Ejemplar nitinerol Pertenece al - Hasiera - UPV/EHU · á nuestro país lo que son esos otros...

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Ejemplar nitinerol

Pertenece al

BIBLIOTECA EUSKARA. TOMO 11,

PRECIO-DOS PESETAS.

áv.

11a.

~

LQI~,

FL PIRECTOR

s

BIBLIOTECA EUSKARA . TOMO II. PCR FERMIN HERRAN

ESTUDIOScon una carta

DE

D . MATEO B . DE MORAZA

VITORIAJ14PRENTA DE LA VIUDA DE JTURBE É MIJOS

1879

BIBLIOTECA EUSKARA TOMO II,

,STJIOSPOR

FERMIN HERRAN

CON UNA CARTA

DB

D . MATEO B . DE MORAZA

VITORIAJr1PREHTA DE LA J%IUDA DE JTUF~13E à thJOS

1879

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SOBRE

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FILOSOFÍA, IST0k1A 1 ~.ITEP\ATUR~A Y )~jTE

XÍ slcuto . &. 4U~I~IILb De

1Lli respetable amigo :

L_t declicatoiria de este libro es sincera pruebci degratit-url. Entre los malos sentimientos que puedenarraigar en los pueblos, ninguno me inspira mls re-pugnancia que el de la

IIdad, todo cuanto se consagra c desarrollar y propa-gar intelectualmente aquellas provincias . Dejandoaparte las magníficas Escuelas de Llodío, debidas 4su desprendimiento, que no tienen iguales en Espa-ña, yo debo confesar con orgullo, 'porque la mani-festacion de la verdad y de la gratitud no acusa po-breza de espíritu, sino cíntes bien grandeza de alma,que cí V. mi distinguido amigo, se debe la fundaciony continuacion de esta BIBLIOTECA llamada, d pocoque nos favorezca el país, d prestar inextimables ser-vicios ct nuestra tomada tierra .

Cumplido mi deber, algo quiero decirle tambiende lo que es este libro . ESTUDIOS lo titulo y pocas ve-ces se habrd aplicado con m& propiedad esta palabra,por que los artículos de que consta son trabajos enque se estudian muchas cuestiones altamente intere-santes para las personas d quienes está dedicado . Larefutacion de esas doctrinas disolventes quepara des-gracia nuestra tuvieron un dia descarriado defensoren córtes españolas ; la exposic ion de las buenas ideassobre la educa-,ion de la mujer, asunto principalísi-mo en que va envuelta la desgracia ó felicidad de lasfamilias, y en el que si el abandono la condena d unahwn-tillcccion, oscuridad é ignorancia imperdona-bles, la exageracion y el afan de innovaciones laconvierte en insufrible bachill,r, en charlatan polí-tico, haciéndola perder todas .sas gracias, por oponer-se d su naturaleza y co~z.trariar sus hfabítos y sus sn-

IIIcantos, que la hacenesclaooa en la vida pública, perotirana gloriosísimadel hogar doméstico ; la relaciony estudio de las obras mtás curiosas y útiles de la li-teratura euslacra de nuestros dias ; obras que á la en-señanza amena reunen el interés de la belleza, quepuede ser manantial de honrosos sentimientos y mo-tivo de correccion de las malas costumbres, que pordesgracia están mas arraigadas y estendidas de loque fuera menester y conusniente ; y la descripcionde una sociedad que en el pasado siglo llenó de bene-ficiosos adelantos á este país, amen de otros estudios,todos curiosos éinstructivos, forman este segundovolúmen de la BIBLIOTECA que debe d la munificen-cia de V. principalmente, la seguridad de su vidaamenazada de muerte sin su apoyo .

Soy de V. su maás agradecido amigo y servidorque besa sus manos respetuosamente

JERw1IN $ERRAN.

Sr. Don Fermin Herran .

Mi querido amigo y compañero: Nadahubiera podido en estos momentos alerar-me mas que su atenta excitacion, á lo' queusted llama consejos de mi experiencia, ha-ciéndome un honor del quo no me considerodigno, por mas que me sienta animado delos mejores deseos y de un entusiasmoaunque no tanto como el de que V . hadado pruebas, por que en V . hierve todavíala sangre y el ardor de la mia se va apagan-do con las desventuras y los desengaños,abatiendo mi espíritu que en otras ocasio-nes supo mantenerse levantado y que hoytiene que ceder al peso de los muchos dolo-res que me abruman y que me van -ani-quilando poco á poco .

No quiero pasar por descortés, ni desai-rar á V. á quien tantas deferencias debo yde quien merecí no pocas atenciones en misdias de desgracia, y como, por otra parte,

VI

cuanto me pregunta se refiere á cosas quehan sido objeto de nuestras conservacionesno hallo inconveniente en darle mi opiniondesautorizada, pero sincera, por que no creoque yo pueda dar consejos á quien corno us-ted tiene los de una práctica larga y conti-nuada de estos asuntos y un criterio bas-tante recto é independiente .

Todos sus proyectos que tienden á honrary enaltecer nuestro país los hallo además deinspirados en el amor más acendrado queV. tiene al mismo, nobles y dignos deque en su ejecucion se empleen todos los me-dios posibles y de que inteligencia como lade V. contribuya á su pronta realizacion .

El pensamiento de fundar una Academiade la Lengua de la Historia Vascongada que seaá nuestro país lo que son esos otros centrosde ilustracion y propagacion de tan prefe-rentes objetos á la nacion entera, y algomás, puesto que, el principal fin que los fun-dadores é iniciadores deben proponerse esla conservacion, el depósito de lo que loshombres, los tiempos y las costumbres deconsuno tienden áborrar y hacer desaparecer .

Vil

Creo pues que una institucion (le esta cla-se sería muy conveniente y beneficiosa yque su planteamiento interesa al honor mis-mo del pueblo vascongado, que de otro modollegaría á olvidar sus tradiciones, y hastasus costumbres patriarcales confundiéndo-se con la multitud de pueblos que no tienenni la historia, ni los timbres de gloria y denobleza, ni los usos y costumbres antiquí-simas, ni las libertades seculares que osten-ta este apartado rincon de la península espa-ñola .

Más fácil hallo la fu .ndacion de su pro-yectada Biblioteca Euskara, por que ademásde elementos intelectuales podria V . á pocoque le ayudasen, tener los económicos nece-sarios para toda empresa de este género . Ellibro está siempre en contacto más inmedia-to é íntimo que la corporacion, inspira másconfianza, llega á ser el amigo del que lolee, se acude á él cuantas veces es necesa-rio, es constante y perenne y admite unavariedad infinita en las materias que ha decontener, reuniendo además la ventaja des:r poco costoso y la de estar siempre dis-

VIIIpuesto á responder á las consultas que se lehagan . Para él no son obstáculos el tiemponi la distancia ; es durable y aplicable á vo-luntad, circunstancias que no concurren enuna Academia en la que la unidad de sus ac-tos es no pequeño óbice á la apetecida vulga-rizacion de las verdades cientíncas •, moralesó históricas cuyo conocimiento y propaga-

C)

han de ser la base de la felicidad delpueblo vascongado .

Dándole ni¡ enhorabuena por sus noblespropósitos soy de V . su más afectísimo ami-go y compañero

.ATEO DE KOI ZA .

EL HOMBRECONTESTACION AL FOLLETO DIOS,

DE

DON FRANCISCO SUÑER Y CAPDEVILA . 1

I .La naturaleza, esa fuente de armonía y de ri-

queza, que nadie acierta á explotar completamen-te, que cada dia deja ver nuevas y abundantesproducciones, que fecunda é inagotable no secansa de repartir sus dones, está reglamentada ysujeta á un poder que la domina .¿Cómo Binó tendria lugar la periódica sucesion

de los dias y las noches ; y los cambios, ya lentos,ya repentinos, de las estaciones?

(1) Este trabajo está escrito en colaboracion con D . JulianArbulo, jóven escritor alavés, de ingenio excelente y talen-to notable . Empezado en los primeros días de octubre d e1869 en la villa de Salinas de Allana sin más libro de con-sulta que el folleto de Suñer, fué terminado en los últimosdias del mismo mes en Vitoria . Los pocos años de los au-tores, hizo que estos no se atreviesen á publicarlo con susnombres, efecto de lo cual obtuvo un éxito inesperado,agotándose los ejemplares remitidos á Madrid, Valladolid,Sevilla y Barcelona en muy pocos días . Hoy le publico talcomo entónces salió á luz, sin las variaciones y correccionque indudablemente se echan de ménos en este folleto, queescribí á los diez y siete años . Salió á luz en forma de fo-lleto, de 23 páginas : El Hom1re,contestacion al folleto Diosde D. Francisco Suñer y Capdevila .-Vitoria Imp . y Libde Juan B . Pujol, 1869 .

2No se eoneib3 una vicia (le primavera parpétua,

ni de invierno inmovible, sin sufrir los efectos deuna monotonía austeraque siempre seria lo mismo .

Pues si la naturaleza es esencialmente variable,el hombre, uno de los séres de la naturaleza, hade ser variable tambien .

Esta variabilidad tiene que reflejarse en todossus actos, en todas sus manifestaciones, y lo quees más, en todos sus sentimientos .

La actividad es una de las facultades inherentesal hombre por ella obra, por ella pone en ejerciciolas demás facultades, y como es consiguiente, losresultados siguen siempre á-la accion .

Ahora bien : como el desarrollo ya físico, ya in-telectual, de cada hombre, depende de su propiaactividad, la desigualdad es una consecuencia dela diferencia de actividad en los individuos .

Y de ahí que todos los hombres no pueden seriguales y de ahí la distincion de ricos y pobres,de dichosos y desgraciados, de s ibios é ignorantes .

Es ley de la humanidad, y á nadie debo es-traí ar .

Sentamos estos principios porque como el mundotiene dos fases, el Sr . Capdevila lo ha visto en una,y nosotros lo hemos visto en otra .

Y por eso liemos hecho las observaciones pre-cedentes .

Si el Sr . Suñer y Capdevila ha visto la miseriay la ignorancia con sus malas pasiones, nosotroshemos visto la riqueza y la ciencia con las mis-

3mas bastardas pasiones, refinadas por esa ciencia,y aumentadas por esa riqueza que debia contribuirá moderarlas .

Pero lo que no ha visto el Sr . Capdevila, ó noha querido ver, lo hemos visto nosotros que somosmás jóvenes que él .

Nosotros hemos visto, que la miseria y la igno-rancia van casi siempre acompañadas de una fésencilla y consoladora, de que él carece á pesar desu ciencia .

¡Cuán digno de compasion es en este concepto!Cuando la muerte cierna sus alas sobre las per-

sonas que le son queridas, cuando la desgraciaimprima su poderosa huella en su vida, buscaráen vano en la ciencia que es humana, los consue-los que nosotros hallaremos en la fé y en la reli-gion que son divinas .

Tú quieres á tus hijas y te resignas á perderlaspara siempre cuando la muerte acabe con su fra-gil existencia al paso que esas madres que llamasignorantes, creen encontrar más tarde en el cielo,aquellos pedazos de su corazon arrebatados por lamuerte, y esta creencia les consuela y les llena deesperanza y resignacion .

¡Bendita la ignorancia que tales consuelos pro-porciona!

¡Maldita la ciencia que engendra la duda en elcorazon!

Dice el Sr . Capdevila, que hay hombres que noadmiran la naturaleza y sus obras, ni dan cabida

4á una idea en su mente, é un sentimiento en sucorazon .

¡Mentira!El ciego que no puede admirar los colores, es-

perimenta un goce doblado en la percepcion de lossonidos y de la misma manera el que de algo ca-rece que le impida un goce encuentra otro mododistinto de sentirlo .

¿Qué no tienen ideas?¿Pues qué, se considera el Sr . Suñer como un

sér privilegiado, que sólo siente, que sólo piensa?¿A qué negar esas facultades á los demás por

miserables, por ignorantes que sean?Si tú, con tu educacion, con tus estudios, has

podido demostrar que sabes algo, un poco, ¿quérazon hay para dudar que con esa educacion ha-brian podido espresar sus ideas y sentimientos,esos hombres á los cuales en tu orgullo niegasunas y otros?

Si esos hombres pues, no son inferiores tí enfacultades, piensan como tú, sienten como tú, pormás que no espresen sus pensamientos, sus afectos .

Un libro escrito en una lengua no conocida, na-da dice para el que no la entiende, de lo que sodeduce, que el Sr . Suñer no entiende la lengua delhombre ignorante .

Y puesto que éste siente porque piensa, y obraporque siente, ¿por qué se le quiere privar de sen-timientos nobles y virtuosos?

¿Es acaso ejemplo el que alguno dominado por

5sus pasiones, haya faltado á los deberes que teniacon la humanidad, con Dios y consigo mismo?No la causa de esto son las pasiones, y las pa-

siones no son malas en sí, sino en cuanto se hacemal uso de ellas como de instrumentos que nos hansido dados por Diosa

Si el hombre se deja dominar por sus pasiones¿esto qué prueba?

¿Qué prueban los horribles casos que nos citael Sr . Capdevila?

Que el hombre sin freno se ha olvidado de Dios,que le ha desconocido y que no recuerda la reli-gion que hubiera podido contenerle .

Además, esos casos no tienen lugar solamenteen el fondo (le la ignorancia y de la miseria .

Con más frecuencia se ven en el seno de la ri-queza y de la ciencia .¿Por qué pues culpar á la ignorancia y á la

miseria?

II .Nosotros tambien deseamos que los niños sean

bellos, sanos, ágiles y robustos que su inteli-gencia sea cultivada, sus sentimientos educadosque seau sociables, que busquen el traba .lo, quehuyan el vicio y la holgazanería, que levanten lacabeza ante todo el mundo .

Nosotros tambien deploramos los funestos efec-tos de la civilizacion, pero ¿es el medio de conse-guir aquello y prevenir esto, el negar la existen-

6cia de un Sér Supremo, juez universal, sanciona-dor de la ley natural?

¿Cómo quiere el Sr . Capdevila que el hombresea buen padre, buen hijo, buen esposo, sin unestímulo que le anime en las 4ificultades, sin unaesperanza que le consuele en sus dolores?

¿Ignora el Sr . Suíïer, que si sólo el respeto yel temor á la justicia humana, contuviera á loshombres, los crímenes serian más, habria ménosseguridad, ménos libertad, y la sociedad no po--dria subsistir?

III .Si la debilidad física, la degradation intelec-

tual y la perversion moral, son resultado do lasmalas leyes económicas y políticas, y de losprincipios científicos absurdos, lo son tambien,de la falta de fé, de constancia y de fortaleza .Convenimos en que es preciso hacer mejor lo

que está mal, pero ¿hemos de recurrir para ello,á los medios que el Sr . aufier y Capdevila nospropondrá?

De ningun modo .Que encargue á los socialistas, sus amigos, el

arreglo del mecanismo social combatiendo el ré-gimen económico actual que los republicanosaseguren la libertad estableciendo la repúblicafederal á nosotros ¿qué nos importa?

¿Lograrán desterrar de España la idea de Diosy las creencias que de ella se derivan?

7¡Nunca!Haga pues, como lo dice, nada tememos, la

existencia de un poder Supremo, la religion cris-tiana, nada tienen que ver con la forma de Go-bierno .

¿Vas á atacar á Dios?Lástima y compasion me inspiras .¿Con que vas á luchar con quien de una mirada

puede reducirte á polvo?¡Ah! . bien que tú no le concedes ese poder,

pero así y todo, ¿dónde lo vas á encontrar paraatacarle?

¿No ves que tus tiros se volverán contra ti?¿Has olvidado que á Dios se le puede ofender

pero no atacar?¡Oh! pigmeo de los pigmeos! Toda la rudeza de

tu pluma no equivale, en la empresa á que telanzas al esfuerzo de una hormiga, que pretendalevantar una casa .

Dios en su infinita misericordia te perdona to •-davia .

¡Y tú blasfemas y te revelas contra él, y sue—ñas atacarle!

IV .Dice el Sr, Capdevila, que sin cuerpos simples

no puede haber compuestos, que estos gozan (lediferentes cualidades que sus componentes, quesegun las proporciones de estos varían las pro-piedades de aquellos .

8Convenido.Nosotros, es cierto, somos un compuesto de

elementos que forman nuestros tegidos, estos vie-nen á constituir nuestros órganos, y á favor deestos últimos ejercemos nuestras funciones .

Nada ha dicho, el Sr . Capdevila, que no supié-ramos .

Pero ha sentado como verdad un error que nosatrevemos á llamar fisiológico .

Si nuestros elementos para nada intervienen ennuestras funciones, ¿por qué no suprimirlos?

¿No ha confesado él antes que sea necesaria launion de estos elementos para constituir los ór-ganos?

¿Y los órganos no ejecutan las funciones?Hé aquí como los elementos, intervienen, y de

una manera directa en nuestras funciones .¿Cómo escribiría el Sr . Capdevila sin manos?Y en el caso U tenerlas ¿cómo se pondrian en

movimiento sin músculos y sin huesos, cómorespiraría sin pulmones?

Y estos órganos ¿pueden pasarse sin los ele-mentos, á los que el Sr . Sufer, niega toda ac-cion?Las ideas con que contribuyes al caudal de

ellas que encierra la humanidad, no hubieranfaltado á él, aunque los elementos de tu cuerpohubieran estado separados, porque las incas sibien inmediatamente reconocen como origen elhombre, se refieren á las necesidades de la socie-

9dad, y al progreso siempre creciente'do la misma .

Si Francisco Suúer y Capdevila no hubiera na-ciclo, el caudal de ideas de la sociedad no hubieraamenguado, porque otro hubiera pensarlo como ély lo mismo que él .

Además las ideas del Sr . Suúer, no son nuevasen el mundo .

Son con corta diferencia las de infinito númerode reformadores, amigos (le innovaciones .

Por otra parte la idea del matrimonio, engendróal Sr . Capdevila .

Y aun despues de nacido, ¿hubiera sido hombreó hubiera sido fiera si las ideas no hubieran acu-dido á su cerebro y hubieran engendrado su inte-ligencia, su persona moral?

Sin la idea ¿lo la ciencia nunca hubiera sidosabio .

Por lo demás, son elegantes sofismas y proposi-ciones vulgares las que sienta el Sr . Suiïer al de-cir que no hay en él nada suyo anterior á él, quesus facultades son posteriores á él y otra porcion(le principios que sólo es capaz de sentar una ima-ginacion calenturienta y exaltada cómo la suya .

Si sus facultades son posteriores á él, ¿de dóndelas ha recibido? ¿de dónde le han venido?

¿Las ha recibido de su padre con la vida? No escreible .

Luego ¿quién se las ha dado?¿No lo sabe el Sr . Capdevila?Nosotros, sí, lo sabemos .

10Los pensamientos del hombre no están pendien-

tes de hilos de oro en la bóveda celeste, pero ¿mepodrá decir el Sr . Suñer dónde estaban ántes denacer ese hombre?

Cierto es que la funcion es posterior á la máqui-na, pero la idea de ésta es posterior á la de aquella .

La sentencia latina nos lo dice : Qicod est priusin intentione, est posteri-rcs ira executione .

No nesesito probarlo .Vamos ahora al punto principal .Dice el Sr . Capdevila que siendo Dios una idea,

un pensamiento humano, tiene que ser posterioral hombre, ó lo que es lo mismo, que el hombre esanterior á Dios .

El argumento es lógico, sólo que falsea por subase .

¿Quién le ha dicho al Sr . Suñer que Dios es unaidea?

¿Acaso lo dice él porque antes de venir al mun-do no tuvo noticias de Dios?

Entónces habremos de confesar que la existen-cia de Alejandro, de Anibal, de César y otros gran-des hombres de la historia, no son más que ideas,porque nosotros nada supimos de ellos antes denacer .

La idea de Dios no es Dios mismo, como la ideade una máquina no es la máquina misma .

El hombre ha tenido idea de Dios, luego existeun Dios á que aquella idea hace referencia, lue-

11go el hombre es posterior á Dios, ó en otros tér-minos Dios es anterior al hombre .

V.

El pensamiento humano ha sido con el hombre,porque antes de éste no habia nada humano .

Si un cuerpo necesita para obrar el concurso deotro cuerpo, un pensamiento necesita tambien paraser la concurrencia de un efecto .

Pero cuando una facultad se impresiona, obraindependiente del objeto de la impresion .

Por tanto, un pensamiento no podrá existir sinun objeto al cual se refiera, pero sí puede obrarsin él despues de la impresion .

Además los objetos parecen sin que por eso sedeje de pensar en ellos, luego puede tener lugarel pensamiento sin su concurso .

¿Quién, pues concurre, á la formacion del pen-samiento que se refiere ,,t un objeto que no existe?

¿Cómo quiere el Sr . Capdevila unir, relacionar,(le una manera absoluta, una cosa material y des-tructible con otra puramente intelectual quesiempre existe?

¿0 es que cree que la facultad de pensar es cua-lidad propia de la materia?

Nada nos prueba que en el mundo físico se rea-licen fenómenos como los que ha citado, porque elmundo físico está separado del mundo moral, y lapuerta de comunicacion son los sentidos .

Si la vista de un objeto material produce en nos-

12otros una impresion que da lugar á un petisa-miento, éste luego de formado, se reproduce porsí mismo en virtud de la reflexion, y así nacenpensamientos, que en nada se relacionan con losobjetos sensibles .

Cuando Gutemberg vió que su mano recibía yconservaba los dibujos marcados en la arcilla so-bre que estaba apoyada, no vió tina imprenta .

Pensó, sí, que aquel fenómeno le llevaria á al-gun resultado, y este resultado fué la imprenta .

Así, en virtud de la reflexion y de la reproduc-cion del pensamiento se inventó una cosa que ennada se parecia á la arcilla, ni á la mano, ni á losdibujos en ella marcados .

Y si se nos dijese, que los pensamientos enca-denados y progresivos que condujeron á Gutem-berg de la arcilla, á la imprenta, tienen que estarpor fuerza relacionados con uno y otro término, yno en progresion continuada, responderíamos queen esto sucede como en los parentescos, tal es pri-mo de este y del otro que ningun parentesco tieneentre sí .

Por consiguiente, nada importa á nuestros ar-gumentos, que, para la formacion de un fenóme-no, como para la de un pensamiento, se hagannecesarios dos agentes ya interiores ya esteriores,ya unos y otros .

Ménos copia de ejemplos, Sr . Suúer, y máspruebas .

¿A qué conduce todo eso?

13Vamos á verlo .¿Cómo, cuándo, dónde, ha impresionado Cice-

rón nuestros sentidos concurriendo á la forma-cion de la idea adecuada á su sér y cualidades?

Con esta pregunta contestamos á la misma,que con relacion á Dios nos hace el Sr . Capdevila .

Acaso nos dirá la existencia de Cicerón estáprobada por el testimonio de hombres que le vie-ron, mas, quién vió nunca á Dios?

A lo que nosotros contestaremos si ttí tienes eltestimonio humano en tu favor, nosotros en elnuestro tenemos el divino .

Pero, pues no crees en Dios, este argumento noes bastante .

Tú eres un hombre, supongo, porque puedosuponerlo, que eres virtuoso, honesto por ejem-plo, ¿podrás decirme qué traje viste la honestidad?¿Y la honradez?

Y sin embargo, el sentimiento de estas virtu-(les existe en el hombre, nunca se ha negado suexistencia, pero nadie las ha visto, por consi-guiente, estas virtudes no son séres reales delmundo esterior, y no pueden segun el Sr . Suñer,concurrir á la formation del pensamiento .¿Es esto verdad? No. Nosotros pensamos, y

otros piensan en las virtudes, por ellas obramosalgunas veces, ellas nos dirigen, luego formannuestro pensamiento .Dios, pues, que es más que una idea, que es

un Sér tan real como el Sr . Capdevila por más

14que no exista en el mundo material, puede con-currir, como de hecho concurre á la formaciondel pensamiento .

VI .Adelantemos nosotros tambien .La, idea de Dios no es una funcion de nuestro

organismo, porque la idealidad es independientede éste, porque éste es material y la idea no loes, porque no lo es el alma de cuyas facultadesforma parte .

Si las ideas se deben aunque no siempre, á laaccion de los fenómenos del universo sobre elhombre y viceversa, no por eso deja de haberideas abstractas que no se relacionan con ningunobjeto material .

La idea de Dios la ha adquirido el hombre por .tradicion, por revelacion y así como nadie conoceá Rousseau sino por sus obras, nadie tampococonoce á Dios sino por las suyas .

¿Está alguno autorizado, por eso, para negarla existencia de uno y otro?

¿Cómo quiere el Sr . Suller que Dios tenga al-guna semejanza con los séres de la naturaleza, sies un espíritu?

¿Ha visto acaso él algun espíritu?¿Y negará la existencia de estos?Nada tiene que ver aquí, que las generalidades

no existan más en el pensamiento del hombre .Las generalidades como inventadas por el hom-

bre, han tenido lugar despues de él, pero Dios no

15ha sido inventado, construido por el hombre, por-que ya hemos probado que Dios es más que unaidea, por más que de él, sólo tengamos esta .

Las cosas materiales que dan lugar á ideas, lasforman por si mismas, y nosotros las recibimosdirectamente .Podemos variarlas, modificarlas y aun cam-

biarlas por otras, pero eso no obsta para que nopodamos hacer otro tanto con la idea de Dios .

La prueba de lo que acabamos de decir, la te-nemos en las diversas religiones de la tierra .

Cada una de ellas, considera á Dios de distintamanera, pero siempre resalta la idea de su exis-tencia .

¿,Quiere pues el Sr . Capdevila que creamos suopinion más segura que la de todo el género hu-mano?

Si al creer en Dios hemos hecho arte, es sefial(le que hay sobre qué hacerlo .

VII.Al estudiarnos á nosotros mismos nos conside-

ramos tales cuales somos, y si en ciertas situa-ciones de la vida deseamos un poder mós estenso,y facultades más amplias, lamentándonos de nopoder conseguirlo, nuestra impotencia, nuestraaspiracion, no inventa lo que desde luego le indi-ca la naturaleza, no inventa á Dios porque antesde vernos en aquellas situaciones, nos constabasu existencia .Segun el sistema del Sr . Suffer, Dios fué in-

16ventado en un momento en que las fuerzas delhombre no bastaron á realizar todos sus deseos .Segun eso hoy que el hombre ve todo satisfe-

cho, en que poco ó nada le falta, parece que laidea de Dios debia ir decaida .

Lejos de eso, esta idea se eleva más cada dia,luego la hipótesis del Sr . Capdevila es falsa, falsacomo todos sus argumentos .

Las facultades de Dios no son las mismas delhombre aumentadas, al contrario las de éste, sonel reflejo de las de aquel, pero más pequefias éimperfectas.

Las facultades, pues, del hombre son emanadasde Dios, porque Binó ¿de dónde las ha recibido?

Si el hombro es obra de Dios, ha de participarde su esencia y de sus facultades, por consi-guiente, al atribuirle esas mismas facultadesmás estensas no ha hecho más que discurrir conacierto .

Si nuestros músculos se fatigan, si nuestro ce-rebro se agota en sus meditaciones, si nuestra de-bilidad é ímpotencias son tan grandes, que nopodemos crear un átomo de materia ¿quién ha he-cho el mundo? quién ha hecho el universo?

Sí, lo repetimos, las facultades de Dios son lasnuestras, pero más estensas, sin que esto signifi-que que se deriven de las nuestras sino de todo locontrario, por consiguiente, no se agrandaron lasdel hombre para colocarlas en Dios, sino que

17Éste cedió al hombre una pequeña parte de lassuyas .

VIII .Ni Dios es malo, ni puede serlo, porque es la

bondad infinita Él ha creado al hombre, porquenadie sino Él hubiera podido hacerlo .

No puede ser malo por su tiranía, porque no estirano .

¿Qué es tiranía?Es faltar á las leyes que rigen á un cuerpo, á

una sociedad, á un universo, en perjuicio de losque están bajo esas leyes .

¿Ha faltado Dios á ellas alguna vez?¿No han sido los hombres más bien sus infrac-

tores?¿Por qué, pues, llamar á Dios tirano?¿Cómo nos prueba el Sr . Capdevila que la idea

de Dios, ó Dios mismo encerrado en una imagi-nacion apaga la razon del cerebro donde aquellareside?

¿Conque, la creencia de Dios ha hecho desva-riar al género humano por espacio de largos pe-ríodos?

¿Conque, esta creencia es un error?Fácil es decirlo, pero difícil probarlo .No es el error el que con tanta facilidad tras-

pasa el entendimiento de los hombres, es la ver-dad, la única consoladora verdad .

Las creencias no se imponen, se inculcan,

18A la luz de la verdadera filosofía, la existencia

de Dios resulta incuestionable .Se engaiia el Sr . Suúer al decir que no se ha

dado hasta ahora una religion triunfante, que nohaya violentado las conciencias, que no haya des-conocido el derecho, que no haya atentado á lalibertad .La religion cristiana ha triunfado sólo con la

humildad, sin violencia moral ni material .Sus apóstoles no la imponian con la espada sino

que la predicaban atestiguando su verdad con elmartirio, y sellándola con su sangre .La religion cristiana está conforme con el dere-

cho natural, y en nada se opone á las ley es hu-manas .

El cristianismo es la libertad .¿Cómo ha de atentar contra la libertad, la reli-

gion que eleva al esclavo de la abyeccion en quese hallaba, que rompe sus cadenas, que le dice quetodos los hombres son sus hermanos, que predicala igualdad, la paz y la fraternidad?Si las religiones hablan todas en nombre de

Dios infalible, es porque efectivamente Éste, lo essi ordenan y castigan en nombre de ese poder, esporque de Él han recibido esa potestad .

Por eso no debes condenarle, ni le condenan losde claro entendimiento .

Si el cura te parece cruel, porque condena tusvicios y pecados, y en nombre de Dios te absuelve

19(le ellos, nosotros le encontramos benéfico porquenos da la gracia que de Dios ha recibido .

IX.¿Quién ha hecho el mundo? Dios .Y si no lo ha hecho Dios, que nos diga el Señor

Capdevila quién lo ha hecho .¿No lo sabe?Nosotros, sí, lo sabemos porque lo creemos .El, duda .La ventaja pues está de nuestra parte .El hombre apareció en la tierra cuando plugo á

su criador colocarle en ella .No es cierto que para saber algo de alguna cosa,

sea necesario haber asistido á ella .Nosotros no asistimos á la batalla de Cannas, ni

á la creacion del mundo .Y sin embargo creemos en una y en otra .Para lo primero nos basta el testimonio humano,

trasmitido por la historia para lo segundo el divi-no, revelado en las sagradas escrituras .

La tierra formó al hombre, pero fué pasando porlas manos de Dios .

Nada prueba, que la imaginacion del Sr . Suñervea el sol siempre alumbrando, á la luna refle-jando su pálida luz, y chispeando á las estrellas,desde los siglos de los siglos .

Nosotros, nuestra imaginacion no ve nada deeso y no lo ven tampoco muchos que piensan co-mo nosotros,

20El Sr. Súíïer'no puede representarse la nada,

como el ciego no puede tener idea de la luz, niel sordo de la música .

El mundo no es eterno por parte ante, porquetodo tiene principio menos Dios, que no tieneprincipio, ni fin .

Tampoco es eterno por parte post porque eltiempo que todo lo destruye acabaria por destruirel mundo, si Dios no lo destruyese al llamar ájuicio á todos los hombres .

Las humanas familias desaparecerán como handesaparecido las familias de los mastodontes yotros animales antediluvianos .

'0 quizás, y esto es lo más seguro, desaparece-rán de una manera espantosa.Pór lo tanto á no rebatirnos estas verdades,

mientras no nos prueben lo contrario de lo quedecimos, esclamaremos :

Dios ha hecho el mundo .Lo sabemos porque lo creemos .

X .¿Que es crear?Es hacer que donde no habia nada, haya algo .Y ya ve el Sr . Sufier, cómo hallamos defini-

cien .Crear, no es hacer de la nada una cosa, porque

de la nada como materia, nada puede hacerse .Dios creó el mundo de la nada, y no prueba lo

contrario, el decir que Dios es un concepto, una

21idea, porque ya hemos demostrado que no es así .La palabra nada, es negativa si fuera afirma-

tiva, crear, no seria sacar de la nada .Esto es lo que nosotros entendemos por crear .Dios no es un jugador de manos, la comparacion

es absurda, porque los illacallister •s no sacan dela nada, y Dios sí .

Hace tres años no existía nada del folleto delSr . Capdevila, hoy existe. ¿Quién le ha formado?él .

En vano nos dirá que existia el papel, tinta ycaractéres, porque los pensamientos, las palabrasno existian .

Pues así como el Sr . Suñer, en cierto modo hacreado su folleto, Dios ha creado el mundo .

Esta creacion no ha sido una variacion de com-posicion y forma sino una verdadera creacion, eranada y ahora es algo .

No 'confundamos, pues, la creacion con la reno-vacion, como el Sr . Suñer las confunde .

Nosotros hemos probado que va errado, y asísalimos del paso .

XI .Vuelve otra vez el Sr . Capdevilla á decir que

Dios ha sido creado y uo creador y añade, que loshombres han hecho un Dios, dotado de pasiones,un Dios soldado un Dios bandido .

Aparte de que ya queda probado que Dios escreador y no creado, diremos que Dios, no tiene

z2pasiones, porqué no tiene necesidades, ni medios,ni precision de satisfacerlas .

Las pasiones se refieren á la materia, y Dios esespíritu .

Dios no es bandido porque no necesita robar .Todo es suyo .

Ni soldado, porque no necesita defenderse .No estas cualidades, sino otras más santas

y mis poderosas adornan á Dios, pero no ha sidodotado de ellas por el hombre, sino que las teniainfinitos siglos antes de aparecer éste, antes deaparecer el mundo .

Por lo demás, si en el Sinaí se mostró irritado,si dió á los Israelitas una debil muestra de supoder, era su volundad, grande, inquebrantable .

¿Se opone esto á su existencia?Calumnia el Sr . Capdevila á Moisés, juzgándo-

le embaucador del pueblo hebreo, y si nos afirmalo contrario, nosotros entre su opinion, falsa átodas luces, y la de la tradicion y sagradas es-crituras, estamos por la de estas últimas .

Si Dios siembra los bienes y reparte los males,es porque dos de sus cualidades, son la bondad yla justicia, y unas veces se muestra bondadosoy otras justo .

Por eso siempre será superior al Sr . Suñer,porque éste antepondrá siempre su amor paternalá la justicia, y Dios no, porque es infinitamentejusto .

Además ¿qué compensacion tendrían las virtu-

23des, y los sacrificios de los hombres, si no exis-tiesen premios y castigos?

La ley natural, es perfecta, , necesita por lotanto sancion, y si el Sr . Capdevila, es, bastantedebil para perdonar á sus hijas porque son susangre, Dios que es infinitamente justo, no per-dona á los pecadores no arrepentidos, aunque sonsu esencia .

Así pues Dios es mejor que Francisco Suver yCapdevila .

XII .Si sólo las personas ilustradas poseen la con-

cepcion que resulta de agrupar en un sér ideal,las mis importantes cualidades humanas, noso-tros, que no somos ilustrados, no podemos poseeresa concepcion, porque no creemos en ella sinoen Dios, porque para nosotros, Dios, no es unaidea, un concepto, sino un sér real .

La idea que los hombres tienen de Dios, varíacon los individuos segun los conocimientos y susfacultades, pero no por eso es tan pobre y con-fusa que lastime, ni tan baja y degradada queavergüence .Los israelitas, se equivocaron al creer que

el Mesías que les estaba prometido, habia deser un rey poderoso y guerrero, que de victoriaen victoria, les habia de llevar al dominio de to-das las naciones pero nosotros, los cristianos,no estamos equivocados al creer, que Dios está

24dotado de todos los atributos propios de su gran-deza .

Si el pueblo ignorante no sabe espresar la ideaque tiene de Dios, no es suya la culpa, sino de losmalos Gobiernos .

El pueblo ignorante considera á Dios tal comola tradicion se lo ha descrito, y bajo este concep-to, su idea de Dios, es digna y elevada .

Por otra parte, si las gentes ignorantes no tie-nen conciencia del poder propio, si todo les pa-rece fuerte menos ellos, si todo les causa miedo,si la supersticion y las preocupaciones abatensu espíritu Dios nada tiene que ver con eso, noes suya la culpa, ni esas creencias absurdas deduendes y brujas son manifestaciones suyas, sinoefectos de una educacion descuidada y de una fésencilla pero mal dirigida .¿Cómo esos hombres han de ser pensadores,

si no han aprendido á discurrir con lógica?Ha creido mal el Sr . Capdevila, cuando ha crei-

do que el hombre ignorante, considera una imá-gen como si fuera el mismo Dios .El culto de las imágenes, está permitido y

ordenado por la Iglesia, y ese culto, lejos de seruna idolatría tanto mayor cuantas más riquezasy colores tiene la imágen, es una adoracion lle-na de fé, que tributamos á Dios .

Antes de existir la Religion cristiana, la leyde Moisés era la verdadera, los diferentes pueblosde la tierra rendian culto á Dios, representado

25para ellos por animales, por astros y por abstrac-ciones .

Eso únicamente prueba, que, como tenian ideade Dios, pero una idea algo confusa aunque ele-vada, lo representaban con aquello que á su pa-recer era más benéfico para el hombre, persona-lizando en esos ídolos una ó varias de las facul-tades que atribuian á Dios .

Por eso todas esas religiones, con sus ídolos ycreencias son falsas por eso la Religion cristiana,Católica, Apostólica, Romana es la única verda-dera, porque es la única, que tiene una verdaderaidea de Dios .

Porque la Religion cristiana cree en un Diosinvisible, poderoso, grande, benéfico .

No debe estraúar el Sr . Capdevila, que se ado-re á Dios bajo diversas manifestaciones, ni quehaya, como él dice, vírgenes blancas y morenas .

Acaso él tenga retratos suyos y de sus padres,hechos en diferentes épocas, que le sirvan pararecordar á aquellos en estas .

Pues bien, si la ¡m -:igen de Daos, de Cristo, yde su Santísima Madre se representan bajo dis-tintas formas, es para traernos á la memoria losdiferentes hechos y situaciones porque han pa-sado .

Por lo demás, la oracion hecha á una imágen,en nada desmerece de la que se hace á otra .

Por eso el cristiano lleva escapulario y rosario,por eso lo reza, por eso va á misa, y se humilla

26cuando la Hostia sube, y cree que en ella se con-tiene el cuerpo de Jesucristo, y esta creencia, quenada tiene de vergonzosa, es por el contrarioaltamente gloriosa para el cristiano, porque lerecuerda el sacrificio que por él hizo su redentor .

XIII .

La luz de la verdad, penetra en las profundasoscuridades del pensamiento, y á sus resplando-res, se disipan las brumas del error .

Lo fragil de la vida, lo breve de los momen-tos, encierra á los creyentes en mística contem-placion .

El hambre, la sed, el sueño, las exigencias delmovimiento, las inclinaciones del corazon, de-mostrándonos las miserias de aquí abajo, noshacen pensar y desear con irresistible anhelolas cosas de arriba, olvidándonos de las de abajo .

El sentimiento religioso domina al sentimientomunda.no .

XIV .

Ha pasado la época de las abstracciones, y hallegado la del positivismo pasemos por eso,

Pasemos tambien porque no haya inteligencia,fuerza, ni sentimiento, sino séres inteligentes,fuertes, sentimentales .

Pero Dios no es una abstraccion, no es unaidea, lo decimos por tercera vez y lo hemos pro-

27bado ya, por lo tanto su existencia es real y po-sitiva .

Hagamos uso de nuestras facultades, realice-mos cuantas utopias científicas existen, cultive-mos el abonado campo de nuestra inteligencia,pero, ¿qué haremos cuando nuestros esfuerzos seestrellen contra la imposibilidad de un resultado?

¿A quién admiraremos cuando la grandeza ymaravillosidad de un fenómeno nos conmueva ynos arrebate?¿Y á quién pediremos consuelos en nuestras

desgracias?¿No podemos hacer todo lo que dice el señor

Capdevila y creer al mismo tiempo en Dios?¿Por qué dice que vamos en busca de lo impo-

sible?Alimentemos enhorabuena la llama del bien,

de la justicia, y del amor, que arde en nuestrocorazon apaguemos la de la envidia., el rencor yel egoismo, ¿nos hemos de privar por eso denuestra creencia? ¿qué más conforme con esasvirtudes, y más contrario á esos vicios, que lacreencia de un Dios, bueno, justo y misericordio-so?

Quieres robarnos el sentimiento divino, real,posible y filosófico y nos ofreces lo que ya tene-mos .

¿Por qué no hemos de conservar uno y otro?La creencia de Dios es compatible con la cien-

28cia y con la filosofía porque es su origen, sufuente, su principio .

Nos quitas la luz, y nos das lo que sin ella essombra .

Nos encaminamos al error, y nos quieres hacerabandonar la verdad .

Lo que nos proponemos lo tenemos ya, y tene-mos más que eso, y esto que tenemos de más esla base y fundamento de lo que tú nos proponesy nosotros tenemos .

Libertad deseamos pero no la que tú nos quie-res dar .

¡Ah, si los hombres y los Gobiernos enten-diesen la, libertad del modo que nosotros la en-tendemos!

El hombre no puede adorarse á sí mismo, ni álas criaturas sin ser idólatra, el hombré debe vol-ver su oracion á su Criador que alguno ha tenidoque ser .

A Dios es á quien debemos hablar en nuestrasoraciones, no á nosotros mismos .

Jesús de Nazaret, murió hace diez y nueve si-glos, pero resucitó y subió á los cielos tres díasdespues de su muerte .

Si tú no lo crees, nosotros, sí, lo creemos .Hablémosle, seguros de que nos contestará .Volvamos los ojos atrás, si queremos prevenir-

nos para adelante .Si las imágenes de María son pedazos de ma-

dera, en cambio María, á quien representan y de

29quien son retratos, es todo amor, todo calor, todogloria y bienaventuranza .

Nada vale el calor maternal, nada la amorosasolicitud dulas madres humanas para con sushijos, en comparacion de la de María para conlos hombres .

Y sinó dime, ¿qué madre arnaria á. los asesi-nos de su hijo, é imploraría el perdon paraellos?

Sólo María .Si las imágenes repito, no inspiran cariño, no

tienen amor lo inspiran y lo tienen aquellos áquienes representan .

Además, si en tanto tiene el Sr . Capdevila esecalor, ese cariño humano, Dios ni la Virgen nohan de ir á quitárselo .

Lo uno es compatible con lo otro .¿Por qué no hemos de enviar á misa los do-

mingos á nuestros hijos?¿Acaso porque la iglesia es oscura y triste?¿Han de consagrar entónces todo el día á la di-

version?Si la iglesia les asusta, tambien les asustan

las cátedras y no pretenderá el Sr . Suñer que de-jen de asistir á ellas porque son tristes .

Respecto del cura, si su traje es feo en cambiosu mision es hermosa .

El traje del bandido italiano es bonito, y sinembargo ¡cuán horrible es su oficio!

30No pretenda convencernos el Sr . Capdevila

con puerilidades el traje nada significa .Sobre si el sacerdote atrae ó repele, sobre si

inspira miedo ó confianza, puede preguntar átantos, como han ido á descargar en él, las cul-pas que les agoviaban y verá cómo le dicen, que .si al principio embargó sus corazones un religio-so temor, como es justo suceda en la casa del Se-ñor, despues sintieron una pura y suavisima ale-gría, un desconocido placer .

¿Quién alivia de sus pecados al ateo?Cuando el Sr . Capdevila ha obrado mal, ¿quién

le ha consolado, y en quién ha descargado suconciencia?La doctrina cristiana tiene más que algunos

principi9s de moral, comunes á todas las religio-nes, porque es una moral más sublime que las detodas ellas .

La religion cristiana tiene misterios, porquesin misterios, la fé es inútil, y la fé es la base dela religion cristiana .

Por eso la Trinidad no es una tontería, ni lavirginidad de María una heregía, ni la creaciony fin del mundo dos solemnes disparates .

El confesonario parece triste y sombrío al se-ñor Capdevila, porque desconoce la dulzura delconfesor .

¿Acaso pretendería que fuese un jardin ó unasala bien adornada?No. Para confesar sus culpas el pecador, cual-

:31quier lugar es bueno, y el templo del Señor conmás razon .

Sepa el Sr . Capdevila que nosotros nos hemosconfesado muchas veces, y ni el sacerdote nos haparecido sombrío, ni sus palabras perfectamenteinteligibles que decían : el dirissis pecatis tisis,ego te absolvo, nos han infundido miedo, lejos deeso nos han inundado de gozo, porque nos de-jaban comprender que uu^stros pecados habiansido perdonados .

Mal juzga el Sr . Suñer á los cristianos, si creeque se confiesan siempre mal algunos habrá, nolo niego, que engañen al confesor, que lo cuen-ten lo que les viene á mano, pero la generalidadhabla con el corazon arrepentido, y dice la ver-dad al sacerdote. Sinó, no serian cristianos .

Mal, muy mal, juzga el Sr . Capdevila á lossacerdotes cristianos, si los cree capaces de abusarde su sagrado ministerio .

Los sacerdotes representan á Dios en el confe-sonario, y Dios no ve en el pecador, sexo, edad,ni estado .Nosotros tenemos hermanas que se han acer-

cado mil veces al confesonario, y podemos ase-gurar que su alma es tan pura, y su corazon taninocente como al tiempo de nacer .

Si por desgracia, algun mal sacerdote ha con-vertido su sagrado ministerio en escuela de cor-rupcion, el Sr . Capdevila no está por eso autori-

32zado para calumniar á toda la dignísima clase delos sacerdotes .

