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de la Sociedad Filarmónica de Bilbao b El oletín Junio, 2006. Bilbao Núm. 1 D.L.: BI-1586-06

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de la Sociedad Filarmónica de BilbaobEl oletín

Junio, 2006. Bilbao Núm. 1D.L.: BI-1586-06

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INICIAMOS LA PUBLICACIÓN DE ESTE BOLETÍN con la ilusión de rendir un servi-cio que pueda ser útil a nuestros socios. Dada la dispersa y, en gran medida, es-

casa información sobre música clásica de que el melómano o el simple aficionadodispone en los medios de comunicación, queremos cubrir un espacio que espera-mos sea fructífero.

Los puntos que nos interesa destacar son los siguientes:

· Por medio de estas páginas y con unaperiodicidad en un principio cuatrimes-tral, nuestros socios podrán disponer delas noticias que consideremos interesan-tes destacando aquéllas que tengan unsignificado especial en nuestra tempora-da de conciertos, tanto en los celebra-dos recientemente como en los que va-yan sucediéndose durante la misma.

· Realizaremos, en la medida de lo po-sible, entrevistas con los artistas.

· Cubriremos también una faceta his-tórica con semblanzas de interés mani-fiesto que nos hará conocer mejor elprestigioso pasado de nuestra SociedadFilarmónica.

·También nos gustaría que, tratándosede relevantes hechos musicales, éstostengan aquí su reflejo, comentados porcompetentes firmas.

· Finalmente, será parte de nuestrotrabajo ir presentando las próximastemporadas con atención preferente aconmemoraciones y a algún intérprete oconcierto, en especial.

Si conseguimos interesar en esta tareaa nuestros socios, nos consideraremosrecompensados.

Espero, también que este Boletín seaun lazo de unión entre la Filarmónica ysus socios, para aglutinar así el esfuerzode todos en favor de nuestra sociedad.

Por último, queremos dar las graciasmás efusivas a la Fundación BBK, sincuya colaboración esta publicación hu-biera sido imposible.

Asís de AznarPresidente de la Sociedad Filarmónica de Bilbao

Sociedad Filarmónica de Bilbao

presentación

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Presentación del

Bach Collegium Japan

NO PARECE ARRIESGADO EL SUGERIR que la presentación del Bach CollegiumJapan, el día 18 de mayo, resultó uno de los acontecimientos artísticos de la

actual temporada. Con su director y fundador, Masaaki Suzuki [Kobe, isla de Hon-do. Japón, 1954] hubo ocasión de escuchar a uno de los máximos exponentes ac-tuales en la interpretación de la música de Johann Sebastian Bach.

Masaaki Suzuki primeramente estudió en Japón Clave, Órgano, Dirección de or-questa y Composición. Durante la década de los ochenta en Europa se especializóen la interpretación de la música barroca con atención especial en la obra de Bach.A este respecto fueron decisivos los estudios realizados con el gran especialista TonKoopman.

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Educado en la religión cristiana, co-menzó a estudiar Piano por consejo desus padres músicos aficionados. Estu-diando en la Universidad de Tokio for-mó un grupo que encontró en la músicade Bach su ideal. A los 25 años Suzukicomenzó la interpretación de las can-tatas. No sorprende mucho su interéspor la obra de Bach puesto que el maes-tro alemán es el músico más amado enJapón, muy por encima de otros maes-tros europeos.

Una de las claves en la interpretaciónbachiana de Suzuki reside en que, siendoun músico interesado por la musicologíano es ésta la que domina sus versiones;más que el rigor historicista está interesa-do en la belleza pura de la música.

En su monumental edición discográfi-ca de las cantatas de Bach, que ya ha al-canzado la treintena de volúmenes, figu-ran varios de los solistas que se escucha-ron en Bilbao, como el bajo Peter Kooijy el contratenor Robin Blaze. De entrelas cualidades del Bach Collegium Japanson muy apreciados el color del coro yel sonido redondo, preciso y justo detodo el conjunto.

En su presentación en San Sebastián,marzo de 2002, el Bach Collegium Japanliteralmente agotó la capacidad del Audi-torio Kursaal. Situado entre los más per-sonales intérpretes de la música del genioalemán sorprendieron con su versión deLa Pasión según San Mateo, ganándose al pú-blico por el magnífico equilibrio entre lasprácticas musicológicas sin extremo delbarroco y el recogimiento en la expresivi-dad a veces rozando el misticismo.

