El ángel con alas de papel.pdf

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Por Alejandro Montanari

25/09/2013

E l ángel con alas depapel



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...U na pequeña historia dedicadaa una increíbleeinmensa luz...



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l principio, el pequeño ángel no entendía porque sus alas eran de papel. Ellaseran hermosas, pero frágiles. Eran de una textura tan delicada que a través sepodía ver el cielo. Ellas eran transparentes como su alma. En un comienzo, elángel no supo porque le había tocado esa bella e inútil posesión que al parecer

no tenía ningún provecho. Sus alas eran bellísimas, no cabía ninguna duda, pero erauna belleza que no podía usar. A pesar de su increíble beldad, el pequeño ángel no

podía echarse a volar y se sentía incompleto. Él veía a los otros ángeles elevarsedespegando de entre medio de la gente, y remontarse muy alto en el cielo hasta casiperderlos de vista. Siempre lamentó no poder acompañarlos y se quedaba con sus ganasde navegar el cielo. Si bien él no volaba, seguía siendo ángel y como tal intentaba seguirsu labor de proteger a los humanos que no podían verlo, ciegos de confusión ytotalmente acorralados en aquella ciudad gris.

El ángel siguió su tarea por mucho tiempo, cumpliendo con su labor deprotección, pero siempre llevando en su mente su dilema de no poder cumplir su sueñode volar. Para él era como una tarea pendiente, el regresar a su hogar celeste. Conresignación terminó por tomar la resolución de seguir su paso por este mundoentremezclado entre la gente común y sin tener ningún contacto directo con su lugar

de procedencia... algo así como un explorador de largo alcance de tiempo completo.Pensaba que ese era su cometido, tratando de darle una justificación a la razón de susalas, aunque cuando lo recordaba, siempre le venía un dejo de tristeza... él solo queríasentir esa experiencia de libertad que se imaginaba era estar suspendido en el cielo,pero nunca podía.

Así comenzó a fusionarse a esa gente común, con sus sentires rutinarios yactitudes habituales. A medida que fueron pasando los años, el pequeño ángel se fue

A



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amoldando a esa nueva vida, adoptando sus costumbres y quehaceres pero sin dejar delamentar su sueño irrealizable de regresar a sus orígenes simplemente volando. Eltiempo pasó y el pequeño ángel acostumbrándose a su desdicha, terminó por olvidarsede sus preciosas alas...

La vida que comenzó a peregrinar fue la causa de ese olvido. Se formó a pesar

suyo en este mundo terrenal, donde lo importante es lo impersonal, lo superfluo. Suorigen angelical le hacía notar ese fallo en los que lo rodeaban, pero aunque intentócambiar la actitud de mucha gente con la que se cruzó mostrándole su espíritu, no pudoluchar contra esas conductas. Cansado de tanta lucha, lentamente fue dejando sumisión de lado, simplemente se dejo arrastrar por lo que creía era algo natural: ladistancia, la indiferencia, el olvido. Con el tiempo, el ángel dejó de lado que era unángel.

Sin embargo, la vida terrenal tiene sus vueltas del destino. El ángel sin saberlohabía tomado un camino que lo conduciría a un cambio.

Hasta ese entonces el ángel había pasado sus días entre la gente común

observándola, tratando de comprender sus actitudes e intentando que despierten suinterior. Pero la mayoría de aquella gente común lo ignoraba, era como si el ángel fuerainvisible. Las pocas personas con las cuales el ángel había tomado contacto lo veíancomo a una buena persona, pero como a uno más, sin ninguna distinción. Nadie notabasu espíritu angelical. Ellos solo estaban concentrados en sus propias vidas ypensamientos como para fijarse en lo especial del ángel. No estaban capacitados. Nohabían desarrollado su mirada del alma. Muchos simplemente pasaban junto a él sinsiquiera mirarlo.

