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CENTROFAMILIARCRISTIANO

ESTRELLADEBELEN

MINISTERIODEMATRIMONIOS

TEMA.­ELAMORENCRISIS

CUANDOLAPAREJAMATRIMONIALENFRENTALOSEMBATESDELAVIDASINSABERCOMOHACERLO

LAS CRISIS MATRIMONIALES:

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1.- LA RESPONSABILIDAD BIPARTITA DE AMBOS CONYUGUES

2.- EL VALOR DE UNO Y OTRO PARA RESOLVER CRISIS

3.- EL PÀPEL DEL AMOR EN LAS CRISIS HOMBRE Y MUJER, EL SACRIFICIO

Y EL RESPETO. DOS VALORES OLVIDADOS.

4.- APOYANDOSE EN CRISTO PARA RESOLVER LAS CRISIS

Dr.ManuelRaymundoGasparCobarruvias

MATRIMONIOS EN CRISIS

INTRODUCCION.- Tal parece que la palabra crisis en el matrimonio, denota un estado de preocupación inmediata o en muchos de los casos, un verdadero caos que con el tiempo va tomando forma de costumbre , y muchas veces sin saber cómo salir de esta situación, al parecer,

la gran mayoría de los matrimonios dejan de percibir el fenómeno de una crisis cuando la enfrentan, algunos enmascaran la situación para no percibir el verdadero problema de fondo, otros , se desgastan inútilmente discutiendo e hiriéndose en forma por demás agresiva y poco cordial, otros entran en el mutismo, es decir, en no hablar del problema, y algunos más, si bien les va , logran salir de la crisis pero quedando lastimados uno y otro, resentidos el uno con el otro y muchas veces distanciados, aquí cabria la pregunta ¿ Es esta la verdadera voluntad del creador para resolver las crisis matrimoniales? ¿Quedando lastimados y resentidos Sin poder siquiera restaurarse, terminando por odiarse, guardando rencor uno al otro, y consumirse en medio de la crisis? (Gálatas 5:15) en aras de un amor que al calor del problema a se hace de lado, dando origen a una actitud pecaminosa, carnal y egoísta. He aquí lo que pasa en las crisis.

Definición de crisis .-Una crisis es un estado temporal de trastorno y desorganización emocional, caracterizado por la incapacidad del individuo para enfrentar una situación particular y obtener un resultado positivo o dar alguna solución al problema. Si podemos entender esta definición, encontraremos una sólida base para resolver las crisis que se presenten en nuestra vida de pareja, las crisis son inevitables, y tarde que temprano se presentarán a lo largo de nuestra vida conyugal, su permanencia , solución o estancamiento, dependerán de nuestra

humildad y sensibilidad para resolverlas.

Una crisis matrimonial ocurre cuando los cónyuges no saben cómo manejar sus diferencias y como consecuencia se ofenden mutuamente, llegando al extremo

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de lastimarse muy seriamente o llegar al punto de que ya no le importa nada a alguno de los dos, o a los dos. Esto es lo que llamamos un divorcio emocional o una crisis de cuidados intensivos. De hecho, muchas parejas se han divorciado estando casados, es decir, viven juntos

Un matrimonio llega al punto de crisis cuando no se atendieron los síntomas y se dejó continuar con el problema de irrespeto, desconsideración, egoísmo, etc.; que normalmente empieza con discusiones por asuntos cotidianos, pero se va agravando con múltiples incrementos en el tono agresivo de la voz, ataques verbales mutuos, actitudes de indiferencia, presión emocional y en algunos casos hasta violencia doméstica. Pablo llama a esto, las obras de la carne no controlada por el Espíritu, sabedor de los problemas de las pasiones humanas, no era ajeno a las crisis dentro del matrimonio, sabiendo del poder de la boca para herir y lastimar (Gálatas 4:20) Expresando en su sentir el cambiar de tono al ver la gravedad de las crisis,

Esto nos lleva a pensar en las diferentes facetas y desigualdad de circunstancias con que un matrimonio enfrenta sus propias crisis, no han entendido que son diferentes, son diseñados de forma personal por el creador (Génesis 1:27) y que ninguno de los dos podrá mirar el problema exactamente igual que el otro

salvo muy raras y honrosas excepciones, Dios ha conferido a cada hombre y mujer responsabilidades y tareas diferentes dentro del vínculo matrimonial, pero la responsabilidad es exactamente la misma para los dos(1 Corintios 11:11-12), Esto nos lleva a abordar el primer punto de este estudio :