Su programa de presentación en la So-ciedad Filarmónica comenzó con la Sui-te nº 1 en Do mayor, BWV 1066 para cuer-da, continuo, dos oboes y fagot. Elnombre de suite no fue dado por el au-tor que, al igual que Telemann y otrosmuchos maestros de entonces llamaronoberturas a lo que hoy conocemos co-mo suites, aplicando así al conjunto ladenominación que sólo concernía a laprimera pieza de la obra. La cantataBWV 30 Freue dich, erloeste Schar [Alegrémo-nos todos, almas redimidas] es de 1738. Setrata de la adaptación para la Fiesta deSan Juan, (24 de junio) de la cantata se-cular Angenehmes Wiederau. Es una obra agran escala desarrollada en dos partes,con texto de Picander (Christian Frie-drich Henrici) compuesta de doce nú-meros: 3 corales, 4 recitativos y 5 arias,2 para bajo, 2 para alto (contratenor) yuna para soprano. El Magnificat en Re ma-yor BWV 243 fue compuesto para lasvísperas de la Navidad de 1723, aunquela versión conocida hoy data de 1732en la que no figuran cuatro intermediosde la primitiva posiblemente eliminadaspor Bach en su revisión por ir destina-dos a otra fiesta litúrgica.

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LOS PROGRAMAS DE CONCIERTO presentan en la actualidad, a veces con ciertafrecuencia, las indicaciones “transcripción”, “arreglo”, “reducción” o algún

término similar. Como el aficionado conoce bien, estos términos se refieren a la la-bor realizada para que las partituras permitan un cambio en lo que se refiere a losinstrumentos que se han de protagonizar la ejecución.

como se había prometido y que, al final,no se llevó a cabo) realizando transcrip-ciones o reducciones pianísticas.

En el caso de las transcripciones wagne-rianas de Liszt hay que añadir, además,que no se trata de meros traslados o re-ducciones de una partitura orquestal uorquestal-vocal al teclado sino que supo-nen la integración, asimismo, de la obratomada en el concepto propio y únicodel pianismo lisztiano, razón por la quese convierten en obras de gran renombredentro de la literatura pianística. Por ellocontinúan unidas a los grandes pianistas.Recuérdese, entre otros registros, el deDaniel Baremboin de todas las transcrip-ciones wagnerianas de Liszt.

El programa de Lortie mostró tam-bién otra transcripción wagneriana, lade J. Rubinstein de El Idilio de Sigfrido,obra que Richard Wagner escribió parafelicitar a su esposa Cósima. En este ca-so, el transpositor es Joseph Rubinstein,pianista y músico ruso nacido en Staroen 1847 que no tiene parentesco con

El programa del recital de Louis Lortie,del 23 de mayo, se inició precisamentecon el título R.Wagner/F. Liszt: Obertura deTannhäusser. Nos encontramos ante unode los casos más sobresalientes de la his-toria de las transcripciones. La eficazayuda de todo tipo que el músico húnga-ro prestó al operista germano comprendetambién el paso al piano de los capítulosmás sobresalientes de las óperas de esteúltimo. En aquellos tiempos en los que elpiano era el medio más eficiente paradifundir la música en general (ya que apartir del primer tercio del XIX estosinstrumentos invadieron los domicilioseuropeos) el arreglo de las obras orques-tales o de otro género para el teclado erauna vía generosa para transmitirlas. Lacopiosa publicación de partituras de estetipo demuestra que, al mismo tiempo, eratambién el pan cotidiano de los editoresmusicales, ya que eran los productos másvendidos. Recordemos, también, que elpropio Wagner tuvo que sobrevivir en Pa-rís, mientras esperaba que se montara suLe vaisseau fantôme [El Holandés errante] (tal

Louis Lortieaborda transcripciones pianísticas

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Anton y Nicolás Rubinstein. Joseph es-tudió en Viena con Hellmesberger y conDachs, y vivió en la capital austríaca enplena intimidad con Wagner, a partir de1872, año en que escribió la reducciónpianística de Parsifal, y contribuyó tam-bién al conocimiento de las obras wag-nerianas con otras muchas transcripcio-nes. Es curioso que Wagner no le citaraen su libro Mi Vida, lo que sin duda sedebe a la naturaleza judía de Joseph Ru-binstein quien, por cierto, acabó susdías suicidándose en Lucerna.

