El Abuelo Consejero

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Cuento

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EL ABUELO CONSEJEROVersin en Espaol

Un da un hombre muy probatorio caminaba por el mundo demostrando a muchos aw la semejanza de Dios y la persona humana.El hombre era muy pobre, muy viejo, el hombre tena un bastn grande, tambin tena un sombrero grande. El hombre no tena botas, caminaba pie descalzo, la ropa tena toda planchada de esa forma. Caminaba en presencia de los aw.Este hombre no tena casa, solamente demostraba su caracterstica: era un hombre con cultura, respetaba mucho a los aw.El hombre viejo no tena apellido, tampoco nombre porque nadie lo conoca. De pronto, como el hombre viejo era tan inteligente, empez a caminar por la selva donde vivan los aw, aparecindose como anciano aw, con un bastn, sombrero, pie descalzo y con una shigra. As camin el hombre viejo.El rato menos pensado sali de donde los aw. El hombre viejo para los aw era muy extrao, ellos tenan mucho miedo porque nadie lo conoca.El viejo sali de donde los aw. Lejos se encontraba una familia aw trabajando. Cuando lleg el hombre Viejo, el sol iluminaba muy claramente; algunos de ellos se sentan contentos y otros se sentan mal por la presencia esa persona; ellos pensaban que un viejo aw estaba caminando hacia ellos.Exista mucha preocupacin, ellos no dijeron nada, l les mir. Un viejito con sombrero y bastn se apareci donde estaban trabajando los aw.El viejito pregunt: Qu estn haciendo? Qu van a sembrar? Para qu trabajan? Algunos contestaron vamos a sembrar piedras!Bueno, maana vendrn a ver su trabajo. Diciendo esto se fue.Al otro da los dueos del terreno fueron a ver su chacra, solo encontraron piedras en toda la loma.Despus de unos das volvi a presentarse el viejito a otros trabajadores. Les pregunt: Qu van a sembrar?Ellos contestaron: maz, pltano, pias, vamos a sembrar para tener que comer.Muy bien hijitos, trabajen contentos. Maana vendrn a ver sus trabajos. Diciendo esto se fue.Al amanecer del da siguiente fueron a ver su terreno y encontraron las frutas maduras, todo listo para la cosecha.El viejito, otra vez iba por las casas pidiendo qu comer. Algunos eran Buenos, le brindaban chiro para comer y chicha para tomar. El agradeca y se iba contento.Algunas personas eran malas no le daban de comer, ni tampoco posada. El viejito se despeda triste deca: ya me voy, no volver a molestarles.En otro lugar un aw estaba trabajando solo, el viejito se le apareci. Cuando estaba tumbando rboles: le pregunt: Para qu ests trabajando?. Voy a sembrar maz para tener que comer, contest el aw. El viejito le aconsej: termina la tumba ahora mismo. Diciendo esto desapareci. El hombre sigui trabajando, tumb todo lo que ms pudo; hasta la noche trabaj. No termin todo. Una parte le falt.Al otro da desde lejos mir su terreno. Encontr el trabajo terminado. El hombre volvi contento a su casa. Ya no tena que hacer el duro trabajo. Cont a toda su familia lo que haba pasado.Otra vez se apareci a un trabajador, tena la apariencia de un joven. Se puso a conversar con el trabajador, tena la misma apariencia. Le pregunt: Qu ests haciendo?. Estoy regando el maz para tener qu comer. El trabajador invit al joven a comer y a tomar chicha. Conversaron bastante sobre el trabajo.Antes de despedirse, ese joven le dijo al trabajador: Acaba de regar el maz, despus haz lo que yo te indico: baja hasta el pie de la loma, despus sube hasta la cabecera de lo sembrado, all da gritos bien fuertes.Diciendo esto el joven desapareci. El trabajador hizo como le indic el joven. Apenas grit, los rboles empezaron a caerse y el trabajo qued terminado.Fue a su casa y cont a los familiares lo ocurrido. Entre todos los aw se reunieron para conversar lo que a cada uno le haba pasado. Unos decan: yo vi un viejo. Otros comentaban: yo vi un joven. Parece que Dios mismo est con nosotros, decan otros. Dios mismo nos est ayudando, est disfrazado de joven o de viejo. Pero Dios mismo est con nosotros, decan muchos aw, los que pudieron conocerlo y mirarlo cara a cara.Desde entonces todos los aw empezaron a compartir y escuchar las ideas de viejitos y jvenes. Desde este tiempo los aw compartimos con los que llegan, les brindamos algo de comer o tomar. Lo que tenemos damos a los dems. Somos demasiado compaeros, no somos malos, porque, si no nos ayudamos unos a otros Dios no nos ayudar.