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UNIVERSIDAD DE BARCELONA FACULTAD DE PSICOLOGÍA
Departamento de Psicología Social Doctorado Interuniversitario en Psicología de las Organizaciones y del Trabajo
TESIS DOCTORAL
LAS RELACIONES ENTRE EL SISTEMA FORMAL DE COMUNICACIÓN INTERNA, EL CLIMA DE COMUNICACIÓN Y LA IDENTIFICACIÓN DE
LOS EMPLEADOS EN LAS ORGANIZACIONES
Doctorando DAVID HERNÁNDEZ GARCÍA
Director Dr. SANTIAGO DÍAZ DE QUIJANO DE ARANA
Profesor Emérito Universitat de Barcelona
Barcelona, España Febrero de 2008
2
A Esther García A quien no sólo le bastó con darme la vida sino que día tras día me enseña a retarla
La sabiduría suprema es tener sueños bastante grandes para no perderlos de vista mientras se persiguen.
William Faulkner
3
AGRADECIMIENTOS Muchas han sido las personas que de manera directa o indirecta me han impulsado y
apoyado en la elaboración de la presente Tesis Doctoral. Quiero dejar constancia de
ello con esta breve pero emotiva mención. De manera especial quiero agradecer
a Santiago Díaz de Quijano, mi director de Tesis, quien a pesar de otras muchas
ocupaciones y dificultades se comprometió y me enseñó en cada uno de nuestros
encuentros a dimensionar justa y objetivamente el valor del esfuerzo y la dedicación;
a cada uno de los profesores y colegas que me brindaron sus aportes tanto
conceptuales como metodológicos, quienes sin lugar a dudas han dejado una huella
para mi futuro como investigador. De manera especial agradezco a los profesores
Jaume Arnau, Ricardo Blasco, Juana Gómez, José Navarro, Marina Romeo, Lluis
Salafranca, Antonio Solanas (Universidad de Barcelona), Vicente González Romá
(Universidad de Valencia), Ale Smidts (Erasmus University Rotterdam) y Anna
Cuxart (Universidad Pompeu Fabra)
a todos los amigos que encontré en mi paso por la maravillosa Barcelona quienes con
su amistad, consejos y buenos ratos me hicieron más llevaderos los días y noches de
investigación.
a la Universidad de Antioquia (Medellín), institución de la que soy docente y la cual
me brindo la posibilidad de acceder a mi formación doctoral,
a la Sociedad de Fabricación de Automotores S.A. (SOFASA) la cual aceptó
amablemente nuestra invitación a hacer parte de este sueño y participó activamente
durante el trabajo de campo de la presente Tesis.
4
INDICE
1. INTRODUCCIÓN 10 1.1.PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y JUSTIFICACIÓN 10 1.2.PREGUNTAS BÁSICAS DE INVESTIGACIÓN 14 1.3.OBJETIVOS 15 1.3.1. Objetivo General 15 1.3.2. Objetivos Específicos 15 2. PLANTEAMIENTOS TEÓRICOS 16 2.1.LA IDENTIFICACIÓN EN LAS ORGANIZACIONES 17 2.1.1. Conceptualizaciones 19 2.1.2. Puntos actuales de debate 27 2.1.3. Antecedentes de la identificación organizacional 33 2.1.4. Sintesis del capítulo 37 2.2. LA COMUNICACIÓN EN LAS ORGANIZACIONES Y LA EVALUACIÓN DEL SISTEMA FORMAL DE COMUNICACIÓN INTERNA
39
2.2.1. Conceptualizaciones 40 2.2.2. La comunicación en el estudio de fenómenos del comportamiento organizacional
44
2.2.3. Enfoques de evaluación de los Sistemas de Comunicación Interna 48 2.2.4. La evaluación de la Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna dentro del modelo de Auditoría del Sistema Humano-(ASH)
52
2.2.5. Sintesis del capítulo 56 2.3. EL CLIMA DE COMUNICACIÓN: LA PERCEPCIÓN INDIVIDUAL Y COMPARTIDA DE LAS POLÍTICAS Y PRÁCTICAS DE COMUNICACIÓN ORGANIZACIONAL
57
2.3.1. El clima en las organizaciones: Diferentes aproximaciones 59 2.3.2. Conceptualizaciones del Clima de Comunicación 61 2.3.3. Sintesis del capítulo 68 2.4. EL SISTEMA FORMAL DE COMUNICACIÓN INTERNA, EL CLIMA DE COMUNICACIÓN Y LA IDENTIFICACIÓN ORGANIZACIONAL.
70
2.4.1. Las relaciones entre las variables 71 2.4.2. Sintesis del capítulo 83 2.5. HIPÓTESIS 85
5
3. TRABAJOS EMPÍRICOS 86 3.1. LA IDENTIFICACIÓN ORGANIZACIONAL Y EL CLIMA DE COMUNICACIÓN: DIMENSIONES E INSTRUMENTOS DE MEDIDA
87
3.1.1. Introducción 88 3.1.2. Método 90 3.1.2.1. Participantes 90 3.1.2.2. Medidas 91 3.1.2.3. Procedimiento 93 3.1.3. Resultados 95 3.1.3.1. Análisis Factorial Exploratorio de la Escala de Identificación Organizacional
95
3.1.3.2. Análisis Factorial Confirmatorio de la Escala de Clima de Comunicación 98 3.1.3.3. Análisis Factorial Exploratorio de la Escala de Clima de Comunicación. 100 3.1.3.4. Análisis Factorial Confirmatorio Nueva Escala Clima de Comunicación 101 3.1.4. Discusión 109 3.1.4.1. Limitaciones e implicaciones para la investigación futura 111 3.2. EL CLIMA PSICOLÓGICO DE COMUNICACIÓN Y SUS DIMENSIONES COMO ANTECEDENTES DE LA IDENTIFICACIÓN ORGANIZACIONAL
114
3.2.1. Introducción 115 3.2.2. Método 117 3.2.2.1. Participantes 117 3.2.2.2. Medidas 117 3.2.2.3. Procedimiento 117 3.2.3. Resultados 119 3.2.3.1. Análisis de regresión múltiple 119 3.2.4. Discusión 125 3.2.4.1. Implicaciones para los directivos 127 3.2.4.2. Implicaciones para la Investigación futura 131 3.3. EL CLIMA COMPARTIDO DE COMUNICACIÓN: UNA APROXIMACIÓN MULTINIVEL A SU INFLUENCIA SOBRE LA IDENTIFICACIÓN ORGANIZACIONAL
134
3.3.1. Introducción 135 3.3.1.1. El clima y la importancia de su estudio en diferentes niveles 135 3.3.1.2. La influencia de las características del grupo en la aparición de diferentes climas
137
3.3.1.3. El valor del análisis multinivel en el estudio del clima 139
6
3.3.1.4. El clima de comunicación en el nivel grupal 141 3.3.2. Método 146 3.3.2.1. Participantes 146 3.3.2.2. Medidas 149 3.3.2.3. Procedimiento 150 3.3.3. Resultados 154 3.3.3.1. Coeficiente de Correlación Intraclase ICC 154 3.3.3.2. Índice de Acuerdo entre Jueces (r *wg (J )) 155 3.3.3.3. Índice de desviación promedio (Average Deviation Index): ADI 155 3.3.3.4. Resultados del HLM (Hierarchical Linear Modeling) 157 3.3.4. Discusión 158 3.3.4.1. Implicaciones para los directivos 161 3.3.4.2. Limitaciones e implicaciones para la investigación futura 162 3.4. LAS CARACTERÍSTICAS DEL SISTEMA FORMAL DE COMUNICACIÓN INTERNA Y SU RELACIÓN CON EL CLIMA ORGANIZACIONAL DE COMUNICACIÓN
164
3.4.1. Introducción 165 3.4.2. Método 168 3.4.2.1. Participantes 168 3.4.2.2. Medidas 169 3.4.2.3. Procedimiento 170 3.4.2.3.1. Fase 1. Entrevistas en profundidad. 170 3.4.2.3.2. Fase 2. Calificación de la Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna.
176
3.4.3. Resultados 178 3.4.3.1. Resultados Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna 178 3.4.3.2. Indice de Concordancia entre Juicios – Método Solanas 181 3.4.3.3. Resultados del Clima Organizacional de Comunicación 184 3.4.3.4. ANOVA de un Factor: Clima de comunicación y sus dimensiones 186 3.4.4. Discusión 187 3.4.4.1. Organización 1 187 3.4.4.2. Organización 2 190 3.4.4.3. Organización 3 191 3.4.4.4. Comparativo entre las tres organizaciones 193 4. CONCLUSIONES 200 4.1. CONCLUSIONES DE LA REVISIÓN TEÓRICA 200 4.2. CONCLUSIONES DE LOS TRABAJOS EMPÍRICOS 203 4.3. PRINCIPALES IMPLICACIONES PARA DIRECTIVOS Y PROFESIONALES
204
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 209
7
INDICE DE TABLAS Tabla 1. Principales conceptualizaciones de la Identificación Organizacional. 25 Tabla 2. Descripción de la muestra (Estudio 1) 90 Tabla 3. Redistribución de la muestra (Estudio 1) 94 Tabla 4. Varianza total explicada en análisis factorial exploratorio de escala de identificación organizacional
97
Tabla 5. Varianza total explicada en el análisis factorial exploratorio de la escala de clima de comunicación
101
Tabla 6. Matriz de factores rotados del análisis factorial exploratorio de la escala de clima de comunicación (Método de rotación: Varimax con Kaiser)
102
Tabla 7. Matriz de configuración en el análisis factorial exploratorio de la escala de clima de comunicación (Método de rotación Oblimin con Kaiser)
103
Tabla 8. Indices de Fiabilidad – alfa de cronbach para las escalas de clima de comunicación (Original y reformulada)
108
Tabla 9. Estadísticos descriptivos, correlaciones y fiabilidad de las escalas para variables y dimensiones. (Estudio 2)
120
Tabla 10. ANOVA (Estudio 2) 120 Tabla 11 Resumen del modelo (Estudio 2) 121 Tabla 12 Coeficientes (Estudio 2) 122 Tabla 13 Resultados análisis de regresión múltiple (Estudio 2) 124 Tabla 14. Descripción de la muestra (Estudio 3) 147 Tabla 15. Tamaño promedio, rango y composición de las unidades que conforman la Organización 1.
148
Tabla 16. Tamaño promedio, rango y composición de las unidades que conforman la Organización 2.
148
Tabla 17. Tamaño promedio, rango y composición de las unidades que conforman la Organización 3.
149
Tabla 18. Coeficiente de correlación intraclase –ICC- Variable clima de comunicación (Estudio 3).
154
Tabla 19. Desviaciones típicas y medias del Índice de Acuerdo entre Jueces para los equipos de trabajo en la variable Clima de Comunicación (Estudio 3).
155
8
Tabla 20. Indice de desviación promedio (ADI) para la variable Clima de Comunicación (Estudio 3).
155
Tabla 21. Resultados del HLM (Hierarchical Linear Modeling) (Estudio 3) 157 Tabla 22. Esquema resumen de la Evaluación de la Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna del Modelo de Auditoría del Sistema Humano (ASH).
175
Tabla 23. Estructura global de calificación de la Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna del Modelo de Auditoría del Sistema Humano (ASH).
177
Tabla 24. Reporte de calificación a la Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna de la Organización 1 (Evaluador 1)
178
Tabla 25. Reporte de calificación a la Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna de la Organización 1 (Evaluador 2)
178
Tabla 26. Reporte de calificación a la Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna de la Organización 2 (Evaluador 1)
179
Tabla 27. Reporte de calificación a la Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna de la Organización 2 (Evaluador 2)
179
Tabla 28. Reporte de calificación a la Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna de la Organización 3 (Evaluador 1)
180
Tabla 29. Reporte de calificación a la Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna de la Organización 3 (Evaluador 2)
180
Tabla 30. Indice de Concordancia entre Juicios – Método Solanas (Estudio 4) 182 Tabla 31. Calificación consolidada por organización para las áreas de comunicación estratégica (Estudio 4)
183
Tabla 32. Calificación consolidada por organización para las áreas de comunicación operativa (Estudio 4)
183
Tabla 33. Calificación consolidada por organización para las áreas de comunicación social (Estudio 4)
184
Tabla 34. Consolidado por organización:objetivos, flujos y global (Estudio 4). 184
Tabla 35. Estadísticos descriptivos de la Organización 1 para la variable Clima de Comunicación y sus dimensiones.
185
Tabla 36. Estadísticos descriptivos de la Organización 2 para la variable Clima de Comunicación y sus dimensiones.
185
Tabla 37. Estadísticos descriptivos de la Organización 3 para la variable Clima de Comunicación y sus dimensiones.
185
Tabla 38. ANOVA de un Factor: Clima de comunicación y sus dimensiones. 186
9
INDICE DE FIGURAS
Figura 1. Gráfico de sedimentación análisis factorial exploratorio de la escala de Identificación organizacional
97
Figura 2. Resumen del modelo. Análisis Factorial Confirmatorio de la Escala Original de Clima de Comunicación
98
Figura 3. Gráfico de sedimentación del análisis factorial exploratorio de la escala de clima de comunicación
101
Figura 4. Resumen del modelo Análisis Factorial Confirmatorio de la Nueva Escala de Clima de Comunicación
107
Figura 5. Modelo de análisis propuesto. (Estudio 2) 119 Figura 6. Estructura jerárquica de niveles de anidamiento en las organizaciones estudiadas (Estudio 3)
147
10
3. INTRODUCCIÓN
3.1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y JUSTIFICACIÓN
La identificación organizacional, entendida como los lazos psicológicos entre un
individuo y la organización para la cual trabaja (O’Reilly & Chatman, 1986; O’Reilly,
1989), ha venido ganando una creciente atención en los últimos años, principalmente
porque este fenómeno ha sido asociado con una serie de comportamientos que realzan el
desempeño organizacional (Benkhoff, 1997; Reade, 2001). En este marco, se asume que
un individuo que se identifica con su organización trabaja instintivamente en pro del
beneficio de la misma (Ouchi, 1980).
De manera específica se ha encontrado que la identificación organizacional se
correlaciona positivamente con el desempeño y los comportamientos de ciudadanía
organizacional, y negativamente con las intenciones de retirarse del trabajo (Abrams,
Ando, & Hinkle, 1998; Bartel, 2001; Bhattacharya, Rao, & Glynn, 1995; Haslam, 2001;
Mael & Ashforth, 1995; Pratt, 1998; Tyler, 1999; van Knippenberg, 2000; Wan-
Huggins, Riordan, & Griffeth, 1998). Así mismo, también se ha concluido que la
identificación organizacional estimula los sentimientos de significado, pertenencia y
control en el trabajo (Ashforth, 2001).
Los comportamientos positivos asociados con la identificación organizacional incluyen
una mayor cooperación (Ashforth & Mael, 1989), un desempeño que va más allá del
simple cumplimiento de los deberes (Mowday, Porter & Steers, 1982), una toma de
decisiones más coherente con los objetivos de la organización (Simon, 1997) y la
intención de permanecer como miembro de la misma (Lee, 1971; O’Reilly & Chatman,
11
1986; Benkhoff, 1997). Así mismo, la identificación, desde un enfoque de valores y
metas compartidas, también se considera significativa como generadora de cohesión a lo
largo de la organización.
En general, la identificación organizacional es vista como un componente del éxito
organizacional (Ashforth & Mael, 1989; Dutton, Dukerich y Harquail, 1994; Benkhoff,
1997), y mas aun cuando en la actualidad se considera que la lealtad es una condición
básica en los contextos profesionales (Albert, 1998). Así, diferentes autores consideran
que las organizaciones deben promover la identificación en sus empleados para facilitar
su funcionamiento (Cheney, 1983; Pratt, 1998).
Basados en estas conclusiones y en aquellos hallazgos clásicos que han indicado que la
comunicación proporciona a los empleados una serie de significados compartidos sobre
las características distintivas de una organización, es común encontrarse en la realidad
empresarial contemporánea un sinnúmero de altos directivos que destinan importantes
esfuerzos y recursos en el diseño y puesta en marcha de políticas y prácticas de
comunicación orientadas, entre otros fines, a promover mayores niveles de
identificación entre sus empleados, con el interés de que así se estimule la lealtad y se
mejore el desempeño de la organización.
Sin embargo, al indagar por la producción científica relativa al estudio de la relación
entre la comunicación y la identificación nos encontramos con que no existe suficiente
soporte empírico que permita especificar el conjunto de condiciones necesarias –tanto
contextuales como psicológicas- para garantizar una relación de influencia positiva
entre ambos fenómenos.
12
Los trabajos disponibles al respecto se han enfocado, básicamente, en la evaluación
selectiva de algunas características propias de estos fenómenos y sus relaciones, pero no
se cuenta con una aproximación integradora que cubra la diversa gama de condiciones
del sistema comunicativo de las organizaciones y las percepciones propias que de éste
tienen los empleados.
A ese respecto, y como lo indicaron Jones, Watson, Gardner & Gallois (2004), se hace
necesario avanzar en dos vías, tanto en el nivel micro (donde los estudios desplieguen y
evalúen percepciones individuales sobre los procesos comunicativos) como en el macro
(donde se explore las direcciones, contenidos y objetivos del engranaje comunicacional
de la organización).
Basado en esta necesidad la presente Tesis Doctoral pretende aportar en la línea que
estudia la comunicación como un reconocido antecedente de la identificación
organizacional, estudiando los fenómenos comunicativos desde una perspectiva
múltiple que valora la comunicación como un subsistema dentro del sistema global de la
organización y explora la percepción individual que tienen los empleados sobre las
políticas y prácticas comunicativas.
Con los resultados de la Tesis Doctoral no sólo se pretende definir y validar un nuevo
modelo de investigación ajustado a la relación entre las variables estudiadas sino,
además, formular una nueva línea investigativa que ayude a determinar aquellos
limitantes en la generación de identificación organizacional y el verdadero valor que
tienen los sistemas formales de comunicación interna en este reto. Se espera así que,
fruto de la presente Tesis Doctoral, aparezcan nuevas razones, con respaldo científico,
para que académicos, empresarios y profesionales direccionen adecuadamente sus
esfuerzos hacia la generación de climas de comunicación positivos y hacia el estímulo
de la identificación organizacional con estrategias adecuadas y eficaces.
13
Para lograr estos propósitos, la Tesis Doctoral ha sido dividida en dos grandes
componentes (Planteamientos Teóricos y Estudios Empíricos), los cuales configuran
una ruta crítica que parte desde una revisión profunda y sistemática a los planteamientos
teóricos que sustentan cada uno de los fenómenos estudiados, continúa con la validación
y mejora de los instrumentos de medida utilizados, estudian la relación entre el clima
psicológico y grupal de comunicación con la identificación organizacional y finalizan
con la confrontación de los hallazgos obtenidos y las características comunicativas de la
organización.
Para la primera parte de la Tesis se ha hecho entonces una revisión del marco científico
existente sobre estos fenómenos y estructuras, incluyendo la diversidad de
conceptualizaciones sobre identificación y comunicación (subsistema y clima).
Para la segunda parte y con el propósito de dar respuesta a múltiples preguntas de
investigación que aún quedan abiertas en el estudio de estos fenómenos se presentan los
resultados de una serie de estudios empíricos que aportan nuevos hallazgos en cuanto a
las relaciones hipotetizadas.
Los estudios presentados en la parte empírica incluyen: la validación y mejora de los
instrumentos de medida utilizados -instrumentos de Quijano, Navarro & Cornejo
(2000), Smidts, van Riel, y Pruyn (2001) y de Quijano y Romeo (2006)-, la
comprobación del valor predictivo del clima psicológico de comunicación como
antecedente de la identificación organizacional, el diseño de un modelo cross– level del
clima compartido de comunicación sobre la identificación y el estudio cualitativo –
cuantitativo del papel que juegan las características del sistema formal de comunicación
interna en dichas relaciones.
14
3.2.PREGUNTAS BÁSICAS DE INVESTIGACIÓN
• ¿Tiene el clima psicológico de comunicación de los empleados una relación
directa de influencia con sus niveles de identificación con la organización?
• ¿Tiene el clima grupal de comunicación de los empleados una relación directa
de influencia con sus niveles de identificación con la organización?
• ¿Tiene la Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna de la
organización una relación directa con el clima organizacional de comunicación?
15
3.3.OBJETIVOS
3.3.1. Objetivo General:
Especificar y caracterizar el tipo de relaciones de influencia que ejerce la comunicación
sobre los distintos niveles de identificación de los empleados con sus organizaciones, a
partir del estudio de los sistemas formales de comunicación interna y de la percepción
(individual y compartida), que tienen los empleados sobre las políticas y prácticas
comunicacionales de su organización (clima psicológico y grupal de comunicación).
3.3.2. Objetivos Específicos:
• Determinar el tipo de relación existente entre el clima psicológico de
comunicación y los niveles de identificación de los empleados con la
organización.
• Identificar cuál(es) de las dimensiones propuestas para la valoración del clima
psicológico de comunicación es (son) la(s) determinante(s) en la predicción de la
identificación organizacional.
• Determinar el tipo de relación existente entre el clima grupal de comunicación y
los niveles de identificación de los empleados con la organización.
• Determinar el tipo de relación existente entre la Calidad del Sistema Formal de
Comunicación Interna de la organización con el clima organizacional de
comunicación.
16
2. PLANTEAMIENTOS TEÓRICOS
17
2.1. LA IDENTIFICACIÓN EN LAS ORGANIZACIONES
18
El interés en la identificación, como una variable importante en la investigación sobre el
comportamiento organizacional, ha crecido considerablemente en la última década, tal y
como lo evidencian las diferentes revisiones del tema (Pratt, 1998; Rousseau, 1998;
Whetten & Godfrey, 1998; Van Dick, 2001, 2004; Riketta, 2005 y Riketta & Van Dick,
2005).
Sin embargo, y aunque la investigación muestra la potencial importancia de la
identificación organizacional en la generación de resultados positivos para las
organizaciones, el concepto en sí mismo aún se encuentra en un continuo estado de
desarrollo (Kreiner y Ashforth 2004; Van Dick 2001) y más cuando aún se mantiene
distancia frente a un posible consenso en cuanto a su conceptualización y
operacionalización, ya que por ejemplo algunos de los autores mayormente
referenciados en el tema, como Ashforth y Mael (1989), Dutton et al. (1994), Pratt
(1998) y Van Dick (2001), presentan diferencias, tanto sutiles como de fondo. En otras
palabras, después de más de medio siglo de discusión académica, se ve aún un
considerable desacuerdo sobre la naturaleza, significado y medida del constructo.
Con estos antecedentes, y dada la importancia que tiene este fenómeno dentro de la
presente Tesis Doctoral se hace necesario, entonces, hacer un alto en el camino y tratar
de dar claridad sobre el concepto, en particular en lo relativo a su desarrollo, puntos
centrales de debate y estado actual. Para este objetivo jugará un papel preponderante la
información presentada en las principales revisiones literarias de los últimos 10 años,
las cuales han permitido avanzar en el entendimiento de la naturaleza del fenómeno,
incluyendo las mediciones y los cruces con otros fenómenos similares.
19
Pues bien, como parte del primer objetivo específico de esta Tesis, el de sistematizar
los planteamientos teóricos basicos y los hallazgos empíricos existentes relativos a la
identificación y al clima de comunicación, como fenómenos psicológicos en las
organizaciones, y sus relaciones con la estructura comunicativa formal de la
organización (sistemas de comunicación interna), comenzaré por presentar las
brechas existentes en la literatura, presentando una revisión sistemativa del
constructo identificación organizacional que cubra tanto asuntos conceptuales como
operacionales.
Este capítulo entonces se orientará a 1) revisar cómo la identificación organizacional
ha sido conceptualizada, incluyendo algunos desarollos recientes en el área; 2)
examinar la superposición en los conceptos de “identificación organizacional” y de
“compromiso organizacional” con el fin de clarificar los limites entre ambos
fenómenos; 3) examinar algunas de las dimensiones propuestas para medir el
constructo, 4) contextualizar los principales enfoques de antecedentes propuestos y
5) formular el concepto que será utilizado en los estudios incluidos en los capítulos
posteriores.
2.1.1. Conceptualizaciones
Para comenzar hay que indicar que la identificación organizacional ha sido
conceptualizada en un sinnúmero de formas. Para citar algunas de las definiciones mas
tradicionales de este fenómeno, debemos comenzar con un documento clásico de la
psicología organizacional, donde Foote (1951) planteó que los seres humanos tienden a
identificarse con los compañeros de sus grupos, categorizan el mundo social alrededor
de ellos para normalizarlo y que estas clasificaciones de experiencias motivan al
comportamiento propio relativo al compromiso de las personas con los retos diarios.
20
Además, Foote sugirió que esta identificación tiene un efecto inhibitorio sobre la
aparición de diferentes tipos de comportamiento. Usando esta explicación, Foote
permitió entender el significado de la identificación cuando ésta es aplicada a una
organización, brindando bases para entender su valor en este contexto.
Casi 20 años después del documento de Foote, Brown (1969) presentó el primer trabajo
empírico enfocado en la identificación en las organizaciones. Brown utilizó como
conceptualización para tal fin la definición de Kelman (1958). Kelman propuso
originalmente que la identificación es una respuesta individual, que surge de una
relación específica entre el individuo y la organización y que conlleva a la
autodefinición del individuo. Esta conceptualización incluyó el valor de que la
organización ha de estar dispuesta a influenciar las creencias del individuo de alguna
manera.
En esa línea el concepto de Brown (1969), posteriormente adaptado, (O’Reilly y
Chatman, 1986; O’Reilly, 1989, Dutton et al., 1994), plantea que la identificación
organizacional es el vínculo psicológico de los empleados hacia su organización
mediante el cual los miembros asumen las características significantes de la empresa
como características propias.
Al operacionalizar el concepto, Brown (1969) fue más allá al sugerir que cualquier
medida de identificación organizacional debería incluir cuatro aspectos relativos al
involucramiento del empleado: Una atracción hacia la organización, consistencia entre
las metas individuales y las organizacionales, lealtad y sentimientos de membresía.
Según Brown estos asuntos constituirían los componentes básicos de la identificación
organizacional.
21
Contemporáneo a Brown, y como uno de los exponentes clásicos de este enfoque,
Patchen (1970) conceptualizó la identificación organizacional como una fusión de tres
fenómenos: (1) una percepción de características compartidas donde el individuo posee
intereses y metas compartidas con otros miembros de la organización, (2) un
sentimiento de solidaridad, donde el individuo se siente parte de la organización y (3)
apoyo a la organización, donde el individuo defiende las metas y políticas
organizacionales. Sin embargo, y aunque de primera mano es una definición similar a la
de Brown hay algunas diferencias claves. Por ejemplo, Patchen (y posteriormente
Rotondi, 1975), a diferencia de Brown, utilizó los términos características compartidas,
apoyo, solidaridad y pertenencia.
Al mismo tiempo que Patchen, un enfoque distinto pero relacionado fue planteado por
Lee (1969, 1971). Lee integró diferentes conceptos y fue más allá al plantear que el
sentimiento de pertenencia puede resultar de las metas compartidas que uno tenga con
otros en una organización o como resultado del sentimiento que pueden tener los
empleados de que su función dentro de la organización es importante para llenar sus
necesidades personales.
Otra aproximación bastante común a este fenómeno se ha dado en términos de valores y
metas compartidas entre el individuo y la organización (Schneider, Hall y Nygren,
1971; Hall y Schneider, 1972; Porter, Steers, Mowday y Boulian, 1974; Buchanan,
1974). Este enfoque, basado en valores, considera que la identificación ocurre cuando
hay coincidencia entre los valores y metas organizacionales y entre los valores y metas
individuales. Para estas escuelas, la identificación es un fenómeno que puede llevar,
inclusive, a que el individuo llegue a ver a su organización como parte de él mismo
(Dutton et al., 1994). Aparentemente, esta aceptación de metas y valores, y su
22
integración al sistema de valores y metas propio del individuo conduce a un grado de de
compromiso emocional con la organización.
Desde otra óptica, la de la perspectiva comunicacional, Cheney (1983), fundamentado
en principios de Burke (1937), definió la identificación organizacional como un proceso
activo mediante el cual los individuos toman para sí mismos elementos propios de la
escena social. En esa línea Cheney y Tompkins (1987) plantearon que la identificación
incluye el desarrollo y mantenimiento de conexiones simbólicas relevantes para el
individuo y para el grupo.
Estos planteamientos están fundamentados, en gran medida, en la perspectiva
discursiva, en donde el dialogo y el discurso son vistos como vehículos para la
construcción de identidad y consecuentemente de identificación. Para algunos autores
este enfoque puede ser visto como parte de una línea diferente de la tradicional mirada
positivista ya que desde esta perspectiva la identidad es fluida, sujeta a cambios y
construida a partir del discurso.
Sin embargo, quizás la línea teórica de mayor reconocimiento en el estudio de la
identificación organizacional surge de la teoría de la identidad social. Este enfoque ha
provisto una valiosa mirada al constructo, lo que ha llevado a que sus principios sean
utilizados frecuentemente, desde la literatura tradicional hasta la contemporánea (Brown
y Williams, 1984; Brown, Condor, Mathews, Wade y Williams, 1986; Ashforth y Mael,
1989; Mael y Ashforth, 1992; Dutton et al., 1994; Benkhoff, 1997; Elsbach, 1999; Van
Knippenberg y Van Schie, 2000; Van Dick, 2001).
23
La teoría de la identidad social propone que la identidad individual deriva en una
identidad social, y de esta manera en la autoidentidad a través de la pertenencia a grupos
(Tajfel, 1978; Tajfel y Turner, 1979), razón por la cual se considera que la autoidentidad
está compuesta por una identidad personal y un amplia gama de identidades sociales.
Esta categorización social es sólo una de las características particulares de la teoría de la
identidad social, ya que las otras dos se orientan a los planteamientos de que los
individuos tienen una tendencia a la comparación social tratando de encontrarle sentido
a su propio mundo (Edwards, 2005) y que el individuo tiene necesidades de autoestima
que involucran la necesidad de tener autorespeto y de realzar una autoimagen positiva a
través del realce de su identidad personal o de su identidad social.
De esta manera los individuos están motivados por la necesidad de asegurar que su
categoría particular (grupo, organización, etc.) sea una fuente permanente de identidad
positiva y que ésta supere otras categorías sociales. Aquí, los seres humanos motivados
a realzar su propia autoestima: (a) simplifican el mundo social en categorías (genero,
nacionalidad, edad, etc.), (b) facilitan el proceso de asignación como miembros de estos
grupos (categorías) y (c) se comparan socialmente (Edwards, 2005).
En esencia, la teoría de la identidad social, propone que los individuos desean
pertenecer a grupos con los cuales se puedan comparar favorablemente, y que se
distingan de otros grupos, ya que esto conduce a evaluaciones positivas de ellos mismos
(Tajfel y Turner, 1979). Con respecto al trabajo en las organizaciones, esto indica que
los empleados obtienen una autoidentidad a través de la pertenencia a la organización y
que cuando éstos se asocian a una organización que es percibida por ellos como
atractiva, esto realza su autoestima ya que logran una evaluación más positiva de si
24
mismos (Reade, 2001). En otras palabras la identificación organizacional puede ser
definida como el grado en el cual el autoconcepto individual contiene los mismos
atributos de la identidad organizacional que él percibe (Dutton et al., 1994).
Dutton et al. (1994) sugieren, además, que una persona tiene una fuerte identificación
cuando su identidad como miembro de una organización sobresale frente a otras
identidades alternativas y su autoconcepto tiene muchas de las mismas características
que él cree que definen a su organización como grupo social.
Una posición un poco diferente a este enfoque tradicional lo ha propuesto más
recientemente Rousseau (1998), quien sugiere que la identificación como un estado
cognitivo, puede verse como identificación situacional o como identificación
estructural. Según la autora la identificación situacional es aquella en la cual los
individuos desarrollan su trabajo en las organizaciones de acuerdo a lo que se espera de
ellos, según su rol. En estas circunstancias, se generan señales que estimulan una
percepción de intereses compartidos entre el individuo y la organización. Esta forma de
identificación puede formarse fácil y rápidamente y también desaparecer al momento,
una vez las situaciones que demandan este tipo de señales dejan de existir (Rousseau,
1998)
Como identificación estructural, la autora propone que ésta corresponde a aquella en la
que el individuo ha creado un vínculo tal con su organización que un fuerte esquema
cognitivo afianza un modelo mental en el que el trabajador incorpora a la entidad
organizacional en su autoconcepto.
25
Para dar cuenta de la multiplicidad de conceptualizaciones que se han generado sobre
este fenómeno, en la Tabla 1 se presentan los autores cuyas aportaciones se han
considerado fundamentales en las amplias discusiones y revisiones que sobre el tema se
han generado en los últimos 50 años.
Tabla 1. Principales conceptualizaciones de la Identificación Organizacional
Autor Definición básica Conceptos claves
Brown (1969)
La identificación organizacional es una respuesta a la necesidad de autodefinición del individuo, que se configura a partir de la relación específica entre el individuo y la organización
- Atracción hacia la organización - Consistencia entre las metas
organizacionales y las metas individuales
- Lealtad hacia la organización - Referencia - de sí mismo en la membresía a la
organización Lee (1969, 1971)
Grado en el cual la identificación personal del individuo se amplia con la identificación con la organización
- Sentido de pertenencia: Este resulta de las metas comunes que se comparten con otros empleados de la organización, que hacen sentir que el desempeño de su rol llena sus necesidades personales
- Lealtad: Actitudes y comportamientos que incluyen el apoyo constante a los objetivos organizacionales, sintiendo orgullo de estar en la organización y defendiendo sus intereses.
- Características compartidas: Similitud entre las propias cualidades de la organización percibidas por el individuo y las percibidas por el resto de miembros de la misma.
Patchen (1970)
- Percepción de características, intereses y metas compartidas con otros miembros de la organización
- Sentimiento de solidaridad con la organización
- Sentimiento de pertenencia a la organización
- Apoyo y defensa de las políticas y metas organizacionales
Hall et al. (1970) y Schneider, Hall & Nygren, H. (1971)
Proceso mediante el cual las metas de la organización y las del individuo llegan a ser ampliamente integradas y congruentes
- Aceptación de metas y valores - Compromiso emocional con la
organización
26
Cheney (1983)
Proceso activo en el cual los individuos se vinculan así mismos con los elementos significativos de su esfera social (en este caso las organizaciones)
La identificación organizacional es tanto proceso (Desarrollo de la identificación) como producto (resultado en donde el individuo tiene una fuerte adherencia a la misma)
Ashforth & Mael (1989)
Forma específica de identificación social vinculada a la percepción de pertenencia a la organización
- Autocategorización - Vínculo psicológico con el destino de
la organización - Incorporación como propios de los
valores y actitudes de la organización Dutton et al. (1994)
Grado en el cual un miembro se define a si mismo a partir de los atributos que él cree que definen a la organización.
- La identidad del individuo como miembro de la organización debe ser más sobresaliente que otras identidades alternativas.
- El autoconcepto del individuo debe tener características que él cree que definen a la organización como grupo social.
Pratt (1998)
La identificación ocurre cuando una creencia del individuo en su organización se convierte en un autoreferencial de si mismo.
- Integración de creencias de la organización dentro de sus propias creencias.
- Se base en aspectos sociales de la identidad de las personas
Rousseau (1998)
Estado psicológico en el cual un individuo se percibe así mismo como parte de una organización
- Situacional: Los individuos desarrollan su trabajo en las organizaciones de acuerdo con lo que se espera de ellos según su rol
- Identificación estructural, el individuo crea un vinculo tal con su organización que un fuerte esquema cognitivo se afianza en su modelo mental
Van Dick (2001, 2004)
Forma específica de identificación social vinculada a la percepción de pertenencia a la organización
Componentes: - Afectivo: Vinculo emocional al
grupo - Cognitivo: Conciencia de ser
miembro - Evaluativo: Evaluación positiva de la
organización (p.e. orgullo) - Componente comportamental
27
2.1.2. Puntos actuales de debate
De esta manera se hace evidente que existe una amplia gama de conceptualizaciones
sobre la identificación organizacional que abarcan y se relacionan así mismas con otra
multiplicidad de fenómenos psicológicos, lo cual sin lugar a dudas ha conllevado a la
generación de una serie de puntos de controversia en la arena académica. En ese
sentido, y como sustento para presentar el concepto que es utilizado en la presente Tesis
Doctoral, vale la pena sintetizar el debate sobre los tres asuntos claves de polémica que
han centrado la atención de los investigadores del fenómeno en los últimos años.
El primero de ellos, y tal y como diferentes autores lo han referenciado, (Bergami &
Bagozzi 1996; Harquail 1998; Van Dick 2001), tiene que ver con si la identificación es
un fenómeno de naturaleza cognitiva o afectiva. El segundo, y quizás más controversial,
es la dificultad aparente para diferenciar el fenómeno compromiso organizacional del de
identificación organizacional y el tercero relativo a la definición de las dimensiones
requeridas para su medición.