Terminó el recital con la Paráfrasis de LaWalkiria en mi menor, realizada por Hu-

go Wolf. En este caso, no se trata de unatranscripción, sea más o menos perso-nal, sino de una creación propia toman-do como base una obra ajena. Las pará-frasis fueron también un subgéneromuy prodigado en el s. XIX, en el quese editaron numerosas partituras pianís-ticas que comprenden suites, pequeñospoemas, temas y variaciones y, sobre to-do, piezas de difícil clasificación, porabundantes que sean. En muchas oca-siones, estas piezas se asemejan a las im-provisaciones o impromptus pero, en casoscomo éste, muestran una estudiadaconstrucción.

Cuarta visita del

Emerson

EN LA GRAN TRADICIÓN CUARTETÍSTICA, tan mimada por la Sociedad Filarmó-nica, el jueves 1 de junio, ya por cuarta vez en nuestra Sociedad el Cuarteto

Emerson fue escuchado en un programa típico de los que han hecho que su nombrefigure entre los más sobresalientes de la generación musical de los años 50. ComoCuarteto se formó en 1976 como continuación profesional a su especialización enla prestigiosa Juilliard School de Nueva York. Una de las singularidades del conjun-to radica en la presencia de los violinistas, Eugene Drucker y Philip Setzer quienesestimulan sus interpretaciones simultaneándose el puesto de primer atril. LawrenceDutton, viola y David Finckel, violonchelo completan el Emerson. El New York Timesdijo del Emerson Quartet: «es quizá el Cuarteto más distinguido dentro de la nuevageneración de cuartetos de América». Su debut europeo fue en 1983 causando gransensación. Formado en el bicentenario de Estados Unidos, el Cuarteto Emersonadoptó el nombre del poeta y filósofo americano Ralph Waldo Emerson.

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Dedicados principalmente a la inter-pretación del repertorio clásico mantie-nen, igualmente, un fuerte compromisocon la música actual. Desde 1979 hastanuestros días han protagonizado ungran número de estrenos de nuevasobras, muchas de ellas encargos delpropio grupo.

De sus tres actuaciones anteriores en laSociedad Filarmónica de Bilbao se des-tacan los siguientes comentarios:

13-4-1987. «Un cuarteto ejemplar...sí es verdad que el Emerson tiene el pri-vilegio de poseer cuatro nobilísimosinstrumentos pero es ejemplar porquelos músicos son cuatro intérpretes nadacomunes. Su sentimiento es “de cuarte-to” en esa unidad creativa que alcanza ellímite de lo perfecto, desde lo más pro-fundo o íntimo hasta el detalle más há-bil e ingenioso».

4-5-2002. «Dentro de la unidad deestilo de los mejores cuartetos, el Emer-son cuida el sello característico de cadacomponente[...]» «Un cuarteto amargo,que tiene algo de violento, el nº 8 deShostakovich, en la versión del Emersonse escucha en su sentido más expresionis-ta. El conjunto americano ha grabadotodos los cuartetos del maestro ruso y, através de las tres actuaciones realizadasen Bilbao, siempre incluyendo alguno delos quince, ha dejado constancia de seruna autoridad en tal música de cámara».

En su última actuación en la Filarmó-nica interpretó el nº 15, op 144, último delimponente legado cuartetístico del músi-co ruso, completándose el programa conotras dos obras maestras: Cuarteto nº 17 ensi bemol mayor KV. 458 de Mozart y Quar-tettsatz (Movimiento de cuarteto) en domenor D.703 de Schubert.

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Cuarteto Emerson

Simon Rattleestuvo aquí

EL 30 DE OCTUBRE DE 1974 actuó por primera vez en la Filarmónica TheNash Ensemble. Se presentaba con un precioso y original programa: Contrastes,

de Bartok, Chansons Madecasses, de Ravel y Pierrot lunaire, de Schoenberg. «El Grupoextremadamente versátil en cuanto a concepción y repertorio», contó con la can-tante Jane Manning que sorprendió con su actuación en el dificilísimo Sprechstimme(declamación entonada) de Pierrot Lunaire. A su vez aquel concierto tuvo algo deextraordinario: fue dirigido por un joven músico de 19 años, el hoy famosísimomaestro Simon Rattle, actualmente titular de la Filarmónica de Berlín. No hacemucho tiempo en un concierto en Madrid fue a saludarle Asís Aznar y ante la pre-gunta de si se acordaba de su concierto en Bilbao fue su respuesta: «¡Cómo no voya acordarme! Aquel fue mi primer concierto profesional fuera de mi país». El posterdel programa figura en mi estudio.

