El Altavoz, edición especial 30 años Anáhuac Mayab

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El Altavoz ¡ASUA por ayudar, ASUA para cambiar! Fortalecer el compromiso social de nuestros estudiantes, uno de los objetivos del programa Construcción, asistencia médica y visitas sociales son algunas de las actividades que fomenta Edición especial 30 aniversario de la Universidad Anáhuac Mayab Periódico de la Escuela de Comunicación Ejemplar gratuito www.elaltavoz.mx Por: Karen Moreno y Lizi Castillo / Foto: Ernesto Saldaña Plenamente inmersos en la celebración por los 30 años de la Universidad Anáhuac Mayab, es imposible dejar de recordar los diversos pro- gramas de servicio social que se han creado con el objetivo de ayudar a la comunidad. En ese sentido, destaca la labor de Acción Social Universidad Anáhuac, campus Mayab (ASUA) que, a través de sus proyectos, logra concientizar a los estudiantes acerca de la au- téntica realidad que vive gran parte de los habi- tantes de nuestro país y detonar acciones basa- das en la justicia social, el amor, el altruismo, la creatividad y la energía. Al respecto, según puede leerse en el sitio anahuacmayab.mx, ASUA “es un Programa de alto compromiso social para la formación in- tegral de los estudiantes de la Universidad, fo- menta el desarrollo de una genuina conciencia social, sustentada en valores universales” Por su parte, al preguntársele sobre su inte- rés de participar en el programa ASUA, el presi- dente de éste, Nerio Aguilar Torres, estudiante de quinto semestre de Ingeniería Civil, men- cionó que desde pequeño tuvo la inquietud de “brindarle apoyo a la gente que más lo necesita y el semestre pasado, cuando me preguntaron si quería participar, respondí que sí sin pensarlo dos veces” Habiendo nueve programas activos a lo largo del año, ASUA encabeza cuatro o cinco activi- dades de cada uno al semestre. Uno de estos programas es ASUA Construye, a través del cual se levantó una capilla en cua- tro días en una comisaría de Tizimín con ayuda de 80 voluntarios. En ese sentido, para Aguilar Torres, la cons- trucción de la capilla en Tizimín se convirtió en una experiencia única. Recuerda que “al prin- cipio muchos estaban confundidos, pero con el apoyo de algunos arquitectos logramos le- vantarla (la capilla). Fue un fin de semana muy agotador pero valió mucho la pena pues todos terminamos muy contentos y dispuestos a reali- zarlo de nuevo este semestre” Asimismo, el programa ASUA Diseña remo- deló el centro de rehabilitación APYD (Apoyo a Pobres y Desamparados). No se queda atrás a su vez ASUA por los Grandes, a través del cual se llevaron a cabo visitas a personas de la ter- cera edad en diversos asilos de la ciudad de Mérida, entre ellos el Celarain. Otro programa, Verde Anáhuac, promovió la tarea de plantar árboles en la comisaría de Chablekal y de realizar campañas de reciclaje. ASUA por un Cambio ayudó a varios indigentes del centro de la ciudad. Además, por medio de Salud en Movimiento – también parte de los programas ASUA - se or- ganizaron varias brigadas médicas en el interior del Estado, así como la megabrigada que brin- dó apoyo a varios municipios de Chiapas tras el paso del huracán Boris, en junio de este año. Por otro lado, la Unired – conformada por las principales universidades de todo el País- rea- lizó campañas para la prevención y atención de desastres naturales. ASUA por una Sonrisa hizo lo propio al colaborar con gran ahínco en el CRIT Yucatán. También, con el deseo de aportar un granito de arena en la educación, ASUA Enseña prepa- ró pláticas y conferencias dirigidas a niños. Las actividades promovidas por ASUA están abiertas a todo aquel que desee participar, incluso si ésta no tiene relación directa con la carrera que estudia. Aquí lo importante es par- ticipar. Manos