Un chico llamado Alejandro que estaba en un colegio en el que le acosaban.

¿Puedo jugar con vosotros?

No

¿Por qué?

Porque eres

‘’gordo’’

¿Y que pasa si soy

‘’gordo’’?

Por que no quiero que juegues con nosotros y

punto.

¿Por favor dejadme

jugar?

¡A que te pego!

¿Por qué?

Por no callarte

Vale.

Alejandro se sentó y se quedó solo mirando como jugaban los demás, al día siguiente volvieron a jugar sin él. A las dos

semanas más tarde Alejandro le dijo a Youssef:

No

Oye, ¿puedo

jugar con vosotros?

¿Por qué?

Youssef se cabreó y lo empujó contra el suelo.

¡Toma!

¡Aaah!

Alejandro se sintió mal y se puso a llorar

Al día siguiente le llegó a Youssef una carta en la que ponía que Alejandro se iba a suicidar, y que se quedara tranquilo por su parte. Youssef fue corriendo a la casa de Alejandro y

le encontró a punto de suicidarse. Youssef le abrazó y le dijo:

¿Me perdonas?

Si.

Fueron amigos durante toda la vida y ya no se volvieron a pelear mas.