El siguiente concierto de Nash En-semble, el 20-2-1989 «tuvo el aciertode programar obras tan dispares comoinfrecuentes» como la Sonata para violín yviolonchelo de Ravel, el magistral Quintetopara clarinete y cuerdas op. 115, de Brahms,además de otro Quinteto para oboe y cuerdas,de Bax y el bellísimo Adagio Kv 580 deMozart. Aquella sesión mereció el si-guiente comentario: «A la suerte de po-der escuchar un programa de tales ca-racterísticas se añade la interpretaciónde un conjunto en el que priman unosconceptos musicales de calidad, serie-dad artística y distinción poco habitua-les, además de un sentido elegantísimode la música de cámara».

Dentro de las celebraciones del Cente-nario de la Filarmónica, el 8 de no-viembre de 1996, con el director londi-nense Lionel Friend, discípulo de SirAdrian Boult, Sir Colin Davis y HansSchmidt-Isserstedt y la participaciónde las cantantes Lillian Watson y SallyBurgess, el Nash Ensemble presentó uninfrecuente y perfecto programa en las“Conmemoraciones de Falla y Ger-hard”. Además del Concierto para clave yEl amor brujo de Falla, las Seis cancionesde L’ infantement maravellós de Schahraza-da del segundo figuraban obras de Tu-rina y Granados. El mismo programaofrecido el día anterior en el AuditorioNacional de Madrid fue reseñado por

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Antonio Iglesias, crítico musical deABC, como «singulares intérpretes demúsica española».

En la línea de sus programas infrecuen-tes, para su cuarta actuación en la Filar-mónica, el martes 6 de junio, Nash En-semble of London, en formación de cla-rinete, trompa, violín, viola, violoncheloy piano nos visitó con el Trío KV. 498Kegelstatt (de los bolos) de Mozart, asídenominado por haber sido escrito,

según la tradición, durante una partidade bolos en el jardín de los Jacquin. En lamisma sesión se interpretó también elQuinteto en Re mayor, elegido entre lasobras camerísticas restringidas en núme-ro, pero de alta calidad del inglés RalphVaugham Williams, Marchenerzählungen op.132 (relatos de cuentos) para clarinete,viola y piano de Schumann y el Sexteto enDo mayor op. 37 de Dohnányi en el que in-tervino todo el grupo.

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López Banzo: «Amadís de Gaula es una

ópera händeliana de gran interés»

la interpreta Al Ayre Español, cerrando temporada

entrevista

Amadigi di Gaula, de G. F. Händel (ópera en concierto)

Al Ayre Español, bajo la dirección de Eduardo López Banzo

Cantantes principales: Sonia Prina, Jordi Doménech,

María Espada y Sharon Rostorf-Zamir

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P.: ¿Cuáles son las razones por las quese ha elegido este títuto händeliano?R.: En primer lugar, de esta ópera en la

actualidad sólo existe una grabación,que es el registro que hizo Mark Min-kowski hace unos veinte años y que,además, hoy es muy difícil de encontrar.Esa es una de las razones por las que medecidí por prepararla. Otro de los moti-vos es el del Centenario de El Quijote, yaque Amadís de Gaula es uno de los títulosque aparecen en el capítulo de la quemade libros de la novela cervantina.

P.: Pero también es cierto que el Ama-dís figura entre las que el buen AlonsoQuijano no envió a la hoguera sinoque, al contrario, hizo de ella una bue-na referencia.R.: Así es. Además, por mi condición

de aragonés me enorgullece que la pri-mera edición del Amadís de Gaula fuera laque se imprimió en el siglo XVI en Za-ragoza, en la casa de Montalvo.

