EL APRENDIZAJE Y EL PROCESO COGNITIVO EN LOS ADOLESCENTES

Introducción

En los últimos años, la preocupación por hacer de la educación que imparte el

sistema educativo mexicano sea de calidad y a la vez accesible a todos los

individuos de la sociedad, ha tomado gran importancia y relevancia para los

diversos actores que intervienen en el proceso de aprendizaje. Se ha dejado atrás

la forma de enseñanza tradicionalista y se han adquirido e incorporado a los

planes y programas de estudio, los procesos de aprendizaje constructivistas

donde se busca que el alumno aprenda a través del descubrimientos y la

construcción procedimientos propios para la adquisición de los saberes.

Pero cabe mencionar que poner en marcha estos ideales constructivistas, no

pueden ser posibles si antes no se conocen los procesos de aprendizaje de los

alumnos con los que se lleva a cabo el proceso de educación, por lo que es

necesario que los diferentes actores de la educación, principalmente los

profesores que están frente a grupo, conozcan completamente la etapa por la que

están atravesando los jóvenes adolescentes y así mismo la serie de cambio físicos

psicológicos y sociales inherentes a ella.

Todas las personas crecen y cambian a lo largo de su vida, pero durante los

primeros años de la adolescencia, la rapidez de estos cambios es particularmente

evidente. Consideramos que a los 10 años de edad todavía son niños; pero

pensamos que al llegar a los 14 años, ellos son "casi adultos". Nos da gusto ver

los cambios, pero también se nos hacen un poco difíciles de manejar. Cuando los

niños son pequeños, es más fácil predecir cuándo va a llegar un cambio y que tan

pronto se manifestará. Pero durante los primeros años de la adolescencia, la

relación entre la edad verdadera de un niño y los índices de su desarrollo se

atenúan. La forma exacta en que los jovencitos se desarrollan en estos años es

influenciada por varios factores: por ejemplo, la genética, las familias, los amigos,

los vecindarios, los valores y otras fuerzas sociales.

Desarrollo

Por naturaleza, el individuo está destinado a relacionarse con las personas que lo rodean, en algún momento de la vida, el ser humano necesitará del apoyo de otras personas para llevar a cabo su desarrollo. A través de la socialización y la convivencia con los demás seres humanos es como se llega a adquirir un aprendizaje, y es que de igual forma, todo hombre aprende algo nuevo al paso de los días en su vida y a través de las distintas experiencias y situaciones en las que se desenvuelve. Si una persona se encuadra aislada de la sociedad, resultaría difícil que aprendiera un lenguaje, usar o desarrollar al máximo algunas funciones de su cuerpo, simplemente le importaría satisfacer aquellas necesidades fisiológicas sin importarle desarrollar formas de interacción y convivencia.

En palabras de Isabel García, el aprendizaje es “todo aquel conocimiento que se adquiere a partir de las cosas que nos suceden en la vida diaria, de este modo se adquieren conocimientos, habilidades, etc. Esto se consigue a través de tres métodos diferentes entre sí, la experiencia, la instrucción y la observación.” Desde el momento en el que una persona comienza a desarrollar y desenvolverse en un grupo social, comienza a adquirir habilidades de comunicación y convivencia que a la vez que permiten una buena relación con dicho grupo, llegando a acuerdos y negociaciones.

Según Patricia Duce “una de las cosas que influye considerablemente en el aprendizaje es la interacción con el medio, con los demás individuos, estos elementos modifican nuestra experiencia, y por ende nuestra forma de analizar y apropiarnos de la información. A través del aprendizaje un individuo puede adaptarse al entorno y responder frente a los cambios y acciones que se desarrollan a su alrededor, cambiando si es esto necesario para subsistir.” Es aquí donde podemos decir que una persona es inteligente y no haciendo referencia a la capacidad cerebral del individuo sino entendiendo a la inteligencia como aquella capacidad del ser humano para adaptarse al mundo que lo rodea y a la adecuando aquellas cosas que le permitan llegar al bienestar de su persona.

El aprendizaje en la adolescencia implica hablar de las dificultades que esta etapa trae consigo. La adolescencia puede definirse como la etapa de transición entre la niñez y la adultez, se caracteriza por la presencia de cambios físicos, psicológicos y sociales. A la serie de cambios físicos y fisiológicos se le conoce como pubertad.

Entre los cambios psicológicos se encuentra la búsqueda y formación de una identidad propia, es aquí donde el adolescente entra en conflicto consigo mismo por que no sabe quién es en realidad, sigue estereotipos impuestos por la sociedad y es bombardeado constantemente por modas establecidas por los medios de comunicación que solo buscan el consumo de sus productos o servicios. Presentan inestabilidad emocional e intelectual por que el proceso de aprendizaje resulta aún más difícil en esta etapa.

El desarrollo cognitivo hace referencia al desarrollo de la capacidad de pensar y razonar. De acuerdo a la clasificación realizada por Piaget, los niños entre 6 a 12 años de edad, desarrollan la capacidad de pensar en forma concreta (operaciones concretas) por ejemplo, combinar (sumar), separar (restar o dividir), ordenar (alfabéticamente o por clase) y transformar objetos y acciones. Estas operaciones también son las llamadas concretas porque los objetos y hechos sobre los que se está pensando se encuentran presentes físicamente frente al niño.

