EDUCACION | Una Mano Invisible Levantada - Coulson

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    Durante una conferencia llevada acabo en Londres en el 2003, JamesTooley convers con el antiguo ins-

    pector jefe de educacin de Nigeria y leexplic que quera adelantar un estudiosobre las escuelas privadas en los barriosbajos y pueblos del pas. Los pobres no

    tienen escuelas privadas, respondi elinspector. En Nigeria, las escuelas priva-das son slo para la elite. Pero Tooley noes fcil de disuadir.

    Una semana ms tarde se encuentraen el barrio de chozas nigeriano de Makoko,llegando en taxi hasta el nal de una calle

    pavimentada. Adelante slo quedaba uncamino enlodado, lleno de alcantarillas sintapa, rebosantes por la lluvia de la nocheanterior. Conocen alguna escuela privadapor aqu?, pregunt a unos jvenes ado-lescentes. Ellos guiaron cuidadosamentea Tooley por el laberinto del lodo y limo

    Andrew J. CoulsonDirector del Centro para la Libertad Educativa.Cato Institute. Estados Unidos

    dossier

    La educacin privada est creciendo sin mucho ruido en los pases

    ms pobres como solucin al poco cumplimiento de promesas deeducacin gubernamental. Andrew Coulson, autor deMarket Edu-cation: The Unknown History nos muestra cmo el profesor James

    Tooley de la Universidad de Newcastle viaja a las regiones msremotas del mundo para investigar sobre este tema que muchosconsideran mtico: escuelas privadas, financiadas por padres de

    familia al servicio de los pobres del tercer mundo.

    Una manoinvisible

    levantada

    Foto: otherimages

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    A pesar de las repetidas negaciones de los funciona-rios gubernamentales, encontraron que la absolutamayora de los nios estudiantes de los barrios bajosurbanos del mundo en vas de desarrollo ya asistan a

    escuelas privadas y libres de costo.

    hacia la escuela privada Ken Ade, slo unade docenas que hay en el rea.

    Educacin privada

    al sErvicio dE los pobrEsIgual que Indiana Jones del siglo XXl, elprofesor James Tooley, de la Universidadde Newcastle, viaja a las regiones msremotas del mundo para investigar sobrealgo que muchos consideran mtico: es-cuelas privadas al servicio de los pobresdel tercer mundo, nanciadas por padres

    de familia. Los funcionarios del gobiernode un lado a otro de frica, India y Chinale dicen repetidamente que dichas escue-las no existen en sus pases, generalmen-te despus que l ya ha visitado dichas es-cuelas y ha entrevistado a los estudiantesy a sus maestros.

    El inters de Tooley por el tema seremonta a los aos ochenta. Como jovenrecin graduado de la universidad, se de-dic por tres aos a ensear matemticasen la escuela secundaria en Zimbabwe.Esa experiencia le sirvi como fuente deinspiracin para estudiar la educacin paralos pobres en los pases en vas de desa-rrollo y descubrir una forma para mejorarlay ampliarla. Su trabajo dio un gran saltoen el 2002, despus de una reunin acci-dental en Goa, India, con el vicepresidenteseniorde la Fundacin Templeton, CharlesHarper. Impresionado con el estudio deTooley sobre las escuelas privadas de laciudad vieja empobrecida en la seccin deHyderabad, Harper lo anim a que esboza-ra una propuesta para ampliar sus investi-gaciones en el campo internacional.

    El resultado fue una subvencin de laFundacin Templeton por casi US$800.000,lo que permiti que Tooley y su colega Pu-line Dixon pudieran comparar las escuelasgubernamentales e independientes enGhana, Nigeria, Kenya, India y China. Ycul fue su conclusin? Es mejor darles la

    mano a los estudiantes y sus padres queentregarles un material, y que esa manodebe venir de la mano invisible de AdamSmith, es decir, del mercado libre.

