Efecto del contenido de materia seca y aporte de la urea y leguminosa sobres el ensilaje de maiz

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EFECTO DEL CONTENIDO DE MATERIA SECA Y APORTE DE LA UREA Y LEGUMINOSA SOBRE EL ENSILAJE DE MAÍZ Gregorio González 1 Rodrígo Cambra 2 Olmedo Duque 3 Eliécer Bernal 4 RESUMEN Se evaluó en finca de productor, en Santa Ana de Los Santos, el efecto del contenido de materia seca y el suministro de urea y leguminosa en la calidad del ensilaje de maíz. Como tratamiento se utilizaron: a) tres estados del material de maíz: maíz en estado lechoso (ML), maíz presecado por +/- 4 horas (MP), maíz harinoso duro (MHD) y b) uso de una fuente nitrogenada o proteica: uso de una leguminosa al 30 % (canavalia), uso de urea al 0.75 %, y el testigo. Los tratamientos se distribuyeron en un diseño de bloques completos al azar, con tres repeticiones, en un arreglo factorial de 3 x 3. Se midieron parámetros de calidad, materia seca (%), proteína (%), NH3 (%), pH, consumo estimado de proteína. La calidad del ensilaje resultó superior cuando se empleó maíz en estado harinoso duro y/o presecado a cuando estaba en estado lechoso. El contenido de materia seca fue menor cuando se usó maíz lechoso, al igual que cuando se adicionó la leguminosa. La adición de urea presentó estadísticamente un mayor contenido de proteína, que a cuando se usó leguminosa. Palabras claves: ensilaje, maíz, urea, canavalia. INTRODUCCIÓN Las Provincias de Herrera y Los Santos presentan una fuerte vocación en la actividad bovina lechera, teniendo un total de 75,008 vacas en ordeño, lo que representa el 50 % de la población nacional, que es de 151,555 vacas en ordeño. Esta población de ganado lechero está ubicada en 1,484 explotaciones, lo que representa el 44.7 % del total de explotaciones a nivel nacional dedicados exclusivamente a esta actividad (Censos Nacionales, 1991). Estas cifras globales, en términos totales de ganado lechero y de productores dependientes del ordeño, podrían aumentarse si se toman en cuenta las explotaciones de doble propósito, que también tienen el ordeño entre sus actividades. Las exigencias en la alimentación para ganado lechero, son superiores a las de otras actividades ganaderas. Por otro lado, Azuero presenta problemas de lluvias irregulares durante la estación lluviosa, con fuertes veranos que oscilan entre 4 a 6 meses, tornándose difícil compensar dichos niveles, en especial durante la época seca. Esto provoca grandes pérdidas en la producción agropecuaria en especial de bovino (carne y leche). En años anteriores, el productor lechero se veía obligado a dejar de producir leche en verano. Sin embargo, las compañías compradoras del producto, han puesto como condición que dichos proveedores de leche tienen que seguir ordeñando en la época seca, lo que ha obligado a los productores a seguir en la actividad inclusive en verano, con bajos rendimientos de leche y altos costos de producción. La preparación de ensilaje es considerada una alternativa utilizada por los productores como estrategia en la alimentación, especialmente lechera, y sobretodo durante el verano. 1 Ing. Agr., M. Sc. Agronomía de Pastura – Estación Exp. Azuero, FCA, UP 2 Ing. Agr., M. Sc. Economía Agrícola – Fac. Ciencias Agropecuarias, UP 3 Ing. Zoot., M. Sc. Pastos y Forrajes- CRUA, UP 4 Ing. Zoot. Manejo de Fincas 63

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EFECTO DEL CONTENIDO DE MATERIA SECA Y APORTE DE LA UREA Y LEGUMINOSA SOBRE EL ENSILAJE DE MAÍZ