1.- LA RESPONSABILIDAD BIPARTITA DE AMBOS CONYUGUES

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Las raíces de las crisis son generalmente diferencias de criterio en cuanto a cómo manejar los asuntos del diario vivir. Para resolver estas raíces, tenemos primero que, aceptar, que existen esas diferencias, aceptar que es probable que no siempre tengamos la razón, en un alto porcentaje esta es una característica peculiar del hombre misógino y la mujer misandrica, su razón y su percepción le

hacen creer que tiene toda la razón cuando en realidad está tanto uno u otro equivocados, y se lastiman y hieren sin llegar ambos al fondo de la solución de la crisis (Efesios 4:1-2) .Que difícil se hace aceptar que por causa nuestra, nuestro cónyuge es lastimado y ofendido, en aras de un radicalismo ortodoxo que no admite más razón que la propia, esto desencadena pleitos, contiendas, y malos tratos de uno hacia otro, ignorando el uno u otro, que con su actitud irresponsable y falta de amor; hay sentimientos de dolor y tristeza dentro del corazón del conyugue lastimado, dejando de sentir como suyo propio el dolor que provoca con semejante actitud de desprecio y mal trato. Estos sentimientos son provocados por la falta de comprensión de nuestro cónyuge, pero también la parte ofendida o ambos, tenemos que cambiar varias actitudes y aprender a ser más tolerantes; y entender la necesidad de comprensión del otro, el bien del uno es el bienestar del otro (1 Corintios 10:24)

Una fe verdadera en la crisis matrimonial. Hay casos en los que ya la descomposición emocional es tan fuerte que aparentemente ya no hay solución. La responsabilidad es para ambos, ofensor y ofendido o ambos lastimados al calor de una discusión carnal y poco espiritual, Sin embargo debes seguir tratando de hacer lo correcto como hijo(a) de Dios y de buscar la ayuda adecuada. Ningún matrimonio puede preciarse que no necesita ayuda, aun los matrimonios que sirven en el ministerio a Dios, necesitan entender que son falibles, que ambos entran en crisis y ambos son responsables de solucionarla como cristianos. Ya que el Señor lo especifica diciendo: Y todo lo que hagas, hazlo como para Dios. Colosenses 3:23 Y todo lo que hagáis,

hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres. La actitud de los hijos de Dios, es hacer las cosas bien responsablemente, aunque pensemos que el cónyuge no lo merece, no es asunto del cónyuge juzgar la motivación de su cónyuge, el hacerlo humildemente demuestra que lo hacemos esencialmente para honrar a Dios y su palabra. Eso es FE verdadera dentro del matrimonio, la responsabilidad de la crisis es de

ambos, aunque sea uno el que la haya provocado como a menudo sucede, no es excusa para no solucionarla con verdadero y genuino amor de Dios por nuestro cónyuge, muchas veces no consideramos lo dicho en el altar cuando contrajimos nupcias y dimos testimonio de que Dios nos unía, fue hasta que empezamos a vivir juntos como pareja, cuando nos damos cuenta de la enorme responsabilidad que aceptamos ante el altar de Dios, ¿Cómo no ser responsables ante Dios de tamaña responsabilidad?

¿QUE RESPONSABILIDADES SON BIPARTITAS EN EL MATRIMONIO PARA RESOLVER LA CRISIS EN FORMA SABIA Y PIADOSA?.- Esto quiere decir que es responsabilidad de ambos y no de uno solo, salir de la crisis matrimonial que muchas

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veces de manera injusta achacamos al compañero(a) de nuestra vida. he aquí las más importantes que Dios recomienda que las parejas matrimoniales sigan :

1.- No dejarse vencer por la ira Tener la fortaleza y dominio para controlar la ira que sentimos cuando estamos discutiendo. Efesios 4:26 2.-Nunca gritarse Moderación, educación y respeto ante todo. El grito es una agresión, independiente de lo que se diga.- Efesios4:31, Colosenses 3: 8 3.-Pedir disculpas y admitir los errores Para muchos el pedir disculpas equivale a una humillación, pero es grande el que reconoce que es un ser humano con debilidades y defectos y que lucha cada día por superarse. Lucas 14:11 4.-Señalar las faltas con amor Si resulta doloroso aceptar los propios defectos, más difícil es que nos los señalen. Por eso debemos ser delicados y compresivos para criticar o decir algo negativo al otro. Gálatas 6:1 Colosenses 3:12