Haga lo que quiera de sus hijas, nada nos im-parta sólo le aseguramos, que labra su desgraciaaquí en la tierra y allí en el cielo .

Aquí, sí, porque por bien que las haya educado,por bien que haya procurado que no lleguen á ellaslo que él llama primeras indagaciones del cura,tienen un corazon y amarán un dia y ¿quién seráel hombre que quiera unirse en indisoluble lazo,á una mujer que no cree en Dios?

Concedo que habrá algun descreído como ellas,que se preste á ser su esposo, pero ¿le amarán?Hé aquí cómo el Sr . Capdevila, que tanto quiere

á sus hijas, está labrando su desdicha en estemundo .

Pero ¿qué comparacion tiene la desdicha tempo-ral y pasagera, de este valle de lágrimas, con lamuerte eterna que en la otra vida les aguarda?

El Sr . Suñer no cree esto, pero ¿me querrá decirqué se hace el alma del hombre, qué sus faculta-des y sentimientos despues de su muerte?

XV.Volvamos otra vez á Dios .Dios no habla, porque no necesita de las pala-

bras para comunicar sus pensamientos .Tampoco decide, porque se decide para obrar, y

-Dios obra instantáneamente, porque instantánea-mente juzga y conoce .

33Dios castiga, aunque no siempre materialmente

Dios arroja á los infiernos, porque esjusto y si Diosno está sentado, ni de pié, con estas palabras es-presamos su poder y su gloria .

Dios ve, sin tener ojos, porque está en todaspartes, dando el sér y conservando todas las co-sas Dios mira sin dirigir la vista, oye sin teneroidos, porque su pensamiento todo lo penetra,hasta el pensamiento del hombre, y escucha sinprestar atencion, porque de todo tiene noticia .

Dios ama, porque todo él es amor, y aborrece álos que le aborrecen, pero este aborrecimiento noes como el de los hombres, sino que se convierteen amor cuando el pecador se arrepiente .

Dios se lamenta, porque no puede ver que loshombres hagan mal uso de su libre albedrío, sinlastimarse de ello, y se irrita contra los contuma-ces, á los cuales hace conocer su venganza y sujusticia .

Pero Dios no habla, porque no necesita palabraspara comunicar su pensamiento .

Por eso le entienden los españoles, los france-ses, los ingleses, los alemanes y todos los pue-blos de la tierra, aunque ninguna de sus lenguashabla .

Por eso habla al corazon de los sabios en lenguage elevado y tono pulido, á los ignorantes entono bajo y estilo incorrecto, y á - cada uno ellenguage más adecuado, pero nunca salpicado de

34blasfemias, porque Dios no puede blasfemar desí mismo .

Por eso no hay Dioses para todos los gustos,como cree el Sr . Capdevila, sino que cada uno veá Dios asimilado á su sér .

Por eso Dios no es escogido por el hombre, si-no que se manifiesta á él tal como conviene álos planes que su infinita sabiduría se reserva .

Si el hombre es ingrato, si no da las graciasá su Dios, en sus dolores como en sus alegrías,sise revela contra él y le maldice, esto ¿quéprueba?

Que el hombre es el malo, el criminal .Si el hombre se olvida de Dios algunas veces,

si para nada le invoca, si realiza sus proyectossin solicitar su ayuda, esto no prueba sino queDios tiene compasion de su miseria, y le dejaafanarse por lograr una cosa que de poco le hade servir .No es que el hombre no necesite de Dios, ni

que pueda renegar de él impunemente .Pues qué, ¿cree el Sr . Capdevila, que porque

Dios no castiga inmediatamente su blasfemia, queporque sus bravatas quedan impunes al parecer,no puede reducirle á polvo?

No es castigo suficiente á sus blasfemias, elprivarle de la palabra y del ejercicio de sus ma-nos más tarde recibirá el condigno castigo de susfaltas, y será acaso herido en su fibra más deli-cada y más sensible, en sus hijas .

35Así, no debe admirarse do que hasta ahora ha-

ya quedado impune .El hombre que no ha creado á Dios, sino que ha

sido creado por él, acude á sil poder en todas susnecesidades, en todos sus dolores, en todas susaspiraciones .

Nada más natural que buscar consuelos en lafuente de donde manan .

Si los hombres se estralimitan en sus peticionesy en sus quejas, suya será la culpa, no de Dios .

Si están en la persuasion de que Dios atenderáá sus peticiones, cuando á los fines de su provi-dencia y á los suyos propios convenga otra cosa,están engallados .

Por eso todos no son atendidos .En cuanto al ejemplo de las dos naciones ene-

migas, el Sr . Suñer nos permitirá algunas obser-vaciones .

La humanidad marcha al progreso, á la perfec-cion .

Todos los sucesos aun los no preparados y,pre-vistos, tienden á acelerar ese término .

Dios, que interviene en todo lo que se refiere ála humanidad, interviene en esto tambien, y deahí, que, por más que los sacerdotes de las dosnaciones contrarias, eleven sus preces á Dios, éstehará que su voluntad inflexible se cumpla, parabien de la misma humanidad .

Lqs godos arrianos, vencieron y sometieron á

36los' españoles cristianos y este vencimiento y sumision redundó en bien de ambos pueblosAdemás una de dos naciones tiene razon y le

asiste la justicia, y Dios, quemo tiene, entónces -unfin ulterior, permite que venza .

Y si sucede lo contrario, no hay que-estrañarsees que Dios, que deja padecer á sus , criaturas paramejor premiar sus padecimientos, no quiere quetriunfe entónces la razon y el derecho , .Y siguiendo al Sr . Cap loviFa en su discurso,

¿quiere` este señor que los contrarios . s e presenteninermes á sus, enemigos armados? ¿ignora, queDios manda al honore poner de su parte lo posi-ble y esperar despues su ayuda?

No debe pues e.-traiïarle que se- tomen tantasprecauciones porque esto está muy conformo conlo que manda Dios .

Y lo que decimos de una nacion, puede decirse'de un liombre .

Si quiere el auxilio de Dios, ponga lo que estáde su partey Dios le ayudará-, si lo que pide nole es perjudicial .

Y ménos de estraùar es que , algunos hombressalgan mal en sus cosas, supuesto un fin con queDios lo dispone de aquella manera .

Por eso el hombre, lejos de esperarlo todo de símismo, debe esperarlo de Dios, que es el árbitro-absoluto de todo lo creado .

Si lejos vivimos de la luna, si apartados esta-

37mos del sol, más lo estamos de la morada oleste,y sin embargo es nuestro futuro destino .

Si las condiciones de vida aqui, no Sor nues-tras condiciones de vida en el sol, en la luna,en las estrellas, sin duda lo serán en otra parte .

Nosotros podemos vivir en otra parte que en latierra, en el cielo .

Que no haya aire pasados los límetes de la at-mósfera, que la luz vaya apagándose lejos de latierra, que falte el calor ,qué nos importa?

No podemos salir de aquí por nosotros, . perosaldremos .

¿Y quién nos ha de sacar?El mismo que colocó el sol tan lejos de nos-

otros, y tachonó de estrellas la bóveda ce-leste .

Siempre no hemos de vivir aquí, y pues hayotra vida mejor, debemos cuidarnos poco deesta .

Procuremos, sí, hacerla más agradable, pero,no por pasarlo bien aquí vay :.mos á comprometernuestra salvacion .

No abusemos'de nuestros sentidos, si quere-mos vivir eternamente .

Si Dios nos manda la mortificacion, el ayuno,ayunemos y mortifiquémonos, que despues ven- .drá la recompensa de nuestros sacrificios .

Si la desgracia os abruma, si los dolores osoprimen, esperad en Dios y en la otra vida, úni-cos consuelos del desgraciado y dolorido, y por

38un momento de padecer tendreis toda una eterni-dad de gloria .

Moderados, en los placeres .Resignados en los dolores .Esta es la doctrina, esta es la filosofía, esta es

la religion .El Hombre y Dios .El hombre virtuoso y resignado .Dios poderoso y benéfico .La eternidad objeto de admiracion y de gran-

deza .XVI .

La tierra es una isla perdida en el Oceano deluniverso .Pero tiene, como las innumerables islas que

pueblan este Oceano, más relacion que la que re-sulta de su gravitacion, de su luz, y de su calor .

Estas y aquella constituyen el universo, y es-tán tan estrechamente relacionadas á pesar de sudistancia, que acaso la falta de una de ellas oca-sionaria en las demás un cataclismo espantoso .

Nada de lo creado es inútil, por consig iente, sila accion de un cuerpo cesa de repente, esa falta(le actividad se deja sentir en los demás .

Esto es consecuencia del admirable órden y ar-monía que reina en todo el universo .Nosotros, la humanidad, estamos desterrados

en esta isla llamada de tierra pero tenemos la se-guridad de salir de ella .

La distancia no es óbice á los espíritus, como

39no lo es la materia, como no lo es el vacío .Y puesto que sabemos que hemos de salir, ha-

gamos agradable nuestra estancia pasagera, yprocurémonos lo útil y agradable á la vida .

El hombre tiene instrumentos de trabajo, tienemateria de trabajo, tiene inteligencia para diri-girse al bien, y corazon para gozarse en el frutode su trabajo inteligente .Pero el hombre, no lo es todo, como no lo es

la tierra, como no lo son los astros .No es principio, porque antes de él hubo algo

no es fin porque si se salva no lo tendrá, ni lotendrá si se condena .

El alma del hombre, ya se salve, ya se conde-ne, es eterna .

El cuerpo tiene fin en la tierra, pero despuesde él quedan otros muchos cuerpos animados óinmóviles .

El hombre, pues, no es principio ni fin .El puesto del hombre es el miis elevado de la

naturaleza, él es el rey de ella, pero sobre él estásu creador, el autor de la naturaleza .

Por eso si pretende elevarse más allá, se preci-pitará al abismo .

Dios está siempre arriba, su poder no puedeequilibrarse con el del hombre, porque es muchomayor .

El hombre será hombre, mientras Dios sea Dios .Dios es la ciencia, el hombre la ignorancia .Dios es la verdad, el hombre la duda .

1869.

40

HISTORIA DE JUAN SEBASTIAN DEL CANO

Pon D. EUSTAQUIo FERNANDEZ DE NAVARRETE

CON UNA INTRODUCCION

DE D . NICOLÁS SORALUCE

Y LA BIOGRAFIA DE NAVARRETE

POR D. BOTERO MANTELI .

I .Si es verdad clara y evidente, el dicho de

aquel .escritor que sentaba «que el siglo XIY habiaproducido más libros que todos los otros » osten-sivo y verídico parécenos, más principalmente, re-firiéndose á las provincias vascas .Es indudable que la bibliografía vascongada

es ya un hecho, y que el proyecto de Trueba,Ortíz de Zárate, Soraluce, Becerro, Manteli yNombela se llevará á cabo antes de finalizar elpresente siglo .

Ayer eran : Trueba, el que publicaba sus senci-llos Cuentos de varios colores Araquistain, el cisnede Deva, sus líricas Tradiciones vascas Perea, elpoeta vitoriano, sus tradicionales y místicas Poe-sías Becerro, el prodigioso escritor . sus Recuer-dos A laveses Manteli, el mejor soñador español,

41su leyenda La Data de Ambgto. Hoy es,Soraluce,el Garibay de la moderna crónica, el que publica,ayudado de Manteli, el apreciáble libro cuyo epi-grafe sirve de encabezamiento á nuestras cuarti-llas. Y aun internándonos en el mañana, .podria-mos anunciar,-aunque pequemos de indiscretos-que Manteli prepara su Ard?zzazzç y nosotrosdamos la última mano ú la Historia de la, Socie-dad Vascongada de los Amigos .del Pais .

Y hora es, en verdad, de que nos ,cuidemos algomás de los que fueron, toda vez que, tan gratosrecuerdos, producen libros tau notables como elJuan Ruiz de A larcon y Mendoza, de D, LuisFernandez Guerra, y el de que nos ocuparemosen esta revista . Además de que si la historia,-como dice elocuentemente Castelar-«ó no esnada, ó es la clínica en donde se aprendenlas enfermedades de los pueblos » las biogra-fías ó son el .ejemplo de los tiempos, la enseñan-za de las edades, el espejo en donde se reflejan-con más ó ménos semejanza, segun la ma-yor ó menor veracidad de aquellas-la cultura ygrado de adelantamiento de las generaciones ó nosabemos qué objeto vienen á cumplir, qué nece-sidad á satisfacer, qué mision á desempeñar .

Vergonzoso era, que cuando varones tan ilus-tres han vivido en el solar vascongado, ni uliasola biografía se publicara y ni un recuerdo glo-rioso les consagraran sus paisanos . Cúpoles lasuerte de variar tan innoble rumbo, al erudito

42don Eustaquio Fernandez de Navarrete y al en-tendido bibliófilo y bibliomano D . Nicolás de So-raluce. Si la conducta de tan ilustrados escritores,es el comienzo de una nueva época literaria, re-servaremos nuestra amarga y merecida censurapero vituperable es de todos modos, que patriciostan gloriosos como los que el suelo vasco haproducido, no cuenten honrada su memoria conbuenos libros, tributo el más preciado que estesiglo puede consagrarles, sin que sea óbice ánuestras justas reclamaciones las dos notablesbiografías que el tan sabio como modesto escritorala,vés D. Daniel llamen Arrese, hizo de donPrudencio M. de Verástegui y D . Miguel Ricardode Alava el aiio 1864 .

II .

El libro que tenemos á la vista, comprendecuatro partes, tan importantes como diversas queseparadamente vamos á examinar, para de es-te modo poder dar idea más exacta y detalla-da de lo que el libro vale .

Cúmplenos empezar por la Historia de S'e3as-tiara del Cano, ya que no por el órden de coloca-cion ó anterioridad en el tomo, sí y justamentepor ser su objeto principal y por ser esto tambienel titulo con que sale á luz pública, siendo lostrabajos de los señores Soraluce y Manteli, másdigno complemento y adorno del libro que, parte

43necesaria, cuya no publicacion rebajaria en granmanera el mérito del libro del Sr . Navarrete .

En las doscientas páginas que, próximamente,ocupa la biografía del Cano, historia minuciosa ysencillamente todas las peripecias que tan insig-ne marino sufrió en su tránsito por esta humanavida .

Extraño algun tanto á la parte principal, se ocu-pa en el p~ elzr~zi-~aa~ de la nombradía del Cano, dela estátua que Guipúzcoa le erigió y de la biogra-fía que con este motivo escribió el Sr . Navarrete,y que, con ligeras variantes, hechas quizás pordeferencia á persona tan competente como la quelas aconsejara-Barroeta Aldamar-es la mismaque hoy sale á luz, y ele la aceptacion con que laacogió la provincia de Guipúzcoa, indicando depaso las causas que impidieran á esta provinciasu publicacion .

Dos puntos principales ocupa el capitulo I-eu elcine da principio la verdadera biografía del Cano-refiérese el primero á la familia, á la expedicionque hizo con el cardenal Cisneros á Africa y áque sus empeños le obligaron á vender la nave.que mandaba, exponiéndose á ser severamentecastigado copio lo disponian las ordenanzas ma-rítimas y el segundo refiriéndose, más princi-palmente, al nombramiento que hizo el rey Fer-nando, de capitan, en la persona de Fernando deMagallanes, de la expedicion formada con objetode buscar un estrecho en los mares de la India

44para comunicar con las Molucas, empresa em laque se alistó del Cano,, probando así su fuerte.cor:azon, corno probó poco despues la reputacionque, como marino gozaba, con haber sido nom-brado maestre de una de las naos .

La salida de la expedicíon de San Lúcar, losdisgustos y sublevaciones que tuvieron lugardurante el viaje, á consecuencia de los que delCano fué prendido por Magallanes, las naves quese aprestaron y los ilustres apellidos de sus ca-pitanes, son objeto del capítulo II, y á fé que esuno de los mejores, siquiera no sea más, que,por desmentir la preocupacion de la mayorparte de los escritores extranjeros que han su-puesto que los descubridores y conquistado-res del Nuevo-Mundo salieron de la hez delpueblo .

Da lugar al capítulo III, el descubrimiento (Jelestrecho de Todos los santos, a9•cLipieligo . lipiius

¿ Islas de los Lad~o~ics-dlaria2ias-la lucha entreEstéban Gomez y Alvaro de Mezquita, á conse-cuencia de la cual la nao Sau Anatonio (lió la vuel-ta á España llegando á Sevilla en Mayo de 1J2l,el detenimiento de la armadaa en las Islas de Ze-bú y el desastroso fin del valiente Magallanes,Barbosa y veintinueve personas de las de máscuenta de la armada,á manos de miserables in-dios .

Sirven de fundamento al capítulo IV, la enfer--

45medad del Cano el nombramiento y deposiciondel capitan de la armada en la persona de Car-balho, y lá, quema de la nave Concepcion quedan-do con este motivo reducida la , expedicion á, so-las, la Trinidad y la Victorúc. Desde el siguientecapitulo, empieza la verdaderaa importancia- queSebastian del Cano tuvo en tan atrevida empresa .Capitan de la nave Victoria, y tesorero de ladisminuida armada algun tiempo . vino á ser elprincipal personage, porque era el mías' inteligen-te en pilotage y el que mis confianza inspirabapor su honradez, y más principalmente desdeque Gomez de Espinosa con su nave se vióobligado, por el mal estado de esta, á quedarseá. carenarla en Tidore y el marino guipuzcoanoportió con la Victoria • para Castilla llevandolas cartas dolos reyes malucos y otros objetoscuriosos .

Los capítulos VII y VIII están destinados á pin-tar las indecibles penalidades é inmemorablestrabajos que padecieron los marinos de la Victo-ria que únicamente en 9añmero de 18,flacos, des-coloridos, enfermos y derrotados llegaron á SanLúcar de Barrameda el 6 de Setiembre de 1522 delos 60 que habian salido de Maluco .

Dedica el Sr . Fernandez de Navarrete los ca-pítulos LX y X á describir el asombro de que fueobjeto la llegada del Cano y sus compañeros, laconducta de aquel ante la córte, declaraciones de'hechos : pasados, envidias que suscitara, discusion

46habida en Vitoria sobre si las Molucas pertene-cian á Castilla ó á Portugal, y terminada con laventa que el Emperador Cárlos I hizo de sus de-rechos á las Islas de Maluco por el precio de350.000 ducados de oro, asechanzas contra la vi-da del héroe vascongado y guardia que le con-cedió el Emperador . Relata en los XI, XII y XIIIla nueva expedicion que salió de la Coruña, en laque tomó parte del Cano, cuenta minuciosamentelas terribles catástrofes que la sobrevinieron ytermina el XIV con la muerte del Cano que habíasucedido á Loaisa en el mando de la armada, ma-nifestando la ingratitud de la Córte y probando-y con esto da una severísima leccion á los quecreen que únicamente el siglo XIX abandona yolvida á los grandes hombres-«que en aquel si-glo de grandes hazañas, no obtenian mejor ga-lardon»-que hoy-«los relevantes servicios,»puesto que, «el tenaz empeño de preponderar enEuropa, metió á Cárlos V y á Felipe II en gigan-tescas empresas, qúe no sólo causaban una ver-dadera debilidad en el interior al diseminar nues-tras fuerzas, sino que los obligaban á volver laespalda á los que, sacrificándose en los dominiosde Ultramar, les proporcionaban los medios de suinfluencia . »

El capítulo XV, último de la biografía del Ca-no, está reducido á tratar de los monumentos quesu pueblo natal le ha levantado para honrar sumemoria, ya que su casa desapareció en el hor-

47roroso incendio que tuvo lugar el año 1597 . En1671, D . Pedro Echave y Asu le erigió un ceno-tafio, cerca de la Iglesia poniendo una losa en quese hallaba tallado el escudo de armas con el lema :Tu p~ri~3azcs cié crc~adediste me . Tiempos despues,don Manuel Agote costeó una estátua de mármol,que colocada el año 1800, fué hecha pedazos en 1pasada Guerrr-a Civil . Por último, «la sabia y pa-ternal administracion de Guipúzcoa, le dedicó otranueva estátua de bronce, que con solemnidad yjúbilo se ha colocado en Mayo de 1861 en el puer-to y á la vista de las olas del Oceano . » Termina,finalmente, las dos últimas páginas, haciendo ob-servaciones sobre tamaña empresa y enumerandoel costo dee las naves, etc ., datos curiosos que de-b.~mos á la actividad del Sr . D . Eustaquio Fer-nandez de Navarrete.

Convengamos en que no es la obra del señorNavarrete, capaz de alcanzar éxito prodigioso, nisuficiente á hacer la reputacion de un literato detalla . No abundan en ella erudicion eg , zcdita, fi-losóficas apreciaciones, originales teorías, doctri-nas severas, concienzudo análisis pero en cambio,¿no está escrita con pasmosa sencillez y con norebuscada concision? ¿Y acaso no es este elmérito principal en la relacion de los viajes? ¿Seprestaba á más el asunto? ¿No hubieran sido no-toriamente empalagosas las frecuentes citas y lasprolijas digresiones? Por lo demás, suficiente-mente probado nos tiene el Sr . Fernandez de Na-

48varrete que posee todas aquellas en sus cüàlida-des valiosisimos libros, y á buen seguro que nopensó él en adquirir con esta obra esa reputacïon,porque hace mucho tiempo que la tenia adquiridajusta y legítimamente .

Don Eustaquio Fernandez de Navarrete nacióen Abalos: se educó en Madrid estudió en todaspartes y toda su vida asombró con su erudicioncon el Bosquejo histórico sobre la novela espaiola,admiró á todos con su prodigiosa memoria con l aResOla liistóricit de la Séde Vascongada llamó laatencion con sus innumerables escritos y serápara el mundo` uno de sus más doctísimos varo-nes, el dia que se conozcan su Historia de la li-teratura y la Historia de Filipinas ya que hoyúnicamente lo es para los que le conocemos.-Entiéndase que nos referimos al hombre lite-rario, no de otra suerte podria ser toda vez quehoy no' existe .

III .Estrañas y curiosas, más, que, importantes y

necesarias, son las veintiocho notas que formanel apéndice y como quiera que la mayor parte delos documentos están copiados-como dice el se-flor Fernandez de Navarrete en su preliminar-decolecciones impresas, creemos escusado y fueradé nuestro propósito el decir una palabra más so-bre ellas .

Apenas consta de treinta páginas la introduc-

49clon escrita por D. Nicolás de Soraluce, y es ver-daderamente prodigioso, el caudal de citas que haempleado, al discurrir sobre la autenticidad delapellido del Cano sobre la inquina que contraSebastian del Cano tuvo Antonio Pigaffeta al que-rer arrebatarle la gloria de tan colosal empresaaparte de las oportunas observaciones que haceen el resto de su capitulo. Todo esto pone, unavez más, de manifiesto los profundos conoci-mientos que el Sr . de Soraluce tiene, de todo loque se roza con las Provincias Vascongadas yprincipalmente con la de Guipúzcoa, que ha si-do, más que las otras dos, objeto de sus investi-gaciones .El Sr . Soraluce es el bibliofilo y bibliomano

más aventajado de las provincias vascas, y ennuestro concepto desempeña, hoy el mismo pa-pel, como historiador, que el Sr . D . Joaquin deLandázuri, representó en Alava el siglo pasadoes el recopilador histórico de su provincia .

El Sr . de Soraluce es más cronista que histo-riador, hacina materiales con más gracia y dis-cernimiento, que filosofa sobre los acontecimien-tos que tuvieron lugar, y que critica la conve-niencia é incoveniencia de estos ó los otrossucesos. Su nombre, ocupará indudablementeuno de los primeros lugares en el catálogo delos historiógrafos vascongados . Merece un apalu-so por la corta biografía de D, Eugenio (loOchoa .

50

IV .«Los recuerdos son la vida del alma » asi em-

pieza el Sr . Manteli, su bibiografía deD . EustaquioFernandez de Navarrete y en balde es que los quesucesos tengan lugar en el momento mismo quelos escribe Manteli tiene el privilegio de conver-tir en recuerdos todo lo que quiere y de trasladará pasadas épocas todas s-as impresiones, patrimonio exclusivo de sonadoras inteligencias .

Manteli ha escrito otro recuerdo, añadiendouna joya más ú «su rica corona de aljofares yrubíes» Está escrito, con el sentimiento y la me-lancólica quejumbre de que ya hemos hecho re-ferencia otras veces . En breves líneas da á cono-cer la historia de la villa de Abalos, que demues-tra conocer tambien como las de sus más ilustreshijos, y al tratar de la nobleza de estos y princi-palmente de la del amigo á quien consagra esterecuerdo, deja á su lado la de la cuna, y hace sólomencion de la ilustre y poco comun que concedeá su familia el hecho de haber sido uno de susmiembros director de la Real Academia de laHistoria por espacio de diez y nueve años, y dela que le dan su ciencia y sus virtudes .

Prueba esto el buen criterio del Sr . Manteli,que, sin cuidarse de pergaminos, sólo aprecia á laspersonas por lo que individualmente son y valen,confirmándonos en esta creencia su parquedadintencionada en citar títi.los y nombres y las pa-

51labras que consagra al conde de Montalembet,en quien reconoce un hombre extraordinario,amante de la ciencia, donde quiera que se en-cuentre .Y aquí comienza á vislumbrarse el carácter

melancólico del Sr . Manteli en sus tristísimasreflexiones sobre la vida del hombre, sugeridaspor la enfermedad de su amigo .

Muéstrase en toda su desnudez al reseñar unapor una las fases de la cruel dolencia que aque-jaba á su amigo, dando lugar á una verdaderaesplosion, al expresar su muerte prematura . Yvese aquí al filósofo y al soñador fantástico, yvese al hombre religioso fortificándose en la fécontra la desgracia, y dando consuelos á la es-posa y á los hijos del amigo á quien vió morir .

Manteli, con esta biografía, ha hecho un precio-so libro, que «pesa mucho á pesar de abultar po-co», segun frase de un renombradísimo escritor .

Manteli nace y se educa en Vitoria, muestramuy jóven, sus aficiones literarias en la RevistaVascongada y otros periódicos estudia soñan-do sueña escribiendo es fantástico, imagina-rio, soñador, inocente, intencionado, melancólico,quejumbroso pero siempre castizo, correcto, poetay literato, y en el colmo de su lírica exaltacionexclama :

«Llamadme soñador, nada me importa . »Sí, tiene razon porque Manteli es soñador cuan-

do habla, cuando atiende, cuando escucha, cuan-

52do mira, cuando escribe, cuando piensa, cuandoduerme cuando sueña siempre sueña, porqueManteli es soñador .

Julio 1872.-Revista de Es,vaîaa .

53

ESTUDIOS SOBRE LA CHINA . (I )

I .Estension del htperio, y de la China propiavte~tte

dicha.-Geografía de la China .-Diversas opiniones sobresu poblacion . -Los mnandchous ó conquistadores.-Divisionde la China.-Diferentes clases de ciudadantos .-Costunmbrcsgenerales .

Este dilatado Imperio, que además de la Chinapropiamente dicha, comprende la Mongolia, elpaís de los mandchous, el Tibet y el TurkestanOriental, tiene una estension de 578,750 leguascuadradas, y se extiende desde los 95 á 126° 52'de longitud E. del Meridiano de Madrid, y desdelos 20° 9` á los 41° 20` de latitud N .

La China propiamente dicha, se halla com-prendida, por el país de los mandchous, y de los

(1) Estos artículos están escritos á los diez y ochoaños, por complacer á mi bondadosa amiga, la distin-guida poetisa D .° Angela Grassi .La mayor parte de los datos están tomados de los tra-

bajos de Don Joaquin Perez Cometo, de la Resepa histó-rica del Gran Imperio de China, de D. Luis Prudencio Al-varez y Tejero-Madrid, 1857 y de la Historia Universalde César Cantú .

54mongoles, por el país y mar de Corea, por losmares de la China y Annaux, el Tibet y el Im-perio Birman .

El sistema de aislamiento de los chinos, impe-dia antes de ahora el acceso de otras naciones" ásu Imperio, y alejándoles de su comunicacion ytrato, hacía desconocidas para todos su organiza-cion, sus costumbres, y cuantas noticias han ve-nido á darnos á conocer despues todo lo referenteá este inmenso pueblo .

Hoy, merced á los trabajos de algunos misio-neros católicos, que han penetrado en el interiordel Imperio, podemos dar noticias detalladas acer-ca de él, que, aunque un tanto exageradas podránreducirse á su justo valor haciendo uso de las ob-servaciones, que, atrevidos esploradores han he-cho recientemente á las antiguas relaciones .

El clima de la China, como situada en la zonatórrida y en la templada, es vario, contribuyendoá este efecto la proximidad de las montañas y ladel mar. El frio se hace sentir en el Norte, peroel verano es muy cálido en el Sur, donde se des-arrollan en invierno, violentas tempestades acom-pañadas de grandes lluvias . Las enfermedadesmás comunes son las calenturas epidémicas y lasviruelas, siendo raras las cutáneas, aunque porefecto de afeitarse la cabeza, son muy frecuenteslas oflalmmaias .

La China, es, en partes llana y en partes mon-tuosa. Sus principales montes sois : el Sian-Pi

55que da ramas, formando los montes Iva, que ávez dan origen á los montes Chau-Si . Al 0 . E. seelevan los montes Chau-Si, y más al S . los Jnu-ling, siempre cubiertos de nieve. Los Pe-ling queforman una especie de herradura, teniendo suslímites casi coincidiendo con el del Imperio . Ypor último los Ma-tia-ling que separan por el S .la China del Annam .

Los golfos principales de la China, son : el deHoang-hay, que, internado despues hácia el N .toma el nombre de Liao-toung, y al S . el de Pet-chi-li .

Sus ríos más notables son : el Hoang-ho, que á25 leguas de su embocadura tiene más de cuatromil pies de ancho, lo que le hace parecer un pe-queño mar, y que despues de un curso de 2,160millas, desemboca en el mar de Corea el lang-Tse-Kiang que tiene casi el mismo origen que elanterior, pero que recorre una octava parte másliácia el S . Estos dos ríos se comunican por uncanal, y reciben varios afluentes, algunos delargo curso .Algunos calculan exageradamente en trescientos

treinta y tres millones de almas la poblacion dela China, y aunque esta opinion parece fundarseen el número de habitantes que viven apiñados,por decirlo así, en las orillas de los grandes ríos,y del gran canal, se destruye considerando quehay muchas y entendidas regiones absolutamentedesiertas .

56La estadística del Imperio, fija la poblacion

del Estado en 145 .000,000 excluyendo el ejércitoy los que no pagan contribucion, de modo quepuede calcularse definitivamente la poblacion en150 .000,000 de almas .

Los mandchous, ó conquistadores de la China,se diferencian muy poco de los chinos, y se losconfunde fácilmente son sin embargo, más ba-jos, pero más gruesos y robustos su nariz, queno es aplanada como la de los chinos, sus ojosazules y hermoso color unido á una barba espe-sa y prolongada, los hace más agradables á lavista de los europeos, que tambien se acostum-bran mucho mejor á la de sus mujeres. Losmandchous desde que dominaron chinos in-trodujeron la costumbre de afei_ ..,, i la cabeza,dejando solamente una trenza laque se llamapen-sse .

La China se divide en diez y ocho provincias,que á su vez lo son en diferentes jurisdiccioneslas ciudades son : de primer órden Fon, Tclhevicde segundo, y de tercero Hien . Encierra la Chinamil quinientas setenta ciudades, y mil ochenta ynueve fortalezas lo que da á las poblaciones laconsideracion de ciudad, no es su magnitud, sinola circunstancia de estar encerrada dentro demurallas .

Pekin, capital del Imperio, ocupada por mita-des, por los chinos y los mandchous, tiene al piéde un millon de almas. Síguenla en importancia

57Nankin, antigua capital, notable por su magní-fica torre de porcelana de 42 piés de elevacion yCanton magnífico puerto comercial, que tienecerca de ochocientas mil almas .

Los ciudadanos se dividen en seis clases : mili-tares, sacerdotes, letrados, labradores, obreros ycomerciales . De la tercera parte . se eligen losmandarines para obtener los empleos ordinarioshay estudios, despues de los cuales se obtienenaquellos por grados .El número de sacerdotes es inmenso, y todos

se aprovechan de la supersticion del pueblo-La clase de los labradores es la más conside-

rada, pero la más pobre, y se divide, en propieta-rios v colonos .

Los mercaderes son en general despreciados,pero muy ricos .

Hay Cambien clase consideradas como infamesentre ellas las de los cómicos, verdugos, carcele- •ros y traficantes del libertinage, pero pueden re-habilitarse abandonando su estado .Las costumbres de los chinos son muchas y

muy variadas, y algunas de ellas llaman con ra-zon, la atencion de los europeos, que no compren-den el fin á que conducen .

El alimento del pueblo, es el arroz cocido ar-ticulo de primera necesidad como el pan entrenosotros, que entra en todas sus comidas en elNorte donde el arroz falta, comen pan de harinade trigo, ó de liabas y galletas .

58Los pobres comen sin repugnancia gusanos,

ratones, y otros animales muertos de enfermo-dad .

Los ricos para estar gordos, que es lo que enla China da consideracion é indica talento, comenmucho y bien, procurando alimentarse de cosasfuertes, como nervio de ciervo, patas de oso, ynidos de salangana . Comen tambien, aunqueocultándose por ser cosa vergonzosa, perros jó-venes que crian al efecto .

Los chinos no usan tenedores, sino unos pali-tos de una madera dura, de hueso ó de marfil,con los que llevan diestramente la comida á laboca .

Su bebida más comun es el té y thouclzwt& ó aguade arroz fermentada, empleando también el pri-mer líquido para corregir la dureza de las aguaspantanosas tan abundantes en aquel país .

El traje de los chinos es conocido de todos, yconsiste en una túnica larga, de seda ó algodon,azul ó negra las botas son tambien de seda ó decuero, muy anchas, pero bien hechas,

Las mujeres visten segun la condicion de susmaridos, pudiendo usar todos sus colores, menosel amarillo limon, que es el color imperial . Eninvierno los trajes son más gruesos, y en algu-nas provincias del Norte llevan pieles para res-guardarse del frio .Las mujeres desde jóvenes se dan colorete,

y se echan el pelo hácia atrás, lo cual las hace

59quedarse calvas píntanse, tambien, de negro lascejas, y trazan encima de la barba un círculoencarnado del tamaño de una moneda de á real .

Estos abusos producen la pérdida del cútis, ylas hace feas cuando viejas .

Desde que nace una mujer se le atan los piescon unas cintas, dejando fuera el dedo pulgar,impidiendo con esto que se desarrolle, y que pue-dan andar sin caer á cada paso .

Estas son las costumbres más generales de loschinos, y las noticias que de ellos tenemos, se-gun los más autorizados escritores .

En los siguientes artículos hemos de tratar dealgunas costumbres especiales y principalmentede la vida social, intelectual y política de estegran pueblo, cuya civilizacion está llamada á ha-cer un gran papel en la historia de la humanidad,y que ha merecido con justicia el sobrenombrede Celeste Imperio .

II .Carácter moral de los chinos .-Su religion.-Derecho

público y privado.-Derecho politico.-Derecho sttercan-til . - Derecho penal.- Tribiaatales .- Ciencia maritima.-Rjército .

Cuantos en sus expediciones han visitado laChina, se deshacen en alabanzas acerca del ca-rácter moral de los chinos, á quienes conce-den sin embargo grandes defectos, debidos á la

60forma de su Gobierno . En general son obse-quiosos. cuando no les guía la indiferenciapacíficos hasta la insensibilidad tímidos y crue-les en sus venganzas interesados y astutos, yalgo hipócritas en medio de su humildad sabendisimular su ódio, si bien son sinceramente polí-ticos, siendo raros en ellos los sentimientos no-bles y elevados .

En los tiempos primitivos los chinos eran mo-noteistas, adoraban á un sólo Dios, rindiendo,sin embargo, culto á los Genios tutelares perodespues personificaron la divinidad en muchosobjetos de la naturaleza, llegando su idolatría áconvertir en semidioses á los hombres célebresdel Imperio .

Tao-ssé, sin desterrar el culto de los Genios,consiguió introducir una religion más elevada,estableciendo que Tao es el hombre del supremo5ér .

Cincuenta años despues de Co2afitccio combatióesta doctrina, logrando ser con el apoyo de losletrados, restablecer la antigua con sus dogmas .

Siguió á esta el culto de José en el siglo pri-mero de la era Cristiana y por último, la dinas-tía reinante ha importado en el país la religionde I37td/a .2, que tiene el mismo origen que la deFoe, aunque forma una secta diferente de escasospartidarios .

En China, los sacerdotes de las diferentes sec-tas, son rivales entre sí, y procuran destruirse

61unos viven en comunidad, son casados y se afei-tan otros hacen todo lo contrario, y todos vistenun ropage de color oscuro, con mangas largas, ysin cuello .

Los europeos les llaman bocazos, y de su pro-pension á engañar al pueblo viene sin duda lafrase castellana eiaga~car á uno como á un chino .

Los templos se llaman mino, y por los europeospagodas están siempre abiertos, y su posicion enmedio de árboles y patios les dá una aparienciaigual á la de nuestros conventos .La religion china prescribe los ayunos públi-

cos, y antiguamente los sacrificios de animales,como bueyes, cerdos, y corderos, pero en el diaúnicamente se ofrecen á la divinidad, frutas, avescocidas y animales pequeños asados, que los ofe-rentes vuelven á llevarse, dando solamente unapequeña limosna .

Algunos escritores han prodigado elogios á loschinos, considerando su pueblo como un pueblo(le sabios, gobernando por leyes perfectas y pormagistrados benignos y probos .

Lo que esto tiene de verdad puede apreciarseobservando la desconfianza con que el Empera-dor vive respecto de sus magistrados, por lo fre-cuente que en ellos es el soborno, el hecho (leobtener los empleos con regalos, lo mal ejecutadasque son las órdenes del Príncipe, pudiendo decirque las leyes son buenas pero mal observadas .

62La forma de gobierno de la China es la monar-

quía pura .El Emperador gobierna de una manera absolu-

ta, y es árbitro de hacer y deshacer' las leyes . Sele respeta hasta el punto de postrarse cuando sa-le, que lo hace raras veces, y es el crimen mayordesobedecerle, aun en la cosa más fútil .

El consejo del Emperador está formado por losColas ó Ministros .

Los Chinos se casan jóvenes y los padres sonlos que arreglan el casamiento . El novio y lospadres de la novia se hacen mútuamente regalos,que son cuantiosos por parte de aquel, y el diade la boda se lleva á la novia muy compuestaen una litera para que la vea su futuro, pudien-do este despedirla sino le gusta y si le agradase hinca con ella de rodillas ante sus padres,comiendo despues juntos y bebiendo en la mismacopa .

El divorcio, aunque raro, es permitido, y sucausa más coman es la esterilidad, pudiendo eneste caso el marido volver á casarse. La infide-lidad de la mujer se castiga con la esclavitud .

La mujer china no goza de la misma conside-racion que la europea carece de instruccion, nopuede comer en la misma mesa que su esposo,ni sentarse á su lado . Cuando son jóvenes pasanel dia bordando, pintando y fumando . Cuandotienen hijos los cuidan mucho, y gobiernan la

03casa sin dejarse ver más que de sus maridos yparientes más cercanos .

En China existe la servidumbre, aunque deuna manera diferente que en las colonias euro-peas .

Se compran y educan niñas para hacer de ellasun objeto de comercio ó de prostitucion .

Los esclavos pueden ser emancipados, y no seles puede obligar á separarse de su mujeres le-gítimas .Una mujer libre puede ser vendida, consin-

tiéndolo ella .Los hijos heredan á sus padres, pero sólamente

en sus bienes, no en sus dignidades .El comercio interior de la China es muy ani-

mado, y se hace por grandes canales y carrete-ras, bastante anchas y festoneadas de árboles,que hacen más fácil la conduccion de las mercan-cías. La traslacion se hace en carruages de dosruedas, sin muelles, y tambien en carretas ycarretones únicamente el Estado tiene para suuso sillas de posta y coches correos, que ningunotro puede emplear .

El oro varía de valor por lo que para los cam-bios se emplea más comunmente la plata y el co-bre la primera se da en lingotes de distintamagnitud, que se aprecian por el peso la mone-da de cobre no tiene cuño, únicamente un agu-gero en medio para ensartar muchas á manera derosario .

64Los mercaderes ya digimos que eran poco con-

siderados, y se desprecia á los que ejercen el co-mercio exterior .El préstamo ó interés es muy comun en la

China, y el tipo llega desde diez hasta treintapor ciento, decretándose los embargos por lasdeudas de esta clase .

El derecho penal de los chinos es muy variadoy extraño el procedimiento es sumario, los pa-los se dan inmediata, pero no arbitrariamente .Además de esta pena hay la de picota, el des-tierro, la sirga en los barcos y la muerte, que nopuede aplicarse sin la confirmacion del Empe-rador.

El homicidio, sea ó no voluntario, se castigacon la muerte. Ley bárbara que hace que los chi-nos abandonen á aquel cuya vida peligra, teme-rosos de que se les achaque su muerte .

Se conoce el derecho de indulto, pero no tancompletamente como en Europa .

La pena varia de forma ó de intencion, pero seaplica siempre .

Los chinos han echado sobre su legislacion unborron indeleble, estableciendo el tormento paracasos determinados, y estendiendo la infamia dederecho hasta la octava generacion .

En las ciudades principales hay cárceles cer-cadas de murallas altas y gruesas, custodiadaspor soplados . En ellas se separan los delincuen-

65tes de los deudores las mujeres de los hom-bres .

Hay seis tribunales encargados de la adminis-tracion de justicia, y otro Imperial ó Supremo,que se ocupa de lo relativo á la familia imperial .Además hay el llamado de los Censores públicos,cuyos miembros pueden aconsejar y amonestaral Emperador, derecho que es comun á los Presi-dentes de los Tribunales orelinarios . Compónensetodos estos tribunales de chinos y mandc/wi s, pormitades, y sus atribuciones se estienden tambiená la enseñanza pública, llamándose sus funcio-narios konau, á quienes los europeos llamanmandarines .

Apesar de que los chinos conocen la brújulatiempo ha, sus buques son pesados, y no manio-bran tan desembarazadamente como los de los eu-ropeos, por eso sus viajes son de corta estension,habiendo habido, no obstante, casos de haberseemprendido el largo y peligroso de Batavia .

Los puertos del Annam, la Corea, Manila y elJapon, son frecuentados por los buques chinos, ysin su preocupacion y temor supersticioso á lasinnovaciones, viéramos con frecuencia por ellos,surcados los mares europeos .

El ejército chino consta de 580,000 infantes y200,000 caballos, repartidos por las ciudades yfuertes de cada provincia, reservándose un nú-mero fijo de tropas mandchozcs para guarnecercon su jefe la capital .

66Los soldados se dedican al ejercicio de la tác-

tica militar durante los plenilunios, castigándosela torpeza de algunos con golpes de bambú, sison chinos, y á latigazos si son mandckous .

Generalmente están armados de sables, espa-cias, picas, mosquetes, arcos y flechas . El sablese lleva á la izquierda, como en Europa, con lacurvatura hácia atrás, en tiempo de paz, y háciaadelante en tiempo de guerra .

En China casi todo difiere de nuestras costum-bres. Su civilizacion no está tan atrasada que nopueda servir en algunos puntos de modelo á loseuropeos, que sin embargo, pueden hacer cono-cer á los chinos las ventajas que nos hacen supe-riores á ellos. Confiamos en que así sucederá, yen que la nacion China ha de llegar á ser unade las más ilustradas y poderosas y abrigamosesta confianza fundados en la nueva organizacionque se está dando al Imperio, y que haremosnotaren los artículos siguientes .

III .Ciencias y artes .-Artes liberales .-,Sisterna tributario.-

Espeetkculos y juegos.-Costumbres especiales .

No son desconocidas las ciencias á los chinos,y aunque siempre se ha creido que era el pue-blo más ignorante en lo que toca á ellas, estu-diando sus libros y oyendo á las personas auto-rizadas de este país, se ha visto que cultivan con

67esmero algunas de ellas, como la geografía, lasmatemáticas, la química, etc .

Ellos nos han dado claras y exactas nocionessobre el Asia Central y Meridional, debiéndoseesto en gran parte á los magos del Imperio . Nues-tros mapas lean tomado de los suyos algunos ar-chipiélagos, antes desconocidos . En tiempos delemperador Khang-Hi se grabaron aquellos ma-pas, que habian sido trazados por los misionerosjesuitas, enviando copias á Europa, en las queabundaban las faltas de traduccion de los hom-bres chinos y mandchous .La georafía del Imperio comprende la topo-0

é hidrografía, y en ella se hace la descrip-cion de los monumentos, de las antigüedades, delas curiosidades naturales, producciones, indus-tria, comercio, agricultura, gobierno, poblacion éhistoria especial de cada provincia .

La astronomía, á pesar de la aficion que loschinos muestran hácia su estudio, está muy atra-sada, y es poco entendida, existiendo un tribunalde origen tan antiguo como la monarquía, lla-mado por los misioneros de las Matemáticas, cuyafuncion más importante consiste en componer uncalendario para toda la Nacion, cuyo encargo seconfia hace tiempo á los extranjeros .Los eclipses de sol y de luna, cuyas causas

desconocen, les originan un terror indescriptible,siendo motivo de luto general .

Los chinos expresan las cantidades de distinto

68modo en el comercio que en los libros, haciéndologeneralmente por medio de cifras que colocan enlíneas horizontales, leyéndose dé, la misma ma-nera que las nuestras . Para calcular emplean unamáquina llamada sou-amplia, que consiste en unbastidor de madera con diez séries de bolas en-sártádas en un alambre, y cuyo valor es de cincolas de arriba y de uno las de abajo . Con el auxiliode esta: máquina verifican fácilmente cualquiercálcùlo y por lo que hace á la geometría y laálgebra las ignoran completamente .