Gregorio González1

Rodrígo Cambra2

Olmedo Duque3

Eliécer Bernal4RESUMEN Se evaluó en finca de productor, en Santa Ana de Los Santos, el efecto del contenido de materia seca y el suministro de urea y leguminosa en la calidad del ensilaje de maíz. Como tratamiento se utilizaron: a) tres estados del material de maíz: maíz en estado lechoso (ML), maíz presecado por +/- 4 horas (MP), maíz harinoso duro (MHD) y b) uso de una fuente nitrogenada o proteica: uso de una leguminosa al 30 % (canavalia), uso de urea al 0.75 %, y el testigo. Los tratamientos se distribuyeron en un diseño de bloques completos al azar, con tres repeticiones, en un arreglo factorial de 3 x 3. Se midieron parámetros de calidad, materia seca (%), proteína (%), NH3 (%), pH, consumo estimado de proteína. La calidad del ensilaje resultó superior cuando se empleó maíz en estado harinoso duro y/o presecado a cuando estaba en estado lechoso. El contenido de materia seca fue menor cuando se usó maíz lechoso, al igual que cuando se adicionó la leguminosa. La adición de urea presentó estadísticamente un mayor contenido de proteína, que a cuando se usó leguminosa. Palabras claves: ensilaje, maíz, urea, canavalia. INTRODUCCIÓN Las Provincias de Herrera y Los Santos presentan una fuerte vocación en la actividad bovina lechera, teniendo un total de 75,008 vacas en ordeño, lo que representa el 50 % de la población nacional, que es de 151,555 vacas en ordeño. Esta población de ganado lechero está ubicada en 1,484 explotaciones, lo que representa el 44.7 % del total de explotaciones a nivel nacional dedicados exclusivamente a esta actividad (Censos Nacionales, 1991). Estas cifras globales, en términos totales de ganado lechero y de productores dependientes del ordeño, podrían aumentarse si se toman en cuenta las explotaciones de doble propósito, que también tienen el ordeño entre sus actividades. Las exigencias en la alimentación para ganado lechero, son superiores a las de otras actividades ganaderas. Por otro lado, Azuero presenta problemas de lluvias irregulares durante la estación lluviosa, con fuertes veranos que oscilan entre 4 a 6 meses, tornándose difícil compensar dichos niveles, en especial durante la época seca. Esto provoca grandes pérdidas en la producción agropecuaria en especial de bovino (carne y leche). En años anteriores, el productor lechero se veía obligado a dejar de producir leche en verano. Sin embargo, las compañías compradoras del producto, han puesto como condición que dichos proveedores de leche tienen que seguir ordeñando en la época seca, lo que ha obligado a los productores a seguir en la actividad inclusive en verano, con bajos rendimientos de leche y altos costos de producción. La preparación de ensilaje es considerada una alternativa utilizada por los productores como estrategia en la alimentación, especialmente lechera, y sobretodo durante el verano.

1 Ing. Agr., M. Sc. Agronomía de Pastura – Estación Exp. Azuero, FCA, UP 2 Ing. Agr., M. Sc. Economía Agrícola – Fac. Ciencias Agropecuarias, UP 3 Ing. Zoot., M. Sc. Pastos y Forrajes- CRUA, UP 4 Ing. Zoot. Manejo de Fincas