5.-No dar cabida a la negligencia, descuido o apatía En el amor debe existir una sana exigencia. Siempre tenemos que buscar lo mejor para la persona que amamos, aunque a veces sea necesario exigirle. Cuando no amamos, nos da igual si la persona se supera o no. 1ra de Corintios 10:24 6.-No dejar un problema sin resolver Debe de haber humildad para hablar, para aceptar la culpa que nos corresponde en cada desacuerdo. Olvidar los resentimientos y rencores, confiar en la pareja y prepararse para el perdón. Colosenses 3:13 7.-Todos los días decirle algo cariñoso a su cónyuge Cuidar los detalles, los mismos que a veces se pierden con los años. Si ellos faltan, el matrimonio comienza a vivir según las circunstancias y no por el amor Colosenses 3:17:19.

Si practicamos estos sabios principios, sin duda alguna que ninguna crisis nos rebasará, y nuestro matrimonio será un matrimonio sano y exitoso.

2.- EL VALOR DE UNO Y OTRO PARA RESOLVER CRISIS

Las crisis, no se resuelven solamente con buena voluntad y deseos, hay que tomar acciones que nos permitan sufrir, tenemos que aprender de las mismas. Aprenda a amar. El que aprende a amar, aprende a perdonar y el que aprende a perdonar, aprende a olvidar,

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aprende a servir, a ser paciente, aprende a darse, aprende a ser humilde, y su escala de amor aumentara por su consorte, si en verdad vale tu esposo(a) para ti, no lo menosprecies, especialmente en el tiempo de la angustia y del dolor, aprende a ayudarle, si piensas que tu solo (a) la vas a resolver, craso error, la solución son 3 personas ( Véase Eclesiastés 4: 9-12) ¿ Cuánto vale tu esposo(a) para ti? Antes bien despojémonos de las máscaras que pueden hacernos ver espejismos y desvalorizar a nuestra pareja tan solo por pensar diferente a nosotros. Dios desea que nos quitemos las máscaras esto que a continuación escribo es duro, pero es necesario para poder darle el real valor a nuestro esposo(a) y dejar el horroroso espejismo de la hipocresía

Los matrimonios cristianos con máscaras son aquellos que delante de la congregación aparentan que todo está bien. Siempre juntos, sonriendo, en victoria. (No necesariamente todos son así, pero una gran mayoría se esconde en esta farsa llamada todo está bien y no necesito de nada (Véase apocalipsis 3:17) y normalmente esto es lo que se aprecia en ellos:

1.-Aparentemente no tienen un solo problema. Todo se ve bien por fuera, pero a puerta cerrada, son pleitos, contiendas, divisiones, celos, falta de amor, desacuerdo, derrotados. A este tipo de cristianos Jesús les llamo hipócritas. Tal vez el termino es muy duro, pero más duro es vivir una aparente vida matrimonial estable cuando lo que hay es una gran tempestad y una gran tormenta, donde el juicio entre uno y otro se convierte en tropiezo para ambos. (Romanos 14:10_12)

2.- Vivir de las apariencias.- Cualquiera puede aparentar ser cristiano. Hay actores de cine y televisión que juegan el papel de mártires cristianos, y eso no los hace cristianos. Es solo un papel, algunas veces convincente, de que son creyentes. Estos no pueden reconocer que necesitan ayuda, ni pueden pedirles conserjería a los pastores y consejeros que Dios levanta en medio de su iglesia para ayuda de estos casos, porque entonces se descubrirá que han sido hipócritas. Esto los mantiene en ese círculo vicioso sin poder salir de ahí. Aunque tengan una espantosa crisis que los ha hundido quizá por años

3.- El matrimonio cristiano verdadero es aquel que siempre está en lucha reconociendo sus debilidades y flaquezas, no es perfecto ni tampoco es autosuficiente, ha aprendido a dejar de juzgar a su cónyuge, tiene diferencias y discrepancias , pero no es hipócrita, reconoce sus debilidades, pero resalta su amor y la fortaleza por su pareja, no busca excusas para sus errores, aprende a pedir perdón con humildad , y ha

sustituido los gritos y las discusiones por platicas y acuerdos aunque en el fondo estén en desacuerdo, que pero no el esposo contra la esposa o viceversa.

