. Llevo demasiado tiempo en esta postura.

―Dame la mano.

Le hago caso y, tras darle mi mano izquierda, Martin metiende la suya para que haya más apoyo. Extiendo la míaderecha y una vez que me tiene agarrada, tira de mí hacia él yconsigue ponerme de pie, pero mi equilibrio no es el mejor ymis piernas flojean, por lo que tengo que ir cogida a él.

270

Page 271: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Dónde vamos ahora? ―pregunta, sin saber qué hacer acontinuación.

La situación es un poco incómoda y no sé qué contestar.

―Necesitamos encontrar un lugar en el que estemos asalvo… Deberíamos ir con cuidado y buscar.

―De acuerdo. ―Me mira como otras veces lo ha hecho. Yano recordaba sus sentimientos. Otra cosa que me hace sentir aúnpeor por haberlo metido en todo esto.

Salimos sigilosamente de la sala, tratando de no serdescubiertos y tenemos suerte. Decido dejar mi zapatilla ahí, detodas formas no voy a ir bien con una puesta y la otra perdida,así que me decanto por ir en calcetines.

Empezamos a caminar por un pasillo, sin saber muy bienqué hacer. Voy cogida de la mano de Martin, intentamos hacer elmenor ruido posible y buscamos algún lugar seguro paraquedarnos, pero es imposible. En todas partes hay cámaras deseguridad, incluso en las habitaciones. Caminamos durante unbuen tramo y cuando ya estamos hartos, y no hacemos más quever cámaras y más cámaras, paramos por un momento.

―Esto es ridículo, van a descubrirnos tarde o temprano.Todo está vigilado y cualquier paso en falso que demos podráser descubierto con facilidad ―digo algo cansada y agobiada,por no poder hacer nada.

271

Page 272: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―No será tan difícil despistarlos. Cuando yo he entrado hasido con suma facilidad, he de admitir. ―Me sonríe, poniendouna mano sobre mi hombro, para tratar de tranquilizarme.

―Cierto. ¿Cómo has conseguido entrar? No creo que contoda la guardia y personas bajo el control que posee Angelohayas podido pasar desapercibido.

―Para eso existen los disfraces. ―Me mira algo divertido,aunque con un poco de miedo en la mirada.

―¡No puede ser! ―Le observo asombrada, con los ojoscomo plato―. Martin, yo te consideraba más… más…

―Ya sé que no soy como ese tipejo… pero al menos hago elintento de que estés viva. ―Empieza a cabrearse y su voztiembla algo.

―Él no sabe nada, cree que todo esto es algo contra él. Dejade tenerle tanto odio… ―Ni siquiera soy capaz de mirarle a lacara. Bajo mi vista hacia el suelo―. No lo comprendes.

―Al final voy a resultar ser un imbécil. No debería habervenido a ayudarte, ¡qué te hubiese salvado Grey! No te importoni lo más mínimo, pero tenía la esperanza de que cambiases tupensar con todo esto… porque te quiero.

Todo a nuestro alrededor parece haberse parado, como sinada más tuviese sentido y me duelen todas esas palabras. Sabíaacerca de sus sentimientos, pero nunca me he parado realmentea pensar sobre las consecuencias que tendrían cualquiera de misactos para él, ya sean para bien o para mal.

272

Page 273: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Lo veo alejarse de mí un poco y suspirar, sin tan siquieramirarme o tratar de explicarse. No sé qué hacer, no podemospermitirnos que esto ahora nos separe, demasiada gentebuscándonos y que quizás con este desliz nos atrape. Voy haciaél, pero esquiva cualquier tipo de contacto. Trato que entre enrazón, pero no sé si es ya demasiado tarde.

―Por favor, no digas eso. Sabes que sin ti estaría ya perdida.Te debo mucho.

―Debemos encontrar un lugar seguro ―es lo único queconsigo como respuesta. Sin tan siquiera mirarme, prosigue sucamino y trata de no dirigirme la mirada. Va delante de mí y nise digna a girarse para ver si voy tras él.

―¡Creí que tú al menos no eras de esconder tus sentimientosuna vez dichos! ―le grito y me pongo en marcha, tratando dealcanzarle y ponerle delante de él. Una vez que lo hago, le hagoparar y pongo un brazo en su pecho, para indicarle que no semueva.

―Debemos marcharnos y poner en práctica el plan. Deja dehacer tonterías, por favor.

―Esto no es ninguna tontería, no pienso acabar con la vidade una persona… y menos en esta situación. Al menos entra enrazón y no me trates así.

Coge mi mano con las dos suyas y, sin dejar de apartarlas desu pecho, las aprieta con fuerza y me mira con esos ojoschocolate, agrandándose sus pupilas. Trata de sonar calmado y

273

Page 274: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

para ello, antes inhala y exhala varias veces seguidas, antes dedecirme si tan siquiera algo. Sonríe para tratar de tranquilizarme.

―Tú lo quieres a él, yo sólo soy una simple marioneta eneste juego. La gente me llamaría tonto por hacer lo que voy ahacer por ti, sin tan siquiera un sentimiento bueno por tu parte.Todo se lo lleva él, como siempre.

―Espera, espera, ¿por qué estás tan seguro de eso? Nosiento nada por él, es cierto que no me he separado para nada deél, pero… quererlo es algo muy grande.

Aprieta aún más mi mano entra las suyas.

―Quizás ahora no te des cuenta, pero espero que lo hagaspronto. Al menos, espero que le hagas sentir algo a ese hombrecon el corazón de hielo.

―¡Para! ¡Deja de decir esas cosas!

La conversación se termina aquí. Varios hombres de Angelonos rodean, han descubierto dónde nos encontramos y ahorapretenden atraparnos. Todo esto me ha dejado sin fuerzas. Tratoque no me afecte, pero no lo consigo. Me suelto y con la miradaperdida, me dejo atrapar. Así quizás él no salga tan mal parado,tal vez pueda escapar. No puedo permitirme hacerle esto aMartin, no se lo merece.

Dos hombres se nos acercan lentamente, esperando unataque por nuestra parte o algo similar. Cuando ven que nosomos peligro alguno para ellos, uno de ellos me pone unas

274

Page 275: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

esposas sin cuidado alguno y de un empujón me hace andar; conMartin hacen lo mismo.

Caminamos con todos los hombres a nuestro lado y tras unosminutos llegamos a una sala algo más grande que las otrasdonde he estado anteriormente. Nos sueltan ahí sin cuidadoalguno y riéndose desdeñosamente. Cierran la puerta y oímoscómo echan la llave tras la ventanilla. Uno de ellos se ponedelante para no permitir que nadie entre y que nosotros nosalgamos, aunque esto último sea prácticamente imposible.

Nos quedamos sentados en el suelo, tal y como nos hantirado al entrar. No nos dirigimos la palabra y las esposas memolestan en la mano, aprietan demasiado, hacen mucho daño.

Un leve olor a un aroma muy dulce y casi imperceptibleempieza a salir desde el techo. Sentimos cómo poco a poco,tanto Martin como yo, nos vamos quedando dormidos. Nopuede ser que hayan rociado sobre nosotros cloroformo enestado gaseoso. Mis párpados pesan cada vez más y más…Siento cómo el cansancio se apodera de mí, aunque hace pocono tuviese nada. No puedo, no tengo fuerzas… Martin a mi ladoempieza a dormirse y yo sin poder hacer nada, caigo rendidaante los efectos de lo que supongo es cloroformo.

275

Page 276: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

¿Cuánto tiempo he estado dormida? Una luz cegadora quellega justo enfrente de mí hace que apriete más mis ojos yacerrados, me molesta demasiado.

Trato de oír algo que me haga situarme para saber qué hacer.Recuerdo la fábrica, la llamada a Grey, Angelo cuandodescubrió el teléfono que he llevado hasta hace poco y aMartin… ¡Es cierto! Me peleé con él y, harta de todo, me dejéentregar.

Mis ojos audaces se abren como si me hubiesen inyectadoalgo, presa del miedo. Me incorporo rápidamente y me giroasustada, buscándolo. No está por ninguna parte, pero no puedeser… Antes de que nos durmiésemos bajo los efectos de ese gas,estaba muy cerca de mí.

Me levanto y compruebo las esposas que están atadas a mismanos para que no pueda llevar a cabo ningún intento de huida.Camino con mucho cuidado hacia la puerta y antes de llegar aella, me sorprende y se abre antes de que pueda gesticularpalabra alguna. Un hombre alto y corpulento ―tanto como losotros que están bajo las garras de Angelo― se ríe y me da unempujón que hace que caiga contra el suelo. Mi espalda, yadolorida de por sí, amortigua el golpe y siento que se meestremece todo el cuerpo. A este paso no saldré viva, mi espaldano podrá aguantar mucho más.

276

Page 277: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Con una carcajada y un gesto de desprecio, hace que melevante lo más rápido que puedo y dándome otro empujón, perocon menos fuerza, me saca de la sala donde he estado.

Empezamos a caminar por los pasillos. Me tiene delante deél, apuntándome incesante con una pistola tras mi espalda. Tratode mirar a través del rabillo del ojo, pero me resultaprácticamente imposible ya que cada vez que lo intento, apuntacada vez más con su pistola que se siente incesante y fría,además de que el dolor se me hace insoportable.

Llegamos hasta una gran puerta, como si un escenario meesperase tras ella y tuviese que salir a actuar. Dos hombres quecustodian la puerta me detienen y uno ―tras hablar con alguiena través de un micrófono que lleva en el bolsillo de su camisa―empieza a abrir la puerta.

Impaciente y con mucho nerviosismo, observo cómo antemis ojos se abre una sala espectacular. Está rodeada en susparedes por escaleras y terminan en pequeñas pasarelas muycerca del techo que está totalmente descubierto, salvo por unacristalera que deja ver que la noche se ha cernido sobre nosotros.La misma pregunta vuelve a rondar en mi cabeza: ¿cuántotiempo he estado durmiendo?

Entro a la sala con un paso normal y todo el centro estátotalmente despejado, como si lo hubiesen preparado para algoen especial. No hay ni un solo mueble, ni una caja… nada queme haga averiguar qué ocurrirá.

277

Page 278: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¡Veo que la pequeña protagonista de todo esto hadespertado! ―una voz sarcástica y muy irónica empieza a subirsu volumen.

La puerta se cierra con un estrepitoso golpe que hace que mecontraiga totalmente del miedo y me gire para ver qué ocurre. Yahí está, Angelo totalmente trajeado y con una sonrisa algoinfantil, como si se tratase de un niño que va a cometer unatravesura y nadie pudiese impedírsela.

Alza sus manos mientras continúa hablándome:

―¡Este será el escenario para mi juego final! ―Empieza areírse―. Falta tan poco…

Todas las personas que están bajo el mando de Angelo,comienzan a salir de la sala a través de la única puerta que hay,pero sin pegar tal portazo como éste ha hecho antes. Nadie seatreve a mirarlo, todos van con la cabeza agachada, como si seprotegiesen de su mirada. Miro fijamente a Angelo y mientras lohago, un hombre choca su hombro contra el mío, pero hago casoomiso. Sigo seria y esperando qué hará a continuación, es capazde cualquiera cosa. No tiene límites.

―Tu amigo… ¿Cómo se llama? ¡Ah, sí! Martin. ―Sonríede nuevo como un niño pequeño y observo cómo su locura va enaumento―. Tiene agallas, pero no es gran cosa para mí.

―¿Qué le has hecho? ―Empiezo a mosquearme y caminohacia él.

278

Page 279: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Todavía nada, estoy esperando el momento oportuno. Alfinal me va a servir. ¡Ja!

Me acerco hacia él aún más deprisa y sin ningún tipo detemor, la furia empieza a aparecer en mí y no tengo miedo de loque me pueda suceder. Me mira divertido y, cuando llego a estara escasos centímetros de él, chasquea con los dedos y un hombreaparece con Martin atado de pies a cabeza. Cuando me ve,comienza a emitir ruidos con los ojos agrandados por el pavorque siente en estos momentos, no puede hablar porque tiene unacuerda en su boca que se lo impide. Mi enfado va en aumento yya sin ningún tipo de precaución, sitúo mi frente junto a la deAngelo y lo miro fijamente.

―No creo que te atrevas a hacerme nada.

―No estés tan seguro. ¿Quién me lo va a impedir?

―Martin… o quizás la nueva novia de tu hermano, Argus.

―¿¡Qué!?

Mis oídos no dan crédito y, tras separarme un poco deAngelo, miro de nuevo hacia la puerta desde la que entra otrohombre. Esta vez va acompañado por Rebecca. ¿Cómo haconseguido atraparla? Lo miro a él, al mismísimo lucifer y estesólo se jacta de cómo es, levantando las cejas y suspirando enseñal de superioridad. Vuelvo a acercarme, esta vez con miedo,pero volviendo a juntar nuestras frentes. Sus ojos verdesempiezan a intimidarme, no será capaz de matarlos…

279

Page 280: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Qué quieres? ―pregunto lentamente y sin dejar dedesviar la mirada.

―¿Vas a hacer todo lo que te pida?

Silencio. Sé lo que va a pedirme.