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Esto lo demuestra el hecho que durante el verano 1994-1995, en las Provincias de Herrera y Los Santos, 123 productores prepararon ensilaje, para un total estimado de 3,500 toneladas, en especial mediante microsilos, destacándose el maíz para dicho fin (Dirección de Ganadería -MIDA, 1995). Sin embargo, los resultados con el uso de ensilaje no han sido los mejores, produciéndose en la mayoría de los casos, un producto de baja calidad. Esto se explica en gran parte debido a que la verdadera limitante del ensilaje es el bajo nivel de proteína en términos de consumo, factor que no es corregido por el productor, ya que no adiciona ninguna fuente nitrogenada. Según Faría (1986), es posible la obtención de ensilaje de gramíneas de razonable calidad, sin el uso de aditivos energéticos, destacándose que el punto realmente limitante es el bajo nivel de proteína. Pizarro y Andrade (1978), consideran que el maíz para ensilar debe cortarse cuando presenta menos de 70 % de humedad, conteniendo entre 33 a 37 % de materia seca; esto se alcanza cuando el grano está en estado harinoso duro. En Panamá, como indicamos, generalmente no se utiliza ninguna fuente nitrogenada para mejorar la calidad del ensilaje en cuanto a proteína, y en los pocos casos en que se utiliza se ha empleado leguminosa, sin embargo los resultados tampoco han sido los más satisfactorios. Esto se explica (Faría, 1986) debido al hecho que las leguminosas aumentan poco el nivel de proteína. Por otro lado, la adición de una leguminosa podría mostrar reducción del contenido de materia seca (Lavezzo, 1988). Otra alternativa para aumentar el nivel de proteína sería el uso de urea. Por ser las gramíneas pobres en nitrógeno, ensiladas con baja humedad, existen ventajas reales en la utilización de urea al momento de ensilar, en dosis de 0.5 a 0.75 %, sobre la masa que va a ser ensilada (Huber y Kung, 1981). En vista de que especialmente en la región de Azuero, se requiere de una alternativa como lo sería el ensilaje para la alimentación del ganado durante el largo verano se hace necesario elevar su consumo en términos de proteína. Sin embargo, los productores, en muy raras ocasiones, han adicionado únicamente leguminosa para mejorar la calidad del ensilaje, no empleando urea en esta actividad, quizás por desconocimiento. Por otro lado, con la práctica de ensilar cuando el maíz está en estado lechoso (70 a 75 días), se podría estar cortando el material en un momento no adecuado, con humedad sobre el 70 %, motivo por el cual se estableció este trabajo, en finca de productor, persiguiendo los siguientes objetivos: • Determinar el efecto del contenido de materia seca y la adición de urea y leguminosa, en la

calidad del ensilaje de maíz. • Identificar el tratamiento que ofrece una mejor calidad de ensilaje. MATERIALES Y MÉTODOS Este trabajo se estableció en Santa Ana de Los Santos, utilizándose maíz como material para ensilar y la Canavalia como leguminosa. Para tal fin, se sembró 1000 m2 de maíz e igual de Canavalia, el 24 de septiembre de 1995, el cual fue ensilado en noviembre. El material de maíz y de Canavalia se cortó a machete y se picó con una picadora de forraje estacionaria, ensilándose en microsilos, utilizándose bolsas plásticas plateadas. Como tratamiento se utilizaron tres estados del material a ensilar y tres fuentes o adiciones de nitrógeno.

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Los estados del material por ensilar comprendieron: a) maíz en estado lechoso, con 74 días de edad; b) planta de maíz y de canavalia de 74 días de edad presecada por +/- 4 hr, cortada el mismo día; c) maíz en estado harinoso duro, cortado teniendo el maíz 86 días de edad. A dichos tratamientos se aplicaron las siguientes adiciones de nitrógeno: a) uso de canavalia al 30 %, b) urea al 0.75 %, y c) sin aplicación o testigo. Los tratamientos se distribuyeron en un diseño de bloques completos al azar, con tres repeticiones, en un arreglo factorial de 3 x 3 formado por los tres estados del maíz: maíz lechoso, maíz presecado y maíz harinoso duro; por el otro factor: uso de urea, leguminosa y testigo. La unidad experimental estuvo conformada por un microsilo, de 91 kg de material ensilado. Se determinó el contenido de proteína (%), materia seca (%), N amoniacal - NH3 (%), y pH, mediante análisis bromatológico. La preferencia o consumo (%), se realizó ofreciéndoles a los animales los diferentes ensilajes. La calidad de los ensilajes, se determinó mediante evaluaciones en base a color, olor, textura o consistencia de los ensilajes siguiendo una escala de 1 a 5: 1.0 - 2.0: Ensilaje malo (color verde oscuro, olor desagradable, textura áspera). 2.1 - 3.0: Regular (color verdoso, olor poco agradable, textura áspera). 3.1. - 4.0: Bueno (color verde claro, olor agradable, textura algo suave).4.1 - 5.0: Muy bueno (color verde amarillento o kaqui, textura firme, suave, fibras no

