Ejercicios Thich Nhat Hanh
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1. La media sonrisa
a) Media sonrisa en cuanto te despiertes por la mañana: Cuelga una rama o cualquier otro signo, incluso la palabra “sonrisa” del techo o en la pared, de modo que la Miras en cuanto abras los ojos.
Esta señal te servirá de recordatorio. Emplea unos segundos antes de levantarte de la cama en regular la respiración. Haz tres respiraciones mientras mantienes la media sonrisa. Sigue la respiración.
b) Media sonrisa en los ratos libres: Mientras estés en una sala de espera, o en el autobús, en una cola de correos, o en cualquier lugar en el que permanezcas sentad@ o de pie, semisonríe. Inspira y expira lentamente tres veces. Mantén la media sonrisa y considera tu propia naturaleza en el foco de tu atención.
c) Media sonrisa mientras escuchas música: Escucha una pieza de música durante dos o tres minutos.
Presta atención a las palabras, música, ritmo y sentimientos. Sonríe mientras observa tu inhalación y exhalación.
d) Media sonrisa cuando estés irritado: Cuando te des cuenta de que estás irritado, semisonríe. Inhala y exhala tranquilamente, manteniendo la media sonrisa durante tres respiraciones.
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2. Dejarse ir. Relajación a) Déjate ir en posición yacente: Túmbate de espaldas sobre una posición plana sin el soporte de un colchón o una almohada. Mantén los brazos extendidos a los lados y las piernas ligeramente separadas, extendidas al frente, Mantén una media sonrisa. Respira tranquilamente con la atención enfocada en la respiración. Deja ir cada músculo del cuerpo. Relaja cada músculo como si estuvieras colgado a través del suelo o como si fueran tan blandos y flexibles como un trozo de seda colgado de una cuerda, puesto a secar. Déjate ir totalmente, mantén la atención solamente en la media sonrisa y en la respiración. Identifícate con un gato, completamente relajado ante un fuego, con los músculos flácidos, sin hacer resistencia a las caricias de nadie. Sigue así durante 15 respiraciones. b) Déjate ir en posición sedente: Siéntate en la postura del loto o en medio loto, o con las piernas cruzadas, o plegadas al frente, o en una silla con los dos pies tocando el suelo. Semisonríe. Continúa como en el ejercicio anterior.
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3. Respiración a) respiración profunda: Túmbate sobre la espalda (como en el ejercicio 2a). Respira uniforme y suavemente, dirigiendo la atención al movimiento del estómago. Cuando comiences a inspirar deja que el estómago te eleve para llevar el aire a la mitad inferior de los pulmones. Cuando la mitad superior de los pulmones Comienza a llenarse de aire, el pecho comienza a elevarse y el estómago comienza a descender. No te canses. Continúa durante 10 respiraciones. La expiración será mas larga que la inspiración. b) Medir la respiración por las pisadas: Pasea lentamente y relajadamente en un jardín, a lo largo de un río o en un sendero rural. Respira normalmente. Determina la longitud de tu respiración, la inhalación y la exhalación, por el número de pasos. Continúa durante unos minutos. Comienza a alargar la expulsión en un paso, pero no fuerces una inspiración más larga, deja que te natural. Vigila cuidadosamente la inhalación para ver si existe el deseo de prolongarla. Continúa durante 10 respiraciones. Ahora prolonga la expulsión un paso mas. Vigila si la inspiración te alarga un paso o no. Prolonga la inspiración solamente cuando sientas que será agradable. Después de 10 respiraciones vuelve a respirar normalmente. Transcurridos unos cinco minutos puedes comenzar de nuevo la práctica de alargar las respiraciones. En cuanto te sientas un poco cansado, vuelve a la normalidad. Después de varias sesiones de esta practica, la inspiración y la expulsión serán de igual duración. No practiques mucho tiempo; iguala la duración durante 10 o 20 respiraciones antes de recuperar el ritmo normal. c) Cuenta la respiración: Siéntate en loto o medio loto o vete a dar un paseo. Cuando inhales permanece atent@: “estoy inhalando”; cuando exhales permanece atent@: “estoy exhalando”. Recuerda respirar desde el estómago (3a). Cuando comiences la segunda inhalación permanece atent@: “estoy inhalando, dos”; y al exhalar lentamente este atent@: “estoy exhalando, dos”. Continúa hasta llegar a 10. Cuando hayas llegado a 10 vuelve a empezar por el uno. Siempre que pierdas la cuenta vuelve a comenzar por el uno. d) Seguir la respiración mientras te escucha música: Escucha una pieza musical. Haz respiraciones largas suaves y uniformes. Sigue tu respiración y sé el dueño de ella mientras permanece atent@ a los movimientos y sentimientos de la música. No te pierdas en la música; continúa siendo el dueño de tu respiración y de ti mismo. e) Seguir la respiración mientras te mantiene una conversación: Haz respiraciones largas, suaves y uniformes. Sigue tu respiración mientras escuchas a un amigo y mientras tú mismo hablas. Continúa como en 3d. f) Seguir la respiración: Siéntate en loto o medio loto o ve a dar un paseo. Comienza a inspirar lenta y normalmente (desde el estómago) atent@ al hecho de que “estoy inhalando normalmente”.