Sus conocimientos químicos están reducidos ála clasificacion de la agua cenagosa, reblandeci-miento del cuerno por medio del vapor de agua,extraccion de toda clase de sustancias, prepara-cion y mezcla de los colores más brillantes, queaplican con los matices más- vivos y agradables,á la seda, al algodon y al papel . Dedícanse asímismo á la fundicion de- metales, especialmenteel hierro, pero sin lograr convertir éste enacero .

La pintura es conocida en China desde antiguo,existiendo algunos cuadros anteriores á la Eracristiana, pero sin que este arte constituya unagloria nacional, que tenga sus intérpretes comoApeles, Rafael y Murillo . Sin embargo, en la pin-tura china domina esa precision que se admira ensus flores, plantas, barcos y todo lo referente á supaís, siendo de notar la facilidad con que adornansus vagillas y sus telas .

69Su escultura es sencilla esculpen con .mucha

destreza la piedra y la madera, pero no .sabenimitar las actitudes naturales por lo demás lascasas tienen poca apariencia esterior, y única-mente el palacio del Emperador, los edificios pú-blicos, los templos, las torres, los arcos de triun-fo, las puertas de las ciudades, las murallas, lospuentes, y los sepulcros, son dignos de llamar laateucion del viajero .

Los chinos tienen libros de poesías, novelas,composiciones dramáticas y obras de moral, ha-biendo sido traducidas al latin y á los idiomasmodernos de Europa las más célebres, comolas de Confuccio, Mencio y algunos otros filó-sofos .

Su literatura es pesada y demasiado fútil, in-capaz de conmover y de escitar los sentimientosdel corazon. Su monumento literario más anti-guo es la coleccion de los King, ó libros canóni-cos, compilados por Confuccio, cuya antigüedadse remonta á veintitres siglos antes de Jesu-cristo .

El Chi-King es otra coleccion de ciento oncecantos populares, cantos de guerra, de triunfo,de compasion, de alegría, panegíricos y sátiras,himnos, odas y elegías .No poseen los chinos poemas épicos, propia-

mente dichos, ni poesías pastoriles, pero sí can-ciones y poesías irregulares y ditirámbicas .Con respecto á la elocuencia, á los ejemplos

70siguieron los preceptos, con lo que se echó áperder, á pesar de los certámenes que á menudose celebraban .

En todos tiempos fué muy apreciada la músicaen China, sobre todo la religiosa, que se usa entodas las ceremonias solemnes pero sus instru-mentos son raros y extrañan á nuestros oídos,espresándose las notas por medio de caractéres .

Se han exagerado mucho las rentas del impe-rio, y ascienden próximamente á tres mil millo-nes de reales, procedentes del impuesto territo-rial y personal, de los derechos de aduana, de losde la sal, carbon y otros géneros, y de los (le laseda y otros tejidos .

El patrimonio del Emperador consiste en vas-tos dominios que le producen inmensas rentas,consagradas al sostenimiento de su casa .

Los gastos públicos consisten en los sueldos delos mandarines, el sostenimiento del ejército yde la marina, y el fomento de las vías de comuni-cacion, canales y fortificaciones, quedando siem-pre un escedente que se conserva en las cajas delas ciudades .

Aunque los chinos gustan mucho de represen-taciones dramáticas, no hay teatro público per-manente. Cuando los particulares quieren tenerun esl+',,ctáculo, se asocian para disponer de sulocal y pagar á los cómicos . Los ricos lo tienenen su casa, y las comedias son el asunto obligadode los convites . Las mujeres no salen á la esce-

71na, y sus papeles son desempeñados por jóvenes,abusando mucho de los genios, aves y animalesque hablan y pasean .

Los chinos han tenido tambieu sus espectácu-los de títeres, saltimbanquis, volatines, danzari-da y escamoteadores, si bien muy inferiores á losde Europa .

El espíritu de avidez de los chinos los haceaficionados á juegos de azar, hasta el punto dellevar consigo los dados ó el juego de cartas . Lagente del pueblo juega al Tsici-naoey, juego pa-recido al de la mona, en que se castiga al quepierde á beber vino y aguardiente, terminándosecuando todos están ébrios . Las personas distin-guidas juegan al ajedrez de un modo distintones de cuerdel nuestro, y á las damas, cuyosjuegos son muy apreciados .

Los chinos procuran esmeradamente librarsede todo accidente desgraciado, cuidándose muchode la conservacion de sus miembros, y procuran-do morir sin que les falte ninguno .

El regalo más apreciado del padre al hijo con-siste en un ataud magnífico que se barniza pordentro y se blanquea por fuera . Los cadáveres,luego de colocados en el ataud, se cubren conuna tela blanca y se colocan en una sala tam-bien tapizada de blanco . El cadáver permanecevarios días en la casa y cada vez que llega unamigo á expresar su duelo prorumpe la familiaen gemidos lastimeros .

72El cortejo fúnebre es pomposo se colocan en el

túmulo velas perfumadas y banderolas de papel,se queman papeles dorados y figuras de hombresy caballos, y despues de hacer el elogio del di-funto, comen manjares que le han sido ofrecidos,y se postran silenciosamente delante del féretro .

Los cementerios están fuera de las poblacio-nes y situados en alturas, se hallan plantadosde cipreses, y adornadas las tumbas con colum-nas y figuras esculpidas .

A la tercera luna del año, que cae en Abril, sevisitan los cementerios, y se hacen las reparacio-nes necesarias en los sepulcros repitiéndose lasceremonias practicadas en las exéquias .

Los chinos nunca se quitan el gorro para salu-dar, únicamente dejan caer los brazos insensible-mente, doblan las rodillas hasta el suelo, y pro-nuncian algunas palabras corteses, pero frías .

Cuando se habla á un mandarin de alto grado .hay que arrodillarse y bajar tres veces la cabezadelante del Emperador se renueva esta ceremonianueve veces en tres intérvalos . Tan molesto sa-ludo, llamado K'ceon-teoi&, se repite ante las co-sas enviadas por el Emperador, y ante los obje-tos que al parecer le representan .

73

IV.

Flora y Fan ta zooldgiea .-ylinei ales . -2lfaitttfacturas,-Intprertta.-htstrrcciort p iblica.-Lengua g escritura de losclci~tos .-tlfoi•n l de los r~tisntos .

Gracias á la variedad de su clima, la China pro-duce infinita diversidad de vejetales en la partedel Norte se recoge trigo, y al Sur es abundanteel arroz, pudiendo decirse que en su suelo se en-cuentran casi todas las producciones de las re-giones templadas y cálidas de Europa, y muchasotras indígenas del Asia, que nos son desconoci-das. Tienen :peras, manzanas y albaricoques abri-deros, aunque la variedad de frutas de una mis-ma especie ó familia no es tan grande como enEuropa .

No tienen buenas cerezas ni guindas, pero suuva es excelente sin embargo, no saben sacar deella buen vino, usando generalmente el membri-llo y cierta especie de sidra hecha con manzanasambas bebidas son deliciosas . Los chinos tienenpor mejor fruta el le chita, que tiene la figura deun dátil, algo mayor y parecido á nuestras ci-ruelas pasas . La que la China llama reina de lasflores, í)lont-ar ó Alentar, es sin duda la máshermosa, no es muy grande, sus hojas de un co—lor amarillo subido se convierten en rojas claras,su aroma es esquisito y suave .

Las maderas de construccion m--,',s abundantes

74son : el camagon, alintato, ébano y el tse-tac ómadera rosa para los muebles preciosos y delica-dos, y el árbol del hierro de la madera más fuer-te y dura que se conoce pero sobre todo, el bam-bú, que tanto abunda y de tan inmensa aplica-cion. Las yerbas más comunes son el pet-say,excelente para comerse, el tabaco, el I4onlii¿g, cu-ya propiedad es ennegrecer el cabello y el f nsing,yerba estimada por sus propiedades medicinalesespecialmente para los dolores violentos .

fflLas montañas de la China están cubiertas de

estensas selvas, que sirven de guarida á muchosanimales montaraces. En el Mediodía se encuen-tran elefantes, rinocerontes y monos en todo elImperio, lobos, zorras y linces en las comar-cas montuosas poco frecuentadas el la, ó ani-mal que produce el amizcle, la gamuza, el al-gali, y en las altas llanuras asnos silvestres, ga-celas y otros antilopes . Se crian camellos y otrosanimales domésticos, especialmente cerdos, cuyacarne es tan apreciada como en Europa .

El mar y los ríos abundan en pescados, y loschinos adiestran para la pesca una especie decuervos marinos, que aprenden á llevar á su amolo que cojen . De China es esa especie de carpapequeña de color rojo que solemos tener en nues-tros estanques, y que ellos cuidan con singularesmero .

Las montañas de la China encierran toda clasede metales, á cuya esplotacion, especialmente la

73del oro y la plata, se opone el Gobierno, permi-tiendo sólo coger las que arrastran los ríos ensus arenas . Las minas más abundantes son las dehierro, plomo y cobre éste último ofrece una va-riedad llamada petoitg, (cobre blanco), á causa desu color, es de mucha finura, y sirve como nues-tro laton para toda clase de utensilios . La hulla yel granito abundan en todo el Imperio, así comoel lápiz-lazuli, pórfido, cristal de roca, mármol yjaspes. Se halla tambien mercurio con bastantefrecuencia .

El origen de las manufacturas de seda y algo-don en la China se pierde en la oscuridad de lostiempos sin embargo los anales del Imperio daná conocer la época en que el algodonero se tras-ladó de la India á las provincias meridionales dela China . El arte de fabricar las telas de seda yalgodon, y en general, toda la industria de aquelpaís, ha conservado constantemente los mismosprocedimientos .

En sus manufacturas de papel los chinos em-plean la paja del arroz y de los demás granos, lacorteza de morera, el algodonero, el cañamazo, laortiga, y otras plantas, además del trapo . El pa-pel que fabrican, por su finura y estension, puedecompetir con el mejor de nuestras fábricas .

La China, cuya civilizacion está muy lejos dealcanzar á la de los europeos, posee sin embargomedios y elementos de conseguirlo-

Desde el siglo X era conocida entre ellos la ¡ni-

7 6

pronta, y para ella usaban planchas de maderagrabadas, empleando una tinta particular . Laprofesion del impresor era libre, lo mismo que lapublicacion que los particulares hicieren por sucuenta de sus obras .

Los chinos no conocen los periódicos

sin em-

bargo, se publica en Pekin una Craceta, que esel órgano oficial del Emperador, aparece cada dosdías. Otra especie de publicacion, conocida por elAlmanaque de la Córte, algo parecida á nuestraGuía de Forasteros, tiene por objeto hacer saberlos nombres de todos los funcionarios del Imperio .

En China, como el estudio es un medio de con-seguir honores, existen pocas aldeas sin escuelas,y las hay en todas las villas y ciudades . El Go-bierno no atiende á los gastos de ningun colegiode provincia, sólo sostiene el de Pekin, donde seeducan los hijos de los grandes y de los manda-rines. Los ricos tienen maestros particulares, cuyotítulo es honroso, especialmente si son Doctores .Desde la edad de cinco años los niños asisten á laescuela dos veces al día, dedicándose á aprenderlos caractéres . Despues se ejercitan en escribir, loque verifican calcando los caractéres, ó pasándo-los con tintas, siguiendo exactamente sus contor-nos, ó trazándolos en una tablilla blanca y barni-zada, que despees se lava .

Se escribe con pinceles con pelo de conejo conmango de bambú, y los colocan perpendicular-mente trabajando con los dedos .

77Hay exámenes públicos, en los que se confieren

distintos grados, hasta el de tsin-sé ó Doctor .Aunque los cultivadores y obreros no tienen

tiempo ni medios de instruirse, puede asegurarseque hay más que sepan leer y escribir que en Eu-ropa .

La lengua china no tiene, como las demás, eti-mologla y sintáxis, solo esta última, porque loschinos fundan las relaciones de las partes del dis-curso en el encadenamiento de la idea . Así unasimple alteracion en el acento, unaa pronunciacionrápida cambia el significado de una misma pala-bra. La lengua china carece de las articulacionesb, d, r, x, z . Su escritura ha tenido un largo pe-ríodo de desarrollo en el que ha seguido todas lasfases de los primitivos inventos. En su principiofué simbólica y geroglífica, cuyo carácter conser-va hoy en su mayor parte, siendo el número desus letras de cincuenta y seis mil, segun otros,setenta mil .

Como el idioma del Imperio se presta tan pocoá escribir largos discursos, todos sus libros demoral, consisten en máximas y sentencias, ano-tadas y recogidas desde muy antiguo, siendo enellas de admirar el laconismo y la precision másenvidiable. No podemos resistir al deseo de tras-cribir aquí algunos trozos de sus sentencias, yaque siendo este nuestro último articulo sobre loschinos, queramos mostrar lo que son en su modode sentir y expresarse .

78

El libro t)ling-Sing-Kiezt, que en español sig-nifica Espejo precioso, contiene, entre otras, lassiguientes

MÁXIMAS CHINAS.

-41 virtuoso, al bueno, colmará el cielo de bienesal malo, le llena de males .

La vida y la muerte tienen tiempo determinado yfijo .

La verdadera felicidad y riqueza no están en latierra .

Quien conoce sus faltas, sin duda se enmendaráde ellas la dificultad consiste en conocerlas .

La boca y la lengua son la puerta de todos los da-

los y males. (1)

ilfejor es ser pobre sin ruidos, que rico con ellos .

Entre un socorro y un consejo, el socorro es elprimero .

(1) Equivalente á nuestro vulgar proverbio : Por laboca muere el pez .

79

Tres cosas bastan para, que un juez sea tenidopor bueno, y lo sea .

Primera: integridad, rectitud y pureza .Segunda:vigilancia, cuidado y laboriosidad .Y tercera: observancia de la ley, y hacer que to-

dos la pardea .

1870.-Correo ile la Afoda .

80

CERVANTES Y EL QUIJOTE

'Por 0 . fraticirca M . 'Clllbino .

Despues ha publicado don Fran-cisco M. Tubino, El Barrio de las musas,Cervantes revolucionario, uno de los artí-culos de más esprit que tiene su inspi-rado autor y en el que á vuelta de mil ymil rodeos, no se encuentra-una vez jus-tificado el epígrafe-más que la prueba dela mucha estima en que siempre tuvieronlos extranjeros á nuestro célebre IngeniosoHidalgo. Aliaga, presunto autor de D. Qui-jote el dalo que es la historia sintetizadadel P. Fray Luis de Aliaga . Aliaga no esel autor del Quijote en que prueba sufi-cientemente, apoyado en los historiadoresCarrillo, Andrés de Uztarroz, Murillo,Blanco de Lanuza y Ballesteros, que nofué Aliaga, ni pudo ser, el autor que bajoel seudómino de Alonso Fernandez deAvellaneda, publicó la segunda parte delQuijote

Fermin Herran en el artículo El Inge-nioso Hidalgo Don Quijote de la Manchapor Miguel de Cervantes Saavedra y los Cer-vantistas, publicado en el número 25 deMuseo correspondiente al 23 de Abril de1872.

Cuando merced á concienzudos estudios y lar-gas peregrinaciones, hechas por distinguidos li-

81

teratos, con el objeto de averiguar quién era elautor que publicara el segundo tono del Ingeniosohidalgo don Quijote de la illancha, se habia conse-guido de una manera clara y terminante averi-guar el verdadero nombre ciel que se ocultara ba-jo el seudónimo de Alonso .Ferriea7cdez de Avella-ii.eda, aparece D . Francisco I l . Tubino en el pa-lenque literario y con la publicacion de sus escri-tos sobre el asunto objeto de la cuestion, con-sigue-como luego probaré-negar fundadamentelo que aquellos habían sentado y probar de unamanera satisfactoria que Fray Luis de Aliagano es el Fernandez de Avellaneda á que se re-fieren .

Empezaron á decir : Mayans que bajo el seudó-nimo se encerraba un alto personage, ó un sugeto«bajo y despreciable Murillo que era eclesiásticoRios que escribia comedias Pellicer que habíanacido en Aragon y le considera religioso de laOrden tercera Navarrete haciéndose cargo perotergiversando, las palabras de los anteriores re-buscadores, denigra al afamado novelista, pre-sentándole tímido y cobarde, cuando á excesivaprudencia y juiciosa discrecion solamente debieraatribuir su conducta Cea Bermudez se atreve áasegurar, fundado en documentos relativos áCervantes que habia descubierto en el archivo deIndias de Sevilla, que Avellaneda es Juan Blancode Paz, opinion que desecharon ó al ménos ad-mitieron con gran reserva Navarrete y Clemon-

c

8*2

cin . Castro en 1816 estampa en su libro «El Con-de duque de Olivares y el Rey Felipe IV» que elfalso autor de Don Qrcijote no es otro que FrayLuis de Aliaga y con estos datos y otros más cu-riosos é importantes y pasando por una série (levacilaciones y dudas, se declaran partidariosde la especie divulgada por Castro, Gallardo,Rosell, Barrera, Hartzenbuch, y FernandezGuerra .

A exponer y rebatir estas ideas van destinadoslos ocho primeros párrafos que forman el capítuloprimero cuyo epígrafe es : Ceirtvarites y Luis (leA llaga y en ellos no se sabe qué admirar mis, si,la condicion de que hace gala el autor de tllzorilfo,

ó la crítica con que desmenuza y destruye todoslos argumentos de sus contrarios . Si los nume-rosos datos que expone son verdaderos como pa-rece probarlo con escritores de otra época, ya lohe dicho antes de ahora, Tubino prueba i) mi en-tender suficientemente que Aliaga Do es el quese oculta bajo el seudónimo de Fernandez (leAvellaneda .

Se ocupa en el párrafo I de la Ahaivicion delfal-so doit Quijote pinta la situacion de Cervantes, ydiscurre algun tanto sobre el objeto y mérito delfalso do)¿ Qi&ijote, manifestando sobre lo primeroque el tal Avellaneda alentaba grandes y dilatadaspretensiones literarias y en cuanto á lo segundoque no le faltaron inventiva, talento, letras y doc-trinas, siquiera careciese de gusto, la cualidad,

8 .3quizá, más relevante del herido soldado de Le-panto .

Los críticos eiz busco, del autor anónimo titula alII exponiendo sintéticamente todas-hasta las másabsurdas-ideas vertidas sobre el asunto, salien-do más (le una vez en defensa del escritor objetode su libro, á quien en no pocas ocasiones dejanlos críticos mal parado, á cambio de hacer triun-far la especie por ellos apadrinada .

A la biografía apócrifa (te ABaga que ocupa elcorto párrafo Ill, contesta el ilustrado Tubino conla biografía auténtica de A Baga contenida en el IV .

El V más estenso que los otros, es tambien elde más importancia en él desecha como insos-tenible el que Aliaga fué motejado desde niño conel apodo de Sancho con el buen sentido refuta vic-toriosamente la apreciacion que hicieran anterio-res escritores, asegurando que Aliaga concurrió álas justas de Zaragoza con la autoridad de Car •-rrllo, Murillo, Diez de Aux, Ustarroz, Antonio,Velasco de Lanuza, Ballester, y Madalena, niega,que Avellaneda fuese escritor y poeta, y terminaexponiendo la imposibilidad de que sea de Aliaga .La Venganza de la Lengua espaicola, pues estandobasada sobre el Ovento de Cuentos de Quevedo, yno habiéndose publicado éste antes del año 1628mal podia Aliaga publicar su Venganza el alío1629, esto es, tres años despues de muerto .Minuciosamente prueba en el párrafo VI que el

,fin en» que se ".çeribió el Qifijo/,e apócrifo fué ante

84todo «probar que podia escribir un libro de la ín-dole del cervantesco, con tanto gracejo, aticismoé inventiva y de iguales tendencias literarias, »pero á lo que tan de manifiesto pone el Sr . Tubinodebe unirse en mi concepto-y siento discrepardel pensamiento del autor del libro de que meocupo-un deseo de venganza contra Cervantesque se evidencia en todas las páginas del prólo-go que puso Avellaneda en la segunda parte deDora Qtaijote, publicada por aquel en 1614 .

Una profunda y filosófica escursion por cl cam-po de las ideas que constituian la manera de serliteraria de la edad media y principios de la mo-derna, hace en el párrafo VII que intitula éxitodel Quijote.-Los ¿?rulos.-La desveiatiai ,2 de Cer-vantes . En él se ocupa de censurar la inquina deque estaban poseidos la mayor parte de los escri-tores de nuestro siglo de oro, contra nuestro pere-grino ingenio . Todo lo cual hace que sea este unode los en que más se echa de ver, esa crítica fi-losófica que tanto admiramos en el seílor Tubi-no. Y termina este capítulo con el res~íuien dee to-do lo espuesto, en el párrafo VII .

Tal como lo hemos sintetizado el capítulo pri-mero, es indudablemente, el mejor del libro, y deun valor tanto más subido, cuanto que en él seplantean y resuelven quizás, cuestiones importan-tísimas, que darian lugar á notables controver-sias, si no fuesen tan contundentes y acabados losdatos y la razones iilegadas, que inutilizan com-

pletamente á los que disientan de las opiniones delsevillano publicista, que son en ni¡ concepto lasverdaderas como he tenido el gusto de manifes-tarlo, mucho antes de que viera la luz el libro Cep-varates y el Qrsijote .

El Barrio de las 31,usas ó ele Cercantes viene ácontinuacion, y si bien no estoy conforme con laobservacion del notable crítico Sr . Revilla, acercade la inconveniencia é impropiedad de colocar estecapítulo, en el libro de que me ocupo, no puedodejar de manifestar que hubiera deseado verle enúltimo lugar, porque tiene ménos importancia yrelacion cervántica que los demás que forman elresto del apreciado volúmen .

En el Barrio de las ilusas el Sr . Tubino, con unapasmosa erudicion, señala la aficion decidida quela mayor parte de nuestros grandes hombres, hantenido quizás inconscientemente, á vivir en lascalles que habitaron nuestros grandes ingenios delsiglo XVII y especialmente el inmortal soldado deLepanto .

De tres párrafos se compone el capítulo III y enél resuelve la cuestion del sentido oculto del Qui-jote expone primero, doctrinas ajenas, sienta lassuyas en el segundo y rebate aquellas en el ter-cero que ocupara mejor el lugar anterior sino ter-minase con un pensamiento que es objeto princi-pal del capítulo .

Escusado es, que Gaiton, Jarvis y Rios malgas-ten el tiempo en probar, cl primero, que, el Qui-

joto se escribió pala satirizar tí sus contemporá-neos y perseguir al catolicismo, atribuir Jarvis áCervantes sus ideas morales y religiosas, y sella-lar Rios semejanzas entre el Qitijole y la llizdaescusado, tambieu . que entendidos críticos entroellos Bosole preteuaau encontrar una doctrina eso-térica aprovechando ocasion semejante para haceralarde de las propi t.c ideas crcr~ŕaudolas arbitraria-vteítte é la caeíttz aá í original porque el seflor Tu-bino, poniéndose en el verdadero lugar y en ter-reno firme, y colocándose al lado do los gitc ate-itiémtdose al texto d , la obra, eítteítrliéítdola y apre-eiciítdola como Cerc a ttes lc,iso que se entendiese yapreciase, abrrtzaroít el lctaadablepropósito (le gaila-tar sus bellezas oí íítica.c, ya dctcí'íítütr~ndolas Pe) ,s-pic-tu~mente discí'etantente, oí'ra realizr ndolas pormedio de las explicaciones 9)¿(%v pruebadespues de hacer referencia á los Papeles de Esta-do en donde paree,-, se afirmaba que el Quti jote erauna inventiva contra ciertas eminencias contem-poráneas, apoyado en la negativa que de la vera-cidad de tal espacio le diera el respetable lustoriut-dor Tomás Gar, que la «donosa novela no es másque un libro ele honesto pasatiempo colocado ensitio preeminente en el aprecio universal, -raciala las singularísimas dotes quo le avaloran . »

Tiguraseme, sin que vaya por eso tan allá, có-mo los utopistas bibliófilos ya citados, que pueda,admitirse que el Quijote está lleno ele alusiones ánotables personajes que por aquel entónce,, figu-

raras, sin que esto sea argumento favorable á re-bajar en lo más mínimo el mérito de tan singularobra y esto se confirma y fundamenta mucho mássi se atiende á que natural era y hoy lo es, que alatacar despreciables vicios que dallan á una insti-tucion, se censure quizás, más acremente queel vicio mismo, al que es origen de su entro-uamiento .

Este capitulo es, quizás en el que más conoci-miento del Quijote demuestra el Sr . Tubino, y tauacabadamente retrata á Cervantes que, no resisti- •naos á la idea de trascribir el siguiente elocuentepárrafo :

«Como artista, pertenece Cervantes á su siglocomo pensador, á la posteridad . Con el pincel y loscolores traza magistralmente el retrato de la Es-paiia contemporánea cuando esmalta su obra dereflexiones morales, abandona la region en que vi-re_, y se espacia en los dominios do lo porvenir,llevado en alas de una intuicion portentosa, yejecuta esto sin deliberado acuerdo en la conse-cuencia nécesaria del talento, siempre que se re-monta á las alturas del genio . Posee Cervantestoda la filosofía moral de su época, y además elgérmen do lo que esa filosofia habrá de ser en lofuturo .»

«Conocedor discreto del corazou humano, sabeHerir sus más delicadas fibras y arrancarle ecosprofundos y sorprender sus secretos educado enla ruda eacuela del sufrimiento, testifica una es-_

perieucia que encanta por la melancólica suavi-dad con que se impone. Ríe y llora, baja á las po-sadas y huella las alfombras palaciegas, discutecon las mozas del partido y con las damas de másalto copete, tiene r •asignacion para todas las des-venturas, salida para todas las dificultades, res-puestas para todos los argumentos, solucion paratodos los problemas, consuelo para todos los in-fortunios si aconsee• a, sus palabras aparecen au-torizadas por la buena fé de mayor quilate si dis-curre sobre las gra - ules cuestiones de la vida, sonsus pensamientos aireas sentencias que merecíanentallarse en dur-)s mármoles y finos broncesrinde culto idolátrii o á la virtud, á la razon y alderecho y la independencia del alma antójaseleencumbrada y sup('rior aristocracia . Su héroe, aunen los trances más duros, no doblega la cerviz,como él no la inclinó jamás, ni bajo el peso de lainconsiderada injusticia, ni ante la satánica va-nidad del poderoso, prefiriendo el pedazo de panotorgado por el cielo clemente, que no la hartura,si esta encadenaba la voluntad en los hierros dela ajena dependenc.ia .)

De ménos importancia que el anterior es el ca-pítulo IV, en que para poder juzgar atinadamentela situacion y propósitos de Cervantes al escribirsu Inge ioso Hidalgo, historia el Sr . Tubino muyá la ligera algunos acontecimientos notables enlos fastos de la caballería andante, censura el te-naz empeño con que defendían los nobles de la san-

tiag re y del talento el quijotismo que entónces d omi-naba y aprovecha ocasion tan oportuna para des-cargar sendos y triplicados golpes sobre la cons-titucion actual de nuestra sociedad y más espe-cialmente á las reminiscencias que de la antiguaconserva, terminando con el problema-propio delas especulaciones de la filosofía-«Cervantes con-cluyó con la caballería andantesca de los librospero ¿consiguió matarla en la sociedad española?¿No alienta en ella su espiritu modificado por losprogresos y mudanzas de los tiempos?

Llógame el caso de examinar el ultimo capítulouno de los de m :is importancia que contiene el li-bro Ceîea~aies y el Quijote . que con el título de¿ Y ccesita el Quijote co~~aeitiuc ios? abraza dos ex-tremos y en otros tantos p :trrafos se divide, pa-ra de esta manera poder estudiarlos con la debi-da separacion pero no sin guardar una relacionjusta y legítima .

Se ocupa en el primero del asunto á que hacereferencia en el epígrafe del capítulo, y una vezconcedido que el Qnijntc necesita comentario es-pone en el segundo «el carácter que debe tenerel comento, si su utilidad no ha de ser mínima,mentida ó problemática.»

Opina el seiior Tubino que cuando salió á luzel Quijote, bastaba un mediano discernimientopara comprender la fábula completamente realy que como aseguró Fária y Souza «apenas sitenia acecion perdida ó acaso sino ejemplar, ó

abierta, ó satduica, ú figuradament » y buonaprueba de todo ello, es el que desde el momentoque pasó al público dominio fueron gsilatadoscon bellezas Y «entendida la enseiuanza directade que era mensagero .»-Consecuencia de lo cuales la inutilidad del comento . Pero mudados lossentimientos, alteradas las creencias, reformadacompletamente la apreciacion de las cosas, hoy esnecesario del auxilio de los doctos que nos pre-senten los sucesos con la relacion que entóncestuvieran y que como verdad presente no necesitóde ensefíanza .

El Sr . Tubino reconoce la necesidad de un co-mentario, pero un comentario que no esté redu-cido ó censurar faltas gramaticales, decir que talfrase es arcáica ó exótica, enaltecer las descrip-ciones pintorescas y aplaudir las imágenes bri-llantes y los párrafos >'l'R11(1110C11'

9 1Gaston, Clemencin y tantos otros como han dedi-cado sus desvelos á la obra del valeroso y des-graciado soldado de Lepanto .

Termina el precioso tomo que es objeto de misobservaciones con Lrc ~S'epu7trc~ r~ de Cervantes ca-pitulo en que discurre sobre laa misera existenciaque llevó aquel ingenio en sus últimos arios algose refiere al acto de profesar en el convento delas Trinitarias su hija Bolla Isabel, y principal-mente narra el entierro del cadáver de Cervantesllevado á electo el dia 24 de abril do 1616. Dejavagar en algunos momentos i su fantasía-que co-mo meridional ha ser brillante-y describe conmano maestra las impresiones que siente su co-raaon entusiasta al examinar aquellas sepulturas .

Lleva el libro por apéndice 66 ilustraciones ynotas que sirven para confirmar una vez més ycon mayor fundamento los asertos hechos en elcurso de la obra .

G'e v cates y c Qicijole es cligne parto del dis-tin'uido autor due le publica . En él, el Sr . 'l'e-bino no abandona. un sólo momento l_L crítica fi-losófica cine tanto echa de ménos en sitios lu-'ares necesarios . Erudito se muestra siempre quelo necesita y á pesar de las numerosas citas queen determinados capítulos liace, puedo asegurarsin temor de equivocarme, que nunca aparecepesado y mecho menos difuso, tal es el método,claridad y ocasion con que estén expuestas .

Por otra parte el que pediera asentar como de-

f'ecto, es indudablemente el título de más valiadel libro . La mayor parte de las cuestiones quesuscita en él, principalmente en los capítulos1, 111, IV y V, son de una importancia por todosreconocida motivo dan todos ellos, más que su-ficiente, para un libro de mayor tamaño que elque forman todos los capítulos juntos . Sobre al-guno de ellos se ha escrito, sirva de prueba «La15'epulti r•a de Miguel de Cervantes» del marquésde Molins .

¿No era, en verdad, un obstáculo grandísimo,para el Sr . Tubino el tratar puntos sobre los quemucho se había dicho ¿No estaba espuesto .'i serplagiario, sin quizás saberlo Todas estas obser-vaciones justísimas no sirven sirvo para ensalzarmás y más el libro que tal novedad presenta enlos asuntos, y que de tal manera destruye lo queotros cervantistas sentaran con pruebas snfcien-tes .

Añadir una palabra, seria quitar el placer do sa-borear sus innumerables bellezas, pero se meocurre terminar con una pregunta .

Si el Sr . D. Francisco M . Tubino reconoce lanecesidad de un comentario filosófico, que todavíano se ha escrito, ¿no seria un delito de lesa-litera-tura, de cuya comision debiéramos pedirle estre-chas cuentas todos los amantes del Quijote, que él,investigador incansable, crítico filosófico y eru-dito, como nos lo ha probado en su Alzcrillo, Pa-blo de Céspedes, El arte y los artistas conten!por(i-

93ateos entusiasta como el que más, no diera cimaá una obra que indudablemente seria el comple-mento de su bien adquirida reputacion científicay el floron más preciado de su ya tan nutrida co-rona literaria

Reciba mi cordialísimo amigo una cariñosa en-horabuena, A que se ha hecho acreedor por su úl-tima obra y no eche en olvido la última preguntade mi artículo .

1872 . RI lhcseo.---Irurac-Bat .=Boleti~c Re-vista del Ateiteo (le V&lentcia .

4

EDUCACION DE L A MUJER. (1)

No es vana la pretension que tenemos de tratarsobre un asunto tan traido y llevado como la edu-cacion de la mujer hombres sensatos y eruditoshau empleado sus bien cortadas plumas en sériasdisertaciones sobre lo que á la mujer convieneHacer y evitar para conservar su influencia yatractivo, sin perder nada de su delicadeza y sen-sibilidad .

Por un contraste delicioso y encantador vanunidas en la mujer la debilidad y la hermosura, yes verdaderamente deplorable que la falta de cui-

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(1) Los tres artículos titulados : h'duteacio t de la llnjeî-Física, floral ¿lttelecleul, están dedicados á _las ama-bles y simpáticas señoritas Natalia y Laura Saracibar ámi queridísima hermana Concepcion, á la señora D . 1 J . . .R. . . y á Zuleyma Fátima, seudónimo bajo el cual encubrouna mujer tan hermosa como angelical . Están escritoscuando no habia cumplido diez y ocho años y se publica-ron en El Correo ele le lfnde . El lfr<seo ql la lleriposa .

9 .J(lado y prevision haga que la una sea mirada conindiferencia, y la otra sea causa de un sin uiime-ro de desdichas .

Para protejer la una de la perniciosa influen-cia de mil variados efectos, y defender la otra delos ataques de accidentes de diverso género,conviene no echar en olvido las varias reglas quesobre esto se han dado, ,y- que nosotros sólo es-planaremos, añadiendo de intento algunas otrasque la experiencia y la observacion nos han he-cho tener en cuenta como dignas de estudiarsey practicarse

En la mujer, como en el hombre, hay unaparte física é intelectual, y una parte moral áuna y otra deben llegar los esfuerzos de la edu-caciou, y de una y otra vamos á ocuparnos, lha-riéndolo en el articulo de hoy de la

EDUCACION FÍSICA .

La mujer m.'¡s Hermosa, si no tiene educacionsi carece do esas (lotes que hacen apreciar en altogrado sa talento natural, su dulzura y su sensi-bilidad es un ente insoportable para la sociedad,así como el diamante de más tamaño y de géneromás codiciado, se hallaría reducido al valor deuna piedra cualquiera sin los trabajos de abrillan-tacion y pulimentacion .Estos trabajos son como la educacion (lo la

mujer, y el diamantista y lapidario estón repre-

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sentados por los sacerdotes y los maestros encar-gados de aquella .

Demostrada la necesidad y utilidad de la edu-cacion, debemos investigar los diferentes objetosá que debe referirse, haciendo sobre cada uno lasoportunas observaciones que nos sugiera la re-flexion sobre los mismos .

Empezaremos por el vestido .Sucede con frecuencia que en esta parte tan

esencial para la economía humana, se atiendemás al lujo y á la elegancia, que á la comodidady á las reglas higiénicas . De ahí que la Moda,esclavizando bárbaramente á los que á su capri-cho se someten, produce, cuando se exagera, re-sultados funestos . No es esto decir que la Modaen sí sea mala, porque no pretendemos que hayaen las diferentes prendas de vestir una monoto-nía tal, que prive hasta demostrar aquellas gra-cias naturales que pueden admirarse sin faltar aldecoro debido . Pero, cuando en vez de seguir susprescripciones siempre prudentes, se lleva laexageracion, más allá de lo por ella prescripto,no podemos ménos de lanzar, no contra la Moda,sino contra sus exageradores devotos, los anate-mas de la higiene, y algunas veces de la moralofendida .

Decimos esto porque la Moda, tan injustamentezaherida por algunos escritores, no puede indicaresas monstruosidades en el vestido, que hemos te-

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niolu ocasion de ver en algunas personas del be-llo seso .

Nadie puede aplaudir que el uso de los corsésse lleve tan contra las leyes de la higiene, queparezcan las que lo usan como engarrotadas yoprimidas por sus finísimas varillas, ni que elcalzado sea para ellas el tormento de la cuñausado por la Inquisicion .

Y si esto lo hallan pasadero, y lo sufren conplacer, por tener el gusto de presentar un talleesbelto y flexible, y un pié pequeflo y pulido,no se comprende cómo pueden decidirse á em-badurnar su rostro de colores blancos y rojos, queles hacen aparecer pálidas ó sonrosadas, perosiempre diferentes del o que son, porque el sudor,mezclándose con estos afeites, marca en sus ros-tros enormes lamparones que las hacen feas .

Priíebese á esas personas que sus colores na-turales son sus mejores gracias, que el tener unpis' grande y un talle demasiado ancho no es undefecto, y se las verá renunciar á estos aliños,quo destruyen su salud debilitando su inteligen-cia por los padecimientos .

La mujer, más que el hombre, necesita haceralarde de la más esquisita limpieza, porque si esrepugnante un hombre tiznado, con los cabellosen dosórden y hediondo en sn traje, ,.qué no se-rá una mujer

La limpieza, pues, es un punto capital de laeducacion do la mujer, y sí él deben dirigirse lo ,

98cuidados de los padres y encargados, especial-mente en la niñez, que es cuando hay mayorabandono .

Siendo poco ménos que imposible que la mujerse dedique á los ejercicios gimnásticos, ya por lasposiciones poco decorosas que estos exigen, yque son disimulables en el hombre, ya porque sudebilidad acaso no lo permitiría, se hace precisopermitir á la mujer cuando niña esos movimientosespansivos, esos saltos y carreras que ejecutancuando se hallan con jóvenes de su edad .Algunas familias, cuyos medios lo permiten,

acostumbran á enseñar á sus hijas el baile, laequitacion y la natacion . El primero bajo el pun-to de vista de la sociedad, y atendidas nuestrascostumbres actuales, se hace poco ménos que in-dispensable, y como, usado con moderacion, con-tribuye á desarrollar los músculos, y á crearfuerza y actividad, creemos deber recomendarlo .Respecto á la segunda, aunque no es muy co-mun, debemos advertir que tiende á producirfunestos resultados que no pueden absolutamen-te contrapesarse con los beneficios que reporta .En cuanto á la última, únicamente suele verifi-carse cuando hay ocasion próxima y falta abso-luta de peligro, debiendo observar, que, tocanteá la entrada en el agua, que es lo que sucedemás comunmente, debe suponerse recomendadaal tratar de la limpieza del cuerpo .

Reasumiendo, la educacion física de la mujer

99debe comprender la moderacion, comodidad ydecencia en el vestir, la limpieza eu general, ylos ejercicios moderados, cuando las circunstan-cias lo permiten .

No podemos ménos de recomendar eficazmen-te estos estremos, y con más especialidad el quese refiere á la limpieza, y de esta la relativa á losdientes y al cabello, cuyo abandono, sumamentereprensible, produce efectos tan funestos como lacalvicie y caries, con los terribles dolores de mue-las que suelen durar toda la vida .

Lo primero, afortunadamente lo vemos practi-cado, ya porque reconozcan la bondad de estasprescripciones, ya porque se dejan llevar de lavanidad, aunque bien se abusa por algunas decosméticos y pomadas. Lo segundo, doloroso esdecirlo, tiene efecto rara vez, pudiendo nosotrosen virtud de observaciones repetidas asegurarque es difícil, dificilísimo, encontrar una mujerque en el rigor de su edad conserve sana y com-pleta su dentadura .

Seguid bellas lectoras, los consejos que en ran-cias y desaliiiadas frases os da un admiradorvuestro, y quiera el cielo, que un día veamos lasalud junto á la hermosura, la comodidad junto ála elegancia, y la alegría junto á la virtud .

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EDUCACION DE L1 MUJER .

MORAL

En el artículo anterior tratamos (le la ednca-cion física que debe darse á la mujer, y hoy parair completando la idea que nos ha movido á es-cribir, examinaremos cuanto concierne t la edu-cacion moral .

Ancho campo se ofrece á nuestra vista, y mag-nífica ocasion se nos presenta de declamar contralos vicios que en este importante asunto se co-meten, acaso con la mejor voluntad, pero conmuy funestos resultados .

No llevaremos, sin embargo, nuestro propósitomás allá de lo que conviene á la índole cte un ar-tículo de periódico y dejaremos para otros hom-bres, ú otros tiempos, el poner de relieve los de -fectos más comunes de la educacion de la mujer,indicando los medios más acomodados para cor-regirlos ó desarraigarlos .

Por consiguiente, hoy, únicamente vamos áocuparnos de la parte de la educacion que so re-fiere á las relaciones de la sociedad, siendo elpunto hácia el que han de converjer todas nues-tras proposiciones, la familia considerada, bajo

101lis distintos aspectos de padres, hijos, hermanosy esposos .

Este método tiene la ventaja no pequeña enverdad, de que al deslindar los deberes y obliga-ciones de la ' mujer, hemos de hacerlo forzosa-mente de los del hombre, en aquello para que nofalten términos hábiles .

La primera manifestation de la mujer es aque-lla en que, niña aún, recibe y acepta las impre-siones, sin ver en ellas más que los efectos, y enque el gérmen de las pasiones pugna por salirdel letargo en que le habia tenido la inocencia delos primeros años .

En esta época los vicios se muestran con todaingenuidad y franqueza, no hay disimulo, y espor lo tanto fácil conocerlos y corregirlos .

Incapaz la mujer de conocer entónces sus de-beres y obligaciones, porque no tiene idea de loque debe á la sociedad y á si misma, es precisoinculcárselos por medio de sencillas imágenes,oponiendo á sus pueriles excesos el freno que laidea de Dios impone á toda criatura, evitandollenar su imaginacion de absurdas patrañas ycuentos de viejas, que realmente hacen el efectode impedirlos conocer la moralidad de las accio-11eS .

Desarróllanse en esta edad las pasiones propiasde ella, que en sí son de poca importancia, peroque, alimentadas por un punible descuido, puedenproducir infinitas desgracias en épocas posteriores .

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Los pequeños rencores entre amigas, las envi-dias entre hermano ., y las rencillas de menoresy mayores, la ira, y otras á que se da poquísimaimportancia, deben evitarse y calmarse para nodar lugar á un arrepentimiento tardío .

Por lo demás en esta edad debe enseñarse á lamujer, que sus 1aerm naos soga sez ¿gre de su sangre,y hueso de su Iaaceso, que les deben cariño y amo-rosa solicitud si son menores .

Guárdense, sin embargo, los padres de permi-tir que alternen los hermanos de distinto sexo enotros juegos que en los que no ofrezcan el másmínimo peligro de destruir su inocencia .

Los deberes de la mujer para con sus herma-nos no cesan cuando ya de edad, y separados losmiembros de la familia, se establecen los unoslejos de los otros, antes por el contrario, parecelo más natural y digno el que cuando falta elcuidado y la proteccion del jefe de la familia, pro-curen hacer sus veces consolando á sus hermanosen la desgracia, socorriéndolos, amparándolos ensus infortunios, y hasta reprendiéndolos cuandoá ello se hagan acreedores .

Las leyes civiles enseñan lo que el hermanodebe al hermano, y las divinas le indican lo quepuede hacer por él .

Honrar padre y madre ha dicho Dios en el De-cálogo, y estas palabras nos van á (lar la luz ne-cesaria para marcar los deberes de la mujer comohija de familia .

10.3La consideracion sola de que debe el sér á

aquellos que se han encargado de hacer que suvenida al mundo no sea en vano, despierta entodo corazon un sentimiento inmenso ¿le gratitudy de ternura, que sólo tiene esplicacion para elque lo esperimenta .

No vacilaremos en dar un mentis al que nosafirme, que puede existir una criatura humanaque ni sienta ni haya sentido amor y veneracioná sus padres .

Aun los que faltos de razon ó de sentido se ha-llan en la imposibilidad de darse cuenta de laspersonas y de las acciones, sienten reconoci-miento intimo hácia aquellas personas que lescuidan y les proporcionan un bien del que tienensegura conviccion .

Pero como las formas de la educacion son tanvariadas, sucede ái veces que un tratamientobrusco, una sancion material á toda mala accion,engendra cierto ódio ó rencor, que ofuscando larazon, solamente, deja escuchar al infeliz de quese apodera el grito de las pasiones . Por eso ana-tematizamos el sistema de castigará los niños, yespecialmente á las niñas, porque esto agría sucarácter, las hace mentirosas é hipócritas, sólopor temor al castigo .

Una reprension cariñosa, acompañada de unademostracion lógica, que convenza la tierna in-teligencia del niño de que ha obrado mal, y deque por consiguiente es culpable de una falta

104vergonzosa, es el método mejor de educacion ycorreccion, puesto que con él se evitan los incon-venientes de un tratamiento duro, obteniéndoselas ventajas problématicas en éste, verdaderas,reales y multiplicadas en aquél .

Los deberes de la mujer como madre de familiapueden deducirse de los que tiene como hija,puesto que son correlativos . Si el Hijo debe res-peto y cariño á su madre, amor y cuidado le de-be á ésta. Una madre debe ser para sus hijos unahermana mayor . v en las relaciones con sushijos todo debe hacerlo el afecto, porque noserá feliz la familia en que todo proceda del res-peto .

Pero llenamos á la parte principal de la mate-ria á los deberes de la mujer como esposa .

Todo cuanto hemos dicho de la mujer en seisdistintas relaciones con la familia, puede aplicár-sole perfectamente como esposa .