    A pesar de las repetidas negacio-nes de los funcionarios gubernamentales,Tooley, Dixon y sus grupos de investiga-dores encontraron que la absoluta ma-

    yora de los nios estudiantes de los ba-rrios bajos urbanos del mundo en vas dedesarrollo ya asistan a escuelas privadasy libres de costo. Incluso en los pueblos

    pequeos, tpicamente la mitad de losestudiantes se registran en las escuelasdel sector privado, aunque ese registro esms bajo en el campo. Los pobres han de-cidido no esperar las reformas prometidassobre educacin gubernamental, que esconsiderada, incluso por sus defensores,como corrupta y deciente desde el punto

    de vista educativo.

    luchando contralas antiguas pErcEpcionEsPero es bueno el crecimiento rpido de lasescuelas con nimo de lucro para los po-bres? La mayora de los funcionarios delgobierno de estos pases, junto con la co-munidad de desarrollo internacional, pare-

    ce aterrarse con slo pensarlo. Considere lareaccin de la seora Mary Taimo Ige Iji,jefe de la escuela pblica del distrito que in-cluye el barrio de chozas de Makoko. Comoparte de un documental de la BBC, Tooleyla entrevist desde el balcn de una escue-la pblica a las afueras del tugurio. De piejunto a la verja mirando hacia su Mercedesltimo modelo, la seora Ige Iji explica antelas cmaras por qu la mayora de las fa-milias pobres preeren pagar escuelas pri-vadas en lugar de frecuentar las escuelas

    gubernamentales gratis: El punto ms im-portante es el smbolo de estatus cticio,enfatizando el smbolo de estatus cticio

    al mostrar con los dedos las comillas. Ellaexplica que los padres pobres quieren servistos como ricos y bondadosos, pero

    para escoger las escuelas privadas ellacree que, de hecho, son ignorantes. Es-

    tas escuelas privadas pobres estn malequipadas, le dice a Tooley, y la instruccines deciente porque carecen de maestros

    completamente calicados de su contra-

    parte en el sector gubernamental.Sobra decir que los padres pobres

    que estn escogiendo las escuelas libresde cargos entre una amplia oferta y porlo general gratis de alternativas guber-namentales, no ven sus decisiones bajo elenfoque que lo ve la seora Ige Iji. Pa-samos por la escuela pblica muchos dasy hemos visto a los nios afuera todo eltiempo, haciendo nada, le dijo un padrenigeriano a Tooley, en cambio en las es-cuelas privadas los vemos todos los dastrabajando duro. En la escuela pblica losnios estn abandonados.

    Pero Mary Taimo Ige Iji no est solaen su punto de vista. Como vocera, ellaexpresa el consenso de las agencias inter-

    nacionales de ayuda. Dice que Save theChildren declar que la suposicin de lasuperioridad de la escuela privada sobrelas escuelas pblicas en los pases en vasde desarrollo puede ser cierto para unnmero selecto de instituciones privadas,pero que en ningn caso signica la ma-yora de ellos.

    En este panorama pacco, de po-cos murmullos, James Tooley dej caeruna bomba: en cada regin estudiada porl, las escuelas privadas tienen ms estu-

    diantes que su contraparte del sector gu-bernamental en los cursos de matemticasy de ingls, un idioma reconocido en estospases como un activo econmico valioso.El efecto fue tanto estadsticamente signi-cativo como grande en trminos reales y

    persisti incluso despus de controlar lascaractersticas de los antecedentes y el CI

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    de los estudiantes. Las escuelas privadasestaban haciendo esto, agreg, por unapequea fraccin de los gastos por estu-diante en el sector pblico. Los costos de

    los derechos en las escuelas privadas queTooley estudi en Hyderabad se hallabanalrededor de los US$2 mensuales, y porlo menos 18% de los estudiantes en es-tas escuelas asistan gratis o con tasas dedescuento. Los pobres estaban subsidian-do a los verdaderamente destituidos.

    Como el mensajero de dichos ha-llazgos, Tooley hizo lo que cualquier buencientco hubiera hecho: solicit que un

    ente independiente y respetado volvie-ra a analizar sus datos la FundacinNacional Britnica para la InvestigacinEducativa (NFER, por su sigla en ingls).Despus de una revisin exhaustiva desus datos de Hyderabad, utilizando so-sticados mtodos estadsticos para eva-luar los resultados educativos, la NFERestuvo de acuerdo con los hallazgos deTooley excepto que encontraron que laventaja del sector privado era ms gran-de que sus estimados originales.