Respecto al primer punto, y aunque hay un amplio consenso en el hecho que la
identificación involucra una fuerte conexión entre el individuo y la organización,
existen sustanciales diferencias a la hora de definir la naturaleza cognitiva o afectiva del
fenómeno. Algunos investigadores, por ejemplo, proponen la existencia de claros
elementos afectivos en el fenómeno (Abrams & de Moura, 2001; Bergami & Bagozzi,
1996; Schneider et al. 1971; Van Dick, 2001), mientras que otros sugieren que los
aspectos afectivos sólo son el resultado de una identificación cognitiva, la cual es el
núcleo de la identificación (Ashforth y Mael, 1989; Bergami y Bagozzi 2000; Rousseau
1998).
28
Rousseau, por ejemplo, planteó que la identificación es una conciencia de si mismo en
relación con la organización, pero sugiere que la identificación también puede formarse
como una reacción afectiva hacia la organización. De otro lado, los autores con un
mayor enfoque en la visión afectiva del fenómeno no niegan la importancia de los
factores cognitivos, y en particular el de la autocategorización, pero si tienden a
enfatizar el hecho de que este sentido de vínculo y pertenencia está cargado de una
connotación emocional.
Así, y en línea con los fundamentos de la Teoría de la Identidad Social, podría decirse
que la identificación involucra tanto la conciencia que el individuo tiene de su
pertenencia a determinado grupo, así como la existencia de una significancia emocional
que se deriva de este proceso. Esta visión es mucho más amplia y no en vano ha sido un
referente importante para continuar la investigación de este fenómeno (Bergami &
Bagozzi 1996; Harquail 1998; Van Dick 2001).
Ahora bien, y aunque la teoría de la identidad social es quizás el enfoque respecto del
cual se ha logrado mayor consenso como base para explicar el proceso de identificación,
aún en la actualidad no se ha logrado total unanimidad entre los investigadores respecto
de otro asunto clave que debe resolverse para garantizar resultados mas precisos en la
investigación: La definición del límite entre la “Identificación” y el “Compromiso”.
Respecto de este asunto, hay que indicar que las similitudes encontradas entre los dos
fenómenos son debidas, en un alto grado, al hecho de que ambos conceptos son
utilizados para describir estados psicológicos muy similares, tanto que, por ejemplo,
algunas conceptualizaciones de “compromiso” incluyen a la “identificación” como un
subconcepto.
29
Quijano, Navarro & Cornejo (2000) en su revisión sobre los diferentes enfoques
conceptuales de las definiciones propuestas de compromiso organizacional e
identificación, coinciden en la existencia de una serie de teóricos que han asumido
ambos conceptos como idénticos, en parte por la definición dada por Porter (1974)
quien ve al compromiso como la fuerza de la identificación y la implicación de un
individuo con una organización particular.
Para ellos, esta superposición en el uso del constructo es entendible ya que la
identificación organizacional fue un concepto que en su momento fue incluido como
parte del constructo de compromiso, en uno de sus tres componentes: identificación,
deseo de esforzarse en beneficio de la organización e interés de permanecer como
miembro de la misma (Porter et al., 1974; Cook & Wall, 1980).
Sin embargo, como Peccei & Guest (1993) plantearon, los tres componentes del
constructo de compromiso fueron criticados, principalmente por la falta de distinción
entre el estado psicológico del compromiso (identificación), y algunas de sus supuestas
consecuencias (p.e. deseo de esforzarse en beneficio de la organización y un interés de
permanecer como miembro de la organización).
Un amplio número de investigadores ha demostrado empíricamente que estos
componentes no crean un constructo unidimiensional (Meyer & Allen, 1984; O’Reilly
& Chatman, 1986; McGee & Ford, 1987; Allen & Meyer, 1990; Peccei & Guest, 1993;
Benkhoff,1997), en parte porque algunos consideran que el deseo de esforzarse en
beneficio de la organización y un interés de permanecer como miembro de la misma son
resultados de la identificación de manera particular (O’Reilly & Chatman, 1986;
Benkhoff, 1997).
30
De esta manera, diversos autores han planteado la existencia de considerables
diferencias entre los constructos de identificación y compromiso, las cuales obligan a
conceptualizaciones y medidas específicas para cada uno de ellos (p.e. Mael & Tetrick,
1992; Pratt, 1998; van Knippenberg & Sleebos, 2006; Quijano, Navarro & Cornejo,
2000).
Según Van Dick (2004), el principal argumento para distinguir entre el compromiso y la
identificación reside en el hecho de que la investigación sobre compromiso ha ignorado
ampliamente la percepción afectiva, evaluativa y cognitiva de membresía a la
organización. Desde este enfoque la identificación refleja el grado en el cual la
membresía al grupo es incorporada en el autoconcepto (Haslam, Powell, & Turner,
2000), en cambio el compromiso se enfoca principalmente sobre las actitudes que un
individuo tienen frente a su organización.
Adicionalmente, también se considera que hay otra razón que sustenta el hecho de que
ambos fenómenos deban ser abordados como constructos diferentes y es que ambos
conceptos han sido desarrollados sobre la base de diferentes fuentes (Pratt, 1998). La
identificación así es vista como un contingente basado en el destino compartido y la
similitud percibida de la organización (Mael & Ashforth, 1992), mientras que el
compromiso ha sido desarrollado principalmente a partir de factores de intercambio
entre el individuo y la organización (Tyler & Blader, 2000). Consistente con esta visión
ambos conceptos han sido encontrados claramente diferenciables empriciamente (Mael
& Tetrick, 1992; Van Dick, Wagner, & Gautam, 2002; Van Knippenberg & Sleebos,
2006).
31
Respecto del tercer asunto, continua abierto el debate sobre la falta de claridad en el
número de dimensiones requeridas para garantizar una mayor potencia en los
instrumentos de medición (Fontenot y Scott, 2003; Shamir y Kark, 2004; Van Dick,
Wagner, Stellmacher y Christ, 2004; Edwards, 2005), ya que aún en la actualidad se
encuentran investigaciones que operacionalizan la identificación organizacional como
una variable unidimensional y otros que la plantean como una variable conformada por
más de un componente (Jackson, 2002; Van Dick et al., 2004).
Respecto de este vacío, ya desde hace algunas décadas se ha venido discutiendo. Brown
(1969), Patchen (1970) y Rotondi (1975) propusieron que la identificación estaba
compuesta por tres factores: (a) la percepción que los individuos tienen de las
características compartidas (intereses y metas) con la organización, (b) un sentimiento
de solidaridad, donde los individuos sienten que hacen parte de la organización y (c) el
deseo de apoyar a la organización, donde los individuos están convencidos del valor de
apoyar las metas y políticas de la organización.
Unos años mas tarde, Mael y Asforth (1992), plantearon que la identificación
organizacional podría tener más de una dimensión de medida, ya que este fenómeno no
solo se refiere a la autodefinición de los individuos en términos de su membresía
organizacional (componente cognitivo), sino que hay otros componentes que están
mucho conectados a los aspectos afectivos de la relación entre los individuos y la
organización (Ouwerkerk, Ellemers, y De Gilder, 1999).
Según ellos, el componente afectivo se orienta más al lado personal y emocional de la
identificación y está relacionado con los sentimientos que la persona tiene por ser
miembro de la organización. En esta línea, otros autores han planteado que el
32
componente afectivo de la identificación está estrechamente ligado a la connotación de
valor que la persona le da a la categoría en la cual se siente inscrito (Ellemers,
Kortekaas, y Ouwerkerk, 1999; Ouwerkerk et al., 1999; Van Dick y Wagner, 2002) y al
grado en el cual el individuo encuentra atractiva a su organización (Wiesenfeld,
Ragharum y Garud, 2001).
Estos enfoques proponen entonces, que la identificación organizacional incluiría
aspectos tanto cognitivos como afectivos y resaltan la importancia de que, tanto en su
definición como operacionalización, ambos componentes deberían tenerse en cuenta, tal
y como lo han hecho algunos estudios contemporáneos (Bergami y Bagozzi 1996;
Harquail 1998; Van Dick 2001).
Así mismo, y basándose fundamentalmente en las aportaciones de Tajfel & Turner
(1972), Quijano, Navarro & Cornejo (2000), determinaron tres dimensiones del
constructo, incorporando la perspectiva tradicional de la cohesión de Lewin:
categorización, o conciencia de pertenecer a un grupo; el orgullo o autoestima derivada
de dicha pertenencia, y la cohesión como voluntad y deseo de seguir perteneciendo al
mismo.
Con el objetivo de comprobar las propiedades dimensionales de la identificación
organizacional, Quijano et al. (2000), basados en las aportaciones previas de Tajfel
(1972) y en los principios diferenciadores de los componentes cognitivos y afectivos,
propusieron una escala basada en tres dimensiones para la valoración del constructo:
categorización (o conciencia de pertenecer a la organización); orgullo (o autoestima
derivada de dicha pertenencia), y cohesión (o voluntad y deseo de seguir perteneciendo
a la misma).
33
Sus resultados, obtenidos de la aplicación de este instrumento en 10 empresas
españolas, no permitieron confirmar la propuesta de una estructura tridimensional para
la medición de la identificación organizacional, pero sí, en cambio, evidenciaron
contundentemente una composición unidimensional para sus ítems.
Como punto de partida, para el diseño de su escala, los autores propusieron una
definición coherente con las dimensiones estudiadas, la cual asume la identificación
organizacional como un “estado de conciencia cognitivo, afectivo y volitivo que
incluye, además del orgullo de pertenecer al grupo (y la autoestima derivada de dicha
pertenencia), la conciencia de membresía (categorización), y el deseo de seguir
perteneciendo al mismo (cohesión)” (Quijano et al., 2000)
2.1.3. Antecedentes de la identificación organizacional
Respecto de la existencia de un modelo de antecedentes para el entendimiento de la
aparición del fenómeno en las organizaciones, la Teoría de la Identidad Social ha
provisto una base inicial para el desarrollo del mismo. Ashforth y Mael (1989) fueron
quizás los primeros en proponer un marco de antecedentes en esta línea. Estos
investigadores propusieron una gama de factores que posiblemente desarrollaban la
identificación de manera recurrente. Ellos son el prestigio y la distinción de la
organización, y las características de formación de los grupos, tales como su historia
común, el vínculo, la similitud y la interacción interpersonal. Algunos de estos
antecedentes, como por ejemplo el prestigio y la distinción de la organización (Mael &
Ashforth, 1992; Dutton et al., 1994; Benkhoff, 1997) fueron utilizados posteriormente
en investigaciones del fenómeno.
34
Adicional a esos factores propuestos por Ashforth y Mael (1989), otros múltiples
factores han sido incluidos como antecedentes de la identificación organizacional,
algunos de ellos derivados de los estudios sobre la identificación grupal y la
pertenencia, tema central en la teoría de la identidad social (Tajfel, 1978). En estos
estudios se partía de la permisa de que es más posible que un individuo se identifique
con un grupo si éste se siente parte del mismo (Tolman, 1943; Brown, 1969; Benkhoff,
1997). Algunos de los antecedentes identificados que se derivan del estudio de la
identificación con este lente, son el apoyo y el aprecio de los superiores (Lee, 1971;
Benkhoff, 1997), las oportunidades de avanzar en la carrera (Brown, 1969), la
posibilidad de acceder a la jerarquía organizacional (Brown, 1969; Lawler, 1992); y el
sentimiento de tener el mismo destino de la organización.
De otro lado, y teniendo en cuenta que el concepto de identificación organizacional ha
sido estudiado tanto por investigadores del comportamiento como de la comunicación
organizacional, vale la pena señalar, también los antecedentes propuestos desde la
perspectiva comunicacional. En la literatura de la comunicación organizacional, la
identificación es considerada como un proceso basado en el lenguaje a través del cual se
comparten la esencia de una organización (Sass & Canary, 1991), un proceso interno y
externo de persuasión en el cual los intereses del individuo se funden con los intereses
de una organización.
Desde esta perspectiva la identificación organizacional se deriva de los mensajes que
emite la organización y el grado de conexión entre estos mensajes y los valores y metas
del individuo, lo cual provee a los receptores sentidos que reducen la incertidumbre en
sus roles organizacionales. Aquí, la identificación puede ser inducida por los mensajes
persuasivos forjando un piso común entre quien persuade y el receptor (Cheney, 1983).
35
En este enfoque la identificación organizacional es vista como el resultado de diferentes
factores, dentro de los cuales la comunicación de los directivos se considera el más
significativo por su aparente capacidad para inducir identificación con la organización
(DiSanza & Bullis, 1999).
La investigación sobre cómo los directivos inducen identificación con la organización
ha sido desarrollada ampliamente por Kenneth Burke. Su investigación se fundamenta
sobre el planteamiento que los individuos tienen una tendencia a identificarse como
resultado de las divisiones en la sociedad (Burke, 1969). Aquí, la identificación
proveería la posibilidad de inclusión en los grupos sociales. Desde este enfoque, los
individuos tienen una predisposición a identificarse con las entidades sociales como una
forma de sentirse seguros, modelo de antecedentes coherente con la postura de Pratt
(1998) quien planteó que la identificación satisface un sinnúmero de necesidades
incluyendo la seguridad, la afiliación y el de darle sentido a la vida.
Bajo esta mirada, diferentes autores han planteado que si la identificación de los
empleados con su organización se puede predecir a partir del significado que requiere y
busca el individuo, la comunicación de los directivos provee una gran oportunidad para
proveer tal significado. En ese sentido Pfeffer (1981), por ejemplo, indicó que una
comunicación frecuente de los directivos conduce al desarrollo de un conjunto común
de significados compartidos sobre la organización lo cual provee a los empleados de un
amplio sentido de pertenencia e identidad.
En esta línea, Cheney (1983) planteó que las personas tienen la tendencia a identificarse
espontáneamente con diferentes targets, como la organización, y que tal identificación
es estimulada por la organización a través de comunicación persuasiva.
36
Desde esta mirada, aquellos individuos que tienen una inclinación a identificarse están
más abiertos a dicha comunicación y tienen una disposición especial a involucrarse con
los principios de la organización. Si bien los directivos no pueden controlar
completamente los significados que los miembros le atribuirán a sus comunicaciones,
éstos si podrían seleccionar cuidadosamente los significados que los miembros le
atribuirán a sus comunicaciones y los mensajes que podrían cautivarlos Cheney (1983).
Mas adelante, Tompkins & Cheney (1985), concluyeron que las organizaciones ejercían
control sobre los empleados a través de la comunicación y la inculcación de los
principios organizacionales.
Para Edwards (2005), ambas perspectivas, la de la psicología y la de la comunicación,
son complementarias, en tanto que la literatura del comportamiento organizacional
ubica su énfasis sobre la identificación desde una perspectiva individual, mientras que la
literatura de la comunicación se ha enfocado sobre los aspectos macro de la
identificación inducida a través del uso de estrategias de comunicación persuasivas.
37
2.1.4. Sintesis del capítulo
En el marco de objetivos de la presente Tesis de sistematizar los planteamientos teóricos
básicos y los hallazgos empíricos existentes relativos a la identificación organizacional
y al clima de comunicación y sus relaciones con la estructura comunicativa de la
organización, en el presente capítulo se han presentado las principales
conceptualizaciones de identificación organizacional en los últimos cerca de 50 años.
Fruto de esta revisión es claro que el concepto aún se mantiene en estado de desarrollo y
que debido a su amplitud de estudio se observan diferencias importantes de carácter
conceptual y operacional. Sin embargo, y al explorar en detalle se pueden encontrar
múltiples puntos de encuentro frente a asuntos de debate tradicional.
En primera instancia, y producto de la revisión teórica realizada, se ha encontrado que
existen dos grandes perspectivas de estudio que han sido utilizadas para explorar el
fenómeno, la de la psicología y la de la comunicación organizacional. Ambas, la
primera con un enfoque más individual y comportamental, y la segunda con un enfoque
más macro y contextual, aportan diferentes miradas al fenómeno, y estudios
integradores de estas perspectivas aportan mayor amplitud al entendimiento de la
realidad organizacional. La presente Tesis Doctoral incluye ambas perspectivas, tanto a
nivel conceptual como empíricamente (Ver capítulos 2.2., 2.4., y 3.4.).
Así mismo, y fundamentado en el enfoque mas ampliamente utilizado para el estudio de
la Identificación Organizacional, el de la Teoría de la Identidad Social, en esta revisión
se encontró otro punto de encuentro, en cuanto a que la identificación involucra tanto
aspectos cognitivos como afectivos, planteamiento que ha permitido concluir que el
individuo tiene conciencia de su pertenencia a determinados grupos y que esto le genera
diferentes niveles de significancia emocional.
38
Desde esta perspectiva la identificación organizacional, es un estado de conciencia
cognitivo, afectivo y volitivo, que incluye además del orgullo de pertenecer al grupo (y
la autoestima derivada de dicha pertenencia), la conciencia de membresía
(categorización), y el deseo de seguir perteneciendo al mismo (cohesión). Esta
definición, la cual ha sido encontrada empíricamente distintiva (Reade, 2001) es la que
se utiliza en la presente Tesis Doctoral.
En cuanto a las dimensiones estudiadas, y guardando coherencia con la definición que
es utilizada en la presente Tesis Doctoral, serán utilizadas aquellas propuestas por
Quijano, Navarro & Cornejo (2000), quienes incorporando la perspectiva tradicional de
la cohesión de Lewin, propusieron como dimensiones: la categorización -o conciencia
de pertenecer a un grupo-; el orgullo -o autoestima derivada de dicha pertenencia-, y la
cohesión -como voluntad y deseo de seguir perteneciendo al mismo. Como parte de la
presente Tesis Doctoral, serán evaluadas las propiedades psicométricas y dimensionales
de la escala seleccionada.
39
2.2. LA COMUNICACIÓN EN LAS ORGANIZACIONES Y LA EVALUACIÓN DEL SISTEMA FORMAL DE COMUNICACIÓN INTERNA
40
Un amplio número de definiciones de “organización” se centran en que ésta es un grupo
de individuos trabajando juntos de manera coordinada con el propósito de alcanzar
diferentes metas (Morgan 1997). Desde esta mirada, la comunicación se convierte en
una condición central con la cual las actividades de los individuos se definen,
coordinan, distribuyen y orientan a las metas de una organización (Gardner, Paulsen,
Gallois, Callan & Monaghan, 2001). Iedema y Wodak (1999) plantearon que las
organizaciones no existen independientemente de sus miembros, ya que la organización
se establece, desarrolla y recrea en los permanentes actos de comunicación de sus
individuos.
Para efectos de la presente Tesis Doctoral, la importancia de la comunicación
organizacional radica en que ésta puede permear todos los ámbitos de las actividades
organizacionales, precisa de esfuerzos institucionales y, de manera particular, ha sido
valorada como un importante antecedente de la identificación de los empleados con la
organización (Kramer, 1991; Smidts, et al., 2001; Cheney y Christensen, 2001).
2.2.1. Conceptualizaciones
Según Kreps (1995), la comunicación organizacional es “el proceso por medio del cual
los miembros de la organización recolectan información pertinente acerca de su
organización y de los cambios que ocurren en ella", cumpliendo una función crucial de
provisión de información con sentido. Este valor dado a los fenómenos
comunicacionales en el contexto empresarial ha generado un amplio campo de estudio
en el mundo del comportamiento organizacional, el cual es abordado no sólo por los
teóricos de la comunicación sino por múltiples escuelas de las ciencias sociales.
41
La investigación de este conjunto de fenómenos, vinculada en sus inicios de forma casi
exclusiva al campo administrativo es, además, muy joven, tanto que a pesar de los
esfuerzos y desarrollos alcanzados en los últimos cuarenta años, todavía es
insuficientemente reconocida como objeto independiente de estudio y algunas veces ha
sido considerada como campo de la psicología, de las relaciones públicas o de la
administración (Saladrigas, 2005).
Pese a esta condición, algunos autores como Varona (1993), plantean que si se puede
considerar la comunicación organizacional como una disciplina y que de hecho ésta se
ha concebido e investigado desde diferentes perspectivas conceptuales.
Como evidencia de ello, nos encontramos con la perspectiva funcionalista tradicional, la
cual concibe a las organizaciones como "objetos" que pueden ser estudiados con los
conceptos y métodos tradicionales de las ciencias sociales (Danniels & Spiker, 1991).
En esta perspectiva la comunicación organizacional es una actividad objetiva y
observable que puede por lo tanto ser medida, clasificada, y relacionada con otros
procesos organizacionales y que se orienta a examinar principalmente las estructuras
formales e informales de la comunicación, las prácticas de la comunicación que tienen
que ver con la producción, la satisfacción del personal, el mantenimiento de la
organización, y la innovación (Varona, 1993)
Otra corriente más moderna dentro de la perspectiva funcionalista, conocida como
funcionalismo contemporáneo, adopta una visión más dinámica de lo que es una
organización y del papel de la comunicación dentro de la misma. Los funcionalistas
contemporáneos conciben la organización como un "sistema viviente" integrado por
subsistemas y en constante interacción con otros sistemas externos (Monge, Farrell,
Eisenberg, Miller, & White, 1984).
42
De otro lado, la perspectiva interpretivista ve a las organizaciones como "culturas"
(Pacanowsky & O'Donnell-Trujillo, 1984). Las organizaciones, como las culturas
poseen un conjunto de creencias y valores, y un lenguaje que se refleja en los símbolos,
los ritos, las metáforas, las historietas, en el sistema de relaciones y en el contenido de
las conversaciones.
En este enfoque, la organización es un fenómeno más bien subjetivo que objetivo por
ser una realidad socialmente construida mediante la comunicación. Los investigadores
en esta perspectiva se centran en el significado de las acciones y producciones
comunicacionales de una organización (símbolos, historietas, metáforas, contenido de
las conversaciones, etc.) y en la manera como se originan y desarrollan estas
producciones comunicacionales (Putnam, 1982).
La perspectiva crítica se centra en el estudio de cómo las prácticas de comunicación
organizacional son sistemáticamente distorsionadas (Habermas, 1979) para servir a los
intereses de quienes están en una posición de poder dentro de la organización (Deetz,
1982; Mumby 1987). El objetivo básico de este tipo de investigaciones es descubrir
primero, qué prácticas comunicativas están siendo sistemáticamente distorsionadas a
través del uso del lenguaje (retórica organizacional) y de los símbolos; segundo,
desenmascarar los intereses creados que sirven; y tercero, crear una conciencia que
rechace toda forma de dominación y opresión dentro de la organización (Conrad &
Haynes, 2001).
Desde un enfoque más psicológico, la comunicación organizacional resume los influjos
de la Teoría Humanística de las Organizaciones (Mayo; Mc Gregor y Likert), la Teoría
Funcionalista (Radcliffe- Brown; Malinowski,; Lazarfesfeld; Robert Merton) y la
Psicología Cognitiva.
43
Desde esta perspectiva las intenciones y los aspectos humanos de la comunicación,
presumen de la existencia de una correlación lineal entre las cogniciones y el
comportamiento, de ahí que se centre la atención en la influencia de las características
de los individuos en los procesos de comunicación.
Ello imprime un papel activo al receptor el cual selecciona el mensaje y activa su
interpretación de acuerdo a los rasgos específicos de su personalidad. Lo que es
denominado como filtros conceptuales y que no es más que el conjunto de
conocimientos, actitudes y percepciones que poseen los sujetos (Jablin & Putnam, 2001)
En esta línea, el énfasis investigativo desde la perspectiva psicológica ha estado sobre
las características de los individuos que afectan la comunicación entre ellos. Según esto
los individuos están ubicados dentro de un entorno que tiene gran cantidad de
información la cual no puede procesarse totalmente, convirtiéndolo en un aspecto
importante de los procesos de comunicación (Jablin & Putnam, 2001).
Aquí, los procesos cognitivos internos de emisores y receptores han sido significativos,
lo que ha motivado el estudio de los estilos de comunicación de los líderes (Jablin,
1982), la distorsión en la comunicación por las relaciones jerárquicas (Fulk y Mani,
1986), entre otras.
Es de reconocer, el trabajo realizado en el campo de la psicología de las organizaciones,
la descripción de los patrones de comunicación entre los individuos y la organización
como un todo (Thibaut y Kelley, 1959; Cartwright y Zander, 1968; Adler, Rosenfeld y
Towne, 1992).
44
2.2.2. La comunicación en el estudio de fenómenos del comportamiento organizacional
Sin embargo, pocas son las teorías e investigadores que se han centrado en la evaluación
de la comunicación organizacional dentro de modelos explicativos de otros fenómenos
psicológicos. Pettit, Goris y Vaught (1997) invitaron a los investigadores a ir más allá
en este campo de la Psicología Social, enfocándose en el estudio de las relaciones entre
la comunicación y las diversas expresiones del comportamiento organizativo.
Debemos indicar en este punto que, sin embargo, en los últimos años han aparecido
algunos trabajos relativos a las características de la comunicación organizacional y sus
efectos sobre determinados fenómenos organizativos. En esta línea, podemos
referenciar trabajos como el de Bordia, Hunt, Paulsen, Tourish & DiFonzo (2004),
quienes relacionaron los contenidos y la frecuencia de los mensajes institucionales con
los procesos de adaptación y cambio organizacional.
En su investigación los autores encontraron que la comunicación desde la dirección,
como principal estrategia utilizada para reducir la incertidumbre en los procesos de
cambio en entidades públicas, está relacionada con la reducción de tales sentimientos y
con el incremento del control percibido en cuanto a los cambios estratégicos. La calidad
de la comunicación durante los procesos de cambio estudiados fue medida mediante la
aplicación a los empleados de un cuestionario, diseñado a partir de la literatura sobre
comunicación y cambio.
Otro trabajo a referenciar en este campo, es el desarrollado por Hinds y Chrisler (1995),
en el cual compararon el tipo de relaciones de comunicación entre grupos de trabajo con
tecnologías informáticas y entre grupos tradicionales. En su estudio, los autores
45
definieron dos variables categóricas: la dirección de la comunicación (ascendente,
descendente y horizontal) y la distancia de la comunicación (intragrupo,
intradepartamento y extradepartamento). Como un hallazgo a resaltar está el hecho de
que el incremento de las tecnologías en el trabajo implicó un énfasis en la estructura
colaborativa y en el flujo de comunicación horizontal para los empleados técnicos.
Así mismo, debe referenciarse la investigación de Horsley y Baker (2002), donde
exploraron diferentes enfoques de comunicación en situaciones de crisis, valorando los
esfuerzos que al respecto tienen las agencias estatales en cuanto a: el diseño de planes
de comunicación, las fuentes de información institucional y la relación con medios
externos. La calidad de la comunicación durante las situaciones de crisis fue medida
mediante un cuestionario que valoraba las características de actividades, políticas y
planes de comunicación diseñados y desplegados.
Sin embargo, aunque esta serie de trabajos son un valioso aporte al conocimiento de las
influencias comunicacionales sobre diferentes fenómenos organizativos, su foco se
limita sólo a algunas características particulares de un engranaje más amplio: el sistema
formal de comunicación interna de la organización. Como lo indicó Jones, et al. (2004),
se hace necesario avanzar en las dos vías, tanto en el nivel micro (donde los estudios
despliegan y evalúan características individuales de los procesos comunicativos) como
en el macro (donde los estudios valoran las direcciones, contenidos y objetivos de los
flujos de comunicación organizacional).
Basado en esta invitación, la presente Tesis Doctoral pretende aportar en aquella línea
que aborda el fenómeno comunicacional desde una perspectiva tanto macro -al valorar
la comunicación organizacional como un subsistema dentro del sistema global de la
46
organización- como micro -en el estudio de fenómenos psicológicos individuales como
el clima de comunicación y la identificación organizacional (Smidts et al., 2001;
Postmes, Tanis y de Wit, B., 2001).
Para esto se hace necesario contextualizar el concepto de sistema formal de
comunicación interna, resaltando que ha sido la perspectiva sistémica y su
consideración de la comunicación como un proceso más que un fenómeno lineal, la que
ha permitido ampliar las posibilidades conceptuales en el estudio de las relaciones entre
comunicación y otros fenómenos psicosociales. (Kreps, 1995)
La perspectiva sistémica de la comunicación condensa postulados de la Teoría General
de los Sistemas (Von Bertalanffy, 1950) a partir de la Teoría Matemática de la
Información (Shannon y Weaver, 1948) y de la Psicología Social de las Organizaciones
(Katz y Kahn, 1966) que encuentra un nicho fértil en el área de las Ciencias de la
Administración (segunda mitad de la década del 60).
El mismo postula la importancia de la comunicación en el funcionamiento de la
organización, ahora concebida como sistema porque “sostiene la organización e
interrelaciona los subsistemas que la constituyen a la vez que mantiene el vínculo de
esta con su entorno” (Lucas Marín, 1997). Desde este enfoque la comunicación le da
funcionalidad al sistema organizacional, pero por otro lado, también existen
explicaciones que definen a la comunicación desde una perspectiva sistémica como
crítica a modelos o concepciones lineales y/o mecanicistas (Nosnik, 1991).
47
Nosnik (1991) plantea, así, que explicar la comunicación organizacional como un
sistema permite estudiarla como dinámica organizacional formadora de estructuras
organizacionales (por ejemplo las redes de comunicación), a la vez que facilita
examinarla en diferentes modalidades (intra e interpersonal, organizacional o grupal) lo
que se corresponde con cuatro niveles de análisis: fisiológico, psicológico, sociológico y
tecnológico. Aquí las organizaciones se ven desde una perspectiva dinámica como
sistemas abiertos a las influencias del medio ambiente y en permanente transformación.
Katz y Kahn (1966), en su concepción de sistemas tomado de Bertanfly (1950),
plantean que las organizaciones están compuestas de partes interdependientes que no se
pueden comprender como aspectos aislados sino en relación a la totalidad que las
contiene, cualquier cambio en alguna de las partes de una organización implica una
reestructuración de las restantes, razón por la cual las organizaciones, en tanto que
sistemas abiertos, para sobrevivir en un medio ambiente complejo, deberán
transformarse y de esta manera mantenerse en "equilibrio dinámico", convirtiendo en
"energía" la información interna y externa a su sistema, capaz de "adaptarse" a las
necesidades y condiciones existentes. Según Jablin, este enfoque de sistemas abiertos
combina las perspectivas clásica, de los subsistemas funcionales, con la humanista, de
los subsistemas funcionales.
Desde esta perspectiva se ve a la organización como un sistema compuesto por un cierto
número de estructuras interdependientes e interrelacionadas que se orientan en la
consecución de los objetivos institucionales, donde todos los subsistemas afectan al
sistema y son afectadas por éste.
48
Aquí, la comunicación organizacional, es uno de estos subistemas, cuyo funcionamiento
se da a partir de un “conjunto de prácticas y procedimientos establecidos en la
organización para intercambiar información, establecer consultas y/o transmitir órdenes
a y entre los empleados en relación con distintos objetivos (estratégicos, operativos y
sociales), de carácter formal o informal, y a través de flujos con distintos sentidos
(ascendente, descendente y horizontal) (Quijano y Romeo, 2006).
Esta definición, la cual es la base teórica para describir y evaluar el Sistema Formal de
Comunicación Interna en la presente Tesis Doctoral, se corresponde con el enfoque
propuesto desde el ASH (Auditoría del Sistema Humano) modelo conceptual sobre el
funcionamiento de las organizaciones que describe y relaciona diversas dimensiones de
las mismas y que será detallado más adelante.
2.2.3. Enfoques de evaluación de los Sistemas de Comunicación Interna
Ahora bien, y teniendo claro el concepto de comunicación organizacional que es
tomado como referencia para la presente Tesis Doctoral, y antes de detallar como el
mismo será operacionalizado en los estudios que se presentan en los capítulos
posteriores, vale la pena referenciar un marco básico relativo a la forma como los
sistemas de comunicación interna han sido evaluados en la investigación del fenómeno.
Para comenzar vale la pena señalar lo que se ha considerado como evaluación de la
comunicación organizacional. Esta operacionalización del constructo “Sistema de
Comunicación Interna” ha sido definida como un proceso de diagnóstico que tiene
como propósito examinar y mejorar los sistemas y prácticas de comunicación interna de
una organización en todos sus niveles (Downs, 1988; Hamilton, 1987).
49
En ese sentido se considera que la primera dimensión de una auditoría es la evaluación
del sistema y de las prácticas de comunicación de una organización tanto a nivel macro
como micro. Al nivel macro la auditoría evalúa la estructura formal e informal de la
comunicación y la comunicación interdepartamental. Al nivel micro evalúa las prácticas
de comunicación interpersonal y grupal en sus diferentes niveles (Varona, 93).
Así mismo, una evaluación de la comunicación interna también puede examinar las
producciones comunicacionales de una organización tales como historietas, metáforas,
símbolos, artefactos, y los comentarios que la gente de la organización hace en sus
conversaciones diarias, así como las formas de distorsión sistemática de la
comunicación que generan las estructuras de poder de una organización. (Varona, 93)
Como marco histórico, vale la pena indicar que el primer procedimiento referenciado en
la literatura sobre comunicación organizacional para evaluar el fenómeno es el conocido
como "ICA Communication Audit" desarrollado a partir de 1971, por la Internacional
Communication Association bajo el liderazgo de Gerald Goldhaber, Gary Richetto,
Harry Dennis, Raymond Falcione y Donald Rogers. Sus dimensiones originales fueron
la información recibida sobre el trabajo, información recibida sobre la organización, la
información recibida sobre la remuneración, el tipo de información enviada, las
relaciones con los compañeros y las relaciones con los supervisores.
Unos años más tarde desarrollaron el instrumento denominado Organizational
Communication Scale (OCS) En este instrumento las dimensiones propuestas fueron la
confianza del empleado en el supervisor, la influencia de los supervisores, la
importancia de la movilidad ascendente del empleado, el deseo de interacción, la
precisión en la información, la síntesis en la información, el proceso de producción de
50
información y la sobrecarga de la misma. Adicional a estas dimensiones, este
instrumento evolucionó a tres dimensiones más que evaluaban la calidad y frecuencia en
el flujo de información ascendente, descendente y lateral. Al final al instrumento se le
adicionó una dimensión compilatoria denominada “satisfacción con la comunicación”
Fruto de estos trabajos previos, Downs & Hazen (1976) desarrollaron un cuestionario,
múltiples veces utilizado en la investigación del fenómeno (Clampitt & Downs, 1987;
Downs, 1991; Kio, 1979), denominado "Communication Satisfaction Questionnaire", el
cual evaluaba el nivel de satisfacción de los empleados de una organización con las
prácticas de comunicación.
Este instrumento fue revisado y ampliado en 1990 por Downs y se le dio el nuevo
nombre de "Communication Audit Questionnaire”. Los factores de la satisfacción con la
comunicación que evaluaba esta nueva versión fueron: la información sobre la
organización, la información sobre el trabajo, el clima de comunicación, la
comunicación de los supervisores, la comunicación de los empleados, la comunicación
entre los empleados, la evaluación del trabajo individual, los medios de comunicación,
la comunicación de la gerencia y la comunicación entre los departamentos.
Como se indicó anteriormente y para efectos de la presente Tesis Doctoral la definición
y operacionalización del Sistema Formal de Comunicación Interna se realizará en el
marco del modelo ASH -Auditoría del Sistema Humano- (Quijano, 1997), el cual
claramente se integra a la perspectiva sistémica de la comunicación y cuenta con
esquema de evaluación teórico – empírico de la “Calidad del Sistema Formal de
Comunicación Interna” el cual ha sido recientemente revisado y publicado (Quijano y
Romeo, 2006).
51
2.2.4. La evaluación de la Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna
dentro del modelo de Auditoría del Sistema Humano-(ASH)
Antes de presentar de manera específica el enfoque de evaluación de la comunicación
organizacional que será utilizado, se hace necesario contextualizar el modelo global de
comportamiento organizativo que da soporte al ASH.
Este modelo parte de un primer supuesto, y es que toda organización es un sistema
abierto en relación constante con un entorno multifacético y cambiante, con el que
intercambia inputs y outputs, por el que es influida y al que de alguna manera conforma
y contribuye a construir. En esta línea las organizaciones no sólo se adaptan al entorno y
reaccionan ante él, sino que actúan sobre él y contribuyen a conformarlo de uno u otro
modo (Quijano, Yepes y Navarro, 2006)
En este entorno, reaccionando ante él, adaptándose y configurándolo proactivamente a
un mismo tiempo, la organización se construye a sí misma y actúa. Y aun cuando se
comporta como un sistema complejo de partes y elementos interrelacionados, para
poder realizar una aproximación conceptual al mismo se pueden distinguir
analíticamente varias dimensiones.
Son estas dimensiones: la estrategia; el diseño (tecnologías, estructura y sistemas); los
procesos psicológicos y psicosociales; y los resultados, los cuales incluyen dos
dimensiones: Resultados en las personas o calidad de sus recursos humanos (o
resultados blandos) y resultados de las personas y grupos para la organización y la
sociedad (económicos financieros, productivos y comerciales; ecológicos; y sociales),
considerados también resultados duros o efectividad organizativa.
52
Desde este esquema, el entorno influye sobre la organización pero ésta no sólo se adapta
al mismo en forma reactiva, sino que lo conforma activamente influyendo sobre él y
configurándolo de una determinada manera. Lógicamente los cambios que con la
efectividad organizativa genera una organización en su entorno son objeto de un nuevo
análisis para la redefinición de su estrategia en un proceso circular siempre inacabado, y
ésta, la estrategia, configurará de nuevo los sistemas, que a su vez generarán nuevos
procesos psicológicos y psicosociales, los cuales provocarán nuevos resultados en las
personas (configurando su calidad como profesionales y trabajadores), y éstas, con su
comportamiento, producirán resultados para la organización constituyentes, de nuevo,
de su efectividad organizativa (Quijano, Yepes y Navarro, 2006).