P.: ¿Alguna razón más por la que sehaya decidido por el Amadigi di Gaulahändeliano?R.: Sí, una fundamental: el interés de

la ópera. Se debe tener en cuenta que esuna de las primeras que compuso enLondres, recién llegado de su estanciaen Italia, y por tanto quería ganarse alpúblico cuanto antes. Se estrenó en elKing Theatre, el 25 de mayo de 1715.

P.: ¿Se trata de una obra de ampliaestructura?R.: Es una ópera de sello habitual en la

época. Es decir, en tres actos. Aunquesea casi de cámara, además del grupoinstrumental, la interpretan tres sopra-nos (Oriana, amante de Amadís, Melis-sa y Orgando), una mezzo (Amadís) yun alto (Dardano), más coro.

P.: Antes se ha citado al público, ¿hahecho ya alguna interpretación públi-ca de esta ópera?R.: Sí, el año pasado la presentamos en

un par de conciertos en el Palacio deCongresos de Salamanca, dentro delFestival Internacional de las Artes deCastilla y León. Funcionó bien y fuebien acogida, por lo que nos plantea-mos hacer una gira con ella. Esta es unade las razones por las que en este añola mostramos primero en Lugo, luegoen Bilbao y más tarde la haremos en Za-ragoza. Después, la vamos a grabar, tal ycomo era una de nuestras primeras in-tenciones ya que, como he dicho antes,no se ha realizado ningún registro másque el de Minkowski.

Tras esa grabación, vamos a actuar enel Festival de Radio France, de Mont-pellier, acontecimiento que posee unagran repercusión internacional y quesupondrá un cambio importante ennuestra trayectoria, ya que hasta ahora

EL LUNES 12 DE JUNIO SE CELEBRA el último concierto de la presente tempo-rada 2005-06 de la Sociedad Filarmónica de Bilbao. El acto tiene un carácter

extraordinario, ya que Al Ayre Español interpretará en él la ópera Amadís de Gaula,de G. F. Händel, bajo la dirección de Eduardo López Banzo, músico con quien seha realizado la presente entrevista.

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hemos interpretado básicamente reper-torio español tanto acá como en nues-tras actuaciones en el extranjero.

P.: ¿Y se está cambiando, realmente?R.: Creo que sí. Estamos ofreciendo

un material más internacional. Recorda-réis que ahí en Bilbao, en el TeatroArriaga, hicimos este año una cantatahändeliana con Maria Bayo. Händel esel operista barroco por antonomasia,pero hay una buena parte de su reperto-rio que es poco conocida.

P.: ¿Cuáles son las características deAmadís de Gaula?R.: Es una ópera muy interesante, que

incluso contiene algunas arias que sonmuy famosas. En realidad, es una óperacasi de cámara, pues sólo posee cuatropersonajes principales. La orquestaciónes muy escueta: tan sólo cuerda y unareducida paleta de cobres, con introduc-

ción de trompeta al final. Entre otrosatractivos, cuenta con el uso de unas to-nalidades muy curiosas, relacionadascon la propia historia de Amadís, quediscurre en términos mágicos, con pasa-jes oníricos...

P.: ¿Qué novedad puede aportar alpúblico la ópera Amadís de Gaula?

R.: Aparte de los valores de la propiaobra, que como ya he dicho la escribióHändel teniendo muy presente el propó-sito de ganarse pronto al público londi-nense, está la posibilidad de poder escu-char en vivo una ópera de la primera épo-ca inglesa del autor, aún joven. Hoy en día,en que su música está de moda, con todarazón, sin embargo el público está muchomás acostumbrado y conoce mejor el re-pertorio del Händel ya más maduro. Porello, pienso que esta que depara Amadís deGaula es una ocasión muy especial.

Orquesta Al Ayre Español

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CORRÍA EL AÑO 1936. Hacía sólo unos meses que se había estrenado en Nue-va York Porgy and Bess, considerada la primera ópera negra. En diciembre de

1935 había muerto Alban Berg, Valle Inclán, Kipling, Spengler, Gorki, Chesterton,García Lorca eran algunas de las personalidades que desaparecieron en 1936. El pa-norama político en España era poco consistente. Indalecio Prieto advertía el pri-mero de mayo de la posibilidad de un golpe militar.