detectables, olor agradable). RESULTADOS Y DISCUSIÓN Para el contenido de proteína (%) en los diferentes tratamientos (Cuadro 1) se observó que dicho parámetro aumentó significativamente (P > 0.05), cuando se utilizó maíz lechoso (12.90), mostrando diferencia estadística cuando se compara con maíz presecado (9.80) y con maíz harinoso duro (8.68). En cuanto al empleo de canavalia, aunque mostró valores superiores al testigo, éstos no fueron estadísticamente diferentes. El mayor contenido de proteína se logró con el uso de urea, siendo estadísticamente superior al contenido con el uso de canavalia y al del testigo. Sin embargo, la calidad de un ensilaje no se determina por su contenido de proteína, sino más bien por su consumo de proteína o por la medición de otros parámetros de calidad tales como: consumo, pH, nitrógeno amoniacal, y contenido de ácidos orgánicos. Cuadro 1. Porcentaje promedio de proteína para los diferentes tratamientos de ensilaje.

Santa Ana, Los Santos, 1995 - 1996.

Tratamiento Testigo Canavalia Urea Promedio Maíz lechoso 10.14aA 11.26aA 17.30aB 12.90a Maíz presecado 7.55bA 9.27abA 12.59bB 9.80b M. Harinoso duro 6.81bA 8.52bAB 10.70bB 8.68b Promedio 8.17 A 9.68A 13.53B ANOVA: Datos transformados: Arco seno, raíz cuadrada x/100 CV: 16.04 Columnas con letras minúsculas iguales no difieren, Duncan 5% Hileras con letras mayúsculas iguales no difieren, Duncan 5% En relación al contenido de materia seca (%), se encontró diferencia estadística, P (< 0.01), en los diferentes ensilajes (Cuadro 2).

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Cuadro 2. Niveles promedios de materia seca (%), para los diferentes tratamientos de ensilaje. Santa Ana, Los Santos, 1995 – 1996.

Tratamiento Testigo Canavalia Urea Promedio Maíz lechoso 23.74aA 23.11aB 24.18aB 23.68a Maíz presecado 28.15bA 27.54bA 28.15aA 27.70b Máiz harinoso duro 33.75cA 30.64cB 33.45cA 32.61c Promedio 28.34A 27.05B 28.59A

Datos transformados: Arco seno de raíz cuadrado de X/100 CV: 7.8 F (Estado del maíz): ** F (Nitrógeno): ** F (MxN): ns Columnas, con letras minúsculas iguales, no difieren, (D < 0.05) Hileras con letras mayúsculas iguales, no difieren, (D < 0.05) Los menores valores de materia seca (P < 0.05), se registraron para el maíz en estado lechoso, comparados con los de maíz presecado y harinoso duro, tanto en el testigo (23.74 %), con canavalia (23.11 %) y con urea (24.18 %). El maíz que se presecó, presentó valores de materia seca significativamente superiores a los valores de los ensilajes en estado lechoso: 33.75 % para el ensilaje testigo, 30.64 % cuando se usó canavalia, y 33.45 % cuando se usó urea. Sin embargo, los mayores valores de materia seca se obtuvieron, en forma significativa, cuando se utilizó maíz harinoso duro, comparados con los obtenidos con los ensilajes en estado lechoso y presecado: 33.75 para el testigo, 30.64 para la canavalia y 33.45 % con urea. Esto nos sugiere que se puede mejorar el contenido de materia seca del maíz lechoso, realizando un presecado o cortándolo cuando está en estado harinoso duro, valores que están comprendidos entre los rangos ideales de 33 a 35 % para ensilaje de maíz, según Faría (1986). Por otro lado, cuando al ensilaje se le adicionó una fuente nitrogenada, se encontró que los menores valores de materia seca se obtuvieron con el tratamiento en el cual se usó leguminosa (canavalia), comparado con el testigo y con el uso de urea. No obstante, estadísticamente no hubo diferencias entre los valores obtenidos en estos tres tratamientos. Esto concuerda con los reportes de Faría (1986) que indican que la adición de una leguminosa tiende a disminuir el contenido de materia seca, lo que influye en la calidad del ensilaje, como se observó con los valores de calidad, debido en parte a que los niveles de materia seca son inferiores a los ideales. No se encontró diferencia estadística para la interacción, indicando que para el parámetro materia seca (%), el uso o no de una fuente nitrogenada (canavalia, urea o testigo), mostró respuestas similares tanto para el maíz en estado lechoso, presecado o en estado harinoso duro, y viceversa. Los datos de pH de los diferentes tratamientos de ensilajes (Cuadro 3), muestran diferencia estadística (P<0.01), para los diferentes tratamientos. Cuadro 3. – Valores de los datos de pH de los diferentes tratamientos de ensilaje.