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Exhala con atención: “estoy exhalando normalmente”. Hazlo tres veces. La cuarta alarga la inspiración, atent@ al hecho de que “estoy haciendo una inspiración larga”. Expulsa con atención al hecho: “estoy haciendo una larga expulsión”. Hazlo tres veces. Ahora Sigue tu respiración cuidadosamente, consciente en todo momento del estomago y los pulmones. Sigue la entrada y la salida del aire. Este atent@ a hecho de que “estoy inhalando y siguiendo la inhalación desde el principio al fin. Estoy exhalando y siguiendo la exhalación desde el principio al fin”. Continúa durante 20 respiraciones. Vuelva a la normalidad. Tras 2 minutos repita el ejercicio. Recuerde Mantener la media sonrisa mientras respira. Una vez que domine este ejercicio pase al 3g. g) Respirar para pacificar cuerpo y mente y realizar la Alegría: Siéntate en loto o medio loto. Semisonríe. Sigue la respiración (3d). Cuando la mente y el cuerpo estén tranquilos, Continúa respirando muy suavemente atent@ al hecho de que “estoy inspirando y haciendo la respiración corporal ligera y pacifica. Estoy expirando y haciendo la respiración corporal ligera y pacifica”. Hazlo por tres veces, haciendo nacer el pensamiento siguiente con atención mental: “Estoy inspirando y haciendo todo mi cuerpo ligero, pacifico y alegre”. Continúa por tres respiraciones haciendo surgir el pensamiento: “Estoy inspirando mientras mi cuerpo y mente están alegres y en paz. Estoy expulsando mientras mi mente y mi cuerpo están alegres y en paz”. Mantén este pensamiento con atención de cinco a treinta minutos, o durante una hora, según tu capacidad y del tiempo de que dispones. El principio y el final de la práctica deben ser relajados tranquilos. Cuando quieras parar, cuidadosamente da masajes a los ojos y a la cara con las dos manos y luego masajea los músculos de las piernas antes de volver a sentarte con normalidad. Espera un momento antes de levantarse.