Respecto del estudio de la comunicación, el ASH configura la evaluación de la misma a
través de evaluación como uno de los Sistemas de Gestión de los Recursos Humanos en
una categoría donde comparte y se interrelaciona con otros sistemas como el de
selección, el de formación, el de retribución y compensaciones, el de evaluación del
rendimiento, el de identificación de potenciales y planes de carrera, el de planificación
de recursos humanos y el de prevención de riesgos y el de salud laboral.
Aquí el sistema formal de comunicación interna lo constituyen el conjunto de prácticas
y procedimientos establecidos por la organización para intercambiar información,
establecer consultas y/o transmitir órdenes a los empleados en relación con distintos
objetivos de diferente nivel (estratégicos, operativos y sociales). Dicho intercambio
puede ser estructurado a partir de diferentes canales formales e informales. Dentro de
los primeros, el sistema incluye flujos que van en distintos sentidos (ascendente,
descendente, y horizontal).
53
Dentro del ASH, la evaluación del sistema formal de comunicación explora y puntúa
nueve áreas de comunicación específicas resultantes de cruzar los tres tipos de objetivos
(estratégicos, operativos y sociales) por los tres flujos de comunicación (descendente,
ascendente y horizontal). El análisis de estas áreas tiene en cuenta los canales de
comunicación utilizados, así como su adecuación a los objetivos y público específicos.
Incluye también la consideración de los actores y responsables de la comunicación en
cada una de ellas y analiza si existe algún mecanismo de evaluación del proceso
comunicador. Explora también la eficacia del sistema en cada una de las áreas
analizadas, contrastando su puntuación con las puntuaciones obtenidas en diferentes
aspectos de los “resultados en las personas” medidos en el ASH.
Dentro de la evaluación de los objetivos, se ha establecido para los objetivos de carácter
estratégico la comunicación de: metas, estrategias y objetivos para la organización y sus
departamentos, políticas de empresa, y procedimientos de los sistemas de gestión, así
como la transmisión de la cultura de la organización (valores, creencias y
comportamientos que se quieren potenciar).
Entre los objetivos de carácter operativo se considera la comunicación de la estructura
organizativa, la naturaleza, roles y funciones de los puestos de trabajo, las órdenes e
instrucciones para la realización del trabajo, las excepciones y problemas surgidos en la
realización del trabajo, las ideas para mejorar el trabajo y sus procesos, los resultados de
grupos y departamentos, la información requerida para la coordinación y resolución de
problemas inter-departamentales, el flujo entre el staff y la línea, la comunicación para
la coordinación y resolución de problemas intra-departamentales, así como la
comunicación del conocimiento y de mejores prácticas de los compañeros.
54
Entre los objetivos de carácter social se considera la comunicación al personal de los
resultados de la organización en orden a estimular su esfuerzo, el orgullo de pertenencia
y su identificación con la organización; la comunicación de quejas y desavenencias del
personal; la comunicación hacia la dirección del clima y “resultados en las personas”.
Así mismo se consideran en este nivel la creación de condiciones para el desarrollo de
relaciones interpersonales positivas entre los empleados.
Con este instrumento, y una vez analizados los objetivos del Sistema Formal de
Comunicación Interna, el siguiente paso de la evaluación se centra en la exploración de
las nueve áreas de comunicación, obtenidas del cruce de la doble perspectiva: objetivos
perseguidos y flujos de comunicación. Las nueve áreas de comunicación son:
descendente estratégica, descendente operativa, descendente social, ascendente
estratégica, ascendente operativa, ascendente social, horizontal estratégica, horizontal
operativa y horizontal social.
Para las distintas áreas consideradas, además de sus objetivos se exploran varios de los
siguientes aspectos en función de sus características: la amplitud y perfil del
público/target objetivo al que se dirige la comunicación (alta dirección, mandos medios,
representantes sindicales, empleados de base); la unidad o departamento responsable de
elaborar los contenidos de la comunicación (el emisor); los canales y soportes
utilizados: escritos, orales, electrónicos, etc; y la existencia o no de mecanismos de
evaluación y control de la eficacia de la comunicación.
Dadas las características y la peculiaridad de la comunicación ascendente también se
explora en este apartado si los directivos tratan de crear un ambiente de confianza y
apertura, de manera que los subordinados se sientan en libertad de transmitirles
mensajes tanto positivos como negativos sin temer posibles sanciones.
55
Como aspecto complementario de esta voluntad de comunicación abierta se explora el
punto hasta el cual los directivos de esta empresa se aseguran de obtener información
completa, exacta y verídica sobre los empleados, consultando si es preciso distintas
fuentes de información. De manera específica, en la exploración de la comunicación
horizontal también se estudia si la estructura organizativa facilita o entorpece los
contactos necesarios entre personas, departamentos, y/o unidades de apoyo a clientes
internos.
Como un valor añadido de esta herramienta, el instrumento permite realizar una
valoración global del Sistema Formal de Comunicación Interna. Esta evaluación se
obtiene como resultante de la evaluación parcial de las nueve áreas de comunicación
descritas. De la evaluación de las nueve áreas se obtiene, como paso intermedio, una
evaluación de flujos (descendente, ascendente y horizontal) y una evaluación de
objetivos comunicativos (estratégicos, operativos y sociales).
De este modo, además de obtener una puntuación global de la calidad del sistema
formal de comunicación de la empresa, se puede señalar con mayor precisión cuáles son
sus puntos fuertes y sus puntos de mejora. Una empresa puede haber desarrollado
mucho la comunicación operativa en sus tres flujos (descendente, ascendente y
horizontal), en menor medida la descendente estratégica y haber olvidado prácticamente
todas las demás (ascendente y horizontal estratégicas) y la social (descendente,
ascendente y horizontal). El conocimiento de estos puntos fuertes y débiles de la
organización permitirá no sólo tomar conciencia de debilidades y fortalezas, sino
señalar caminos para la intervención y la mejora.
56
2.2.. Sintesis del capítulo
En el marco del presente trabajo teórico – empírico, la comunicación organizacional
como estructura y fenómeno psicológico juega un papel de trascendental importancia no
sólo por las futuras relaciones que serán estudiadas en los capítulos 3.2., 3.3. y 3.4., sino
por la capacidad de la misma para permear todos los ámbitos de las actividades
organizacionales y de la posibilidad de intervenir con estrategias organizacionales.
En esa medida en el presente capítulo, y pese a que se cuestiona su configuración como
disciplina, se presentaron las diversas vertientes y perspectivas conceptuales para su
estudio, dejando claro que para los objetivos definidos en la presente Tesis se abordará
el fenómeno comunicacional desde una perspectiva tanto macro -al valorar la
comunicación organizacional como un subsistema dentro del sistema global de la
organización- como micro -en el estudio de fenómenos psicológicos individuales.
En particular en este capítulo se hizo una revisión de la conceptualización de la
comunicación organizacional desde el enfoque sistémico (macro), el cual ve a la
organización como un sistema compuesto por un cierto número de estructuras
interdependientes e interrelacionadas que se orientan en la consecución de los objetivos
institucionales, y en el cual el Sistema Formal de Comunicación Interna es el conjunto
de prácticas y procedimientos establecidos para intercambiar información, establecer
consultas y/o transmitir órdenes a y entre los empleados en relación con distintos
objetivos y a través de flujos con distintos sentidos.
Coherente con este enfoque, en este capítulo, se presentaron además los principales
esquemas evaluativos del fenómeno y se introdujo teóricamente tanto la definición
como el modelo de evaluación empírico a utilizar en los estudios posteriores.
57
2.3. EL CLIMA DE COMUNICACIÓN: LA PERCEPCIÓN INDIVIDUAL Y COMPARTIDA DE LAS POLÍTICAS Y PRÁCTICAS DE COMUNICACIÓN
ORGANIZACIONAL
58
Aunque la importancia de la comunicación en las organizaciones ha sido evidente por
mucho tiempo (Redding, 1972) -como se registró en el capítulo anterior-, la
investigación empírica sobre las percepciones que los empleados tienen de la
comunicación organizacional en relación con otros fenómenos psicológicos es aún
escasa.
La investigación sobre la comunicación basada en la perspectiva de la percepción
individual, está fundamentada en la premisa de que las percepciones cognitivas y
afectivas que las personas tienen de la organización para la cual trabajan influyen
seriamente en sus comportamientos respecto de la misma (Goldhaber, Yates, Porter &
Lesniak, 1978; Hunt, Tourish & Hargie, 2000)
En otras palabras, cuando los empleados son expuestos a una comunicación apropiada
(p.e recepción oportuna y adecuada de feedback, información continua sobre los
cambios, etc.) y la percepción del empleado respecto de estas acciones es favorable, se
esperan conductas positivas acordes con los objetivos de comunicación planteados.
Por esto, diversos autores han decidido enfocarse en la calidad de la comunicación
organizacional en términos del clima de comunicación, un fenómeno que ha venido
siendo estudiado en los últimos años y que en la actualidad se encuentra en un punto de
alto desarrollo investigativo.
Para hablar del clima de comunicación, inicialmente es necesario contextualizar el
fenómeno base del mismo: el Clima Organizacional, concepto, que como muchos otros,
en el uso cotidiano, toma diferentes connotaciones.
59
2.3.1. El clima en las organizaciones: Diferentes aproximaciones
El término clima es un concepto metafórico derivado de la meteorología que, al referirse
a las organizaciones traslada analógicamente una serie de rasgos atmosféricos que
mantienen unas regularidades determinadas y que denominamos clima de un lugar o
región, al clima organizacional, traduciéndolos como un conjunto particular de prácticas
y procedimientos organizacionales (Schneider, 1975).
Koys y DeCotiis (1991) señalan que estudiar los climas en las organizaciones ha sido
difícil debido a que se trata de un fenómeno complejo y con múltiples niveles; sin
embargo, se ha producido un avance considerable en cuanto al concepto de clima como
constructo (Schneider y Reichers, 1983).
Por ejemplo, actualmente la bibliografía existente debate sobre dos tipos de clima: el
psicológico y el organizacional. El primero se estudia a nivel individual, mientras que el
segundo se estudia a nivel organizacional, como se verá más adelante. Ambos aspectos
del clima son considerados fenómenos multidimensionales que describen la naturaleza
de las percepciones que los empleados tienen de sus propias experiencias dentro de una
organización.
Así también, puede que existan múltiples climas dentro de la misma organización, ya
que la vida en la organización puede variar en cuanto a las percepciones de los
miembros según los niveles de la misma, sus diferentes lugares de trabajo, o las diversas
unidades dentro del mismo centro de trabajo De hecho, las compañías pueden tener un
clima para el servicio al cliente (Schneider, Parkington, y Buxton, 1980), y otro para la
seguridad (Zohar, 1980), por poner un ejemplo.
60
Una cronología de las definiciones que los investigadores han ofrecido para el clima
denota la elaboración del concepto desde las propiedades y características de la
organización percibidas, discutidas por Forehand y Gilmer (1964) y Friedlander y
Margulies (1969), y las representaciones e interpretaciones cognoscitivas de James y de
Jones (1974), de James y Sells (1981) y de Schneider (1975) a las percepciones
generales o sumarias de Schneider y Reichers (1983).
El concepto recoge desde las características de la organización determinadas con
percepciones (dónde los factores de organización o circunstanciales se presume
dominan); los esquemas cognoscitivos (dónde los factores individuales son primarios
determinantes); las percepciones sumarias (dónde persona y situación interactúan). Sin
embargo, aparentemente, no hay ninguna investigación que trate si cualesquiera de estas
conceptualizaciones tenga un apoyo empírico mayor (Johnson, 1976; Litwin y Stringer,
1968; Payne y Mansfield, 1973; Powell y Butterfield, 1978; Schneider y Hall, 1972).
El tratamiento del clima como percepción genérica de situaciones ha tenido la ventaja
de permitir evaluaciones sumarias del contexto en investigaciones que de otra manera
estarían focalizadas en gran parte en el nivel individual.
Sin embargo, el clima como concepto tiene límites específicos que lo distinguen de
otras características y de otras percepciones. Dos cualidades definidas y constantes del
clima persisten en sus varias conceptualizaciones: es una percepción y es descriptiva.
Las percepciones son sensaciones o realizaciones experimentadas por un individuo. Las
descripciones son informes de una persona de estas sensaciones. Si las diferencias
individuales o los factores circunstanciales explican grandes o pequeñas variaciones en
estas descripciones, varían a partir de una noción del clima al siguiente, y es más un
resultado empírico que conceptual.
61
En base a la acumulación de experiencia en una organización, las personas generan unas
percepciones generales sobre ella (Schneider, 1975). Estas percepciones sirven como
mapa cognitivo del individuo sobre cómo funciona la organización y, por tanto, ayudan
a determinar cuál es el comportamiento adecuado ante una situación dada. De esta
manera, el clima es útil para adaptar el comportamiento del individuo a las exigencias
de la vida en la organización (Schneider y Reichers, 1983).
2.3.2. Conceptualizaciones del Clima de Comunicación
Con estos principios como referentes, ahora si podemos adentrarnos en el concepto de
“clima de comunicación”. En un planteamiento tradicional del fenómeno, Dennis (1974)
describió el clima de comunicación como la calidad del entorno comunicacional interno
de la organización, experimentado subjetivamente por sus miembros; un concepto que
abarca el conjunto de las percepciones que los miembros tienen de los mensajes y
eventos comunicativos que ocurren en la empresa. Un fenómeno que surge de las
interpretaciones y opiniones que el empleado tiene de las relaciones de comunicación
de, desde y con la organización (Poole & McPhee, 1983; Goldhaber, 1993).
Dennis, basado en este enfoque dividió el clima de comunicación en las dimensiones de
apoyo, apertura y sinceridad; toma de decisiones participativa; confianza, seguridad y
credibilidad; metas de alto desempeño; adecuación de la información, diferencias
semánticas en la información y satisfacción con la comunicación.
Bajo este esquema diferentes investigadores han encontrado correlaciones positivas
entre el clima de comunicación, o algunas de sus dimensiones, y el compromiso
organizacional (Welsch & LaVan, 1981; Trombetta & Rogers, 1988; Guzley, 1992).
62
Un año más tarde, Dennis (1975) generó un instrumento de medición de clima
organizacional específico sobre aspectos comunicativos para ser aplicado en la gran
empresa (“Communication Climate Inventory”), compuesto por 45 ítems agrupados en
cinco factores. Este cuestionario pretendía relacionar directamente el ambiente laboral
en que los trabajadores viven, con las interacciones que mantienen con los diversos
supervisores con que trabajan.
Es en base a dicho marco instrumental que el autor extrajo las siguientes dimensiones
comunicacionales: Comunicación subordinado - supervisor; calidad de la información
recibida; apertura y afectividad del superior; comunicación ascendente y recepción; y
fiabilidad de la información recibida desde el jefe.
Ahora bien, y antes de entrar a presentar la conceptualización de “clima de
comunicación” que es utilizada en la presente Tesis Doctoral, primero hay que indicar la
distinción hecha en la literatura organizacional, entre clima psicológico y clima
organizacional (James & Jones, 1974; Jones & James, 1979; Kozlowski & Klein, 2000).
El clima psicológico es conceptualizado a nivel individual como el reflejo de las
percepciones e interpretaciones que los individuos tienen de su entorno de trabajo en
términos de significado y significancia psicológica (Jones & James, 1979). El clima
organizacional, en cambio, emerge de las percepciones homogéneas y compartidas que
los miembros de la organización tienen del clima psicológico.
De esta manera, el clima de comunicación, a nivel individual, sería una faceta del
constructo de clima psicológico (Jones & James, 1979), que incluye específicamente los
elementos comunicativos del entorno de trabajo, tales como juicios sobre la receptividad
de los superiores hacia la comunicación con los empleados o la honestidad de la
información que está siendo distribuida en la organización (Guzley, 1992).
63
A nivel organizacional, el clima de comunicación sería el reflejo compartido de tales
percepciones e interpretaciones que los individuos tienen de las interacciones de
comunicación en un colectivo (Hecht, 1978) y el tono emocional de estas relaciones de
comunicación entre las personas que interactúan.
Según Smidts et al. (2001), esta distinción entre clima psicológico y clima
organizacional, permite entender al clima de comunicación como un fenómeno que
puede residir tanto en el nivel individual como en el grupal, pero que sólo puede ser
estudiada como una variable agregada a nivel grupal si se evidencia la homogeneidad en
el grado en el cual los miembros del grupo comparten dichas percepciones.
Respecto de este asunto, Schneider & Reichers (1983) discutieron dos perspectivas
generales que son relevantes para la formación de los climas colectivos dentro de las
organizaciones. Según los autores, los climas colectivos podrían componerse gracias a
aquellos individuos que comparten esquemas laborales similares (valores, necesidades y
metas organizacionales). Así mismo, y basados en su postura del interaccionismo
simbólico, parten de la prediccion de que los climas colectivos reflejan la interacción
social entre los grupos que existen en la organización.
Respecto a los orígenes del clima de comunicación, como objeto de estudio, debemos
indicar que las primeras investigaciones al respecto aparecen en las décadas del 50 y 60
(Dahnke & Clatterbuck, 1990). En estos estudios iniciales, la investigación se enfocó en
las cualidades comunicativas de los supervisores. En esos resultados se encontró que un
supervisor efectivo (desde una perspectiva comunicativa) es una persona que identifica
la comunicación como un aspecto crítico de su trabajo y esta abierto a la información
que le brindan sus subordinados.
64
Según Robertson (2003), el trabajo mas notable en este período fue el de Gibb (1961),
quien propuso que el clima de comunicación está directamente asociado a la disposición
para la comunicación que los individuos tienen, indicando que si una persona o grupo
mejoran su comunicación esto redunda directamente en sus relaciones interpersonales.
Gibb (1961) observó en sus estudios que hay dos tipos de clima de comunicación en las
organizaciones: Climas defensivos (que ocurre cuando un individuo percibe amenazas o
anticipa amenazas para el grupo) y climas de apoyo (que ocurren cuando el individuo se
siente respaldado y así disminuye la percepción de amenazas).
Durante los años 70, el número de estudios sobre el clima de comunicación se
incrementó y amplió su enfoque con la inclusión de la apertura en la comunicación
como una nueva dimensión (Robertson, 2003). En este década apareció una nueva
medida específica del constructo, desarrollada por Roberts & O´Reilly (1975) en la cual
propusieron la evaluación del clima de comunicación a partir de la valoración de: la
confianza, la influencia, la movilidad, el deseo de interacción, la direccionalidad
ascendente, la direccionalidad descendente, la direccionalidad lateral, la precisión, la
síntesis, la producción de información, la sobrecarga, la satisfacción, la comunicación
escrita, la comunicación cara a cara y la comunicación telefónica.
En las siguientes dos décadas este objeto de estudio recibió una mayor atención, por tres
razones fundamentales: (a) por su enfoque en los comportamientos comunicativos de
los líderes, de los cuales se concluyó que son éstos los sujetos fundamentales en la
promoción del clima de comunicación (McCauley & Kuhnert, 1992); (b) por el
planteamiento de Poole y McPhee (1983) de que el clima de comunicación es una
fuerza constitutiva para todos los climas al interior de una organización; y 3) por su
estrecha relación con la satisfacción en el trabajo.
65
Durante los años ochenta, el estudio del clima de comunicación en las organizaciones y
en las redes continuó siendo el punto central de la investigación. Los autores trabajaron
en áreas tradicionales como la relación superior-subordinado, específicamente en la
retroalimentación y la comunicación ascendente, al igual que en la conectividad y los
roles en las redes.
Durante este período cambiaron de manera importante los enfoques empíricos y
teóricos en los estudios de la comunicación organizacional. Los investigadores como
McPhee y Poole (1983) argumentaban que los miembros de una organización producen
y reproducen climas y las redes organizacionales por medio de sus interacciones diarias
Desde esta perspectiva el “clima de comunicación” fue definido como aquellos factores
centrales, objetivos y/o percibidos, los cuales afectan el envío de mensajes y el proceso
de recepción de los miembros dentro de un grupo organizacional (Falcione, Sussman, &
Herden, 1987). En otras palabras, aquí el clima se refiere a los aspectos de la
organización como un todo que influencian la forma a través de la cual la comunicación
toma lugar. (Greenbaum, Clampitt & Willihnganz, 1988).
En ese sentido la mayoría de los recientes estudios que evalúan la comunicación de los
empleados han tomado base en este concepto. Por ejemplo, Choi & Kim (1999)
investigaron las consecuencias del clima de comunicación al interior de equipos de
trabajo y del flujo de comunicación con otros equipos y con los directivos. Su estudio
mostró que las dimensiones de comunicación del clima tienen un fuerte impacto sobre
el desempeño de los equipos.
66
En cuanto a la relación entre el clima de comunicación y su constructo superior, el clima
organizacional, Pace (1983) señaló que el clima de comunicación es una subcategoría
del clima organizacional que se centra en las características particulares de las prácticas
y flujos de comunicación. En esta línea Poole (1985) también señaló que como una
práctica organizacional distintiva, la comunicación representa su propio clima, separado
y aparte de otros climas de la organización, como el de logro, justicia, entre otros.
Bajo estos postulados, Welsch & LaVan (1981) apoyaron esta delimitación particular
del clima de comunicación. En sus estudios ellos encontraron que cinco variables de
clima organizacional (Comunicación, toma de decisiones, liderazgo, motivación y
orientación a las metas) estaban relacionadas significativa y positivamente con el
compromiso. La relación entre las variables comunicacionales (aceptación, precisión y
todos los flujos direccionales), sin embargo, era más fuerte que otras variables de clima.
Así mismo, Korsgaard, Brodt, & Whitener (2002) demostraron que el clima que
carateriza la comunicación de los directivos tiene una influencia significativa sobre la
confianza en los directivos y sobre la ciudadanía organizacional.
En esta misma línea de estudio, algunas investigaciones también han demostrado que el
clima de comunicación podría ser instrumental en la creación de actitudes favorables
hacia los objetivos estratégicos. Por ejemplo, Kim & Mauborge (1993) y Noble (1999)
plantearon que el clima en el cual la opinión de los directivos y de los empleados es
tomada en serio, y en el cual ellos pueden participar en la toma de decisiones, estimula
actitudes de apoyo frente a los objetivos estratégicos. Según los autores, esto se da
porque este clima afirma en los empleados los sentimientos de membresía al grupo, y
también porque la participación en la toma de decisiones favorece a que el empleado
vea en los objetivos estratégicos sus propios intereses (Kim & Mauborge, 1993).
67
Otras investigaciones al respecto han mostrado por ejemplo que un clima de
comunicación abierto, en el cual la retroalimentación de los empleados es tomada en
serio podría estimular la comunicación sobre iniciativas estratégicas a los compañeros,
sin que necesariamente cambien las actitudes estratégicas respecto a estas iniciativas.
Este planteamiento fue reforzado por Kim y Mauborge (1993), quienes encontraron
además que el clima de comunicación, como parte del constructo de justicia
procedimental, tiene un efecto directo sobre el grado en el que los directivos de
unidades de negocios implementan actualmente las estrategias de la compañía.
En un esfuerzo reciente por analizar empíricamente este fenómeno, Smidts et al. (2001)
propusieron una operacionalización del fenómeno mediante la formulación de una
escala de medición a partir de tres dimensiones básicas: la apertura y confianza en la
comunicación, el sentimiento de ser tomado en serio, y el sentimiento de tener voz en la
organización. Este instrumento fue puesto a prueba en una muestra holandesa y su
diseño se basó en la revisión y análisis de diferentes planteamientos teóricos e
instrumentos previos (Alutto & Vredenburgh, 1977; Dennis, 1975; Falcione, Sussman
& Herden, 1987; Jones & James, 1979).
Esta mirada amplia del fenómeno, el cual incluye la integración de un sinnúmero de
propuestas previas, nos conduce al uso de este instrumento en los estudios posteriores
incluidos en la presente Tesis Doctoral, previa comprobación de su estabilidad
psicométrica y dimensional en un contexto no europeo. De manera específica,
esperamos que al poner a prueba esta escala de medición del clima de comunicación en
un contexto organizacional suramericano y mediante su aplicación en lengua castellana,
este instrumento reporte propiedades psicométricas favorables para su aplicación futura
y conserve la estructura tridimensional evidenciada en la investigación previa.
68
2.3.3. Sintesis del capítulo
Considerando el valor que en estudios previos ha alcanzado el clima de comunicación
como una variable determinante en la configuración de diversos comportamientos
deseables en las organizaciones modernas, y partiendo del valor que este fenómeno
tendrá en los estudios que serán presentados en los capítulos posteriores, el presente
capítulo se enfocó en la recapitulación teórica de las investigaciones existentes sobre la
comunicación basada en la perspectiva de la percepción individual.
En este apartado hemos tenido la posibilidad de presentar diferentes enfoques y
premisas desde las cuales los teóricos de la comunicación y de la psicología han
observado y reflexionado sobre los orígenes y consecuencias que tienen tanto para
individuos como para organizaciones las percepciones cognitivas y afectivas que los
empleados tienen de la organización para la cual trabajan, y en particular de las
características comunicativas que la determinan
En ese sentido vale la pena señalar que gracias a la revisión hecha en el presente
capítulo, hemos podido concluir que aunque este fenómeno ha venido siendo estudiado
con mayor intensidad en los últimos años y que en la actualidad se encuentra en un
punto de alto desarrollo investigativo, su historia se remonta a la década de los 70 donde
sus pioneros dieron las conceptualizaciones básicas que aún se mantienen a la
vanguardia como puntos de partida en la investigación del clima de comunicación.
Como referentes básicos entonces, hemos de señalar entre otros los trabajos de Dennis
(1974) quien formuló el clima de comunicación como la calidad del entorno
comunicacional interno de la organización experimentado subjetivamente por sus
69
miembros, y el de Falcione, Sussman, & Herden, (1987) quienes lo definieron como
aquellos factores centrales, objetivos y/o percibidos, los cuales afectan el envío de
mensajes y el proceso de recepción de los miembros dentro de un grupo organizacional
En la actualidad, autores más contemporáneos como Smitds o Bartels, han propuesto
sus definiciones a partir de estas conceptualizaciones clásicas, pero le han adicionado
componentes operacionales que invitan a que las futuras investigaciones (incluidas las
reseñadas en los capítulos posteriores) incluyan nuevos referentes metodológicos en
cuanto al desarrollo de estudios multinivel que relacionen el clima de comunicación
tanto en sus ámbitos psicológico como organizacional, así como en la profundización de
nuevas relaciones entre este fenómeno comunicativo y otros comportamientos de los
individuos dentro de las organizaciones.
70
2.4. EL SISTEMA FORMAL DE COMUNICACIÓN INTERNA, EL CLIMA DE COMUNICACIÓN Y LA IDENTIFICACIÓN ORGANIZACIONAL.
71
2.4.1. Las relaciones estudiadas
Aunque de manera general, se considera que la identificación de los empleados con su
organización satisface un amplio numero de necesidades individuales que incluyen la
seguridad, el autorealce y el valor de dar sentido a la vida (Pratt, 1998), según Reade
(2001) aún no se cuenta con suficiente trabajo investigativo alrededor de los elementos
psicológicos y organizacionales que generan la identificación organizacional, lo que se
suma al creciente cuerpo de evidencia empírica que sugiere que podrían ser numerosos
los antecedentes de este fenómeno.
Otra dificultad, frecuentemente reportada en la literatura contemporánea, se presenta por
los limitados modelos existentes para explicar los antecedentes del fenómeno,
característica particular de esta línea de investigación si lo comparamos con el trabajo
disponible sobre los antecedentes de un fenómeno similar como el compromiso
(Mathieu & Zajac, 1990)
Debe indicarse aquí que Ashforth y Mael (1989) fueron los primeros en proponer un
modelo de antecedentes de la identificación organizacional basados en la teoría de la
identidad social. Estos autores propusieron cuatro tipos de factores que posibilitan la
generación de identificación: el prestigio de la organización, las características
distintivas de la misma (identidad), las características resaltadas por fuera del grupo y
los factores de formación del grupo (p.e. historia común, similitud en gustos e
interacción interpersonal).
Algunos de estos antecedentes han sido utilizados en investigaciones posteriores sobre
el prestigio de la organización (Mael & Ashforth, 1992; Dutton et al., 1994; Benkhoff,
1997; Smidts et al., 2001), la reputación (Dukerich, Golden & Shortell, 2002; Iyer,
72
Bamber & Barefield, 1997; Reade, 2001; Gotsi & Wilson, 2001), la identidad
organizativa (Albert & Whetten, 1985; Dutton et al., 1994) y las relaciones
interpersonales positivas (Brewer & Miller, 1984; Brown et al., 1986; Hewstone &
Brown, 1986; Johnston & Hewstone, 1990; Yoon, Baker & Ko,1994)
Los trabajos anteriormente referenciados surgen principalmente de las escuelas de la
psicología organizacional, las cuales enfatizan en la identificación desde una
perspectiva más micro e individual (Chreim, 2002). Desde esta perspectiva, la
identificación ha sido definida como un estado de conciencia cognitivo, afectivo y
volitivo que incluye, además del orgullo de pertenecer al grupo, la conciencia de
membresía, y el deseo de seguir perteneciendo al mismo (Quijano et al., 2000).
De otro lado, e igualmente con un amplio desarrollo teórico y empírico, se encuentran
los aportes de las escuelas de la comunicación organizacional, los cuales, incluyendo
aspectos de la psicología, tienen un enfoque macro que incluye el estudio de los
sistemas comunicativos al interior de las empresas.
En esta línea vale la pena indicar que el impacto de la comunicación fue inicialmente
estudiado en la investigación sobre compromiso. Muchos de esos estudios indicaron una
relación positiva entre diferentes dimensiones de la comunicación y el compromiso
(Guzley, 1992; Postmes, Tanis & De Wit, 2001; Trombetta & Rogers, 1988).
La literatura basada en la teoría de la comunicación, ve a la identificación como un
proceso, basado en el lenguaje, en el cual se comparten los aspectos sustanciales de la
organización (Sass & Canary, 1991). Esta visión surge del planteamiento tradicional de
Burke (1950;1966) quien definió el fenómeno como un proceso comunicativo orientado
al desarrollo, mantenimiento y alteración de las conexiones entre personas y grupos.
73
Esta mirada de Burke de la identificación se fundamentó en que la gente se identifica
gracias a la interacción con otros y a que su identificación interna tiende a expresarse de
manera formal y pública (Scott, 1997). En la conceptualización original de Burke, la
identidad se define como un proceso social que involucra la congregación y la
segregación, como una respuesta natural a las divisiones propias de la sociedad, las
cuales crean una dualidad (paradoja de la complejidad), en la cual los individuos
necesitan pertenecer a un grupo y así mismo expresar su propia identidad.
La aplicación de las ideas tradicionales de Burke en la investigación que desde la
comunicación pretende entender la identificación de los empleados, ha tomado fuerza
con los trabajos que al respecto han desarrollado Cheney y Tompkins (1987).
Cheney y Tompkins (1987), plantearon que la identificación organizacional surge de
una tensión dialéctica entre la propia expresión individual de la identidad y la
interpretación que los otros tienen de la misma. Según ellos, esta tensión cambia según
los procesos comunicativos cotidianos (el dialogo y el discurso), los cuales facilitan o
limitan las conexiones simbólicas sobresalientes tanto para el individuo como para el
grupo.
Esta óptica, abrió una importante brecha en el estudio de los efectos de la comunicación
sobre las actitudes de los individuos frente a la organización (Sproull & Kiesler, 1986;
Huff, Sproull & Kiesler, 1989), permitiendo demostrar empíricamente que la
comunicación determina una serie de comportamientos positivos en la organización,
incluida la identificación. (Batia, Sumita & Raghu, 1999),
74
En esta línea, el papel que juega la comunicación organizacional como antecedente de la
identificación organizacional se fundamenta en que la comunicación es el proceso por
medio del cual los miembros se informan sobre su organización (Kreps; 1995), les
proporciona la oportunidad de crear significados compartidos, comparten percepciones
subjetivas de las características organizacionales, obtienen señales del contexto social
(Sproull & Kiesler, 1991) y tienen un marco interpretativo propio con los otros
miembros de la organización (Zack, 1993).
Desde esta perspectiva, esto implica que cuando los mensajes de comunicación son
usados para enfatizar la identidad de la empresa o para definir el rol de un individuo en
un grupo de trabajo (por ejemplo descripción de un cargo), los receptores de los
mensajes (miembros de la organización) usan estas señales para reconocerse a sí
mismos como miembros de su organización, lo que lleva a que su identificación social
se incremente (Tanis & Postmes, 2005).
Ahora bien, y aunque partimos de la base que la comunicación es un importante
antecedente de la identificación, algunos estudios no apoyan esta predicción de manera
directa (Pepper, 1995; Ridder, 2004), ya que consideran que el grado de influencia que
la comunicación ejerce depende de las características específicas de cada relación
comunicativa, lo cual se evidencia en el hecho que la identificación no es un fenómeno
constante, sino que varia dependiendo de los cambios en el contexto y de los individuos
involucrados (Scott, Corman & Cheney, 1998)
Consistentes con esta visión de la identificación como un fenómeno cambiante que
depende de las características específicas de los procesos comunicativos, Scott et al.
(1998) estudiaron los patrones de comunicación críticos en la aparición de diferentes
75
niveles de identificación, concluyendo que la identificación varía según el rol y estatus
de quienes participan en la interacción comunicativa.
En otras palabras, los diferentes niveles de identificación organizacional estarían
asociados con diferentes características comunicativas de la empresa (Scott & Stephens,
2005) y el rol de los interlocutores (Scott et al., 1998), lo que obliga a estudiar las
condiciones propias de cada tipo de comunicación (Postmes et al., 2001)
Con respecto al estudio de las prácticas particulares de comunicación como
antecedentes de la identificación organizacional, podemos encontrar trabajos que se han
centrado en variables como el tipo de canales, targets y mensajes (Bullis & Bach, 1991;
Barker & Tompkins, 1994; Dutton et al., 1994; Scott, 1997; Batia. et. al., 1999; Scott,
1999; Smidt et al., 2001); las propiedades de los medios en entornos virtuales (Scott &
Fontenot, 1999; Scott & Timmerman, 1999; Batia. et. al., 1999), el tipo de flujos de
comunicación según perfil del empleado -administrativo o técnico- (Hinds & Kiesler,
1995) y la frecuencia con la cual los individuos se comunican (Huff et. al. 1989,
Kiesler, 1971; O´Reilly & Caldwell, 1981).
Por ejemplo, Batia et al. (1999), explorando el rol que las tecnologías de información
juegan en el proceso mediante el cual la comunicación crea y mantiene la identificación
común entre los miembros, estudiaron las características inherentes a los medios de
comunicación utilizados (frecuencia y tipo) y a las normas establecidas para su uso
(formales e informales), encontrando, por ejemplo, que la frecuencia con la cual los
individuos se comunican en la empresa realza su identificación organizacional, ya que
esto conduce a que ellos sientan que son, o no, parte activa de la organización (Huff
et.al. 1989).
76
Respecto del tipo de contenidos, por ejemplo, Smidt et al. (2001), demostraron que el
contenido de la comunicación es un importante antecedente de la identificación, al
encontrar que la información que los empleados reciben sobre asuntos institucionales y
sobre sus propios roles facilita el autorealce y la categorización.
De otro lado, en la literatura procedente de las teorías del compromiso, donde este
fenómeno parte de una identificación afectiva, los determinantes comunicacionales
están altamente influidos por las relaciones interpersonales (Allen & Meyer, 1990;
Mowday, Porter, & Steers, 1982). En esta línea, los estudios se han enfocado en
aspectos como el flujo de comunicación entre compañeros y superiores (Buchanan,
1974; Kanter, 1968; Sheldon, 1971; Mathieu & Zajac, 1990; Meyer & Allen, 1997) y
las habilidades comunicativas de los interlocutores (Monge, Bachman, Dillard, &
Eisenberg, 1981, Scott & Stephens, 2005). En esta línea, Postmes et al. (2001)
realizaron un metanálisis sobre 30 investigaciones que estudiaban la relación entre
comunicación y compromiso organizacional, con el cual confirmaron que la relación
entre ambas variables no tiene la misma fuerza en todos los contextos comunicativos.
Otros autores, se han sumado al objetivo de determinar cuales prácticas particulares de
comunicación son fuertes antecedentes de la identificación organizacional, para lo cual
se han centrado en dos características centrales del proceso comunicativo: Los
interlocutores y la dirección de los flujos de comunicación. Este interés se justificar com
el planteamiento de Bullis y Bach (1991), quienes indican que, respecto del proceso de
identificación, hay que tener en cuenta que los individuos no desarrollan relaciones
directas con la organización, como un todo, sino que lo hacen a través de los miembros
relevantes de la misma.
