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EL ACUEDUCTO ROMANO DE PEÑA CORTADA Manuel Sánchez Martí Historia y Gestión del Patrimonio Artístico, Grupo A, Curs 2013-2014 Profesor: Luis Arciniega García Grado de Historia del Arte, Universitat de València

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EL ACUEDUCTO ROMANO DE

PEÑA CORTADA

Manuel Sánchez Martí

Historia y Gestión del Patrimonio Artístico, Grupo A, Curs 2013-2014

Profesor: Luis Arciniega García

Grado de Historia del Arte, Universitat de València

2

Introducción

El acueducto romano de Peña Cortada es uno de los acueductos de mayor tamaño de

nuestro país, el más espectacular de los identificados en la Comunidad Valenciana pero

paradójicamente poco conocido, no solo por la ciudadanía en general sino también por

los estudiantes de Historia del Arte.

El motivo por el que se realiza este breve estudio sobre este bien de nuestro patrimonio

se debe a la escasez de estudios sobre el tema y al mismo tiempo con la intención de

contribuir al conocimiento de una de las obras más espectaculares realizadas en la

Antigüedad que se conservan en nuestra Comunidad.

Respecto al contenido, en primer lugar se habla del sistema constructivo, de las técnicas

y de la función de un acueducto. Cómo se construía un acueducto, que materiales se

necesitaban, qué técnicas requerían, o cuáles eran los motivos por los que se decidía

hacer obras de esta envergadura. En segundo lugar se hace un recorrido a través de los

distintos tramos de la obra, describiendo los restos arqueológicos documentados desde

su inicio hasta su posible destino final. Seguidamente se mencionan las distintas

referencias históricas que a lo largo del tiempo recogen la presencia del acueducto hasta

la actualidad.

Por último, a modo de conclusión se realiza una valoración de la obra en sí, de su

deterioro progresivo, del uso y de las actitudes con respecto al monumento a lo largo de

la historia, de las actuaciones encaminadas a su conservación/restauración, de su

función actual y de su importancia dentro del patrimonio cultural valenciano.

3

1. Descripción

El Acueducto romano de Peña Cortada tiene la consideración de Bien de Interés

Cultural1, es una infraestructura hidráulica destinada a la canalización de agua para su

consumo y a la vez una construcción monumental realizada con piedra caliza. En la

actualidad es de titularidad pública, habiendo sido declarado Bien de interés cultural el

03/09/2004, y publicado en el BOE el 08/09/20042, con la anotación Mº R-I-51-

0010211. Está localizado en la Comarca de los Serranos de la provincia de Valencia, y

atraviesa en los tramos identificados hasta el momento, los municipios de Tuéjar,

Chelva, Calles y Domeño, alcanzando la canalización documentada una longitud de

28,6 kilómetros, en los que la conducción de agua transcurre a través de tramos tallados

en la roca, cubiertos o al aire libre o por medio de puentes de uno o varios arcos.

Su autoría y fecha de construcción se desconoce, pero debió realizarse entre el final del

siglo I d.C. y la primera mitad del siglo II d.C.3

2. Sistema constructivo

La construcción romana se distinguió desde el principio por las tres características que

definiría Vitrubio4, firmitas, utilitas y venustas, es decir, una arquitectura debía ser

firme y útil, pero también bella.

1 B.I.C. o Bien de interés cultural se rige por la Ley 16/1985, de 25 de Junio, del Patrimonio Histórico Español. Está

destinada a proteger el patrimonio del Estado español y según la propia ley se define como cualquier inmueble y

objeto mueble de interés artístico, arqueológico, etnográfico, científico o técnico, que haya sido declarado como tal

por la administración competente. También puede ser declarado como BIC, el patrimonio documental y bibliográfico,

los yacimientos y zonas arqueológicas, así como los sitios naturales, jardines y parques, que tengan valor artístico,

histórico o antropológico. La propia Ley en su artículo 14.1 considera inmuebles los que recoge el artículo 334 del

Código Civil y cuantos elementos puedan considerarse consustanciales con los edificios y formen parte de los

mismos o de su entorno o lo hayan formado, aunque en el caso de poder ser separados constituyan un todo perfecto

de fácil aplicación a otras construcciones o a usos distintos del suyo original. La Ley considera monumento a aquellos

bienes inmuebles que constituyen realizaciones arquitectónicas o de ingeniería, u obras de escultura colosal, siempre

que tengan interés histórico, artístico, científico o social.