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4. atención Mental de la posición y movimientos del cuerpo a) atención sobre la posición del cuerpo: Puede ser practicada en cualquier momento y lugar. Comienza por enfocar la atención hacia la respiración. Respira más lenta y profundamente de lo normal. Permanezca atent@ a la posición del cuerpo, bien este paseando, de pie, tumbado o sentado. Sepa por donde pasea; sepa donde esta parado, donde yace, donde te sienta, permanece atent@ al propósito de tu posición. Por ejemplo, puedes estar consciente de que estás sentado en una verde colina para refrescarte, para practicar respiraciones o simplemente para estar. Sino existe ningún propósito determinado, te consciente de que no existe propósito alguno. b) atención a la preparación del te: Prepare te para servírselo a algún amigo o para ti mismo. Haz cada movimiento lentamente, con atención mental. No deja pasar ningún movimiento sin ser consciente de todos tus detalles. Date cuenta de que tus manos sujetan la tetera por el asa. Date cuenta de que esta echando el te, aromático y caliente, en la taza. Sigue con atención cada paso. Respira más suave y profundamente de lo normal. Sigue la respiración si la mente te dispersa. c) La atención mientras te lavan los platos: Friegue los platos relajadamente como si cado uno de ellos fuera un objeto de contemplación. Considere cada plato como la Autentica Realidad. Sigue la respiración para prevenir la dispersión mental. No trate de apresurarse para acabar cuanto antes. Considere el lavado de la vajilla como la cosa más importante del mundo. Fregar platos es meditación, y si no puede hacerlo con atención, tampoco podrá meditar mientras te sienta en silencio. d) La atención mientras te lava la ropa: No lave demasiadas cosas a la vez. Seleccione tres o cuatro piezas de ropa cada vez, para lavarlas. Escoja la posición más cómoda, ya te sentado o de pie, para prevenir un dolor de espalda, restriegue la ropa relajadamente Manteniendo la atención en cada movimiento de las manos y de los brazos. Preste atención al jabón y al agua. Cuando terminado de frotar y aclarar, tu mente y tu cuerpo deben sentirse tan fresco como la ropa. Recuerde Mantener la media sonrisa y toma conciencia de la respiración cada vez que la mente le distraiga. e) La atención mientras te limpia la casa: Divida el trabajo en etapas: ordenar cosas y colocar libros, etc., fregar el retrete, limpiar el cuarto de baño, barrer el suelo y limpiar el polvo, etc. Emplee tiempo suficiente para cada cosa. Muévase lentamente, tres veces más lento de lo habitual. Concéntrese plenamente en cada tarea. Por ejemplo mientras coloca un libro en la estantería, date cuenta de qué libro es, date cuenta de que estas colocándolo, tratando de ponerlo en un lugar específico. Te consciente de que tus manos alcanzan el libro y lo recogen. Evita todo movimiento abrupto y áspero. Mantén la atención en la respiración, especialmente cuando la mente te distraiga. f) La atención mientras te baña: Concédete 30 o 45 minutos para tomar un baño. No te apresures ni un segundo. Desde el momento en que te prepares el baño hasta el momento en que te pones la ropa limpia, deja que cada movimiento sea suave y lento. conciencia de cada instante. Pon la atención en cada parte del cuerpo sin discriminación o miedo. Toma conciencia del contacto del agua con el cuerpo. Cuando se acabe, tu mente se sentirá tan en paz y ligera como tu cuerpo. Sigue tu respiración. Piensa de ti mismo que estas en un limpio y fragante estanque de lotos en el verano.
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g) La atención en el guijarro: Siéntate en loto o medio loto. Regula la respiración como en el ejercicio 3c. Cuando tu respiración sea lenta y uniforme Comienza a relajar todos los músculos mientras mantienes la media sonrisa, como en el ejercicio 2a. Identifícate con un guijarro que te sumerge en un claro arroyo. Mientras te sumerges no hay intención de guiar el movimiento. Húndete hasta el lugar de total reposo sobre la apacible arena del lecho del río. Continúa meditando en los guijarros hasta que tu mente y tu cuerpo estén en absoluto reposo: una piedra descansando en la arena. Mantén esa paz y ese gozo media hora, mientras vigilas tu respiración. Ningún pensamiento acerca del pasado o del futuro puede apartarte de esa paz y de ese gozo. El universo existe en ese momento presente. Ningún deseo puede apartarle de esa paz actual, ni siquiera el deseo de llegar a ser un Buda o el deseo de salvar a todos los seres. Sepas que el deseo a ser un Buda o salvar a todos los seres solo puede realizarse sobre la base de la paz pura de ese momento. h) Planear un día de atención mental: Selecciona un DIA de la semana, cualquier DIA, el que mejor convenga a tu situación. Olvide el trabajo que tiene que realizar los demás días; no organice reuniones ni citas. Haz solo trabajos sencillos, tales como limpiar la casa, guisar, lavar la ropa o quitar el polvo. Sigue los métodos descritos en el ejercicio 4c. Luego prepara un poco de té (4b). Puede leer las Escrituras o escribir cartas a los amigos íntimos. Después de un paseo para practicar el método de la respiración (3b, 3c y 3e). Mientras lees las Escrituras o escribes a un amigo, mantén la atención, no dejes que el Sutra o carta le lleve a cualquier otro sitio. Mientras lees los textos sagrados, sepas que estás leyendo; mientras escribes la carta, sepas que estás escribiendo. Sigue el mismo procedimiento que cuando escuchas música o charlas con un amigo (3d, 3e). Por la noche, prepárate una cena ligera, quizás solo un poco de fruta o un zumo. Siéntate en meditación una hora antes de irse a la cama. Sigue el método descrito en el ejercicio 4g, 3e o 3g. Durante el día, da un par de paseos de 30 o 45 minutos. No leas antes de dormir y en lugar de esto, practique una relajación total (2a) durante 5 o 10 minutos. Sé dueño de tu respiración. Respira suavemente (la respiración no debe ser demasiado larga). Sigue los altibajos del estómago y pecho, los ojos cerrados. Cada movimiento durante este día debe ser, al menos, dos veces más lento que lo habitual.