Es, en efecto, la buena esposa hija de su mari-do por la humildad y complacencia que debeusar con él, y por la obligation en que está desometerse á sus mandatos es su madre cuandovela por él y por su salud, y cuando siempre es-tá dispuesta á dispensarle todo el cariño de queuna madre fuera capaz y es su hermana, cuandotiene consuelos para sus infortunios, é Inocentesespansiones en sus actos domésticos y privados .

Con razon se lia dicho, que el matrimonio es lasíntesis de la familia, pues como se ve, com-

105prende toda ella, y es al mismo tiempo que la ba-se de la sociedad, el prosecutor de la obra de lacreacion comenzada por Dios .Más podíamos decir sobre la educacion moral

(le la mujer, y especialmente en lo que toca á susdeberes como cristiana, pero ahórranos este tra-bajo la religion que con sus máximas saludablesy sus principios sublimes, no sólo la conduce co-mo á todos al fin para que fué creada, sino quecontribuye con la bondad de sus doctrinas á quela mujer, el hombre, la sociedad y la humanidadentera vivan y se unan para realizar la más bellade las teorías, que es la perfeccion moral del in-dividuo en la familia y en la sociedad .

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EDUCACION DE LA MUJER.

INTELECTUAL .

No siempre se ha reconocido la necesidad deeducar la inteligencia de la mujer, y este errorlia tenido por causa la distinta consideracion deque en la familia y en la sociedad gozaba aquella .La mujer romana, destinada exclusivamente á sa-tisfacer los placeres y caprichos de su marido yseñor, no podia desde el fondo de su esclavitudelevar su pensamiento más allá de lo que lo per-mitian sus deberes .

La mujer oriental, aun mis rebajada que la ro-mana, comparte con otras de su especie los exi-guos derechos que su despótico señor se dignaconcederle, y si la esposa principal goza de másconsideracion que las secundarias, y consigue in-fluir algo en el ánimo de su esposo, su condicionno por eso es ménos triste, puesto que le estávedado aspirar al título de compañera y consor-cia de su marido .

Cambiados por fortuna los tiempos, el progre-so ha dado lugar á nuevas ideas, y la mujer hagozado de la consideracion que se merece y noes á los pueblos germánicos á quienes rnénos te-nemos que agradecer en esta materia .

A pesar de esto, y aun en tiempos cercanos, se

107ha creido que la educacion de una mujer debieralimitarse á lo físico y moral, puesto que la natu-raleza de sus deberes y el carácter del papel querepresenta en la sociedad, no exijen un cultivoesmerado de su inteligencia . Por eso hasta ahora,sólo se ha procurado inculcar á la mujer sus de-beres de toda clase, sin darla ú conocer los de-rechos que como miembros del gran cuerpo de lasociedad les corresponde .

Hoy por ventura, en que la civilizacion ha lle-gado, si no está próxima á llegar á su apogeo, yen que las naciones más ilustradas han concedidoá la mujer derechos en cuya adquisicion ésta, nisiquiera habia sonado todo hombre medianamenteinstruido, y amante del progreso y de la perfec-cion, confiesa la necesidad (le que la mujer seaeducada, su inteligencia iluminada por la luz delos conocimientos ya que no se lleve la idea deconcederla lo que á su sexo y condicion se debe,á una exageracion que produciria necesariamentealteraciones en la organizacion y modo de ser dela familia .

Esto, supuesto, sólo resta fijar lo que á la mu-jer debe enseriarse, y lo que ésta debe aprender .

Hay conocimientos, sin los cuales la inteligen-cia, ese don supremo, que nos distingue de otrosanimales, y la razon, que nos hace superior á ellosno podrían adquirir su completo desarrollo, y seanularian estas dotes, ó por lo ménos se reduciriasu poder .

108No basta que la doctrina, así moral cumo reli-

giosa y social, se imbuya oralmente en el espíritucomo no basta que el estudio de las ciencias y delas letras, se limite al conocimiento de las teoríasy de los principios es necesario que una y otrobeban en las fuentes de donde emanan la doctrinay los principios .

La observation y la esperiencia sou á las cien-cias, como la práctica y el ejemplo son á la edu-cacion y si necesarias son aquellas para su objeto,indispensables son estas para el suyo .

La mujer, pues no debe limitarse á ver y oír,que debe leer y aprender, para de este modo pen-sar y raciocinar .

La mujer por consiguiente debe saber leer, por-que sin la lectura todos los principios inculcadosen su mente, y todos los sentimientos grabados ensu corazon, no podrían tener una aplicaciou prác-tica, porque la palabra no es el ejemplo, ni el con-sejo es la práctica .

Esto bajo el punto de vista moral y social, lrajiiel de la utilidad, son más y inJs grandes, aunqueen inferior escala, las ventajas de este conocimien-to, que se aumentan, si á él se añade el de la es-critura .

No falta, sin embargo, quien ve en la ignoran-cia de la mujer un nuevo encanto que la realza ásus ojos'y le asegura el cumplimiento de todos susdeberes pero este error, fundado en la historia (lelas sociedades antiguas , se destruye con sólo ob-

10 :)servar la organizacion actual de nuestras socieda-des . Vese, en efecto, á la inmoralidad penetrar entodas partes, bajo las formas ordinarias de la con-versacion al paso que la moral sólo halla eco cuan-do se introduce en el ~iuimo por medios agrada-bles .

Por eso debe infiltrarse en la mujer con la lec-tura de libros buenos, pues la de los malos debeevitarse, como se evita una falta de urbanidad enla educacion social, un impulso de mala índole enlo moral, y resabio ó negligencia en lo físico .

Son tambien de necesidad en la educacion de lamujer ciertos conocimientos, que aunque secunda-rios, hacen más aceptable y más ameno su trato,y sin los cuales perdería ésta algo de sus atracti-vos circunstancia que aunque disculpable no dejade ser un defecto . El conocimiento de unas ligerasnociones de Geografia, Historia, Aritmética, Gra-mática, etc . es á lo que nos referimos .

Causa, en efecto, una impresion bastante desa-gradable. que el más parcial no podria contenerni rechazar, uir i una mujer preguntar si Lóndreses capital cte Inglaterra si Ataulfo vivió en tiem-po cle los moros si siete por ocho son cuarenta ósi árbol es masculino ó neutro, y así de lo demás .No pretendemos sin embargo que la mujer sea

lo que se llama una vvaav'iscabidilla defecto que re-dunda principalmente en perjuicio propio, de lafamilia y ele la sociedad porque sin prestar bene-ficios á nadie, priva á todos ele aquellos que en su

110esfera y condicion podria haberles prestado .

Pero si no pretendemos esto, tampoco podemosaplaudir que se tenga á la mujer en una ignoran-cia, de cuyas fatales consecuencias sólo son res-ponsables los que la han fomentado, ó por lo mé-nos no han procurado destruirla .

Nadie podrá negar que con este sistema deabandono é indiferencia hácia la mujer, no hu-biéramos tenido una inspirada poetisa que nosencante con sus mélifluos cantos, en D .' CarolinaCoronado una distinguida publicista y novelis-ta que haya contribuido con sus magníficos ar-tículos y cuentos morales y de costumbres, á lainstruccion y honesto recreo de mil y mil familiasen D .' Angela Grassi una tan entusiasta legen-daria, como Fernan Caballero, que en preciosasleyendas y en morales é instructivas novelas,nos haya dado á conocer crónicas de nuestra his-toria de inestimable valor, y que sin ella estariantodavía enterradas en el olvido ni en fin, unacantora de nervio é inspiracion, para calificará la cual ha parecido poco el nombre de poetisa,mereciendo por la valentía de sus producciones, ypor el vigor y colorido de sus obras, el nombre depoeta . Nos referimos á D .' Gertrudis G. de Avella-neda .

Innumerables fueran los ejemplos, si nos pro-pusiéramos citarlos todos nuestra modestia nos haimpedido citar algunas ilustres paisanas tan co-nocidas en la literatura y en la gaya ciencia, co-

111mo D . 1 Joaquina Lopez de Madariaga (La,, Ala-vesct .)

Basta y sobra con lo dicho, para demostrar elpoder de la educacion, aun en ese sexo que llamandébil y bello armonioso contraste de cualidadesque pasaría desapercibido, si lo cubriese el velo(le la ignorancia .Réstanos tratar de otros ramos de la educacion

intelectual de la mujer, y vamos á hacerlo, procu-rando antes determinar si el carácter de aplicacionde algunos de ellos, permit, clasificarlos en laeducaciou intelectual .

El bordado, la costura y el planchado son, porlo mecánico de su accion, parte más bien de laeducacion física, que de la de que nos ocupamospero atendiendo á que estas operaciones han lle-gado á ser un verdadero arte, con sus reglas fijasy sus métodos peculiares, en cuyo conocimientoinfluye tamo la inteligencia como la costumbre,nos permitimos incluirlos en esta clasificacion .

Está por Fortuna nuestra generalizada en nues-tro país la costumbre de enseñar á las niñas á co-ser y bordar, y ante la tácita confesion de la nece-sidad de esta enseñanza hecha por todas las ma-dres de familia, fuera inútil, ó poco ménos cuantonosotros podríamos decir acerca de ella .Lo mismo decimos del planchado y al hablar

de él no podemos ménos (le hacer una .observacionque se refiere al despego con que se mira por lasjóvenes de la aristocracia esta operacion, que no es

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ménos noble, ni ménos útil, que el bordado .Hay por fin algunos conocimientos que sirven

más bien de adorno y de recreo que de otra cosateniendo lugar respecto á ellos la observacion he-cha al hablar de la costura y del bordado acerca(le su clasificacion .

Tales son la música, el dibujo y la pintura,que aunque por lo práctico de su accion podrianincluirse en la educacion física, atendida su con-sideracion de artes, pertenecen más bien á la in-telectual .

No defenderemos su necesidad, pero sí su con-niencia, ya que en la perfeccion del individuo y(le la humanidad deba atenderse no solamenteá-lo que es necesario, si que tambien á lo que esconveniente .

Hemos terminado nuestro trabajo, nuestras in-dulgentes lectoras nos dispensarán lo que en élhayan encontrado que no sea de su gusto, y so-mos tanto mas acreedores á esta distincion, cuan-to que sólo por ellas y para ellas lo hemos em-prendido y terminado .

Os damos, pues, las gracias anticipadas, y nosdespedimos de vosotras, recordándoos una m.ívi-ma que no sabemos quién la ha dicho lo cual noobsta para que nosotros la digamos :

Una mujer sita educacion,Es un diamante sin pulir .

1870.-Correo de la !Moda.-Fl aIu-seo,-Laillarrivvosa .

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PICCIOLA . POR X . B . SAINTINE .

Hace unos dias pasaba y o por la calle de Ora-tes, y por una tendencia, natural, dadas mis afi-ciones literarias, me fijé en el mostrador de la li-brería de Nuevo . En él y mezclada entre otrasvarias obras, leí el título de la que es objeto deesta revista, y no hubiera parado mientes en ella,si no leyera en la primera hoja edicion 43 . Estasdos palabras cayeron como una bomba, sobre micuriosidad, ya escitada por el ignorado y dudosotítulo. Me detuve, entré en la tienda y pedí el li-bro . Lo leí inmediatamente, con la fruicion y pla-cer que se esperimenta al tener en las manos unlibro que no se conoce y del que se tienen las me-jores noticias . En el curso de la lectura de Pic-ciola yo sentía algo que no podía esplicarme, estealgo (le que ahora me doy cuenta era la luchaentre la preocupacion y el notable mérito queencontraba en la novela .

Saintine me era desconocido la única obra su-ya que llegaba á mis manos -Picciol(t-hacia po-cos años que había visto la luz pública y yo leia

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114con estupor en su portada, edicion 43 . Este pro -digioso éxito no alcanzado por las obras maes-tras de Víctor Hugo, Sardeau, Fuillet y Geor-ge Sand, me asombraba mejor dicho-¿por qué nomanifestarlo -me hacia envidioso crítico de Sain-tine, y no podia ménos de declararme su ene-migo al ver que habia vencido á mis autores fa-voritos .

Así que leí la obra con recelo . A pesar de miprevencion la obra salía triunfante del exámen . Amedida que adelantaba en su lectura iba encon-trando más mérito en sus páginas, y con el interésque en mi espíritu despertaban, al terminar, elúltimo capítulo, habia olvidado completamente lacausa de mi propension á juzgar Picciolca con laparcialidad que no acostumbro . Si al terminar deleerla me hubieran pedido parecer sobre ella, hu-biera contestado, poniéndome á leerla otra vez,esbuena, y en terminando esta lectura, será nota-ble.

Dos estremos representan el mérito sobre-saliente de esta novela: es uno de ellos, el pro-fundo conocimiento que su autor manifiesta tenerdel corazon humano es el otro, la naturalidad éinterés con que desarrolla el argumento de su no-vela. Si considero aislado el fundamento del librono puedo ménos de admirarme de que haya obte-nido un éxito tan prodigioso pero si paso á estu-diar la habilidad con que ha desempeíiado su pro-

115pósito le encuentro merecedor de la favorableacogida que ha tenido .

El que no esté acostumbrarlo á leer libros enlos que con el asunto más insignificante se re-suelve con el mayor acierto una alta é importan-tísima cuestion social, política, ó filosófica, nopuede leer con gusto la notable obra de Saintine .-Alguna semejanza encuentro entre esta obra yotra francesa no muy conocida del público espa-úol. \o es esto decir, sin embargo, que Saintinesea plagiario, porque como dice muy bien Pas-tor Diaz, cuando encontramos alguna relacionde paridad entre dos grandes autores, la analogíano es el plágio la semejanza, no es la imitacionni la consonancia el eco entónces por el contra-rio la conformidad es el sello de la inspiracion yde la originalidad entónces dos obras se pareceny distan entre sí un mundo entero entónces dosautores se imitan sin conocerse entónces se notanarmonías y correspondencias entre la Biblia yHomero entónces se copian Shakespeare y Cal-deron . Picciola-y me apresuro á manifestaros loque significa-es una flor y de una flor, poeti-zando y describiendo los pétalos, los estambres ylos pistilos, han nacido los pensamientos más de-licados, los sentimientos mis tiernos y los epi-sodios más interesantes que pueden adornar unanovela .

El argumento no es original, pero es nuevo, óal ménos está presentado con novedad y aparte de

116esto-que para algunos podrá ser defecto-y quepara mí es una de las bellezas de más valor, dePícciolic no puedo decir sino que es una obra no-tabilísima . Y digo que para mí constituye una delas bellezas, porque el genio no consiste en decircosas nuevas, maravillosas ,y nunca oídas, sinoen «eternizar, en formular las verdades más sabi-das.» «Las verdades por regla general son cono-cidas y triviales el mérito está en saberlas deciry presentar. »

El argumento es sencillísimo El Conde CárlosVeramont de Charney, nació con elevada inteli-gencia y prodigiosa facilidad de aprender. A los25 años sabia siete lenguas, que le sirvieron paraadelantar en otros estudios mucho más importan-tes. Dedicado á la historia sintióse asustado, per-dido y cansado de tanto hecho contradictorio,tanto laberinto sin salida y tantas verdades du-dosas. Trató de hacer lo que él había creido quedebia ser la historia y pensó una novela de la cualse burlaban los sábios por envidia y los demáspor ignorancia . Las ciencias políticas v la meta-física fueron objeto de sus insomnios, las unas leprodugeron penosa incertidumbre y la otra oscu-ridad y confusion, desórden y contradicciones . En_vuelto entre las ideas innatas y la revelacion delos teólogos, la razon suficiente de Leibnizt, lapercepcion de Loke, el objetivo y el subjetivo deKant y dominado por el panteismo más grosero,se negó á creer en una inteligencia suprema, sos-

117teniendo que la materia ciega lo producía, orga-nizaba y dirigia todo . Favorecido con una inmen-sa fortuna buscó consuelo, á la duda y aridez quesentía en su corazon y frecuentó la sociedad bri-llante y amable . El dejó atrás, al primer sal-to, las fastuosas orgías de la regencia, con susgastos, con sus profusiones y con sus locuras .¡Esfuerzos estériles! Todos estos alardes, todasestas parodias de la vida feliz, no consiguieronreanimar el corazon del Conde de Charnev . Char-ney no podia ser feliz ni por la verdad ni por elerror . Le era desconocida la virtud y se encontra-ba indiferente al vicio . 1-labia sondeado la verdadde la ciencia y le era imposible la dulce ignoran-cia . Su ilusion estaba destruida, su imaginaeionparalizada. Falto de emociones y no pudiendoconcentrar su amor en un sólo objeto, pretendióextenderlo á todo su pueblo . Se declaró filántro-po. Entregóse á la política, se hizo iniciar enlas sociedades secretas, fué uno de los oradoresmás exagerados de los clubs y en una conspira-cion contra el emperador Napoleon 1, descubiertapor la policía, el conde fué cogido y encerrado enla fortaleza de Fenestrelle .

Aquí termina el primer párrafo que puede ser-vir admirablemente de introduction . Nada de locontenido en las páginas que hemos examinadoustifican el titulo de la obra, pero en cambio,prueban suficientemente que tiaintine es uno de

118los más profundos críticos de nuestras humanasmiserias .

El argumento continúa siendo sencillo . Encer-rado Charney, se entrega al cuidado y observa-cien de una planta llamada ppicciolcc, que, sirve,como de maravilloso, á la novela . Porella simpa-tiza con Ludovic, quiere á Girhardi y ama á Te-resa . Picciola hizo que la duda se desarraigasedel corazon del Conde de Charney, y que ocupa-sen su lugar, las consoladoras creencias que laciencia le habia arrebatado .

Picciola es una obra tiernísima. Tiene un finmoral, proponiéndose curar una de las llagas so-ciales que más dado hacen la época actual la in-credulidad . Es una novela del dia . Está desarro-llada, insensiblemente, pero, con gran maestría .Hiere las fibras más delicadas y las más insensi-bles del sentimiento . Descubre los más recónditosmisterios del corazon humano .Saintine es descriptivo, más que dialoguista,

y filósofo, tan profundo, que en una pincelada re-trata un cuadro y en una palabra sintetiza unpensamiento .

Saintine, es el novelista, elevado á la par quesencillo . Picciolcc la leerán los mis sábios y nodescubrirán toda la filosofía, y en cambio los míasignorantes se entusiasmarán al notar el interéssiempre creciente en toda la novela . El estilo noes ampuloso, sino por el contrario, cortado, ner-vioso . crítico el lengnage es castizo y propio . Su

119móritu inás relevante, lo tiene en la delicadezay habilidad con que desarrolla el pensamiento .

En la gradacion de los afectos, Saintine, no tie-ne rival .

Más hábil defensor de los creyentes no tiene elmundo literario . En España le compararia á True-ba por lo sencillo á Fernan Caballero por lo natu-ral ái la Angela Grassi por lo delicado y á CárlosRubio por el sentimiento pero no hallaria á quiéncompararle por su conocimiento social y su opor-tunidad y habilidad crítica .En mi concepto es la obra más notable que ha

publicado la Biblioteca de Instruccion y Recreo .Son modelos de descripciones el párrafo segun-

do del libro primero, y el párrafo primero del li-libro segundo . De escenas de sentimiento todo ellibro segundo está lleno. Abundando en pensa-mientos filosóficos, escogemos á la ventura el si-guiente, escrito cuando Charney odiaba á la so-ciedad y vivia en la soledad de un desgarradorhastío :

Ciencia, talento, belleza, juventud , fortuna, todoes impotente aquí bajo para dar la felicidad

Cuando por Picciola habia hallado consuelo yfelicidad, amando á Teresa, lo terminósin,el rumor

Mi juicio sobre Picciola es como sigue :Merece criticarse en otro libro, desenvolviendo

mil ideas que yo no me he atrevido ni aun á (les-cubrir. Saintine es una gloria francesa y opuesto

120al estilo de Balzac, no conozco ninguno que leaventaje . Así vence en el crítico la razon -á la pa-sion . El mérito de Picciola me subyuga la preo-cupacion cede el terreno á la verdad . Este es elpoder del genio .

Mayo 1872.-Et iaseo .

121

DISCURSO

DE RECEPCION Y CONTESTACIONLEIDO EN LA ACADEMIA CERVkNTICA ESPAÑOLA

EL DIX 1.° DE MARZO DL 1873. (1)

SEÑORES:

Gratísima, á la vez que penosa, es mi situacionen este momento . Por una parte, la honra inme-recida de haber sido elegido por mis compañerospara contestar al elocuente y erudito discurso delDirector alegra mi ánimo y por otra, la dificul-tad de desempeñar el encargo que se me ha con-fiado con el acierto que yo quisiera, apena mi al-fa .Yo os juro, sin embargo, que pocas veces en

(1) La Academia Cervóíntica Española, fundada en Vi-toria por iniciacion del autor de este libro, y cuyo pro-yecto recibieron con tanto entusiasmo los Sres . Alvarez(don Angel María,) Apraiz (D . Julian,) Baraibar (D . Fede-rico,) Herran (D. Juan José y D . Joaquin,) etc ., celebró suinauguracion el 1 .° de _Marzo de 1873 . En la imposibilidadde ser recibidos en la Academia los fundadores, encarga-ron al Director I) . Tallar Apraiz el discurso inaugural, ya mí (Secretario) el de centestacion . (^ . del A .)

1•ri

mi vida lie conocido el placer de una satisfaccionliteraria, como le aprecio en este momento .

Nació la Academia Cervóntica Española, entrela duda de unos, y el recelo de otros sin qneninguno, aparte de los que hoy son académicos,tuvieran una palabra halagüeña para sus funda-dores, y considerándolo más como puerilidad, hi-ja de las circunstancias porque atraviesa Españaen su movimiento literario, que por razonado pen-samiento cuyas consecuencias se sabian y bienpodemos decir, que sólo la constancia y actividadde los que aquí nos hallamos reunidos, ha podidodar tan digno coronamiento á nuestra obra, por-que no hemos tenido auxilio de ningun género,inspirando nuestra actitud mis compasion quealabanza, que suena á censura la reserva ladesconfianza más que ít favor y á aplau :limieuto .Por esta razon la Academia ha tardado más

tiempo del que fuera necesario en constituirse,pero bien se puede decir, atendido el entusiasmoy celo de sus fundadores, que con exceso suplenestas condiciones al número escesivo de adeptosque, á no haberla cabido tan triste suerte, hubie-ra tenido .

Ocupan distinguido lugar, entre las obras delinsigne Miguel de Cervantes Saavedra, sus 1Vo-velas I /e~iroia»es (1) de las que dice su autor enel prólogo : «iléles dado el nombre de Ejemplares,

'1, Doce fueron las novelas que incluyó en aquel nom-

123y si bien lo miras, no hay ninguna do quienno se pueda sacar un ejemplo provechoso,» y delas que yo pienso que fueron inspiradas por ejem-plos vistos ú oidos por Cervantes, reuniendo deesta manera el doble mérito, de, nacidas de ejem-plos, de ejemplos sirven, que es la ventaja de loque en la imaginacion exaltada no tiene su fun-damento .Habia tenido Cervante ~ tina vida de miserias y

desgracias, capaces de abatir el corazon más va-liente y aunque su alma era de temple singular,tenia que sufrir violentas sacudidas y variacio-nes no pequeñas en su modo de sentir . Habia so-fiado en Italia, combatido en Lepanto, padecidoen Argel, amado en Portugal y observado en to-(las partes (2) y esta variedad de influencias ha-bian aglomerado en su ingenio, de suyo fecundo,tal caudal de observaciones, que es bien seguro,que más hechos de los de que él habia sido testi-go, debió ti su inagotable númen, lanzado á manosllenas en sus novelas sueltas, que á estudios clá-

bre : La, Giln:aŕlla, LaFacî•za (le la S'a tgs e, Riaeoaete y COi •-ladlillo, La Espaaola Ltglesa, El Asstastte Liberal, El Licen-ciado Virls íes a, El Celoso E.stremeño, Las -Dos Do zcell(zs,La Ilustre Fregona, La S'e tora Coraclia, El C'asaülieitto en-ga o.so y el Coloquio (le los3Perros .

(2) Una fias parecida, o-í esta, pero muchísimo m<'isele,,-ante, her en C°, , ,- ,, tles-meditacionde D . Emilio Fer-rari, Musco núm 25-23 de Abril de 1373-Valladolid .

124sicos, de los que no le negaré escasa canti-dad . (1)

Este es el origen que en mi concepto tienen lasNovelas éjenzplares, y estas son las causas que lasinspiraron. A poco que se estudie la vida de Cer-vantes, ¡cuántos casos semejantes á los que sonobjeto de su « Jitanilla, Amante Liberal, El CelosoExtremeño, La Ilustre Fregona, Las dos donce-llas, La Señora Cornelia,» etc . se encontrarán!

Y tau cierto es esto, quo así como sus amorescon una darla de Portugal, y despees con la quefué su legítima mujer, le proporcionaron asuntopara la primera parte de su Galalea, de la mismamanera su prision de Argel le dió motivo para suCapitan G'rctclivo, «las travesuras de dos rateros fa-mosos, presos en Sevilla el año 1569, y cuya1his-toria era muy popular, le suministraron el asun-to de Rinconzele y Cortadillo . El saqueo de Cádiz,donde vino á desembarcar el 1 . 0 de Julio de 1596

(1) El Gran Cervantes, despues de liiber enriquecidola patria literaria con la Galatea, el Quijote, las Novelasy el Viaje al Parnaso, queriendo emplearse en una obraque dejase fundada su reputacion sobre cimiento indes-tructible, nada halló mejor para conseguirlo que una imi-tacion del Novelista griego Heliodoro .Biblioteca de Autores españoles de 11I. Rivadeneyra-

Bosquejo histórico sobre la novela española por D . Eusta-quio Fernandez de Navarrete-Tomo XXXIII Madrid1831-ptg, XII .

125la escuadra inglesa mandada por el AlmiranteHoward y el Conde de Esex, le dió máirgen paraidear la EspaZola Inglesa (1) y sus recuerdos deSalamanca le inspiraron El Celoso Exlremae io y laTia Fingida.»El Sr . Apraiz, nuestro querido Director, ha

presentado una cuestion nueva, por nadie susci-tada y por ninguno conocida, sobre Leocadia (2)ó la Fuerza de la Sangre, pero cuyo estudio com-parativo habia sido hecho por algunos escritoresen otras novelas .

Yo no sé por qué, pero me parece que esta no-velita cuyo exámen ha servido al Sr . Apraiz pa-ra asunto de su discurso, ha tenido origen en al-,-un episodio por demás interesante del autor dela Galaica .

¿Por qué no habian de ser sus pasiones amo-

(1) El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Manchacompuesto por Miguel de Cervantes Saavedra . Edicionadornada con 80,9 laminas repartidas por el contesto : tomoprimero, Barcelona-Imprenta de Antonio Berges y Com-pañía, calle de E cudillers núm . 2-año MDCCCXXXIX,1\roticie sobre la vida y escritos de Cervantes pág. 19 y 20 .

(.2) Florian al arreglar-mejor dichoe staria desarreglar-«La fuerza de la sangre» al francés la titulada «Leocadia»sin duda por ser esta la doncella violada por el atrevido ca-

pero. Pero la novela vertida perdió en interés y gracia,lo que en ingeniosidad y propiedad del nombre, :de modoque el desgraciado autor francés fuá osado, atrevido y des-arreglador .

rosas ¿le Portugal, misterioso origen de esta no-vela No me atrevo á proseguir las investigacio-nes necesarias para probar esta indicacion, perola dejo apuntada por si alguno con más datos ycon más detenimiento que yo, se atreve á desen-volverla .

El deseo de elogiar más y más á nuestro in-mortal ingenio, guió al Sr . Apraiz, al querer en-contrar coincidencias literarias y no plagios-porque de ninguno habia de tomar asunto parasus novelas, quien poseía en tan alto grado la in-ventiva-entre La Fuerza (le la Sangre y la He-cyra de Terencio, y propósito semejante aunqueexpresado en más toscas y desalifladas frases, esel que me obliga, para que formen un todo rela-cionado, y se completen nuestros discursos, á ocu-parme de las causas que inspiraron á Cervantessus Novelas Ejemplares .

Han dicho algunos y no sin fundamento, que lasNovelas ejemaahlares de Cervantes, nada tienenque pueda revelar, ser, relaciones más ó ménosdisfrazadas de aventuras en las que él fue héroe,apoyándose en las palabras del mismo en la de-dicatoria que dirige á D . Pedro Fernandez deCastro, coude de Lemos, en la cual dice (1) quesus Novelas Ejemplares son doce cuentos, que (¿

(1) Biblioteca de Autores Espaiioles-Tonto 1-Obras deMiguel de Cervantes Saa~ edra-Madrid 1&1G-Página 51,líneas 17, 18 s' 19 .

127

sao haberse labrado en la oficina de mi entemlínaienn-to p7 esicmiera7a ppoaaerse al lado de los mas pinta-dos, con lo cual parecia querer adelantarse á losque, bien por tener noticia de las cosas de su vi-da, bien por haber presumido de algunas equivo-caciones en que incurrió Cervantes (1) sustitu-yéndose en la persona de alguno (le los persona-ges de sus novelas y empleando la primera per-sona en lugar (le la tercera, que él, y no otro, erael actor principal de los sucesos que contaba., yno meramente inventor de todos ellos .

Pero si se tiene en cuenta., que, en el prólogode las Novelas ejemplares él mismo dice, que lohace con desgana por lo mal que le fué con elque puso en su Dona Quijole, se comprenderá fá-cilmente la intencion que abrigó al afirmar quesus novelas son cuentos y nada mis que cuentos,porque como quiera que algunos de los persona-ges contemporáneos de Cervantes se considera-sen aludidos y retratados en los de aquel libro,viniendo de aquí no pocos disgustos y rencillaspara el grande hombre, que acaso se propuso yconsiguió hacer aquello que le atribuian y de quese quejaba, debió considerar oportuno prevenirla susceptibilidad de aquellos que podian hallarse

(1) Recordamos haber leido en las obras de Cervantesingeniosas equivocaciones, muy puestas en boga en losdias que corren, con lo cual probamos además, cuánto seadelantó en ingenio y agudeza í. los nmodcrnos .

128en el mismo caso y asegurar que sus novelaseran únicamente partos de su ingenio y mera in-vencion por lo tanto .

Véase, pues, como nada prueba el mismo dichode Cervantes, volviéndose el argumento contralos que le presentan, toda vez que destruidaslas suposiciones que velaban la verdad en esteasunto, queda sólo el hecho que patentiza larealidad de lo que afirmamos .

Examinando una por una las Novelas ejempla-res se vendrá á confirmar lo que decimos, noprecisamente porque Cervantes no fuera capaz deciar, á los que él llama cuentos, ese colorido ynaturalidad que los hace parecer verdaderos 'yque es lo que nos induce á creer fundadamenteque lo son, ni porque su fecunda imaginaciontuviera necesidad de apoyarse en hechos sucedi-dos para deducir de ellos máximas y ejemplossaludables é ingeniosos, sino porque no es po-sible que el alma de Cervantes, oprimida por elinfortunio y grande hasta en sus hechos másinsignificantes, no buscase esa espansion que esel consuelo de los espíritus doloridos, y no pro-curase al pintar las aventuras y desdichas de loshéroes de sus novelas, pintar sus propias desdi-chas, sus mismas amarguras, lo que debia ser-virle á la vez de grato y doloroso recuerdo, dedias bonancibles y de épocas borrascosas .

Cervantes, si no quiso pintarse á sí mismo en

129su novela del Ingenioso Hidalgo (1), debió al mé-nos pasarle por las mientes la idea de hacerlo,toda vez que en el prólogo de la misma nos diceen amargas frases y con esa modestia, que nadieha tenido en tanto grado, que su libro enge2¿dradoen una cárcel, donde toda incomodidad tiene s26

asiento y donde todo triste ruido hace su habita-cion, sólo puede parecerse al que le concibió y serpor lo tanto imágen fiel y perfecta de quien le dióel sé.r . ¿Qué manifestacion más clara puede pedir-se de que el inmortal ingenio quiso contar suspropias desventuras, disfrazándolas con los va-riados incidentes y estudiados detalles de una fá-bula que tan bien se prestaba á sus intentos porlo maravilloso del conjunto y por lo rico y flori-do de la diccion ¿Qué es, precisando más aún,la historia del cautivo en Argel tan oportuna-mente intercalada en el gran libro, sino su pro-pia historia llena de verdad y sentimiento, deamargura y de tristeza

Todas estas reflexiones, bastantes á convencerá quien no tenga empello en no ser convencido,son poca cosa en comparacion de las que nos su-giere la lectura detenida y meditada de las No-

(1) «El Quijote es la historia de Cervantes y de suépoca, madurada por la experiencia de la edad, depuradapor la finura del gusto y animada con el colorido de lainspiration pero es al mismo tiempo la burla de esa épo-ca y la caricatura de Cervantes.»-Emilio Ferrari .

9

l üo

velas Ejemplares . . cada paso hallamos en ellasin siquiera poner voluntad en encontrarlas, prue-bas palpables y evidentes de que no nos liemosequivocado al creer y afirmar que Cervantes es-cribió en ellas su propia vida, iio siendo obstáculoá nuestro aserto, el que, esta se halle por decirloasí repartida en todas ellas, ui el que no se guar-de un severo órden de tiempos y lugares, porquepuede fácilmente comprenderse que el ilustre in-genio debió poner todo el suyo en aquellas fasesmás caracterizadas de su vida y darlas la prefe-rencia en la série de sus obras ; y esto mismo se-rá una nueva garantía de certidumbre puestoque la relacion de las desventuras de un indivi-duo, hecha por el mismo, se resiste á todo méto-do y ordenada conexion, pues parece más naturalque se empiece por lo que más afecta nuestro es-píritu y embarga nuestro corazon .

En las relaciones que Cervantes hace en susnovelas de las costumbres de los países donde laaccion de estas se desarrolla ñ tienen lu ;ar, seecha de ver el perfecto conocimiento de los luga-res que pinta y describe detallada y minuciosa-mente, no ménos que la verdad de las descrip-ciones; lo cual prueba, á nuestro entender, queCervantes estuvo en los sitios de que se ocupa ensus novelas y que no escribió por meras referen-cias, sirviéndose únicamente de su propia obser-vacion para hablar de ellos . Y como las descrip-ciones de países y de costumbres que diseminó en

131numerosos pasages de sus obras, son las de aque-llos en que se encontró en las épocas mis nota-bles de su vida, no pudiendo atribuirse esto ápura casualidad y coincidencia extraña, debecreerse que su carácter observador y reflexivo lesugirió la idea de hacer de cada uno de los suce-sos en que tuvo parte una obra recreativa yejemplar en la que conservando los lugares yparages, únicamente estaban velados los nom-bres de las personas, tal vez por no dar lugar áincidentes desagradables ó porque el respeto leimpidiese hacerlo así .De todas maneras aun suponiendo que Cervantes

jamás hubiera visitado los lugares que describe yfuera sólo efecto de sus conocimientos poco co-munes, la verdad y animacion de sus relaciones,seria bastante á mantenernos en nuestra creen-cia, la especie por muchos difundida y por nin-guno sustentada, de que habiéndose propuestoCervantes corregir ridiculizándo los vicios ydefectos de la sociedad en que vivia, copió las es-cenas de sus novelas de la vida real y positiva,siendo sus personages retratos verdaderos comoél paladinamente confiesa al manifestarlo, en al-guno de sus prólogos, añadiendo que el haberlohecho le habia producido disgustos sin número ylances infinitos .

Y es (le suponer que para realizar su propósitode pintar la sociedad y ridiculizarla debió tomaruna parte activa en los hechos que eligió para

132asuntos de sus novelas, debiendo por fuerza serel héroe de algunos ya que así nos lo indica el in-terés que demuestra por algunos de sus persona-ges y la parcialidad diestramente velada y dis-culpada ingeniosamente con razones que sólo áquien está más interesado pueden ocurrir .

En vano afirman algunos escritores, (1) que-riendo con ello oponer un argumento contra loque vamos sosteniendo, que Cervantes llamóejemplares á sus novelas para distinguirlas de laspoco edificantes de la escuela del Boccaccio quetraducidas de idiomas extranjeros andaban enmanos de los aficionados á este género de entre-tenimiento, porque como sucede siempre conaquellos argumentos poco fundados y desprovis-tos de verdad, que analizados escrupulosamente,se vuelven contra el que los emplea, este viene ádarnos la razon, toda vez que es de suponer queCervantes al afirmar que raiuyunrc palabra soltó enellas (sus novelas) de que pueda darse por ofenadli-do el pudor; y que hasta los regwiebros amorososson tan honestos y tan medidos coya el discurso cris-tiano que no podrduz morar á mal pensamiento aldescuidado ó cuidadoso que las leyere (2) quiso de-cir que las habia descartado de todo aquello quepudiera producir el efecto que trataba de evitar,

(1) D. Buenaventura Cárlos Aribau etc .(2) Biblioteca de Autores Españoles .-Tonto 1 .-Obras

de Miguel Saavedra .-Madrid 184G .

133puesto quo si todo hubiera sido fingido no teniapara qué manifestar el cuidado que habia puestoen purgarlas de toda palabra ó pensamiento queno estuviese conforme con la moral cristiana .

Si esto no fuese bastante contribuiria á mante-nernos firmes en nuestro propósito las palabrasdo Cervantes en la dedicatoria de sus comedias (1)al Conde de Lomos en la que hablando de su DonQuijote decia qi e su héroe quedaba calzado lases- ir- 2 besar-le s cspic~s; palabras con lasque Cervantes sustituyéndose en el Hidalgo Man-chego venia á probar ser él aquel cuyas aventu-ras y donosas querellas se proponía referir .

Y cúmplenos manifestar que no es nueva nioriginal la idea que apuntamos, puesto que ya enmás de una ocasion se ha tratado de hacer entroCervantes y el héroe de su inmortal libro, un pa-ralelo con el que se venia á demostrar, que uno y

(1) Cervantes escribió una coleccion de ocho comedias :El Gallardo Español, La casa de los Celos, los Baños deArgel, El Ruhan Dichoso, La Gran Sultana, El Laberintode Amor, La Entretenida y Pedro de l rdemalas y otrostantos que son El Juez de los Divorcios, El Rufian Viu-(lo, la Eleceion de lo.¡ Alcaldes de Dnganzo, La GuardiaCuidadosa, El Vizconde Fingido, El Retablo de las Mara-villas, La Cueva de Salamanca y el Viejo Celoso, que sepublicaron: Comedias y entremeses do Miguel de Cervan-tes de Saavedra, el autor de D . Quijote.-Año 1749-Ma-drid, en la imprenta de Antonio Marin .

134otro debian estar forjados en el mismo molde yque los caractéres de ambos,-el personage realy el fingido,-no estaban discordes sino en aque-llo que exigia la exagerada modestia de Cervan-tes Saavedra, que nunca quiso hacer gala ni aunen los personages de sus libros, en los cualesmás ó ménos directamente se hallaba retratado,de cualidades que era el primero en negarseaun cuando estas fuesen tales que saltasen á lavista de todos .

En este paralelo hay que prescindir del retratofísico, pues que habiéndose propuesto Cervantesponer fuera del alcance de los entendimientosvastos cuyas invectivas con razon temia y evitabala averiguacion de los personages que los héroesde sus obras representaban, debió poner especialcuidado en hacer que no hubiese analogía ni se-mejanza cercana entre el buen Alonso Quijano yel narrador de sus aventuras, consiguiendocon esto desviar (te la verdad á los que tal vez sila hubieran conocido habrian condenado injusta-mente su conducta .

Todos sabemos, porque él mismo nos lo ha di-cho (1) que Cervantes estaba dotado de una be-lleza física regular, y la tradition nos conservasu retrato que en nada se parece al del andanteCaballero, lo que debió consistir en el deliberado

(1) Prólogo de las novelas ejemplares .

135propósito que formó Cervantes ele que sólo por loshechos y variadas aventuras del esforzado DonQuijote, pudiese venirse en conocimiento de quiénfuese la persona que representaba .

Y en efecto, si se considera detenidamente laidea que (la origen á la cuerda locura del Hidalgode la mancha, y la que tuvo Cervantes al em-prender la ímproba tarea de vindicar los ultrageshechos á la literatura patria de castigar conuna sátira moderada, pero punzante, á tantos pe-dantes malandrines que no hacían reparo en ofen-derla con sus obras vacías de sentido, so hallaráuna semejanza tal entre una y otra, que habráque confesar que el gran ingenio se tomó asimis-mo por modelo para delinear la principal figurade sus obras .

Esta semejanza no sólamente se echa de ver enlo que dejamos apuntado, sino que analizando es-crupulosamente todas y cada una de las estrava-gantes aventuras de Don Quijote, llevando la jsu-tileza y el esfuerzo del ingenio, allá donde Cer-vantes quiso que llegase, se ve claramente, á pe-sar de lo hiperbólico y maravillosamente extraflode todas ellas, que encierran un gran fondo deverdad filosófica y una facilidad de aplicacion álos hechos de la vida, que resalta más y más,cuando se estudia la fecunda en acontecimientosy llena de notables peripecias del Ilustre Mancode Lepanto .

Iguales consideraciones pueden hacerse sobre

136las dem-gis obras de Cervantes, especialmente so-bre las Novelas Ejemplares, en las que difícil-mente podrá hallarse un pasage que no puedacon propiedad aplicarse á otro de la vicia del au-tor de La Gzlatea, pues hasta en su novela de I lColoquio de los Perros, en la que parece no habertérminos hábiles para comparar y hallar analogíaentre estos animales y los séres humanos, pare-ce que quiso expresar su amargura por lo maldispuestas que se hallaban las cosas, en especiallas de justicia en la España de su tiempo, y lomal recompensado que se hallaba el mérito y lodesatendidos que; se hallaban los verdaderos es-critores por premiar y alentar á los piratas de laliteratura, mistificadores del lenguage y contra-bandandistas del buen gusto .

Si la extension señalada á este trabajo así lopermitiera, estendiérame con gusto en más con-sideraciones y argumentos, pero debo concluir yréstame sólo manifestar, que siendo esta materiafecunda en razonos poderosas é incontrovertibles,que vendrían á dejar fuera de duda lo que vengososteniendo, únicamente se debe á mi insuficien-cia y probada ineptitud para ello, el que no hayapodido hacer llegar á vuestro ánimo un átomode convencimiento y mucho ménos el que misconsideraciones, fuertes en sí, pero debilitadaspor salir de mis desautorizados labios y ser partode mi acromado entendimiento, hayan logradopersuadiros á confesar conmigo, que Miguel de

137Cervantes Saavedra, en sus Novelas Ejemplares,así como en sus demás obras, se propuso expo-ner los hechos y sucesos de su vida aventurera,haciendo de cada uno de ellos un ejemplo saluda-ble y provechoso, que sirviendo de espansion tsu espíritu angustiado, fuera al mismo tiempo,el ingenioso consejo que di iáia Aí sus contempo-ráneos y la medicina eficaz que viniese í curar, ro

por lo menos ít aliviar, los vicios y defectos delos mismos y de la sociedad en que vivia .

HE DICHO .

(1) Jfar :o .-1373 .

(1) En la nota que he puesto al principio de este tra-bajo, se ha olvidado involuntariamente el nombre de donSebastian Abreu uno de los que coadyuvaron el la funda-cien de la Academia Cerváíntica Española, por la que tan-to he venido trabajando como lo prueba el siguiente sueltoque trascribo del número 2 de la C'róiticaa ile los Ccrcan-

tistas correspondiente al 12 de Diciembre de 1873, perió-dico que fundó y dirige mi querido amigo D . Ramon Leon\lainez para gloria suya .

Dice así el suelto de la Crónica (le lo .> Ce cartlistres .«Una de las personas que mí ,, han escrito y trabajado

en pró de la creacion de una Academia Cervaíntica, hasido el entusiasta cervantista de Vitoria y director de ElPorvenir glaves D. Fermin Hurran .»

1 38

CUENTOS DE SALON .

EL MATRIMONIO,

pleito en verso por varioo autores .

I .La biblioteca ele los Cuentos (le ¡Yalon, que con

tanta aceptacion dirigen y redactan TeodoroGuerrero y Cárlos Frontaura, se ha enriquecidocon un libro más . Aunque el primero de estos dosescritores le niega la cualidad de libro, en su dis-creta y breve introduccion, nosotros le conside-ramos como tal, puesto que, no ha de juzgarsepor el tamailo ni por la forma, si que por el ,fosado,

cualidad que modestamente le niega, asimismo,el Sr . Guerrero, y que nosotros no vacilamos enconcederle, y con nosotros, cuantos lo hayan lei-do, lo lean ó se bagan cargo de las breves líneasque vamos á consagrarle .