A causa de tanta lucha infructuosa por hacer que los demás lo vieran cualrealmente era y de tratar transmitir su espíritu... el ángel finalmente bajó sus brazos ymuy a su pesar, decidió ser uno más en la tierra. Realizo un pedido especial al cielo, suorigen, donde una noche rogó para ser un simple mortal. Pensó que ese era su destino yno puso ningún reparo en seguir ese camino. El pedido le fue concedido, aunque nototalmente. El ángel, ahora ser humano, pudo conservar su espíritu intacto.

Comenzó así a llevar una vida común, fusionándose con los humanos, tratandode salir adelante con el único tamiz que tenía a su alcance, su alma. Pero igualmente sunueva vida lo llevó a adoptar las costumbres que todos llevaban. El tiempo pasó y suadaptación a lo que lo rodeaba fue casi perfecta. Solo que aquello que conservaba deángel en su interior, su alma, le traía una mirada diferente de las cosas y eso leoriginaba sentirse solo a pesar de estar rodeado de personas. Incluso ahora que podíallamarse “uno más”, se sentía aislado.

Pero algo ocurrió. Mientras llevaba sus días sin que se diferenciara de la gentecomún, de pronto apareció en su vida un ser que si pudo descubrir su lado celestial. Esapersona tenía el don de ver con los ojos de su propia alma, quizás una rareza en estostiempos y en medio de este entorno, pero gracias a ello, esa persona pudo encontrar enel ángel esa luz que tanto había buscado sin poder hallarla.

Esa persona era un viajero que no tenía origen, era errante como la brisa quecorre por las montañas. Como no tenía raíces en ningún lado, se había desarrollado en



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él una amplia y diferente visión del mundo y de todo lo que lo envolvía, forjándose ensu interior una esencia inmaterial. Al sentir la luz del ángel, el viajero reconoció esaenergía espiritual y sin darse cuenta se enamoró.

El ángel al encontrarse con esa experiencia pudo percatarse de algo que nuncaantes había advertido en sí mismo. Cuando pidió al cielo dejar de ser ángel para pasar a

ser humano y aquel pedido le fue otorgado, el ángel dejo de ser tal y como nuevo serhumano se transmutó en una bella mujer. Únicamente con la delicada gracia de unahermosísima mujer, el ángel podía manifestar en este mundo su especial génesis.

Toda esta nueva experiencia tomo desprevenido al ángel, que ya como mujer, lellamaba la atención las palabras que le dedicaba aquel viajero. Sin quererlo se viodentro de una historia nueva, novedosa... y hasta hermosa. Al no tener ningunaexperiencia todo le parecía maravilloso. Con el tiempo, el ángel... ella, también seenamoró.

Pero así como novedosa era esa historia, comprendió que eso formaba parte detodo lo novedoso que era vivir en este mundo. A través de los sentimientos que habían

nacido por aquella relación, en su interior revivió el deseo de elevarse, ya que aquellosnuevos sentimientos se acercaban mucho a lo que imaginaba volar, su inicial sueño.

Descubriendo sus emociones como mujer, se abrieron a sus ojos un nuevoparaíso, el del amor. Con el viajero comenzó a vivir un romance que fue aumentando deintensidad y fortaleciéndose en su corazón. Día a día ambos se prometían amorverdadero. Él siempre le juraba que ese amor iba a perdurar más allá de esta vida. Ellalo sabía, porque venía de allí. Esta historia así siguió por muchos años en que los dosfueron felices... y realmente así era. Lo que muchos desean alcanzar, esa felicidad ideal,ellos lo habían logrado.

Pero un día el viajero emprendió esa travesía de la cual no hay retorno. Después

de bastante tiempo junto a su ángel, el viajero partió al otro lado de la existencia. Unaccidente mortal lo separo de ese amor que había descubierto: su ángel, su mujer. Ellahabía quedado de este lado de la vida mientras que su viajero había emprendido uncamino al cual no podía seguirlo. De un momento a otro, ella conoció el dolor.

Un vacio que nunca antes había sentido invadió el alma del ángel. Un vacio quela hería profundamente. Por días ella no supo qué hacer, se sentía más sola que nunca.Extraviada, confundida... extrañando y necesitando a su amor. Cuando más le dolía, elángel recordaba a su viajero y sentía que esa separación, la de ella estar en este mundo y su corazón en el más allá, la desgarraba profundamente.