2 España. Decreto 159/2004, de 3 de septiembre, por el que se declara bien de interés cultural, con la categoría de

monumento, el acueducto de Peña Cortada de Tuéjar, Chelva, Calles y Domeño. Boletín Oficial del Estado, 5 de

noviembre de 2004, núm. 267, pp. 36783-36786.

3 JIMÉNEZ SALVADOR, J.L., “Referencias historiográficas sobre el acueducto de Peña Cortada”, Arse, 28-29,

1994-1995, p. 226.

4 La obra de Vitruvio De architectura, organizada en diez libros es el tratado de arquitectura más antiguo que se

conserva, desde el Renacimiento ha sido una obra básica de referencia para entender la arquitectura romana y fuente

permanente de inspiración a lo largo de la historia de la arquitectura.

4

A diferencia de otras construcciones el acueducto se planteaba siempre como un reto

frente al cual había que ir aportando soluciones. En primer lugar estaba la distancia a

recorrer desde el lugar de captación del agua (caput aquae) hasta su destino (castellum

aquae), en segundo lugar los accidentes del recorrido y su pendiente, que debían

resolverse mediante sifones, puentes o arcuationes y galerías, y en tercer lugar el caudal

del agua5. El elemento básico para la construcción fue la piedra y su disponibilidad, por

tanto lo primero que había que localizar, previo a su construcción, era la cantera. En el

caso que nos ocupa la piedra es un elemento de gran disponibilidad en los alrededores

de los puentes, por tanto el material utilizado debió extraerse de las canteras situadas

junto a la propia obra. Como elemento de unión entre las hiladas se dispuso una ligera

capa de argamasa, utilizándose el hormigón (opus caementicium) como núcleo de las

pilas y de los arcos6.

Figuras 1 y 2. Vistas aéreas del acueducto en el tramo correspondiente al barranco de la Cueva del Gato

La fábrica del puente se basa en el opus cuadratum, a base de sillerías compuestas por

bloques de piedra caliza más o menos escuadrados y regulares, cuya constante era la

altura, de manera que todos los bloques fueran compatibles con cualquier altura de

hilada, en este caso las hiladas presentan una media de altura de 51 cm.

5 ADAM J.P., La construcción romana, materiales y técnicas. León: Editorial del los Oficios, 1996, pp.261-269

6 Para mayor información sobre la forma de construcción de paramentos, núcleos de hormigón y construcción de

arcos vid: CHOISY, A., El arte de construir en Roma. Madrid: CEHOPU, 1999, pp. 9 -24

5

Fig. 3. Detalle de una pila, que muestra la uniformidad de la altura de las hiladas

Un elemento distintivo en la construcción del acueducto fue el uso del arco de medio

punto como nexo de unión entre las pilas; en el acueducto de Peña Cortada se utilizó un

arco simple, de una sola rosca sin clave y con dovelas radiales. El diámetro de los arcos

es de mayor tamaño que la distancia entre las pilas sobre las que descansa, detalle a

modo de imposta que debió servir como punto de apoyo de las cimbras.

Fig. 4. Detalle de un arco construido mediante una rosca de dovelas radiales

El diseño de un acueducto estaba en función de su utilidad, del objetivo para el que se

construía, por tanto, su altura venía impuesta por el nivel del agua que debía conducirse,

y el resto de dimensiones determinado por la orografía del terreno y el espacio a salvar.

No debía soportar un gran peso “por lo que su estabilidad estaba garantizada por la

calidad de su fábrica”7, una calidad que radicaba en la cimentación, en la perfección de

los sillares, en el asentamiento de los mismos o en el tipo de piedra utilizada.