―¿Vas a hacerlo sin escaquearte o tramar algo después?Porque te juro que iría tras de ti y acabaría contigo. Nada se meresiste.

Inhalo una buena bocanada de aire y lo suelto de formaminuciosa y tratando que nadie lo note.

―Está bien, pero tienes que prometerme que los dejaráslibres o no habrá trato.

―Me ofendes, siempre cumplo lo que prometo. Y ahorabien, déjame decirte lo que vas a hacer.

Se echa hacia atrás, elevando sus manos hasta mis hombrosy me da la vuelta sin ninguna dificultad, echando mi peloondulado hacia el lado derecho. Se queda por un momento así,callado sin tan siquiera emitir un solo ruido y de pronto lo oigoesbozar una sonrisa. Comienza a hablarme en un tono normal,pero que muestre locura, a través de mi oído izquierdo:

―Sabes perfectamente que quiero que acabes con Grey,termina esta farsa haciéndole ver que no se equivocaba… que noeres de fiar, como él ya cree.

280

Page 281: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Mis pupilas se agrandan de manera desorbitada, mi pulsocomienza a aumentar y no puedo mover ni un solo músculo. Esel momento, el que tanto he estado tratando de evitar y que porfin llega a su destino. No puedo correr, hay dos personas quedependen de mí.

Mi cuerpo hace un falso gesto y hace que me incline haciadelante, respirando entrecortadamente.

―¡Es la hora final! ―alienta Angelo, feliz.

No puedo articular palabra, todo esto me está sobrepasandoy sigo como extasiada. Ojalá no venga, ojalá se haya echadohacia atrás y crea verdaderamente que le he traicionado… Mellevo las manos a la cabeza, hacia mi cabello y lo hecho haciaatrás para tratar de aclararme, pero nada me ayuda ya. Imploropara que no llegue, para que todo esto sea un sueño. Se me haceimposible matarle. Suelto mis hombros de las manos de mialentador, aquel que quiere terminar con Grey a través de mipersona y me giro para mirarle. Es totalmente un ser asqueroso,despreciable y sin ningún tipo de remordimiento.

―¿¡Por qué no acabas tú mismo con él!? ―grito fuerte ytratando de hacer salir todo mi odio para que lo note―. ¡Es tumaldita obsesión!

―¡Oh, mírala si tiene agallas! ¡Eres patética! ―Abremuchísimo la boca para dejar ver que me desprecia.

―¡Acaba tú con él! ¡Yo no tengo nada que ver en esto!―sigo gritándole.

281

Page 282: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―No… ―Comienza a negar también con su cabeza, en tonoaburrido―. Lo tengo todo planeado y además, no tendría gracia.

Voy hacia él y lo cojo de la chaqueta de su traje con ladificultad añadida de estar atada con esposas, intentandointimidarlo, pero sin resultado alguno. Comienzo a llorar y miespalda que no puede ―debido a lo malherida que está―empieza a crujir. Él sólo se divierte viéndome sufrir.

―Tengo el poder de destruir a todo el mundo, te puedodestruir a ti ahora mismo.

―Hazlo, no me importa.

―Sólo eres un juego… te culparán a ti del asesinato deGrey. Lo he planeado todo para salir sin despeinarme ni tansiquiera. Provocaré una explosión en la plaza principal deSilvery River y todo quedará destruido. Hoy hay una fiesta allí,¡y centenares de personas morirán! He conseguido que todas laspruebas incriminen a Grey… Así que si no lo matas, se lollevarán y lo encerrarán durante mucho tiempo bajo la sombra.¿Tú no quieres eso verdad? Así que tú eliges, porque ni elmismísimo espíritu santo podrá averiguar que yo he tenido algoque ver.

―Eres…

―…el diablo personificado. Sólo que yo soy más sexy queél, soy imparable y después de todo esto, podré cargarme todo ami paso sin que me pillen. El único que podría hacerlo es esedetective de pacotilla y como tú lo vas a matar…

282

Page 283: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Y qué me ocurrirá a mí después?

―No lo sé, te echarán la culpa de todo, supongo. Túcargarás con las consecuencias, habrás matado al supuestoasesino de centenares de personas y como no deberías haberlohecho, te llevarán a ti a la cárcel.

―Acepto. Lo mataré.

Martin y Rebecca ―que han estado todo este tiempocallados y escuchando atentamente― comienzan a revolverse ytratar de parar todo esto, pero ya es demasiado tarde. No meimporta ya nada, el único que saldrá victorioso en todo esto seráAngelo. Está enfrente de mí y me mira con los ojos endiablados,con una sonrisa de victoria y ese aire suyo que hace querermeterle en un manicomio.

―¡Bien! Me encanta cuando las cosas me salen a la pri…

Ruido de cristales interrumpen la celebración de Angelo.Caen sobre nosotros miles de trocitos pequeños y tratamos deprotegernos como podemos. Yo me tapo con mis brazos la cara,para no tener ningún accidente. Tras unos segundos deprotección casi nefasta, miramos hacia arriba sin saber ningunode los presentes que ha ocurrido. La cristalera que haconformado el techo hasta ahora está rota por una parte y en elsuelo no hay nada ni nadie, tan sólo unos pedazos de cristal.Corro hacia el centro de la sala y siento cómo las pasarelas queestán casi en el techo, comienzan a crujir. Hay alguien ahí…

―Creo que alguien va a tener que limpiar todo esto mástarde.

283

Page 284: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

¡Esa voz! Sólo es una frase pero sé perfectamente quién es yme ha cogido por sorpresa. Angelo también ha averiguado dequién se trata y comienza nervioso a buscarlo. Nada, no hayresultado, no aparece por ningún lado. Veo a alguien asomarsedesde las escaleras con un aire de despreocupación. ¡Es Grey!Apoya una mano en la barandilla y mira hacia abajo, creyéndosesuperior a todo. Por un instante me mira a mí y nuestras miradasse cruzan; siento un pinchazo en mi pecho.

―Me imaginaba que Angelo tendría más clase para elegirlos puntos de encuentro, pero ya veo que me equivocaba.

Comienza a bajar tranquilo por las escaleras, tomándose sutiempo, y observo cómo él también va con traje. No entiendo sise han puesto de acuerdo o es que ha sido casualidad.

Una vez en el último escalón, lo baja pegando un pequeñosalto y pasa sus brazos por las arrugas que han podido formarseen su pantalón. Sonríe de medio lado ―como muchas veces meha hecho a mí― al ver a Angelo que lo apunta con una pistola.

―¡Oh, vamos! Creí que teníamos un poco más de confianzami gran amigo Angelo, con las ganas que tenía de verte enpersona. ―Empieza a sonar totalmente irónico y a ser realmenteJason Grey―. Aunque claro, yo también estaría en guardia. Peromiradme, estoy muy tranquilo. Demasiado. Esto me aburre.Acabemos con todo en cuanto antes.

Angelo comienza a acercarse a él hasta el punto que se sitúaa escasos centímetros, pero sin dejar de apuntar con su pistola.Grey le saca una cabeza, pero ni aun así se siente intimidado.

284

Page 285: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Podrías guardar eso? No me gustaría que una de esasbalas se disparase y me estropeasen el rostro, tengo quemantener una imagen. ―Vuelve a mostrar esa sonrisa y yo nopuedo evitar reírme. Es totalmente él, incluso en las situacionesde peligro.

―Veo que no vas armado ―da por contestación Angelo,guardando su pistola―. Angelo Diserra. ―termina diciendo,dándole la mano.

―Vaya, veo que por fin tenemos el placer. Se me hacíademasiado aburrido desarticular cualquier paso que hacía y nover tu cara de amargado ―contesta Grey, apretando la mano deAngelo.

Se miran por un momento a los ojos fijamente y muy serios.

―Bueno, tienes una mente brillante. No podía dejar pasaruna ocasión así. De todas formas, por mucho que te hayas reídode mí, voy a conseguir mi propósito: acabar contigo.

Dicho esto, Angelo se acerca hasta a mí, dándole la espalda aGrey. Siento que llega mi hora, que ya no hay tiempo muerto,que me toca hacer el trabajo sucio. Una vez a mi lado, saca unapequeña llave del bolsillo de su traje y, cogiendo mis manos sinningún tipo de miramiento, abre las esposas y las tira hacia unlado sin cuidado alguno, oyéndose caer de forma estrepitosa yhaciendo bastante ruido al chocar contra el suelo. Posa una desus manos en mi hombro y me mira sonriéndome: esto indicaque me toca a mí. Le correspondo la mirada, aunque sin tratar deseguirle el juego. Empiezo a caminar, pero a los tres pasos, me

285

Page 286: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

paro a una distancia considerable de Grey. Saco su pistola,aquella que he tenido escondida durante toda mi estancia aquí yle apunto directamente a la cabeza. Nunca he disparado, así queespero que al menos apunte bien y no provocar la risa de Angeloy sus hombres.

Sus ojos azules aguamarina me miran intensamente sinapartarlos de mí. Su rostro es serio y trata de analizarme, desaber qué está pasando por mi cabeza en estos momentos.Intento parecer tranquila y no emitir ningún tipo de emoción.Empieza a acercarse a mí y yo me quedo en el mismo lugar,extrañada ante este repentino movimiento. Se queda a dos pasosde mí, con la distancia suficiente para que la pistola y mi brazoextendido que la sostiene, nos separe.

Silencio.

Angelo nos observa atentamente, está detrás de mí y hacecrujir su cuello, tratando de prepararse para el espectáculo queva a presenciar. Todavía sigo sin disparar, pero no puedoecharme hacia atrás. No ahora.

―Hazlo ―me indica el propio Grey―. Acaba con esto deuna vez. Es lo que llevas planeando desde que me conociste,¿me equivoco?

―¡Angelo! ―Sigo apuntando a Grey, pero miro al otro paraque cumpla su parte del trato. El rubio me corresponde ygirándose hacia sus dos hombres, sueltan a Martin y a Rebecca,haciéndolos salir de la sala y cerrando la puerta una vez quetodos se han marchado y tan sólo quedamos los tres―. Cumplolo que digo.

286

Page 287: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Poca importancia tienen tus palabras ahora. ―Se acercamás a mí y cogiendo la pistola, la pone en su cabeza, apuntandojusto en el centro―. Al final acabaré yo por matarme a mímismo si eres tan lenta.

―¡Cállate! ―rujo. La rabia se apodera de mí, no puedohacer nada. Hasta él me lo está poniendo en bandeja, me detesta.

―Martin… ―me dice con los labios, moviéndolos tan sóloun poco para que Angelo no lo pueda notar. Incluso a mí mecuesta entender su nombre, pero ¿por qué dice Martin?

Me quedo congelada, no sabe nada del plan… ¿O meequivoco? ¿Acaso Martin se lo ha contado todo? No puedomoverme, me he quedado paralizada. Tal vez sabiendo quepodría salir mal le pidió ayuda a Grey, pero no… no puede ser.

Sin yo esperarlo, de un manotazo me quita la pistola ycogiéndome del cuello con el otro brazo libre, me acerca hasta ély me apunta con el arma. No entiendo qué pretende, quizás hapensado en matarme él, antes de que yo lo haga. He tardadodemasiado. Angelo comienza a ponerse nervioso y empieza allamar a sus hombres por un pinganillo. Oigo como dice quetraigan de nuevo a sus rehenes… Me ha engañado, no los hasoltado.

Por la puerta entran varios hombres armados y ―trasellos― Martin y Rebecca atados, como antes. No los habíansoltado del todo, ha sido una mentira. Angelo ha pretendidohacerme creer que después de matar a Grey no iba a pasar nada.Todos nos apuntan a nosotros dos, yo no puedo moverme ya que

287

Page 288: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

me tiene atrapada entre su brazo izquierdo y siento que siintentase escaparme, me dispararía o él, o Angelo y sushombres.

―¡Yo que tú no haría eso! ―grita Grey, apretándome máscontra él y observando cómo se disponen a disparar―. Angelo,ambos sabemos muy bien el precio que cobraría todo esto si unode tus hombres mata a Allison.

―Eres realmente asombroso…

―Yo mismo podría matarla, eso te daría un motivo más paraodiarme ―prosigue, ignorando las palabras de Angelo―, peroella…

―¡Calla! ―grita Angelo―. ¡Ni se te ocurra decir nada más!

―Que se marchen. Demasiados idiotas apuntándome. ¿O esque quieres…? ―Siento totalmente la pistola sobre mi cabeza ycómo aprieta poco a poco para disparar―. Y no me engañes,sabes que es imposible. Quiero tenerte aquí, junto a Rebecca yMartin.

Hace que todos se marchen a regañadientes, mientras tanto,Grey pone mis manos en mi espalda sin que Angelo se décuenta, pues está ocupado haciendo que todos salgan, yhaciendo ademán de guardarse la pistola, me la pasa a mí, queme quedo estupefacta.

Angelo empieza a malhumorarse y, cuando todos han salido,cierra la puerta con llave y se la guarda. Hace un gesto en señal

288

Page 289: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

de: «Y bien, ¿qué pasa a continuación?» y se mantiene a lamisma distancia que ha estado durante todo este tiempo.