77
Bullis y Bach (1991), por ejemplo, exploraron la relación entre las diferentes
conexiones comunicativas de los empleados (multiplicidad de la red comunicativa) y
entre ellos y la organización. Sus resultados, indican que la diversidad de las conexiones
comunicativas está más relacionada con la identificación que su cantidad.
Una década después, y de manera más específica, Postmes et al. (2001) plantearon que
de las muchas posibles distinciones que pueden hacerse para el estudio de la
comunicación. la mas clara en términos estructurales es la distinción entre
comunicación horizontal y comunicación vertical.
En su trabajo, y en otros posteriores, la comunicación horizontal se refiere a la
interacción interpersonal y socioemocional con los compañeros cercanos y con otros en
el mismo nivel organizacional. En cambio, la comunicación vertical se refiere a aquella
relacionada con el trabajo, que fluye en forma ascendente o descendente por la jerarquía
organizacional, y que normalmente se utiliza para que los empleados reciban
información sobre las estrategias de la organización y para que estos provean a la
dirección de un feedback adecuado. Los autores midieron la comunicación mediante la
percepción que los empleados tenían de aspectos propios (Cantidad y calidad) tanto de
la comunicación vertical como de la comunicación horizontal.
Desde este enfoque la comunicación vertical ayuda a definir la organización, a entender
lo que ella significa y, respecto del empleado, a determinar su posición en la
organización. (Dutton et al., 1994). Una característica importante en este tipo de
comunicación es que ella puede descender y ascender por la jereraquía organizacional
(Downs & Adrian, 2004; Goldhaber, 1993).
78
Se ha concluido en estudios previos, por ejemplo, que la comunicación vertical puede
reducir la incertidumbre sobre el futuro y ayudar a los empleados a comprender su
organización (Postmes et al., 2001). Bajo este esquema estar bien informado sobre la
misión, las metas organizacionales y los logros permite al empleado reconocer las
características específicas de la organización (Dutton et al., 1994). Así mismo, este tipo
de comunicación, también se considera que permite a la organización informar a sus
empleados a sus empleados sobre cómo distinguir la organización de otras en el medio
(Ashforth & Mael, 1989; Cheney, 1983; Postmes, 2003).
Respecto de los estudios sobre la comunicación horizontal hay que indicar que ésta se
fundamenta tanto en la información sobre los roles y tareas, así como en los mensajes
informales que se dan entre las personas en niveles jerárquiscos similares (Postmes,
2003). De este tipo de comunicación, entre compañeros particularmente, se ha
concluido que podría influenciar positivamente el sentido de identificación y
pertyenencia a la organización
En esta línea, por ejemplo, algunas investigaciones han mostrado que la comunicación
con los compañeros de un grupo podría conducir a cohesión (Levine & Moreland,
1990). Además, se ha establecido que mientras más positiva sea la apreciación de los
empleados respecto del clima grupal de comunicación, más fuerte será su identificación
con su grupo de trabajo.
Así mismo Wallace (1995) demostró que el apoyo de los compañeros es un importante
antecedente del compromiso organizacional. Estos hallazgos sugieren que la
comunicación horizontal tendría una influencia positiva sobre la identificación
profesional.
79
Ahora respecto de la identificación organizacional, los hallazgos de Postmes et al.
(2001) mostraron que la comunicación vertical tiene una relación más fuerte con el
compromiso que la que tiene la comunicación horizontal, ya que , según ellos, el
sentimiento de pertenencia de los empleados a la organización no depende,
necesariamente, de las interacciones socioemocionales con sus compañeros, sino que
está mas relacionada con la valoración que ellos mismos hacen de la comunicación con
los niveles directivos.
En esta línea, y aunque partimos de la base de que el tipo de características de las
relaciones comunicativas y el estatus de los interlocutores influyen significativamente
en los niveles de identificación de los empleados, algunos estudios no apoyan estas
predicciones de manera tan directa (Muchinsky, 1989; Pincus, 1986), ya que plantean
que esta relación depende, más que de las condiciones comunicativas de la
organización, del procesamiento interno que los individuos hacen de las mismas (Porter
& Roberts, 1993).
Estas conclusiones invitan a pensar en que bajos niveles de identificación, no sólo están
asociados a las deficiencias del sistema de comunicación organizacional (Hargie,
Tourish, & Wilson, 2002), sino a las percepciones individuales y compartidas que los
empleados tienen de las practicas comunicacionales de la empresa.
Esta postura guarda coherencia con las teorías contemporáneas que reconocen que un
empleado satisfecho, leal y productivo no solo necesita información adecuada para
realizar su trabajo, sino una comunicación fluida y confiable que llene sus diferentes
vacíos socioemocionales, lo que invita a los investigadores a ir mas allá de los factores
racionales en las practicas de comunicación y profundizar en el valor de los factores
psicosociales (Tanis & Postmes, 2005).
80
Aunque hemos señalado algunas de las múltiples relaciones evidenciadas entre los
diferentes tipos de comunicación y la identificación de los empleados, todavía en la
actualidad se conoce poco sobre como las percepciones que los individuos tienen de los
procesos comunicativos de la empresa y la satisfacción intrínseca que éstas les producen
influyen en la aparición de diferentes comportamientos positivos en la organización
(Ridder, 2004).
De manera específica, podemos citar sólo algunos cuantos trabajos, como los de Downs,
Clampitt & Pfeiffer (1988) y Pincus y Rayfield (1989), quienes concluyeron, luego de
revisar los estudios previos sobre clima de comunicación, que existen evidencias claras
de que la apertura y oportunidad en la comunicación incrementa la satisfacción con el
trabajo (Guzley, 1992; Odden & Sias, 1997; Pettit, et al., 1997)
Así mismo, otros investigadores han centrado sus objetivos en la determinación de las
relaciones de influencia del clima de comunicación con fenómenos tales como la
productividad (Clampitt & Downs, 1993), el desempeño (Pincus, 1986) y el cambio
organizacional (Bordia, et al., 2004). Respecto del cambio organizacional,
específicamente, los autores encontraron que un adecuado clima de comunicación
permite que los empleados actúen y respondan de manera favorable frente a los
cambios.
Otros estudios por su parte se han centrado en la influencia que ejercen las percepciones
de la calidad de la comunicación (clima de comunicación) sobre el compromiso (Allen,
1992; Allen & Brady, 1997; Guzley, 1992; Huff et al. 1989; Postmes et al., 2001; Putti,
Aryee & Phua, 1990; Treadwell & Harrison, 1994; Trombetta & Rogers, 1988; Varona,
1996; Welsch & LaVan, 1981).
81
En esta línea, por ejemplo, se ha encontrado que algunas características del clima de
comunicación, tales como la participación y el apoyo percibido (Bartels, Douwes, de
Jong & Pruyn. (2006) , la adecuación y apertura en la información que reciben los
empleados (Trombetta & Rogers, 1988) y la claridad en la comunicación (Guzley,
1992) tienen un alto valor predictivo en el compromiso organizacional.
Respecto al tema central de la presente investigación, pocos han sido los estudios
relativos a los efectos directos que genera el clima de comunicación sobre la
identificación organizacional y en la determinación de aquellas dimensiones que
influyen más directamente en la aparición del fenómeno (Bartels et al., 2006; Scott et
al., 1999; Smidts et al., 2001). Sin embargo, los hallazgos de estos estudios muestran
que pueden existir relaciones positivas entre ambos fenómenos. La mayoría de estos
estudios han explorado el clima de comunicación como un constructo multidimensional,
usualmente definido desde la perspectiva del compromiso o la identificación
organizacional a nivel general.
Dentro de estos trabajos específicos encontramos los desarrollados por Scott (1997)
relativos a la relación entre clima de comunicación, la identificación organizacional y el
deseo de permanecer en la organización; el de Wiesenfeld, Ragharum y Garud (1999)
relativo a la identificación organizacional que aparece en los trabajadores virtuales por
su necesidad de afiliación y apoyo comunicativo, y la más reciente investigación de
Smidts et al., 2001), quienes encontraron una clara y directa relación entre el clima
psicológico de comunicación y la identificación organizacional.
En su estudio, Smidts et al., 2001 encontraron que el clima de comunicación percibido
por el individuo, subdividido en tres dimensiones está más directa y fuertemente
82
relacionado con la identificación de los empleados que el contenido de la comunicación
en si mismo.
Para ellos, un clima psicológico de comunicación positivo contribuye a los sentimientos
de sentirse respetado por los compañeros y superiores, lo cual lo encuentran coherente
con los planteamientos previos (Trombetta & Rogers, 1988; Guzley, 1992; Tyler, 1999)
que indican que estos sentimientos afectan el autoestima, los comportamientos
cooperativos y la identificación, en general.
Los autores (Smidts et al., 2001) consideran que un clima psicológico de comunicación
positivo fortalece la identificación organizacional porque éste es recompensado y
permite el autorealce de los miembros. Además, consideran que si los empleados
experimentan apertura en la comunicación con sus supervisores y con sus compañeros
esto les genera sentimientos de ser tomados en serio y por ende mayor autovaloración.
En general, los autores concluyeron que un clima psicológico de comunicación abierto,
donde la participación es apreciada incrementa el sentimiento de ser parte de un grupo
(autocategorización), mientras que la experiencia de ser tomado en serio y ser
escuchado crearía sentimientos de autovaloración (llenando así las necesidades de
autorealce). Algo similar, concluyen al referirse a que proveer información relevante a
los empleados es un sine qua non en la construcción de un clima de comunicación.
Sin embargo, y pese al aporte hecho por Smidts, et. al. (2001) en la determinación del
valor predictivo del clima psicológico de comunicación sobre la identificación, en su
estudio ellos no incluyeron un análisis específico de cuál o cuáles dimensiones
establecidas para la medición del clima de comunicación brindaba la mayor aportación
en tal relación.
83
2.4.2. Sintesis del capítulo
En el marco del objetivo del presente Capítulo, en el que se ha pretendido sistematizar
los planteamientos teóricos y hallazgos existentes relativos a la estrecha relación entre la
comunicación (tanto en el nivel macro –sistema-, como en el micro –clima de
comunicación-) con la identificación organizacional, en este apartado se han presentado
los principales acercamientos a esta influencia múltiple.
Producto de la revisión teórica realizada, debe señalarse inicialmente que se observa
como en los origenes del estudio de esta relación, los investigadores se enfocaron
principalmente en el impacto de la comunicación, más que sobre la identificación, sobre
el compromiso, un fenómeno que aunque altamente relacionado con la identificación
(Ver Capítulo 2.1.), ha sido claramente diferenciado en la literatura contemporánea.
En lo relativo a la relación específica entre comunicación e identificación, en este
capítulo se detecta un claro énfasis de los investigadores de la comunicación por
estudiar este fenómeno como un proceso comunicativo en el cual los individuos se
identifican con la organización a través de las interacciones con otros. Un proceso a
través del cual los miembros se informan sobre su organización y crean significados
compartidos.
Como un valor añadido de este capítulo, la revisión teórica también abre las puertas al
entendimiento de que existen diversos enfoques para el estudio de la relación entre
ambos fenómenos; diversidad que incluso ha puesto sobre la mesa la controversia sobre
si la identificación depende más de las características específicas de cada relación
comunicativa o de la percepción particular que de las mismas tienen los individuos.
84
Esta controversia, ha conducido entonces a dos tipos de estudios, unos que se orientan
más a las condiciones particulares de cada tipo de comunicación y otros más hacia las
percepciones individuales y compartidas que los empleados tienen de las practicas
comunicacionales de la empresa (clima de comunicación).
Desde el primer enfoque se ha hecho un énfasis especial en dos características centrales:
Los interlocutores y la dirección de los flujos de comunicación. Desde el segundo, se ha
hecho un mayor énfasis en el individuo y en el procesamiento interno que éstos hacen
de la comunicación (clima psicológico).
Desde la perspectiva más psicológica, también podemos concluir en este capítulo que
han sido pocos los estudios relativos a los efectos directos que genera el clima de
comunicación sobre la identificación organizacional, y que en contadas excepciones
estos estudios han profundizado en la determinación de los efectos de cada dimensión.
En ese sentido y teniendo en cuenta que estas percepciones surgen de individuos que se
enmarcan en diferentes organizaciones, con características comunicativas particulares,
en los estudios posteriores se valorará tanto la influencia del clima de comunicación
(psicológico y compartido) y sus dimensiones sobre la identificación, como las
características del sistema de comunicación interna de cada una de las organizaciones en
las cuales estos individuos desarrollan sus actividades laborales.
85
2.5. HIPÓTESIS
• H1. Se espera hallar una relación directa de influencia entre el clima psicológico
de comunicación de los empleados y sus niveles de identificación con la
organización.
• H2. Se espera hallar una relación directa de influencia entre el clima grupal de
comunicación y los niveles de identificación de los empleados con la
organización.
• H3. Se espera hallar una relación directa entre la Calidad del Sistema Formal de
Comunicación Interna de la organización y el Clima Organizacional de
Comunicación.
86
3. TRABAJOS EMPÍRICOS
87
3.1. LA IDENTIFICACIÓN ORGANIZACIONAL Y EL CLIMA DE COMUNICACIÓN: DIMENSIONES E INSTRUMENTOS DE MEDIDA
88
3.1.1. Introducción
El presente estudio, como primera parte de una investigación más amplia que pretende
determinar la relación de influencia del clima de comunicación sobre la identificación
organizacional y la aportación específica de cada una de sus dimensiones, brinda las
bases metodológicas para tal fin al validar empíricamente dos de sus más reconocidas
escalas de medición (identificación organizacional y clima de comunicación) y
comprobar la estructura dimensional de estos instrumentos mediante una serie de
análisis factoriales.
De manera específica, el presente estudio pone a prueba la escala de medición de la
identificación organizacional desarrollada por Quijano et al., (2000), evaluando su
comportamiento y estructura en un contexto organizacional suramericano. Esta escala
basada en las aportaciones previas de Tajfel (1972) y en los principios diferenciadores
de los componentes cognitivos y afectivos está compuesta por tres dimensiones:
categorización (o conciencia de pertenecer a la organización); orgullo (o autoestima
derivada de dicha pertenencia), y cohesión (o voluntad y deseo de seguir perteneciendo
a la misma).
Particularmente, la elección de la escala de Quijano et al., (2000) como uno de los
instrumentos base de los estudios se soporta en que: (a) el concepto de identificación
sobre el que se construyó la escala se encuentra alineado con los principios de la teoría
de la identidad social, (b) el instrumento surge de una clara diferenciación entre los
constructos de compromiso e identificación; y (c) la escala incluye componentes tanto
cognitivos como afectivos, tal y como lo recomienda la literatura contemporánea.
89
Así mismo, y para dejar despejado el camino hacia los estudios posteriores sobre las
relaciones entre ambas variables, el presente trabajo también comprueba la estabilidad
psicométrica y dimensional, en un contexto no europeo, de la escala de clima de
comunicación propuesta por Smidts et al. (2001),.
Respecto de la escala de Smidts et al. (2001), la elección se fundamentó en que (a) es la
más reciente aproximación multidimensional al fenómeno, (b) el instrumento fue puesto
a prueba inicialmente en una muestra europea y (c) su diseño se basó en la revisión y
análisis de diferentes planteamientos teóricos e instrumentos previos.
Sobre esta escala, vale la pena señalar que Smidts et al. (2001) propusieron este
instrumento para operacionalizar la medición del fenómeno mediante la formulación de
una escala con tres dimensiones básicas (apertura y confianza en la comunicación,
sentimiento de ser tomado en serio, y sentimiento de tener voz en la organización). Este
instrumento fue puesto a prueba previamente en una muestra holandesa y su diseño se
basó en la revisión y análisis de diferentes planteamientos teóricos e instrumentos
previos (Alutto y Vredenburgh, 1977; Dennis, 1975; Falcione, Sussman y Herden,
1987; Jones y James, 1979).
Esta mirada amplia del fenómeno, el cual incluye la integración de un sinnúmero de
propuestas previas, nos conduce al uso de este instrumento con miras a la comprobación
de su estabilidad psicométrica y dimensional en un contexto no europeo. De manera
específica, esperamos que al poner a prueba esta escala de medición del clima de
comunicación en un contexto organizacional suramericano y mediante su aplicación en
lengua castellana, este instrumento reporte adecuadas propiedades psicométricas para su
aplicación futura y conserve la estructura tridimensional evidenciada en la investigación
previa.
90
3.1.2. Método
3.1.2.1. Participantes
El presente estudio se desarrolló en el marco de una compañía suramericana,
representante de dos corporaciones multinacionales del sector automotriz, y dedicada al
ensamble, fabricación y venta de vehículos automotores en esta región. En la actualidad,
la organización objeto de estudio se encuentra constituida por tres organizaciones
dedicadas a diferentes actividades productivas y administrativas propias del sector de
los automóviles.
Para efectos del presente estudio la recolección de los datos se hizo con los empleados
de dos de ellas. La primera organización se dedica fundamentalmente a actividades de
producción y la segunda a actividades de orden administrativo y comercial. La
población y la muestra participante de cada una de las organizaciones se encuentran
descritas en la tabla 2.
Tabla 2. Descripción de la muestra (Estudio 1)
Organización A Organización B Total
Población 424 780 1204
Muestra 325 556 881
Tasa de respuesta 76.7 % 71.3 % 73.17%
Básica primaria --- 15 (2.7. %) 15 (1.7 %)
Secundaria --- 396 (71.2%) 396 (44.9 %)
Técnico 50 (15.4 %) 14 (2.5 %) 64 (5.6%)
Profesional 166 (51.1%) 104 (18.7 %) 270 (30.6 %)
Especializado 98 (30.2 %) 27 (4.9 %) 125 (14.2%)
Nivel educativo
Sin responder 11 (3.3%) --- 11 (2.8 %)
menos de 1 año 11 (3.4%) 28 (5%) 39 (4.4 %)
entre 1 y 5 años 134 (41.2%) 291 (52.3%) 425 (48.2 %)
entre 6 y 10 años 63 (19.4%) 72 (12.9%) 135 (15.3 %)
entre 11 y 20 años 84 (25.8 %) 119 (21.4 %) 203 (23 %)
Años en la
organización
mas de 20 años 33 (10.2 %) 34 (5.9 %) 67 (7.7 %)
91
3.1.2.2. Medidas
Identificación organizacional
Para la medición de esta variable se empleó el cuestionario de medición de la
Identificación Organizacional desarrollado por Quijano et al., 2000. Esta escala recoge
ítems adoptados y adaptados, basados en diferentes autores y valora el fenómeno a
partir de tres dimensiones:
- Categorización, mediante 2 ítems basados en el cuestionario de Mael y Ashforth,
(1992). Ejemplo: “Me siento miembro de esta organización, me siento parte de
ella”.
- Orgullo de pertenencia, mediante tres ítems basados en los cuestionarios de O´Reilly
y Chatman (1986) y de Porter et al. (1974). Ejemplo: “Me siento orgulloso cuando
le digo a otros que me siento parte de esta organización”.
- Cohesión (deseo de permanencia), mediante 2 ítems, basados en el cuestionario de
Franklin (1975). Ejemplo: “Deseo continuar siendo miembro de esta organización
por mucho tiempo”.
Los cuestionarios fueron redactados en español y se utilizó una escala de respuesta tipo
likert de 5 opciones con un rango de respuestas entre 1 (Total desacuerdo) y 5 (Total
acuerdo). Como parte de este estudio, a este instrumento le fueron probadas sus
propiedades psicométricas y se concluyó favorablemente sobre su fiabilidad (α= .87).
Clima de comunicación
Para la medición de esta variable se empleó el cuestionario de medición del Clima de
Comunicación desarrollado por Smidts et al., (2001), el cual se basa en la revisión y
análisis de reconocidos instrumentos previos (Alutto y Vredenburgh, 1977; Dennis,
1975; Falcione et al., 1987; Jones y James, 1979). Este cuestionario que recoge ítems de
los autores anteriormente referenciados, está compuesto por las siguientes dimensiones:
92
- Apertura y confianza en la comunicación, mediante 5 ítems. Ej: “Cuando mi jefe me
dice algo, yo creo que él es sincero y honesto conmigo”.
- Sentimiento de ser tomado en serio, mediante 7 ítems. Ej: “Si yo digo algo en esta
organización, eso es tomado en serio”.
- Sentimiento de tener voz en la organización, mediante 3 ítems. Ej: “La dirección de
la empresa está abierta a las sugerencias que nosotros damos o podemos darle”.
Este cuestionario orienta, desde su formulación original, el énfasis de todos sus ítems
hacia la valoración del clima de comunicación desde el nivel individual (psicológico),
postura defendida por sus autores (Smidts, et al, 2001) para guardar coherencia con los
resultados de los análisis WAVA aplicados a su escala, los cuales reflejaron la
improcedencia, para su investigación, de estudiar esta variable en los niveles grupal y
organizacional.
En ese sentido, y aunque para el presente estudio el cuestionario fue traducido al
castellano, los ítems conservaron su contenido original y su orientación a la evaluación
del clima (psicológico) de comunicación; esto con el fin de garantizar un mayor nivel de
concordancia con la escala original a la hora de concluir respecto de los resultados
obtenidos.
La fiabilidad de la escala fue calculada tanto de manera general (α= .77) como para
cada una de sus dimensiones (Apertura y confianza en la comunicación, α= .67;
Sentimiento de ser tomado en serio, α= .66; Sentimiento de tener voz en la
organización, α= .78).
93
3.1.2.3. Procedimiento
Para la aplicación de los instrumentos y garantizar una adecuada tasa de respuesta, los
directivos de las áreas de producción, comunicaciones, gestión humana, financiera,
calidad, compras y planeación fueron convocados a una serie de reuniones previas,
donde se les hizo una presentación detallada de la metodología y se programó la
logística requerida para la distribución y recolección del cuestionario a los empleados en
sus áreas de trabajo.
De esta manera, las personas recibieron los cuestionarios directamente de los asistentes
de investigación y fueron diligenciados en los salones de reunión de cada dependencia.
Tanto en las reuniones previas como en la entrega de los cuestionarios, los empleados
fueron informados del manejo estrictamente anónimo y confidencial de la información.
Los datos obtenidos de cada organización fueron ingresados en diferentes ficheros
mediante el programa estadístico SPSS 12.0. Previa a la realización de los análisis
específicos de los datos y en vista de la necesidad de comparar resultados de diferentes
análisis factoriales se procedió a realizar una integración de los datos de ambas
organizaciones en un sólo fichero y posteriormente a solicitarle al programa SPSS 12.0.
una división aleatoria de la misma en dos bases de datos de manera tal que se obtuvieran
dos muestras equivalentes en cuanto a número de individuos, y con distribuciones
similares en cuanto a nivel educativo y años en la organización. La composición de las
muestras después del anterior procedimiento aparece reseñada en la tabla 3
94
Tabla 3. Redistribución de la muestra
Muestra A Muestra B Total
Individuos 441 (50.05%) 440 (49.94%) 881
Básica primaria 4 (0.91%) 11 (2,50%) 15 (1.7 %)
Secundaria 249 (56.46%) 147 (33.41%) 396 (44.9 %)
Técnico 12 (2.72%) 52 (11.82%) 64 (5.6%)
Profesional 105 (23.81%) 165 (37.50%) 270 (30.6 %)
Especializado 62 (14.06%) 63 (14.32%) 125 (14.2%)
Nivel educativo
Sin responder 9 (2.04%) 2 (0.45%) 11 (2.8 %)
menos de 1 año 32 (7.26%) 7 (2.05%) 39 (4.4 %)
entre 1 y 5 años 201 (45.58 %) 224 (51.14%) 425 (48.2 %)
entre 6 y 10 años 64 (14.51%) 71 (17.05%) 135 (15.3 %)
entre 11 y 20 años 102 (23.36%) 101 (23.41%) 203 (23 %)
Años en la
organización
mas de 20 años 41 (9.30%) 25 (6.36%) 67 (7.7 %)
Posteriormente se realizaron cuatro análisis factoriales:
- Análisis factorial exploratorio de la escala de Identificación Organizacional de
Quijano et al., (2000). Este procedimiento se realizó con el objetivo de determinar la
composición factorial de la escala, derivada de su aplicación por primera vez como
instrumento independiente en una muestra suramericana. Para este análisis se
utilizaron los datos correspondientes a la muestra total (881 individuos).
- Análisis factorial confirmatorio de la escala original de Clima de Comunicación de
Smidts et al., (2001). Este procedimiento se realizó para comprobar, en la muestra
suramericana, el modelo de composición factorial originalmente aplicado por los
autores en una muestra holandesa. Para este análisis se utilizó la muestra A (441
individuos).
95
- Análisis factorial exploratorio de la escala original de Clima de Comunicación de
Smidts et al., (2001). Este procedimiento se realizó con el objetivo de determinar la
nueva posible composición factorial de la escala, en vista de los resultados
desfavorables a la estructura original obtenidos mediante la aplicación de n análisis
factorial confirmatorio. Para este análisis se utilizó la muestra B (440 individuos).
- Análisis factorial confirmatorio de la nueva escala (y las nuevas dimensiones) del
Clima de Comunicación propuesta en este estudio y derivada de los hallazgos
encontrados en el procedimiento anterior (AFE). Este procedimiento se realizó con
el objetivo de comprobar el nuevo modelo de composición factorial. En este análisis
se uso la muestra A (441 individuos)
El uso de muestras diferentes para cada uno de los análisis (exploratorios y
confirmatorios) se ciñe a los principios metodológicos que indican que cada uno de
estos análisis debe aislarse para comprobar la estabilidad de los instrumentos.
Respecto de los análisis factoriales exploratorios aplicados, éstos se realizaron
utilizando el método de extracción basado en máxima verosimilitud (maximum
likelihood). Según Ferrando y Lorenzo (1998) este método es más coherente y práctico
que otros existentes, entre otras razones, porque proporciona indicadores de
factorabilidad específicos que permiten evaluar estadísticamente el ajuste del modelo.
96
3.1.3. Resultados
3.1.3.1. Análisis Factorial Exploratorio de la Escala de Identificación Organizacional
Previo a la selección del método de extracción, al software utilizado (SPSS 12.0) se le
solicitaron los correspondientes tests de adecuación muestral: Esfericidad de Bartlett
(TEB) y de Kaiser Meyer Olkin (KMO). El primero fue aplicado con el fin de
determinar si las matrices de correlaciones provenían de muestras donde dichas
correlaciones existen en la realidad y el segundo para determinar hasta que punto las
asociaciones entre ítems podrían ser explicadas por un número de factores mas reducido
que el del mismo numero de ítems.
A traves del TEB, se identifica un adecuado nivel de significancia (p <.0001) lo que
permite considerar la existencia de covarianza sistemática entre las variables. En cuanto
al KMO, éste reporta un valor de .84. Teniendo en cuenta que los resultados se mueven
entre 0 y 1, y que según su autor se requiere un valor mínimo de .5 para poder llevar a
cabo este análisis (Ferrando y Lorenzo, 1998), se considera un resultado muy positivo,
lo que se interpreta como que puede reducirse apreciablemente la dimensionalidad de la
escala, o en otras palabras, que el numero de factores es menor que el numero de ítems
del instrumento.
Para la identificación del número de factores, se examinaron los siguientes índices: la
varianza explicada por cada factor, los autovalores mayores que 2, la varianza total
explicada por el instrumento (Tabla 4) y el gráfico de sedimentación (Figura 1)
97
Tabla 4
Varianza total explicada en análisis factorial exploratorio de escala de identificación organizacional
Factor Autovalores iniciales
Total % de la varianza % acumulado
1 4.635 66.214 66.214 2 .947 13.523 79.737 3 .529 7.563 87.300 4 .398 5.686 92.986 5 .284 4.057 97.042 6 .180 2.570 99.613 7 .027 .387 100.000
Método de extracción: Máxima verosimilitud.
Siguiendo el criterio de autovalores por encima de 2, se identifica claramente un único
factor, resultado que se confirman en el gráfico de sedimentación.
1 2 3 4 5 6 7 Número de factor
0
1
2
3
4
5
Autovalor
Figura 1: Gráfico de sedimentación análisis factorial exploratorio de la escala de Identificación organizacional
La contundencia de estos resultados, que expresan la existencia de un único factor, o en
otras palabras la unidimensionalidad de la escala de medición de la identificación
organizacional, lleva a que el análisis de la escala mediante métodos de rotación sea
improcedente, ya que se necesita mas de un factor identificado en las matrices
factoriales para que puedan llevarse a cabo las rotaciones (oblicuas u ortogonales).
98
3.1.3.2. Análisis Factorial Confirmatorio de la Escala de Clima de Comunicación Tomando como referencia la estructura factorial originalmente propuesta por Smitds, et
al. (2001) y los datos correspondientes a la muestra A se procedió a la realización de un
análisis factorial confirmatorio haciendo uso del programa LISREL 8.3.
Para este análisis se propuso el modelo factorial de 3 factores, en el cual se utilizaron
como entrada a la ecuación estructural 441 casos. En el modelo hipotetizado se
utilizaron como variables latentes las dimensiones originales de los autores (Figura 2)
Figura 2: Resumen del modelo: Análisis Factorial Confirmatorio de la Escala Original de Clima de Comunicación
99
En este caso se utilizó como objeto de análisis la matriz de covarianzas asintóticas
(ACM), por tratarse de una matriz que calcula un umbral hipotético entre factores y
ajusta los datos obtenidos a partir de escalas ordinales, como la utilizada en nuestro
estudio. Según Batista-Foguet y Coenders (1998) este método permite lograr un mejor
ajuste para que represente de forma más fiel la realidad.
Dada las características de los datos se solicitó al programa que utilizara como método
de estimación el de mínimos cuadrados ponderados (Weigthed Least Squares). El
número de iteraciones requeridas fue de 250. Para la verificación del modelo se
evaluaron los parámetros que permiten determinar la bondad de ajuste del modelo
factorial: Test de Ji-Cuadrado (X2); Cociente X2/gl; residuales estandarizados (RMR);
promedio de residuales estandarizados (SRMR) y el error de aproximación (RMSEA).
En este sentido hay que indicar los resultados obtenidos reportan un inadecuado ajuste
de los datos al modelo, tal y como señalan los índices que se presentan a continuación.
Respecto del Test de Ji-Cuadrado, el valor de X2 fue de 2504.86 (gl= 87; P= <0.0001) el
cual no es estadísticamente significativo, y por tanto permite aceptar la H0, y así
concluir, inicialmente, que los datos no se ajustan al modelo.
Frente a la parsimonia del modelo, el Cociente X2/gl arrojó un valor de 28.78, el cual se
considera inadecuado ya que el criterio base es que los mejores ajustes se dan al obtener
valores inferiores a 3. En cuanto al error de aproximación (RMSEA) este se ubicó en el
rango de inaceptable (0.17) ya que el criterio se basa en que sólo los valores por debajo
de .10 son aceptables.
100
En cuanto al promedio de los residuales estandarizados (SRMR) el valor fue de 0.22, el
cual se encuentra por encima del criterio de corte (0.10). En la figura 2 puede verse
gráficamente el resumen del modelo.
Estos resultados, que no permiten comprobar con los datos de la muestra suramericana,
el modelo factorial propuesto por los investigadores holandeses (Smitds, et al), nos
condujeron al desarrollo de una nueva exploración de los datos mediante una técnica
que no toma como referente factores predeterminados: el análisis factorial exploratorio.
3.1.3.3. Análisis Factorial Exploratorio de la Escala de Clima de Comunicación.
Como información preliminar, encontramos adecuados valores del TEB (p <.0001) y
del KMO (.73) lo que le da viabilidad al análisis posterior de la estructura dimensional.
Para la identificación del número de factores, también se examinaron los índices
estudiados en el Análisis Factorial Exploratorio de la escala de Identificación
Organizacional. Siguiendo el criterio de autovalores por encima de 2, se identifican
claramente tres factores (tabla 5), resultados que se confirman en el gráfico de
sedimentación (figura 3).
101
Tabla 5 Varianza total explicada en el análisis factorial exploratorio
de la escala de clima de comunicación
Factor Autovalores iniciales
Total % de la varianza % acumulado
1 4,673 31,154 31,154 2 2,533 16,885 48,039 3 2,495 9,967 58,006 4 ,976 6,504 64,510 5 ,930 6,199 70,709 6 ,840 5,597 76,306 7 ,761 5,076 81,382 8 ,603 4,018 85,399 9 ,528 3,522 88,922 10 ,471 3,138 92,060 11 ,361 2,408 94,468 12 ,264 1,762 96,230 13 ,228 1,520 97,750 14 ,210 1,401 99,152 15 ,127 ,848 100,000
Método de extracción: Máxima verosimilitud.
Figura 3: Gráfico de sedimentación del análisis factorial exploratorio de la escala de clima de comunicación
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 Número de factor
0
1
2
3
4
5
Autovalor
102
Teniendo en cuenta la información recogida, se admitió, de momento y de forma
provisional, que las respuestas a los 15 ítems eran razonablemente bien explicadas por
un modelo de tres factores comunes, lo que guarda coherencia con la propuesta original
de la escala de Smidts, et al. (2001).
Sin embargo, y tal y como lo recomienda la literatura contemporánea, estos resultados
fueron contrastados con los obtenidos mediante la realización de un procedimiento de
soluciones rotadas, ya que éstos hacen mucho más evidente el modo en que las variables
saturan en torno a los factores (Ferrando y Lorenzo, 1998). En este caso, se aplicó un
criterio analítico, y se rotó la solución tanto ortogonalmente mediante Varimax, así
como oblicuamente mediante Oblimin (Delta = 0). En la tabla 6 se pueden observar los
resultados correspondientes a la solución ortogonal y en la tabla 7 los correspondientes
a la solución oblicua.1
Tabla 6 Matriz de factores rotados en el análisis factorial
exploratorio de la escala de clima de comunicación Método de rotación: Normalización Varimax con Kaiser.
Factor 1 2 3 Apertura y confianza1 ,516 Apertura y confianza2 ,359 ,325 ,302 Apertura y confianza3 ,629 ,313 Apertura y confianza4 ,538 Apertura y confianza5 ,352 ,684 Tomado en serio1 ,755 Tomado en serio2 ,730 Tomado en serio3 ,496 Tomado en serio4 ,616 Tomado en serio5 ,703 Tomado en serio6 ,555 Tomado en serio7 ,654 Voz en la organización1 ,798 Voz en la organización2 ,814 Voz en la organización3 ,674
a La rotación ha convergido en 5 iteraciones.
1 Nótese que se aplicó la instrucción que obvia las saturaciones inferiores a .30, con el objetivo de simplificar el
estudio visual del patrón.
103
Tabla 7 Matriz de configuración en el análisis factorial exploratorio
de la escala de clima de comunicación Método de rotación: Normalización Oblimin con Kaiser.
Factor
1 2 3 Apertura y confianza1 ,494 Apertura y confianza2 .317 ,309 Apertura y confianza3 ,623 Apertura y confianza4 ,520 Apertura y confianza5 ,334 ,658 Tomado en serio1 ,773 Tomado en serio2 ,772 Tomado en serio3 ,480 Tomado en serio4 ,639 Tomado en serio5 ,659 Tomado en serio6 ,504 Tomado en serio7 ,667 Voz en la organización1 ,795 Voz en la organización2 ,825 Voz en la organización3 ,714
a La rotación ha convergido en 9 iteraciones.
En este punto, los hallazgos confirman la existencia de tres dimensiones. No obstante, si
bien el número de dimensiones parece ser igual al propuesto por los autores, existen
algunas condiciones que llevan al replanteamiento de su estructura factorial.
En primera instancia hay que indicar que con excepción de la dimensión Sentimiento de
tener voz en la organización, las otras dos dimensiones contienen ítems que saturan en
diferentes factores. Así mismo, el ítem apertura y confianza2, tanto en los resultados de
la solución ortogonal como en la oblicua satura en mas de un factor, y además con
valores cercanos al .3 (punto de corte).
Teniendo en cuenta estos resultados, se ha optado por eliminar de la escala el ítem
apertura y confianza2 y proceder al reordenamiento de la escala en función de los tres
factores propuestos por las matrices rotadas y al análisis teórico de la nueva estructura.
104
Con base en lo anterior, la nueva estructura de la escala estaría compuesta por 14 ítems
y tres factores así:
- Factor 1 (6 ítems) así: Apertura y Confianza 3 y 4; Tomado en serio 1; Voz en la organización 1, 2 y 3.
- Factor 2 (5 ítems) así: Tomado en serio 2, 3, 4, 5 y 6
- Factor 3 (3 ítems) así: Apertura y Confianza 1 y 5; Tomado en serio 7
Con esta nueva estructura se procedió a la revisión del contenido de cada ítem y a la
identificación de las relaciones teóricas entre los ítems, para conformar las nuevas
dimensiones. Como resultado, y hallazgo de gran interés para este estudio, se encontró
que el primer factor agrupa los ítems relacionados con la percepción que los empleados
encuestados tienen de las relaciones de comunicación con los niveles superiores, y de
manera especial, integra aquellos ítems relativos a la apertura de los directivos, jefes y
supervisores para proveer información confiable a los empleados (descendente) y a su
disposición para atender la información proporcionada por sus empleados (ascendente).
En este factor saturan ítems como: “Cuando mi jefe me dice algo, yo creo que él es
sincero y honesto conmigo” y “Mi jefe está abierto a las sugerencias que yo hago”.