que ayuden nunca sobran. Se puede obtener más información sobre las labores programadas para el semestre a través de la cuenta de Twitter @AsuaMayab y en la aplicación de Red Anáhuac. Mérida, Yucatán, México a viernes 29 de agosto de 2014 Durante el paso del Huracán Isidoro, en oc- tubre de 2005, nuestra Casa de Estudios llevó a cabo un papel muy importante. Prestar servi- cios y brindar ayuda en situaciones de desastre en la entidad ha sido parte de nuestra vocación de ayuda al prójimo. En la Anáhuac Mayab se concentraron y distribuyeron, en aquel enton- ces, más de 82 toneladas de bienes para los municipios del interior del estado de Yucatán. Con esa vocación de entrega buscamos, a través de nuestro modelo de formación integral, que nuestros alumnos vivan una experiencia de diferente índole. Así, una de las principales competencias que buscamos desarrollar en ellos es el compromiso social. Por lo anterior, desde el ingreso a nuestra Universidad, los alumnos son expuestos a di- ferente programas, los cuales son una opor- tunidad para que muchos de ellos, que nunca han experimentado la alegría de darse a los que menos tienen, reciban más de lo que aportan. Uno cree que la naturaleza de este tipo de acti- vidades es pensar que se va a entregar mucho, ¿pero cuál es la sorpresa? Que son nuestros Carta editorial Anáhuac, sinónimo de compromiso alumnos quienes terminan recibiendo infinita- mente más de lo entregado. Al vivir estas experiencias, nuestros estu- diantes descubren cualidades y virtudes que nunca habían experimentado en su persona, hecho que les permite despertar al mundo del compromiso social. Toda esta vocación altruis- ta la heredamos de nuestra primera Universi- dad, la Anáhuac Norte, que también está de manteles largos tras haber cumplido sus prime- ros 50 años. Asimismo, no olvidemos que ellos, tras el terremoto del 1985, fueron un centro de acopio muy importante para el desastre. Por: Lic. Robert F. O´Neill, vicerrector de Formación Integral de la Universidad Anáhuac Mayab El Altavoz es una publicación editada por la Escuela de Comunicación de la Universidad Anáhuac Mayab. Ejemplar gratuito. Todos los derechos reservados. Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente el punto de vista de esta Casa de Estudios. Directorio P. Rafael Pardo Hervás, L.C. Rector de la Universidad Anáhuac Mayab Dr. Narciso Acuña González Vicerrector Académico Lic. Robert F. O´Neill Gómez Vicerrector de Formación Integral P. Ulises Peñúñuri Munguía, L.C. Vicerrector de Administración y Finanzas Edición Reporteros y colaboradores Legales Sergio Graniel, Jimena Horta, Emmanu- el Verde, Melissa Durán, Eduardo Mon- forte, Lizi Castillo, Maribel Ojeda, Vanes- sa Martínez, Víctor Dorantes, Georgina Nieves, Mario Gamboa, Abraham Abud, Ri- cardo Hernández, Fernando Espínola, Jorge Pérez, Esteban Méndez y Lissie Polanco Directora de la Escuela de Comunicación Mtro. Carlos Pérez Várguez Jefe de Redacción e Información Mtro. Alejandro E. Fitzmaurice Cahluni Editor en Jefe y Diseño Editorial Mtra. Florángely Herrera Baas Directora de Comunicación Institucional Mtra. Marisol Tello Rodríguez Consciente de la necesidad de fortalecer su compromiso social, en el año 2002 la Universidad Anáhuac Mayab inició el proyecto CIDECO Yucatán, un Centro Integral de Desarrollo Comunitario que contempla mejorar la calidad de la vivienda, educación, salud y micro industria de una comunidad marginada. En la imagen, junto a colaboradores y alumnos de la institución, se encuentra el ex gobernador Patricio Patrón Ribery se une a la lista Foto del recuerdo: CIDECO, el sueño comienza A través del programa Salud en Movimiento de ASUA, estudiantes del área de la salud proporciona- ron servicios a pobladores del estado de Chiapas tras el paso del huracán ‘Boris’ en junio de 2014.