Rebecca y Martin siguen atados, aunque esta vez no tienen anadie que los vigile y los amenace. Grey me suelta del todo y vahacia ellos para liberarlos del todo y comprobar que están bien.Angelo se acerca a mí rápidamente y me mira con cara deasesino. Desea que lo mate, ahora que está distraído.

Grey me mira primero a mí y luego posa su mirada haciaarriba, por la cristalera rota donde él ha entrado y se echa haciaatrás asustado, pero finge, lo conozco demasiado bien.

Angelo mira rápido y se aleja de nosotros porque unapersona ha empezado a correr por las escaleras haciendo muchoruido y va hacia ellas para ver qué ocurre. En ese instante locomprendo todo. Saco deprisa la pistola de Grey que me hapasado hace unos segundos y apunto hacia el dueño de esta. Asíque está enterado de todo lo que teníamos planeado Martin y yo.Apunto hacia el moreno de pelo despeinado y de una vez portodas, disparo cerrando los ojos… Oigo cómo Angelo desde lolejos comienza a reír y abro rápido mis párpados. Grey estátirado en el suelo y comienza a salir sangre que empieza aempapar todo el suelo. Está boca abajo por lo que no puedo versu rostro.

Martin y Rebecca no se creen lo que acaba de ocurrir y memiran con miedo, han visto como la bala impactaba en todo elcorazón de Grey, que es a donde he apuntado.

289

Page 290: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

El otro sólo se acerca con aire victorioso, ya no le importaquién ha sido la persona que ha correteado por las escaleras, tansólo quiere ver la cara de su obsesión muerta y sin vida.

290

Page 291: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Mientras Angelo se acerca para comprobar que en efectoGrey está muerto, yo me quedo ahí varada. No puede ser que alfinal lo haya hecho, es imposible. Miro mi mano derecha, esaque está sujetando la pistola y que ahora está temblorosa debidoal miedo y la sorpresa. He matado a una persona, la primera vezque lo hago y tiene que ser él. No me siento bien conmigomisma, una sensación de asco e incomodidad me sobrepone y nola soporto, así que tiro el arma al suelo sin cuidado alguno paraliberarme de todo esto. Pero no funciona. Martin intentaacercarse a mí, pero no se atreve a tocarme, ni tan siquiera adirigirme la palabra. Rebecca, por el contrario que no entiendenada, se queda allí, donde ha estado todo este tiempo, con elcuerpo inerte del que fue…

―No tiene pulso. ―Angelo, que está agachado junto alcuerpo, comprueba con mucho cuidado y perspicacia que él estémuerto―. Y es sangre de verdad ―dice mojando un dedo en lasangre que hay en el suelo y llevándoselo a la boca paraprobarla.

Se levanta y lo mira con una sonrisa en los labios. Perfecto,al final el mal ha ganado y se ha impuesto sobre todo lo demás.Se gira y, acto seguido, me mira a mí; me felicita con una simplemirada y hace que abandonemos la sala con él.

Primero salen Martin y Rebecca, que están todavía algoasustados y no aceptan la realidad, al igual que yo, pero que

291

Page 292: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

trato de ocultarlo. Nada más que al cruzar la puerta, doshombres cogen a los dos y aunque ellos tratan de soltarse, sufuerza no es tal como la de ellos dos. Me enfado y extendiendouno de mis brazos, poso mi mano en uno de los hombros deAngelo y este se gira, con una expresión de fastidio.

―Habla ya, me tienes harto.

―Yo lo he…matado ―refiriéndome al detective―. Cumpletu parte del trato, déjalos a ellos libres.

―Está…

―No, de verdad. ―Lo miro fijamente y muy seria―. Nomás mentiras.

―¡Tranquilízate! ―Ahora él también me mira, pero muyinteresado―. No me sirven para nada, ya he conseguido lo quequería. ―Ahora sonríe del placer que le da decir estas últimaspalabras.

Da una palmada. Sus dos secuaces le miran y,comprendiendo lo que ocurre, se los llevan lejos. Lesacompañamos hasta la puerta y una vez allí, observo cómo losdejan libres. Les hacen una pequeña advertencia antes, pero lossueltan y dejan que se marchen.

Yo me quedo aquí, no sé qué hacer, si volver y enfrentarme atodo o escapar de nuevo. Tampoco sé los pasos que dará Angelo.Mientras cierran las puertas, me dejo caer en una de las paredes,flexionando las piernas hacia mí y dejando agachar mi cabezaentre ellas, y comienzo a pensar.

292

Page 293: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¡Oh, no me digas que le cogiste cariño a ese!

―Déjame. ―Sin ni siquiera mirarle, sigo con la cabezatapada y tratando de controlarme y no golpearle la cara―.Olvídame.

Noto cómo todo esto le está divirtiendo de una maneraextraordinaria. Ahora mismo me levantaría y le haría algo, leaporrearía la cara hasta dejarle bien marcado. Pero no, con todala gente que tiene bajo su control, acabaría yo con las de perder.

Echo mi cabeza hacia atrás y suspiro una vez. Veo acercarsea Agatha con Altaír. ¡Genial! Mi suerte no cambia, empeora másy más por momentos. Cierro los ojos con fuerza y deseo estar enotro lugar, que nada de esto haya ocurrido.

Oigo cómo Agatha comienza a hablar con Angelo. Ella estánerviosa, parece que algo ha ocurrido y no ha acabado como aella le hubiese gustado. Abro de nuevo mis ojos y los observo:se han separado un poco de mí. Altaír se ríe histéricamente de lapelirroja, pero trata de ocultarlo ―aunque sin resultado algunopor su parte― para que no le peguen de nuevo, supongo.

Se acercan los tres a mí. Van muy serios y empiezo atemerme lo peor. ¿Qué es lo que quieren ahora de mí? Secolocan justo enfrente y no dejan ningún hueco que me deje vera través de ellos. Estoy atrapada entre estos tres malditos. Ellíder, que en todo momento es Angelo, comienza a hablarme,muy serio y tratando de controlarse a él mismo:

293

Page 294: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¿Cómo...? ―Respira hondo―. Ha logrado parar toda laexplosión que planeé.

―Está muerto, lo has comprobado por ti mismo ―trato deexplicarle sin ninguna gana, sólo quiero que me dejen en pazcon mis pensamientos―. No tiene por qué haber sido él.

―Volveremos a verlo. ―Una simple mirada hacia Altaír yAgatha que hiela sus rostros, cargada y centelleando como sitruenos recorriesen sus ojos de un simple chispazo―. Y tú…vendrás con nosotros, ¡oh, sí!

―¡Vete a la mierda! ―espeto sin tan siquiera alzar mi voz.

Vuelvo a esconderme tras mis brazos, intentando que lasimágenes de estos últimos minutos vuelvan a mi cabeza. Debehaber algo, tengo que haber pasado por alto lo más simple. Nopuede estar muerto, me niego.

Un golpe seco en la pared ―y que suena con muchaviolencia― me hace levantar la cabeza, preparada paraganármela por mis últimas palabras. La mano de Altaír seencuentra justo a mi derecha, a escasos centímetros de mi rostroy muy colorada. Parece ser que en un intento por llamar miatención, es lo único que se le ha ocurrido. Claro, no puedehacerme daño, Angelo se lo prohibió rotundamente cuandotodavía creía realmente que yo me había pasado a su bando,pero… ¿alguna vez lo ha creído realmente o simplemente hamontado toda una farsa? De todas maneras, se ha salido con lasuya, y sin ensuciarse las manos.

294

Page 295: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Ya has oído a Angelo, maldita niña consentida. ―Odio,todas sus palabras reflejan odio, desde la primera hasta laúltima. Altaír no se anda con rodeos y me mira con asco―.Levántate y haz lo que él te ordene.

―Todo este tiempo bajo el mando de una persona que tesucciona la vida lentamente… que te hace rebajarte a ser alguienque da as-co ―digo, separando las dos últimas sílabas para dejarver que no me intimida ya que si todo esto ha terminado, nomerece la pena callarme más cosas. Me desfogo y digo lo quepienso por una vez sin sentir ese miedo a que todo pueda salirmal, de todas formas, no puedo hacer nada. Ya no.

Me da un bofetón pese a la advertencia que tiene marcada ensu piel, esa que ha sido provocada por haberme pegado hacepoco tiempo atrás, pero que de nada le ha valido. Un cosquilleoque denota malestar empieza a recorrer mi mejilla, comienza apicar y a calentarse. Supongo que ahora tengo el cachetederecho colorado por este pequeño desfogue por parte de Altaír,pero al fin y al cabo, es lo que es, a lo que él se ha inclinado.

Angelo tose, pero se nota que es una tos fingida. El rubio delos cabellos largos se da la vuelta con algo de temor en susemblante y mira a su jefe pestañeando seguidamente. Selevanta y se pone delante suyo, su cuerpo se rige y adopta unapostura de defensa, aunque sepa que de nada le va a servir.Angelo arquea las cejas y lo mira fijamente, de forma que nohace falta que diga ni una sola palabra. Su rostro por si solo ledice a Altaír: «Te lo advertí una vez, maldito bastardo», mientrasniega con la cabeza de manera muy lenta. Acto seguido, le pegaun puñetazo en su nariz, haciendo que se le doble de tal maneraque empieza a salir sangre abundantemente. Después de ello,

295

Page 296: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Angelo eleva sus hombros y gira su cabeza hacia atrás y luegohacia delante, dando un pequeño círculo y se coloca su corbata,dándole la espalda.

―Muévete, cariño ―Angelo suelta sin mirarme. Deduzcoque es a mí, visto que Agatha se ha colocado a su lado y estálista para irse con él.

Le sigo, pero detrás de mí siento cómo alguien se coloca. EsAltaír que va el último, tratando de cortar todo ese grifo desangre que sale de su nariz con un pañuelo que ha sacado delbolsillo de su chaqueta, pero parece no ser suficiente.

Nos ponemos en marcha y en un silencio sepulcral. Latensión en estos momentos se podría cortar ―como suelendecir― con un cuchillo, ninguno hablamos ni intentamoscomunicarnos. Ellos dos porque la simple presencia de Angeloya les intimida y yo porque no espero encontrar nadaprovechoso de esto.

Grey está muerto, puede que haya descubierto los planes dedestrozar la plaza de Silvery River con tiempo, pero haberlossolucionado antes de que los pusiesen en marcha. Una últimapuerta nos separa de donde se ha quedado su cuerpo. Suspiro ytrato de hacerme creer a mí misma que tan sólo estaré ahí por unpar de minutos. «No mires su cuerpo, Allison, no lo mires»,trato de repetirme en mi cabeza una y otra vez, esperando quefuncione.

Entramos los cuatro, primero Angelo, seguido a su lado porla insoportable de Agatha y tras ellos dos, yo separada a unospasos intentando no estar muy cerca, pues todo me repugna: sus

296

Page 297: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

olores, sus simples presencias y por último, Altaír, que va con lacabeza agachada y mirando al suelo.

La sala está tal y como la última vez que me he encontradoaquí hace unos momentos, pero con la única diferencia de que elcuerpo no se encuentra. Puede que se lo haya llevado alguno delos hombres de Angelo, pero me parece extraño. ¿Acaso no lehan avisado de la movida del cuerpo? No parecen ser del tipo dehombres que hacen algo sin su permiso, sobretodo porque lesinspira miedo y respeto, los tiene entrenados y nunca hacen nadasin que él se lo ordene.

―¿Han movido el cuerpo? ―pregunta la voz melodiosa dela pelirroja, mientras mira sin interés hacia el lugar donde sesupone que debería estar Grey y que ahora sólo se encuentra lasangre que se ha quedado pegada en el suelo.

―Angelo ha venido hasta aquí para ver su cuerpo, ¿te creesque si no supiese que no estaba aquí iba a venir? ―otra preguntapor parte de Altaír intenta responder a Agatha, pero en tonodespectivo y metiéndose con ella.

―No me… ―comienza a protestar Agatha.

―Estoy rodeado de idiotas ―oigo lamentarse a Angelo conun quejido. Altaír y Agatha comienzan a discutir, pero su jefe lesgrita―: ¡Callad de una vez y averiguad si alguien se ha llevadoel cuerpo! ―Su rostro se vuelve serio y con la mirada perdida.Habla provocándoles el miedo a ellos dos―. Si alguien lo hamovido sin mi permiso le cortaré la cabeza y la colgaré delantede todo el mundo, para que se rían todos. ―Mueve un poco lacabeza, como un loco.

297

Page 298: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Se callan y, durante unos segundos, ninguno es capaz demirarle a la cara, están muy asustados y se muestra una vez másel lado psicópata de Angelo. Los mira a los dos y, con un simpleaviso a través de sus ojos, los hace ponerse en marcha ypreguntar a cualquiera de los súbditos de este por el cuerpodesaparecido.

Una vez que desaparecen, nos quedamos los dos solos. Es unmomento incómodo, al menos para mí. Quisiera poder salir, quedejara de mirarme tan fijamente, pero no hace falta esperarmucho más ya que su teléfono móvil comienza a sonar. Sumirada se desvía de mí por unos segundos y puedo respirar connormalidad sin sentir tanta presión. Antes de que diga nada,coge su teléfono móvil y lo dispone en manos libres. Le miroextrañada, tratando de comprender qué es lo que quiere queoiga.