El origen del libro El ~112Grinao~cio, es tan sen-cillo como natural . Un jóven escritor que hizo susprimeras elucubraciones, y practicó sus ensayosen Cl Crcscabel, bajo los auspicios y direccion delseñor Frontaura, que halla singular complacencia

1 39en patrocinar y ciar á conocer á esos jóvenes duellenos de esperanzas y con dotes suficientes parasalir airosos en su empresa, se deciden á surcarel extenso, pero tranquilo mar de la literatura,pregunta en unas lindas cuartetas consonantes,al Sr . Guerrero : elle caso? Este, consecuente ensus propósitos de propagar la idea del matrimonioy la familia, le contesta, en bellísimas redondi-llas, rW; aquel protesta, expone sus dudas y rece-los, y aunque promete ceder á las razones de suadversario, si estas son bastantes á satisfacerle,no se resuelve y da lugar con su ingeniosa répli-ca en versos de doce sílabas consonantados, áotra no ménos ingeniosa y bella, en silva, deGuerrero, en la que pide se reciba el pleito á prue-ba . Versifícase esto con igual sencillez y maestríapor ambas partes, sin que se eche de ménos lanecesaria de testigos en donde brillan sobremane-ra las (lotes de escritor y filósofo ciel señor Guer-rero, y la sagacidad, frescura y valentía de losconceptos del Sr . Sepúlveda-que este es el jóvende que venimos hablando .-Toman luego partepara alegar rle bien probarlo, los festivos escritoresFrontaura y Narciso Serra-de los que hablaremosoportunamente-viniendo despues la inhibicion

del Sr . Hurtado, y la sentencia cttt primera instan-

cia, del popular escritor y poeta Antonio de True-ca. de la que apelas 't continuacion el condenado'siendo con/iirntarla por Ventura Ruiz Aguilera, loque provoca el recurso ate crssrccion, por parte de

140Sepúlveda, para quien el fiscal Sr . Arnao pide lapena ya impuesta en primera instancia, que es,no obstante m'evoc2dn, por el Tribam rl byrrn~'e»LO, re-presentado por D . Juan Eugenio Flartzenbusch;terminando tan singular querella con un post-sc9'LptYL?JL o accion de gracias del roo condenado isus defensores y adversarios en la contienda .

II .Parece verdaderamente imposible ; que en el

p.írrafo de las actuaciones judiciales pueda encon-trarse materia para ciar amenidad t un trabajode esta clase ; pero el imposible, si existe, lia si-do vencido, y el resultado de los esfuerzos de losapreciabilísimos escritores que en él han tomadoparte, ha sido formar un libro que leerón conigual placer los jóvenes que los viejos, los hom-bres que las mujeres, los que pertenecen al esta-(lo honesto como los que han probado las dulzu-ras del matrimonio y los que han cesado de pro-barlas; libro en que campean las brillantes üis-piraciones del ingenio y las profundas reflexionesdel talento ; libro en que, bajo una forma super-ficial y ligera, se descubre un gran fondo deverdad y de experiencia, y que, por este dobleconcepto, es digno (lo ocupar un lugar distingui-do en la biblioteca de todo hombre de gusto .

No escasean en él las sentencias filosóficas .n i las máximas que la práctica ha consagradoverdaderas, ni los pensamientos profundos, del¡-

141cados, bellos é ingeniosos, envueltos en una for-ma ligera y agradable ; los chistes, los retruéca-nos y juegos (le palabras hacen más atractiva sulectura, al paso que la madurez de los juicios yreflexiones obligan á tomar desde luego partidopor unos, sin dejar por eso de admirar á los otros .Esto sin tener en cuenta cl fin altamente moraldel libro, razon por la que, aun contrariando laopinion del esforzado defensor del matrimonio,le consideramos (le la misma índole moral de losdemás cuentos de salon, toda vez que no ubstaque los personages sean ficticios ó verdaderos, yel libro Cl 1fatírimm¿onrio contribuye '' hacer propa-ganda tanto como sus demás compañeros y llenasu fin tambien con la mejor novela .

III .Comienza el libro con una introduccion del se-

ñor Guerrero, encaminada d manifestar el motivode darse á luz, el pleito en la biblioteca de losCltc21'os (le ,Saloía y á hacer una breve reseña delorigen (le la cuestion y escritores que en ella hantomado parte, Haciendo la oportuna observacionde que en el libro no deben buscarse los nombresde los litigantes, todos ellos ilustres, sino lasideas que, como añade muy bien, no naufraga-ran en el mar de la indiferencia, antes bien flota-rán, aunque el barco se haga pedazos .

Viene inmediatamente la composition de Se-púlveda, en cuartetas consonantadas, en la que,

142á vuelta de algunas dudas y recelos, que fran-camente manifiesta, apoyándose en alguna au-toridad, protesta de no obrar así por manía,sino llevado del deseo de conocer la parte bue-na y mala del matrimonio, y al efecto exponesus ideas, no sin dejar sentado lo inútil de supropaganda anti-matrimonial en esta linda cuar-teta .

«Yo sé que fui reclutandodel matrimonio enemigos . . .Y ahora . . . se me van casandocasi todos mis amigos . . . »

Manifiesta despues que puede hallarse la dichaen una buena eleccion ; pero teme equivocarse ytropezar además con primas, cuñadas y sue-gras . . .á pesar de lo que, confiesa paladinamente

«que el lazo sagradoque funde á dos en un ser,es el más perfecto estadodel hombre y de la mujer .»

terminando con manifestar que quiere ser con-vencido y que de serlo no vacilará en confe-sarlo .

Toma Guerrero la palabra, y desde luego con-testa afirmativamente á la pregunta ¿me caso0 deSepúlveda; pero esto, añade, si se llega á ena-morar, como queriendo afirmar que «matrimoniosin amor es como primavera sin flores que niexiste ni se comprende . . . rechaza la autoridadcitada por su contrario, diciendo que Byron

143«tuvo mucho talento,pero corazon muy poco . »

y en esta materia manda el corazon .Preséntale como prueba de las razones que ex-

pone, su propia felicidad, conviene con él en quetodo consiste en una buena eleccion, y para estole aconseja la busque como debe ser, y sobre todoeducada por una buena madre, porque dice y conrazon :

«No puede ser buena esposani hacer feliz á un maridola mujer que no ha tenidomadre honesta y hacendosa.»

sin luda por aquello de que de casta le viene algalgo sea- rabilargo .

Asómbrase Guerrero de la confesion de Sepúl-veda, con respecto al lazo conyugal, confesionque resuelve todas las dudas haciendo el máscompleto elogio del mismo, y al ver las buenasdisposiciones que demuestra exclama :

«Tú serás un buen esposo,pues ya casado te veo .»

pintando en seguida con bellos y brillantes colo-res la vida que de hacerlo le espera con su mu-jer, con sus hijos, etc ., y complaciéndose en aque-llos detalles de la vida del hogar, tan enojosos pa-ra quien no es padre, termina aconsejándole secase pronto porque

«So llega muy pronto á viejo,y ¡ay del viejo solteron!

144Y todo esto, jugando con el asunto ; con los

versos, en nada desemejantes al niño de la mito-logía, que se entretenia en formar hombres de bar-ro, que animaba despues con su soplo ; y muyparecido á aquellos príncipes guerreros de la an-tigüedad, qu3 pasaban el tiempo haciendo con-quistas y civilizando los países conquistados . Deesta manera, lo que empezó por ser un mero pa-satiempo se reviste ahora del carácter de empresaformal, y pueden tenerse por dichosos los quecomo ellos prestan utilidad hasta cuando se di-vierten .Pero abandonemos estas digresiones necesa-

rias, para demostrar lo que vamos exponiendo, ysigamos haciendo la reseña del pleito sobre elmatrimonio .

Con el epígrafe Negi&aqu t presenta Sepúlvedasu réplica, en versos de doce sílabas consonanta-clos, de caprichosa y variada combinacion, en losque, empieza por manifestar cuánto le seducen losconceptos de Guerrero, que, él llama tentacionesde San Antonio ; pero se rehace de esta primeraimpresion y atribuye el cuasi-convencimiento, lasemi-persuasion que los versos de su contrin-cante han llevado á su ánimo al talento de este yno -í la fuerza de sus razones, conociendo lo cualse mantiene fijo en sus trece ; insiste sobre laexistencia de matrimonios desgraciados, en me-dio de los felices ; vuelve por la autoridad deByron, recusada por su adversario, autoridad que

145funda en la experiencia y termina objetando quelas costumbres del dia van pervirtiendo á lasmujeres, de tal modo que pensando enbailes y reuniones

no hacen un dobladillo ni á tres tirones .El fondo de los argumentos de Sepúlveda y

Guerrero está reducido á la siguiente máxima :El matrimonio en sí es bueno, pero no hay en elmundo gente peor (ni mejor) que los hombres y lasmujeres .

Al tiempo se titula la contestacion, dúplica, queGuerrero dirije á Sepúlveda en una silba, en laque dice que es muy comun murmurar de lasmujeres y postrarse despues ante ellas, que lavirtud reside en las mujeres ; eleva un recuerdo-í su madre y termina diciendo á su adversarioyo sé que quieres,

que eres bueno y te gustan las mujeres .

IV .

Recíbese el pleito á prueba, y Sepúlveda su-pone que Guerrero abandona el campo batiéndoseen retirada; presenta testigos pertenecientes ávarias clases de la sociedad que den fé de la ver-dad de lo que él afirma y echándole en cara áGuerrero lo que este dijo en otros tiempos contrael matrimonio, termina gritando ;vivan los sol-teros!

Testigos mudos !,'presenta : Guerrero enfrente10

146de los de Sepúlveda, y no por ser mudos son mé-nos elocuentes . Acusa Guerrero á Sepúlveda dehaber escrito en otros tiempos unas seguidillas áJulia, en las que alaba el matrimonio, las cualesune como prueba concluyente á los autos ; y ter-mina pidiendo que los alegatos de bien probado seencomienden á personas sensatas é imparcialesque puedan ver claro y dar su dictámen en estacuestion .

V .

Frontaura y Serra son los encargados de ale-gar de bien probado, en nombre de Guerrero ySepúlveda respectivamente . El primero afirmaque el matrimonio tiene penas, pero el celibatono tiene placeres y hay que tomar las duras porlas maduras, y probando con el ejemplo de símismo que el matrimonio es higiénico, le reco-mienda que si se casa elija bien .

El reverso de la medalla es el alegato de Serra ;echa en cara á Guerrero sus extravíos de soltero,diciéndole que hoy canta la palinodia porque esviejo y no puede volver á las andadas ; despeesde lo cual le prueba con sus mismos testigos, queno tiene razon, tratando de hacer odioso el matri-monio, ridiculizado con sus gracias .

VI .

Antonio Hurtado encargado de pronunciar al

147sentencia se inhibe, por haber sido casado dos ve-ces, y remite los autos á Antonio de Trueba elcual, despees de varios considerandos, absuelve . áGuerrero y condena á Sepúlveda á casarse y áFrontaura, por publicar este escándalo, á merendarjuntos en Bilbao .

Sepúlveda protesta y apela del injusto fallo alTribunal de los solteros recalcitrantes y persisteen que se remitan los autos para su confirmacioná la Audiencia, representada por Ventura RuizAguilera que ordena la ejecucion de la sentencia,lo que hace que Sepúlveda acuda al Tribunal su-premo que despues de oir al fiscal, Antonio Arnaodecreta por boca de Juan Eugenio Hartzenbuschla suspension de aquella hasta el siglo qué viene,terminando tan singular contienda con un post-scripticnz ó accion de gracias de Sepúlveda ácuantos han tomado parte en la cuestion, y unauto de Guerrero y Frontaura .

Este es El nzatrinbo7¿io, un libro de polémicaconyugal,-por decirlo así-en que la buena fé yla sana doctrina brillan en primer término ; es porconsiguiente un excelente medio de propaganda,tanto más eficaz y prodigioso, cuanto que estálleno de atractivo ; la forma judicial tan hábil-mente fingida, el estar en verso, los nombres desus autores, lumbreras algunos de la pátria lite-ratura y tambien la circunstancia de publicarseen la biblioteca de los Cuentos de Salon, que el pú-blico conoce y aprecia debidamente, hacen que el

148libro sea recibido con placer, leido con ansia, ysus máximas, chistes y reflexiones recordadas ycon frecuencia repetidas por los lectores .

La idea es plausible, y él exito más completoha coronado los esfuerzos de los apologistas ydetractores del matrimonio, á quiénes creemosanimados del mismo laudable pensamiento, pormás que en la distribucion de papeles en esta co-media haya correspondido á algunos el de fierosenemigos de tan santa institucion, no de otromodo, que en los dramas y comedias, que conti-nuamente estamos viendo en nuestros teatros, seconfián los papeles de traidor, tirano, etc ., á ac-tores de reconocido mérito. En uno y otro caso,lo que únicamente se exige de todos, es que des-empeúen fielmente su cometido, y por esta vezhay que confesar que los actores del libro que nosocupa han estado á la altura de su reputacion .Pero así como despues de la representacion

teatral, y despojados los actores de sus vestidu-ras, se vé en ellos al amigo querido, al artistareputado, en vez del tirano aborrecido ó el traidordetestado, despues de compuesto el libro, y exa-minando uno por uno á sus autores, nos compla-cemos en reconocer en todos ellos el talento y cri-terio necesarios para no pretender mantener en lavida comun y fuera de la esfera en que lo hanhecho, los pensamientos y palabras que dejan ex-puestos en este libro, que consideramos como unacomedia ó pequeña farsa literaria : se entiende,

• 149respecto do los que atacan el matrimonio, pueslos que le defienden, obran séria y muy sériamen-te y hacen bien .

VII .

Vengamos ahora al juicio que hemos formadode los escritores que han contribuido á formar eltomo que es objeto de este artículo .

Ricardo Sepúlveda es un jóven de talento su-mamente impresionable y un tanto versátil, con-dicion inherente á su edad ; sus versos son correc-tos y fáciles, llenos de la frescura de la juventudé imágen de la misma ; se leen con gusto y sinfastidio, y goza el lector con sus ingeniosos re-truécanos y equívocos, y con sus abundanteschistes encanta y seduce á la vez ; lastima úni-camente su decidida propension á abrazar cau-sas perdidas, lo que prueba, por otra parte, suvalentía, nobleza de alma y aficion á todo lo nue-vo . Hemos leido algunos de sus trabajos en la no-vela y en el periódico, y su lectura nos confirmamás y más en el juicio que de él hemos formado .

Teodoro Guerrero es poeta y novelista, y nadamás diremos, que harto detenidamente ha sidocriticado en el juicio de su Anatonaía del corazoi . .

A Cárlos Frontaura le han juzgado ya por nos-otros los que han leido sus escritos de la prensay de la novela, del teatro y de las costumbres,por lo que nos abstenemos de hacerlo, Uno y otro.

150-Frontaura y Guerrero-han procurado en este li-bro seguir la senda que se propusieron al empren-der su mision de propagandistas infatigables delmatrimonio, y al efecto en este asunto han demos-trado que no en vano pasa la vida y se ven lossucesos, y que la experiencia es despues de lavirtud y la honradez lo que más recomienda alhombre, y le da sobre los que no la tienen, la ven-taja de poder juzgar con conocimiento de causa,no guiados por autoridades, que el despecho ó ladesdicha que ellos mismos se han procurado, loshace prorrumpir en esas reflexiones, que hielan elcorazon del hombre á quien la práctica de la vi-da no ha puesto á cubierto de los defectos de susdesconsoladas teorías .

Narciso Serra ¡desgraciado! lanza su anatemacontra el matrimonio, sin comprender que otrosque no lo conocieran como nosotros lo conocemos,tomarían su invectiva como expresion del despe-cho y de la impotencia; nosotros hallamos justasu repugnancia, porque verdaderamente, teniendola madre que tiene, no debe exponerse ál tropezarcon una mujer como la que retrata en su alegato,al presentar al testigo del piso segundo, y es ver-dad que si se hubiese casado antes de su enfer-medad hubiera renegado del matrimonio, peroesto nada prueba contra el mismo, porque subondad depende de la de los que le contraen, yademás todos no son Narciso Serra, ni están en-f,renos. Dios le dé salud para que se case y tenga

151muchos hijos y viva feliz en el seno de su familia .

Antonio Hurtado tiene muy bien sentada su re-putacion como escritor y poeta, para que pretenda-mos elevarla más aún ; lo mismo decimos de Truebadel cual y de sus obras nos ocuparemos extensa-mente en otro lugar ; de Ruiz de Aguilera hemosde decir lo que de Hurtado,, que hacemos extensi-vo á Arnao y Hartzenbusch, por lo que sólo nosresta ciar á todos la enhorabuena y desear á suseditores la venta completa de dicha edicion y deotras varias que han de hacerse pronto con unpico de cuyas ganancias deben aquellos, convidari merendar-como Trueba propone-á todos losque han contribuido á la formaeion de El iliatri-9m¿o9Lio, no olvicl,'tndose ciel crítico que á todos sa-luda cordialmente .

Julio de 1873 .-El Gobierno .

152

BIBLIOGRAFÍA EUSKARA

A MIGUEL LOREDO Y ELADIO LEZAMA .

DIRECTORES DE «LA PAZ .,,

I.

Compañeros y paisanos : Hace pocos dias os la-mentabais de que en nuestras Provincias tan po-ca atencion se prestase á la bibliografía, siendoeste el motivo de que cuantos quieran estudiar elpais por sus obras hau de hallarse malhumoradosal-ver que no se encuentra índice que les sirvade guia, ni biblioteca que todas las obras com-prenda, ni noticias que aprovechar puedan, paraconocer más ó ménos someramente nuestra inte-resante vida . Y 'en verdad que no dejábais de te-ner razon . Me invitásteis entónces á que yo es-cribiera algo sobre este asunto, os lo prometí ter-minantemente, y prévias algunas operaciones ne-cesarias, como quitar el polvo y las telaraúas,-¡encanto de los trasnochados bibliógrafos!-áunos cuantos cientos de libros que me han de ser-vir de sumo provecho, hoy dia 18, martes, abro

153mi estudio y me dispongo á criticar cuantas obrasvengan á mi poder y sé ocupen del país vascon-gado.

Bien sé lo delicadillo que es el asunto, áun cri-ticando con amor y literatura ; bien sé que es tanquisquillosa la raza de los escritores, que casinunca acierta uno á decirles cosas tales y de ma-nera tal, que les haga alegrar el semblante y na-çer el agradecimiento en su alma ; pero algomás que al carácter particular, culpo yo á ladébil naturaleza humana, que en esto de debili-dades llega hasta :' donde jamás hubiera creido .Amigo . tengo de grandísima talla, cuya elocuen-cia es tal, que otra mayor no han conocido los si-glos; que por una confusion increible, despreciasu elocuencia y considera su mayor mérito losescasos conocimientos de gramitica, que á duraspenas llegan á los que posee el último dómine denuestras aldeas . Otro, cuya sencillez y sentimien-to son celebrados en todas las lenguas, quierepasar plaza de erudito y literato, y no deja nun-ca de tener razon, aunque luche contra todos lossáhios del mundo ; y, en fin, tacto creo en esta leyfatal que rige nuestros espíritus, haciendo quecreamos nuestro mayor mérito aquél que es pre-cisamente nuestro defecto más grande, que qui-zás yo, que aspiro á ser orador, cronista, biblió-grafo y crítico de la raza euskara, valga más pa-ra vociferador, cabecilla, autor de alguna novela,ó escritor de coplas y romances, propios para

154que los canten los ciegos y venderlos á dos cu ar-tos á soldados, niños y mujeres .

Hé aquí ahora mis teorías criticas :Las obras pueden tener por principal objeto la

bondad, la verdad y la belleza .Yo analizaré las obras en su objeto, contentán-

dome y aplaudiéndolas siempre que lo cumplan,aunque sus condiciones secundarias no me satis-fagan .

El libro de cocina que mejores platos presente ;el libro de moral que más bondad encierre, y lanovela ó el drama que más bellezas contenga, se-ría para mí dignos de aplauso, aunque el pri-mero no sea bueno ó bello, el segundo ni bello niverdadero y el tercero ni verdadero ni bueno .

Una advertencia más en descargo del crítico .Muchas veces, el que lea estos artículos los en-

contrará injustos, parciales é inexactos, y aunqueyo convenga en glle !n reoerl :u tan severas Califi-caciones, preciso es que sostenf D a que no tiene laculpa de cine así parezca el que los escribe .

Redactando estas revistas los mártes, víspera dellegar las cuartillas á la imprenta, d(u modo queapenas llegarán á ocho días los que dedicaré alestudio de las obras que han de ser criticadasalgunas semanas tendré que juzgar tantos libros,que la sola lectura de ellos me ha de llevar se-guramente más tiempo del disponible. De esto

155resultará que unos libros se examinarán con másdetenimiento que otros ; en aquellos que se estu-dien con calma se notarán los defectos, de queno carece ninguna obra humana, y por consi-guiente el critico podrá detenerse más en la cen-sura de ellos .Si á esto se añade que pudiendo ejercerse la

crítica de tres maneras : benévola, apuntando be-llezas y ocultando defectos ; severa, pasando des-apercibido lo meritorio y castigando con ensaña-miento lo defectuoso ; y justa señalando lo buenoy malo, y áun si la índole de la crítica lo permi-te, la mancera de corregir lo último, el crítico tien-de por naturaleza á la benévola cuando no tieneconciencia de lo que escribo, bien por falta de es-tudio ó por sobra de precipitac ion, se hallará cla-ra la justificacion del censor que en una mismaocasion revisando obras distintas, pero con des-igual tiempo y estudio, es benévolo con unas yjusto con otras, sin que deba atribuirse ,Í rparcia-lidad en sus apreciaciones, ni á mal deseo, tandistinto juicio, sino á desigual conocimiento delas obras que son objeto de sus criticas .

¿Quereis más amigos Lezama y Loredo? Puesmás he de daros todavía . No he de contentarmecon los libros modernos, es necesario sacar á pla-za toda la bib' iografía euskara y he de contaresen este asunto todo cuanto sepa, y todo cuan-

156to aprenda, y todo cuanto descubra; he de re-sucitaros proyectos que, para desgracia nuestra,pasaron para nunca más volver ; y he de tenerosal corriente de todos cuantos secretos bibliográ-cos me comuniquen mis buenos amigos, los es-critores vasco -navarros ; pero á condicion de quehabeis de ser tan discretos vosotros, que sólo lohabeis de contar al país entero, y todo lo más álos muchos euskaros que hay repartidos en lascinco partes del mundo que habitamos .

157

EL LIBRO DE ÁLAVAPOR

RICARDO BECERRO DE BENGOA .

~Titorïa 187 t7 .

II .

Hay en Vitoria una calle Chiquita, y en esa calleuna casa más pequeña relativamente que pequeñaes la calle, y en esa casa un cuartito alto, muy alto,casi en el cielo, cubierto el piso de libros casi rotos,con cuatro mapas en las paredes, del que ha sali-do toda la gracia, el ingénio y la sal de la litera-tura alavesa en estos últimos años . ¡Ah! en eserincon, oscuro ayer, hoy popularísimo por quienlo habitó, vivia Ricardo Becerro ; y desde aquelbalconcillo, contemplando las campanas de latorre de Santa María y unos claveles rojos queuna vecina tan fresca como hermosa regaba á losprimeros albores de la mañana, Becerro me pin-taba en magníficos panoramas los proyectos demil y más obras que bullian en su imaginacion .Tramos entónces jóvenes ; estas pocas canas

158que salpican ahora nuestras cabezas, no existían,y sin embargo, nosotros soñ :ibamos con llegar áser gente liter•nter •a y con servir al país vasco, yquién sabe si con ser algun dia sus salvadores ytribunos, que é, todo se atrevían nuestras ambi-ciones de muchachos .

Pasaron los tiempos ; nuestros destinos nos se-pararon; obtuvo Becerro triunfos académicos quele obligaron á ser profesor del Instituto de Palen-cia y, . . adios Vitoria, y adios país vasco y adiosproyectos destinados á darnos honra, fama y pro-vecho en nuestra tierra. Yo marché por otros der-roteros, me encerrré en Vitoria, cuyos muros notraspasé en los años de la algarada sangrienta delos carlistas, y vivimos separados pero trabajan-do á cual más en nuestras aficiones .

Al poco tiempo Becerro se habia conquistado unnombre, y un nombre de escritor prodigiosísimo ;mas vivia é mil leguas del suelo que le vió nacer,y todos creian que su e,csha~ is~~to se habia enti-biado. Pero sonó un dia la trompeta de la cruza-da contra el país, y Ricardo Becerro acudió de losprimeros a la defensa, y fué de los que atacaroncon más vigor y valentía é nuestros adversarios,que lo eran tan sólo porque desconocían nuestrorégimen ó porque creían que aquí el carlismo erala idea que se propagaba con extraordinaria mul-tiplicacion por nuestras instituciones .

Becerro, como todos nosotros, protestó contraesto, y de la protesta, de Becerro nació un hermoso

159libro que, encargado por el ayuntamiento de Vi-toria y merced A la iniciativa de D . Pedro Madi-naveitia, D . Camilo Castañares y D Ramon Ló-pez de Yárritu (nombres que deben conservarseporque forman contraste con otros que se oponená todas las empresas honrosas para el país), salehoy á luz magníficamente impreso en la casa edi-torial del Centro Literario Vascongado, imprentade los hijos de Manteli, con el título de El Libro(le A lava, escrito por el celebradísimo escritor dela calle Chiquita .

El Libro de l lava está dedicado á la ciudad deVitoria y su provincia ; y antes de entrar en ma-teria, tiene una introduccion en que refiere lahistoria del libro, introcluccion animada de un es-píritu progresivo y liberal que seduce .

Sigue un hermoso y antiguo escudo de armasy á la hoja siguiente empieza la descripcion de laprovincia de .lava, que se divide en dos partes .En la?~rimera parte se ocupa de la descripcion

geográfica, situation, limites y extension, cons-titucion geológica, montes y minas, nosy alturasde nivel . En la seccion de estadística y serviciosde la poblacion, de la division territorial, instruc-cion pública, beneficencia y medios de comunica-cion. En la set cion aspecto del país, del terrenoy producciones, ferias y mercados, culto y clero,carácter y costumbres, arreas de la provincia, yen la seccion apéndice, de los territorios estrauos .

En la segunda parle, en su seccion resúmen

160histórico, comprende los tiempos primitivos y laépoca romana; los primeros años del Cristianis-mo. la invasion árabe, el obispado de Alavq y losseñores de la pro .~incia, la volicntaria e7itrega, si-glo XIV, siglo XV, las ordenanzas, siglo XVI,los comuneros, siglos XVII, XVIII y XIX .

El segundo libro se ocupa de la ciudad de Vi-toria, y, como el primero se divide en dos partes .

La primera contiene : descripcion general, ca-lles, division del vecindario por parroquias, habi-tantes comprendidos (año 1870), templos, esta-blecimientos y construcciones públicas, plazanueva, prensa vitoriana, paseos, sitios de recreo,cementerio, artes é industria de Vitoria, ordenan-zas, limpieza y riego, alumbrado, serenos, segu-ros contra incendios, cercanías usos y costum-bres .

La segunda parte encierra : resúmen histórico,los fueros, deberes y derechos de Alava, divisionforal, gobierno foral, junta general, contadores ysecretarios, consultores y procuradores jurídicos,relaciones de Alava con Guipúzcoa y Vizcaya,comisionados y agente en Córte y empleados de ladiputacion general .

Concluye la obra con un sumario indica~,or, delos pueblos de Alava, partido judicial de Vitoria,de Amurrio y Laguardia, notas curiosas al suma-rio y hombres célebres .De modo que El libro de Alarva no puede ser ni

más completo, ni más ordenado, ni más metódico .

161He dicho que este libro es el más completo y

metódico de cuantos sobre esta materia se hanescrito, y basta para probarlo la enumeracion delas partes y secciones de que consta, en las quenada hay olvidado, ni confuso hallándose todo loque de alguna manera puede interesar, en el ór-den más natural y lógico que quiera exigírsele .He de demostrar asimismo que es acabado y quellena las condiciones y el objeto con que fué es-crito, contra el parecer de los que le han halladodemasiado extenso para servir de texto en las es-cuelas de instruccion primaria, que fué la idea quepresidió á su encargo y formacion . Rl Libro deAlava forma, sí, un abultado tomo, pero esto con-siste en la calidad y cuerpo del papel empleado enla ímpresion: tiene un número de páginas bas-tante respetable, pero estas páginas están impre-sas en hermosos tipos do gran tamaño, apropósi-to para los que las han de leer, y su texto no estan nutrido como hubiera podido ser de otra ma-nera; y en una palabra, su division en dos parteshace fácil su estudio, obviando los inconvenien-tes que se ofrecían al parecer de los que le halla-ban excesivamente largo, y puede estudiarse endos cursos, uno relativo á la ciudad de Vitoria yel otro á la Provincia de Alava, teniendo de estemodo dos libros manuales, en igual de uno, locual no es menor ventaja que la de no privar ásu autor de la. facultad de sentar en él noticias,datos y documentos que en algun tiempo podrán

11

162servir de mucho, cuando no sea posible encontrar-los en otra parte

Y hénos aquí con un libro destinado -.í ser po-pular y á anular todos los demás que sobre laprovincia de Alava se han escrito, porque es cu-riosísimo, y porque encierra en sus páginas todolo bueno de los demás y otras muchas cosas quelos demás no conti,-nen .

Verdaderamente, Becerro tiene el patrimoniode hacer libros amenos como nadie . Alejado de supueblo natal, se halló en otro, que llegó á consi-derar como propio, y no teniendo éste gaia nihistoria que de él se ocupara, Becerro escribió elLibro de Palencira con tanto acierto y tino tal quese conquistó el aprecio de las Diputaciones, Ayun-mientos y particulares, y su libro anduvo en ma-nos de todos, y hoy en aquella ciudad no se ense-ña al forastero, para que lo sirva de cicerone,otra obra que la de Becerro .

Pero no se crea que Ricardo Becerro ha olvida-do á su patria natural por encariñarse con la adop-tiva. Léjos de eso, cuando en aquélla se hallabansus hermanos (que lo son todos sus habitantes,hácia los cuales conserva indeleble cariño) rodea-dos de desolation y de ruinas; cuando la piquetaconservadora, que no siempre ha de ser la revo-lucionaria, se preparaba á descargar fuertes gol-pes contra nuestras instituciones seculares y que-ridas, Becerro, que es uno de sus más valientespaladines, desde lejanas tierras, casi desde el fin

163del mundo para nosotros que vivíamos aislados,en tristísima época, escribió su Libro de Alava, deinapreciable valor como obra literaria, pero aúnsuperior como obra de sentimiento, como acto depatriotismo .

Y preciso es confesar que no se ha escrito otrolibro sobre el país más completo y conforme conel espíritu democrático verdadero, que es el ver-dadero espíritu del fuero alavés .

(La apología más brillante que del espíritu de-mocrático del fuero vascongado se ha escrito lahizo Julian Arrese en su Descenttralizacioga Univer-sal ; Julian Arrese una de las inteligencias másgrandes del país vasco.)

Becerro explica la parte foral con vulgar cla-ridad; tan vulgar, que se halla al alcance de losmás cortos ; tan clara que todos la comprenden .

Pero este libro, con ser tan completo, no satis-face todas las deudas que Ricardo Becerro ha con-traido voluntariamente con su país . Ricardo Be-cerro quiere hacerle donativo más valioso ; quiereconsagrar tributo de más rendido amor á suprovincia, y prepara para no lejanos dias otrostrabajos que han de honrarlo sobremanera .

Historió ligera y rápidamente todo lo que con-cierne á sus instituciones y su parte civil, políti-ca y religiosa en su Libro de A lava ; pero estaobra sólo forma la primera parte de sus estudiossobre su provincia, constituyendo la segunda sustradiciones en Leyendas; la tercera sus costum-

164bres en Descripciones, y la cuarta una galeríacompleta de sus Hombres célebres .

¿Se quiere más? ¿No son estos los hijos que máshonran á su madres? Pues entónces, noble pro-vincia de Alava, noble ciudad de Vitoria, ¿paracuándo guardais las consideraciones de agradeci-miento, para cuándo conservais los honores quepodeis tributar, y que tantas veces tributais mé-nos merecidamente¿ 0 ¿es que la envidia y la pa-sion han de hallar acogida en vuestro seno, undia puro y casto é incapaz de ser manchado porla ingratitud y la animosidad? Considerad que, silos, hijos nacen con la obligacion de honrar á susmadres, las madres han de querer siempre á sushijos.!Considerad que no es tan rica esta humildeprovincia ;:para que ménos justicia hagais á losque más honra os prestan y más glorifican vues-tro pasado . Considerad que las páginas de unahistoria son las sentencias inapelables de la pos-teridad, que sin más guía que la imparcialidad,lanza la maldicion de las generaciones sobre laparte de los enemigos de la justicia, y llena dearreboles y de gloria la de los que honradamen-te la sirvieron .

Pero, suceda lo que quiera, cumplan mal ó bienlos que deben ser fieles guardadores de nuestrasglorias, ¿quién podrá arrancarte, Ricardo Becer-ro, esa corona que ennoblece tu frente, coronaque debes á tu génie, que es la más grande delas noblezas que da Dios ; á tu trabajo, virtud que

165supera á todas las aristocracias . ¿Quién podrá evi-tar que seas el escritor más vitoriano, el perio-dista más fácil, y el ingenio más peregrino y pro-digioso de la provincia de Alava?

Podrán no hacer justicia á tu mérito y á tu pa-triotismo ; podrán no agradecer tus servicios, nicomprender tu grandeza ; pero la historia alavesa,justa é imparcialidad, por mi boca dirá á las ge-neraciones venideras: ¿Quereis conocer vuestroingenio más festivo? Ahí está Recaredo Bay conEl kllentiron . ¿Quereis conocer vuestro escritormás original, más fecundo, más asombroso? Ahíestá ese redactor de todos los periódicos y de to-das las revistas. ¿Quereis conocer vuestro histo-riador más ameno, vuestro hijo más entusiasta,que viviendo en lejanas tierras no os olvidó niun momento, el compañero de todos los vascon-gados, el autor del Libro de Alava, mi hermanomás querido? Pues ahí lo teneis : es :el popularí-simo Ricardo Becerro .

166

EL ROMANCERO DE NAVARRA

(PRIMERA. SÉRIE DEL VASCO-NAVARRO) . POR D. HERMILIO

OLORIZ, CON UN PRÓLOGO DE D . MANUEL VALCÁRCEL .-

PAMPLONA 1876 .

Acabo de terminar la lectura de este libro, pri-mera série de otros que han de constituir un Ro-mancero Vasco-1Vavai , vvo, y todavía no me doycuenta ni me explico satisfactoriamente la grataimpresion, el entusiasmo más bien, que en mi hadespertado . No es, de seguro, la sublimidad delobjeto, aunque bien pudiera por tocar casi los lí-mites de la misma ; ni la perfeccion del desempe-ño, que no decae ni se debilita, en todo el cursode los tres poemas ó episodios que contiene estelibro ; ni lo maravilloso del conjunto ; ni la rique-za y propiedad de los detalles, aunque este no seael menor de sus méritos ; ni la novedad del asun-to ; ni su relacion con cosas ó sucesos que merez-can á cualquiera aficion ó simpatía extremada .

Nada de esto es, y si he de manifestar lo queen su vista he experimentado, juicios é impresio-nes, me será forzoso investigar, deduciendo de

167aquí y de allá el por qué de mi regocijo, al leeresta obra .

Hermmailio Olor-iz es un poeta, aunque hasta aho-ra jamás habia hecho versos, y tiene una grancualidad para serlo ; ama á su pátria, se recreacon sus glorias y se complace en cantarlas,

Admirando las grandes tradiciones de su país,se inspira naturalmente en las mismas ; los deta-lles no son fingidos, la historia se los presentagenerosamente, porque los hechos que él cantaestán escritos en el suelo que tantas veces ha pi-sado,

Como el pintor en su paleta tiene colores paratodos los objetos, y sabe, mezclándolos discreta-mente, producir los efectos de la luz y sombra,los tonos y relieves, los muros y paños, Olorizposee, en su robusta inspiracion, todos los regis-tros, desde el que responde á la invocacion tiernay sentimental á Dios, á la pátria ó al amor, has-ta el que se resuelve en violento apóstrofe, rudadescripcion, ó salvaje acometimiento,

Y ahora comienzo á darme cuenta del efectoque su obra me ha causado . He visto en primerlugar al poeta tal como me lo figuraba, con ins-piracion y dotes suficientes para dar cima á, suempresa ; lo he visto poseyendo todas las condi-ciones y facultades necesarias para que su obrasea lo que debe ser, esto es gusto, discrecion,amor al país cuyos hechos enaltece, conocimien-to del asueto, pulcritud de forma, sencillez de es-

168tilo y entonacion propia y adecuada á cada episo-dio y á cada pasage . Este es el modo de ser delromancero, así nos lo han hecho concebir los an-tiguos romanceros amorosos, caballerescos y he-róicos, y esto es lo que me ha seducido y cauti-vado, junto con la noble intencion, el laudablepropósito de sacar á luz glorias no olvidadas, sinoun tanto oscurecidas ; porque es santo, es bueno,es noble recordar á un pueblo sus hazañas sus ac-ciones gloriosas que haciéndole olvidar pequeñasmiserias, le obligan á admirar el valor y el honory otras virtudes que se siente irresistiblementeinclinado á imitar, cuando oye cantarlas, y elcantor sobre ser hijo del mismo país, sabe reves-tir sus canciones de todo el encanto de la poesíay la armonía y cadencia (le lenguaje. No debo es-trañar, pues, mi entusiasmo, porque tiene natu-ral y fácil explicacion .

He conocido un nuevo poeta . ,Y le he visto em-plear dignamente su inspiracion, invocar á unamusa que siempre responde á tales llamamientos .Y el corazon se me llena de placer, y no encuen-tro frases para ensalzar como quisiera el propó-sito, la ejecucion, el objeto de una obra por to-dos conceptos estimable . La crítica me perdona-rá por esta vez, porque estoy más dispuesto áalabar que á censurar ; yo prescindo en esta oca-sion de la literatura para ver sólo la pátria. ¡Lapátrial ¿Hay cosa más querida, ni á la que conmás justicia puedan dedicarse nuestros afanes,

169las primicias del talento, de la inspiration ; el fru-to de largas y laboriosas meditaciones?

En cada página del libro de Herinilio Oloriz, sedestaca la idea de la pátria ; este pensamientoacompaña constantemente al autor, y ora cantesus desdichas, ora. sus glorias y venturas, la ideano le abandona, y en ella se inspira, y en su amorse complace, y con su memoria se recrea .

Hernailio Olor* merece bien de su pátria .Hoy, en que tan pocos ejemplos se dan de esta

adhesion incondicional y ciega á todo aquello deque somos parte ó de que procedemos ; hoy, en quehijos espúreos rasgan, rompen, dividen y destro-zan en menudos girones las tradiciones de la his-toria, la gloria inmensa de los pueblos que de-bieranmerecerles proteccion y amparo, un hombrecomo el poeta que me ocupa, es un fenómenobastante comun en nuestro país, donde todo es fe-nomenal, un ejemplar rarísimo que nos envidia-rían otros pueblos, si fueran capaces de compren-der su valor y el de la idea que representa .

No prosigo en esta clase de consid&raciones,porque lo reciente de los hechos que lamento, po-dría hacer suponer en mí intencion premeditadade soliviantar los ánimos y agitar pasadas dis-cordias, suscitando cuestiones que la historia re-volverá en su día .

Con enviar desde estas columnas mis plácemesy enhorabuenas cordialísimos á Hernailio Oloriz,me doy por satisfecho, y guardando para mejor

170ocasion lo mucho que aún pudiera decir, doy tér-mino á esta materia, y paso á ocuparme de su li-bro .

Corto en sus dimensiones, pero grande en suvalor intrínseco literario, contiene el libro de Olo-riz tres romances, escritos en puro y castizo cas-tellano, con los títulos respectivos de Ro2¿cesvalles,Olant, Pamplogaa . Ya el erudito prologuista, queha tenido la fortuna y el honor de presentar alpoeta al público, ha dicho discreta y oportuna-mente que existe en estos tres episodios una gra-dacion que, ó bien indica el deseo ó el propósitode irse corrigiendo de los defectos y lunares que,una obra de esta clase no podia ménos de tener, ó elentusiasmo creciente que se traduce en más pode-rosa inspiracion . En el primer caso, se explica el es-merado aliño del segundo episodio con relacion alprimero y del último respecto de éste : en el se-gundo tienen explicacion los toques m,-',s enérgi-cos, los rasgos felicísimos que se van sucediendo,el progreso marcado, la perfeccion distinta y laamplitud del conjunto con la complacencia en losdetalles .

En todos tres adopta el método de la division enpárrafos de distinto asonante, con lo que se consi-gue desterrar un tanto la monotonía de algunos,bastantes, romances antiguos, y se da al poetamás ancho campo para explanar su pensamiento,permitiéndole entregarse á diversos órdenes deideas y consideraciones, libre de toda traba y so-

171metido sólo á su ardiente imaginacion, que le lle-va por senderos fáciles y amenos á realizar cum-plidamente lo que en su principio se habia pro-puesto .

En el primero, Roncesvalles, se refiere la rota delos franceses con su Rey Carlo -Magno por los na-varros en Altabiscar, y si hemos de ser francos,aunque este episodio no es el mejor de los tres,tiene tal sabor histórico-romancesco, sus descrip-ciones adoptan tal carácter de localidad, los após-trofes, deprecaciones y parlamentos están tan per-fectamente acomodados, tan en su lugar, el tonogeneral de la composicion es tan propio y carac-terístico, respira tanto entusiasmo y amor pátrio,que se me antoja ser un romance antiguo castella-no, que el Sr . Oloriz escribió en otro tiempo ó hasabido trasladarse á él copiando los rasgos, apar-tes y floreos, mojando su pincel en la misma pa-leta que nuestros romanceros de entónces y resu-citando el gusto, la discrecion y el tino de aque-llos, con singular maestría y donosa habilidad .

Conocido es el asunto que motiva este romancepara que meentretenga en reseñarlo ; . ni me pararéá hacer de los demás otra mencion que la de lostítulos, toda vez que cuantas bellezas en éste heseñalado, cuantos méritos en él resaltan, engran-decidos, sublimados en cuanto cabe, existen y sedestacan en aquellos que llevan, como he dicho,los títulos de Olant y Pamplona, y que como elprimero son relaciones de hechos guerreras, lleva-

172dos á cabo con gran gloria por los navarros y eus-kaldunacs .

En esta obra se revelan dos cosas : primera, unpoeta notable que bebe en los buenos modelos lainspiracion más pura ; segunda, un, corazon ar-diente y entusiasta, esto es, la mente que conci-be, el alma que presta calor y vida á las concep-cepciones, y completando la obra, en armónicoconjunto, el gusto depurado y extraño á las aber-raciones de una escuela determinada, discernien-do con acierto, escogitando con tino ; más aún, eltalento maduro y experimentando ; el g énio va-liente é impetuoso ; la naturaleza y el arte ; la ver-dad y la belleza; la historia y la poesía,

Yo que soy admirador de lo bueno, donde quie-ra que lo hallo, me complazco en hacerle presen-te mi admiracion estéril, pero fundada ; y si algovaliera mi opinion, aconsejariale seguir por el ca-mino que con tan buenos auspicios ha emprendi-do, en la seguridad de que ha de caberle no pe-queña porcion de gloria y honor si persevera enla buena senda y procura ser fiel intérprete de ungénero hoy apenas cultivado, y paladin de unaliteratura, nueva en fuerza de resucitada, sin con-tar con que el país en cuyo loor quema el incien-so de su inspiracion ha de tributarle el homenajede su agradecimiento ; ni con que los hombres im-parciales y graves que se hagan cargo de la im-portancia y trascendencia de su empresa le acor-daran tambien sus plácemes y parabienes, en to-

173do lo cual ha de encontrar la satisfaction consi-guiente y el galardon á que se habrá hecho acree-dor .

Y ahora vengo en que el libro de que trato essólo primera série de otros trabajos que, ligados yrelacionados entre si han de formar el verdaderolibro, que con el título de Romagacero Vasco-Na-varro, dará gloria y fama á su autor y brillo á lahistoria de este antiguo país, que trata de cantaré ilustrar .Para entónces prometo un juicio más detenido

y severo, en el que nada he de perdonar á la ala-banza y á la censura, ya que ahora he sido sor-prendido por la admiracion y entusiasmo, por tra-tarse de un país al que amo entrañablemente y alque he consagrado y consagraré siempre cuantosoy y cuanto valgo, sintiendo indecible gozo ; ine-fable placer al verme secundado y eficazmenteauxiliado en la obra de toda mi vida, en procurarel mayor esplendor, la más alta grandeza, la ma-yor suma de bienes materiales y morales, á unpais en cuyo servicio han encanecido mis mayo-res v en el que pienso educar á mis hijos, ya quesiempre ha sido el lema de mi bandera :

¡Todo por Y para el país euskaro!

174

IV .

POESÍAS PÓSTUMAS,

DE

OBDULIO DE PEREA,

¡Pobre Obdulio! ¡ Apénas hace un aflo eras tú elconsuelo de los afligidos, el tierno amigo de tussemejantes, sí, de tus semejantes, porque todoslos que te conocieron eran tus amigos ; te apre-ciaban y te amaban! ¡Tú, eras el trovador delAteneo ; su infatigable bibliotecario, el buen ca-ballero, el cariñoso hermano, el benemérito pa-tricio! ¡Hoy eres para nosotros, tus queridos ami-gos, un recuerdo indeleble nada parecido á unalágrima que se seca, á un latido que se extingue,á un suspiro que se pierde! ¡Eres el pensamientotriste y consolador de nuestros corazones ; eres laausencia sentida y llorada de una madre amorosaque muere, de una gloria alavesa que no volverá!

Otra vez vuelve Vitoria á leer en la portada deun libro de inestimable valor, el nombre de su poe-

175ta favorito, el nombre de Obdulio de Perea ; librode mérito tanto más relevante, cuanto que encier-ra dos obras que no lo tienen pequeño, y es, á lavez, un recuerdo de amistad que sus amigos leconsagran despues de muerto, algo parecido á loque hicieron con Gustavo Becquer los suyos .

Contiene el libro, que nos proponemos exami-nar, El poeta y el mundo, poema dividido en vein-tiocho cantos, y la comedia de costumbres En elmatrimonio . . . amor, en tres actos y en verso .