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Periódico universitario elaborado por alumnos y profesores de la Escuela de Comunicación de la Universidad Anáhuac Mayab

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El Altavoz¡ASUA por ayudar, ASUA para cambiar! • Fortalecer el compromiso social de nuestros estudiantes, uno de los objetivos del programa • Construcción, asistencia médica y visitas sociales son algunas de las actividades que fomenta

Edición especial 30 aniversario de la Universidad Anáhuac Mayab

Periódico de la Escuela de Comunicación Ejemplar gratuito www.elaltavoz.mx

Por: Karen Moreno y Lizi Castillo / Foto: Ernesto Saldaña

Plenamente inmersos en la celebración por los 30 años de la Universidad Anáhuac Mayab, es imposible dejar de recordar los diversos pro-gramas de servicio social que se han creado con el objetivo de ayudar a la comunidad.

En ese sentido, destaca la labor de Acción Social Universidad Anáhuac, campus Mayab (ASUA) que, a través de sus proyectos, logra concientizar a los estudiantes acerca de la au-téntica realidad que vive gran parte de los habi-tantes de nuestro país y detonar acciones basa-das en la justicia social, el amor, el altruismo, la creatividad y la energía.

Al respecto, según puede leerse en el sitio anahuacmayab.mx, ASUA “es un Programa de alto compromiso social para la formación in-tegral de los estudiantes de la Universidad, fo-menta el desarrollo de una genuina conciencia social, sustentada en valores universales”

Por su parte, al preguntársele sobre su inte-rés de participar en el programa ASUA, el presi-dente de éste, Nerio Aguilar Torres, estudiante de quinto semestre de Ingeniería Civil, men-cionó que desde pequeño tuvo la inquietud de “brindarle apoyo a la gente que más lo necesita y el semestre pasado, cuando me preguntaron si quería participar, respondí que sí sin pensarlo dos veces”

Habiendo nueve programas activos a lo largo del año, ASUA encabeza cuatro o cinco activi-dades de cada uno al semestre.

Uno de estos programas es ASUA Construye, a través del cual se levantó una capilla en cua-tro días en una comisaría de Tizimín con ayuda de 80 voluntarios.

En ese sentido, para Aguilar Torres, la cons-

trucción de la capilla en Tizimín se convirtió en una experiencia única. Recuerda que “al prin-cipio muchos estaban confundidos, pero con el apoyo de algunos arquitectos logramos le-

vantarla (la capilla). Fue un fin de semana muy agotador pero valió mucho la pena pues todos terminamos muy contentos y dispuestos a reali-zarlo de nuevo este semestre”

Asimismo, el programa ASUA Diseña remo-deló el centro de rehabilitación APYD (Apoyo a Pobres y Desamparados). No se queda atrás a su vez ASUA por los Grandes, a través del cual se llevaron a cabo visitas a personas de la ter-cera edad en diversos asilos de la ciudad de Mérida, entre ellos el Celarain.

Otro programa, Verde Anáhuac, promovió la tarea de plantar árboles en la comisaría de Chablekal y de realizar campañas de reciclaje. ASUA por un Cambio ayudó a varios indigentes del centro de la ciudad.

Además, por medio de Salud en Movimiento – también parte de los programas ASUA - se or-ganizaron varias brigadas médicas en el interior del Estado, así como la megabrigada que brin-dó apoyo a varios municipios de Chiapas tras el paso del huracán Boris, en junio de este año.

Por otro lado, la Unired – conformada por las principales universidades de todo el País- rea-lizó campañas para la prevención y atención de desastres naturales. ASUA por una Sonrisa hizo lo propio al colaborar con gran ahínco en el CRIT Yucatán.

También, con el deseo de aportar un granito de arena en la educación, ASUA Enseña prepa-ró pláticas y conferencias dirigidas a niños.

Las actividades promovidas por ASUA están abiertas a todo aquel que desee participar, incluso si ésta no tiene relación directa con la carrera que estudia. Aquí lo importante es par-ticipar. Manos que ayuden nunca sobran.

Se puede obtener más información sobre las labores programadas para el semestre a través de la cuenta de Twitter @AsuaMayab y en la aplicación de Red Anáhuac.