―Creí que eras más inteligente, que podrías averiguarlo tansólo al ver que el cadáver no estaba ahí cuando has vuelto.

No, no, no, no. No puede ser él, yo lo he matado. Me quedode piedra al oír esa voz que suena como un aclamación, unapequeña salvación que me dice que todo va a ir bien, aunque yoya no entre dentro de sus planes para poder librarme de todoesto.

Angelo se queda parado y comienza a pensar sobre algo quese le ha podido pasar, algo que se ha saltado. Mientras tanto nose oye nada al otro lado del teléfono. De repente, una sonrisa,una señal de que ya lo ha entendido todo y su rostro se iluminaestrepitosamente. Parece ser que ha averiguado cómo está vivo;

298

Page 299: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

sí, vivo. Así que hay una posibilidad de que Grey acabe conAngelo…

―Veo que lo has hecho. Ya comenzaba a aburrirme, necesitocasos que merezcan la pena. ―Vuelve a sonar esa voz, tan llenade vida ahora.

―Has tenido ayuda, tú solo no lo has podido hacer. ―Parapor un momento y me busca―. Pero ella… ella no te haayudado, no lo ha hecho. Sé cuándo me mienten.

―Ella me traicionó, ¿verdad? No voy a confiar en unafarsante para que me ayude.

Muerdo mis labios hasta provocar que saboree un poco desangre y así parar. El corazón me ha dado un vuelco. Estoycompletamente confundida. Si me dio su pistola para dispararley luego está vivo, ¿por qué dice que le he traicionado? Repasomentalmente todo lo que ha ocurrido desde que ha llegado a lasala y le disparé. Se mostró frío conmigo, no me dirigió muchola palabra y justo cuando más he pensado que ya se creía lasmentiras que le he contado, me da su pistola para que le disparea él, cuando momentos antes me la había quitado… ¿A qué estájugando Grey? SÍ ha querido que le dispare, para luego resultarser una farsa por su parte y poder conseguir ventaja a su favor.Supongo que ha querido comprobar por última vez que yo nomentía y visto lo que he hecho…

―Por cierto ―vuelve a hablar―, un sistema muy sencillo.

―¿Qué? ―Angelo pregunta desconcertado.

299

Page 300: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Suspira exasperado, agotándosele la paciencia.

―La bomba, creía que trataba con alguien más peligroso ycon una mente más audaz.

―Sabes que te voy a encontrar y a-ca-ba-ré contigo―empieza a ponerse dramático, como tanto le gusta.

―Hazlo. Estoy en la plaza principal, donde pensabasdenotar la bomba. Te espero. Solucionemos esto de una vez ―lereta con una pizca de interés que se le hace notar confacilidad―. Si tú ganas, te dejo volar todo lo que quieras.

―Y si tú ganas, te dejaré que acabes conmigo. Pero lo dudo,para ello tendrías que ser superior a mí y no existe nadie así―contesta Angelo, muy feliz por todo lo que está pasando―,así que ya sabes cómo va a terminar todo.

―Trato. Tú y yo en media hora. No vengas acompañado.

―¡Oh, querido! Te daré ese último placer, ya sé que sóloquieres estar conmigo.

―Omitiré esa última frase, no quiero causarme un traumaimaginándome que lo que has dicho va con segundas ―sueltarápidamente y cuelga.

―¡Me encanta! ―dice fascinado, apretando el móvil en sumano y celebrando a su modo esta llamada―. ¡Es tan… comoyo! ―prosigue con su entusiasmo.

300

Page 301: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Da por terminado todo este discurso en el que deja salir sulado más alborotador. No me dirige ni una sola palabra, ni tansiquiera un simple gesto. Me deja ahí y sale con aire victorioso,incluso sin saber qué puede ocurrir cuando llegue a la plaza.Deja que la puerta se cierre sola y lo veo alejarse. Quizás yodebería ir también, pero sólo han quedado ellos, además Greypiensa que soy una traidora, no creo que me quiera ver más.

Algo me da mala espina, como si supiese que las cosas novan a terminar bien, o bueno… más mal aún de lo que ya estánsiendo.

Trato de pensar qué hacer a continuación. Estoy sinzapatillas, con una pinta penosa tras días en este lugar, encerraday sin poder comunicarme con nadie y para más índole, convarias palizas que me han dado. Pero esto no me detiene, nosabré donde se encuentra la salida, pero tengo una que, aunqueresulta más dificultosa, al menos sé dónde está situada.

Miro hacia el techo y mi vista va hacia la cristalera rota pordonde entró Grey. Comienzo a correr en dirección a las escalerasque suben hasta las pasarelas que se encuentran muy cercanas aese agujero. Los dolores vuelven de nuevo a mi cuerpo, esos quetanto había intentado pasar desapercibido para que nadie losnotase, para que no notasen que soy débil, que no puedo hacernada ni por mí misma. A mitad del camino, siento cómo todaslas heridas que me he hecho durante estos días empiezan a hacerde las suyas, me empiezan a doler por el esfuerzo y trato deignorarlas. Debo llegar hasta allí, tratar de escapar y así poderllegar a donde se han encontrado los dos.

301

Page 302: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Una vez arriba del todo, diviso las pasarelas. Me parodurante una milésima de segundo, que para mí es demasiado. Notengo mucho tiempo. Si voy andando, tardaré tanto que paracuando llegue, todo habrá terminado, añadiéndole que no sé enqué punto exacto del pueblo estoy. Camino unos pasos más yencima de mí está situado el agujero en el cristal. Está bastantebajo como para que pueda subir, pero no tengo fuerzas. Lointento y no puedo subirlo, hasta que con la palma de mis manoslas clavo en los trozos que sobresalen y con dolor, me impulsohacia arriba, ya agarrada por mis manos.

Una vez arriba, trato de quedarme quieta y no movermemucho, puesto que se escurre y podría caerme, ya que la alturaes considerable. Voy poco a poco arrastrándome hacia el bordemás cercano y me doy cuenta que la única forma de que hubiesesubido todo este edificio Grey, ha sido por las tuberías y lospequeños recovecos que hay en la pared. Tratando de no tenerun accidente y no caerme, ya que esa sería mi muerte segura,poso uno de mis pies en una tubería y cuando estoy totalmentesegura, pongo el otro en un recoveco más abajo. Así poco a pocovoy bajando hasta que casi voy llegando casi al suelo pero tardodemasiado tiempo intentando no matarme. Las manos me dueleny no soportan mucho este cuelgue cuando necesito buscar unlugar en el que dejar mis pies. Cuando estoy a dos metrosaproximadamente del suelo, siento cómo mis manos sudorosas ymanchadas por la sangre de antes, empiezan a escurrirse. «¡No,ahora no!», pienso. Pero no puedo sostenerme más, el cansancioes demasiado notorio. Cierro los ojos y me dejo caer.

Siento algo de aire caliente contra mi cara y de repente elsuelo frío y con algunos baches en él. He caído de cara y mismanos han amortiguado todos los daños posibles en mi rostro.

302

Page 303: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Mi ropa se ha ensuciado y tengo un par de heridas y rasguños enlas piernas. Voy a acabar muy mal tras todo esto, si es que hayun final bueno.

Me levanto a duras penas y trato de buscar un camino por elque marcharme y llegar. Opto por buscar la entrada a la fábrica ydoy una vuelta a todas estas paredes, hasta que por fin la veo.No hay nadie allí, no sé qué hacer a continuación. Aquel día quevine, todos los cristales que me permitían ver estaban tintados ylas únicas personas que sabían el camino de vuelta ya no están.

―Allison, eres idiota. No, eres subnormal ―me digo a mímisma en voz alta.

―Y un incordio, algo impaciente, un poco insoportable…por no hablar de tu mal genio cuando te enfadas.

Me doy la vuelta y veo a la persona que menos esperaba. Mihermano mayor Argus se encuentra ahí sonriéndome, como siestuviese aquí como en casa. Me quedo por unos instantes sinhabla, sin saber cómo ha llegado hasta aquí. Tal vez haya venidocon Grey, pero eso es llevarse demasiado bien hasta para ellos…¿Argus y Grey trabajando juntos? Imposible.

―¿Qué…, qué estás haciendo tú aquí?

―Ayudando a Grey, ¿qué creías que iba a ser él el único quese llevase toda la gloria? Eres mi hermana pequeña.

―¿Ayudando a Grey en qué?

―A salvarte.

303

Page 304: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Él cree que soy una farsante, ha venido a salvarme y se hamarchado pensando lo peor de mí. ¡Maldición! Ahora va aenfrentarse con ese maldito bastardo. No puedo creer queincluso con todo lo de las llamadas y las mentiras, aun creyeseen mí y ahora, lo he estropeado todo. ¿Cómo he podido…?

―Grey me pidió que te esperase aquí, salió ensangrentado,pero no tenía ninguna herida, era parte de su plan y me dijo quetú saldrías en veinte minutos y… ―Miro su reloj―…acertó.Aún sigo considerándole insoportable maniático.

―Espera… ¿tenía un plan?

―Sí, al final lo descubrimos todo. Estuvimos noches sindormir, intentando averiguar todo lo posible de las llamadas ymaquinamos todo esto.

―Entonces el secuestro de Rebecca…

―Sabíamos que no le pasaría nada, se lo pedí y ella seprestó. ¿Si no qué crees que pinta ella en todo esto? Lo qué nosé es qué hacía Martin aquí, salió cuando ella. Le pedí que lallevara a casa. Ella estaba al tanto de algo del plan, pero no detodo, no de la falsa muerte de Grey. El pobre Martin ha salidoasustado a más no poder, pero he conseguido que entre en razóny ahora están a salvo.

―Entonces… ―comienzo a decir, pero me callo de repente.

Todo empieza a cuadrar, lo ha planeado todo, sabía que yoiba a matarlo a petición de Angelo. Pero todavía me queda

304

Page 305: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

mucho por averiguar: ¿de dónde salió toda esa sangre? ¿Cómoaveriguaron el plan? ¿Cómo lo han trazado todo tan perfecto?¿Ha estado enterado de todo lo que planeé con Martin? Y lo másimportante: no tenía pulso, ¿cómo lo hizo?

Nuestro plan, el de Martin y el mío era que Martin estuviesela misma noche que se citase a Grey en esta fábrica, y quecuando tuviese que matarlo, acabar salvando a Grey y que él seinterpusiese ente la bala que yo disparase a Grey. Pero nuestroplan tenía fallos y muchas cosas sin solucionar, por lo que no hasalido bien… Y ahora, ahora Grey va a… a enfrentarse con esecanalla.

―¿Qué te ocurre?

―Argus… ¿has visto salir a Angelo de aquí?

―Sí, ¿por qué?

―¿Has visto u oído si llevaba algo? ―empiezo a ponermenerviosa.

―Estaba hablando de que todo iba a acabar esta noche, queél era siempre el que ganaba y que eso conllevaría incluso hacerque las bombas hiciesen causar su muerte.

―Su… muerte… ―repetí lentamente y asustada―.Argus…

―Dime, Allison.

305

Page 306: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Tienes que llevarme a la plaza de Silvery River… Tienesque… ¡tienes que llevarme ahora mismo!

―Grey corre peligro ―agrega, comprendiendo que algo nova bien por mi tono de voz.

Yo sólo afirmo con la cabeza.

―Tengo tu coche aquí, vine en él ―me dice―. Greyconducía otro, creo que lo ha robado.

―Argus… necesito que me lleves deprisa, ¡por favor! Puedemorir gente ―respondo sin importarme que Grey haya robadoalgo.

No me contesta más, entiende que tenemos que llegar allícuanto antes, así que me indica con una mano donde está miSedan y corro hacia él. Me pasa las llaves y cuando abro lapuerta, trato de conducir, pero tengo las manos demasiadodoloridas. Se da cuenta del estado en el que estoy ahora que haymás luz y me echa del asiento del piloto.

―Déjame conducir a mí ―pide, abriéndome la puerta delcopiloto―, tú repón las fuerzas.

Le hago caso sin rechistar, no quiero entretenerme más.Angelo dijo que quería inculpar a Grey con lo de la bomba yque había dejado evidencias en su piso, pero Grey la habíadesactivado y ahora Angelo, había preparado algo más por sucuenta: más bombas y estás acabarían con todo, incluso con élmismo, así que eso conllevaría la muerte de Grey…

306

Page 307: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

El motor se pone en marcha, aunque le cuesta muchísimoarrancar al principio debido a todo el tiempo que ha estado enmanos de algún miembro de mi familia.

Vamos todo lo rápido que podemos mientras intentoconservar la calma, algo inútil debido a que a cada minuto,segundo y milésima que pasa en el reloj, todo va llegando a sufin inevitablemente y siento cómo poco a poco puedo perder aGrey. Pero no, todavía hay posibilidades de que todo salgabien… o eso quiero creer, mi mente pesimista no me dejavislumbrar ningún rayo de positivismo en el quebradero decabeza que tengo.

Marchamos. Mi hermano sabe todo lo que está ocurriendo,sabe todo lo que Grey está llevando a cabo y está más tranquiloque yo. Yo, por el contrario, tengo todavía muchas dudas queresolver, quizás todo esto me lleve a cometer un error, perosiento que puede ser el error más importante de mi vida si logrosalvarlo.