Marian Anderson cantó e impresionó en la Filarmónica en 1936

Bilbao vivía con relativa normalidadaquellos tiempos. Una de sus más sóli-das asociaciones culturales, la SociedadFilarmónica, continuaba su vida musi-cal invitando a algunas sobresalientespersonalidades que solían pasar por suSala: Manuel de Falla, Rubinstein,Kreisler, Wanda Landowska, el PadreDonostia y también Unamuno. Comouna de las más firmes preocupacionesque ha distinguido de siempre a la Filar-mónica, también iba en pos de quienespodían ser los grandes artistas a descu-brir. Así el 4 de mayo de 1936, cuandosin contar la etapa anterior a la inaugu-ración de la Sala del Marqués del Puer-to la Sociedad llevaba 32 años, fue invi-tada a dar un recital de canto una jovenamericana, de raza negra, llamada Ma-rian Anderson. Tenía entonces 32 añosy todavía no eran muchos los que sabíanque se trataba de una artista extraordi-naria. Aquella actuación se recuerda co-mo uno de los acontecimientos históri-cos de la Filarmónica. D. Pablo BilbaoArístegui que asistió al concierto recor-daba la emoción que aquel día embargóen la Sala. Una voz extraordinaria, de

registro inaudito, con características desoprano dramática y una profundidadde contralto absolutamente desconoci-da que sabía aclarar convenientementedejó huella en los filarmónicos. En elprograma figuraban algunas de las mú-sicas más amadas por la artista de Fila-delfia: lieder de Brahms, de Schubert yuna parte dedicada a los cantos negros-espirituales que precisamente la artistaiba imponiendo junto a los grandes au-tores de todas las salas de conciertosdonde actuaba. Esto no era fácil puestoque los cantantes negros como Paul Ro-beson, famoso intérprete de espiritualesnegros, sólo podía interpretarlos en cír-culos muy vinculados a la vida y culturaafro-americana. También cantó en aque-lla ocasión Ave María, de Schubert. Labelleza de la música, la de su figura ex-quisitamente elegante y bella, el arte decantar con una voz privilegiada y estilocargado de emoción entusiasmaron alos sorprendidos filarmónicos.

Un poco antes, en agosto de 1935, enSalzburgo, en la sala de un hotel que na-da tenía que ver con el famoso festivalaustriaco, Toscanini y Bruno Walter acu-

semblanzas históricas

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dieron a escucharla. El primero, emocio-nado, dijo a Marian Anderson que unavoz como la suya «sólo se escucha unavez cada cien años». En aquel recital tu-vo que repetir su interpretación de AveMaría de Schubert a petición del arzobis-po de Salzburgo entusiasmado por la in-terpretación escuchada. Poco después, el4 de febrero de 1936, tres meses antes decantarla en Bilbao, grabó la misma com-posición de Schubert. A pesar del tiem-po transcurrido sigue resultando una delas más cálidas y emocionadas interpre-taciones de esta obra que existen en lahistoria de la música grabada.

Falleció a los 91 años. Fue americanapero antes que nada fue negra y, por en-cima de todo una extraordinaria artista.El color de su piel, especialmente en supaís, le acarreó enormes problemas, pre-juicios e incomprensiones. Fue cons-ciente del problema racial entonces muylatente en su país y luchó, como pocoshabían podido hacerlo hasta entonces,en el mundo de la música. Había alcan-

zado el honor de ser en su día la más im-portante cantante de su país y ello fueaprovechado para con inteligencia lucharpor los derechos de su gente.

Una rotunda negativa para actuar en laSala de la Constitución de Washingtoncon la oposición de “Hijas de la Revo-lución Americana” fue convertida en elprimer gran acto público de arte en prode los derechos de todo ciudadano ame-ricano. Apoyada por Eleonor Roosveltpudo cantar en público, al aire libre, enun lugar tan simbólico como el memo-rial Lincoln. 75.000 americanos, sin dis-tinción de razas, se reunieron paraaplaudir a quien había tenido la entere-za de transformar un rechazo en una rei-vindicación por los derechos humanos.Tampoco se le abrieron entonces todaslas puertas. Tuvo que esperar dieciséisaños, todavía, para que al fin el Metro-politan permitiese que saliera a su esce-nario a cantar como “Ulrica”, de Un ba-llo in maschera de Verdi. Tenía 53 años y suvoz no estaba ya en plenitud pero, de al-guna manera aquella actuación sirvió pa-ra que más tarde, por ejemplo, otra artis-ta de la misma raza, la genial LeontynePrice fuese elegida para la brillante se-sión inaugural del nuevo Metropolitanen el Lincoln Center.