Es El poeta y el mundo, poema de un géneroparticular ; algo estraño á nuestra literatura, yque goza de gran boga en Polonia, as¡ comoKrazewáky autor, quien Obdulio de Perea, con sunatural modestia, dice, seguir en el curso de supoema . Carece este de pensamientos valientes,escépticos, filosóficos, pero en cambio tiene talsentimiento, tal melancolía, que es imposible leerlosin sentir lo que siente el poeta, lo que safren suspersonages. Perea, nos ha probado una vez más,que no posee gran génio creador, pero que sabecubrir de originalidad los asuntos más triviales,Perea no es escéptico como Espronceda, ni atre-vido como Zorrilla ; pero es tan tierno como Ar-nao ; tan sentimental como Enrique Gil . Cada pa-labra de Gustavo, protagonista de la obra, arran-ca á veces un grito de dolor, de desesperacion ;otras de compasion, de consuelo . El pensamientodel poema es trivial, y muy conocido ; sus episó-dios no son nuevos tampoco ; pero ¡qué contraste

176te de situaciones! ¡qué ternura en unas! ¡que me-lancolía en otras! ¡qué verdad en todas! Su ver-sificacion es rotunda, armoniosa, natural y fácil ;todas ellas, cualidades de la musa del poeta . Me-recen especial mencion, el Canto VII, La Ciudad,en el que se describe detalladamente la vida de lasgrandes poblaciones, poniendo de manifiesto labondad de esos hombres de bien, que nunca lo ha-cen, que adulan al que hace mal, y que son bue-nos en sentido negativo . El X, Relaciones, fantás-tico como algunos del Diablo M &ndo, en dondeAdan consigue hacer renunciar á Gustavo á sudecidido propósito de seguir estudiando la medi-cina; valiéndose el autor del ingenioso medio deponer en boca de esqueletos y huesos, reclama-ciones de justicia contra el juez doctor Adan . De-cae algun tanto, el interés que escita el protago-nista, á la terminacion del poema, porque vemoshacer á Gustavo lo que tanto nos indigna en losdemás y lo que precisamente es causa de que tan-to simpaticemos con él en el principio de la obra .

La comedia En el matrimonio . ., amor, versifica-da por Perea y escrita en prosa por D . Juan Can-cio Mena, no es una obra notable en su género,pero es muy digna no solamente de ser publicadasino tambien puesta en escena, como lo ha sidoalgunas veces en vida del autor . Su objeto es al-tamente moral ; es «corregir uno de los defectosmas graves que aquejan á la sociedad, cual esel preferirse por muchos padres la riqueza á la

177virtud, al talento y al amor, siempre que se tra-ta de buscar esposo para sus hijas . » Ni su fin esoriginal ni su desenlace deja de serlo ; con asun-to trivial y mejor aún, vulgar, manoseado, ha te-gido el autor una série de escenas que interesany que agradan, pero cuyo principal mérito consis-te en la no muy correcta, pero si espontánea ypoética versificacion que adorna toda la obra .

En resúmen, tanto el poema, como la comedia,merecen un buen lugar en la república de las le-tras, y son una y otra de tanto más mérito cuantoque Perea, viviendo en Vitoria todo el tiempo queha empleado en escribir estas obras, carecia delestímulo y do la atmósfera literaria, de que tieneque carecer necesariamente una poblacion de po-ca importancia, no quitando fuerza alguna á lodicho, las pequeñias sesiones literarias que algu-nos amigos celebran en el salon del Ateneo, en elqua hemos tenido el gusto de oír leer parte de lasdos obras quo forman este libro, otras que aúnpermanecen inéditas, tambien de Perea, y algu-nas de otros literatos alaveses .

¿Es Obdulio de Perea un poeta popular? ¿Cabeafirmar que sus producciones afectan el carácterde esta poesía? No ; y vamos á probarlo .

La poesía hija del sentimiento, á la que todoslos pueblos han rendido culto, y á la que se ha dadoentrada en los palacios más suntuosos, como en la

12

178más humilde choza, la poesía que tan dignamentehan cultivado nuestros mejores ingenios, ha sidotambien fielmente interpretada por el pueblo .

El pueblo, que tiene sus creencias distintas queel resto de la sociedad, que tiene sus costumbres,más variadas y sencillas que las de la aristocracia,ha sentido y conocido la poesía y la ha abrigadoen sa corazon con cariño dando suelta á sus sen-timientos v á sus ideas .

El pueblo, en medio de las sociedades moder-nas, do cuyo seno han salido todos los hombresque España se gloría de tener por hijos, es trova-dor, es poeta : la poesía de sus trovas y canta-res habla al alma con su lenguaje sencillo queretrata la naturaleza .

Esos ecos de un alma virgen manifiestan queel pueblo no es indiferente á sus glorias, que amalo justo, lo bello y lo sublime . No podemos negará la clase popular un recto criterio y un gusto per-fecto .

Todas las provincias de España tienen sus poe-tas indígenas, que beben de la fuente de su his-toria y traducen fielmente en sentimentales le-yendas las tradiciones y costurnbras del puebloque los tiene por hijos . Infinita es la coleccion doestas obras y para llegar á conocer el carácter deun pueblo cualquiera, basta escuchar á sus popa-lares escritores . Las clases mas ínfimas de la so-ciedad, las jóvenes hijas de artesanos, las acomo-dadas de los artistas y comerciantes, el jorna-

179loro, la sirvienta, el travieso estudiante y el hol-gazan chiquillo, todos entonan con aires diferentesmillares de versos y cantares que nadie les ha en-señado y que la tradicion conserva á través delos siglos .

Si pruebas queremos de esto, nos bastará citarlas célebres seguidillas malagüejîas y jerezanas, losboleros andaluces, la airosa muíceira de los gallegos,las tonadillas manclzegas y las composicioncs bilin-gües de valencianos y catalanes . No citaremos másaunque pudieramos llenar volúmenes enteros ;pero no dejaremos la pluma sin añadir las pica-rescas coplas y los picantes cantares de las mano -

las madrilegas, y como buenos alaveses, tampoconos olvidaremos de los sig2aif1cativos romances, delos alegres y entitsiastas aires del país, de los zort-cicos vizcainos y guipuzcoanos, y las mil y un le-yendas que esparcidas aquí y . allá entretienendulcemente en las largas veladas del invierno allabrador y al artesano, al comerciante . y al ten-dero .

¿Quiénes son los autores de todas estas pro-ducciones? ¿Quién las enseña al pueblo y cuándohan tenido origen? Respecto de muchas de ellasnadie lo sabe ; cada provincia tiene sus trovado-res favoritos .

Podemos asegurar que esos cantos, esas leyen-das, esas trovas que el pueblo aprende, no las ol-vidará jamás, y perpetuadas de generacion engeneracion, vivirán en la memoria de los pueblos .

180¡Y cuán grande se manifiesta en algunos países

la aficion y el entusiasmo por esos ecos del sen-timiento, vivo reflejo de la índole de los paisanos!iY cuán estensa es su esfera! Desde el acto mis su-blime, desde la virtud más heróica, hasta la cosamás vulgar, todo lo que merezca ser notado lla-ma la atencion del pueblo y este canta sus héroes,sus victorias, sus recuerdos, lo mismo que sus ti-pos, sus diversiones, sus costumbres . Y todo leentusiasma, y todo lo contenta, y no satisfechocon expresar sus cantos, desnudos de melodía, losadornan con una música adecuada, ligera, festivay alegre, ó severa, melancólica y triste, segun elcarácter de los habitantes y el argumento de suscantares .Es por otra parte muy grande el servicio quo

prestan á la historia, á las ciencias . á las letras,pues cuando faltan datos, cuando la escasez denoticias históricas, arqueológicas y científicas sehacen sentir, la poesía popular, la tradicional poe-sía, acude en auxilio del investigador y le cuen-ta lo que saber desea .Además la poesía popular contribuye á mante-

ner viva en los pueblos la té de sus padres y elamor á la pátria y de esta suerte consuela al pue-blo en sus infortunios, los anima en el combate .

Nada de esto conviene á la poesía de Perea, másculta que vulgar y más que popular erudita, ma-nifiéstase en ella otro linaje distinto de conceptos,de ideas y de pensamientos diversamente expre-

181sados y con adornos y ramificaciones de que aque-lla carece; además no muestra en sus tendenciasun carácter tan subjetivo, ni afecta la rudaenergía con que á veces la otra se expresa . Porotra parte, dando á la imaginacion más lugarque á la verdad histórica, las obras de Perea en-cierran notable mérito y son por todos conceptosdignas de leerse, pero bajo el punto de vista de lautilidad, como bajo el de lo gráfico de la expre-sion, no son tales que pueda dársele, sin faltar ála exactitud, la consideracion de poeta popular .

No terminaremos este artículo, sin decir algodel correcto prólogo que encabeza el tomo .D. Daniel Ramon de Arrese, el que á la vez de

ser su amigo más querido, fué su censor litera-rio, como lo ha sido tambien de algunos otros jó-venes vitorianos ; el entendido crítico, á la par quesábio consejero, ha sido el encargado de escribir-lo, y en honor á la verdad, no seríamos parcos enalabanzas, sino temiéramos ofender su modestiay aparecer guiados por otros sentimientos, quesiendo dirigidos á Arrese, nunca serían sino deestricta justicia .

182

IV.

ORO Y OROPELPOR

VICENTE ARANA51LBAO 1838 .

¡Noble é inteligente juventud vascongada, yote saludo!

Grato, muy grato es contemplar los frondosí-simos y abundantes árboles que plantaron nues-tros abuelos, con cuyo fruto nos regalamos y ácuya sombra encontramos mil veces el reposo ánuestras fatigas, pero no es ménos grato ver losque nosotros sembramos distraidamente, jugandocuando niños y con nosotros han crecido, sazo-nando sas frutos al par de nuestra inteligencia,llenándose de esquisito sabor, puro y esencialaroma, como nuestro corazon del sentimiento degratitud, del amor á todo lo grande, á todo lobueno y sirviendo á la vez de poderoso auxiliarde la memoria por los recuerdos que cada uno en-cierra y que despiertan en nosotros á la vista do

183su tronco esbelto, de sus ramas tendidas en todasdirecciones .

Grato, muy grato es recordar con amor y rego-cijo á los que fueron nuestros maestros y gloriade nuestro país, pero no es ménos grato vivir to-dos los días con los que al mismo tiempo quenosotros recibieron las lecciones de aquellos yllamándose nuestros amigos lo son por la identi-dad de ideas, de aspiraciones, de sentimientos .

Trueba, Araquistain, Mantel¡, Perea, Egaña,Moraza, son nombres que escitan en nuestra men-te la idea de la pátria, y en nuestro corazon elamor á la tierra que nos vió nacer ; nuestra ad-miracion, nuestro cariño los envuelven en unamagnífica aureola de luz y de calor y su recuer-do habla á nuestra alma y la invita á amar lo queellos amaron, á seguir sus huellas en el caminode la virtud y de la gloria, â no desmayar en lastribulaciones, ni abatirse en las desdichas, tremo-lando decididos el pondon que ellos alzaron y quenosotros somos los encargados de sostener . Perono es ménos grato oir el primer canto de un her-mano cariñoso, entonarlo en su compañía, entu-siasmarse con su acento, uniendo nuestra voz ála suya, contemplar su gloria de que participa-mos, y estrechar con alegría su mano, mostrán-donos orgullosos de pertenecer á una generacionde jóvenes ya tan ilustres, que se llaman RicardoBecerro, Pepe Manterola, Arturo Campion, Her-milio Oloriz y Vicente Arana . Entre esta juven-

184tud florida y entusiasta descuella Vicente Aranapor su libro Oro y Oropel, que es de aquellos quese admiten con placer y se celebran con entusias-mo en toda literatura .

¿Qué es el libro de Arana? ¿Qué representa? ¿Aqué idea responde? .

Para las almas frias y positivamente egoistas esprobable que sólo sea un libro más, tan inútil co-mo otros tantos y de ménos valor que una tablado logaritmos ó un tratado de cocina . Pero lasalmas sencillas y apasionadas, las que sabencomprender el sentimiento vertido por el autoren tan preciosa obra, é identificarse con el pen-samiento del mismo, verán siempre en Oro y Oro-pel una joya riquísima, una fragante flor, un mo-numento alzado á la gloria del autor y de la litera-tura euskara ; para estos el libro representa el másnoble deseo, la aspiracion más generosa, que esla de dar á conocer obras escritas por autores ex-tranjeros que merecen ser conocidas por su belle-za, por su dulzura, por su bondad y sentimiento,y la idea á que responde es la del amor á la mo-ral y d,la práctica de la virtud, que se halla re-vestida de sublimidad y encanto en leyendas cu-yos héroes ó protagonistas luchan con violentaspasiones, sin ceder, á sus ímpetus por estar es-cudados por la virtud 'más sólida y perfecta y porla semejenza poética y material de los lugares enque la accion tiene lugar con los valles sombríosy verdes montañas, empinadas sierras y quebra-

185das gargantas que dificultan y embellecen nues-tro accidentado suelo .

Una cosa hemos de censurar aquí, siquiera nosea censurable, mais que por su notable exagera-cien, y es el calificativo que el autor da á lo quees exclusivamente suyo, diferenciándolo de lo quepertenece d otros .

Oro, y ovo puro, no oropel, como lo llama suautor con excesiva modestia, es lo que el señorArana ha escrito; y, léjos de estar oscurecido porlas demás partes de la obra, forma con ellas unconjunto agradable y armónico, sin desmereceren la coinparacion, así por lo que toca al fondo,como á las demás cualidades de estilo, lenguaje,expresion y figuras .

Y si por nada cuenta el sellor Arana el mé-rito singular de la version á nuestra lenguade autores de génies tan diferentes, nosotros loharemos advertir que, no es tan despreciable es-te trabajo que no merezca ser apuntado ; léjos (loeso, es tan meritorio, que no podemos dar de ma-no al deseo de decir algo sobre él,L ya que su au-tor lo tiene por cosa trivial y de poco momento .

Las traducciones abundan desgraciadamente ennuestro país, para mengua de nuestra literatura ;y no es esto lo peor, sino que frecuèutemente seleen versiones inexactas, incorrectas, plagadasde barbarismos y modismos extranjeros, de obrasinsípidas, como de dramas inmorales, novelas sinfondo ni aplicacion, hechas con tan poco gusto y

18Gacierto, con tal desconocimiento de la lengua quese traduce y de la á que se hace la version, queredunda en descrédito de sus autores, de sus obras,y de los que tau mal se emplean en esos trabajos .Pero cuando alguno, dotado de verdadero gus-

to é indisputable suficiencia, y animado de losmejores deseos ; da á conocer una obra notable porsu belleza moral ó por las doctrinas que encierra,haciéndola pasar á nuestra lengua con todo sumérito, con todas sus bellezas y su colorido local ;cuando, además de interpretar fielmente el pen-samiento del autor, se conserva á la obra su ca-rácter, su encanto, su poesía, este hombre haceolvidar las flaquezas de los otros ; y prestando unservicio positivo á la literatura, propaga con lasbuenas ideas la fama del autor, que debe agrade-cerle su intencion, y estarle no ménos reconoci-do que el público, que recibe y lee el trabajo deluno, puesto á su alcance por el otro .

Esto es lo que sucede con el señor Arana, por másque modestamente no haga mencion de su traba-jo, á nosotros, á fuer de críticos concienzudos,nos cumple hacer notar que la traduccion de lasobras que contiene su libro, está hecha con granesmero y correccion, tal como debe ser, para quesean comprendidas y llenen su objeto, habiendodemostrado conocer á fondo las lenguas que tra-duce y su respectiva literatura, y teniendo la sin-gularidad de haber sido el primero en dar á cono-cer algunos autores y determinadas obras de otros .

187Pasemos ahora al exámen del libro. Contiene

éste seis leyendas principales; algunas otras le-yenditas ó baladas, una sátira político-burlesca,y poesías, originales unas y otras traducidas. Si-guiendo el órden del libro, claremos principio porBrrenda de Kolbei2a, leyenda fantástica original delseñor Arana, que domina este género á mara-villa .

Un tono melancólico y reposado, descripcionesbellísimas y de un efecto sorprendente, tipos ycaractères dulces, en contraposicion con otrosácres y malévolos ; la virtud en lucha con la pa-sion ; la abnegacion, el sacrificio, la más pura ale-gría, haciendo contraste al dolor mas acerbo ; co-lorido local y de la época ; detalles y episodiosoportunos y conducentes ; acciou ligera é intere-sante y gran fondo moral, constituyen esta le-yenda, una de las mejores que el libro encierra .

El amor purísimo de una virgen, cuya inocen-cia cree hallar en las artes de una vieja sibilaalivio á la impaciencia que la consume ; la am-bicion y vanidad de una mujer sin corazon quearrebata á otra el amor de un hombre á quien noama; el error de éste al elegir á la que ménos me-rece su cariño; las angustias del desengaño ; lalocura de la desesperacion ; el arrepentimiento delengaúado, víctima de su adúltera esposa ; el re-conocimiento de los verdaderos amantes ; su trá-gica muerte, todo está pintado con tan vivos co-lores, de una manera' tan tierna y encantadora,

188que conmueve, y al paso que hace envidiar lasuerte de los infelices amantes y prorumpir enpalabras de desprecio y baldon para los culpa-bles ambiciosos, obliga á, admirar al autor que hasabido revestir de tan sentimental encanto unaleyenda de argumento sencillo y poco intrincadasperipecias .Enoch Ardea, es para nosotros, más que una

leyenda, una tradicion histórica; porque no acer-tamos á comprender que, caractéres como los queen ellas se pintan abunden, ni sean comunes en elmundo siquiera se suponga su existencia en aque-lla época y en el apartado rincon á donde no ha-bia llegado el hálito venenoso de las pasiones de-pravadas. Concíbese, pero, como una excepcion,el cariño, más que fraternal de los dos amigos,las penalidades que prolongando la ausencia deluno, hacen creer en su muerte, aunque bien pu-diera haberse hecho fundar en razones más sóli-das que la presuncion que da un sueño y las pa-labras al acaso ; todo esto solo es creible dadas lascircunstancias y el carácter de los personajes,pero lo repetimos no es lo comun . El desenlace ;por otra parte no está todo lo redondeado posible,parecía natural que Enoch muriese, porque vi-viendo hacía con su desgracia la de otras perso-nas; pero esto debió suceder despues de una en-trevista con la esposa que al hallarle moribundo,debia dar lugar á una escena conmovedora queterminaría perfectamente el drama de una mane-

189ra triste, pero conmovedora, y al no hacerlo asíel autor, al dejar . que la esposa y el nuevo esposoignoren la existencia y muerte del desgraciado,hace que el alma del que lo lee se sienta desagra-dablemente impresionada y experimente una in-decible amargura al contemplar el olvido del es-poso infortunado, cuya desdicha y sublime abne-gacion oscurece la felicidad de los otros .

La Rosa de Ispusterr, es una leyenda originaldel señor Arana, que á la sencillez del argumentoy del estilo, une el encanto de la forma y la tier-na melancolía de las expresiones . No es la histo-ria de una gran pasion, en el sentido que tieneesta frase comunmente, pero sí es la de un afectodulce y tranquilo, que al primer azote de la des-gracia rompe el vaso que le contiene . Es la histo-ria de tina pobre flor que pretenden trasplantar ar-1 ' , ndo]a del lugar donde nació y en la que otraflor come . ` "nn ella la frescura de la brisa queconfundia sus dos aromas . Es la historia de unalma apasionada y sensible, que rompe su cárcelcuando ve sus ensueños de amor y felicidad tur-bados porla ambicion y el egoismo de un hombroque es su padre y por los groseros instintos deotro que creo su belleza digna de ser comprada .Es la historia de un alma enamorada, que prefierela muerte á la tortura de verse en brazos de otroque no sea el que ama ; del alma cristiana que ha-lla en Dios auxilio cuando todo en el mundo laabandona, que hace 't Dios la ofrenda de su vicia

190y Dios se la admite, ¡Cuánta belleza encierra esetipo creado ó dado á luz por el señor Aranal-Y eldrama es completo ; el infortunado amante á quienla muerte ha robado su dicha, muere sobre latumba de su amada, sirviéndole la nieve de in-menso sudario, y tambien muere el lúbrico y tor-pe caballero autor de tanta desdicha .Despues de ver cómo la ambicion y la tiranía

de un padre inconsiderado, por no decir cruel, la-bra la desgracia de dos séres, uno de los cuales te-nia derecho á esperar de él otra cosa, hallamos enEl brebage vazravilloso, leyenda original en verso,el espectáculo sublime de una jóven que buscandoplantas para componer un elixir que ha de hacerinvencible a su padre, en las luchas con sus ene-migos, halla el verdadero filtro en el amor de unjóven, que es el enemigo de su familia, y que em-belesado de ver tanta hermosura depone ante ellaantiguos odios é inveterados rencores, lograndocon sa amor la union de dos familias que largosaños habian estado separadas por rivalidades yusurpaciones, que terminan con el casamiento delos jóvenes, que hallan en su union su felicidady la de sus familias .

¿Qué son esas leyenditas tituladas Dora, La Alcc-ya, Sa?abade la orgullosa, El vendedor de canciones,Graciosa, 17ln2arael Iturriaga, La leyenda del Pico-cruzado y El fraile del hábito gris, que como pe-queños fragmentos de obras valiosas, como sen-cillos rasgos tradicionales nos da el autor, suyos

191unos, traducidos otros del inglés, del francés, delitaliano y del vasco francés?Dora es la historia de muchos y de muchas ; un

padre tirano ó caprichoso, dos amantes tiernos yconstantes, la intransigencia que produce mildesdichas, un alma de ángel, el arrepentimientotardío, y la felicidad, por fin, que solo turba la me-moria de los que fueron .La Maya, es una balada encantadora, sin ar-

gumento, pero llena de sentimiento y armonía .Sa-ubade la org-ucllosa, es la historia ciel triunfo

del amor firme sobro la vanidad, que viene á pro-bar que la constancia en el querer, si va acompa-ñada de la virtud y la honradez, ablanda los cora-zones más duróós y altivos .

El veiededor de canciones es la de un pobre co-blacari, trovador vascongado que ama y ve enpeligro á su amada y no puede salvarla : que can-ta con el alma traspasada de dolor, y en vanoquiere morir para reunirse á la gtie fué su encan-to y su felicidad .

Graciosa es la historia del amor cine no se paraen preocupaciones de linaje, calidad ó fortuna,que ama sin ver en la persona amada mas quesus cualidades morales, su belleza y su virtud, yle importa poco el vano adorno, la necia osten-tacion .

171anrae7, Itucrriaga es una leyenda vasco-france-sa de un arriero, que ama como un poeta, y co-mo él, es desgraciado ; al que envidian los que no

192ven su corazon, y que cree perder lo que más es-tima en el mundo, sin perder su calma y su resig-nacion, no porque sea insensible, sino porqueademás de tener el alma de poeta, es filósofo .

La legrada del Pico-crraczacdo es una tradicionmística, semejante á la de la pasionaria ; se tratade un pájaro que quiso desclavar con su pico áCristo de la cruz ; en sus plumas y en su pico lle-va las señales indelebles de su aacion meritoriay de la bendicion del Seáor .

E'l,fraile de Iucbito gris es otra historia de amor,otra pasion un tiempo contrariada, y por fin, li-bre y dueña de manifestarse y de colmar la dichade dos amantes, uno de los cuales había va toma-dlo el hábito; pero, por su fortuna todavía eranovicio .

Termina esta série de leyenditas con una fábu-la traducida del italiano que no tiene más méritoque el de la version .

Estas leyendas, perfectamente vertidas al cas-tellano, agradan á todos y principalmente á lasmujeres; ¿cómo no, si el asunto dominante en to-das ellas es el amor, y está pintado con tan belloscolores, con tal copia do conceptos sua ves y esti-lo seductor?

Basada en los tradiciones del país de la Arcadia,hoy llamada Nueva Escocia, está la leyendatitu--da Evagagelinaa ; tambien el amor forma el asuntode esta tristísima historia ; la desgracia hiriendo Atodo un pueblo, que ve sus Bogares incen-

193diados, sus haciendas confiscadas, y él mis-mo conducido á través de los mares á tierras ex-trafias; eterno y desconsolador destierro del paísque encierra todo lo que ama y del amor de unadulce jóven de ese pueblo, que ve morir á su pa-dre primero, á su amante despees, sin apoyo, sinrecursos, sin más amparo que la proteccion divi-na, constituyen esta leyenda de Longfellon, llenade ese encanto misterioso y triste que produce to-do lo que es bueno y tierno y padece injustamen-te. -El traductor ha sabido conservar en la ver-sion toda la dulzura y fresco color del original,acomodándolo perfectamente á nuestra literatura,que esto más tiene que agradecerle .Don Tr«on XIV, cuento extravagante, como

le llama su autor, apenas si lo es, excepto en laforma, que su fondo está lleno de verdad y de ver-dades que sólo dichas como se dicen pueden oirsesin enojo, ni fastidio ; dichas en sério no hubie-ran encontrado media docena de lectores, porqueel asunto, sobre ser conocido, es muy trillado ;pero, adoptando la forma jocosa y burlona, el quelee al paso que rie, al ver expuestas tan franca-mente cosas que acostumbra á ver veladas, ad-mírase do la lógica, de las apreciaciones y delcontraste que resulta de poner en boca de losmismos personajes ficticios la expresion de suserrores y defectos que corresponden á otros deséres reales y positivos . Es una sátira político-social, en la que las debilidades y vicios de todos

13

194los gobiernos están presentados con habilidad,tacto y discrecion, habiendo conseguido el autormantener en los labios de sus lectores la risa sar-cástica que produce el espectáculo de un enemi-go puesto en ridículo . Las digresiones, los nom-bres raros y específicos, y los episodios de estafábula, hacen amena y agradable su lectura, y sufin, altamente moral y provechoso, encierra bue-na doctrina y gran enseñanza, lo que no es dedespreciar.

Termina el libro con unas poesías, la mayorparte originales, y algunas traducidas del inglés,mereciendo especial mencion, entre aquellas, lastituladas A orillas del Ibaizábal y El país máshermoso, y los sonetos Por tí y A Lidia, compo-siciones todas que prueban las excelentes condi-ciones de poeta del autor .Hemos concluido; sólo nos resta manifestar lo

que el libro en conjunto nos ha parecido, y el jui-cio que en su vista nos merece el autor ; pocas pa-labras bastarán para esto .

Oro y oropel, es una coleccion de joyitas lite-rarias . Su autor ha sabido encerrar en él algunasperlas que ha recogido aquí y allá, y otras que sufecunda imaginacion ha creado . Merece por am-bos conceptos bien de la literatura y de los aman-tes de lo bello, y si algo valiera nuestro consejodesinteresado é imparcial, le animaríamos á se-guir el camino emprendido ; pero dando más lu-gar á sus producciones, porque quien tan bien

195siente y piensa, expresa y concibe, no necesitaacudir á fuentes estrañas para beber la inspira-cion, teniendo manantiales propios en esta tierravascongada, en la que el que no ha sido héroe dealguna historia semejante á la que él cuenta, tienetal hermano ó compañero que allá en la barriadahermosa que hace frente al sol, ó en el caseríodel alto que parece una paloma que se eleva porlos aires, ha hecho sufrir á una nescatilla fresca yalegre ciertas penitas que ponian sus ojos tristesy llorosos y su alma acongojada por la ausenciadel ágil y robusto mutillac por quien á solas sus-piraba . Puede y debe hacerlo, porque vale ; faltasólo que quiera, y no será ciertamente falta de vo-luntad lo que aqueje al Sr . Arana, que hartaspruebas nos ha dado de tenerla firme, y á pruebade obstáculos y contrariedades, y holgaranos muymucho obtener la amistad del que tan buen inge-nio revela, del dulce é inspirado autor de Oro yOropel.

19G

MONUMENTOS ARQUEOLÓGICOSDE LAS

PROVINCIAS VASCONGADAS(ALAVA.)

ARMENTIA. (I)

Y

PISCUfl, O LEIDO EN LA

CADEMIA

LAVESA DEIENCIAS DE BSEVACION POI SU DI~ECT0P EgMIN

MEq~~AN EL DIA 24 DE PCTU$PIJE DF, íh77 .

I .

Historiados ya en los capítulos anteriores, conla exactitud que nos ha sido posible, los monu-mentos de más pasadas épocas que enriquecenla arqueología vascongada ; tenidos en cuentacuantos datos nos ha suministrado nuestra dili-

(1) Este discurso esta formado de la tercera parte dela importante y voluminosa obra que escribió el autorhace algunos años bajo el título de Historia de la TierraEuslaara ; Alava, G-sip ízcva, Vizcaya, Kavarra alta y YVa-varra Laja. Comprende en sus varios tomos, tres partes :1.1 historia política, militar y religiosa : 2.1 Institucio-nes : 3.a historia intelectual, lengua, artes, ciencias yletras .

197gencia y las observaciones del que, aún loco encasa agena puede ser cuerdo ; y muy cuerdo enla propia; tócanos ahora describir la basílica deArmentia, recuerdo histórico de gloriosa memo-ria, por circunstancias especiales, que el lectorconocerá, á poco que siga leyendo las páginas deeste libro .

Con ser abundantes los lugares y sitios en quese habla de Armentia, por distinguidos cronistasé historiadores, como quizá no se han ocupado delos vestigios arquitectónicos, que hasta ahora va-mos describiendo, apenas si acertamos á domi-nar históricamente la materia, hasta muy cerca-nos días, en que son dignas de merecida confian .za, las relaciones que á ella hacen referencia .

Es aventuradísimo, hasta más no poder, el asen-tar, cual si fueran hechos comprobados, ó al mé-nos no repugnables á un frio razonamiento, eseorigen fabuloso, que aún pasa de los límites de latradicion, sobre los primeros fundadores . Porquesi á dar crédito Fuéramos á los que, por una se-mejanza, bien poco estraña por cierto, entre losnombres de Armentia y el de Armenia y Arnien-ta, Alba y Alava ; Araha y Araba ó Aralia, Gor-bey ó Gorbeya y Tullica ó Tubalica y Tubal, danpor fundadores de estos lugares á las tribus que,procedentes del Asia, arribaron á España al man-do de Tubal, abundantes y análogas razones ha-bríamos de hallar para entregarnos á descabella-das aseveraciones, que deben ser reprochadas por

198la buena crítica moderna de las ciencias históri-cas. Poco habia de costarnos el sostener, refirién-donos á tiempos prehistóricos que cuando la llana-da de Alava era un lago, y merced á cambios at-mosféricos ó geológicos de todos conocidos, rompiólas vallas que la naturaleza la oponia, abriéndo-se paso, por las conchas de la Puebla de Argan-zon, los que poblaban la parte elevada de los mon-tes de la sierra de Tolonio, entre los cuales figu-raban, á no dudarlo, los habitadores de lo que hoyse llama Dehesa de San Bartolomé, en la que sehan encontrado curiosos objetos de una edad pri-mitiva, descendieron á otros puntos, pudiendomuy bien haberse fijado en una nueva y más ba-ja estribacion, en que se halla situada la Armen-tia que hoy conocemos .

Pero estas apreciaciones, hechas con espíritucritico malévolo, más con objeto de ridiculizartanta y tan absurda fábula, que con el de aven-turar opiniones que mañana podrian aclararse, nodeben ser tenidas como pareceres dignos de apre-cio y estima, y bastantes para llenar la edad pre-histórica de esta parte de la provincia de Alava .

De manera, que sin escrúpulo de ninguna cla-se, sin que nuestra mision de historiadores seamenoscabada, podemos pasar como sobre áscuaspor la supuesta existencia de Armentia durantelos siglos anteriores á la reconquista, monumen-to histórico en que, á no dudarlo, adquiere Ar-mentia toda la importancia, de que despues go-

199zara por muchos siglos . Y este crecimiento estájustificadísimo . La raza árabe, desbordada sobreEspaña con ímpetu jamás conocido, ni usado porlos bárbaros del Norte, llevábalo todo á sangre yfuego, sin que diera más tiempo de evitar la ca-tástrofe, que el necesario para una huida precipi-tada y desconsoladora ; estos fugitivos era na-tural que no hallasen albergue seguro, sino enaquellas altísimas montañas, entre aquellos sel-váticos y valientes pueblos, que habian resis-tido todos los poderíos humanos, sin que ningu-no fuera capaz de abatir su brio, y doblegar sulevantada cerviz, (1) Y media España acudió entropel, á refugiarse en las empinadas sierras deCantábria y Vascónia ; y entre estos que abando-naban sus hogares, por huir de una muerte se-gura, ó por salvar mil veces la santa bandera de la

¡1) Don Antonio Cánovas del Castillo, voluble histo-riador de la casa de Austria: excelentísimo descritor debatallas militares, inspirado poeta, orador abundante co-mo ninguno, novelista histórico regular, vino á decir enun prólogo tan bien escrito como mal pensado que la ra-za euskara era poco valerosa y guerrera, pero el Sr . Cá-novas del Castillo que tanto valió en otras cosas ¿qué sa-be de esto? ¿ni qué se ha de esperar del historiador quecambia de opiniones en sus juicios históricos segun leconviene para sus miras políticas? ¿ni qué del que se atre-vió á decir en 1874, en un prólogo sobre los oradoresgriegos, en el que corren parejas por lo malo la forma yel fondo, que no conocia tiempos peores, desde el rey go-do Don Rodrigo, que los contemporáneos? Estas si quepueden llamarse genialidades históricas de un historia-dor que lo es pocas veces, ó que escribe con juicio for-mado, despues de un maduro exámen .

200pátria, fuego sagrado que sólo arde con inextin-guible llama, en los corazones indomables y dis-puestos al heroismo, algunos, muchos, debieronsentar sus reales en la llanada de Alava, sembra-cla de pueblos, y en algunos de los cuales, obe-deciendo á necesidades religiosas, debieron fijar-se más principalmente, por tener en ellos pasto-res que, en nombre (le la religion, les exhortarancontinuamente é sacudir el ominoso yugo quesobre la madre pátria pesara, y sacerdotes que lesdieran los consuelos del cielo, que en semejantestribulaciones son necesarios . De modo, que Ar-mentia debió de ser, en estos comienzos, un es-,tenso campamento, que luego se convirtió en nu-meroso pueblo, casual y accidental, y espuesto álas variaciones que los sucesos de la guerra tra-jeran consigo . En él, sin embargo, los fugitivoshallaron tranquilidad ; la sierra de Tolonio y elrio Ebro, eran valladar poco ménos que insupera-ble y creyéndolo así, paráronse en uno de los pri-meros'pueblos, on Armentia, que por estar en lafalda de quebrado monte, era más apropósito pa-ra la defensa, y entonces esos picos que descue-llan sobre él, debieron servir de puntos avanza-dos, desde donde la primera muestra de irupcionhabia de ser descubierta y avisada .

No de otro modo puede considerarse á Armen-tia y su tan fabuloso crecimiento . Por estas razo-nes, llego á ser episcopado tan pronto como des-aparecieron los obispados de Tarazona y Cala-

201horra; ciudades conquistadas por los árabes . Alllegar aquí, son verídicos los datos que conoce-mos, la, historia los conserva sin género de duda,y nosotros que nos hemos mostrado cautelosos entodo lo que anterior á esta fecha veíamos asenta-do, debemos dar principio . á una época, sino per-fectamente conocida, por que faltan detalles quenos den á conocer los hechos sucesivos que en eltrascurso de tres siglos tuvieron lugar, al ménospara poder fijar, sin temor de equivocarnos, laexistencia de la sede de Armentia, convertida encabeza espiritual de una larga circunscripcion,que se estendió por Vizcaya, hasta las orillas delmar Cantábrico . Pero duróle poco tiempo este po-derío. Afortunadamente para la nacion Española,la reconquista iba verificándose, y Calahorra li-bre ya del poder Agareno, volvió á su recinto laSede, quitando con ello influencia á la de Armen-tia en un principio, y poco despees haciéndoladesaparecer, quizás á viva fuerza, á la muerte delObispo Fortunio, y viviendo D. Pedro I\TazanObispo de Calahorra, prelado ambiciosisimo ydispuesto á recobrar, aún por medios no muy lí-citos, el rico floron que con Armentia se lo pro-porcionaba .

Esto que debió suceder en la última década delsiglo XI, por los años de mil y ochenta y tantos,redujo á Armentia á tristísimo estado . Toda.cla-se de tribulaciones y quebrantos llovieron sobreella, y se convirtió en colegiata, quedando de su-

202perior el Arcediano de Alava . Aún no se conten-taron los de Calahorra con estas vejaciones, si-guieron oprimiéndola cuanto pudieron, y no bienpasó la bondadosa direccion de D. Rodrigo deCascante, (1146-1190) que atendió á la reedifica-cien del templo Armentiense, volvieron de nuevoá usar de medios violentos, llegando hasta elpunto de invadir á ¡mano armada la iglesia deArmentia, despojando al Arcediano de sus vesti-duras episcopales, y cometiendo otras tropelías,por todo lo que sufrieron reprensiones del Papa .

Cuando los mandatos y órdenes del papado, pu-dieron haber traído á Armentia una tranquilidadde que no gozaba hacia dos siglos, lo débil y ca-sual de su ostentosa formacion, hizo que se vierareducido á insignificante lugar, del que los fugi-tivos habian marchado en busca de los que, enotros tiempos, habian sido cunas y sepulcros desus antepasados .

Mientras tanto Vitoria, crecia y se desarrollabapoderosamente y así á nadie estrañó el que los Re-yes Católicos, instalasen la colegiata en la igle-sia do Santa María de esta ciudad, y que supri-mieran la de Armentia, sin que le quedara comorecuerdo de su pasado glorioso, mas que la obli-gacion perpétua que Su Santidad impuso al ca-bildo de Santa María, de concurrir todos los añosen las festividades de San Andrés apóstol y deSan Prudencio, á celebrar en su iglesia, las pri-.neras y segundas vísperas y misas solemnes,

203Esto es todo lo que sabemos de la parte histó-

rica de Armentia, ocuparémonos de su descrip-cien artística .

II .

Señores : ¡qué oscuridades presenta la basílicade Armentia bajo el nuevo punto de vista artísti-co en que la vamos á examinar! Sin datos verda-deros, ni falsos, sobre que asentar nuestras apre-ciaciones, no han podido, los que me precedieronen el estudio de tan insigne monumento, hacerotra cosa que imaginar los aspectos del edifi-cio, tal como debieron ser en los tiempos que niaún por indicios podemos conocer nosotros, queen esto de opiniones, bien se puede decir lo deQuinet, que la del dia siguiente forma radicalcontraste con la del anterior, y estas han de pa-recerme tan evidentes como las del aventuradoLyell sobre la antiguedad del hombre .Y hé aquí donde más se presenta y más palpa-

blemente se muestra el poder de esta gran cien-cia arqueológica que reconstruyella historia de lospueblos, basándose sólo en pobres restos arqui -tectónicos, y la reconstituye con tal firmeza queá veces, documentos que en otros tiempos apare-cieran como fehacientes son mutilados, al mos-

204trarse su falsedad, por medio de. las razonadísi-mas deducciones de la arqueología .No me ciega la pasion, por esta ciencia que

constituye una de nuestras mis predilectas afi-ciones, es tan sólo admiracion verdadera, perohija de la justicia, la que mueve mis lábios á laalabanza y la que moverá á los lectores al aplau-so, cuando vean que de ese conjunto de ruina,amontonadas sin órden ni concierto, hemos delevantar un hermoso templo latino-bizantino, co-mo si fuera obra de nigrománticas evocacio-nes. Mirad .Mirad lo que era ayer Armentia ; ¡ayer! una

edad pasada anterior al año 1776 .En esta colina occidental-y no oriental como

ha dicho un escritor que mencionaremos mu-cho-está el templo . Su situacion es como la detodos los santuarios católicos . El ábside está aloriente ; el altar mayor debe hallarse en la direc-cion de la salida del sol . Su, nave es muy capaz,dice el Licenciado Ibañez ; su planta prolongada consu crucero, qua contiene dos altares, al lado delEvangelio el de Nuestra Señora del Rosario ; y alde la Epístola el de San Prudencio con su imágeny una antigua figura que representa su entrada enOsma, cuando fué á pacificarla . En el altar ma-yor está San . Andrés. Aquí se halla la cruz lati-na ; los arcos torales son elevados ; en sus ángulos se ven los símbolos de los cuatro evangelis-tas; el águila de San Juan, el leon de San Már-

205cos, el ángel de San Mateo y el toro de San Lú-cas. Los capiteles de las columnas, están medioempotrados y recuerdan simbólicamente asuntospaganos; á la izquierda, en aquel rincon junto almuro exterior, hay una puerta de salida al claus-tro, colocado como todos en direccion Norte ; eneste cláustro hay dos arcos ojivales debajo delos cuales existe un enterramiento que tieneuna estátua tendida ; es de alguno de los abadesde Armentia, acaso del mismo que ayudó á DonRodrigo á la'reconstruccion del templo . Pensarque este obispo fué enterrado en Armentia siendoobispo de Calahorra, no es pensar con acierto, niaún con asomos de acertar. En la parte occiden-tal, en donde está la segúnda puerta de entrada,hay dobles columnas con capiteles curiosos pro-pios de los últimos tiempos de aquella arquitec-tura . Una cornisa ajedrezada adorna la parte me-dia de los paños de la iglesia .

Hemos reconstruido, con más ó ménos verdad,la Armentia de los tiempos que pasaron, vamosahora á ocuparnos de describir detalladamentecon empello minucioso todo cuanto en el año degracia de 1877, existe en pié y hemos podidoexaminar á conciencia, para que no se pierdan yalos pocos vestigios que quedan dé nuestros glo-riosos monumentos .

Dentro del pórtico está la puerta que da entra-da á un pequeño pasillo, en medio del cual se ha-lla la puerta principal, apoyada en un tabique

falso y colocado entre dobles columnas, que porsus proporciones cortas y gordas, y los curiososcapiteles que figuran perros devorando aves, pue-de asegurarse muy cuerdamente que son restosdel año 1789. La parte larga que forma la cruz,está formada su bóveda de arcos de medio puntoalgo achatados, y lo particular es que los cuatroarcos torales, los tienen ojivales ; pero, deben es-tar muy rebajados, porque encima de ellos estánocultos los cuatro evangelistas de que hicimosmencion en la parte antigua. Los arcos toralesse apoyan en ocho columnas empotradas con va-riados capiteles. Sólo tres los conservan primiti-vos y son las tres primeras del lado izquierdo,(mirando al altar mayor) que representa la pri-mera una porcion de aves que segun el Sr . Man-tel¡, es la manifestacion simbólica de la DivinaProvidencia, el segundo tres figurillas de hom-bres á caballo envueltos en ramage y aún en ra-cimos de uva, que recuerda la fiesta de Baco, ó latierra de promision, y el tercero cuatro águilas ;los cinco capiteles restantes son modernos y figu-ran hojas de acanto, volutas, canticulos retorci-dos y otras labores . En el brazo derecho de lacruz, á la altura de los capiteles, hay una corni-sa ajedrezada, igual á la exterior . No deja de lla-marnos la atencion el que la pared central del la-do izquierdo, que quizás es el único muro exteriorprimitivo que se conserva, tenga en su parte máselevada, un resto de cornisa sencilla que no sa-

207bemos á qua atribuir, Dos de los arcos toralesestán claveteados en toda su estension. La pilabautismal parece muy antigua ; pero, en nada seasemeja á la de Estívaliz ; me hace dudar de suantigüedad, la circunstancia de ser muy delgadaen sus paredes, cuando generalmente las de lostiempos románicos son muy gruesas y su huecoredondo y pequeño .

Saliendo del templo, lo más notable que á nodudarlo, existe en el monumento de Armentia, esel pórtico de cinco arcos de medio punto, en elque se encieran todos los vestigios antiguos y demérito, que á través de los tiempos se han salva-do de su continua demolicion . El espacio que ocu-

pa es pequeño, y se halla en la misma direccionque el templo .

El paño lateral derecho, contiene dos arcos cu-ya construccion es en todas sus partes románi-ca (si se conceptúa su ligera apuntacion ojival,)claveteados en su extension que se apoyan en trescolumnas, una de las cuales, la del rincon no essino un conjunto caprichosísimo de restos dis-persos y disparatadamente colocados, que repre-sentan en su parte más cercana al capitel, áAbraham sacrificando á su hijo ; las otras dos sonen su conjunto dos estátuas vestidas. Los plie

gues de sus paños nos inclinarian a darlas res-petable antigüedad si su delgadez no formaracontraste, con las que conocemos de aquellostiempos. Sobre las coronas do est1(3 . tátu~

208por hallarse mutiladas no acertamos á saber queson, hay. bonitísimos capiteles corintios . En loshuecos de estos arcos y columnas, en los tímpa-nos, dijéramos mejor, hay colocados sin órden niconcierto, pasages, que á fuerza de estudiar po-demos acertar á explicarlos eu parte . En el arcode la derecha, hay altos relieves que representanuna sepultura en la que Jesucristo se halla y Ma-ría trata de cubrirlo con los paños. Los altos re-lieves de la mitad izquierda del otro arco, son re=presentacion en parte del sacrificio de Abrahamy los de la mitad derecha el acto de ser arrojadosdel paraíso nuestros primeros padres Adan yEva.

En el paño central del pórtico viñolesco hayun tímpano lleno de altos relieves representandoá Jesús con sus discípulos todos en pié ; una delas cabezas de estos falta . La figura que repre-senta al Salvador es de doble altura, pero triplelo ménosuen sus proporciones, que las otras . En-cima de las .cabezas de sus discípulos hay ánge-les y la representacion de Jerusalen . Este tímpa-no está dentro de un arco en cuya periferia haylabores propias . En ambos lados hay otros relie-ves uno de los cuales representa al apóstol San-tiago .