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5. Contemplación de la Interdependencia
a) Contemplación de los cinco agregados:
Busque una foto tuya cuando eras niño. Siéntate en loto o en medio loto y Comienza a seguir tu respiración como en el ejercicio 3e. Después de 20 respiraciones, Comienza a enfocar tu atención en una foto situada frente a ti. Recréate y vive de nuevo los cinco agregados de los cuales estabas hecho en el momento en que te hicieron la foto: las características físicas del cuerpo, tus sentimientos, percepciones, funciones mentales y conciencia en aquella edad. Continúa con la respiración. No dejes que los recuerdos te venzan.
Mantén esa contemplación durante 15 minutos. Vuelve tu atención a tu ser presente. Se consciente de tu cuerpo, sentimientos, percepciones, funcionamiento mental y conciencia en el momento actual. Mira los cinco agregados que le conforman. Hazte la pregunta: “¿Quién soy yo?”.
Deja que la pregunta arraigue profundamente, como una nueva semilla sembrada en tierra suelta y regada con agua. La pregunta “¿Quien soy yo?” no debe ser una consideración abstracta a considerar con un intelecto discursivo. La pregunta ¿Quién soy yo? No deberá confinarse en el intelecto, sino ser entregada al cuidado de la totalidad de los cinco agregados. No trate de encontrar una respuesta intelectual. Haz la contemplación durante 10 minutos, Manteniendo una respiración suave pero profunda para prevenir ser empujado a la reflexión filosófica.
b) La Contemplación del propio esqueleto:
Túmbate en una cama, una esterilla o la hierba en una posición en la que te encuentre cómodo. No uses almohada. Comienza a tomar contacto con la respiración. Haz la contemplación de que todo lo que ha quedado de tu cuerpo es un esqueleto blanco que yace sobre la superficie de la tierra. Mantén la media sonrisa y Continúa siguiendo la respiración. Imagine que toda tu carne se ha descompuesto y desaparecido, que tu esqueleto yace en la tierra 80 años después de haber sido enterrado. Mira claramente los huesos de tu cabeza, espalda, costillas, caderas, piernas y brazos, los huesos de los dedos. Mantén la media sonrisa, Respira muy suavemente con el corazón y la mente serenos. Date cuenta de que tu esqueleto no eres tú. Tu forma corporal no eres tú, ni siquiera eres tú los sentimientos, pensamientos, acciones y el conocimiento. Mantén esa contemplación durante 20 o 30 minutos.
c) Contemplación de tu verdadero aspecto antes de haber nacido:
En la postura de loto o del medio loto Sigue la respiración. Concéntrate en el punto de inicio de tu vida (A). Se consciente de que ese es también el punto de partida de tu muerte. Date cuenta de que tanto tu vida como tu muerte se manifestaron al mismo tiempo: ésta es porque aquella fue. La una no te sucedería sin la otra. Mira que la existencia de tu vida y de tu muerte dependen la una de la otra: la una es el cimiento de la otra. Date cuenta de que es el mismo tiempo tu vida y tu muerte, que ambas no son enemigas, sino dos aspectos de la misma realidad. Entonces concéntrate en el punto final de doble manifestación (B) que, erróneamente es llamada muerte. Mira que es ese punto final de la manifestación tanto de la vida como de la muerte. Mira que no hay diferencia entre lo que hay delante de A o detrás de B.
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d) La Contemplación sobre un ser amado que ha muerto:
Colócate en una posición cómoda.