La integridad artística de la contralto,reconocida por grandes personalidadesmusicales, —el compositor Jean Sibeliusle dedicó la canción Solitude— fue una desus virtudes sobresalientes. Convirtió elcanto negro espiritual en algo excepcio-nal. Añadió a esta música propia de lacultura afro-americana, un cierto porteclásico, imponiéndola en las salas deconciertos de todo el mundo.

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Avance de la programación del primer trimestre de la temporada 2006-07

La temporada 2006-07 se iniciará el 10 de octubre con la presentación en laSociedad de la joven pianista argentina Ingrid Fliter, quien ofrecerá un pro-

grama Haydn-Beethoven-Chopin. Intérprete formada en la propia capital porteña,con estudios de perfeccionamiento bajo grandes profesores en Estados Unidos, Ita-lia y Alemania, obtuvo el segundo premio del Concurso Chopin de Varsovia en elaño 2000. A partir de entonces, su carrera internacional ha transcurrido en francaascendencia. De esta pianista de gran técnica y pasión se grabaron dos CD, uno enel 2003 y el otro el pasado año, de los conciertos ofrecidos en el Concertgebouwde Amsterdam, el primero con obras de Chopin; y el otro, con música de Beetho-ven y Chopin, precisamente.

El 17 de octubre actúa el trío francésintegrado por los hermanos Renaud yGautier Capuçon, violín y violonchelo,y el pianista Frank Braley. Una buenaocasión para escuchar en directo losTríos n. 1 y 2 de Schubert interpretadospor este grupo de artistas de reconoci-do prestigio. Los Tríos en Si bemol y en Mibemol, Op. 99 y 100, ambos de 1827, sonobras que, aunque reflejen «un estadode emoción exquisitamente humana,son esencialmente distintas», tal y comoescribió Schumann. Renaud Capuçontoca un Stradivarius, de 1721, que per-teneció al célebre Fritz Kreisler, quien,como es sabido, actuó también en sutiempo en la Filarmónica bilbaína.

El aniversario mozartiano continúa pre-sente en nuestra Sociedad en varias sesio-nes de este trimestre. La primera de ellasa cargo de Anima Aeterna, dirigida porJos van Immersel, el día 25 de octubre.Anima Aeterna, con instrumentos deépoca, figura entre las orquestas especia-

lizadas más relevantes de la actualidad,con una cuidada y abundante discografía.En esta su primera actuación entre noso-tros ofrece un variado programa de con-ciertos mozartianos: el de trompa, n.3, elde flauta y arpa y el de dos pianofortes,de los que uno de los intérpretes será sinduda el propio Van Immersel.

Los días 28, 29 y 30 de octubre, laSala acogerá las pruebas del ConcursoInternacional de Canto de Bilbao.

Cuatro conciertos tendrán lugar en elmes de noviembre. El día 7 actúa elCuarteto Talich, que presenta un singu-lar programa de músicos bohemios. Seinicia con uno de los tres cuartetos decuerda del praguense Johann Wenzel Ka-liwoda (1801-1866), compositor delprimer romanticismo poco difundidoentre nosotros (a excepción de su con-cierto para oboe y orquesta). Continúacon el Cuarteto n.1 de Ervin Schulhoff(1894-1942), uno de los músicos consi-derados por los nazis como representante

avance programación

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del “arte degenerado”. Finaliza con elCuarteto en Sol menor, de Antonin Dvorak,el más popular de los autores bohemios,cuya música camerística, aunque menosdifundida que sus sinfonías, posee sinembargo una calidad extraordinaria.

Dos conciertos monográficos ocupanel centro del mes. El CombatimentoConsort ocupará nuestro escenario el día15, con un programa Haydn. Dirigidopor Jan Willen de Vriend, Combatimentoofrece las tempranas Sinfonías 6 (Le Matin),7 (Le Midi) y 8 (Le Soir), tras las que se in-terpretarán los dos Conciertos haydi-nianos para violonchelo y orquesta, conQuirine Viersen como solista. Esta jovenintérprete holandesa ganó el ConcursoRostropovich en París en 1990 y el deHelsinki en 1991, así como el célebreCertamen Tchaikowsky en 1994. Actúacon un instrumento Joseph GuarneriusFilius Andreae, de 1715.