La adolescencia es la etapa que marca el comienzo del desarrollo de procesos de pensamiento más complejos llamados operaciones lógico-formales, entre los que se encuentran el pensamiento abstracto; por ejemplo posibilidades, la capacidad de razonar a partir de principios conocidos; construir por uno mismo nuevas ideas o elaborar preguntas, la capacidad de considerar distintos puntos de vista según criterios variables; comparar o debatir acerca de ideas u opiniones y la capacidad de pensar acerca del proceso del pensamiento.

Durante la adolescencia, etapa comprendida entre los 12 y 18 años de edad, el adolescente adquiere la capacidad de pensar sistemáticamente acerca de todas las relaciones lógicas implicadas en un problema. La transición desde el pensamiento concreto hacia las operaciones lógico-formales se produce con el tiempo. El progreso que cada adolescente realiza en el desarrollo de su capacidad de elaborar pensamientos más complejos se lleva a cabo de formas diferentes. Cada adolescente elabora un punto de vista propio acerca del mundo. Es posible que algunos apliquen las operaciones lógicas a la resolución de las tareas escolares antes de poder aplicarlas a los dilemas de su vida personal. La presencia de cuestiones emocionales frecuentemente interfiere en la capacidad que el adolescente tiene para pensar con mayor complejidad. La habilidad para considerar posibilidades y hechos puede influir ya sea de manera positiva o negativa en la toma de decisiones.

Los cambios cognoscitivos permiten que los adolescentes puedan aprender material más avanzado en la escuela. Se sienten más ansiosos por adquirir y aplicar conocimientos nuevos y por considerar una variedad de ideas y opciones. Estos cambios mentales también se aplican a su vida emocional. Por ejemplo, dentro de la familia, la capacidad de razonar puede cambiar la forma en que el adolescente habla y actúa frente a sus padres. Puede anticipar las reacciones de sus padres ante lo que expresa o hace y prepara una respuesta o una explicación de antemano.

Adicionalmente, estos cambios mentales causan que los adolescentes consideren quienes son y quiénes quieren llegar a ser. Este proceso se llama la formación de identidad y es una actividad mayor durante la adolescencia. La mayoría de los adolescentes exploran una variedad de identidades. Adoptan "fases" que a un padre le parece que cambian constantemente. De hecho, los adolescentes que no atraviesan este período de exploración están más expuestos a problemas sicológicos, especialmente la depresión, cuando lleguen a ser adultos.

Al igual que los adultos que con mayor experiencia y madurez cognoscitiva pueden batallar con sus diferentes roles o papeles, los adolescentes batallan para desarrollar un sentido de quien son. Comienzan a darse cuenta que juegan diferentes papeles con distintas personas: hijo o hija, amigo, compañero, alumno y trabajador, entre otros.

Los adolescentes podrán pensar más como los adultos, pero todavía carecen de la experiencia necesaria para actuar como adultos. Como resultado, su comportamiento puede no encajar con sus ideas.

Conclusión.

Para lograr que el aprendizaje en los alumnos sea eficiente, de calidad y a la vez práctico en su vida diaria, es necesario conocerlo a fondo, desde la etapa en la que se encuentran atravesando conocida como adolescencia y caracterizada por una serie de cambios físicos, psicológicos y sociales, hasta el cambio de aquellos procesos en la cognición que le permiten al adolescente asimilar la información y generar aprendizajes en ellos.

De acuerdo a los diversos estudios realizados por psicólogos y pedagogos, hoy se tienen conocimiento sobre las etapas a través de las cuales los seres humanos atraviesan para ir aprendiendo. De acuerdo a la clasificación realizada por Piaget, al ingresar a la escuela telesecundaria, los alumnos se encuentran en la etapa de las operaciones formales que va de los 11 a 12 años en adelante. Se refiere principalmente a la capacidad de pensar en forma abstracta y de razonar, durante la adolescencia las operaciones mentales que surgieron en las etapas previas se organizan en un sistema más complejo de lógica y de ideas abstractas. El cambio más importante en la etapa de las operaciones formales es que el pensamiento hace la transición de lo real a lo posible, es decir, el adolescente aparte de aprender aquellas cosas que tiene presentes en tiempo y forma, también es capaz de realizar predicciones sobre sucesos que podrían ocurrir si las causas o circunstancias cambiaran. Posteriormente se desarrolla la lógica proposicional que es la capacidad de extraer una inferencia lógica a partir de la relación entre dos o más proposiciones hipotéticas.

Conocer estos procesos cognitivos del adolescente permite al docente que trabaja con ellos, estar preparado ante las diferentes situaciones que podrían surgir durante el proceso de enseñanza aprendizaje y a la vez, aplicar las estrategias necesarias para orientar al alumno en esta etapa de inestabilidad emocional e intelectual, buscando la manera de hacer atractivos para el alumno los contenidos manejados en el currículo y a la vez motivándolos para mostrarse más interesados por aprender y fortalecer aquellas habilidades con las que ella cuenta para incorporarse a la vida laborar que la sociedad demanda.