Dado la evidencia empírica proporcionada por el análisis factorial exploratorio y la
fuerte relación de contenidos existente entre los 6 ítems agrupados en el factor 1, se
propuso una nueva dimensión denominada: Apertura y confianza en la comunicación
con la dirección.
A continuación se procedió a la revisión del contenido de los ítems agrupados en el
factor 2 y se encontró que éste agrupaba los ítems relacionados con la percepción que
los empleados tienen sobre la relevancia de la información recibida y el interés de la
organización por proporcionarla. Al encontrar en este factor ítems como:
“Normalmente, la información que recibimos de la empresa es sobre temas sin
105
importancia” y “Normalmente, obtengo más información sobre la empresa por mis
compañeros, que por las comunicaciones de la dirección”, se propuso una nueva
dimensión denominada: Satisfacción con la información recibida.
Y finalmente, el contenido de los ítems agrupados en el factor 3 fue revisado,
encontrándose que en este grupo aparecen los ítems relacionados con la percepción que
los empleados encuestados tienen de las relaciones de comunicación con sus
compañeros, y de manera específica respecto de la confianza en tales relaciones. Así los
3 ítems identificados en este factor constituyeron una nueva dimensión denominada:
Apertura y confianza en la comunicación con los compañeros. En este factor, saturaron
ítems como: “Creo que cuando mis compañeros de trabajo me dicen algo, ellos me
dicen la verdad”
3.1.3.4. Análisis Factorial Confirmatorio de la Nueva Escala de Clima de Comunicación Con los resultados del anterior análisis factorial exploratorio, conducente a una nueva
propuesta de dimensiones para la medición del clima de comunicación (Apertura y
confianza en la comunicación con la dirección, Satisfacción con la información recibida
y Apertura y confianza en la comunicación con los compañeros) que muestra un
instrumento con una estructura factorial mucho más estable se procedió a la realización
de un análisis factorial confirmatorio haciendo uso del programa LISREL 8.3.
Para este análisis se propuso un modelo factorial de 3 factores, en el cual se utilizaron
como entradas a la ecuación estructural los 440 casos correspondientes a la muestra B.
En el modelo hipotetizado se utilizaron como variables latentes las dimensiones que
surgieron como resultado del análisis exploratorio previo. (Figura 3).
106
En este sentido hay que indicar que el modelo propuesto fue probado y que los
resultados que presentamos a continuación evidencian un ajuste satisfactorio. Respecto
del Test de Ji-Cuadrado, el valor de X2 fue de 138.41 (gl= 74; P= <0.13071) el cual no
es estadísticamente significativo y permite aceptar la H0, de que los datos se ajustan al
modelo.
Frente a la parsimonia del modelo, el Cociente X2/gl arrojó un valor de 1.87, el cual se
considera adecuado ya que el criterio base es que los mejores ajustes se dan al obtener
valores inferiores a 3. En cuanto al error de aproximación (RMSEA) este se ubicó en el
rango de aceptable (0.091) ya que el criterio se basa en que valores por encima de .10
son inaceptables.
El valor de los residuales estandarizados fue de .11, el cual se encuentra dentro del
parámetro que indica que un valor adecuado no debe ser menor que .10. En cuanto al
promedio de los residuales estandarizados (SRMR) el valor fue de 0.9, el cual se
encuentra por debajo del criterio de corte (0.10). En la figura 4 puede verse
gráficamente el resumen del modelo.
Respecto de los indices de ajuste incremental podemos indicar que tanto el valor del
Indice de Ajuste Normativo –NFI- (.95) como el del Indice de Ajuste no Normativo –
NNFI (0.94) reportan resultados satisfactorios ya que se considera que estos indices
relativos explican una adecuada correlación derivada del modelo propuesto cuando sus
valores se encuentran por encima de .90.
Como una conclusión preliminar aparece entonces la validación de la estructura
factorial hipotetizada y la confirmación de la coherencia empírica de los datos con la
reflexión teórica de la nueva escala propuesta para valorar el clima de comunicación.
107
Figura 4. Resumen del modelo: Análisis Factorial Confirmatorio de la Nueva Escala de Clima de Comunicación
Con la confirmación de esta estructura se procedió de nuevo al cálculo de los índices de
fiabilidad tanto para la escala general de clima de comunicación (teniendo en cuenta la
eliminación de un ítem) como para las nuevas dimensiones propuestas. Los resultados
indican una importante mejora en la fiabilidad de la escala y de las dimensiones (Ver
tabla 8).
108
Tabla 8 Indices de Fiabilidad – alfa de cronbach para las escalas de clima de comunicación
(Original y reformulada)
Escala original de Smidts, Pruyn, y van Riel (2001)
Escala ajustada en este estudio
Dimensión: Apertura y confianza en la comunicación con la dirección
α= .85
Dimensión: Apertura y confianza en la comunicación
α= .67 Dimensión: Apertura y confianza en la comunicación con compañeros
α= .86
Dimensión:
Sentimiento de ser tomado en serio
α= .66
Dimensión 2:
Satisfacción con la información recibida
α= .76
Dimensión 3:
Sentimiento de tener voz en la organización
α= .78
Escala completa (15 ítems) α= .77 Escala completa (14 ítems) α= .80
109
3.1.4. Discusión
El presente estudio, es la primera parte de una investigación más amplia que pretende
determinar la relación de influencia del clima de comunicación sobre la identificación
organizacional y, de forma innovadora, la aportación específica que cada una de sus
dimensiones hace en la generación de identificación organizacional. En ese sentido, los
resultados obtenidos permitieron validar los instrumentos de medida y redefinir la
estructura dimensional de uno de ellos antes de su uso posterior.
Respecto de la expectativa planteada, en la cual se esperaba que la escala de medición
de la identificación organizacional, propuesta por Quijano et al. (2000), reportara
propiedades psicométricas favorables para su aplicación futura y conservara su
estructura unidimensional, debemos indicar que nuestro planteamiento inicial pudo
confirmarse totalmente ya que los resultados indicaron altos niveles de fiabilidad de la
escala y confirmaron la aparición de un único factor que agrupaba todos los ítems
propuestos.
Frente a la segunda expectativa, en la cual se planteaba que al poner a prueba en un
contexto organizacional suramericano (lengua castellana) la escala de medición del
clima de comunicación (Smidts et al., 2001), dicho instrumento conservaría su
estructura dimensional original, debemos indicar que los resultados fueron bastante
diferentes a los esperados, lo que nos permitió proceder al ajuste y posterior
revalidación de la escala.
110
Si bien los resultados del análisis factorial exploratorio de esta escala confirmaron la
existencia de tres dimensiones, lo cual coincide con el número inicial propuesto por sus
autores (Smidts et al., 2001), los resultados del primer análisis factorial confirmatorio,
así como de la revisión detallada de la carga factorial de los ítems obligó a la
redefinición y replanteamiento de la composición de cada dimensión.
De manera específica, los resultados de los análisis factoriales (exploratorio y
confirmatorio) mostraron que el estudio de las percepciones que el empleado tiene de
las relaciones de comunicación en y con la organización (clima de comunicación) debe
hacerse en función de la valoración específica que los individuos dan a cada tipo de
comunicación de acuerdo con la dirección de la interacción (vertical y horizontal).
Este hallazgo es coherente con aquellos estudios que demuestran que, de las muchas
posibles distinciones entre tipos de comunicación que pueden hacerse para su estudio, la
mas clara en términos estructurales es la distinción entre comunicación horizontal y
comunicación vertical (Postmes, Tanis y de Wit, 2001).
En resumen, los resultados muestran que aunque efectivamente los ítems de la escala
utilizada (Smidts, et al., 2001), se agrupan claramente en tres factores, a diferencia del
instrumento original, dos de ellos recogen los ítems que enfatizan en la percepción de
los procesos comunicativos a partir de la dirección de los mismos (vertical y horizontal)
y el último en la evaluación de la satisfacción del individuo con la información que
recibe de parte de su empresa.
111
Una conclusión básica de este estudio es que, aunque la medición del clima de
comunicación efectivamente es tridimensional –lo que guarda coherencia con el trabajo
previo de Smidts et al. (2001)-, la nueva propuesta de dimensiones (Apertura y
confianza en la comunicación con la dirección; Apertura y confianza en la
comunicación con compañeros; y Satisfacción con la información recibida) mejora
razonablemente las características psicométricas del instrumento y da mayor coherencia
con los actuales enfoques de evaluación de las practicas de comunicación
organizacional.
3.1.4.1. Limitaciones e implicaciones para la investigación futura
Como una limitación inicial, debe plantearse la utilización de cuestionarios para evaluar
ambas variables. Es de señalarse que con el uso de estas medidas de autoreporte no se
puede descartar la posibilidad de que se haya incrementado involuntariamente la
varianza del método común.
Así mismo, y pese a la sustentación teórica que ha permitido a diferentes investigadores
la valoración de diferentes tipos de climas a partir de la recolección de percepciones
individuales (psicológico), no debe dejarse de lado la amplía construcción teórica
existente que invita a los investigadores al estudio del clima desde las percepciones,
compartidas y agregadas (a nivel de grupo u organización), que los individuos tienen de
los distintos componentes de la organización (en este caso de los procesos
comunicativos).
112
En ese sentido, y pensando en la futura investigación que debe poner a prueba la
relación de influencia del clima de comunicación en la generación de identificación
organizacional aparece el reto de aplicar metodologías multinivel que permitan, además
de comprobar la viabilidad de hacer agregaciones de medida del clima de comunicación
en niveles superiores, poner a prueba modelos donde se valore la influencia del clima de
comunicación (a nivel grupal) sobre fenómenos que se observan en el nivel individual.
Respecto de las implicaciones de este estudio, debemos indicar que los resultados de la
puesta a prueba de dos de las mas recientes escalas de medición de la identificación
organizacional y el clima de comunicación, y sus posteriores mejoras, pone a
disposición tanto de investigadores como de otros profesionales dos herramientas
confiables a la hora de valorar estos fenómenos.
Particularmente los resultados de la validación del cuestionario de medición de la
identificación organizacional desarrollado por Quijano, et. al. (2000) entrega un
instrumento altamente confiable, que no sólo fue construido a partir de planteamientos
de reconocidas escuelas teóricas, sino que evidenció su potencia, fiabilidad y validez en
un contexto organizacional suramericano.
Respecto del estudio, validación y mejora de la escala de medición del clima de
comunicación desarrollada por Smidts, et al. (2001), las conclusiones dejan a
disposición de las organizaciones un instrumento no sólo potente en términos
metodológicos, sino con una estructura mucho más coherente que permite evaluar tanto
la percepción general que los empleados tienen de las relaciones comunicativas con su
empresa, como las percepciones específicas de los empleados frente a cada tipo de
relación comunicativa: vertical (desde y con los directivos, jefes y supervisores) y
horizontal (con los compañeros de trabajo).
113
Así, la formulación de una escala de clima de comunicación basada no sólo en la
percepción que los empleados tienen sobre la información recibida y el interés de la
organización en proveerla, sino, y principalmente, en la percepción que los empleados
tienen de la apertura y confianza en la comunicación vertical (desde y hacia los
directivos y superiores) y en la comunicación horizontal (con sus compañeros), es un
valioso aporte al estudio de la comunicación desde la mirada de sus actores y una
oportunidad para explorar desde otra óptica las relaciones entre la comunicación
organizacional y los resultados organizativos (identificación, compromiso, satisfacción,
etc.).
Vale la pena señalar acá, que esta nueva aproximación en la definición de escalas más
coherentes para la medición de este tipo de variables no descarta, per se, la pertinencia
de los instrumentos previos, sino que debe motivar a los investigadores a continuar
profundizando en la puesta a prueba de este tipo de instrumentos en otros contextos
organizacionales, geográficos y políticos que permitan tomar decisiones adecuadas en la
selección de instrumentos pertinentes para el uso en la investigación futura, lo cual, sin
duda, lleva a que muchas nuevas preguntas de investigación se formulen alrededor de
estos fenómenos.
114
3.2. EL CLIMA PSICOLÓGICO DE COMUNICACIÓN Y SUS DIMENSIONES COMO ANTECEDENTES DE LA IDENTIFICACIÓN ORGANIZACIONAL
115
3.2.1. Introducción
Respecto al tema central de la presente investigación, pocos han sido los estudios
relativos a los efectos directos que genera el clima psicológico de comunicación sobre la
identificación organizacional y ninguno se ha centrado en la determinación de aquellas
dimensiones que influyen más directamente en la aparición del fenómeno.
Respecto del tema, sólo encontramos algunos trabajos específicos como los
desarrollados por Scott (1997) relativos a la relación entre clima de comunicación, la
identificación organizacional y el deseo de permanecer en la organización; el de
Wiesenfeld, Ragharum y Garud (1999) relativo a la identificación organizacional que
aparece en los trabajadores virtuales por su necesidad de afiliación y apoyo
comunicativo, y la más reciente investigación de Smidts et al., (2001), quienes
encontraron una clara y directa relación entre el clima psicológico de comunicación y la
identificación organizacional.
En su estudio, Smidts et al., 2001 encontraron que el clima de comunicación percibido,
subdividido en tres dimensiones está más directa y fuertemente relacionado con la
identificación de los empleados que el contenido de la comunicación en si mismo.
Para ellos, un clima de comunicación positivo contribuye a los sentimientos de sentirse
respetado por los compañeros y superiores, lo cual lo encuentran coherente con los
planteamientos previos (Trombetta & Rogers, 1988; Guzley, 1992; Tyler, 1999) que
indican que estos sentimientos afectan el autoestima, los comportamientos cooperativos
y la identificación, en general.
116
Los autores (Smidts et al., 2001) consideran que un clima psicológico de comunicación
positivo fortalece la identificación organizacional porque éste es recompensado y
permite el autorealce de los miembros. Además, consideran que si los empleados
experimentan apertura en la comunicación con sus supervisores y con sus compañeros
esto les genera sentimientos de ser tomados en serio y por ende mayor autovaloración.
En general, los autores concluyeron que un clima de comunicación abierto, donde la
participación es apreciada incrementa el sentimiento de ser parte de un grupo
(autocategorización), mientras que la experiencia de ser tomado en serio y ser
escuchado crearía sentimientos de autovaloración (llenando así las necesidades de
autorealce). Algo similar, concluyen al referirse a que proveer información relevante a
los empleados es un sine qua non en la construcción de un clima de comunicación.
Sin embargo, y pese al valioso aporte hecho por Smidts, et. al. (2001) en la
determinación del valor predictivo del clima psicológico de comunicación sobre la
identificación organizacional, en su estudio ellos no incluyeron un análisis específico de
cuál o cuáles dimensiones establecidas para la medición del clima de comunicación
brindaba la mayor aportación en tal relación.
Esta razón, sumada al hecho de que en los resultados de nuestro primer estudio la escala
que ellos utilizaron reportó una estructura factorial diferente a la originalmente
propuesta, nos lleva a la comprobación de la relación de influencia del clima
psicológico de comunicación como antecedente de la identificación, a partir del estudios
de las las nuevas dimensiones identificadas (apertura y confianza en la comunicación
con la dirección; satisfacción con la información recibida; apertura y confianza en la
comunicación con los compañeros).
117
3.2.2. Método
3.2.2.1. Participantes
El presente estudio se desarrolló en el marco de una organización colombiana, filial de
dos compañías multinacionales de automotores (Francia – Japón), dedicada a la
producción de vehículos en la región andina suramericana.
La muestra corresponde a los 556 empleados encuestados en la organización B y la
descripción de su nivel educativo y de los años en la organización se encuentran
incluidos en la tabla 1.
3.2.2.2. Procedimiento
Como se indicó en la metodología del estudio anterior, las personas recibieron los
cuestionarios directamente de los asistentes de investigación, fueron diligenciados en
los salones de reuniones de cada una de sus dependencias y fueron informados del
manejo estrictamente anónimo y confidencial de la información. Posteriormente, los
datos obtenidos fueron ingresados en una base de datos mediante el programa
estadístico SPSS 12.0.
3.2.2.3. Medidas
Identificación organizacional
Para el análisis de esta variable en el presente estudio, nuevamente se empleó el
cuestionario de medición desarrollado dentro el modelo de evaluación organizativa
ASH (Quijano et. al., 1997) y descrito en el primer estudio. Como se indicó
previamente, este instrumento reportó un resultado satisfactorio en cuanto a su
fiabilidad (α= .87).
118
Para efectos de los análisis estadísticos, no se tuvieron en cuenta la dimensiones
propuestas originalmente por los autores, porque, tal y como lo indican las conclusiones
del primer estudio, este instrumento corresponde estrictamente a una escala
unidimensional.
Clima de comunicación
Aunque el cuestionario utilizado surge en su totalidad de la escala desarrollada por
Smidts, et. al. (2001), en el presente estudio se utilizó la escala ajustada según las
conclusiones del primer estudio, para garantizar el uso de un instrumento con mayor
potencia. En este sentido hemos utilizado la escala final compuesta por 14 ítems y
agrupada en las 3 dimensiones propuestas en la conclusiones de la primera parte de esta
investigación:
- Apertura y confianza en la comunicación con la dirección, mediante 6 ítems. Ej:
“Cuando mi jefe me dice algo, yo creo que él es sincero y honesto conmigo” y “Mi
jefe está abierto a las sugerencias que yo hago”.
- Satisfacción con la información recibida, mediante 5 ítems. Ej: “Normalmente la
información que recibo de la empresa es sobre temas sin importan
- Apertura y confianza en la comunicación con los compañeros, mediante 3 ítems Ej:
“Creo que cuando mis compañeros me dicen algo ellos me dicen la verdad”.
Como se indicó previamente este instrumento reportó un resultado mucho más
satisfactorio en cuanto a su fiabilidad respecto de la escala original. (α= .80, para la
escala general; y α= .85; .76, .86, para cada una de sus dimensiones)
119
3.2.3. Resultados
3.2.3.1. Análisis de regresión múltiple
En función del objetivo de determinar el rol que juegan las dimensiones del clima
psicológico de comunicación en la generación de identificación organizacional, se
procedió a la realización de un análisis de regresión múltiple que permitiera confirmar
tanto el valor predictivo del clima de comunicación, como la aportación específica de
cada dimensión al modelo de predicción de la identificación organizacional (Ver figura
5). Como información adicional la Tabla 9 reporta los estadísticos descripticos de las
variables utilizadas y sus dimensiones.
Figura 5. Modelo de análisis propuesto (Estudio 2)
CLIMA DE COMUNICACIÓN
Apertura y confianza en la
comunicación con la dirección
Satisfacción con la información
recibida
IDENTIFICACIÓN ORGANIZACIONAL
Apertura y confianza en la
comunicación con los compañeros
120
Tabla 9
Estadísticos descriptivos, correlaciones y fiabilidad de las escalas para variables y dimensiones2 (Estudio 2)
Variable Media d.s. 1 2 3 4 5
Identificación 4.62 0.41 (.87)
Clima de comunicación 3.99 0.40 .67 (.85)
1. Apertura y confianza en la comunicación con la dirección 4.14 0.53 .59 .79 (.76)
2. Satisfacción con la información recibida 3.84 0.77 .50 .79 .45 (.86)
3. Apertura y confianza en la comunicación con los compañeros 3.98 0.46 .22 .36 .15 .13 (.80)
Para verificar la existencia de una relación lineal entre la variable dependiente
(identificación) y el conjunto de dimensiones consideradas como variables
independientes se procedió a la lectura del valor F indicado en el análisis de varianza.
En este punto hay que señalar que puesto que F, con significación (.000), obtuvo un
valor de 47.95 se acepta la hipótesis H1. de que en efecto existe una relación lineal
significativa (Ver tabla 10). El valor de F obtenido, se utilizó mas adelante para
comparar el nuevo valor de F obtenido cuando se ingresaron cada una de las
dimensiones por separado.
Tabla 10 ANOVA(b) (Estudio 2)
Modelo
Suma de
cuadrados Gl
Media
cuadrática F Sig.
Regresión 12.346 3 4.115 47.948 .000(a)
Residual 15.608 106 .147
1
Total 27.954 109
a Variables predictoras: (Constante), ACDireccion ,SIRecibida, ACCompaneros
b Variable dependiente: Identificacion
2 Para una mayor comprensión, los valores obtenidos para las variables y dimensiones son presentados aquí. Los estadísticos descriptivos para cada uno de los ítems de las escalas pueden ser solicitados directamente al autor. Todas las correlaciones son significativas p < .001. n= 556. Los valores Alfa son presentados en paréntesis.
121
Respecto del ajuste del modelo, el valor obtenido en R2 (.442), como coeficiente de
determinación, muestra un apreciable ajuste. En otras palabras, cerca de un 45 % de la
variación de la identificación organizacional es explicada por el modelo basado en los
valores dados al clima de comunicación (Ver tabla 11).
Tabla 11 Resumen del modelo (Estudio 2)
a Variables predictoras: (Constante), ACDireccion, SIRecibida, ACCompaneros
A continuación, y como primer paso para determinar la importancia que tiene cada
dimensión del clima de comunicación en este modelo, se procedió a la revisión de los
valores ββββ (Beta). Por tratarse de regresiones múltiples no deben tenerse en cuenta los
valores B, puesto que estos dependen de las unidades en que están medidas las
variables, en cambio ββββ (Beta) se expresa en unidades estandarizadas (Visauta, 2002).
Como un hallazgo altamente significativo se encuentra que de las tres variables
independientes (dimensiones del clima de comunicación), la variable apertura y
confianza en la comunicación con la dirección reporta la mejor significación estadística
(p <.000) y un valor claramente superior de ββββ (Beta) de .638.
Modelo R R cuadrado
R cuadrado
corregida
Error típ. De la
estimación Estadísticos de cambio
Cambio en R
cuadrado
Cambio
en F gl1 gl2
Sig. del cambio
en F
1 .665(a) .442 .426 .38373 .442 27.948 3 106 .000
122
Tabla 12 Coeficientes(a) (Estudio 2)
Modelo
Coeficientes no
estandarizados
Coeficientes
estandarizados t Sig.
B Error típ. Beta
1 (Constante) 2.052 .355 5.777 .000
ACDireccion .574 .073 .638 7.853 .000
SIRecibida .048 .049 .076 .971 .334
ACCompaneros -.009 .069 -.010 -.135 .893
a Variable dependiente: Identificacion
De esta manera, y como una conclusión preliminar, la apertura y confianza en la
comunicación con la dirección se constituiría en la dimensión clave en el ajuste del
modelo. Sin embargo, y para determinar de manera específica el valor predictivo de
cada dimensión se procedió al análisis del cambio producido en R2 con la entrada y
salida de cada una de las dimensiones en el modelo de regresión mediante el
procedimiento de pasos sucesivos (stepwise).
Según Visauta (2002) este procedimiento, es muy adecuado para la valoración del
aporte de cada variable independiente, ya que permite examinar estas variables paso a
paso, a medida que entran o salen del modelo, de acuerdo con criterios previamente
especificados. Los criterios especificados corresponden a que cada variable entra al
modelo si la probabilidad de F <= .050 y deba salir si la probabilidad de F >= .100.
Como un hallazgo a resaltar y que confirma a la apertura y confianza en la
comunicación con la dirección como la dimensión clave en el modelo que explica el
poder predictivo del clima psicológico de comunicación sobre la identificación, es que
los resultados finales del procedimiento se limitan a la aplicación del primer paso, ya
que sólo la variable anteriormente mencionada cumpliría los criterios especificados.
123
Los resultados que confirman el anterior hallazgo se presentan a continuación (Tabla
13) y en ellos se evidencia: 1) el buen ajuste del modelo (R2= .436) utilizando como
variable independiente a la apertura y confianza en la comunicación con la dirección, 2)
la eliminación del modelo de las variables Satisfacción con la información recibida y
Apertura y confianza en la comunicación con los compañeros y 3) el significativo
incremento del valor de F (F= 83.50; significación .000) si se compara con el obtenido
en la regresión lineal simple realizada previamente (F= 47.95; significación .000)
124
Tabla 13 Resultados del análisis de regresión múltiple (Método por pasos)
Variables introducidas/eliminadasa
ACDireccion .Por pasos (criterio: Prob. de F para entrar <= .050,
Prob. de F para salir >= .100).
Modelo
1
Variables
introducidas
Variables
eliminadas Método
Variable dependiente: Identificaciona.
Resumen del modelo
.660a .436 .431 .38206
Modelo
1
R R cuadrado
R cuadrado
corregida
Error típ. de la
estimación
Variables predictoras: (Constante), ACDirecciona.
ANOVAb
12.190 1 12.190 83.509 .000a
15.764 108 .146
27.954 109
Regresión
Residual
Total
Modelo
1
Suma de
cuadrados gl
Media
cuadrática F Sig.
Variables predictoras: (Constante), ACDirecciona.
Variable dependiente: Identificacionb.
Coeficientesa
2.113 .273 7.742 .000
.594 .065 .660 9.138 .000
(Constante)
ACDireccion
Modelo
1
B Error típ.
Coeficientes no
estandarizados
Beta
Coeficientes
estandarizados
t Sig.
Variable dependiente: Identificaciona.
Variables excluidasb
.078a 1.026 .307 .099 .892
-.026a -.342 .733 -.033 .924
SSInformado
ACCompaneros
Modelo
1
Beta dentro t Sig.
Correlación
parcial Tolerancia
Estadísticos
de
colinealidad
Variables predictoras en el modelo: (Constante), ACDirecciona.
Variable dependiente: Identificacionb.
125
3.2.4. Discusión
El presente estudio, inscrito en la línea de estudio que pretende profundizar en la
comunicación organizacional como un antecedente fundamental en la generación de
identificación organizacional, arrojó una serie de resultados de amplio valor teórico y
metodológico tanto para las escuelas que centran su atención en la percepción individual
que los miembros tienen de los procesos comunicativos de su organización como para
los directivos y profesionales de las empresas en el desarrollo de estrategias específicas
que estimulen la identificación de sus empleados.
Como un primer hallazgo clave en este segundo estudio, en el que partimos de que el
amplio poder predictivo de la comunicación sobre la identificación organizacional va
mas allá del tipo de canales y contenidos y debe incluir el procesamiento interno que los
individuos hacen de las relaciones comunicativas (Porter & Roberts, 1993), nuestros
resultados coinciden con las conclusiones de los dos últimos estudios relacionados con
el fenómeno (Smidts et al., 2001; Bartels et al., 2006), ya que al probar hipótesis H1,
pudimos corroborar la indudable influencia del clima psicológico de comunicación
sobre la identificación organizacional.
No obstante, hemos dado un paso mas allá de la simple confirmación de esta estrecha
influencia, determinando la aportación específica que cada una de las dimensiones del
clima de comunicación hace en la generación de la identificación organizacional.
Este aporte, se convierte en una acción innovadora y motivacional para la investigación
futura, ya que hasta la fecha poco trabajo se había hecho para explorar el valor
multidimensional del clima de comunicación (Bartels et al. 2006).
126
En esta línea, un hallazgo de gran interés teórico y empírico fue obtenido. Los
resultados de los análisis de regresión múltiple permitieron identificar, de manera clara
y contundente, que de las tres dimensiones propuestas para la medición del clima de
comunicación, sólo la correspondiente a la apertura y confianza en la comunicación con
la dirección recoge la mayor parte del poder predictivo de la identificación.
Este resultado pone sobre la mesa el hecho de que esta característica del clima de
comunicación es una condición sine qua non al generar identificación mediante
estrategias comunicativas, ya que se evidenció plenamente que el sentimiento de
identificación del empleado con su empresa depende mas de la valoración que el
individuo hace de la relación comunicativa con los directivos que la que hace de la
calidad de las relaciones de comunicación con sus compañeros.
Es de resaltar en este punto que aunque otros autores, en contextos diferentes, han
planteado teórica y empíricamente que las adecuadas relaciones comunicativas con los
directivos tienen un mayor valor predictivo respecto de fenómenos como el compromiso
y las intenciones de abandonar el trabajo (Jablin, 1987; Trombetta & Rogers, 1988;
Guzley, 1992; Allen,1996, Benkhoff, 1997, Reade 2001), nuestras conclusiones son
innovadoras, ya que (a) en este trabajo nos hemos centrado de manera directa en la
identificación organizacional y (b) la medición del clima de comunicación fue hecha
con un instrumento que no sólo mide la percepción que los individuos tiene de cada
flujo de comunicación (horizontal, vertical), sino también de la satisfacción con la
información recibida.
127
Nuestros resultados, que descartan el valor predictivo de las otras dos dimensiones en la
generación de identificación organizacional (Apertura y confianza en la comunicación
con compañeros y Satisfacción con la información recibida), no le restan importancia a
estas condiciones como características constitutivas de la percepción de los empleados
de los procesos comunicativos, sino que demuestran que en función específica de la
identificación con la organización, sólo la Apertura y confianza en la comunicación con
la dirección, es la condición que juega el papel preponderante.
3.2.4.1. Implicaciones para los directivos
Es común encontrarse en la realidad empresarial contemporánea un sinnúmero de
organizaciones que destinan significativos recursos económicos y de tiempo en el
diseño y ejecución de estrategias de comunicación orientadas, entre otros fines, a
promover altos niveles de identificación organizacional entre sus empleados, lo cual
incluye, entre otras acciones, la divulgación de mensajes institucionales (valores,
objetivos, metas, etc.), el desarrollo de campañas de mercadeo interno o la instauración
de canales internos de retroalimentación.
Estos esfuerzos empresariales se corresponden con aquellas evidencias empíricas que
han demostrado que, junto con otras características organizativas, la comunicación es un
fuerte determinante de la identificación organizacional.
Sin embargo, al indagar por la producción científica relacionada con estos procesos,
encontramos que no existe suficiente soporte empírico que permita identificar y
comprobar los condicionantes psicológicos de los individuos que determinan la eficacia
de tales acciones en la generación de identificación organizacional.
128
Así, y dado el valor que hoy en día tiene para los empresarios la generación y
mantenimiento de fuertes niveles de identificación, cooperación y lealtad entre sus
empleados, identificar claramente estos condicionantes se convierte en un valioso aporte
para los directivos.
De esta manera, los resultados del presente estudio brindan información clave sobre el
valor que el clima psicológico de comunicación tiene en la aparición de la identificación
organizacional y debe conducir a los directivos a centrar su atención, no sólo en el
despliegue de estrategias comunicacionales atractivas, sino en la valoración sistemática
de la percepción que sus empleados tienen de las relaciones comunicativas, ya que los
hallazgos confirman que el procesamiento interno que los individuos hacen de estas
relaciones juega un papel determinante en la asociación que los empleados hacen de su
propia identidad con la identidad organizativa.
En esta línea, el presente estudio aporta una serie de recomendaciones que deberían
tenerse en cuenta, en especial por aquellas organizaciones que ven la comunicación
como una valiosa estrategia de influencia y hace un llamado a los directivos respecto del
papel central que cumple la forma en que ellos se comunican con los empleados en la
aparición de diferentes niveles de identificación con la organización.
De manera puntual hay que indicar que más que cualquier otra percepción que los
empleados tengan de las relaciones comunicativas en la organización, la percepción de
comunicaciones abiertas y confiables con directores, jefes y supervisores reporta una
relación mucho más fuerte con la identificación que el resto de percepciones estudiadas
(comunicaciones con los compañeros y satisfacción con la información).
129
Esta conclusión conduce a varias implicaciones para las personas que tienen roles
directivos. La primera de ellas tiene que ver con el valor que los empleados le dan al
hecho de ser tenidos en cuenta en los procesos de comunicación en niveles superiores y
la percepción de que sus mensajes son recibidos y atendidos. Esta condición que según
nuestros resultados juega un papel fundamental en la aparición de la identificación por
su capacidad de generar sentimientos de pertenencia, debe motivar al establecimiento de
espacios de comunicación interactivos donde el empleado perciba que tiene
oportunidades reales y confiables para opinar y compartir información con los niveles
superiores.
Estos hallazgos también muestran que la relación de identificación entre el individuo y
la organización, no se da de manera directa con las características de la organización en
general, sino que se daría por la percepción de las interacciones comunicativas con los
directivos y superiores como miembros relevantes de la organización.
Lo anterior indica entonces que la percepción de sinceridad y honestidad en los
mensajes que se reciben desde los directivos y superiores, y la coherencia entre la
información recibida y la veracidad de su contenido, constituye un papel fundamental
en la creación de identificación, ya que tales características percibidas (sinceridad,
honestidad y confianza) son transferidas a la identidad organizativa, y, así, los
empleados se sienten atraídos hacia ella.
Desde esta perspectiva, este hallazgo implica que sólo aquellos mensajes de
comunicación transmitidos por directivos o superiores que son percibidos como
confiables por sus subalternos, permitirían enfatizar la identificación con la empresa.
130
Así mismo, el hecho de que los empleados sientan que la propia información que ellos
generan, incluidas aquí sus opiniones, inquietudes y sugerencias, es escuchada,
respetada y reconocida por los niveles superiores, se muestra como una condición
fundamental en el fortalecimiento de la identificación con su empresa, ya que la
percepción de estas conductas de apertura entre los directivos genera en los individuos
sentimientos de ser partes activas de la organización y de estar aportando en la
construcción de una identidad compartida, lo que facilita que esta identidad sea asumida
como propia posteriormente.
Ahora bien, generar estas percepciones no es una tarea fácil y obliga a que aquellas
personas que se desempeñan en niveles superiores (gerentes, jefes, supervisores, líderes,
etc.) asuman altos niveles de coherencia entre los mensajes que transmiten y sus
acciones posteriores, convirtiendo a la coherencia en una condición diaria en las
actividades de comunicación con sus empleados.
Esta necesidad invita a los profesionales encargados de la gestión humana en al diseño y
ejecución de actividades de entrenamiento para sus directivos que conduzcan al
fortalecimiento de sus habilidades en el establecimiento de adecuadas relaciones
interpersonales con sus subordinados, ya que el estrechamiento de estas relaciones
puede crear un entono de apertura y confianza donde los mensajes institucionales y
cotidianos permean de una manera más directa.
Esta acción debería acompañarse, también, del monitoreo sistemático de las
percepciones que los empleados tienen de los procesos de comunicación (clima de
comunicación), ya que esto permite identificar oportunamente los vacíos percibidos en
estas relaciones y tomar medidas adecuadas para prevenir la desconfianza y el temor
como obstáculos críticos en la búsqueda de un óptimo nivel de identificación.
131
3.2.4.2. Implicaciones para la Investigación futura
Adicional a los aportes e implicaciones que los resultados del presente estudio tienen
para los directivos y profesionales que gestionan las organizaciones, las conclusiones de
este estudio dejan sobre la mesa nuevos retos para los investigadores en los campos de
la psicología del trabajo y de la comunicación organizacional.
En primera instancia, los resultados obtenidos deben motivar a los investigadores de
estas disciplinas a continuar enfocando sus trabajos hacia la identificación de los
condicionantes psicosociales que determinan la eficacia de las acciones comunicativas
en las organizaciones, porque aunque el presente trabajo dio un nuevo aporte al
identificar a la apertura y confianza en la comunicación con la dirección como
condición fundamental del clima psicológico de comunicación como antecedente de la
identificación organizacional, aún falta mucho más por descubrir respecto del impacto
que sus dimensiones tienen frente a otros fenómenos organizativos.
Esta tarea, de valorar la información relativa a las percepciones que tienen las personas
respecto de sus interacciones de comunicación, es un aporte mas al reto propuesto de ir
más allá del estudio exclusivo de las características duras de los sistemas de
comunicación (p.e. mensajes, medios y canales), fortaleciendo el trabajo
interdisiciplinario con las escuelas psicológicas.
De otro lado, y en función de la identificación organizacional como objeto de estudio,
también es necesario que el modelo que hemos propuesto sea estudiado en otros
contextos, porque, tal y como se indicó previamente, los resultados que hemos obtenido
surgen de la aplicación de ambas escalas, por primera vez, en una organización
suramericana del sector industrial.
132
Esta demarcación del contexto, invita a que en futuras investigaciones se estudie este
modelo (la influencia del clima de comunicación sobre la identificación organizacional
y la aportación específica de cada dimensión) en otro tipo de organizaciones (p.e.
servicios, gubernamentales, etc.) y en otros marcos culturales ya que probablemente en
esos contextos los resultados obtenidos varíen de manera significativa.
Así mismo, vale la pena indicar que los trabajos posteriores también pueden explorar los
antecedentes psicológicos de la comunicación en relación con otro tipo de
identificaciones, porque aunque en nuestro caso nos centramos en la identificación de
los empleados con la organización, los resultados obtenidos no descartan la posibilidad
de que respecto de esos otros tipos de identificación (p.e. con la profesión o con el
grupo), el clima de comunicación juegue un papel diferente, lo cual sería un aporte
significativo en el estudio de las identificaciones múltiples.
Como un aspecto adicional que es significativo en función de estudios posteriores, se
encuentra el asunto relativo al nivel de análisis de la variable clima de comunicación.
En nuestro caso en particular el modelo fue probado analizando las relaciones en el
nivel individual (psicológico), decisión tomada teniendo en cuenta que el instrumento
de medida fue formulado para la recolección de información en ese nivel y que los
estudios que antecedieron la presente investigación (Smidts et al., 2001; Bartels et al.,
2006) demostraron la imposibilidad metodológica para agregar sus datos a nivel grupal.