Tratamiento Testigo Canavalia Urea Promedio Maíz lechoso 3.59aA 3.74aA 3.76cA 3.70a Maíz presecado 3.69aC 3.73aB 3.99bA 3.80ab Maíz harinoso duro 3.68aB 3.74aB 4.24aA 3.00a Promedio 3.65 B 3.74 B 4.00 A

CV.: 5.57 F (Estado Maíz): ** F (Nitrógeno): ** F (M x N): ** Columnas con letras minúsculas iguales, no difieren (D < 0.05) Hileras con letras mayúsculas iguales, no difieren (D < 0.05)

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Los valores de pH, tendieron a ser más bajos en el maíz en estado lechoso, en especial el testigo con 3.59, y los mayores valores en el de maíz en estado harinoso duro con 4.24. Los valores promedios más bajos fueron para el maíz en estado lechoso con 3.70, seguido del maíz presecado con 3.80 y el de maíz harinoso duro con 3.89. En cambio, cuando se adicionó una fuente nitrogenada, el uso de urea registró valores promedios de 4.0 siendo estadísticamente superior a los valores obtenidos con el uso de canavalia (3.74) y con el testigo (3.65). Comparando estos promedios con los reportes de la literatura, Andriagueto (1986), informa que los ensilajes de buena calidad deben presentar un pH entre 3.8 y 4.2. En vista de lo anterior, podemos indicar que los ensilajes con valores promedios entre 3.8 y 4.0 de pH, representados en los ensilajes de maíz presecado y harinoso duro tienen una mejor calidad que se puede mejorar en términos de consumo, comparados con los ensilajes de maíz en estado lechoso. De igual forma lo son los ensilajes a los cuales se adicionó urea comparados con el testigo e inclusive con el uso de canavalia. En relación a la interacción, se encontró diferencia estadística (P < 0.01), indicando que los niveles de pH, para cuando se usó maíz lechoso, presecado y harinoso duro, dependieron de la aplicación de canavalia y urea, y viceversa. El valor de NH3 en base seca, mostrados en el Cuadro 4, indican niveles bajos en dicho parámetro, encontrándose diferencia significativa entre los tratamientos, no así para la interacción. Los mayores valores se encontraron cuando se aplicó urea, indicando que hubo pérdida de nitrógeno. Cuadro 4. Valores promedios de NH3-N (%) en base seca, en los diferentes ensilajes. Santa Ana, Los Santos. 1995-1996.

Tratamiento Testigo Canavalia Urea Promedio Maíz lechoso 0.364aC 0.457aB 0.644bA 0.488 Maíz presecado 0.289bC 0.345bB 0.429cA 0.354 Maíz harinoso duro 0.364aB 0.373bB 0.784aA 0.507 Promedio 0.339 0.392 0.619

