El arte islámico en la región de murcia

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EL ARTE ISLÁMICO EN LA REGIÓN DE MURCIA

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EL ARTE ISLÁMICO EN LA REGIÓN DE MURCIA

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El territorio murciano controlado por el visigodo Teodomiro (o Tudmir) capituló ante los invasores islámicos en el siglo VIII.

Sería con la fundación de la ciudad de Murcia (Mursiya) por Abderramán II en el 825cuando los elementos musulmanes se acentúan. Sin embargo, era un territorio de menor importancia política dentro de Al-Andalus hasta la llegada de Ibn Mardanishque hará de Murcia la capital de su estado.

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1. Recinto amurallado de Medina Mursiya (Murcia).2. Espacio ocupado por la antigua mezquita mayor de

Murcia. La catedral se construyó sobre ella.3. Restos de la muralla islámica junto al mercado de

Verónicas.

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IBN MARDANISH 1147 - 72

Ibn Mardanish creó un estado independiente.

Hábil político

y valiente militar que estableció

alianzas con los reinos cristianos

peninsulares, con las repúblicas

italianas y con otros reyezuelos

musulmanes descontentos.

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El carácter militarizado de su reinado hizo que se desarrollara extraordinariamente

la arquitectura defensiva.

A este período se atribuyen

las construcciones del Castillejo de Monteagudo, la Asomada y el Portazgo, estos últimos inacabados.

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La importancia que adquiereMurcia como capital de su reino,

y la intensa actividaddiplomática, hicieron imprescindible

la construcción de edificios palaciegos.

En este contexto sociopolíticosurge la almunia real de

Monteagudo, con amplias albercasy áreas ajardinadas o, el primer ymás antiguo conjunto palatino de

Santa Clara, con unas estanciasricamente decoradas.

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El Castillejo de Monteagudo

El mejor conservado de aquellas obras de Ibn Mardanis era el Castillejo de Monteagudo,

situado en lo alto de un escarpado altozano de Murcia. Desgraciadamente, a pesar de su interés entre los especialistas, no se impidió

su parcial destrucción a mediados del siglo XX, antes de concluirse su estudio

arqueológico. Era la residencia de verano, alejada del

bullicio de la medina. Presenta una esquema de patio central de crucero (antecedente del patio de Los Leones). Rodeado de murallas

rectangulares típicas de la arquitectura mardanisí (apariencia de fortaleza en el

exterior que contrasta con el lujo interior).Hay que destacar la importancia del agua y

de la vegetación que complementa la arquitectura y es heredada de los palacios del

desierto.

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Es un recinto rectangular reforzado por fuertes torreones que acogen en su interior estancias palatinas. Las estancias del palacio se organizan en torno a un patio de crucero con sendas albercas en los lados menores. Junto a ellas se localizan los salones más importantes. El andén transversal, que une las salas de los lados mayores, es más ancho para facilitar la circulación interna del palacio. El torreón situado en el centro de cada lado, unidos entre sí por los andenes del patio, hacía las funciones de mirador. Una terraza ajardinada se situaba a un nivel inferior en el flanco occidental, dominada por el torreón-mirador de ese lado.

La planta de este palacio tiene sus paralelos más cercanos en dos palacios cercanos, el zirí de Ashir (Argelia), del siglo X, y la Zisa de Palermo, de mediados del siglo XII.

El Castillejo de Monteagudo estaba rodeado de una serie de fincas provistas de grandes albercas y de huertos, como el citado Castillo de Larache, y de emplazamientos defensivos como el propio Castillo de Monteagudo, situado en otro monte cercano.

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Palacio del Rey LoboEn Murcia, también

construyó Ibn Mardanis un palacio,

la Dar al-Sugra o Alcázar Menor,

convertido después en el convento de

Santa Clara la Real. Estaba situado en el

arrabal de la Arrixaca, que más tarde fue

morería de la ciudad cristiana.

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La residencia se organizaba en torno a un gran patio de crucero rectangular, con dos albercas en los lados menores y un pabellón o quiosco de planta cuadrada con cúpula (qubba) en su centro.

En su interior, en el centro, había una pequeña alberca generada por el cruce de los cuatro canales que recorrían los andenes, cuyo fondo estaba solado con ladrillos vidriados. El pabellón, construido en ladrillo, estaba seguramente abierto mediante tres arcos en cada frente lo que lo convertía en un mirador privilegiado (según Julio Navarro).

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Los salones del palacio, abiertos mediante pórticos hacia el patio-jardín, estaban decorados con yeserías de tradición almorávide y pinturas murales con figuras de animales y escenas cortesanas (músicos y personajes con turbantes); otros restos parecen indicar que tuvieron techumbres de mocárabes, de las primeras documentadas en Al Ándalus (de finales del siglo XII).

El palacio fue reconstruido por Ibn Hud, el reyezuelo independiente que se alzó con el poder en Murcia en 1228, después de la caída del imperio almohade, y por sus sucesores, hasta la definitiva conquista cristiana ocurrida en torno a 1264. Ibn Hud hizo algunas reformas en el recinto, de las que se han conservado restos decorativos.

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Los valiosísimos restos del antiguo Alcázar Nasir o Mayor se encuentran en la planta baja de la iglesia barroca de San Juan de Dios.

Se trata de un lienzo de la muralla exterior del alcázar de 30 metros de longitud, y fundamentalmente los interesantes restos de un oratorio y un panteón real.

Del oratorio destacan el muro de la quibla y el mihrab, con su policromía y decoración originales del siglo XII. En el panteón se pueden contemplar los restos de nueve tumbas atribuibles a la familia del soberano Ibn Mardanis, que ordenó su construcción.