El Arcángel San Miguel murió detrás del Trono Fecha Lunes, 03 noviembre a las 23:55:00

Tema Poesias

Poesias

Michael A. Galascio Sánchez • Señor Asesor

Estando en duermevela, un misterioso Ser me revela, “San Miguel murió detrás del Trono”, el mensaje me estremeció, su tétrico tono. San Gabriel y San Rafael, sentían la perdida, del Príncipe de la milicia Celestial,

heroica defensa, quebrantada por Luzbel, y su ejército infernal. Su espada de fuego, fría en el suelo, y con profundo desconsuelo, la empuñé, aún a sabiendas, de batirme en venideras contiendas. Antes, Satanás temblaba ante su voz, blasfemando atroz, pero el Hombre, se ha olvidado de Dios. alineándose con demonios seductores y soberbios. ¡El Trono del Creador amenazado! En Fátima fue desvelado, el bárbaro orden, nos ha apresado, celdas, capillas, clero despreocupado. El mundo está cambiando, mientras la oscuridad, sigue ganando, los Cristianos solitarios, se aferran a sus rosarios. El Mal no puede saciar su hambre, martirio cruel y desalmado, sangre de Cruzados, infinitas miserias, sin nombre para los desventurados, como los tristes peces del Tambre.

El Cáliz y la Hostia, congelados en el aire, San Anselmo azotado por el desaire, el Papa León XIII se estremece, sobrecogido, las legiones del abismo, destruyen al protegido. ¡Oh Dios!, ¿En donde estás? el pagano nos persigue, la ilusión y la mentira, ¡malditas conquistas!, eternamente solos, la humillación prosigue. Los Arcángeles libran batallas duras, al borde del precipicio infinito, por salvar unas pocas almas puras, que desprecian al falso Anito. Nuestro futuro destino, me tiene en vilo, mi alma, pendiendo de un hilo, sin conocer su sino. ¿Qué ha sucedió con la raza humana? ¿Se ha entregado a la vida vana? el Hombre es injusto, egoísta, despiadado, como quién a San miguel ha derrotado. ¡Oh, omnipotente creador! ¡Acaba con el seductor sutil!, sácanos de la fábula inútil, ¡Devuélvenos el ardor! Somos espíritus sacudidos, para el sufrimiento elegidos, en pavorosa demencia, resistiendo en las puertas, evitando el sacrificio, más almas muertas. Me reconozco pecador, me avergüenzo de ser vil, y de los malos, el más servil, sólo pido, la misericordia del pescador.