Estos relieves, así como los del timpano y losde los arcos de la derecha adornaron el segundocuerpo de la imafronte, pero, por sus aptitudes,por las figuras y los paños y las representacio-

209nes pertenecen á la última mitad del siglo XII yson todos de la misma época . En esto discrepa-mos radicalmente del Sr . Amador de los Rios queen su precioso trabajo, ha acertado mas que nin-gun otro historiador . (1)

Colocado en el mismo paño central, en su par-te derecha, formando ángulo con él los dos arcos,hay otro, con tímpano complicado, que equivo-cadamente, en nuestro humilde concepto, supusoel Sr . de los Rios, que contribuyó á la decoracionde la portada ó primer cuerpo de la imafronte. Eltímpano pudo estar, mejor que en ningun sitio enun enterramiento, y acaso no nos equivoquemos,si nos le figuramos colocado en el sepulcro quehay en el brazo izquierdo, frente por frente de lapuerta del cláustro. Más acertado aún será elasentar que el arco separado del tímpano, formóuna de las puertas . Pero describamos lo que exis-te, siguiendo al sábio catedrático de la Central .Forma el tímpano, un arco de medio punto, or-lado en su periferia externa de una franja enri-quecida de vástagos serpenteantes y de flores,que acusan su origen bizantino, y enriquecido enla interna, por una inscripcion de caractéres lati-

(1) Estudios monumentales y arqueológicos,-ProvinciasVascongadas.-Artículo IV . - Eev-ista de Espada.-To-mo XXII.-Páginas 38 y siguientes .-Madrid 1877,

Tambien quiero citar aquí el fácil y curioso artículo ti-tulado Armentia por Ricardo Becerro, publicado en ElAteneo.-31 Agosto 1877.

11

210nos, todavía indorianos, la cual ofrece la leccionsiguiente :rj REX: SABBAOTH; MAGN US: DE US: EST: ETDICITUR. AGNUS: DEI: NUNCIUS : ANGELUS

Ocupa el semicírculo una tabla de piedra divi-didas en dos zocas ; hállase la superior ennoble-cida por la representacion simbólica del inmacu-lado Cordero y la Cruz dominica, encerrado todoen nimbo sencillo, con este expresivo verso leo-nino grabado en su cortorno :>b MORS: EGO: SUM : MORTIS; VOCORi AGNUS:

SUM: LEO: FORTIS:« A una y otra parte del nimbo se ve arrodillada

una figura, coronadas ambas por nimbos acon-chados (conchylati) ; la de la derecha del espec-tador es de Isaías ostentando un pergamino enque se lee : P.ix voBis ; y la de la izquierda deSam Juan Bautista presentando el mote EccEAGNUS DEI . En la faja que separa las menciona-das zonas, hállase esta leyenda, que forma tam-bien un verso leonino :>j< PORTAN : PER; HANC' CELE FIT: PER: VIA:

UNICUIQUE FIDELLMírase en el centro de la zona inferior el divi-

no monóg conuc de Cristo, nimbado como el In-maculado Cordero, y exornado del alfa y la ome-ga, pendiente de los brazos superiores del aspa .Sostienen el nimbo dos ángeles, cuyos piés sepierden entre nubes como para mostrar que descien-den del cielo, y en la mitad de la faja que cierraesta parte del tímpano, destinado -antes de 1776 á

211cuadrar sobre el dintel de la puerta, léese en ca-ractéres de igual tamaño que los de la periferiaexterna, esta inseripeion desgraciadamente in-completa :HUIUS: OPERIS: AUCTORESi RODERICUS :

ET'S', .Esto es lo que queda de este monumento que

el tiempo ménos cruel que la mano del hombre,ha respetado hasta ahora . Esos signos indeleblesde un arte y de una civilizacion que ya pasaronhablan á los ojos del artista y del anticuario,como caractéres vivos é inequívocos que revelansu notoria antigüedad y su indisputable grande-za . Nada fijo podrá el observador hallar en esostrazos ya toscos ya delicados, pero siempre atre-vidos y llenos de la idea que llevara al artista áejecutarlos, porque descabalados é incompletos ensu mayor parte, trastornado su orden y coloca-cion por la ingerencia de manos profanas, solo ámedias pueden revelar la verdad de los misteriosque encierran, y es obligacion del amante de losrecuerdos arqueológicos, eficaces auxiliares de lade la historia, tratar de retener aún procediendopor congeturas, lo que en ellos todavía se ve cla-ro, antes de que las injurias del tiempo y la ma-no del hombre, hagan más difíciles y oscuras lasinvestigaciones y enmudezcan para siempre es-tos caractéres que en un tiempo debieron ser ma-nifestacion clara y palpable de la historia de va-rios siglos,-He dicho .

212

OBSERVACIONES

SOBRE LA LENGUA CASTELLANA Y LA EUSKARA,

ESTUDIOS FILOLÓGICOS .

El lenguaje es la más im-portante y exigible de lasunidades sociales .RAFAEL MARIA BARALT .

I .

Notorio y evidente es el abandono en que, co-,mo ciencia, se encuentra el lenguage, no sólo enEspaña, sino en la mayor parte de las naciones eu-ropeas ; como evidente y notorio es que poco ónada se ha hecho, hasta el dia, para sacarlo delestado, meramente pasivo, en que se halla y ele-

213vario á la condicion á que sus excelencias le ha-cen acreedor, poniéndole en parangon con otrasciencias no más útiles, ni más universales, ni demás absoluta necesidad que á la que pensamos de-dicar nuestros esfuerzos y trabajos .Es por demás extraño que, siendo el lenguage

la fuente de todas las otras ciencias, á las que sir-ve de principio, de medio y de fin ; causa de eru-dicion y de recreo, verdadera ciencia, en la másalta acepcion de esta palabra, órgano de comuni-cacion, vehículo del pensamiento y de la idea,expresion del sentimiento y de la voluntad, baseen que se asientan todos los conocimientos huma-nos, ciencia y arte al mismo tiempo, esté en ol-vido y poco ménos que postergado á las otrasciencias, aun á las más secundarias ; y esta ex-trafieza sube de punto al considerar que es él lamás excelente de todas, puesto que le son deudo-ras de su existencia, imposible sin su auxilio ysin su ayuda inútil ; llegando el asombro á su úl-timo límite al pensar que por este camino la ruti-na y el doctrinarismo lo invadirían todo, mercedá la culpable indiferencia con que se mira y so hamirado el más útil, necesario, universal y prác-tico de los conocimientos humanos .

Cediéramos en nuestro asombro si la excelen-cia del lenguaje fuera siquier por un momentocuestionable, pero siendo como es reconocida portodos y cada uno, viéndose, palpándose y recono-ciéndose sus dotes y cualidades de una manera

214general y absoluta, se halla perfectamente justi .ficada nuestra admiracion y extrafieza, y másaún, habiendo como hayy quienes puedan realizaró al menos poner en ejecucion, preparando así elcamino ó otros más diestros ó más felices, la rei-vindicacion del language como ciencia, la exten-sion y propagacion de los conocimientos filoló-gicos, como medio de dar brillo y esplendor á labella cuanto asendereada lengua castellana .

No entra en nuestros propósitos hacer uu estu-dio profundo y detenido del lenguage, como fór-mula general expresion de la humanidad entera,plumas mejor cortadas y en tiempo y lugar másoportunos, se han ocupado de tau importante ytrascendental objeto ; nuestros trabajos so limi-tan á cuanto se refiere ~, la. lengua castellana ytiene con ella inmediata relaciou ; tócanos, pues,examinar su esencia y naturaleza, su orígen me-diato é inmediato, su índole y carácter particu-lar, analogías y correspondencias con otras len-guas, bellezas y defectos, y cuanto basto á dará conocer este ramo de conocimientos humanosen todas sus manifestaciones .

Concretándonos, por lo que respeta á este pri-mer artículo á resellar ligeramente y sin detalleslo que á la esencia de la lengua pertenece, nosproponemos, en trabajos posteriores, hacer unprolijo y maduro exdmen que comprenda la representacion del lenguage castellano como arte ycomo ciencia, desenvolviendo y haciendo ver los

215principios en que se funda, las consecuencias le-gítimas de los mismos, las reglas del bien hablar,como norma y pauta segura é infalible de llegará obtener la anhelada perfeccion .

El origen del lenguage, en general, se ha crei-do por algunos divino y por otros meramente hu-mano . Como la cuestion está todavía sub j rcdlice,como cosa improbable y solamente hipotética, noslimitaremos á exponer las razones que en favorde una y otra opinion aducen unos y otros . Pla-ton, que es de los primeros, opina que el hombropor sí solo no es capaz de resolver el problemade la formacion del lenguage ; Juan Jacobo Rous-seau admite este principio, añadiendo que era im-posible de todo punto que el hombre pudiera in-ventar una lengua, porque para ello tenia queestar civilizado, y la civilizacion supone una len-ua preestablecida, Son de opinion contraria Dió-21

doro, Ciceron y Horacio, entre los antiguos ; Con-dillac y Adan Smith, entre los modernos, loscuales afirman que el hombre, dado el desarrollonatural del ejercicio de sus facultades, se hallaen estado de formar tina lengua, poniendo comoprueba de esta afirmacion, la facilidad con que lossordos-mudos inventan gestos, á falta (le sonidosarticulados, formando un len;•unge capaz de ex-presar sus percepciones y deseos .

Abandonando esta cuestion, por improce-dente, y llegando al punto de hallarse for-madas las lenguas primitivas, vamos á ocu-

216parnos de la formacion y origen de la caste-llana .

Esta lengua, tal como hoy existe y es conoci-da, entraña como todas las demás, una cualidadque la hace peculiar y característica de la nacionespañola, cualidad que reconoce por causa la pas -mosa variedad de lenguas y dialectos que existenen el mundo conocido, y es una analogía tal con elcarácter, índole particular y naturaleza do los es-pañoles, que no parece sino que, adaptándose per-fectamente á su manera de ser, los españoles só-lo podían haber hablado la lengua castellana, yésta sólo podia haber sido hablada por aquellos .Esto se explica perfectamente, observando que nocausa el mismo efecto ni impresionan tanto, porejemplo, los romances caballerescos españoles es-critos en una lengua extranjera, como en la queprimeramente vieron la luz, como parece que tam-poco la música italiana se adapta tan bien y com-pletamente á los versos castellanos, á posar de nocederlo nada, ó casi nada en armonía y flui-dez .

Consiste esto, sin duda, en que las lenguas,como todas las necesidades humanas ; obedecen ála influencia que la diversidad de razas, de fami-lias, de costumbres y de civilizaciones, ejerce entodas las manifestaciones del hombre .

Así las lenguas se dividieron en familias y lasclasificaciones etnográficas dieron, en un conjun-to admirable, nocion de las diversas familias que

217pueblan el globo y de las lenguas que les sonpropias .

Dado, pues, que la lengua castellana es y de-bia ser para los españoles, porque sólo ella pare-ce que expresa de la manera mejor cuanto á Es-paña se refiere, y dado que como lengua deri-vada tiene su origen necesario y natural, vamosá ocuparnos de él, para ir despues desenvolvien-do los demás objetos de este artículo .

No puede afirmarse cual fué la primitiva len-gua de Espafia, ni si ésta fué única ; en lo que síestán conformes todos los escritores filológicoses en lo de que en España se habló el idioma la-tino, por efecto de la larga dominacion romana,de tal manera que las lenguas primitivas, si esque hubo varias, fueron decayendo basta ser com-pletamente olvidadas . La venida de los bárbarosdel Norte trajo consigo la introduccion de su len -guage, resultando que sin que fuese abolido el la-tino, g,uieral ya en toda l?.spaña, ésta tuvo mu-chísimas voces de godos, vándalos, alanos y sue-cos. Vinieron los africanos, y dueños de casi todala Península, introdujeron tambien . su lenguage,que so hizo casi universal en España, librándoseúnicamente de esta influencia los cántabros yvascones, que, refractarios á toda dominacion ex-tranjera, conservaron su lenguage primitivo, quopudo muy bien ser en un tiempo general en lanacion ibérica .

Cosa natural es, y de fácil explicacion, que la

lengua castellana modificada y añadida, mercedá la agregacion de las palabras pertenecientes ála lengua de sus dominadores, recibiese de cadauna de éstas los elementos que la habian de cons-tituir en lo futuro, no limitándose esta influenciasimplemente á las palabras, si que tambien á lasfrases y pensamientos, llegando á adoptar, comoharemos observar más adelante, la concision grie-ga y la redundancia romana, la energía gótica yla amplificacion árabe ; caractèresque constituyenlos varios y diversos estilos de los escritores cas-tellanos, que tan bien se prestan á los diferentesgéneros de la literatura nacional .

La lengua que más contribuyó á la formacionde la castellana fué sin duda la latina, de la cualtiene aquella un respetable catálogo de voces, for-madas, segun su uso y la época desu introduccion,añadiendo ó quitando letras, asimilándolas,-, otrashomólogas ó sinónimas y trasformándolas segunla idea, aspecto y modo de ser de las cosas porellas representadas .

De manera que puede afirmarse que casi todaslas palabras castellanas, que no tienen su origenconocidamente griego ó árabe, proceden del latin,cuya construccion es enteramente asemejada á lalatina, hasta el punto de entreveerse el deseo, laaficion á conservar intactas palabras que sólo latendencia de los españoles á hacerlas más suavesha podido modificar .

La lengua árabe sigue á la latina, si bien la

219aventaja un tanto, en cuanto á la influencia queejerció en el estilo, cuyo efecto seha llamado des-pues orientalismo ó tendencia á la exageracion,á lo maravilloso, tendencia qne nos ha sido con-servada por los pueblos del Mediodía de España .

La lengua griega tuvo tambien no poca in-fluencia en la formacion de la española, teniendola particularidad de ser empleada para significarcosas pertenecientes á la religion y nombres cien-tíficos, hasta tal punto que, aún en el dia, no seacucie á otra cuando se trata de formar un nom-bre nuevo de esta clase, como puede observarseen las palabras tenecfon, geodesia, ,filología, etc .

A vueltas de todo esto, la lengua nacional con-servó algunas palabras celtas e iberas y no po-cas vascongadas ó vascuences, cuya términa-cion se modificó con arreglo á la nueva forma-ma del lenguage .Pero como hemos dicho ya, ninguna de estas

lenguas tuvo la influencia de la latina, que, co-mo es sabido de todos, dejó en la castellana, nosolamente palabras sino frases enteras, en las quese han conservado hasta la termi.nacion y cons-truccion latina, sin embargo de pasar por casti-zas y corrientes, como se observa en las palabrasgratis, verbigracia, etc .

Despues de esta, la lengua hebrea fué la queprestó á la castellana mayor número de voces,y especialmente las que significan cosas dereligion, y la fenicia que viene á ser casi la

220misma, sirviendo de intermedio entre ésta y lapúnica ó cartaginesa, de la que tenemos algunasvoces, afinque pocas, y de la cual vienen sin du-da otras cuyo origen ignoramos .

No debemos pasar en silencio las lenguas fran-cesa, italiana, alemana é inglesa, especial mentela primera, á la cual parece que hay en sl día mar-cada predileccion ; predileccion que constituye elvicio que hoy llamamos galicismo ó abuso exa-gerado de voces y locuciones francesas, toda vezque estando ya formada nuestra lengua, y nosiendo esas voces de absoluta necesidad, este abu-so solamente indica un ridículo alarde de erudi-cion ó una monstruosa pedantería .

Así, pues, tenemos una multitud de voces y lo-cuciones, .derivadas de lenguas extranjeras, cuyaintroduccion no reconoce otra causa que la nece-siHlad de dar nombre á cosas ú'objetos que hastaentónces no lo tenian, ó productos y materiaspropios y exclusivos de los paises de que se hantomado las palabras, ó á especialidades, usos ycostumbres de determinada nacion .

Suele aquí suscitarse una cuestion de alta im-portancia, aunque no para lo que nosotros trata-mos, y es, cuál nacion respecto de ciertas pala-bras las ha recibido de tal, ó vice-versa ; cuestionque no siempre puede resolverse, por no ser fácilencontrar las pruebas materiales que atestiguanla antigüedad de su uso en una y otra, para de-terminar en su vista cuál de ellas ha podido do-

221tar á la otra de la palabra ó palabras en cuestion .

De todos modos, el remedio mejor en este casoes acudir, como saltando de rama en rama, por laslenguas vivas ó derivadas á, las muertas ó primi-tivas, porque, no siendo obstáculo el tiempo ni ladistancia, podremos encontrar en éstas el origencomun de una palabra, propia de dos lenguasdistintas, siendo despues pequeño caso el averi-guar cuál de las dos ó más procedió á las otrasen su admision .En la lengua castellana, lo mismo que en to-

das las demás, ya sean derivadas ya primitivas,existen palabras formadas por sonidos que imitanmás ó ménos perfectamente la naturaleza ó modode ser de la cosa significada . La onomatopeya,que así se llama, es tambien uno de los orígenesde la lengua castellana, como de las demás, sien-do fácil observar en esta las palabras reclainar,cuco, zumbido y otras cuya etimología no debebuscarse en una lengua estraña, porque para suformacion no es necesario acudir á ninguna deellas, toda vez que el hombre tiene en sí mismola facultad pie crearla .

Otro de los orígenes etimológicos es la cpmpo-sicion, en virtud de la cual, de dos palabrasde una misma lengua ó de distintas, sp formauna sola, como sucede en patiestevado, boquirzc-bio, tapabocas y paraguas .

La analogía, que hace que demos á una cosael nombre de otra, con la cual tiene alguna se-

222mejanza, es tambien origen probable de muchaspalabras castellanas, siendo, por fin, otro origenno ménos cierto, la corrupcion por l a que se qui-ta ó añade una ó más letras al principio, medio ófin de la diccion, con lo que se forma una palabradistinta ó se hace de dos una, lo que puede verseen nuestras palabras hines, naár •tes, etc ., que vie-nen de lance dies, nzui-tis dies .

La lengua castellana, formada como se ha di-cho de elementos tomados en su mayor parte deotras lenguas, debia tener, á no dudarlo, las cua-lidades que hacían recomendables á aquellas,viéndose purgada de los vicios y defectos de lasotras, á pesar de que no siempre preside la elec-cion, y sí muchas veces la necesidad, á la intro-duccion de palabras nuevas en tina lengua .

Pero como quiera que es fácil, muy fácil, cor-regirir los vicios adquiridos en el lenguage, con laadmision de dicciones mejores que sustituyaná las defectuosas, parece que todo debia redun-dar en ventaja de nuestra lengua pátria, dotán-dola de aquellas bellezas peculiares y caracte-rísticas de la lengua de donde se deriva y pri-vándola de todo lo que contribuyese á darla gra-cia, expresion y sencillez .

En efecto, la lengua española, lengua privile-giada, destinada á hacer un gran papel el dia enque se traduzca en hechos el pensamiento de unalengua universal, tiene las dotes de belleza y ar-monía, la suavidad poética de la italiana, la dul-

223zura de la expresion de la francesa, la energia ysalvage sencillez de la lengua germánica, la ma-ravillosidad de las lenguas orientales, la purezay la elasticidad de la latina, la concision de lagriega; reune la cultura á la elegancia, la redon-dez á la brevedad, la cadencia á la fluidez, y esclara, suave, rica, melodiosa, fácil y agradable .

Consiste en esto, sin duda, el que la lenguacastellana tan rica en frases, tan abundante enlocuciones, tan sonora y expresiva, se adapteperfectamente á todos los géneros de literatura,de tal modo, que haya dado, en muchos casos, lapauta á las demás naciones, formándose mercedá ella, una literatura nacional que nos envidiantodos los que la conocen, llegando á ser prover-bial su magnificencia y explendor, cualidades queunidas á su sencillez, la hacen digna de ser es-tudiada por los extranjeros y con esmero cultiva-da y engrandecida por los que la deben sus ade-lantos en los demás ramos del ser humano . Lacircunstancia de no divergir la pronunciacion dela escritura contribuye poderosamente á facilitarsu comprension, circunstancia que no tienen lasdemás lenguas europeas, ni aún la italiana, nonecesitándose; de un perfecto conocimiento de laconstruccion de las palabras para entenderla, es-tando encomendado al oido el hacerse cargo desu significacion, toda vez que los sonidos simplesse forman en ella con una sola vocal, siendo losdiptongos escasos y perfectamente distintos .

224Los monosílabos, elementos de concision en las

lenguas, abundan en la castellana, y constan ge-neralmente de dos letras, contribuyendo á darlala lacónica brevedad de los griegos, sin que poreso se eche de ménos la precision y exactitud delos latinos. Tiene, por otra parte, . un sin númerode palabras, que, á un sonido armonioso, reunenuna longitud proporcionada á la importancia dela diccion, haciendo con esto que puedan formar-se cláusulas perfectamente cerradas y cadencio-sas, que pueden muy bien asemejarse d una es-trofa musical. Carece, por otra parte, de esos so-nidos broncos y guturales, propios de las lenguasgermánicas, y los escasos que se encuentran sir-ven generalmente, para expresar objetos ó pen-samientos en consonancia con lo duro de la ex-presion .

De esto debe deducirse necesariamente que hade ser propia y natural para la poesía, ya que ámelodía de la expresion aduna el vigor y la pro-piedad de frases, contribuyendo no poco á esteadmirable efecto el terminar indistintamente laspalabras castellanas en vocal ó en consonante, loque implica uña facilidad de mod.ulacion y de ar-monía imitativa de que carece la lengua italiana,llamada musical por excelencia, porque en : esta,como de todos es sabido, .contadas son las pala-que terminan en consonante .

Otra de las cualidades recomendables de lalengua castellana, es la de ser susceptible de ple-

225garse de una manera admirable á todos los esti-los, adoptándose en cada caso particular ciertamanera tan propia y exclusiva, que parece quees peculiar de aquel en que se emplea . Y lo mis-mo en el estilo familiar, que en el erudito, que enel científico, salen á lucir las dotes respectivas d edulzura y gravedad, de tal modo, que creyérase,examinando el conjunto y analizando las partes,que la lengua castellana no es una sino muchas,ó más bien que en cada una de sus manifestacio-nes se maestra siempre bella, pero siempre dife-rente, siempre varia .La consonancia tan comun en el lenguage

castellano, y que ha dado origen al dicho de losextranjeros de que todos los espaloles sola poetas,dicho fundado en la facilidad con que el hombremás vulgar y de menor instruccion improvisa unacuarteta ó estrofa, efecto de la facilidad de hallarconsonante, forma ó constituye otra de las gra-cias de la lengua castellana, en cuanto se refiereá la versification y en cuanto que dicha facilidadcontribuye á. mantener vivas y frescas en la men-te del pueblo las máximas sociales, morales ypolíticas, y las sentencias proverbiales que enforma de verso más ó ménos culto y trabajadocomprende un catálogo infinito de adagios, pro-verbios ó refranes que han merecido con razon eldictado de evangelio chico, y que segun opinionde extranjeros ilustrados forma un código com-pleto, político y social, que bastaría por sí so-

1 .

226lo á servir de regla de conducta, norma de go-bierno y á veces de dogma religioso .

Merece citarse otra particularidad, que no mé-nos que las que dejamos apuntadas, conspira ádar brillo y elasticidad á la lengua castellana, yconsiste en la propiedad que tienen algunos ver-bos de adoptar una significacion material ó inte-lectual segun el sentido en que se empleen y lamateria objeto de que se trata, lo cual no favo-rece poco á la exactitud y precision del lenguage,puesto que por ciertas analogías, que general-mente existen entre las operaciones que verificael espíritu inteligente y sensitivo y las que elcuerpo ó las cosas materiales ejecutan, se apli-ca á significar una cosa en nombre de otra, conla que tiene íntima relacion, logrando de estemodo que sabida ó conocida una, hasta el nom-bre con una circunstancia insignificante para sa-ber y conocer la otra . Esta particularidad no esúnica y exclusiva de la lengua castellana ; peroninguna otra la tiene en tan alto grado, ni enigual número de casos, y es de tanta importan-cia, que no pudiendo detenernos á examinar eneste artículo, hemos de insistir sobre ella al tra-tar de los verbos, en otra parte de estos es-tudios .

Además, aunque en el recto entender de algu-nos sábios filólogos no existan ni deban existiren lengua alguna los sinónimos, ninguna como lacastellana posee mayor número de esta clase de

227palabras, que parecen destinadas á significar unamisma cosa, pero que en realidad ó significanotra ó añaden ó quitan alguna circunstancia á lamisma, que la distingue y trasforma completa-mente, pasando á ser lo que ántes no era . En otrositio nos ocuparemos de los sinónimos, así co-mo tambien de los homólogos y homónimos, porno ser este momento oportuno y ser otro el lugarque les corresponde .

Es muy comun, en la mayor parte de las len-guas europeas, el ser imposible acomodarlas á de-terminados estilos, porque parece que cada unase presta mejor y más fácilmente á uno ó más pa-ra el que la lengua tiene marcada predileccion éidoneidad ; así vemos constantemente que los ale-manes, por ejemplo, se dedican con preferencia álos estudios graves y filosóficos, los ingleses álos mercantiles y geográficos, los franceses á losestudios festivos y ligeros ; lo qne indica que aúncuando no les esté absolutamente vedado el de-dicarse á estudios de otra clase, hasta abarcarlostodos, encuentran siempre trabas y cortapisas enel lenguage que les hace muchas veces renun-ciar á determinados trabajos ; desventaja que nose observa en la lengua castellana, cuya inge-niosidad la pone á flote en sus pequeñas luchascon las dificultades de tal ó cual género óestilo .

No en balde hemos dejado escapar la palabraingeniosidad, cualidad que da á la lengua caste-

228llana cierto sabor sútil y picaresco,, en el que só-lo puede competir con ella la lengua francesa .Nos referimos á la abundancia de equívocos y re-truécanos, que los franceses llaman calemmmbozcrgs,que la hacen apta y apropiada para el género fes-tivo y satírico, si bien tiene el inconveniente deque lo mismo puede emplearse esta ventaja enexpresiones, cubiertas ó descubíertamente obsce-nas, indecentes y torpes, lo que más que en lus-tre redanda en desdoro de la lengua .

No es despreciable, sino muy al contrario, laventaja de haber conservado la lengua castella-na, efecto de su afinidad y analogía con la latina,la facultad de poner en juego todo el artificio deésta, al extremo de imitarla en sus construccio-nes sintáxicas, en el régimen y concordancias, yen cierto modo, hasta en un uso moderado del hi-pérbaton que tanta gracia y belleza presta á lascomposiciones latinas . No es menor el beneficioque ha alcanzado la lengua castellana admitien-do casi todas las figuras retóricas latinas, en cu-yo uso aventaja â las demás naciones europeas,que, como algo afines á la romana, participantambien de esta herencia .

Y consecuencia de todo esto es el poseer la pro-piedad de cambiar ó modificar el sentido de unapalabra, de una frase ó de una cláusula entera,con sólo anteponer ó posponer recíprocamente eladjetivo al sustantivo, el adverbio al verbo yla negacion á la cosa negada .

229Basta con lo dicho para formar una ligera idea

acerca de la índole y carácter especial de la len-gua castellana; cúmplenos ahora manifestar lasanalogías y correspondencias que la misma tienecon otras lenguas ya primitivas ya derivadas,analogías y correspondencias que tienen su fun-damento natural en proceder de aquellas, á lasque más se asemejan ó tener su origen en unamadre comun . Así es como puede verse la seme-janza que existe entro la lengua castellana y lalatina, á cuya prueba han sido encaminados has-ta aquí los anteriores renglones . Y lo mismo he-mos de decir respecto (le la griega, puesto que noha podido limitarse su influencia, en la lenguacastellana, al simple traspaso de voces, teniendopor fuerza que haber imbuido en la naturaleza algodel sabor ático, de la sencillez lacónica, de laenergía espartana, lo quo se echa bien de ver,examinando como vamos haciéndolo, la esencia ymanera de ser de la lengua castellana .

Semejanzas insignificantes y que no puedencon razon llamarse analucrías, por lo débil y esca-so de su número, existen entre ésta y las lenguasantiguas de la familia (le la griega ; toda vez quesi apuráramos la cuestiou vendriamos á concluirque no hay lengua en el mundo de que no parti-cipe la castellana, porque de todas ha recibidoalgo, dándolas á su vez algo en cambio ; todashan hecho en la espafiola su iugerto mis ó mé-nos poderoso y fecundo .

230Las lenguas modernas tienen necesariamente

grandes analogías con la nuestra, ya porque pro-cedan de un origen comun, ya porque el comer-cio de ideas y de relaciones entro unas y otras yla espaiiola, ha determinado la introduccion y ad-mision mútua y recíproca de voces y palabrasque el uso autorizaba y exigía la necesidad, lle-gando el caso de haber, de comun y tácito acuer-do, adoptado palabras comunes que tienen el mis-mo sonido é idéntica significacion, especialmen-te en lo que respecta <i las relaciones internacio-nales, políticas y comerciales .

Existen, pues, en castellano palabras, frases ylocuciones que se corresponden completa y per-fectamente con otras inglesas, francesas, italia-nas, etc , (lo tal ¡nodo que, el sonido basta paraguiarnos en su coiupreuuion ;r que traducidas li-teralmente vienen á si uificar lo mismo que suscorrespondientes castellanas .

Esta correspon len ; la no selimita únicamenteávoces aisladas, sino á fracciones y locuciones en-teras, en cuya ingerencia no han hecho el últimopapel nuestros refranes ó proverbios, pudiendodecirse que la lengua castellana teniendo, comolos que la hablan, las cualidades de pródiga, ge-nerosa y desinteresada, ha dado á las otras másque de ellas ha recibido, lo cual redunda en hon-ra y prez de los espalloles amantes de su lenguay en baldon y d,3scrédito d3 los pedantes que nosólo la ultrajan y menosprecian sino que van á

231mendigar á tierra extraña lo que en la suya lessobra .

Natural consecuencia y efecto de lo que vamosdiciendo es la cuasi identidad que la lengua cas-tellana tiene con los dialectos que se hablan enEspaña y aun con el portug des, que más que dia-lecto es ya tina lengua formada, para convencersede lo cual basta examinar ligeramente la estruc-tura, sonido y significacion de casi todas sus pa-labras, y es por lo que tan fácilmente se entien-den los que unas y otras lenguas hablan . El le-mosin, con especialidad, lengua culta y eruditaen algun tiempo y apreciada por los trovadores ypoetas de la Edad Media, tiene extrañas semejan-zas y correspondencias con la lengua general dela peninsula, á la cual cede muy poco en dulzuray suavidad .

De intento hemos dejado para lo último el tra-tar de la lengua vascuence ó vascongada, con laque tan extrañas y variadas analogías tiene lacastellana. Débese esto, p°iucipalmente, á la ten-dencia actual de ésta ele anexionar ó asimilar ásí todo lo que le sea en cierto modo extraño, porlo que no es de maravillar que atendidas las re-laciones constantes de las vascon-gaclos con lospueblos de Castilla y vice-versa, aquellos hayanaceptado y estén dispuestos á aceptar palabras yfrases que luego modifican ó conservan intactassegun el gusto, capacídad,erudicion y patriotismode los que las introducen . Asciende ya á un nú-

232mero regular el catálogo de voces admitidas, es-pecialmente en lo que toca á apellidos, nombrestopográficos, etc., etc .Cúmplenos tratar ahora de los idiotismos y

modismos castellanos, que, han sido considera-dos por unos como un defecto ó vicio ingénito dela lengua castellana, y por otros, al contrario,como una belleza, como una gracia especial quesirve en muchos casos para (lar propiedad y ener-gía á la expresion . En castellano existen muchosy preciso es confesar, al ver su número ,y su usoinmoderado é inoportuno, que, aquello que nopuede negarse está contra las reglas de la gramá-tica ó de la lógica, se convierte, por efecto del ca-rácter especial de la lengua, en una belleza parti-cular, que da a lo que se dice la proporcion de loque se quiere decir . De ninguna manera se ex-presa mejor y má .s gráti(:amente algunos pensa-miento .:, que, empleando ciertos y determinadosmodismos é idiotismo porque no parece sinoque cada uno de ellos encierra en una fórmulaprecisa .), breve la expresion exacta (1e1 pensa-miento que se quiere comunicar . El origen delos idiotismos y modismos castellanos es la apli-cacion de una circunstancia ó hecho especial á otrossemejantes por medio de una frase más ó ménoslarga que convenga á todos igualmente, ó por latraslacion del significado de una cosa material,vulgar y coman á otra moral, intelectual y ele-vada . Por otra parte, necesitándose en muchos

233casos de un rodeo de palabras ó de una oracioncompleta para expresar un pensamiento, ó (lar úconocer una idea, el pueblo, que es quien prefe-rentemente hace uso de ellos, no queriendo alar-gar la fórmula de su expresion, recurre á un mo-dismo ó idiotismo, logrando con esto hacer másbreve, clara y comprensible para el que escuchaó lee la cosa ó cosas que quiere representar .

La exageracion propia del elemento oriental,que distingue á nuestra lengua, es tambien fuen-te inagotable de modismos, y por otra parte, lapropension de atribuir cualidades nobles ó vul-gares, buenas ó malas á aquellos sóres ú objetosen quienes se encuentra un rasgo ó seúal de otrasque acompañan, ó suelen arompañar á las atri-buidas, pero que nada tienen que ver con ellasen la mayor parto do los casos . Por eso se llamasin duda hombre de svelo eu pecho al bravo, duroy vig3roso que desafía al cielo y á la tierra, y enquien no hacen mella los obstáculos y contra-riedades, por más que se encuentren hombres conestas cualidades y sin esta excrecencia del cuer-po. Por eso, tambien, p ara no perder el tiempoen forman una oracion completa, que acaso no se-ria entendida de aquel á quien sedirige, suele de-cirse comunmente Nacer viemoria, avivar el se-so, etc., etc .Venimos ahora, como de la mano, á ocuparnos

de la tendencia actual ele la lengua castellana,tendencia manifestada en escritos y comprendida

234por la parte no erudita del pueblo que la adivinacon su instinto y la empuja contra su voluntadó al ménos sin darse cuenta de ella . Consiste endos distintas propensiones hijas de la influenciaque el progreso ejerce en todas las manifestacio-nes humanas, y quo constituyen una paradojafácilmente comprensible y de !natural expli-cacion .

Por una parte el deseo de abreviar, que presideá todas las operaciones humanas, hace que sebusque la concision de la frase, sin sacrificar poresto la precision y exactitud, que son tambienreJomendables; y por otra parte, la necesidad dehacer valer lo que se dice, de impresionar y con-mover al oyente ó al lector obliga al qne hablaó escribe á hacer uso de la amplificacion, de laponderacion, todo lo cual está muy dentro delcarácter de la lengua espaftola y de los espaflo-les mismos y no es ajeno del espíritu innovadory progresivo del siglo en que vivimos,

No ménos tiende actualmente ái su mejora yperfeccionamiento por medio de modificaciones yalteraciones, que el Liso ha consagrado necesa-sarias y legítimas, ya asimilando palabras (leotra lengua que aun permanecían incultas, des-cortezándolas, por decirlo así, puliéndolas y ador-nándolas, extendiendo su signifcacion á otrascosas y objetos y sustituyendo las antiguas óinusitadas con otras nuevas y mejores . De estamanera puede decirse que el n eo?ojismo ha niata-

235do al arcaismo y que el espíritu analítico de nues-tro siglo va más allá de lo que fuera de desearimpulsado por la corriente misma de los hechos,sin que obste z su marcha progresiva, la aptitudpasiva de los unos y la intransigencia. ú oposicioude los otros .

Pero no todas han de ser flores y palmas ; yaque de imparciales nos preciamos vamos á ponerde relieve algunos de los vicios más principalesde la lengua castellana, vicios comunes á todaslas lenguas y que no por ser de poca monta y defácil remedio han de olvidarse ó dejarse ti merceddel viento de la fortuna . La erudicion con su len-guage ampuloso, grave y formal, y la vulgari-dad en sn afan de trastornar los vocablos alterán-dolo ó m raific ;iudulos á sa placer, echándoles elsello que los (la ,i conocer como suyos propios yexclusivos, amas5ndoJos ó torturi1 .ndolos, por de-cirlo así, hasta hacerles significar muchas veceslo contrario ílelo que debe significar, han causadoinmensos daños á la lengua castellana estruján-dola los unos, cerniéndola los otros y golpe,.indo-la á diestro y siniestro los de ambas partes . Laerudicion con su nomenclatura especial, con sucatálogo de voces técnicas, tratando de elevar lalengua castellana á una altura en la que pue-da ser de todos conocida y acatada, la ha puestoó está á punto de ponerla, fuera del alcance de lasinteligencias medianas, y llegará ci ser á no du-darlo, perfectamente incomprensible para los mis-

236mos que, en su anhelo de favorecerla, la están sa ,cando de quicio .En el extremo opuesto incurre la vulgaridad

que mutila y destroza todo lo que cae en sus ma-nos, mejor dicho, todo lo que sale de su boca ;por manera que, en este juego de tira y afloja,siendo imposible que la lengua castellana cedade una y otra parte, resultará que fraccionada,dividida, adulterada y corrompida, elevada porunos a la quinta potencia, tratándose por otros deextraer su raíz cúbica, desparecerá su unidad, subelleza se amortiguará, palidecerá su brillo y he-cha dos pedazos vendremos á tener dos lenguasdistintas, de las cuales, la una obtendrá la cate-goría de lengua culta, y la otra quedará reduci-da á la condicion de dialecto .

Ocúrresenos aquí, que son graves males y node menor cuantía, los que dejamos apuntados, yque hemos partido muy de ligero al afirmar queeran éstos de fácil remedio cuando precisamentenos vamos convenciendo de lo contrario, porquees evidente que el elemento popular, más nume-roso que erudito, arrastrará á éste en la corrup-cien de la lengua, y ésta, perdido su primitivocarácter y en vías de desaparecer, para ciar lugará otra nueva, tendrá que refugiarse en las aca-demias, en las bibliotecas y en la inteligenciade algunos pocos españoles . Afortunadamente, laobra del tiempo es lenta aunque continua, y hande pasar algunos si =los antes de que esto suceda ;

237pero ¿liemos de dejar por eso abandonada laempresa de corregir estos defectos, sin siquie-ra indicar ligeramente los medios de llevarlo ácabo marcando para ello el camino que deba em-prenderse?

Nada, á nuestro entender, más conveniente yseguro que la aplicacion de buenos libros, la vul-garizacion de todas las ciencias, y sobretodo, dela lingüística, por medio de la cual se logra lle-var á todas partes, lo mismo arriba que abajo, loselementos nuevos, sirviendo esto para limpiar álos usados de las injurias del uso, no ménos vio-lentas y marcadas que las del tiempo en los ob-jetos materiales ; dando de esta manera nuevobrillo y esplendor á la bella, magnifica, armonio-sa, fácil y sonora lengua castellana .

ll .

Soy vascongado, amo á mi país y todo lo quele pertenece, y sobre todo consagro especial ca-riño y predileccion á aquello que es exclusiva-mente suyo, y representa su manera de ser, com-pletamente distinta de la de los demos pueblos,su antigüedad, libertad é independencia ; y comopor otra parte, todo lo antiguo, á que soy en ex-tremo aficionado, me seduce y arrastra, hasta elpunto de haber pasado largos periodos de mi vida,enteramente dedicado á esta clase de estudios,nada de extraordinario tiene el que aprovechecuantas ocasiones so me presenten de alhagar loque en mí ha llegado á ser una manía, y así lohago en este momento .Voy á hablar de la lengua euskara, de sus

orígenes probables, de su esencia, condicionesy caractéres, y de todo cuanto pueda contribuir áilustrar una materia hasta ahora desdeñada y os-curecida, hoy con pujante brío por algunos pre-sentada, y válgame en mis errores y desaciertos,sólo á mi insuficiencia debidos, la circunstanciade ser este asunto de muy difícil investigacion,por no poderse contar con datos fijos, teniendo

239que proceder en muchos casos por conjeturas, yla de ser muy pocos los que sobre él han es-crito .Fuertemente combatida por unos, hasta en

aquello que nunca le habia sido negado, y con ar-dor por otros defendida, las exageraciones hanpodido por algun tiempo oscurecer y desfigurarla verdad, pero al fin, merced á los trabajos dehombres distinguidos y estudiosos que en estosúltimos aflos, y antes, han dedicado sus afanes ygenerosos esfuerzos á poner en claro esta cues-tion, podemos contar con algunos datos precio-sos, con documentos fehacientes y con argumen-tos poderosos, (le que haremos uso cuando asíconvenga á nuestro propósito .

Obra meritoria es por nuestra parte, ya quehoy se está elaborando el pensamiento de dar áconocer las excelencias de nuestra lengua y nues-tra literatura, poniéndola en el lugar que de de-recho le pertenece, y han brillado ya los prime-ros disparos de la hoguera que ha de estinguirlas tinieblas en que hasta ahora han existido, ácausa del abandono y la indiferencia de que hansido objeto . No seremos los últimos en llevar nues-tro grano de arena, al edificio que se trata de re-constituir, y esta satisfaccion abundantementenos compensará de las amarguras que otro linajede pensamientos nos hace sufrir, y sobre todo delcelo de no haber llenado nuestra mision, por nocontar con fuerzas suficientes para hacerlo .

240Lo primero que salta á la vista en este asunto

y á lo que debe dar su preferencia el que de éltrate, por ser como la base y fundamento de losdemás puntos que hau do ser su objeto, es la an-tigüedad de la lengua vascongada, y su conside-racion de primitiva . Traggia, uno de los impug-nadores más decididos de la antigüedad de la len-gua vascongada, decía cuando con más acierto yménos pasion se ocupaba de las excelencias de lamisma : «La lengua vascongada es una pruebaincontestable del talento de su autor y de la cul-tura de los que contribuyeron á su perfeccionaAnte manifestacion tan franca y paladina, en fa-vor de lo que sustentamos, caen por fuerza todoslos argumentos en contrario, porque una lenguacuyo autor tuvo gran talento, llevada á su per-feccionamiento por los cuidados de una nacionculta, no puede ménos de ser muy antigua . ¿,Có-mo sino se comprende que sin pasar por muchossiglos é infinitas edades, haya llegado al gradode perfeccion y desarrollo que hoy tiene? Si suorigen y formacion fuera relativamente modernano conservaría sin alteracion su sabor primitivo,su carácter de universalidad, sus condiciones decompleta y acabada, como tampoco carecería depalabras, frases, giros y figuras que tuvieran al-guna semejanza con los de las otras lenguas de-rivadas, ménos antiguas y perfectas, y de las queesos elementos son comunes . De su perfeccion sededuce naturalmente su antigüedad y aquella es

241muy superior á la de las lenguas Hebrea, Griegay Arabe, como demostraremos más adelante, porlo que debiendo ser la nacion que la usara supe-rior en cultura á las que hablaron las citadas, yno hallándose en la historia de todo el mundo no-ticia de que hubiese gentes más cultas que estas,por fuerza la lengua vascongada debió hablarse enunos tiempos á que no llega, no puede llegar lamemoria de los hombres y por consiguiente estodebió ser en época remotísima .

Los literatos hallarán esta proposicion exage-rada, y no creemos que de buen grado han deconfesar que la lengua vascongada es más per-fecta que la Fenicia, Hebrea, Griega, Romana yArabe, ya que las naciones que estas lenguas usa-ron fueron las más sábias del mundo ; pero ó hande concedernos que la nacion euskara ha sido enalgun tiempo más culta que lo fueron ēn las épo-cas de su mayor cultura las antedichas naciones,ó que la lengua vascuence tuvo su orígen ántesde la formacion de aquellas y las excede en anti-güedad .

Nos hace creerlo así, el observar los caractéresque la lengua vascongada presenta en mus voces,en las cuales se encierra una animada pinturadel mundo primitivo, lo que indica que sus fun-dadores debieron tener todos los conocimientos deaquella apartada época . Está, además, conformecon los principios naturales de la filosofía, pin-tando el sujeto y el objeto en su esencia, en su

16

24zaction, en sus modificaciones y fuera de ellas,que descubre sus propiedades y efectos, lo queno sucede con ninguna otra y que con admirableinstinto y sabiduría, ha hecho ver la necesidad,conveniencia y utilidad de que las digramas queno son onomatópicas deben ser necesariamentecompuestas, así como revela el origen, duraciony causas de las fases de la luna, el origen de losmeses, de los años y que el año solar vascongadoes anterior al de los romanos .

Para concluir con la perfeccion del vascuence,de la que hemos de deducir su antigüedad, seríaconveniente compararla con otras lenguas sábias,especialmente con la griega y la latina, la he-brea y la árabe, pero he de limitarme á hacer no-tar las imperfecciones de estas, que no se encuen-tran en aquella . La lengua latina está muy léjosde ser una lengua filosófica ; su alfabeto carecede las letras más importantes y misteriosas, su si-labario se halla entorpecido con los continuos en-cuentros de letras entre sí inhermanables, su dccli-nacion, además hállase recargada de pesadas ano-malías, es atrevidamente intrusa en misterios quono son de su destino, sus voces están formadasen su mayor parte sin tino y sin circunspeccion ;su verbo no tiene la necesaria analogía con la ac-cien que representa y su sintáxis es la parte másimperfecta de cuantas constituyen su mecanismo .

En vista de esto, cualquiera creería que las len-guas francesa, italiana, portuguesa y española,

243que son sus hijas abundarían en las mismas im-perfecciones, pero se hallan en estos idiomas in-numerables bellezas que se echan de ménos en sumadre, porque todas han sabido aprovecharse delas que les precedieron, sin embargo de lo que nopuede decirse que sean absolutamente perfectas .