Mérida, Yucatán, México a viernes 29 de agosto de 2014

Durante el paso del Huracán Isidoro, en oc-tubre de 2005, nuestra Casa de Estudios llevó a cabo un papel muy importante. Prestar servi-cios y brindar ayuda en situaciones de desastre en la entidad ha sido parte de nuestra vocación de ayuda al prójimo. En la Anáhuac Mayab se concentraron y distribuyeron, en aquel enton-ces, más de 82 toneladas de bienes para los municipios del interior del estado de Yucatán.

Con esa vocación de entrega buscamos, a través de nuestro modelo de formación integral, que nuestros alumnos vivan una experiencia de diferente índole. Así, una de las principales competencias que buscamos desarrollar en ellos es el compromiso social.

Por lo anterior, desde el ingreso a nuestra Universidad, los alumnos son expuestos a di-ferente programas, los cuales son una opor-tunidad para que muchos de ellos, que nunca han experimentado la alegría de darse a los que menos tienen, reciban más de lo que aportan. Uno cree que la naturaleza de este tipo de acti-vidades es pensar que se va a entregar mucho, ¿pero cuál es la sorpresa? Que son nuestros

Carta editorialAnáhuac, sinónimo de compromiso

alumnos quienes terminan recibiendo infinita-mente más de lo entregado.

Al vivir estas experiencias, nuestros estu-diantes descubren cualidades y virtudes que nunca habían experimentado en su persona, hecho que les permite despertar al mundo del compromiso social. Toda esta vocación altruis-ta la heredamos de nuestra primera Universi-dad, la Anáhuac Norte, que también está de manteles largos tras haber cumplido sus prime-ros 50 años. Asimismo, no olvidemos que ellos, tras el terremoto del 1985, fueron un centro de acopio muy importante para el desastre.

Por: Lic. Robert F. O´Neill, vicerrector de Formación Integral de la Universidad Anáhuac Mayab

El Altavoz es una publicación editada por la Escuela de Comunicación de la Universidad Anáhuac Mayab. Ejemplar gratuito. Todos los derechos reservados. Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente el punto de vista de esta Casa de Estudios.

DirectorioP. Rafael Pardo Hervás, L.C.Rector de la Universidad Anáhuac Mayab

Dr. Narciso Acuña González Vicerrector Académico

Lic. Robert F. O´Neill Gómez Vicerrector de Formación Integral

P. Ulises Peñúñuri Munguía, L.C. Vicerrector de Administración y Finanzas

Edición Reporteros y colaboradores LegalesSergio Graniel, Jimena Horta, Emmanu-el Verde, Melissa Durán, Eduardo Mon-forte, Lizi Castillo, Maribel Ojeda, Vanes-sa Martínez, Víctor Dorantes, Georgina Nieves, Mario Gamboa, Abraham Abud, Ri-cardo Hernández, Fernando Espínola, Jorge Pérez, Esteban Méndez y Lissie Polanco

Directora de la Escuela de Comunicación

Mtro. Carlos Pérez VárguezJefe de Redacción e Información

Mtro. Alejandro E. Fitzmaurice CahluniEditor en Jefe y Diseño Editorial

Mtra. Florángely Herrera BaasDirectora de Comunicación Institucional

Mtra. Marisol Tello Rodríguez

Consciente de la necesidad de fortalecer su compromiso social, en el año 2002 la Universidad Anáhuac Mayab inició el proyecto CIDECO Yucatán, un Centro Integral de Desarrollo Comunitario que contempla mejorar la calidad de la vivienda, educación, salud y micro industria de una comunidad marginada. En la imagen, junto a colaboradores y alumnos de la institución, se encuentra el ex gobernador Patricio Patrón

Ribery se une a la listaFoto del recuerdo: CIDECO, el sueño comienza

A través del programa Salud en Movimiento de ASUA, estudiantes del área de la salud proporciona-ron servicios a pobladores del estado de Chiapas tras el paso del huracán ‘Boris’ en junio de 2014.

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El Altavoz www.elaltavoz.mx29 de agosto de 2014

5 de enero de 2001. Parece que lo estoy viendo: sale ‘pitando’ de una plática que reunió a los cuatro cronistas de la Ciudad de Mérida en el Ayuntamiento (grupo al que ya no perte-nece). Despistado como es, está intentando correr entre el río de gente, pidiendo disculpas rápidas con quien no ha tropezado, agrade-ciendo como avergonzado a las personas que lo felicitan y huyendo de las fotos como quien escapa de la peste.

