El Alcohol en Colombia

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El alcohol en Colombia Viernes 20 de Febrero de 2015 - 12:01 AM Esto parece una burla A pesar de que lo dice un periódico serio, el diario La República, las cifras, por lo extravagantes, no parecen creíbles. Durante el Carnaval de Barranquilla del 2014 se consumieron: 63.360.000 botellas de whisky; 5.136.000 de ron; 7.356.000 de tequila; y 4.272.000 de vodka se proyecta que para el del 2015 los consumos serán de la misma cantidad de ron; 79.833.600 de whisky; 11.548.920 de tequila y 5.382.720 de vodka. Lo anterior significa que en el famoso carnaval se consumirán este año un total de 102.387.240 botellas de licor; así como se lee, ciento dos millones de botellas, cifra que se escapa a cualquier consideración sensata y que parece más una burla que una realidad. Lo anterior pone de manifiesto, una vez más, que somos una sociedad altamente alcoholizada con el patrocinio del Estado, la indiferencia de la ciudadanía en general y el beneplácito de bebedores y comerciantes del licor. Esto además explica el porqué las ferias de los pueblos, una al año en cada uno de los de Colombia, son patrocinadas por la empresas licoreras y por las fábricas de cerveza, y si no desprevenidamente asómense a alguna cualquiera y observará el gigantesco derroche de publicidad etílica, el exceso de casetas dedicadas exclusivamente al expendio de bebidas embriagantes y desde luego, el lamentable espectáculo que dan los borrachos, víctimas de este complot comercial vicioso. Sabemos que predicar sobre el consumo alcohólico es arar en el desierto, pues pueden más los interés económicos de una industria que empuja comercialmente y tiene músculo económico suficiente para hacerlo, ayudada por la costumbre consumista que hemos desarrollado desde niños y la indiferencia de los colombianos que fácilmente volvemos la espalda a los verdaderos problemas para especular sobre cualquier tontería de esas que hacen el ruido

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El alcohol en Colombia

Viernes 20 de Febrero de 2015 - 12:01 AMEsto parece una burla

A pesar de que lo dice un periódico serio, el diario La República, las cifras, por lo extravagantes, no parecen creíbles. Durante el Carnaval de Barranquilla del 2014 se consumieron: 63.360.000 botellas de whisky; 5.136.000 de ron; 7.356.000 de tequila; y 4.272.000 de vodka se proyecta que para el del 2015 los consumos serán de la misma cantidad de ron; 79.833.600 de whisky; 11.548.920 de tequila y 5.382.720 de vodka. Lo anterior significa que en el famoso carnaval se consumirán este año un total de 102.387.240 botellas de licor; así como se lee, ciento dos millones de botellas, cifra que se escapa a cualquier consideración sensata y que parece más una burla que una realidad. Lo anterior pone de manifiesto, una vez más, que somos una sociedad altamente alcoholizada con el patrocinio del Estado, la indiferencia de la ciudadanía en general y el beneplácito de bebedores y comerciantes del licor.

Esto además explica el porqué las ferias de los pueblos, una al año en cada uno de los de Colombia, son patrocinadas por la empresas licoreras y por las fábricas de cerveza, y si no desprevenidamente asómense a alguna cualquiera y observará el gigantesco derroche de publicidad etílica, el exceso de casetas dedicadas exclusivamente al expendio de bebidas embriagantes y desde luego, el lamentable espectáculo que dan los borrachos, víctimas de este complot comercial vicioso.

Sabemos que predicar sobre el consumo alcohólico es arar en el desierto, pues pueden más los interés económicos de una industria que empuja comercialmente y tiene músculo económico suficiente para hacerlo, ayudada por la costumbre consumista que hemos desarrollado desde niños y la indiferencia de los colombianos que fácilmente volvemos la espalda a los verdaderos problemas para especular sobre cualquier tontería de esas que hacen el ruido publicitario suficiente para activar el morbo de las gentes. Sentimos que si los datos publicados son ciertos, estamos bastante más enfermos de lo que creíamos y debemos dar el paso siguiente que es reconocer que somos alcohólicos si pretendemos algún día volver estas cifras racionalmente lógicas.

Autor: Eduardo Pilonieta PinillaEste artículo obedece a la opinión del columnista. Vanguardia Liberal no responde por los puntos de vista que allí se expresen.

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