La lengua griega, es poco ménos imperfectaque la latina y sus bellezas tan decantadas, suverbo medio, sus aoristos, su optativo, son pre-cisamente defectos notables que afearán eterna-mente el mecanismo de este lenguage .

Algo más perfecta es la hebrea y pudiera habersido considerada como la mejor, si su alfabeto hu-biese sido más completo y arreglado, si sus ver-bos tuvieran su debido complemento y así comolos nombres hubieran fijado más exactamente elcarácter de sus funciones y si la sintáxis hubierasido más conforme á la lógica .La lengua vascongada tiene en abono de su

perfeccion los caractères siguientes : su alfabetocompletado enteramente y su silabario de unainexplicable perfeccion . Sus voces tienen todaaquella propiedad, sobriedad, exactitud y eufoníaque tanto realzan y hermosean los idiomas ; susradicales todas tienen un significado propio, pe-culiar y esclusivo, no arbitrario, ni dado á ca-pricho, sino prescrito por la misma naturalezay la del objeto que representa ; las partes de laoracion al paso que carecen de anomalías tienencada una su destino del que nunca se apartan

244con arbitrarias intrusiones, ganando así el idio-ma en claridad, porque se evita la confusion y seaumentan los primores y las bellezas ; existe unarticulo fijo en el que están perfectamente distin-guidas las relaciones primarias que pueden tenerlos actos con la accion y entre sí mismos ; la pos-posicion, que los latinos llaman preposicion, tie-ne tambien sus funciones propias sin abrogarsejamás las del adverbio, como sucede en otras len-guas, siendo admirable la manera con que de launion de estos elementos se forman las caracte-rísticas en la formacion de los derivados, en losnominales, abundanciales, patronímicos, de oficio,de contienda, locales y sobre todo en los abstrac-tos es de notar siempre, sobre la dulzura y ex-presion del sonido, la propiedad, la exactitud, lafilosofía, la distincion, la riqueza, el ingenio, laelevacion y la magnificencia .

El verbo vascongado es puntualísimo en todoslos modos, voces y tiempos que exige de él laprodigiosa multitud de sus conjugaciones, lo quefacilita su estudio á pesar de su número ; La sin-táxis satisface sobre todo por hallarse arregla-da á los preceptos de la sana filosofía y por lavariedad de sus relaciones y conceptos en la queninguna otra lengua la iguala, no siendo menorgarantía de perfeccion la abundancia de voces ysílabas, todas propias, eufónicas y exactas, cuyonúmero no podemos fijar .

La lengua vascongada nada tiene de comurt

245con lq0 otras que están en uso en las demás na-ciones, encontrándose en estas algunas palabraspropiamente vascongadas, lo que prueba en primerlugar que esta de ninguna de aquellas se deriva,que al contrario á todas ha prestado algo que 'eraesclusivamente suyo, y que es por consiguientemás antigua que todas ellas ; y en segundo lu-gar que cotejadas asimismo las de que estas sederivan, y que afectan cierto carácter de primiti-vas, tampoco se nota semejanza alguna, lo queen último resultado hace á la vascongada tan aú=tigua como la que más lo sea .

No habiendo, pues, sido introducida la lenguavascongada por ninguna de las naciones que vivieron á España despues de poblada, desechadapor errónea la opinion de haber sido los Navarroscon el nombre de Saurómatos, los que la introdu-jeron, la que asienta fué formada despues de laentrada de los Vascos en España, por imitacion óinvencion, como algunos han supuesto, habiendoresultado infundada la creencia de que pudo te-ner maestra entre las lenguas sábias, y estérilesé infructuosas las investigaciones que se hanhecho para probarlo, resulta que no deriván-dose de ninguna, ni siendo conocida la épo-ca de su formation, tiene que ser muy an-tigua, desconociéndose completamente sus orí-genes, hasta por los mismos á quienes esto in-teresa, no siendo exageracion aventurada elatribuirlos á la época posterior inmediata al di-

246luvio y una de las que entónces hablaron loshombres .

Dada su antigüedad indispensable y su proba-ble origen, de esto se deduce su perfeccion, comode esta se ha deducido aquella y no hemos de in-sistir mucho para hacerla palpable y evidente .

La mayor y más notable está en la filosofía desus características, que están exentas de laconfusion de las demás lenguas, aún las másperfectas; la discreta y conveniente clasificacionde sus nombres y artículos, que ninguna otra hapodido conseguir, sin dificultades, tropiezos nianomalías, las condiciones de su verbo, que lehacen claro, inequivocable y distinto en todas susvariaciones, la precision de su adverbio, y sobretodo la armonía, método y órden lógico de susintáxis, en la que supera á todas las lenguas,conocidas, la hacen digna de la calificacion quedesde el principio la hemos dado de la más per-fecta de todas .

Que á ninguna otra debe esta perfeccion, loprueba con las razones que ya hemos expuesto lade terminar infinidad de pueblos, de ciudades, demontes, de ríos, de lugares de España en pala-bras enteramente vascongadas, de las que tomansu significacion y la de suceder lo mismo con mu-chos apellidos sobre todo los muy antiguos .

Por último, la razon de más peso que milita enfavor de la opinion que nosotros sustentamos esla de la significacion de algunas palabras vas-

247tongadas, muy conforme con la idea que los hom-bres primitivos tenian de las cosas que estabanante su vista,' y de su sencillez al nombrarlas,teniendo en cuenta sus propiedades, sus efectosy otras circunstancias que las otras lenguas nohan considerado, sino muy imperfectamente y só-lo en muy pocos casos, por medio de la onomato-peya . La semana vascongada y las demás divi-siones del tiempo esceden en antigüedad á todoslos cómputos de las otras naciones y existian, co-mo lo prueban los nombres de los dias, meses yestaciones, ántes de que en estas se hubiese he-cho una distribucion regular y sistemática deltiempo. Los geroglíficos, fábulas y nombres dedioses de la gentilidcid, distintos á los de todaslas mitologías antiguas, hacen evidente la exis-tencia del vascuence ántes de esas peregrinasinvenciones . Su aritmética y los nombres de susnúmeros no son menor argumento, por la filoso-fía que en ellos preside ; y el aislamiento en quevive la lengua, sin que esto haya podido ser cau-sa de su estincion, en el transcurso de tantos si-glos, añaden no pocos quilates á -la prueba de suantigüedad y perfeccion .

I\To son bastantes, lo confesamos, estos argu-menlos para llevar la conviccion á los que no es-tén dispuestos á convencerse y persuadirse de laverdad de los mismos, porque ellos no conocenlos misterios de esta lengua ni los de la existen-cia de esta raza, una de las que más extraordina-

248riamente han llamado la atencion de los sábiosque se han dedicado á esta clase de estudios .

De otro modo, no consideraríamos ocioso el ha-blar de la mitología euskara, que tantos puntos decontacto tiene con las más antiguas, si bien es másracional yfilosófica, ménos salvage, y en todo con-forme con la naturaleza y la condicion humana .

El nombre de Astarte, comun á los Griegos,que hoy significa Mártes, es anterior á la épocasemanal y se refería entre los vascongados al se-gundo de los tres dias de sus fiestas lunares ; elde hfarrate ó Jfezrratija, que racionalmente puedeconsiderarse con Marte, dios de la guerra, entrelos vascos significaba rayador, por la costumbreque habia en los combates singulares de haceruna raya en el suelo al empezar la lucha, de mo-do que Marrate viene á significar peleador, acos-tumbrado á la pelea, significacion que no tieneen ninguna otra lengua, porque en todas es unnombre caprichoso y ciado al azar ; el do Caco óCacua, significa literalmente gancho 6 garfio, demodo que respondiendo á la idea de agarrar, eneste país el dios de la rapiña lleva el nombre deagarrador ; el de Arirna, parca, la menor de lastres hermanas, significa estension sútil, estira-miento, debilidad, significacion que no tiene enlengua alguna de las conocidas .

Sobro otros muchos puntos pudiéramos insistirque acabarían por llevar la luz allí á donde losrayos de esta verdad no han llegado todavía ;

24hemos probado la antigüedad de la lenguavascongada, deducida de su perfeccion y vi-ceversa, ya que estos dos caractéres se aunany completan, la hemos comparado con otras len-guas, á las cuales aventaja, y sólo nos resta ha-cer votos porque este monumento no se pierdapara siempre, y aconsejar á los que en su con-servacion están interesados, unan sus esfuerzosá fin de que pueda trasmitirse entero é incorrup-tible á las futuras generaciones, empleando paraello cuantos medios los sugiera su buen deseo,sin olvidar el establecimiento de academias, don-de además se cultive y perfeccione más aún y lacreacion de una literatura propia, peculiar y ex-clusiva, en la que hallen cabida todas las manifes-taciones del saber humano, desde los alardes yrasgos de una poesía característica y la senci-llez de la tradicion elevada á costumbre, hastalas áridas cuestiones que son del dominio de laciencia ; desde lo bello á lo verdadero, desde lojusto á lo bueno, desde lo útil á lo necesario,desde lo conveniente á lo agradable .

¡Quiera Dios que nuestros votos y consejos seanescuchados, y cayendo en terreno fecundo yabundante, sea nuestra hermosa y rica lengua loque debia ser y ocupe el puesto que debia ocu-par, siendo la admiracion de los estraños, y elorgullo y el regocijo de los que se extasían pro-nunciando sus dulces y melodiosas sílabas, susrotundas y musicales espresiones .

250

CARTASSOBRE COSAS DEL PAIS.

AL SEÑOR DON FRANCISCO JUAN DE AYALA,

I .

Van dirigidas á usted estas cartas, mi distin-guido amigo, D. Francisco, porque de usted heaprendido á amar no pocas instituciones de estepais, por que usted es uno de los que más amany más vivo conserva el fuego del patriotismo ymás encendido el deseo de su reconstitucion .¡Cuántas veces me ha preguntado usted! ¿,porquéno reorganizamos la Sociedad Vascongada de losAmigos del País? Y cuántas veces, al oírle conacento tan dolorido esta pregunta, he formadovotos de consagrar todas mis fuerzas á conseguirrealizar su deseo, que es tambien el mio y el detodos los que pensamos noblemente en las cosasde wjw . Pero dificultades inmensas destruyeronnuestros propósitos ; calamidades sin cuento ahu-

251yentaron de esta tierra la paz y la tranquilidadque se necesita para pensar en el progreso y enel adelanto, y ménos mal, si de tal barahundasacamos ileso y sin bastardear este sentimientovascongado quo constituye el orgullo de nuestraraza .

Mi espíritu, señor don Francisco, no ha estadoquieto en tales momentos de prueba . Imposibleconseguir de 61 que no pensara en cosas grandesy de provecho. En esos dias de amargura, yo hesoñado todo género de ensueños ; todos ellos sidifíciles y dificultosos, no descabellados ni impo-sibles, y sobre todo inspirados en el más puro yardiente euskarismo .Un dia que habia recibido felicitaciones, de

paisanos importantes, animándome ú llevar ácabo las empresas expuestas por mí á su conside-racion, decidime completamente, y enardecidopor tantas escitacioues, se me vino á las mientesla idea de escribir la siguiente proclama :

LA REVOLUCI-ON .

A LOS EUSKAROS .~YOC4QL61~dG Ze I tà[L XCCCLOJV C6~CYct~LOL.1

No hay que asustarse queridos paisanos . No se trata detiros y cañonazos, ni de sangre y esterminio, sino de ras-gos de ingenio y de bellezas literarias .

252Pero la revolucion es un hecho .Vivíamos como bienaventurados, sin ocuparnos de

nuestro desarrollo intelectual, casi fastidiéndonos el cha-purrau -de nuestros campesinos. Pero han aplicado la me-cha, nos han abierto los ojos, y ahora salimos de nuestraindiferencia y conocemos que nos hallamos «en presenciadel monumento histórico más antiguo de nuestra pátria,contemplando la lengua de los primeros pobladores,oyendo un rumor de hace treinta siglos,» (Ricardo Becer-ro de Bengoa .)El hecho de guerra literaria que vamos á llevar á

cabo puede muy bien sintetizarse en esta

Ordua del dia :«En los diez primeros dies del mes de Noviembre se reu-

nirán en Alava, Guipázcoa, Vizcaya y Navarra los aficiona-dos á la literatura euskara, y que se interesen por su des-arrollo, con objeto de discutir bases que sirvan para la fun-dacion de la ACLDEMIA DE LA HISTORIA Y DE LA LENGUAEUSKARA.

«En los diez dltilnos dias de Noviembre se reunirán enel punto que designen de antemano los representantes de lasreuniones provinciales, para su coast itucion defznit-iva .Se trata nobles vascongados, de que estudiemos nues-

tra lengua, y de que escribamos la historia de nuestropaís .

I[nistrueei onies .Formarán la Academia cinco provincias 6 departamen-

tos Alava, Guipúzcoa, Vizcaya, Navarra Española y Na-vara Francesa, comprendiendo la asociacion otras tantassecciones .La invitation deberá hacerse en términos generales «á

253

todos los que amen las glorias del país euskaro .» En esasjuntas preparatorias de las secciones, deberán acordarsebases sobre estos puntos : enseñanza del vascuence y dela historia euskara ; establecimiento de la Academia ; re-laciones entre los escritores vascongados .Cada seccion debe formar una lista de las personas que

se adhieran al pensamiento, cuya adhesion podrá hacer-se por escrito, y acordar el punto en donde deberá tenerlugar la reunion para constituir la gran asociacion eus-kara .

(Siguen las firmas .)

Usted comprenderá perfectamente si tenia im-portancia el proyecto, perose quedó en pro-yecto y sabe Dios cuando se realizará si las co-sas siguen tan péximamente como ahora van .

Otro dia, ¡cuántos como él! dolíame de nuestrasdesgracias, de nuestro abandono, de nuestra in-diferencia, de nuestra desunion, (lo tanta . . . ¡másvale no escribir la palabra! y levantado mi espí-ritu, porque cosas tan grandes de una raza sinrival en la historia, queden sin contarse y seolviden de la memoria de los mortales, imaginécon esta actividad febril del pensamiento contra-riado, una obra que contuviese todo lo que debe-mos amar, y cuyo plan pudiese encerrarse en unprospecto parecido á este :

254

EL PAIS EUSKARO

Historia completa del país vasco de ambos lados delPirineo ; obra monu men,tccl con niccgníficos graba-dos, sobre todo cuanto hay digno de conservarse, re-tratos y biografías de sus hombres más azotables, -yuna parte linyü.istica y filológica cost su gramáticay diccionario vascuence, r~.dactada por los más

notables escritores euskar(>s .

(TRUEBA,~~ DELMAS, SAGARMINAGA, VILLAVASO,SORALUCE, 7.YALA, MANTEROLA, MORAZA, ZkRATE,

MANTELI, BECERRO, ITURRALDE,CAMPION, ETC ., ETC., ETC., ETC ., ETC .)

¿Qué va á ser esta'obra nueva, que nos proponemos dará luz?Una clescripcion del país euskaro completa y detallada,

como hasta ahora no se ha hecho ; especialísimos estudiosescritos por los hijos del mismo y aclarados con láminastan notables, que harán de esta obra la única digna delnoble suelo á que se halla consagrada .

Y con esto está dicho todo . Somos hijos del país eus-karo, y á proporcionarle una obra que hasta ahora no te-

255nia se dirigen nuestros esfuerzos ; pero, para realizarlonecesitamos la cooperacion de todos, que de otro modoes imposible llevar á cabo nuestra gran obra .

Contamos con el apoyo de las Diputaciones y Ayunta-mientos de las capitales y pueblos importantes y esta-mos seguros de que al conocer el monumental libro queencierra todo cuanto de notable y curioso hay en el paíshan de apoyarnos cuantos se interesen por la tierra eus-kara y deseen que sea conocida y justamente apre-ciada.Hé aquí un croquis del índice.La obra se dividirá en cinco partes: Alava, Guipúzcoa,

Navarra, Vizcaya y país vasco-francés .Cada una de la> provincias contendrá introduction,

Pri vera parte, historia política, civil, religiosa y foral ySegunda parte, historia intelectual, que en sus seccionesde ciencias, letras y artes, comprenderá los monumen-tos, la bibliografía euskara y como complemento de todouna gramática, un libro de traduction y un diccionario .

Los tiempos tristes continuaron, ¡hasta cuándocontinuaron! mi alma tempestuosa de continuo seexaltó más y más, mi pluma entónces en unaproclama ardiente y en un prospecto periódicolanzó imprecaciones terribles que pocas veces ha-bian escuchado los tiranos de Roma ; pero no eratiempo de hablar ycallé y una y otro aguar-clan ocultos en el seno más recóndito de mi me-moria, porque los esbirros pueden registrar hastalo más secreto del hogar doméstico, á que brillendias de luz y de libertad en que esta indigestionde euskarismo que sufro pueda espansionarse .

256Mientras tanto, voy á hacer como el poeta ro-

mano, no pudiendo fustigar la cara de los dés-potas, se dedicó á cantar la armonía y tranquili-dad de las abejas . Yo, ya que no puedo escribir,historia del dia, voy á consagrarme á recordaruna institucion que vive en la memoria de todos,y en la de usted (y en la mia) más que en la deninguno .

257

Il .

LA SOCIEDAD VASCONGADADE LOS

AMIGOS DEL PAIS .

En la historia de los pueblos, aparecen casisiempre hechos gloriosos llevados á cabo porpersonas ilustradas, ó instituciones benéficas hi-jas del espíritu y del carácter de sus habitantes .Encaminados unos y otras á un fin seguro, losprimeros tienen la ventaja de vivir siempre en lamemoria de los pueblos que han presenciado surealizacion, al paso que las segundas caen muypronto en el olvido para revivir tal vez en máslejanos tiempos . Consiste esto en que los hechosque una persona lleva á cabo, le pertenecen in-dividualmente y el pueblo todo tiene gran interésen recordarlos bajo pena de ser tachado de ingra-titud, y más merecidamente cuando de tales he-chos resulta uú bien palpable y general, tantomás agradecido cuanto ménos esperado. No suce-de lo mismo con las instituciones; nacidas de lavoluntad de todo un pueblo, son olvidadas por

17

258este cuando han tocado á su fin, despues de reali-zar el objeto que se propusieron, porque no ve enellas nada que no sea exclusivamente suyo . Deahí que se recuerden con entusiasmo los hechosgloriosos de D . Prudencio María de Verástegui yD . Miguel Ricardo de Alava, hasta el extremo deerigirles estátuas, tal para evitar que sus hijosolviden lo que ellos recuerdan; y se releguen áun culpable olvido instituciones tan benéficas yútiles al país como la de que nos vamos á ocupar .En todos tiempos ha habido hijos amantes del

pueblo que les vió nacer, que han procurado hon-rarle é ilustrarle dedicándole una vida de conti-nuo trabajo y procurando que sus hijos partici-pen del fruto de sus vigilias . Y en ninguna épo-ca han faltado hijos espúreos é ingratos que que-riendo monopolizar el bien, sacrificando á suscompatriotas, han opuesto al progreso y á la ilus-tracion una resistencia pasiva mil veces peor quelos obstáculos más insuperables y las persecu-ciones más odiosas . Pero siempre el espíritu activoy emprendedor de algunos hombres ha triunfadode sus enemigos, y llevado á cabo las más gran-des empresas, y por eso es más de agradecer sunoble solicitud y su incansable celo . Sin embargolos:pueblos que se duermen sobre sus laureles ol-vidan á veces á los que tanto bien les han hecho,y si no hubiera hombres en los que el amor pátriovive todavia, las generaciones futuras ignorarianhasta que existieron .

259Movido dé tan laudable idea, yo que soy aman-

te de mi país y deseo que tantas instituciones nose vean cubiertas por el oscuro velo del pasadopermaneciendo invisibles para el porvenir, voy ápretender dar, á conocer alguna de tantas comoexistieron para que el pueblo vasco sepa á quientiene que agradecer la mayor parte del bien quedisfruta y sepa conocer quienes son sus amigos yquienes sus enemigos.

Afortunadamente al espíritu investigador delsiglo que atravesamos, al profundizar la historiade los pueblos y al encontrarse con tales hechos,se reconcentra en sí mismo y comparando su si-tuacion actual con las pasadas, la ilustracion mo-derna con la antigua, aprecia en todo su valor loque ellos representan y al expresar su pensa-miento bajo diversas formas, da á conocer lo quelos pueblos han sido y lo que merecen ser .

Nada mejor que una institucion como la queva á ser objeto de mis trabajos, retrata el carác-ter del pueblo vascongado, porque si las institu-ciones son el vivo reflejo de las costumbres é ín-dole de los pueblos, la de que me voy á ocupar,es traslado exacto de la situacion moral, políticay social de nuestro país en aquella época . Y si espreciso conocer la historia de la humanidad,porque ella al mostrarnos los hechos pasados éindicarnos las causas que los produjeron y lasconsecuencias que de ellos se originaron, nos daejemplo del pasado, reglas de conducta para el

260presente, y enseñanza para lo porvenir, no es mé-nos necesario el conocimiento de aquellas insti-tuciones, para que sobre sus cenizas, levantenotras nuevas, que como centros luminosos é in-flamados en el sacro fuego del amor pátrio, di-fundan la luz de la verdad y el calor del bien, alpueblo que los contempla agradecidos .

Así lo debieron comprender los ilustrados fun-dadores del Ateneo de Vitoria, cuando al abrir es-te nuevo centro de ilustracion, se propusieroncrear un palenque donde las ciencias, las artes ylas letras hallasen cariñoso abrigo, y donde seadmitiese, sin preocupaciones de ninguna especie,todas las escuelas filosóficas, todos los sistemascientíficos, todas las teorías morales, todas lasfórmulas sociales y políticas, Allí en lucha tran-quila y moderada, expone cada uno sus doctri-nas, y forman raro contraste, las aceradas ycontundentes razones de la discusion pública, conlas cariñosas protestas de amistad del salon pri-vado.Hé ahí el resultado de los trabajos de aquellos

hombres ; hé ahí como el progreso cunde, el pue-blo se ilustra, la sociedad se perfecciona . ¿Cómoes posible que olvidemos, la fuente de donde par-te tanto bien, la causa de tan beneficiosos efec-tos el principio de tan bellas consecuencias?

Si á investigar llegamos la influencia que es-tas instituciones han ejercido y ejercen en el pue-blo y en la sociedad vemos que, el primero apren-

261de á utilizar los inmensos manantiales de rique-za,que la naturaleza pone á su disposicion ; pormedio de las ciencias, precave los peligros, sedefiende de las fuerzas enemigas, y por medio delas artes se procura lo necesario á su existencia,proveyendo mejor á sus necesidades y encuen-tra, por último, en las artes, descanso á sus tra-bajos y recreo á su imaginacion .

Con respecto á la sociedad, es evidente que for-mada de elementos en los que el bienestaŕ pro-duce, la paz y la armonía, ha de estar perfecta-mente constituida, sin alteraciones que la turbenen lo más pequeño, ni obstáculos que la desvíende su carrera, impulsada por el suave viento deun progreso lento, pero continuo .Hechas estas consideraciones, únicamente me

resta advertirle, mi distinguido amigo, que pararealizar en lo posible el objeto que me propongo,comienzo tratando de la organizacion, objeto, vi-cisitudes y trabajos de la Sociedad Vascongada delos amigos del Pais, de algunas de las personasque en ella tomaron parte y de alguna de las másimportantes obras que dió á luz .

Ojalá que el ejemplo de mi audacia al acometertamaña empresa, anime á algunas personas ilus-tradas á dará luz un trabajo más sório sobre esteasunto, y ojalá tambien que la gloria alcanzadapor aquellos ilustres patricios sirva de estímuloá los de ahora, para promover y crear una insti-tucion análoga.

262Lo uno y lo otro llenarán mi deseo y tendré el

placer de haber contribuido al bienestar, á la feli-cidad y la ilustracion del pueblo vascongado .

La Sociedad Vascongada de losAmigos del País debe su origen alamor de la pátria .

(Historia de la Sociedad .)

Decia en mi artículo anterior, que, los inicia-dores de esta sociedad, habian tenido que lucharcon mil obstáculos y contrariedades y, ántes deentrar en el fondo de la cuestion, debo probaraquel aserto .

El Sr . Ortíz de Zárate, otro de los hijos bene-méritos del país, al publicar en el Porvenir Ala-vés, y en el número 219 correspondiente al 28 deJulio de 1866, un artículo en contestacion á otrode D. Nicolás Soraluce ; probó á nuestro enten-der suficientemente, la falta de proteccion de laprovincia de Guipúzcoa, al proyecto del señorConde de Peña-Florida .

Allí, y entro una copia abundantísima de da-tos, viene á demostrar de una manera palpable,que ni en las juntas de Guipúzcoa de 1763,-quese limitan á acordar se imprima y circule á lospueblos el proyecto de Peña-Florida, para resol-ver sobre él más tarde,-ni en las de 1764,-en que

263á pesar de aprobarse el proyecto, se le calificade inasequible y se encarga á su autor haga al-gunos esperimentos,-se dispensó una protecciondecidida, cual la merecia, al proyecto de formar«una sociedad económica ó academia de agri-cultura, ciencias, artes útiles y comercio en Gui-púzcoa.»

Una consecuencia importantísima se despren-deria de esto, si la verdad histórica no lo digeseasí, y es, que la Sociedad Vascongada de losAmigos del País, no es exclusiva de la Provinciade Guipúzcoa, por más que de su seno, hayanpartido, el pensamiento y la iniciacion, sino delas tres provincias hermanas, como se pruebapor el compromiso que el Conde de Peña-Florida,diez y ocho amigos suyos y muchas personas ilus-tres de las tres provincias vascas contraen de fun-dar una sociedad que abrace todo el suelo cánta-bro, en vez del proyecto de una academia paraGuipúzcoa, que su junta juzgó imposible .Dicho compromiso, celebrado, en las funcio-

nes dedicadas en Vergara á San Martin deAguirre, el día 11 de Setiembre de . 1764, fué se-guido de una reunion habida en Azcoitia y en lamisma casa del Conde, en 24 de Diciembre delmismo año ; y en ella se funda la Sociedad Vas-congada de los Amigos del Pais, con el carácterde Academia de ciencias, bellas letras y artes .

Elevada una exposicion álaMagestad de Cárlos111 por conducto de D. Felipe Tiburcio de Aguir-

264re, Sumiller de Cortina de S . M. y Capellan Ma-yor de las Descalzas Reales, y formados losartículos del proyecto de sociedad, tomaron lossócios el nombre de Amigos del País procediendoenseguida á nombrar director, consiliarios, se-cretario y tesorero, y convocando la primerajunta general preparatoria, en la villa de Ver-gara; el dia 6 de Febrero de 1765 .

Siete juntas se celebraron en este mes, y enellas se examinaron los escritos presentados porlos Amigos, destinando los restantes dias, á es-pecificar los acuerdos que se hicieron con esteobjeto. Determinóse tambien, que hubiese juntassemanarias, en todos los pueblos, donde residie-sen dos ó más amigos; con el fin de que anotan-do sus observaciones y noticias en punto á Agri-cultura, Industria etc, estuviesen sus individuosen continuo ejercicio .

Igualmente, se determinó la insercion en elregistro de todas las obras y noticias útiles quecualquiera patricio, que no fuese del cuerpo de lasociedad, remitiese á esta ó á alguno de sus in-dividuos ; y que se estableciese una clase, con elnombre de alumnos, para los jóvenes caballerosdel país, disponiendo un reglamento propio paraformar de ellos «individuos útiles al Estado, ce-losos Republicanos, y Miembros ilustres de laSociedad . »De esta manera, haciendo un llamamiento ge-

neral, á cuantos se interesasen por el bien de la

265pátria demostraba la Sociedad, que este era suúnico fin y alejaba de sí toda idea de egoismo yde miras interesadas y extrañas á la ilustraciondel país. En el establecimiento de la clase deAlumnos, puede verso tambien, el deseo que lesanimaba, de trasmitir sus conocimientos á la ju-ventud vascongada, logrando con esto, que lailustracion se conservase y propagase por los hi-jos de este suelo privilegiado .

En 8 de Abril de 1765, una Carta-Orden, fir-mada par el Excelentísimo Señor Marqués doGrimaldi, secretario de Estado, vino á dar unaprueba de la proteccion que el Señor Rey D . Car-los III se dignaba dispensar á la Sociedad de losAmigos del País .

En dicha carta, se mandaba á los Corregidoresde Vizcaya y Guipúzcoa y Diputado General deAlava, la prestasen todo el apoyo necesario y laauxiliasen en cuanto estuviese en su mano .

En Agosto del mismo año se dignó S . M. apro-bar el Reglamento ; lo que hizo saber al Director,el mismo Excelentísimo Señor, por la adjuntacarta :

«El Reglamento para los Alumnos de«la Sociedad Vascongada de los Amigos«del País, que V . S. me ha remitido, es«una consecuencia del celo que animó á«V. S. y á sus compañeros para la for-«macion de un establecimiento tan útilá los progresos do las Artes y las Cien-

266«cías y al honor de la Pátria. ElRey lo«aprueba, alabando el fin, que V . S. ha«tenido de mejorar la educacion pública ;«y de su órden lo aviso á V . S. para su«inteligencia, y la de toda la Sociedad«Vascongada. Dios guarde á V . S. mu-chos años. San Ildefonso doce de Agos-to de mil setecientos sesenta y cin-

«co.H EL MARQUÉS DE GRIMALDI. »El dia 13 de Abril de 1766, se convocaron Jun-

tas Generales en la Ciudad de Vitoria, verificán-dose cinco, á las que se convidó á toda la ciudad,leyéndose en ellas los papeles que más interesa-ban al Concurso, y examinándose cinco Alumnosen las lenguas Latina y Francesa, la Cronología,la Geografía, la Historia de España y la Físicaesperimental .

Las Juntas privadas, verificadas hasta el dia21, se ocuparon en examinar los escritos presen-tados por los Amigos, determinándose en su con-secuencia los siguientes acuerdos :

«1.' Formar una coleccion de obras«de la Sociedad, entresacando de las que«se habian presentado hasta las Juntas«de Vitoria las más dignas de darse á«luz .

«2.° Que para las primeras Juntas pre-senten las tres provincias todas las ob-

=servaciones y experiencias económicas«hechas en cada una de ellas .

267«3 .° Que se pida al Norte cantidad de

«semilla de Lino de Riga, para repartirla«entre dichas tres provincias .

«4.° Que se conduzcan carneros de las«mejores castas de Castilla, para mejo-rar las del País, á imitacion de lo que

«han hecho los Suecos .«5.° Que la provincia de Guipúzcoa

«cuide de la fábrica de cuchillos, que«esta M . N . y M. L . Provincia está fo-«mentando en la villa de Vergara ; y que«las tres provincias formen para las pri-«meras juntas un plan de la especie de« manufacturas que parezcan más útiles«y análogas al país .

«6.° y último . Que en las primeras«juntas distribuyese la Sociedad dos«premios ; el primero de mil reales para«el que determinase por cálculos y«demostraciones geométricas fundadas«en la experiencia : Cuál de las tres es-pecies de fuelles ó larquinas de ferreríaconocidas (casta aqui es la mejor . Si los

«de cuero, los de tabla, ó las trompas ó«ayazarcas; y el segundo de quinientos«reales para el que diese el modo más ba-rato y económico de trillar el trigo .»

De esta manera la Sociedad cumplía con eldeber que gratuitamente habia tomado sobre sí,sin olvidar nada, sin que se escapase á la pene-

268tracion de sus individuos, la necesidad de que to-das las clases fuesen igualmente atendidas ; pro-veyendo con sus acuerdos á mejorar la agricul-tura, la industria y las artes ; suplantando los sis-temas más breves y económicos ; introduciendolos métodos más expeditos y beneficiosos para elpaís y tomando de otras naciones, aquello quesiendo digno de tomarse, pudiese traer más ven-tajoso resultado á )as provincias .

El celo y noble solicitud de los Amigos es mu-cho más de admirar y agradecer, cuando por únicarecompensa tenian la aprobacion de un Monarca,protector y fomentador del bienestar de sus súb-ditos; el beneplácito de las personas sensatas,amantes como ellos de la tierra que los vió na-cer; junto con la gratitud del pueblo, ;cuya edu-cacion, riqueza é ilustracion aumentaban á te-todas luces con sus trabajos .Empero cabíales otra recompensa más santa,

más noble; propia sólo para satisfacer á las almasgrandes, á los corazones sencillos, y esta era laaprobacion de su conciencia y la satisfaccion de suamor á la ciencia, al estudio y al bien de su país .En virtud del primer acuerdo, tomado en las

juntas privadas celebradas en Vitoria, se proce-dió inmediatamente á formar la coleccion de obrasde la Sociedad; y habiéndose remitido á la Córte,debió la Sociedad á su augusto Monarca la nue-va honra de admitir la dedicacion de ella y de,permitir que se imprimiera .

289Esta coleccion se halla dividida en dos partes ;

con el objeto, de presentar separadas las mate-rias que no tienen entre sí estrecha relacion yanalogía; comprendiendo la primera las obrasútiles y la segunda las agradables .

Conforme á esta idea, la obra que presento alpúblico con el título de Ensayo, se limita á losasuntos de .mera utilidad como son los de Agri-cultora, Industria, Comercio, Arquitectura, et-cétera y siguendo el instituto del cuerpo quemandaba dar preferencia á lo útil sobre lo agra-dable tomo por empeño reunir todos los añosuna coleccion igual, sin perder por eso devista el ramo de lo agradable, reservándolo alimportante fin que acabamos de decir ; bien queen esto último no se sujetó á método alguno, ar-reglándose sólo á los materiales que se iban reu-niendo .Es digno de atencion el entusiasmo y el amor

pátrio, conque la Sociedad de los Amigos, dióprincipio á sus beneficiosas tareas ; y no sabemo sdecir cual resalta más en ella, si la asiduidad, elincansable celo, con qne procuraban á toda costasatisfacer una de las más imperiosas necesidadesde un pueblo todo; ó la humildad con que someteá la aprobacion de las personas inteligentes, lostrabajos de sus individuos, y reciben y escuchanlas censuras que de las mismas hacen personasdoctas ó instruidas .

No domina en ellos, como antes he dicho, el es-

270píritu del egoismo, ni el orgullo y la envidia im-primen su destructora huella en sus acciones, an-tes por el contrario, se les ve admitir la coopera-cion y auxilio de personas extrafias al cuerpo dela Sociedad, animándoles á continuar en el estu-dio y el trabajo y prometiéndoles un auxilio re-ciproco y generoso .

Al proclamarse falibles y sujetos á, errores, co-mo hombres que eran, y admitir las insinuacionesy consejos de quien pudiese dárselos, presentansublime ejemplo de humildad y nobleza, á esassociedades modernas, que engreídas en la pocaciencia que les eleva sobre la masa del pueblo, seproclaman maestras suyas, se anuncian comoilustradoras del pueblo, lo cual seria santo ybueno, si al mismo tiempo acogiesen con entusiasmo y con placer las obras y los frutos que lasemilla de sus lecciones ha fecundado entre loshijos del pueblo, de quien se manifiestan protec-tores .

¡Ojalá aprendan de aquí y tomen de estos ejem-plos grandiosos, reglas de conducta para lo su-cesivo, y sepan que nunca debe rechazarse, al queanhelante de aprender, presenta los primeros fru-tos de su inteligencia, desaliñados y pobres ; alfin como los primeros .

271

La historia de la Sociedad Vascongada de losAmigos del País, es la historia de sus trabajoscientíficos, literarios y artísticos, de los benefi-cios por ella importados al país, y de la progre-sion siempre creciente dolos resultados que estainstitucion produjo . Fácil sería por consiguientemi'trabajo, si pudiese dar algunas noticias de laSociedad, de sus fundadores y propagadores, ydel carácter y consecuencias de las producciones,de su actividad y del celo de los asociados .

Una vez constituida la Sociedad y tomados losacuerdos preliminares, se celebró la primeraJunta general preparatoria en la villa deVergara el día 7 de Febrero de 1765, y en ellael Director é ilustre fundador do la Sociedad, le-yó un discurso preliminar dirigido á presentar elestado de la Sociedad, su carácter, el de los tra-bajos que habian de ser objeto de sus tareas y laimportancia de estos, animando con el estímulode una satisfaccion pura y completa de practicarel bien, á los sócios que le escuchaban con reli-gioso silencio y admiracion .

Comienza por demostrar que la Sociedad deAmigos del País es un templo consagrado á lasabiduría cimentado sobre el amor á la pátriayen-lazado por los vínculos de la amistad ; y al mani-festar que su fin es procurar al país todo género de

272utilidades, hace notar que las ciencias, las letras ylas artes son el verdadero manantial de ellas, y elmismo que han tenido esos célebres cuerpos desábios que ilustran la Europa, y cuyos principiosno han sido más brillantes que el de la Sociedad .Continúa admirándose del rápido desarrollo de lasociedad, de la amistosa union de los sócios, ydel ardiente fervor que muestran por el trabajo .Propone como punto principal de las ocupacionesde la Academia el mejoramiento de la agricultu-ra, á la que considera .como principio y origendel aumento de poblacion ; pondera la utilidad deestablecer fábricas, facilitar el comercio interiory exterior, haciendo de este modo "que la indus-tria renazca por todas partes . Al decir que las es-pecies que escapan á la penetracion de uno, ha-llan tal vez cumplida resolucion en la inteligen-cia de otro, se apoya implícitamente en el cono-cido principio, «la union forma la fuerza .» Pro-sigue el orador haciendo una apología de lasciencias, las letras y las artes y de la utilidadque reportan, ocupándose especialmente de lasMatemáticas, de la Geometría, á la que llama«alma (le todas las ciencias,» de la Arquitecturacivil, de la Hidráulica, Física, Agricultura, His-toria Natural, Economia Rústica, Medicina y Ci-rujía ; estas dos últimas fomentadas por amigosagregados que presentan á la Sociedad sus ob-servaciones y esperimentos . Se ocupa despues delas bellas Letras, entre las que comprende la

273Historia, la Política, las Lenguas, la Elocuencia ytoda suerte de Literatura . Hace á continuacion unabrevísima reseña del as Bellas Artes, la Poesía, laMúsica, la Escultura y la Pintura . Felicitase porlos copiosos frutos, que espera recogerá la Socie-dad, y trasladándose con la imaginacion á la épocade la completa realizacion de tanta bella teo-ría, presenta en muy breves palabras el brillan-te estado en que deben encontrarse las provinciashermanas ; porque considera familiarizadas con elpueblo á las ciencias, las artes y las letras, á laindustria y al comercio . Próximo á terminar, elilustre Conde, expresa su regocijo por los pre-maturos beneficiosos resultados queja sociedad, ála que ha calificado de veterana, ha traído á estepueblo, al que dedica la actividad é enteligenciade los asociados. Concluye animando á los Ami-gos ti continuar por la senda que han empren-dido, marcándoles como norte de sus aspiracio-nes el bien y la utilidad del pueblo, de que for-man parte, y recomendándoles amor á la pátria,á la gloria y á la humanidad de la que en todotiempo, dice, han de mostrarse dignos .

Cumpliéronse en parte los deseos del ilustreConde, y viéronse casi completamente realizadaslas aspiraciones de los Amigos ; y conforme eldeseo de Peñaflorida, dióse comienzo á las tareasde la Sociedad con las lecciones de AgriculturaPráctica, incoadas en Vitoria el día 14 de Abrilde 1766, y que se dirigian principalmente á tra-

18

274tar de la Labranza, Plantacion de Árboles y de laEcononaia Rústica . Estos dos últimos ramos fue-ron tratados en la sesion celebrada en 19 de Abrildel mismo año . El primero de todos se dividió entres partes, tratando la primera de las diferentescalidades de tierra que se conocen, la segunda delos abonos y la tercera del cultivo de granos . En laprimera parte se enumeran nueve calidades detierras que expresadas en castellano y en vas-cuence, llevan los nombres de : Care lurrá ó tier ,ra cálida ; Aizcoriala A izcoria lurrá ó Surbelclca ósea tierra escorial ; Are lurrá, ó tierra arenisca ;Izuzqui lurrá, ó tierra negra con mezcla de arci-lla ; Ockabuztina ó tierra gredosa blanca ; Cleralurrá ó tierra gredosa comun ; Bisarro lurrá ótierra parda mezclada con piedra suelta ; Quirulurrá ó tierra de Aulaga, que produce la plantaque llamamos Quiribba ; Buztin Zurré, ó tierraarcillosa . De todas ellas se dan los carácteres yseñales para conocerlas, su naturalezay propieda-des, determinando cuales son á propósito para eltrigo, cuales ventajosas para el maiz, y cualespropias para el nabo y centeno .

La parte segunda trata, como he dicho, de losabonos, esplicando el origen de su escasez, dan-do noticias de los modos con que se suple estafalta y entre ellos del usado por los ingleses, queconsiste en mezclar tierras de diferente natura-leza, que mútuamente puedan beneficiarse . Paraello hace una explicacion de las sondas ó barrenos

275de tierra, que sirven para apreciar las diferentescapas de los terrenos, sin necesidad de hacer esca-vaciones, y designa y describe el instrumento conexactitud y precision . Pasa á tratar despues de lasdiferentes clases de abonos ocupándose principal-mente de la cal, sus efectos y cantidad y tierras,en que debe ser empleada ; de las Alargas Víryeqbó vegetal, Gredosa, Arcillos2 ?/A renisca indican-do la necesidad de mezclar las Margas con tierrasde principios contrarios á ellas . Despues de mani-festar el modo de poner las Margas sobre la tier-ra, la cantidad de aquellas, y la correspondenciaque con esta guardan, viene á demostrar la nece-sidad del Estiercol además de la Marga, y el mo-do de aumentar este ; fija el modo de formarse losprados artificiales, señalando las semillas másapropósito para ser en él sembradas, y enumeran-do las ventajas que resultarian de los prados ar-tificiales . Termina la segunda parte con una re-lacion detallada de las plantas que más se reco-miendan para pastos, en vista de éxito de algu-nas de ellas en la provincia de Guipúzcoa .

La tercera parte se ocupa del cultivo de tierraspara granos . Segun el dictámon del orador, nues-tros labradores instruidos por la experiencia y laobservacion, siguen en punto al cultivo, tan buenmétodo, que hablando generalmente, en sus ope-raciones sólo se echa de ménos alguna industria,ó el ahorro de brazos que las hace más baratas yménos incómodas para ellos . Siendo el trigo se-

276gun él, el grano más usado para el alimento delhombre, sobre su cultivo ha de llamarse princi-palmente la atencion, y al efecto indica los mo-dos de layar y desterronar, los inconvenientes deesta labor y la necesidad de su remedio . Da cuen-ta de la introduccion hecha por Mr . Tull, en In-glaterra, de unos arados de nueva invencion, quetirados por dos bueyes, pueden abrir la tierradiez, doce y catorce pulgadas de profundidad, ytras éste otro más ligero, llamado azadón decaballos, que sirve á una labor muy semejante ála que se hace con la azada á fuerza de brazos .Pone en evidencia los inconvenientes de estosinstrumentos, y la necesidad de remediarlos; tra-ta del tiempo de arar y de sembrar, é incidental-mente de la experiencia hecha en-el país, sobreel método de Mr. Tull. A continuation, da reglassobre el modo de sembrar en hoyos, sobre el deprecaver la simiente, demuestra la importanciadel instrumento llamado sembradera, dada á co-nocer por el español José Lucatelo, acompañan-do su noticia del dictámen de la Sociedad de Bre-taña sobre las sembraderas . Prosigue su discursohablando de las operaciones de rastrillar, escar-dar y estercolar; de sus defectos y modo de re-mediarlos; de la siega y modo de remediar los su-yos; de la trilla é inconvenientes de su métodoen el pais ; de la trilla con caballos y del modo demejorarla . Termina la parte tercera y con ella lasesion, indicando la época y modo de sembrarse y

277cultivarse el nabo, el maia, y mostrando á la So-ciedad que el estado de la agricultura en el paíseuskaro está bastante adelantado, y que di-cha Academia tiene sobre todas las demás econó-micas, la ventaja de tratar con gentes más ins-truidas y ménos preocupadas que las de otraspartes, para recibir las instrucciones que les co-muniquen de los resultados de sus experiencias .

V.

Ya ve V. señor don Francisco, si eran útiles yprácticas las cosas de que se ocupaban aque-llos Amigos verdaderos del País ; pero ocupán-dome de esas cosas rastreras y prosáicas, temoabusar de su paciencia y de la paciencia de mislectores, que no será tan sufrida como la suya, yesto me obliga á dejar para mejor ocasion la re-seña de otros asuntos importantísimos, que su-ceda lo que quiera, no hemos de abandonar mien-tras vivamos .

INDICE.

3'Á(31x-&s.El Hombre contestacion al folleto Dios de

Suñer y Capdevila. . .

.

1Historia de Juan Sebastian del Cano. Por don

Eustaquio Fernandez de Navarrete, conuna Introduction de D. Nicolás Soraluce yla Biografia de Navarrete por D. SoteroMantel¡ 40

Estudios sobre China 53Cervantes y el Quijote por D. Francisco Ma-

ría Tubino

. . .. .80Educacion de la Mujer94Picciola por X . B . Saintine113Discurso de contestacion leido en la Arade-

demia Cervántica Española121El matrimonio pleito en verso por variosautores 138

Biografía Euskara I 152II. El Libro de Alava por Ricardo Becerro de

Bengoa 157III. El Romancero de Navarra por Hermilio.Oloriz .

166IV. Poesías póstumas por Obdulio de Perea . .

174V. Oro y oropel por Vicente de Arana . .

182Estudios argueológieos .-Armentia196Observaciones de la lengua castellana .y la eus-

hara, 212Cartas sobre cosas del país al señor D. Fran-

cisco Juan de Ayala 250La Sociedad Vascongado de Amigos del Pais . .

257