7 ORTEGA ANDRADE, F., “Libro segundo: Romana y Paleocristiana” en Historia de la Construcción. Las Palmas

de Gran Canaria: Servicio de Publicaciones, 1994, p. 170

6

Llama la atención la altura de las pilas y los distintos rebordes de las mismas que

debieron tener una doble función, en primer lugar, como elemento de sujeción del

andamiaje, y en segundo lugar, una función de carácter decorativo que rompiera la

uniformidad de la superficie. Igualmente se observa, en el tramo donde el acueducto

alcanza su máxima altura sobre el suelo superior a los 18 metros, cómo a diferencia

de otros acueductos en los que la altura se salvaba mediante la superposición de

distintos niveles de arcadas, la espectacularidad de este acueducto se basa precisamente

en la ausencia de superposiciones. Para su construcción se utilizaron al menos dos

sistemas de andamiaje, uno a escasa altura sobre el suelo donde todavía hoy pueden

observarse los mechinales y otro aéreo que utilizó como sujeción los distintos rebordes

de las pilas.

Fig. 5 Mechinales en la base de las pilas usados como sujeción del primer nivel de andamios

Para elevar los sillares hasta su ubicación definitiva se utilizaron garras cuyos agujeros

de sujeción pueden verse en algunos bloques.

Fig. 6. Detalle que muestra agujeros de sujeción en la piedra donde apoyaban las garras

7

Otro elemento a considerar en la construcción del acueducto era la pendiente, un

desnivel mínimo que asegurara un flujo constante, una velocidad adecuada y una

presión suficiente.

3. Función

No puede hablarse de un acueducto sin hacer referencia a la importancia que los

romanos otorgaron al agua. Las ciudades gozaban de una red de fuentes de uso público

que no solo servían de abastecimiento para el hogar sino que también constituían

centros de sociabilidad. Al igual que las fuentes, la mayoría de las ciudades disponían

de termas o baños públicos, grandes instalaciones divididas en salas con agua a distintas

temperaturas organizadas en torno a un recorrido que seguía los principios higiénico-

medicinales de Galeno. Las termas, además de servir para el baño, eran centros de vida

social, disponían de biblioteca, centros de reunión, gimnasio,… El agua era un elemento

de primer orden que formaba parte de la vida diaria y del tiempo de ocio.

Fig. 7. Fuente pública, Pompeya Fig. 8. Termas del Foro, Pompeya

Para disfrutar del agua, las ciudades tuvieron que canalizarla desde manantiales que en

ocasiones se encontraban muy distantes. Los acueductos estaban destinados a

transportar el agua de un lugar a otro sorteando los obstáculos naturales que imponía el

medio mediante construcciones que requirieron un gran esfuerzo económico y material.

4. Recorrido

El acueducto de la Peña Cortada parte de la localidad de Tuéjar y atraviesa

sucesivamente las localidades de Chelva, Calles y Domeño, lugares donde quedan

restos de esta obra romana, a lo largo de 28,6 kilómetros.

8

Del trazado total del acueducto, hay dos tramos especialmente interesantes por lo que

respecta a la monumentalidad de la construcción, que son los que corresponden a las

arcuationes, el tramo de la rambla de Alcotas en el término municipal de Chelva y el

tramo del barranco de la Cueva del Gato en el término municipal de Calles. Igualmente

resultan espectaculares los tramos de La Serrada o Peña Cortada formados por galerías

excavadas en la roca.

Linealmente, y siguiendo la descripción que figura en la web de la Consellería de

Cultura de la Generalitat Valenciana8, y el realizado por José Luis Jiménez Salvador

9, el

acueducto tiene su inicio (caput aquae) en el término de Tuéjar , en el río del mismo

nombre, afluente de río Turia, a una cota de 561,74 metros sobre el nivel del mar. Este

tramo inicial donde comienza el specus10

está tallado en la roca y llega hasta el pueblo

de Chelva, coincidiendo su recorrido con la actual acequia mayor.

El segundo tramo corresponde al puente del barranco del Convento, un puente de un

solo arco a una cota de 527,34 m. al borde de la carretera CV-35. Este puente romano

conducía agua hasta el año 2001, fecha en la que se derrumbó el arco siendo restaurado

en 2004 con el aspecto que presenta actualmente.