CV.: 16.68 Datos transformados: Arco seno raíz cuadrada X/100 F (Estado Maíz): ** F (Nitrógeno): ** F (M x N): ns Columnas con letras minúsculas iguales, no difieren (D < 0.05) Hileras con letras mayúsculas iguales, no difieren (D < 0.05) La calidad del ensilaje para los diferentes tratamientos, en base al color, olor y textura (Cuadro 5), reportó diferencias significativas (P < 0.01), en los dos factores principales como los son: 1) estado del material por ensilar (lechoso, presecado y harinoso duro), y 2) la adición de una fuente nitrogenada (canavalia, urea y testigo); así como para la interacción. La adición de canavalia al 30 %, en los tratamientos del maíz en estado lechoso, presecado y harinoso duro, registró valores estadísticamente inferiores (Duncan < 0.05), a cuando se usó urea e inclusive al tratamiento testigo. Esto se debe en que la adición de leguminosa tiende a disminuir el aporte de materia seca, lo cual podría influir en la calidad del ensilaje, como lo demuestran resultados de Faría (1986).

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Cuadro 5. Valores promedios de la calidad de los diferentes ensilajes. Santa Ana, Los Santos, 1995-1996.

Tratamiento Testigo Canavalia Urea Promedio Maíz lechoso 3.50cA 3.00bB 3.50cA 3.33c Maíz presecado 4.50bA 4.17aB 4.50bA 4.39b Maíz harinoso duro 4.80aA 4.20aB 5.00aA 4.67a Promedio 4.27 A 3.79 B 4.33 A

Valores según escala 1 - 5 C.V.: 15.63 Columnas con letras minúsculas iguales, e hileras con letras mayúsculas iguales, no difieren, (P < 0.01), según Duncan. Por otro lado, los tratamientos que comprendieron maíz en estado lechoso presentaron valores inferiores estadísticamente al ensilaje de maíz presecado y al harinoso duro (P< 0.05), siendo los mejores valores cuando el ensilaje comprendió maíz harinoso duro. Estos valores concordaron con la preferencia del animal a los diferentes ensilajes, donde el maíz en estado lechoso fue el menos consumido. Además, se encontró significancia en la interacción entre los dos factores principales, lo que indica que la calidad del ensilaje del maíz en estado lechoso, presecado y harinoso duro, presentó respuesta diferente de acuerdo a si se usó urea, canavalia o testigo, y viceversa. En cuanto a la preferencia o consumo de los ensilajes (%) en los diferentes tratamientos (Cuadro 6), se observó que los niveles promedios de preferencia subieron significativamente (P < 0.05), cuando se empleó maíz presecado y/o harinoso duro, con 65.39 y 60.81 % respectivamente, comparado con lo obtenido cuando se empleó maíz lechoso que registró el menor valor con 47.38 %. Cuadro 6. Niveles de preferencia, en base al consumo de los ensilajes (%). Santa Ana, Los Santos, 1995 -1996.

Tratamiento Testigo Canavalia Urea Promedio Maíz lechoso 39.89aB 46.78aAB 55.46aA 47.38a Maíz presecado 48.31abB 51.10aB 83.02bA 60.81b Maíz harinoso duro 53.37bB 48.87aB 93.71cA 65.39b Promedio 47.19 B 48.92 B 77.40 A

Cv: 26.0 Datos transformados: Arco seno raíz cuadrada de X/100 Columnas con letras minúsculas iguales no difieren, Duncan 5% Hileras con letras mayúsculas iguales no difieren, Duncan 5% Por otro lado, cuando se adicionó urea, se registró una mejora significativa con 77.40 % del consumo, comparado con la adición de canavalia o con el testigo (48.92 y 47.19 %, respectivamente) resultados que concuerdan con la observaciones de Faría (1986) y Lavezzo (1988). En el cuadro 6, se observan los niveles de preferencia (consumo de ensilaje), dados en porcentajes de los diferentes ensilajes, encontrándose diferencias significativas en los diferentes tratamientos (P > 0.05).