Los minutos van pasando muy rápido, cada vez siento cómomis latidos aminoran y presiento que Angelo ha hecho denotarlas bombas y todo ha terminado, antes de poder haberlo si tansiquiera evitado.

Pasamos de caminos oscuros y peligrosos, a llegar por fin ycon gran alivio a la entrada de la ciudad. Las luces empiezan a

307

Page 308: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

cernerse sobre nosotros, ya no hace falta llevar puesto los faros,pues se puede ver perfectamente y Argus aminora un poco lamarcha. Me quejo malhumorada con un pequeño ruidoprocedente de mi boca y poso mi pie sin tener ni una pizca decuidado sobre el pie de mi hermano mayor y tratando de pisar elacelerador. Me da un pequeño rempujón con el suyo y trata deparar de repente el coche. Se oye chirriar a mi viejo VolkswagenSedan y se detiene con un ruido muy desagradable. Ojalá no sehaya roto del todo.

―¿Pretendes matarnos? ―pregunta Argus, mirándome concara de incrédulo.

―¡No tenemos tiempo! ¡Tenemos que llegar a la plaza!―grito―. ¡Ahora!

―Tranquilízate, no podemos entrar con él en ella. Hoy hayfiesta allí y tendremos que dejarlo aparcado en otra parte, asíque tardaremos algo.

―¿Es que acaso no lo entiendes? ―empiezo a perder mipaciencia y coloco mi mano sobre la puerta―. Me bajo aquí. Séllegar, es la plaza donde estuve la primera vez que llegué aquí.

―Voy enseguida.

No contesto. No tengo más tiempo para entretenermehablando de tonterías, tengo que intentar salvarlo.

Abro rápidamente y, pegando un sonoro portazo al Sedan,me echo a correr la calle que hay enfrente mía, asegurándome a

308

Page 309: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

mí misma que después de todos los trotes de hoy, mi Sedanmorirá sin remedio alguno.

Corro un par de calles más lo más rápido que puedo,apretando mis manos con fuerza, pero estas duelen debido a queno las he curado. «Bueno, no tengo tiempo ahora mismo, quizásmás tarde», es lo único que me digo a mi misma paraconcienciarme. Intento correr aún más, haciendo explotar porcompleto a mi cuerpo que ya se encuentra destrozado y tandolorido, que no sé cómo está respondiendo de esta manera.

Llego hasta una de las entradas de la plaza y me encuentroque está abarrotada, no hay manera de averiguar dónde puedenencontrarse los dos. Miro mi reloj: son más de las dos de lamañana y está completamente abarrotado. La media hora deplazo que le dio Grey a Angelo habrá pasado largamente.¿Dónde pueden estar?

Comienzo de nuevo a andar, me adentro en todo el alboroto,intentando encontrar algo, tan sólo alguna pista que me hagasaber dónde están. Necesito saberlo. Mi desesperación me atacaprofundamente, empiezo a atosigarme, no sé dónde encontrarlosy si habrá valido la pena llegar hasta aquí ahora. Corro ycomienza mi ansiedad, empujo a todas las personas que meencuentro a mi paso y estas se quejan reprimiéndomeseveramente y gritándome por mi brusquedad, pero en estosmomentos no me importa lo más mínimo toda esta gente. Leshago caso omiso y empiezo a recorrer a duras pena todo el lugarsin resultado alguno, ya que hay demasiada gente y es seguroque no estarán entre todas estas personas.

309

Page 310: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Miro hacia la comisaría de policía que se encuentra en estemismo sitio. Tal vez si los alerto… ¿Pero qué les diré? ¿Que unmaldito criminal y Grey se están peleando, y que uno de elloslleva una bomba que activará sí o sí? No sé dónde se encuentrany me tomarán por loca, ¿cómo van a creerme?

Me acerco un poco más a la comisaría. Tal vez con un pocode suerte ellos los encuentren. Recuerdo las palabras de Greysobre el cuerpo de policía, diciéndoles que son unosincompetentes y que nunca hacen nada a derechas y me río unpoco, me hace evadirme por un momento de mis problemas ytratar de tranquilizarme.

Miro hacia el cielo negro y despejado de esta noche; no hayninguna nube y las estrellas no pueden observarse debido alexceso de luz que se da por las innumerables farolas y farolillosque hay encendidos. Echo mi pelo hacia atrás, mirando todavíael cielo y cerrando los ojos durante dos segundos. Los abro y mivista está posada en la azotea que hay en la comisaría; pareceque hay algunas personas ahí haciendo algo. Estas están de pie yparecen no moverse mucho, como si tan solo estuviesenhablando entre… Un momento, quizás… Una de ellas es másalta que la otra persona… ¡No puede ser! Así que se encuentranahí arriba… Pero es imposible, me voy a equivocar, seguro queno son ellos.

Comienza de nuevo mi carrera, trato de llegar con muchadificultad hasta la entrada del edificio, pero cuando llego allí, unpolicía me para y me hace darme la vuelta. Por lo visto no puedoentrar.

310

Page 311: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Usted no lo entiende, tengo que entrar… ―trato deexplicarme sin resultado alguno―. Es muy importante.

―No puede entrar así como así señorita, sea una personacivilizada ―me responde el policía sin ningún tipo de paciencia.

―Debo entrar, tengo que… ―Pienso, rápida y audaz―. Mehan robado y quiero poner una denuncia.

―¿Qué se supone que le han robado? ―pregunta, mirandomis pintas. Al parecer todo esto no ayuda mucho, se cree quesoy una vagabunda por mi aspecto demacrado y sucio―. Hayun centro, unas calles más abajo donde pueden ayudarla a pasarla noche si no tiene donde dormir.

―¡No soy una delincuente ni una maldita sin techo! ―lerecrimino―. ¡Déjeme…!

―¿Qué está ocurriendo? ―Sale otro policía y lo reconozco,es Gutiérrez, el subordinado del inspector Elmest.

―Una vagabunda, intentando aprovecharse de la policía―le responde el que no me deja pasar.

―¡Qué no soy una vagabunda, incompetentes! ―terminodiciendo, imitando un poco a Grey―. Gutiérrez, soy yo…Allison. ¿Me recuerda? Voy siempre con Grey y estuvo en sucasa por un cadáver que encontraron allí.

―¿Allison? ―me mira sin poder creérselo―. ¿Qué te haocurrido?

311

Page 312: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Necesito poner una denuncia, es muy importante―comienzo a mentir―. ¡Corro peligro! ―Trato de parecerasustada y que estoy siendo perseguida por alguien.

―¿Se trata de Grey? ―me interroga Gutiérrez―. ¿Qué teha hecho?

―Necesito entrar, por favor… ―Hago aparecer algunaslágrimas en mi rostro fácilmente, lágrimas que son falsas peroque me sirven de mucho.

Sin tan siquiera preguntarme nada más, me hace pasar y melleva hasta una sala a solas, para que le responda a un par depreguntas, ya que todavía cree que el que me ha hecho algo esGrey.

Antes de sentarse o hacer algo, me dice que va a por una tila,para intentar calmarme y que esté más tranquila. Le hago unfalso gesto de agradecimiento que trato que suene sincero yhago como que espero su regreso.

Cuando cierra la puerta espero unos minutos y me levantodeprisa yendo hacia ella y abriéndola con mucho cuidado. Mefijo cómo todos los policías están distraídos por la fiesta de estanoche y que Gutiérrez se encuentra hablando con el inspectorElmest, al parecer le está contando todo lo que ha pasadoconmigo. Busco con la mirada las escaleras que me lleven arribay me doy cuenta que la tengo delante, casi a unos pasos dedonde me encuentro. Abro un poco más la puerta y cuando notoque puedo salir para echar a correr, me cuelo por el hueco quehe dejado entreabriendo la puerta y con mucho cuidado, voyhasta las escaleras. Me escondo en la pared agachándome,

312

Page 313: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

haciendo que no se me pueda ver y compruebo si hay algunapersona que me haya visto, pero tengo suerte y nadie lo hahecho. Me incorporo de nuevo y subo las escaleras sin tratar dehacer ruido, pero lo más rápido que puedo.

Una vez que estoy a un paso de la puerta que me lleva hastala azotea donde están Angelo y Grey, inspiro con fuerza el aire,haciendo que mí pecho suba y luego espiro de forma pausada.Abro ínfimamente la puerta sin que se sienta y siento como siestuviesen hablando, así que me quedo a unos pasos de entrar ytratando de que no me vean, mirando a través de una rejilla queno me deja atisbar demasiado. Sólo puedo observar la espaldadel más bajo de los dos, que va perfectamente repeinado haciaatrás y tiene sus manos descansando sobre sus piernas, sinninguna pistola. A Grey no consigo verlo, puesto que el espacioes demasiado pequeño y está muy lejos de mi reducido campode vista. Comienzo a escuchar atenta.

―Venga ―comienza hablando Angelo, muy aburrido―. Siquieres matarme ya, hazlo. Todo esto es deprimente.

―Lo haría, si no supiese que tienes bombas escondidas trasla chaqueta de tu traje. No pienso arriesgar a toda la gente quehay aquí.

―¡Oh, vamos! ¿Desde cuándo te importa a ti la gente? Elsolitario y espléndido Jason Grey teniendo un detalle con lahumanidad. ―La maldad de Angelo se deja atisbar―. Mátate yasí harás algo por todos nosotros.

313

Page 314: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―En ese caso sería mejor que tú acabases contigo mismo,así sería más productivo ―contraataca Grey―. Nadie necesitaun criminal chiflado como tú.

―Y sin embargo sí necesitan un personaje que se creedetective. ¡Patético!

―Yo hago el bien, tú simplemente te diviertes destrozandofamilias, hogares… quemándolo todo a tu paso, sin dejar rastrode nada.

―Querido Grey, ¿desde cuándo estás tan concienciado conlo que ocurre a tu alrededor?

―Desde que tengo que salvar al mundo de un canalla comotú. ―Angelo esboza una sonrisa ante estas palabras de Grey―.No es personal, tan sólo quiero retomar el transcurso del mundo.

―Permíteme que eso lo lleve a cabo yo…

Por un momento el silencio se hace presente, ninguno de losdos habla y no puedo ver bien qué es lo que se supone que va ahacer a continuación Angelo. Tan sólo siento un silenciosepulcral, como si esto indicase que es el momento decisivo,esto que tanto estaba esperando el criminal y que Grey haquerido parar desde un principio.

Atisbo un pequeño movimiento: el rubio posa sus manosatrás y las une de una forma perfecta, mientras trata de sacaralgo de la manga de la chaqueta de su traje. Al principio nopuedo saber exactamente qué es, pero en cuanto me percato quese trata del interruptor que accionará las bombas que lleva

314

Page 315: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

escondidas en él, en su cuerpo, muchos sentimientos cruzados sedebaten en mi interior e intentando que todo esto pare, abro sinque se oiga la puerta y corriendo antes de dar un salto, meabalanzo hacia Angelo.

Cojo su mano antes de que los dos caigamos al suelo ypuedo notar como lo he pillado por sorpresa, debido a que no seespera este ataque. Nos damos un golpe y sigo sosteniendo lamano arriba, con sus dedos atrapados entre mis dedos y tratandode conseguir el interruptor. Con algo de fuerza y dándole unapatada en la espalda, consigo arrebatárselo y lanzarlo haciaGrey, cortando el cable que une esto con las bombas. Una vezhecho, pongo mis piernas sobre la parte traseras del otro y,cogiendo mis brazos, trato de agarrar su cuello, ahogándole elmáximo posible. No tengo tiempo para mirar a mi compañero,ya que estoy demasiado ocupada tratando de inmovilizar a estemaldito criminal que quería hacer saltar todo por los aires.

―Allison, ¿qué diantres estás haciendo aquí? ―me preguntaintrigado esa voz que hace que responda con una breve descargaeléctrica que recorre todo mi cuerpo.

Le miro a los ojos sin soltar al otro y puedo comprobar cómoéstos brillan de manera especial.

―Te dije que confiarás en mí, que nunca te fallaría. ―Lesonrío abiertamente.

Está serio y por un momento baja la guardia y yo también lohago.

Error.

315

Page 316: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Angelo aprovecha esto para hacerse soltar y arrojarme haciadelante con toda su fuerza. Salgo arrastrada por el suelo y acabocasi al lado de Grey. Trato de incorporarme y cuando lo hago,siento quitar el seguro de una pistola y que ésta me apunta, esAngelo. Me apunta con una mirada de loco en su rostro, peroantes de que pueda hacer nada, Grey saca su pistola y lo apuntaa él, sin demorarse ni un solo segundo. El rubio sonríe y élsolamente se mantiene serio, poniendo su mano izquierda sobrela otra mano, mirándole fijamente y sosteniendo la pistola condecisión.

―Pito, pito, gorgorito… ¿A quién le tocará ser el primermuerto de la noche? ―Ríe a carcajadas el maldito psicópata.

―Hazle lo más mínimo a Allison y… ―masculla Grey―, tejuro que pagarás por ello, pero multiplicado por diez, sabes queno me ando con pequeñeces y que aunque te escapes, teencontraré y te lo haré pagar.

