El Caballito de Tolsá · 2017-06-27 · Fundición a la cera perdida Diseñada en 1795, inaugurada...

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Miguel de la Grúa Talamanca (1755-1812), Virrey de la Nueva España de 1794 a 1798, mandó construir el monumento 1795 El proyecto quedó en manos de Manuel Vicente Agustín Tolsá y Sarrión (1756-1816) 9 de diciembre Se inaugura el monumento con gran festejo en la Plaza Mayor, hoy Plaza de la Constitución 1803 La escultura fue reubicada en una de las glorietas del Paseo de Bucareli Termina la Guerra de Independencia Se cubre el pedestal con telas y se coloca un templete con techo 1852 1821 Traslado al Patio central de la Pontificia y Nacional Universidad de México 1822 Después de 127 años la obra escultórica fue trasladada a la Plaza Manuel Tolsá, donde se ubica en la actualidad 1979 Calle de Tacuba Ignacio Allende Donceles Marconi Eje Central Lázaro Cárdenas CUAUHTÉMOC Nombre: Escultura ecuestre de Carlos IV Autor: Manuel Tolsá y Sarrión Tipo de bien: Bien inmueble por destino Protección legal: Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos Materiales: Aleación de cobre, plomo, zinc y estaño principalmente; estructura interna de hierro colado Técnica: Fundición a la cera perdida Diseñada en 1795, inaugurada el 9 de diciembre de 1803 Dimensiones generales : 5.04 metros de largo 4.88 metros de altura 1.73 metros de ancho Pedestal 3.36 m. de altura 4.24 m. de largo 2.9 m. de ancho Autores Lorenzo de la Hidalga Tangassi (placas) Pedestal actual: Diseñado en 1852 Reconstruido en 1979 Núcleo de concreto recubierto con placas de piedra Los sillares son andesitas En la parte inferior cuenta con una hilada de sillares de basalto Dos placas conmemorativas en mármol Una tercera placa en bronce Desde julio de 2016, ingresó el equipo de profesionales del INAH a la Plaza Tolsá para desarrollar, primero el diagnóstico y los estudios técnicos y científicos, y posteriormente, a partir de noviembre, emprender las accio- nes directas sobre la pieza. Un equipo interdisciplinario e interinstitucional encabezado por la Secretaría de Cultura Federal a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y el apoyo logístico y financiero del Fideicomiso Centro Histórico de la CDMX, concluyó la recuperación de forma integral de la estatua del monarca español, el núcleo del basamento y el recubrimiento pétreo del pedestal. Se inició con la estabilización del metal y la limpieza de toda la escultura que requirió alrededor de cinco meses dada la dificultad de remover la suciedad y recubrimientos (capas de cera, chapopote y resinas) aplicados principalmente en el siglo XX. Se le aplicó un gel especialmente diseñado para su limpieza, dejando visible la capa pictórica con la que el artista valenciano Manuel Tolsá decidió terminar su obra, de color “olivo-parduzca” —como la describió en sus memorias el explorador Alexander von Humboldt, quien estuvo presente el 9 de diciembre de 1803, fecha de la inaugu- ración de la escultura en la Plaza Mayor. Una cápsula que contiene huellas de nuestro tiempo, es el recuerdo que los capitalinos del futuro encontrarán al interior del pedestal de la Escultura Ecuestre de Carlos IV; esa caja del tiempo es también testimonio de una intervención profesional sin precedentes. El Caballito de Tolsá

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Miguel de la Grúa Talamanca (1755-1812),Virrey de la Nueva España de 1794 a 1798,

mandó construir el monumento

1795

El proyecto quedó en manos deManuel Vicente Agustín Tolsá

y Sarrión (1756-1816)

9 de diciembre Se inaugura el monumento con gran festejo en

la Plaza Mayor, hoy Plaza de la Constitución

1803

La escultura fue reubicada en una de las glorietas del

Paseo de Bucareli

Termina la Guerra de Independencia Se cubre el pedestal con telas y se coloca

un templete con techo

18521821

Traslado al Patio central de la Ponti�cia y Nacional

Universidad de México

1822

Después de 127 años la obra escultórica fue trasladada a la Plaza Manuel Tolsá, donde se ubica en la actualidad

1979

Calle de Tacuba

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Nombre: Escultura ecuestre de Carlos IV

Autor:Manuel Tolsá y Sarrión

Tipo de bien:Bien inmueble por destino

Protección legal:Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos

Materiales:Aleación de cobre, plomo, zinc y estaño principalmente; estructura interna de hierro colado

Técnica:Fundición a la cera perdida

Diseñada en 1795, inaugurada el 9 de diciembre de 1803

Dimensiones generales :

5.04 metros de largo

4.88 metros

de altura1.73 metros de ancho

Pedestal

3.36 m. de altura

4.24 m. de largo 2.9 m.

de anc

ho

AutoresLorenzo de la HidalgaTangassi (placas)

Pedestal actual: Diseñado en 1852Reconstruido en 1979

• Núcleo de concreto recubierto con placas de piedra

• Los sillares son andesitas

• En la parte inferior cuenta con una hilada de sillares de basalto

• Dos placas conmemorativas en mármol

• Una tercera placa en bronce

Desde julio de 2016, ingresó el equipo de profesionales del INAH a la Plaza Tolsá para desarrollar, primero el diagnóstico y los estudios técnicos y cientí�cos, y posteriormente, a partir de noviembre, emprender las accio-nes directas sobre la pieza.

Un equipo interdisciplinario e interinstitucional encabezado por la Secretaría de Cultura Federal a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y el apoyo logístico y �nanciero del Fideicomiso Centro Histórico de la CDMX, concluyó la recuperación de forma integral de la estatua del monarca español, el núcleo del basamento y el recubrimiento pétreo del pedestal.

Se inició con la estabilización del metal y la limpieza de toda la escultura que requirió alrededor de cinco meses dada la di�cultad de remover la suciedad y recubrimientos (capas de cera, chapopote y resinas) aplicados principalmente en el siglo XX.

Se le aplicó un gel especialmente diseñado para su limpieza, dejando visible la capa pictórica con la que el artista valenciano Manuel Tolsá decidió terminar su obra, de color “olivo-parduzca” —como la describió en sus memorias el explorador Alexander von Humboldt, quien estuvo presente el 9 de diciembre de 1803, fecha de la inaugu-ración de la escultura en la Plaza Mayor.

Una cápsula que contiene huellas de nuestro tiempo, es el recuerdo que los capitalinos del futuro encontrarán al interior del pedestal de la Escultura Ecuestre de Carlos IV; esa caja del tiempo es también testimonio de una intervención profesional sin precedentes.

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