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Para los estados del maíz se encontró que los mayores consumos por el animal, se encontraron para el maíz harinoso duro (65.39 %) y para el maíz presecado (60.81 %), comparados con el ensilaje de maíz en estado lechoso (47.38 %). Por otro lado, el ensilaje con urea reportó el mayor consumo con 77.40 %, con diferencias estadísticas con respecto al empleo de canavalia (48.92 %) y con respecto al testigo (47.19%). Para el parámetro consumo de proteína (lb/animal/día), cuadro 7, se encontró que el mayor consumo se registró, en forma general, cuando se le ofreció ensilaje de maíz en estado harinoso duro (0.98), seguido de ensilaje de maíz presecado (0.91) mientras que el menor consumo se registró con ensilajes de maíz lechoso (0.74). Sin embargo, dichos valores no difirieron estadísticamente; por otro lado, cuando se empleó urea el consumo de proteína (1.19), fue superior estadísticamente al obtenido cuando se uso canavalia (0.74) y al testigo (0.71). Cuadro 7. Consumo estimado, de proteína por animal/día en los diferentes tratamientos, Santa Ana, Los Santos, 1995-1996.

Tratamiento Testigo Canavalia Urea Promedio lb kg

Maíz lechoso 0.60aB 0.70aAB 0.91bA 0.74ª 0.34a

Maíz presecado 0.73aB 0.77aB 1.24aA 0.91ª 0.41a

Maíz harinoso duro 0.80aB 0.74aB 1.41aA 0.98ª 0.44a

Promedio 0.71 B 0.74 B 1.19 A Columnas con letras minúsculas iguales no difieren, Duncan 5% Hileras con letras minúsculas iguales no difieren, Duncan 5% En términos de aporte de proteína por cada balboa gastado, en promedio la combinación de maíz lechoso con urea fue el mejor tratamiento (más rentable), con un promedio de 6.02 kg (13.25 lb) de proteína por balboa gastado. Los demás tratamientos resultaron muy inferiores al mismo. Sin embargo, la calidad de un ensilaje no se muestra por su contenido de proteína, sino más bien por su consumo de proteína o por la medición de otros parámetros de calidad tales como: pH, nitrógeno amoniacal, y contenido de ácidos orgánicos. CONCLUSIONES Los resultados alcanzados permiten las siguientes conclusiones, válidas para las condiciones del presente trabajo. • El ensilaje de maíz en estado harinoso duro resultó superior al ensilaje de maíz lechoso para

los parámetros calidad, contenido de materia seca (%), niveles de pH y preferencia (%), no así para el parámetro contenido de proteína.

• La adición de urea al ensilaje de maíz registró valores estadísticamente superiores

(Duncan > 0.05) al ensilaje testigo y a la adición de la leguminosa canavalia, en los parámetros proteína (%), pH y preferencia del consumo (%).

• La adición de leguminosa, en este caso canavalia, disminuyó estadísticamente (Duncan,

0.05) los niveles de materia seca y la calidad del ensilaje comparado con el ensilaje testigo y el ensilaje con urea.

• Se sugiere realizar un experimento de seguimiento para evaluar económicamente los tipos

de ensilaje en términos de producción animal.

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LITERATURA CITADA ANDRIAGUETE, P.; PERLY, L.; MINARDI, I.; GEMAEL, A.; De SOUSA, G. y FIHLO, 1986. Nutricao Animal. Vol. I. Ed Nobel. Sao Paulo, Brasil, 395p. CENSOS NACIONALES, 1991. Contraloría General de la República. Panamá. 8 p. FARIA, V. P. 1986. Técnicas de producao de silagens. En: Peixoto, A. M.; Moura, J. C.; Faría, V. P. 1986. Anais do Congresso Brassileiro de Pastagens, 1986. FEALQ. Pirasicaba, Brasil. P. 119-144. HUBER, J. T. y KUNG, L. 1981. Protein and no protein nitrogen utilization in dairy cattle. J. Dairy Sci 64:1170 LAVEZZO, W. 1988. Conservacao de forragens. En: II Simposio nordestino de alimentacao de ruminantes. EMPARN/UFRN. Natal, Brasil. p 29- 80. MIDA.1985. Ministerio De Desarrollo Agropecuario, Dirección de Ganadería. Datos no publicados. Panamá. PIZARRO, E. A. y ANDRADE, N. S. 1978. Momento de colheita en uma cultura de milho para silagem. Informe agropecuario. Brasil. 4:9

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