―¡Qué bonito todo! Haciéndote el galán delante de la damaen apuros, todo esto es muy propio de ti. Nunca quieres acabarnada sin llegar a ser el héroe… Jason ―dice usando su nombre,sabe que a Grey le molesta y consigue un gruñido por su partecomo contestación.

―Ella es mi relaciones públicas ―contesta sin apartar lavista de él―, y nadie se carga a una parte de mi equipo.

―Eres… ―Angelo comienza a bajar la pistola―…sumamente tan aburrido, esperaba más de ti. Te pones a ladefensiva por una chica, por una maldita persona… ¡No, no, no!

316

Page 317: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―se empieza a quejar―. La gente corriente debe morir, no hacefalta.

―Entonces hazlo tú primero. No haces mucha falta.

―Está bien.

Se lleva la pistola poco a poco a la cabeza y la pone justo aun lado de esta. Comienza a acercarse al gatillo y cuando va adispararse, en un despiste se la quita de la cabeza y dispara haciaGrey. Este consigue apartarse y la bala, que ha sido disparadacon tal maestría, sale y da justamente en la pistola del detective,haciendo que se eche hacia atrás y se resbale con el bordillo quesepara esta azotea de una caía mortal. Me levanto rápidamente ycogiéndole de una mano lo llevo hacia mí, pero la pistola hacaído y tras unas décimas de segundo, se escucha estrellarsecontra el suelo. Lo arrastro un poco más hacía mí misma yquedamos los dos a escasos centímetros, respirando fuertementepor el esfuerzo. Nos miramos un ínfimo momento y observamosa Angelo, que nos está apuntando ahora a nosotros.

―¡Qué escena tan enternecedora! ―suelta con tranquilidady fingiendo emocionarse―. ¿A quién mataré primero?

Grey es el primero que rompe nuestro contacto visual y sesepara de mí, para luego ponerse delante y tratar de protegerme.Me enfado, no quiero que le ocurra nada y trato de ponerme a sulado, pero no me deja. Su brazo derecho me agarra tras él y confuerza hace que me quede resguardada de cualquier peligro.

―Veo que ya habéis decidido. Bien, Julieta, observa morir atu querido Romeo ―comienza a recitar como si estuviese en

317

Page 318: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

una obra de teatro. Esto hace que me enerve más y quiera ir apor él, pero no puedo, pues el brazo de Grey me lo impide. Conlos míos trato de hacerme soltar y lo que consigo es que subrazo me agarre la cintura con más fuerza y me atraiga hacia él.

―Cómo te muevas. Como intentes ir a por él… te juro queme disparo yo mismo con su pistola ―dictan las palabras de micompañero en un susurro.

―No te voy a dejar, no se va a salir con la suya. ―Lágrimascaen por mi rostro, intentando que me deje libre―. No, ahora…no después de todo.

Acerca su rostro un poco más al mío y pone sus labios justoen mi oído. Me da como un pequeño abrazo y siento que algocae sobre mi bolsillo. Es pequeño y no tiene mucho peso.Mientras me mira, comienza a decir unas palabras rápidamente,haciendo que tan sólo yo pueda oírlas.

―Tú no me has fallado, déjame ahora que yo te proteja, telo prometí cuando nos conocimos ―respira y siento su alientosobre mí―. Vas a estar bien.

Se aleja un poco ahora de mí y todavía me deja sobre subrazo derecho. Con un simple gesto, me suelta y me echa haciaatrás. Yo me quedo ahí quieta sin saber qué hacer. Sus palabrasme han dejado como extasiada, paralizada. No puede ser verdadlo que pretende, dejarme a mí escapar y que él muera… No, nolo permitiré. Se acerca a Angelo y, soltándome del todo, no sinantes echarme una mirada de advertencia muy seria, se empiezaa desabrochar la parte superior del traje y luego su camisa, paradejar ver como su torso está cubierto por un chaleco antibalas

318

Page 319: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

que ha pasado desapercibido para nosotros antes. Los dos semiran y Grey comienza a quitarse ese chaleco, mientras dicealgo.

―Sin trampas, dejaré que acabes conmigo ―sentencian suspalabras.

―¡Qué fácil me lo estás poniendo! ―se queja Angelo conun falso quejido de desaprobación.

Una vez que se quita el chaleco antibalas, lo tira al suelo sinningún tipo de demora y sin dejar de mirar a esos ojos verdes yno muy cuerdos que está tan atentos a él, a cada movimiento quehace. Se acerca un paso más y deja caer sus brazostranquilamente mientras sigue con esa expresión de seriedadtotal y con sus ojos fríos como el hielo. La impotencia meenvuelve por completo, quiero ir tras él y pegarle al maldito deAngelo y tirarlo por la azotea, pero Grey me lo ha pedido, quiereque me quede aquí sin hacer nada, ¿pero por qué tengo quehacerlo? Muerdo mi labio inferior para aguantar mis impulsos,mientras Angelo apunta a Grey con una gran sonrisa en surostro.

―Nos veremos en el infierno…, detective.

―Yo no estoy tan seguro.

Y sin dar tiempo a que el rubio conteste o se dé cuenta de loque Grey va a hacer, este último se agacha y empuja a Angelohacia la pared donde está la puerta por la que he entrado. Losdos se golpean con ella y Grey trata de quitarle la pistola, sinresultado alguno. Angelo le golpea en el pómulo con la

319

Page 320: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

suficiente fuerza como para que emita un gemido de dolor, perosiguen peleándose. No aguanto más y corro hacia ellos, tratandode que mi compañero salga sin ninguna herida más, ya que notiene su arma.

Pero al acercarme, Angelo golpea con fuerza a Greyarrastrándolo unos pasos y haciendo que su arma se dirija a mí yconcentrando toda su atención en mi persona. Grey se levantarápidamente y corre hacia el psicópata que me está apuntando.Cuando está a su lado, trata de cogerle por atrás e intentaestrangularle del cuello, pero el otro es demasiado rápido y conun codazo en la barriga, lo tira al suelo mientras le da una patadamás.

Quiero ir y comprobar que está bien, pero me detiene con ungesto de su mano, mientras Angelo apunta ahora a éste sin dejarde perder la vista a ninguno de los dos. Veo cómo está tirado enel suelo y le sale sangre de su pómulo, ese que ha sido golpeadoantes con tanta fuerza y doy un paso, pero tan pronto como lohago, tengo que irme hacia atrás, ya que tanto el uno como elotro me lo prohíben de distinta manera.

Angelo le pisa con fuerza y sin ningún tipo deremordimiento una pierna a Grey y este se retuerce del dolor.Trato de contenerme porque sé que si me acerco puede matarlode un disparo y mientras esté lejos, podrá seguir con vida.

―Veo que tu mascota lo ha entendido a la perfección,mientras más alejada de ti esté, podrás seguir con vida. ―Consu pie golpea la barriga de Grey y siento otro gemido de dolormás.

320

Page 321: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Basta…

―¿Qué? ―se lleva la mano que tiene libre a su oído,haciendo como si no me hubiese escuchado muy bien. Actoseguido, le da otra patada, pero esta vez en las costillas.

―Que pares… No hay necesidad de hacer todo esto…

―¡Yo creo que sí! ¡Es tan divertido!

―¡Maldito bastardo! ―le digo y ya no puedo contenermemás.

Me acerco de forma decidida hasta él y voy a darle unpuñetazo o un golpe, para que pare de una vez, pero antes deello, apunta con su pistola y deja que salga una de las balasmientras el disparo suena muy fuerte. Me quedo quieta sin saberqué hacer y compruebo cómo la bala ha alcanzado el hombro deGrey y empieza a desangrarse.

―Te he dicho… ―trata de contenerse―…que no teacerques, ¿o es que quieres que tu querido detective muera portu culpa?

Abro mi boca para insultarle pero no me deja.

―¿Qué? ―Se ríe histérico―. ¿Qué vas a hacerme? Te dijeque soy un Dios. ¡Nadie puede detenerme! ―Mira a Grey queestá tirado en el suelo y comienza a hablarle―. Que divertido estodo esto, mírala: llena de impotencia y sin saber qué hacer…¡Los sentimientos no sirven para nada! Menos mal que nosotrosdos somos iguales, somos… la misma persona.

321

Page 322: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Cállate ―le ordena desde el suelo y omitiendo todo eldolor que siente por su hombro malherido―. Yo no soy igualque…

―¡Shh! ―se pone la pistola en la boca y le hace callarseantes de terminar la frase―. No malgastes tus últimosmomentos, conseguiré que te desangres y mueras. ¡Ha sido tanfácil!

Antes de que ninguno de los tres podamos hacer algo más,se siente un disparo que proviene desde la puerta y va directohacia Angelo, consiguiendo herirle cerca de su pecho y haciendoque de unos pasos hacia el límite de la azotea y cayendo al suelodejando su mano cerca del borde.

Me doy la vuelta y compruebo con gran sorpresa cómo lapersona que se ha atrevido a llevar a cabo esta árdea tarea hasido mi propio hermano mayor Argus.

Después de un pequeño gesto por su parte, entran unoscuantos policías, entre ellos el inspector Elmest y Gutiérrez. Vandirectos a por Angelo, pero este se levanta con mucha dificultady consigue correr hasta el borde. Justo ahí los policíascomienzan a acorralarlo y parece que no hay escapatoria posiblepara él.

322

Page 323: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―¡Quédate ahí y no te muevas! ―La autoridad delinspector Elmest se hace notar desde la primera palabra―. Siintentas llevar a cabo alguna maniobra de escape uno de mishombres te disparará.

La tensión empieza a recorrer todos nuestros cuerpos. Lospolicías apuntan a Angelo firmemente, aunque algunos de ellostiemblan, parece ser que muchos ya saben quién es y de qué escapaz.

Aprovechando que ya el peligro ha disminuidoconsiderablemente, me acerco hasta Grey, arrodillándome dondeél se encuentra tirado y tratando de ver cómo está. Argus seacerca y trata de ver cómo está también. Cuando estamos los dosjunto a él, comprobamos cómo aún sigue despierto y cuerdo,pero hay un gran charco de sangre a su alrededor que indica queha perdido bastante sangre ya.

Mi vista se va directa al conjunto de policías que hay justo alborde de la azotea. El inspector Elmest parece estar demasiadocerca de Angelo y, cuando me percato mejor, observo como leestá poniendo unas esposas. Espera… ¿Ya está? ¿Se ha dejadoatrapar de manera tan absurda? Él también está herido y estáempapado en sangre, el disparo que ha dado mi hermano haciaél ha sido más efectivo que el suyo contra Grey.

323

Page 324: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

¡Grey! Giro mis ojos y con mucho cuidado, giro su rostrohacia mí para que pueda verlo de manera clara.

―Grey, te vas a poner bien… Han apresado a Angelo, se lovan a llevar y todo esto habrá terminado.

―Levántame ―me ordena.

―¿¡Qué!?

―Que me levantes, no puedo yo solo ―me vuelve a repetir,explicándomelo en un tono que hace que parezca yo una niñapequeña que no se entera de nada. No le hago caso y sigososteniendo su rostro―. ¡Levántame, maldita sea! Tengo queacabar con Angelo.

―No hace falta que hagas nada más, Grey ―intervieneArgus ahora―. La policía se llevará a Ángelo y a ti tetrasladarán al hospital, para que puedas curarte y reponerte.

Se oye un quejido por su parte.

―¿Sin casos por un tiempo?

―¡Quieres dejar de pensar en eso por un momento! ―legrito―. ¡Estás malherido!

―Bah… ―es todo lo que suelta por su boca.

Mi enfado va en aumento y decido soltarle con cuidado.Nunca va a cambiar ni nunca lo hará. Argus se queda todavíaagachado mientras yo me elevo y me pongo de pie del todo. Al

324

Page 325: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

hacerlo, observo cómo varios paramédicos con camillas vieneny con rapidez y eficacia, se llevan a Grey escaleras abajo,tumbado en esta y metiéndole en la ambulancia, que estáaparcada justo debajo de él edifico.

Con Angelo es diferente, aunque esté malherido ysangrando, se lo llevan sin ningún cuidado los policías. Al pasarpor mi lado, me dirige una pequeña mirada directa y una sonrisade psicópata, su sonrisa. El inspector Elmest le da un pequeñoempujón y hace que vuelva a caminar con normalidad. Su rostrose me queda grabado y se repite una y otra vez en mi cabeza. Noha parecido en absoluto alguien que ha resultado herido cuandome ha mirado, como si me quisiese decir algo con aquellamirada…

Una mano coge mi brazo y me lleva hacia esa persona. EsArgus, que me indica que es hora de que bajemos de una vez ytratemos de calmar las cosas. Le hago caso y voy a su lado,cogida de su brazo y tratando de no caerme por las escaleras,porque por una vez en todo este tiempo, siento cómo mi cuerpodesfallece por todo lo ocurrido, mis heridas cobran vida propia yempiezan a notarse el dolor. Mi hermano mayor se da cuenta detodo esto y cuando estamos abajo, me mira con preocupación,observando algunos de los cortes ―superficiales y otros notanto― que se encuentran en mis brazos y mis piernas. Me dejasola por unos momentos y va hacia uno de los paramédicos queresulta ser una mujer y se encuentra todavía en la comisaría,habla con ella dirigiéndole un par de frases y ambos me miran.Argus vuelve a acercarse a mí con la paramédica detrás de él yme empieza a hablar.