Comienza a tomar contacto de tu respiración como en 3e. Contempla el cuerpo de un ser amado que haya muerto, ya te unos cuantos meses o años. Sepa claramente que la carne de la persona se ha descompuesto y que solo el esqueleto permanece tranquilamente bajo la tierra. Sepa claramente que su propia carne esta todavía aquí y que en ti mismo están todavía combinados los cinco agregados de forma corporal, sentimientos, percepciones, funciones mentales y conciencia. Piensa en tu interacción con esa persona en el pasado y ahora. Haz esa contemplación por 15 minutos.
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6. La contemplación en la compasión
a) Contemplación en las personas que tu más odies o desprecies: Colóquese en la postura del loto o del medio loto. Sonríe y Respira como en el ejercicio 2b. Contempla la imagen de la persona que le haya causado más sufrimiento. Usa la imagen de esa persona como el objeto de tu contemplación.
Contémplala en su forma corporal, sentimientos, percepciones, procesos mentales y conciencia de la persona. Contempla cada agregado separadamente. Comienza por la forma corporal. Contempla los aspectos que tú odies o desprecies más o que encuentras más repulsivos. Continúa con los sentimientos de la persona. Trata de ver lo que hace a esa persona gozar o sufrir en la vida diaria. Cuando contemples las percepciones, trata de ver a qué modelos de pensamiento y razonamiento sigue esa persona. Para los procesos mentales, examina que es lo que motiva las esperanzas y acciones de esa persona y lo que motiva tus actos. Finalmente considera tu conciencia; Mira si tus puntos de vista y tus percepciones son abiertos y libres o no y si ha sido influenciados por cualquier prejuicio: estrechez de mente, odio o ira. Mira si eres o no dueño de ti mismo. Sigue esta contemplación hasta que sientas que la compasión surja en tu corazón como un pozo que se va llenando de agua fresca, y que tu ira y tu resentimiento desaparecen. Practica este ejercicio muchas veces con la misma persona.
b) Contemplación en el sufrimiento causado por la falta de sabiduría: Siéntate en loto o medio loto. Sigue tu respiración como en 3e. Elije la situación de una persona, familia o sociedad que a tu juicio más sufra. Ese será el objeto de tu contemplación. En el caso de una persona, trate de ver cada uno de los sufrimientos que esa persona esta sobrellevando. Comienza con el sufrimiento de la forma corporal (enfermedad, pobreza, dolor físico) y luego sigue con el sufrimiento causado por los sentimientos (conflictos internos, miedo, odio, celos, conciencia torturada). Considere a continuación los sufrimientos causados por las percepciones (pesimismo, dejarse caer en los problemas con un punto de vista estrecho y oscuro) Mira si tus procesos mentales están motivados por el miedo, el desaliento, la desesperación o el odio. Mira si tu conciencia esta obstruida por esta situación, a causa de tu sufrimiento, a causa de la gente que te rodea, tu educación, la propaganda o la falta de autocontrol. Medite sobre todos estos sufrimientos hasta que tu corazón te llene de compasión como un pozo de agua fresca y Mira que esa persona sufre a causa de tus circunstancias y de la ignorancia. Resuelve en tu corazón y en tu mente ayudar a esa persona a salir de tu situación presente, pero siempre de la forma más silenciosa y menos pretenciosa posible.
En el caso de una familia, Sigue los mismos métodos. Examina los sufrimientos de una persona y luego de otra hasta que hayas examinado los sufrimientos de toda la familia. Mira que los sufrimientos de ellos son los sufrimientos tuyos. Mira que no es posible hacer reproches a ninguna persona de ese grupo. Mira que debe ayudarles a liberarse a sí mismos de su situación presente de la manera mas silenciosa y menos pretenciosa posible. En el caso de una sociedad, toma la situación de un país en guerra o en cualquier otra situación injusta.