Sólo con esa anécdota le creo a Otto cuan-do me dice que es tímido. Lo digo porque más bien pienso que Francisco Javier Otero Rejón le tiene aberración a las poses falsas, al rollo superfluo, a todo lo que no implique franqueza.

¿Tímido Otto? Si ese maestro es un autén-tico tigre con rollo fino y presencia arrolladora. ¿Quién se aburría en su clase? Podía hablar de Jesús, el Paseo Montejo o de la vez que llevó a su hijo al cementerio municipal e igual te atra-paba por el cuello. Entraba al salón y empeza-ba la cátedra que provocaba insomnio. Imposi-ble dormirse.

Ése es el “tímido” Otto, quien descubrió la docencia en 1973 siendo todavía un estudian-te de la Universidad Iberoamericana.“Fue por accidente ya que nunca me planteé en serio ser profesor (por mi timidez natural), pero una amiga me suplicó que la supliese durante me-dio semestre y descubrí con sorpresa que podía

Un auténtico tigre que se llama ‘Otto’ Por: Alejandro Fitzmaurice / Foto: Jimena Horta

Voces Anáhuac Mayab¿Cómo fue tu experiencia como voluntaria en proyectos sociales?

Daniela Caballero, Mercadotecnia, quinto se-mestre: “Mi experiencia como voluntaria en di-ferentes proyectos sociales ha sido muy grata debido a que me dio la oportunidad de convivir y ayudar a muchas personas que lo necesitan”

Karen Moreno, Comunicación, séptimo semes-tre: “He estado en varios Playbacks así como en la obra (teatral). También estuve en ASUA que estuvo muy padre y a través del cual todos nos hicimos muy amigos. Estábamos en un pue-blito donde ayudamos a construir. Estuvo muy padre”

Claudia Morales, Comunicación, quinto semes-tre: “Estuve en los Playbacks y me gustó mucho porque conocí a mucha gente, sin contar que este evento es padrísimo y tiene una causa muy noble”

Rebeca Sandoval, Comunicación, noveno se-mestre: “[...] El mejor ha sido ASUA ya que fui-mos a un pueblo muy pequeño y reunimos un equipo de 30 personas. De jueves a domingo [...] construimos desde los inicios dos casas y una iglesia. Lo he hecho dos veranos y me en-cantó [...]

30 años de servirJavier Otero, entrevista

Procurar la formación integral en pro de los alumnos, las familias y la comunidad es uno de los principales objetivos para José Ramírez Romero, fundador y director del colegio “Mano Amiga” del municipio de Conkal, según expuso en amable entrevista realizada ayer.

De esta forma, durante sus diez años de existencia, esta institución se ha dedicado al apoyo y formación de menores de escasos re-cursos. En ese sentido, Ramírez Romero señaló que el apoyo de la Universidad Anáhuac Mayab ha sido clave para el logro de ese objetivo.

De esta forma, además del esfuerzo rea-lizado por directivos de la Anáhuac Mayab, el colegio conkaleño ha recibido la visita tanto de miembros del grupo Vértice Anáhuac como de alumnos de las carreras de Odontología, Psi-cología y Nutrición, quienes gracias al trabajo realizado en sus prácticas han permitido que los alumnos de “Mano Amiga” pongan en prác-tica y promuevan un estilo de vida más saluda-ble dentro de su comunidad.

Cabe destacar que “Mano Amiga” surge como una iniciativa de la Universidad en el marco de una serie de acciones para apoyar a los habitantes del municipio de Conkal, tras el paso del huracán Isidoro en el año 2002.

Así, además de servir como centro de acopio y realizar colectas de víveres, la Universidad se coordinó con autoridades municipales y estata-les para crear, primeramente, el Centro Integral de Desarrollo Comunitario (CIDECO), impulsor de proyectos de vivienda, salud, educación y microindustria. Posteriormente, nuestra Casa de Estudios gestionó la fundación del colegio

Mano Amiga, el cual forma parte de Altius, red educativa perteneciente a la Legión de Cristo.

