El Arte de Perder
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Transcript of El Arte de Perder
El arte de perder, de Elizabeth Bishop.
El arte de perder no es muy difícil;
tantas cosas contienen el germen
de la pérdida, pero perderlas no es un desastre.
Pierde algo cada día. Acepta la inquietud de perder
las llaves de las puertas, la horas malgastadas.
El arte de perder no es muy difícil.
Después intenta perder lejana, rápidamente:
lugares y nombres y la escala siguiente
de tu viaje. Nada de eso será un desastre.
Perdí el reloj de mi madre. ¡Y mira! Desaparecieron
la última o la penúltima de mis tres queridas casas.
El arte de perder no es muy difícil.
Perdí dos ciudades entrañables. Y un inmenso
reino que era mío, dos ríos y un continente.
Los extraño, pero no ha sido un desastre.
Ni aún perdiéndote a ti (la cariñosa voz, el gesto
que amo) me podré engañar. Es evidente
que el arte de perder no es muy difícil,
aunque pueda parecer (¡escríbelo!) un desastre.
A veces se nos mueren…
A veces se nos mueren personas en el alma,
No de muerte natural, no de muerte del cuerpo.
Se nos mueren personas en el alma,
y la pena de perderlas parece gotear
como un suero de lágrimas lento,
tan lento que hasta podemos contarlas
y pedirle piedad a la vida, al mismo tiempo.
Y nos quedamos sin voz, sin aliados,
sin saber qué hacer, quizás,
en alguna esquina pálida,
sin encontrar la exacta palabra
que nos ayude a salir de un pozo raro,
y advertimos que hay canteras de dolor,
incrédulas canteras de dolor que
así, organizadamente,
se nos van quedando sobre el pecho
hasta que ya no podemos respirar.
A veces se nos mueren personas en el alma,
Y uno levanta los ojos al cielo
como pidiendo un milagro, el abrazo
de algún hada que trascendió a los cuentos
de la infancia. Y nos resistimos a creer
que la traición existe, que la indiferencia existe,
que las manos que algún vez se fundieron
en las nuestras, ya no están más.
Y nos quedamos contando, como atónitos,
el suero de lágrimas,
y mirando la frágil silueta de un payaso triste,
que somos nosotros mismos reflejados, sin querer,
en un espejo de soledad desconsolada.