133
Sin embargo, y teniendo en cuenta que desde las escuelas tradicionales (Falcione et al.,
1987) se ha planteado la posibilidad de estudiar el clima de comunicación en diferentes
niveles de análisis, y que en la actualidad hay un amplio desarrollo metodológico
(multilevel analysis) que permite tanto la agregación de datos en niveles superiores
como la comprobación de relaciones de influencia entre niveles diferentes (p.e.
variables de nivel grupal > variables de nivel individual), la investigación futura debería
probar éste y otros modelos investigativos identificando las diferencias y las causas por
las cuales podrían obtenerse resultados diferentes en función del nivel en que se
estudien tales relaciones.
Como una invitación final para los investigadores, aparece la posibilidad de que en
futuros trabajos se estudie la dimensión apertura y confianza en la comunicación con la
dirección, analizando, por separado, cada nivel directivo (gerentes, jefes, supervisores,
etc.) en función del nivel jerárquico y de la cercanía operativa con los empleados,
porque aunque en el presente estudio se logró identificar de manera contundente el valor
que tiene esta condición en la generación de la identificación, nuestro análisis no
discriminó en estas categorías, lo cual en un futuro podría proporcionar información
adicional.
Con estos resultados, y los retos que se abren a su paso, estamos seguros que muchas
nuevas preguntas de investigación continuarán formulándose alrededor de estos
fenómenos. Esperamos entonces que las respuestas a esas preguntas doten a las
organizaciones, y a sus gestores, de nuevas herramientas para la dirección de las mismas
y el desarrollo de las personas que interactúan en ellas día tras día.
134
3.3. EL CLIMA COMPARTIDO DE COMUNICACIÓN
UNA APROXIMACIÓN MULTINIVEL A SU INFLUENCIA SOBRE LA IDENTIFICACIÓN ORGANIZACIONAL
135
3.3.1. Introducción
Como se indicó en el capítulo anterior, la percepción que los individuos tienen de los
procesos de comunicación en sus organizaciones ha sido un fenómeno evaluado
comúnmente en el nivel individual (Clima psicológico de comunicación). Este enfoque
basado en el auto interés implicaría que la adecuada comunicación para el individuo es
aquella que es percibida y valorada específicamente por él independientemente de la
valoración integral de su grupo u organización.
Sin embargo, y aunque esta perspectiva (conocida como clima psicológico) ha mostrado
evidencia empírica, diferentes autores han planteado que aunque efectivamente el clima
de comunicación surge desde el individuo, las percepciones de clima se anidan y
fluctúan en las percepciones compartidas con el resto de los miembros del grupo. De
hecho, Falcione et al. (1987) ya planteaban desde la década de los 80, refiriéndose al
clima de comunicación, que el consenso entre los respondientes es crucial para un
entendimiento del constructo, en especial cuando éste es utilizado para evaluar la
comunicación como un atributo de los grupos y las organizaciones.
La necesidad de entender al clima de comunicación como fenómeno radica en que,
además de residir en el nivel individual (psicológico), reside en otros niveles
organizacionales, lo cual se fundamenta en diferentes razones teóricas y metodológicas,
las cuales procedo a referenciar a continuación:
3.3.1.1. El clima y la importancia de su estudio en diferentes niveles
Pese a que en la actualidad se exhibe cierta claridad a la hora de definir el “clima”, en el
marco de las organizaciones, a partir del planteamiento de que éste es el conjunto de
136
percepciones compartidas de las políticas, practicas y procedimientos que una
organización reconoce, apoya y espera que sean desarrolladas a través de la interacción
del grupo (Scheneider & Reichers, 1983; James, Joyce & Slocum, 1988; Reichers &
Schneider, 1990; Schneider, Bowen, Ehrhart, & Holcombe, 2000), llegar a este
acercamiento generó múltiples discusiones sobre cuál debería ser la adecuada unidad
teórica para su análisis (Guion, 1973; James & Jones, 1974; Hellriegel & Slocum, 1974;
Powell & Butterfield, 1978; James, 1982; Mossholder & Bedeian, 1983).
Al principio la organización fue considerada la unidad teórica natural para la
investigación sobre clima (Argjrris, 1958; Forehand & Gilmer, 1964; Leavitt, 1964;
Litwin & Stringer, 1968). Posteriormente se profundizó en la distinción entre clima
psicológico y clima organizacional, como categorías apropiadas para los dos constructos
(James & Jones, 1974). En un tercer momento, aparecieron otro conjunto de constructos
de “clima”, denominados climas de los "subsistemas" (Hellriegel & Slocum, 1974),
climas de "grupo" (Howe, 1977), o climas de "subunidades" (Powell & Butterfield,
1978).
Sin embargo, para efectos investigativos, dos conclusiones fueron dadas. La primera de
ellas tenía que ver con que las múltiples unidades teóricas deben ser reconocidas en la
investigación sobre clima, ya que no sólo cada nivel (individual, grupal u
organizacional) difiere empíricamente de los otros en su proceso de construcción y
medición, sino por la clara diferenciación estructural en los contextos en las cuales estos
fenómenos aparecen. En esta línea, las percepciones del clima representan significados
derivados de cada contexto particular, expresándose a través de las respuestas
individuales y/o colectivas. Esto confirmaría el interés actual por evaluar el clima desde
la visión de múltiples contextos, grupos y características –subclimas- (Glick, 1980).
137
La segunda conclusión plantea que un foco exclusivo sobre el individuo como unidad
teórica en la investigación sobre clima puede ser menos informativo que aquellos
trabajos empíricos, que además incluyen múltiples niveles de análisis, y que avanzan
hacia el análisis de influencia a través de los mismos (Kozlowski & Klein, 2000)
3.3.1.2. La influencia de las características del grupo en la aparición de diferentes climas
Teniendo en cuenta la aparición de considerable evidencia que ha demostrado que
dentro de cada organización, los grupos pueden diferir en sus percepciones de clima en
función de variables tales como jerarquía (Payne & Mansfield, 1973) o ubicación
(Pritchard & Karasick, 1973; Trice & Beyer, 1993), creando múltiples climas al interior
de la organización (Hofstede, 1998), diferentes autores han planteado algunas razones
de peso que sustentan este fenómeno.
Particularmente, James y Cropanzano (1990) sugieren que los individuos observan a los
otros miembros de su grupo y hacen juicios sobre como las políticas, practicas y
procedimientos experimentados por los otros los afectan a ellos. En ese sentido, y en
función del clima de comunicación, las valoraciones que los otros miembros del grupo
hacen de los procesos comunicativos de su organización afectarían significativamente la
propia percepción del individuo, posibilitando la aparición de homogeneidades de
respuesta o, en otras palabras, el desarrollo una cognición compartida del fenómeno
comunicacional.
Schneider y Reichers (1983) propusieron una razón fundamental para entender la
formación de estos “climas colectivos” en las organizaciones. Según ellos, los “climas
colectivos” aparecen en aquellos individuos que comparten esquemas interpretativos
similares (p.e. valores, necesidades o metas) y que sus percepciones son el reflejo de la
138
interacción social al interior y entre los grupos en las organizaciones. Para llegar a estas
conclusiones ellos revisaron tres aspectos básicos en el estudio tradicional del clima en
los grupos:
- La interacción social que conduce a los significados compartidos (el enfoque de
la interacción simbólica);
- La atracción, selección y atrición que conduce a la homogeneidad (el enfoque
ASA), y
- La exposición directa a las mismas políticas, prácticas y procedimientos (el
enfoque estructuralista).
En el enfoque ASA, se cubrirían aquellas características demográficas que, según los
estudios previos, aportan a la generación de un clima del grupo (Tsui, Egan & O’ Reilly,
1992). Esta influencia estaría asociada a un acuerdo de intereses implícito (Tsui, 1994)
y a una despersonalización de los intereses individuales convirtiéndolos en intereses del
grupo.
En esta línea entender la interacción al interior de los grupos como mecanismo de
formación del clima sería fundamental, ya que sería la base para el análisis de la
transformación de las interpretaciones individuales en percepciones compartidas y el
impacto de las características de su entorno de trabajo en este proceso (Rentsch, 1990).
Otro modelo, que aporta al entendimiento de esta influencia del grupo en la generación
del clima es el denominado modelo de “valores de grupo” o “modelo relacional”, en la
cual las personas valoran la membresía al grupo y se adhieren a sus percepciones
comunes mediante los símbolos de identidad y los mecanismos de validación de
comportamientos.
139
Este planteamiento se sustenta en aquellos estudios que han encontrado que los
empleados que interactúan con otros en el mismo grupo de trabajo tienen similares
interpretaciones de los eventos organizacionales, a diferencia de quienes tienen
múltiples interacciones con diferentes grupos de trabajo en la organización.
Según Falcione, Sussman & Herden (1987) el clima de comunicación de un grupo
puede compartir propiedades en común con el contexto más amplio (p.e.
organizacional) pero él en sí mismo tiene sus propias influencias a partir de las
características particulares del grupo tales como tareas, liderazgo y composición.
3.3.1.3. El valor del análisis multinivel en el estudio del clima
Una notable tendencia en la investigación organizacional ha venido emergiendo en los
últimos años con el nombre de perspectiva de niveles (Klein, Dansereau, & Hall, 1994;
Klein, Tosi, & Cannella, 1999; Kozlowski & Klein, 2000; Rousseau, 1985). Ver el
comportamiento organizacional desde una perspectiva de niveles significa considerar
cómo los procesos, desde diferentes niveles de la jerarquía organizacional, afectan el
comportamiento individual, grupal y organizacional. En este punto se hace necesario
reseñar dos factores que han sido responsables por este creciente interés en las
metodologías multinivel:
El primero de ellos es el simple reconocimiento de que los tradicionales modelos en el
nivel individual son mucho mas simples y limitados para explicar de manera precisa
fenómenos tan complejos como los estudiados en las ciencias organizacionales. En ese
sentido hay que indicar que aunque los análisis de las relaciones entre variables en el
nivel individual son la forma más común de modelar relaciones en las ciencias sociales
y éstos han contribuido significativamente al estudio de los fenómenos psicológicos en
las organizaciones, es necesario considerar las limitaciones de este enfoque.
140
- La principal limitación con los análisis de nivel individual es que ellos fallan al
considerar explícitamente el rol de los niveles contextuales superiores sobre los
procesos del nivel individual. Respecto del comportamiento organizacional, esto es
reconocido como una seria limitación, ya que hay buenas razones para entender que
el sistema organizativo afecta un amplio rango de comportamientos individuales
(Rousseau & Fried, 2001).
- La segunda limitación, viene desde el ámbito metodológico, ya que la mayoría de
medidas de clima existentes han sido fundamentalmente recogidas de individuos
anidados dentro de grupos, sin valorar las posiciones del individuo en función de
tales grupos, ignorando los efectos derivados de las relaciones de grupo (cohesión,
comparación, compasión, etc.).
El segundo factor, considerado como generador del creciente interés por las
metodologías multinivel, tiene que ver con la aparición de recientes modelos
estadísticos y programas informáticos que facilitan la puesta a prueba de una amplia
variedad de modelos multinivel (p.e. Bliese, 2002; Bryk & Raudenbush, 1992; Kreft &
De Leeuw, 1998; Snijders & Bosker, 1999). Podríamos acá reconocer el amplio
desarrollo contemporáneo de herramientas para la evaluación de fenómenos
organizativos mediante modelos de composición.
En el caso específico del nivel de análisis grupal, diferentes estudios centrados en el
nivel grupal, han sido conducidos utilizando variables de nivel individual que han sido
agregadas mediante procedimientos estadísticos estandarizados. Este interés por el
análisis al nivel de grupo se da porque que el proceso de agregación a este nivel crea el
potencial para la identificación y modelamiento de fenómenos emergentes.
141
Así mismo estas herramientas han brindado la posibilidad de evaluar relaciones de
influencia entre diferentes niveles de análisis. Este tipo de análisis conocidos como
cross-level, tradicionalmente, involucra evaluaciones de cómo una variable de un nivel
más alto influye en los resultados o relaciones con un nivel inferior.
Diferentes estudios contemporáneos han utilizado este tipo de modelos y diferentes
programas e instrumentos estadísticos para probar fenómenos asociados a variables
como la ciudadanía organizacional (Kidwell, Mossholder, & Bennett, 1997), la eficacia
colectiva (Jex & Bliese, 1999), el liderazgo compartido (Bliese & Britt, 2001), la
justicia procedimental (Mossholder, Bennett, & Martin, 1998), la seguridad (Hofmann
& Stetzer, 1996, 1998), la satisfacción con los servicios de salud (Jimmieson & Griffin,
1998), el apoyo social (Bliese & Castro, 2000), entre otros.
3.3.1.4. El clima de comunicación en el nivel grupal
El clima organizacional ha sido utilizado frecuentemente para referirse a una amplia
categoría de variables organizacionales y perceptuales que reflejan las interacciones
entre individuos y organización (Howe, 1977) y que afectan el comportamiento de los
individuos en su lugar de trabajo (Field & Abelson, 1982; Jones & James, 1979;
Schneider, 1975).
En este panorama, el estudio del “clima”, se ha abordado principalmente como un
fenómeno de los grupos, ya que según diversos autores, éste es por naturaleza el nivel
social primario para la puesta a prueba de los modelos de influencia del clima, hecho
que ocurre no sólo por la conceptualización misma del fenómeno como una “percepción
compartida”, sino por la existencia de trabajos que han demostrado la existencia de una
142
serie de condiciones propias de los grupos que conllevan a la aparición del clima, como
los procesos de socialización, la interacción entre líderes y miembros, y la interacción
social entre los miembros de la unidad (González – Roma, Peiro & Tordera, 2002).
Este abordaje del clima como un fenómeno propio de los grupos también ha sido
asumido en el estudio de los climas particulares, y en especial en los últimos años donde
nos encontramos con una amplia gama de trabajos que se orientan al estudio del clima
en función de múltiples segmentaciones del mismo (de seguridad, de apoyo, de justicia
procedimental, de comunicación entre otros). Este interés por el estudio de los
diferentes tipos de clima, guarda coherencia con el planteamiento de Schneider (1975),
quien indicó que el “clima” es un área de investigación general que permite que un
amplio número de climas sean identificados dependiendo del criterio de interés.
De manera particular, Poole (1985) planteó que, aunque se fundamenta en los mismos
principios conceptuales y metodológicos del clima en general, el “clima de
comunicación” tiene la suficiente evidencia empírica de que sus dimensiones son
independientes del resto de las dimensiones utilizadas en la medición del clima en
general por su relación directa con la comunicación como un fenómeno particular de la
organización.
Ahora bien, respecto de la pregunta sobre ¿cuál debe ser la adecuada unidad teórica y de
análisis para el estudio del “clima de comunicación”?, Smidts, Pruyn y Van Riel (2001),
a partir de la distinción hecha entre clima psicológico y clima organizacional,
plantearon que el clima de comunicación puede residir tanto en el nivel individual como
en el grupal, ya que éste puede reflejar la percepción individual o compartida que los
miembros de un colectivo tiene sobre las relaciones de comunicación en sus
organizaciones.
143
Así mismo, y fundamentándonos en la definición que indica que el clima de
comunicación es el reflejo compartido de las percepciones e interpretaciones que los
individuos tienen de las interacciones de comunicación en un colectivo (Hecht, 1978) y
el tono emocional de estas relaciones de comunicación entre las personas que
interactúan, se puede decir que el clima de comunicación es un fenómeno que además
de generarse en el nivel individual puede residir en el nivel grupal, ya que, basados en la
teoría de la dinámica de grupos, los procesos de socialización llevarían a que los
miembros compartan sus percepciones de manera informal y perciban las reacciones
afectivas de sus compañeros ante las prácticas de comunicación de la organización.
En este punto se asume que los compañeros se convierten en agentes claves de la
socialización, proveyendo información sobre cómo ellos ven las características
comunicativas, como otros las perciben y cuál es la posición del grupo respecto de las
mismas en comparación con otros grupos.
Sin embargo, y pese a que estos autores coinciden en que el clima de comunicación es
un fenómeno que podría residir en los dos niveles (individual y grupal) y que ambas
serían unidades teóricas adecuadas para su estudio, sólo un trabajo, en cerca de 20 años
de investigación sobre el tema, ha explorado la posibilidad de estudiar este constructo
en el nivel grupal mediante técnicas de agregación multinivel.
Para llegar a la conclusión anterior se hizo un análisis de aquellos trabajos que han
incluido la variable clima de comunicación en sus modelos de relaciones. Esta revisión
se hizo mediante una lectura detallada de 24 investigaciones realizadas entre 1986 y
2006, las cuales incluyen como una de las variables de estudio al clima de
comunicación. Los trabajos fueron reportados por la base de datos PSYCHINFO, al
144
utilizarse como criterio de selección la aparición de las palabras “communication
climate” en el título, palabras clave o en el abstract.
De los 24 estudios revisados 4 de ellos asumen el fenómeno desde una perspectiva
teórica organizacional, 3 desde una perspectiva teórica grupal y 17 desde una
perspectiva teórica individual. Es de señalar aquí que aquellos trabajos que abordan el
fenómeno teóricamente desde el nivel organizacional o grupal no hacen referencia
explícita a ningún procedimiento de análisis de datos que demostrará la posibilidad y
permitiera agregar los datos individuales obtenidos a un nivel superior de análisis.
A ese respecto, sólo uno de los estudios revisados hace una declaración sobre el uso de
técnicas multinivel para verificar la probabilidad de abordar el fenómeno “clima de
comunicación” a nivel grupal, pero son explícitos al informar que sus resultados no eran
adecuados para llevar a cabo un análisis en este nivel: “Los análisis de correlación
intraclase (ICCs) y de acuerdo entre jueces (r*wg) nos permitieron concluir que en
nuestro estudio el nivel individual era el apropiado: Las correlaciones intraclase
fueron bastante bajas (entre .05 y .25) y el acuerdo entre jueces estuvo por debajo del
valor mínimo recomendado de .70. Estos resultados mostraron que las percepciones no
fueron lo suficientemente homogéneas para garantizar la agregación. Por esto el
modelo fue probado en el nivel individual” (Smidts et. al, 2001).
Esta salvedad hecha por los autores, expresa el valor metodológico que tiene para la
investigación de cualquier variable a nivel de grupo el principio de que sólo debe
analizarse empíricamente un fenómeno como variable grupal, cuando se confirma la
posibilidad de agregar las percepciones compartidas de los miembros y el grado de
acuerdo en sus respuestas.
145
Teniendo en cuenta estos antecedentes, así como el valor que tiene para la investigación
futura la comprobación empírica de la existencia del clima de comunicación a nivel de
grupo, hemos optado por estudiar este fenómeno en este nivel de análisis, haciendo uso
de herramientas actuales para el desarrollo de modelos multinivel.
Así mismo, y teniendo en cuenta que en el capítulo anterior se presentaron los
resultados de un estudio en el que se confirmó la influencia del clima de comunicación
sobre la identificación organizacional (a nivel individual) y el papel que en esta relación
tiene la apertura y confianza en la comunicación con la dirección, también es propósito
de este estudio probar de nuevo esta relación, pero desde un enfoque multinivel que nos
permita confirmar el grado de influencia que la percepción de los procesos
comunicativos de la organización tiene sobre la identificación organizacional, según el
nivel estudiado (individual o grupal), objetivo para la cual se emplearán procedimientos
que han sido utilizados previamente en los análisis cross level.
Este interés en el estudio de las diferencias en las influencias entre ambos fenómenos,
según el nivel de estudio se basa en los estudios previos de George (1990) que han
provisto evidencia que los comportamientos individuales de los miembros de un
colectivo son afectados por variables preceptúales de nivel grupal y por el tono afectivo
de sus relaciones interpersonales. Según esta autora el mecanismo a través del cual las
variables percibidas por el grupo afectan las percepciones y comportamiento
individuales depende de si el tono afectivo del grupo es positivo, ya que esto conlleva a
un entorno de trabajo más atractivo para los miembros, facilitando la aparición de tales
percepciones.
146
3.3.2. Método
3.3.2.1. Participantes
Como se indicó en el capítulo 3.1., la presente investigación se desarrolló en el marco
de una compañía suramericana del sector automotriz, representante de dos
corporaciones multinacionales, y constituida por tres organizaciones diferentes
dedicadas a diferentes actividades productivas y administrativas propias del sector de
los automóviles.
A diferencia de los estudios anteriores, y para efectos del análisis multinivel requerido,
en el presente trabajo se utilizó la muestra completa, constituida por las tres
organizaciones y su distribución por unidades de trabajo. La población, la muestra
participante y el número de unidades identificadas en cada una de las organizaciones (A,
B y C) se encuentra descrito en la tabla 14.
Teniendo en cuenta que una implicación clave de la conceptualización de los sistemas
organizacionales es que los procesos grupales de los equipos deben ser considerados
como fenómenos multinivel (Kozlowski y Klein, 2000), en primer lugar vamos a
analizar la posición que ocupa el equipo de trabajo en nuestro estudio, ya que los
equipos de de trabajo de estas organizaciones están compuestos por personas que a su
vez están inmersos en una estructura organizacional (Figura 6).
147
Tabla 14 Descripción de la muestra (Estudio 3)
A B C Total
Población 780 424 163 1367 Muestra 556 325 133 1014
Tasa de respuesta 71.3 % 76.7 % 81% 74 % Básica primaria --- 15 (2.7. %) --- 15 (1.5%)
Secundaria --- 396 (71.2%) 1 (0.8%) 397 (39.2%) Técnico 50 (15.4 %) 14 (2.5 %) 6 (4.5 %) 160 (15.8%)
Profesional 166 (51.1%) 104 (18.7 %)
96 (72.2%) 289 (28.5%)
Especializado 98 (30.2 %) 27 (4.9 %) 30 (22.6%) 128 (12.6%)
Nivel educativo
Sin responder 11 (3.3%) --- --- menos de 1 año 11 (3.4%) 28 (5%) 13 (9.8 %) 52 (5.1%) entre 1 y 5 años 134 (41.2%) 291 (52.3%) 58 (43.6%) 483 (47.6%)
entre 6 y 10 años 63 (19.4%) 72 (12.9%) 22 (16.5%) 157 (15.5%) entre 11 y 20
años 84 (25.8 %) 119 (21.4
%) 19 (14.3%) 222 (21.9%)
Años en la organización
mas de 20 años 33 (10.2 %) 34 (5.9 %) 21 (15.8%) 88 (8.6%) Total divisiones 3 7 6 16 Total unidades 15 24 6 45
Figura 6. Estructura jerárquica de niveles de anidamiento en las organizaciones estudiadas (Estudio 3)
Para los fines de este análisis solo se consideraron las unidades, cuyos empleados solo
dependían de un “superior inmediato”. No se consideró la posibilidad de agrupar toda
una división, con sus distintos niveles jerárquicos, ya que dificultaría el proceso de
agregación de medida. Adicionalmente y por recomendaciones metodológicas para
ORGANIZACIÓN
Divisiones
Individuos
Equipos
148
este tipo de análisis multinivel que se realizarán el número mínimo de grupos
(unidades) requeridas a de ser de 30 y en la presente muestra dicho número sólo lo
suplen las unidades.
El tamaño promedio de las unidades, su rango y su composición se encuentran
referenciadas en las tablas 15, 16 y 17.
Tabla 15 Tamaño promedio, rango y composición de las unidades que conforman la Organización 1
Organización Tamaño
promedio Rango
1 37,06 15 - 78
Nombre unidad n Electricidad 21 Pruebas 16 Motores 54 Conversión 36 Ajustes 15 Preparación pintura 33 Masillas 22 Aspersion 31 Pintura 54 Cataferesis 41 Ajustes pintura 22 Preparación soldadura 57 Corte 42 Marcado 34 Solde 78 Total 556
Tabla 16
Tamaño promedio, rango y composición de las unidades que conforman la Organización 2
Organización Tamaño
promedio Rango
2 13,54 4 - 31
Nombre unidad n Presidencia 5 Vicepresidencia Producción 4 Vicepresidencia Logística 8 Vicepresidencia Comercial 7 Vicepresidencia Administrativa 7 Subdirección Ensamble 14 Subdirección Pintura 17 Subdirección Soldadura 19 Contabilidad 14 Pagos 9 Cartera 12
149
Proyección 5 Recaudo 16 Proveedores 7 Dirección Calidad 10 Desarrollo Profesional 20 Selección y vinculación 25 Bienestar Laboral 31 Responsabilidad Social 16 Planeación Corporativa 7 Diseño y Desarrollo 24 Proyectos 14 Relaciones Internacionales 10 Dirección Compras 24 Total 325
Tabla 17
Tamaño promedio, rango y composición de las unidades que conforman la Organización 3
Organización Tamaño
promedio Rango
3 22,16 7 – 62
Nombre unidad n Dirección Jurídica 9 Dirección Comercial Renault 62 Dirección Comercial Toyota 27 Dirección Financiera 17 Almacen Central de Repuestos 7 Dirección de Recursos Humano 11 Total 133 Los criterios de obtención de datos, para garantizar una adecuada tasa de respuesta así
como para preservar la confidencialidad de las respuestas en su recolección y análisis
fueron descritos en los capítulos 3.1. y 3.2.
3.3.2.2.Medidas
Identificación organizacional (Medida de nivel individual)
Para el análisis de esta variable en el presente estudio, se empleó el cuestionario de
medición desarrollado dentro el modelo de evaluación organizativa ASH (Quijano et.
al., 1997) y descrito en el primer estudio. En este tercer estudio, donde se utilizó la
muestra completa el instrumento reportó un resultado satisfactorio en cuanto a su
fiabilidad (α= .83).
150
Clima de comunicación (Medida de nivel grupal)
En el presente estudio se utilizó la escala ajustada según las conclusiones del primer
estudio, para garantizar el uso de un instrumento con mayor potencia. En este sentido se
ha utilizado la escala final compuesta por 14 ítems y agrupada en las 3 dimensiones
propuestas en las conclusiones del capítulo 3.1. Es de resaltar acá que, en vista de que el
nivel de análisis para esta variable en este estudio es el grupo, los ítems aplicados
corresponden a la percepción compartida de los individuos encuestados.
- Apertura y confianza en la comunicación con la dirección, mediante 6 ítems. Ej:
“Cuando nuestro jefe nos dice algo, él es sincero y honesto con nosotros” y
“Nuestro jefe está abierto a las sugerencias que nosotros le damos”.
- Satisfacción con la información recibida, mediante 5 ítems. Ej: “Normalmente la
información que recibimos de la empresa es sobre temas sin importancia”
- Apertura y confianza en la comunicación con los compañeros, mediante 3 ítems Ej:
“Que cuando nuestros compañeros nos dicen algo ellos nos dicen la verdad”.
En este estudio, donde se utilizó la muestra completa el instrumento reportó un
resultado satisfactorio en cuanto a su fiabilidad (α= .78, para la escala general; y α= .84;
.83, .76, para cada una de sus dimensiones).
3.3.2.3. Procedimiento
Respecto del tipo de análisis, en este trabajo se utilizará una técnica multinivel con dos
propósitos fundamentales: agregar las percepciones individuales del clima de
comunicación en percepciones compartidas de la unidad, y de igual forma, determinar
la influencia de dicha percepción compartida en otro constructo (la identificación
organizacional).
151
Una conceptualización multinivel como la que se lleva a cabo con ambos constructos
exige que tanto la unidad teóríca como la unidad de análisis sean consistentes; ya que
esta perspectiva de niveles necesita que los constructos, datos y análisis sean alineados
según el nivel en el que las conclusiones se obtienen (Kozlowski y Bell, 2003).
Las unidades que acaparan el interés teórico de análisis y que van a marcar nuestros
niveles de referencia y de operacionalización de las variables independiente y
dependiente y el nivel en el que deben realizarse las generalizaciones (González-Romá
y Peiró, 1992), son, para el clima de comunicación las unidades de trabajo y para la
identificación organizacional los individuos
Teniendo en cuenta que en la actualidad, se identifican tres modelos básicos de
investigación multinivel: modelos de composición, modelos transnivel y modelos
multinivel, vale la pena indicar que para efectos del presente análisis se utilizará tanto
un modelo de composición como un modelo transnivel, ya que el propósito es
especificar la relación que existe entre variables que se hallan en niveles diferentes, y
que supuestamente son funcionalmente similares.
Para garantizar la adecuada agregación de medida de los valores obtenidos para la
variable clima de comunicación en el nivel individual, como medida del grupo se
utilizan tres métodos, los cuales se citan a continuación:
- Índice de Correlación Intraclase (ICC), es una medida de fiabilidad
(consistencia) que indica el grado en que las respuestas de los miembros de las
unidades son consistentes.
152
- Índice de Acuerdo entre Jueces (RWG), el cual compara la varianza de las
puntuaciones totales de los sujetos en la variable a agregar con la varianza de una
distribución uniforme. Nos indica homogeneidad en el equipo.
- Índice de Desviación Promedio (ADI): Esta es una medida de las desviaciones
absolutas de los ítems de la escala respecto a la media (o mediana) y se considera
como un indicador de dispersión (si hay poca dispersión se considera como
homogeneidad).
Con estos métodos se trata de evaluar la homogeneidad o baja dispersión para obtener
así un respaldo en la agregación de las medidas y obtener valores que realmente
representen a la unidad.
Ahora bien, y teniendo en cuenta que las relaciones entre la variables de nivel grupal,
como el clima de comunicación, con variables de nivel individual, como la
identificación organizacional, requieren modelos estadísticos que provean estimados de
las relaciones entre variables operacionalizadas en diferentes niveles (James &
Williams, 2000; Rousseau, 1985) procedo a presentar el enfoque metodológico
utilizado.
Aunque los análisis cross-level pueden realizarse usando una variedad de enfoques, los
Modelos Lineales Jerárquicos, (HLM, por sus siglas en inglés) fueron diseñados
específicamente para aquellos modelos que vinculan las características de los individuos
con las características de los grupos en los cuales se encuentran anidados (Bryk &
Raudenbush, 1992).
153
Cuando un HLM es aplicado a la investigación organizacional, las preguntas sobre las
relaciones cross level en estudios multinivel pueden ser formuladas en modelos de
interceptos aleatorios de dos niveles (two-level random intercept) o en modelos de
regresión de pendientes aleatorias (random regression slope) (Bryk & Raudenbush,
1992; 84–86).
De manera específica, el modelo de interceptos puede ser aplicado cuando los
predictores clave, en este caso el clima de comunicación, se encuentran en el nivel de
grupo y la variable resultado, en este caso la identificación, es medida en el nivel
individual. Según diversos autores si los datos son analizados sólo en el nivel individual
y se ignora el anidamiento de los individuos en sus grupos de trabajo, los errores
estándar son subestimados y el riesgo de errores Tipo I se incrementan. Así mismo si los
datos son agregados y analizados sólo en el nivel de grupo (por ejemplo utilizando las
medias del grupo) los efectos de los predictores a nivel individual son excluidos y los
efectos encontrados pueden ser diseccionados o ineficientes (Bryk & Raudenbush,
1992, p. 86).
Los modelos de interceptos permiten que estos problemas se eviten y que los resultados
en el nivel individual puedan ser valorados en función de las características de los
individuos y sus grupos de trabajo.
Con base en los planteamientos anteriores una serie de análisis fueron desarrollados
para probar que el clima de comunicación varía dependiendo de cada grupo de trabajo y
que así mismo el clima de comunicación a nivel de grupo explica de manera predictiva
la identificación organizacional de cada uno de los miembros de estos grupos.
154
3.3.3. Resultados
Para probar la hipótesis H2 se hizo necesario agregar las puntuaciones de cada uno de
los empleados de la muestra al nivel de su unidad, en lo relativo a la variable “clima de
comunicación”.
Para ello previamente se evaluó la homogeneidad de los equipos y se estudió la
viabilidad de la agregación con diferentes métodos, tal y como lo propone la literaura
reciente (Kozlowski & Klein, 2000). De esta manera se obtuvo el coeficiente de
correlación intraclase ICC(1), la media del índice de correlación interjueces R *wg(J )
y la media del indice de desviación promedio AD M(J ), en la línea con una serie de
estudios recientes (González-Romá, Peiró y Tordera, 2002; Klein, Conn, Smith, &
Sorra, 2001; Lovelace, Shapiro y Weingart, 2001; Nauman y Bennett, 2000; Pelled,
Eisenhardt y Kim, 1999; Schneider, Salvaggio y Subirats, 2002).
3.3.3.1. Coeficiente de Correlación Intraclase (ICC)
A partir del Análisis de Varianza de un Factor (ANOVA), se obtuvieron los siguientes
valores del coeficiente de correlación intraclase ICC para cada la variable con respecto a
los equipos en estudio:
Tabla 18
Coeficiente de correlación intraclase –ICC- Variable clima de comunicación (Estudio 3)
Suma de cuadrados Gl
Media cuadrátic
a F Sig. ICC 1 CLIMA COMU
Inter-grupos
154.860 89 1.740 1.989 .000 .14
Intra-grupos
420.723 481 .875
Total 575.582 570
155
En este sentido hay que indicar que este índice presenta un resultado que aunque
ajustado se encuentra dentro de los rangos de aceptabilidad propuestos (Entre 0,12 y
0,20).
3.3.3.2. Índice de Acuerdo entre Jueces (r *wg (J ))
Igualmente para demostrar el acuerdo intragrupal se ha obtenido de valor del índice de
acuerdo entre jueces (r *wg (J )). (Tabla 19)
Tabla 19
Desviaciones típicas y medias del Índice de Acuerdo entre Jueces para los equipos de trabajo en la variable Clima de Comunicación (Estudio 3)
DT r *wg(J )
CLIMA COMU
0.30 0.93
En este punto vemos como el valor del (r *wg (J )) está muy por encima del criterio de
0,70 para cada una de las variables y es coherente con los criterios de significación
estadística del Índice (Dunlap:2003)
3.3.3.3. Indice de desviación promedio (Average Deviation Index): ADI
Finalmente se obtuvo como medida del consenso del equipo una media del índice de
desviación promedio AD M(J ) para la variable “CLIMA DE COMUNICACIÓN”
(Tabla 20).
Tabla 20 Indice de desviación promedio (ADI) para la variable Clima de Comunicación
(Estudio 3)
DT AD
M(J ) CLIMA COMU
0.04 0.83
156
Dado que nuestra variable era medida a partir de una escala con cinco posibles opciones
de respuesta, se considera como un aceptable acuerdo intra-equipo aquellos que
reportan índices de desviación promedio inferiores o iguales a 1 (González-Romá, et al.,
2002). En este sentido los resultados obtenidos del índice AD M(J ) muestra un valor
de acuerdo intragrupal adecuado.
Ahora y teniendo en cuenta que el análisis posterior es una análisis de carácter
multinivel (jerárquico) con un constructo de nivel individual (identificación
organizacional) –nivel 1- y un constructo de nivel grupal (Nivel 2, conformado por las
percepciones colectivas de la variable clima de comunicación que tienen los individuos
anidados en cada una de las 45 unidades), se procedió al uso de un Hierarchical Linear
Modeling para analizar los datos, después de justificar la agregación de los daatos de
nivel individual en la variable de nivel grupal.
El análisis inició primero determinando el intercepto y la tendencia que describe la
relación entre el clima de comunicación como predictor y la identificación
organizacional como variable dependiente en cada unidad de trabajo. A este tipo de
análisis se le conoce como análisis de Nivel 1 o intragrupo. Los valores del intercepto y
la tendencia de este análisis fueron luego utilizados como variables dependientes en el
análisis entre grupos de nivel 2. Estos análisis se llevaron a cabo utilizando el sistema
estadístico SAS (Statistical Analysis System) mediante el programa PROC MIXED.
La hipótesis H2 en este caso pretende hacer predicciones sobre la variable de nivel
grupal (clima de comunicación) y la relación con la identificación organizacional como
constructo de nivel individual. Para esto fue necesario inicialmente determinar si existía
varianza significativa entre los grupos respecto de la identificación como variable
dependiente
157
Para esto se calculó un modelo nulo sin predictores para la variable identificación
organizacional con el fin de determinar la significancia de la varianza residual del
intercepto del nivel 2. En este sentido el resultado obtenido fue de 1.31. La prueba del
Chi cuadrado demostró además que estos valores eran lo suficientemente diferentes de 0
(p < .01). Este valor indica que hubo diferencias significativas entre los grupos de
trabajo para la variable identificación.
El valor del residual 14.18 también fue significativo indicando que existe una variación
significativa entre los empleados que conforman cada unidad.