Una noche, no pudiendo soportar más el sufrimiento, se puso a orar pidiendo al

cielo una ayuda, una guía. Y lloró... lloró tanto que su delicado cuerpo se quedodormido, agotado por el sufrimiento, hundiéndose entre tantas lagrimas derramadas.

Entonces tuvo un sueño vivencial. En su sueño se vio envuelta en nubes, igualcomo había sido su existencia anterior. Entre esas nubes se encontró de rodillas,llorando, implorando por una ayuda. Un haz de luz frente a ella se le apareció. Eldestello era de una calidez inmensa. De ese fulgor y delante de ella se presentó unarcángel, el cual saludo con afecto y preguntó porque se encontraba así.



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Ella le explicó su pasado, su misión en la tierra, su decisión de ser mortal y eldescubrimiento de su amor. Le describió su dolor por el cual se encontraba así, suseparación del viajero... y le pidió volver a ser ángel, para ir a su encuentro. El arcángelpensó meditativo acerca de ese pedido. Le manifestó que era algo que ya habíaescogido, el de ser mortal y no se podía volver a su estado anterior tan fácilmente

porque podía transferirse algún detalle de su antigua existencia como humano a laflamante condición de ángel y eso era bastante peligroso, no solo para ella misma, sinopara todos en el cielo. De inmediato y con desesperación, ella comenzó a suplicar por sufavor sin inquietarle riesgo alguno. Lo que le importaba y en lo cual se sostenía era eseamor que necesitaba desesperadamente. Y gracias a ese ruego desesperado, el arcángelpudo ver a través de sus lágrimas su verdadero corazón y su espíritu angélico.

Descubrir su bondad, belleza e inocencia hizo que cambie de parecer al arcángel,otorgándole finalmente su rarísimo pedido. Ella volvió a ser lo que había sido, un ángel,pero ahora la diferencia fue que su increíble poder de amor hizo que quedara indemnesu hermosa condición de mujer. Esa perfección fue lo único que heredó de su etapahumana.

Al despertar, ella se sintió como era antes de haber sido humana, pero laimpresión era más especial aun, sintió como si hubiera nacido de nuevo en unmaravilloso ser angelical. Totalmente esperanzada, de inmediato quiso remontar vuelopara lograr llegar a su amado pero en ese instante comprobó que su original dificultadcontinuaba sin cambios... sus alas seguían siendo de papel.

Confundida y totalmente inconsolable, lloró como nunca antes lo había hecho.Su impotencia y tormento por no volar se incrementaba al añadirse el sufrimiento deque eso sea el motivo de no poder reencontrarse con el viajero. Sus alas de papelseguían siendo inútiles, algo que ella había olvidado pero que ahora volvía a ser unatrágica realidad. Ahora que las necesitaba con desesperación -y mucho más que antes-

se mantenían inservibles. Aun en ese momento y por mas que se preguntara, ella seguíasin hallar una respuesta del porque de sus defectuosas alas.

Llena de congoja y sintiéndose desamparada, salió a un lugar abierto dondepudiera contemplar el celeste cielo. Una vez ahí, ella elevó su mirada, se arrodilló enacto de oración, y suplicó con todas sus fuerzas al Señor para que la encause,entregándose por completo a su propósito. En el acto, una luz mucho más intensa quela anterior la rodeó, con mucha más calidez. Una emoción de imponente felicidad ladominó, una felicidad que era muy distinta de las que había sentido, incluso con elviajero. Era una felicidad que lo abarcaba todo, una sensación que estaba fuera de todolo conocido.