Figuras. 9 y 10. Puente del Barranco del Convento antes de su derrumbe

en 2001 y aspecto actual tras su restauración en el año 2004

8 Generalitat Valenciana, Conselleria D’Educació, Cutura i Esport, http://www.cult.gva.es/dgpa/bics/detalles_bics.

asp ?IdInmueble=3711 (consultada el 9 de Octubre de 2013)

9 JIMÉNEZ SALVADOR, J.L., “Referencias historiográficas sobre el acueducto… op.cit., pp. 217-234.

10 El specus es el término utilizado por los romanos para denominar una conducción de agua, tanto cubierta como al

aire libre.

9

Cabe destacar que estos dos tramos iniciales siguen siendo utilizados para conducir el

agua desde época romana siguiendo el recorrido del acueducto original, desde el lugar

de captación de aguas o caput aquae en su inicio, formando actualmente parte

integrante de la acequia mayor de Chelva. Al otro lado de la carretera existen distintos

puntos en los que se ha tallado la roca para utilizarla como conducto de agua. Sigue en

dirección al collado de Viñaro, coincidiendo con la senda de Mas de Solaz.

En un tercer tramo se encuentra la cantera, lugar donde probablemente se extrajo la

piedra para la construcción del puente de la rambla de Alcotas.

Un cuarto tramo lo constituye el sector comprendido entre la cantera y la rambla de

Alcotas. A una cota de 489,49 m. hay una canalización a cielo abierto en la que puede

apreciarse la técnica de construcción del specus, mediante el allanamiento del terreno

sobre el que se dispone una capa de piedras de tamaño mediano y pequeño sin argamasa

y sobre ésta, una capa de opus caementicium de 21/24 cm. de espesor, donde se han

utilizado cantos de río como caementa. De este tramo se conserva el muro de un lado

con una anchura de 45/47 cm. y 70 cm. de altura. Siguen canalizaciones talladas en la

roca hasta la rambla de Alcotas.

El quinto tramo corresponde al puente de la rambla de Alcotas, en la cota 487,11 m. es

un puente acueducto que tuvo seis arcos del que se conserva un arco que descansa sobre

dos pilas, y una tercera pila en la base del arranque de un segundo arco. La fábrica de

este puente está realizada con opus cuadratum empleando bloques de piedra caliza en

hiladas con alternancia de soga y tizón, unidas con una ligera capa de argamasa. En

numerosas sogas se aprecia la presencia de los orificios que servían para la elevación de

los bloques por medio de tenazas. Las dimensiones de las pilas son de 4,64 x 4,04

metros, 4,61 x 4,05 metros y 4,60 x 3,88 metros. En cuanto a la altura máxima

conservada, incluidos los tímpanos es de 12,04 metros para la primera pila, 9,97 metros

para la segunda y 7,67 metros para la tercera; mientras la altura máxima del arco

conservado tomada desde la clave es de 9,57 metros. La distancia entre pilas es de 6,22

metros entre la primera y la segunda y 6,23 metros entre la segunda y tercera. La luz del

arco conservado es de 7 metros. Sigue un tramo que bordeaba la ladera de la rambla del

que no quedan rastros debido a diversos desmoronamientos.

10

Fig. 11. Acueducto en el tramo de la rambla de Alcotas

Sigue el recorrido del specus por un tramo tallado en la roca (sexto) ya en el término

municipal de Calles que lleva al puente del barranco de la Cueva del Gato, un puente

acueducto de tres arcos que constituye la fábrica más espectacular y mejor conservada

de todo el acueducto. Su longitud total es de 36 m., mientras que su altura máxima

rasante supera los 18 m., estando su cota a 486,90 m. La técnica constructiva es similar

a la del puente de Alcotas, opus cuadratum, distancia entre pilas 6,27 m. y anchura de

2,6 metros. Rebasado el puente, el specus tallado en la roca, atraviesa la montaña

mediante un corte vertical de unos 25 m. de altura y una longitud de unos 50 m.

conocido como La serrada o Peña Cortada, la conducción de agua sigue por un tramo al

aire libre de unos 100 m. excavado en la roca y reforzado en su margen externo con un

muro. A continuación el specus adopta la forma de galería tallada en la roca con

cubierta abovedada, con una anchura de 1,25 m. y 1,85 m de altura. (figs. 11,12 y 13).