325

Page 326: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Esta mujer va a examinar tus heridas, tendréis que ir a unasala de interrogatorios para estar más tranquilas, hay demasiadoalboroto por aquí. La gente está muy intranquila y la policía noda abasto ―intenta consolarme mi hermano.

―¿Por qué no puedo ir yo también al hospital? ―preguntoinquieta y observando mi alrededor.

Antes de que alguno de ellos me conteste, me llevan hasta lasala que es la misma en la que he estado cuando he llegado aquíy le he hecho creer a Gutiérrez que me había pasado algo. Unavez allí, la mujer me hace sentarme en una silla y comienza aabrir su maletín en una mesa que hay cercana a nosotras. Antesde hacer algo, comienza a examinar algunas heridas y mira a mihermano que está en la puerta observando en silencio sin querermolestar.

―Parece que son superficiales, hay algunas más graves,pero se las curaré y en cuestión de semanas no habrá ni rastro.

―Bien, me alegra oír eso ―responde Argus, con ciertoalivio y sonriéndome.

―Os he preguntado algo antes y exijo una respuesta.

―Iremos mañana, ahora lo importante es que te repongasy… ―Mira mi aspecto―…te duches y te cambies un poco,supongo.

―Pero… ¿y Grey? No quiero ir mañana. Acepto que mequeráis curar y que tengo que… cambiar mi ropa, pero quiero iren cuanto termine.

326

Page 327: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Se te está pegando su cabezonería. ―Mira su móvil, alque acaban de mandarle un mensaje―. Elmest y Gutiérrez estánesperando a que salga de la operación y nos informarán acercade todo lo que ocurra.

―¡Ah! ―grito pues una de las heridas escuece demasiado ymiro con ganas de matar a la mujer que me está curando―.Quiero ir en cuanto termine.

―Está bien. ―Me mira suspirando y tratando de no perdersu mal humor.

―Parece ser que todo está en orden ya, tienes un par degolpes en tu espalda, pero te recuperarás. Como veo que tienesprisa, le enviaré a tu hermano todo lo que tienes que tomar yponerte para recuperarte del todo.

Ni un simple «gracias» le doy a la paramédica, estoydemasiado nerviosa tratando de terminar todo en cuanto pueda.La mujer empieza a escribir algo en un papel y se lo da a mihermano, que le agradece todo lo hecho por parte de los dos.

Una vez que esta sale de la sala, me apresuro a hacer lomismo, hasta que salgo a la calle y veo que la plaza está casidesierta. Quedan tan sólo un par de borrachos, algunas personasque les gusta ―según mi parecer― demasiado la fiesta ybarrenderos que tratan de limpiar los estropicios y todo lo que seha ensuciado.

Me giro hacia atrás y espero a que mi hermano salga. Vacaminando despacio y parece que no tiene mucha prisa. Me

327

Page 328: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

impaciento y le hago señas para que aumente sus pasos. Cuandollega a estar a mi lado, me mira desesperado y tratando decalmarme. Le doy un pequeño abrazo y le beso en la mejilla,después de todo es un salvador. Se ríe un poco y me devuelve elabrazo.

―Gracias por aparecer justo en ese momento, si no hubiesesido por ti… ―Me niego a decir las últimas palabras: «Greyestaría muerto», y me las trago junto a mi saliva mientras sigoabrazada a él―. Gracias, de verdad.

―Bueno, ya está todo terminado. Angelo ha acabado en lacárcel y no vais a correr más peligro. Al final Grey ha resultadoser una buena persona... ―Calla por un momento y trata decambiar de conversación―. Vamos a por tu Volkswagen, tendrásque cambiarte porque vas sin zapatillas.

Hasta ahora no me había acordado de que iba tan sólo conmis calcetines. Suelto por ello una carcajada y lo sigo hastadonde se encuentra mi coche.

Una vez dentro de este, en vez de ir a casa de Grey,compruebo cómo comienza a conducir en otra direcciónopuesta. Lo miro con angustia y sabe exactamente qué me pasapor la cabeza. Me responde con una frase: «Iremos a mi hostal»,y continúa conduciendo de una forma menos imprudente que laque mi compañero sin carnet, utilizó el día que fuimos ainvestigar sobre el hombre enmascarado. Ese recuerdo me hacesentirme mejor y esbozo una leve sonrisa. En el camino voypensando todo el rato en él, en saber cómo estará. Argus dijoque lo iban a operar, ojalá todo salga bien.

328

Page 329: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Su hostal se encuentra casi a las afueras de Silvery River yen cuanto llegamos, salgo flechada hacia la entrada, pero mequedo quieta allí: no sé hacia donde ir ni cuál es su habitación.Él se toma su tiempo, aparca con toda la tranquilidad del mundoy cuando veo su cabellera morena y rizada acercarse hasta mí,comienzo a impacientarme de nuevo. ¿Cómo puede estar tantranquilo en estos momentos?

Me indica que le siga y voy tras él. Saluda a una mujer quehay como recepcionista y subimos a la segunda planta por lasescaleras, ya que aquí en este pueblo no hay mucha modernidad.Cuando estamos arriba, ante nosotros se presenta un pasillo muyoscuro, pero no interminable; esto me hace pensar en miencierro estos últimos días y en los laberintos que son lospasillos de esa infernal maquina.

Vuelvo a recobrar el sentido de la realidad y entro en lahabitación de mi hermano. Una vez aquí, con sorpresa meencuentro que aquí se encuentra Rebecca esperando sentada enel sofá. Miro a Argus con algo de incertidumbre y le exijoexplicaciones, hablando sin emitir sonido alguno, para que no sedé cuenta Rebecca.

―¡Allison! ―Viene hacia mí y me da un pequeño abrazopara luego apartarse y tratarme con dulzura―. Tu hermano yame ha puesto al corriente del todo, siento no poder haberte dichoque yo era una infiltrada en todo esto, pero no le eches la culpa aél. ―Mira a Argus con ternura y acto seguido continúa―: Él noquería que yo participase en esto y menos aún ser rehén deAngelo, pero todo ha salido bien.

329

Page 330: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Me quedo callada durante unos segundos, ya que Grey teníarazón… Argus y Rebecca… ¡Cómo no lo había visto! Creo quehe estado demasiado ocupada con todo este tema insoportable dela traición a mi compañero como para darme cuenta de lo queocurría a mi alrededor.

―Me alegro que estés bien… Creí que te habían apresado yno sabías que estaba ocurriendo allí. ―Me alejo de ellos y medoy cuenta que tengo algo de mi ropa en el sofá.

―Pensé y, como me dijiste que querías ir allí en cuantoterminases, le pedí a Becca que se acercase a dónde has estadoviviendo estas semanas y te cogiese algo. Grey me dio una llavecuando tú desapareciste, para que pudiésemos investigar y comosabes qué es tan raro, no quería tener que prestar atención altimbre cada vez que yo iba allí, así que me la dio.

―Ya veo ―es lo único que respondo.

Busco el baño y, antes de entrar, cojo mi ropa y voy haciaeste para tratar de terminar lo más pronto posible. Aunquequiera hacerlo lo más ameno posible y tratar de estar en elhospital lo más rápido que pueda, mis heridas que aún escuecen,me impiden ir de una manera normal para cualquier persona ytardo mucho, demasiado tiempo.

Salgo del baño ya lista y preparada y lo primero que veo esla cabellera corta y rubia de Rebecca. Me giro un poco y los veoa los dos… están besándose… Me siento un poco incómoda porla situación.

330

Page 331: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Esto… Perdonad que os corte esta bonita estampa, peroestoy lista ―digo, mirando hacia el suelo y moviendo uno demis pies en círculos para no hacer aún más incómodo loocurrido.

Ninguno de los dos dice nada, Argus parece algo sonrojado yRebecca tan sólo asiente con la cabeza. Los tres salimos por lapuerta de la habitación y, tras asegurarnos que está cerrada deltodo, bajamos hasta la salida.

Son las tres de la mañana y no hay nadie, todos estándurmiendo, así que tratamos de no hacer ruido. Salimos con elmáximo silencio y una vez fuera nos montamos en mi Sedan.Conduzco yo por primera vez tras unas semanas en las que mipobre coche ha estado abandonado y sólo ha sido cogido porArgus. Trato de parecer tranquila, de no hacer que mis heridasque están curándose me molesten demasiado y conduzco de unamanera sensata. Por muchas ganas que tenga de llegar, no puedoir como una temeraria, aunque no me importaría.

Recorremos todo el camino en unos veinte minutos y meencuentro con que las plazas de garaje (las pocas que tiene estehospital, que no llegan ni a diez) están vacías, a excepción de unvehículo grande y un coche de policías, así que el inspectorElmest y Gutiérrez siguen acompañándolo. Aparco cerca de laentrada y salgo, esperando a que el resto lo haga y poder cerrarel coche.

Una vez que guardo las llaves, entro apresuradamente alhospital, pero me detengo, porque una vez más no sé dónde seencuentra nada. Argus, que viene al lado de Rebecca, me diceque está en la primera planta, que se lo ha dicho Elmest y subo

331

Page 332: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

las escaleras de forma precipitada. Miro hacia el lado izquierdoy parece no haber nadie, miro a mi derecha y allí están los dospolicías. Me acerco corriendo y levantan sus vistas por misconstantes prisas. Les saludo a los dos y observo cómo la puertaque tenemos enfrente está cerrada.

―¿Está ahí? ―pregunto temerosa.

―Lo han operado ya… ―Elmest cambia su voz por unallena de rencor―. El maldito siempre tiene suerte, todo le salebien.

―Quizás todo se debe a que no es…

La mano de mi hermano que está detrás de mí se posa en miboca y me hace callar antes de que alguna de mis palabras mehaga pasar una noche en el calabozo por insultar a un policía.Cuando ve que me he tranquilizado y ya no voy a contestarle,me suelta y me deja libre.

De la habitación sale un médico, ya entrado en años y conmuchas canas sobre su cabeza. Tiene ciertas arrugas sobre sufrente y los ojos oscuros, pero a pesar de todo desprendeconfianza, se ve que tiene mucha experiencia y puedo confiar enque haya hecho su trabajo a la perfección.

―Veo que hay más gente por aquí. ―Mira su reloj y sesorprende de la hora―. Os pongo al corriente: el señor Grey hasido operado del hombro, la bala se había quedado incrustadadentro de él y ha perdido bastante sangre, por lo que hemostenido que hacerle una transfusión, además de algunas heridascomo la de su pómulo a la que hemos tenido que darle puntos.

332

Page 333: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

No podrán visitarle hasta mañana, tenemos que dejarle quedescanse.

El doctor se despide y se va alejando de nosotros. Elinspector y Gutiérrez se van también, ya que ven que su trabajoaquí ha terminado. Rebecca y Argus se sientan en las sillas quehay frente a su habitación y yo me quedo de pie, no estoydispuesta a tener que esperar mucho más así que antes de queme puedan decir algo, me cuelo dentro, viendo cómo mihermano se levanta para impedírmelo.

―Tengo que verlo… ―le digo, tratando de esclarecer esteacto por mi parte―. Sólo serán unos minutos.

Me advierte con la mirada, pero Rebecca le acaricia la manoy parece tranquilizarse; se vuelve a sentar con ella y asiente.

Entro con mucho cuidado de no despertarlo y me acercohasta la cama. Lo veo ahí, dormido y sedado para que puedasoportar el dolor. Parece tan tranquilo y su expresión seria ya noestá, esa que siempre está en su rostro, el hombre de hieloparece ser ahora una persona normal, pero no soporto verle enesta situación.

En la habitación hay una silla y la traigo hasta que la colocoal lado de la cama y me siento en ella. Me quedo un poco baja,pero todavía puedo seguir observándole. Cojo su mano derechay me la llevo hacia mí, acariciándola un poco.

―Te dije que nunca te fallaría. ―Echo mi cara hacia laparte superior de su pecho y dejo caer mi cabeza junto a la suya,

333

Page 334: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

que descansa y, con mi otra mano, le acaricio el pelo―. Mequedaré aquí hasta que despiertes.

Me empieza a molestar una luz que va directa hacia misojos. Los abro poco a poco y al principio no sé dónde meencuentro. La luz proviene de una ventana que está abierta almáximo y bostezo un poco. Demasiados días devastadores quecargan sobre mi espalda y que han hecho que mi cansancio seamuy pesado. Giro mi cabeza y compruebo que estoy sobre supecho. Me incorporo lentamente y veo que él está ya despierto,mirándome con sus ojos atentamente y tratando de analizar cadauno de los gestos que hago con mi cara. Me separo lentamentede él y lo miro sin decir nada. Está serio, como siempre y surostro es indescriptible, parece muy cansado, pero no sé qué estápensando, sólo se limita a mirarme para saber qué pasa por micabeza.

―Deja de hacer eso ―me quejo―. Si quieres saber algo mepreguntas.

―Sé todo lo que deseo ―oigo su voz por primera vez―, ylo he utilizado para que el doctor no te saque de aquí a patadas,te dijo que no entraras. Por lo visto las visitas empiezan estamañana.