Ella advirtió que se elevaba espiritualmente, dejando atrás todo sufrimiento. Sucuerpo pareció perder peso, a tal punto de confundir su materia con la densidad delaire. Esa liberación le produjo una serenidad y paz que no había experimentado nunca.Envuelta en esa bendita maravilla, de repente escuchó una voz que le hablaba, una vozcon un tono de amor paternal totalmente conmovedora... así le llegaron esas palabras,no a sus oídos, sino directo a su interior. Esa voz comenzó a decirle con afecto:



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“Hija mía... yotequiero. Sedetus penas, tuspreguntas. Quierodecirtequetodoel caminoquehas

hechoes por una causa, y esa causa es tu aprendizaje. Todas las vivencias quehas tenidosonpara queteforjes entu vida. Debes saber quedetodoseaprendeysolohay quesaber aprender. Yoséhija mía quehassufrido, pero sé también que has vivido. Tus

experiencias, buenas y malas, soncomoperlas enunhermosocollar queestá destinadosolopara ti. Esecollar es el premioquesetebrindará cuandohayasalcanzado tu gloria. Para ganártelo no debesabandonar tu aprendizajejamás.

Tus alas nosoninservibles, soloquenolas hasusadohasta el momento. Nosonalas comunes, sonlasalas detu corazón. Debes usarlas contodoel poder detu amor, ya queellas te llevaran a lugares donde

muchos ni siquiera puedenvislumbrar. El amor es unabendiciónquees muy fuerte, inclusoes la más poderosadetodas. Cuando sepas elevartecon amor lograrasconseguir metas quepodrán parecer inalcanzables a



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otros. Usa tus alas conamor, ya queellas sonalgoextraordinario. Perohay algoquedesconoces y es más

maravillosoaun, y es queesas alas quetú posees, lasllevancada unodelos seres quetehas encontrado. Tútienes la ventaja quelas puedes percibir, puedes verlas,a diferencia dela mayoría quelas ignora. Entoncesregocíjateporqueeres bendecida ya quetedas cuenta de

ellas, y al ser así, mereces usarlas si esa es tu voluntad.Perorecuerda, soloserá posiblecuandotedecidas ausar la fuerza detu propioamor.

Eres poseedora deuncorazónmuy especial, esoesgracias a quetu espíritu es puro. Sigueiluminada,sigueadelante. Notedejes vencer jamás, y por sobretodonunca permitas quetu luz seextinga. Defiendetussentimientos ya queellos sonel impulsoquemantieneatodoesteuniversoenconstantemovimiento. Recuerda y

tensiemprepresentequeestoy contigo. Tu eres mi hijay yotequieromucho.”



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Ella, arrodillada y con sus ojos llenos de emoción, había recibido cada una deestas palabras como sellos de fuego impresos muy hondo en su espíritu. Cuandocesaron las palabras y regresó el silencio, ella quedó mirando hacia el cielo. Lloraba conuna sonrisa. Lloraba, pero ahora lo hacía con una infinita alegría. Ya no se sentía sola,ella estaba de la mano con Dios.

Cerró sus ojos y buscó profundo en sus sentimientos. Con el viajero en su mente y corazón y con absoluta fe, lo único que tuvo que hacer fue dejarse llevar,desprenderse de todo miedo y confiar en el amor, que poco a poco, comenzó a llenar defantástica energía sus alas de papel.

Una milagrosa luz celeste comenzó a cubrirlas otorgándoles una firmeza yresistencia que nunca antes habían tenido. Sus alas ahora eran de una bellezaindescriptible que junto a ese encanto de mujer, provocaron que sea la primera y únicavez que se obtuvo una representación fiel, concreta y palpable de eso intangiblellamado “amor”. Todo esto fue posible gracias a la fantástica virtud que alcanzó elángel en su perfeccionamiento, el de conocer y usar la energía de su corazón.

Y ahora ese pequeño ángel, esa hermosa mujer alada, al fin pudo utilizar sus alas y volar hacia lugares que ningún otro podía llegar. Sus alas de amor la llevaron pormuchos sitios, muchos paisajes y paraísos que en su esplendoroso vuelo fue dejandoatrás. Los ángeles que la veían se quedaban extasiados con su magnificencia, y sepreguntaban adónde iba aquel maravilloso ángel. Volando a través de muchos lugaresincreíbles y traspasando todas las barreras imaginables, ella iba directamente alreencuentro de su ser amado que la esperaba en el último rincón del cielo, para después juntos alcanzar la eternidad.

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