Figuras 12, 13 y 14. El acueducto en los tramos del Barranco de la Cueva del Gato y la Serrada

El siguiente tramo, alterna cinco tramos al aire libre con otros cuatro en galería, ambos

en roca tallada, hasta el puente acueducto de la Torre de Castro para salvar el barranco

11

de Mas de Solaz. Este puente de un solo arco, conserva los dos machones de arranque

hechos en opus vittatum.

Un octavo tramo, corresponde al puente de un solo arco del barranco de La Cabra de

construcción similar al anterior, en la cota 477,92 m., parcialmente destruido, aunque

conserva los dos machones apoyados sobre la roca.

Tramos noveno y décimo. Sigue más adelante el puente del barranco del Zurdo, en la

cota 476,56 m., del que solo se conserva un machón y el puente del barranco del Tío

Roque, igualmente de un solo arco y en el que solo se distingue el arranque de los

machones. Sigue el acueducto tallado en la roca y en la forma de canal descubierto en la

cota de 473,50 m.

Continúan nuevos tramos para salvar los barrancos del Arenal y de la Olivera del

Arquillo, mediante dos nuevos puentes de un solo arco, de los que se conservan los

machones.

El último tramo identificado se encuentra en el término municipal de Domeño, donde se

constata la existencia de nuevos restos de la canalización en la cota 466 metros en Los

Cercados, donde se observa una abertura de la roca de 1,25 por 1,80 m. que da paso a

una galería cubierta excavada en la roca con forma de bóveda apuntada de 37 m. de

longitud. Luego sigue la conducción a cielo abierto y en la cota 465,39 se pierde la

conducción.

6. Referencias históricas

Los restos han sido mencionados y descritos por eruditos, viajeros e historiadores a lo

largo de los años. La referencia más antigua sobre el acueducto se encuentra en la obra

de Pedro Antonio Beuter Primera part de la Història de València (1538) en la que

habla de unos arcos en Chelva que conducían el agua hasta Sagunto, mostrando su

asombro y admiración por la obra.

Portaren ab artificis espantosos les aigües veines, barrinant les penyes i fent arcs en los

barrancs per distància de moltes llegües, segons se mostra fins a hui en los arcs prop de

12

Xelva, vescomtat dels Lladrons, ab què portaven l’aigua de allí fins a Sagunto o

Morvedre.11

Pero su asombro tiene además otras motivaciones, recurre al patrimonio para reconstruir

un pasado interesado, atribuyendo la construcción del acueducto a los primeros

pobladores del Reino de Valencia, según él, procedentes de Armenia, que llegaron con

Tubal, nieto de Noé, enlazando la historia de Valencia con la tradición bíblica en un

intento de borrar nuestro pasado islámico12

.

Gaspar Escolano en su Década de la Historia de Valencia (1611), obra de

intencionalidad similar a la anterior, amplía la información de Beuter diciendo que su

destino final sería Liria, además de mencionar dos tramos de acueducto de seis y tres

arcos respectivamente, lo que indica que en ese momento se encontraba todavía en pie

el tramo de la Rambla de Alcotas

A los hombres considerados de nuestra nación, se les haze mal de creer, q tantas fierras y

encuentros como se interponen de por medio desde Xelva a Sagunto, se pudiesen vencer

con fuerças humanas; y tienen por mas probable que los Arcos fuessen para llevar el agua

a la antigua Edeta, o Liria; por venir esto mas a pelo, y sacarle por el rastro que aun queda

de aquel conducto, el que era en la forma siguiente. Tenia su principio en Tuexar… y

venía a dar en un barranco… por donde passava por encima de seys Arcos fortissimos.

Aquí, ladeado toda via unas montañas, caminava al hilo de la mesma canal del barranco, y

dava vista a otro barranco muy despeñado, que se junta con el primero... Deste segundo

salen tres arcos de la mesma hechura que los seis…Y finalmente arrimada a las montañas,

dava encima de Villar y de allí se endeçava a los llanos de Lyria.13

.