Los resultados del HLM (Hierarchical Linear Modeling) están expresados en las
siguiente Tablas. En esta se puede ver el intercepto para el modelo nulo, así como el
modelo con los efectos principales en el Nivel 1 y el modelo con los efectos principales
en el nivel 1 más los efectos principales en el nivel 2
Tabla 21
Resultados del HLM (Hierarchical Linear Modeling) (Estudio 3)
Variable Intercepto Efectos
principales Nivel 1
Efectos principales Nivel 1 y Nivel 2
Intercepto 14.27*** 15.76*** 16.34*** Nivel 1
Clima de comunicación (individuos) .04** .05*
Nivel 2 Clima de comunicación (unidad) - .05*
Varianza entre grupos 1.26** 1.51** .72* Varianza intragrupos 12.62*** 10.96*** 10.96***
-2 log de la verosimilitud restringida 2,851.33 2,811.13 2,748.02 Criterio de información de Akaike
(AIC)
1,12.26 1,775.80 1,779.54
Criterio Bayesiano de Schwarz 1,876.47 1,892.01 1,896.68 *p < .05 **p < .01 ***p <.001
158
3.3.4. Discusión
Tal y como se planteó en la fundamentación teórica del presente estudio, diferentes
autores interesados en la explicación del clima de comunicación como fenómeno de las
organizaciones, han coincidido en formular continuamente su inquietud sobre cuál debe
ser la adecuada unidad de análisis para el estudio del clima de comunicación. Así
mismo y teniendo en cuenta las invitaciones hechas por otros investigadores para
explorar estos fenómenos desde niveles diferentes al nivel individual, haciendo uso de
la nueva perspectiva metodológica que brindan los análisis multinivel, el primer reto del
presente estudio se enfocó en determinar la viabilidad de configurar la variable clima de
comunicación como una variable anidada en el nivel grupal.
En este sentido se concluye que, con los datos del presente estudio en el cual se pueden
observar 1014 individuos anidados en 45 unidades de trabajo, los resultados, producto
de los respectivos análisis en un modelo de composición, permitieron determinar que,
efectivamente, el clima de comunicación puede configurarse como una variable de nivel
grupal a partir de la agregación de medida de las percepciones individuales de los
miembros de cada unidad.
Este hallazgo es significativo ya que, aunque teóricamente desde hace cerca de 30 años
se ha venido postulando que el clima de comunicación es el reflejo compartido de las
percepciones e interpretaciones que los individuos tienen de las interacciones de
comunicación en un colectivo, la revisión retrospectiva de los estudios al respecto
evidenció que en este período sólo un trabajo había explorado el fenómeno como una
variable de nivel grupal a través técnicas multinivel y, desafortunadamente, los
resultados de dicho trabajo (Smidts et. al, 2001) no permitieron agregar dichas medidas
optando por un estudio en el nivel individual.
159
Ahora bien, y más allá del aporte metodológico del presente estudio, los resultados que
confirman la viabilidad de la agregación de medida también expresan un interesante
significado teórico. Los resultados confirman que la percepción y valoración específica
que el individuo hace del clima de comunicación no es independiente de la valoración
integral de su grupo sino que existen percepciones compartidas y que tales podrían
influenciar la percepción individual.
Este planteamiento estaría en la línea de aquellos estudios que han encontrado que los
empleados que interactúan con otros en el mismo grupo de trabajo tienen similares
interpretaciones de los eventos organizacionales, por la capacidad de los compañeros
para transmitir información sobre como ellos ven las características comunicativas, y
cuál es la posición del grupo respecto de las mismas en comparación con otros grupos.
Este fenómeno confirmaría entonces que las valoraciones que los otros miembros del
grupo hacen de los procesos comunicativos de su organización afectarían
significativamente la propia percepción del individuo, posibilitando la aparición de
homogeneidades de respuesta o, en otras palabras, el desarrollo una cognición
compartida del fenómeno comunicacional.
Este hallazgo abre una nueva perspectiva de investigación que debería orientarse a la
determinación de las características de los individuos, de su entorno de trabajo y de las
particularidades de la interacción entre ellos dentro de su grupo (edad, tipo de tarea,
cercanía, configuración de la unidad, etc.) en la aparición de diferentes climas de
comunicación.
160
Ahora bien, y adicional a este primer hallazgo, debe indicarse que tal y como lo indica
la tabla 21, y coherente con los hallazgos del estudio presentado en el capítulo 3.2. de la
presente Tesis Doctoral, la principal contribución de este estudio fue la demostración
de que las percepciones agregadas del clima de comunicación dentro de una unidad de
trabajo están relacionadas significativamente con la identificación organizacional en el
nivel individual.
Los hallazgos de este estudio proveen evidencia entonces de que existen percepciones
compartidas entre los miembros de cada unidad respecto de las características del
entorno, mensajes y eventos comunicativos que ocurren en la empresa y que dichas
percepciones tienen un efecto en el orgullo de pertenecer a la organización, en la
conciencia de membresía y en el deseo de seguir perteneciendo al mismo.
Estos hallazgos guardan relación con los planteamientos de Ashforth y Mael (1989), en
los cuales las características de formación de los grupos, tales como su historia común,
el vínculo, la similitud y la interacción interpersonal tendrían también efectos sobre la
identificación organizacional. En este sentido podría decirse que la influencia del clima
de comunicación en el nivel grupal sobre la identificación podría estar determinada por
estos aspectos constitutivos del grupo y que quizás los mismos grupos inducen en
alguna medida el estado de identificación al individuo a través de las interacciones
persuasivas de sus compañeros.
Este hallazgo, adicionalmente incrementa la potencial importancia que tendría el clima
de comunicación agregado en anidamientos superiores para la explicación de otros
fenómenos de nivel individual en las organizaciones.
161
3.3.4.1. Implicaciones para los directivos
Los hallazgos derivados del presente estudio han sugerido el rol fundamental que juegan
las percepciones colectivas del clima de comunicación en la aparición de diferentes
niveles de identificación organizacional, hecho que deja importantes consideraciones a
tener en cuenta por los directivos.
En primera instancia, es de señalar acá que antes de desplegar los diferentes medios y
mensajes que la organización utiliza como estrategias de estimulo a la identificación de
los empleados con la compañía, los directivos y profesionales de la comunicación deben
tener un conocimiento no solo del perfil individual de sus empleados sino de la
composición y características de los grupos (áreas, unidades o divisiones) que
constituyen la organización, ya que cada una de ellas podría determinar en alguna
medida el efecto de tales acciones y permitiría identificar oportunamente los vacíos
comunicativos de dichos grupos.
El reconocimiento, y monitoreo de estos grupos se constituye en una valiosa estrategia,
ya que podría definir targets internos a partir del conocimiento de la percepción
compartida de las características de comunicación que tiene cada grupo, la cual, como
se evidenció en el presente estudio puede diferir ampliamente de una unidad a otra.
Adicionalmente, y teniendo en cuenta que el clima de comunicación percibido por un
individuo podría estar altamente influenciado por el grupo en el cual se encuentra
adscrito, el trabajo de identificar las percepciones que los grupos organizacionales
tienen de las características comunicativas, podría incluir la detección de lideres innatos
al interior de estos grupos, los cuales se pueden constituir en agentes claves de la
socialización de los mensajes fundamentales de la organización y de información
objetiva sobre el contexto comunicacional.
162
No sobra recordar, adicionalmente, que derivado de las conclusiones del estudio
anterior (Capítulo 3.2.) todas estas acciones deben estar enmarcadas dentro un ambiente
de sinceridad, honestidad y coherencia entre la información recibida y la veracidad de
su contenido, ya que de acuerdo con los resultados del presente estudio estas
condiciones percibidas por los individuos también podrían ser transmitidas entre los
compañeros de trabajo al interior de las unidades, impidiendo el efecto esperado de una
comunicación favorables en la creación de identificación.
3.3.4.2. Limitaciones e implicaciones para la investigación futura
Como primera limitación debemos indicar el hecho de que para el presente estudio se
utilizó la escala de Clima de Comunicación, reconfigurada y validada en el capítulo 3.1.
y utilizada en el capítulo 3.2., la cual se fundamenta en ítems sobre los cuales se solicita
la calificación del individuo al Clima de Comunicación en términos de su percepción
particular. Es recomendable que para futuras investigaciones dicha escala sea redactada
en términos de la percepción que el individuo considera tiene su unidad frente a la
comunicación, ya que esto daría mayor coherencia con la unidad de análisis: el grupo.
De otro lado, y aunque diferentes pruebas se aplicaron para determinar si la agregación
de medidas al nivel de grupo eran apropiadas, el presente estudio no considero otras
variables de grupo que podrían contribuir a la variación en de la identificación
organizacional, tales como tamaño de los grupos, la cercanía entre sus miembros o el
grado de interacción. Sin embargo, este tipo de factores debe motivar a las
investigaciones futuras para continuar explorando a los grupos y sus características
como un espacio propicio para la formación de climas de comunicación.
163
Adicionalmente, también se espera que los resultados de este estudio motiven a otros
investigadores del comportamiento organizacional a explorar la formación de climas de
comunicación en niveles superiores a las unidades (p.e. divisiones, sucursales u
organizaciones) ya que tales niveles podrían presentar variaciones en la aparición del
mismo, así como en las relaciones de influencia que éste puede generar en las variables
dependientes.
Debe anotarse también que, ya que en el presente estudio pudo encontrarse una relación
positiva y significativa del clima de comunicación (anidado en el nivel de unidades) con
uno de los estados deseables del comportamiento de los individuos en las
organizaciones, la identificación, deberían estudiarse otras relaciones del constructo en
estos niveles jerárquicos en función de otros fenómenos organizacionales, como el
compromiso, la satisfacción laboral, etc.
Estos trabajos también podrían motivar al estudio de la interrelación de dos
componentes que fueron incluidos en el presente estudio, pero analizados de manera
independiente. De un lado la revisión del clima de comunicación desde niveles
superiores al individuo (clima grupal u organizacional) y de otro la determinación de
cuál de las dimensiones propuestas para la medición del clima de comunicación es la
determinante en la relación de influencia que dicha variable tiene con la identificación.
Explorar estos dos aspectos de manera combinada podría llevar en un futuro a
profundizar aún más en el origen del poder predictivo del fenómeno comunicacional.
164
3.4. LA CALIDAD DEL SISTEMA FORMAL DE COMUNICACIÓN INTERNA
DE LAS ORGANIZACIONES ESTUDIADAS Y SU RELACIÓN CON EL
CLIMA DE COMUNICACIÓN
165
3.4.1. Introducción
Sin lugar a dudas, y tal y como se ha referenciado en los capítulos anteriores, el clima
de comunicación (psicológico y de grupo) como fenómeno observado a partir de la
percepción que los individuos tienen del entorno y los fenómenos comunicativos en sus
organizaciones se ha mostrado como una importante variable para el estudio de la
comunicación en el ámbito de las organizaciones, y de manera especial en el marco de
la presente Tesis Doctoral donde se ha profundizado en la capacidad predictiva de estas
percepciones -tanto a nivel individual como de grupo- sobre la identificación de los
empleados con sus compañías .
De manera particular, en el estudio descrito en el capítulo 3.2. se pudo comprobar no
sólo la indudable influencia del clima psicológico de comunicación como variable
predictora de la identificación, sino la aportación específica de cada una de sus
dimensiones, concluyendo que el sentimiento de identificación del empleado con su
empresa depende mas de la valoración que el individuo hace de la relación
comunicativa con los directivos que la que hace de este tipo de relaciones con sus
compañeros.
Así mismo en el capítulo 3.3. esta relación fue probada nuevamente pero haciendo uso
de técnicas multinivel, las cuales permitieron confirmar que, adicional a su tradicional
análisis en el nivel individual (clima psicológico), el clima de comunicación puede y
debe estudiarse como una variable de nivel grupal, en la medida en que la percepción y
valoración específica que el individuo hace del clima de comunicación no es
independiente de la valoración integral de su grupo sino que existen percepciones
compartidas y que tales podrían influenciar la percepción individual.
166
Ahora bien, y aunque ambos estudios son un valioso aporte al conocimiento de las
influencias de la comunicación sobre el proceso de identificación, su foco se ha
limitado, hasta este punto, a la función perceptiva que tienen los individuos, es decir a la
exploración de la comunicación desde una perspectiva más psicológica.
En ese sentido y teniendo en cuenta que estas percepciones surgen de individuos que se
enmarcan en diferentes organizaciones, con características comunicativas particulares,
consideramos necesario ir un paso más allá de la exploración de estas percepciones,
enfocando este estudio final hacia la determinación de las características del sistema
formal de comunicación interna de cada una de las organizaciones en las cuales estos
individuos desarrollan sus actividades laborales.
De esta manera, el estudio que será descrito en el presente capítulo ha atendido la
invitación hecha por Jones, et al. (2004), de que es necesario avanzar en dos vías, tanto
en el nivel micro (donde los estudios despliegan y evalúan características individuales
de los procesos comunicativos) como en el macro (donde los estudios valoran las
direcciones, contenidos y objetivos de los flujos de comunicación organizacional).
En relación a lo anterior podemos decir que con la metodología utilizada y los
resultados obtenidos se ha logrado abordar el fenómeno comunicacional desde una
perspectiva mas macro -al valorar la comunicación organizacional como un subsistema
dentro del sistema global de la organización-, lo cual se ha dado gracias a los aportes
conceptuales y operacionales sobre los que se fundamenta el modelo ASH (Auditoría
del Sistema Humano), descritos en el Capítulo 2.2.
167
Así pues, en el presente estudio la comunicación es estudiada desde una perspectiva que
ve a la organización como un sistema compuesto por un cierto número de estructuras
interdependientes e interrelacionadas que se orientan en la consecución de los objetivos
institucionales, donde todos los subsistemas afectan al sistema general y así mismo los
subsistemas son afectados por éste.
Desde esta mirada la comunicación organizacional es uno de estos subistemas, cuyo
funcionamiento se basa en un “conjunto de prácticas y procedimientos establecidos en
la organización para intercambiar información, establecer consultas y/o transmitir
órdenes a y entre los empleados en relación con distintos objetivos y a través de flujos
con distintos sentidos.
En este capítulo podrá verse entonces cómo para cada una de las tres organizaciones
estudiadas se hicieron múltiples observaciones de cada uno de sus sistemas de
comunicación interna, basados en la perspectiva sistémica de la comunicación y
haciendo uso del esquema de evaluación teórico – empírico de la “Calidad del Sistema
Formal de Comunicación Interna” publicado por Quijano y Romeo (2006).
Con base en dichos resultados se ha intentado hacer una contextualización mas
cualitativa al entorno comunicacional, a partir de la exploración directa que a cada
organización han realizado evaluadores externos -expertos de la comunicación- que no
sólo han calificado la calidad de cada uno de los componentes de los sistemas sino que
han arrojado apreciaciones de la realidad de estas organizaciones.
Es de anotar además que, también como parte de este estudio, se logró hacer
importantes interpretaciones cualitativas a los resultados obtenidos en los estudios
previos, y en especial en lo relativo a la calificación obtenida por cada organización en
168
la variable clima de comunicación. De manera puntual, se presentan los resultados de
diversas asociaciones que relacionan la información proporcionada por los expertos
sobre cada una de las áreas de comunicación, con las diversas puntuaciones obtenidas
en las diferentes dimensiones del clima de comunicación estudiadas, lo que se
constituye en una mirada de doble vía que permite constatar bajo que características del
entorno comunicativo aparecen determinadas percepciones en los individuos.
3.4.2. Método
3.4.2.1. Participantes
Como se indicó en los estudios previos, esta investigación se ha desarrollado en el
marco de una compañía suramericana, representante de dos corporaciones
multinacionales del sector automotriz y dedicada al ensamble, fabricación y venta de
vehículos en esta región. Durante el trabajo de campo, la organización se encontraba
constituida por tres organizaciones dedicadas a diferentes actividades productivas y
administrativas propias del sector de los automóviles.
Con base en lo anterior, y en función de las necesidades metodológicas del presente
estudio, cada una de las organizaciones fue observada como un sistema de
comunicación independiente, lo que permitió en el análisis de datos hacer valoraciones
específicas sobre la relaciones entre la calidad de cada Sistema Formal de
Comunicación Interna con el Clima de Comunicación de cada organización.
Como se indicará en la descripción de las medidas, la valoración de cada sistema formal
de comunicación, se realizó a partir de la información que se obtuvo de una serie de
entrevistas en profundidad con informantes, responsables por el diseño, coordinación e
implementación de las políticas y practicas de comunicación en cada organización.
169
Los informantes de cada organización fueron:
- El Gerente General
- El Director de Comunicación Interna
- El Director de Recursos Humanos
3.4.2.2. Medidas
Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna
La Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna, fue evaluada por dos
investigadores y consultores de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de
Antioquia (Colombia), quienes a partir de la información recogida en sus entrevistas en
profundidad con los informantes claves de cada organización dieron una valoración
cualitativa y cuantitativa de acuerdo con los criterios de valoración establecidos para tal
fin en el Sistema de Evaluación Organizativa: “Auditoría del Sistema Humano – ASH”,
Quijano y Romeo (2006).
En la actualidad el modelo ASH (Auditoría del Sistema Humano) incluye dentro de su
estructura una serie de evaluaciones que puntúan nueve áreas de comunicación
específicas, a partir del análisis de los tres tipos de objetivos de comunicación
(Estratégicos, operativos y sociales) y tres tipos de flujos de comunicación
(Descendente, ascendente y horizontal) y sus relaciones.
El análisis de estas áreas tiene en cuenta los canales de comunicación utilizados, la
adecuación a objetivos y públicos, los actores y responsables de la comunicación, los
mecanismos de evaluación del proceso comunicativo y sus resultados.
170
Para lograr una evaluación global de carácter cualitativa y cuantitativa, en el presente
estudio, la medición de la Calidad del Sistema Formal de comunicación interna se
realizó en dos fases:
3.4.2.3. Procedimiento
3.4.2.3.1. Fase 1. Entrevistas en profundidad.
En este sentido se desarrolló una Guía de Evaluación y de Entrenamiento a los
Evaluadores Expertos, la cual buscaba que los evaluadores recojieran, de manera clara,
suficiente y objetiva, toda la información necesaria sobre los objetivos de la
comunicación y sobre cada área del Sistema Formal de Comunicación Interna:
Así, la primera tarea del proceso evaluativo se centró en identificar los objetivos
perseguidos por el Sistema Formal de Comunicación Interna de cada una de las
organizaciones. En este punto los evaluadores identificaron si los objetivos explicitados
eran de carácter estratégico, operativo o social, para lo cual contaban con la lista básica
de objetivos de comunicación propuesto por el ASH
• Entre los objetivos de carácter estratégico, podemos referenciar entre otros:
o Comunicación de metas, estrategias y objetivos para la organización
o Comunicación de políticas y procedimientos de sus sistemas de gestión
o Transmisión de la cultura de la organización
• Entre los objetivos de carácter operativo, podemos referenciar entre otros:
o Comunicación de la estructura organizativa
o Comunicación de los roles y funciones de los puestos de trabajo
171
o Transmisión de ordenes e instrucciones para la realización del trabajo
o Comunicación de excepciones y problemas surgidos en el trabajo
o Comunicación de ideas para mejorar el trabajo y sus procesos
o Comunicación de resultados de divisiones y unidades
o Comunicación para la coordinación y la resolución de problemas
o Comunicación del conocimiento y de las mejores prácticas
• Entre los objetivos de carácter social, podemos referenciar entre otros:
o Comunicación al personal de resultados obtenidos y posicionamiento
o Comunicación de quejas y de desavenencias del personal
o Comunicación a la dirección del clima y resultados en las personas.
o Creación de condiciones para el desarrollo de comunicaciones informales
y de relaciones interpersonales positivas entre empleados.
Una vez analizados los objetivos de comunicación, el segundo paso de la evaluación se
centró en la exploración de las nueve áreas de comunicación, las cuales surgen del cruce
entre los objetivos perseguidos y la dirección del flujo de comunicación, así:
Descendente estratégica (DE), ascendente estratégica (AE), horizontal estratégica (HE),
descendente operativa (DO), ascendente operativa (AO) horizontal operativa (HO),
descendente social (DS), ascendente social (AS), horizontal social (HS).
Para las distintas áreas consideradas se exploraron: la amplitud y perfil del
público/target objetivo al que se dirige la comunicación (alta dirección, mandos medios,
representantes sindicales, empleados de base, etc.); la división o unidad responsable de
elaborar los contenidos de la comunicación (el emisor); los canales y soportes utilizados
(escritos, orales, electrónicos, etc) y la existencia o no de mecanismos de evaluación de
la eficacia de la comunicación.
172
De manera específica, la exploración de la comunicación descendente identificó para
cada uno de los objetivos buscados las variables que acabamos de reseñar (target,
canales, responsable, y evaluación de la comunicación). En particular estas variables se
refieren a los siguientes objetivos de comunicación posibles: Estratégicos: A) Metas,
estrategias y objetivos para la organización y sus divisiones. B) Políticas y
procedimientos de los sistemas de gestión. C) Transmisión de cultura, valores y
comportamientos deseados. Operativos: D) Naturaleza de puestos y tareas, estructura
de la organización y procesos de trabajo. E) Ordenes e instrucciones de trabajo.
Sociales: F) Información a los empleados sobre la marcha de la empresa, resultados
conseguidos y proyectos futuros. G) Información sobre ventajas y servicios sociales
proporcionados por la organización (ocio, cultura, etc.).
También se exploró en este apartado si los mensajes que la dirección consideraba
importante transmitir se repetían varias veces, y si se utilizaban varios canales para
transmitirlos cuando se consideraba que sus contenidos tienen una cierta complejidad.
En este punto, también se obtuvo información sobre las razones por las que los
responsables de la comunicación elegían unos u otros canales y la valoración que hacen
de su pertinencia.
En la exploración de la comunicación ascendente se identificó también el público, los
responsables, los canales utilizados y la evaluación de la comunicación para los
siguientes objetivos: Estratégicos: A) Mecanismos para conocer el grado en que los
empleados conocen la visión, los valores y los criterios de éxito de la organización.
Operativos: B) Conocimiento de problemas y excepciones en la realización del trabajo.
C) Información a mandos y directivos sobre los resultados alcanzados por personas,
divisiones y/o unidades. D) Sistemas para obtener ideas a fin de mejorar los procesos de
173
trabajo y los resultados. Sociales: E) Procedimientos para vehicular quejas y
desavenencias de los empleados. F) Estudios de clima y/o auditorías para captar cuál es
el compromiso, la motivación, la satisfacción, etc. de los empleados.
Dadas las características y la peculiaridad de la comunicación ascendente también se
exploró en este apartado si los directivos trataban de crear un ambiente de confianza y
apertura, de manera que los subordinados se sientan en libertad de transmitirles
mensajes tanto positivos como negativos sin temer a posibles sanciones. Como aspecto
complementario de esta voluntad de comunicación abierta se exploró el punto hasta el
cual los directivos de cada organización se aseguraban de obtener información
completa, exacta y verídica sobre los empleados, consultando si es preciso distintas
fuentes de información. Por último, se exploraron en este apartado las razones por las
que los responsables de la comunicación eligen unos u otros canales para articularla.
En la exploración de la comunicación horizontal se identificaron los medios y las
técnicas empleadas para los siguientes objetivos: Estratégicos: A) La socialización,
construcción y transmisión de cultura entre compañeros. Operativos: B) La resolución
de problemas o la coordinación de actividades intra-departamentales. C) La resolución
de problemas o la coordinación de actividades inter.-departamentales. D) El
asesoramiento del staff a la línea. E) La transmisión a los colegas del conocimiento y
de las mejores prácticas que poseen y realizan los trabajadores expertos y con mayor
éxito. Sociales: F) La facilitación por parte de la organización de espacios y momentos
que faciliten las relaciones interpersonales entre los trabajadores que generan redes
informales, identidad de grupo, y vinculación con la organización G) Interés de la
dirección por disminuir las consecuencias negativas de los rumores. H) Atención a los
rumores por parte de la dirección.
174
También se exploró en este apartado si la estructura organizativa facilitaba o entorpecía
los contactos necesarios entre personas, divisiones, y unidades de apoyo a clientes
internos. Los ítems del cuestionario que se utilizó como referencia en estas entrevistas
en profundidad, fueron estructurados a partir de tres tipos de preguntas: Respuestas
polarizadas (SI – NO – No lo sé), respuesta abierta con opciones para el evaluador y
selección de opciones numéricas (De 1 a 5).
Las preguntas con respuestas polarizadas buscaban identificar la existencia o no de
determinadas características en el Sistema y permitieron que los evaluadores fueran más
allá de las respuestas dadas profundizando en la descripción de tales características. Las
preguntas de selección de opciones numéricas (De 1 a 5) buscaban, por su parte, que el
informante diera una valoración cuantitativa de su opinión, que le permitiera al
evaluador tomar una referencia de la propia percepción del informante sobre la calidad.
Sin embargo, este valor no tuvo una relación directa con la calificación que dio el
evaluador al final de la entrevista, ya que ésta dependía de una visión más amplia de la
información tanto cualitativa como cuantitativa.
Es de resaltar que como parte del entrenamiento dado a los evaluadores para el
desarrollo de la entrevista se les indicó que era necesario no sólo escuchar las opiniones
de los informantes y su valoración de las acciones de comunicación por cada objetivo y
flujo de comunicación, sino solicitar evidencias (medios, actas, canales, etc.) como
información fundamental antes de dar una calificación definitiva a cada área de
comunicación.
Del cruce de los dos criterios (sentido del flujo comunicativo y tipos de objetivos) surge
el esquema que se presenta en la Tabla 22
175
Tabla 22
Esquema resumen de la Evaluación de la Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna del Modelo de Auditoría del Sistema Humano (ASH)
FLUJOS
OBJETIVOS
FLUJO
DESCENDENTE
FLUJO
ASCENDENTE
FLUJO
HORIZONTAL
DE AE HE
OBJETIVOS
ESTRATÉGICOS
- Metas, estrategias y
objetivos
- Políticas, procedimientos y
sistemas de gestión
- Transmisión de cultura,
comportamientos y valores
Mecanismos para conocer en
qué medida el personal conoce
la visión, los valores y los
criterios de éxito de la
organización
Socialización, construcción y
transmisión de cultura entre
compañeros.
DO AO HO
OBJETIVOS
OPERATIVOS
- Naturaleza de puestos:
tareas y roles.
- Ordenes e instrucciones
para el trabajo
- Conocimiento de la
estructura organizativa y su
funcionamiento
- Comunicación a jefes de
problemas y excepciones
en el trabajo.
- Información a jefes sobre
resultados de personas,
grupos y unidades
- Ideas para la mejora
- Coordinación
intradepartamental
- Coordinación
interdepartamental
- Comunicación staff-línea
- Mejores prácticas y
gestión del conocimiento
DS AS HS
OBJETIVOS
SOCIALES
- Información sobre la
marcha de la empresa:
resultados y proyectos
- Información de ventajas y
servicios sociales.
- Mecanismos para quejas y
desavenencias.
- Estudios o auditorías para
evaluar motivación,
satisfacción, etc.
Condiciones para el
surgimiento de relaciones
interpersonales y vínculo con
la organización.
176
3.4.2.3.1. Fase 2. Calificación de la calidad del sistema formal de comunicación interna.
Con base en la información recogida en la Fase 1 y en los criterios de evaluación citados
anteriormente, los evaluadores, procedieron a la asignación de puntajes. La evaluación
global de cada sistema se obtuvo como resultante de la evaluación parcial de las nueve
áreas de comunicación descritas en la Tabla 22, cada una de las cuales se puntuó de 0 a
10.
De la evaluación de las nueve áreas se obtuvo, como paso intermedio, una evaluación de
flujos (descendente, ascendente y horizontal) y una evaluación de objetivos
comunicativos (estratégicos, operativos y sociales).
De este modo, además de obtener una puntuación global de la calidad del sistema
formal de comunicación de la empresa, se pudo identificar con mas precisión los puntos
fuertes y los puntos de mejora de cada sistema.
Para obtener la puntuación de evaluación global del sistema de comunicación se realizó
una sumatoria de las puntuaciones obtenidas en los tres flujos de comunicación
(descendente, ascendente y horizontal), más las obtenidas en los tres tipos de objetivos
(estratégicos, operativos y sociales).
La sumatoria se dividió por seis, y el resultado final es la puntuación de calidad del
sistema formal de comunicación interna de la empresa.
La estructura global del sistema evaluativo queda representada en la tabla 23:
177
Tabla 23
Estructura global de calificación de la Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna del Modelo de Auditoría del Sistema Humano (ASH).
DESCENDENTE ASCENDENTE HORIZONTAL
Ponderación
TOTAL
OBJETIVOS
ESTRATÉGICOS
DE = (0-10)
AE = (0-10)
HE = (0-10)
(DE x 0.7) +
(AE x 0.1) +
(HE x 0.2) =
TE (0-10)
Total
estratégicos (0-
10)
OPERATIVOS
DO = (0-10)
AO = (0-10)
HO =(0-10)
(DO x 0.3) +
(AO x 0.3)+
(HO x 0.4) =
TO (0-10)
Total Operativos
(0-10)
SOCIALES
DS = (0-10)
AS = (0-10)
HS = (0-10)
(DS x 0.1) +
(AS x 0.7) +
(HS x 0.2) =
TS (0-10)
Total sociales
(0-10)
Ponderación
(DE x 0.4,5) + (DO
x 0.4,5) + (DS x
0.1) =
TD (0-10)
(AE x 0.1) + (AO
x 0.6) + (AS x
0.3) =
TA (0-10)
(HE x 0.1)+ (HO
x 0.8) + (HS x
0.1) = TH (0-10)
TOTAL
FLUJOS
Total descendente
(0-10)
Total ascendente
(0-10)
Total horizontal
(0-10)
(TE + TO +
TS + TD +
TA + TH)/6=
TG (0-10)
TOTAL
GLOBAL
(0-10)
Los criterios de ponderación recogidos en la tabla 23 siguen el principio de ponderar
más altamente aquellas áreas que teóricamente resultan más importantes en el
funcionamiento global de la organización, bien porque incluyen mayor número de
objetivos, porque el carácter de esos objetivos es más final que instrumental, o porque
tienen mayor influencia en la obtención de los objetivos finales.
178
3.4.3. Resultados
3.4.3.1. Resultados Calificación Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna
Siguiendo detalladamente la metodología que se referenció en las páginas anteriores,
cada uno de los dos evaluadores expertos de los sistemas formales de comunicación
interna diligenciaron los respectivos formularios, proveyendo a la investigación dos
reportes de calificación por cada una de las tres organizaciones estudiadas. En estos
reportes aparecen registradas para cada organización 16 valores que representan los
flujos, los objetivos, las áreas y la valoración general del Sistema Formal de
Comunicación Interna. En las tablas 24, 25, 26, 27, 28 y 29 se presentan estos
resultados, por cada organización y por cada evaluador.
Tabla 24 Reporte de calificación a la Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna de
la Organización 1 (Evaluador 1)
DESCENDENTE ASCENDENTE HORIZONTAL TOTAL
OBJETIVOS
ESTRATÉGICOS 7,90 7,7 7,8 7,86
OPERATIVOS 8,0 8,2 7,8 7,98
SOCIALES 8,5 8,3 7,1 8,08
TOTAL FLUJOS 8,4 8,18 7,73 8,03
Tabla 25 Reporte de calificación a la Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna de
la Organización 1 (Evaluador 2)
DESCENDENTE ASCENDENTE HORIZONTAL TOTAL
OBJETIVOS
ESTRATÉGICOS 8,5 8,4 8,0 8,27
OPERATIVOS 8,0 8,2 7,8 7,98
SOCIALES 7,8 7,7 7,5 7,67
TOTAL FLUJOS 8,27 7,9 7,9 7,86
179
Tabla 26 Reporte de calificación a la Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna de
la Organización 2 (Evaluador 1)
DESCENDENTE ASCENDENTE HORIZONTAL TOTAL
OBJETIVOS
ESTRATÉGICOS 8,3 8 8,5 8,26
OPERATIVOS 8,5 7,8 8,7 8,37
SOCIALES 7,6 8,6 8,4 8,46
TOTAL FLUJOS 8,32 8,0 8,65 8,34
Tabla 27
Reporte de calificación a la Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna de la Organización 2 (Evaluador 2)
DESCENDENTE ASCENDENTE HORIZONTAL TOTAL
OBJETIVOS
ESTRATÉGICOS 8,43 8,46 7,5 8,52
OPERATIVOS 7,92 7,73 8,1 8,84
SOCIALES 8,12 8,07 8,0 8,1
TOTAL FLUJOS 8,53 7,81 7,85 8,08
180
Tabla 28 Reporte de calificación a la Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna de
la Organización 3 (Evaluador 1)
DESCENDENTE ASCENDENTE HORIZONTAL TOTAL
OBJETIVOS
ESTRATÉGICOS 7,4 7,3 7,5 7,41
OPERATIVOS 7,7 8,5 7,3 7,78
SOCIALES 8,1 8,5 7,6 8,28
TOTAL FLUJOS 7,6 8,38 8,35 7,8
Tabla 29 Reporte de calificación a la Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna de
la Organización 3 (Evaluador 2)
DESCENDENTE ASCENDENTE HORIZONTAL TOTAL
OBJETIVOS
ESTRATÉGICOS 7,93 8,01 7,09 7,83
OPERATIVOS 7,53 8,16 7,05 7,46
SOCIALES 7,7 8,02 7,53 7,77
TOTAL FLUJOS 7,96 7,91 7,53 7,73
181
3.4.3.2. Indice de Concordancia entre Juicios – Método Solanas
Como se puede ver en las tablas 24, 25, 26, 27, 28 y 29, y teniendo en cuenta que cada
una de las dimensiones fue cuidadosamente evaluada y los criterios de evaluación
detallados, en algunos casos los evaluadores expertos formularon juicios semejantes y
por ende puntuaciones similares. En ese sentido y para medir la fiabilidad de las
puntuaciones de la calidad de cada Sistema Formal de Comunicación Interna se
procedió a calcular el Indice de Concordancia entre Juicios (Solanas).
Este indice formulado por el profesor Antonio Solanas, del Departamento de
Metodología e Investigación en Ciencias del Comportamiento de la Facultad de
Psicología de la Universidad de Barcelona, propone un rango de puntuación que oscila
entre cero y uno. El valor cero corresponde a una nula coincidencia entre los juicios de
los expertos, es decir, a una máxima discrepancia entre ellos. El valor uno, por su parte,
corresponde al mayor acuerdo posible, es decir, a una total identidad entre los valores de
las puntuaciones emitidas por los dos expertos.
Este indice se obtiene mediante una fórmula en la que el valor del acuerdo entre jueces
alfa es igual a uno menos la suma de las diferencias (en valores absolutos) de los
valores asignados por los consultores a cada dimensión explorada del sistema, dividido
por el número de dimensiones evaluadas del sistema, multiplicado por la diferencia
entre el valor máximo (10) y el mínimo posible de las escalas (0). La fórmula del Indice
de Concordancia entre Juicios (Solanas) se expresa, entonces de la siguiente manera:
182
donde P corresponde al número de dimensiones evaluadas; (X1j – X2j) denota la
puntuación asignada a los evaluadores 1 y 2 a cada una de las 9 áreas de comunicación
evaluadas; máx. representa la máxima puntuación posible de cada área (10) y mín.
corresponde a la mínima puntuación posible (0) de las dimensiones.
Según Solanas una puntuación igual a 0.85 convencionalmente puede ser considerada
como aceptable, y muy buenas y fiables las que obtienen un valor igual o superior a
0.90.
La tabla 30 presenta los resultados de la aplicación de la fórmula obtenida y del Indice
de Concordancia entre Juicios.
Tabla 30 Indice de Concordancia entre Juicios – Método Solanas (Estudio 4)
Áreas evaluadas
Juez Org DE DO DS AE AO AS HE HO HS Suma Suma/90 1-
1,00 1,00 8,51 8,43 8,06 8,02 8,21 7,82 7,84 7,71 7,53
2,00 1,00 7,90 7,70 7,80 8,00 8,20 7,80 8,50 8,30 7,10
0,61 0,73 0,26 0,02 0,01 0,02 0,66 0,59 0,43 3,33 0,04 0,96
1,00 2,00 8,43 8,46 7,50 7,92 7,73 8,11 8,12 8,07 8,00
2,00 2,00 8,32 8,06 8,53 8,50 7,86 8,75 7,63 8,61 8,44
0,11 0,40 1,03 0,58 0,13 0,64 0,49 0,54 0,44 4,36 0,05 0,95
1,00 3,00 7,93 8,01 7,09 7,53 8,16 7,05 7,71 8,02 7,53
2,00 3,00 7,42 7,31 7,56 7,71 8,52 7,33 8,15 8,55 7,60
0,51 0,70 0,47 0,18 0,36 0,28 0,44 0,53 0,07 3,54 0,04 0,96
11,23 0,04 0,96
183
Tal y como lo registra la Tabla 30 el valor calculado para este Índice es de 0,96, lo cual
significa que hay un muy satisfactorio acuerdo entre ambos evaluadores y que puede
obtenerse un valor consolidado de la calificación tanto global de cada Sistema Formal
de Comunicación Interna como de cada una de las áreas de comunicación evaluadas. En
las Tablas 31, 32, 33 y 34 se reportan dichos valores consolidados
Tabla 31 Calificación consolidada por organización para las
áreas de comunicación estratégica (Estudio 4)
Organización
Descendente
Estratégico
Ascendente
Estratégico
Horizontal
Estratégico
1 8,205 8,065 7,93
2 8,375 8,26 8,015
3 7,675 7,66 7,325
Tabla 32 Calificación consolidada por organización para las
áreas de comunicación operativa (Estudio 4)
Organización
Descendente
Operativo
Ascendente
Operativo
Horizontal
Operativo
1 8,01 8,205 7,81
2 8,21 7,795 8,43
3 7,62 8,34 7,19
184
Tabla 33 Calificación consolidada por organización para las áreas de comunicación social
(Estudio 4)
Organización
Descendente
Social
Ascendente
Social
Horizontal
Social
1 8,17 8,005 7,315
2 7,875 8,34 8,22
3 7,93 8,285 7,565
Tabla 34
Calificación consolidada por organización por objetivos, flujos y global (Estudio 4)
Organización Descendente Ascendente Horizontal Estratégico Operativo Social Global
1 8,335 8,05 7,84 8,065 7,98 7,875 7,945 2 8,425 7,905 8,25 8,39 8,605 8,28 8,21
3 7,82 8,145 7,94 7,62 7,62 8,025 7,77
3.4.3.3. Resultados del Clima Organizacional de Comunicación
Adicional a estos resultados obtenidos mediante la evaluación externa y teniendo en
cuenta que también es objetivo de este estudio realizar asociaciones cualitativas entre la
información proporcionada por los expertos sobre cada una de las áreas de
comunicación frente a las diversas puntuaciones obtenidas por cada organización en las
diferentes dimensiones del clima de comunicación, estudiadas en los capítulos
anteriores, se procedió a calcular los valores promedio obtenidos por cada organización
en la variable “Clima de Comunicación” y en sus respectivas dimensiones: Apertura y
confianza en la comunicación con la dirección; Satisfacción con la información
recibida, y Apertura y confianza en la comunicación con los compañeros.