El otro monográfico es de Carl PhilipEmmanuel Bach, sin duda el más sobre-

saliente entre los hijos de Johann Sebas-tian. Concierto a cargo de Café Zim-mermann, que hace su presentación ennuestra Sociedad. Si bien el nombre pue-de sorprender tratándose de un conjunto“clásico”, sin embargo tiene su significa-do histórico. El Café Zimmermann, es-tablecimiento sito en la calle Santa Cata-lina de Leipzig acogía todos los vierneslos conciertos del Collegium Musicumfundado por G.P. Telemann en 1702. En1729 Johann Sebastian Bach se puso alfrente del grupo, dirigiendo semanal-mente los conciertos de cantatas profa-nas y obras instrumentales. Café Zim-mermann, formación francesa fundadapor la clavecinista Celine Frisch y elviolinista Pablo Valetti (concertino),ofrece las sinfonías Hamburgo ns. 5 y 1,más el concierto para Flauta en Mi menor yel de Violionchelo en La mayor, todo ello deCarl Philip Emmanuel Bach.

Regresa el magnífico barítono liederistaMatthias Goerne, quien en su presen-

Combattimento Consort

tación en la temporada 2005-06 causóuna inmejorable impresión con su ciclobrahmsiano “Die Schöne Magelone”, juntocon la pianista Elisabeth Leosnkaja. Enesta ocasión acude, el día 27, con la Or-questa de Cámara de Basilea, bajo la di-rección de David Stern. Abre el con-cierto la fabulosa y compleja Kammersin-fonie op. 9, de Arnold Schönberg, tras laque Goerne interpreta diversos lieder deSchubert con arreglos orquestales de A.Webern, M. Reger y J. Brahms. Para fi-nalizar, la orquesta suiza, sin duda una delas formaciones de este tipo puntales enla actualidad, ejecutará la Sinfonía n. 4,Trágica, de Schubert.

Retorna la Kremerata Baltica, el 1 dediciembre. Como se recordará, en latemporada 2005-06, en que se presentócon Guidon Kremer. En esta ocasiónvendrá con el violonchelista MishaMaisky, con un programa dedicado a P.I. Tchaikowsky, en el que, además de lasVariaciones sobre un tema rococó se mos-trarán arreglos de la obra pianística LasEstaciones y del Cuarteto n. 3 para cuerda.

Diciembre registra otros dos concier-tos. El día 13, el Cuarteto Artemis

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mostrará un programa que comienza yfinaliza con Johannes Brahms (Cuartetos n.3 en Si bemol op. 67 y n. 2 en La menor op.51/2) e inserta en medio dos obras deAnton Webern (Cinco movimientos paracuarteto de cuerda, op. 5 y Seis Bagatelas, op. 9),piezas cuya brevedad temporal va unida asu escritura de orfebre y que ofrecen unavisión distinta a la de los amplios desa-rrollos de los cuartetos brahmsianos.

El primer trimestre se clausura, acerta-damente, con W. A. Mozart como ejedel programa. Será el día 19, en el quese escucharán los dos únicos cuartetospara piano escritos por el genio salzbur-gués, frente a los seis tríos. Los dos cuar-tetos fueron escritos en Viena en fechascercanas: el primero, en sol menor KV478, en 1785; el otro, en mi bemol KV493, en 1786. Al lado de estas obras seinterpretarán el Trío Le Chinay, obra pós-tuma y muy poco difundida de EugèneIsaye, y una colección de obras de FritzKreisler, en arreglos hechos por FredoJung. Lo “novedoso” del programa seasocia con la primera intervención en laFilarmónica tanto del Trío Gade comodel onubense Javier Perianes. A susveintiocho años, este último es uno delos actuales valores en alza del pianismohispano, tras haber obtenido primerospremios en los concursos de Vianna deMotta y de Jaén. Además de sus actua-ciones en el Auditorio Nacional de Ma-drid, en el Palau de la Música barcelonésy otros centros relevantes, ha dado re-citales en el Carnegie Hall neoyorkino yen los conservatorios de Moscú y deShanghai. En este año 2006, este músi-co onubense obtuvo la Medalla de Orode Andalucía.

Matthias Goerne

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