Sin embargo, otros autores situaban el final en Sagunto como Vicente Marés en la Fenix

Troyana (1681), que describe con detalle el curso del acueducto desde Tuejar a Villar

de Benaduf, deja constancia de la existencia de los seis arcos del puente acueducto de la

Rambla de Alcotas y habla de las fábulas que otorgan al acueducto un origen

sobrenatural.

11 BEUTER, P.A., Primera part de la Història de València. Edició a cura de Vicent Josep Escartí, València: Universitat de València, 1998. (1538), pp. 74 y 75.

12 ARCINIEGA GARCIA, L., “Miradas curiosas, temerosas e intencionadas a los vestigios del pasado en la Valencia

de la Edad Moderna” en ARCINIEGA GARCIA, L., Memoria y significado, uso y recepción de los objetos del

pasado. Valencia: Universidad de Valencia, 2013, pp. 64-67

13 ESCOLANO, G., Década de la Historia de Valencia. Libro VII, Valencia: Pedro Patricio Mey junto a San Martín,

1611, párrafos 7 y 8.

13

Grande es la antiguedad de los arcos de Chelva, aqueductos por donde llevavan el agua a

la antigua Sagunto…Tenia su principio en el rio de Chelva, en par de Tuexar…En todo

aquel paraje, se manifiestan prodigiosos, y memorables calicantos, y trepados

peñascos….venian a dar a la parte del Norte, en un barranco que oy llaman la rambla de

Alcotas, por donde pasaba el aqueducto, sobre seis fotissimos arcos, de una piedra

tosca…hasta dar vista a un ondo y despeñado barranco…Para salvar esta ondura, mueven

de lo ondo del dicho barranco, tres arcos de la mesma hechura que los seis primeros…Lo

que aquí causa mas admiración, es el ver que no ay lugar donde puediesen estar los que

trabajan, por los resvaladizo de la peña … tomaron motivo para muchas, y ridículas

fabulas que nos dexaron tradiciones de los antiguos, diciendo que era obra del demonio y

finalmente arrimado a las montaña venia a dar encima del Villar de Benaluf, y de allí

enderezava a los llanos de Lliria, de donde tomaron motivo algunos, para decir que no iba

a Mulviedro, sino a la antigua Edeta.14

José Antonio Cavanilles en sus Observaciones del Reyno de Valencia (1795) ratifica el

recorrido que hace Vicente Marés pero fija su destino en Liria, su descripción

prácticamente coincide con su estado actual, ya que al describir el acueducto, en el

tramo del barranco de Alcotas habla de un puente de seis arcos de los que solo se

conserva uno, lamentándose del estado del puente destruido por las avenidas de aguas15

.

A Cabanilles también se debe la primera descripción gráfica del acueducto (fíg. 15).

Cean Bermúdez en Sumario de las antigüedades romanas que hay en España (1832)

deja constancia de la obra romana y del estado de uno de sus puentes16

. De esta época

son dos grabados realizados con mayor detalle (figs. 16 y 17) incluidos en la obra de

Alexande de Laborde, Voyage pittoresque et historique d’Espagne17

, que muestran el

acueducto en un estado similar al actual.

Esta diversidad de opiniones sobre su destino final y la falta de restos encontrados a

partir de la localidad de Domeño, hace suponer que posiblemente no se llegara a

terminar nunca o que su destino real fueran otras poblaciones como Villar del

14

MARES, V., La fénix troyana .Epitome de varias y selectas historias, assi Divinas como humanas…Valencia:

Mateo Penen junto a San Martin, 1681, pp.160 y 161

15 CAVANILLES, J.A., “Libro Tercero. Poniente, o tierras occidentales del Reyno de Valencia”, en Observaciones

sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, Población y Frutos del Reyno de Valencia . Tomo II, Madrid:

Imprenta Real, 1797, pp. 64 y 65

16 CEAN BERMÚDEZ, J.A., Sumario de las Antigüedades Romanas que hay en España. Madrid: Imprenta de D.

Miguel de Burgos, 1832, p.72

17 LABORDE, A. de, Voyage pittoresque et historique d’Espagne, Biblioteca valenciana Nicolau Primitiu en

http://bivaldi.gva.es/es/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=1010655(consulta el 12-10-2013)