4.-El matrimonio cristiano verdadero, reconoce valores en su esposo(a) no resalta los defectos del uno o del otro, ha aprendido a cubrirse con amor y ano destruirse, a sabiendas que si destruyes a tu cónyuge, Dios pedirá cuenta y juicio de el a ti, El matrimonio cristiano verdadero está en lucha contra todo aquello que quiera

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destruir su matrimonio o familia. Llámese Satanás, llámese religiosidad, llámese el mundo, o inmoralidad sexual. Los matrimonios que oran juntos, que se ponen de acuerdo antes de tomar decisiones, que buscan en la Palabra de Dios la respuesta, que buscan consejo en la multitud de personas,(Consejeros) que no dan un paso si no están de acuerdo o si Dios no les ha confirmado, tiene muchas menos probabilidades de terminar en divorcio emocional o sentimental, y aun en el divorcio legal, que un matrimonio pseudo “cristiano” que no lee su Biblia, que no oran, que no se ponen de acuerdo y viven una vida independiente, de acuerdo al mundo. Que cada uno piensa egoístamente, que cree que todo es suyo, este matrimonio está condenado a ser un matrimonio hipócrita y fracasado.( Gálatas 6:3)

Dar el valor real a cada uno por parte de ambos cónyuges, es una de las medidas más efectivas para salir de la crisis, considerando las debilidades y las limitaciones de cada uno, no existen los supermatrimonios, tampoco los esposos más perfectos o las esposas mas supersabias, Dios permite que seamos probados en nuestras debilidades matrimoniales (Santiago 1:3:4), para perfeccionarnos como parejas y dar el real valor a cada uno, aprecia las cualidades de tu esposo(a) y no menosprecies su trabajo, el valor lo das tu a el o a ella, en el grado de amor que le tengas(Colosenses 3:14)

3.- EL PÀPEL DEL AMOR EN LAS CRISIS HOMBRE Y MUJER, EL SACRIFICIO

Y EL RESPETO. DOS VALORES OLVIDADOS.

Esta área que es la que más resiente el impacto de la crisis en el matrimonio, repercute por igual en ambos esposos, muchas veces , cuando no se tiene el conocimiento ni los elementos para poder sortear las crisis de pareja, tenemos que trabajar con las escasas herramientas que nos quedan al prescindir de la tolerancia, la benignidad, y la misericordia, ( Colosenses 3:12) las parejas que no encuentran el debido respeto, y que su compañero matrimonial, no está dispuesto a amar con sacrificio, y tampoco a respetar su forma de ser, terminan por desquebrajar y matar el genuino amor que deben de profesarse, las crisis debieran de servir de abono para galvanizar ese amor y darle el sentido correcto al crecimiento como matrimonio que debemos de tener

1.- ¿Cómo afrontar el problema cuando hay una crisis que afecta a todo el núcleo familiar?

2.-¿Quién está dispuesto a ir una milla más allá? aunque eso signifique desgaste y sufrimiento?

3.- ¿Cómo dar respeto y reconocimiento al esposo(a) cuando en la crisis estamos en total desacuerdo y no tenemos un arreglo convincente qe satisfaga a ambos?

Estas disyuntivas nos llevan a los siguientes planteamientos que los matrimonios bien haríamos en cuestionarnos individualmente y en pareja, a solas con Dios y en armonía con nosotros mismos (1 Corintios 11:31) Quiera el Espiritu Santo hablar a ti, oh amado matrimonio sobre lo que

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debemos de hacer con nuestro compañero matrimonial en una crisis.