Trata de ver como cada persona envuelta en el conflicto es una victima. Mira que nadie de los que luchan entre si o están en lados opuestos, desean que continúe con ese sufrimiento. Mira que no hay solo un culpable o grupo de culpables de esa situación. Mira como la situación es posible por la superposición de ideologías y por el injusto sistema económico mundial que es sustentado por cada persona a causa de la ignorancia o por la falta de resolución para cambiarlo. Mira que las dos partes de un conflicto no son realmente opuestas, sino que son dos aspectos de la misma realidad. Mira que la cosa mas esencial es la vida y que matar u oprimir a otros no resuelve nada. Recuerde las palabras del Sutra:
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“En tiempo de guerra”. Erige en ti el Espíritu de la compasión ayudando a los seres vivientes a abandonar el deseo de lucha donde quieras que haya furiosa batalla entrégate totalmente a mantener igualadas las fuerzas de ambos lados y luego intervén para solucionar el conflicto. (Vimalakirti Nirdesa) Medita hasta que desaparezca cada reproche y cada odio, y la compasión y el amor inunden tu corazón como un pozo de agua fresca. Haz votos para trabajar por el despertar y la reconciliación de la forma más silenciosa y sin pretensiones posibles. c) Contemplación en la acción desinteresada: Siéntate en loto o medio loto. Sigue tu respiración como en 3e. Toma como objeto un programa de desarrollo rural o cualquier otro proyecto que consideres importante para tu meditación. Observa el propósito del trabajo, los métodos que te vayan a emplear y la gente implicada. Considera primero el propósito de proyecto. Mira que el trabajo es servir, aliviar el sufrimiento, responder a la compasión y no satisfacer el deseo de alabanzas o reconocimiento. Mira que los métodos utilizados estimulen la cooperación entre los humanos. No consideres el proyecto como un acto de caridad. Considera a la gente implicada. ¿Todavía los ves en términos de unos que sirven y otros que te benefician? Si todavía ves que hay quienes sirven y quienes te benefician, tu trabajo es para ti mismo y tus trabajadores, y no para el servicio. El Prajnaparamita Sutra dice: “El Bodhisattva ayuda a los seres vivientes a pasar a la otra orilla pero de hecho ningún ser viviente esta siendo ayudado a cruzar a la otra orilla”. Resuelve trabajar en el espíritu del Prajnaparamita, el espíritu de la acción desinteresada. d) Contemplación en el desapego: Siéntate en loto o medio loto. Sigue tu respiración como en 3e. Rememora los éxitos más significativos de tu vida y examina cada uno de ellos. Examina tu talento, tus virtudes, tu capacidad, la convergencia de condiciones favorables que te condujeron al éxito. Estudia la complacencia y la arrogancia que han surgido del sentimiento de que era la causa principal del éxito. Derrama la luz de la interdependencia sobre todo el asunto para ver que el logro no es realmente tuyo sino de la convergencia de varias condiciones favorables más allá de tu alcance. Míralo hasta que dejes de estar atado a esos éxitos. Solo cuando puedas renunciar a ellos podrás ser realmente libre y no ser atacad@ mas por ellos. Rememora los más amargos fracasos de tu vida y examina cada uno de ellos. Examina tu talento, tus virtudes, tu capacidad y la ausencia de condiciones favorables que condujeron al fracaso. Examina todos los complejos que han surgido en ti a causa del sentimiento de que no eres capaz de alcanzar el éxito. Derrama la luz de la interdependencia sobre todo el asunto para ver que los fallos no son debidos a tu falta de habilidad sino más bien a la falta de condiciones favorables. Contempla que no tienes que echar esos fracasos sobre tus hombros, que esos fallos no son tu propio ser. Mira si estas libre de ellos. Solamente cuando puedas renunciar a ellos estarás realmente libre y no serás asaltado por ellos nunca más.
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e) Contemplación en el no abandono: Siéntate en loto o medio loto. Sigue tu respiración como en 3e. Aplica uno de los ejercicios 5a, 5b o 5c. Date cuenta de que todo es impermanente y que carece de identidad eterna. Contempla para ver que aunque las cosas sean impermanentes y sin identidad perdurable, son sin embargo maravillosas. Mientras no estés atado por lo condicionado, tampoco lo estas por lo no‐condicionado. Contempla que el Bodhisattva si bien no esta atrapado por los cinco agregados y por los dharmas condicionados, tampoco esta separado de ellos. Aunque puede abandonar los cinco agregados y los dharmas condicionados como si fueran frías cenizas, todavía puede alojarse en los cinco agregados y en los dharmas condicionados y no ser inundados por ellos. Es como una barca sobre el agua. Contempla para ver que la gente despierta, aunque no esta esclavizada por el trabajo de servir a los seres vivientes, nunca abandona el trabajo de servir a los seres vivientes.