14

Arzobispo o la propia ciudad de Valencia. A la misma conclusión llegó en fecha más

reciente José Luis Jiménez Salvador.18

Fig. 15. El acueducto y la Peña Cortada según Cavanilles (1797)

Figs. 16 y 17 Grabados del acueducto en el siglo XIX (1806-1820)

7. Estado actual y actitudes respecto al monumento

Se trata, como hemos visto de un acueducto de gran tamaño, no solo por las

dimensiones de los puentes, sino también por su largo recorrido, es uno de los más

importantes de España por su longitud, y la construcción hidráulica romana más

18 JIMÉNEZ SALVADOR, J.L., “Referencias historiográficas sobre el acueducto… op.cit., pp. 217-234.

15

espectacular del territorio valenciano. A lo largo de los tiempos ha sido tomado en

consideración por los distintos geógrafos, naturalistas y viajeros que han visitado la

comunidad. La declaración como Bien de Interés cultural ha permitido al menos

interrumpir el proceso de abandono y deterioro que estaba sufriendo el acueducto. Tras

haber puesto los medios para facilitar la reconstrucción del puente del Barranco del

Convento en Chelva, la Administración ha aportado fondos destinados a la mejora de

los accesos y a la localización de diversos túneles de conducción del agua. Tanto el

Ayuntamiento de Calles como el de Chelva han habilitado caminos para facilitar el

acceso a los tramos monumentales por parte de la población, bien local o del creciente

número de excursionistas que de forma continuada llegan a este lugar. Desde el año

2005 existe un camino señalizado desde la población de Calles, así como un punto de

información municipal al inicio de la senda.

El acueducto romano, no solo respondía a una utilidad, como es el transporte de aguas,

derivada de un consumo en continuo crecimiento, era además una obra monumental

destinada a mostrar el poder del Imperio, todas sus obras tenían un componente estético

y otro destinado a consolidar su legitimación como grupo dominante. Las

construcciones romanas se hacían para ser vistas. Hoy en día, se emplean otros medios

en la conducción de agua, por lo que los acueductos romanos, en la mayoría de los casos

han dejado de ser utilizados, pero en ningún caso han dejado de impresionar y admirar a

las personas que los visitan.

El acueducto todavía conserva los tramos iniciales para la conducción de agua, uno de

los puentes restaurados, el del Barranco del Convento de un solo arco, en el término

municipal de Chelva cumple esa función. El resto fue abandonado tras la ocupación

romana y nos ha llegado en el estado de ruina tan admirado por Ruskin (1819-1900)19

.

Durante muchos años ha sido objeto de admiración, pero también se ha hecho un uso

intencionado del mismo para reconstruir la historia, se ha lamentado su abandono, y

19 John RUSKIN es autor entre otros de Las siete lámparas de la arquitectura. Barcelona: Alta Fulla, 1997 (1849) y

Las piedras de Venecia. Consejo General de Arquitectura Técnica de España, 2000 (1851), dos obras que contienen

su concepto de patrimonio y su actitud ante el monumento. En ambas obras defiende la conservación de los edificios

tal como nos han llegado, rechazando su restauración, por su capacidad de evocación del pasado. Defiende

igualmente una concepción biológica del monumento, por la que un edificio, al igual que un ser vivo, nace, sufre

distintos cambios a lo largo del tiempo y finalmente muere.

16

finalmente en la actualidad sirve de reclamo turístico, por ello se han habilitado caminos

para facilitar su visita, pero se echa en falta actuaciones que permitan mantener y

preservar el monumento tal como nos ha llegado hasta nuestros días.