1. “EL AMOR ES LINEAL” Eso no es cierto, nunca lo ha sido. Mismo Pablo nos dice como es el amor en su contenido polifacético (Véase 1 Corintios 13: 4-7) Este error lo comenten los que interpretan que solo es el amor de Dios hacia nosotros, ignorando deliberadamente que el amor es práctica y que la práctica se basa en darse con amor a quienes amamos, la vida matrimonial es el primer peldaño en la vida de sociedad. No es una rutina ni un ejercicio monótono y frio. Eso nos hace creer la tv. y las canciones románticas. El amor por el contrario es cíclico. Las parejas viven su amor alternando períodos de pasión y profundo interés hacia la otra persona con etapas de apatía y, a veces, hasta de falta de interés y confusión. Esto no quiere decir que no se amen, muchas veces no entienden el estado atribulado del otro o de ambos. Esto en las crisis matrimoniales son fuente de discusión, han olvidado que el Exigirle al otro, es también exigirse a sí mismo, No puedes pedir lo que no das, no siempre se puede encontrar apasionado(a) todos los días, que le escuche siempre, que esté dispuesto(a), (Romanos 12:9) aunque debiera ser una regla general en todo esposo(a) el hacer esto, el no comprenderlo en medio de la crisis, puede crear un clima de tensión e hipocresía nada sano para ambos. (1 Tesalonicenses 5:15)

El amor son mutuas demostraciones que redundan en hechos y acciones que serían de gran ayuda en las crisis matrimoniales, empezando por el respeto y por llegar a hacer todo lo necesario y sacrificable en bien de los dos. sin embargo. Por esa misma presión critica generada, se terminan diciendo cosas que no se sienten, lo cual hace que el otro(a) se irrite y la discusión aparezca, y desapareciendo el respeto (Santiago 4:17) y lo peor de todo es que en algunos casos, la otra persona lo percibe como un acto falso y carente de amor en su percepción, y entonces se convierte en un problema verdadero. (Colosenses 3:23)

2. “EXIGIENDO LO QUE NO PODEMOS DAR EN LA CRISIS Exigirle al otro que sea comprensivo con nosotros en la crisis y acepte todos nuestros razonamientos, si nosotros poner nada de nuestra parte, y de ahí querer depender de nuestra propia felicidad se convierte en una verdadera tortura para la pareja. Es posible que el esposo(a) esté dispuesto a dar y tal vez mas allá de sus fuerzas, pero nosotros no podemos imponer al otro, una carga que no vamos a llevar en medio de la crisis, o la cargamos con amor los

dos o la ruptura y el resentimiento hacen su aparicion. No podemos pretender que la otra persona nos proporcione toda la solución que deseamos sin que nosotros mismo no obremos con respeto y dispuestos a dar lo mismo por él o ella. Es por ello, que no importa el tipo de crisis que se esté enfrentando, ambos tienen que trabajar en el mutuo acuerdo, tienen que proponerse ambos tener disposición para escucharse y proponer, si uno quiere prevalecer encima del otro, obliga al otro(a) a aceptar resentidamente su imposición, esto provoca distanciamiento y dolor en el esposo(a) afectado, reconociendo que a pesar de sus debilidades y defectos le necesitamos (1 Corintios 12:22)

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3. “LA GRAN DISYUNTIVA DE ACEPTAR COMO EL O ELLA ES” En lugar de aceptar las debilidades o defectos propios de carácter y proponerse modificarlos de manera amorosa y humilde, la gran mayoría de los esposos culpan al otro de sus problemas de pareja. Rompen su comunión lastimándose, Las crisis matrimoniales de cualquier índole, son mal toleradas y mal llevadas sin el amor que

cubre multitud de pecados y defectos (Efesios 4:26:27:32) las personas son las que se complican. El amor es la esencia de la vida y si no se le interrumpe y entorpece, sigue su curso naturalmente.

4. “YO NO SOY NECESARIO EN LA SOLUCION DE LA CRISIS PARA MI PAREJA” Esta creencia lleva a muchos matrimonios a sentirse inútiles ante cualquier crisis, el autosuficiente y soberbio que no acepta la colaboración de su compañero, y solamente él puede resolver y hacerse a su modo la solución .irremediablemente ira al fracaso Este es un mecanismo de pensamiento erróneo que complica la comunicación de la pareja y su capacidad de resolver sus conflictos matrimoniales. La persona se preocupa tanto por imponerse y hacer prevalecer su capacidad y forma de resolver, anula el poder recibir retroalimentación del cónyuge y, en consecuencia, conduce a la otra persona a un sentimiento de impotencia. Dolor y resentimiento, Aunque resulte difícil de entender, al esposo(a) que se siente desplazado en la solución de la crisis no crece en el mismo sentido que el otro y ambos se anulan y neutralizan. Esto es parte del desarrollo en pareja, en las crisis se hace necesario aprender del otro y crecer juntos en ese sentido; no convertirse en una persona inútil a raíz de la otra.( Romanos 12:16)