No respondo, por lo que coge mi muñeca y posa dos de susdedos sobre sobre ella para tomarme el pulso.

―¿Qué haces?

334

Page 335: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Una vez dudé ―comienza a decir, saltándose mi preguntay mirándome directamente a los ojos, lo que me incomoda unpoco―, creí que te habías puesto verdaderamente del lado deAngelo. Sé que estuvo en tu habitación, pude averiguarlo por tuspupilas dilatas y tu respiración, me lo ocultaste. Sé que sentíasalgo por él y todavía es así… ―Se detiene un momento para vermi reacción y continúa hablando―: Sabía que tratarías determinar conmigo sin hacerme nada, tan sólo haciéndole creermi muerte, para ganarte la confianza de Angelo; era muy obvioasí que me preparé, soy químico y puedo conseguir sustanciasrápidamente.

»Cuando me disparaste tenía un chaleco antibalas y la sangreque viste salir era de verdad, sólo que elaboré un dispositivopara que pareciese que salía de mi cuerpo de forma natural y porel disparo. Llevaba por todo mi cuerpo. Conseguí la sangre deeste hospital, me deben un par de favores.

»Luego, si Angelo me tomó el pulso, ¿cómo logré ocultarque estaba vivo? Vuelvo a repetirme, soy químico y hay drogasque te dejan extasiado durante un tiempo, depende de cuántotomes y hacen que tu pulso disminuya hasta el punto de quepareces realmente muerto. ―Mientras va diciendo todo esto, medoy cuenta que mi boca está algo abierta y mis ojos abiertos depar en par. Él sigue con su tono frío y aburrido de siempre―:

»Cuando te di la pistola y te dije en un susurro: «Martin»era porque sabía perfectamente los planes que os traíais a cabolos dos, fue una advertencia para que no le dejases morir, yasabía que tu plan era hacerle morir a él y cambiar su cuerpo porel mío, pero veo que no lo pillaste, y aún sigo viéndole algunoserrores a tu plan ―se resigna a decir algo decepcionado―.

»Llegamos a la parte de Angelo con las bombas. Descubrípor un fallo de Agatha que tenía preparado un plan parainculparme a mí haciéndome el autor de las bombas que

335

Page 336: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

pretendía poner en mi casa. La pillé un día, puesto que le hadado por venir siempre desde que supuestamente Angelo leperseguía, colocando algunas pruebas incriminatorias, pero no ledije nada… quería pillarlos por sorpresa.

»Al final descubrí que ella estaba con él, tienen algo esosdos… ―Se queda callado unos segundos y vuelve a cambiar detema―. Así que para zanjarlo todo, para dar por terminado estejuego que ha durado demasiado, lo cité en la azotea de lacomisaría. Todo iba bien hasta que te acercaste y lo truncastetodo, si no hubieses aparecido podría haber terminado todo deotra forma.

―No… ―Trato de aclararme por todo lo que me hacontado―. No tendría que haber terminado tan mal para ti si note hubieses hecho el héroe y te hubieses quitado el chalecoantibalas.

―Eres mi cliente. Bueno, eras, parece ser que ya no tengoque protegerte más. Tú hermano estará contento de ello―murmura esta última parte.

―Eso no explica tu comportamiento.

―Hmmm ―se digna a contestar.

―Si no hubiese sido porque has salvado mi vida te seguiríaconsiderando una maldita máquina sin sentimientos ―protestosin mirarle esta vez.

―No tengo que tener sentimientos para salvar a unapersona, es sólo cuestión de principios.

336

Page 337: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Vale, me queda claro que no te importo. Gracias de todasformas por salvarme. Supongo que aquí… ―Me quedotrabada―…aquí termina todo.

Me levanto de mi asiento y, lanzándole una última miradacon mucho significado, me empiezo a alejar de él. Supongo quenunca cambiará, ¿cómo lo va a hacer si es un maldito ser que nose preocupa por nadie? Creí que al menos yo le habíademostrado que podría confiar en mí, pero no, una malditamáquina, eso es lo que es.

Pero antes de poder ni tan siquiera dar un paso siento sutacto frío sobre mi mano y me hace girar. Me lo encuentroincorporado y jadeando por el esfuerzo ya que su hombro leduele. Me mira como si no soportase quedarse solo.

―Gracias. ―Es la primera vez que le oigo una muestra degratitud en todo el tiempo que lo conozco―. Házselo saber a tuhermano, sin él… no estaría aquí.

―Tranquilo, lo haré ―aseguro totalmente hosca y cuandotrato de soltarme, me aprieta con más fuerza y lo miro sinentender el por qué.

―Te escuché, aquel día cuando nos quedamos dormidos enmi sofá y me dijiste que lo sentías por traicionarme. Me hice eldormido. ―¡Maldición! Entonces también sabe lo del beso en lamejilla. Comienzo a ponerme roja―. ¿Lo has leído…?

Comienzo a acordarme que cuando estábamos en la azotea,algo cayó a mi bolsillo. Supongo que será una nota o algo

337

Page 338: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

parecido. Cuando llegue a la habitación de Argus trataré deleerla y ver que pone.

Niego con la cabeza y parece algo decepcionado, de nuevo ytras mucho tiempo vuelve a salir su lado más infantil y pareceun niño al que no le han traído el regalo que ha pedido pornavidad y está triste por ello. Me suelto con suavidad de sumano y camino hasta la puerta. Una vez allí, me giro y lo mirofijamente… sus ojos azules agua marina me miran fijamente y elmismo escalofrío que otras veces vuelve a recorrerme todo elcuerpo.

338

Page 339: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

«Te necesito, no puedo seguir resolviendo casos sin mirelaciones públicas. Si todo acaba bien, 9 de noviembre en el barDestrage, a las 17:00.

Grey.»

Vuelvo a releer por millonésima vez la nota que cayó sobremi chaqueta aquel fatídico día que por poco acaba tan mal. Mimente ahora viaja rápidamente, recordando la última vez que lovi en aquella sala herido y donde todo terminó, o al menos esocreí por aquellos momentos.

Ahora estoy sentada en una de las mesas más apartadas delbar Destrage, donde estoy esperándolo. Miro mi reloj y veo quetodavía quedan dos minutos para que den las cinco de la tarde yguardo la nota en mi bolsillo para no perderlo. Chloe se acercahasta mí y me trae el refresco que he pedido nada más entrar.

―Gracias ―le respondo sin mirarla.

―Esto… ―Se queda callada y dando un fuerte suspirocontinúa―: ¿Cómo está Grey? Oí que en uno de sus casos ledispararon en el hombro y tuvieron que operarlo.

―No lo sé. ―La miro fijamente y le sonrío para que setranquilice―. No volví a verlo después de todo aquello.

339

Page 340: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Yo…

―Me encuentro perfectamente ―se mete una tercera voz yaunque no la haya escuchado en estos tres meses, mi cuerpo lareconoce al instante y se paraliza―. Un primer mes aburrido sinpoder hacer nada, pero me encuentro en perfectas condiciones.Ahora vete, necesito hablar con Allison a solas y no quiero pedirnada ―finaliza con su habitual rudeza.

Chloe se aleja no sin antes notar cómo mira de arriba abajo aGrey y se queda unos segundos suspirando internamente por él.Aunque la trate como un muñeco, ella sigue totalmente loca porél.

Oigo cómo se sienta en la silla que hay enfrente y se acercaun poco hasta mi posición, mientras sus ojos se posan sobre míy trata de analizarme de nuevo, como aquella vez en el hospital.

―Para ―le ordeno, todavía sin mirarle directamente a lacara.

―Está bien.

―Bien, así que… ―No sé cómo comenzar, así que dudoantes de soltarlo todo de una vez e ir directamente al grano―…quieres que siga a tu lado para ayudarte.

―Así es.

―¿Por qué crees que lo haría?

340

Page 341: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Porque podríamos formar un buen equipo, además de queeres la más cuerda de los dos y me evitaría que mis clientes leentrasen ganas de pegarme un puñetazo cada vez que hablo―admite.

No contesto.

―Sé que sigues cabreada por lo que te dije hace tres meses,el no visitarme y ni acercarte ni una sola vez a mí en todo estetiempo. Sabías a lo que te adentrabas cuando me conociste, nosoy como el resto… No me importan los sentimientos, digo todolo que se me pasa por la cabeza y lo único que me interesa es elmundo del crimen.

―¿Entonces qué pinto yo en todo esto? ―le recrimino.

Le cuesta decir la siguiente frase, pero sin pestañear siquiera,lo suelta todo del tirón:

―Después de todo, eres la única persona en la querealmente puedo confiar. Me lo demostraste.

Lo miro por primera vez desde que ha entrado y acepto conmi cabeza mientras observo cómo sigue igual, tras todo estetiempo sin vernos. Su rostro, casi inmutable y muy serio, dejaver durante una cuestión de segundos una sonrisa torcida, casiimperceptible y que desaparece por arte de magia. Si no hubieseestado tan atenta, no la habría visto, así que parece ser cosa deldestino.

―¿Por dónde empezamos? ―pregunto, tratando de sonarmás agradable esta vez.

341

Page 342: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

―Continuamos ―me corrige.

―¿Qué?

―Ángelo ha escapado.

342

Page 343: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

¿Cómo se supone que cabrá aquí cada una de las muchas ymaravillosas personas que me han acompañado durante todoeste largo camino, durante estos cinco meses? Estoy tanorgullosa por haber terminado por primera vez una novela, y esque siempre comenzaba a escribir y lo dejaba por la mitad: oporque me agobiaba o terminaba aburriéndome. Pero esta vezno, esta vez he llegado hasta el final y eso es gracia a todas laspersonas que han estado ahí. Además, terminó en una fecha muyespecial, el cumpleaños de un actor que amo ―BenedictCumberbatch―, gracias a su gran actuación en Sherlock de laBBC y ser como es, una persona muy grande y un ídolo con uncorazón que no le cabe en el pecho, que me han hecho guiarmeen su espléndido personaje para crear a mi querido einsoportable a veces, Jason Grey.

En realidad no sé muy bien como agradecéroslo, supongoque con un «GRACIAS» a Francisco Javier por habermeayudado con los nombres, soportarme en medio de clasescuando le daba mis interminables charlas sobre Grey, Argus,Allison… y que me ayudase cuando me quedaba bloqueada.Además de basarme en él para ser el querido hermano deAllison: Argus.

A Beatriz, Marta, Charlie, Rafa, Rocío, que tanto se hanempeñado en que Grey y Allison se besen o acaben juntos ―osharé sufrir un poco más, no os preocupéis―.

343

Page 344: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

A mi gran dibujante, Óscar, al que conocí de pura casualidady ha sido un como un ángel caído del cielo. Sus dibujos de cadacapítulo, que han terminado por enamorarme de cada uno deellos y su simpatía, han hecho que le deba una, y bien grande(eres un amor de persona y espero que nos conozcamos en larealidad).

Mi gran amiga de Wattpad: Carosecas23, porque estaremosen continentes diferentes, pero el cariño que te tengo y todasesas charlas a través de Wattpad me han hecho saber que nohacer falta tener a una persona a tu lado cada día para entendersea la perfección.

A LMDreamerOnly, que empezó a leer hace poco SilveryRiver, pero que ha sabido captar la esencia, con sus comentariosque he de admitir me han sacado una lágrima y sus deduccionesal nivel de Grey.

A el resto de mis lectores como Niki26, Mimiinda1d,JRosewell, SaraRV, ValeFonseca, Cali_beils, scberajano,HollyStyle, romina22, etc… Siento si me dejo a alguno/a, perosois muchos y os juro que estoy agradecida a cada uno devosotros, porque no me esperaba que tanta gente leyese lahistoria. ¡SOIS INCREÍBLES!

PD: Sí, os voy a dar una sorpresa ―que muchos habréisaveriguado por el epílogo― y hay segunda parte y se llamaráCircus of Shadows.

344

Page 345: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

María F.R. (María Frías Rabadán, nombre legal) nació el 1 demayo de 1997 en Córdoba, España. Empezó con un relato paraun concurso que no llegó a celebrarse, y con una obra llamadaFairytale, la cual publicó en un blog, pero que nunca llegó aterminar. Desde su infancia, siempre le ha gustado el mundoliterario, llevándola así a descubrir muchos libros. El género quemás domina es Misterio/Supenso por ser el género del que máslee, contando a Conan Doyle o Agatha Cristie como unos de losautores aportadores al género. Continuará escribiendo, y dehecho ya tiene planes a futuro con su serie de libros para SilveryRiver.

345

Page 346: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

[email protected]

346

Page 347: EDITORIAL ROSSETTI, 2014 Diseño de formato digital: José Luis …bibliotecarossetti.weebly.com/uploads/2/6/9/3/26934136/... · 2018. 9. 10. · Llego al tablón y sólo hay noticias,

Visita nuestra biblioteca para más historias cautivantes:

http://bibliotecarossetti.weebly.com/

Si eres nuevo escritor y quieres apoyo, no dudes enponerte en contacto con el equipo de Editorial Rossetti:

http://editorialrossetti.weebly.com/sube-tu-libro.html

¡Abre tu mente a nuevas historias!

347