8. Conclusiones

En las líneas anteriores se ha desarrollado, aunque de forma breve, distintos aspectos

sobre la forma de construcción del acueducto, de los materiales utilizados, sobre las

necesidades que resolvía, y las distintas descripciones que historiadores, eruditos y

viajeros hicieron del acueducto hasta llegar a su estado actual. Los visitantes reflejaron

en sus escritos el uso de los monumentos, sus reacciones de asombro y admiración al

contemplar la obra, su impresión por la grandiosidad de la misma, las leyendas y

fábulas que surgieron en torno a ella, pero también hay reacciones de desencanto por el

deterioro progresivo que sufría el acueducto. Obras como esta son testimonio de nuestro

pasado que deben conocerse y mantenerse. El hecho de su consideración como Bien de

Interés Cultural y la mejora de los accesos han permitido que esta obra ubicada

tradicionalmente en una zona de escasa población y de difícil acceso haya sido

rescatada del olvido y sea cada vez más conocida. Las impresionantes arcadas del

puente en el tramo de la Cueva del Gato han resistido cerca de dos mil años y no hay

motivos para pensar que no lo vayan a hacer en los próximos dos mil, pero cualquier

elemento patrimonial requiere no solo una mejora de los accesos sino el mantenimiento

del propio monumento para permitir seguir disfrutando del mismo. La mejora y

señalización de los accesos resulta insuficiente si no se acometen las obras de

conservación/restauración necesarias para evitar su derrumbe y progresivo deterioro,

como ocurrió con el puente del barranco del Convento, aplicando medidas a posteriori,

por lo que parece necesario además de la conservación del monumento, la restauración

de algunos elementos del mismo como el specus, habitualmente transitado por

excursionistas y elemento de seguridad necesario en su función actual, testigo de

nuestra memoria histórica y lugar de esparcimiento.

El acueducto, promocionado por los Ayuntamientos de Calles y de Chelva,

incentivando su conocimiento y mejorando los accesos como parte integrante de rutas

de senderismo que sirven de reclamo para generar riqueza en ambas poblaciones,

requiere además de actuaciones, a favor del propio monumento, encaminadas a evitar su

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progresivo deterioro. El interés surgido en los últimos años ha permitido cambiar la

política de actuación respecto a esta parte de nuestro patrimonio, pasando de una

política de olvido y abandono a un intento de recuperación basado en su posible utilidad

para las poblaciones cercanas, pero también dentro de un ambiente actual en el que las

administraciones acometen, cada vez con más frecuencia, actuaciones encaminadas al

conocimiento y recuperación de nuestros monumentos, por su valor como testimonio

histórico del pasado. Una toma de conciencia del hecho histórico que lleve a adoptar

medidas respetuosas sobre los restos del pasado basadas en las diferentes percepciones y

prácticas de uso y gestión en las diferentes épocas20

.

Fig. 18. Estado actual del specus del acueducto Fig.19. Estado del specus del acueducto de les

de Peña Cortada Ferreres después de la restauración.

20 ARCINIEGA GARCIA, L., “El análisis patrimonial histórico y el acercamiento al uso y recepción de los vestigios

del pasado” en ARCINIEGA GARCIA, L., Memoria y significado, uso y recepción de los objetos del pasado.

Valencia: Universidad de Valencia, 2013, p.21

18

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Valencia, 2013

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http://www.cult.gva.es/dgpa/bics/detalles_bics.asp?IdInmueble=3711 (consultada el 9

de Octubre de 2013)

Figuras 3, 4, 5, 6, 7, 8, 11, 12, 13 y 14. Fotografías del autor

Figuras 9 y 10 en BERROCAL DIAZ, D. y MARTINEZ GALVEZ, J., Guía de difusión

del Acueducto romano de la Peña Cortada. Valencia: Ayuntamiento de Calles, 2013.

Figura 15 en CAVANILLES, J.A., Observaciones sobre la Historia Natural,

Geografía, Agricultura, Población y Frutos del Reyno de Valencia. Tomo II, Madrid:

Imprenta Real, 1797.

Figuras 16 y 17, publicadas como ilustraciones en LABORDE, A. de, Voyage

pittoresque et historique d’Espagne. Paris, 1806-1820, disponibles en Biblioteca

Valenciana Nicolau Primitiu en http://bivaldi.gva.es/es/catalogo (consulta el 12-10-

2013)

20

Figura 18, consulta realizada en http://www.google.es Imágenes, el 9 de Octubre de

2013

Figura 19 en http://www.arteespana.com (consultada el 9 de Octubre de 2013)

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