    En casos como este, donde el sta-tus quointelectual e institucional goza deinercia masiva, no es raro encontrar que sepasen por alto los nuevos hallazgos radica-les, sin importar su poder persuasivo inhe-rente. Pero la bomba de Tooley era perfec-ta para crear una reaccin en cadena.

    oriEnt global Education fundEn septiembre de 2006 Tooley gan todoslos primeros honores en la primera Cor-poracin Financiera Internacional/Com-petencia de Desarrollo del Sector Privadodel Financial Timespor un ensayo en elque reportaba sus hallazgos del proyectoTempleton. Adems de recibir un premiopor US$30.000, lo invitaron a escribir unartculo (Escuelas de bajo costo en nacio-nes pobres buscan inversionistas) para la

    edicin de septiembre del Financial Times.Uno de los cientos de miles de lectoresde ese artculo fue Richard Chandler, fun-dador de la rma de inversionistas Orient

    Global con base en Singapur.El 14 de febrero de 2007 el brazo

    lantrpico del Orient Global anunci la

    creacin del Orient Global Education Fund

    por US$100 millones. Dos meses despusJames Tooley es nombrado presidente in-augural de dicho fondo. En el lanzamiento,Chandler comenta que la educacin es elpuente entre la pobreza y la prosperidad.Nuestro objetivo es asegurar que cadanio... reciba una educacin de calidadque le permita competir en un mundo derpidos cambios en la economa global yliberar sus talentos y creatividad en be-necio de ellos y de los dems.

    Despus de un viaje extenso, demuchas discusiones y planeacin, Tooleyy su grupo crearon los cimientos para elenfoque del fondo Orient Global Educa-tion. Un objetivo clave para que el fondosea autosostenible es invertir en negocioseducativos que hagan avanzar simult-neamente la misin de la organizacincon la generacin de retornos que van aapoyar otros proyectos e inversiones enel futuro. Mientras que US$100 millonesconstituye una suma enorme en trminoslantrpicos, es una gota en el ocano

    comparada con el gasto global de la edu-cacin, comenta Tooley. Maniesta quela nica forma de que el fondo tenga unimpacto signicativo de crecimiento y que

    perdure, es invirtiendo de manera sabia.Con eso como gua, el fondo se-

    guir una estrategia con tres ramas:invertir en empresas pblicas registra-

    das y privadas que promuevan su mi-sin mientras ayudan a sostenerlo en eltiempo (por ejemplo el fondo ha adqui-rido 9,4% de su inversin en la cadena

    educativa NIIT de la India); llevar a cabouna investigacin y un desarrollo parauna cadena piloto de escuelas privadascon presupuesto para los pobres en In-dia; lograr subvenciones con escuelasprivadas existentes para ayudarlas a suexpansin y protegerlas de choques po-lticos o econmicos repentinos.

    EstratEgias radicalEsEste nfasis en las escuelas con margeneconmico que sirven a los pobres deltercer mundo es, sobra decirlo, un cam-bio radical para los mundos de la edu-cacin de la lantropa. Pero Chandler y

    Tooley no estn solos al ver promesasen la disposicin privada de la educa-cin en pases en vas de desarrollo. Loslectores norteamericanos pueden estarfamiliarizados con los US$40 millonespara la escuela privada nanciada por

    Oprah Winfrey en Sudfrica, que abri

    sus puertas a comienzos de este ao. LaOprah Winfrey Leadership Academy for

    Girls, academia de liderazgo para nias,construy sus instalaciones en un terre-no de 22 acres que atender a 152 es-tudiantes escogidos personalmente poreste personaje de los medios de comuni-cacin. Sus padres no tendrn que pagarnada. Luego est la Fundacin Bharti, dela India, que se comprometi con por lomenos US$50 millones para la creacinde escuelas privadas sin nimo de lucroen las reas rurales pobres de la nacin.

    Durante los aos venideros los -lntropos educativos y los investigado-res de todas partes del mundo podrncomparar estas estrategias de alternati-va tanto entre unos y otros como conla solucin preferida de la comunidad

    de desarrollo internacional de la dis-posicin gubernamental ampliada. Eltiempo dir cul de los enfoques ten-dr el mayor impacto, pero al leer unade las investigaciones de Tooley y msliteratura acadmica la sugerencia esque no sera prudente apostar contralos radicales de Singapur. P