Por otra parte, el director destacó también las acciones realizadas actualmente por la Uni-versidad por medio del Proyecto Baktún, que sigue con los esfuerzos iniciados por el CIDECO en materia de acción social y que se ha vuelto un elemento que consolida la mancuerna entre instituciones educativas no sólo preocupadas por la formación académica, sino también por un liderazgo con base en la acción.

Para Ramírez Romero, esta unión mues-tra un futuro prometedor para la escuela de Conkal, cuyos egresados muestran un alto per-fil que incluso les ha permitido recibir certifica-ciones por parte de importantes instituciones de educación media superior de la región.

Respecto a los planes de la institución edu-cativa a futuro, el director José Ramírez se mos-tró entusiasmado ante la cercana posibilidad de que “Mano Amiga” pueda brindar la opción de estudiar el bachillerato o preparatoria en el próximo ciclo escolar.

30 años de historiasEscuela Mano Amiga de Conkal

Por: Víctor Dorantes Valle / Foto: Comunicación Institucional

Ejemplo de responsabilidad social

dar clases. Entonces me “enganché” con la do-cencia y la convertí en mi forma de vida”

Miembro de la Universidad Anáhuac Ma-yab desde 1984, Otero Rejón fue uno de los maestros fundadores “y el único profesor que queda” de la Institución hace ya 30 años, en la cual comenzó impartiendo la asignatura de Metodología de la Investigación. “Durante muchos años fui profesor y disfruté dar clases a muchísimas generaciones. Después, al con-vertirme en Director de Humanidades, tuve que reducir mi tiempo frente a grupo para atender la administración de esta importante área aca-démica cuya complejidad consume todo mi tiempo en la Universidad”

Por otra parte, al preguntarle sobre si re-cuerda a alguna generación en especial, res-ponde: “[...] Recuerdo mucho a las primeras generaciones que ingresaron a la Universidad. A veces abro un cajón o un libro y me encuentro una foto de los muchachos de entonces (hoy unos serios profesionales y formales padres de familia) y me invade una emoción enorme al re-cordar sus travesuras, sus apuros y su alegría. Lo que más me ha conmovido en este plazo tan largo es haber tenido como alumnos a los hijos de mis primeros alumnos en los mismos salo-nes y que me digan: ‘¿eres Otto? Me dijo mi papá que le diste clase’. Es un privilegio, aun-que lo digan en broma, el comentario de que mi

nombre no figura en Capital Humano sino en el inventario del activo fijo de la Universidad pues siempre estoy aquí”

De esta forma, a lo largo de estos 30 años, Otero Rejón considera que hubo muchas cosas que pudo hacer mejor, pero casi no se arrepien-te de nada: “He sido muy feliz aquí”

¿Vale la pena dar clase? — pregunto.“Claro que la vale y, por sorprendente que

parezca, lo que más vale no es lo que enseña un profesor sino lo que aprende en la relación con los estudiantes. No hay dos cursos iguales aun-que el programa de la asignatura sea el mismo, porque uno desarrolla el curso en relación con la demanda del grupo. Nunca das dos clases

iguales y aprendes mucho de cada estudiante”Y ése es Otto. Hay que recalcar el apodo para

siempre. A fin de cuentas, la entrevista cierra con esta pregunta: ¿Quién es Francisco Javier Otero Rejón? “Para mí como para casi todos los que me tratan en la Universidad y fuera de ella, es un nombre con el que da trabajo identificarme. Soy Otto más que el Francisco Javier Otero Rejón que figura en mi credencial del IFE. Quien me conoce por ese nombre me conoce poco y me doy cuenta cuando alguien me pregunta ‘¿Dónde puedo encontrar al señor Francisco Otero Rejón?’ Me dan ganas de res-ponderle: ‘a ese señor no sé dónde, pero puedo llevarle con Otto’

‘Otto’, alias Francisco Javier Otero Rejón, director de la Escuela de Humanidades

Alumnos del colegio Mano Amiga ubicado en el municipio de Conkal.