185
Las tablas 35, 36 y 37 contienen los valores de la Media y la Desviación Típica para la
variable en estudio y sus dimensiones en cada una de las organizaciones.
Tabla 35
Estadísticos descriptivos de la Organización 1 para la variable Clima de Comunicación y sus dimensiones
Tabla 36 Estadísticos descriptivos de la Organización 2 para la variable Clima de
Comunicación y sus dimensiones
Tabla 37 Estadísticos descriptivos de la Organización 3 para la variable Clima de
Comunicación y sus dimensiones
556 2,70 5,00 3,9073 ,42335 556 2,71 5,00 4,2549
,45832
556 1,20 5,00 3,6661 ,87754 556 2,67 5,00 3,7902 ,51283 556
ClimaCcion ACDireccion SSInformado ACCompaneros N válido (según lista)
N Mínimo Máximo Media Desv. típ.
325 3,18 4,84 4,0612 ,34713 325 3,14 5,00 4,2655 ,49084 325 2,00 5,00 3,9988 ,68005 325 2,33 5,00 3,9297 ,51012 325
ClimaCcion ACDireccion SSInformado ACCompaneros N válido (según lista)
N Mínimo Máximo Media Desv. típ.
.
133 2,85 4,49 3,8378 ,45418 133 2,00 4,86 4,1364 ,66423 133 2,60 4,80 3,7203 ,61444 133 1,67 4,67 3,6566 ,70465 133
ClimaCcion ACDireccion SSInformado ACCompaneros N válido (según lista)
N Mínimo Máximo Media Desv. típ.
186
3.4.3.4. ANOVA de un Factor: Clima de comunicación y sus dimensiones
Adicionalmente y para confirmar la existencia de diferencias significativas entre las
puntuaciones dadas por los individuos de cada organización a esta variable y a sus
dimensiones, y entre las organizaciones, se procedió al calculo de un Análisis de
Varianza (ANOVA) de un Factor (Tabla 38). Los resultados fueron satisfactorios lo
cual nos permitió hacer análisis asociativos entre las calificaciones dadas a cada
organización respecto de su Sistema Formal de Comunicación Interna y los valores de
las variables medidas directamente con los empleados de dichas organizaciones.
Tabla 38 ANOVA de un Factor: Clima de comunicación y sus dimensiones
ANOVA
6,699 2 3,349 20,431 ,000
165,738 1011 ,164
172,437 1013
1,835 2 ,918 3,668 ,026
252,881 1011 ,250
254,716 1013
23,242 2 11,621 18,736 ,000
627,063 1011 ,620
650,305 1013
7,951 2 3,976 13,587 ,000
295,819 1011 ,293
303,770 1013
Inter-grupos
Intra-grupos
Total
Inter-grupos
Intra-grupos
Total
Inter-grupos
Intra-grupos
Total
Inter-grupos
Intra-grupos
Total
ClimaCcion
ACDireccion
SSInformado
ACCompaneros
Suma de
cuadrados gl
Media
cuadrática F Sig.
187
3.4.4. Discusión
Para hacer una discusión específica de los resultados que nos permita entender las
diferencias fundamentales entre los tres sistemas formales de comunicación interna
estudiados, en primera instancia se presentará la interpretación de los resultados de la
evaluación de la Calidad del Sistema Formal de Comunicación Interna en cada
organización.
3.4.4.1. Organización 1
Al analizar las Tablas 31, 32, 33 y 34 y los comentarios complementarios de los
evaluadores expertos se puede identificar que la organización 1 se caracteriza por tener
un sistema de comunicación con una clara orientación hacia el establecimiento de
mecanismos de comunicación vertical (tanto ascendente como descendente),
principalmente direccionados con contenidos de carácter estratégico y social.
De otro lado, esta organización también se caracteriza por tener un Plan de
Comunicaciones que incluye, de un lado, acciones recomendadas por la Casa Matriz, y
de otro, acciones relativas a determinar en qué medida el personal conoce la visión, los
valores y los logros de la organización. El segundo tipo de estrategias se desarrollan de
una manera más irregular.
Los principales objetivos de índole estratégico que los evaluadores expertos han
identificado en este Sistema de Comunicación corresponden a que la gente conozca las
políticas de empresa, objetivos y estrategias de la Casa Matriz y de la Organización.
188
Durante el año en el cual se realizo el trabajo de campo se enfatizó en la divulgación de
la planeación estratégica (2005 – 2008), con un amplio despliegue en múltiples medios.
Por el tipo de público mayoritario, esta divulgación no enfatizó en los criterios
específicos y técnicos con los que se evalúan tales metas (p.e. cómo se retribuye, cómo
se evalúa, etc.), pero los jefes y directores mantienen retroalimentación sobre los logros
a los empleados. Como fortaleza básica esta la estrategia de mantener una relación de
liderazgo comunicacional constante de los Jefes y Directores de las áreas.
Hay que añadir que los canales más utilizados para la comunicación de visión, valores y
cultura corporativa los constituyen los que hemos denominado mixtos, es decir medios
tradicionales con ceremonias y eventos sociales organizados con este fin.
Como debilidades reconocidas se logran identificar la ausencia de mecanismos
sistemáticos de evaluación de la calidad del Sistema de Comunicación y de asimilación
de contenidos y el grado de informalidad en la creación de espacios para la interrelación
entre empleados en temas de índole social.
Respecto a los objetivos operativos y sus respectivos flujos, los principales objetivos
que se identifican en este Sistema de Comunicación corresponden a que la gente
conozca la estructura organizativa. Debe decirse acá que durante el año en que se
realizó el trabajo de campo la organización vivió un importante cambio en la estructura
organizacional, y en ese sentido el plan de comunicaciones incluyó estrategias de
difusión de la misma basadas en presentaciones de los directivos y medios escritos.
189
También hace parte de estos objetivos, el interés evidenciado en que la gente conozca
los procedimientos, órdenes e instrucciones de trabajo. Aunque no corresponde a un
objetivo estratégico del Plan actual, este objetivo ha sido atendido por la organización
dentro de su responsabilidades en el mantenimiento de sus Sistemas de Gestión
(Calidad, Ambiental y Seguridad Industrial). Los informantes reconocen que aunque el
principal medio utilizado para esta divulgación es la Intranet la información se
desactualiza con facilidad, por lo cual los empleados prefieren recibirlo directamente de
sus superiores.
Debe señalarse además, que aunque se viene trabajando bajo la metodología de equipos
transversales se identifica como una debilidad en esta organización la falta de
condiciones para el surgimiento de relaciones interpersonales y vínculo con la
organización.
En cuanto al objetivo estudiado de que la gente conozca los resultados de la
organización se ha establecido como estrategia, un boletín quincenal, que permite la
actualización para todos los empleados de los resultados de la organización y permite
monitorear el logro de las metas. Derivado de esto esta organización reporta el valor
más alto en su calificación del área de comunicación descendente – social.
190
3.4.4.2. Organización 2
Respecto de la organización 2 se debe indicar que, de manera especial, por el tipo de
perfil de los individuos que allí laboran (básicamente profesionales de nivel ejecutivo),
las directivas han configurado un claro conjunto de prácticas y procedimientos
formalmente establecidos para la planeación, administración y evaluación de la
comunicación interna. Estas se caracterizan por configurararse mediante niveles
jerárquicos. Es de resaltar acá que en esta organización, la amplia cobertura del Sistema
de Comunicaciones ya que existe un énfasis particular en el Plan de Comunicaciones
para cada tipo de público, en función de las particularidades de cada división y unidad.
También se reconoce como fortaleza la existencia y dinamismo de los grupos de trabajo
por área, los cuales se desenvuelven mediante estrategias KAI ZEN y de equipos
transversales. Para los informantes, este es el principal medio de comunicación de temas
operativos y resaltan la confianza en los Jefes y Directivos
De otro lado y para la transmitisión de quejas y desavenencias del personal, la
organización cuenta con dos estrategias. La primera de ellas es el esquema de grupos
KAI ZEN y equipos transversales, el cual se constituye en el medio preferido por los
empleados para este tipo de comunicación. La segunda es la red de buzones de
sugerencias, frente a la cual hay menor participación.
En los grupos KAI ZEN se busca fundamentalmente que la gente conozca los resultados
de la organización (Ventas, sociales, financieros, etc.). en orden a estimular su esfuerzo
y el orgullo de pertenencia. Este ejercicio de Comunicación Interna emana,
principalmente, de tres aspectos concretos: la cultura de innovación, la gestión de
recursos humanos y el involucramiento de los niveles directivos.
191
A la vista de los resultados, claramente el canal de comunicación preferido es el jefe,
bien directamente o en reuniones de grupo, de ahí la importancia que tiene actualmente
para la organización que los jefes o mandos asuman responsabilidades como
comunicadores y estén implicados como un pilar básico de la comunicación.
Como una acción previa a esta estrategia es de señalar la existencia de reuniones
corporativas de comunicación, las cuales se organizan periódicamente y en las que
participan todos los empleados, sin jerarquías ni distinciones, tratando los asuntos más
candentes de la marcha de la Compañía.
Estas condiciones (segmentación de sus públicos internos, reuniones entre miembros de
diferentes divisiones y unidades y asignación de responsabilidades individuales sobre la
gestión de la comunicación) se ven claramente reflejadas en el hecho de que es este
Sistema Formal de Comunicación Interna el que obtuvo las mejores puntuaciones en las
diferentes áreas de comunicación.
3.4.4.3. Organización 3
En el caso puntual de la Organización 3, por ser una empresa que ha sido creada más
recientemente, sus estrategias de comunicación interna son herramientas relativamente
nuevas y de las que apenas se espera que un futuro cercano faciliten el funcionamiento,
desarrollo y cumplimiento de sus objetivos como organización.
Como organización más orientada al ámbito comercial se espera también que sus
miembros estén en un mayor contacto entre sí, e informados acerca de las acciones,
192
pensamientos e ideas de cada uno de ellos, y con una mayor interacción con las otras
dos organizaciones.
En ese sentido, viene configurándose una política corporativa de comunicaciones que
busca facilitar la gestión de los procesos en esta organización y que adicionalmente
permita la selección estratégica de temas apropiados para cada tipo de públicos, así
como la identificación de los canales de comunicación preferidos por los miembros de
la Compañía.
Sin embargo, es necesario indicar que aún estas condiciones no están dadas, tal y como
se evidencia al obtener las puntuaciones más bajas, tanto en la calificación Global de su
Sistema Formal de Comunicación Interna.
Es de señalar en este punto, una serie de características claramente diferenciadoras de
este sistema respecto del de las dos organizaciones anteriormente señaladas. La primera
de ellas remarca el bajo nivel de aceptación que los empleados tienen de los medios
internos de comunicación; la segunda, el bajo nivel de participación de los trabajadores
en los medios internos de comunicación, la tercera el desconocimiento general del área
de comunicaciones de la organización; y la cuarta, la utilización de canales informales
para la obtención de información.
Respecto de estas características, debemos señalar que fruto de la evaluación del
Sistema de Comunicaciones, se logró percibir entre los miembros del área encargada de
las comunicaciones, un desconocimiento de las particularidades de la cultura propia de
los trabajadores de esta organización, acompañado de un interés por acercarse con una
mirada abierta y constructiva.
193
En esa misma línea, la organización aún no cuenta con una herramienta formal de
evaluación que permita una retroalimentación general y confiable sobre la interacción
comunicacional. Se manejan supuestos y se toman, de manera aislada, referencias de
experiencias pasadas.
De resaltar en esta organización, se encuentra la existencia de una cultura informal de
reuniones entre jefes y equipos de trabajo y de contacto diario a través de medios
informáticos y electrónicos (correo electrónico, móviles, etc.) lo que permite una
retroalimentación constante de los empleados a su nivel jerárquico superior sobre las
situaciones propias de la labor comercial. Este fenómeno se evidencia en las Tabla 32 y
34, con el hecho de que la organización 3 obtenga puntuaciones favorables en su flujo
ascendente y específicamente en el área ascendente operativa. No sucede lo mismo en
cuanto a la comunicación entre compañeros y entre unidades (Horizontal), ya que aún la
organización no ha logrado consolidar una cultura del trabajo en equipo para el personal
comercial.
3.4.4.4. Comparativo entre las tres organizaciones
Al hacer un análisis conjunto, tanto comparativo entre las tres organizaciones como de
contraste entre las calificaciones asignadas a la calidad de cada uno de los sistemas
formales de comunicación interna y las puntuaciones medias obtenidas por cada
organización en la variable clima de comunicación, podemos constatar que,
efectivamente, bajo determinadas características del entorno comunicativo aparecen
percepciones particulares del clima de comunicación entre los individuos que
conforman estas organizaciones.
194
De manera general podemos observar como la organización 2, la cual obtiene la
puntuación más alta en la calificación global de su Sistema Formal de Comunicación
Interna (8,21) es aquella que también presenta el valor medio más alto en la variable
Clima de Comunicación (4,06), y así mismo la organización 3, la cual obtiene la
puntuación más baja en la calificación global de su Sistema Formal de Comunicación
Interna (7,77) es aquella que reporta el valor medio más bajo en cuanto a su clima de
comunicación (3,83).
Siendo entonces éste un estudio de carácter cualitativo, y basados en estas asociaciones,
los resultados obtenidos nos permiten confirmar nuestra hipótesis H3, confirmando así
la existencia de una relación estrecha entre la Calidad del Sistema Formal de
Comunicación Interna con el Clima de Comunicación de la Organización.
Este hallazgo indicaría entonces que las organizaciones que desean orientar sus
esfuerzos a la creación de un clima positivo de comunicación, entendido éste como el
reflejo compartido de las percepciones e interpretaciones que los individuos tienen de
las interacciones de comunicación en su empresa, deben gestionar continuamente el
diseño, establecimiento, implementación y monitoreo de prácticas y procedimientos
para intercambiar información, establecer consultas y/o transmitir órdenes a los
empleados en relación con sus distintos objetivos y flujos.
Confirmada nuestra hipótesis básica, vale la pena entonces adentrarnos en los resultados
de la comparación de las tres organizaciones en cuanto a sus diferencias en las
calificaciones obtenidas para cada una de las áreas de comunicación evaluadas y su
asociación con los valores medios obtenidos por cada una de ellas en las dimensiones
constitutivas del clima de comunicación.
195
En primera instancia debe indicarse, que hablando en términos comparativos, la
Organización 2 es la que reporta el mayor número de áreas de comunicación calificadas
con la mayor puntuación (Descendente Estratégico, Ascendente Estratégico, Horizontal
Estratégico, Descendente Operativo, Horizontal Operativo, Ascendente Social y
Horizontal Social) y que así mismo ésta obtiene en las tres dimensiones constitutivas del
Clima de Comunicación (Apertura y confianza en la comunicación con la dirección,
Satisfacción con la información recibida y Apertura y confianza en la comunicación con
los compañeros) los valores medios más altos.
Por su parte la Organización 3 es la que reporta el mayor número de áreas de
comunicación calificadas con la menor puntuación (Descendente Estratégico,
Ascendente Estratégico, Horizontal Estratégico, Descendente Operativo, Horizontal
Operativo y Descendente Social) y que así mismo es la que obtiene en las dimensiones
Apertura y confianza en la comunicación con la dirección y Apertura y confianza en la
comunicación con los compañeros los valores medios más bajos.
Respecto de la organización 3, vale la pena señalar, que como se indicó anteriormente,
ésta es una Compañía relativamente nueva y por ende con un Sistema de Comunicación
en reciente formulación e implementación, lo que como hemos visto se refleja en la
calificación de su Sistema Formal de Comunicación Interna y en los resultados de su
Clima de Comunicación. Esta situación además tiene sustento en el hecho de que como
lo señalan los evaluadores, esta organización reporta una baja aceptación y participación
de los empleados hacia los medios internos y un desconocimiento general del área de
comunicaciones de la organización)
196
En cuanto a la organización 1 podemos decir que ésta sólo obtiene la puntuación más
alta, en comparación con la 2 y la 3, en el área de comunicación Descendente Social,
pero no obtiene ningún valor superior en cuanto a las dimensiones del Clima de
Comunicación. En cuanto a la puntuaciones más bajas obtenidas por la organización 1,
en comparación con las otras dos organizaciones, ésta las obtiene en las áreas de
comunicación Horizontal Social y Ascendente Social, lo cual se contrasta, en lo relativo
al Clima de Comunicación, con el hecho de que obtiene el valor medio más bajo en la
dimensión Sentimiento de Sentirse Informado.
Como base para la discusión detallada de estos resultados entraremos a comentar cada
una de estas asociaciones. De manera específica podemos ver entonces como al
comparar los valores obtenidos por las tres organizaciones en las áreas de flujo
descendente, la organización 2 es la que obtiene las puntuaciones más altas en el área
Descendente Estratégico, resultado de particular interés al confrontarlo con el hecho de
que precisamente esta organización es la que obtuvo el valor medio más alto en la
dimensión Apertura y Confianza en los Directivos. Este hallazgo es más significativo si
observamos como para las áreas Descendente Operativo y Descendente Social la
organización 3 obtuvo la calificación más baja, lo cual se confronta con el hecho de que
esta misma organización obtuvo el valor más bajo en la dimensión Apertura y confianza
en la Comunicación con la Dirección.
Este hallazgo muestra el valor que tiene para las organizaciones que pretenden
fomentar entre sus empleados las percepciones de apertura y confianza en la dirección,
el desarrollo y fortalecimiento de sus áreas de comunicación descendente. Esta
conclusión se hace más relevante si tenemos en cuenta que precisamente, y tal y como
se concluyó en el estudio incluido en el Capítulo 3.2., de las tres dimensiones
constitutivas del clima de comunicación, sólo la apertura y confianza en la
197
comunicación con la dirección recoge la mayor parte del poder predictivo de la
identificación. Este hallazgo, estaría en total correspondencia con la conclusión
reportada en el capítulo 3.2., en el cual se indicó que la coherencia entre los mensajes
recibidos/enviados con la realidad percibida aumentan la credibilidad en la dirección y
son transferidas a la identidad organizativa.
Con estos resultados se puede concluir adicionalmente que aquellas organizaciones que
han establecido mecanismos para la comunicación de su plataforma estratégica, de sus
políticas y procedimientos, de sus características culturales, de la información relativa a
las funciones y a los procesos de trabajo, así como de los resultados de la organización y
de los beneficios sociales que ofrece a la organización a sus empleados, tendrían más
posibilidades de contar con personas que perciben apertura y confianza en sus directivos
Vale la pena señalar acá, que una característica distintiva del Sistema Formal de
Comunicación Interna de la Organización 2, y ausente en la Organización 3, es la
amplitud de públicos a los cuales se dirigen los mensajes, señalando aquí que frente a la
organización 2 los evaluadores coincidieron en resaltar la existencia de un claro proceso
de segmentación del tipo de mensajes en función de las necesidades de cada público.
Adicionalmente, en esta línea, también debe indicarse el valor dado por la organización
2 a la retroalimentación continua que los directivos hacen de los resultados obtenidos,
acción que guarda una alta relación con la confianza percibida por los empleados al ver
que su compañía se dirige hacia los nortes definidos estratégicamente.
198
En cuanto a la comparación de los valores obtenidos por las tres organizaciones en las
áreas de flujo ascendente, debe indicarse que la organización 2 es la que obtiene las
puntuaciones más altas en las áreas ascendente estratégica y ascendente social, resultado
que al contrastarlo con el hecho de que esta organización obtuvo el valor medio más
alto en la dimensión Apertura y Confianza en los Directivos, indicaría la existencia de
correspondencia entre esta condición del contexto comunicativo y las percepciones de
los individuos.
Este hallazgo pone de manifiesto el valor que tiene para la aparición de las percepciones
de apertura y confianza en los directivos, la existencia de mecanismos para comprobar
si los empleados conocen la visión, los valores y los criterios de éxito de la
organización. Así mismo, y fundamentados en los comentarios complementarios de los
evaluadores, es precisamente la organización 2 donde se ha adelantado un proceso más
intenso para la implementación de los espacios tipo KAI ZEN donde el superior
inmediato escucha la retroalimentación de sus empleados sobre los proyectos de la
organización y donde se comparten los resultados de cada una de las divisiones y
unidades. Como una característica adicional a este hallazgo vale la pena señalar que los
evaluadores reconocieron a esta organización como aquella en donde los directivos, a
partir de este tipo de reuniones, toman más acciones de mejoramiento en atención a las
ideas proporcionadas por los empleados.
En otra línea de estudio, relativa a las relaciones horizontales de comunicación, debe
indicarse que es la organización 2 la que obtiene la mejor puntuación en las áreas de
comunicación Horizontal Estratégico, Horizontal Operativo y Horizontal Social,
hallazgo de interés si se compara con el hecho de que esta misma organización obtuvo
las puntuaciones más altas en la dimensión Apertura y confianza en los compañeros.
199
Esto sumado al hecho que la organización 3 obtuvo las calificaciones más bajas en las
áreas Horizontal Estratégico y Horizontal Operativo y así mismo la puntuación más
bajas en la dimensión Apertura y confianza en los compañeros, nos permite concluir que
existe una estrecha relación entre la adecuada gestión de los flujos horizontales de
comunicación y las percepciones que tienen los individuos sobre las interacciones con
otros empleados de su misma unidad o división.
Este hallazgo mostraría el valor que tiene para la aparición de las percepciones de
apertura y confianza en los compañeros, la implementación efectiva de medios y
técnicas orientadas a la socialización, construcción y transmisión de cultura entre
compañeros, a la resolución de problemas y coordinación de actividades al interior de
las unidades y divisiones, a la transmisión de conocimiento y de mejores prácticas en las
unidades y a la existencia de espacios que faciliten las relaciones interpersonales.
Es de resaltar en este punto que, basados en los comentarios de los evaluadores, la
organización 2 ha establecido claras políticas y procedimientos para facilitar los
contactos necesarios entre personas, divisiones y unidades y ha incluido formalmente
dentro de su Plan de Comunicaciones diferentes estrategias orientadas al desarrollo de
espacios formales e informales para la interacción entre empleados y unidades.
Sobre este mismo tema, en sus comentarios, los evaluadores plantean que la fuerte
configuración de medios formales y de canales de comunicación con directivos no supla
completamente las necesidades de la organización 3, para que entre los empleados de
diferentes divisiones y unidades surjan nuevas relaciones interpersonales. Así mismo se
consideró que el énfasis comercial de esta organización lleva a que exista una mayor
relación de los empleados con los con clientes externos que con los compañeros de
trabajo de su propia unidad o de otras unidades.
200
4. CONCLUSIONES GENERALES
Teniendo en cuenta que la presente Tesis Doctoral se ha enmarcado en una nueva e
integradora línea investigativa que estudia la comunicación como un reconocido
antecedente de la identificación organizacional, desde en una perspectiva que valora
la comunicación tanto como subsistema de la organización, como percepción
individual y compartida de los empleados, y que para esto se ha incluido una
revisión profunda y sistemática a los planteamientos teóricos que sustentan cada uno
de estos fenómenos, la validación y mejora de sus instrumentos de medida y la
confrontación empírica entre los hallazgos psicológicos obtenidos y las
características comunicativas de la organización, las conclusiones que se presentan a
continuación se han clasificado en: conclusiones de la revisión teórica, conclusiones
de los trabajos empíricos y principales implicaciones para directivos y profesionales
4.1. Conclusiones de la revisión teórica
A. El análisis tradicional de las relaciones de influencia entre la comunicación y la
identificación organizacional, es el producto de una vena investigativa cuya
configuración no hace evidente aún una aproximación integral al fenómeno
comunicacional –como antecedente-. En ese sentido, trabajos como los incluidos en
la presente Tesis deben continuar incluyendo en su desarrollo el acercamiento a la
comunicación mediante la determinación de condiciones tanto psicológicas como
contextuales –objetivas de la organización- en función de los modelos hipotetizados.
Este esfuerzo debe llevar además a la formulación de nuevas herramientas
metodológicas que valoren el contexto comunicativo y que complementen las
medidas tradicionales de autoreporte.
201
B. Dentro de la gama de estudios que se han acercado al análisis de la relación
comunicación - identificación, se identifican claramente dos grandes perspectivas de
aproximación. La primera de ellas derivada de los investigadores de la psicología y
la segunda derivada de los autores de las ciencias de la comunicación. Respecto del
primer enfoque su norte está más orientado hacia las intenciones y aspectos
humanos de la comunicación y a las correlaciones entre las cogniciones y el
comportamiento centrando su atención en la influencia de las características de los
individuos en los procesos de comunicación. Desde la segunda mirada, el interés
está más orientado hacia la interacción social de los individuos en términos del
lenguaje, las características culturales de la organización y la persuasión.
C. Como constructo y pese a los años que han pasado de continua exploración, la
identificación organizacional es un objeto de estudio que aún se mantiene en estado
de desarrollo, lo cual, sumado a su amplitud, ha conducido a la aparición de serias
diferencias conceptuales y operacionales entre sus principales exponentes. De la
exploración del fenómeno hecha en la presente Tesis Doctoral, podemos decir, sin
embargo, que en la actualidad se ha llegado a los siguientes puntos de encuentro:
a. La identificación organizacional es un fenómeno de naturaleza cognitiva y afectiva, que involucra tanto la conciencia que el individuo tiene de pertenecer a la organización como la existencia de una significancia emocional derivada de este proceso.
b. La identificación organizacional como fenómeno puede ser claramente diferenciable, tanto conceptual como operacionalmente del constructo compromiso organizacional.
c. La serie más reciente de estudios que incluyen a la identificación
organizacional como variable de estudio y que se han interesado por la confirmación de las dimensiones de los instrumentos para su medición, incluidos los estudios que componen la presente tesis, han coincidido en confirmar metodológicamente la unidimensionalidad del constructo.
202
D. Pese a su estudio desde diferentes perspectivas, y al planteamiento señalado por
diversos autores de que la comunicación organizacional es en la actualidad una
disciplina autónoma, se puede observar que aún son pocas las teorías e
investigadores que se han centrado en la evaluación de la comunicación
organizacional dentro de modelos explicativos de otros fenómenos psicológicos.
E. El estudio de la comunicación organizacional desde el enfoque sistémico (la
organización como sistema y la comunicación como uno de sus subsistemas) es una
tendencia que, gracias a múltiples teorías y postulados, ha permitido entender este
complejo fenómeno y correlacionarlo con otros fenómenos organizativos de alto
interés científico. En esa línea, aquellas propuestas de evaluación que buscan
abordarlo desde esta perspectiva, (como el modelo ASH, Auditoría del Sistema
Humano, utilizado en la presente Tesis), se constituyen en propuestas innovadoras y
de vanguardia que deben continuar su proceso de divulgación y perfeccionamiento.
F. Aunque el clima de comunicación como fenómeno organizativo ha venido siendo
estudiado con mayor intensidad en los últimos años y en la actualidad se encuentra
en un punto de alto desarrollo investigativo, su historia se remonta a la década de los
70 donde sus pioneros dieron las conceptualizaciones básicas que aún se mantienen
a la vanguardia como puntos de partida para su investigación. Los autores más
contemporáneos han propuesto sus definiciones a partir de estas conceptualizaciones
clásicas, adicionándole nuevos aportes metodológicos.
203
4.2. Conclusiones de los trabajos empíricos
A. La escala de medición de la identificación organizacional, propuesta por Quijano et
al. (2000), es un instrumento que, según los resultados de los estudios incluidos en
la presente Tesis, reporta propiedades psicométricas favorables para su aplicación
futura y conserva su estructura unidimensional al ser aplicado en contextos no
europeos, condiciones que se suman a los altos niveles de fiabilidad de la escala.
B. Aunque se pudo corroborar que efectivamente la escala más reciente para la
medición del clima de comunicación (Smidts et al., 2001) es tridimensional, la
propuesta hecha en la presente Tesis Doctoral de medirla a través de las
dimensiones de “Apertura y confianza en la comunicación con la dirección”,
“Apertura y confianza en la comunicación con los compañeros” y “Satisfacción con
la información recibida” mejora razonablemente las características psicométricas del
instrumento y da mayor coherencia con los actuales enfoques de evaluación de las
practicas de comunicación organizacional, ya que permite evaluar tanto la
percepción general que los empleados tienen de las relaciones comunicativas con su
empresa, como las percepciones específicas de los empleados frente a cada tipo de
relación comunicativa: vertical (desde y con los directivos, jefes y supervisores) y
horizontal (con los compañeros de trabajo).
C. El clima psicológico de comunicación, o en otras palabras el procesamiento interno
que los individuos hacen de las relaciones comunicativas, predice la identificación
de los empleados con su organización. De manera específica la identificación del
empleado con su empresa depende en mayor medida de la apertura y confianza en la
relación comunicativa con los directivos que de la apertura y confianza en la
relación con los compañeros.
204
D. El clima grupal de comunicación predice la identificación de los empleados con su
organización, lo cual indica que las percepciones agregadas del clima de
comunicación dentro de las unidades de trabajo están relacionadas
significativamente con la identificación organizacional en el nivel individual. Estas
percepciones compartidas entre los miembros de cada unidad respecto de las
características del entorno, mensajes y eventos comunicativos que ocurren en la
empresa tienen un efecto en el orgullo de pertenecer a la organización, en la
conciencia de membresía y en el deseo de seguir perteneciendo a la misma.
E. Existen relaciones estrechas entre la calidad del sistema formal de comunicación
interna con el clima de comunicación en las organizaciones; particularmente entre la
calidad de las áreas de comunicación descendente y ascendente con las percepciones
positivas de apertura y confianza en la comunicación con la dirección, y entre la
calidad de las áreas de comunicación horizontal y las percepciones positivas de
apertura y confianza en la comunicación con los compañeros.
4.5. Principales implicaciones para directivos y profesionales
A. Teniendo en cuenta el papel determinante que juega el procesamiento interno que
los individuos hacen de las relaciones comunicativas de su organización en la
asociación de su propia identidad con la identidad organizativa, es recomendable
que las organizaciones no sólo desplieguen estrategias comunicacionales atractivas,
sino que monitoreen regularmente dichas percepciones, tanto en el nivel individual
como en el grupal (unidades, divisiones, etc.).
205
B. Teniendo en cuenta el valor que los empleados le dan al hecho de sentirse parte de
los procesos de comunicación de los niveles superiores y a que sus mensajes sean
recibidos y atendidos -y soportados en el papel que esto juega en la aparición de la
identificación- se considera fundamental que las organizaciones establezcan espacios
de comunicación interactivos donde el empleado perciba que tiene oportunidades
reales y confiables para opinar y compartir información con los niveles superiores.
C. La percepción de sinceridad y honestidad en los mensajes que se reciben desde los
directivos y superiores, y la coherencia entre la información recibida y la veracidad
de su contenido, constituye un papel fundamental en la creación de identificación,
ya que tales características percibidas (sinceridad, honestidad y confianza) son
transferidas a la identidad organizativa, y, así, los empleados se sienten atraídos
hacia ella. Esto implica que sólo aquellos mensajes de comunicación transmitidos
por directivos o superiores que son percibidos como confiables por sus subalternos,
permitirían enfatizar la identificación con la empresa.
D. El hecho de que los empleados sientan que la propia información que ellos generan,
incluidas aquí sus opiniones, inquietudes y sugerencias, es escuchada, respetada y
reconocida por los niveles superiores, se muestra como una condición fundamental
en el fortalecimiento de la identificación con la empresa, ya que la percepción de
estas conductas de apertura genera en el individuo el sentimiento de ser parte activa
de la organización y de aportar a la construcción de una identidad compartida, lo
que facilita que más adelante esta identidad sea asumida como propia. Para generar
estas percepciones es recomendable que las personas que se desempeñan en niveles
superiores (gerentes, jefes, supervisores, etc.) asuman altos niveles de coherencia
entre los mensajes que transmiten y sus acciones posteriores, convirtiendo a la
coherencia en una condición básicas de sus acciones de comunicación.
206
E. Como una estrategia comunicativa básica, basada en los hallazgos de la presente
Tesis Doctoral, se recomienda que los responsables de la gestión humana en las
organizaciones implementen actividades de entrenamiento para que los directivos
fortalezcan sus habilidades en el establecimiento de adecuadas relaciones
interpersonales con sus subordinados, ya que el fortalecimiento de estas relaciones
crea un entorno de apertura y confianza donde los mensajes institucionales y
cotidianos permean de una manera más directa.
F. Antes de desplegar los diferentes medios y mensajes que la organización utiliza
como estrategias de estimulo a la identificación de los empleados con la compañía,
se considera adecuado que los directivos y profesionales de la comunicación tengan
un conocimiento no solo del perfil individual de sus empleados sino de la
composición y características de los grupos (áreas, unidades o divisiones) que
constituyen la organización, ya que cada una de ellas podría determinar en alguna
medida el efecto de estas acciones y permitiría identificar oportunamente los vacíos
comunicativos de dichos grupos. Esta estrategia conduce a la definición de targets
internos y a una clara identificación del tipo de mensajes que éstos requieren.
G. Teniendo en cuenta que el clima de comunicación percibido por un individuo podría
estar altamente influenciado por el grupo en el cual se encuentra adscrito, el trabajo
de identificar las percepciones que los grupos tienen de las características
comunicativas, podría incluir la detección de lideres innatos al interior de estos
grupos, los cuales se pueden constituir en agentes claves de la socialización de los
mensajes fundamentales de la organización y de información sobre el contexto
comunicacional.
207
H. Los Jefes y Directores de divisiones y unidades en las organizaciones deben trabajar
continuamente en la estrategia de mantener una relación de liderazgo
comunicacional con sus subalternos, a través de espacios de interacción e
intercambio de ideas e información de manera abierta. Se resalta en este punto los
ya instituidos en muchas organizaciones grupos de mejoramiento y equipos
transversales en los cuales los directivos escuchan y toman acciones de
mejoramiento que atienden a las ideas proporcionadas por los empleados.
I. La existencia de mecanismos efectivos para la comunicación de los temas
estratégicos y culturales, los resultados de la organización y los beneficios sociales
ofrecidos a los empleados, así como la comprobación de la asimilación de estos
contenidos, se considera una valiosa estrategia en el proceso de consolidación, entre
los empleados, de percepciones de apertura y confianza en sus directivos
J. La existencia de mecanismos efectivos para la socialización, construcción y
transmisión de cultura entre compañeros, la resolución de problemas y coordinación
de actividades al interior de las unidades y divisiones, la transmisión de
conocimiento y de mejores prácticas entre unidades y la existencia de espacios que
faciliten las relaciones interpersonales, se considera una valiosa estrategia en el
proceso de consolidación, entre los empleados, de percepciones de apertura y
confianza en sus compañeros.
K. la comunicación de los temas estratégicos y culturales, los resultados de la
organización y los beneficios sociales ofrecidos a los empleados, así como la
comprobación de la asimilación de estos contenidos, se considera una valiosa
estrategia en el proceso de consolidación, entre los empleados, de percepciones de
apertura y confianza en sus directivos
208
L. Los responsables por las estrategias de comunicación formal interna en las
organizaciones pueden soportar sus estrategias de estimulo hacia climas de
comunicación favorables haciendo uso de los Sistemas de Gestión previamente
implementados (Calidad, Ambiental, Seguridad Industrial, etc.), ya que desde su
concepción éstos promueven la creación de espacios idóneos para la comunicación
en sus diferentes flujos y objetivos.
M. Es recomendable que las organizaciones a través de sus gestores de comunicación
establezcan, implementen y mantengan mecanismos sistemáticos de evaluación de
la calidad de sus Sistemas de Comunicación y de asimilación de información, que
les permitan no sólo adecuar las estrategias definidas en sus planes de comunicación
sino también irse actualizando frente a los cambios no previstos de la cultura
organizacional.
N. La fuerte configuración de medios formales y de canales de comunicación con
directivos no suple completamente las necesidades de las organizaciones para que
entre los empleados de diferentes divisiones y unidades surjan nuevas relaciones
interpersonales.
209
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