El respeto y el sacrificio de los esposos deben de ser solidos pilares que sostengan su relación de amor y bondad, en la crisis, el mostrar estos frutos de amor desquebrajan y convencen al corazón más duro, cada matrimonio deberá de enfrentar estas situaciones con estos atributos, las crisis serán resueltas en su gran mayoría con éxito, saliendo el uno y el otro fortalecidos (Cantares 8:7) 4.- APOYANDOSE EN CRISTO PARA RESOLVER LAS CRISIS

3.- Dios reprueba la falta de amor en las crisis matrimoniales,. “Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo” (1ª.Tim.5:8) APRENDIENDO A RESOLVER EN CRISTO LAS CRISIS Ahora bien: Si estas caminando en la palabra y eres casado, debes poner atención a tu matrimonio para corregir las malas actitudes que empeoran las crisis matrimoniales, no presumas el carácter violento o irascible, no quieras hacer prevalecer únicamente tu criterio, el estar casado te vincula directamente con tu esposo(a) Toda actitud que lastime a tu compañero(a) que lo nulifiquen y que existen en ti y tu las conoces.

Sabes muy bien que desagradan a Dios.

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A.-Conduzcan la crisis hacia Jesús en oración. Si aún no es suficiente, existe el consejo divino y sabio de la palabra de Dios en labios del consejero (Proverbios 8:10-12) Busca ayuda y consejería con tu líder o pastor (Existe la sana consejería bíblica y científica en esta tu iglesia para ayudarles) B.- Empieza a restituir el amor, la atención, el cariño y la provisión comprensiva y tolerante que no les has dado a tu esposo(a) Nunca pretendas ganar su confianza mediante el aislamiento y la discusión, solo empeorará la crisis, si no encuentran la salida, la consejería existe como una herramienta poderosa, no el consejo simplista y casuista, sino el consejo adecuado y la ayuda ministerial que debes de recibir (Proverbios 8:10-12) las crisis cuando se quieren resolver asiladas, por lo general causan más dolor,

C.- Sean equipo para resolver la crisis en medio de sus diferencias, la crisis no deberá ganar dominio sobre el matrimonio, antes bien la pareja, saldrá fortalecida de ella (Eclesiastés 4: 9-12)

Prevengamos un horrible pecado que es común en los matrimonios, la deslealtad y la traición en la hora difícil, seamos uno con el otro uno solo aprendamos de nuestras debilidades y hagamos de las fortalezas del otro(a) nuestro apoyo, cuando un matrimonio aprende a complementar sus debilidades sustituyéndolas por las fortalezas de su compañero, la solución de las crisis cualquiera que estas sean, serán del todo superada porque ambos ponen a Cristo como su eje de respuesta ( Efesios 4:15).

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Dios ha provisto gracia y sabiduría para resolver cada crisis en el matrimonio, sea cual fuere e origen de esta, Tan solo el matrimonio necesita volverse a Dios con un corazón humilde y poder entrar en su presencia con humildad, matrimonios humildes

ante Dios, serán grandes matrimonios en su hablar y en su pensar, podrán servir mejor a Dios superando cada obstáculo juntos, sin egoísmos ni torpezas, por lo que el Señor deja a cada matrimonio este consejo que bien haríamos en grabarlo en nuestro corazón y mirar a el cada vez que tengamos una crisis de la índole que esta fuere:

“Y LES DARÉ UN CORAZÓN, Y UN CAMINO, PARA QUE ME TEMAN PERPETUAMENTE, PARA QUE TENGAN BIEN ELLOS, Y SUS HIJOS DESPUÉS DE ELLOS. Y HARÉ CON ELLOS PACTO ETERNO, QUE NO ME VOLVERÉ

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ATRÁS DE HACERLES BIEN, Y PONDRÉ MI TEMOR EN EL CORAZÓN DE ELLOS, PARA QUE NO SE APARTEN DE MÍ. Y ME ALEGRARÉ CON ELLOS HACIÉNDOLES BIEN, Y LOS PLANTARÉ EN ESTA TIERRA EN VERDAD, DE TODO MI CORAZÓN Y DE TODA MI ALMA”. JER.32:39-41